Me asusta observar el estado actual de nuestro sistema educativo reflejado en las publicaciones que leo a diario. He visto un aumento masivo de memes que difunden información errónea y desinformación, que la gente comparte sin pensarlo dos veces simplemente porque “suena bien”.
Al reflexionar sobre mi tiempo en Boston College, me sorprende cómo dos de los cursos que me parecieron más tediosos y ABURRIDOS, “Métodos de investigación” y “Alfabetización mediática”, se han convertido en los más INVALUABLES de mi vida adulta. El discurso actual en torno a los “medios falsos” y los llamados a desmantelar plataformas como Google recuerdan inquietantemente la retórica de los regímenes fascistas. Históricamente, estas ideologías han apuntado a los medios independientes como su primer enemigo, buscando silenciar la disidencia y oscurecer la verdad.
Como vengo de un país que soportó una dictadura de 30 años, todavía escucho las historias de mi padre sobre cómo se desarrolló. Recientemente tuvimos una conversación interesante sobre su temprana creencia en el comunismo y cómo salió de él. La República Dominicana vivió el brutal reinado de Trujillo, un régimen marcado por el severo castigo a los periodistas y la brutal represión de los medios de comunicación. Pero esta represión no se produjo de la noche a la mañana, sino de manera gradual. Antes de que los periodistas fueran asesinados, se los demonizaba, de manera muy similar al uso actual de la retórica de los “medios falsos” y los “enemigos internos” aquí en los Estados Unidos.
Los periodistas siempre han sido los guardianes de la rendición de cuentas, desafiando a los que están en el poder y exponiendo verdades ocultas. Si bien el sensacionalismo existe innegablemente en el panorama mediático actual, debemos fomentar una población educada capaz de distinguir los hechos de la ficción, en lugar de caer presa de las narrativas peligrosas.
Este fin de semana, vi tres de las seis horas de un mitin en el Madison Square Garden en vivo, para poder redactar mis notas para mis videos de TikTok en español. Los paralelismos entre la retórica actual y el lenguaje de las ideologías fascistas históricas son alarmantes. Frases como “estado profundo”, “marxismo” y “medios falsos” se repetían constantemente. En apenas 39 minutos, el locutor de radio Cid Rosenberg gritó “malditos ilegales”, destacando la peligrosa normalización del discurso de odio contra los inmigrantes.
La retórica de Rafael Trujillo y Donald Trump tiene similitudes sorprendentes, especialmente en sus enfoques hacia los medios y la disidencia política. La demonización de todo lo que se les oponga es profundamente preocupante.
Ambos líderes recurrieron al nacionalismo y al alarmismo para galvanizar a sus bases. Trujillo utilizó el nacionalismo dominicano para legitimar su régimen opresivo, mientras que la retórica de Trump de “Estados Unidos primero”, que excluye a las personas negras y morenas, aboga por políticas arraigadas en sentimientos nacionalistas. Los paralelismos son inquietantes, y la historia ha demostrado a dónde conduce este camino.
Zanibel Melo es una profesional de los medios y la tecnología, dinámica y tenaz. En sus 15 años de trabajo en la industria, ha aparecido en varias publicaciones reconocidas, entre ellas The Boston Globe, Latin Times Magazine, Telemundo y Fit Small Business. En 2019, Zanibel fue reconocida por Latin Times Magazine como una de las 25 principales “Líderes Latinas”. Zanibel Melo lanzó HigherDreams, una empresa multimedia en Boston, Massachusetts, mientras trabajaba como productora ejecutiva para la cadena internacional dominicana Super Canal Caribe en Massachusetts y Nueva York. Su experiencia con clientes incluye, entre otros, a McDonalds, el lanzamiento de McWrap, Nissan y StudentCity.com, la empresa de viajes estudiantiles más grande del mundo, por nombrar algunos. Zanibel también ha trabajado con celebridades en varios proyectos multimedia, como la superestrella mexicana Paulina Rubio, Robinson Cano de los Yankees de Nueva York, el comediante y actor George López y el autor y televangelista Joel Osteen. Melo produjo y lanzó “Las Voceras”, un programa de televisión digital de media hora para profesionales y empresarias latinas.
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Por Zanibel Melo.
Me asusta observar el estado actual de nuestro sistema educativo reflejado en las publicaciones que leo a diario. He visto un aumento masivo de memes que difunden información errónea y desinformación, que la gente comparte sin pensarlo dos veces simplemente porque “suena bien”.
Al reflexionar sobre mi tiempo en Boston College, me sorprende cómo dos de los cursos que me parecieron más tediosos y ABURRIDOS, “Métodos de investigación” y “Alfabetización mediática”, se han convertido en los más INVALUABLES de mi vida adulta. El discurso actual en torno a los “medios falsos” y los llamados a desmantelar plataformas como Google recuerdan inquietantemente la retórica de los regímenes fascistas. Históricamente, estas ideologías han apuntado a los medios independientes como su primer enemigo, buscando silenciar la disidencia y oscurecer la verdad.
Como vengo de un país que soportó una dictadura de 30 años, todavía escucho las historias de mi padre sobre cómo se desarrolló. Recientemente tuvimos una conversación interesante sobre su temprana creencia en el comunismo y cómo salió de él. La República Dominicana vivió el brutal reinado de Trujillo, un régimen marcado por el severo castigo a los periodistas y la brutal represión de los medios de comunicación. Pero esta represión no se produjo de la noche a la mañana, sino de manera gradual. Antes de que los periodistas fueran asesinados, se los demonizaba, de manera muy similar al uso actual de la retórica de los “medios falsos” y los “enemigos internos” aquí en los Estados Unidos.
Los periodistas siempre han sido los guardianes de la rendición de cuentas, desafiando a los que están en el poder y exponiendo verdades ocultas. Si bien el sensacionalismo existe innegablemente en el panorama mediático actual, debemos fomentar una población educada capaz de distinguir los hechos de la ficción, en lugar de caer presa de las narrativas peligrosas.
Este fin de semana, vi tres de las seis horas de un mitin en el Madison Square Garden en vivo, para poder redactar mis notas para mis videos de TikTok en español. Los paralelismos entre la retórica actual y el lenguaje de las ideologías fascistas históricas son alarmantes. Frases como “estado profundo”, “marxismo” y “medios falsos” se repetían constantemente. En apenas 39 minutos, el locutor de radio Cid Rosenberg gritó “malditos ilegales”, destacando la peligrosa normalización del discurso de odio contra los inmigrantes.
La retórica de Rafael Trujillo y Donald Trump tiene similitudes sorprendentes, especialmente en sus enfoques hacia los medios y la disidencia política. La demonización de todo lo que se les oponga es profundamente preocupante.
Ambos líderes recurrieron al nacionalismo y al alarmismo para galvanizar a sus bases. Trujillo utilizó el nacionalismo dominicano para legitimar su régimen opresivo, mientras que la retórica de Trump de “Estados Unidos primero”, que excluye a las personas negras y morenas, aboga por políticas arraigadas en sentimientos nacionalistas. Los paralelismos son inquietantes, y la historia ha demostrado a dónde conduce este camino.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 30, 2024
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