El esperpento de Justicia que tenemos mostró su cara más estrafalaria en el juicio sobre la muerte de Maradona, esta semana. Este verdadero mamarracho al que asistimos todos los argentinos, casi en vivo y en directo, con jueces que se creen verdaderas celebridades que pueden hacer lo que quieran, no es algo nuevo; ya venimos asistiendo a estos grotescos judiciales, desde hace años, en los juicios denominados de lesa humanidad. El escándalo tomó estado público porque se trató del juicio del mayor ídolo popular de la Argentina, pero esta desvergüenza judicial se viene soportando desde que los gobiernos de turno tomaron la idoneidad para ser magistrados del Poder Judicial como sinónimo de amigotes y militantes políticos.
Nos escandalizamos por los videos de una jueza “hot” pero nada dijimos cuando un entonces magistrado de la Suprema Corte tenía en sus departamentos montados “prostíbulos y privados”.
Todos los medios de comunicación dedicaron largas de su programación a cuestionar los desmanejos del Tribunal que juzgaba la muerte de Maradona, pero nunca nada dijeron cuando un Tribunal de San Martin dispuso la comparecencia por la fuerza de un imputado “de lesa” que había sufrido un ACV y estaba inmovilizado, atado y en camilla a la audiencia de comienzo del juicio oral. Tampoco nada dijeron de una jueza, en juicio en Rosario, también de “lesa” que aclaraba y respondía por los testigos cuando eran interrogados por la defensa. Menos aún abrieron la boca, cuando otra jueza, también en Rosario y también en un juicio “de lesa”, hacia gimnasia cuando los defensores exponían sus alegatos. Ni hablar del juez que en un juicio en Mar del Plata, que al comenzar una audiencia le tiraba besos al público, o sea a las “orgas” de derechos humanos, cuando una asistencia le gritó “Te amo….”.
Nos horrorizamos al enterarnos que el juicio sobre la muerte de Maradona estaba guionado, es decir, se habían establecido de antemano lo sucedería en cada audiencia, y ni nos sonrojamos cuando en los juicios “de lesa” hay verdaderos tratados, de varios tomos, sobre cómo se debe proceder en los mismos. Así una detención significa el procesamiento, este la elevación a juicio y el juicio una condena. Las prisiones preventivas, excedidas largamente en su tiempo, se prorrogan casi automáticamente y en trámite exprés las convalida la Alzada, sin que se le corra traslado a las defensas y sin darles tiempo de recurrir las mismas. Se permite que los testigos discurran sobre cuestiones ajenas a los hechos del juicio, como en la última audiencia de un juicio también en Rosario, donde la testigo dedicó largos minutos a hablar del “actual” conflicto del Garrahan sin ahorrar críticas al gobierno, sin que los jueces dijeran una palabra. Incluso, a principios del año pasado, también en un juicio en Rosario, una testigo dijo haber sido amenazada por desconocidos y que en la pared de su casa le habían pintado con aerosol VLLC (léase Viva La Libertad Carajo); sin que a los jueces o fiscales se le moviera un pelo.
Juez Makintach
Diego Maradona
Ricardo Darin
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SOBRE EL PARTICULAR, NO PUEDE DEJAR DE MENCIONAR QUE LOS LIBERTARIOS Y EN ESPECIAL SU EJERCITO DE TROLLS SON MUY COJUDOS PARA ENFRENTAR A DARIN, LALI ESPOSITO O MARIA BECERRA, PERO CIERRAN BIEN LA BOCA ANTE ESTAS EXPRESIONES, A PESAR DE SER MAS FEROZMENTE CRITICAS DE LAS QUE EXPONEN ESAS CANTANTES O EL ACTOR.
Volviendo a los dislates de la Justicia, con gran acierto los abogados defensores de los imputados en el juicio por la muerte de Maradona expresan que ya no hay jueces que puedan hacerse cargo de un nuevo juicio ya que todos están “contaminados” por la alta exposición pública y mediática que tuvo el caso, lo que impide contar ya con jueces objetivos e imparciales. TIENEN RAZON. Lo grave, es que lo mismo sucede en los juicios “de lesa” y nadie dice nada. No hay juez que no haya pasado por dos o tres juicios “de lesa” y ya tenga su opinión totalmente formada. Hasta se naturalizó que los jueces marchen cada 24 de marzo abrazados -literalmente- a los querellantes y víctimas y hasta se refieran a los imputados como “genocidas” aun antes de juzgarlos.
En esta semana no hubo abogado constitucionalista que haya avalado la postura de que el juicio sobre la muerte de Maradona pudiera continuar con el nombramiento de un juez sustituto, aunque este vea todos los videos de las audiencias anteriores para “ponerse a tono”, pues ello viola el principio de INMEDIATEZ que debe reinar en un juicio oral. Ahora, en los juicios “de lesa” el juez sustituto ni aparece en las audiencias, que duran años, manifestándose que se le acercará los videos para que vea las audiencias. ¿Como en un caso se viola el principio de INMEDIATEZ y en otro no?
La suprema Corte bonaerense rápida de reflejos licenció a la jueza “hot” por 90 días, mientras en los políticos acumulan los pedidos de juicio político en la legislatura local. En buena hora, pero lo mismo debería hacer el Consejo de la Magistratura de la Nación con las denuncias presentadas por los abogados defensores de militares y policías como que los políticos deberían hacer algo sobre al respecto. Nada sucede en el mundo “lesa”, al contrario, casi que son “alabados” esos jueces.
No podemos creer que una jueza haya intentado hacer un documental sobre el juicio de Maradona, pero tomamos como natural que se hagan documentales sobre los juicios “de lesa” incluso filmados por el INCAA o videos con salutaciones de las supuestas víctimas a los jueces y hasta sean homenajeados los togados con diploma, plaqueta recordatoria y hasta una medalla por las “orgas” de los derechos humanos en un Consejo Deliberante, como ocurrió con una jueza que condenó policías “de lesa” en una causa en Rosario.
Esto que se expone como las barbaridades que ocurren en los juicios “de lesa” son apenas un pequeño muestreo de lo que en realidad sucede a diario en los mismos y de las cuales ni los medios de comunicación ni el gobierno dicen una palabra. Ya no se trata solo de los emblemáticos casos como el de Nora Dalmaso, Amia o Amia II, García Belsunce o el asesinato de Nisman, por citar solo los más conocidos; sino que esta insensatez que era solo patrimonio de los juicios “de lesa” se van reproduciendo en cada juicio que debe afrontar el ciudadano común. Sino veamos que el exótico “Juicio por la Verdad”, ese invento de las “orgas” de los derechos humanos, ahora lo quieren aplicar al caso “Nora Dalmaso”.
Sin que al gobierno le importe, ya que solo está centrado en su miope visión economicista, tenemos una Justicia degradada, donde los jueces se creen verdaderos “Rock Star” y las juezas “Pampita”, tan solo preocupados en sus suculentos sueldos y en darse una obscena vida de lujo; por eso pasan las cosas que pasan. Sumado a una sociedad y a medios de comunicación que permitieron que los principios del debido proceso y la correcta administración de justicia se hayan trasformado en una mera coquetería legal, que solo afectaba a los “viejos de lesa” pero que desde hace ya un tiempo se ha extendido gravemente a cada ciudadano del país que reclama Justicia.
Así llegamos a una justicia federal que en vez de ocuparse de los graves casos de corrupción y narcotráfico solo se ocupa de hechos ocurridos hace cincuenta años y una justicia ordinaria que, en vez de “encanar” motochorros, ladrones y asesinos, solo persigue a “chorritos” u hombres que le miran los senos o la cola a una mujer.
Como dijo el genial Tato Bores alguna vez: “Desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados”.
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El esperpento de Justicia que tenemos mostró su cara más estrafalaria en el juicio sobre la muerte de Maradona, esta semana. Este verdadero mamarracho al que asistimos todos los argentinos, casi en vivo y en directo, con jueces que se creen verdaderas celebridades que pueden hacer lo que quieran, no es algo nuevo; ya venimos asistiendo a estos grotescos judiciales, desde hace años, en los juicios denominados de lesa humanidad. El escándalo tomó estado público porque se trató del juicio del mayor ídolo popular de la Argentina, pero esta desvergüenza judicial se viene soportando desde que los gobiernos de turno tomaron la idoneidad para ser magistrados del Poder Judicial como sinónimo de amigotes y militantes políticos.
Nos escandalizamos por los videos de una jueza “hot” pero nada dijimos cuando un entonces magistrado de la Suprema Corte tenía en sus departamentos montados “prostíbulos y privados”.
Todos los medios de comunicación dedicaron largas de su programación a cuestionar los desmanejos del Tribunal que juzgaba la muerte de Maradona, pero nunca nada dijeron cuando un Tribunal de San Martin dispuso la comparecencia por la fuerza de un imputado “de lesa” que había sufrido un ACV y estaba inmovilizado, atado y en camilla a la audiencia de comienzo del juicio oral. Tampoco nada dijeron de una jueza, en juicio en Rosario, también de “lesa” que aclaraba y respondía por los testigos cuando eran interrogados por la defensa. Menos aún abrieron la boca, cuando otra jueza, también en Rosario y también en un juicio “de lesa”, hacia gimnasia cuando los defensores exponían sus alegatos. Ni hablar del juez que en un juicio en Mar del Plata, que al comenzar una audiencia le tiraba besos al público, o sea a las “orgas” de derechos humanos, cuando una asistencia le gritó “Te amo….”.
Nos horrorizamos al enterarnos que el juicio sobre la muerte de Maradona estaba guionado, es decir, se habían establecido de antemano lo sucedería en cada audiencia, y ni nos sonrojamos cuando en los juicios “de lesa” hay verdaderos tratados, de varios tomos, sobre cómo se debe proceder en los mismos. Así una detención significa el procesamiento, este la elevación a juicio y el juicio una condena. Las prisiones preventivas, excedidas largamente en su tiempo, se prorrogan casi automáticamente y en trámite exprés las convalida la Alzada, sin que se le corra traslado a las defensas y sin darles tiempo de recurrir las mismas. Se permite que los testigos discurran sobre cuestiones ajenas a los hechos del juicio, como en la última audiencia de un juicio también en Rosario, donde la testigo dedicó largos minutos a hablar del “actual” conflicto del Garrahan sin ahorrar críticas al gobierno, sin que los jueces dijeran una palabra. Incluso, a principios del año pasado, también en un juicio en Rosario, una testigo dijo haber sido amenazada por desconocidos y que en la pared de su casa le habían pintado con aerosol VLLC (léase Viva La Libertad Carajo); sin que a los jueces o fiscales se le moviera un pelo.
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SOBRE EL PARTICULAR, NO PUEDE DEJAR DE MENCIONAR QUE LOS LIBERTARIOS Y EN ESPECIAL SU EJERCITO DE TROLLS SON MUY COJUDOS PARA ENFRENTAR A DARIN, LALI ESPOSITO O MARIA BECERRA, PERO CIERRAN BIEN LA BOCA ANTE ESTAS EXPRESIONES, A PESAR DE SER MAS FEROZMENTE CRITICAS DE LAS QUE EXPONEN ESAS CANTANTES O EL ACTOR.
Volviendo a los dislates de la Justicia, con gran acierto los abogados defensores de los imputados en el juicio por la muerte de Maradona expresan que ya no hay jueces que puedan hacerse cargo de un nuevo juicio ya que todos están “contaminados” por la alta exposición pública y mediática que tuvo el caso, lo que impide contar ya con jueces objetivos e imparciales. TIENEN RAZON. Lo grave, es que lo mismo sucede en los juicios “de lesa” y nadie dice nada. No hay juez que no haya pasado por dos o tres juicios “de lesa” y ya tenga su opinión totalmente formada. Hasta se naturalizó que los jueces marchen cada 24 de marzo abrazados -literalmente- a los querellantes y víctimas y hasta se refieran a los imputados como “genocidas” aun antes de juzgarlos.
En esta semana no hubo abogado constitucionalista que haya avalado la postura de que el juicio sobre la muerte de Maradona pudiera continuar con el nombramiento de un juez sustituto, aunque este vea todos los videos de las audiencias anteriores para “ponerse a tono”, pues ello viola el principio de INMEDIATEZ que debe reinar en un juicio oral. Ahora, en los juicios “de lesa” el juez sustituto ni aparece en las audiencias, que duran años, manifestándose que se le acercará los videos para que vea las audiencias. ¿Como en un caso se viola el principio de INMEDIATEZ y en otro no?
La suprema Corte bonaerense rápida de reflejos licenció a la jueza “hot” por 90 días, mientras en los políticos acumulan los pedidos de juicio político en la legislatura local. En buena hora, pero lo mismo debería hacer el Consejo de la Magistratura de la Nación con las denuncias presentadas por los abogados defensores de militares y policías como que los políticos deberían hacer algo sobre al respecto. Nada sucede en el mundo “lesa”, al contrario, casi que son “alabados” esos jueces.
No podemos creer que una jueza haya intentado hacer un documental sobre el juicio de Maradona, pero tomamos como natural que se hagan documentales sobre los juicios “de lesa” incluso filmados por el INCAA o
videos con salutaciones de las supuestas víctimas a los jueces y hasta sean homenajeados los togados con diploma, plaqueta recordatoria y hasta una medalla por las “orgas” de los derechos humanos en un Consejo Deliberante, como ocurrió con una jueza que condenó policías “de lesa” en una causa en Rosario.
Esto que se expone como las barbaridades que ocurren en los juicios “de lesa” son apenas un pequeño muestreo de lo que en realidad sucede a diario en los mismos y de las cuales ni los medios de comunicación ni el gobierno dicen una palabra. Ya no se trata solo de los emblemáticos casos como el de Nora Dalmaso, Amia o Amia II, García Belsunce o el asesinato de Nisman, por citar solo los más conocidos; sino que esta insensatez que era solo patrimonio de los juicios “de lesa” se van reproduciendo en cada juicio que debe afrontar el ciudadano común. Sino veamos que el exótico “Juicio por la Verdad”, ese invento de las “orgas” de los derechos humanos, ahora lo quieren aplicar al caso “Nora Dalmaso”.
Sin que al gobierno le importe, ya que solo está centrado en su miope visión economicista, tenemos una Justicia degradada, donde los jueces se creen verdaderos “Rock Star” y las juezas “Pampita”, tan solo preocupados en sus suculentos sueldos y en darse una obscena vida de lujo; por eso pasan las cosas que pasan. Sumado a una sociedad y a medios de comunicación que permitieron que los principios del debido proceso y la correcta administración de justicia se hayan trasformado en una mera coquetería legal, que solo afectaba a los “viejos de lesa” pero que desde hace ya un tiempo se ha extendido gravemente a cada ciudadano del país que reclama Justicia.
Así llegamos a una justicia federal que en vez de ocuparse de los graves casos de corrupción y narcotráfico solo se ocupa de hechos ocurridos hace cincuenta años y una justicia ordinaria que, en vez de “encanar” motochorros, ladrones y asesinos, solo persigue a “chorritos” u hombres que le miran los senos o la cola a una mujer.
Como dijo el genial Tato Bores alguna vez: “Desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados”.
(1) Coloquial, significa: extravagante, esperpento, adefesio, fantoche, ridículo, payaso, estrafalario.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 1, 2025
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