En Bahía Blanca, en el marco de la Mega Causa Zona 5, en la que soy uno de los 38 procesados, si bien no tengo imputación en común con el resto, el jueves 25 de marzo pasado se llevó a cabo una nueva audiencia. Según lo acordado por las partes, el militante jefe de fiscales MIGUEL PALAZZANI, comenzó con sus alegatos finales. Al contrario de lo que acostumbra, esta vez nos sorprendió presentándose impecablemente vestido de traje, bien peinado y acicalado. En esta jornada solo tenía que referirse al contexto general de la época (años 70) …pero, siempre hay un, pero, y luego de una encendida defensa de los 30.000 “desaparecidos”, fuera de libreto, no pudo de dejar de referirse a mi persona. Expresando que si fui capaz de hacerle una cámara oculta a un juez federal en esta época de democracia, siendo un imputado en este tipo de delitos, no se imaginaba de qué era capaz joven e integrante de la policía. Por supuesto, el tribunal siempre benevolente para con el ministerio fiscal, guardó silencio y dejó que siguiera. La ansiedad y odio del “funcionario” PALAZZANI para golpearme con especial preferencia en respuesta a las notas que le dedicamos en este portal, siempre que se comportó en forma arbitraria tanto conmigo como con otros imputados (militares a quienes no conozco), anticipa lo que vendrá.
Además deja a la vista que lo de ejercer su función con: “independencia y autonomía, bajo los principios de legalidad y objetividad” no es para un semidios como él. Su más que evidente pretensión es que nosotros siendo subhumanos, debemos callar y aceptar en silencio que groseramente nos adjudiquen hechos por “inferencias”, con “testigos” como los falaces, PASCHETTA y QUARTUCCI”, u OSCAR BERTINAT quien en su declaración dijo que “no me conocía ni yo lo conocía a él y que creía que estaba para declarar contra otro imputado”. En su calenturienta mente es inaceptable que yo muestre mediante video, el accionar ilegal del Juez WALTER LOPEZ DA SILVA contra mi persona, favoreciendo a un jefe policial (Comisario Inspector ATILIO ROSAS). Viendo su reacción y actuación en esta audiencia y la que tuviera en la novena, cuando me acercara a su pupitre para saludar y tras un exabrupto iracundo se alejó con sus ojos desorbitados, evidencian que perdió el control inhibitorio. En la función policial, suele ocurrir que algún personal por el estrés del trabajo, experiencias traumáticas en la función o inclusive de su infancia, desarrolle un odio incontenible contra los delincuentes. Al hacerse visible su enajenación en los procedimientos y considerando el peligro que significa el que porte un arma, inmediatamente se lo retira de la calle y es enviado a cumplir funciones administrativas, además de sometérselo a tratamiento psiquiátrico. Evidentemente en el poder judicial federal, en este tipo de procesos por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, estas alteraciones no son tenidas en cuenta. En consecuencia sin el detonar de las armas de fuego, nos matan silenciosamente utilizando el poder del cargo, una simple lapicera y algo de oratoria, en nombre de la “memoria, verdad y justicia”. Digno ejemplo que da por tierra todas las declaraciones públicas que poco tiempo atrás hiciera el Ministro de Justicia Dr. MARIANO CÚNEO LIBARONA, sobre las bondades del poder judicial de ¡Viva la libertad Carajo! De cualquier forma, pase lo que pase, con mi familia no callaremos y continuaremos documentando todas las irregularidades que constatemos. Quizás estas sirvan algún día, en caso que a los cargos gubernamentales lleguen funcionarios probos (honrados, honestos, honorables, íntegros, rectos, decentes, morales, intachables, irreprochables).
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Por Claudio Kussman.
En Bahía Blanca, en el marco de la Mega Causa Zona 5, en la que soy uno de los 38 procesados, si bien no tengo imputación en común con el resto, el jueves 25 de marzo pasado se llevó a cabo una nueva audiencia. Según lo acordado por las partes, el militante jefe de fiscales MIGUEL PALAZZANI, comenzó con sus alegatos finales. Al contrario de lo que acostumbra, esta vez nos sorprendió presentándose impecablemente vestido de traje, bien peinado y acicalado. En esta jornada solo tenía que referirse al contexto general de la época (años 70) …pero, siempre hay un, pero, y luego de una encendida defensa de los 30.000 “desaparecidos”, fuera de libreto, no pudo de dejar de referirse a mi persona. Expresando que si fui capaz de hacerle una cámara oculta a un juez federal en esta época de democracia, siendo un imputado en este tipo de delitos, no se imaginaba de qué era capaz joven e integrante de la policía. Por supuesto, el tribunal siempre benevolente para con el ministerio fiscal, guardó silencio y dejó que siguiera. La ansiedad y odio del “funcionario” PALAZZANI para golpearme con especial preferencia en respuesta a las notas que le dedicamos en este portal, siempre que se comportó en forma arbitraria tanto conmigo como con otros imputados (militares a quienes no conozco), anticipa lo que vendrá.
Además deja a la vista que lo de ejercer su función con: “independencia y autonomía, bajo los principios de legalidad y objetividad” no es para un semidios como él. Su más que evidente pretensión es que nosotros siendo subhumanos, debemos callar y aceptar en silencio que groseramente nos adjudiquen hechos por “inferencias”, con “testigos” como los falaces, PASCHETTA y QUARTUCCI”, u OSCAR BERTINAT quien en su declaración dijo que “no me conocía ni yo lo conocía a él y que creía que estaba para declarar contra otro imputado”. En su calenturienta mente es inaceptable que yo muestre mediante video, el accionar ilegal del Juez WALTER LOPEZ DA SILVA contra mi persona, favoreciendo a un jefe policial (Comisario Inspector ATILIO ROSAS). Viendo su reacción y actuación en esta audiencia y la que tuviera en la novena, cuando me acercara a su pupitre para saludar y tras un exabrupto iracundo se alejó con sus ojos desorbitados, evidencian que perdió el control inhibitorio. En la función policial, suele ocurrir que algún personal por el estrés del trabajo, experiencias traumáticas en la función o inclusive de su infancia, desarrolle un odio incontenible contra los delincuentes. Al hacerse visible su enajenación en los procedimientos y considerando el peligro que significa el que porte un arma, inmediatamente se lo retira de la calle y es enviado a cumplir funciones administrativas, además de sometérselo a tratamiento psiquiátrico. Evidentemente en el poder judicial federal, en este tipo de procesos por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, estas alteraciones no son tenidas en cuenta. En consecuencia sin el detonar de las armas de fuego, nos matan silenciosamente utilizando el poder del cargo, una simple lapicera y algo de oratoria, en nombre de la “memoria, verdad y justicia”. Digno ejemplo que da por tierra todas las declaraciones públicas que poco tiempo atrás hiciera el Ministro de Justicia Dr. MARIANO CÚNEO LIBARONA, sobre las bondades del poder judicial de ¡Viva la libertad Carajo! De cualquier forma, pase lo que pase, con mi familia no callaremos y continuaremos documentando todas las irregularidades que constatemos. Quizás estas sirvan algún día, en caso que a los cargos gubernamentales lleguen funcionarios probos (honrados, honestos, honorables, íntegros, rectos, decentes, morales, intachables, irreprochables).
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Prov. Buenos Aires
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
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PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 30, 2024