Cada vez que surge el tema de los años 70 sobre el número de desaparecidos, sobre los juicios de “lesa humanidad” o sobre los militares presos, los funcionarios de este gobierno rápidamente se escudan detrás de la frase “este tema es una política de estado” y con ello dan por concluido el asunto. Lo hacen incluso cuando les preguntan por las opiniones de alguno de sus colegas, tal los casos de Lopérfido y Gómez Centurión. A su vez, aquellos que osan mostrar su desacuerdo ya sea con el número de desaparecidos, lo que pasó durante el proceso, o antes del mismo, son acusados inmediatamente de “negacionistas” por el ejército de cultores del relato setentista y del pensamiento único.
Esa acusación se usa mundialmente para defenestrar a aquellos que ponen en duda el genocidio que los nazis perpetraron al pueblo judío. Ahora bien, esa insistente y asesina persecución a los judíos por parte de Hitler y sus secuaces, fue una política de estado de la Alemania de los años 30 y 40; recuérdese que Hitler asume el poder, y lo sostiene, con un inmenso apoyo del pueblo Alemán. ¿No fue acaso aquella una política de estado errónea y criminal? ¿Puede una política de estado estar equivocada?
[/one_half]
[one_half_last padding=”0 0 0 40px”]
El ejemplo que traigo a colación claramente demuestra que esto es así, que puede pasar. Pues bien, la política de estado pergeñada por Kirchner, Lorenzetti, Zaffaroni y la mayoría de los políticos de la Argentina, y continuada por el gobierno actual, es una política de la venganza que está llevando a cientos de ciudadanos argentinos, civiles y militares, a la muerte en cárceles federales de todo el país.
El Estado, en todos su niveles y poderes, y con toda su fuerza, atenta contra la libertad y la vida de todo ese colectivo; ¿no es esto un crimen de lesa humanidad? Cómo en nuestro país se le llama “genocidio” a cualquier cosa me permito también preguntarme si esto no está ocurriendo, en este momento, en Argentina. Ante la duda, en este caso y en lo que a mí respecta, prefiero que me llamen “negacionista” y no“cómplice”.
Escribe Alejandro Patrón Costas (h).
[one_half padding=”0 40px 0 0″]
Cada vez que surge el tema de los años 70 sobre el número de desaparecidos, sobre los juicios de “lesa humanidad” o sobre los militares presos, los funcionarios de este gobierno rápidamente se escudan detrás de la frase “este tema es una política de estado” y con ello dan por concluido el asunto. Lo hacen incluso cuando les preguntan por las opiniones de alguno de sus colegas, tal los casos de Lopérfido y Gómez Centurión. A su vez, aquellos que osan mostrar su desacuerdo ya sea con el número de desaparecidos, lo que pasó durante el proceso, o antes del mismo, son acusados inmediatamente de “negacionistas” por el ejército de cultores del relato setentista y del pensamiento único.
Esa acusación se usa mundialmente para defenestrar a aquellos que ponen en duda el genocidio que los nazis perpetraron al pueblo judío. Ahora bien, esa insistente y asesina persecución a los judíos por parte de Hitler y sus secuaces, fue una política de estado de la Alemania de los años 30 y 40; recuérdese que Hitler asume el poder, y lo sostiene, con un inmenso apoyo del pueblo Alemán. ¿No fue acaso aquella una política de estado errónea y criminal? ¿Puede una política de estado estar equivocada?
[/one_half]
[one_half_last padding=”0 0 0 40px”]
El ejemplo que traigo a colación claramente demuestra que esto es así, que puede pasar. Pues bien, la política de estado pergeñada por Kirchner, Lorenzetti, Zaffaroni y la mayoría de los políticos de la Argentina, y continuada por el gobierno actual, es una política de la venganza que está llevando a cientos de ciudadanos argentinos, civiles y militares, a la muerte en cárceles federales de todo el país.
El Estado, en todos su niveles y poderes, y con toda su fuerza, atenta contra la libertad y la vida de todo ese colectivo; ¿no es esto un crimen de lesa humanidad? Cómo en nuestro país se le llama “genocidio” a cualquier cosa me permito también preguntarme si esto no está ocurriendo, en este momento, en Argentina. Ante la duda, en este caso y en lo que a mí respecta, prefiero que me llamen “negacionista” y no“cómplice”.
[/one_half_last]
Centro Estudios Salta
Visita la Página Web
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 11, 2017
Related Posts
LESA: EL LEON DE LA CASTA
◘ Por Dr. Gonzalo Miño. El león que [...]
Horacio Rosatti reelegido presidente de la Corte Suprema de Argentina por otros tres años
◘ La Corte Suprema de Justicia de Argentina (CSJN) [...]
PALABRAS, DESVARÍOS E INCOHERENCIAS: REPRESIÓN Y GENOCIDIO
◘ Por José Luis Milia. Oscar Wilde, con [...]