Como sabemos, faltan aún diez días para las cruciales elecciones en Estados Unidos pero, mucho más cerca, en la República Oriental del Uruguay (estoy aquí) también se jugará mañana un partido complicado.
No me refiero a la disputa por la Presidencia entre la alianza que encabezan los blancos (con Álvaro Delgado como candidato) y la que se ha conformado alrededor del Frente Amplio (que propone a Yamandú Orsi); y no lo hago porque, en el fondo, nadie está preocupado por la posibilidad de un cambio extremo y pendular, a los cuales estamos acostumbrados los argentinos, porque nuestros vecinos seguirán dando ejemplo de civismo y respeto a las instituciones a todos los países de la región.
Pero conjuntamente los uruguayos deberán responder a un plebiscito sobre el tema de las jubilaciones privadas, similares a nuestras ex AFJP, y sobre la edad en que se puede acceder al retiro, que hoy está en los sesenta años.
En esta consulta popular los orientales sí deberán decidir sobre su futuro en un siglo que ha elevado enormemente la expectativa de vida y, con ello, la razonabilidad de aumentar esa edad (que el Gobierno ha logrado modificar el régimen para elevarla gradualmente) o, por el contrario, poner en crisis a todo el sistema previsional.
También en este tema los argentinos deberíamos explicar a nuestros hermanos charrúas cómo el populismo gubernamental y la loca exacerbación de su rol por parte de los dirigentes sindicales han logrado destruir aquí un régimen que, pese al saqueo permanente de sus fondos que practicaron todos los gobiernos desde el primer peronismo en adelante, había conseguido mantenerse a flote hasta que el kirchnerismo lo hundió definitivamente incorporando a tres millones de beneficiarios sin aportes.
En el terreno internacional, dos escenarios se han complicado todavía más esta semana.
En Ucrania, la presencia de tropas norcoreanas en el frente de batalla, apoyando a las fuerzas invasoras de Vladimir Putin, ha significado la clara internacionalización del conflicto por la incorporación de nuevas banderas nacionales a los bandos en pugna.
Y la concreción de la esperada y previsible represalia de Israel al ataque directo que Irán ejecutara sobrevolando con sus misiles y drones el espacio aéreo de Irak ha elevado la temperatura de Medio Oriente hasta el punto de hervor y, si los ayatollahs decidieran, a su vez, devolver el golpe, seguramente la tapa de la olla saltaría por los aires.
Finalmente, reunión del BRICS, ese engendro inventado por China para poner en jaque a los Estados Unidos en el terreno económico, que consagró la incorporación de nuevos miembros, como Irán y Cuba, por ejemplo, ha vuelto a poner sobre la mesa la posibilidad de que algunos países abandonen el dólar como moneda para el comercio del petróleo y sus derivados, lo cual llevaría a una crisis global.
El conflicto ucraniano acabará en negociaciones, afirmó esta semana el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin.
Durante una rueda de prensa celebrada tras reunirse en Roma con el sumo pontífice, Francisco, el jefe del Pentágono declaró que el conflicto ucraniano acabará en algún momento “con algún tipo de negociación”.
“Necesitamos reducir las tensiones en Oriente Medio y tenemos que encontrar un camino hacia la transición en Ucrania”, subrayó.
Sin embargo, reiteró que EE.UU. seguirá haciendo todo lo necesario para asegurarse de que “Ucrania pueda defenderse y proteger su soberanía”. “Como hemos dicho todo el tiempo, vamos a seguir apoyando a Ucrania, y ellos determinarán cuándo es el momento de sentarse a la mesa de negociaciones”, dijo Austin.
En tal sentido, el secretario de Defensa anunció este lunes un nuevo paquete de ayuda para Kiev por 400 millones de dólares. “EE.UU. es consciente de lo que está en juego”, dijo Austin al líder del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski, durante una reunión en la capital ucraniana, en la cual detalló que el nuevo paquete incluye municiones adicionales, vehículos blindados y armas antitanque.
Eslovaquia ya no tiene más armas para Kiev, declaró este viernes el ministro de Asuntos Exteriores, Juraj Blanar, durante una visita a Berlín, tras reunirse con su homóloga alemana, Annalena Baerbock, informan medios locales.
Bratislava no suministrará a Ucrania material militar de sus propios arsenales, porque en ellos “no queda nada”, si bien seguirá ayudando al país de otras formas, señaló el canciller en su primera visita a Alemania.
Por otra parte, Blanar expresó el deseo de su país de ampliar su base de reparación de equipos militares en Michalovce, cerca de la frontera con Ucrania. La instalación empezó a funcionar a finales de 2022. Berlín financia las reparaciones, mientras que Eslovaquia proporciona las instalaciones y la logística.
El pasado otoño, después de tomar posesión al frente del nuevo Gobierno, el primer ministro Robert Fico interrumpió la ayuda militar a Ucrania de las reservas estatales.
Fico ha expresado en más de una ocasión su crítica a la estrategia ucraniana de luchar “hasta el último soldado” con dinero y armas occidentales. En este sentido, ha criticado repetidamente el enfoque de Washington y de sus socios en relación al conflicto.
Por Antony J. Blinken, Secretario de Estado de los Estados Unidos de América.
Estados Unidos está proporcionando otro paquete importante de armas y equipos que se necesitan con urgencia a nuestros socios ucranianos para defenderse de los continuos ataques de Rusia. Esta asistencia adicional, proporcionada en virtud de la autorización presidencial de reducción de existencias del Departamento de Defensa previamente ejecutada, está valorada en 425 millones de dólares. Incluye municiones para los sistemas nacionales avanzados de misiles tierra-aire (NASAMS); misiles RIM-7 para defensa aérea; misiles antiaéreos Stinger; municiones aire-tierra; municiones para sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS); municiones de artillería de 155 mm y 105 mm; municiones de racimo; vehículos de ruedas multipropósito de alta movilidad (HMMWV); Javelin, AT-4 y otros sistemas antitanque; misiles lanzados desde tubos, guiados por cable y con seguimiento óptico (TOW); vehículos tácticos ligeros; Armas pequeñas, municiones y granadas; equipos de demolición y municiones; repuestos, equipos auxiliares, servicios, capacitación y transporte.
Estados Unidos se compromete a apoyar a Ucrania con el equipo que necesita para fortalecer su posición en el campo de batalla, defender su territorio y su pueblo de la brutal agresión del Kremlin y asegurar una paz justa y duradera. Como ha dejado claro el presidente Biden, Estados Unidos y la coalición internacional que hemos reunido seguirán apoyando a Ucrania.
En los próximos meses, podría estallar un conflicto global debido las políticas del actual Gobierno estadounidense, afirmó el sábado el candidato presidencial republicano estadounidense, Donald Trump, en un evento de campaña en Coachella, el estado de California.
“En realidad, me preocupan los próximos tres meses. Realmente me preocupa que en los próximos tres meses y medio o cuatro terminemos en una guerra mundial por la gente que tenemos en el poder. Estamos muy cerca de la Tercera Guerra Mundial. Muy, muy cerca”
En el mismo contexto, el expresidente aseguró ante una multitud de simpatizantes que podría solucionar este problema en caso de ser elegido en noviembre. “Pondré fin a la guerra en Ucrania, detendré el caos en Oriente Medio y evitaré definitivamente la Tercera Guerra Mundial”, prometió Trump.
En reiteradas ocasiones, el candidato republicano ha declarado que el conflicto entre Rusia y Ucrania bajo su presidencia nunca habría estallado y ha culpado al actual mandatario del país, Joe Biden, y a su vicepresidenta, Kamala Harris, de la escalada de tensiones en Oriente Medio.
Ya no hay dudas de que el mundo se ha desquiciado como nunca antes desde la II Guerra Mundial, y pruebas sobran.
En un breve inventario, debemos pensar en los cada vez más calientes conflictos en el Mar de la China por la pretensión de Beijing de incorporar Taiwan a la soberanía territorial y el acoso permanente de las fuerzas armadas chinas a Filipinas; en el acceso desde el Océano Indico al Mar Rojo por los ataques permanentes de las milicias hutíes fieles a Irán y basadas en Yemen al comercio marítimo internacional; en la guerra desatada por el ataque terrorista de Hamás a Israel que derivó en la represión sobre la Franja de Gaza y su probable extensión al Líbano y a Irán; en la prolongada guerra producida por la cruel invasión de Rusia a Ucrania; en la antigua e invisibilizada guerra civil de Sudán; en los incendiarios incidentes que se están generando entre los inmigrantes musulmanes y los ultranacionalistas británicos; en los permanentes episodios de tiroteos y asesinatos de los enloquecidos militantes del Ejército Islámico en todo el mundo; y en la feroz represión de los regímenes tiránicos en Cuba, Nicaragua y Venezuela.
En ese peligroso escenario global, tiene muchísima importancia la campaña electoral en los Estados Unidos, donde una creciente Kamala Harris parece estar superando a Donald Trump en las encuestas, cuando este último ha avisado que, de no triunfar, podría producirse un baño de sangre en la primera potencia del mundo.
Porque de esa definición, en noviembre, dependerá el rol que asumirá el nuevo Presidente ante la OTAN y con relación a la (ex) guerra fría que nuevamente amenaza la paz mundial.
Pero, volviendo a nuestra tan triste realidad local, me sigue haciendo mucho ruido la insistencia en intentar incorporar a Lijo a la Corte, básicamente porque no le encuentro otra explicación que no sea la existencia de un espurio pacto de impunidad, sobre el cual pone aún más sospechosas sombras la clara morosidad del Ejecutivo y sus organismos competentes en denunciar ante la Justicia los mismos escándalos de corrupción que, hasta ahora, se limita a llevar a los medios de comunicación.
En materia económica, sigo compartiendo el optimismo que exhiben algunos de los más prestigiosos académicos y analistas, pero me preocupa la lentitud y lo desparejo de la recuperación.
Es innegable que – la soja siempre confirma que es peronista – los precios de nuestras commodities agropecuarias se han derrumbado, y también que los inquietos mercados financieros internacionales no permiten – el lunes pasado, desde Tokio, llegó un fuerte viento que, a Dios gracias, se calmó al día siguiente – hacerse demasiadas ilusiones a corto plazo, pero el Gobierno debiera dar más claros indicios acerca de su plan económico para tranquilizar a los potenciales inversores que, hasta ahora, se limitan a hacer grandes anuncios.
Por ahora, Milei sigue arropado por una aprobación mayoritaria, mientras que la oposición – sea ésta política o sindical – no consigue hacer pie ni, mucho menos, recuperar la capacidad para organizar una protesta social masiva.
Un querido amigo, el mayor “conurbanólogo” que conozco, me cuenta que la insólita paz que reina, más allá de la inseguridad derivada del narcotráfico que todo lo penetra, se debe a que la informalidad y quienes en ella trabajan y viven permite que las penurias económicas se sientan allí demasiado.
Me he extendido demasiado en esta respuesta, y pido disculpas por ello.
Hasta el sábado, si logramos sobrevivir hasta entonces.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos reveló que, desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo en enero de 2021, se han entregado a Ucrania más de 56.100 millones de dólares en “ayuda a la seguridad”.
Mientras tanto, desde el inicio del conflicto entre Kiev y Moscú en febrero de 2022, Washington ha destinado más de 55.400 millones de dólares en asistencia a Ucrania.
El documento publicado por el Departamento de Defensa enumera todos los tipos de municiones para defensa antiaérea, artillería, sistemas de mortero, misiles antitanque y antibuque, tanques, helicópteros, aviones no tripulados y una amplia gama de otros equipos enviados a Ucrania para su uso en el campo de batalla.
La misma jornada se supo que EE.UU. ha asignado un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania valorado en hasta 200 millones de dólares. El nuevo lote incluye, entre otros elementos, municiones para sistemas de defensa antiaérea NASAMS, proyectiles de defensa antiaérea de alcance corto y mediano, medios de guerra radioelectrónica, proyectiles de calibre 155 mm y 105 mm, municiones para lanzamisiles HIMARS.
Anteriormente, las propuestas de ayuda a Kiev tuvieron dificultades para obtener apoyo bipartidista. Un paquete de 61.000 millones de dólares estuvo estancado durante meses en el Congreso a principios de este año debido a la oposición de los republicanos, antes de ser aprobado en abril.
Por su parte, el expresidente estadounidense y candidato republicano en las elecciones de 2024, Donald Trump, ha criticado en repetidas ocasiones “interminables” pagos multimillonarios a Ucrania. “Creo que Zelenski es quizá el mejor vendedor de todos los políticos que han existido. Cada vez que viene a nuestro país, se va con 60.000 millones de dólares”, ironizó el político en junio. “Luego llega a casa y anuncia que necesita otros 60.000 millones de dólares. Nunca se acaba. Nunca se acaba. Eso lo arreglaré yo”, añadió.
Eslovaquia podría tomar medidas de represalia si Ucrania no resuelve la cuestión del tránsito del petróleo ruso, advirtió este miércoles el presidente del país centroeuropeo, Peter Pellegrini.
“Сreo que lo que ha hecho Ucrania en relación con Eslovaquia es un asunto muy, muy grave. Es una interferencia muy desagradable en nuestras buenas relaciones y creo firmemente que Ucrania conseguirá corregirlo lo antes posible. Porque Eslovaquia, como país soberano, al final tendrá que tomar algunas medidas de represalia”, declaró el mandatario.
Anteriormente, el ministro húngaro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, había hecho una declaración similar, amenazando a Kiev con impedir la asignación de fondos de ayuda del Fondo Europeo para la Paz.
Szijjarto destacó que aproximadamente un tercio de todo el petróleo de Hungría lo suministra Lukoil, mientras que Eslovaquia recibe de esta empresa rusa entre el 40 % y el 45 % de todo su combustible.
La semana pasada, Budapest comunicó que Ucrania había suspendido las entregas de petróleo de Lukoil a través de su territorio del oleoducto Druzhba, que transporta petróleo desde Rusia hasta Hungría y Eslovaquia.
Las guerras no suelen terminar con la derrota total de un bando o del otro.Lo más común es que exista algún tipo de acuerdo negociado (ya sea un alto el fuego o un tratado de paz más permanente) en el que las dos partes acuerdan dejar de luchar bajo una serie de términos mutuamente aceptables.Es posible que el conflicto de Ucrania resulte ser una excepción: que la moral rusa se desplome por completo, provocando una derrota total en el campo de batalla, o que Rusia inflija tanto dolor que Kiev se desplome.Pero la mayoría de los analistas creen que ninguna de estas cosas es especialmente probable dada la forma en que se ha desarrollado la guerra hasta la fecha.
“No importa cuánta potencia de fuego militar le pongan, [los rusos] no podrán lograr un cambio de régimen o algunos de sus objetivos maximalistas”, declara Kofman, del grupo de expertos CNA.Un acuerdo negociado es la forma más probable de terminar el conflicto.Las negociaciones de paz entre las dos partes están en curso y algunos informes sugieren que están dando frutos.El 28 de marzo, se informó de avances significativos en un proyecto de acuerdo que abarcaba cuestiones que iban desde la membresía de Ucrania en la OTAN hasta la “desnazificación” de Ucrania.
Al día siguiente, Rusia se comprometió a disminuir su uso de la fuerza en el norte de Ucrania como señal de su compromiso con las conversaciones.Sin embargo, los funcionarios estadounidenses se han mostrado públicamente escépticos sobre la seriedad de Rusia en las conversaciones.Incluso si Moscú está comprometido a llegar a un acuerdo, el diablo siempre está en los detalles de este tipo de cosas, y hay muchas barreras que se interponen en el camino hacia una resolución exitosa.Tomemos como ejemplo la OTAN.
Los rusos quieren una simple promesa de que Ucrania permanecerá “neutral”: manteniéndose fuera de los bloques de seguridad extranjeros.El actual proyecto de acuerdo excluye la membresía de Ucrania en la OTAN, pero le permite unirse a la UE.También compromete al menos a 11 países, incluidos Estados Unidos y China, a ayudar a Ucrania si es atacada nuevamente.Esto colocaría a Ucrania en una base de seguridad mucho más sólida que antes de la guerra: una victoria para Kiev y una derrota para Moscú, algo que Putin podría concluir que es inaceptable.
“El que sabe cuándo puede volar y cuando no, será victorioso”.
Sun Tzu – 544-496 a. C.
Las Estrategias Militares.
La estrategia militar de “aniquilamiento”.
La estrategia militar de “desgaste”
La actual estrategia militar de “desgaste” de Rusia, en Ucrania.
Las guerras en el siglo XXI.
Las Estrategias Militares.
Para quienes siguen -mes a mes- nuestros ensayos referidos a la evolución de la situación estratégica internacional, regional y propia, recordarán que en el pasado mes de Abril publicamos ¿“Qué especie de guerra pelean rusos y ucranianos?” (1). En él establecíamos el encuadramiento de esta guerra en las categorías polemológicas teóricas. En el presente ensayo bajaremos un escalón, estableciendo aquello que en los dos últimos años hemos observado como “actitudes estratégicas” de los contendores y de las probabilidades de cambios que podrían devenir, impuestos por las actuales circunstancias.
Nos ha motivado -en la elección de este tema- el erudito trabajo publicado en RUSI (2) por Alex Vershinin -Dr. en Jurisprudencia y Director de la Biblioteca Nacional de Rusia-, que en su “Conclusión”, advierte:
“Si Occidente se toma en serio un posible conflicto entre grandes potencias, debe examinar detenidamente su capacidad industrial, su doctrina de movilización y sus medios para librar una guerra prolongada, en lugar de realizar simulacros de guerra que abarquen un solo mes de conflicto y esperar que la guerra termine. Como nos enseñó la guerra de Irak, la esperanza no es un método”.
Si bien Vershinin -en el título de su trabajo- cita al empleo de la “guerra de desgaste” y más tarde de la “guerra prolongada”, nos está diciendo que Rusia está empleando a una“estrategia militarde desgaste” -conocida como fabiana- frente a Ucrania, y -además- que es consciente que Occidente se inclina por la estrategia militar de “aniquilamiento”y por las guerras cortas. Cada una de ellas tiene un origen histórico y en sus empleos, éxitos y fracasos, según fuere la lucidez de los conductores militares que “sabíancuando podían volar y cuando no”.
La estrategia militar de “aniquilamiento”.
El Grl Clausewitz es el estratega teórico de mayor prestigio en Occidente, a quien se le reconoce la mayor influencia en su pensamiento estratégico militar y -consecuentemente- en el sostenimiento de las teorías de “aniquilamiento”. Raymond Aron -en su libro “Pensar en la Guerra”- no sólo desvirtuó muchos reparos de autores británicos, sino que reactualizó el pensamiento del Grl prusiano. Como todo tratadista -Clausewitz- fue prisionero de su circunstancia y de su tiempo. Perteneció a un Estado mediterráneo, sin poder ni tradición marítima, en consecuencia no percibió la resolutiva influencia del dominio del mar en la suerte de las guerras napoleónicas y en el destino final del Emperador francés.
En ensayos anteriores hemos recordado que los Grls Clausewitz -1780/1831-y San Martín -1778/1850- como contemporáneos. Ambos -por méritos profesionales- fueron -con las mismas jerarquías- ayudantes de los comandantes austríacos y españoles que combatían desde el Este y desde el Oeste a Bonaparte. Ambos tuvieron frente a ellos al mejor maestro de Estrategia y, con las reconocidas condiciones que los distinguían, uno escribió el monumental Tratado “De La Guerra” y el otro planificó y ejecutó la campaña militar más importante de la Historia Militar Mundial.
Al prusiano se le reconoce ser el autor de una doctrina ofensiva, que postulaba el “enfrentamiento del fuerte con el fuerte, en la batalla decisiva, para lograr la victoria por aniquilamiento”. Al argentino le reconocemos el genio de saber “cuando se puede volar y cuando no”. En Saldán -pueblo cercano a la ciudad de Córdoba- luego de reconocer “que la Patria no se haría camino por el Norte”, planificó la campaña independentista de Medio Continente, vía Chile.
Preveía una “estrategia de aniquilamiento” en el desemboque andino, sobre el llano de Chacabuco, para liberar a Chile, preparar el tramo anfibio y el desembarco en Perú. Allí “no podía volar” pues con 4500 hombres enfrentaba al Virrey, que contaba con 25.000. Entonces previó una “estrategia de desgaste” posterior al desembarco. Quiroga diría que buscaba inicialmente un juego de “contradanzas”. Así obligaría al Virrey a abandonar Lima y refugiarse en las montañas. Entonces retomaría la “estrategia de aniquilamiento”, ahora no con una maniobra operacional de “cerco” -por rodeo-, como intentó en Chacabuco, sino con una maniobra de “ejércitos convergentes”: Álvarez de Arenales por la montaña interior, San Martín desde la costa y Güemes desde el Alto Perú.
En Guayaquil entendió que no sería él quien comandaría en Ayacucho. Y así como supo resolver la torpeza de un Cte. en Chacabuco -que le costó dos años más del tiempo previsto-, también entendió como resolver la finalización de la campaña ante el imponderable de Guayaquil. Nuestro estratega tenía flexibilidad adaptativa y además, grandeza espiritual. Ello lo diferenció y lo hizo Grande, entre los Grandes. Molke el Viejo, Schlieffen, Guderian, Rommel y Manstein, aplicaron las enseñanzas de Clausewitz, aprendidas de Napoléon. Molke con el empleo de los ferrocarriles, Schlieffen con el efecto de “la puerta giratoria” y los Mariscales de la GM II, con la “blitzkrieg”.
San Martín, profundo conocedor de la Historia Militar, siguió a Fabio o a Napoleón, según la circunstancia, pues siempre supo “cuando podía volar y cuando no”. Hitler -porfiadamente- no lo supo frente a Stalingrado.
La estrategia militar de “desgaste”.
Esta estrategia toma su nombre de Quinto Fabio Máximo, político y militar romano que ostentó la dictadura romana durante la Segunda Guerra Púnica -218/202 a. C.-. Antes de enfrentarse a Quinto Fabio Máximo, Aníbal había vencido a los romanos en las batallas de Río Tesino, Lago Trasimeno y Río Trebia, a pesar de su inferioridad numérica. Tras estas derrotas, Quinto Fabio Máximo fue elegido dictador y, consciente de la superioridad militar de los cartagineses y del tremendo ingenio de su jefe supremo, diseñó una “estrategia de desgaste”que tenía como objetivo explotar las vulnerabilidades estratégicasde Aníbal: la falta de líneas de abastecimiento eficaces y el ansia de sus soldados por una campaña rápida.
Aníbal -a pesar de sus victorias- estaba en gran desventaja: aislado de su país y por ello con grandes dificultades para reabastecerse de tropas mientras el Mediterráneo estuviese dominado por las naves romanas. Su única esperanza era recabar apoyos a los pueblos itálicos y que éstos le cedieran suministros y guerreros para cubrir sus bajas.
Mientras los itálicos se mantuvieran fieles a Roma no había posibilidad de victoria. Las aplastantes victorias de Aníbal mermaban la confianza de los itálicos en un triunfo final de Roma. Por ello Fabio creyó que la manera de vencer al General cartaginés era no combatir con él. Con ello evitaba más victorias fáciles de los cartagineses y Aníbal no conseguiría apoyos de los itálicos aliados de Roma. Roca -en 1874- siguió ese rumbo antes de la IIda. Batalla de Santa Rosa y logró una Victoria Maestra.
Fabio calculaba que la falta de suministros para el Ejército Cartaginés y el costo de mantener un ejército en tierras extranjeras, junto a la ansiedad por mantener relaciones cordiales con las tribus itálicas, harían que el tiempo corriera en favor de Roma, por lo que adoptó una estrategia “de desgaste” y se convirtió en la sombra de las tropas de Aníbal, evitando continuamente la confrontación, moviéndose siempre por terrenos montañosos, con el objeto de anular la superioridad de la caballería cartaginesa.
Esta estrategia,aunque supuso un éxito militar,fue un fracaso político. Su pasividad ofensiva se hacía intolerable para las mentes senatoriales, acostumbradas a enfrentarse al enemigo en grandes batallas. De hecho -el pueblo romano- una vez recuperado de la conmoción inicial de las victorias de Aníbal, empezó a poner en duda la utilidad de la Estrategia de Fabio y ansiaba ver una rápida conclusión del conflicto. También creía que si se permitía a Aníbal saquear a Italia, los pueblos itálicos cambiarían su lealtad. Debido a la falta de victorias importantes de Fabio, el Senado lo relevó del mando.
Los sustitutos designados para reemplazarlo fueron Cayo Terencio Varrón y Lucio Emilio Paulo, que dirigieron al Ejército Romano a una debacle en la batalla de Cannas. Tras experimentar esta fatídica derrota, el pueblo y el Senado aprendieron la lección de que el único medio para expulsar a Aníbal de Italia era emplear una“Estrategia Fabiana”.
La actual estrategia militar de “desgaste” de Rusia, en Ucrania.
La “estrategia de desgaste” requiere -como ya anticipamos- un determinado “arte operacional”. Se libra con un enfoque centrado en la fuerza, a diferencia de las “estrategias de aniquilamiento” que se centran en lo operacional, sobre el terreno. Y tiene su origen en:
una gran capacidad industrial, que permita reponer pérdidas,
profundidad geográfica, para absorber una serie de derrotas y
condiciones tecnológicas, que impidan una rápida pérdida de espacio.
Esta estrategia exige una ágil capacidad para generar nuevas formaciones, más que en realizar exitosas maniobras tácticas. El actor que adopte la “estrategia de desgaste” deberá concentrarse en la destrucción de fuerzas enemigas, en lugar de ganar terreno. Es lo que estamos observando en la guerra ruso-ucraniana. En nuestros últimos ensayos hemos llamado “picadora de carne” a la extensa línea de contacto, que se mantiene con escasos movimientos en los últimos meses.
A medida que esta guerra se prolonga, sela gana la economía, no con los ejércitos. Rusia comprendió esto y lucha mediante una “estrategia de desgaste” destinada a agotar los recursos de la OTAN y -al mismo tiempo- preservar los propios. La forma más rápida de perder una “guerra de desgaste”es centrarse en la maniobra, gastando recursos valiosos en objetivos territoriales. Rusia lo aprendió a lo largo de su historia guerrera, aprovechando a su extensa profundidad y al Grl Invierno.
Las armas occidentales de alta gama tienen un rendimiento excepcional, pero son difíciles de fabricar, especialmente cuando se necesitan para armar a un ejército rápidamente movilizado y sujeto a un alto índice de desgaste. Durante la GM II los Panzer alemanes eran tanques magníficos, pero utilizando aproximadamente los mismos recursos de producción los soviéticos lanzaban ocho T-34 por cada Panzer alemán. La diferencia de rendimiento no justificaba la disparidad numérica en la producción. Las armas de alta gama también requieren tropas de alta gama. Se necesita mucho tiempo para entrenarlos, tiempo del que no se dispone en una guerra con altas tasas de desgaste.
Es más fácil y rápido producir grandes cantidades de armas y municiones baratas, especialmente si sus subcomponentes son duales, intercambiables con bienes civiles, asegurando cantidades masivas sin la expansión de las líneas de producción. Los nuevos reclutas emplearán armas más simples y serán adiestrados más rápidamente, lo que permite la pronta generación de nuevas formaciones o la reconstitución de las existentes. Es lo que Putin está haciendo. Occidente debe analizar -detenidamente-, según concluye el Dr. Vershinin, en “cómo garantizar el exceso de capacidad en -tiempos de paz- en su complejo industrial militar, o correr el riesgo de perder la próxima guerra”.
Los Ejércitos de la OTAN son altamente profesionales. Su fuerte Cuerpo de Suboficiales (NCO) tienen amplia formación y experiencia militar en tiempos de paz. Poseen gran iniciativa individual y una gran libertad de acción, al igual que los oficiales subalternos. Las organizaciones de la OTAN gozan de agilidad y flexibilidad para aprovechar las oportunidades, en un campo de batalla dinámico. Su formación está orientada hacia la “estrategia de aniquilamiento”.
Cuando se emplea una “estrategia de desgaste” –caracterizada por numerosas bajas-, no hay tiempo para reemplazar a los suboficiales perdidos o para generarlos para las nuevas unidades. La idea es que a los suboficiales se los capacite en tres meses y asuman el liderazgo de las pequeñas organizaciones. El tiempo es algo que las demandas masivas de la “estrategia de desgaste”, no da. Ello se agrava cuando la demografía de las partes es de 3 a 1, en favor de quien ha optado por la “estrategia de desgaste”.
La URSS organizó su Ejército para un conflicto -de gran escala- con la OTAN. Se pretendía poder expandirlo rápidamente, recurriendo a reservas masivas. Cada varón ruso recibió dos años de adiestramiento básico al terminar la escuela secundaria. La constante rotación de personal alistado impidió la creación de un cuerpo de suboficiales al estilo occidental, pero generó una enorme reserva “semientrenada”, disponible en tiempos de guerra. La ausencia de suboficiales confiables creó un modelo de mando centrado en los oficiales, menos flexible que el de la OTAN, pero más adaptable a la expansión a gran escala requerida por la“estrategia de desgaste”.
A medida que la presente guerra avanza -más allá del primer año- las unidades de primera línea ganaron experiencia y surgió un cuerpo de suboficiales mejorado, lo que le da al modelo ruso una mayor flexibilidad. Una diferencia clave -entre los dos modelos- es que la doctrina de “aniquilamiento” de la OTAN no puede funcionar sin suboficiales de alto rendimiento. Lo que observamos -en el caso bajo análisis- es que las organizaciones rusas de bajo nivel han mantenido la línea de contacto y han ganado experiencia -lentamente- aumentando su calidad hasta obtener la capacidad para realizar operaciones ofensivas.
Las guerras en el siglo XXI.
En el siglo XXI -en la civilización de conocimiento- el complejo campo de batalla convencional es una estructura integrada por complejos sistemas, que incluyen:
varios tipos de guerra electrónica (EW),
comunicaciones electrónicas encriptadas,
tres tipos básicos de defensa aérea,
cuatro tipos diferentes de artillería,
innumerables tipos de aviones, drones de ataque y reconocimiento,
ingenieros de construcciones y zapadores,
infantería mecanizada, formaciones blindadas y,
-sobre todo- gran logística.
La artillería se ha vuelto más peligrosa gracias al aumento del alcance y de la precisión avanzada, lo que amplía la profundidad del campo de batalla. En la práctica esto significa que es más fácil concentrar fuegos, que fuerzas. Las maniobras profundas -que requieren la concentración del poder de combate- ya no son posibles, porque cualquier fuerza concentrada será destruida por fuegos indirectos, antes de que pueda lograr el éxito en profundidad.
Toda ofensiva terrestre requiere una burbuja protectora asegurada, para protegerse de los sistemas de ataque enemigos. Esta burbuja se genera mediante la superposición de contrafuegos, defensa aérea y guerra electrónica. Mover numerosos sistemas interdependientes es muy complicado y es poco probable que tengan éxito. Los ataques limitados -a lo largo de la primera línea- tienen más probabilidades de éxito, con una relación de costo/beneficio aceptable. Los intentos de penetración profunda quedarán expuestos a fuegos masivos en el momento en que salgan de la protección de la burbuja defensiva.
La integración de elementos de combate -interrelacionados- requiere una planificación centralizada y Oficiales de Estado Mayor excepcionalmente capacitados para lograr dicha integración -múltiples capacidades- sobre la marcha. Se necesitan años para entrenar a tales oficiales y la experiencia de combate no genera tales habilidades en poco tiempo. Las listas de verificación y los procedimientos obligatorios pueden aliviar estas deficiencias, pero sólo en un frente defensivo estático y menos complicado. Las operaciones ofensivas dinámicas requieren tiempos de reacción rápidos, que oficiales semientrenados son incapaces de realizar.
Los fuegos en profundidad -a más de 100/150 km-, que es el alcance promedio de los misiles tácticos- detrás de la línea del frente, tienen como objetivo las capacidad del enemigo para generar renovado poder de combate. Esto incluye instalaciones de producción, depósitos de municiones, depósitos de reparación e infraestructura de energía y transporte. De particular importancia son los objetivos con importantes capacidades de producción -difíciles de reemplazar o reparar- ya que su destrucción causará daños a largo plazo.
En los casos que emplean una “estrategia de desgaste” los ataques tardarán mucho tiempo en surtir efecto. Los bajos volúmenes de producción global de municiones guiadas con precisión, de largo alcance, las efectivas acciones de engaño y ocultamiento, las grandes reservas de misiles antiaéreos y la enorme capacidad de reparación de los Estados fuertes y decididos, se combinan para prolongar los conflictos. La organización eficaz de las defensas aéreas debe incluir sistemas de alta gama en todas las altitudes, junto con sistemas más baratos para contrarrestar las plataformas de ataque masivas de baja gama. Combinada con la fabricación a gran escala y una guerra electrónica eficaz, esta es la única forma de derrotar los fuegos profundos del enemigo.
Se observan dos etapas en la conducción militar rusa de la “estrategia de desgaste”:
La primera etapade la “estrategia de desgaste” se inicia cuando los recursos movilizados ya están disponibles en grandes cantidades y listos para las operaciones de combate. En el caso de darse un ataque sorpresa, es posible una ofensiva rápida hasta que el defensor forma un frente sólido. Este período -en este caso- duró casi un año y medio a dos años. Durante el mismo se evitaron operaciones ofensivas importantes y cuando los grandes ataques tuvieren éxito, provocaron importantes bajas propias, a menudo a cambio de ganancias territoriales mínimas.
Para una “estrategia de desgaste” cualquier espacio que no tenga un centro industrial vital, es irrelevante. Siempre es mejor retirarse y conservar fuerzas, independientemente de las consecuencias políticas. Luchar en terrenos desventajosos conlleva la pérdida de unidades y de soldados experimentados, que son claves para la victoria. La obsesión alemana con Stalingrado -en 1942- es un excelente ejemplo de lucha en un terreno desfavorable, por razones políticas. Lo prudente es empujar al enemigo a luchar en terrenos desventajosos mediante operaciones de inteligencia y explotar objetivos enemigos políticamente sensibles. Un escollo clave que se debe evitar, es ser arrastrado a la misma trampa que se le ha tendido al enemigo.
En la segunda fase de la “estrategia de desgaste” la ofensiva deberá lanzarse en un frente amplio, buscando dispersar al enemigo en múltiples puntos, mediante ataques coordinados. La intención es permanecer dentro de la burbuja establecida por los sistemas de protección, mientras se dividen las agotadas reservas enemigas, hasta que el frente colapse. Hay un efecto en cascada en el que una crisis en un sector, obliga a los defensores a trasladar reservas de un segundo sector sólo para generar a su vez una crisis allí. A medida que las fuerzas empiezan a retroceder y a abandonar las fortificaciones preparadas, la moral se desploma y surge la pregunta obvia: “Si no podemos defender la mega fortaleza, ¿cómo podremos defender estas nuevas trincheras?”.
La retirada se convierte entonces en derrota. Sólo entonces la ofensiva debería extenderse hacia objetivos más profundos, en la retaguardia enemiga. La ofensiva aliada de 1918 es un ejemplo. Los aliados atacaron a lo largo de un amplio frente, mientras que los alemanes carecían de recursos suficientes para defender toda la línea. Una vez que el ejército alemán comenzó a retirarse, resultó imposible detenerlo.
En síntesis: adoptada por Rusia una “estrategia de desgaste”, Putin ha sostenido una economía adecuada a esa doctrina y una organización militar adecuada a las características de esa guerra. El tiempo juega a su favor y por ello cuando aparecieron propuestas para que la OTAN ingrese de lleno en apoyo de Ucrania, Rusia reacciona con el disuasivo de su arsenal nuclear.
La“estrategia de desgaste” rusa, centrada en la defensa al Oeste del Donbass y al Norte de la Península de Crimea, es contraintuitiva para la mentalidad militar occidental, centrada en el “aniquilamiento”. El pensamiento militar clausewitziano considera a la ofensiva como el único medio para lograr el objetivo estratégico decisivo y para obligar al enemigo a sentarse a la mesa de negociaciones, en términos desfavorables. La pacienciaestratégica necesaria para establecer las condiciones de una gran ofensiva va en contra de las experiencias de combate adquiridas en Occidente.
“El que sabe cuándo puede volar y cuando no, será victorioso”.
Sun Tzu – 544-496 a. C.
CITAS Y ACLARACIONES:
(1). H. J. Auel. “¿Qué especie de guerra pelean rusos y ucranianos? Y ¿Cómo salir de este grave error estratégico? 24 Abr 24. www.ieeba.org
(2). A. Vershinin. “El arte de la guerra de desgaste: lecciones de la guerra rusa contra Ucrania”. 18 Mar 24. RUSI -Royal United Services Institute-.
“El hombre tiene que establecer un final para la guerra. Si no, esta establecerá un fin para la humanidad”.
John F. Kennedy -1917/1963-
La situación internacional se agrava y ello nos afecta.
¿Qué “especie” de guerra pelean los eslavos rusos y ucranianos?
¿Cómo salir del grave error estratégico europeo?
La situación internacional se agrava y ello nos afecta.
La situación internacional en desarrollo se complica progresivamente -particularmente para los actores centrales- con la reciente “demostración de fuerza” del régimen teocrático de Irán y de la eventual y condigna respuesta israelí -de consecuencias aún no dimensionadas- que afectan al curso de la guerra ruso-ucraniana y otorgan renovado valor a las palabras del malogrado expresidente Kennedy.
En ambos conflictos armados existe la probabilidad de “riesgo nuclear” y si esta dramática probabilidad no encuentra las vías de entendimiento y equilibrio -a través de la diplomacia-, se “establecerá un fin para la humanidad”, como Kennedy advertía hace décadas. En el Gran Medio Oriente -israelíes e iraníes- tienen graves problemas políticos internos y estos se complejizan -exponencialmente- con la firma de un acuerdo de paz israelí-saudita -por un lado- y la proximidad de obtención de la bomba N, por parte de Teherán, -por el otro-.
De este modo, la antigua confrontación por la hegemonía regional ha sacudido -en estos días- al tablero estratégico mundial y ello alcanza a nuestro país en un particular y álgido (a) momento de su historia política. La Argentina ha tenido una larga tradición de “neutralidad”como consecuencia de la ausencia secular de una Gran Política. En las cátedras de Relaciones Internacionales se comentó siempre la intrascendencia de ser “un país amigo de todos y aliado de nadie”. Pero -desde hace solo unos meses- la irrupción sorpresiva de un “outsider” político en el Poder Ejecutivo Nacional, terminó abruptamente con el antiguo “sambenito” (b).
Hoy la Argentina -en el breve lapso de cuatro meses- tiene una declaratoria y hechos de adscripción internacional firmes como aliada estratégica del mundo Occidental, al que naturalmente pertenece, -representado particularmente por EEUU, la UE e Israel-. Hasta el 10 Dic 23 los gobiernos kk -de hecho y con hipocresía- revistaban en el “Socialismo Siglo XXI”, pues se alineaban con las dictaduras “revolucionarias” iberoamericanas y con los regímenes autocráticos asiáticos. Ella buscaba -por este camino- eludir las sentencias judiciales que aún le aguardan y de la queno está cumpliendo a pesar de la perdida sus fueros, desde hace cuatro meses. ¿Tendrá esta situación alguna relación con la propuesta que lleva a la Corte al cuestionado Juez Lijo? El “Mono” rafaelino sería el más indicado para responder esta pregunta.
Es importante diferenciar en las Relaciones Internacionales lo que es una “alianza estratégica”, de lo que es una mera “asociación comercial o económica”. La “alianza”siempre involucra a lo más político del Estado Nacional: la Seguridad Nacional. Hay quienes homologan lo diferente.
Quienes conocen el “abc” de la naturaleza de las relaciones de poder saben que una “diplomacia desarmada”es estéril. Por ello el nuevo discurso presidencial -y en particular el expresado por el Ministro Petri- a la par de los “hechos” producidos, cobran una significativa importancia política y estratégica. Entre ellos citemos a los “recientes acuerdos verbales” con la Grl Richardson, las adendas a la legislación de Seguridad vigentes, la solicitud de ingreso a la OTAN como “socio global” o la decisión de compra de los F16.
PERO, a pesar de todo lo señalado -realizado por “necesidad y urgencia” es imperioso legitimar -luego del extravío ideológico que sufrimos desde Dic 83 hasta Dic 23- a través del planeamiento estratégico militar (1) que considere las verdaderas amenazas y riesgos estratégicos que padecemos-. Dicha imperiosa exigencia fue impedida -desde 1988- por la acción colusiva de nuestros enemigos -ingleses y terroristas revolucionarios- en las posguerras, induciendo al país a su autodestrucción por vía de una estrategia de aproximación indirecta, de carácter parlamentario.
Por ello debemos reemplazar a la perversa legislación de Seguridad Nacional, cuanto antes.
Nuestra querida Patria vive -en el 2024- una transición acelerada de un régimen socialista fracasado, a un capitalismo incipiente -socialmente desconocido por los argentinos-, como consecuencia de una situación de prolongada crisis cultural y política, con severas consecuencias socioeconómicas. Hay esperanzas de un futuro mejor, en un ambiente social de escasez, inseguridad y alta ansiedad provocada por la extrema debilidad de nuestras instituciones y con la presencia en el país del sigiloso (c) enemigo revolucionario y de su actual apoyo financiero: el “narcoterrorismo” y el “globalismo”, causante singular este último del absurdo conflicto entre eslavos rusos y ucranianos y de la centenaria crisis de identidad en Occidente, que produce variada gama de “idiotas útiles”.
¿Qué “especie” de guerra pelean los eslavos rusos y ucranianos?
Quien clasificó a las guerras en “especies” fue el Grl. Karl Clausewitz, cuando al terminar los últimos capítulos de su tratado “Vom Kriege” descubrió que había omitido considerar a las “guerras de la segunda especie”, e inició la revisión total de su monumental obra. Había corregido el Tomo I cuando lo sorprendió la muerte. Desde entonces, las categorías clasificatorias de las guerras son variadas, según los autores que traten este tema.
Cuando la acelerada etapa de la civilización que vivimos nos trajo -hace dos años- la guerra ruso-ucraniana, nuestro Instituto la clasificó como “guerra civil (d), limitada (e), híbrida (f), con probable derivación nuclear” (2), (3) y (4). “Civil”, pues se desarrolla dentro de una misma etnia eslava, de origen común: los Rus. “Limitada”, por la autolimitación de objetivos y la apertura de negociaciones del agresor, como lo veremos de inmediato y “con probable derivación nuclear”, por el temprano alistamiento del arsenal nuclear ruso, cuando Putin se sintió amenazado por intervención directa de la OTAN y los actuales consecuencias internas del “atlantismo”.
Ocurre que los franceses creen que Ucrania es “la base de asalto” de Moscú para su expansión hacia el Oeste e inversamente, los rusos perciben que la maniobra de la UE sobre Ucrania es la aproximación de la OTAN sobre San Petersburgo. Y como ni la OTAN ni Rusia “pueden” soportar a esta derrota militar, el “riesgo nuclear” existe. He ahí el “nudo gordiano” (g) por ahora irresuelto y hoy afectado por la sorpresa persa en el Gran Medio Oriente.
Así como la incursión aérea masiva iraní sobre Israel -“Promesa Verdadera”- del 13 Abr 24 puso en evidencia que Teherán actuaba con fuerza por primera vez -sin emplear proxis o “apoderados”- alguna bibliografía hace notar que la OTAN también acciona “por poder”, pues entienden que esta guerra en verdad la están peleando Rusia y EE.UU. y que este emplea para ello a la obediente OTAN (5) y ésta, a Ucrania. El Cnl español Calvo Sotelo ha expresado con meridiana sencillez y claridad cómo se observa a esta irracional situación: “La UE no se prepara bien para la guerra, ni apuesta con convicción y realismo por la Paz”.
Varios analistas europeos señalan la “imprudencia” occidental de dejarse arrastrar a una guerra contra Rusia, que era su principal proveedor de energía a bajo costo, cuestión que hoy ha puesto en crisis económica/financiera a su locomotora: Alemania. Los mismos autores se preguntan si no era conveniente -para Ucrania- mantener su neutralidad geopolítica ante el riesgo de ser destruida, como está ocurriendo. A su vez, si EE.UU. pensó en una guerra de desgaste que anulara a Rusia como aliada de China -con quien disputa la hegemonía mundial- pareciera que no consideró que Beijíng no abandonaría al arsenal nuclear ruso.
“Si soplasa una chispa, se enciende, si escupes en ella, se apaga; ¡y tanto el soplo como la saliva salen de tu boca!”. Eclesiástico 28 – La Santa Biblia.
Es difícil pensar que Putin esté por ocupar Ucrania en su totalidad, cuando su objetivo declarado es retener un glacis (h) estratégico en la frontera occidental de Rusia. Sin embargo una acumulación de errores estratégicos occidentales pueden llevar a una escalada de impredecibles consecuencias. Armas electrónicas, ciberguerra, inteligencia artificial ingresan a experimentación operacional en Ucrania, permanentemente, buscando un nivel de disuasión que conduzca hacia una mesa de negociación inevitable. Esta situación estratégica internacional, que va tomando una mayor temperatura constantemente, ha motivado a la socióloga Marita Carballo para publicar un breve e interesante artículo, titulado “Conciencia de vivir en un mundo más peligroso” -Clarín, 22Mar24-. En él se concluye:
“Una reciente encuesta global revela que solo la mitad de los adultos a nivel mundial esta dispuesta a participar en un conflicto armado por su país. Uno de los datos más significativos muestra que existe una división marcada entre regiones, siendo notablemente más baja la disposición de lucharen países de la UE, EE.UUy Canadá, en contraste con la alta disposición encontrada en Asía y Oriente Medio. En Argentina, la predisposición a ir a la guerra es menor que en el total global, reflejando una tendencia aún más pacifista que la que existía tres décadas atrás. Esto podría ser un indicador de una sociedad con una mayor conciencia de las consecuencias negativas de un conflicto armado y más predispuesta a alternativas diplomáticas en la resolución de las disputas internacionales”.
Quien suscribe no comparte que lo expresado por Carballo sea el más importante “indicador” de la actual actitud cultural contractiva de nuestra sociedad. Su “enorme egoísmo” –ante un acto de amor a la Patria- se fundamenta en elproceso de transculturaciónimpulsada desde el Estado en los últimos cuarenta añospor la solapada revolución castro comunista que la mayoría de nuestrosintelectuales no registran. Miran, pero no ven.
¿Cómo salir del grave error estratégico europeo?
En primer término es conveniente señalar que, con referencia a los dos Acuerdos de Minsk -2014 y 2015- sectores importantes de la UE y EE.UU hoy reconocen que fueron firmados de “mala fe”,buscando “hacer tiempo”. Este antecedente agregó impulso a la agresión rusa –“Operación Militar Especial”- y más tarde afectó a las intensas negociaciones de Paz.
El primer Acuerdo -el “Protocolo de Minsk”- pretendía detener la contienda en el Donbás de forma inmediata, mientras que el “Minsk II” surgió como respuesta a ese fracaso. Este segundo pacto contó con la mediación de Francia y Alemania y la ratificación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Además del alto al fuego el acuerdo promulgaba la concesión de un estatus especial a las regiones de Donetsk y Lugansk y establecía la retirada de las tropas y del armamento ruso. Las discrepanciasen las interpretaciones del acuerdo dificultaron su cumplimiento y ello desembocó en la invasión rusade Ucrania, iniciada el 24 Feb 22, como escalada final de los sucesos del Euromaidán (i), en 2014.
En la madrugada del 24 Feb 22 la Fuerza Aérea rusa atacó objetivos en toda Ucrania. Al mismo tiempo la infantería mecanizada y los blindados de Moscú entraron en el país desde el norte, el este y el sur. En los días siguientes los rusos intentaron rodear Kiev. Lo que sucedió en el campo de batalla se entiende relativamente bien. Pero queremos resaltar laintensa y casi desconocida diplomacia simultánea que involucró a Moscú, Kiev y una serie de otros actores, de la que podría haber resultado un acuerdo a solo unas semanas de que comenzara la guerra.
A fines de Mar 22 una serie de reuniones presenciales en Bielorrusia y Turquía y de compromisos virtuales por videoconferencia, habían dado lugar al llamado “Comunicado de Estambul”, en el que se describía un marco para una solución de la guerra. Los negociadores ucranianos y rusos comenzaron entonces a trabajar en el texto de un acuerdo, logrando avances sustanciales hacia un tratado. Pero en mayolas conversaciones se interrumpieron. La guerra continuó y desde entonces ha costado decenas de miles de vida en ambos bandos. ¿Qué tan cerca estuvieron las partes de poner fin a la guerra? ¿Y por qué nunca cerraron un trato? Cuando reunimos todas las piezas necesarias para abarcar al porqué, nos encontramos con algo que es sorprendente y que podría tener implicaciones significativas para los futuros esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra.
Hoy, cuando las perspectivas de negociación parecen poco claras y las relaciones entre las partes son casi inexistentes, la historia de las conversaciones de la primavera de 2022 pueden parecer una distracción, inaplicable a las circunstancias actuales. Pero Putin y Zelensky sorprendieron a todos con su disposición mutua a considerar concesiones de gran alcance, para poner fin a la guerra. ¿Será posible que vuelvan a sorprender a todos en el futuro?
No está del todo claro cuándo Kiev planteó por primera vez dicha cuestión en conversaciones con los rusos o los países occidentales. Pero el 10 Mar el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, entonces en Antalya -Turquía- para una reunión con su homólogo ruso, Sergey Lavrov, habló de una “solución sistemática y sostenible” para Ucrania y agregó que los ucranianos estaban “listos para discutir” las garantías que esperaba recibir de los estados miembros de la OTAN y Rusia. Lo que Kuleba parecía tener en mente era una garantía de seguridadmultilateral, un acuerdo por el cual las potencias competidoras se comprometen a la seguridad de un tercer Estado, con la condición de que no esté alineado con ninguno de los garantes. Tales acuerdos habían caído en desgracia después de la Guerra Fría. Mientras que alianzas como la OTAN pretenden mantener la defensa colectiva, contra un enemigo común, las garantías multilaterales de seguridad están diseñadas para evitar conflictos entre los garantes sobre la alineación del Estado garantizado y, por extensión, para garantizar la seguridad de ese Estado.
La posición de Kiev era que Rusia también sería un garante, lo que significaría que Moscú estaba de acuerdo en que los otros garantes estarían obligados a intervenir, si volvía a atacar. En otras palabras, Moscú aceptaba que cualquier agresión futura contra Ucrania significaría una guerra entre Rusia y EE.UU. A lo largo de Marzo continuaron los intensos combates en todos los frentes. Los rusos intentaron tomar Chernihiv, Kharkiv y Sumy pero fracasaron espectacularmente, aunque las tres ciudades sufrieron graves daños. A mediados de Marzo el avance del ejército ruso hacia Kiev se había estancado y estaba sufriendo muchas bajas. Las dos delegaciones mantuvieron las conversaciones por videoconferencia y volvieron a reunirse en persona el 29 Mar, esta vez en Estambul, Turquía.
Allí parecían haber logrado un gran avance. Después de la reunión las partes anunciaron que habían acordado un comunicado conjunto. Los términos fueron ampliamente descritos durante las declaraciones de prensa de las dos partes en Estambul. Según una copia del texto completo del borrador del comunicado “Disposiciones clave del Tratado sobre las garantías de seguridad de Ucrania”, los ucranianos habían redactado en gran medida el comunicado y los rusos aceptaron provisionalmente la idea de utilizarlo como marco para un tratado.
Aunque Ucrania sería permanentemente neutral bajo el marco propuesto, el camino de Kiev hacia la adhesión a la UE quedaría abierto y los Estados garantes -incluida Rusia- “confirmarían explícitamente su intención de facilitar la adhesión de Ucrania a la Unión Europea”. Esto fue nada menos que extraordinario: en 2013, Putin había ejercido una intensa presión sobre el presidente ucraniano Viktor Yanukovych para que se retirara de un mero acuerdo de asociación con la UE. Ahora, Rusia estaba aceptando “facilitar” la plena adhesión de Ucrania a la UE.
En declaraciones del 29 Mar, inmediatamente después de la conclusión de las conversaciones, Medinsky -jefe de la delegación rusa- se mostró decididamente optimista, explicando que las discusiones sobre el tratado sobre la neutralidad de Ucrania estaban entrando en la fase práctica y que, teniendo en cuenta todas las complejidades que presenta el hecho de que el tratado tenga muchos garantes potenciales, era posible que Putin y Zelensky lo firmaran en una cumbre, en un futuro previsible. Al día siguiente, dijo a los periodistas: “Ayer, la parte ucraniana, por primera vez, fijó por escrito su disposición a llevar a cabo una serie de condiciones muy importantes para la construcción de futuras relaciones normales y de buena vecindad con Rusia”. Y continuó: “Nos entregaron los principios de un posible acuerdo futuro, fijados por escrito”.
Las dos partes continuaron trabajando las 24 horas del día en un tratado que se suponía que Putin y Zelensky firmarían durante una cumbre que se celebraría en un futuro no muy lejano. Las partes intercambiaban activamente borradores entre sí y, al parecer, comenzaban a compartirlos con otras partes. -En su entrevista de Feb 23, Bennett informó haber visto 17/18 borradores de trabajo del acuerdo. Lukashenko también informó haber visto, al menos uno.
Al final, no está claro que disposiciones habrían sido un factor decisivo del fracaso de las negociaciones. El principal negociador ucraniano -Arakhamia- minimizó más tarde su importancia. En una entrevista en Nov 23, dijo que Rusia había “esperado hasta el último momento que [pudieran] presionarnos para que firmáramos un acuerdo de este tipo, que [adoptáramos] la neutralidad. Esto fue lo más importante para ellos. Estaban dispuestos a terminar la guerra si nosotros, como Finlandia [durante la Guerra Fría], adoptábamos la neutralidad y nos comprometíamos a no unirnos a la OTAN”. Las conversaciones habían eludido deliberadamente la cuestión de las fronteras y del territorio.
A pesar de estos desacuerdos sustanciales, el borrador del 15 Abr sugiere que el tratado se firmaría dentro de dos semanas. Por supuesto, esa fecha podría haber cambiado, pero muestra que los dos equipos planeaban moverse rápido. “Estuvimos muy cerca a mediados de abril de 2022 de finalizar la guerra con un acuerdo de paz”, relató Oleksandr Chalyi en una comparecencia pública, en Dic 23. Expresó: “Una semana después de que Putin comenzara su agresión, llegó a la conclusión de que había cometido un gran error y trató de hacer todo lo posible para concluir un acuerdo con Ucrania”.
Entonces, ¿por qué se interrumpieron las conversaciones? Putin ha afirmado que las potencias occidentales intervinieron y aumentaron las exigencias del acuerdo, porque estaban más interesadas en debilitar a Rusia que en poner fin a la guerra. Alegó que Boris Johnson, primer ministro británico, había transmitido un mensaje a los ucranianos en nombre del “mundo anglosajón”, de que deben “luchar contra Rusia hasta que se logre la victoria y Rusia sufra una derrota estratégica”. La respuesta occidental a estas negociaciones fue ciertamente tibia. Washington y sus aliados se mostraron profundamente escépticos sobre las perspectivas de la vía diplomática que surgiera de Estambul. El comunicado eludía la cuestión del territorio y las fronteras, las partes se mantenían muy alejadas en otras cuestiones cruciales. No parecía una negociación que fuera a tener éxito.
Un exfuncionario estadounidense que trabajó en la política de Ucrania en ese momento dijo que los ucranianos no consultaron con Washington hasta después de que se emitiera el comunicado, a pesar de que el tratado habría creado nuevos compromisos legales para Estados Unidos, incluida la obligación de ir a la guerra con Rusia si volvía a invadir Ucrania. Esa estipulación -por sí sola- habría hecho que el tratado fuera un fracaso para Washington. Consecuentemente, en lugar de aceptar el “Comunicado de Estambul” y el posterior proceso diplomático, Occidente aumentó la ayuda militar a Kiev y aumentó la presión sobre Rusia, incluso a través de un régimen de sanciones cada vez más estricto.
El R. U. tomó la delantera. Ya el 30 Mar Johnson parecía poco inclinado hacia la diplomacia, afirmando que, en cambio, “deberíamos seguir intensificando las sanciones con un programa continuo hasta que todas y cada una de las tropas [de Putin] estén fuera de Ucrania”. El 9 Abr Johnson se presentó en Kiev, el primer líder extranjero en visitar la capital tras la retirada rusa de la capital. Según los informes, le dijo a Zelensky que pensaba que “cualquier acuerdo con Putin iba a ser bastante sórdido”. Cualquier acuerdo, recordó haber dicho, “sería una victoria para él: si les das algo, simplemente se lo quedará, lo depositará y luego se preparará para su próximo asalto”. En la entrevista de 2023, Arakhamia alborotó algunas plumas al responsabilizar a Johnson del resultado: “Cuando regresamos de Estambul Boris Johnson vino a Kiev y dijo que no firmaríamos nada en absoluto con [los rusos], y que siguiéramos luchando”.
Desde entonces, Putin ha utilizado repetidamente los comentarios de Arakhamia para culpar a Occidente por el colapso de las conversaciones y demostrar la subordinación de Ucrania a sus partidarios. A pesar del giro manipulador de Putin, Arakhamia estaba señalando un problema real: el comunicado describía un marco multilateral que requeriría la voluntad de Occidente de comprometerse diplomáticamente con Rusia y considerar una garantía de seguridad genuina para Ucrania. Ninguno de los dos era una prioridad para Estados Unidos y sus aliados en ese momento.
¿Estaban dispuestos Putin y Zelensky a considerar compromisos extraordinarios para poner fin a la guerra? En sus comentarios públicos los estadounidenses nunca fueron tan desdeñosos con la diplomacia como lo había sido Johnson. Pero no parecieron considerarlo central, para su respuesta a la invasión rusa. El secretario de Estado Antony Blinken y el secretario de Defensa Lloyd Austin, visitaron Kiev dos semanas después de Johnson, principalmente para coordinar un mayor apoyo militar. Como dijo Blinken en una conferencia de prensa posterior: “La estrategia que hemos puesto en marcha -apoyo masivo a Ucrania, presión masiva contra Rusia, solidaridad con más de 30 países comprometidos con estos esfuerzos- está teniendo resultados reales”. Aun así, la afirmación de que Occidente obligó a Ucrania a retirarse de las conversaciones con Rusia carece de fundamento. Sugiere que Kiev no tuvo voz en el asunto.
Es cierto que las ofertas de apoyo de Occidente deben haber fortalecido la determinación de Zelensky y que la falta de entusiasmo occidental parece haber disminuido su interés en la diplomacia. Sin embargo, en sus discusiones con los líderes occidentales Zelensky no priorizó la búsqueda de la diplomacia con Rusia para poner fin a la guerra. Ni Estados Unidos ni sus aliados percibieron una fuerte demanda de su parte para que se comprometieran en la vía diplomática. En ese momento, dada la efusión de simpatía pública en Occidente, tal impulso bien podría haber afectado la política occidental. Zelensky también estaba indudablemente indignado por las atrocidades rusas en Bucha e Irpin y probablemente entendió que lo que comenzó a llamar el “genocidio” de Rusia en Ucrania haría que la diplomacia con Moscú fuera aún más tensa políticamente. Aun así, el trabajo entre bastidores sobre el borrador del tratado continuó e incluso se intensificó en los días y semanas posteriores al descubrimiento de los crímenes de guerra de Rusia, lo que sugiere que las atrocidades de Bucha e Irpin fueron un factor secundario en la toma de decisiones de Kiev.
La nueva confianza de los ucranianos en que podían ganar la guerra también jugó un papel importante. La retirada rusa de Kiev y otras ciudades importantes del noreste y la perspectiva de más armas de Occidente -con las carreteras hacia Kiev ahora bajo control ucraniano- cambiaron el equilibrio militar. El optimismo sobre las posibles ganancias en el campo de batalla a menudo reduce el interés de un beligerante en hacer concesiones en la mesa de negociaciones. A finales de Abril Ucrania había endurecido su posición, exigiendo la retirada rusa del Donbás como condición previa a cualquier tratado. Como lo expresó Oleksii Danilov -Pte del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania- el 02 May: “Un tratado con Rusia es imposible, solo se puede aceptar la capitulación”.
Y luego está el lado ruso de la historia, que es difícil de evaluar. ¿Fue toda la negociación una farsa bien orquestada o Moscú estaba seriamente interesado en un acuerdo? ¿Putin se asustó cuando entendió que Occidente no firmaría los acuerdos o que la posición ucraniana se había endurecido? Incluso si Rusia y Ucrania hubieran superado sus desacuerdos, el marco que negociaron en Estambul habría requerido la aceptación de Estados Unidos y sus aliados. Y esas potencias occidentales habrían tenido que asumir un riesgo político al entablar negociaciones con Rusia y Ucrania y arriesgar su credibilidad garantizando la seguridad de Ucrania. En ese momento y en los dos años transcurridos, la voluntad de emprender una diplomacia de alto riesgo o de comprometerse verdaderamente a defender a Ucrania en el futuro, ha estado notablemente ausente en Washington y en las capitales europeas.
Una última razón por la que fracasaron las conversaciones es que los negociadores pusieron al orden de seguridad de posguerra, antes que el fin de la guerra. Las dos partes se saltaron cuestiones esenciales de gestión y mitigación de conflictos -la creación de corredores humanitarios, un alto el fuego, la retirada de tropas- y, en cambio, trataron de elaborar algo parecido a un tratado de paz a largo plazo, que resolviera las disputas de seguridad que habían sido fuente de tensiones geopolíticas durante décadas. Fue un esfuerzo admirablemente ambicioso, pero resultó demasiado ambicioso. Para ser justos Rusia, Ucrania y Occidente lo habían intentado al revés y también fracasaron estrepitosamente. Los acuerdos de Minsk firmados en 2014 y 2015, tras la anexión de Crimea por parte de Rusia y la invasión del Donbás, cubrían minucias como la fecha y hora del cese de las hostilidades y qué sistema de armas debía retirarse y a qué distancia.
Las principales preocupaciones de seguridad de ambas partes se abordaron secundariamente, si es que se abordaron. Esta historia sugiere que las conversaciones futurasdeberían avanzar por vías paralelas, en las que los aspectos prácticos de poner fin a la guerra se abordarán en una vía, mientras que en otra se tratarán cuestiones más amplias. El 11 Abr 24, hace solo unos días, Lukashenko, el primer intermediario de las conversaciones de paz ruso-ucranianas pidió que se volviera al borrador del tratado a partir de la primavera de 2022. “Es una posición razonable”, dijo en una conversación con Putin en el Kremlin. “También era una posición aceptable para Ucrania. Estuvieron de acuerdo con esta posición”. Putin intervino. “Estuvieron de acuerdo, por supuesto”, dijo.
En realidad los rusos y los ucranianos nunca llegaron a un texto de compromiso final. Pero fueron más allá de lo que se había entendido anteriormente, llegando a un marco general para un posible acuerdo. Después de los últimos dos años de carnicería, todo esto puede ser. Corrió mucha agua bajo el puente. Pero es un recordatorio de que Putin y Zelensky estaban dispuestos a considerar compromisos extraordinarios para poner fin a la guerra. Por lo tanto, cuando Kiev y Moscú regresen a la mesa de negociaciones la encontrarán plagada de ideas que aún podrían resultar útiles para construir una paz duradera.
Cuando estamos finalizando el presente ensayo, tomamos conocimiento que el Primer Ministro inglés -Rishi Sunak- viaja a Polonia para hacer llegar ayuda militar a Ucrania por seiscientos millones de U$S, manteniéndose en la misma posición que su predecesor y que el Presidente Biden consiguió destrabar sesenta mil millones de U$S, que retenía el Congreso con el mismo fin, siguiendo los pasos de Obama. Es la “progresía guerrerista” en retirada. La probabilidad de un inmediato “Acuerdo de Paz” se aleja, dando lugar a una muy probable imposición y garantía de Paz, a ser acordada en el 2025 por Trump y Xi Jinping. Los pueblos están superando los desatinos de sus dirigentes “progres”.
“El hombre tiene que establecer un final para la guerra. Si no, esta establecerá un fin para la humanidad”.
Aclaraciones y citas:
(a) Álgido: período crítico o culminante, especialmente en algunos procesos orgánicos, físicos, políticos, sociales, etcétera.
(d) Guerra Civil: Conflicto armado entre ciudadanos de una misma etnia o país.
(e) Guerra Limitada: Conflicto armado limitado en violencia, espacio y tiempo, que se desarrolla con negociaciones abiertas.
(f) Guerra Híbrida: Conflicto armado en el que se emplean FFAA y otros medios no convencionales.
(g)Nudo Gordiano: se refiere a una dificultad que no se puede resolver, a un obstáculo difícil de salvar o de difícil solución o desenlace, especialmente cuando esta situación solo admite soluciones creativas o propias del pensamiento lateral.
(h)Glacis: En terminología militar es una pendiente suave y despejada que precede al foso de una fortaleza, dominada por los baluartes y otras fortificaciones, desde los que se puede hacer fuego sobre él.
(i) El Euromaidán o“Europlaza”: fueron una serie de manifestaciones y disturbios heterogéneos de índole europeísta, independentista y nacionalista de Ucrania, que comenzaron el 21 Nov 13, con grandes protestas en la Plaza de la Independencia, en Kiev.
(1). El “planeamiento estratégico militar” -a desarrollar por el EMCFFAA- a partir de las verdaderas amenazas y riesgos estratégicos de la Argentina de hoy. Solo él puede determinar QUÉ MEDIOS son necesarios para las amenazas y riesgos retenidos. Es el “fin” el que requiere qué “medios”, como lo expresaba Maquiavelo hace siglos. De ninguna manera las oportunidades comerciales del mercado. Si queremos LA PAZ, debemos prever y conocer a la guerra. De lo contrario iremos nuevamente al Polo Sur, con equipos de verano…¿les “suena”?…
(2). H. J. Auel. “¡Es imperativo conocer a las guerras del siglo XXI!” . 25 Sep 23. www.ieeba.org
(4). Infobae. “Rafael Grossi advirtió sobre una escalada nuclear mundial en medio de la invasión rusa y los avances de Irán”. 07 Mar 24. www.infobae.com
(5). F. Calvo Sotelo. “Apariencia y Realidad en Ucrania”. 08 Mar 24. Postaporteñ q
El director de la CIA, William Burns (foto de tapa), advirtió este jueves a los legisladores estadounidenses que Ucrania podría ser derrotada a finales de este año si no recibe la ayuda necesaria.
En un acto celebrado en el Centro Presidencial George W. Bush, Burns instó a los legisladores a aprobar un paquete de ayuda que destinaría miles de millones de dólares a los esfuerzos bélicos de Kiev.
“Con el impulso que supondría la ayuda militar, tanto desde el punto de vista práctico como psicológico, los ucranianos son perfectamente capaces de resistir por todo 2024”, afirmó.
Sin embargo, si el Congreso no aprueba la asistencia, “el panorama será mucho más grave”, continuó. “Existe un riesgo muy real de que los ucranianos pierdan en el campo de batalla a finales de 2024 o, al menos, de que pongan a [el presidente ruso] Vladímir Putin en una posición en la que pueda dictar esencialmente los términos de un acuerdo político”, añadió.
Los comentarios de Burns se producen después que la Cámara de Representantes publicara este miércoles tres proyectos de ley separados para ayudar a Israel, a Ucrania y a sus aliados en la región del Indo-Pacífico. El proyecto respectivo prevé 60.800 millones de dólares para Kiev, incluyendo 23.000 millones de dólares para reponer los arsenales estadounidenses.
En la tarde del 2 de mayo de 1986, una gran explosión devastó la central nuclear Lenin en Chernobyl, una ciudad de Ucrania cerca de la frontera con Bielorrusia, arrojando una enorme cantidad de sustancias radiactivas al medio ambiente. Se desconoce el número de muertos y se rumorea que ronda el millar.
Durante la catástrofe, un charco de agua utilizado para emergencias en caso de rotura de las bombas de refrigeración o de las tuberías de vapor se inundó con un líquido altamente radiactivo que estaba en peligro de estallar y poner en peligro la vida de millones de personas en la ciudad o sus alrededores. causar estragos en la estabilidad del medio ambiente.
Mientras la ciudad estaba en estado de pánico, tres hombres valientes llamados Alexi Ananenko, Valeri Bezpoalov y Boris Baronov se ofrecieron como voluntarios para limpiar, conscientes de que se trataba de una misión suicida. Se vistieron con un traje de buceo (como en la imagen que se muestra arriba) y nadaron a través del agua radiactiva para llegar al sótano de la cámara y abrieron con éxito la válvula de compuerta permitiendo que el agua contaminada se drenara.
Días después de llegar a la superficie, los tres hombres sucumbieron al envenenamiento por radiación y fueron enterrados en ataúdes de plomo. Si no fuera por la valentía del “Escuadrón Suicida de Chernobyl”, se habría producido una explosión térmica que habría resultado en un desastre insondable.
Pese al “enorme y balbuceante pánico” de las élites occidentales, la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU., que se celebrarán en noviembre de este año, “podría ser justo lo que el mundo necesita”, declaró el ex primer ministro británico, Boris Johnson. Johnson señala que “todo parece indicar” que el pueblo estadounidense “no cree que [Trump] deba ser inhabilitado” para volver a asumir la presidencia. Asimismo, sostiene que Trump no es “un aspirante a dictador” e invita, en vez de a “rasgarse las vestiduras”, a analizar “desapasionadamente” su mandato “como guía para el futuro”.
En este contexto, señala que, pese a las opiniones que se atribuyen al expresidente estadounidense sobre la posible suspensión de la ayuda a Ucrania por parte de Washington, se puede afirmar lo contrario si se tienen en cuenta “los antecedentes”. Según el ex primer ministro, el primero en “defender” al país eslavo tras la reunificación de la península de Crimea con Rusia no fue el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama, “ni los franceses, ni los alemanes”, ni los británicos, sino que fue Trump quien entregó a Kiev misiles antitanque Javelin cuando llegó al poder.
“Así que, digan lo que digan ahora de Trump, no puedo creer que quiera pasar a la historia como el presidente que abandonó un país que ya ha contribuido de forma significativa a mantener libre”, asevera.
Sobre la crisis en el mar Rojo y la guerra en la Franja de Gaza, Johnson se pregunta si, de haber sido Trump presidente de EE.UU. durante los últimos cuatro años, “algo de esto estaría ocurriendo”. En este sentido, recordó el asesinato del general iraní Qassem Soleimani, cometido por EE.UU. en 2020 cuando Trump era presidente. “El mundo diplomático se conmocionó”, recuerda Johnson, si bien —apunta— “no supimos mucho de Irán durante el resto de la Presidencia de Trump”.
“Se podría argumentar, a partir de esta evidencia, que lo que el mundo necesita ahora es un líder estadounidense cuya voluntad de utilizar la fuerza y su pura imprevisibilidad sea un importante elemento disuasorio para los enemigos de Occidente. Si es así, ese líder es Trump”, apunta el ex primer ministro.
Sobre la política ambiental de Trump, sostiene que el exmandatario “está en contra” de las emisiones netas cero y “no parece preocuparse mucho por el cambio climático”. Sin embargo, señala que la cuestión “fundamental” para reducir las emisiones de carbono pasa por el hecho de que “hay que ser un poco más rico para poder permitirse un vehículo eléctrico o una bomba de calor”, razón por la que, según él, Trump “ha contribuido a que las familias estadounidenses estén en mejores condiciones para comprar la nueva tecnología que puede hacer frente al cambio climático”.
Por su parte, el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, admitió que le “asusta” la determinación del exmandatario estadounidense Donald Trump de resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania en apenas 24 horas. El político estadounidense ha prometido en más de una ocasión que, en el caso de ganar las elecciones presidenciales de 2024, alcanzaría un acuerdo de paz en Ucrania en un solo día, ya que mantiene buena relación con los líderes de ambos países.
En las cumbres de la Unión Europea, algunos líderes “temen incluso mencionar la posibilidad de su regreso [de Trump] por miedo a hacerla más probable”.
Todas las preguntas que me hicieron mientras caminaba por el paseo [de Davos] fueron: “¿Va a volver [Trump]?'”, afirmó al canal el presidente del Instituto de Finanzas Internacionales, Tim Adams, asegurando que “hay mucho interés en esa cuestión”.
Ucrania estará obligada a responder en 24 horas a un ataque contra el Reino Unido y a defenderlo bajo el Acuerdo de Cooperación en Seguridad entre los dos países firmado durante la visita a Kiev del primer ministro británico, Rishi Sunak, comunicó su homólogo ucraniano, Denís Shmygal.
“No solo el Reino Unido debe reaccionar en 24 horas si hay una agresión contra Ucrania, Ucrania también defenderá a su aliado y socio reaccionando en 24 horas de una forma u otra para apoyar al Reino Unido en caso de que Rusia quiera atacar a nuestro amigo, socio y aliado”, declaró Shmygal este sábado durante su intervención en la televisión ucraniana.
El primer ministro ucraniano señaló también que el acuerdo prevé “garantías máximas específicas, mutuas y bilaterales” que permanecerán en vigor hasta que Ucrania ingrese en la OTAN, porque después se convertirán en las garantías de seguridad de la Alianza.
Shmygal calificó el acuerdo de “justo, bilateral y de asociación” y destacó que su firma es un “momento histórico” para Ucrania.
El funcionario ucraniano aseguró que se firmarán tratados bilaterales similares con otros países de Occidente e indicó que Ucrania ya está negociando con algunos miembros de la OTAN y países del G7.
El pacto alcanzado estipula que Londres y Kiev decidieron “profundizar su cooperación”. Asimismo, prevé una amplia asistencia militar para Kiev y abarca la seguridad en “todas las esferas: en tierra, aire, mar, ciberespacio y en una amplia cooperación política”, expresó el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski.
Ante el punto muerto que ha alcanzado la ayuda de Occidente a Ucrania, los aliados europeos empiezan a deliberar qué van a hacer si el plan derrotar a Rusia no funciona. Expertos citan a personas cercanas a las conversaciones internas que auguran el impacto de tal revés estratégico para el prestigio de la OTAN sería “mucho más profundo” que el causado por el “espectáculo de la fallida retirada de EE.UU. de Afganistán” en 2021. Algunos gobiernos están evaluando los riesgos que podrían correr los miembros orientales de la Alianza Atlántica en caso de que Ucrania ya no pueda oponer resistencia a las fuerzas rusas y sus defensas se desmoronen. En esta línea, ya se está cuestionando la fiabilidad de las promesas de defensa hechas por Washington. Funcionarios europeos afirmaron que Moscú buscaría tomar bajo su control más territorios y “destruir más infraestructura si Ucrania no recibe las armas de Occidente para defenderse”. En este caso, Kiev tendría que aceptar un acuerdo de alto el fuego bajo las condiciones de Moscú.
Mientras permanecen bloqueados por diferencias políticas 61.000 millones de dólares en EE.UU. y 50.000 millones euros en la UE, y los partidarios de Ucrania esperan decisiones a principios del próximo año, los funcionarios reconocen que es improbable que se produzca un gran avance ucraniano en el campo de batalla. Algunos funcionarios en los países bálticos ya están hablando de preparativos para una nueva guerra, dado que las tropas rusas “no serán derrotadas en Ucrania”, y crecen sus preocupaciones acerca de si EE.UU. y otros aliados arriesgarían sus tropas para defender a las pequeñas naciones que fueron parte de la URSS.
Así, Martin Herem, jefe de las Fuerzas de Defensa de Estonia, afirmó en declaraciones a un canal local la semana pasada que las fuerzas rusas podrían estar listas para atacar a la OTAN dentro de un año al terminar el conflicto en Ucrania. “Rusia no tiene miedo a la OTAN”, aseguró el jefe militar.
La agencia destaca que en Occidente ha desaparecido la confianza en que la operación militar especial lanzada por Moscú fuera una “derrota estratégica” para el líder ruso. En su lugar, hay quienes sugieren una “creciente sensación de que la apuesta del presidente ruso, Vladímir Putin, de que puede durar más que EE.UU. y sus aliados podría resultar acertada”.
El triunfo ruso en el conflicto ucraniano desencadenaría un flujo de refugiados hacia la UE, aumentando la presión sobre ciertos servicios en los países afectados y agravando las tensiones entre los miembros, indicó un funcionario occidental. Asimismo, la posible transición ucraniana a las tácticas de guerrilla perpetuaría la instabilidad en la frontera este de la UE.
Al mismo tiempo el acercamiento de Rusia a los países de Europa central y su dominación en el mar Negro gracias a la posición de Crimea obligarían a EE.UU. a emprender inversiones significativas en las fuerzas europeas para conseguir una disuasión fiable. Esto requeriría un considerable despliegue de fuerzas terrestres y de aeronaves.
Dadas las limitaciones de la industria militar estadounidense, es muy probable que la Casa Blanca se enfrente a una elección entre mantener suficientes fuerzas en Asia frente a un potencial ataque chino contra Taiwán o disuadir un potencial ataque ruso a la OTAN, argumenta el Instituto para el Estudio de la Guerra en un reciente informe.
“Toda esa empresa costaría una fortuna”, y “el coste durará mientras persista la amenaza rusa, potencialmente de forma indefinida”, opinó el historiador militar Frederick Kagan, uno de los analistas citados en el informe.
El ministro de Exteriores británico, David Cameron, afirmó el martes que su país y Francia seguirán apoyando a Ucrania tanto tiempo como sea necesaria hasta que Rusia sea derrotada.
Al respecto, Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso, comentó que tal postura conllevará a un mayor agotamiento de los recursos y a una mayor implicación de estos países en el conflicto ucraniano. “Conocemos bien esta posición, no puede cambiar el curso de los acontecimientos”, subrayó el vocero del Kremlin.
Por su parte, Putin calificó recientemente de “una completa tontería” la afirmación de su homólogo estadounidense, Joe Biden, de que Moscú podría atacar a un país de la OTAN. “Creo que el presidente Biden lo entiende, esto es solo una figura retórica para justificar su política errónea entorno a Rusia”, señaló el mandatario.
“Rusia no tiene ninguna razón, ningún interés, ni geopolítico, ni económico, ni político, ni militar, para luchar contra los países de la OTAN. No tenemos reclamaciones territoriales entre nosotros y no tenemos ningún deseo de estropear las relaciones con ellos”, explicó.
La belicosidad del kirchnerismo, de la mano de Cristina Fernández, encontró en el Senado el primer espacio en el cual librar el combate contra Javier Milei aún antes de asumir.
No sólo desconoció la ancestral costumbre de designar como Presidente alterno del cuerpo a alguien del mismo espacio político del Presidente, por ser el segundo escalón en la línea sucesoria, sino que ya anunció que resistirá, con su fuerza legislativa, desde las comisiones.
La Libertad Avanza, a través de Guillermo Francos, Ministro del Interior, deberá multiplicar sus esfuerzos en las negociaciones con los distintos gobernadores para convencerlos de la necesidad de dejar de seguir a la todavía Vicepresidente, al menos por respeto al 56% por ciento de los argentinos que eligió respaldar al “león” libertario.
También en Diputados se verán situaciones similares, aunque allí le resultará más difícil lograr sus siniestros propósitos de complicar la gestión desde el principio mismo, dada la atomización que se está produciendo en todas las bancadas.
Que la banda de malhechores y subnormales que ella comanda siga complicándonos la vida, cuando ya han destruido tanto que resurgir requerirá de enormes esfuerzos y sacrificios, ratifica la urgencia que la sociedad tiene en que la Justicia avance contra toda la caterva de funcionarios responsables de tamaño desquicio.
En los últimos días, aceleraron en la colocación de minas terrestres en todos los caminos que deberá recorrer Milei para reducir el gasto público, tanto con el nombramiento de miles de militantes en la administración (miembros de La Cámpora, gremios u organizaciones sociales adictos) cuanto con el reparto de inexistentes fondos para consolar a mandatarios provinciales e intendentes propios. Y en el ínterin, robaron computadoras y otros bienes, vaciaron archivos, quemaron comprobantes …
Las malas noticias judiciales y las denuncias por corrupción siguen lloviendo, merecidamente, sobre Cristina Fernández y su más íntimo entorno. La definitiva atribución del sillón en el Consejo de la Magistratura a Luis Juez implica un nuevo equilibrio en ese crucial organismo, y se ha completado la integración de los tribunales orales federales que llevarán adelante los juicios que más la preocupan: “Hotesur/Los Sauces” y “Memorandum con Irán”, es decir, que ambos se iniciarán el próximo año, cuando ya no tendrá fueros.
A la vista del descubrimiento de los 194 viajes aéreos privados, pero pagados con dinero público, que realizó durante estos cuatro años, a un costo superior a los US$ 5 millones, cabe preguntarse qué hará la siniestra dama a partir de ahora; por miedo a los escraches, generados por la repulsa que su presencia produce a la mayoría de los argentinos, no querrá volar en líneas comerciales, y ya no dispondrá de aviones de la flota presidencial o de YPF, éstos últimos en clara malversación del capital de la empresa y defraudando a sus accionistas. ¿Significará eso que se encerrará en el Calafate, en una suerte de anticipada prisión domiciliaria, para planificar su venganza contra la ciudadanía que la desprecia y que la expulsó del poder?
La despedida de Alberto Fernández, corporizada en el discurso ayer por cadena nacional, resultó tan patética como fue todo su período presidencial, unánimemente considerado como el peor de la historia. Con sólo pensar que la guerra de Ucrania, la pandemia y la sequía, factores determinantes a los cuales atribuyó otra vez su resonante fracaso, también afectaron a todos los países vecinos que, sin embargo, no tienen hiperinflación, ni han registrado la enorme crisis socio-económica que vivimos hoy, basta para derribar todas sus infantiles y falsas excusas.
Por último, y a pesar de reconocer que las garras del león libertario fatalmente deberán limarse al frotarse contra una realidad que deriva de la tan unipersonal fuerza que lo catapultó al poder, y la consecuente necesidad de buscar alianzas parlamentarias para lograr sustento político, resulta indispensable que Milei ponga límites morales a la incorporación o perpetuación de funcionarios provenientes del kirchnerismo a su gestión.
La ciudadanía, convocada a ajustarse el cinturón sobre una ya tan delgada cintura, no tolerará que el ajuste prometido sobre la “casta” y el gasto improductivo quede en agua de borrajas, y tampoco que los responsables de la terrible situación actual (reconocida por el mundo entero) continúen impunes.
Por ello, a partir del lunes interpelará a la Justicia y a los organismos de control estatal hasta lograr que actúen con celeridad en la persecución penal del desquicio y la corrupción, y exigirá rápidos resultados; así como votó un cambio radical en el manejo de la cosa pública, también lo hizo para terminar con la tolerancia y los mantos de olvido que, entre nosotros, siempre se han extendido sobre las administraciones anteriores.
Mañana estaré en el Congreso para expresar tanto mi apoyo al nuevo Gobierno como mi esperanza en que su desempeño logre torcer el derrotero que nos trajo hasta la colisión con el iceberg que hoy vivimos y, así, recuperar la posibilidad de que nuestros hijos y nietos miren con optimismo al país en que nacieron porque éste les ofrecerá un futuro que merezca tal nombre.
El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, volará el 10 de diciembre a Argentina para asistir a la asunción presidencial de Javier Milei.
Milei ganó atención internacional por sus comentarios incendiarios y opiniones radicales, como legalizar la venta de órganos humanos y eliminar por completo todas las leyes sobre armas. Se le ha comparado con el expresidente estadounidense Donald Trump.
Milei también ha expresado su apoyo a Ucrania desde el comienzo de la invasión a gran escala. Llevó un pin con la bandera de Ucrania en el parlamento en marzo de 2022 y dijo: “Aquellos de nosotros que defendemos las ideas de libertad no podemos tolerar ni aceptar una invasión como la que Rusia ha hecho a Ucrania”. Milei también criticó al gobierno de Argentina, calificando su posición hacia la guerra como “débil” y diciendo que es “cómplice de las peores dictaduras del país”.
No ha habido ninguna declaración oficial de la oficina de Zelensky sobre la visita propuesta a Argentina al momento de esta publicación.
“El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, llegará a Buenos Aires a primera hora del domingo para asistir a la toma de posesión de Javier Milei”, comunicó el medio. Sin embargo, se señaló que desde la Cancillería de Ucrania afirmaron que no pueden “ni negar ni afirmar” dicha información.
En una dura advertencia, un experto en derecho espacial advirtió que los satélites comerciales, como Starlink de Elon Musk, podrían convertirse en un objetivo militar potencial, especialmente después de que Musk puso la constelación de satélites a disposición del ejército de Ucrania para comunicarse y coordinarse en la guerra en curso contra Rusia. el año pasado.
El mayor Jeremy Grunert, oficial del Cuerpo del Abogado General de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (JAG), dijo durante la Conferencia Espacial del Reino Unido en Belfast que las empresas debían tener cuidado de no caer en conflictos y que podrían convertirse en presa fácil en futuros conflictos si contribuir a un lado.
Anatoly Antonov, el embajador ruso en Estados Unidos, también advirtió a Musk que su interferencia en la guerra entre Rusia y Ucrania “podría conducir a una respuesta nuclear”, como escribió Walter Isaacson en la biografía de Musk.
Mientras que la Convención de Ginebra dice que “Los ataques sólo podrán dirigirse contra objetivos militares. Los ataques no deben dirigirse contra objetos civiles”, en referencia a los conflictos internacionales y no internacionales, el Mayor Grunert dice que la distinción es cada vez más confusa, y las empresas de satélites se exponen potencialmente a guerras cibernéticas o ataques con misiles.
Trazando paralelismos con los precedentes históricos de la Segunda Guerra Mundial, el Mayor Grunert destacó que, justo antes de las invasiones del Día D, la infraestructura civil como puentes y ferrocarriles fueron atacadas debido a su importancia militar.
Aplicando este principio al espacio exterior, argumentó que el uso de sistemas civiles como Starlink para apuntar con drones podría clasificarlos como objetivos militares potenciales.
“Es lo mismo en el espacio exterior y, ciertamente, la forma en que se han utilizado sistemas civiles como Starlink para apuntar con drones -algo que ha demostrado ser algo controvertido, incluso dentro de la propia organización Starlink- podría decirse que convertiría a Starlink en un objetivo militar potencial. bajo las leyes de la guerra”, dijo en la conferencia.
Los principales actores del escenario mundial, incluidos Rusia, China y Estados Unidos, ya han demostrado su capacidad para destruir satélites en órbita mediante pruebas de misiles antisatélite.
En un fragmento del libro de Isaacson, resulta que Musk hizo un movimiento furtivo. Cerró las redes de comunicación por satélite de Starlink, que el ejército ucraniano estaba utilizando para perseguir a la flota naval rusa en Sebastopol, Crimea. Musk intervino y frustró el ataque. Los drones “perdieron conectividad y simplemente llegaron a la costa sin causar daño”, según Isaacson.
Más tarde, Musk publicó en X diciendo que si hubiera dado el visto bueno para proporcionar conectividad al ejército de Ucrania en Sebastopol, “entonces SpaceX sería explícitamente cómplice de un importante acto de guerra y escalada del conflicto”.
Musk, extendiendo lo mismo a la Gaza devastada por la guerra, anunció en octubre que Starlink proporcionará conectividad a organizaciones de ayuda reconocidas internacionalmente en la Franja de Gaza, donde los ataques aéreos israelíes han interrumpido los servicios telefónicos e Internet.
Por Antony J. Blinken, Secretario de Estado de los Estados Unidos de América.
Rusia se ha alejado repetidamente de los acuerdos que han mantenido la paz en todo el continente durante décadas. Y continúa apuntando a la OTAN, una alianza defensiva y voluntaria que protege a casi mil millones de personas en Europa y América del Norte, y a los principios rectores de la paz y la seguridad internacionales que todos tenemos interés en defender.
Esos principios, establecidos a raíz de dos guerras mundiales y una guerra fría, rechazan el derecho de un país a cambiar las fronteras de otro por la fuerza; dictar a otro las políticas que sigue o las elecciones que hace, incluso con quién asociarse; o ejercer una esfera de influencia que subyugaría a los vecinos soberanos a su voluntad.
Permitir que Rusia viole impunemente esos principios nos arrastraría a todos a una época mucho más peligrosa e inestable, cuando este continente y esta ciudad estaban divididos en dos, separados por tierras de nadie, patrullados por soldados, con la amenaza de todos- fuera la guerra pendiendo sobre las cabezas de todos. También enviaría un mensaje a otros en todo el mundo de que estos principios son prescindibles, y eso también tendría resultados catastróficos.
Es por eso que Estados Unidos y nuestros aliados y socios en Europa se han centrado tanto en lo que está sucediendo en Ucrania. Es más grande que un conflicto entre dos países. Es más grande que Rusia y la OTAN. Es una crisis con consecuencias globales y requiere atención y acción globales.
Me gustaría abordar los hechos del asunto.
Para empezar, Rusia afirma que esta crisis se trata de su defensa nacional, de ejercicios militares, sistemas de armas y acuerdos de seguridad. Ahora, si eso es cierto, podemos resolver las cosas pacífica y diplomáticamente. Hay pasos que podemos tomar (Estados Unidos, Rusia, los países de Europa) para aumentar la transparencia, reducir los riesgos, avanzar en el control de armas, generar confianza. Lo hemos hecho con éxito en el pasado y podemos hacerlo de nuevo.
Y, de hecho, es lo que nos propusimos hacer la semana pasada en las discusiones que presentamos en el Diálogo de Estabilidad Estratégica entre los Estados Unidos y Rusia, en el Consejo OTAN-Rusia y en la OSCE. En esas reuniones y muchas otras, Estados Unidos y nuestros aliados y socios europeos se han acercado repetidamente a Rusia con ofertas de diplomacia en un espíritu de reciprocidad.
Hasta ahora, nuestra disposición a participar de buena fe ha sido rechazada porque, en verdad, esta crisis no se trata principalmente de armas o bases militares. Se trata de la soberanía y la autodeterminación de Ucrania y todos los estados. Y, en esencia, se trata del rechazo de Rusia a una Europa posterior a la Guerra Fría que sea completa, libre y en paz.
A pesar de todas nuestras profundas preocupaciones con la agresión, las provocaciones y la interferencia política de Rusia, incluso contra los Estados Unidos, la administración Biden ha dejado en claro nuestra voluntad de buscar una relación más estable y predecible; negociar acuerdos de control de armas, como la renovación del Nuevo START, y lanzar nuestro Diálogo de Estabilidad Estratégica; buscar una acción común para abordar la crisis climática y trabajar en una causa común para revivir el acuerdo nuclear con Irán. Y apreciamos cómo Rusia se ha comprometido con nosotros en estos esfuerzos.
Y a pesar de las imprudentes amenazas de Moscú contra Ucrania y la peligrosa movilización militar, a pesar de su ofuscación y desinformación, Estados Unidos, junto con nuestros aliados y socios, han ofrecido un camino diplomático para salir de esta crisis artificial. Es por eso que he regresado a Europa: Ucrania ayer, Alemania aquí hoy, Suiza mañana, donde me reuniré con el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Lavrov, y una vez más buscaré soluciones diplomáticas.
Estados Unidos preferiría que ese fuera el caso, y ciertamente preferiría la diplomacia a las alternativas. Sabemos que nuestros socios en Europa sienten lo mismo. Lo mismo hacen las personas y las familias de todo el continente, porque saben que soportarán la mayor carga si Rusia rechaza la diplomacia. Y miramos a los países más allá de Europa, a la comunidad internacional en su conjunto para dejar en claro los costos para Rusia si busca un conflicto, y para defender todos los principios que nos protegen a todos.
Entonces, veamos claramente lo que está en juego en este momento, quién se verá realmente afectado y quién es el responsable. En 1991, millones de ucranianos acudieron a las urnas para decir que Ucrania ya no sería gobernada por autócratas sino que se gobernaría a sí misma. En 2014, el pueblo ucraniano se levantó para defender su elección de un futuro democrático y europeo. Han estado viviendo bajo la sombra de la ocupación rusa en Crimea y la agresión en Donbas desde entonces.
La guerra en el este de Ucrania, orquestada por Rusia con representantes que lidera, entrena, suministra y financia, bueno, eso mató a más de 14,000 ucranianos. Miles más han resultado heridos. Pueblos enteros han sido destruidos. Casi un millón y medio de ucranianos han huido de sus hogares para escapar de la violencia. Para los ucranianos en Crimea y Donbas, la represión es aguda. Rusia impide que los ucranianos crucen la línea de contacto, aislándolos del resto del país. Cientos de ucranianos están detenidos como presos políticos por Rusia y sus representantes. Cientos de familias no saben si sus seres queridos están vivos o muertos.
Y las necesidades humanitarias están creciendo. Casi 3 millones de ucranianos, incluidos un millón de ancianos y medio millón de niños, necesitan urgentemente alimentos, refugio y otra asistencia vital. Pero, por supuesto, incluso los ucranianos que viven lejos de los combates se ven afectados. Este es su país; estos son sus conciudadanos. Y en ninguna parte de Ucrania hay personas libres de las actividades malignas de Rusia. Moscú ha tratado de socavar las instituciones democráticas de Ucrania, interfirió en la política y las elecciones de Ucrania, bloqueó la energía y el comercio para intimidar a los líderes de Ucrania y presionar a sus ciudadanos, utilizó propaganda y desinformación para sembrar desconfianza, lanzó ataques cibernéticos contra la infraestructura crítica del país. La campaña para desestabilizar Ucrania ha sido implacable.
Y ahora Rusia está lista para ir aún más lejos. El costo humano de la agresión renovada por parte de Rusia sería mucho más alto de lo que hemos visto hasta la fecha. Rusia justifica sus acciones alegando que Ucrania de alguna manera representa una amenaza para su seguridad. Esto le da la vuelta a la realidad. ¿De quién son las tropas que rodean a quién? ¿Qué país ha reclamado el territorio de otro por la fuerza? ¿Qué ejército es muchas veces más grande que el otro? ¿Qué país tiene armas nucleares? Ucrania no es el agresor aquí; Ucrania solo está tratando de sobrevivir. Nadie debería sorprenderse si Rusia instiga una provocación o un incidente y luego trata de usarlo para justificar una intervención militar, con la esperanza de que cuando el mundo se dé cuenta de la artimaña, ya sea demasiado tarde.
Ha habido mucha especulación sobre las verdaderas intenciones del presidente Putin, pero en realidad no tenemos que adivinar. Nos lo ha dicho en repetidas ocasiones. Está sentando las bases para una invasión porque no cree que Ucrania sea una nación soberana. Se lo dijo rotundamente al presidente Bush en 2008, y cito: “Ucrania no es un país real”. Dijo en 2020, y cito: “Los ucranianos y los rusos son la misma gente”. Hace solo unos días, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia tuiteó en celebración del aniversario de la unificación de Ucrania y Rusia en el año 1654. Ese es un mensaje bastante inconfundible esta semana de todas las semanas.
Y así, lo que está en juego para Ucrania se hace más visible. No se trata sólo de una posible invasión y guerra. Se trata de si Ucrania tiene derecho a existir como nación soberana. Se trata de si Ucrania tiene derecho a ser una democracia.
Esto no se ha detenido en Ucrania. Todas las antiguas repúblicas socialistas soviéticas se convirtieron en naciones soberanas en 1990 y 1991. Una de ellas es Georgia. Rusia lo invadió en 2008. Trece años después, casi 300.000 georgianos siguen desplazados de sus hogares. Otro es Moldavia. Rusia mantiene allí tropas y municiones contra la voluntad de su pueblo. Si Rusia invade y ocupa Ucrania, ¿qué sigue? Ciertamente, se intensificarán los esfuerzos de Rusia para convertir a sus vecinos en estados títeres, para controlar sus actividades, para acabar con cualquier chispa de expresión democrática. Una vez que se descartan los principios de soberanía y autodeterminación, se vuelve a un mundo en el que las reglas que creamos juntos durante décadas se erosionan y luego desaparecen.
Y eso animó a algunos gobiernos a hacer lo que sea necesario para obtener lo que quieren, incluso si eso significa cerrar el Internet de otro país, cortar el combustible para calefacción en pleno invierno o enviar tanques: todas las tácticas que Rusia ha usado contra otros países en años recientes. Por eso, los gobiernos y los ciudadanos de todo el mundo deberían preocuparse por lo que sucede en Ucrania. Puede parecer una disputa regional lejana u otro ejemplo más del acoso ruso, pero lo que está en juego, una vez más, son principios que han hecho que el mundo sea más seguro y estable durante décadas.
Ahora, alternativamente, Rusia dice que el problema es la OTAN. A primera vista, eso es absurdo. La OTAN no invadió Georgia; La OTAN no invadió Ucrania. Rusia lo hizo. La OTAN es una Alianza defensiva sin intenciones agresivas hacia Rusia. Por el contrario, los esfuerzos de la OTAN para involucrar a Rusia se han prolongado durante años y, lamentablemente, han sido rechazados. Por ejemplo, en el Acta Fundacional de Rusia de la OTAN, cuyo objetivo era generar confianza y aumentar las consultas y la cooperación, la OTAN se comprometió a reducir significativamente su fuerza militar en Europa del Este. Y se ha hecho precisamente eso.
Rusia se comprometió a ejercer una moderación similar en sus despliegues de fuerzas convencionales en Europa. Nuevamente, en cambio, invadió dos países. Rusia dice que la OTAN está cercando a Rusia. De hecho, solo el 6 por ciento de las fronteras de Rusia toca países de la OTAN. Compare eso con Ucrania, que ahora está realmente rodeada por tropas rusas. En los países bálticos y Polonia hay alrededor de 5.000 soldados de la OTAN que no son de esos países, y su presencia es rotativa, no permanente. Rusia ha puesto al menos 20 veces más en las fronteras de Ucrania.
El presidente Putin dice que la OTAN está, y cito, “estacionando misiles en el porche de nuestra casa”. Pero es Rusia la que ha desarrollado misiles de alcance intermedio lanzados desde tierra que pueden alcanzar Alemania y casi todo el territorio europeo de la OTAN a pesar de que Rusia es parte del Tratado INF que prohíbe estos misiles. De hecho, la violación de Rusia llevó a la terminación de ese tratado, lo que nos ha dejado a todos menos seguros.
También vale la pena señalar que, aunque Rusia no es miembro de la OTAN, al igual que muchos países que no pertenecen a la OTAN, en realidad se ha beneficiado de la paz, la estabilidad y la prosperidad que la OTAN ha ayudado a hacer posibles. Muchos de nosotros recordamos vívidamente las tensiones y los temores de la era de la Guerra Fría. Los pasos que la Unión Soviética y Occidente dieron entre sí durante esos años para generar entendimiento y establecer reglas acordadas sobre cómo actuarían nuestros países fueron bien recibidos por la gente en todas partes porque bajaron la presión e hicieron que el conflicto militar fuera menos probable. Esos avances son el resultado de una gran cantidad de trabajo duro por parte de personas de todos los lados. Ahora estamos viendo que el trabajo duro se deshace.
Por ejemplo, en 1975, todos los países de la OSCE, incluida Rusia, firmaron el Acta Final de Helsinki, que estableció 10 principios rectores para el comportamiento internacional, incluido el respeto por la soberanía nacional, abstenerse de la amenaza o el uso de la fuerza, la inviolabilidad de las fronteras, el derecho territorial integridad de los estados, la solución pacífica de controversias y la no intervención en los asuntos internos. Desde entonces, Rusia ha violado todos y cada uno de esos principios en Ucrania y ha dejado en claro en repetidas ocasiones su desdén por ellos.
En 1990, los países de la OSCE, incluida Rusia, acordaron el Documento de Viena, un conjunto de medidas de fomento de la confianza y la seguridad para aumentar la transparencia y la previsibilidad de las actividades militares, incluidos los ejercicios militares. Ahora, Rusia sigue selectivamente esas disposiciones. Por ejemplo, realiza ejercicios militares a gran escala que, según afirma, están exentos de los requisitos de notificación y observación del Documento de Viena porque se llevan a cabo sin previo aviso a las tropas involucradas. El otoño pasado, Rusia realizó ejercicios militares en Bielorrusia con más de 100.000 soldados. Es imposible que esos ejercicios fueran sin previo aviso. Y Moscú no proporcionó información sobre sus fuerzas militares en Georgia, ni notificó a la OSCE sobre su acumulación masiva de tropas alrededor de Ucrania la primavera pasada, ni respondió a las preguntas de Ucrania sobre lo que estaba haciendo, todo lo cual es requerido por ese acuerdo de 1990.
En 1994, en un pacto conocido como el Memorándum de Budapest, Rusia, Estados Unidos y Gran Bretaña se comprometieron, y cito, a “respetar la independencia y soberanía y las fronteras existentes de Ucrania y abstenerse de la amenaza o el uso de la fuerza contra” el país. Esas promesas ayudaron a persuadir a Ucrania a renunciar a su arsenal nuclear heredado tras la disolución de la URSS y que entonces era el tercer arsenal nuclear más grande del mundo. Bueno, solo tenemos que preguntar a las personas que viven en Crimea y Donbas qué pasó con esas promesas.
Hay muchos más ejemplos que podría citar. Todos apoyan la misma conclusión: un país se ha retractado repetidamente de sus compromisos e ignorado las mismas reglas que acordó, a pesar de que otros han trabajado arduamente para llevarlo adelante en cada paso. Ese país es Rusia. Por supuesto, Rusia tiene derecho a protegerse a sí misma, y Estados Unidos y Europa están preparados para discutir las preocupaciones de seguridad de Rusia y cómo podemos abordarlas de manera recíproca. Rusia está preocupada por su seguridad y las acciones que dice que están tomando Estados Unidos, Europa y la OTAN que de alguna manera amenazan esa seguridad. Tenemos profundas preocupaciones sobre las acciones que está tomando Rusia que amenazan nuestra seguridad. Podemos hablar de todo eso. Pero no trataremos los principios de soberanía o integridad territorial consagrados en la Carta de la ONU, afirmados por el Consejo de Seguridad de la ONU, como negociables.
Y si pudiera hablar con el pueblo ruso, les diría que merecen vivir con seguridad y dignidad como todas las personas en todas partes, y nadie, ni Ucrania, ni Estados Unidos, ni la OTAN ni sus miembros, está tratando de poner en peligro ese. Pero lo que realmente pone en riesgo su seguridad es una guerra sin sentido con sus vecinos en Ucrania con todos los costos que conlleva, sobre todo para los jóvenes que arriesgarán o incluso darán sus vidas por ella.
En un momento en que COVID se está extendiendo por todo el planeta, tenemos una crisis climática, necesitamos reconstruir la economía global, todo lo cual exige gran parte de nuestra atención y recursos, ¿es esto realmente lo que necesita? un conflicto violento que probablemente ¿continuar? ¿Eso realmente haría que sus vidas fueran más seguras, más prósperas, más llenas de oportunidades? Y pensemos en lo que podría lograr una gran nación como Rusia si dedicara sus recursos, especialmente el notable talento de sus recursos humanos, su gente, a los desafíos más importantes de nuestro tiempo. Nosotros en los Estados Unidos, nuestros socios en Europa, lo agradeceríamos.
Me reuniré con el Ministro de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov e instaré a Rusia a encontrar el camino de regreso a los acuerdos que juró durante décadas y a trabajar con los Estados Unidos y nuestros aliados y socios en Europa para escribir un futuro que pueda garantizar nuestra seguridad mutua, sino también dejar en claro que esa posibilidad se extinguirá con la agresión rusa contra Ucrania, que también haría exactamente lo que se queja Moscú: reforzar la alianza defensiva de la OTAN.
Estos son problemas difíciles a los que nos enfrentamos. Resolverlos no sucederá rápidamente. Ciertamente no espero que los resolvamos mañana en Ginebra. Pero podemos avanzar en nuestra comprensión mutua. Y eso, combinado con la reducción de la concentración militar de Rusia en las fronteras de Ucrania, puede alejarnos de esta crisis en las próximas semanas. Al mismo tiempo, Estados Unidos continuará trabajando con nuestros aliados y socios en la OTAN, la Unión Europea, la OSCE, el G7, las Naciones Unidas, en toda la comunidad internacional para dejar claro que Rusia tiene dos caminos: el camino hacia la diplomacia que puede conducir a la paz y la seguridad; y el camino de la agresión que sólo conducirá al conflicto, a graves consecuencias, a la condena internacional. Estados Unidos y nuestros aliados seguirán apoyando a Ucrania y listos para encontrarse con Rusia en cualquiera de los dos caminos.
No es casualidad que esté ofreciendo estos pensamientos aquí en Berlín. Quizás ningún lugar en el mundo experimentó más las divisiones de la Guerra Fría que esta ciudad. Aquí, el presidente Kennedy declaró a todas las personas libres ciudadanos de Berlín. Aquí, el presidente Reagan instó al Sr. Gorbachov a derribar ese muro. Parece un momento en que el presidente Putin quiere volver a esa era. Esperamos que no. Pero si elige hacerlo, se encontrará con la misma determinación, la misma unidad que las generaciones pasadas de líderes y ciudadanos ejercieron para promover la paz, la libertad y la dignidad humana en Europa y en todo el mundo.
Moscú dijo que el destructor de la Royal Navy estaba en sus aguas territoriales. Gran Bretaña dijo que no se apuntaron disparos al barco y que Rusia había advertido que estaba realizando un ejercicio de artillería.
El Ministerio de Defensa ruso expresó ayer miércoles que uno de sus buques de guerra había disparado tiros de advertencia contra un destructor británico cerca de Crimea en el Mar Negro y que un avión de combate ruso había arrojado bombas en el camino del destructor después de que entró en aguas rusas, afirma que fueron rápidamente negado por Gran Bretaña.
“Creemos que los rusos estaban realizando un ejercicio de artillería en el Mar Negro y proporcionaron a la comunidad marítima una advertencia previa de su actividad”, dijo el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña sobre el incidente que involucró al destructor Defender. “No se dirigieron disparos a H.M.S. Defensora y no reconocemos la afirmación de que se lanzaron bombas en su camino ”.
Ese relato difiere drásticamente del que dio el Ministerio de Defensa de Rusia, que dijo que el barco británico se había aventurado casi dos millas dentro de las aguas territoriales de Rusia y se había retirado inmediatamente después del supuesto enfrentamiento. El ministerio dijo que el enfrentamiento tuvo lugar cerca de Cape Fiolent, cerca de la ciudad portuaria de Sebastopol, donde Rusia mantiene una gran base naval.
“El destructor había sido advertido de que se utilizarían armas si traspasaba la frontera rusa”, dijo el ministerio en un comunicado.
Gran Bretaña también negó esa afirmación rusa, diciendo que el barco había estado participando en ejercicios de la OTAN en ese momento.
“El barco de la Royal Navy está realizando un paso inocente a través de las aguas territoriales de Ucrania de acuerdo con el derecho internacional”, dijo el ministerio en un comunicado.
En 2014, Rusia anexó la península de Crimea de Ucrania en una medida que provocó la condena y las sanciones internacionales. Desde entonces, el área alrededor de la península en el Mar Negro se ha convertido en un punto de fricción militar entre Rusia, Ucrania y los países de la OTAN.
En abril, Rusia hizo sonar las alarmas al concentrar decenas de miles de tropas en su frontera con el este de Ucrania. Semanas más tarde, retiró la mayoría de las fuerzas, diciendo que solo estaban realizando ejercicios.
Para entonces, había obtenido una invitación del presidente Biden para una reunión cumbre, que según los analistas había sido un objetivo claro para el presidente Vladimir V. Putin desde el principio.
Rusia ha realizado frecuentes sobrevuelos amenazantes en las proximidades del espacio aéreo de la OTAN en el norte de Europa. En marzo, la OTAN envió aviones de combate 10 veces en seis horas para interceptar aviones rusos que, según dijo, estaban cerca del espacio aéreo de la alianza en el Atlántico Norte, Mar del Norte, Mar Báltico y Mar Negro.
En una declaración del miércoles en respuesta a los informes de las acciones rusas, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, calificó las acciones de Rusia en el Mar Negro como rutinariamente “agresivas y provocativas”, y agregó que la “militarización de Crimea por parte de Rusia representa una amenaza duradera para Ucrania”.
Un comediante que interpreta al presidente de Ucrania en la televisión encabeza las urnas en la carrera presidencial del país.
Volodymyr Zelensky, de 41 años, protagoniza el popular programa de televisión “Servant of the People”, en el que interpreta a un profesor de historia que es elegido presidente después de que su ataque contra la corrupción se vuelve viral.
Y ahora, faltan cinco semanas para la elección presidencial del 31 de marzo en Ucrania, Zelensky es el favorito, a pesar de no tener ninguna experiencia política real.
Se describe a sí mismo como “muy liberal”, y lanzó su campaña el 1 de enero, para coincidir con el discurso del año nuevo del presidente.
Una encuesta reciente sugiere que Zelensky tiene más apoyo que otros candidatos, incluido el presidente titular, Petro Poroshenko y la ex primera ministra Yulia Tymoshenko.
La encuesta nacional que muestra a Zelensky prestando la carrera presidencial encuestó a 2.000 personas y fue realizada a principios de febrero por el Centro Razumkov de Ucrania.
Mostró que el 17.5% votaría por Zelensky, el 13.1% por Poroshenko y el 11.5% por Tymoshenko.
Leer más: La Marina de los Estados Unidos ha enviado otro barco al Mar Negro, donde Ucrania se está preparando para otro ataque ruso.
Además de ser actor y comediante, Zelensky es abogado y empresario.
Su acercamiento a la campaña es único. No tiene mítines, y en cambio vende boletos para conciertos de comedia en los que parodia a su competencia. También usa Facebook y YouTube para compartir videos.
Si es elegido presidente, Zelensky tendrá que enfrentar tensiones continuas con Rusia, que se anexó a Crimea en 2014, así como una economía en crisis y una corrupción generalizada.
Zelensky dijo que quiere enfrentar la corrupción y hablar directamente con Putin sobre la guerra en el este de Ucrania.
Cuando le preguntaron en diciembre si podía imaginar negociar con el presidente Donald Trump en el futuro, Zelensky no se inmutó.
“Ambos somos de la misma industria, después de todo”, bromeó.
Luego de anunciar su candidatura presidencial, Zelensky se enfrentó a las críticas de los partidarios de Poroshenko, quienes lo llamaron “payaso” y lo acusaron de devaluar la presidencia, informó Bloomberg.
Otros lo acusaron de ser un títere para el oligarca Ihor Kolomoisky, cuyos abogados han negado las reclamaciones.
MH17 fue un vuelo internacional regular de pasajeros operado por un avión Boeing 777-200ER. Partió del aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol (Países Bajos) a las 12:14 hacia el aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur (Malasia) con 283 pasajeros y 15 miembros de la tripulación. Se estrelló en la villa de Grábovo, en el raión ucraniano de Shajtarsk, en el óblast de Donetsk, a 40 kilómetros de la frontera con Rusia.
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Comunicado del Departamento de Estado Norteamericano
Apoyamos firmemente las decisiones de los Países Bajos y Australia de pedir a Rusia que rinda cuentas por su papel en el derribo del vuelo # 17 (MH-17) de Malasia en julio de 2014 sobre el este de Ucrania y las horribles muertes de 298 civiles. Es hora de que Rusia reconozca su papel en el derribo del MH-17 y el cese de su insensible campaña de desinformación, artimaña aún utilizada desde los tiempos comunistas.
Como dejaron en claro las conclusiones del Equipo conjunto de investigación, el lanzador de misiles BUK usado para derribar el avión de pasajeros es propiedad de la Federación de Rusia y fue asignado a la brigada anti-aérea rusa 53 ° cerca de Kursk. Fue llevado a territorio soberano de Ucrania desde Rusia, fue despedido del territorio controlado por Rusia y las fuerzas dirigidas por Rusia en el este de Ucrania, y luego fue devuelto al territorio ruso. Instamos a Rusia a que se adhiera a la RCSNU 2166 y responda a las solicitudes legítimas de Australia y los Países Bajos.
La agresión de Rusia en Ucrania desde 2014 ha provocado más de 10,300 muertes relacionadas con el conflicto, incluidas las pérdidas en la tragedia del MH-17. Ya es hora de que Rusia ponga fin a esta violencia.
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Australia y los Países Bajos responsabilizan a Rusia por derribar un avión de pasajeros de Malaysia Airlines en 2014.
Las 298 personas a bordo del MH17, que se dirigía de Amsterdam a Kuala Lumpur, murieron cuando fue derribado en territorio de los rebeldes en Ucrania.
El jueves, investigadores internacionales liderados por holandeses concluyeron que el misil pertenecía a una brigada rusa.
Rusia ha negado cualquier participación en la destrucción del avión.
El Ministerio de Defensa de Moscú dijo que “rechaza la versión de los investigadores holandeses”. Previamente ha insistido en que ninguna de sus armas fue utilizada para derribar MH17.
El equipo de investigadores internacionales, sin embargo, encontró que “todos los vehículos en un convoy que transportaba el misil formaban parte de las fuerzas armadas rusas”. Fue disparado desde un territorio controlado por los rebeldes en el este de Ucrania.
Cuando golpeó el avión de Malaysia Airlines, mató a 193 ciudadanos holandeses, 43 personas de Malasia y 27 de Australia. Otras víctimas provenían de países como Indonesia, el Reino Unido, Bélgica, Alemania y Filipinas.
¿De qué se acusa a Rusia?
Los Países Bajos y Australia dicen que violó el derecho internacional.
La decisión fue anunciada en un comunicado del gobierno holandés y por la ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Julie Bishop.
“Sobre la base de las conclusiones [del equipo internacional conjunto], los Países Bajos y Australia ahora están convencidos de que Rusia es responsable del despliegue de la instalación de Buk que se utilizó para derribar el MH17”, dijo el ministro holandés de relaciones exteriores, Stef Blok.
“El gobierno ahora está dando el siguiente paso al hacer que Rusia rinda cuentas formalmente”.
La declaración agregó, sin embargo, que responsabilizar a un estado nación por una violación del derecho internacional involucraría “un proceso legal complejo”.
“Pedimos a Rusia que acepte su responsabilidad y coopere plenamente con el proceso para establecer la verdad y lograr justicia para las víctimas del vuelo MH17 y sus familiares”, dijo Blok.
En el lado australiano, la Sra. Bishop escribió: “La única conclusión que podemos extraer razonablemente ahora es que Rusia estuvo directamente involucrada en el derribo del MH17”.
Australia y los Países Bajos le han pedido a Rusia que inicie conversaciones como primer paso, pero sostuvo la perspectiva de llevar el caso a un tribunal internacional.
La UE, EE. UU., La OTAN y el Reino Unido agregaron sus propias llamadas para que Rusia acepte la responsabilidad por el incidente.
POST DATA DE… RAREZAS DE AQUÍ Y DE ALLÁ
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Por Dr. Enrique Guillermo Avogadro.
Como sabemos, faltan aún diez días para las cruciales elecciones en Estados Unidos pero, mucho más cerca, en la República Oriental del Uruguay (estoy aquí) también se jugará mañana un partido complicado.
No me refiero a la disputa por la Presidencia entre la alianza que encabezan los blancos (con Álvaro Delgado como candidato) y la que se ha conformado alrededor del Frente Amplio (que propone a Yamandú Orsi); y no lo hago porque, en el fondo, nadie está preocupado por la posibilidad de un cambio extremo y pendular, a los cuales estamos acostumbrados los argentinos, porque nuestros vecinos seguirán dando ejemplo de civismo y respeto a las instituciones a todos los países de la región.
Pero conjuntamente los uruguayos deberán responder a un plebiscito sobre el tema de las jubilaciones privadas, similares a nuestras ex AFJP, y sobre la edad en que se puede acceder al retiro, que hoy está en los sesenta años.
En esta consulta popular los orientales sí deberán decidir sobre su futuro en un siglo que ha elevado enormemente la expectativa de vida y, con ello, la razonabilidad de aumentar esa edad (que el Gobierno ha logrado modificar el régimen para elevarla gradualmente) o, por el contrario, poner en crisis a todo el sistema previsional.
También en este tema los argentinos deberíamos explicar a nuestros hermanos charrúas cómo el populismo gubernamental y la loca exacerbación de su rol por parte de los dirigentes sindicales han logrado destruir aquí un régimen que, pese al saqueo permanente de sus fondos que practicaron todos los gobiernos desde el primer peronismo en adelante, había conseguido mantenerse a flote hasta que el kirchnerismo lo hundió definitivamente incorporando a tres millones de beneficiarios sin aportes.
En el terreno internacional, dos escenarios se han complicado todavía más esta semana.
En Ucrania, la presencia de tropas norcoreanas en el frente de batalla, apoyando a las fuerzas invasoras de Vladimir Putin, ha significado la clara internacionalización del conflicto por la incorporación de nuevas banderas nacionales a los bandos en pugna.
Y la concreción de la esperada y previsible represalia de Israel al ataque directo que Irán ejecutara sobrevolando con sus misiles y drones el espacio aéreo de Irak ha elevado la temperatura de Medio Oriente hasta el punto de hervor y, si los ayatollahs decidieran, a su vez, devolver el golpe, seguramente la tapa de la olla saltaría por los aires.
Finalmente, reunión del BRICS, ese engendro inventado por China para poner en jaque a los Estados Unidos en el terreno económico, que consagró la incorporación de nuevos miembros, como Irán y Cuba, por ejemplo, ha vuelto a poner sobre la mesa la posibilidad de que algunos países abandonen el dólar como moneda para el comercio del petróleo y sus derivados, lo cual llevaría a una crisis global.
Como siempre, hasta la próxima, si Dios quiere.
Un fuerte abrazo.
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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Octubre 27, 2024
El futuro de la guerra entre Rusia y Ucrania
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El conflicto ucraniano acabará en negociaciones, afirmó esta semana el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin.
Durante una rueda de prensa celebrada tras reunirse en Roma con el sumo pontífice, Francisco, el jefe del Pentágono declaró que el conflicto ucraniano acabará en algún momento “con algún tipo de negociación”.
“Necesitamos reducir las tensiones en Oriente Medio y tenemos que encontrar un camino hacia la transición en Ucrania”, subrayó.
Sin embargo, reiteró que EE.UU. seguirá haciendo todo lo necesario para asegurarse de que “Ucrania pueda defenderse y proteger su soberanía”. “Como hemos dicho todo el tiempo, vamos a seguir apoyando a Ucrania, y ellos determinarán cuándo es el momento de sentarse a la mesa de negociaciones”, dijo Austin.
En tal sentido, el secretario de Defensa anunció este lunes un nuevo paquete de ayuda para Kiev por 400 millones de dólares. “EE.UU. es consciente de lo que está en juego”, dijo Austin al líder del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski, durante una reunión en la capital ucraniana, en la cual detalló que el nuevo paquete incluye municiones adicionales, vehículos blindados y armas antitanque.
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Octubre 12, 2024
Eslovaquia, sin armas.
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Eslovaquia ya no tiene más armas para Kiev, declaró este viernes el ministro de Asuntos Exteriores, Juraj Blanar, durante una visita a Berlín, tras reunirse con su homóloga alemana, Annalena Baerbock, informan medios locales.
Bratislava no suministrará a Ucrania material militar de sus propios arsenales, porque en ellos “no queda nada”, si bien seguirá ayudando al país de otras formas, señaló el canciller en su primera visita a Alemania.
Por otra parte, Blanar expresó el deseo de su país de ampliar su base de reparación de equipos militares en Michalovce, cerca de la frontera con Ucrania. La instalación empezó a funcionar a finales de 2022. Berlín financia las reparaciones, mientras que Eslovaquia proporciona las instalaciones y la logística.
El pasado otoño, después de tomar posesión al frente del nuevo Gobierno, el primer ministro Robert Fico interrumpió la ayuda militar a Ucrania de las reservas estatales.
Fico ha expresado en más de una ocasión su crítica a la estrategia ucraniana de luchar “hasta el último soldado” con dinero y armas occidentales. En este sentido, ha criticado repetidamente el enfoque de Washington y de sus socios en relación al conflicto.
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Octubre 15, 2024
Estados Unidos anuncia nueva e importante asistencia militar para Ucrania
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Por Antony J. Blinken, Secretario de Estado de los Estados Unidos de América.
Estados Unidos está proporcionando otro paquete importante de armas y equipos que se necesitan con urgencia a nuestros socios ucranianos para defenderse de los continuos ataques de Rusia. Esta asistencia adicional, proporcionada en virtud de la autorización presidencial de reducción de existencias del Departamento de Defensa previamente ejecutada, está valorada en 425 millones de dólares. Incluye municiones para los sistemas nacionales avanzados de misiles tierra-aire (NASAMS); misiles RIM-7 para defensa aérea; misiles antiaéreos Stinger; municiones aire-tierra; municiones para sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS); municiones de artillería de 155 mm y 105 mm; municiones de racimo; vehículos de ruedas multipropósito de alta movilidad (HMMWV); Javelin, AT-4 y otros sistemas antitanque; misiles lanzados desde tubos, guiados por cable y con seguimiento óptico (TOW); vehículos tácticos ligeros; Armas pequeñas, municiones y granadas; equipos de demolición y municiones; repuestos, equipos auxiliares, servicios, capacitación y transporte.
Estados Unidos se compromete a apoyar a Ucrania con el equipo que necesita para fortalecer su posición en el campo de batalla, defender su territorio y su pueblo de la brutal agresión del Kremlin y asegurar una paz justa y duradera. Como ha dejado claro el presidente Biden, Estados Unidos y la coalición internacional que hemos reunido seguirán apoyando a Ucrania.
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Octubre 17, 2024
Trump predice el comienzo de la Tercera Guerra Mundial
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En los próximos meses, podría estallar un conflicto global debido las políticas del actual Gobierno estadounidense, afirmó el sábado el candidato presidencial republicano estadounidense, Donald Trump, en un evento de campaña en Coachella, el estado de California.
En el mismo contexto, el expresidente aseguró ante una multitud de simpatizantes que podría solucionar este problema en caso de ser elegido en noviembre. “Pondré fin a la guerra en Ucrania, detendré el caos en Oriente Medio y evitaré definitivamente la Tercera Guerra Mundial”, prometió Trump.
En reiteradas ocasiones, el candidato republicano ha declarado que el conflicto entre Rusia y Ucrania bajo su presidencia nunca habría estallado y ha culpado al actual mandatario del país, Joe Biden, y a su vicepresidenta, Kamala Harris, de la escalada de tensiones en Oriente Medio.
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Octubre 13, 2024
POST DATA DE… ¡GRACIAS, ALBERTITO!
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Por Dr. Enrique Guillermo Avogadro.
Ya no hay dudas de que el mundo se ha desquiciado como nunca antes desde la II Guerra Mundial, y pruebas sobran.
En un breve inventario, debemos pensar en los cada vez más calientes conflictos en el Mar de la China por la pretensión de Beijing de incorporar Taiwan a la soberanía territorial y el acoso permanente de las fuerzas armadas chinas a Filipinas; en el acceso desde el Océano Indico al Mar Rojo por los ataques permanentes de las milicias hutíes fieles a Irán y basadas en Yemen al comercio marítimo internacional; en la guerra desatada por el ataque terrorista de Hamás a Israel que derivó en la represión sobre la Franja de Gaza y su probable extensión al Líbano y a Irán; en la prolongada guerra producida por la cruel invasión de Rusia a Ucrania; en la antigua e invisibilizada guerra civil de Sudán; en los incendiarios incidentes que se están generando entre los inmigrantes musulmanes y los ultranacionalistas británicos; en los permanentes episodios de tiroteos y asesinatos de los enloquecidos militantes del Ejército Islámico en todo el mundo; y en la feroz represión de los regímenes tiránicos en Cuba, Nicaragua y Venezuela.
En ese peligroso escenario global, tiene muchísima importancia la campaña electoral en los Estados Unidos, donde una creciente Kamala Harris parece estar superando a Donald Trump en las encuestas, cuando este último ha avisado que, de no triunfar, podría producirse un baño de sangre en la primera potencia del mundo.
Porque de esa definición, en noviembre, dependerá el rol que asumirá el nuevo Presidente ante la OTAN y con relación a la (ex) guerra fría que nuevamente amenaza la paz mundial.
Pero, volviendo a nuestra tan triste realidad local, me sigue haciendo mucho ruido la insistencia en intentar incorporar a Lijo a la Corte, básicamente porque no le encuentro otra explicación que no sea la existencia de un espurio pacto de impunidad, sobre el cual pone aún más sospechosas sombras la clara morosidad del Ejecutivo y sus organismos competentes en denunciar ante la Justicia los mismos escándalos de corrupción que, hasta ahora, se limita a llevar a los medios de comunicación.
En materia económica, sigo compartiendo el optimismo que exhiben algunos de los más prestigiosos académicos y analistas, pero me preocupa la lentitud y lo desparejo de la recuperación.
Es innegable que – la soja siempre confirma que es peronista – los precios de nuestras commodities agropecuarias se han derrumbado, y también que los inquietos mercados financieros internacionales no permiten – el lunes pasado, desde Tokio, llegó un fuerte viento que, a Dios gracias, se calmó al día siguiente – hacerse demasiadas ilusiones a corto plazo, pero el Gobierno debiera dar más claros indicios acerca de su plan económico para tranquilizar a los potenciales inversores que, hasta ahora, se limitan a hacer grandes anuncios.
Por ahora, Milei sigue arropado por una aprobación mayoritaria, mientras que la oposición – sea ésta política o sindical – no consigue hacer pie ni, mucho menos, recuperar la capacidad para organizar una protesta social masiva.
Un querido amigo, el mayor “conurbanólogo” que conozco, me cuenta que la insólita paz que reina, más allá de la inseguridad derivada del narcotráfico que todo lo penetra, se debe a que la informalidad y quienes en ella trabajan y viven permite que las penurias económicas se sientan allí demasiado.
Me he extendido demasiado en esta respuesta, y pido disculpas por ello.
Hasta el sábado, si logramos sobrevivir hasta entonces.
Un abrazo grande.
Enrique Guillermo Avogadro
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Agosto 12, 2024
El valor del armamento letal enviado por Estados Unidos a Ucrania
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El Departamento de Defensa de Estados Unidos reveló que, desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo en enero de 2021, se han entregado a Ucrania más de 56.100 millones de dólares en “ayuda a la seguridad”.
Mientras tanto, desde el inicio del conflicto entre Kiev y Moscú en febrero de 2022, Washington ha destinado más de 55.400 millones de dólares en asistencia a Ucrania.
El documento publicado por el Departamento de Defensa enumera todos los tipos de municiones para defensa antiaérea, artillería, sistemas de mortero, misiles antitanque y antibuque, tanques, helicópteros, aviones no tripulados y una amplia gama de otros equipos enviados a Ucrania para su uso en el campo de batalla.
La misma jornada se supo que EE.UU. ha asignado un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania valorado en hasta 200 millones de dólares. El nuevo lote incluye, entre otros elementos, municiones para sistemas de defensa antiaérea NASAMS, proyectiles de defensa antiaérea de alcance corto y mediano, medios de guerra radioelectrónica, proyectiles de calibre 155 mm y 105 mm, municiones para lanzamisiles HIMARS.
Anteriormente, las propuestas de ayuda a Kiev tuvieron dificultades para obtener apoyo bipartidista. Un paquete de 61.000 millones de dólares estuvo estancado durante meses en el Congreso a principios de este año debido a la oposición de los republicanos, antes de ser aprobado en abril.
Por su parte, el expresidente estadounidense y candidato republicano en las elecciones de 2024, Donald Trump, ha criticado en repetidas ocasiones “interminables” pagos multimillonarios a Ucrania. “Creo que Zelenski es quizá el mejor vendedor de todos los políticos que han existido. Cada vez que viene a nuestro país, se va con 60.000 millones de dólares”, ironizó el político en junio. “Luego llega a casa y anuncia que necesita otros 60.000 millones de dólares. Nunca se acaba. Nunca se acaba. Eso lo arreglaré yo”, añadió.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 31, 2024
Eslovaquia amenaza a Ucrania
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Eslovaquia podría tomar medidas de represalia si Ucrania no resuelve la cuestión del tránsito del petróleo ruso, advirtió este miércoles el presidente del país centroeuropeo, Peter Pellegrini.
“Сreo que lo que ha hecho Ucrania en relación con Eslovaquia es un asunto muy, muy grave. Es una interferencia muy desagradable en nuestras buenas relaciones y creo firmemente que Ucrania conseguirá corregirlo lo antes posible. Porque Eslovaquia, como país soberano, al final tendrá que tomar algunas medidas de represalia”, declaró el mandatario.
Anteriormente, el ministro húngaro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, había hecho una declaración similar, amenazando a Kiev con impedir la asignación de fondos de ayuda del Fondo Europeo para la Paz.
Szijjarto destacó que aproximadamente un tercio de todo el petróleo de Hungría lo suministra Lukoil, mientras que Eslovaquia recibe de esta empresa rusa entre el 40 % y el 45 % de todo su combustible.
La semana pasada, Budapest comunicó que Ucrania había suspendido las entregas de petróleo de Lukoil a través de su territorio del oleoducto Druzhba, que transporta petróleo desde Rusia hasta Hungría y Eslovaquia.
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Julio 26, 2024
Rusia – Ucrania, ¿Cómo podría terminar la guerra?
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Por Karen Boyd.
Las guerras no suelen terminar con la derrota total de un bando o del otro. Lo más común es que exista algún tipo de acuerdo negociado (ya sea un alto el fuego o un tratado de paz más permanente) en el que las dos partes acuerdan dejar de luchar bajo una serie de términos mutuamente aceptables. Es posible que el conflicto de Ucrania resulte ser una excepción: que la moral rusa se desplome por completo, provocando una derrota total en el campo de batalla, o que Rusia inflija tanto dolor que Kiev se desplome. Pero la mayoría de los analistas creen que ninguna de estas cosas es especialmente probable dada la forma en que se ha desarrollado la guerra hasta la fecha.
“No importa cuánta potencia de fuego militar le pongan, [los rusos] no podrán lograr un cambio de régimen o algunos de sus objetivos maximalistas”, declara Kofman, del grupo de expertos CNA. Un acuerdo negociado es la forma más probable de terminar el conflicto. Las negociaciones de paz entre las dos partes están en curso y algunos informes sugieren que están dando frutos. El 28 de marzo, se informó de avances significativos en un proyecto de acuerdo que abarcaba cuestiones que iban desde la membresía de Ucrania en la OTAN hasta la “desnazificación” de Ucrania.
Al día siguiente, Rusia se comprometió a disminuir su uso de la fuerza en el norte de Ucrania como señal de su compromiso con las conversaciones. Sin embargo, los funcionarios estadounidenses se han mostrado públicamente escépticos sobre la seriedad de Rusia en las conversaciones. Incluso si Moscú está comprometido a llegar a un acuerdo, el diablo siempre está en los detalles de este tipo de cosas, y hay muchas barreras que se interponen en el camino hacia una resolución exitosa. Tomemos como ejemplo la OTAN.
Los rusos quieren una simple promesa de que Ucrania permanecerá “neutral”: manteniéndose fuera de los bloques de seguridad extranjeros. El actual proyecto de acuerdo excluye la membresía de Ucrania en la OTAN, pero le permite unirse a la UE. También compromete al menos a 11 países, incluidos Estados Unidos y China, a ayudar a Ucrania si es atacada nuevamente. Esto colocaría a Ucrania en una base de seguridad mucho más sólida que antes de la guerra: una victoria para Kiev y una derrota para Moscú, algo que Putin podría concluir que es inaceptable.
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Mayo 17, 2024
¿QUÉ ESTRATEGIAS MILITARES CONFRONTAN EN LA GUERRA RUSO-UCRANIANA?
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Grl Heriberto Justo Auel
Mayo de 2024
“El que sabe cuándo puede volar y cuando no, será victorioso”.
Sun Tzu – 544-496 a. C.
Para quienes siguen -mes a mes- nuestros ensayos referidos a la evolución de la situación estratégica internacional, regional y propia, recordarán que en el pasado mes de Abril publicamos ¿“Qué especie de guerra pelean rusos y ucranianos?” (1). En él establecíamos el encuadramiento de esta guerra en las categorías polemológicas teóricas. En el presente ensayo bajaremos un escalón, estableciendo aquello que en los dos últimos años hemos observado como “actitudes estratégicas” de los contendores y de las probabilidades de cambios que podrían devenir, impuestos por las actuales circunstancias.
Nos ha motivado -en la elección de este tema- el erudito trabajo publicado en RUSI (2) por Alex Vershinin -Dr. en Jurisprudencia y Director de la Biblioteca Nacional de Rusia-, que en su “Conclusión”, advierte:
“Si Occidente se toma en serio un posible conflicto entre grandes potencias, debe examinar detenidamente su capacidad industrial, su doctrina de movilización y sus medios para librar una guerra prolongada, en lugar de realizar simulacros de guerra que abarquen un solo mes de conflicto y esperar que la guerra termine. Como nos enseñó la guerra de Irak, la esperanza no es un método”.
Si bien Vershinin -en el título de su trabajo- cita al empleo de la “guerra de desgaste” y más tarde de la “guerra prolongada”, nos está diciendo que Rusia está empleando a una “estrategia militar de desgaste” -conocida como fabiana- frente a Ucrania, y -además- que es consciente que Occidente se inclina por la estrategia militar de “aniquilamiento” y por las guerras cortas. Cada una de ellas tiene un origen histórico y en sus empleos, éxitos y fracasos, según fuere la lucidez de los conductores militares que “sabían cuando podían volar y cuando no”.
El Grl Clausewitz es el estratega teórico de mayor prestigio en Occidente, a quien se le reconoce la mayor influencia en su pensamiento estratégico militar y -consecuentemente- en el sostenimiento de las teorías de “aniquilamiento”. Raymond Aron -en su libro “Pensar en la Guerra”- no sólo desvirtuó muchos reparos de autores británicos, sino que reactualizó el pensamiento del Grl prusiano. Como todo tratadista -Clausewitz- fue prisionero de su circunstancia y de su tiempo. Perteneció a un Estado mediterráneo, sin poder ni tradición marítima, en consecuencia no percibió la resolutiva influencia del dominio del mar en la suerte de las guerras napoleónicas y en el destino final del Emperador francés.
En ensayos anteriores hemos recordado que los Grls Clausewitz -1780/1831-y San Martín -1778/1850- como contemporáneos. Ambos -por méritos profesionales- fueron -con las mismas jerarquías- ayudantes de los comandantes austríacos y españoles que combatían desde el Este y desde el Oeste a Bonaparte. Ambos tuvieron frente a ellos al mejor maestro de Estrategia y, con las reconocidas condiciones que los distinguían, uno escribió el monumental Tratado “De La Guerra” y el otro planificó y ejecutó la campaña militar más importante de la Historia Militar Mundial.
Al prusiano se le reconoce ser el autor de una doctrina ofensiva, que postulaba el “enfrentamiento del fuerte con el fuerte, en la batalla decisiva, para lograr la victoria por aniquilamiento”. Al argentino le reconocemos el genio de saber “cuando se puede volar y cuando no”. En Saldán -pueblo cercano a la ciudad de Córdoba- luego de reconocer “que la Patria no se haría camino por el Norte”, planificó la campaña independentista de Medio Continente, vía Chile.
Preveía una “estrategia de aniquilamiento” en el desemboque andino, sobre el llano de Chacabuco, para liberar a Chile, preparar el tramo anfibio y el desembarco en Perú. Allí “no podía volar” pues con 4500 hombres enfrentaba al Virrey, que contaba con 25.000. Entonces previó una “estrategia de desgaste” posterior al desembarco. Quiroga diría que buscaba inicialmente un juego de “contradanzas”. Así obligaría al Virrey a abandonar Lima y refugiarse en las montañas. Entonces retomaría la “estrategia de aniquilamiento”, ahora no con una maniobra operacional de “cerco” -por rodeo-, como intentó en Chacabuco, sino con una maniobra de “ejércitos convergentes”: Álvarez de Arenales por la montaña interior, San Martín desde la costa y Güemes desde el Alto Perú.
En Guayaquil entendió que no sería él quien comandaría en Ayacucho. Y así como supo resolver la torpeza de un Cte. en Chacabuco -que le costó dos años más del tiempo previsto-, también entendió como resolver la finalización de la campaña ante el imponderable de Guayaquil. Nuestro estratega tenía flexibilidad adaptativa y además, grandeza espiritual. Ello lo diferenció y lo hizo Grande, entre los Grandes. Molke el Viejo, Schlieffen, Guderian, Rommel y Manstein, aplicaron las enseñanzas de Clausewitz, aprendidas de Napoléon. Molke con el empleo de los ferrocarriles, Schlieffen con el efecto de “la puerta giratoria” y los Mariscales de la GM II, con la “blitzkrieg”.
San Martín, profundo conocedor de la Historia Militar, siguió a Fabio o a Napoleón, según la circunstancia, pues siempre supo “cuando podía volar y cuando no”. Hitler -porfiadamente- no lo supo frente a Stalingrado.
Esta estrategia toma su nombre de Quinto Fabio Máximo, político y militar romano que ostentó la dictadura romana durante la Segunda Guerra Púnica -218/202 a. C.-. Antes de enfrentarse a Quinto Fabio Máximo, Aníbal había vencido a los romanos en las batallas de Río Tesino, Lago Trasimeno y Río Trebia, a pesar de su inferioridad numérica. Tras estas derrotas, Quinto Fabio Máximo fue elegido dictador y, consciente de la superioridad militar de los cartagineses y del tremendo ingenio de su jefe supremo, diseñó una “estrategia de desgaste” que tenía como objetivo explotar las vulnerabilidades estratégicas de Aníbal: la falta de líneas de abastecimiento eficaces y el ansia de sus soldados por una campaña rápida.
Aníbal -a pesar de sus victorias- estaba en gran desventaja: aislado de su país y por ello con grandes dificultades para reabastecerse de tropas mientras el Mediterráneo estuviese dominado por las naves romanas. Su única esperanza era recabar apoyos a los pueblos itálicos y que éstos le cedieran suministros y guerreros para cubrir sus bajas.
Mientras los itálicos se mantuvieran fieles a Roma no había posibilidad de victoria. Las aplastantes victorias de Aníbal mermaban la confianza de los itálicos en un triunfo final de Roma. Por ello Fabio creyó que la manera de vencer al General cartaginés era no combatir con él. Con ello evitaba más victorias fáciles de los cartagineses y Aníbal no conseguiría apoyos de los itálicos aliados de Roma. Roca -en 1874- siguió ese rumbo antes de la IIda. Batalla de Santa Rosa y logró una Victoria Maestra.
Fabio calculaba que la falta de suministros para el Ejército Cartaginés y el costo de mantener un ejército en tierras extranjeras, junto a la ansiedad por mantener relaciones cordiales con las tribus itálicas, harían que el tiempo corriera en favor de Roma, por lo que adoptó una estrategia “de desgaste” y se convirtió en la sombra de las tropas de Aníbal, evitando continuamente la confrontación, moviéndose siempre por terrenos montañosos, con el objeto de anular la superioridad de la caballería cartaginesa.
Esta estrategia, aunque supuso un éxito militar, fue un fracaso político. Su pasividad ofensiva se hacía intolerable para las mentes senatoriales, acostumbradas a enfrentarse al enemigo en grandes batallas. De hecho -el pueblo romano- una vez recuperado de la conmoción inicial de las victorias de Aníbal, empezó a poner en duda la utilidad de la Estrategia de Fabio y ansiaba ver una rápida conclusión del conflicto. También creía que si se permitía a Aníbal saquear a Italia, los pueblos itálicos cambiarían su lealtad. Debido a la falta de victorias importantes de Fabio, el Senado lo relevó del mando.
Los sustitutos designados para reemplazarlo fueron Cayo Terencio Varrón y Lucio Emilio Paulo, que dirigieron al Ejército Romano a una debacle en la batalla de Cannas. Tras experimentar esta fatídica derrota, el pueblo y el Senado aprendieron la lección de que el único medio para expulsar a Aníbal de Italia era emplear una “Estrategia Fabiana”.
La “estrategia de desgaste” requiere -como ya anticipamos- un determinado “arte operacional”. Se libra con un enfoque centrado en la fuerza, a diferencia de las “estrategias de aniquilamiento” que se centran en lo operacional, sobre el terreno. Y tiene su origen en:
Esta estrategia exige una ágil capacidad para generar nuevas formaciones, más que en realizar exitosas maniobras tácticas. El actor que adopte la “estrategia de desgaste” deberá concentrarse en la destrucción de fuerzas enemigas, en lugar de ganar terreno. Es lo que estamos observando en la guerra ruso-ucraniana. En nuestros últimos ensayos hemos llamado “picadora de carne” a la extensa línea de contacto, que se mantiene con escasos movimientos en los últimos meses.
A medida que esta guerra se prolonga, se la gana la economía, no con los ejércitos. Rusia comprendió esto y lucha mediante una “estrategia de desgaste” destinada a agotar los recursos de la OTAN y -al mismo tiempo- preservar los propios. La forma más rápida de perder una “guerra de desgaste” es centrarse en la maniobra, gastando recursos valiosos en objetivos territoriales. Rusia lo aprendió a lo largo de su historia guerrera, aprovechando a su extensa profundidad y al Grl Invierno.
Las armas occidentales de alta gama tienen un rendimiento excepcional, pero son difíciles de fabricar, especialmente cuando se necesitan para armar a un ejército rápidamente movilizado y sujeto a un alto índice de desgaste. Durante la GM II los Panzer alemanes eran tanques magníficos, pero utilizando aproximadamente los mismos recursos de producción los soviéticos lanzaban ocho T-34 por cada Panzer alemán. La diferencia de rendimiento no justificaba la disparidad numérica en la producción. Las armas de alta gama también requieren tropas de alta gama. Se necesita mucho tiempo para entrenarlos, tiempo del que no se dispone en una guerra con altas tasas de desgaste.
Es más fácil y rápido producir grandes cantidades de armas y municiones baratas, especialmente si sus subcomponentes son duales, intercambiables con bienes civiles, asegurando cantidades masivas sin la expansión de las líneas de producción. Los nuevos reclutas emplearán armas más simples y serán adiestrados más rápidamente, lo que permite la pronta generación de nuevas formaciones o la reconstitución de las existentes. Es lo que Putin está haciendo. Occidente debe analizar -detenidamente-, según concluye el Dr. Vershinin, en “cómo garantizar el exceso de capacidad en -tiempos de paz- en su complejo industrial militar, o correr el riesgo de perder la próxima guerra”.
Los Ejércitos de la OTAN son altamente profesionales. Su fuerte Cuerpo de Suboficiales (NCO) tienen amplia formación y experiencia militar en tiempos de paz. Poseen gran iniciativa individual y una gran libertad de acción, al igual que los oficiales subalternos. Las organizaciones de la OTAN gozan de agilidad y flexibilidad para aprovechar las oportunidades, en un campo de batalla dinámico. Su formación está orientada hacia la “estrategia de aniquilamiento”.
Cuando se emplea una “estrategia de desgaste” –caracterizada por numerosas bajas-, no hay tiempo para reemplazar a los suboficiales perdidos o para generarlos para las nuevas unidades. La idea es que a los suboficiales se los capacite en tres meses y asuman el liderazgo de las pequeñas organizaciones. El tiempo es algo que las demandas masivas de la “estrategia de desgaste”, no da. Ello se agrava cuando la demografía de las partes es de 3 a 1, en favor de quien ha optado por la “estrategia de desgaste”.
La URSS organizó su Ejército para un conflicto -de gran escala- con la OTAN. Se pretendía poder expandirlo rápidamente, recurriendo a reservas masivas. Cada varón ruso recibió dos años de adiestramiento básico al terminar la escuela secundaria. La constante rotación de personal alistado impidió la creación de un cuerpo de suboficiales al estilo occidental, pero generó una enorme reserva “semientrenada”, disponible en tiempos de guerra. La ausencia de suboficiales confiables creó un modelo de mando centrado en los oficiales, menos flexible que el de la OTAN, pero más adaptable a la expansión a gran escala requerida por la “estrategia de desgaste”.
A medida que la presente guerra avanza -más allá del primer año- las unidades de primera línea ganaron experiencia y surgió un cuerpo de suboficiales mejorado, lo que le da al modelo ruso una mayor flexibilidad. Una diferencia clave -entre los dos modelos- es que la doctrina de “aniquilamiento” de la OTAN no puede funcionar sin suboficiales de alto rendimiento. Lo que observamos -en el caso bajo análisis- es que las organizaciones rusas de bajo nivel han mantenido la línea de contacto y han ganado experiencia -lentamente- aumentando su calidad hasta obtener la capacidad para realizar operaciones ofensivas.
En el siglo XXI -en la civilización de conocimiento- el complejo campo de batalla convencional es una estructura integrada por complejos sistemas, que incluyen:
La artillería se ha vuelto más peligrosa gracias al aumento del alcance y de la precisión avanzada, lo que amplía la profundidad del campo de batalla. En la práctica esto significa que es más fácil concentrar fuegos, que fuerzas. Las maniobras profundas -que requieren la concentración del poder de combate- ya no son posibles, porque cualquier fuerza concentrada será destruida por fuegos indirectos, antes de que pueda lograr el éxito en profundidad.
Toda ofensiva terrestre requiere una burbuja protectora asegurada, para protegerse de los sistemas de ataque enemigos. Esta burbuja se genera mediante la superposición de contrafuegos, defensa aérea y guerra electrónica. Mover numerosos sistemas interdependientes es muy complicado y es poco probable que tengan éxito. Los ataques limitados -a lo largo de la primera línea- tienen más probabilidades de éxito, con una relación de costo/beneficio aceptable. Los intentos de penetración profunda quedarán expuestos a fuegos masivos en el momento en que salgan de la protección de la burbuja defensiva.
La integración de elementos de combate -interrelacionados- requiere una planificación centralizada y Oficiales de Estado Mayor excepcionalmente capacitados para lograr dicha integración -múltiples capacidades- sobre la marcha. Se necesitan años para entrenar a tales oficiales y la experiencia de combate no genera tales habilidades en poco tiempo. Las listas de verificación y los procedimientos obligatorios pueden aliviar estas deficiencias, pero sólo en un frente defensivo estático y menos complicado. Las operaciones ofensivas dinámicas requieren tiempos de reacción rápidos, que oficiales semientrenados son incapaces de realizar.
Los fuegos en profundidad -a más de 100/150 km-, que es el alcance promedio de los misiles tácticos- detrás de la línea del frente, tienen como objetivo las capacidad del enemigo para generar renovado poder de combate. Esto incluye instalaciones de producción, depósitos de municiones, depósitos de reparación e infraestructura de energía y transporte. De particular importancia son los objetivos con importantes capacidades de producción -difíciles de reemplazar o reparar- ya que su destrucción causará daños a largo plazo.
En los casos que emplean una “estrategia de desgaste” los ataques tardarán mucho tiempo en surtir efecto. Los bajos volúmenes de producción global de municiones guiadas con precisión, de largo alcance, las efectivas acciones de engaño y ocultamiento, las grandes reservas de misiles antiaéreos y la enorme capacidad de reparación de los Estados fuertes y decididos, se combinan para prolongar los conflictos. La organización eficaz de las defensas aéreas debe incluir sistemas de alta gama en todas las altitudes, junto con sistemas más baratos para contrarrestar las plataformas de ataque masivas de baja gama. Combinada con la fabricación a gran escala y una guerra electrónica eficaz, esta es la única forma de derrotar los fuegos profundos del enemigo.
Se observan dos etapas en la conducción militar rusa de la “estrategia de desgaste”:
La primera etapa de la “estrategia de desgaste” se inicia cuando los recursos movilizados ya están disponibles en grandes cantidades y listos para las operaciones de combate. En el caso de darse un ataque sorpresa, es posible una ofensiva rápida hasta que el defensor forma un frente sólido. Este período -en este caso- duró casi un año y medio a dos años. Durante el mismo se evitaron operaciones ofensivas importantes y cuando los grandes ataques tuvieren éxito, provocaron importantes bajas propias, a menudo a cambio de ganancias territoriales mínimas.
Para una “estrategia de desgaste” cualquier espacio que no tenga un centro industrial vital, es irrelevante. Siempre es mejor retirarse y conservar fuerzas, independientemente de las consecuencias políticas. Luchar en terrenos desventajosos conlleva la pérdida de unidades y de soldados experimentados, que son claves para la victoria. La obsesión alemana con Stalingrado -en 1942- es un excelente ejemplo de lucha en un terreno desfavorable, por razones políticas. Lo prudente es empujar al enemigo a luchar en terrenos desventajosos mediante operaciones de inteligencia y explotar objetivos enemigos políticamente sensibles. Un escollo clave que se debe evitar, es ser arrastrado a la misma trampa que se le ha tendido al enemigo.
En la segunda fase de la “estrategia de desgaste” la ofensiva deberá lanzarse en un frente amplio, buscando dispersar al enemigo en múltiples puntos, mediante ataques coordinados. La intención es permanecer dentro de la burbuja establecida por los sistemas de protección, mientras se dividen las agotadas reservas enemigas, hasta que el frente colapse. Hay un efecto en cascada en el que una crisis en un sector, obliga a los defensores a trasladar reservas de un segundo sector sólo para generar a su vez una crisis allí. A medida que las fuerzas empiezan a retroceder y a abandonar las fortificaciones preparadas, la moral se desploma y surge la pregunta obvia: “Si no podemos defender la mega fortaleza, ¿cómo podremos defender estas nuevas trincheras?”.
La retirada se convierte entonces en derrota. Sólo entonces la ofensiva debería extenderse hacia objetivos más profundos, en la retaguardia enemiga. La ofensiva aliada de 1918 es un ejemplo. Los aliados atacaron a lo largo de un amplio frente, mientras que los alemanes carecían de recursos suficientes para defender toda la línea. Una vez que el ejército alemán comenzó a retirarse, resultó imposible detenerlo.
En síntesis: adoptada por Rusia una “estrategia de desgaste”, Putin ha sostenido una economía adecuada a esa doctrina y una organización militar adecuada a las características de esa guerra. El tiempo juega a su favor y por ello cuando aparecieron propuestas para que la OTAN ingrese de lleno en apoyo de Ucrania, Rusia reacciona con el disuasivo de su arsenal nuclear.
La “estrategia de desgaste” rusa, centrada en la defensa al Oeste del Donbass y al Norte de la Península de Crimea, es contraintuitiva para la mentalidad militar occidental, centrada en el “aniquilamiento”. El pensamiento militar clausewitziano considera a la ofensiva como el único medio para lograr el objetivo estratégico decisivo y para obligar al enemigo a sentarse a la mesa de negociaciones, en términos desfavorables. La paciencia estratégica necesaria para establecer las condiciones de una gran ofensiva va en contra de las experiencias de combate adquiridas en Occidente.
“El que sabe cuándo puede volar y cuando no, será victorioso”.
Sun Tzu – 544-496 a. C.
CITAS Y ACLARACIONES:
(1). H. J. Auel. “¿Qué especie de guerra pelean rusos y ucranianos? Y ¿Cómo salir de este grave error estratégico? 24 Abr 24. www.ieeba.org
(2). A. Vershinin. “El arte de la guerra de desgaste: lecciones de la guerra rusa contra Ucrania”. 18 Mar 24. RUSI -Royal United Services Institute-.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 15, 2024
¿QUÉ “ESPECIE” DE GUERRA PELEAN RUSOS Y UCRANIANOS? Y ¿CÓMO SALIR DE ESTE GRAVE ERROR ESTRATÉGICO?
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Grl Heriberto Justo Auel
24 de Abril de 2024
“El hombre tiene que establecer un final para la guerra. Si no, esta establecerá un fin para la humanidad”.
John F. Kennedy -1917/1963-
La situación internacional en desarrollo se complica progresivamente -particularmente para los actores centrales- con la reciente “demostración de fuerza” del régimen teocrático de Irán y de la eventual y condigna respuesta israelí -de consecuencias aún no dimensionadas- que afectan al curso de la guerra ruso-ucraniana y otorgan renovado valor a las palabras del malogrado expresidente Kennedy.
En ambos conflictos armados existe la probabilidad de “riesgo nuclear” y si esta dramática probabilidad no encuentra las vías de entendimiento y equilibrio -a través de la diplomacia-, se “establecerá un fin para la humanidad”, como Kennedy advertía hace décadas. En el Gran Medio Oriente -israelíes e iraníes- tienen graves problemas políticos internos y estos se complejizan -exponencialmente- con la firma de un acuerdo de paz israelí-saudita -por un lado- y la proximidad de obtención de la bomba N, por parte de Teherán, -por el otro-.
De este modo, la antigua confrontación por la hegemonía regional ha sacudido -en estos días- al tablero estratégico mundial y ello alcanza a nuestro país en un particular y álgido (a) momento de su historia política. La Argentina ha tenido una larga tradición de “neutralidad” como consecuencia de la ausencia secular de una Gran Política. En las cátedras de Relaciones Internacionales se comentó siempre la intrascendencia de ser “un país amigo de todos y aliado de nadie”. Pero -desde hace solo unos meses- la irrupción sorpresiva de un “outsider” político en el Poder Ejecutivo Nacional, terminó abruptamente con el antiguo “sambenito” (b).
Hoy la Argentina -en el breve lapso de cuatro meses- tiene una declaratoria y hechos de adscripción internacional firmes como aliada estratégica del mundo Occidental, al que naturalmente pertenece, -representado particularmente por EEUU, la UE e Israel-. Hasta el 10 Dic 23 los gobiernos kk -de hecho y con hipocresía- revistaban en el “Socialismo Siglo XXI”, pues se alineaban con las dictaduras “revolucionarias” iberoamericanas y con los regímenes autocráticos asiáticos. Ella buscaba -por este camino- eludir las sentencias judiciales que aún le aguardan y de la que no está cumpliendo a pesar de la perdida sus fueros, desde hace cuatro meses. ¿Tendrá esta situación alguna relación con la propuesta que lleva a la Corte al cuestionado Juez Lijo? El “Mono” rafaelino sería el más indicado para responder esta pregunta.
Es importante diferenciar en las Relaciones Internacionales lo que es una “alianza estratégica”, de lo que es una mera “asociación comercial o económica”. La “alianza” siempre involucra a lo más político del Estado Nacional: la Seguridad Nacional. Hay quienes homologan lo diferente.
Quienes conocen el “abc” de la naturaleza de las relaciones de poder saben que una “diplomacia desarmada” es estéril. Por ello el nuevo discurso presidencial -y en particular el expresado por el Ministro Petri- a la par de los “hechos” producidos, cobran una significativa importancia política y estratégica. Entre ellos citemos a los “recientes acuerdos verbales” con la Grl Richardson, las adendas a la legislación de Seguridad vigentes, la solicitud de ingreso a la OTAN como “socio global” o la decisión de compra de los F16.
PERO, a pesar de todo lo señalado -realizado por “necesidad y urgencia” es imperioso legitimar -luego del extravío ideológico que sufrimos desde Dic 83 hasta Dic 23- a través del planeamiento estratégico militar (1) que considere las verdaderas amenazas y riesgos estratégicos que padecemos-. Dicha imperiosa exigencia fue impedida -desde 1988- por la acción colusiva de nuestros enemigos -ingleses y terroristas revolucionarios- en las posguerras, induciendo al país a su autodestrucción por vía de una estrategia de aproximación indirecta, de carácter parlamentario.
Por ello debemos reemplazar a la perversa legislación de Seguridad Nacional, cuanto antes.
Nuestra querida Patria vive -en el 2024- una transición acelerada de un régimen socialista fracasado, a un capitalismo incipiente -socialmente desconocido por los argentinos-, como consecuencia de una situación de prolongada crisis cultural y política, con severas consecuencias socioeconómicas. Hay esperanzas de un futuro mejor, en un ambiente social de escasez, inseguridad y alta ansiedad provocada por la extrema debilidad de nuestras instituciones y con la presencia en el país del sigiloso (c) enemigo revolucionario y de su actual apoyo financiero: el “narcoterrorismo” y el “globalismo”, causante singular este último del absurdo conflicto entre eslavos rusos y ucranianos y de la centenaria crisis de identidad en Occidente, que produce variada gama de “idiotas útiles”.
Quien clasificó a las guerras en “especies” fue el Grl. Karl Clausewitz, cuando al terminar los últimos capítulos de su tratado “Vom Kriege” descubrió que había omitido considerar a las “guerras de la segunda especie”, e inició la revisión total de su monumental obra. Había corregido el Tomo I cuando lo sorprendió la muerte. Desde entonces, las categorías clasificatorias de las guerras son variadas, según los autores que traten este tema.
Cuando la acelerada etapa de la civilización que vivimos nos trajo -hace dos años- la guerra ruso-ucraniana, nuestro Instituto la clasificó como “guerra civil (d), limitada (e), híbrida (f), con probable derivación nuclear” (2), (3) y (4). “Civil”, pues se desarrolla dentro de una misma etnia eslava, de origen común: los Rus. “Limitada”, por la autolimitación de objetivos y la apertura de negociaciones del agresor, como lo veremos de inmediato y “con probable derivación nuclear”, por el temprano alistamiento del arsenal nuclear ruso, cuando Putin se sintió amenazado por intervención directa de la OTAN y los actuales consecuencias internas del “atlantismo”.
Ocurre que los franceses creen que Ucrania es “la base de asalto” de Moscú para su expansión hacia el Oeste e inversamente, los rusos perciben que la maniobra de la UE sobre Ucrania es la aproximación de la OTAN sobre San Petersburgo. Y como ni la OTAN ni Rusia “pueden” soportar a esta derrota militar, el “riesgo nuclear” existe. He ahí el “nudo gordiano” (g) por ahora irresuelto y hoy afectado por la sorpresa persa en el Gran Medio Oriente.
Así como la incursión aérea masiva iraní sobre Israel -“Promesa Verdadera”- del 13 Abr 24 puso en evidencia que Teherán actuaba con fuerza por primera vez -sin emplear proxis o “apoderados”- alguna bibliografía hace notar que la OTAN también acciona “por poder”, pues entienden que esta guerra en verdad la están peleando Rusia y EE.UU. y que este emplea para ello a la obediente OTAN (5) y ésta, a Ucrania. El Cnl español Calvo Sotelo ha expresado con meridiana sencillez y claridad cómo se observa a esta irracional situación: “La UE no se prepara bien para la guerra, ni apuesta con convicción y realismo por la Paz”.
Varios analistas europeos señalan la “imprudencia” occidental de dejarse arrastrar a una guerra contra Rusia, que era su principal proveedor de energía a bajo costo, cuestión que hoy ha puesto en crisis económica/financiera a su locomotora: Alemania. Los mismos autores se preguntan si no era conveniente -para Ucrania- mantener su neutralidad geopolítica ante el riesgo de ser destruida, como está ocurriendo. A su vez, si EE.UU. pensó en una guerra de desgaste que anulara a Rusia como aliada de China -con quien disputa la hegemonía mundial- pareciera que no consideró que Beijíng no abandonaría al arsenal nuclear ruso.
Es difícil pensar que Putin esté por ocupar Ucrania en su totalidad, cuando su objetivo declarado es retener un glacis (h) estratégico en la frontera occidental de Rusia. Sin embargo una acumulación de errores estratégicos occidentales pueden llevar a una escalada de impredecibles consecuencias. Armas electrónicas, ciberguerra, inteligencia artificial ingresan a experimentación operacional en Ucrania, permanentemente, buscando un nivel de disuasión que conduzca hacia una mesa de negociación inevitable. Esta situación estratégica internacional, que va tomando una mayor temperatura constantemente, ha motivado a la socióloga Marita Carballo para publicar un breve e interesante artículo, titulado “Conciencia de vivir en un mundo más peligroso” -Clarín, 22Mar24-. En él se concluye:
“Una reciente encuesta global revela que solo la mitad de los adultos a nivel mundial esta dispuesta a participar en un conflicto armado por su país. Uno de los datos más significativos muestra que existe una división marcada entre regiones, siendo notablemente más baja la disposición de luchar en países de la UE, EE.UU y Canadá, en contraste con la alta disposición encontrada en Asía y Oriente Medio. En Argentina, la predisposición a ir a la guerra es menor que en el total global, reflejando una tendencia aún más pacifista que la que existía tres décadas atrás. Esto podría ser un indicador de una sociedad con una mayor conciencia de las consecuencias negativas de un conflicto armado y más predispuesta a alternativas diplomáticas en la resolución de las disputas internacionales”.
Quien suscribe no comparte que lo expresado por Carballo sea el más importante “indicador” de la actual actitud cultural contractiva de nuestra sociedad. Su “enorme egoísmo” –ante un acto de amor a la Patria- se fundamenta en el proceso de transculturación impulsada desde el Estado en los últimos cuarenta años por la solapada revolución castro comunista que la mayoría de nuestros intelectuales no registran. Miran, pero no ven.
En primer término es conveniente señalar que, con referencia a los dos Acuerdos de Minsk -2014 y 2015- sectores importantes de la UE y EE.UU hoy reconocen que fueron firmados de “mala fe”, buscando “hacer tiempo”. Este antecedente agregó impulso a la agresión rusa –“Operación Militar Especial”- y más tarde afectó a las intensas negociaciones de Paz.
El primer Acuerdo -el “Protocolo de Minsk”- pretendía detener la contienda en el Donbás de forma inmediata, mientras que el “Minsk II” surgió como respuesta a ese fracaso. Este segundo pacto contó con la mediación de Francia y Alemania y la ratificación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Además del alto al fuego el acuerdo promulgaba la concesión de un estatus especial a las regiones de Donetsk y Lugansk y establecía la retirada de las tropas y del armamento ruso. Las discrepancias en las interpretaciones del acuerdo dificultaron su cumplimiento y ello desembocó en la invasión rusa de Ucrania, iniciada el 24 Feb 22, como escalada final de los sucesos del Euromaidán (i), en 2014.
En la madrugada del 24 Feb 22 la Fuerza Aérea rusa atacó objetivos en toda Ucrania. Al mismo tiempo la infantería mecanizada y los blindados de Moscú entraron en el país desde el norte, el este y el sur. En los días siguientes los rusos intentaron rodear Kiev. Lo que sucedió en el campo de batalla se entiende relativamente bien. Pero queremos resaltar la intensa y casi desconocida diplomacia simultánea que involucró a Moscú, Kiev y una serie de otros actores, de la que podría haber resultado un acuerdo a solo unas semanas de que comenzara la guerra.
A fines de Mar 22 una serie de reuniones presenciales en Bielorrusia y Turquía y de compromisos virtuales por videoconferencia, habían dado lugar al llamado “Comunicado de Estambul”, en el que se describía un marco para una solución de la guerra. Los negociadores ucranianos y rusos comenzaron entonces a trabajar en el texto de un acuerdo, logrando avances sustanciales hacia un tratado. Pero en mayo las conversaciones se interrumpieron. La guerra continuó y desde entonces ha costado decenas de miles de vida en ambos bandos. ¿Qué tan cerca estuvieron las partes de poner fin a la guerra? ¿Y por qué nunca cerraron un trato? Cuando reunimos todas las piezas necesarias para abarcar al porqué, nos encontramos con algo que es sorprendente y que podría tener implicaciones significativas para los futuros esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra.
Hoy, cuando las perspectivas de negociación parecen poco claras y las relaciones entre las partes son casi inexistentes, la historia de las conversaciones de la primavera de 2022 pueden parecer una distracción, inaplicable a las circunstancias actuales. Pero Putin y Zelensky sorprendieron a todos con su disposición mutua a considerar concesiones de gran alcance, para poner fin a la guerra. ¿Será posible que vuelvan a sorprender a todos en el futuro?
No está del todo claro cuándo Kiev planteó por primera vez dicha cuestión en conversaciones con los rusos o los países occidentales. Pero el 10 Mar el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, entonces en Antalya -Turquía- para una reunión con su homólogo ruso, Sergey Lavrov, habló de una “solución sistemática y sostenible” para Ucrania y agregó que los ucranianos estaban “listos para discutir” las garantías que esperaba recibir de los estados miembros de la OTAN y Rusia. Lo que Kuleba parecía tener en mente era una garantía de seguridad multilateral, un acuerdo por el cual las potencias competidoras se comprometen a la seguridad de un tercer Estado, con la condición de que no esté alineado con ninguno de los garantes. Tales acuerdos habían caído en desgracia después de la Guerra Fría. Mientras que alianzas como la OTAN pretenden mantener la defensa colectiva, contra un enemigo común, las garantías multilaterales de seguridad están diseñadas para evitar conflictos entre los garantes sobre la alineación del Estado garantizado y, por extensión, para garantizar la seguridad de ese Estado.
La posición de Kiev era que Rusia también sería un garante, lo que significaría que Moscú estaba de acuerdo en que los otros garantes estarían obligados a intervenir, si volvía a atacar. En otras palabras, Moscú aceptaba que cualquier agresión futura contra Ucrania significaría una guerra entre Rusia y EE.UU. A lo largo de Marzo continuaron los intensos combates en todos los frentes. Los rusos intentaron tomar Chernihiv, Kharkiv y Sumy pero fracasaron espectacularmente, aunque las tres ciudades sufrieron graves daños. A mediados de Marzo el avance del ejército ruso hacia Kiev se había estancado y estaba sufriendo muchas bajas. Las dos delegaciones mantuvieron las conversaciones por videoconferencia y volvieron a reunirse en persona el 29 Mar, esta vez en Estambul, Turquía.
Allí parecían haber logrado un gran avance. Después de la reunión las partes anunciaron que habían acordado un comunicado conjunto. Los términos fueron ampliamente descritos durante las declaraciones de prensa de las dos partes en Estambul. Según una copia del texto completo del borrador del comunicado “Disposiciones clave del Tratado sobre las garantías de seguridad de Ucrania”, los ucranianos habían redactado en gran medida el comunicado y los rusos aceptaron provisionalmente la idea de utilizarlo como marco para un tratado.
Aunque Ucrania sería permanentemente neutral bajo el marco propuesto, el camino de Kiev hacia la adhesión a la UE quedaría abierto y los Estados garantes -incluida Rusia- “confirmarían explícitamente su intención de facilitar la adhesión de Ucrania a la Unión Europea”. Esto fue nada menos que extraordinario: en 2013, Putin había ejercido una intensa presión sobre el presidente ucraniano Viktor Yanukovych para que se retirara de un mero acuerdo de asociación con la UE. Ahora, Rusia estaba aceptando “facilitar” la plena adhesión de Ucrania a la UE.
En declaraciones del 29 Mar, inmediatamente después de la conclusión de las conversaciones, Medinsky -jefe de la delegación rusa- se mostró decididamente optimista, explicando que las discusiones sobre el tratado sobre la neutralidad de Ucrania estaban entrando en la fase práctica y que, teniendo en cuenta todas las complejidades que presenta el hecho de que el tratado tenga muchos garantes potenciales, era posible que Putin y Zelensky lo firmaran en una cumbre, en un futuro previsible. Al día siguiente, dijo a los periodistas: “Ayer, la parte ucraniana, por primera vez, fijó por escrito su disposición a llevar a cabo una serie de condiciones muy importantes para la construcción de futuras relaciones normales y de buena vecindad con Rusia”. Y continuó: “Nos entregaron los principios de un posible acuerdo futuro, fijados por escrito”.
Las dos partes continuaron trabajando las 24 horas del día en un tratado que se suponía que Putin y Zelensky firmarían durante una cumbre que se celebraría en un futuro no muy lejano. Las partes intercambiaban activamente borradores entre sí y, al parecer, comenzaban a compartirlos con otras partes. -En su entrevista de Feb 23, Bennett informó haber visto 17/18 borradores de trabajo del acuerdo. Lukashenko también informó haber visto, al menos uno.
Al final, no está claro que disposiciones habrían sido un factor decisivo del fracaso de las negociaciones. El principal negociador ucraniano -Arakhamia- minimizó más tarde su importancia. En una entrevista en Nov 23, dijo que Rusia había “esperado hasta el último momento que [pudieran] presionarnos para que firmáramos un acuerdo de este tipo, que [adoptáramos] la neutralidad. Esto fue lo más importante para ellos. Estaban dispuestos a terminar la guerra si nosotros, como Finlandia [durante la Guerra Fría], adoptábamos la neutralidad y nos comprometíamos a no unirnos a la OTAN”. Las conversaciones habían eludido deliberadamente la cuestión de las fronteras y del territorio.
A pesar de estos desacuerdos sustanciales, el borrador del 15 Abr sugiere que el tratado se firmaría dentro de dos semanas. Por supuesto, esa fecha podría haber cambiado, pero muestra que los dos equipos planeaban moverse rápido. “Estuvimos muy cerca a mediados de abril de 2022 de finalizar la guerra con un acuerdo de paz”, relató Oleksandr Chalyi en una comparecencia pública, en Dic 23. Expresó: “Una semana después de que Putin comenzara su agresión, llegó a la conclusión de que había cometido un gran error y trató de hacer todo lo posible para concluir un acuerdo con Ucrania”.
Entonces, ¿por qué se interrumpieron las conversaciones? Putin ha afirmado que las potencias occidentales intervinieron y aumentaron las exigencias del acuerdo, porque estaban más interesadas en debilitar a Rusia que en poner fin a la guerra. Alegó que Boris Johnson, primer ministro británico, había transmitido un mensaje a los ucranianos en nombre del “mundo anglosajón”, de que deben “luchar contra Rusia hasta que se logre la victoria y Rusia sufra una derrota estratégica”. La respuesta occidental a estas negociaciones fue ciertamente tibia. Washington y sus aliados se mostraron profundamente escépticos sobre las perspectivas de la vía diplomática que surgiera de Estambul. El comunicado eludía la cuestión del territorio y las fronteras, las partes se mantenían muy alejadas en otras cuestiones cruciales. No parecía una negociación que fuera a tener éxito.
Un exfuncionario estadounidense que trabajó en la política de Ucrania en ese momento dijo que los ucranianos no consultaron con Washington hasta después de que se emitiera el comunicado, a pesar de que el tratado habría creado nuevos compromisos legales para Estados Unidos, incluida la obligación de ir a la guerra con Rusia si volvía a invadir Ucrania. Esa estipulación -por sí sola- habría hecho que el tratado fuera un fracaso para Washington. Consecuentemente, en lugar de aceptar el “Comunicado de Estambul” y el posterior proceso diplomático, Occidente aumentó la ayuda militar a Kiev y aumentó la presión sobre Rusia, incluso a través de un régimen de sanciones cada vez más estricto.
El R. U. tomó la delantera. Ya el 30 Mar Johnson parecía poco inclinado hacia la diplomacia, afirmando que, en cambio, “deberíamos seguir intensificando las sanciones con un programa continuo hasta que todas y cada una de las tropas [de Putin] estén fuera de Ucrania”. El 9 Abr Johnson se presentó en Kiev, el primer líder extranjero en visitar la capital tras la retirada rusa de la capital. Según los informes, le dijo a Zelensky que pensaba que “cualquier acuerdo con Putin iba a ser bastante sórdido”. Cualquier acuerdo, recordó haber dicho, “sería una victoria para él: si les das algo, simplemente se lo quedará, lo depositará y luego se preparará para su próximo asalto”. En la entrevista de 2023, Arakhamia alborotó algunas plumas al responsabilizar a Johnson del resultado: “Cuando regresamos de Estambul Boris Johnson vino a Kiev y dijo que no firmaríamos nada en absoluto con [los rusos], y que siguiéramos luchando”.
Desde entonces, Putin ha utilizado repetidamente los comentarios de Arakhamia para culpar a Occidente por el colapso de las conversaciones y demostrar la subordinación de Ucrania a sus partidarios. A pesar del giro manipulador de Putin, Arakhamia estaba señalando un problema real: el comunicado describía un marco multilateral que requeriría la voluntad de Occidente de comprometerse diplomáticamente con Rusia y considerar una garantía de seguridad genuina para Ucrania. Ninguno de los dos era una prioridad para Estados Unidos y sus aliados en ese momento.
¿Estaban dispuestos Putin y Zelensky a considerar compromisos extraordinarios para poner fin a la guerra? En sus comentarios públicos los estadounidenses nunca fueron tan desdeñosos con la diplomacia como lo había sido Johnson. Pero no parecieron considerarlo central, para su respuesta a la invasión rusa. El secretario de Estado Antony Blinken y el secretario de Defensa Lloyd Austin, visitaron Kiev dos semanas después de Johnson, principalmente para coordinar un mayor apoyo militar. Como dijo Blinken en una conferencia de prensa posterior: “La estrategia que hemos puesto en marcha -apoyo masivo a Ucrania, presión masiva contra Rusia, solidaridad con más de 30 países comprometidos con estos esfuerzos- está teniendo resultados reales”. Aun así, la afirmación de que Occidente obligó a Ucrania a retirarse de las conversaciones con Rusia carece de fundamento. Sugiere que Kiev no tuvo voz en el asunto.
Es cierto que las ofertas de apoyo de Occidente deben haber fortalecido la determinación de Zelensky y que la falta de entusiasmo occidental parece haber disminuido su interés en la diplomacia. Sin embargo, en sus discusiones con los líderes occidentales Zelensky no priorizó la búsqueda de la diplomacia con Rusia para poner fin a la guerra. Ni Estados Unidos ni sus aliados percibieron una fuerte demanda de su parte para que se comprometieran en la vía diplomática. En ese momento, dada la efusión de simpatía pública en Occidente, tal impulso bien podría haber afectado la política occidental. Zelensky también estaba indudablemente indignado por las atrocidades rusas en Bucha e Irpin y probablemente entendió que lo que comenzó a llamar el “genocidio” de Rusia en Ucrania haría que la diplomacia con Moscú fuera aún más tensa políticamente. Aun así, el trabajo entre bastidores sobre el borrador del tratado continuó e incluso se intensificó en los días y semanas posteriores al descubrimiento de los crímenes de guerra de Rusia, lo que sugiere que las atrocidades de Bucha e Irpin fueron un factor secundario en la toma de decisiones de Kiev.
La nueva confianza de los ucranianos en que podían ganar la guerra también jugó un papel importante. La retirada rusa de Kiev y otras ciudades importantes del noreste y la perspectiva de más armas de Occidente -con las carreteras hacia Kiev ahora bajo control ucraniano- cambiaron el equilibrio militar. El optimismo sobre las posibles ganancias en el campo de batalla a menudo reduce el interés de un beligerante en hacer concesiones en la mesa de negociaciones. A finales de Abril Ucrania había endurecido su posición, exigiendo la retirada rusa del Donbás como condición previa a cualquier tratado. Como lo expresó Oleksii Danilov -Pte del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania- el 02 May: “Un tratado con Rusia es imposible, solo se puede aceptar la capitulación”.
Y luego está el lado ruso de la historia, que es difícil de evaluar. ¿Fue toda la negociación una farsa bien orquestada o Moscú estaba seriamente interesado en un acuerdo? ¿Putin se asustó cuando entendió que Occidente no firmaría los acuerdos o que la posición ucraniana se había endurecido? Incluso si Rusia y Ucrania hubieran superado sus desacuerdos, el marco que negociaron en Estambul habría requerido la aceptación de Estados Unidos y sus aliados. Y esas potencias occidentales habrían tenido que asumir un riesgo político al entablar negociaciones con Rusia y Ucrania y arriesgar su credibilidad garantizando la seguridad de Ucrania. En ese momento y en los dos años transcurridos, la voluntad de emprender una diplomacia de alto riesgo o de comprometerse verdaderamente a defender a Ucrania en el futuro, ha estado notablemente ausente en Washington y en las capitales europeas.
Una última razón por la que fracasaron las conversaciones es que los negociadores pusieron al orden de seguridad de posguerra, antes que el fin de la guerra. Las dos partes se saltaron cuestiones esenciales de gestión y mitigación de conflictos -la creación de corredores humanitarios, un alto el fuego, la retirada de tropas- y, en cambio, trataron de elaborar algo parecido a un tratado de paz a largo plazo, que resolviera las disputas de seguridad que habían sido fuente de tensiones geopolíticas durante décadas. Fue un esfuerzo admirablemente ambicioso, pero resultó demasiado ambicioso. Para ser justos Rusia, Ucrania y Occidente lo habían intentado al revés y también fracasaron estrepitosamente. Los acuerdos de Minsk firmados en 2014 y 2015, tras la anexión de Crimea por parte de Rusia y la invasión del Donbás, cubrían minucias como la fecha y hora del cese de las hostilidades y qué sistema de armas debía retirarse y a qué distancia.
Las principales preocupaciones de seguridad de ambas partes se abordaron secundariamente, si es que se abordaron. Esta historia sugiere que las conversaciones futuras deberían avanzar por vías paralelas, en las que los aspectos prácticos de poner fin a la guerra se abordarán en una vía, mientras que en otra se tratarán cuestiones más amplias. El 11 Abr 24, hace solo unos días, Lukashenko, el primer intermediario de las conversaciones de paz ruso-ucranianas pidió que se volviera al borrador del tratado a partir de la primavera de 2022. “Es una posición razonable”, dijo en una conversación con Putin en el Kremlin. “También era una posición aceptable para Ucrania. Estuvieron de acuerdo con esta posición”. Putin intervino. “Estuvieron de acuerdo, por supuesto”, dijo.
En realidad los rusos y los ucranianos nunca llegaron a un texto de compromiso final. Pero fueron más allá de lo que se había entendido anteriormente, llegando a un marco general para un posible acuerdo. Después de los últimos dos años de carnicería, todo esto puede ser. Corrió mucha agua bajo el puente. Pero es un recordatorio de que Putin y Zelensky estaban dispuestos a considerar compromisos extraordinarios para poner fin a la guerra. Por lo tanto, cuando Kiev y Moscú regresen a la mesa de negociaciones la encontrarán plagada de ideas que aún podrían resultar útiles para construir una paz duradera.
Cuando estamos finalizando el presente ensayo, tomamos conocimiento que el Primer Ministro inglés -Rishi Sunak- viaja a Polonia para hacer llegar ayuda militar a Ucrania por seiscientos millones de U$S, manteniéndose en la misma posición que su predecesor y que el Presidente Biden consiguió destrabar sesenta mil millones de U$S, que retenía el Congreso con el mismo fin, siguiendo los pasos de Obama. Es la “progresía guerrerista” en retirada. La probabilidad de un inmediato “Acuerdo de Paz” se aleja, dando lugar a una muy probable imposición y garantía de Paz, a ser acordada en el 2025 por Trump y Xi Jinping. Los pueblos están superando los desatinos de sus dirigentes “progres”.
“El hombre tiene que establecer un final para la guerra. Si no, esta establecerá un fin para la humanidad”.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 25, 2024
“Ucrania podría perder la guerra a finales de este año”
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El director de la CIA, William Burns (foto de tapa), advirtió este jueves a los legisladores estadounidenses que Ucrania podría ser derrotada a finales de este año si no recibe la ayuda necesaria.
En un acto celebrado en el Centro Presidencial George W. Bush, Burns instó a los legisladores a aprobar un paquete de ayuda que destinaría miles de millones de dólares a los esfuerzos bélicos de Kiev.
“Con el impulso que supondría la ayuda militar, tanto desde el punto de vista práctico como psicológico, los ucranianos son perfectamente capaces de resistir por todo 2024”, afirmó.
Sin embargo, si el Congreso no aprueba la asistencia, “el panorama será mucho más grave”, continuó. “Existe un riesgo muy real de que los ucranianos pierdan en el campo de batalla a finales de 2024 o, al menos, de que pongan a [el presidente ruso] Vladímir Putin en una posición en la que pueda dictar esencialmente los términos de un acuerdo político”, añadió.
Los comentarios de Burns se producen después que la Cámara de Representantes publicara este miércoles tres proyectos de ley separados para ayudar a Israel, a Ucrania y a sus aliados en la región del Indo-Pacífico. El proyecto respectivo prevé 60.800 millones de dólares para Kiev, incluyendo 23.000 millones de dólares para reponer los arsenales estadounidenses.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 21, 2024
El escuadrón suicida de Chernobyl.
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Por Vivian Ward.
En la tarde del 2 de mayo de 1986, una gran explosión devastó la central nuclear Lenin en Chernobyl, una ciudad de Ucrania cerca de la frontera con Bielorrusia, arrojando una enorme cantidad de sustancias radiactivas al medio ambiente. Se desconoce el número de muertos y se rumorea que ronda el millar.
Durante la catástrofe, un charco de agua utilizado para emergencias en caso de rotura de las bombas de refrigeración o de las tuberías de vapor se inundó con un líquido altamente radiactivo que estaba en peligro de estallar y poner en peligro la vida de millones de personas en la ciudad o sus alrededores. causar estragos en la estabilidad del medio ambiente.
Mientras la ciudad estaba en estado de pánico, tres hombres valientes llamados Alexi Ananenko, Valeri Bezpoalov y Boris Baronov se ofrecieron como voluntarios para limpiar, conscientes de que se trataba de una misión suicida. Se vistieron con un traje de buceo (como en la imagen que se muestra arriba) y nadaron a través del agua radiactiva para llegar al sótano de la cámara y abrieron con éxito la válvula de compuerta permitiendo que el agua contaminada se drenara.
Días después de llegar a la superficie, los tres hombres sucumbieron al envenenamiento por radiación y fueron enterrados en ataúdes de plomo. Si no fuera por la valentía del “Escuadrón Suicida de Chernobyl”, se habría producido una explosión térmica que habría resultado en un desastre insondable.
Chernobyl
Reacciones nucleares en Chernobyl
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 17, 2024
Boris Johnson: “Trump podría ser justo lo que el mundo necesita”
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Pese al “enorme y balbuceante pánico” de las élites occidentales, la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU., que se celebrarán en noviembre de este año, “podría ser justo lo que el mundo necesita”, declaró el ex primer ministro británico, Boris Johnson. Johnson señala que “todo parece indicar” que el pueblo estadounidense “no cree que [Trump] deba ser inhabilitado” para volver a asumir la presidencia. Asimismo, sostiene que Trump no es “un aspirante a dictador” e invita, en vez de a “rasgarse las vestiduras”, a analizar “desapasionadamente” su mandato “como guía para el futuro”.
En este contexto, señala que, pese a las opiniones que se atribuyen al expresidente estadounidense sobre la posible suspensión de la ayuda a Ucrania por parte de Washington, se puede afirmar lo contrario si se tienen en cuenta “los antecedentes”. Según el ex primer ministro, el primero en “defender” al país eslavo tras la reunificación de la península de Crimea con Rusia no fue el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama, “ni los franceses, ni los alemanes”, ni los británicos, sino que fue Trump quien entregó a Kiev misiles antitanque Javelin cuando llegó al poder.
“Así que, digan lo que digan ahora de Trump, no puedo creer que quiera pasar a la historia como el presidente que abandonó un país que ya ha contribuido de forma significativa a mantener libre”, asevera.
Sobre la crisis en el mar Rojo y la guerra en la Franja de Gaza, Johnson se pregunta si, de haber sido Trump presidente de EE.UU. durante los últimos cuatro años, “algo de esto estaría ocurriendo”. En este sentido, recordó el asesinato del general iraní Qassem Soleimani, cometido por EE.UU. en 2020 cuando Trump era presidente. “El mundo diplomático se conmocionó”, recuerda Johnson, si bien —apunta— “no supimos mucho de Irán durante el resto de la Presidencia de Trump”.
“Se podría argumentar, a partir de esta evidencia, que lo que el mundo necesita ahora es un líder estadounidense cuya voluntad de utilizar la fuerza y su pura imprevisibilidad sea un importante elemento disuasorio para los enemigos de Occidente. Si es así, ese líder es Trump”, apunta el ex primer ministro.
Sobre la política ambiental de Trump, sostiene que el exmandatario “está en contra” de las emisiones netas cero y “no parece preocuparse mucho por el cambio climático”. Sin embargo, señala que la cuestión “fundamental” para reducir las emisiones de carbono pasa por el hecho de que “hay que ser un poco más rico para poder permitirse un vehículo eléctrico o una bomba de calor”, razón por la que, según él, Trump “ha contribuido a que las familias estadounidenses estén en mejores condiciones para comprar la nueva tecnología que puede hacer frente al cambio climático”.
Por su parte, el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, admitió que le “asusta” la determinación del exmandatario estadounidense Donald Trump de resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania en apenas 24 horas. El político estadounidense ha prometido en más de una ocasión que, en el caso de ganar las elecciones presidenciales de 2024, alcanzaría un acuerdo de paz en Ucrania en un solo día, ya que mantiene buena relación con los líderes de ambos países.
En las cumbres de la Unión Europea, algunos líderes “temen incluso mencionar la posibilidad de su regreso [de Trump] por miedo a hacerla más probable”.
Todas las preguntas que me hicieron mientras caminaba por el paseo [de Davos] fueron: “¿Va a volver [Trump]?'”, afirmó al canal el presidente del Instituto de Finanzas Internacionales, Tim Adams, asegurando que “hay mucho interés en esa cuestión”.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 23, 2024
Ucrania se compromete a defender al Reino Unido si es atacado
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Ucrania estará obligada a responder en 24 horas a un ataque contra el Reino Unido y a defenderlo bajo el Acuerdo de Cooperación en Seguridad entre los dos países firmado durante la visita a Kiev del primer ministro británico, Rishi Sunak, comunicó su homólogo ucraniano, Denís Shmygal.
“No solo el Reino Unido debe reaccionar en 24 horas si hay una agresión contra Ucrania, Ucrania también defenderá a su aliado y socio reaccionando en 24 horas de una forma u otra para apoyar al Reino Unido en caso de que Rusia quiera atacar a nuestro amigo, socio y aliado”, declaró Shmygal este sábado durante su intervención en la televisión ucraniana.
El primer ministro ucraniano señaló también que el acuerdo prevé “garantías máximas específicas, mutuas y bilaterales” que permanecerán en vigor hasta que Ucrania ingrese en la OTAN, porque después se convertirán en las garantías de seguridad de la Alianza.
Shmygal calificó el acuerdo de “justo, bilateral y de asociación” y destacó que su firma es un “momento histórico” para Ucrania.
El funcionario ucraniano aseguró que se firmarán tratados bilaterales similares con otros países de Occidente e indicó que Ucrania ya está negociando con algunos miembros de la OTAN y países del G7.
El pacto alcanzado estipula que Londres y Kiev decidieron “profundizar su cooperación”. Asimismo, prevé una amplia asistencia militar para Kiev y abarca la seguridad en “todas las esferas: en tierra, aire, mar, ciberespacio y en una amplia cooperación política”, expresó el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 19, 2024
El día después de “¿Y si Rusia gana?”
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Ante el punto muerto que ha alcanzado la ayuda de Occidente a Ucrania, los aliados europeos empiezan a deliberar qué van a hacer si el plan derrotar a Rusia no funciona. Expertos citan a personas cercanas a las conversaciones internas que auguran el impacto de tal revés estratégico para el prestigio de la OTAN sería “mucho más profundo” que el causado por el “espectáculo de la fallida retirada de EE.UU. de Afganistán” en 2021. Algunos gobiernos están evaluando los riesgos que podrían correr los miembros orientales de la Alianza Atlántica en caso de que Ucrania ya no pueda oponer resistencia a las fuerzas rusas y sus defensas se desmoronen. En esta línea, ya se está cuestionando la fiabilidad de las promesas de defensa hechas por Washington. Funcionarios europeos afirmaron que Moscú buscaría tomar bajo su control más territorios y “destruir más infraestructura si Ucrania no recibe las armas de Occidente para defenderse”. En este caso, Kiev tendría que aceptar un acuerdo de alto el fuego bajo las condiciones de Moscú.
Mientras permanecen bloqueados por diferencias políticas 61.000 millones de dólares en EE.UU. y 50.000 millones euros en la UE, y los partidarios de Ucrania esperan decisiones a principios del próximo año, los funcionarios reconocen que es improbable que se produzca un gran avance ucraniano en el campo de batalla. Algunos funcionarios en los países bálticos ya están hablando de preparativos para una nueva guerra, dado que las tropas rusas “no serán derrotadas en Ucrania”, y crecen sus preocupaciones acerca de si EE.UU. y otros aliados arriesgarían sus tropas para defender a las pequeñas naciones que fueron parte de la URSS.
Así, Martin Herem, jefe de las Fuerzas de Defensa de Estonia, afirmó en declaraciones a un canal local la semana pasada que las fuerzas rusas podrían estar listas para atacar a la OTAN dentro de un año al terminar el conflicto en Ucrania. “Rusia no tiene miedo a la OTAN”, aseguró el jefe militar.
La agencia destaca que en Occidente ha desaparecido la confianza en que la operación militar especial lanzada por Moscú fuera una “derrota estratégica” para el líder ruso. En su lugar, hay quienes sugieren una “creciente sensación de que la apuesta del presidente ruso, Vladímir Putin, de que puede durar más que EE.UU. y sus aliados podría resultar acertada”.
El triunfo ruso en el conflicto ucraniano desencadenaría un flujo de refugiados hacia la UE, aumentando la presión sobre ciertos servicios en los países afectados y agravando las tensiones entre los miembros, indicó un funcionario occidental. Asimismo, la posible transición ucraniana a las tácticas de guerrilla perpetuaría la instabilidad en la frontera este de la UE.
Al mismo tiempo el acercamiento de Rusia a los países de Europa central y su dominación en el mar Negro gracias a la posición de Crimea obligarían a EE.UU. a emprender inversiones significativas en las fuerzas europeas para conseguir una disuasión fiable. Esto requeriría un considerable despliegue de fuerzas terrestres y de aeronaves.
Dadas las limitaciones de la industria militar estadounidense, es muy probable que la Casa Blanca se enfrente a una elección entre mantener suficientes fuerzas en Asia frente a un potencial ataque chino contra Taiwán o disuadir un potencial ataque ruso a la OTAN, argumenta el Instituto para el Estudio de la Guerra en un reciente informe.
“Toda esa empresa costaría una fortuna”, y “el coste durará mientras persista la amenaza rusa, potencialmente de forma indefinida”, opinó el historiador militar Frederick Kagan, uno de los analistas citados en el informe.
El ministro de Exteriores británico, David Cameron, afirmó el martes que su país y Francia seguirán apoyando a Ucrania tanto tiempo como sea necesaria hasta que Rusia sea derrotada.
Al respecto, Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso, comentó que tal postura conllevará a un mayor agotamiento de los recursos y a una mayor implicación de estos países en el conflicto ucraniano. “Conocemos bien esta posición, no puede cambiar el curso de los acontecimientos”, subrayó el vocero del Kremlin.
Por su parte, Putin calificó recientemente de “una completa tontería” la afirmación de su homólogo estadounidense, Joe Biden, de que Moscú podría atacar a un país de la OTAN. “Creo que el presidente Biden lo entiende, esto es solo una figura retórica para justificar su política errónea entorno a Rusia”, señaló el mandatario.
“Rusia no tiene ninguna razón, ningún interés, ni geopolítico, ni económico, ni político, ni militar, para luchar contra los países de la OTAN. No tenemos reclamaciones territoriales entre nosotros y no tenemos ningún deseo de estropear las relaciones con ellos”, explicó.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 26, 2023
POST DATA DE… AMANECE LA LIBERTAD
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Por Dr. Enrique Guillermo Avogadro.
La belicosidad del kirchnerismo, de la mano de Cristina Fernández, encontró en el Senado el primer espacio en el cual librar el combate contra Javier Milei aún antes de asumir.
No sólo desconoció la ancestral costumbre de designar como Presidente alterno del cuerpo a alguien del mismo espacio político del Presidente, por ser el segundo escalón en la línea sucesoria, sino que ya anunció que resistirá, con su fuerza legislativa, desde las comisiones.
La Libertad Avanza, a través de Guillermo Francos, Ministro del Interior, deberá multiplicar sus esfuerzos en las negociaciones con los distintos gobernadores para convencerlos de la necesidad de dejar de seguir a la todavía Vicepresidente, al menos por respeto al 56% por ciento de los argentinos que eligió respaldar al “león” libertario.
También en Diputados se verán situaciones similares, aunque allí le resultará más difícil lograr sus siniestros propósitos de complicar la gestión desde el principio mismo, dada la atomización que se está produciendo en todas las bancadas.
Que la banda de malhechores y subnormales que ella comanda siga complicándonos la vida, cuando ya han destruido tanto que resurgir requerirá de enormes esfuerzos y sacrificios, ratifica la urgencia que la sociedad tiene en que la Justicia avance contra toda la caterva de funcionarios responsables de tamaño desquicio.
En los últimos días, aceleraron en la colocación de minas terrestres en todos los caminos que deberá recorrer Milei para reducir el gasto público, tanto con el nombramiento de miles de militantes en la administración (miembros de La Cámpora, gremios u organizaciones sociales adictos) cuanto con el reparto de inexistentes fondos para consolar a mandatarios provinciales e intendentes propios. Y en el ínterin, robaron computadoras y otros bienes, vaciaron archivos, quemaron comprobantes …
Las malas noticias judiciales y las denuncias por corrupción siguen lloviendo, merecidamente, sobre Cristina Fernández y su más íntimo entorno. La definitiva atribución del sillón en el Consejo de la Magistratura a Luis Juez implica un nuevo equilibrio en ese crucial organismo, y se ha completado la integración de los tribunales orales federales que llevarán adelante los juicios que más la preocupan: “Hotesur/Los Sauces” y “Memorandum con Irán”, es decir, que ambos se iniciarán el próximo año, cuando ya no tendrá fueros.
A la vista del descubrimiento de los 194 viajes aéreos privados, pero pagados con dinero público, que realizó durante estos cuatro años, a un costo superior a los US$ 5 millones, cabe preguntarse qué hará la siniestra dama a partir de ahora; por miedo a los escraches, generados por la repulsa que su presencia produce a la mayoría de los argentinos, no querrá volar en líneas comerciales, y ya no dispondrá de aviones de la flota presidencial o de YPF, éstos últimos en clara malversación del capital de la empresa y defraudando a sus accionistas. ¿Significará eso que se encerrará en el Calafate, en una suerte de anticipada prisión domiciliaria, para planificar su venganza contra la ciudadanía que la desprecia y que la expulsó del poder?
La despedida de Alberto Fernández, corporizada en el discurso ayer por cadena nacional, resultó tan patética como fue todo su período presidencial, unánimemente considerado como el peor de la historia. Con sólo pensar que la guerra de Ucrania, la pandemia y la sequía, factores determinantes a los cuales atribuyó otra vez su resonante fracaso, también afectaron a todos los países vecinos que, sin embargo, no tienen hiperinflación, ni han registrado la enorme crisis socio-económica que vivimos hoy, basta para derribar todas sus infantiles y falsas excusas.
Por último, y a pesar de reconocer que las garras del león libertario fatalmente deberán limarse al frotarse contra una realidad que deriva de la tan unipersonal fuerza que lo catapultó al poder, y la consecuente necesidad de buscar alianzas parlamentarias para lograr sustento político, resulta indispensable que Milei ponga límites morales a la incorporación o perpetuación de funcionarios provenientes del kirchnerismo a su gestión.
La ciudadanía, convocada a ajustarse el cinturón sobre una ya tan delgada cintura, no tolerará que el ajuste prometido sobre la “casta” y el gasto improductivo quede en agua de borrajas, y tampoco que los responsables de la terrible situación actual (reconocida por el mundo entero) continúen impunes.
Por ello, a partir del lunes interpelará a la Justicia y a los organismos de control estatal hasta lograr que actúen con celeridad en la persecución penal del desquicio y la corrupción, y exigirá rápidos resultados; así como votó un cambio radical en el manejo de la cosa pública, también lo hizo para terminar con la tolerancia y los mantos de olvido que, entre nosotros, siempre se han extendido sobre las administraciones anteriores.
Mañana estaré en el Congreso para expresar tanto mi apoyo al nuevo Gobierno como mi esperanza en que su desempeño logre torcer el derrotero que nos trajo hasta la colisión con el iceberg que hoy vivimos y, así, recuperar la posibilidad de que nuestros hijos y nietos miren con optimismo al país en que nacieron porque éste les ofrecerá un futuro que merezca tal nombre.
Hasta la próxima nota.
Un fuerte y muy ilusionado abrazo.
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 10, 2023
Zelenski volaría a Argentina para la inauguración de Milei
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El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, volará el 10 de diciembre a Argentina para asistir a la asunción presidencial de Javier Milei.
Milei ganó atención internacional por sus comentarios incendiarios y opiniones radicales, como legalizar la venta de órganos humanos y eliminar por completo todas las leyes sobre armas. Se le ha comparado con el expresidente estadounidense Donald Trump.
Milei también ha expresado su apoyo a Ucrania desde el comienzo de la invasión a gran escala. Llevó un pin con la bandera de Ucrania en el parlamento en marzo de 2022 y dijo: “Aquellos de nosotros que defendemos las ideas de libertad no podemos tolerar ni aceptar una invasión como la que Rusia ha hecho a Ucrania”. Milei también criticó al gobierno de Argentina, calificando su posición hacia la guerra como “débil” y diciendo que es “cómplice de las peores dictaduras del país”.
No ha habido ninguna declaración oficial de la oficina de Zelensky sobre la visita propuesta a Argentina al momento de esta publicación.
“El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, llegará a Buenos Aires a primera hora del domingo para asistir a la toma de posesión de Javier Milei”, comunicó el medio. Sin embargo, se señaló que desde la Cancillería de Ucrania afirmaron que no pueden “ni negar ni afirmar” dicha información.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 8, 2023
Rusia tiene capacidad legal para desactivar los satélites Starlink de Elon Musk
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En una dura advertencia, un experto en derecho espacial advirtió que los satélites comerciales, como Starlink de Elon Musk, podrían convertirse en un objetivo militar potencial, especialmente después de que Musk puso la constelación de satélites a disposición del ejército de Ucrania para comunicarse y coordinarse en la guerra en curso contra Rusia. el año pasado.
El mayor Jeremy Grunert, oficial del Cuerpo del Abogado General de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (JAG), dijo durante la Conferencia Espacial del Reino Unido en Belfast que las empresas debían tener cuidado de no caer en conflictos y que podrían convertirse en presa fácil en futuros conflictos si contribuir a un lado.
Anatoly Antonov, el embajador ruso en Estados Unidos, también advirtió a Musk que su interferencia en la guerra entre Rusia y Ucrania “podría conducir a una respuesta nuclear”, como escribió Walter Isaacson en la biografía de Musk.
Mientras que la Convención de Ginebra dice que “Los ataques sólo podrán dirigirse contra objetivos militares. Los ataques no deben dirigirse contra objetos civiles”, en referencia a los conflictos internacionales y no internacionales, el Mayor Grunert dice que la distinción es cada vez más confusa, y las empresas de satélites se exponen potencialmente a guerras cibernéticas o ataques con misiles.
Trazando paralelismos con los precedentes históricos de la Segunda Guerra Mundial, el Mayor Grunert destacó que, justo antes de las invasiones del Día D, la infraestructura civil como puentes y ferrocarriles fueron atacadas debido a su importancia militar.
Aplicando este principio al espacio exterior, argumentó que el uso de sistemas civiles como Starlink para apuntar con drones podría clasificarlos como objetivos militares potenciales.
“Es lo mismo en el espacio exterior y, ciertamente, la forma en que se han utilizado sistemas civiles como Starlink para apuntar con drones -algo que ha demostrado ser algo controvertido, incluso dentro de la propia organización Starlink- podría decirse que convertiría a Starlink en un objetivo militar potencial. bajo las leyes de la guerra”, dijo en la conferencia.
Los principales actores del escenario mundial, incluidos Rusia, China y Estados Unidos, ya han demostrado su capacidad para destruir satélites en órbita mediante pruebas de misiles antisatélite.
En un fragmento del libro de Isaacson, resulta que Musk hizo un movimiento furtivo. Cerró las redes de comunicación por satélite de Starlink, que el ejército ucraniano estaba utilizando para perseguir a la flota naval rusa en Sebastopol, Crimea. Musk intervino y frustró el ataque. Los drones “perdieron conectividad y simplemente llegaron a la costa sin causar daño”, según Isaacson.
Más tarde, Musk publicó en X diciendo que si hubiera dado el visto bueno para proporcionar conectividad al ejército de Ucrania en Sebastopol, “entonces SpaceX sería explícitamente cómplice de un importante acto de guerra y escalada del conflicto”.
Musk, extendiendo lo mismo a la Gaza devastada por la guerra, anunció en octubre que Starlink proporcionará conectividad a organizaciones de ayuda reconocidas internacionalmente en la Franja de Gaza, donde los ataques aéreos israelíes han interrumpido los servicios telefónicos e Internet.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 3, 2023
Lo que está en juego de la agresión rusa para Ucrania
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Por Antony J. Blinken, Secretario de Estado de los Estados Unidos de América.
Rusia se ha alejado repetidamente de los acuerdos que han mantenido la paz en todo el continente durante décadas. Y continúa apuntando a la OTAN, una alianza defensiva y voluntaria que protege a casi mil millones de personas en Europa y América del Norte, y a los principios rectores de la paz y la seguridad internacionales que todos tenemos interés en defender.
Esos principios, establecidos a raíz de dos guerras mundiales y una guerra fría, rechazan el derecho de un país a cambiar las fronteras de otro por la fuerza; dictar a otro las políticas que sigue o las elecciones que hace, incluso con quién asociarse; o ejercer una esfera de influencia que subyugaría a los vecinos soberanos a su voluntad.
Permitir que Rusia viole impunemente esos principios nos arrastraría a todos a una época mucho más peligrosa e inestable, cuando este continente y esta ciudad estaban divididos en dos, separados por tierras de nadie, patrullados por soldados, con la amenaza de todos- fuera la guerra pendiendo sobre las cabezas de todos. También enviaría un mensaje a otros en todo el mundo de que estos principios son prescindibles, y eso también tendría resultados catastróficos.
Es por eso que Estados Unidos y nuestros aliados y socios en Europa se han centrado tanto en lo que está sucediendo en Ucrania. Es más grande que un conflicto entre dos países. Es más grande que Rusia y la OTAN. Es una crisis con consecuencias globales y requiere atención y acción globales.
Me gustaría abordar los hechos del asunto.
Para empezar, Rusia afirma que esta crisis se trata de su defensa nacional, de ejercicios militares, sistemas de armas y acuerdos de seguridad. Ahora, si eso es cierto, podemos resolver las cosas pacífica y diplomáticamente. Hay pasos que podemos tomar (Estados Unidos, Rusia, los países de Europa) para aumentar la transparencia, reducir los riesgos, avanzar en el control de armas, generar confianza. Lo hemos hecho con éxito en el pasado y podemos hacerlo de nuevo.
Y, de hecho, es lo que nos propusimos hacer la semana pasada en las discusiones que presentamos en el Diálogo de Estabilidad Estratégica entre los Estados Unidos y Rusia, en el Consejo OTAN-Rusia y en la OSCE. En esas reuniones y muchas otras, Estados Unidos y nuestros aliados y socios europeos se han acercado repetidamente a Rusia con ofertas de diplomacia en un espíritu de reciprocidad.
Hasta ahora, nuestra disposición a participar de buena fe ha sido rechazada porque, en verdad, esta crisis no se trata principalmente de armas o bases militares. Se trata de la soberanía y la autodeterminación de Ucrania y todos los estados. Y, en esencia, se trata del rechazo de Rusia a una Europa posterior a la Guerra Fría que sea completa, libre y en paz.
A pesar de todas nuestras profundas preocupaciones con la agresión, las provocaciones y la interferencia política de Rusia, incluso contra los Estados Unidos, la administración Biden ha dejado en claro nuestra voluntad de buscar una relación más estable y predecible; negociar acuerdos de control de armas, como la renovación del Nuevo START, y lanzar nuestro Diálogo de Estabilidad Estratégica; buscar una acción común para abordar la crisis climática y trabajar en una causa común para revivir el acuerdo nuclear con Irán. Y apreciamos cómo Rusia se ha comprometido con nosotros en estos esfuerzos.
Y a pesar de las imprudentes amenazas de Moscú contra Ucrania y la peligrosa movilización militar, a pesar de su ofuscación y desinformación, Estados Unidos, junto con nuestros aliados y socios, han ofrecido un camino diplomático para salir de esta crisis artificial. Es por eso que he regresado a Europa: Ucrania ayer, Alemania aquí hoy, Suiza mañana, donde me reuniré con el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Lavrov, y una vez más buscaré soluciones diplomáticas.
Estados Unidos preferiría que ese fuera el caso, y ciertamente preferiría la diplomacia a las alternativas. Sabemos que nuestros socios en Europa sienten lo mismo. Lo mismo hacen las personas y las familias de todo el continente, porque saben que soportarán la mayor carga si Rusia rechaza la diplomacia. Y miramos a los países más allá de Europa, a la comunidad internacional en su conjunto para dejar en claro los costos para Rusia si busca un conflicto, y para defender todos los principios que nos protegen a todos.
Entonces, veamos claramente lo que está en juego en este momento, quién se verá realmente afectado y quién es el responsable. En 1991, millones de ucranianos acudieron a las urnas para decir que Ucrania ya no sería gobernada por autócratas sino que se gobernaría a sí misma. En 2014, el pueblo ucraniano se levantó para defender su elección de un futuro democrático y europeo. Han estado viviendo bajo la sombra de la ocupación rusa en Crimea y la agresión en Donbas desde entonces.
La guerra en el este de Ucrania, orquestada por Rusia con representantes que lidera, entrena, suministra y financia, bueno, eso mató a más de 14,000 ucranianos. Miles más han resultado heridos. Pueblos enteros han sido destruidos. Casi un millón y medio de ucranianos han huido de sus hogares para escapar de la violencia. Para los ucranianos en Crimea y Donbas, la represión es aguda. Rusia impide que los ucranianos crucen la línea de contacto, aislándolos del resto del país. Cientos de ucranianos están detenidos como presos políticos por Rusia y sus representantes. Cientos de familias no saben si sus seres queridos están vivos o muertos.
Y las necesidades humanitarias están creciendo. Casi 3 millones de ucranianos, incluidos un millón de ancianos y medio millón de niños, necesitan urgentemente alimentos, refugio y otra asistencia vital. Pero, por supuesto, incluso los ucranianos que viven lejos de los combates se ven afectados. Este es su país; estos son sus conciudadanos. Y en ninguna parte de Ucrania hay personas libres de las actividades malignas de Rusia. Moscú ha tratado de socavar las instituciones democráticas de Ucrania, interfirió en la política y las elecciones de Ucrania, bloqueó la energía y el comercio para intimidar a los líderes de Ucrania y presionar a sus ciudadanos, utilizó propaganda y desinformación para sembrar desconfianza, lanzó ataques cibernéticos contra la infraestructura crítica del país. La campaña para desestabilizar Ucrania ha sido implacable.
Y ahora Rusia está lista para ir aún más lejos. El costo humano de la agresión renovada por parte de Rusia sería mucho más alto de lo que hemos visto hasta la fecha. Rusia justifica sus acciones alegando que Ucrania de alguna manera representa una amenaza para su seguridad. Esto le da la vuelta a la realidad. ¿De quién son las tropas que rodean a quién? ¿Qué país ha reclamado el territorio de otro por la fuerza? ¿Qué ejército es muchas veces más grande que el otro? ¿Qué país tiene armas nucleares? Ucrania no es el agresor aquí; Ucrania solo está tratando de sobrevivir. Nadie debería sorprenderse si Rusia instiga una provocación o un incidente y luego trata de usarlo para justificar una intervención militar, con la esperanza de que cuando el mundo se dé cuenta de la artimaña, ya sea demasiado tarde.
Ha habido mucha especulación sobre las verdaderas intenciones del presidente Putin, pero en realidad no tenemos que adivinar. Nos lo ha dicho en repetidas ocasiones. Está sentando las bases para una invasión porque no cree que Ucrania sea una nación soberana. Se lo dijo rotundamente al presidente Bush en 2008, y cito: “Ucrania no es un país real”. Dijo en 2020, y cito: “Los ucranianos y los rusos son la misma gente”. Hace solo unos días, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia tuiteó en celebración del aniversario de la unificación de Ucrania y Rusia en el año 1654. Ese es un mensaje bastante inconfundible esta semana de todas las semanas.
Y así, lo que está en juego para Ucrania se hace más visible. No se trata sólo de una posible invasión y guerra. Se trata de si Ucrania tiene derecho a existir como nación soberana. Se trata de si Ucrania tiene derecho a ser una democracia.
Esto no se ha detenido en Ucrania. Todas las antiguas repúblicas socialistas soviéticas se convirtieron en naciones soberanas en 1990 y 1991. Una de ellas es Georgia. Rusia lo invadió en 2008. Trece años después, casi 300.000 georgianos siguen desplazados de sus hogares. Otro es Moldavia. Rusia mantiene allí tropas y municiones contra la voluntad de su pueblo. Si Rusia invade y ocupa Ucrania, ¿qué sigue? Ciertamente, se intensificarán los esfuerzos de Rusia para convertir a sus vecinos en estados títeres, para controlar sus actividades, para acabar con cualquier chispa de expresión democrática. Una vez que se descartan los principios de soberanía y autodeterminación, se vuelve a un mundo en el que las reglas que creamos juntos durante décadas se erosionan y luego desaparecen.
Y eso animó a algunos gobiernos a hacer lo que sea necesario para obtener lo que quieren, incluso si eso significa cerrar el Internet de otro país, cortar el combustible para calefacción en pleno invierno o enviar tanques: todas las tácticas que Rusia ha usado contra otros países en años recientes. Por eso, los gobiernos y los ciudadanos de todo el mundo deberían preocuparse por lo que sucede en Ucrania. Puede parecer una disputa regional lejana u otro ejemplo más del acoso ruso, pero lo que está en juego, una vez más, son principios que han hecho que el mundo sea más seguro y estable durante décadas.
Ahora, alternativamente, Rusia dice que el problema es la OTAN. A primera vista, eso es absurdo. La OTAN no invadió Georgia; La OTAN no invadió Ucrania. Rusia lo hizo. La OTAN es una Alianza defensiva sin intenciones agresivas hacia Rusia. Por el contrario, los esfuerzos de la OTAN para involucrar a Rusia se han prolongado durante años y, lamentablemente, han sido rechazados. Por ejemplo, en el Acta Fundacional de Rusia de la OTAN, cuyo objetivo era generar confianza y aumentar las consultas y la cooperación, la OTAN se comprometió a reducir significativamente su fuerza militar en Europa del Este. Y se ha hecho precisamente eso.
Rusia se comprometió a ejercer una moderación similar en sus despliegues de fuerzas convencionales en Europa. Nuevamente, en cambio, invadió dos países. Rusia dice que la OTAN está cercando a Rusia. De hecho, solo el 6 por ciento de las fronteras de Rusia toca países de la OTAN. Compare eso con Ucrania, que ahora está realmente rodeada por tropas rusas. En los países bálticos y Polonia hay alrededor de 5.000 soldados de la OTAN que no son de esos países, y su presencia es rotativa, no permanente. Rusia ha puesto al menos 20 veces más en las fronteras de Ucrania.
El presidente Putin dice que la OTAN está, y cito, “estacionando misiles en el porche de nuestra casa”. Pero es Rusia la que ha desarrollado misiles de alcance intermedio lanzados desde tierra que pueden alcanzar Alemania y casi todo el territorio europeo de la OTAN a pesar de que Rusia es parte del Tratado INF que prohíbe estos misiles. De hecho, la violación de Rusia llevó a la terminación de ese tratado, lo que nos ha dejado a todos menos seguros.
También vale la pena señalar que, aunque Rusia no es miembro de la OTAN, al igual que muchos países que no pertenecen a la OTAN, en realidad se ha beneficiado de la paz, la estabilidad y la prosperidad que la OTAN ha ayudado a hacer posibles. Muchos de nosotros recordamos vívidamente las tensiones y los temores de la era de la Guerra Fría. Los pasos que la Unión Soviética y Occidente dieron entre sí durante esos años para generar entendimiento y establecer reglas acordadas sobre cómo actuarían nuestros países fueron bien recibidos por la gente en todas partes porque bajaron la presión e hicieron que el conflicto militar fuera menos probable. Esos avances son el resultado de una gran cantidad de trabajo duro por parte de personas de todos los lados. Ahora estamos viendo que el trabajo duro se deshace.
Por ejemplo, en 1975, todos los países de la OSCE, incluida Rusia, firmaron el Acta Final de Helsinki, que estableció 10 principios rectores para el comportamiento internacional, incluido el respeto por la soberanía nacional, abstenerse de la amenaza o el uso de la fuerza, la inviolabilidad de las fronteras, el derecho territorial integridad de los estados, la solución pacífica de controversias y la no intervención en los asuntos internos. Desde entonces, Rusia ha violado todos y cada uno de esos principios en Ucrania y ha dejado en claro en repetidas ocasiones su desdén por ellos.
En 1990, los países de la OSCE, incluida Rusia, acordaron el Documento de Viena, un conjunto de medidas de fomento de la confianza y la seguridad para aumentar la transparencia y la previsibilidad de las actividades militares, incluidos los ejercicios militares. Ahora, Rusia sigue selectivamente esas disposiciones. Por ejemplo, realiza ejercicios militares a gran escala que, según afirma, están exentos de los requisitos de notificación y observación del Documento de Viena porque se llevan a cabo sin previo aviso a las tropas involucradas. El otoño pasado, Rusia realizó ejercicios militares en Bielorrusia con más de 100.000 soldados. Es imposible que esos ejercicios fueran sin previo aviso. Y Moscú no proporcionó información sobre sus fuerzas militares en Georgia, ni notificó a la OSCE sobre su acumulación masiva de tropas alrededor de Ucrania la primavera pasada, ni respondió a las preguntas de Ucrania sobre lo que estaba haciendo, todo lo cual es requerido por ese acuerdo de 1990.
En 1994, en un pacto conocido como el Memorándum de Budapest, Rusia, Estados Unidos y Gran Bretaña se comprometieron, y cito, a “respetar la independencia y soberanía y las fronteras existentes de Ucrania y abstenerse de la amenaza o el uso de la fuerza contra” el país. Esas promesas ayudaron a persuadir a Ucrania a renunciar a su arsenal nuclear heredado tras la disolución de la URSS y que entonces era el tercer arsenal nuclear más grande del mundo. Bueno, solo tenemos que preguntar a las personas que viven en Crimea y Donbas qué pasó con esas promesas.
Hay muchos más ejemplos que podría citar. Todos apoyan la misma conclusión: un país se ha retractado repetidamente de sus compromisos e ignorado las mismas reglas que acordó, a pesar de que otros han trabajado arduamente para llevarlo adelante en cada paso. Ese país es Rusia. Por supuesto, Rusia tiene derecho a protegerse a sí misma, y Estados Unidos y Europa están preparados para discutir las preocupaciones de seguridad de Rusia y cómo podemos abordarlas de manera recíproca. Rusia está preocupada por su seguridad y las acciones que dice que están tomando Estados Unidos, Europa y la OTAN que de alguna manera amenazan esa seguridad. Tenemos profundas preocupaciones sobre las acciones que está tomando Rusia que amenazan nuestra seguridad. Podemos hablar de todo eso. Pero no trataremos los principios de soberanía o integridad territorial consagrados en la Carta de la ONU, afirmados por el Consejo de Seguridad de la ONU, como negociables.
Y si pudiera hablar con el pueblo ruso, les diría que merecen vivir con seguridad y dignidad como todas las personas en todas partes, y nadie, ni Ucrania, ni Estados Unidos, ni la OTAN ni sus miembros, está tratando de poner en peligro ese. Pero lo que realmente pone en riesgo su seguridad es una guerra sin sentido con sus vecinos en Ucrania con todos los costos que conlleva, sobre todo para los jóvenes que arriesgarán o incluso darán sus vidas por ella.
En un momento en que COVID se está extendiendo por todo el planeta, tenemos una crisis climática, necesitamos reconstruir la economía global, todo lo cual exige gran parte de nuestra atención y recursos, ¿es esto realmente lo que necesita? un conflicto violento que probablemente ¿continuar? ¿Eso realmente haría que sus vidas fueran más seguras, más prósperas, más llenas de oportunidades? Y pensemos en lo que podría lograr una gran nación como Rusia si dedicara sus recursos, especialmente el notable talento de sus recursos humanos, su gente, a los desafíos más importantes de nuestro tiempo. Nosotros en los Estados Unidos, nuestros socios en Europa, lo agradeceríamos.
Me reuniré con el Ministro de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov e instaré a Rusia a encontrar el camino de regreso a los acuerdos que juró durante décadas y a trabajar con los Estados Unidos y nuestros aliados y socios en Europa para escribir un futuro que pueda garantizar nuestra seguridad mutua, sino también dejar en claro que esa posibilidad se extinguirá con la agresión rusa contra Ucrania, que también haría exactamente lo que se queja Moscú: reforzar la alianza defensiva de la OTAN.
Estos son problemas difíciles a los que nos enfrentamos. Resolverlos no sucederá rápidamente. Ciertamente no espero que los resolvamos mañana en Ginebra. Pero podemos avanzar en nuestra comprensión mutua. Y eso, combinado con la reducción de la concentración militar de Rusia en las fronteras de Ucrania, puede alejarnos de esta crisis en las próximas semanas. Al mismo tiempo, Estados Unidos continuará trabajando con nuestros aliados y socios en la OTAN, la Unión Europea, la OSCE, el G7, las Naciones Unidas, en toda la comunidad internacional para dejar claro que Rusia tiene dos caminos: el camino hacia la diplomacia que puede conducir a la paz y la seguridad; y el camino de la agresión que sólo conducirá al conflicto, a graves consecuencias, a la condena internacional. Estados Unidos y nuestros aliados seguirán apoyando a Ucrania y listos para encontrarse con Rusia en cualquiera de los dos caminos.
No es casualidad que esté ofreciendo estos pensamientos aquí en Berlín. Quizás ningún lugar en el mundo experimentó más las divisiones de la Guerra Fría que esta ciudad. Aquí, el presidente Kennedy declaró a todas las personas libres ciudadanos de Berlín. Aquí, el presidente Reagan instó al Sr. Gorbachov a derribar ese muro. Parece un momento en que el presidente Putin quiere volver a esa era. Esperamos que no. Pero si elige hacerlo, se encontrará con la misma determinación, la misma unidad que las generaciones pasadas de líderes y ciudadanos ejercieron para promover la paz, la libertad y la dignidad humana en Europa y en todo el mundo.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 21, 2022
Rusia informa que disparó tiros de advertencia contra un buque de guerra del Reino Unido cerca de Crimea
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Moscú dijo que el destructor de la Royal Navy estaba en sus aguas territoriales. Gran Bretaña dijo que no se apuntaron disparos al barco y que Rusia había advertido que estaba realizando un ejercicio de artillería.
El Ministerio de Defensa ruso expresó ayer miércoles que uno de sus buques de guerra había disparado tiros de advertencia contra un destructor británico cerca de Crimea en el Mar Negro y que un avión de combate ruso había arrojado bombas en el camino del destructor después de que entró en aguas rusas, afirma que fueron rápidamente negado por Gran Bretaña.
Ese relato difiere drásticamente del que dio el Ministerio de Defensa de Rusia, que dijo que el barco británico se había aventurado casi dos millas dentro de las aguas territoriales de Rusia y se había retirado inmediatamente después del supuesto enfrentamiento. El ministerio dijo que el enfrentamiento tuvo lugar cerca de Cape Fiolent, cerca de la ciudad portuaria de Sebastopol, donde Rusia mantiene una gran base naval.
Gran Bretaña también negó esa afirmación rusa, diciendo que el barco había estado participando en ejercicios de la OTAN en ese momento.
En 2014, Rusia anexó la península de Crimea de Ucrania en una medida que provocó la condena y las sanciones internacionales. Desde entonces, el área alrededor de la península en el Mar Negro se ha convertido en un punto de fricción militar entre Rusia, Ucrania y los países de la OTAN.
En abril, Rusia hizo sonar las alarmas al concentrar decenas de miles de tropas en su frontera con el este de Ucrania. Semanas más tarde, retiró la mayoría de las fuerzas, diciendo que solo estaban realizando ejercicios.
Para entonces, había obtenido una invitación del presidente Biden para una reunión cumbre, que según los analistas había sido un objetivo claro para el presidente Vladimir V. Putin desde el principio.
Rusia ha realizado frecuentes sobrevuelos amenazantes en las proximidades del espacio aéreo de la OTAN en el norte de Europa. En marzo, la OTAN envió aviones de combate 10 veces en seis horas para interceptar aviones rusos que, según dijo, estaban cerca del espacio aéreo de la alianza en el Atlántico Norte, Mar del Norte, Mar Báltico y Mar Negro.
En una declaración del miércoles en respuesta a los informes de las acciones rusas, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, calificó las acciones de Rusia en el Mar Negro como rutinariamente “agresivas y provocativas”, y agregó que la “militarización de Crimea por parte de Rusia representa una amenaza duradera para Ucrania”.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 24, 2021
El Presidente es una risa
Un comediante que interpreta al presidente de Ucrania en la televisión encabeza las urnas en la carrera presidencial del país.
Volodymyr Zelensky, de 41 años, protagoniza el popular programa de televisión “Servant of the People”, en el que interpreta a un profesor de historia que es elegido presidente después de que su ataque contra la corrupción se vuelve viral.
Y ahora, faltan cinco semanas para la elección presidencial del 31 de marzo en Ucrania, Zelensky es el favorito, a pesar de no tener ninguna experiencia política real.
Se describe a sí mismo como “muy liberal”, y lanzó su campaña el 1 de enero, para coincidir con el discurso del año nuevo del presidente.
Una encuesta reciente sugiere que Zelensky tiene más apoyo que otros candidatos, incluido el presidente titular, Petro Poroshenko y la ex primera ministra Yulia Tymoshenko.
La encuesta nacional que muestra a Zelensky prestando la carrera presidencial encuestó a 2.000 personas y fue realizada a principios de febrero por el Centro Razumkov de Ucrania.
Mostró que el 17.5% votaría por Zelensky, el 13.1% por Poroshenko y el 11.5% por Tymoshenko.
Leer más: La Marina de los Estados Unidos ha enviado otro barco al Mar Negro, donde Ucrania se está preparando para otro ataque ruso.
Además de ser actor y comediante, Zelensky es abogado y empresario.
Su acercamiento a la campaña es único. No tiene mítines, y en cambio vende boletos para conciertos de comedia en los que parodia a su competencia. También usa Facebook y YouTube para compartir videos.
Si es elegido presidente, Zelensky tendrá que enfrentar tensiones continuas con Rusia, que se anexó a Crimea en 2014, así como una economía en crisis y una corrupción generalizada.
Zelensky dijo que quiere enfrentar la corrupción y hablar directamente con Putin sobre la guerra en el este de Ucrania.
Cuando le preguntaron en diciembre si podía imaginar negociar con el presidente Donald Trump en el futuro, Zelensky no se inmutó.
“Ambos somos de la misma industria, después de todo”, bromeó.
Luego de anunciar su candidatura presidencial, Zelensky se enfrentó a las críticas de los partidarios de Poroshenko, quienes lo llamaron “payaso” y lo acusaron de devaluar la presidencia, informó Bloomberg.
Otros lo acusaron de ser un títere para el oligarca Ihor Kolomoisky, cuyos abogados han negado las reclamaciones.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 25, 2019
Holanda, Australia y ahora los Estados Unidos piden que Rusia rinda cuentas por el derribo del vuelo MH17 de Malasia
MH17 fue un vuelo internacional regular de pasajeros operado por un avión Boeing 777-200ER. Partió del aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol (Países Bajos) a las 12:14 hacia el aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur (Malasia) con 283 pasajeros y 15 miembros de la tripulación. Se estrelló en la villa de Grábovo, en el raión ucraniano de Shajtarsk, en el óblast de Donetsk, a 40 kilómetros de la frontera con Rusia.
Comunicado del Departamento de Estado Norteamericano
Apoyamos firmemente las decisiones de los Países Bajos y Australia de pedir a Rusia que rinda cuentas por su papel en el derribo del vuelo # 17 (MH-17) de Malasia en julio de 2014 sobre el este de Ucrania y las horribles muertes de 298 civiles. Es hora de que Rusia reconozca su papel en el derribo del MH-17 y el cese de su insensible campaña de desinformación, artimaña aún utilizada desde los tiempos comunistas.
Como dejaron en claro las conclusiones del Equipo conjunto de investigación, el lanzador de misiles BUK usado para derribar el avión de pasajeros es propiedad de la Federación de Rusia y fue asignado a la brigada anti-aérea rusa 53 ° cerca de Kursk. Fue llevado a territorio soberano de Ucrania desde Rusia, fue despedido del territorio controlado por Rusia y las fuerzas dirigidas por Rusia en el este de Ucrania, y luego fue devuelto al territorio ruso. Instamos a Rusia a que se adhiera a la RCSNU 2166 y responda a las solicitudes legítimas de Australia y los Países Bajos.
La agresión de Rusia en Ucrania desde 2014 ha provocado más de 10,300 muertes relacionadas con el conflicto, incluidas las pérdidas en la tragedia del MH-17. Ya es hora de que Rusia ponga fin a esta violencia.
[/ezcol_1third] [ezcol_2third_end]Australia y los Países Bajos responsabilizan a Rusia por derribar un avión de pasajeros de Malaysia Airlines en 2014.
Las 298 personas a bordo del MH17, que se dirigía de Amsterdam a Kuala Lumpur, murieron cuando fue derribado en territorio de los rebeldes en Ucrania.
El jueves, investigadores internacionales liderados por holandeses concluyeron que el misil pertenecía a una brigada rusa.
Rusia ha negado cualquier participación en la destrucción del avión.
El Ministerio de Defensa de Moscú dijo que “rechaza la versión de los investigadores holandeses”. Previamente ha insistido en que ninguna de sus armas fue utilizada para derribar MH17.
El equipo de investigadores internacionales, sin embargo, encontró que “todos los vehículos en un convoy que transportaba el misil formaban parte de las fuerzas armadas rusas”. Fue disparado desde un territorio controlado por los rebeldes en el este de Ucrania.
Cuando golpeó el avión de Malaysia Airlines, mató a 193 ciudadanos holandeses, 43 personas de Malasia y 27 de Australia. Otras víctimas provenían de países como Indonesia, el Reino Unido, Bélgica, Alemania y Filipinas.
¿De qué se acusa a Rusia?
Los Países Bajos y Australia dicen que violó el derecho internacional.
La decisión fue anunciada en un comunicado del gobierno holandés y por la ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Julie Bishop.
“Sobre la base de las conclusiones [del equipo internacional conjunto], los Países Bajos y Australia ahora están convencidos de que Rusia es responsable del despliegue de la instalación de Buk que se utilizó para derribar el MH17”, dijo el ministro holandés de relaciones exteriores, Stef Blok.
“El gobierno ahora está dando el siguiente paso al hacer que Rusia rinda cuentas formalmente”.
La declaración agregó, sin embargo, que responsabilizar a un estado nación por una violación del derecho internacional involucraría “un proceso legal complejo”.
“Pedimos a Rusia que acepte su responsabilidad y coopere plenamente con el proceso para establecer la verdad y lograr justicia para las víctimas del vuelo MH17 y sus familiares”, dijo Blok.
En el lado australiano, la Sra. Bishop escribió: “La única conclusión que podemos extraer razonablemente ahora es que Rusia estuvo directamente involucrada en el derribo del MH17”.
Australia y los Países Bajos le han pedido a Rusia que inicie conversaciones como primer paso, pero sostuvo la perspectiva de llevar el caso a un tribunal internacional.
La UE, EE. UU., La OTAN y el Reino Unido agregaron sus propias llamadas para que Rusia acepte la responsabilidad por el incidente.
[/ezcol_2third_end]PRISIONEROenARGENTINA.com
Mayo 25, 2018