Donald Trump al iniciar su gestión expuso las grandes ideas que seguramente guiarán sus estrategias.
Cuando lo escuché recordé una reglas básicas que escuchaba constantemente en mis andanzas, de integrantes de embajadas de varios países:
Cuando llevaba un tema sobre el cual quería sondearlos, con mucha amabilidad me recitaban los reglas:
El tema interesa a mi país. Tratémoslo.
El tema perjudica a mi país: No lo vamos a consentir.
El tema favorece a mi país: Adelante.
El tema no interesa a mi país: Haga lo que quiera.
Al parecer Trump, se adscribe a estas reglas. Por supuesto que esto traerá consecuencias en el mundo. Y según el país, pueden ser graves.
Partiendo de una concepción economicista. La idea es solucionar los problemas laborales de la ciudadanía estadounidense, que se han originado en EE.UU, porque la mirada de sus gobiernos después de la II guerra mundial, han estado puestas en el exterior.
Esto ya insinúa una dura lucha con el aparato administrativo del gobierno, que se orienta hacia la supremacía de su país, mirando” al revés. No destaca donde EE.UU puede incrementar su poder, sino donde debe actuar para evitar que otro aumente el propio a costa de él. Esto ha generado una manera de ver al mundo, como un “defensor ofensivo” que para ello debe ser muy agresivo.
Todo esto, genera muchos gastos. Y los gobiernos han dilapidado su riqueza, ayudando a otros, para evitar que se sumen a un competidor de su poder.
EE.UU, tiene ya una experiencia entre las dos guerras mundiales que le permitió alcanzar un poder, que prácticamente resultó mayúsculo. Se llamó “el aislacionismo” que fuer modificado ante el ataque japonés.(Pearl Harbor).
Creo que Trump, está proponiendo reeditar esta estrategia. Es un mirar para adentro, y los demás es problema de ellos.
Claro que hoy EE.UU, es ya un poder inalcanzable, y la Humanidad es en muchos millones de seres humanos; un mundo sumido en la existencia propia de siglos primitivos.
La lógica de Trump, es sencilla: Yo hago con mi plata lo que quiero. Y si lo creo conveniente podré ser un poco filántropo, pero nunca perjudicando al ciudadano norteamericano. Y esto habla de una sustanciosa reducción impositiva, que es con lo que se paga las “gestiones solidarias”. Recordar que esta postura es un “caballito de batalla” de los republicanos.(reducción de impuestos).
A la vez, Trump quiere que las empresas norteamericanas internacionales retornen al país. No creo que le sea conveniente y pronto se va a dar cuenta. La “mentalidad capitalista” de las empresas norteamericanas, con la misma lógica, han ido al exterior no para hacer beneficencia sino para mejorar la relación costo – beneficio. Y esta mejora tiene una variable de ajuste muy favorable en países pobres: la mano de obra. Pero esto en EE.UU generaría problemas que serían muy difíciles de salvar. Los norteamericanos no querrán ser empleados “cuasi” gratuitos. Seguramente se producirían problemas sindicales, que alterarían la paz interior norteamericana. Es posible que Trump opte por lo mas beneficioso: que las empresas sigan girando los beneficios a EE.UU, mejorando con ello el PBI.
Y en ese caso el problema será con quienes desarrollarán nuevos puestos de trabajo. Una variable podría ser el comercio interno. Es decir vender en EE.UU lo que sus empresas producen en el exterior. E incluso venderlo desde su territorio al exterior. También podrá desarrollar empresas de servicios y de turismo, aún cuando en esto está fuerte.
Otro problema serio es la competencia con China. La que se realiza con los países europeos, viene de larga data, y para EE.UU es muy manejable. Claro mientras mantenga sus empresas instaladas en el exterior, incluso China. Esto puede gestar un original circuito: inversión norteamericana en China, pero comercialización de sus productos desde EE.UU. Digamos que esto podría volver locos a los chinos.
Pero seguramente en el orden internacional, van a finalizar las ayudas financieras. Si alguien quiere dinero tendrá que pagarlos a compañías y bancos norteamericanos que tendrán empleados de este país.
Por supuesto, no se descuidará su aparato militar. El sistema de defensa es vital para EE.UU. También los estudios científicos que proporcionen mayor desarrollo.
Y con esa idea, lograr el bienestar buscado para los norteamericanos.
Escribe Carlos Españadero.
Donald Trump al iniciar su gestión expuso las grandes ideas que seguramente guiarán sus estrategias.
Cuando lo escuché recordé una reglas básicas que escuchaba constantemente en mis andanzas, de integrantes de embajadas de varios países:
Cuando llevaba un tema sobre el cual quería sondearlos, con mucha amabilidad me recitaban los reglas:
El tema interesa a mi país. Tratémoslo.
El tema perjudica a mi país: No lo vamos a consentir.
El tema favorece a mi país: Adelante.
El tema no interesa a mi país: Haga lo que quiera.
Al parecer Trump, se adscribe a estas reglas. Por supuesto que esto traerá consecuencias en el mundo. Y según el país, pueden ser graves.
Partiendo de una concepción economicista. La idea es solucionar los problemas laborales de la ciudadanía estadounidense, que se han originado en EE.UU, porque la mirada de sus gobiernos después de la II guerra mundial, han estado puestas en el exterior.
Esto ya insinúa una dura lucha con el aparato administrativo del gobierno, que se orienta hacia la supremacía de su país, mirando” al revés. No destaca donde EE.UU puede incrementar su poder, sino donde debe actuar para evitar que otro aumente el propio a costa de él. Esto ha generado una manera de ver al mundo, como un “defensor ofensivo” que para ello debe ser muy agresivo.
Todo esto, genera muchos gastos. Y los gobiernos han dilapidado su riqueza, ayudando a otros, para evitar que se sumen a un competidor de su poder.
EE.UU, tiene ya una experiencia entre las dos guerras mundiales que le permitió alcanzar un poder, que prácticamente resultó mayúsculo. Se llamó “el aislacionismo” que fuer modificado ante el ataque japonés.(Pearl Harbor).
Creo que Trump, está proponiendo reeditar esta estrategia. Es un mirar para adentro, y los demás es problema de ellos.
Claro que hoy EE.UU, es ya un poder inalcanzable, y la Humanidad es en muchos millones de seres humanos; un mundo sumido en la existencia propia de siglos primitivos.
La lógica de Trump, es sencilla: Yo hago con mi plata lo que quiero. Y si lo creo conveniente podré ser un poco filántropo, pero nunca perjudicando al ciudadano norteamericano. Y esto habla de una sustanciosa reducción impositiva, que es con lo que se paga las “gestiones solidarias”. Recordar que esta postura es un “caballito de batalla” de los republicanos.(reducción de impuestos).
A la vez, Trump quiere que las empresas norteamericanas internacionales retornen al país. No creo que le sea conveniente y pronto se va a dar cuenta. La “mentalidad capitalista” de las empresas norteamericanas, con la misma lógica, han ido al exterior no para hacer beneficencia sino para mejorar la relación costo – beneficio. Y esta mejora tiene una variable de ajuste muy favorable en países pobres: la mano de obra. Pero esto en EE.UU generaría problemas que serían muy difíciles de salvar. Los norteamericanos no querrán ser empleados “cuasi” gratuitos. Seguramente se producirían problemas sindicales, que alterarían la paz interior norteamericana. Es posible que Trump opte por lo mas beneficioso: que las empresas sigan girando los beneficios a EE.UU, mejorando con ello el PBI.
Y en ese caso el problema será con quienes desarrollarán nuevos puestos de trabajo. Una variable podría ser el comercio interno. Es decir vender en EE.UU lo que sus empresas producen en el exterior. E incluso venderlo desde su territorio al exterior. También podrá desarrollar empresas de servicios y de turismo, aún cuando en esto está fuerte.
Otro problema serio es la competencia con China. La que se realiza con los países europeos, viene de larga data, y para EE.UU es muy manejable. Claro mientras mantenga sus empresas instaladas en el exterior, incluso China. Esto puede gestar un original circuito: inversión norteamericana en China, pero comercialización de sus productos desde EE.UU. Digamos que esto podría volver locos a los chinos.
Pero seguramente en el orden internacional, van a finalizar las ayudas financieras. Si alguien quiere dinero tendrá que pagarlos a compañías y bancos norteamericanos que tendrán empleados de este país.
Por supuesto, no se descuidará su aparato militar. El sistema de defensa es vital para EE.UU. También los estudios científicos que proporcionen mayor desarrollo.
Y con esa idea, lograr el bienestar buscado para los norteamericanos.
Esta es mi impresión. ¿Cuál es la suya?
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 20, 2017
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