Operación Barbarroja

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El 22 de junio de 1941, la Alemania nazi lanzó la Operación Barbarroja, su gran ofensiva contra la Unión Soviética entonces comandada por Josef Stalin. Se trató de la mayor invasión militar de la historia, y la arriesgada apuesta con la que Adolf Hitler pretendía decantar decisivamente a su favor el sino de la Segunda Guerra Mundial.

Pero las cosas no salieron cómo el führer había planeado, y los historiadores consideran el fracaso de la operación un punto de inflexión en la contienda y el principio del fin de la superioridad alemana.

La Operación Barbarroja dio inicio a 6 meses de batallas titánicas entre dos superpotencias totalitarias, una contienda que acabaría por resultar decisiva en el desenlace de la guerra.

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Bautizada como Barbarroja por Federico Barbarroja, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico del siglo XII, la invasión alemana a la URSS supuso la ruptura del pacto Germano-Soviético firmado en 1939.

Las fuerzas del Eje lanzaron 3 millones de hombres, divididos en tres grupos con las ciudades de Leningrado, Kiev y Moscú como objetivo respectivamente. Las fuerzas soviéticas fueron tomadas por sorpresa y sufrieron terribles bajas en los primeros combates. Se calcula que murieron millones de hombres, y ciudades como Kiev, Smolensk y Viazma fueron conquistadas por los nazis.

Aunque estos también pagaron un alto precio, y la mejora paulatina de las defensas soviéticas, junto con la dureza del invierno ruso frenaron el avance de la Wehrmacht, la infantería alemana, en diciembre, cuando ya había llegado a las puertas de Moscú. Entretanto, Hitler había tomado la decisión de no pasar a la ofensiva en Leingrado, sometiéndola en cambio a un largo asedio.

Aunque las tropas soviéticas sobrevivieron al embate inicial, las fuerzas alemanas lanzaron nuevos ataques en 1942 y avanzaron aún más dentro del territorio de la URSS. Fue la batalla de Stalingrado, entre 1942 y 1943, lo que haría cambiar el curso del pulso bélico y acabó empujando al repliegue alemán.

La invasión estuvo acompañada de abusos masivos contra los civiles soviéticos. Entre los que más sufrieron estuvieron los judíos. Más de un millón de ellos murieron en la Solución Final, el plan de Hitler para exterminarlos a todos.

¿Tenía Hitler un plan a largo plazo para invadir la URSS?

Adolf Hitler cambiaba con frecuencia su actitud hacia las grandes empresas, pero su invasión a la URSS es algo que viene desde ya el final de la Primera Guerra Mundial. Su aborrecimiento del bolchevismo era absolutamente visceral, pero esa idea estuvo influida también por la ocupación alemana de Ucrania en 1918 y la creencia de que podría convertirse en un gran granero en el futuro. Asegurar ese territorio podría evitar que se repitiera el bloqueo británico y la consiguiente hambruna en Alemania que se dieron en la Primera Guerra Mundial. Así que fue algo estratégico, pero también instintivo. En realidad, el plan no se concretó en detalle hasta diciembre de 1940. Curiosamente, Hitler justificó la invasión de la URSS ante sus generales como la única forma de sacar a Reino Unido de la guerra. Si la Unión Soviética era derrotada, entonces los británicos no tendrían más remedio que rendirse, lo que era un análisis un tanto particular de la situación.

¿Fue el pacto Germano-Soviético algo más que una solución temporal para Hitler?

Fue muy deliberado ya que Hitler comprendió que tenía que derrotar primero a los aliados occidentales. Y esto muestra una notable confianza, sobre todo si uno piensa que el ejército francés era considerado el más potente entonces. Stalin, por su parte, tenía grandes esperanzas de que los Estados capitalistas y la potencia nazi se desangrarían mutuamente hasta quedar exangües. El pacto Germano-Soviético era esencial para Stalin también, porque acababa de purgar a todo el Ejército Rojo y necesitaba posponer todo posible enfrentamiento con Alemania.

Se critica que los alemanes esperaron demasiado para lanzar la invasión. 

Es cierto que la operación Barbarroja se lanzó demasiado tarde y ha habido mucho debate sobre el porqué de esa tardanza. Una vieja teoría afirma que fue la invasión de Grecia en abril de 1941 lo que la aplazó, pero ya en la época se sabía que el motivo principal fue el tiempo. El invierno de 1940-1941 había sido muy lluvioso y esto causó dos problemas. En primer lugar, los aeródromos avanzados de la Luftwaffe, la aviación militar alemana, habían quedado totalmente inundados y simplemente no podían contar con aviones hasta que no se secaran. En segundo lugar, el mal tiempo retrasó la redistribución de los vehículos de transporte hacia el frente oriental. Otra cuestión interesante es que cerca del 80% de las divisiones alemanas de transporte motorizado procedían en realidad del derrotado ejército francés. Una de las razones por las que Stalin detestaba a los franceses y en la Conferencia de Teherán de 1943 defendió que debían ser tratados como traidores y colaboracionistas. El hecho de que no hubieran destruido sus vehículos al rendirse era para Stalin un punto muy serio en su contra.

¿Cómo pudo Stalin ignorar tantas advertencias sobre un ataque alemán?

Zhukov

Esta es una de las grandes paradojas de la historia. A Stalin, uno de los hombres más suspicaces de todos, lo engañó Hitler. Ha llevado a toda una serie de teorías diferentes, incluida la de que Stalin estaba planeando invadir Alemania primero. Sin embargo, esa teoría no tiene demasiado sentido. Se basa en un documento de un plan de contingencia soviético del 11 de mayo de 1941 en el que el general Zhukov y otros, que estaban al tanto de los planes nazis de invasión, examinaban posibles respuestas. Una de las ideas que contemplaron fue la de un ataque preventivo. Pero el Ejército Rojo era entonces totalmente incapaz de llevar a cabo una acción así. Para empezar, porque el transporte principal de su artillería eran los tractores que se estaban utilizando para la cosecha. Pero es interesante cómo Stalin rechazó todas y cada una de las señales de alarma que le llegaron. No solo de los británicos, sino de sus propios diplomáticos y espías. Quizá la explicación esté en que estaba convencido desde la Guerra Civil española de que todo el que vivía en el extranjero se había corrompido y era instintivamente antisoviético. Por eso ignoró los avisos que llegaron desde Berlín, incluso cuando le enviaron un pequeño diccionario para las tropas alemanas en el que figuraban expresiones como “llévame a tu granja comunal”. Estaba convencido de que eran todos provocaciones inglesas para forzar una lucha con Alemania. Sin embargo, es extraordinario que Stalin aceptara incluso las garantías de Hitler de que se estaban desplazando tantas tropas hacia el este para alejarlas del radio de acción de los bombarderos británicos, que en aquel tiempo eran tan débiles que eran incapaces de hacer ninguna mella en las fuerzas alemanas.

¿Cuáles eran los objetivos alemanes? 

El plan era avanzar hacia lo que se llamó la línea AA, de Arcángel a Astracán. Esto les habría llevado más allá de Moscú y más allá del Volga. Por eso, cuando llegó la batalla por Stalingrado, muchos soldados alemanes creían que con solo capturar la ciudad y llegar hasta el Volga habrían ganado la guerra. La idea era que las tropas soviéticas que hubieran sobrevivido a las grandes batallas al comienzo de la ofensiva no serían más que un remamente y se las podría mantener a raya mediante bombardeos. Mientras tanto, las áreas conquistadas de Rusia y Ucrania quedarían abiertas a la colonización y los asentamientos alemanes. De acuerdo con el Plan de Hambre alemán, la población de las principales ciudades habría muerto de inanición. Calculaban en 35 millones los muertos. Todo el proyecto dependía de un rápido avance hasta la línea AA y, sobre todo, de la destrucción del Ejército Rojo mediante grandes sitios. Algunos de estos sitios efectivamente tuvieron lugar. Kiev, por ejemplo, resultó ser una de las mayores batallas en número de prisioneros capturados en la historia de la humanidad.

¿Tuvieron los alemanes alguna posibilidad de éxito?

A finales de 1941, en un momento de pánico, Stalin le dijo al embajador búlgaro que pensaba que Moscú iba a ser capturada y todo quedaría hecho pedazos. Pero Stamenov, el embajador, respondió: “Está loco. Incluso si se retira hasta los Urales, acabará ganando”. Esto ilustra una clave por la que la Operación Barbarroja no iba a funcionar. El tamaño del país significaba que la Wehrmacht y sus aliados rumanos y húngaros nunca tuvieron tropas suficientes para la conquista y ocupación de un territorio tan vasto. En segundo lugar, Hitler no había aprendido la lección del asalto japonés sobre China, en el que otra fuerza altamente mecanizada y técnicamente superior atacó un país de una enorme extensión. Aquello reveló que puedes imponerte al principio, pero el shock y el terror provocado por la crueldad, que también Hitler utilizó contra la Unión Soviética, acaba provocando tanta resistencia como pánico y caos. Hitler nunca tuvo esto en cuenta. “Patea la puerta y toda la estructura se derrumbará”, era la frase que seguía usando, pero subestimaba completamente el patriotismo de la mayoría del pueblo soviético, y su rabia y determinación de continuar la lucha.

¿Stalin fue un impedimento para la defensa soviética?

Su negativa a permitir las retiradas, en especial del sitio de Kiev, conllevó la pérdida de cientos de miles de hombres. Fue una orden de resistir o morir en la que había muy poca flexibilidad. Fue solo en la última fase de la retirada a Moscú que Stalin dio un poco más de margen, y estuvo bien que lo hiciera porque eso preservó tropas suficientes para poner a salvo la ciudad.

¿Llegó a haber algún peligro de que el régimen soviético colapsara en las primeras fases de la invasión?

No hubo ninguna posibilidad de una revuelta popular ni nada parecido que lo derrocara. De hecho, no eran muchas las críticas, porque realmente nadie sabía lo que estaba pasando y el enfado de la gente en ese momento estaba totalmente centrado en los alemanes y en su traición al pacto Germano-Soviético. El riesgo principal para Stalin era un golpe palaciego. Hubo un momento en que algunos líderes soviéticos fueron a verle a la dacha (Casa de Campo) en la que se había retirado en completa depresión. Los vio llegar y pensó que habían llegado para arrestarlo, pero pronto se dio cuenta de que estaban tan asustados como él y lo convencieron de que tenía que seguir adelante.

9. ¿El invierno ruso en la batalla por Moscú fue decisivo?

No hay duda de que la severidad de aquel invierno fue importante. Fue especialmente frío, con temperaturas que cayeron a veces por debajo de los 40º bajo cero y los alemanes no estaban equipados para eso, ni en lo que se refiere al armamento ni a la ropa. Las ametralladoras alemanas, por ejemplo, se congelaban a menudo y tenían que orinar sobre ellas para tratar de calentarlas. Los blindados Panzer tenían unas orugas muy estrechas, por lo que no se podían manejar en la nieve, mientras que las más anchas de los soviéticos T-34 les daban ventaja. Los alemanes ya habían visto ralentizado su avance por los fangos del otoño y la nieve no hizo sino empeorar las cosas. Tuvieron que encender fuegos bajo los motores de los aviones durante la noche para asegurarse de que arrancarían al llegar a la mañana siguiente.

¿Fue la invasión de la URSS el peor error de Hitler?

Lo fue. Si hubiera mantenido el status quo resultante de la derrota de Francia y fortalecido sus ejércitos sostenidamente con los recursos de los países que ya había conquistado, hubiera estado en una posición muy fuerte. Entonces, si Stalin hubiera intentado lanzar un ataque preventivo en 1942 y 1943, hubiera sido desastroso para la Unión Soviética. No hay duda de que fue el momento decisivo de la guerra. Un 80% de las bajas de la Wehrmacht se produjeron en el frente oriental; fue la Operación Barbarroja lo que quebró la columna vertebral del ejército alemán.


PrisioneroEnArgentina.com

Junio 22, 2021


NaziVision

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La caja boba más conocida como televisión es uno de los aspectos menos tratados sobre los medios de comunicación de la Alemania nazi. Aunque los servicios televisivos germanos están considerados como pioneros en algunas cuestiones, lo cierto es que tuvieron una existencia muy breve y su influencia fue limitada debido al reducido público que tenían. La situación generada por la Segunda Guerra Mundial también influyó negativamente, limitando su actividad. En la actualidad constituye esta una historia poco conocida de la que os vamos a hablar a continuación.

John Logie Baird

En 1926 se estrenó el primer sistema de televisión del mundo, obra del ingeniero británico (escocés para mas justeza) John Logie Baird. Dos años después lograría la primera transmisión televisiva de carácter transatlántico. Sin embargo, las investigaciones de esta tecnología eran muy anteriores y se habían desarrollado en varios países. Destaca en este sentido la figura del alemán Paul Julius Gottlieb Nipkow, que en 1884 había patentado el Disco de Nipkow. Este se trataba de un disco giratorio con un patrón de agujeros en espiral, a través de los cuales se escaneaba una línea de la imagen emitida desde una fuente externa. Cabe señalar que Nipkow solo patentó su invención, si bien nunca desarrolló el instrumento.

Para la década de 1920 había investigaciones sobre la televisión en Alemania, Estados Unidos, Francia, Reino Unido o la Unión Soviética. Al margen de otros instrumentos, el disco de Nipkow constituyó uno de los principales componentes que se emplearon en los esquemas televisivos de estos países. Durante esta época destacarían las investigaciones emprendidas por ingenieros como Vladimir K. Zworykin, Kenjiro Takayanagi o Léon Theremin. También sobresaldrían los avances desarrollados por los laboratorios Bell Telephone, que en 1927 hicieron varias demostraciones prácticas sobre la transmisión de señales a distancia. En distinto grado y formato se desarrollaron varios tipos de televisores, aunque sin un estándar unificado o coordinado.

Para la década de 1920 en Alemania había varias investigaciones en curso. Destacaría en este sentido Manfred von Ardenne, que en 1930 logró la primera transmisión de televisión totalmente electrónica con tubos de rayos catódicos. El británico John Logie Baird, que se había asociado con empresas alemanas, también realizó ciertos avances. Ya en 1927 habían conseguido emisiones de televisión de Glasgow a Londres. A esto se sumaría el éxito en la transmisión de señales de televisión al otro lado del Atlántico.

En 1927 desde la Deutsche Reichspost se mostró interés por las investigaciones sobre la Televisión, tomándose la decisión de estimular su desarrollo. Ello hizo de la Reichspost el primer organismo estatal del mundo que apoyó esta tecnología. Hay que señalar que la Deutsche Reichspost no solo tenía a su cargo las cuestiones postales, sino también todo lo relacionado con el ámbito de las telecomunicaciones. En este sentido, el organismo controlaba desde 1926 la red nacional de emisoras de radiodifusión, la conocida como Reichs-Rundfunk-Gesellschaft (RGG).

Con posterioridad a 1933, ya bajo el régimen nazi, la iniciativa estatal en el desarrollo de la televisión dio un paso más. Para entonces las emisiones de televisión habían superado la fase experimental y existían planes para operar de forma comercial. Al mismo tiempo, empresas como Telefunken ya habían logrado producir primitivos reproductores de TV. Así las cosas, en 1935 se estableció un servicio de carácter público que quedaría a cargo de coordinar la incipiente programación televisiva: el Deutscher Fernseh-Rundfunk. La producción del mismo dependía de la corporación de radiodifusión, la Reichs-Rundfunk-Gesellschaft.

El elevado precio de adquisición de los reproductores de televisión restringió mucho su público potencial. Por consiguiente, la existencia de receptores se limitó a ámbitos muy concretos. Muchos jerarcas del Partido Nazi, como Joseph Goebbels, Baldur von Schirach o Hermann Göring, disponían de un aparato en sus oficinas. En Berlín se llegaron a habilitar tres cines para el visionado televisivo mediante una conexión de cables coaxiales. Los espacios habilitados tenían una capacidad de ochocientas butacas. Más adelante también se habilitaron otros espacios públicos para visionado y se instalarían aparatos de televisión en hospitales militares. No obstante, el ámbito de difusión se concentró en el área del Gran Berlín.

Las primeras emisiones comerciales en abierto de la televisión alemana comenzaron en 22 de marzo de 1935. Lo hicieron desde el estudio «Paul Nipkow» de Berlín-Witzleben, siendo consideradas las primeras en todo el mundo. La estación recibió este nombre en homenaje al ingeniero Paul Gottlieb Nipkow y sus investigaciones. Las instalaciones disponían de un total de veinticinco cámaras de televisión, platós de rodaje, equipos de radiodifusión, etc. Las infraestructuras se veían reforzadas por dos camiones con equipo para operar y retransmitir desde el exterior. Esto le confirió cierta versatilidad de cara a poder ofrecer una programación combinada.

Goring
Hitler
Gobbels

Los Juegos Olímpicos de 1936, celebrados en Berlín, fueron retransmitidos en directo por la TV alemana. El dispositivo empleado por la Deutscher Fernseh-Rundfunk incluyó la utilización de equipos móviles de retransmisión con grandes cámaras. Esto marcaría otro hito, por ser los de Berlín los primeros Juegos Olímpicos de la historia retransmitidos por televisión. La propaganda nazi aprovechó profusamente esta circunstancia.

Entre 1935 y 1937 la programación televisiva fue normalizándose, aumentando su duración y dando entrada a la cobertura de otras temáticas. Por ejemplo, durante agosto de 1937 se retransmitieron las sesiones del Congreso del Partido Nazi en Núremberg a través de cable de banda ancha. Otro hecho notable tuvo lugar el 7 de noviembre de 1938, en lo que para algún autor ha constituido la primera persecución policial televisada de la historia. Ese día dos oficiales de la policía de Berlín intervinieron en un programa especial de TV en el que dieron cuenta sobre un crimen ocurrido, buscando la ayuda ciudadana. Tras la emisión se recibieron indicios que al parecer habrían ayudado a solucionar el caso.

Inicialmente las emisiones de TV en el Reich eran tres días por semana y tenían una duración de noventa minutos. No obstante, con el paso del tiempo la frecuencia y la duración de los programas se amplió a tres horas por jornada. Solo hubo una excepción a esta dinámica: los Juegos Olímpicos de Berlín, en el verano de 1936. Durante esas semanas hubo una programación especial de ocho horas que incluían la retransmisión en directo de los Juegos. En el aspecto técnico cabe señalar que el formato de imagen empleado tuvo en sus primeros años una resolución de 180 líneas. A partir de noviembre de 1938 se activó la programación de 441 líneas, lo que supuso una mejora considerable de la calidad. Por su parte, la imagen era mostrada en blanco y negro por los equipos receptores.

Durante la etapa anterior a 1939 la programación emitida desde la estación Paul Nipkow fue variando. Llegó a combinar desde espectáculos de variedades a cortometrajes y noticiarios grabados. También hubo un programa regular de noticias (Bild des Tages), otro de reportajes fotográficos (Aktuellen Bildbericht) y un programa de debate (Gesprächskreis). Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial se alteró la temática. Se empezó a emitir contenido de apoyo a las tropas, denominado Soldaten spielen für Soldaten, así como un programa de cocina (Die Hausfrau im Krieg) especialmente dirigido al público femenino. Mayor celebridad alcanzaría Wir senden Frohsinn- Wir spenden Freude, un programa de variedades que se empezó a emitir en marzo de 1941 y que se hizo muy popular.

Ursula Patzschke-Beutel fue la primera presentadora de la televisión alemana. Al inicio de la programación daba la bienvenida a los televidentes, encargándose también de dar la despedida al final de la misma. En ambos casos imperaba el Heil Hitler como saludo ritual. Con el tiempo personajes como Else Elster, Helga Marold, Oskar Ballhaus, Georg Helge o Horst Preusker se hicieron habituales en las pantallas de TV.

Al margen de los adelantos técnicos y de la programación emitida, siguió persistiendo un problema crónico. La audiencia siempre fue reducida debido al bajo número de receptores de televisión que existían. Por un lado, su elevado precio de adquisición los mantuvo alejados de buena parte de la población. En comparación, los aparatos de radio convencionales (como el famoso Volksempfänger) eran mucho más baratos para el bolsillo del alemán medio. A todo esto se sumaba el hecho de que con anterioridad a 1939 los televisores no se llegaron a fabricar en masa. Además, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial se dieron órdenes de paralizar la producción de equipos comerciales. En consecuencia, la radio y el cine continuaron siendo los principales medios de comunicación.

En junio de 1940 el ejército alemán logró derrotar a Francia, pasando a ocupar buena parte del país. A partir de entonces ciudad de París se convirtió en un lugar de descanso y vacaciones para las tropas del Reich. La capital francesa se convirtió en un destino muy solicitado, acogiendo la urbe a una gran guarnición alemana. Desde las autoridades militares alemanas en Francia se planteó la idea de poner en marcha una cadena de televisión en París. En un principio estaría destinada exclusivamente a sus tropas allí estacionadas. Tras aprobarse el plan, se solicitó ayuda tanto a la administración francesa de Postes, Télégraphes et Téléphones como al Reichspost alemán y a la empresa «Telefunken».

Tras varios meses de trabajos de preparación, el 7 de mayo de 1943 comenzaba sus emisiones la Fernsehsender Paris. Cabe señalar que esta constituyó la única cadena de televisión operativa en la Europa ocupada durante la guerra. Su programación, destinada a los soldados ingresados en hospitales militares, era heterogénea. Combinaba espectáculos de variedades, danza y baile, teatro de marionetas, entrevistas, recitales de poesía, reportajes filmados en el exterior, etc. Los estudios fueron ubicados en unas antiguas instalaciones de la TV francesa de la rue Cognac-Jay, que habían sido ampliadas sobre un demolido parque de atracciones. En muchos casos, los equipos técnicos habían sido importados desde Alemania y fabricados por la compañía Telefunken.

El principal artífice de la programación de Fernsehsender Paris fue Kurt Hinzmann, ex-director de los programas de televisión en Berlín. Aunque los alemanes estaban a cargo de la producción, el personal francés tuvo un peso considerable. El equipo de trabajo estaba compuesto por más de un centenar de personas, incluida una orquesta permanente con cincuenta músicos. Destacaría en este sentido el actor suizo-americano Howard Vernon, que ejerció como presentador. Reflejo de la variedad que predominaba en la programación lo constituye el hecho de que tuvieran presencia tanto la lengua alemana como la francesa. Así, llegaron a emitirse de forma separada tanto el Deutsche Wochenschau como el France-Actualités, los noticiarios de la Alemania nazi y la Francia de Vichy, respectivamente.

La Segunda Guerra Mundial no detuvo las investigaciones sobre la tecnología de televisión. En 1941 se creó el llamado Institut für Rundfunkkunde und Fernsehrundfunk de la Univerisdad de Berlín, bajo la dirección del Kurt Wagenführ. La guerra tampoco interrumpió las emisiones de televisión, si bien estas pasaron a realizarse por circuito cerrado debido a la actividad aérea enemiga. Se ha señalado que en aquellas fechas la programación regular de TV llegó a ser de seis horas diarias. De ese total, una hora y media de programas en directo estaba dedicada a los ingresados en los hospitales militares. El estudio de televisión en Berlín continuó operando sin alteraciones hasta el 23 de noviembre de 1943, cuando fue destruido por un bombardeo aliado.

Este hecho afectó seriamente a las emisiones de televisión del Reich y la programación regular se vio alterada. Además, ello se producía en un momento en que la situación bélica se había complicado enormemente para Alemania. Por esas fechas los escasos receptores todavía operativos se encontraban en los hospitales militares. No obstante, todavía hubo cierta actividad audiovisual hasta su cese en el otoño de 1944.

Situación bien distinta fue la de Fernsehsender Paris, que continuó con sus operaciones sin novedad hasta el verano de 1944. En aquella época los Aliados habían desembarcado en Francia y, tras derrotar a los ejércitos alemanes, avanzaban hacia París. La noche del 12 de agosto cesaron definitivamente las emisiones de Fernsehsender Paris. Desde Berlín llegaron órdenes según las cuales todas las instalaciones debían ser destruidas, si bien esto finalmente no se produjo. Kurt Hinzmann se negó a cumplir las directivas y de hecho se aseguró de sabotear la destrucción. Tras la liberación los antiguos estudios parisinos sirvieron para la Televisión francesa de posguerra.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Mayo 7, 2021


 

Muere Oskar Schindler, acreditado por salvar a 1.200 judíos durante el Holocausto

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El empresario alemán Oskar Schindler, acreditado con salvar a 1.200 judíos del Holocausto, muere a la edad de 66 años el 9 de octubre de 1974.

Miembro del Partido Nazi, dirigió una fábrica de esmaltes en Cracovia durante la ocupación alemana de Polonia, empleando a trabajadores del cercano gueto judío. Cuando el ghetto fue liquidado, persuadió a los funcionarios nazis para que permitieran la transferencia de sus operarios al campo de trabajos forzados de Plaszow, lo que los salvó de la deportación a los campos de exterminio. En 1944, todos los judíos en Plaszow fueron enviados a Auschwitz, pero Schindler, en gran riesgo para sí mismo, sobornó a los funcionarios para que le permitieran mantener a sus trabajadores y establecer una fábrica en un lugar más seguro en la Checoslovaquia ocupada.

Hasta la liberación de la primavera de 1945, Oscar Schindler utilizó todos los medios a su disposición para garantizar la seguridad de sus judíos Schindler. Gastó todo el dinero que tenía, e incluso se vendieron las joyas de Emilie Schindler para comprar comida, ropa y medicinas. Estableció un sanatorio secreto en la fábrica con equipo médico comprado en el mercado negro. Aquí Emilie Schindler cuidaba a los enfermos. Los que no sobrevivieron recibieron un entierro judío apropiado en un cementerio escondido, establecido y pagado por Schindler.

Relatos posteriores han revelado que Schindler gastó algo así como 4 millones de marcos alemanes (aproximadamente 400,000 dólares de la época, unos 6 millones de dólares actuales) para mantener a sus judíos fuera de los campos de exterminio, una enorme suma de dinero para esos tiempos.

Emilie y Oskar Schindler

A pesar de que los Schindler habían tenido una gran mansión a su disposición cerca de la fábrica, Oscar Schindler entendió el temor que sus judíos tenían de las visitas nocturnas de las SS. Como en Plaszow, Schindler no pasó una sola noche fuera de la pequeña oficina en la fábrica.

La fábrica continuó produciendo conchas para la Wehrmacht alemana durante 7 meses. ¡En todo ese tiempo no se produjo ni una cáscara utilizable! Ningún proyectil pasó las pruebas de calidad militar. En cambio, se produjeron falsos pases de viaje militares y tarjetas de racionamiento, al igual que se recogieron uniformes nazis, armas, municiones y granadas de mano. Pero aún así, un incansable Schindler logró en estos meses persuadir a la Gestapo para que enviara a otros 100 judíos belgas, holandeses y húngaros a su campamento de fábrica “con respecto a la continua producción de la industria de guerra”.

En mayo de 1945, todo había terminado. Los rusos se mudaron a Brunnlitz. La noche anterior, Schindler reunió a todos en la fábrica y se despidió profundamente de ellos.

Al final de la guerra, estaba sin dinero, pero había salvado a 1.200 judíos.

La vida de Schindler después de la guerra fue una larga serie de fracasos. Trató sin éxito de ser productor de cine y fue privado de su nacionalidad inmediatamente después de la guerra. Las amenazas de los antiguos nazis significaron que se sentía inseguro en la Alemania de la posguerra y solicitó un permiso de entrada a los Estados Unidos. Esto fue rechazado ya que había sido miembro del partido nazi.

Después de esto, partió con destino a Buenos Aires en Argentina con su esposa Emilie, su amante y una docena de judíos. Se estableció en 1949 como agricultor, con el apoyo financiero de la organización judía Joint, que nunca lo olvidó.

Pero Oscar Schindler no tuvo éxito, y en 1957 se declaró en bancarrota y viajó solo de regreso a Europa. Nunca volvió a ver a Emilie …

Oscar Schindler se instaló en el pequeño apartamento Am Hauptbahn Nr. 4 en Fráncfort del Meno, Alemania Occidental, y trató, nuevamente con la ayuda de la organización judía, de establecer una fábrica de cemento. Esto tampoco fue un éxito, y se declaró en bancarrota en 1961. En 1962, después de que Israel honró a Oscar Schindler como un Justo Gentil, su socio comercial en Alemania canceló la asociación diciendo: ‘… ahora está claro que usted es amigo de judíos y no trabajaré más contigo …

Y su vida dependía totalmente de los regalos y el dinero de los judíos que salvó. Su colega y amigo cercano, Poldek Pfefferberg, alentó a todos los judíos de Schindler a donar el pago de un día al año. 

La acusación clara de Schindler de los criminales de guerra alemanes en los juicios después de la guerra alimentó el odio que muchos en Alemania sentían por él. Fue perseguido, lo insultaron en las calles y le arrojaron piedras.

En una carta a uno de sus judíos, Schindler escribió: “Me habría quitado la vida si no les hubiera dado tanta satisfacción …”

Oscar Schindler fue honrado y venerado en todas partes por sus judíos. En Jerusalén, un piso del Instituto de Investigación Harry S. Truman para el Avance de la Paz fue dedicado a Schindler a principios de la década de 1970 por sus esfuerzos.

Oscar Schindler murió de insuficiencia hepática en Frankfurt el 9 de octubre de 1974, a la edad de 66 años. Desde 1939 hasta el día de su muerte, estaba tan enamorado de su pueblo judío que quiso ser enterrado en Jerusalén. Poldek Pfefferberg le preguntó poco antes de morir, por qué quería ser enterrado aquí. Él respondió: “Mis hijos están aquí …..”

En fiel aceptación de sus deseos, sus restos terrenales fueron llevados a Israel, donde su ataúd de plomo fue llevado por las calles de Jerusalén.

Schindler no uno de los hijos más devotos de la iglesia, pese a esto, fue finalmente enterrado en el cementerio católico en el Monte Sión en Jerusalén, en presencia de cientos de judíos Schindler que lloraban.

Fue llorado en cuatro continentes …


Fuente: OskarSchindler.com  .  Oskar Schindler, the untold account of his life de David M. Crowe


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 9, 2019


 

Alemania y los Alemanes, despues del Día D

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Cuando la canciller Angela Merkel agradeció a los Aliados por la invasión del Día D y la “liberación” de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, podría haber alzado algunas soprprendidas cejas internacionalmente. Para los que estaban en casa, la declaración no era destacable.

No se puede negar que las ametralladoras y los obuses que dispararon a las fuerzas aliadas que desembarcaron en Normandía hace 75 años fueron tripulados por soldados alemanes. Pero a lo largo de las décadas, las actitudes de los alemanes hacia la guerra han evolucionado de una sensación de derrota a algo mucho más complejo.
Mientras los líderes de Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá viajaron a Inglaterra para conmemorar el sacrificio y el deber de las tropas particiantes en el desnbarco en Normandía, Merkel escuchó en silencio. Una vez que terminó la ceremonia, ella le dijo a los reporteros que consideraba su invitación “un regalo de la historia”.
Cuando otros líderes fueron a Normandía para las ceremonias del Día D, Merkel regresó a Berlín, se reunió regularmente con los gobernadores y discutió las relaciones bilaterales con el primer ministro de Kosovo.
A medida que la generación que eligió a Adolf Hitler y combatió su guerra genocida se extingue, la mayoría de los alemanes hoy en día ven la Segunda Guerra Mundial a través del prisma de la culpa, la responsabilidad y la expiación. Y casi todos están de acuerdo en que la derrota de los nazis fue algo bueno.
Ese no siempre ha sido el caso.
Muchos alemanes que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial apoyaron a Hitler y la ideología racial nazi que condujo al asesinato de 6 millones de personas, entre judíos, gitanos y homosexuales mayormente, en Europa, y fueron devastados por la caída del Tercer Reich.
“Después de 1945, los alemanes se refirieron por primera vez al final de la Segunda Guerra Mundial como ‘colapso'”, dijo Johannes Tuchel, director del Centro Conmemorativo de la Resistencia Alemana.
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von Stauffenberg
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Markel
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Hitler

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Sus hijos, sin embargo, se enfrentaron a la reconstrucción del país desde la base de la derrota total de los nazis, y vieron el potencial en lugar de la derrota.
“En la década de 1950, se convirtió en” hora cero “”, un nuevo comienzo, dijo Tuchel.
Una vez que el país volvió a parase en sus pies a nível económico, los jóvenes alemanes comenzaron a cuestionar a sus mayores, culminando en el “movimiento de 1968” en el que los estudiantes confrontaron a sus padres con las atrocidades cometidas durante el Tercer Reich.
De esa época ha crecido la compleja actitud de hoy.
“Ha sido un proceso hasta el punto en que hoy es visto como la liberación de Alemania de los nazis por las fuerzas aliadas”, dijo Tuchel.
Los líderes alemanes han seguido en gran medida los cambios de actitud.
En 1985, el entonces presidente de Alemania Occidental Richard von Weizsaecker llamó a la derrota nazi el “día de la liberación” de Alemania en un discurso que conmemora el 40 aniversario del fin de la guerra. Sus palabras fueron apoyadas por la mayoría de los alemanes, y hasta el día de hoy son citados por políticos y enseñados en escuelas. Merkel elogió su discurso cuando murió en 2015, y lo calificó como “una declaración clara y necesaria que fue significativa para nuestra autoimagen alemana”.
Otro momento clave se produjo en 2004, cuando el entonces canciller Gerhard Schroeder marcó el 60 aniversario del fallido intento del coronel Claus von Stauffenberg de matar a Hitler con un maletín bomba. Schroeder llamó a Von Stauffenberg un héroe, borrando la etiqueta de “traidor” de los nazis que había persistido después de la guerra.
Merkel, quien a los 64 años es el primer canciller nacido después de la Segunda Guerra Mundial, ha llevado la nueva autoimagen alemana aún más lejos.
En Portsmouth, el punto de embarque para la fuerza aliada que invadió la Francia ocupada por los nazis en 1944, Merkel calificó al Día D como una “operación militar única y sin precedentes que finalmente nos trajo en Alemania la liberación del nacionalsocialismo”, el movimiento político nazi. .
Señaló que el final de la guerra trajo el renacimiento de Alemania como una de las principales democracias europeas, y dijo que fue el Día D el que puso en marcha la “reconciliación y unificación de Europa, pero también el orden de posguerra que nos ha traído más de 70 años de paz”. ”
A diferencia de los muchos grandes monumentos de las tropas aliadas soviéticas y occidentales que lucharon contra los nazis, los tributos alemanes a sus tropas suelen ser subestimados.
Los soldados caídos se conmemoran en humildes monumentos en las plazas de las aldeas de todo el país que enumeran los nombres de los muertos, a menudo agrupando las víctimas de las guerras mundiales I y II.
En las escuelas, la historia militar de la Segunda Guerra Mundial rara vez es un foco de instrucción, sino que las lecciones se concentran en la educación sobre el Holocausto y el Nazismo.
Cuando hay tributos, tienden a ser más para los miembros de la resistencia alemana que fueron ejecutados por los nazis, los estudiantes que distribuyeron volantes contra los nazis en la Universidad de Munich; la Red Orchestra se empeñó en sabotear la máquina de guerra de los nazis; o aquellos como von Stauffenberg que intentaron asesinar a Hitler.
Y el año que viene, Berlín ha declarado un feriado para el 8 de mayo, en el 75 aniversario de la rendición incondicional de la Alemania nazi.
Por supuesto, no todos en Alemania ven la era nazi de la misma manera. Alexander Gauland, líder de la alternativa de extrema derecha para Alemania, recientemente restó importancia al período nazi como una “pequeña mancha” en la historia de Alemania. Bjoern Hoecke, otro líder del partido, sugirió que es hora de que el país deje de expiar su pasado nazi.
Pero una gran mayoría, incluso entre aquellos que nacieron décadas después de la guerra, creen que es esencial que Alemania mantenga viva la memoria del pasado sin gloria del país.
“En la escuela y en casa aprendí que los Aliados, especialmente los estadounidenses, nos liberaron”, dijo Laetitia Zinecker, una estudiante de negocios de 18 años de la Universidad Libre de Berlín. “Nuestra historia da forma a quienes todavía somos. Es importante que las escuelas continúen enseñando historia. La verdadera historia”.

 


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Junio 7, 2019


 

Los Franceses de Hitler

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Los voluntarios franceses de la Segunda Guerra Mundial constituían una división completamente separada en la Wehrmacht, y después de eso, las Waffen-SS, que consistían en unidades que se llamaron la 33ª División de Granaderos Waffen de las SS Charlemagne (1ª francesa) y el Regimiento de Charlemagne. Con una fuerza impresionante de aproximadamente 7,400-11,000 en su punto máximo en 1944, las cifras se redujeron a solo sesenta, hasta mayo de 1945.

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El orígen

La división de Carlomagno no era una sola unidad militar sino una sucesión de grupos de voluntarios franceses colaboradores (aunque la naturaleza exacta del “voluntariado” ha sido disputada). La primera unidad fue Légion des Volontaires Français (Legión de Voluntarios Franceses o LVF, por sus siglas en inglés), compuesta principalmente por franceses de derecha y soldados franceses liberados que preferían combatir al trabajo forzoso en Alemania. Luchó cerca de Moscú en noviembre de 1941, pero su comandante, el coronel Roger Balonne, más tarde fue relevado de sus deberes y en 1942 los hombres fueron asignados a deberes antipartidistas en la RSS de Bielorrusia (Bielorrusia). Se unieron brevemente a La Légion Tricolore (Regimiento Tricolor), pero esta unidad duró solo seis meses en 1942 y más tarde fue absorbida por la LVF.
La unidad (sin un comandante francés) se adjuntó a varias divisiones alemanas hasta junio de 1943 cuando el coronel Edgard Puaud tomó el mando. La LVF luchó en el frente de Ucrania contra los soviéticos en 1944.
Mientras tanto, en julio de 1943, comenzó una nueva campaña de reclutamiento en Vichy Francia. Atrajo a 3000 aspirantes, en su mayoría miembros de milicias colaboradoras y estudiantes universitarios. Esta unidad (Französische SS-Freiwilligen-Sturmbrigade) fue enviada a Galicia para luchar contra el avance soviético y sufrió muchas bajas. Más tarde fue absorbido en la LVF. A fines de 1943, los voluntarios LVF / Sturmbrigade sobrevivientes fueron incluidos en el Regimiento de Granaderos de Waffen-SS Französische SS-Freiwilligen-Grenadier (Waffen-SS French SS-Volunteer Grenadier Regiment).

En septiembre de 1944, esta unidad pasó a llamarse Waffen-Grenadier-Brigade der SS Charlemagne, con la incorporación de colaboradores franceses que huían del avance aliado en el oeste, así como a los franceses de la brigada Horst Wessel y la Organización Todt. Otros vinieron de la milicia francesa de Vichy y otras organizaciones colaboracionistas. Algunas fuentes afirman que la unidad incluía también voluntarios de colonias francesas y Suiza. El oficial de brigada Führer Gustav Krukenberg tomó el mando real con Edgard Puaud (ahora Oberführer der SS) como comandante nominal francés.
En febrero de 1945, la unidad se actualizó oficialmente a una división y se le cambió el nombre a 33.Waffen-Grenadier-Division der SS Charlemagne. Sin embargo, la unidad fue severamente socavada con solo 7340 hombres. La división fue enviada por tren para luchar contra el Ejército Rojo en Polonia, pero el 25 de febrero fue atacada mientras se desplegaba desde el ferrocarril por tropas del 1er Frente Bielorruso soviético y se dividió en tres grupos de batalla. Solo las unidades con Krukenberg sobrevivieron, ya que se retiraron a la costa del Báltico, fueron evacuadas por mar a Dinamarca y luego enviadas a Neutrelitz para su reparación.

A principios de abril de 1945, Krukenberg, ahora al mando de solo 1100 hombres, liberó a los que estaban desilusionados del servicio de combate; Cerca de 700 hombres optaron por quedarse. Los otros 400 hombres se formaron en un batallón de construcción.
El 24 y 25 de abril de 1945, se ordenaron a Berlín algunos elementos de la unidad y se los colocó bajo el mando del SS-Standartenführer Walter Zimmermann, que llegó a la ciudad antes del cerco soviético. Lucharon en la batalla de Berlín hasta el 2 de mayo de 1945, cuando treinta sobrevivientes se rindieron a los rusos.
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El Desarrollo

Encargados de la protección del centro de Berlín y del búnker del Führer de la invasión soviética, fueron una de las últimas unidades alemanas que quedaron en enfrentarse al combate.
También estuvieron entre los últimos que quedaron para rendirse; y como sabían muy bien que nunca podrían sobrevivir si Alemania fuera derrotada, continuaron luchando hasta los últimos días de la batalla de Berlín.
La cresta de la unidad representaba el doble Imperio de Carlomagno que había unido a los francos, un acontecimiento histórico que contribuiría a la formación de Francia y Alemania.
Esa cresta representa por igual a Francia y Alemania, con la Fleur-de-Ly a la derecha representando a Francia (o al oeste de Francia, como se llamaba), y el águila imperial a la izquierda representando a Alemania.
A partir de abril de 1945, Krukenberg se quedó con solo 700 hombres bajo su mando, que fueron separados en un único batallón de apoyo pesado sin equipo y un regimiento de infantería que consta de dos batallones (57 y 58).
Mientras 400 de estos fueron enviados a servir en un batallón de construcción, los 350 restantes optaron por ir a Berlín para retrasar la llegada de las fuerzas soviéticas.
El 23 de abril de 1945, la Cancillería del Reich de Berlín le ordenó a Krukenberg que llevara a sus hombres a la capital. Reorganizado como el “Sturmbattalion Charlemagne” (Batallón de Asalto Charlemagne), alrededor de 330 tropas francesas, después de tomar un largo rodeo para escapar de las fuerzas soviéticas, llegó a Berlín el 24 de abril.
Posteriormente, se adjuntó a la 11 División de Panzergrenadier de Voluntarios de las SS (también llamada “Nordland”), que fortaleció enormemente la división que ya había perdido sus regimientos “Norge” y “Danmark” en combate.
El 25 de abril, el Brigadeführer de las SS Joachim Ziegler fue relevado de su mando de la División Nordland, y al mismo tiempo el Brigadeführer Krukenberg de las SS fue nombrado comandante del Sector C de Defensa (Berlín), que incluía la División Nordland.
Para su sorpresa, los soldados notaron la atmósfera poco natural y tranquila de Berlín en su primera noche de servicio allí, sin sonidos de lucha contra el distante sonido de la artillería soviética. Los soldados procedieron a caminar desde el oeste hasta el este de Berlín y llegaron a una fábrica de cerveza cerca de la Hermannplatz, que es donde comenzó el combate, con la Juventud de Hitler disparando a los tanques de la Guardia Soviética que se encontraban cerca del Aeródromo de Tempelhof. El Sturmbattalion más tarde se unió a ellos.
El 26 de abril, el Sturmbattalion participó en un contraataque en el distrito de Neukölln, en el sureste de Berlín. Unieron fuerzas con los tanques Tiger II y el 11mo Batallón Panzer de las SS “Hermann von Salza”, que se encontró con una emboscada de las tropas soviéticas utilizando un tanque capturado de la Pantera alemana.
Esto, a su vez, hizo que la mitad de las tropas disponibles fueran eliminadas el primer día. El resto siguió defendiendo el Ayuntamiento de Neukölln.
Con Neukölln completamente invadido por las fuerzas soviéticas, Krukenberg preparó posiciones de respaldo para los defensores del Sector C alrededor de Hermannplatz y cambió la sede de la ópera.
Con la retirada de la División Nordland a Hermannplatz, las SS francesas y las Juventudes Hitlerianas unidas a su grupo destruyeron 14 tanques soviéticos usando Panzerfausts, con una posición de ametralladora en el puente Halensee que fue suficiente para detener cualquier avance soviético en el área durante los próximos 48 horas.

La invasión soviética de Berlín consistió en bombardeos masivos seguidos de asaltos con grupos de batalla formados por unos 80 hombres armados con escoltas de tanques y apoyo de artillería. Lograron hacer retroceder los remanentes de la División Nordland al distrito del gobierno central (sector Zitadelle) en el sector Z de Defensa, con la nueva sede de Nordland de Krukenberg siendo un transporte en la estación U-Bahn de Stadtmitte.
Hasta el 28 de abril, unos 108 tanques soviéticos habían sido destruidos en el sureste de Berlín dentro del S-Bahn, 62 de los cuales fueron destruidos solo por el Charlemagne Sturmbataillon, que quedó bajo el mando del SS-Hauptsturmführer Henri Joseph Fenet, a quien se confió para defender Neukölln, Friedrichstrasse, Belle Alliance Platz y Wilhelmstrasse.
Fenet herido con su batallón, se retiró al Ministerio de Aviación del Reich en el distrito del gobierno central liderado por el Brigadier de las Fuerzas Militares Wilhelm Mohnke, quien le otorgó a Fenet la Cruz de la Cruz de Hierro del Caballero por las victorias del batallón en la Batalla de Berlín.
Con los soviéticos ahora lanzando un ataque a gran escala en el sector central, la batalla se hizo más intensa que nunca e involucró un combate brutal.
Los últimos defensores del búnker de Hitler, las unidades francesas de Carlomagno permanecieron hasta el 2 de mayo e impidieron que los soviéticos lo conquistaran el Primero de Mayo.
El Sturmbattalion se redujo a solo 30 en número, ya que la mayoría habían sido capturados o habían escapado de Berlín. De estos, los que llegaron a Francia fueron sentenciados a campos y cárceles dirigidas por las fuerzas aliadas.
Fenet, por ejemplo, fue condenado a 20 años de prisión, pero más tarde fue puesto en libertad en 1959. Sin embargo, otros fueron fusilados por las autoridades francesas.

Fuente: The Eastern Front: Memoirs of a Waffen SS Volunteer, 1941-1945 de Leon Degrelle . SS Charlemagne de Tony Le Tissier

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Junio 6, 2019


 

El Día D

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En este día de junio, pero de 1944, el comandante supremo aliado, general Dwight D. Eisenhower, da el visto bueno para la operación militar anfibia más grande de la historia: la Operación Overlord, cuyo nombre de código es D, la invasión aliada del norte de Francia, a sangre y fuego para dar lugar a la liberación de Europa del yugo alemán.

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Al amanecer, 18,000 paracaidistas británicos y estadounidenses ya estaban en tierra. Se movilizaron 13,000 aviones adicionales para proporcionar cobertura aérea y apoyo para la invasión. A las 6:30 a.m., las tropas estadounidenses llegaron a las playas de Utah y Omaha.

Los británicos y los canadienses superaron la ligera oposición para capturar las playas Gold, Juno y Sword; También lo hicieron los estadounidenses en Utah. Sin embargo, la tarea fue mucho más difícil en la playa de Omaha, donde la Primera División de los EE. UU. luchó en alta mar, entre la niebla, minas, vehículos en llamas, y baterías costeras alemanas, incluida una división de infantería de élite, que arrojó fuego pesado. Muchos estadounidenses heridos finalmente se ahogaron en la marea alta.
Las divisiones británicas, que aterrizaron en las playas de Gold, Juno y Sword, y las tropas canadienses también se encontraron con el fuego alemán. Pero al final del día, 155,000 tropas aliadas (estadounidenses, británicos y canadienses) habían asaltado con éxito las playas de Normandía y luego pudieron empujar tierra adentro. Dentro de tres meses, la parte norte de Francia se liberaría y la fuerza de invasión se prepararía para ingresar a Alemania, donde se reunirían con las fuerzas soviéticas que se movían desde el este.

Antes del ataque aliado, los ejércitos de Hitler habían controlado la mayor parte de la Europa continental y los aliados sabían que una invasión exitosa del continente era fundamental para ganar la guerra. Hitler también lo sabía, y esperaba un asalto en el noroeste de Europa en la primavera de 1944. Esperaba repeler a los Aliados de la costa con un fuerte contraataque que demoraría los futuros intentos de invasión, dándole tiempo para lanzar la mayoría de sus fuerzas en Derrotando a la Unión Soviética en el este.
Una vez que se logró, creía que una victoria total pronto sería suya. Por su parte, los alemanes sufrieron de confusión en las filas y la ausencia del célebre comandante Mariscal de campo Erwin Rommel, quien estaba ausente de permiso. Al principio, Hitler, creyendo que la invasión era una finta diseñada para distraer a los alemanes de un próximo ataque al norte del río Sena, se negó a liberar divisiones cercanas para unirse al contraataque y los refuerzos debían ser llamados desde más lejos, causando retrasos.

También dudó en pedir divisiones blindadas para ayudar en la defensa. Además, los alemanes se vieron obstaculizados por un eficaz apoyo aéreo aliado, que eliminó muchos puentes clave y obligó a los alemanes a tomar largos desvíos, así como un eficiente apoyo naval aliado, que ayudó a proteger a las tropas aliadas que avanzaban.

Aunque el Día D no se desarrolló exactamente como estaba previsto, como afirmó más tarde el mariscal de campo británico Bernard Montgomery, por ejemplo, los Aliados pudieron aterrizar solo fracciones de los suministros y vehículos que habían destinado en Francia, la invasión fue un éxito decidido .
A fines de junio, los Aliados tenían 850,000 hombres y 150,000 vehículos en Normandía y estaban listos para continuar su marcha en toda Europa.
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Engañando a Hitler: la elaborada treta detrás del día D
A medida que la Alemania nazi se apoderó de gran parte de Europa en el verano de 1943, los líderes militares aliados decidieron hacer de las playas arenosas de Normandía el epicentro de una invasión masiva que liberaría el continente y cambiaría la marea de la Segunda Guerra Mundial. Los Aliados necesitaron casi un año para prepararse para la complicada ofensiva, pero sabían que toda la misión del Día D podría estar condenada al fracaso si los nazis obtuvieran 48 horas de aviso anticipado sobre su ubicación y tiempo, por lo que lanzaron una elaborada desinformación. Campaña, con nombre en código Operación Guardaespaldas, “para inducir al enemigo a hacer disposiciones estratégicas defectuosas en relación con las operaciones de las Naciones Unidas contra Alemania”.
Para ocultar los detalles del verdadero sitio de invasión, los Aliados emplearon una compleja red de engaños para persuadir a los nazis de que podría haber un ataque en cualquier punto a lo largo de su Muro Atlántico: el sistema de 1.500 millas de defensas costeras que el Alto Mando alemán había construido desde el Círculo Polar Ártico hasta la frontera norte de España, o incluso tan lejos como los Balcanes. El éxito de Vital Bodyguard fue vital para más de una docena de espías alemanes en Gran Bretaña que habían sido descubiertos, arrestados y volcados por los oficiales de inteligencia británicos. Los Aliados alimentaron con una gran cantidad de información errónea a estos agentes dobles nazis para que los trasladaran a Berlín. Por ejemplo, un par de agentes dobles apodados Mutt y Jeff transmitieron informes detallados sobre el ejército ficticio del Cuarto Ejército británico que se estaba acumulando en Escocia con planes de unirse a la Unión Soviética en una invasión de Noruega. Para fomentar la ilusión, los Aliados crearon una charla de radio acerca de temas relacionados con el clima frío, como las fijaciones de esquí y el funcionamiento de los motores de tanques en temperaturas bajo cero. El truco funcionó cuando Hitler envió una de sus divisiones de combate a Escandinavia solo unas semanas antes del Día D.
El lugar más lógico en Europa para la invasión del Día D fue la región francesa de Pas de Calais, a 150 millas al noreste de Normandía y el punto más cercano a Gran Bretaña a través del Canal de la Mancha. Los Aliados habían pasado por la región como un punto de aterrizaje porque era la sección más fuertemente fortificada del Muro del Atlántico, pero querían engañar a los nazis para que pensaran que estaban tomando la ruta más corta a través del canal.
Para dar la apariencia de una acumulación masiva de tropas en el sureste de Inglaterra, los Aliados crearon una fuerza de combate en gran parte fantasma, el Primer Grupo del Ejército de EE. UU., Encabezado por George Patton, el general estadounidense a quien los nazis consideraban el mejor comandante del enemigo y el hombre lógico para liderar una invasión a través del canal. Los Aliados transmiten interminables horas de transmisiones de radio ficticias sobre movimientos de tropas y suministros y avisos de bodas para soldados falsos en los periódicos locales. Engañaron a los aviones de reconocimiento aéreo nazis formando aviones ficticios y una armada de embarcaciones de desembarco, compuestas únicamente de lienzos pintados sobre estructuras de acero, alrededor de la desembocadura del río Támesis. Incluso desplegaron tanques inflables Sherman, que se trasladaron a diferentes lugares al amparo de la noche, y utilizaron rodillos para simular las huellas de los neumáticos que quedaron en su estela.

Dado que los descifradores de códigos aliados habían logrado descifrar las comunicaciones secretas de Alemania, sabían que los nazis se habían enamorado del engaño cuando se acercaba el Día D. En las semanas previas a la invasión, los Aliados intensificaron sus ataques aéreos en Pas de Calais para echar a los nazis del olor. Incluso contrataron al teniente M.E. Clifton James, un actor poco australiano que se parecía mucho a Bernard Montgomery, para hacerse pasar por el general británico. Después de que James pasó un tiempo con Montgomery para estudiar sus modales, se puso uno de los uniformes y boinas negras del general y voló a Gibraltar el 26 de mayo de 1944, y luego a Argel, donde la inteligencia alemana seguramente lo detectaría y supondría que no habría ningún ataque en el otro lado. El Canal de Inglés podría ser inminente con el general aliado que explora el Mediterráneo.
Cuando comenzó el asalto del día D a Normandía, el engaño continuó. Los aviones aliados que volaban hacia Pas de Calais lanzaron nubes de tiras de aluminio para dar falsas lecturas de radar que hacían que pareciera que se estaba acercando una gran flota. Otros aviones lejos de Normandía lanzaron cientos de paracaidistas simulados que estaban conectados para simular los sonidos de disparos de rifle y granadas cuando golpeaban el suelo. Las fuerzas de operaciones especiales británicas también aterrizaron en medio de los maniquíes y operaron fonógrafos para transmitir los sonidos de las voces de los soldados y el fuego de combate.
A pesar del éxito del aterrizaje inicial, la Operación Guardaespaldas no terminó el 6 de junio de 1944. Tres días después, el empresario español Juan Pujol García, que era uno de los agentes dobles más valiosos de Gran Bretaña, proporcionó información a Berlín de que el desembarco de Normandía era simplemente una “pista falsa” y que el más crítico ataque aún estaba por llegar con el Primer Ejército preparado para atacar en el Pas de Calais. Como prueba, señaló que Patton aún no se había mudado de Inglaterra. García confiaba tanto en que Hitler demoró el lanzamiento de refuerzos de Pas de Calais a Normandía durante siete semanas después del Día D, cuando los Aliados obtuvieron el dominio que necesitaban para lograr la victoria en Europa, un resultado que tal vez no hubiera sido posible sin el audaz plan para engañar los nazis.
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El significado de ‘D’
‘D’ es un término generalmente utilizado por las fuerzas militares para referirse a una operación o al inicio de un ataque. Aquí la letra D también podría significar “decisión”, en referencia al hecho de que Estados Unidos tomó la decisión de la invasión en Normandía. Históricamente, se utiliza el término para referirse al 6 de junio de 1944 en la Segunda Guerra Mundial, día en el que comenzó a ejecutarse la denominada ‘Operación Overlord’. El día antes del ataque fue nominado ‘D-1’ y el día después ‘D+1’.

 

Hitler estaba durmiendo
Las fuerzas de Hitler sabían que las tropas aliadas atacarían, pero no sabían con precisión cuándo ni dónde. En el momento del ataque el líder nazi estaba durmiendo. Durante las primeras horas del ataque, cuando los comandantes alemanes pidieron permiso para atacar con tanques, se les dijo que Hitler estaba durmiendo. El primer día del ataque sólo una división de tanques participó en la contraofensiva.

 

Mapa de Eisenhower

El mapa mural gigante utilizado por el general Dwight “Ike” Eisenhower y el Mariscal de Campo Bernard Law Montgomery en la sede del Cuartel General Aliado Southwick House, fue hecho por el fabricante de juguetes Chad Valley.
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Gran secretismo
La fecha de ataque no la conocían ni tan siquiera los soldados que participaron en la batalla. La hora, la fecha y hasta el lugar del ataque se mantuvieron en secreto para garantizar el éxito de la operación. En Francia se encontraban 55 divisiones alemanas, pero, debido al secretismo de la operación, solo ocho pudieron llegar al lugar del ataque. La fecha y el momento del ataque fueron fijados después de la reunión que mantuvieron en Teherán (Irán) los mandatarios de Gran Bretaña, EE.UU. y la URSS, Winston Churchill, Franklin Delano Roosevelt e Iósif Stalin, respectivamente.

 

Un agente del MI5

Juan Pujol era un agente que trabajaba para el MI5 y que ayudó a convencer a los alemanes de que el ataque no se llevaría a cabo en junio. Curiosamente, su primer nombre en clave era ‘Bovril’, que luego fue cambiado por ‘Garbo’, porque sabía actuar muy bien. Su ‘actuación’ fue tan creíble, que Hitler le concedió la Cruz de Hierro.

 

La victoria en Normandía
Las fuerzas aliadas alcanzaron el río Sena en agosto de 1944. París fue liberado y los nazis fueron expulsados del noroeste de Francia, lo que marcó el éxito de la Operación Overlord. Después, los aliados tomaron medidas para avanzar hacia Alemania y unirse a las fuerzas soviéticas que se acercaban desde el este.
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Fecha inicial del ataque
El desembarco de Normandía fue fijado inicialmente para el 5 de junio de 1944, pero fue aplazado debido a las malas condiciones climáticas. Solo después de que los meteorólogos predijeran que el tiempo iba a mejorar al día siguiente, se decidió llevarla a cabo el 6 de junio.

 

Cifras
El combate se cobró la vida de unas 110 mil personas en ambos bandos: 77 mil 866 alemanes, 5 mil 001 canadienses, 9 mil 389 estadounidenses, 17 mil 770 ingleses perdieron la vida. Más de 30 mil vehículos, 150 mil soldados y 13 mil paracaidistas fueron trasladados a las playas francesas. Más de 127 aviones fueron destruidos hacia el final de la batalla, mientras que 28.000 aviadores fallecieron. Durante la invasión fueron lanzadas más de 30 mil bombas.

 

Una batalla de novela
La mañana del ‘Día D’ el escritor estadounidense J. D. Salinger aterrizó en la playa de Omaha llevando en su mochila seis capítulos de su novela inacabada ‘El guardián entre el centeno’.
Por su parte, el escritor británico Evelyn Waugh terminó el último capítulo de su novela ‘Retorno a Brideshead’ mientras se recuperaba en Devon tras lesionarse una pierna en un entrenamiento de paracaidistas.
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Junio 5, 2019


 

 

JUICIOS DE LESA HUMANIDAD. PARTE XII.  JUICIOS QUE HAN NACIDO MAL PARIDOS Y MAL PARIDOS VAN A MORIR. PRESIDENCIA DE NÉSTOR KIRCHNER. CAPÍTULO VII. SEGUNDA PARTE DE EL DERECHO A LA VERDAD DENEGADO EN ESTOS JUICIOS Y ABERRANTE PROTECCIÓN A LOS TERRORISTAS GUERRILLEROS.

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Continuando con las aberraciones jurídicas, la violación de la Constitución Nacional sus leyes y tratados internacionales que se aplican en estos mal llamados juicios de lesa humanidad,  estas aberraciones no son otras que las aplicadas en la  época de HITLER, en la Alemania Nazi.
Siendo fiel a la “POLÍTICA DE ESTADO” el MPF (Ministerio Público Fiscal) produce la inversión de la historia, en idéntica forma que lo hace este gobierno aplicando los principios de JOSEPH GOEBBELS (Ministro de Propaganda de ADOLF  HITLER), en la Alemania Nacional Socialista, (El Nazismo). Principios basados en que: “UNA MENTIRA REPETIDA MIL VECES SE CONVIERTE EN REALIDAD”, estos principios los que resumiré lo máximo posible, para que sean comprendidos.
Principio de simplificación del enemigo único: Sin este principio ninguno  de los demás existirían.  Adopta una única idea, individualizar al adversario en un único enemigo, le pone una fecha de inicio a los hechos ocurridos, se olvida de sus antecedentes ignorando que todo hecho histórico se compone de tres aspectos fundamentales. Los antecedentes, el hecho en sí mismo y las consecuencias de ese hecho, en estos Juicios Mal Paridos. Son exclusivamente  para demonizar a las Fuerzas Legales (Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad, y  Fuerzas Policiales) y le pone fecha de inicio el 24 de marzo de 1976. Fecha en que  las Fuerzas Armadas, a pedido de todo el pueblo argentino se hace cargo del gobierno ante el magnífico desgobierno de la esposa de PERÓN. El gobierno democrático de esta mujer, el 05 de febrero de 1975 había declarado la guerra a los terroristas guerrilleros, mediante un decreto presidencial de neto corte constitucional ordenando las operaciones en los montes tucumanos, en uso de la legítima defensa que todo estado tiene la obligación
Este gobierno de KIRCHNER, por medio de estos jueces corruptos y traidores a la Patria, se hacen los olvidados, que la guerrilla nació a mediados de 1959 en Tucumán, donde “…el asesinato de un obrero azucarero en Tucumán encendió la chispa. Enrique Manuel Mena, líder peronista de izquierda que tomó el alias de “Comandante Uturunco”, exhortó a otros 20 obreros a escalar el cerro de Cochuna, a 80 kilómetros de la capital tucumana, y a combatir a “los socios del Imperio”. El escalamiento que se inicia el  23/12/ 1959. (https://www.clarin.com/politica/estallidos-anos-60_0_H1q7J_zWCtx.html) Como puede verse esta justicia nazi, desecha dieciséis años de nuestra historia, con la sola finalidad de hacer creer al pueblo que un día los tres Jefes de las Fuerzas Armadas, se levantaron todos en pedo (borrachos) y ordenaron el aniquilamiento de estos grandes hijos de su madre. Ahora con esta “Política de Estado” los llaman los jóvenes idealistas, cuando hace más de un año se venía  combatiendo en los montes de Tucumán, en cumplimiento del decreto mencionado.
Principio del método de contagio: Reunir diversos adversarios en una sola categoría, aquí el adversario son las Fuerzas Leales a las que etiqueta y generaliza como “represores y genocidas”, “asesinos” etc.
Principio de la trasposición: Cargar sobre el adversario es decir sobre las Fuerzas Leales los propios errores, respondiendo a las verdades con mentiras.  Así se miente en estos juicios a la sociedad entera, que el terrorismo fue una “resistencia a la dictadura”, cuando sabemos que siempre se inició y tuvo su mayor virulencia durante  los gobiernos democráticos, a los que quería destituir y destruir por medios de las armas.
Principio de la exageración y desfiguración: Consiste en inflar hechos y datos, por ejemplo, que hubo 30 mil desaparecidos, lo que aquí escuchamos continuamente y todos sabemos que no es así. Al punto que en este momento, los que “nunca mienten”, es decir el gobierno actual de MACRI, tiene una gobernadora, MARIA EUGENIA VIDAL que por ley ordena que los desaparecidos son 30 mil, defecándose en la historia, en los hechos de esa década, en la justicia y en lo más importante, en el pueblo que debe gobernar
Principio de la vulgarización: Toda propaganda debe ser popular, masiva adaptando su nivel a las personas de menor capacidad intelectual a la que va dirigida, no obstante la masividad de esta propaganda llega a todos los niveles y va dirigida a todos los sectores de la sociedad. A esta se  le miente y engaña, para lo cual el estado despilfarra millones de dólares,  que podría servir para otros fines, como seguridad, salud etc.
Es por lo mencionado que estos últimos gobiernos, se preocupan más por el populismo, manteniendo millones de vagos, mientras al país lo van regalando a los interese extranjeros, llámese Fondo Monetario Internacional para beneficio propio y a eso le sumamos la corrupción existente en todos los principales partidos políticos
Principio de orquestación: La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas mil veces, de acuerdo a que “UNA MENTIRA REPETIDA MIL VECES SE CONVIERTE EN REALIDAD”, girando siempre en torno al mismo concepto. En este caso es que las Fuerza Leales que combatieron al terrorismo eran diabólicas, mientras que quienes asesinaron a todo el que se le oponía para derrocar al gobierno eran “seres angelicales”, “jóvenes idealistas”.
Principio de renovación: Consiste en el bombardeo propagandístico permanente, y lo vemos diariamente en los diarios, en la radio, en la televisión, etc. Vemos periodistas y conductores de los medios que invitan a un programa donde se habla de  estos temas, allí los panelistas son todos de izquierda e incluso asesinos que se jactan de haber matado mientras  desarrollaban su guerra revolucionaria. Entonces al invitado no lo dejan hablar, periodistas como LEUCO, que participó en forma activa en la toma del Regimiento 3 de Infantería de la Tablada etc. y que todos los días durante años se hace mención a los años setenta, donde el único culpable es el gobierno de facto.
Principio de la verosimilitud: Se construyen argumentos a partir de diferentes fuentes, desde cantantes, periodistas poco serios, políticos partidarios o no partidarios cuando de ganar votos se trata. Presuntos intelectuales, llorones de toda laya, etc. todos dan el mismo discurso y tratan de que llegue a todos los sectores sociales, un claro ejemplo de esto es el periodista Uruguayo VÍCTOR HUGO MORALES, LEUCO, ANGUITA, etc. en plena aplicación de lo que mencionara precedentemente de que “UNA MENTIRA REPETIDA MIL VECES SE CONVIERTE EN REALIDAD”,
Principio de la silenciación: Acallar las cuestiones sobre las que no tienen argumento, borrando de la historia que contradicen sus postulados. Así en los Tribunales Orales que llevan adelante estos juicios que son un circo y el Ministerio Público Fiscal quiebran permanentemente la ley. Toman solamente lo que les conviene para poder condenar, sin pruebas, denegando las pruebas y testigos que uno presente, no dejando hablar en los juicios etc. (Todos los aspectos del juicio serán desarrollados a posteriori)
Principio de la transfusión: Está sustentado en un complejo de odios y prejuicios y sed de venganza siendo su única base la mentira, y que va dirigido hacia quienes los derrotaron. A esto ahora se suma el irrefrenable afán de lucro que la coyuntura  actual les ofrece a expensas de las generosas becas estatales, a costa de las vidas de los presos políticos.
Principio de la unanimidad: Se trata de convencer a la gente de que piensan como “todo el mundo”, su efecto es tratar de reducir a la nada toda voz opositora, como, por ejemplo, aparte de lo que aquí se vive, es el ataque que sufrió y sufre la justicia por esta Presidente.
Si uno habla en los juicios los jueces prevaricadores los interrumpen y en muchos casos no los dejan hablar, en los medios si no tienen fundamentos insultan. Se valen de la tortura sicológica con los “escraches” y si pueden llegan a la violencia física, hasta con destrucción de la propiedad etc.
Todos estos principios, que son aplicados en todos los sectores de la sociedad, van acompañados de notables y millonarios gastos a la persecución por parte del estado, a quienes derrotaron a la subversión. Estos gastos atentan y producen el abandono de la seguridad, educación, salud etc. por esta POLÍTICA DE ESTADO, llevada adelante por la Corte Suprema de Justicia de la Nación con total apoyo del Poder Ejecutivo.
La Dra. Andrea Palomas  Alarcón en su libro titulado “El nuevo negocio de los Derechos Humanos. Millonarios juicios por delitos de Lesa Humanidad” expresa que el Estado gasta  por “un promedio de cabeza” de cincuenta millones de dólares y agrega  que “es una suma bastante conservadora, superamos los u$s 43.250.000.000 (CUARENTA Y TRES MIL DOCIENTOS DOSCIENTOS CINCUENTA MILLONES DE DÓLARES” –  por 865 presos y luego agrega “La falta de transparencia, el manejo espurio de la Justicia cuando no, directamente, el prevaricato, está   por encima legal los militares y policías acusados pero, también, está exponiendo al Estado a un saqueo intolerable, (…) con menos de la cuarta parte(….) los jubilados podrían cobrar el 82% móvil al que tienen derecho. Hambrearlos si es un delito de lesa humanidad y el Estatuto de Roma ya se encuentra vigente.” (Art. 7. 2. b) y Art 8-. 2. b) xxv) del Estatuto de Roma)”.
Los cálculos de estos gastos en los juicios que han nacido mal paridos, con la anuencia del Poder Ejecutivo y la complicidad del Poder Judicial al usar técnicas aberrantes al mejor de los estilos de la Alemania Nazi, deben duplicarse ya que al día de hoy los presos políticos suman aproximadamente dos mil. En otras palabras, es un estado que va por todo, según expresiones de la propia Presidenta Montonera, y nos encontramos en presencia de un Estado Neo Nazi, Neo Marxista y Neo Fascista, disfrazado de democracia, con el abierto apoyo de los poderes responsables de defender la Carta Magna. En estos ataques, sabemos a ahora que la justicia es la que está en la mira de este estado.
Por eso puedo afirmar que el agua nos está tapando, al no haber justicia desaparecen las   garantías de la Constitución Nacional. Mientras el pueblo permita esto, no le quepa la menor duda de que estamos cayendo a un pozo del cual se hace más difícil de salir. Por el bien de toda la República eviten que esto siga ocurriendo.

 

PP – VGMT (PRESO POLÍTICO – VETERANO DE GUERRA EN EL MONTE TUCUMANO)

 

ARIEL VALDIVIEZO

 

 

 

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 31, 2019


 

Una Historia de Dictadores

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Militares venezolanos estan abandonando el buque del dictador Maduro. Las Naciones Unidas al borde de la intervención. Venezuela y su crisis cada vez más preocupante. La historia nos ha probado otras opciones de dictadores despojados de su poder por su propia gente. 

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Llamándolo el día de su independencia, los libios salieron a las calles el 20 de octubre para animar la desaparición del hombre que los había gobernado durante 42 años turbulentos. Según los informes, Muammar Gaddafi fue asesinado cuando las fuerzas rebeldes finalmente capturaron a su ciudad natal, Sirt, donde los últimos remanentes del régimen de Gaddafi se mantuvieron en medio de semanas de luchas agotadoras y espeluznantes. Gaddafi llegó al poder en 1969 a los 27 años cuando lideró un golpe de estado incruento para derrocar al monarca gobernante. Luego fue nombrado comandante en jefe de las fuerzas armadas y presidente del recién creado órgano de gobierno de Libia, el Consejo del Comando Revolucionario. Fue entonces cuando comenzó a asumir lentamente la totalidad del poder. Comenzó retirando las bases militares estadounidenses y británicas en 1970. Con el tiempo eliminaría el parlamento, los partidos políticos, los sindicatos y las organizaciones no gubernamentales. En la Jamahiriya quijotesca de Gaddafi, o “estado de las masas”, descuidó ponerse un título político real, prefiriendo ser conocido simplemente como Hermano Líder.

En realidad, Gaddafi permitió que solo un pequeño grupo, en su mayoría miembros de su familia, participara en el gobierno del país, el cual, gracias a sus reservas de petróleo (la novena más grande conocida en el mundo), había acumulado una enorme riqueza. Las riquezas le permitieron gobernar relativamente sin control hasta febrero de 2011, cuando su gente había tenido suficiente. Alentados por la primavera árabe que derrocó con éxito a los gobiernos de Túnez y Egipto, los libios tomaron las calles. Gaddafi respondió con violencia sin precedentes contra su propia gente y, al mismo tiempo, les dijo a los miembros de la prensa: “Toda mi gente me quiere”. La resistencia siguió avanzando, ganando el apoyo de las fuerzas de la OTAN, que iniciaron ataques aéreos el 19 de marzo. El 22 de agosto, después de seis meses de lucha, las fuerzas rebeldes reclamaron la ciudad capital, Trípoli, como su propia, terminando formalmente con el régimen de Gaddafi. Pero hasta que capturaron al hombre mismo, los libios no pudieron respirar un suspiro de alivio. Ese momento llegó el 20 de octubre, cuando el primer ministro Mahmoud Jibril dijo en una conferencia de prensa: “Hemos estado esperando este momento durante mucho tiempo. Muammar Gaddafi fue asesinado”.

Tomó un poco más de tres semanas, desde fines de marzo hasta principios de abril de 2003, para que las fuerzas estadounidenses derrocaran al régimen iraquí. Pero cuando los infantes de marina de los Estados Unidos ayudaron a una multitud iraquí a derribar una estatua del dictador Saddam Hussein en la Plaza Firdos de Bagdad el 9 de abril, el mismo hombre ya se había ido, habiéndose fundido en el caos de su régimen derrumbado.
Durante los próximos siete meses, las fuerzas de EE. UU. Matarían a los hijos de Saddam, Uday y Qusay, y realizarían una persecución a lo largo de su ciudad natal, Tikrit. Cuando las fuerzas especiales estadounidenses literalmente sacaron a Saddam de un agujero en el suelo en las afueras de Tikrit en diciembre de 2003, la periodista Nancy Gibbs escribió: “había justicia en las noticias de que Saddam Hussein había sobrevivido al ser enterrado vivo”. Saddam fue juzgado por crímenes de guerra en Bagdad; Tres años después, fue ejecutado por ahorcamiento.

Sobrecogidos por los excesos y la represión que tienen lugar en la vecina España bajo la dictadura de Francisco Franco, el gobierno de António Salazar en Portugal todavía se encuentra entre los más autoritarios de Europa. Un nacionalista conservador acérrimo, algunos dirían fascista, Salazar gobernó desde 1932 hasta 1968, aferrándose a una visión anacrónica de Portugal como una potencia imperial, habilitada por sus vastas posesiones coloniales en el sur de África. El régimen de Salazar, denominado Estado Novo (Nuevo Estado), pregonaba estabilidad y crecimiento económico, pero legó un legado principalmente de represión y fuga de la población. La oposición a la naturaleza del gobierno en su país y en el extranjero obstaculizó el régimen de Salazar en la década de 1960, con el inicio de rebeliones en Mozambique y Angola. Cuando Salazar sufrió una hemorragia cerebral en 1968, fue retirado silenciosamente del poder sin siquiera saber de su expulsión. Seis años más tarde, una revuelta del poder popular de izquierda apoyada por simpáticos oficiales militares, apodada la Revolución de los Claveles por las flores que se ofrecían a los soldados, derrocó al Estado Novo.

El pequeño Paraguay sin litoral tenía la ignominia de ser el hogar de uno de los dictadores más antiguos del siglo XX. Alfredo Stroessner, un oficial militar, llegó al poder en 1954 con un típico golpe de estado de sudamericano y se aferró al poder hasta 1989, un año malo para los tiranos. Los medios describían a Stroessner después de su caída: “Un dinosaurio entre déspotas, Stroessner gobernó con autoridad absoluta por más tiempo que cualquier otro líder en el hemisferio occidental y fue superado solo por Kim Il Sung de Corea del Norte como el dictador más duradero del mundo”. Al igual que con muchos de los autócratas de América Latina, su gobierno fue tolerado por Washington debido a su supuesto anticomunismo. Mantuvo al país bajo un “estado de sitio” casi permanente durante cuatro décadas, y la tortura, los secuestros y la brutalidad policial se convirtieron en el sello de su régimen. Stroessner fue derrocado en febrero de 1989 por generales que temían que el hombre fuerte estuviera preparando a su hijo adicto a la cocaína para ser el próximo en la fila. Murió en el exilio en Brasil en 2006.

Campos de la Muerte, Cambodia

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En su número del 7 de mayo de 1945, la revista Time escribió sobre Adolf Hitler: “Si de hecho estuviera muerto, la esperanza de la mayor parte de la humanidad se había cumplido. Porque rara vez tantos millones de personas esperaban tan implacablemente la muerte de un hombre. ” Aunque llevaría años aprenderlo todo y el verdadero horror del reinado de Hitler sobre el Tercer Reich, incluso en la primavera de 1945, cuando los aliados estadounidenses se acercaban a Berlín desde el este y el oeste, estaba claro que la destitución de Hitler del poder Sería necesario poner fin a seis años de sangrienta guerra global. Al final, Hitler salvó al mundo de un juicio por crímenes de guerra al quitarse la vida. “Rara vez en la historia de la humanidad, nunca en los tiempos modernos, un hombre tan insignificantemente monstruoso se convirtió en el jefe absoluto de una gran nación”, escribió TIME, parte de una especie de celebración por el fin del hombre y un obituario del país que condujo a la ruina.

A diferencia del misterio que rodea la muerte de Adolf Hitler, el final de Benito Mussolini fue indiscutible. El “Duce del Fascismo” gobernó Italia desde su elección como Primer Ministro italiano en 1922 hasta que fue depuesto y encarcelado por el Gran Consejo del Fascismo en 1943 cuando los Aliados invadieron Italia. Hitler personalmente ordenó una misión para sacar a Mussolini de la prisión, y luego de que los comandos alemanes lo liberaron en una redada audaz, Il Duce lideró la república italiana en áreas fuera del control aliado.

Cuando los Aliados avanzaron hacia el norte, Mussolini intentó huir a Suiza. Fue capturado y ejecutado por partidarios comunistas cerca del lago Como en abril de 1945. Su cuerpo fue colgado boca abajo en el Piazzale Loreto en Milán. Mussolini, al igual que cualquier otro hombre, había plantado el cáncer que se había extendido más allá de su tierra natal a Alemania, España, Europa Central y los Balcanes. La destitución del dictador italiano fue, en cierto sentido, preliminar una cirugía en la malignidad que sigue afectando a la humanidad .

En los cuatro años de gobierno de Pol Pot, la campaña de terror que emprendió causó la muerte de casi una cuarta parte de los 7 millones de habitantes de Camboya a través de la ejecución, la tortura, el hambre y las enfermedades. Cuando Pol Pot llegó al poder como Primer Ministro de los Jemeres Rojos, una organización marxista-leninista radical, el 17 de abril de 1975, cambió el nombre de Kampuchea al país y trató de devolverlo a una sociedad agraria vaciando las ciudades y obligando a la población a trabajo agrícola Habitantes urbanos y literati fueron desalojados de sus hogares y obligados a realizar trabajos forzados en el campo o en prisiones como el infame Tuol Sleng de Phnom Penh, donde los prisioneros fueron clasificados y documentados antes de ser enviados a su muerte en lo que se conoció como los “campos de matanza”. Cientos de miles de intelectuales fueron torturados y ejecutados bajo el Khmer Rouge; Otros murieron de hambre o murieron por enfermedad o agotamiento. En total, aproximadamente 1,7 millones de camboyanos murieron entre 1975 y 1979. Finalmente, harto de las incursiones transfronterizas por parte de los jemeres rojos, Vietnam invadió Camboya el 25 de diciembre de 1978, ante la oposición de muchos en la comunidad internacional. incluyendo a China y los Estados Unidos, y en pocas semanas ocuparon la capital, Phnom Penh, derrocando al régimen asesino de Pol Pot y enviando al criminal de guerra a la frontera con Tailandia. A pesar de su derrocamiento, Pol Pot continuó ejecutando el Khmer Rouge desde la jungla hasta su arresto en julio de 1997. En un juicio de prueba, Pol Pot, conocido como el Hermano No. 1, fue denunciado por sus seguidores y condenado a arresto domiciliario en su jungla. casa. Murió allí menos de un año después, a los 73 años, el 15 de abril de 1998, sin haber enfrentado cargos. Hasta el día de hoy, Camboya lucha por reconciliarse con el legado de este capítulo espantoso de la historia humana.

Se dice que Hosni Mubarak ha sobrevivido a seis intentos de asesinato. Pero el 11 de febrero de 2011, fue una valiente y pacífica muestra de disidencia, semanas de protestas, lo que finalmente sacó del poder al presidente egipcio. Ex comandante de la Fuerza Aérea de Egipto, Mubarak comenzó su carrera política en 1975 como Vicepresidente y ascendió a la presidencia en 1981 después del asesinato de su predecesor, Anwar Sadat. Bajo Mubarak, Egipto continuó el camino de acercamiento de Sadat con los Estados Unidos, ganando miles de millones de dólares en ayuda a cambio de mantener el apoyo a Israel y reprimir el islam político. Aunque Mubarak ganó cuatro elecciones nacionales durante su presidencia, solo permitió candidatos rivales en las elecciones de 2005, e incluso entonces, los observadores condenaron las irregularidades en las votaciones. En el período previo a la Primavera Árabe, aumentaron las especulaciones sobre el estado de salud de Mubarak, pero se aferró al poder durante las semanas de protesta en que murieron unas 850 personas. El niño de 83 años ahora está en juicio en El Cairo por la muerte de manifestantes; Hizo su primera aparición en el tribunal en una cama de hospital.

Fulgencio Batista gobernó Cuba dos veces, una vez como un líder bastante efectivo, y luego como un dictador brutal. Batista dirigió por primera vez a Cuba en 1933 y fortaleció su gobierno mediante el patrocinio patrocinando varios programas de obras públicas y cultivando el ejército y la administración pública. En 1944, después de que expiró su mandato, salió de Cuba y viajó al extranjero. Ocho años después, lideró un golpe incruento en 1952 y forzó su regreso al poder. Luego se dispuso a controlar virtualmente todos los sectores del país y su economía: la prensa, la universidad, el Congreso, mientras se enriquecía. Él celebró elecciones ilegítimas dos veces antes de ser finalmente derrocado por la dramática rebelión marxista dirigida por Fidel Castro y sus fuerzas rebeldes en 1959.

 

Auschwitz

 

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El autoproclamado “Presidente vitalicio” gobernó Uganda por mucho menos tiempo del que esperaba, pero los ocho años de su mandato estuvieron llenos de graves violaciones a los derechos humanos, persecución étnica: decenas de miles de ugandeses de origen indio fueron expulsados dell país – asesinatos y corrupción desenfrenada. Después de alejar a muchos de sus partidarios durante un período de comportamiento cada vez más errático a fines de la década de 1970, Idi Amin se encontraba casi solo en la cima. Un grupo de sus tropas se volvió contra él y, apoyado por una fuerza militar tanzana y exiliados ugandeses, lo derribó. Huyó a Libia, donde lo esperaba su partidario Muammar Gaddafi. Allí Amin permaneció varios años antes de mudarse a Arabia Saudita, donde murió en 2003, sin remordimientos y enojado por la traición de su país.

El arquetipo del dictador africano, Mobutu Sese Seko, un oficial militar, llegó al poder en el Congo al desplazar al líder populista de inclinación izquierdista Patrice Lumumba. Al quemar sus costillas nacionalistas, cambió el nombre a la ex colonia estratégica Zaïre, rica en recursos, una pronunciación de la palabra local Kikongo para “el río que traga todos los ríos”. Mobutu se tragó toda la política de su país, construyendo un estado altamente centralizado en el que el poder irradiado de su palacio presidencial y los relatos de su nepotismo y corrupción, incluidos los viajes de compras a París por el Concorde, fueron legión. Gracias a la ayuda de Occidente, durante años, Zaire fue uno de los mayores beneficiarios africanos de fondos estadounidenses. Mobutu presidió el país durante unas cuatro décadas, a pesar de los innumerables informes de abusos y violaciones de derechos humanos. El final de la Guerra Fría lo llevó a embarcarse en una reforma política vacilante, pero llevó la lucha civil y la victoria de los ejércitos leales a Laurent Kabila para destituir a Mobutu en 1997. Murió de cáncer de próstata poco después en el exilio en Marruecos.

Nicolae Ceausescu, gobernante absoluto de Rumania durante 24 años, supervisó un régimen represivo conocido por tener a la policía secreta más temida del bloque oriental. A lo largo de la década de 1970, despilfarró $ 10 mil millones en préstamos de Occidente; en 1981, estableció el objetivo poco realista de pagar esa deuda para 1990. A fines de la década, Rumania era el único país de Europa donde el hambre estaba generalizada y la desnutrición iba en aumento. Aun así, Ceausescu continuó con un programa de “modernización” que incluía la construcción del Palacio del Parlamento, el edificio administrativo civil más grande del mundo y un monumento a su ego. En diciembre de 1989, cuando las protestas por la brutal represión y las condiciones de vida del estado se apoderaron de Bucarest, Ceausescu y su esposa Elena huyeron de la ciudad, pero la policía finalmente los detuvo. El día de Navidad, un tribunal de corte apresurado preparó a los dos culpables de delitos contra el estado, y fueron fusilados por un pelotón de fusilamiento.

En un fatídico día a mediados de octubre de 2000, cientos de miles de serbios tomaron el poder del presidente Slobodan Milosevic en Belgrado, incendiando el edificio del Parlamento y cerrando la televisión estatal. Ya es suficiente, lloraron, decididos a destruir las boletas electorales de Milosevic y poner fin a su gobierno. El desafiante dictador, cuyo estridente nacionalismo serbio en parte condujo a la fragmentación de Yugoslavia y años de sangrientos conflictos, apenas admitió la derrota antes de huir a Moscú. Pero las fosas comunes y las atrocidades de guerra vinculadas a su reinado lo siguieron a la corte internacional; su juicio duró cinco años, hasta que el hombre fuerte murió en su celda de la cárcel en 2006. Un hombre envenenado puede haberse ido, pero el mundo solo fue parcialmente aliviado. Carla Del Ponte, la principal fiscal de crímenes de guerra de la ONU que buscó llevar a Milosevic a la justicia, dijo: “Su muerte antes de la sentencia fue un gran golpe para mi oficina, para todas las víctimas afectadas por los delitos por los que fue acusado y por los esfuerzos invertidos en nuestra lucha contra la impunidad … Perdimos la oportunidad de crear la imagen global de lo que realmente sucedió en Yugoslavia “.

Jean-Claude “Baby Doc” Duvalier se convirtió en el presidente más joven del mundo cuando se hizo cargo de Haití tras la muerte de su padre François en 1971. Duvalier, de 19 años de edad y con un rostro nuevo, trató inicialmente de instituir reformas limitadas, pero finalmente mantuvo muchas de las políticas del implacable régimen dictatorial de su padre. Hizo alarde de un lujoso estilo de vida mientras millones de haitianos languidecían en la pobreza, y ante el creciente movimiento populista en su contra, Duvalier y su esposa huyeron de Haití a Francia en 1986.
En 2011 reapareció en un regreso sorpresa a Haití, afirmando que quería participar en la reconstrucción de su país tras el terremoto y la epidemia de cólera. Ahora él potencialmente enfrenta cargos de corrupción y malversación.

En septiembre de 1972, luego de un fallido intento de asesinato de uno de sus principales ayudantes, Ferdinand Marcos declaró la ley marcial en Filipinas. Marcos, quien había sido elegido presidente en 1964, exageró la amenaza de los revolucionarios comunistas y la utilizó para justificar el cierre de la prensa y el arresto de varios de sus opositores políticos. Inicialmente, Marcos hizo bien para el país como autócrata: la inflación cayó y los ingresos del gobierno aumentaron. Pero el generalismo y la corrupción generalizados, incluido el desvío de miles de millones de fondos estatales a la cuenta bancaria de Marcos en Suiza, socavaron su legitimidad. Su glamorosa esposa Imelda, la del armario de zapatos, parecía encarnar los excesos descarados del régimen. Y el asesinato en 1983 de Benigno Aquino Jr., el principal rival político de Marcos, galvanizó la oposición. Con la esperanza de sofocar las críticas internacionales, organizó elecciones anticipadas en 1986, pero el movimiento fue contraproducente como resultado de la violencia, la intimidación y la coerción que desplegó. Abandonado por sus rivales más cercanos, Marcos huyó del país varias semanas después, allanando el camino para que el legítimo ganador, la viuda de Aquino, Corazon, tomara el poder. Marcos murió en el exilio en Hawai tres años después, pero su esposa, su hijo y algunos de sus antiguos aliados aún ejercen influencia en la impredecible democracia de Filipinas.
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PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 27, 2019


 

 

Edward and Wallis

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¿Solo en Hollywood? No. Después de gobernar por menos de un año, Eduardo VIII se convierte en el primer monarca inglés en renunciar voluntariamente al trono. Eligió abdicar después de que el gobierno británico, el público y la Iglesia de Inglaterra condenaron su decisión de casarse con la divorciada estadounidense Wallis Warfield Simpson. En la tarde del 11 de diciembre, pronunció un discurso de radio en el que explicó: “Me ha resultado imposible llevar la pesada carga de la responsabilidad y cumplir los deberes del rey, como desearía hacer, sin la ayuda y apoyo de la mujer que amo ”. El 12 de diciembre, su hermano menor, el duque de York, fue proclamado rey Jorge VI.

Edward, nacido en 1894, era el hijo mayor del rey Jorge V, quien se convirtió en el soberano británico en 1910. Todavía sin casarse cuando se acercaba a su 40 cumpleaños, se codeó con la moderna sociedad londinense de la época. En 1934, se había enamorado profundamente de la socialista estadounidense Wallis Warfield Simpson, quien estaba casada con Ernest Simpson, un empresario inglés-estadounidense que vivía con ella cerca de Londres. Wallis, quien nació en Pennsylvania, se había casado previamente y se había divorciado de un piloto de la Marina de los Estados Unidos. La familia real desaprobó a la amante casada de Edward, pero en 1936 el príncipe tenía la intención de desposar a la señora Simpson. Antes de que pudiera discutir esta intención con su padre, George V murió, en enero de 1936, y Edward fue proclamado rey.

El nuevo rey se hizo popular entre sus súbditos, y su coronación estaba programada para mayo de 1937. Su relación con la señora Simpson se informó en los periódicos estadounidenses y de Europa continental, pero debido a un acuerdo de caballeros entre la prensa británica y el gobierno, el asunto fue mantenido fuera de los periódicos británicos. El 27 de octubre de 1936, la Sra. Simpson obtuvo un decreto preliminar de divorcio, presumiblemente con la intención de casarse con el rey, lo que precipitó un gran escándalo. Para la Iglesia de Inglaterra y la mayoría de los políticos británicos, una mujer estadounidense dos veces divorciada era inaceptable como una posible reina británica. Winston Churchill, entonces un conservador casi desconocido, fue el único político que apoyó a Edward. A pesar del frente aparentemente unido contra él, Edward no podía ser disuadido. Él propuso un matrimonio morganático, en el que a Wallis no se le otorgarían derechos de rango o propiedad, pero el 2 de diciembre, el Primer Ministro Stanley Baldwin rechazó la sugerencia por poco práctica. Al día siguiente, el escándalo estalló en las portadas de los periódicos británicos y se discutió abiertamente en el Parlamento. Sin resolución posible, el rey renunció al trono el 10 de diciembre. Al día siguiente, el Parlamento aprobó el instrumento de abdicación y el reinado de Eduardo VIII llegó a su fin. El nuevo rey, Jorge VI, convirtió a su hermano mayor en el duque de Windsor. El 3 de junio de 1937, el duque de Windsor y Wallis Warfield se casaron en el Château de Cande en el Valle del Loira de Francia.

Durante los siguientes dos años, el duque y la duquesa vivieron principalmente en Francia, pero visitaron otros países europeos, incluida Alemania, donde los funcionarios nazis lo honraron en octubre de 1937 y se reunieron con Adolf Hitler. Después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, el duque aceptó un puesto como oficial de enlace con los franceses. En junio de 1940, Francia cayó ante los nazis, y Edward y Wallis fueron a España. Durante este período, los nazis inventaron un plan para secuestrar a Edward con la intención de devolverlo al trono británico como un rey títere. George VI, al igual que su primer ministro, Winston Churchill, se oponía firmemente a cualquier paz con la Alemania nazi. Desconociendo el plan de secuestro pero consciente de las simpatías nazis de Edward antes de la guerra, Churchill le ofreció apresuradamente a Edward la gobernación de las Bahamas en las Indias Occidentales. El duque y la duquesa zarparon de Lisboa el 1 de agosto de 1940, escapando por poco de un equipo de SS nazi enviado para apoderarse de ellos.

En 1945, el duque renunció a su puesto, y la pareja se mudó a Francia. Vivían principalmente en París, y Edward hizo algunas visitas a Inglaterra, como para asistir a los funerales del rey Jorge VI en 1952 y a su madre, la reina María, en 1953. No fue sino hasta 1967 que el duque y la duquesa fueron invitados por la familia real para asistir a una ceremonia pública oficial, la inauguración de una placa dedicada a la reina María. Edward murió en París en 1972, pero fue enterrado en Frogmore, en los terrenos del Castillo de Windsor. En 1986, Wallis murió y fue enterrada a su lado.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Diciembre 10, 2018


 

El Alemán Bueno

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Su sentido del valor y altruísmo semejaba a los códigos de los caballeros del rey Arturo, pero fue su audacia, uso de la sorpresa, disposición para aceptar riesgos y, sobre todo, su sentido intuitivo del campo de batalla lo que convirtió a Rommel en uno de los más grandes generales de historia militar. Brillantemente exitoso en ataque, y notablemente ingenioso en defensa, el “Desert Fox” (Zorro del Desierto) lideró a sus hombres a través de Francia en 1940 y luego superó repetidamente a los británicos en el norte de África.

Apenas unos meses después de la Primera Guerra Mundial, Rommel ganó la Segunda Clase de la Cruz de Hierro por su valentía en el campo cuando se lesionó en la pierna después de quedarse sin municiones y luego atacó a tres soldados franceses en un bosque. Pero su primer gran triunfo estratégico es la desastrosa derrota que ayuda a infligir al ejército italiano en Caporetto, en el que captura a 150 oficiales italianos, 9,000 soldados y 81 cañones. Al capitán Rommel se le otorga la condecoración pour le merite, una medalla reservada solo para los generales senior. Fue ascendido a Major en 1933 y más tarde a Coronel en 1937 mientras enseñaba en el Colegio de Guerra.

A lo largo de la década de 1930, Rommel desarrolla una estrecha relación de trabajo con Hitler, a quien inicialmente admira por frustrar progresivamente el Tratado de Versalles y restaurar la fortaleza de Alemania. Él es visto más y mejor en los ojos de Hitler. Acompaña a Hitler a los Sudetes en octubre de 1938 y luego a Praga en marzo de 1939. Pero Rommel es todo menos un nazi. De hecho, desde el principio comienza a albergar “serias reservas” sobre el régimen nazi.

Al igual que el otro legendario comandante del frente de batalla de Alemania de la Segunda Guerra Mundial, el mariscal de campo Heinz Guderian, Rommel está obsesionado con la movilidad e insiste en liderar a sus tropas en el frente. La velocidad con la que la fuerza de Rommel expresa la invasión alemana de Francia en 1940 hace que sea apodada la División de Fantasmas y que él mismo sea el caballero del Apocalipsis. En un momento dado, el ejército de Rommel cubre 150 millas en un día estableciendo un récord mundial. Durante la campaña de seis semanas, la fuerza de Rommel captura a cerca de 100,000 prisioneros franceses y 450 tanques enemigos. Regresa a Alemania aclamado por Hitler y la población, siendo ascendido a teniente general.

En el norte de África, el “brillante pensamiento rápido, oportunismo y liderazgo” de Rommel en el campo de batalla supera a la cadena de mando británica “lenta, pesada y remota” a pesar de la inferioridad logística. En junio de 1942, Rommel derrota al 8º Ejército británico en Tobruk, destruyendo más de 260 tanques y atrapando a 30,000 prisioneros de guerra. A los 49 años, alcanza el rango de mariscal de campo, el más joven de la Wehrmacht (Fuerzas Armadas Unificadas Alemanas). Pero a medida que las fortunas de Alemania disminuyen, Rommel le pide repetidamente a Hitler que le dé permiso para evacuar a su Afrika Korps del norte de ese continente mientras todavía hay tiempo y usar esta fuerza para reforzar la fortaleza en Europa. Ante los constantes rechazos de Hitler, Rommel confía cada vez más a su esposa acerca de su pérdida de fe en la cordura de Hitler.

Denegado de evacuar el Afrika Korps, Rommel lidera a su ejército en un magistral retiro de 1,400 millas, mientras que su archienemigo en el campo, el General Montgomery, no puede detenerlo. En su primer encuentro con las fuerzas estadounidenses que aterrizan en el norte de África, Rommel inflige pérdidas de 6.000 hombres, 183 tanques y 200 piezas de artillería enemigas a un costo de 1.000 hombres y solo 20 tanques bajo su mando. Pero a medida que el enemigo angloamericano combinado se vuelve cada vez más poderoso en número y logística mientras los suministros del Afrika Korps disminuyen, Rommel ve que el desastre se acerca rápidamente. Bloqueado en una postura de no retirada, Hitler continúa ignorando las súplicas de Rommel para salvar a los 250.000 hombres del Afrika Korps de la aniquilación. Tras el inevitable desastre, Hitler envía a Rommel a Francia para inspeccionar las defensas costeras contra el tan esperado aterrizaje angloamericano en el continente.

A lo largo de la primera mitad de 1944, Rommel se dedica a tiempo completo a mejorar las defensas costeras y revivir la moral de las guarniciones de Normandía. Después del Día D, tanto él como el mariscal de campo Gerd von Runstedt intentaron insistir a Hitler en que la batalla por Francia se perdería a menos que la Wehrmacht se retire a una línea frontal más estable y más corta. Frente a las enojadas negativas de Hitler a aceptar esta realidad estratégica, Rommel ahora está convencido de que Hitler alberga un deseo de muerte que pretende arrastrar a Alemania con él. A fines de junio, tanto von Rundstedt como Rommel van a ver a Hitler solo para ser rechazado una vez más y regresar con las manos vacías. Runstedt es despedido como Comandante en Jefe-Oeste y reemplazado por el obediente Mariscal de Campo Guenther von Kluge.

Debido a que prácticamente ninguno de los conspiradores militares está al mando de grandes ejércitos, buscan desesperadamente ganarse a un general de batalla que tiene un ejército a su disposición para prestar el apoyo fundamental necesario para el golpe. Pero hasta ahora, los principales miembros de la Wehrmacht (Brauchitsch, Halder, von Runstedt, Manstein, Guderian, Kluge) se han negado a prestar su apoyo. Sin embargo, Rommel siempre ha albergado una actitud contra Hitler y ahora es cada vez más rebelde. Si el comandante más popular y admirado del campo de batalla de la guerra puede ser vencido, el golpe definitivamente podría tener éxito. Con esto en mente, el Coronel Claus von Stauffenberg (quien se hizo cargo del Coronel Henning von Tresckow como líder de la conspiración a fines de 1943) recibe al General Karl-Heinrich von Stuelpnagel (el gobernador militar de París y el líder de los conspiradores con sede en Francia )  y decide invitar a Rommel a París para conversaciones secretas dirigidas a reclutar al zorro del desierto en el complot.

Rommel está de acuerdo con Stuelpnagel en que Hitler hace tiempo que perdió el contacto con la realidad y que debe ser obligado a ceder o, de lo contrario, a ser eliminado del poder. Pero se declara moralmente opuesto al asesinato. Quiere que Hitler sea arrestado y juzgado por un tribunal alemán por sus crímenes. Rommel le dice a Stuelpnagel que le dará a Hitler una última oportunidad enviando un telegrama de alarma que describe la guerra en los términos más crudos posibles e instando a Hitler a que tome medidas inmediatas en el frente diplomático o elimine las pérdidas de Alemania y autorice a Werhmacht a evacuar Francia, y retrocediendo a las fronteras de Alemania. Sin embargo, Rommel está seguro de que su advertencia será ignorada, en cuyo caso se declara dispuesto a apoyar un golpe de estado. También está de acuerdo en que Guenther von Kluge puede ser más una responsabilidad o preocupación que un activo para los conspiradores. Luego le da a Stuelpnagel su palabra de honor de que, incluso si Kluge se niega a levantarse y ser contado en la operación, actuará “abiertamente e incondicionalmente” con los conspiradores.

El 16 de julio de 1944, Rommel escribió su mensaje a Hitler y le pidió a Kluge que lo entregara de inmediato. Al día siguiente, los combatientes de la RAF atacaron a la caravana de Rommel por un camino rural francés, matando a su conductor. El auto de Rommel se salió de control y el mariscal de campo fue arrojado a una zanja con graves lesiones en la cabeza. Rommel no puede ayudar a los conspiradores cuando Stauffenberg coloca una bomba tres días después en el bunker de Hitler. Mientras tanto, Kluge no envía inmediatamente el telegrama de bombeo de Rommel a Hitlery si lo hace dos semanas después.

Debido a su estrecha asociación con los conspiradores de París, es solo una cuestión de tiempo antes de que Rommel se vea implicado. Dos historias diferentes describen cómo sucedió esto. De acuerdo con el primero, Luftwaffe Colonel Caesar von Hofacker (primo de Stauffenberg) divulgó el nombre de Rommel bajo tortura. Según una segunda historia, el general von Stuelpnagel, que había intentado suicidarse, había sido socorrido y llevado a un hospital de campaña alemán, gritó el nombre de Rommel repetidamente en su delirio.

El 7 de octubre de 1944, Rommel rechaza una convocatoria de Hitler para visitarlo em Berlín. El 14 de octubre, dos generales visitan a Rommel en su residencia en Errlingen y le entregan una cápsula de cianuro y un mensaje de Hitler: suicidarse y ser enterrados con honores, o ser juzgados por alta traición y ser ahorcados, lo que implicaria la pérdida del sustento de su familia. Rommel se despidió de su esposa y su hijo y fue expulsado en un automóvil del ejército después de tragar la cápsula. Según testigos, los que vieron su cuerpo notaron la expresión de desprecio en su rostro. Rommel fue enterrado con honores militares y Alemania despidió a un héroe.

 


Fuente: Hitler’s Generals de Martin Blunsfeld . The Rommel Papers de Erwin Rommel


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 11, 2018