El Imperio ruso acababa de perder una guerra desastrosa, la guerra de Crimea.
La pérdida de la guerra de Crimea arruinó al Imperio ruso, agotó su tesoro y debilitó su influencia militar y política durante décadas.
Dado que Gran Bretaña, junto con Francia y Turquía, los derrotó, existía una gran preocupación de que la presencia británica en Canadá condujera a la toma de posesión de Alaska.
Lo último que quería el Imperio ruso era que Gran Bretaña se quedara a sólo kilómetros de su frontera oriental.
No había ningún conflicto político con los Estados Unidos, lo que hizo que vender Alaska a los EE. UU. fuera un compromiso mucho mejor.
Al final, el Imperio ruso consiguió un vecino amigo y necesitaba dinero urgentemente.
Aunque el agotamiento del comercio de focas influyó en cierta medida en la venta, el Imperio ruso era consciente de que los metales preciosos probablemente eran recursos sin explotar en Alaska. El problema era el tiempo. Temían que cualquier hallazgo de oro impulsara a Gran Bretaña a apoderarse de Alaska.
Si no fuera por la falta de tiempo política para aprovechar cualquier descubrimiento de metales preciosos, el Imperio ruso no habría vendido Alaska.
Lo cual nos lleva de nuevo a la ironía actual: Putin, en su deseo egoísta de recuperar el Imperio ruso, está gastando enormes cantidades de dinero y pérdidas militares para intentar conservar la península de Crimea y apoderarse del resto de Ucrania.
El deshielo del permafrost en el Ártico podría liberar mercurio tóxico, que ha permanecido en el interior del suelo durante miles de años, al sistema hídrico de la Tierra, contaminando el medio ambiente. Así se desprende de un nuevo estudio publicado en la revista IOP Science.
Investigadores de la Universidad del Sur de California (USC) estudiaron los sedimentos del río Yukón, en Alaska, y descubrieron que la erosión del permafrost hace que entren en sus aguas sedimentos que contienen mercurio, que luego se desplazan a latitudes más altas.
La circulación natural de la atmósfera del planeta tiende a trasladar los contaminantes a latitudes altas, lo que provoca la acumulación de mercurio en el Ártico. El metal tóxico se libera cuando el suelo se descongela, lo que es cada vez más frecuente debido al cambio climático, ya que la región se calienta cuatro veces más rápido que la media del planeta.
“Podría haber una bomba gigante de mercurio en el Ártico a punto de explotar”, afirma Josh West, coautor del estudio y profesor de Ciencias de la Tierra y Estudios Ambientales en la USC. El permafrost ha acumulado tanto mercurio que podría eclipsar la cantidad existente en los océanos, los suelos, la atmósfera y la biosfera juntos”, afirmó.
Las plantas del Ártico absorben mercurio, que se acumula en el suelo y pasa a formar parte del permafrost. Este metal tóxico supone una grave amenaza para el medio ambiente y la salud de al menos cinco millones de personas que viven en la región, más de tres millones de las cuales se encuentran en zonas donde se prevé que el permafrost desaparezca a mediados de siglo.
Aunque el mercurio liberado al medio ambiente por el deshielo del permafrost no supone hoy una amenaza tóxica aguda, la exposición aumenta con el tiempo a medida que el metal se acumula en la cadena alimentaria, especialmente a través del pescado y la caza que consume la población.
Además, el río que erosiona los sedimentos lo vuelve a depositar en los bancos de arena y las playas de las orillas, en otros lugares. Los científicos afirman que los efectos a largo plazo podrían ser devastadores, especialmente para las comunidades árticas que dependen de la caza y la pesca.
Un adulto mayor se ha convertido en la primera persona que muere tras contraer Alaskapox, una enfermedad vírica descubierta recientemente en Alaska, EE.UU.
Según informaron este viernes las autoridades sanitarias estatales, el hombre, oriundo de la península de Kenai, presentó los primeros síntomas de la infección en septiembre, cuando le apareció una lesión sensible en la axila.
La víctima también tenía un sistema inmunitario debilitado debido a un tratamiento contra un cáncer que padecía. Esto probablemente contribuyó a la gravedad de su enfermedad, informó el Departamento de Salud de Alaska.
Además de ser el primer caso humano mortal, es la primera infección humana documentada fuera de la zona de Fairbanks, lo que indica que la enfermedad, propagada por pequeños mamíferos, se ha extendido a otras comunidades.
Hasta la fecha, solo se han registrado siete infecciones por esta enfermedad. La primera se identificó en 2015 en un adulto que presentaba una erupción cutánea localizada e inflamación de los ganglios linfáticos.
Según indicó Julia Rogers, epidemióloga del estado, los efectos documentados de las infecciones por Alaskapox en las personas eran bastante leves, con síntomas como erupciones cutáneas, fiebre y fatiga. “Los seis casos anteriores se identificaron en un entorno ambulatorio y se trataba de enfermedades leves que se resolvieron en gran medida en unas pocas semanas sin hospitalización”, declaró a los medios locales.
Alaska se encuentra en el extremo noroeste del continente norteamericano y la península de Alaska es la península más grande del hemisferio occidental. Debido a que el meridiano 180 pasa por las Islas Aleutianas del estado, la parte más occidental de Alaska se encuentra en el hemisferio oriental. Así, técnicamente, Alaska se encuentra en ambos hemisferios.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó un decreto acusando que la venta de Alaska a Estados Unidos fue un acto ilegal, por lo que buscaría retomar territorios que pertenecieron al “imperio ruso”. El decreto fue firmado a fines de la semana pasada y con ello asigna fondos para la búsqueda, registro y protección legal de propiedades rusas en el extranjero. Esto incluiría Alaska, zonas de Europa central y oriental, grandes zonas de Asia central y partes de Escandinavia, según un documento publicanos por el propio gobierno ruso. Con dicho decreto de Putin, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia y la Empresa de Gestión de Propiedades Extranjeras tienen la orden de encontrar, registrar y proteger la “propiedad” que consideren pertinente.
“El Kremlin puede utilizar la ‘protección’ de sus propiedades reclamadas en países fuera de sus fronteras internacionalmente reconocidas para impulsar mecanismos de poder blando en los estados postsoviéticos y vecinos destinados en última instancia a la desestabilización interna”, dice el documento de Putin.
Eric Karl Hontz, director del Center for International Private Enterprise (CIPE), consideró que la decisión de Putin es preocupante.
“Para cualquiera que piense que Putin está bromeando cuando dice ‘Rusia no tiene fronteras’ tenga en cuenta que no es así”, escribió en X, antes Twitter. “En un decreto del 18 de enero reclama Alaska“.
No queda claro cómo Putin pretendería reclamar Alaska, la cual fue comprada por EE.UU. en 1867, según los archivos históricos estadounidenses.
“La compra de Alaska en 1867 marcó el fin de los esfuerzos rusos por expandir el comercio y los asentamientos en la costa del Pacífico de América del Norte, y se convirtió en un paso importante en el ascenso de Estados Unidos como gran potencia en la región de Asia y el Pacífico”, destaca la Oficina de Historia del Gobierno de EE.UU.
Agrega que la transacción llevó varios años, cuando en 1725, el zar ruso Pedro el Grande envió a Vitus Bering a explorar la costa de Alaska, pero pronto hubo una competencia con EE.UU.
“San Petersburgo carecía de recursos financieros para apoyar asentamientos importantes o una presencia militar a lo largo de la costa del Pacífico de América del Norte y los colonos rusos permanentes en Alaska nunca fueron más de cuatrocientos”, se indica. “Rusia ofreció vender Alaska a Estados Unidos en 1859, creyendo que Estados Unidos contrarrestaría los designios del mayor rival de Rusia en el Pacífico, Gran Bretaña”.
Se agrega que la Guerra Civil estadounidense retrasó la venta, pero después el Secretario de Estado William Seward aceptó la oferta rusa y el 30 de marzo de 1867 aceptó una propuesta del ministro ruso en Washington, Edouard de Stoeckl, para comprar Alaska por $7.2 millones de dólares.
“El Senado aprobó el tratado de compra el 9 de abril”, se acota. “El presidente Andrew Johnson firmó el tratado el 28 de mayo y Alaska fue transferida formalmente a los Estados Unidos el 18 de octubre de 1867”.
Alaska es un territorio petrolero, donde viven poco más de 732,000 estadounidenses.
Dos bombarderos estratégicos Túpolev Tu-95MS (designado como ‘Bear’ por la OTAN) han sobrevolado durante siete horas sobre aguas neutrales del mar de Bering, que limita al este con Alaska. Estuvieron acompañados en esta misión por las tripulaciones de varios cazas Sukhoi Su-30 (‘Flanker-C’ para la Alianza Atlántica) de las fuerzas aéreas del Distrito Militar Oriental de Rusia.
Los pilotos de la aviación de largo alcance sobrevuelan con regularidad las aguas neutrales del Ártico, Atlántico del Norte, los mares Negro y Báltico, así como el océano Pacífico, recordó el Ministerio de Defensa ruso. Todos los vuelos se realizan estrictamente de conformidad con las normas internacionales del uso del espacio aéreo, agregó.
El avión Tu-95MS es un portador de misiles estratégicos diseñado para misiones de ataque con proyectiles de crucero y bombas nucleares contra objetivos enemigos en su propio territorio y en zonas geográficas lejanas. Equipado con motores turbohélice, su rango de acción es de más de 6.000 kilómetros y puede portar hasta 16 toneladas de carga útil.
La venta de Alaska
○
Por Candace Herrera.
El Imperio ruso acababa de perder una guerra desastrosa, la guerra de Crimea.
La pérdida de la guerra de Crimea arruinó al Imperio ruso, agotó su tesoro y debilitó su influencia militar y política durante décadas.
Dado que Gran Bretaña, junto con Francia y Turquía, los derrotó, existía una gran preocupación de que la presencia británica en Canadá condujera a la toma de posesión de Alaska.
Lo último que quería el Imperio ruso era que Gran Bretaña se quedara a sólo kilómetros de su frontera oriental.
No había ningún conflicto político con los Estados Unidos, lo que hizo que vender Alaska a los EE. UU. fuera un compromiso mucho mejor.
Al final, el Imperio ruso consiguió un vecino amigo y necesitaba dinero urgentemente.
Aunque el agotamiento del comercio de focas influyó en cierta medida en la venta, el Imperio ruso era consciente de que los metales preciosos probablemente eran recursos sin explotar en Alaska. El problema era el tiempo. Temían que cualquier hallazgo de oro impulsara a Gran Bretaña a apoderarse de Alaska.
Si no fuera por la falta de tiempo política para aprovechar cualquier descubrimiento de metales preciosos, el Imperio ruso no habría vendido Alaska.
Lo cual nos lleva de nuevo a la ironía actual: Putin, en su deseo egoísta de recuperar el Imperio ruso, está gastando enormes cantidades de dinero y pérdidas militares para intentar conservar la península de Crimea y apoderarse del resto de Ucrania.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 7, 2024
La bomba gigante de mercurio
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El deshielo del permafrost en el Ártico podría liberar mercurio tóxico, que ha permanecido en el interior del suelo durante miles de años, al sistema hídrico de la Tierra, contaminando el medio ambiente. Así se desprende de un nuevo estudio publicado en la revista IOP Science.
Investigadores de la Universidad del Sur de California (USC) estudiaron los sedimentos del río Yukón, en Alaska, y descubrieron que la erosión del permafrost hace que entren en sus aguas sedimentos que contienen mercurio, que luego se desplazan a latitudes más altas.
La circulación natural de la atmósfera del planeta tiende a trasladar los contaminantes a latitudes altas, lo que provoca la acumulación de mercurio en el Ártico. El metal tóxico se libera cuando el suelo se descongela, lo que es cada vez más frecuente debido al cambio climático, ya que la región se calienta cuatro veces más rápido que la media del planeta.
“Podría haber una bomba gigante de mercurio en el Ártico a punto de explotar”, afirma Josh West, coautor del estudio y profesor de Ciencias de la Tierra y Estudios Ambientales en la USC. El permafrost ha acumulado tanto mercurio que podría eclipsar la cantidad existente en los océanos, los suelos, la atmósfera y la biosfera juntos”, afirmó.
Las plantas del Ártico absorben mercurio, que se acumula en el suelo y pasa a formar parte del permafrost. Este metal tóxico supone una grave amenaza para el medio ambiente y la salud de al menos cinco millones de personas que viven en la región, más de tres millones de las cuales se encuentran en zonas donde se prevé que el permafrost desaparezca a mediados de siglo.
Aunque el mercurio liberado al medio ambiente por el deshielo del permafrost no supone hoy una amenaza tóxica aguda, la exposición aumenta con el tiempo a medida que el metal se acumula en la cadena alimentaria, especialmente a través del pescado y la caza que consume la población.
Además, el río que erosiona los sedimentos lo vuelve a depositar en los bancos de arena y las playas de las orillas, en otros lugares. Los científicos afirman que los efectos a largo plazo podrían ser devastadores, especialmente para las comunidades árticas que dependen de la caza y la pesca.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 21, 2024
Alaskapox
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Un adulto mayor se ha convertido en la primera persona que muere tras contraer Alaskapox, una enfermedad vírica descubierta recientemente en Alaska, EE.UU.
Según informaron este viernes las autoridades sanitarias estatales, el hombre, oriundo de la península de Kenai, presentó los primeros síntomas de la infección en septiembre, cuando le apareció una lesión sensible en la axila.
La víctima también tenía un sistema inmunitario debilitado debido a un tratamiento contra un cáncer que padecía. Esto probablemente contribuyó a la gravedad de su enfermedad, informó el Departamento de Salud de Alaska.
Además de ser el primer caso humano mortal, es la primera infección humana documentada fuera de la zona de Fairbanks, lo que indica que la enfermedad, propagada por pequeños mamíferos, se ha extendido a otras comunidades.
Hasta la fecha, solo se han registrado siete infecciones por esta enfermedad. La primera se identificó en 2015 en un adulto que presentaba una erupción cutánea localizada e inflamación de los ganglios linfáticos.
Según indicó Julia Rogers, epidemióloga del estado, los efectos documentados de las infecciones por Alaskapox en las personas eran bastante leves, con síntomas como erupciones cutáneas, fiebre y fatiga. “Los seis casos anteriores se identificaron en un entorno ambulatorio y se trataba de enfermedades leves que se resolvieron en gran medida en unas pocas semanas sin hospitalización”, declaró a los medios locales.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 15, 2024
Putin declara ilegal la compra de Alaska por parte de Estados Unidos
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Alaska se encuentra en el extremo noroeste del continente norteamericano y la península de Alaska es la península más grande del hemisferio occidental. Debido a que el meridiano 180 pasa por las Islas Aleutianas del estado, la parte más occidental de Alaska se encuentra en el hemisferio oriental. Así, técnicamente, Alaska se encuentra en ambos hemisferios.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó un decreto acusando que la venta de Alaska a Estados Unidos fue un acto ilegal, por lo que buscaría retomar territorios que pertenecieron al “imperio ruso”. El decreto fue firmado a fines de la semana pasada y con ello asigna fondos para la búsqueda, registro y protección legal de propiedades rusas en el extranjero. Esto incluiría Alaska, zonas de Europa central y oriental, grandes zonas de Asia central y partes de Escandinavia, según un documento publicanos por el propio gobierno ruso. Con dicho decreto de Putin, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia y la Empresa de Gestión de Propiedades Extranjeras tienen la orden de encontrar, registrar y proteger la “propiedad” que consideren pertinente.
“El Kremlin puede utilizar la ‘protección’ de sus propiedades reclamadas en países fuera de sus fronteras internacionalmente reconocidas para impulsar mecanismos de poder blando en los estados postsoviéticos y vecinos destinados en última instancia a la desestabilización interna”, dice el documento de Putin.
Eric Karl Hontz, director del Center for International Private Enterprise (CIPE), consideró que la decisión de Putin es preocupante.
“Para cualquiera que piense que Putin está bromeando cuando dice ‘Rusia no tiene fronteras’ tenga en cuenta que no es así”, escribió en X, antes Twitter. “En un decreto del 18 de enero reclama Alaska“.
No queda claro cómo Putin pretendería reclamar Alaska, la cual fue comprada por EE.UU. en 1867, según los archivos históricos estadounidenses.
“La compra de Alaska en 1867 marcó el fin de los esfuerzos rusos por expandir el comercio y los asentamientos en la costa del Pacífico de América del Norte, y se convirtió en un paso importante en el ascenso de Estados Unidos como gran potencia en la región de Asia y el Pacífico”, destaca la Oficina de Historia del Gobierno de EE.UU.
Agrega que la transacción llevó varios años, cuando en 1725, el zar ruso Pedro el Grande envió a Vitus Bering a explorar la costa de Alaska, pero pronto hubo una competencia con EE.UU.
“San Petersburgo carecía de recursos financieros para apoyar asentamientos importantes o una presencia militar a lo largo de la costa del Pacífico de América del Norte y los colonos rusos permanentes en Alaska nunca fueron más de cuatrocientos”, se indica. “Rusia ofreció vender Alaska a Estados Unidos en 1859, creyendo que Estados Unidos contrarrestaría los designios del mayor rival de Rusia en el Pacífico, Gran Bretaña”.
Se agrega que la Guerra Civil estadounidense retrasó la venta, pero después el Secretario de Estado William Seward aceptó la oferta rusa y el 30 de marzo de 1867 aceptó una propuesta del ministro ruso en Washington, Edouard de Stoeckl, para comprar Alaska por $7.2 millones de dólares.
“El Senado aprobó el tratado de compra el 9 de abril”, se acota. “El presidente Andrew Johnson firmó el tratado el 28 de mayo y Alaska fue transferida formalmente a los Estados Unidos el 18 de octubre de 1867”.
Alaska es un territorio petrolero, donde viven poco más de 732,000 estadounidenses.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 24, 2024
Bombarderos rusos realizan un vuelo de 7 horas cerca de Alaska
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Dos bombarderos estratégicos Túpolev Tu-95MS (designado como ‘Bear’ por la OTAN) han sobrevolado durante siete horas sobre aguas neutrales del mar de Bering, que limita al este con Alaska. Estuvieron acompañados en esta misión por las tripulaciones de varios cazas Sukhoi Su-30 (‘Flanker-C’ para la Alianza Atlántica) de las fuerzas aéreas del Distrito Militar Oriental de Rusia.
Los pilotos de la aviación de largo alcance sobrevuelan con regularidad las aguas neutrales del Ártico, Atlántico del Norte, los mares Negro y Báltico, así como el océano Pacífico, recordó el Ministerio de Defensa ruso. Todos los vuelos se realizan estrictamente de conformidad con las normas internacionales del uso del espacio aéreo, agregó.
El avión Tu-95MS es un portador de misiles estratégicos diseñado para misiones de ataque con proyectiles de crucero y bombas nucleares contra objetivos enemigos en su propio territorio y en zonas geográficas lejanas. Equipado con motores turbohélice, su rango de acción es de más de 6.000 kilómetros y puede portar hasta 16 toneladas de carga útil.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 14, 2023