FIDEL OPUS 2

Share

 

Escribe LUIS BARDIN.

 

 FIDEL OPUS 2

 

Hoy se cumplen ya dos años de ese previsto final

que aguarda, tarde o temprano, a jerarcas poderosos,

dictadores inhumanos, a corruptos y a malvados.

Su vida no fue un ejemplo ni glorioso su pasado.

Fue siempre un cruel dictador que ha convertido a su tierra

en una cárcel sin rejas con gente sin ambición.

Fue el inventor de un Edén donde aprender es gratuito

para poder enseñarles desde escuelas del partido

lo que habría de transformarlos en sus más fieles adictos.

Temía la libertad del que piensa por sí mismo

y a la loca iniciativa que vence determinismos.

En ese Edén postulaba que el reclamar y exigir

era una gran rebeldía y un verdadero delito.

Que estaba mal el sentir la ambición que ha algunos hombres

los hace grandes creadores que piensan con albedrío.

Él anuló a un noble pueblo que siempre lo hubo apoyado.   

Su icono, el “Che” Guevara, muchas mentes ha permeado

aunque tras la Perestroika algo anticuado ha quedado.

Ya jóvenes idealistas e intelectuales frustrados

y en nuestro propio país, los zurdakas extraviados,

aunque se sientan castristas mentalmente están castrados.

 

                                                                                    Luis Bardín.  

 


PrisioneroEnArgentina.com

Noviembre 25, 2018


 

LA GUERRA MUNDIAL CONTRATERRORISTA GLOBAL. ¿HÍBRIDA… CON DERIVACIÓN QBN?

Share

 

 

 

Grl. Heriberto J. Auel

Abril de 2015

 

“Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro;

si no conoces a los demás pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y

ganarás otra: si no conoces a los demás y no te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla”.

Sun Tzu – S. Vto a C-

 

  1. La situación estratégica que nos envuelve.

  2. La “modalidad” de la presente guerra mundial.

  • Nociones básicas acerca de la guerra híbrida -GH-.

  1. La Revolución de los Asuntos Militares -RAM- y la GH.

  2. Posición adoptada por países y organizaciones internacionales ante la conceptualización de la GH y la situación argentina.

  3. La reorganización de las Fuerzas Terrestres -FFTT-.

  • El Hizballah y el paradigma de la GH.

  • ¿Híbrida…con derivación nuclear?

 

  1. La situación estratégica que nos envuelve.

A pesar de que la dirigencia política argentina lo ignore, o simule ignorarlo, los argentinos -como sociedad- estamos actualmente abarcados por una compleja e inédita guerra mundial que transita -en el 2015- su décimo cuarto año, en un continuo y progresivo agravamiento.

Pero además, esta misma dirigencia, en pleno proceso electoral “para cambiar el rumbo de la historia”, hasta hoy no ha dicho una sola palabra sobre los dos “estados de guerra” (1) -hoy presentes e incardinados-  que son directa herencia de las recientes guerras que la nación sostuvo en  la última mitad del siglo XX.

Unánimemente, estos conocidos líderes concluyen -con todo acierto-, que la preocupación central de la ciudadanía es la inseguridad nacional -que comprende la inseguridad pública y la indefensión estratégica- sin embargo, por las propuestas que nos hacen conocer, o ignoran irresponsablemente la naturaleza de la situación y de los conceptos más elementales de las preceptivas polemológicas y estratégicas que están  en plena y acelerada evolución en los ambientes académicos, políticos y estratégicos del mundo desarrollado y en algunos países vecinos, o bien carecen de ideas, de soluciones.

Hechos recientes que han conmovido al país, directamente relacionados con la guerra mundial en acto -como lo es la muerte del Fiscal General Nisman- no han logrado romper el llamativo silencio de los candidatos, a pesar de que se encuentran en plena carrera electoral. ¿Cuál es la razón de éste silencio atronador? Es ignorancia, cobardía o compromiso asumido con quienes instalaron la política de derechos humanos unidireccionados. “De esto no se habla”.

Tanta irracionabilidad se debe -sin dudas- a causales muy profundas, que hunden sus raíces en nuestro pasado reciente. La Argentina ha debido enfrentar -a partir de 1959-   una larga guerra civil revolucionaria, asimétrica, no convencional, ante una sorpresiva agresión estratégica internacional -en el marco de la guerra fría- que cabalgó antiguas crisis de arrastre, llevando a sectores sociales medios, fuertemente resentidos, al empleo de tácticas terroristas -impulsadas por el odio- de raíz ideológica.

Cuando ésta guerra muy-limitada aún no había finalizado, el RU plantó un señuelo en el Atlántico Sur que -nuevamente por sorpresa-, nos llevó a escalarla a una guerra breve, convencional, de carácter limitado, dentro del propio Hemisferio. (2)

Vivimos y somatizamos las consecuencias de ambas guerras, como posguerras no digeridas, no asimiladas y menos aun asumidas políticamente. Por ello se mantiene la ignorada ¿? situación de los “dos estados de guerra” que a partir de 1983 se incardinaron, empleando para ello las consecuencias del Decreto 158/83 y de la política de derechos humanos unidireccionados, ambos medios conducidos localmente -hasta hoy- por el anciano terrorista y agente británico Horacio Verbitsky. Es en éste punto donde las dos guerras recientes ingresan a una síntesis que dificulta la comprensión situacional, para los analistas estratégicos amateurs. (3)

En Iberoamérica la Argentina es el único país que recientemente ha reunido tan caras y dolorosas experiencias. Ambas nos han llevado a la actual decadencia generalizada. Con el cúmulo de tan caros conocimientos deberíamos haber logrado una reacción homóloga a la de Alemania o de Japón, luego de sus derrotas estratégicas en 1945. Pero el colapso del “Proceso” fue fatal para nuestro país. El “entrismo de izquierda” alcanzó -desde entonces- el poder y con todo sigilo nos ha llevado a una situación que se hace ya   insostenible, bajo dirección del Foro de San Pablo, en las últimas etapas.

La difícil y compleja crisis que atraviesa el proceso pseudo-revolucionario subcontinental -por la grave situación que viven los países que lo impulsan- ya fuere en nuestra Patria como en la región, si bien abre una ventana de oportunidad para superarlo, también radicaliza a sus actores -abiertos o encubiertos- y ello amenaza con el regreso de la violencia. La oportunidad de los argentinos para el “cambio de rumbo” se da a fines del año en curso y ésta podría ser la última oportunidad para las presentes generaciones.

Si el soberano no toma conocimiento de las profundas causas de su decadencia y de los presentes riesgos y amenazas a la Seguridad Nacional, actualmente descontrolados, el “cambio de rumbo” se hará imposible. Hasta el presente, vamos en camino a la auto-destrucción, inconscientemente. Para tratar las causas de nuestra decadencia -que se ha acentuado en las últimas décadas- nos remitimos a la página web del IEEBA (4) y (5). Y para difundir la naturaleza y modalidad de los riesgos y amenazas a la Seguridad Nacional en curso, desarrollaremos los siguientes puntos.

  1. La “modalidad” de la presente guerra mundial.

 

Terminada la posguerra fría -1991/2001- período caracterizado por diversas opciones estratégicas -“optimistas, pesimistas o realistas”- en el Norte desarrollado y una “gran confusión” en la dirigencia del Sur subdesarrollado, las teorizaciones cedieron paso a las nuevas modalidades de conflictos y guerras que proliferaron espontáneamente, en las más diversas regiones del orbe.

En el mundo desarrollado se reaccionó rápidamente y las “transformaciones” conceptuales y orgánicas continúan abiertas, en permanente debate y reorganización. En nuestra región iberoamericana, desde principios del nuevo siglo se reinició -con el ascenso del precio del crudo- el proceso revolucionario paralizado por la implosión soviética, que pasó a ser conducido por el Foro de San Pablo -que reúne a estalinistas y socialdemócratas-, en alianza estratégica con los epicentros de violencia del Gran Medio Oriente y Asia, vía Caracas.

Las modalidades con que se manifiesta esta guerra mundial cubre una amplísima gama de variantes, según los diferentes objetivos que se persiguen en diversas y distantes áreas en las que se desarrolla, compartiendo en cambio características generales y la conformación de los actores-directores complejos -“los enemigos sin rostro”- con los que se enfrenta hoy Occidente (6).

En nuestra querida Patria Argentina se vive de espaldas a esta conflictiva situación internacional. Carecemos -por Ley- de planeamiento estratégico, de inteligencia estratégica y además, de objetivos políticos. El cuasi-Estado remanente no cumple mínimamente con su primaria responsabilidad -su razón de ser- la Seguridad Nacional.

Ante ésta dramática escena, la dirigencia calla, de rodillas ante una “vaca sagrada”: la política de derechos humanos, conducida en el subcontinente por el Foro de San Pablo que reúne a las diversas vertientes del comunismo internacional.

 

A la vez la ciudadanía -el electorado- ya llamada a las urnas, carece de una mínima información referida a los riesgos y amenazas estratégicos presentes, envuelta en elaboradas falacias -más conocidas como “relatos” mientras se avanza hacia el caos social y al Estado Fallido. Nuestro propósito es brindar, en éstas líneas, una información mínima al respecto, a pocos meses de las elecciones presidenciales.

Es el Soberano -el Pueblo- quien debe salvarse a sí mismo. Vivimos en una República y el “electorado es el mandante”.

 

  • Nociones básicas acerca de la GH (7) (8) (9).

Frente a la evidente superioridad militar convencional de Occidente -al comenzar el siglo XXI- su sorpresivo enemigo “no occidental” desarrolló formas de empleo de fuerzas orientadas a la explotación de sus “debilidades”, en particular las de carácter no militar, que apuntan fundamentalmente a los campos de la representación cognoscitiva y al tono moral de la población. Así lo hemos visto en las agresiones del Hizbollah en el 2006 y del Hamas, en el 2014.  

 

Thomas Huber -historiador- describe en 1996 a éste nuevo fenómeno como el combate coordinado de fuerzas regulares -convencionales- con irregulares -no convencionales- y lo conceptualiza como “guerra compuesta”. Advierte que estas fuerzas, que actúan bajo mando unificado de modo coordinado y cohesionado, nunca lo hacen fusionadas en el combate y advierte que proporcionan ventajas no igualables por fuerzas convencionales que operen en soledad. Éste concepto nos recuerda a la “guerra de zapa” que instrumentó el Br Grl San Martín en la Campaña Libertadora, o bien las ideas expuestas por Clausewitz y K. Holsti, hace años, que comentamos en el año 2011 en un trabajo anterior y que citamos a continuación (10):

“Señala Raymond Aron, en “Pensar la Guerra”[1], que al final de sus días Clausewitz comenzó una revisión de su monumental obra[2], puesto que descubrió, en el plano del concepto, lo que jamás había comprobado en el campo de batalla. Ese descubrimiento giraba en torno a una modalidad de combate distinta a la que él había reducido abstractamente como “duelo”, es decir, el enfrentamiento por aniquilamiento entre dos ejércitos pertenecientes a sendos estados nacionales. El descubrimiento giraba en torno de lo que hoy se denomina “guerra asimétrica”. Quedaba sobrepasado el conflicto del “fuerte contra el fuerte” y emergía -con toda su crudeza- la posibilidad del enfrentamiento entre un fuerte (defensivo) y un débil (ofensivo)”.

 

[1] Aron Raymond. “PENSAR LA GUERRA”, Instituto de Publicaciones Navales, Buenos Aires, 1988.

2 V. Clausewitz C. “DE LA GUERRA”, Editorial Océano, Buenos Aires, 1958.

………………..

“Éste tipo de amenazas ha proliferado como consecuencia del desplome del sistema bipolar de la guerra fría y el ingreso a una nueva etapa de la civilización. Los combatientes de antiguos bandos revolucionarios han devenido en bandas criminales, equipadas con elementos de tecnología satelital que les permiten constituirse en nodo de una red mayor, en la que circulan las diversas actividades del nihilismo posmoderno: guerrilla, narcotráfico, tráfico de armas, guerra en la infosfera, contrabando, tráfico de órganos, tráfico de niños, esclavismo, secuestros extorsivos, tráfico de animales exóticos, tráfico de piedras preciosas, terrorismo islámico, etnicismo genocida, etc.”.

……………….

“El profesor emérito de la Universidad de Vancouver -Columbia Británica- Kalevi Holsti  desarrolló la teoría de las guerras de la ´tercera clase’. La importancia de la misma no obsta para plantear una modificación del cuadro legal precedente, cuyas razones de validez no objetamos. Sin embargo, entendemos que el nuevo concepto de guerras de la ‘tercera especie´, amerita la apertura del marco de comprensión y el desarrollo de su conceptualización, búsqueda y descripción”.

 

Los Cnl(s) chinos Qiao Liang y Wang Xiangsui -en 1999- denominaron “guerra sin restricciones” al empleo lo más amplio posible de todos los medios para oponerse a un enemigo tecnológicamente superior. El gobierno de la nueva superpotencia los desautorizó, pero sin duda los Cnl (s) están cubriendo -por el momento- el actual desequilibrio estratégico chino, frente a eventuales desafíos.

Es en el año 2005 en que aparece por primera vez la denominación de GH, en un artículo de Mattis y Hoffman: “Future Warfare: The Rise of Hybrid Wars”. Conceptualizaban a ésta guerra como una “combinación de tecnologías y tácticas que permitieran obtener una ventaja sobre su adversario”. Esta combinación innovadora combina capacidades regulares e irregulares, en rápida transición, a los efectos de obtener resultados estratégicos. Para estos autores las “debilidades” y “vulnerabilidades” que evidenciaba Occidente, eran:

  • La alta sensibilidad de la opinión pública, en tiempos “pos heroicos”.

  • El eventual número de bajas civiles.

  • El alto costo de las operaciones militares.

  • El modo en que finalizaban las operaciones militares -victoria/derrota-.

Apoyándose en éstas debilidades y vulnerabilidades, los enemigos de Occidente -estatales o no estatales- diseñaron tácticas que permitieran eludir la superioridad tecnológica, permitiendo la paridad o aun la superación del más fuerte, explotando:

  • Poseer mayor número de población y territorio en el espacio donde se operaría.

  • Poseer una asimetría favorable en la importancia de los intereses, de los objetivos de guerra, en el nivel de “determinación” y “resolución”, en la voluntad ante los riesgos y en la entereza para soportar bajas.

A estas ventajas asimétricas hay que sumarle una determinante -que la dirigencia argentina no percibió ni percibe en nuestra guerra contrarrevolucionaria reciente- : la ausencia de restricciones políticas y culturales por parte del agresor.

 

Hoffman (11) -en el 2007- apuntó que la búsqueda de la oportunidad estratégica -en las guerras híbridas-, se aparta de los conceptos clausewitzianos tradicionales -la búsqueda de la decisión a través de un centro de gravedad- y contrariamente se busca hacer difuso al conflicto, sin darle relevancia al choque.

Lasica (12) -en el 2009- agrega que EEUU ha enfrentado a la GH con su tradicional principio “jominiano” de quebrar la voluntad de lucha del enemigo y así ha fracasado en Iraq y en Afganistán, como le ocurrió también a los israelíes frente al Hezbollah -2006- y el Hamas -2009 y 2013-.

Valensi y Brun (13) -en el 2010- teorizaron que -en el campo táctico- la GH integra a los siguientes componentes:

  • Capacidad de supervivencia de las fuerzas empeñadas, a través de:

  • Túneles, depósitos enterrados, posiciones pre-construidas.

  • Enmascaramiento y engaño.

  • Dispersión o reunión de fuerzas, en oportunidad.

  • Deliberada confusión entre instalaciones militares y civiles.

  • Llevar el combate a zonas pobladas de alta densidad, con alta presencia de medios de comunicación.

  • Amplia diversidad de armamento liviano -antipersonal, antitanque, antiaéreo, y cohetes tierra-tierra-.

  • Elementos operacionales especializados y terroristas suicidas.

  • Métodos imponderables de terrorismo y guerrilla.

  • Armas portátiles, sencillas, de bajo costo y alto rendimiento y penetración que sean:

  • De difícil localización y gran disponibilidad.

  • Que permitan gran número de bajas civiles y militares.

  • Explosivos de distintos tipos.

  • Atentados suicidas como componente central, con empleo calculado para condicionar el comportamiento político del enemigo, con gran repercusión mediática. Transmitir percepciones de fracaso.

  • Crear las narraciones -“relatos”- que favorezcan al más débil.

  • Empleo intensivo de los medios de comunicación para el esfuerzo de propaganda sobre el público local, el enemigo y el internacional, con la intención de socavar la legitimidad de las operaciones militares, modelar las agendas, entregar interpretaciones alternativas y minar la fortaleza moral del enemigo.

  • El público local deberá percibir que la acción armada le favorece, al igual que en las lejanas retaguardias del fuerte alcanzadas por las narraciones propias, del enemigo y de los independientes.

  • El nuevo “centro de gravedad” está en las percepciones desfavorables para el enemigo, que desmovilice su voluntad de vencer y en lograr la confianza del público propio.

  • Obligar a que el combate se desarrolle “en contacto”, intentando soslayar así las ventajas tecnológicas del enemigo.

  • Desarrollar tácticas activas y pasivas para atemperar la supremacía aérea del enemigo.

Fleming (14) -2011- define a ésta nueva modalidad de la guerra, así:

“Un actor de GH se caracteriza por tener un mando y control descentralizado,  por realizar actividades militares y no militares distribuidas, por combinar acciones tradicionales, irregulares, terroristas y métodos criminales disruptivos, por explotar las condiciones ambientales operativas complejas y por operar con intención de sacrificio el tiempo y el espacio con el fin de lograr una decisión por desgaste”.  

 

Según éste autor, los actores de la GH interrelacionan estrategia y táctica de manera asimétrica y sin restricciones, fuera de las costumbres militares y de los límites culturales, sin ataduras de ninguna especie como las que ha tenido la guerra convencional. El actor híbrido pretende abrumar al enemigo occidental sobre el terreno,  con una variedad de imponderables que lleven a la derrota o a la retirada.

Estamos en presencia de un retroceso acelerado y brutal hacia la barbarie, que la civilización moderna y contemporánea ya había superado. Éste cambio de paradigma del nuevo enemigo posguerra fría, encuentra a los argentinos estratificados en el pasado y con la política de derechos humanos como “cepo” que impide mirar hacia el futuro.

He allí la causa central de la inseguridad e indefensión nacional que padecemos.

  1. La Revolución de los Asuntos Militares -RAM- y la GH (6).

 

En varios artículos publicados por nuestro Instituto (3) hemos citado y descripto a la RAM. Nuestro propósito, en éste punto, es relacionarla con la GH.

Es muy conocida una antigua expresión que dice: “políticos y militares se preparan siempre para la guerra que pasó”. Es así. Existe una natural tendencia a permanecer en el “statu quo” establecido. A ella la conocemos como el “quedantismo”, frente al “reformismo”. Los reformistas que no tengan en cuenta las fuerzas inerciales que sostienen que “todo está bien”, se encontrarán con el fracaso de su intento.

Ahora bien, en los tiempos que corren -en las últimas cinco o seis décadas- la necesidad de evolucionar se ha acelerado, pues la civilización del conocimiento así lo exige. Esa evolución es una necesidad de continua y abierta adaptación de las organizaciones a los cambios de “la naturaleza de las cosas” y a los cambios situacionales posguerra fría:

  • emergió la primera globalización planetaria -1989/1991-,

  • se inició el movimiento tectónico que provoca los cambios geopolíticos -un nuevo mapa político y estratégico mundial- aun no consolidado, y

  • se aceleró y generalizó el ingreso de numerosos actores internacionales a la civilización posindustrial -la etapa de la civilización del conocimiento-. Surgía una nueva forma de producir y una nueva forma de hacer la guerra. La situación se hizo compleja.

 

Como respuesta a los cambios citados, surgió la RAM, dando lugar a la innovación tecnológica, organizativa y doctrinal. Inicialmente se dio lugar a la innovación tecnológica, pero la aparición de la insurgencia luego de operaciones convencionales exitosas -tal el caso de las guerras de Iraq- demostró que ésta era insuficiente. Se hizo necesaria la innovación organizativa y doctrinal. Estos pasos han sido sucesivos y tomaron el nombre de Reforma Integral -RI- y es cuando los estrategas teóricos  introducen el neologismo GH.

 

Los citados autores, Hoffman y Huber, tienen diferencias en la conceptualización de “guerra compuesta” y GH. El primero plantea que es “compuesta” cuando las fuerzas convencionales y las no convencionales actúan por separado, -estas últimas desgastan y las convencionales explotan esa situación- y que es “híbrida” cuando operan como una sola fuerza que ejecuta operaciones regulares e irregulares. Ambos coinciden en el potencial que tiene la combinación de las dos modalidades en las futuras guerras.

En conclusión, los diferentes enfoques que hemos citado más arriba acerca del concepto de GH nos permiten expresar que éste queda comprendido por el término más amplio de “guerra irregular”, que abarca al accionar no convencional y/o asimétrico.

  1. Posición adoptada por países y organizaciones internacionales ante la conceptualización de la GH y la situación argentina.

 

EEUU. Es el país donde se origina y se debate con mayor intensidad la expresión GH. Obviamente, la superpotencia militar orienta teóricamente a los aliados occidentales. Fleming, en el 2011, apunta que la expresión no es aun empleada oficialmente por el Departamento de Defensa, pero que la noción híbrida surge en los documentos de planificación estratégica, reconociendo la mayor complejidad operativa, pero no el nuevo concepto, lo que podría frenar el dinamismo de las doctrinas combinadas.

Hay un reconocimiento -en la comunidad militar estadounidense- de la necesidad de organizaciones más flexibles y adaptables, pero pareciera que intelectualmente están estancados frente a las amenazas híbridas. Así es que la Oficina de Responsabilidad Gubernamental ha informado en Septiembre de 2010:

  • Que el Dto. de Defensa no ha definido al término “hybrid warfare”, por no considerarlo una nueva forma de hacer la guerra.

  • Que el término “hybrid conflict” incluye todos los elementos de las “full spectrum operations”. En consecuencia, definir lo “hibrido” hace correr el riesgo de omitir elementos claves o desconocidos.

  • Que el término “híbrido” describe mayor complejidad -que exige respuestas adaptativas y flexibles- pero no se corresponde a una nueva clase de guerra.

  • Que se reconoce la proliferación del término, pero no existe aún una definición formal del mismo.

  • Que en lugar del término “híbrido” -o además de éste- se emplea normalmente el de “full spectrum operations”.

  • Que aunque el término aparece en documentos de planeamiento estratégico, éste no se ha incluido en la doctrina.

En conclusión, la comunidad militar de la superpotencia tiene dudas y una respuesta ambigua a las presentes condiciones de los nuevos teatros de operaciones. Sin duda que esta actitud exige profundizar -sin demora- los análisis de las nuevas situaciones que ya están planteadas.

La OTAN. El último concepto estratégico aprobado por los Jefes de Estado de la Organización, en el año 2010, dice:

“El compromiso de la OTAN es el de disuadir y defenderse de cualquier amenaza de agresión y de los desafíos de seguridad emergentes cuando estos supongan una amenaza a la seguridad fundamental de los aliados, individualmente o de la Alianza en su conjunto”.

La expresión “cualquier amenaza” abarca al extremismo ideológico, al terrorismo, a las actividades ilícitas transnacionales, al tráfico de armas, de narcóticos y de personas, a los ataques cibernéticos y a otras amenazas tecnológicas y ambientales. (Es oportuno aclarar que la legislación argentina establece que estas reales amenazas estratégicas son meros delitos comunes, bajo responsabilidad policial). El concepto estratégico de la OTAN -aprobado en el año 2010- es indudablemente genérico e incompleto. Pero es lo que admite una alianza tan numerosa y diferenciada como es la OTAN.

En conclusión: la OTAN reconoce la necesidad de reorganizar sus instrumentos militares para enfrentar los nuevos desafíos, pero ante la improbabilidad de un acuerdo político, retiene activa a la RI y continúa estudiando la evolución de la guerra, que exige incorporar elementos civiles en el planeamiento militar y ello aun no ha sido totalmente solucionado.

  1. La reorganización de las Fuerzas Terrestres -FFTT-.

 

Estos conceptos “híbridos”, que aun no han sido incorporados como doctrina por los países centrales -aunque se los reconoce como válidos- están desarrollando nuevas organizaciones experimentales que probablemente se incorporarán a las operaciones en el corto plazo, ante la complejidad de las situaciones que se están presentando en el Gran Medio Oriente y en África.

La paradójica lógica de la guerra -“si quieres la Paz, prevé la guerra”- exige, desde tiempos de paz, pasando por las crisis, los conflictos armados y las guerras internas o internacionales, estar preparados para enfrentar el amplio espectro del conflicto que nos presenta el amanecer del siglo XXI. Ello exige establecer los efectos sinérgicos a afrontar, para accionar coordinadamente en las acciones simétricas y asimétricas. La caracterización orgánica central de las FFTT será su flexibilidad y adaptabilidad a las  amenazas cambiantes. La responsabilidad conceptual, recaerá en los niveles político-estratégicos: poder ejecutivo, EMCFFAA y los Cdo(s) de Áreas Estratégicas.

El desafío que se plantea a los planificadores es la de lograr la combinación equilibrada -en el campo táctico- de armas de gran poder de destrucción a distancia, con elementos tradicionales y medios de comunicación para operaciones sicológicas incardinadas con los niveles superiores. En el nivel de las organizaciones tácticas, será fundamental la integración -a nivel Batallón y superiores- de:

  • Elementos de operaciones especiales,

  • Sistemas de armas de alto poder destructivo,

  • Elementos especializados de Inteligencia -con acceso satelital-,

  • Elementos de comunicación en red con los escalones superiores,

  • Medios de operaciones sicológicas, y

  • Elementos de comunicación local.

  • El Hizballah y el paradigma de la GH.

 

Un poco de historia: El Hizballah -Partido de Dios- nació en 1982., como escisión de las milicias chiitas de Amal. Desde su origen se ha mantenido en guerra con Israel. En 1989 se firmaron en Taif -Arabia Saudita- los acuerdos de paz de la guerra civil libanesa, que permitieron al Hizballah el derecho de permanecer armado.

Desde entonces se mantuvo en guerra -con apoyo iraní- con las fuerzas israelíes que ocupaban el Sur del Líbano. A lo largo de los años 90 su rendimiento operacional fue mejorando dadas las reformas orgánicas y tácticas que impuso la conducción del líder Hassan Nasralah. Se abandonaron las inmolaciones, dando paso a tácticas cada vez más elaboradas.

A fines de los ‘90 Israel se retira -unilateralmente- del Sur del Líbano. A partir de entonces la frontera fue el escenario de las actividades violentas de esta organización, frente a las FDI -Fuerzas de Defensa de Israel-. El objetivo de Nasralah era el de superar la imagen de una mera milicia guerrillera y erigirse en un movimiento de resistencia nacional libanesa, bajo el lema “Pueblo, Ejército y Resistencia”.

 

Guerra de 2006: El 12 Jul 06, un destacamento del Hizballah ingresó a territorio israelí y emboscó a una patrulla de las FDI. -Técnicamente éste es un “incidente provocado”, como lo fue el del “Endurance” frente a los chatarreros de Davidoff, en Gritviken, en 1982-.  Como consecuencia de esta acción murieron tres soldados israelíes y fueron “secuestrados” otros dos. Israel reaccionó con un ataque aéreo a todo el territorio libanés, entendiendo que ello forzaría al gobierno de Beirut a desarmar al Hizballah. Se había iniciado así un escalamiento hacia lo se conoce como la “Guerra de los Treinta y tres Días”.

Los blancos de la Fuerza Aérea fueron los depósitos de cohetes de la organización y aquellos de mayor importancia que llevaran a la retirada del Hizballah del Sur del Líbano. El efecto de estos ataques aéreos fue inverso. Las bajas civiles y la destrucción de la infraestructura del país impulsaron el rechazo de los libaneses, apoyados por la comunidad internacional.

Tras éste fracaso, el FDI reocupó el Sur del Líbano y también fracasó, provocando la admiración de los observadores militares acostumbrados a los resonantes éxitos israelíes en operaciones de contrainsurgencia en Gaza y Cisjordania.

La Resolución 1701 del CS de la ONU, logró el alto el fuego. El consenso de la comunidad militar, acerca de la eventual derrota israelí, entendió que su factor principal fue el de confiar la victoria a la primacía del poder aéreo, a expensas de la maniobra terrestre, con el fin de ahorrar vidas. El Hizballah sorprendió con una evolución inesperada en sus tácticas y con la adquisición de nuevas tecnologías. De una fuerza guerrillera pasó -en pocos años- a una cuasi-convencional. Estudió las tácticas del enemigo y descubrió sus limitaciones. Adaptó su comando, su control, la organización del terreno y los procedimientos de combate, para aceptar el combate aéreo y terrestre.

El Hizballah desarrolló nuevas tácticas defensivas -para retener sus ciudades- y ofensivas -contra los blindados incursores, lanzamiento de cohetes y operaciones con tropas especiales en la profundidad del territorio israelí-. Llama la atención la forma en se preparó -durante años- el terreno donde se operaría. Construyeron una amplia red de refugios subterráneos y depósitos de munición. Bloquearon la aproximación del enemigo en las avenidas principales de manera de dispersar a los mecanizados y esperarlos en “zonas de muerte”, demorando el avance mientras se ganaba tiempo para el empleo de los cohetes de largo, mediano y corto alcance, coordinado con las incursiones de las tropas especiales. Todo esto fue posible por la especial capacitación de comando y control de las fracciones tácticas, a nivel compañía.

Así fue como el Hizballah se erigió en el paradigma de la GH. Lo hizo explotando vulnerabilidades del enemigo, combinando acertadamente procedimientos convencionales con los no convencionales -sin limitaciones- y realizando una eficaz acción psicológica sobre la población enemiga y propia.

Sorprendieron con las innovaciones tecnológicas logradas en armamento antitanque, drones y guerra electrónica. Las operaciones fueron seguidas en el mundo entero por televisión, en tiempo real. Los efectos logrados fueron:

  • El apoyo de la población libanesa al Hizballah.

  • El alto rendimiento mediático de los limitados éxitos tácticos. Minaban la moral israelí y levantaban el prestigio interno e internacional de la Organización.

  • Con éxitos tácticos limitados y bajas superiores a las del enemigo, el Hizballah lograba un éxito estratégico y político significativo con una alta sensación de victoria.

Aun cuando las fuerzas israelíes no hayan sido derrotadas, es claro que no lograron ninguno de los objetivos que se le había impuesto. Contrariamente, la Organización se posicionó frente a la población libanesa como una fuerza de disuasión efectiva frente a Israel. Si bien no prevalecieron, negaron la consecución de los objetivos al enemigo y optimizaron el apoyo de la propia población. El Hamas, en el pasado verano del 2014, replicó -dentro de las limitaciones de espacio del área de Gaza- el modelo empleado en  la “guerra de los treinta y tres días” por el Hisballah.

 

En conclusión:

  • El actual enemigo de Occidente ha desarrollado un tipo de guerra que explota sus vulnerabilidades, particularmente el relativismo moral de su población y las inercias del pensamiento militar.

  • El término GH acuñado por Mattis y Hoffman en el 2005 está hoy en pleno debate en la comunidad académica especializada. En general se acepta como concepto de GH, el siguiente: “GH es aquella que emplea los medios simétricos y asimétricos coordinados en tiempo, espacio y propósitos, para alcanzar un objetivo final, uniendo los niveles de conducción estratégico, operacional y táctico”.

  • Quien emplea la GH lo hace de modo asimétrico y sin restricciones. En el nivel táctico emplea operaciones independientes y simultáneas -regulares e irregulares- coordinadas en tiempo, espacio y objetivos, con operaciones del nivel superior que se orientan a la cultura del enemigo y desafían a las normas de la guerra convencional.

  • La gran superioridad militar convencional de Occidente llevó a éste nuevo enemigo innominado a cambios que parecieran una contra-RAM. Si empíricamente se confirmara dicha doctrina, Occidente deberá asumir severos cambios políticos, sociales y militares, para enfrentar a ésta guerra en su azarosa evolución. Y éstos aspectos son sumamente importantes.

  • El Departamento de Defensa de los EEUU oficialmente no reconoce aun la existencia de una GH, pues entiende que sus FFAA están en aptitud de enfrentar los retos presentes. Pero sus pensadores y planificadores siguen profundizando su análisis, permanentemente, ante el incremento de actores armados no estatales frente a las FFAA convencionales.

  • La OTAN ha estudiado a la GH y reconoce su existencia, pero dada su complejidad en la toma de decisiones ha preferido recurrir a la RI – experimentada parcialmente en Afganistán- que incorporó al elemento civil en el planeamiento y en el comando de las operaciones.

  • En la Argentina hay una total despreocupación por los temas que hacen a la Seguridad Nacional. Las leyes que rigen fueron votadas en tiempos de la guerra fría, hace casi tres décadas. La reglamentación de la Ley de Defensa llegó quince años después de su promulgación, para profundizar sus gravísimos desconceptos. El país somatiza la directa consecuencia de dichas leyes perversas, con un estado de inseguridad e indefensión que es, en el 2015, la preocupación central de la población. El número de muertos -en las últimas tres décadas- sigue en continuo ascenso. La dirigencia nacional carece del coraje cívico necesario para enfrentar la “política de derechos humanos”, en manos comunistas, empleada con éxito como instrumento de retención del poder. La mencionada legislación de inseguridad, es garantía de la continuidad de la citada “política”.

  • En los países centrales de Occidente hay cierta resistencia al reconocimiento del riesgo estratégico creado por la GH. Sin embargo la RAM y la RI apuntan a innovaciones -que aun no se han cerrado- en la dirección correcta. En el corto plazo veremos que continuarán las reorganizaciones, allí donde hay responsabilidad y conocimientos. En nuestra Argentina, en un año electoral, no existe ningún indicio de reacción acertada. Abundan las palabras huecas de los diletantes, que encubren así sus carencias intelectuales específicas. No hay conciencia en la sociedad que actual guerra mundial está también globalizada.

  • Nuestro país carece de la más mínima “política comunicacional para la Defensa”. Sin embargo -ante un cambio de orientación política a fines del 2015- sería indispensable que el nuevo gobierno se concientizase y concientizara a la opinión pública acerca de la complejidad de los conflictos que tenemos ya presentes y por delante, en el corto plazo. “La mejor defensa de la ciudad no está en las piedras de sus murallas, sino en cada uno de sus habitantes”.

  • Recientemente hemos visto la adaptación al siglo XXI –en Estados seculares– de la “maskirovca” soviética (15) en Crimea y Ucrania. Hubo allí una combinación de operaciones encubiertas, apoyo a grupos locales, empleo de contratistas militares privados, criminales y fuerzas regulares operando coordinadamente y una maquinaria propagandística masiva…que llegó a insinuar el empleo nuclear; pero este es el tema del próximo punto. Cerraremos el punto VII con una expresión muy acertada del Dr. Pedro Sánchez Herráez (16):

 

“Pero la guerra no enfrenta solo fuerzas militares; enfrenta las voluntades de grupos humanos y, si bien, con todos los matices que se quieran señalar, vivimos en una era de relativa paz, la GH no es una nueva guerra…es la guerra de nuevo.

 

  • ¿Híbrida…con derivación nuclear?

 

Durante la guerra fría funcionó la mutua destrucción asegurada. Es decir, el poder nuclear retuvo la mutua disuasión y su consecuencia fue la “Pax del Terror Nuclear”. Ello no fue óbice para que la probabilidad del empleo táctico nuclear se abandonara totalmente. La duda -en su momento- acerca del compromiso americano para defender a Europa frente a una embestida soviética, con empleo nuclear sobre Alemania, llevó a De Gaulle a crear su propio arsenal nuclear y a salir de la OTAN.

Terminada la guerra fría el arsenal nuclear parecía perder la probabilidad de empleo, pero la situación reciente en el cambio de gobierno de Ucrania, con la intervención de la OTAN, pareciera que despertó el ancestral sentimiento de inseguridad fronteriza de los rusos y con él, dada la situación de deterioro de sus fuerzas terrestres, la posibilidad-probabilidad de recurrir a su potencial nuclear.

Como lo expresamos en el punto VII., a lo largo de nuestro verano austral hemos observado -con alguna sorpresa- que una variante de la GH se estaba desarrollando entre estados seculares, en la frontera este de Ucrania y en Crimea. El recurso de volver a recordar la existencia del arsenal nuclear ¿fue una reacción rusa por impotencia?; ¿desde la GH, se deslizará Rusia a la posibilidad de empleo nuclear? Hasta ahora a esa probabilidad se le asignaba solamente a la irresponsable e ilimitada acción del terrorismo no estatal, pero el discurso de algunos altos funcionarios rusos y estadounidenses -entre otros los que citaremos a continuación- indican una ampliación de las probabilidades supuestas (15):

“…Un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso recordó al mundo este hecho, en un comentario a la salida de los medios de comunicación rusa Interfax. Al hacer referencia al derecho de Moscú para desplegar armas nucleares en Crimea,  Mijail Ulianov, Jefe del Departamento del Ministerio de Control de Armas, dijo: ´Yo no sé si hay armas nucleares allí ahora. Yo no sé nada de ningún plan, pero, en principio, Rusia puede hacerlo”.  

Contemporáneamente, en EEUU el Almirante William Gortney, Comandante del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte -NORAD-, advirtió al Congreso -en un testimonio escrito- acerca de la amenaza planteada por los bombarderos y misiles rusos:

“…los bombarderos pesados ​​rusos sobrevolaron patrullando más veces fuera del área en el 2014, que en cualquier otro año, desde la Guerra Fría. También hemos sido testigos de una mejor interoperabilidad rusa entre la aviación de largo alcance y otros elementos de las fuerzas armadas, incluyendo las aéreas y marítimas, todas ellas plataformas de recolección de información de inteligencia posicionadas para monitorear las respuestas del NORAD”[3].

“…Rusia está avanzando hacia su objetivo de despliegue de largo alcance de misiles de crucero convencionalmente armados, con mayores distancias de lanzamiento para mantener alejados[4] del peligro a sus bombarderos pesados, submarinos y fuerzas de superficie. Si estas tendencias continúan, con el tiempo NORAD se enfrenta a un mayor riesgo en nuestra capacidad para defender el norte de Estados Unidos contra una incursión aérea o marítima rusa y las amenazas de sus misiles de crucero.” 

 

  1. NORADes elacrónimo de North American Aerospace Defense Command. (Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial). Se trata de una organización conjunta de los EEUU y Canadá, que provee la defensa y control aéreo a toda Norteamérica. Se inició en 1958 bajo el nombre de “Mando Norteamericano de Defensa Aérea” (North American Air Defense Command). Desde 1963 la principal instalación del NORAD está en  el Estado de Colorado. Mientras que los términos “NORAD” y “Cheyenne Mountain” son usados indistintamente en el lenguaje común, lo cierto es que NORAD es el nombre de la unidad, mientras que Cheyenne Mountain se refiere a las instalaciones del cuartel general.

  2. 4. Stand-off, en el original.

 

Éste deslizamiento ruso en dirección a la amenaza nuclear, es una clara manifestación de la hipersensibilidad de Moscú por la aproximación de la OTAN a Ucrania, luego de la caída de su gobierno pro-ruso. La OTAN se acerca peligrosamente a la frontera de la “Madre Patria Rusa” y los dramáticos recuerdos de Napoleón incendiando Moscú,  antes de su dolorosa retirada, o de los blindados de Hitler detenidos por el “General Invierno” a treinta Kms de Moscú, están presentes hoy en el Kremlin.

En tiempos del presidente Clinton Rusia se había incorporado al G7 y así emergió el G8. Un veedor ruso fue invitado a participar en ciertas reuniones de la OTAN en Bruselas. Pero aquellos días han quedado atrás. El presidente Putin no concurrió recientemente a una serie de reuniones internacionales y el aire helado de la estepa llegó a Europa, enfriando las relaciones mutuas por la torpe audacia del avance Occidental hacia el Este. Y esto acontecía en tiempos del agravamiento de los combates del nuevo Estado Islámico -EI- en las fronteras de Siria, Irak e Irán, donde se sabía de la existencia de una solapada e inentendible logística que provenía desde Turquía, país que revista en la organización atlántica. De ésta manera, ante la posibilidad-probable de que el primitivo fundamentalismo que inspira al terrorismo global adquiriera -y eventualmente empleara en un futuro no muy lejano- “bombas y/o minas sucias”, en combinación con acciones típicas de la GH, se ha agregado últimamente la posibilidad-probable del regreso a la amenaza nuclear entre estados seculares, en un reverdecer de lo que el periodismo llama -sin acierto- una “nueva guerra fría”.  

 

La UE, núcleo originante del Occidente Cristiano, está viviendo una profunda y prolongada crisis, en el ámbito de su cultura. Frente al fundamentalismo islamista y al crimen organizado, somatiza su relativismo identitario, su débil y contractivo sentido de pertenencia y retiene sus aspiraciones hedonísticas. Ésta situación la lleva a cometer graves errores de percepción, en un momento en que Washington se ocupa demasiado de sí mismo y abandona el cumplimiento de sus deberes para con el Imperio Occidental.

Putin, que sufre la actual caída del precio del barril de crudo, ha redoblado su firmeza y se está dirigiendo con palabras muy severas a sus pares occidentales.

Con conocimiento de éste cuadro estratégico propio e internacional -altamente riesgoso- nuestra Argentina –a nivel político dirigencial– ha optado por ignorar nuestros dos “estados de guerra” vigentes -como herencia del siglo pasado-, se ha desarmado unilateralmente y carece de las mínimas previsiones conceptuales, disuasivas u orgánicas, en el ámbito de la guerra mundial que se presenta -en la región- como narcoterrorismo, en acelerada expansión nacional y regional. En un breve lapso -el gobierno- está dando decididos pasos para abandonar su adscripción cultural -naturalmente occidental- para llegar, en muletas, al final del año 2015. Esto es grave y traerá grandes problemas en el futuro inmediato.

Un rígido muro de contención impide el resurgimiento del coraje cívico de los criollos de otros tiempos. Es una “vaca sagrada”: la política de derechos humanos, en manos de los veteranos terroristas domésticos y de interesados y numerosos idiotas útiles, más jóvenes.

La mano tendida a los Castro por Obama -en la presente situación regional- se constituye en un fuerte aliciente para la pseudo-revolución neo marxista iberoamericana. Estaremos atentos al documento de su próximo “Encuentro” en el 2016.

 

CITAS:

  • J. Auel. “Cultura, Civilización y Crisis Política”. Verano de 01. www.ieeba.com.ar
  • J. Auel. “Cultura y Civilización. La Guerra: Continuidad y Cambio”. Dic 01. www.ieeba.com.ar
  • “Los nexos entre Irán, Hezbollah y los carteles de la droga”. 01 Abr 15. Infobae Digital.
  • J. Auel. “La larga guerra civil argentina y el actual estado de guerra civil revolucionario”. 09 Jul 13. www.ieeba.com.ar
  • J. Auel. “¿Cómo salimos de la actual crisis política y estratégica? Ago 14. www.ieeba.com.ar
  • J. Auel. “El pensamiento estratégico militar en el siglo XXI”. 12 Oct 14. www.ieeba.com.ar
  • García Guindo, G. Martínez y V. González. “La guerra híbrida: nociones preliminares y su repercusión en el planeamiento de los países y organizaciones occidentales”. Feb 2015. www.ieee.org
  • Baqués Quesada. “Las guerras híbridas: un balance provisional”. Ene 15. www.ieee.org
  • Colom Piella. “¿El auge de los conflictos híbridos?”. Oct 14. www.ieee.org
  • J. Auel, “Democracia, FFAA, Seguridad y Sociedad”. Jul 11. Ponencia en Sgo. de Chile. www.ieeba.com.ar
  • Hoffman. “Conflict in the 21st century: the rise of hybrid wars”. 2007. Arlington. Virginia. Potomac Institute for Policy Studies.
  • Lasica. “Strategic implications of hybrid war: a theory of victory”. 2009. Fort Leavenworth, Kansas School of Advances Military Studies. US Army Command and General Staff College.
  • Valensi y Brun: señalan que el tipo de guerra que encontró Israel en El Líbano (2006) y en la Franja de Gaza (2009), es un resultado claro y desafiante de éste desarrollo doctrinal basado en el aprendizaje de las doctrinas de Occidente, en la interpretación de la realidad en la década de los noventa, desde una perspectiva religiosa, cultural e islámica y de los combates con los oponentes en los campos de batalla del Líbano, Palestina e Iraq, entre otros.
  • Fleming. “The hybrid threat concept; contemporary war, military planning and the advent of unrestricted operational art”. 2011. Fort Leavenworth, Kansas, School of Advanced Military Studies.
  • Friedman. “El ´puzzle’ de Putin”. 2015. www.ieeba.com.ar
  • Sánchez Herráez. La Nueva Guerra Híbrida: Un Somero Análisis Estratégico”. 29 Oct 14. www.ieee.org

 

 

La Crisis de los Misiles en Cuba

Share

 

 

El 16 de octubre de 1962, John F. Kennedy y sus asesores se sorprendieron al enterarse de que la Unión Soviética estaba, sin provocación, instalando misiles balísticos de mediano y medio alcance con armas nucleares en Cuba. Con estas armas ofensivas, que representaban una amenaza nueva y existencial para Estados Unidos, Moscú aumentó significativamente la rivalidad en la rivalidad nuclear entre las superpotencias, una táctica que obligó a Estados Unidos y la Unión Soviética al borde del Armagedón nuclear. El 22 de octubre, el presidente, sin otro recurso, proclamó en un discurso televisado que su administración conocía los misiles ilegales y emitió un ultimátum insistiendo en su eliminación, anunciando una “cuarentena” estadounidense de Cuba para forzar el cumplimiento de sus demandas. Mientras evitaba cuidadosamente la acción provocativa y calibraba fríamente cada contramedida soviética, Kennedy y sus lugartenientes no aceptaban ningún compromiso; se mantuvieron firmes, a pesar de los esfuerzos de Moscú por vincular una resolución con asuntos extrínsecos y a pesar de la predecible confusión soviética sobre la agresión estadounidense y la violación del derecho internacional. En la tensa crisis de 13 días, los estadounidenses y los soviéticos pasaron de un ojo a otro. Gracias a la resolución plácida de la administración Kennedy y al manejo prudente de las crisis, gracias a lo que el asistente especial de Kennedy, Arthur Schlesinger Jr., calificó de “combinación de tenacidad y moderación, de voluntad, nervio y sabiduría del presidente, tan brillantemente controlado, tan sin igual calibrado, que [Eso] deslumbró al mundo ”: la dirección soviética parpadeó: Moscú desmanteló los misiles y se evitó un cataclismo.

Cada oración en el párrafo anterior que describe la crisis de los misiles cubanos es engañosa o errónea. Pero esta fue la interpretación de los eventos que el gobierno de Kennedy suministró a una prensa crédula; esta fue la historia que los participantes en Washington promulgaron en sus memorias; y esta es la historia que se insinuó en la memoria nacional, como lo demuestran los comentarios de los expertos y la cobertura de los medios de comunicación en cada aniversario de la crisis.

Sin embargo, los académicos han sabido durante mucho tiempo una historia muy diferente: desde 1997, han tenido acceso a grabaciones que Kennedy realizó en secreto de sus reuniones con sus principales asesores, el Comité Ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional (el “ExComm”). Sheldon M. Stern, quien fue el historiador en la Biblioteca John F. Kennedy durante 23 años y el primer académico en evaluar las cintas de ExComm, se encuentra entre los numerosos historiadores que han tratado de aclarar el récord. Su nuevo libro reúne pruebas irrefutables para demoler sucintamente la versión mítica de la crisis. Aunque hay pocas razones para creer que su esfuerzo será en vano, sin embargo, debe ser aplaudido.

Alcanzada mediante un análisis sobrio, la conclusión de Stern de que “John F. Kennedy y su administración, sin lugar a dudas, asumieron una parte sustancial de la responsabilidad por el inicio de la crisis de los misiles en Cuba” habría sorprendido al pueblo estadounidense en 1962, por la sencilla razón de que La administración de Kennedy los había engañado sobre el desequilibrio militar entre las superpotencias y había ocultado su campaña de amenazas, planes de asesinato y sabotaje diseñado para derrocar al gobierno en Cuba, un esfuerzo bien conocido por los funcionarios soviéticos y cubanos.

En las elecciones presidenciales de 1960, Kennedy había atacado cínicamente a Richard Nixon, alegando que la administración Eisenhower-Nixon había permitido que creciera una peligrosa “brecha de misiles” a favor de la U.R.S.S. Pero, de hecho, tal como lo habían sugerido Eisenhower y Nixon, y tal como lo indicaron las reuniones informativas clasificadas que Kennedy recibió como candidato presidencial, la brecha de misiles y el equilibrio nuclear en general fueron una ventaja abrumadora para los Estados Unidos. En el momento de la crisis de los misiles, los soviéticos tenían 36 misiles balísticos intercontinentales (ICBM), 138 bombarderos de largo alcance con 392 ojivas nucleares y 72 ojivas de misiles balísticos lanzados por submarinos (SLBM). Estas fuerzas se dispusieron contra un arsenal nuclear mucho más poderoso de los Estados Unidos de 203 ICBM, 1.306 bombarderos de largo alcance con 3.104 ojivas nucleares y 144 SLBM, todos aproximadamente nueve veces más armas nucleares de las que la URSS Nikita Khrushchev conocía perfectamente de América. Gran ventaja no solo en la cantidad de armas, sino también en su calidad y despliegue.

Además, a pesar de la abrumadora preponderancia nuclear de los Estados Unidos, JFK, en consonancia con su objetivo declarado de perseguir una política exterior caracterizada por el “vigor”, había ordenado la mayor expansión en tiempos de paz del poder militar de los Estados Unidos, y específicamente el crecimiento colosal de sus fuerzas nucleares estratégicas. Esto incluyó el despliegue, a partir de 1961, de misiles nucleares “Júpiter” de alcance intermedio en Italia y Turquía, adyacentes a la Unión Soviética. Desde allí, los misiles podrían alcanzar todo el oeste enemigo, Incluyendo Moscú y Leningrado (y eso no cuenta los misiles “Thor” de armas nucleares con los que EE. UU. ya habían apuntado a la Unión Soviética desde sus bases en Gran Bretaña).

Los misiles Júpiter fueron un componente excepcionalmente desconcertante del arsenal nuclear de los Estados Unidos. Debido a que estaban sentados en el piso, estaban inmóviles y requerían mucho tiempo para prepararse para el lanzamiento, eran extremadamente vulnerables. No tienen valor como elemento disuasorio, parecían ser armas destinadas a un primer ataque desarmador, y por lo tanto socavaron enormemente la disuasión, porque alentaron un ataque soviético preventivo contra ellos. El efecto desestabilizador de los Júpiter fue ampliamente reconocido entre los expertos en defensa dentro y fuera del gobierno de los EE. UU. E incluso por los líderes del Congreso. Por ejemplo, el senador Albert Gore Sr., un aliado de la administración, le dijo al Secretario de Estado Dean Rusk que eran una “provocación” en una sesión a puerta cerrada del Comité de Relaciones Exteriores del Senado en febrero de 1961 (más de un año y medio antes La crisis de los misiles), y agregó: “Me pregunto cuál sería nuestra actitud” si los soviéticos desplegaran misiles con armas nucleares en Cuba. El senador Claiborne Pell planteó un argumento idéntico en un memorándum transmitido a Kennedy en mayo de 1961.

Dada la poderosa superioridad nuclear de Estados Unidos, así como el despliegue de los misiles Júpiter, Moscú sospechó que Washington veía un primer ataque nuclear como una opción atractiva. Tenían razón al ser sospechosos. Los archivos revelan que, de hecho, la administración Kennedy había considerado esta opción durante la crisis de Berlín en 1961.

No es de extrañar, entonces, que, como afirma Stern, basándose en una gran cantidad de becas que incluyen, de manera más convincente, el elegante estudio de 1997 del historiador Philip Nash, Los otros misiles de octubre, el despliegue de Kennedy de los misiles de Júpiter “fuera una razón clave para la decisión de enviar misiles nucleares a Cuba. ”Khrushchev tomó esa decisión en mayo de 1962, declarando a un confidente que los estadounidenses“ nos han rodeado de bases en todos los lados ”y que los misiles en Cuba ayudarían a contrarrestar una“ provocación intolerable ”. Manteniendo el despliegue en secreto para presentar a los Estados Unidos un hecho consumado, Khrushchev podría haber asumido que la respuesta de Estados Unidos sería similar a su reacción a los misiles de Júpiter: denuncia retórica pero ninguna amenaza o acción para frustrar el despliegue con un ataque militar. nuclear o de otro tipo. (Al retirarse, Khrushchev explicó su razonamiento al periodista estadounidense Strobe Talbott: los estadounidenses “aprenderían lo que se siente al tener misiles enemigos apuntándote; no haríamos nada más que darles un poco de su propia medicina”. )

Khrushchev también estaba motivado por su creencia totalmente justificable de que la administración Kennedy quería destruir el régimen de Castro. Después de todo, la administración había lanzado una invasión de Cuba; lo siguió con sabotaje, asaltos paramilitares e intentos de asesinato, la operación clandestina más grande en la historia de la CIA, y organizó ejercicios militares a gran escala en el Caribe claramente destinados a sacudir a los soviéticos y su cliente cubano. Esas acciones, como lo han demostrado Stern y otros estudiosos, ayudaron a los soviéticos a instalar los misiles para disuadir los “ataques estadounidenses encubiertos o abiertos”, de la misma manera que Estados Unidos había protegido a sus aliados bajo un paraguas nuclear para disuadirlos. Subversión soviética o agresión contra ellos.

Sorprendentemente, dada la postura alarmada y confrontativa que adoptó Washington durante la crisis de los misiles, las grabaciones de las deliberaciones de ExComm, que Stern ha evaluado minuciosamente, revelan que Kennedy y sus asesores entendieron la situación nuclear de la misma manera que Khrushchev. En el primer día de la crisis, el 16 de octubre, cuando reflexionó sobre los motivos de Khrushchev para enviar los misiles a Cuba, Kennedy realizó una de las observaciones más asombrosamente ausentes (o sarcásticas) en los anales de la política de seguridad nacional de los Estados Unidos: “¿Por qué? ¿Él pone esto allí, sin embargo? … Es como si de repente comenzáramos a colocar un gran número de MRBM [misiles balísticos de medio alcance] en Turquía. Creo que ahora sería malditamente peligroso. “McGeorge Bundy, el asesor de seguridad nacional, señaló de inmediato:” Bueno, lo hicimos, señor presidente “.

Una vez que se solucionó, el mismo Kennedy declaró repetidamente que los misiles Júpiter eran “iguales” a los misiles soviéticos en Cuba. Rusk, al hablar de la motivación soviética para enviar misiles a Cuba, citó la opinión del director de la CIA, John McCone, de que Khrushchev “sabe que tenemos una superioridad nuclear sustancial … También sabe que en realidad no vivimos bajo el temor de sus armas nucleares” que tiene que vivir bajo el miedo de los nuestros. Además, tenemos armas nucleares cerca, en Turquía ”. El presidente del Estado Mayor Conjunto, Maxwell Taylor, ya había reconocido que el propósito principal de los soviéticos en la instalación de misiles en Cuba era“ complementar su sistema ICBM bastante defectuoso ”.

Kennedy y sus asesores civiles entendieron que los misiles en Cuba no alteraron el equilibrio nuclear estratégico. Aunque Kennedy afirmó en su discurso televisado el 22 de octubre que los misiles eran “una amenaza explícita para la paz y la seguridad de todas las Américas”, de hecho lo apreciaba, como le dijo al ExComm el primer día de la crisis, que “no lo hace”. No hagas ninguna diferencia si eres volado por un ICBM que vuela desde la Unión Soviética o uno que está a 90 millas de distancia. La geografía no significa mucho ”. Los aliados europeos de Estados Unidos, continuó Kennedy,“ argumentarán que, en el peor de los casos, la presencia de estos misiles realmente no cambia ”el equilibrio nuclear.

Que los misiles estaban cerca de los Estados Unidos era, como el presidente reconoció, inmaterial: la diferencia insignificante en los tiempos de vuelo entre los ICBM con base en la Unión Soviética y los misiles con base en Cuba no cambiaría las consecuencias cuando los misiles golpeen sus objetivos, y en En cualquier caso, los tiempos de vuelo de los SLBM soviéticos ya eran tan cortos o más cortos que los tiempos de vuelo de los misiles en Cuba, porque esas armas ya se escondían en submarinos frente a la costa estadounidense (como, por supuesto, los SLBM estadounidenses frente a la costa soviética ). Además, a diferencia de los ICBM soviéticos, los misiles en Cuba requerían varias horas para estar preparados para el lanzamiento. Dada la efectividad del reconocimiento aéreo y satelital de Estados Unidos (ampliamente demostrado por las imágenes de misiles en la URSS y en Cuba que obtuvieron), es casi seguro que los Estados Unidos hubieran tenido mucho más tiempo para detectar y responder a un inminente ataque de misiles soviéticos desde Cuba que a ataques de bombarderos soviéticos, ICBMs o SLBMs.

“Un misil es un misil”, afirmó el secretario de Defensa Robert McNamara. “No importa mucho si te matan con un misil de la Unión Soviética o Cuba”. En el primer día de las reuniones de ExComm, Bundy preguntó directamente: “¿Cuál es el impacto estratégico sobre la posición de los Estados Unidos de MRBM en ¿Cuba? ¿Qué tan grave es esto que cambia el equilibrio estratégico? “McNamara respondió:” En absoluto “, un veredicto que luego Bundy dijo que apoyaba totalmente. Al día siguiente, el Asesor Especial Theodore Sorensen resumió los puntos de vista de ExComm en un memorando a Kennedy. “En general se acepta”, señaló, “que estos misiles, incluso cuando están en pleno funcionamiento, no alteran significativamente el equilibrio de poder, es decir, no aumentan significativamente el potencial de megatonaje capaz de ser liberado en suelo estadounidense, incluso después de una Sorprende el ataque nuclear estadounidense “.

El comentario de Sorensen sobre un ataque sorpresa nos recuerda que, si bien los misiles en Cuba no aumentaron apreciablemente la amenaza nuclear, podrían haber complicado un poco la planificación de Estados Unidos para un primer ataque exitoso, lo que bien podría haber sido parte de la razón de Khrushchev para desplegarlos. Si es así, paradójicamente, los misiles podrían haber aumentado la disuasión entre las superpotencias y, por lo tanto, reducir el riesgo de una guerra nuclear.

sin embargo, aunque la importancia militar de los misiles era insignificante, la administración Kennedy avanzó en un rumbo peligroso para forzar su eliminación. El presidente dio un ultimátum a una potencia nuclear, un movimiento sorprendentemente provocativo, que de inmediato creó una crisis que podría haber llevado a una catástrofe. Ordenó un bloqueo a Cuba, un acto de guerra que ahora sabemos que llevó a las superpotencias al alcance de una pelea de confrontación nuclear. Los asediados cubanos aceptaron voluntariamente las armas de sus aliados, por lo que el despliegue de misiles por parte del soviet estaba totalmente de acuerdo con el derecho internacional. Pero el bloqueo, incluso si la administración lo llamó eufemísticamente una “cuarentena”, fue, según reconocieron los miembros del ExComm, ilegal. Como recordó el asesor legal del Departamento de Estado, “nuestro problema legal era que su acción no era ilegal”. Kennedy y sus lugartenientes contemplaron intensamente una invasión de Cuba y un ataque aéreo contra los misiles soviéticos allí, actos que probablemente hayan provocado un ataque nuclear. guerra. A la luz de las medidas extremas que ejecutaron o entretenieron seriamente para resolver una crisis que habían creado en gran parte, la reacción de Estados Unidos a los misiles requiere, en retrospectiva, tanta explicación como la decisión soviética de desplegarlos, o más.

En ese primer día de las reuniones de ExComm, McNamara brindó una perspectiva más amplia sobre el significado de los misiles: “Seré muy franco”. No creo que haya un problema militar aquí … Este es un problema político interno. “En una entrevista de 1987, McNamara explicó:” Hay que recordar que, desde el principio, fue el presidente Kennedy quien dijo que era Políticamente inaceptable que dejemos esos sitios de misiles solos. “No dijo militarmente, dijo políticamente”. Lo que en gran medida hizo que los misiles fueran políticamente inaceptables fue la hostilidad visible y ferviente de Kennedy hacia el régimen de Castro; y “un poco demente”.

Pero incluso más fuerte que la catástrofe política doméstica que probablemente caiga sobre la administración si parece ser suave para Cuba fue lo que el Subsecretario de Estado Edwin Martin llamó “el factor psicológico” que “nos sentamos y dejamos que nos lo hagan”. Afirmó que esto era “más importante que la amenaza directa”, y Kennedy y sus otros asesores coincidieron enérgicamente. Incluso cuando Sorensen, en su memorando al presidente, notó el consenso de ExComm de que los misiles cubanos no alteraron el equilibrio nuclear, también observó que ExComm, sin embargo, creía que “Estados Unidos no puede tolerar la presencia conocida” de misiles en Cuba. “Si nuestro valor y nuestros compromisos deben ser creídos por aliados o adversarios” (énfasis agregado). Los aliados europeos de Estados Unidos (sin mencionar a los soviéticos) insistieron en que Washington debería ignorar estas preocupaciones intangibles, pero Sorensen fue desdeñoso. Apelando a la psicología en lugar de a los duros cálculos del arte de gobernar, afirmó que tales argumentos “tenían cierta lógica pero poco peso”.

De hecho, la autoestima de Washington por su credibilidad fue, casi con certeza, la razón principal por la que arriesgó una guerra nuclear por una amenaza insignificante para la seguridad nacional. En la misma reunión en la que Kennedy y sus asesores estaban contemplando una acción militar contra Cuba y la URSS, acción que sabían que podría provocar una guerra apocalíptica, el presidente declaró: “El mes pasado dije que no íbamos a [permitir que los misiles nucleares soviéticos”. en Cuba] y el mes pasado debería haber dicho … no nos importa. Pero cuando dijimos que no lo haríamos, y [los soviéticos] siguen adelante y lo hacen, y luego no hacemos nada, entonces … creo que nuestros … riesgos aumentan “.

Los riesgos de tal derrumbamiento, sostuvieron Kennedy y sus asesores, eran distintos pero estaban relacionados. La primera fue que los enemigos de Estados Unidos verían a Washington como pusilánime; La conocida presencia de los misiles, dijo Kennedy, “hace que se vean como si fueran iguales con nosotros y eso”, donde el secretario del Tesoro, Douglas Dillon, interrumpió: “Tenemos miedo de los cubanos”. El segundo riesgo era que los amigos de Estados Unidos lo harían. De repente, dudo que un país dado al apaciguamiento pueda ser invocado para cumplir con sus obligaciones.

De hecho, los aliados de Estados Unidos, como reconoció Bundy, estaban horrorizados de que Estados Unidos amenazara con una guerra nuclear por una condición estratégicamente insignificante, la presencia de misiles de alcance intermedio en un país vecino, que esos aliados (y, en realidad, los soviéticos) Llevaba años viviendo con. En los tensos días de octubre de 1962, ser aliado con los Estados Unidos potencialmente equivalía a, como Charles de Gaulle había advertido, “aniquilación sin representación”. Parece que Kennedy y el ExComm nunca se han dado cuenta de lo que ganara Washington al demostrar la firmeza. De sus compromisos, perdió en una erosión de confianza en su juicio.

Este enfoque de la política exterior fue guiado, y sigue siendo guiado, por una elaborada teorización enraizada en la visión de la política mundial en la escuela, en lugar de la evaluación fresca de las realidades estratégicas. Puso, y aún pone, a Estados Unidos en la curiosa posición de tener que ir a la guerra para defender la credibilidad que se supone debe obviar la guerra en primer lugar.

Si las prioridades políticas internas de la administración dictaran la eliminación de los misiles cubanos, una solución al problema de Kennedy hubiera parecido bastante obvia: en lugar de un ultimátum público que exigía que los soviéticos retiraran sus misiles de Cuba, un acuerdo privado entre las superpotencias para eliminar ambos. Los misiles de Moscú en Cuba y los misiles de Washington en Turquía. (Recordemos que la administración Kennedy descubrió los misiles el 16 de octubre, pero solo anunció su descubrimiento al público estadounidense y a los soviéticos y emitió su ultimátum el 22).

La administración, sin embargo, no hizo tal obertura a los soviéticos. En cambio, al exigir públicamente una retirada soviética unilateral e imponer un bloqueo a Cuba, precipitó lo que sigue siendo hasta hoy la crisis nuclear más peligrosa de la historia. En medio de esa crisis, los observadores más sensatos y sensatos, entre ellos diplomáticos en las Naciones Unidas y en Europa, los redactores editoriales de Manchester Guardian, Walter Lippmann y Adlai Stevenson, vieron el comercio de misiles como una solución bastante simple. En un esfuerzo por resolver el punto muerto, el propio Khrushchev hizo esta propuesta abiertamente el 27 de octubre. De acuerdo con la versión de los hechos propagados por la administración Kennedy (y durante mucho tiempo aceptado como un hecho histórico), Washington rechazó inequívocamente la oferta de Moscú y, en cambio, gracias a la resolución de Kennedy , forzó una retirada soviética unilateral.

Sin embargo, a partir de fines de la década de 1980, la apertura de archivos previamente clasificados y la decisión de varios participantes de decir la verdad finalmente reveló que la crisis se resolvió mediante un acuerdo explícito pero oculto para eliminar tanto el Júpiter como los misiles cubanos. Kennedy, de hecho, amenazó con abrogar si los soviéticos lo revelaban. Lo hizo por las mismas razones que habían engendrado la crisis en primer lugar: la política interna y el mantenimiento de la imagen de Estados Unidos como la nación indispensable. Un cable soviético desclasificado revela que Robert Kennedy, a quien el presidente asignó para resolver el intercambio secreto con el embajador de la URSS en Washington, Anatoly Dobrynin, insistió en regresar a Dobryn en la carta soviética formal que afirma el acuerdo, explicando que la carta “podría causar un daño irreparable a mi carrera política en el futuro “.

Solo un puñado de funcionarios de la administración conocían el comercio; la mayoría de los miembros del Comité Ejecutivo, incluido el vicepresidente Lyndon Johnson, no lo hicieron. Y en su esfuerzo por mantener el encubrimiento, varios de los que lo hicieron, entre ellos McNamara y Rusk, mintieron al Congreso. JFK y otros alentaron tácitamente el asesinato del personaje de Stevenson, permitiéndole que lo retrataran como un apaciguador que “quería un Munich” por sugerir el intercambio, un acuerdo que mantuvieron enérgicamente que el gobierno nunca habría permitido.

El trabajo paciente de Stern y otros eruditos ha llevado a más revelaciones. Stern demuestra que Robert Kennedy apenas habitó el papel conciliador y estadista durante la crisis que sus aliados describieron en sus crónicas y memorias hagiográficas y que él mismo avanzó en su libro póstumamente publicado, Trece días. De hecho, fue uno de los asesinos más presos y constantes de los asesores del presidente, y no presionó por un bloqueo o incluso por ataques aéreos contra Cuba, sino por una invasión a gran escala como “la última oportunidad que tendremos de destruir a Castro”. concluye que “si RFK hubiera sido presidente, y los puntos de vista que expresó durante las reuniones de ExComm hubieran prevalecido, la guerra nuclear habría sido el resultado casi seguro”. Él justifica de manera justificada al cortesano cortesano Schlesinger, cuyas historias “manipularon repetidamente y ocultaron los hechos” y cuyos relatos, “profundamente engañoso, si no es totalmente engañoso”, se escribieron para servir no a la erudición sino a los Kennedy.

Aunque la severidad y otros académicos han cambiado la versión panegírica de los eventos desarrollados por Schlesinger y otros acólitos de Kennedy, la crónica revisada muestra que las acciones de JFK para resolver la crisis (una vez más, una crisis que había creado en gran medida) fueron razonables, responsables y valientes. Sencillamente conmocionado por las potencialidades apocalípticas de la situación, Kennedy defendió, ante la oposición belicosa y casi unánime de sus asesores de pseudo-tipo duro, aceptando el intercambio de misiles que había propuesto Khrushchev. “Para cualquier hombre en las Naciones Unidas, o para cualquier otro hombre racional, se verá como un intercambio muy justo”, dijo de manera sensata al ExComm. “La mayoría de la gente piensa que si se le permite un intercambio equitativo, debe aprovecharlo”. Comprendió claramente que la historia y la opinión mundial lo condenarán a él y a su país por ir a la guerra, una guerra casi segura que se convertirá en una nuclear. intercambio, después de que la URSS hubiera ofrecido públicamente un quid pro quo tan razonable. La propuesta de Khrushchev, dijo el historiador Ronald Steel, “llenó de consternación a los asesores de la Casa Blanca, y no menos que nada porque parecía perfectamente justo”.

Aunque Kennedy, de hecho, estuvo de acuerdo con el intercambio de misiles y, con Khrushchev, ayudó a resolver la confrontación con madurez, el legado de esa confrontación fue, sin embargo, pernicioso. Al ocultar con éxito el acuerdo al vicepresidente, a una generación de estrategas y responsables de la política exterior, y al público estadounidense, Kennedy y su equipo reforzaron la peligrosa idea de que la firmeza frente a lo que Estados Unidos interpreta como agresión, y la escalada gradual de las amenazas militares y la acción para contrarrestar esa agresión hacen que la estrategia de seguridad nacional sea exitosa; en realidad, casi la define.

El presidente y sus asesores también reforzaron la opinión concomitante de que Estados Unidos debería definir una amenaza no solo como circunstancias y fuerzas que ponen en peligro directamente la seguridad del país, sino como circunstancias y fuerzas que podrían obligar indirectamente a aliados o enemigos potenciales a cuestionar la decisión de Estados Unidos. Este cálculo recóndito llevó al desastre estadounidense en Vietnam: al intentar explicar cómo la pérdida del país estratégicamente intrascendente de Vietnam del Sur podría debilitar la credibilidad estadounidense y amenazar así la seguridad del país, uno de los colaboradores más cercanos de McNamara, el Subsecretario de Defensa John McNaughton, permitió que “se requiera cierta sofisticación para ver cómo Vietnam involucra automáticamente” nuestros intereses vitales. Kennedy dijo en su discurso a la nación durante la crisis de los misiles que “la conducta agresiva, si se permite que no se controle y no se desafía, en última instancia conduce a la guerra”. Explicó que “si nuestro valor y nuestros compromisos deben ser confiados nuevamente por cualquiera de los amigos”. o enemigo ”, entonces Estados Unidos no podía tolerar tal conducta por parte de los soviéticos, aunque, una vez más, había reconocido en privado que el despliegue de misiles no cambió el equilibrio nuclear.

Esta noción de que resistir la agresión (aunque se defina de manera amplia y amplia) disuadirá a la agresión futura (aunque se defina de forma vaga y amplia) no logra superar el escrutinio histórico. Después de todo, la invasión y ocupación estadounidense de Irak no disuadió a Muammar Gadafi; La guerra de Estados Unidos contra Yugoslavia no disuadió a Saddam Hussein en 2003; La liberación de Kuwait por América no impidió a Slobodan Milošević; La intervención de Estados Unidos en Panamá no disuadió a Saddam Hussein en 1991; La intervención de Estados Unidos en Granada no disuadió a Manuel Noriega; La guerra de Estados Unidos contra Vietnam del Norte no disuadió al hombre fuerte de Grenada, Hudson Austin; y la confrontación de JFK con Khrushchev por los misiles en Cuba ciertamente no detuvo a Ho Chi Minh.

Además, la idea de que el esfuerzo de una potencia extranjera para contrarrestar la abrumadora supremacía estratégica de los Estados Unidos, un país que gasta casi tanto en defensa como el resto del mundo combinado, ipso facto pone en peligro la seguridad de Estados Unidos, está profundamente equivocada. Al igual que Kennedy y sus asesores percibieron una amenaza en los esfuerzos soviéticos para contrarrestar lo que en realidad era una hegemonía nuclear estadounidense desestabilizadora, en la actualidad, tanto liberales como conservadores afirman oxímicamente que la seguridad de los Estados Unidos exige que el país debe “equilibrar” a China manteniendo su posición estratégica dominante en Asia oriental y el Pacífico occidental, es decir, en el patio trasero de China. Esto significa que Washington considera como un peligro los intentos de Pekín para remediar la debilidad de su propia posición, aunque los responsables políticos reconocen que los Estados Unidos tienen una superioridad aplastante hasta el borde del continente asiático. Sin embargo, la postura de Estados Unidos revela más sobre sus propias ambiciones que sobre las de China. Imagine que la situación se revirtió, y las fuerzas aéreas y navales de China fueron una presencia dominante y potencialmente amenazadora en la plataforma costera de América del Norte. Seguramente los EE.UU. querrían contrarrestar esa preponderancia. En una vasta parte del mundo, que se extiende desde el Ártico canadiense hasta Tierra del Fuego y desde Groenlandia hasta Guam, los Estados Unidos no tolerarán la interferencia de otra gran potencia. Ciertamente, la seguridad de los Estados Unidos no se vería amenazada si otras grandes potencias disfrutan de sus propias esferas de influencia (y, en realidad, de menor tamaño).

Esta estrategia esotérica, esta extravagante obsesión con la credibilidad, este concepto peligrosamente expansivo de lo que constituye seguridad, que ha afectado tanto a las administraciones demócratas como a las republicanas, y tanto a los liberales como a los conservadores, es la antítesis de la política, que requiere discernimiento basado en el poder, el interés y circunstancia. Es una postura hacia el mundo que puede fácilmente condenar a los Estados Unidos a compromisos e intervenciones militares en lugares estratégicamente insignificantes sobre temas intrínsecamente triviales. Es una postura que puede engendrar una política exterior que se aproxima a la paranoia en un mundo obstinadamente caótico que abunda en estados, personalidades e ideologías que son desagradables e incongruentes, y en casos mortalmente peligrosas. Es decir, debe Estados Unidos ser la policía del mundo? Odioados cuando no están, son llamados a intervenir cuando la ineficacia local pierde el control.

Que estemos aún respirando sobre este planeta tiene que ver con los eventos acaecidos el 27 de Octubre de 1962. Un avión espía americano piloteado por Rudolph Anderson fue derribado en las costas de Cuba. Como contestación o represalia, un submarino soviético fue atacado por un barco estadounidense. Las autoridades del submarino, sin comunicación con Moscú, pensaron que la guerra había comenzado y se prepararon para lanzar un torpedo nuclear. La decisión debía ser aprobada por los tres oficiales de mayorrango a bordo. El Capitán y el Oficial Político de enlace estaban de acuerdo en la emisión del torpedo. Pero Vasili Alexandrovich Arkhipov, segundo en la cadena de mando, se negó. Su posición, tal vez, ayudó a que el mundo no terminara su existencia en ese entonces.

 


Fuente: Thirten Days de Robert F. Kennedy . One Hell of a Gamble: Khrushchev, Castro, and Kennedy 1958-1964 de Alexander Fursenko y Thimoty Naftali . The Missile de Jon James . Boston Globe . News X .


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 16, 2018


 

 

ALFREDO CASERO, EL ACTOR MALDITO

Share

 

 

 Por Mauricio Ortín

 

La Asociación Argentina de Actores a través de un comunicado repudió las declaraciones del actor Alfredo Casero. Por idénticos motivos el empresario que contrató al actor para una presentación de su espectáculo unipersonal en Salta, canceló el evento. Casero puso en duda la identidad de los nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo y, en especial, cuestionó a Estela de Carlotto. Esta, a juicio del actor, se vale de  la bandera de los derechos humanos para hacer política. La reacción del gremio no se hizo esperar y calificó sus dichos de “inadmisibles declaraciones públicas” que ponen “en duda la honorabilidad de nuestras Abuelas de Plaza de Mayo”, y de “incomprensible odio, atacando lo que es un patrimonio moral de nuestro país” y “su negacionismo perverso y consuetudinario, termina siendo una versión peligrosamente cercana a la apología del delito.”

Pues bien, en primer lugar, digo que coincido con todo lo que dijo Casero en ese programa y festejo la forma genial en que lo logró. En segundo lugar, manifiesto mi solidaridad hacia él por el ataque fascista que sufre por parte del gremio del cual es  afiliado y  que, se supone, está para  ampararlo. Vamos a ver, Alfredo Casero dijo lo que dijo a título personal y no en representación de la Asociación Argentina de Actores. En una república, un camionero, un médico o un jugador de bochas deben gozar del derecho de ser dueños de decir lo que mejor les parezca sin la perturbación latente de verse difamados por la asociación profesional a la que pertenecen. ¿Qué autoridad moral tienen las autoridades de la AAA para llamar “negacionista” y “perverso” al que no piensa (“correctamente”) como ellos? Y ¿por qué motivo Casero debe considerar “patrimonio moral de nuestro país” a Estela de Carlotto” y a las Abuelas de Plaza de Mayo? Carlotto se abrazó a dictadores asesinos de la calaña de Fidel Castro y Hugo Chávez y, como es público, fue y es una defensora de primera línea del ex gobierno kirchnerista, el más ladrón de la historia argentina. Defender ladrones es incompatible con quien exalta la  moral. En cuanto a que Alfredo Casero, por sus declaraciones, estaría rozando “la apología del delito” no queda otra que tomarlo como lo que es, una amenaza cobarde del poder corporativo contra el individuo a quien, solapadamente, le dice: “la próxima te denuncio por apología del delito”. También es grave que, por el simple y soberano derecho de decir lo que piensa, Alfredo Casero haya sido censurado en Salta. El totalitarismo, por lo general, se impone por un asalto al poder; pero también gradualmente. Por ejemplo, a través del trabajo hormiga de acumular pequeñas actitudes totalitarias que llevan a naturalizar el atropello. Entonces, es tarde para reaccionar.

Por último, es revelador que la Asociación Argentina de Actores que acusa de “negacionismo perverso” culmine su nota con la mentira de que los desaparecidos son 30.000. Así también, la senadora Cristina Kirchner, responsable del último conteo de desaparecidos que dio 6.348, cerró su discurso en el Senado de la Nación  afirmando su hermandad generacional con los “30.000”. Tan convencidos lo dicen, que pareciera que se creen sus propias mentiras.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 23, 2018


 

¿DÍA DE LA MEMORIA?

Share

 

 Escribe JUAN MANUEL OTERO.

 

Soy un simple ciudadano de 75 años que obviamente, vivió con la suficiente lucidez y memoria los últimos años tristes para nuestra Patria. No pertenecí a ninguna fuerza armada ni de seguridad, no tengo familiares detenidos ni víctimas de ningún atentado, tampoco pertenezco ni pertenecí a ninguna organización guerrillera.

Soy en consecuencia alguien ajeno al conflicto, pero no puedo ser ajeno al pasado, al presente ni al futuro de nuestra Patria.

Recuerdo perfectamente cómo en los ’60 con la instauración del régimen Castrista como comisario de América Latina, comenzaron las escaramuzas de terror que pronto se transformarían en una guerra como lo reconocieron ambos bandos.

Finalmente, derrotadas las organizaciones guerrilleras, vuelta la democracia, las víctimas de estos enfrentamientos tuvieron distinta suerte: Silencio y abandono oficial hacia los deudos de los soldados que repelieron el ataque al poder democrático y sus instituciones, contrapuesto al reconocimiento, indemnizaciones, cargos públicos y homenajes hacia quienes atentaron contra la Nación.

Y hoy se celebra el Día de la Memoria. Pero no es la memoria completa, siguen en prisión desde hace una década octogenarios y nonagenarios soldados a quienes debemos el orgullo de seguir izando cada día la celeste y blanca. No hay para ellos las legítimas resoluciones judiciales que excarcelan sea por el transcurso del tiempo sin sentencia, sea por ser mayores de 70 años, derechos que sí tienen los más grandes corruptos que asolaron la República.

No tienen ellos el derecho de ser juzgados, como corresponde, por la ley penal vigente al momento de los hechos. El Estatuto de Roma fue su cadalso, jueces prevaricadores, fiscales corruptos y testigos mentirosos sus verdugos. Pese a que de sus artículos expresa claramente que no se puede aplicar por hechos anteriores a su sanción, dicho estatuto fue aplicado como si los enfrentamientos hubieran sucedido en este siglo. En cambio los terroristas fueron debidamente protegidos y premiados por los distintos “democráticos” gobernantes que nos tocaron en suerte.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 24, 2018


 

Caso Larrabure: PARTE DE PRENSA

Share

 

Escribe

Dr. Javier Vigo Leguizamón.

 

Se celebró hoy ante la Cámara Federal de Rosario la audiencia vinculada al recurso de apelación que Arturo Larrabure, como querellante, dedujera contra la resolución del juez federal  Bailaque que denegara citar a indagatoria, como autor mediato  del secuestro, tortura y asesinato del Cnel Argentino del Valle Larrabure, a Juan Arnold Kremer que integrara el buró político del ERP.
[ezcol_1third]

Marcelo Bailaque

[/ezcol_1third] [ezcol_1third]

Juan Arnold Kramer “Mattini”

[/ezcol_1third] [ezcol_1third_end]

Argentino del Valle Larrabure

[/ezcol_1third_end]
La misma había despertado gran preocupación en los organismos de derechos humanos y ex miembros de ERP y Montoneros, que niegan que los crímenes de la guerrilla sean de lesa humanidad y temen que la causa genere un cambio radical en la jurisprudencia .
En su extenso informe in voce, el Dr. Javier Vigo Leguizamón, como abogado de la querella, comenzó imputando al juez resolver con una mirada parcial que niega la dignidad de las víctimas, no existiendo en su sentencia – dijo- un solo párrafo que aluda al calvario que Larrabure soportó durante 372 días de infrahumano cautiverio. Recordó que la Corte en reiteradas oportunidades ha descalificado como arbitrarios los fallos que prescinden de una norma aplicable que pudo ser decisiva para la resolución del caso, conducta en que – a su entender- habría incurrido el magistrado al omitir aplicar las Convenciones de Ginebra de 1949 cuyo artículo 3 obliga a tratar con humanidad a las personas que se encuentren detenidas, considerando crimen de guerra a su asesinato o tortura. Recordó que el Protocolo Adicional de esas convenciones, reafirma que éstas deben aplicarse sin distinción alguna basada en la naturaleza, causa u origen del conflicto. Basó fundamentalmente su alegato en el informe que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitiera en el caso “ABELLA Y OTROS C. ARGENTINA”,donde evaluara el ataque al regimiento de la Tablada que en l989 realizara la organización guerrillera Movimiento Todos Por la Patria, citando diversos considerandos de ese informe donde el organismo internacional habría sostenido que  tales Convenciones obligan y se aplican por igual tanto a los miembros de la organización terrorista, como a los integrantes de las Fuerzas Armadas.
Aludió también que conforme aquéllas para estar ante un crimen de guerra y/o de lesa humanidad, no es necesario que la organización guerrillera tenga control del territorio,  o esté apoyada por el Estado, bastando que existan grupos armados organizados que sean capaces de librar combate y que de hecho lo hagan. Así- alegó- lo habría resuelto recientemente el Tribunal Oral de La Plata, en el caso “Castillo” concluyendo que si para el caso particular de “La Tablada” que duró dos días,    resulta   de   aplicación    la Convención   de   Ginebra,   con   mucho   más   razón   debe serlo para los ataques de igual o mayor gravedad que durante años llevaron adelante las organizaciones terroristas, en plena democracia.
Sin perjuicio de ello- denunció- el terrorismo guerrillero fue de Estado por haber contado con el apoyo de Cuba, Chile y Argentina. Para probar el apoyo cubano citó una declaración de Fidel Castro efectuada en 1988 donde , ante 400 economistas, habría admitido  haber apoyado los movimientos revolucionarios en todo lationamerica, afirmación que Vigo Leguizamón respaldó citando declaraciones de Kremer y Gorriarán Merlo admitiendo haber convenido con Cuba el entrenamiento de grupos guerrilleros los que partían a la Habana desde Chile, donde el gobierno de Salvador Allende les facilitaba el paso.
El apoyo del gobierno argentino – sostuvo- habría quedado evidenciado por la complicidad del entonces gobernador Bidegain con el accionar de la guerrilla, denunciada por Perón y probada en la causa con declaraciones de Julio Bárbaro y José Pablo Feinmann que revelaron la protección que Bidegain habría dado al accionar guerrillero. Marcó también el letrado la responsabilidad de los legisladores que dictaron la ley de amnistía de l973, liberando a los guerrilleros sin previamente exigir la entrega de las armas, como acaba de hacerse en Colombia.
Fue alegado también que miembros de la policía de Córdoba y Buenos Aires, habrían colaborado con el accionar guerrillero facilitando la libertad de movimientos, destacándose que en la causa “Rucci” se habría probado con las declaraciones del ex Jefe del Penal de Sierra Chica, Mario O.García, que Bidegain entregó armas a la guerrilla.
Para rebatir a quienes afirman que Larrabure se habría suicidado, se basó Vigo Leguizamón en la pericia del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia, que, por unanimidad, concluyó que éste fue víctima de una muerte violenta   habiendo sido estrangulado.  La tortura y asesinato de Larrabure no han sido juzgados, – afirmó-  invocando el fallo “Almonacid” de la Corte Interamericana, donde se sostuvo que los crímenes de esta índole, cualquiera sea la fecha en que se hayan cometido, deben investigarse, más aún cuando no ha existido verdadera voluntad de investigar.
Como opiniones relevantes fueron citadas los dichos de los Dres. Ledesma, Strassera y Moreno Ocampo, intervinientes en el juicio a los comandantes, quienes habrían coincidido  en que deberían juzgarse a los líderes de la subversión.
Un momento emotivo se vivió cuando Vigo Leguizamón fue narrando el sufrimiento de diversos deudos de la víctima de la guerrilla que lo acompañaban en el estrado, entre los que se encontraban Silvia Ibarzábal, Graciela Saraspe, Victoria Paz y Nelda Vargas de López. Cada uno de ellos – sostuvo- porta una brasa  que se ha avivado en los últimos años con la abierta apología de los crímenes de la guerrilla, a tal punto que Juan Arnold Kremer ha manifestado ante los periodistas Reato y Mariño que no tiene nada de que arrepentirse, comparándose con San Martín.
El terrorista – dijo- piensa que el ser humano que ejecuta no es una persona, es un símbolo.
¿Cabe preguntarse  si la justicia ha mirado a las víctimas de la guerrilla como símbolos o como seres humanos?
Es hora de que dejen de ser los desaparecidos de la memoria pública; es hora de reconciliar la patria, juzgando a todos; es hora de meditar qué hubiera ocurrido de haber triunfado la guerrilla.
Respondiendo a este interrogante, citó declaraciones del ex montonero  Luis Labraña y Kremer admitiendo que iba a implantarse la dictadura del proletariado con miles de muertos.
Fue precisamente eso – concluyó- lo que advirtió Todorov al visitar al país, recordando que en l975 una guerrilla de extrema izquierda tomó el poder en Camboya matando al 25 % de su población.

 

 

Dr. Javier Vigo Leguizamón.

Apoderado de la querella.

Marzo 21, 2018

 


PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 23, 2018


 

Teléfono para el señor Presidente

Share

 

Escribe Emilio Luis Magnaghi

Se puede afirmar que Napoleón Bonaparte fue, prácticamente, el último jefe de Estado en ejercer las funciones combinadas de jefe de Gobierno y de comandante en jefe de sus fuerzas militares en tiempos de guerra.
Solo algunos años más tarde, siguiendo los sabios consejos del genio militar de Moltke, El Viejo, el Kaiser Guillermo aprendió a delegar las tareas del arte de la guerra en hombres especialmente formados al efecto y que conformaron un cuerpo especial de oficiales conocido como el Estado Mayor.
Pronto, mucho lo imitaron y solo fue cuestión de tiempo que el mencionado cuerpo evolucionara hacia los voluminosos Ministerios de Defensa y Estados Mayores Conjuntos de los que hoy disponemos.
Sin embargo, el gusto por lo militar parece haber perdurado en todos ellos sin importarles mucho su ideología. Como en tantas otras cosas, los romanos sentaron cátedra en esta materia y todos sus emperadores fueron recordados en estatuas o bustos que los mostraban en atavíos militares, sin importar si habían ejercido o no el comando de sus legiones.
En nuestros tiempos, por ejemplo, líderes de la izquierda rabiosa como Fidel Castro o Yasser Arafat vistieron durante su vida activa chaquetas militares. También, occidentales, como George Bush hijo no tuvo reparos de anunciar el fin de la guerra en Irak vestido como un piloto naval en la cubierta de un portaaviones de ataque nuclear de su poderosa flota.
Moda cívico-militar que tuvo, incluso en nuestras tierras, sus cultores. Como cuando el presidente Raúl Alfonsín apareció ataviado con la boina de submarinista en la torre del submarino ARA Santa Cruz, gemelo del perdido San Juan.
Dicen que lo que se hereda no se roba y este parece ser el caso del uso de determinados atributos militares por parte de un Presidente de la Nación. No en vano, el inciso 12 del artículo 99 de nuestra Constitución Nacional le otorga, específicamente y sólo a él, el nada despreciable título de: ‘Comandante en Jefe de las FFAA’.
Además, en el inciso 13 del mismo artículo se lee que: ‘Provee los empleos militares de la Nación: con acuerdo del Senado…’
En el 14 que: ‘Dispone de las Fuerzas Armadas, y corre con su organización y distribución según las necesidades de la Nación…’
Por su parte en el 15, tiene la terrible responsabilidad de: ‘Declarar la guerra y ordenar represalias con autorización y aprobación del Congreso.’ Y en el 16: ‘Declarar en estado de sitio uno o varios puntos de la Nación, en caso de ataque exterior y por un término limitado, con acuerdo del Senado.’
Como vemos, son varias y serias las responsabilidades constitucionales del Presidente respecto de las FFAA de la Nación. Y de la síntesis de todas ellas se deduce que tiene que ser el Presidente quien explique y rinda cuentas sobre su política de Defensa en oportunidad de su discurso ante la Asamblea Legislativa (Inc.8 Art. 99, Constitución Nacional).
Sin embargo, no parece ser el caso del ingeniero Mauricio Macri, pues no fue capaz de tocar el tema de la Defensa ni mencionar alguna tarea relevante para las fuerzas que comanda en su último discurso ante la Asamblea Legislativa que no fuera para el triste recuerdo de las 44 vidas militares que se perdieron junto con la tragedia del San Juan.
Al proceder de esta manera, los argentinos no podemos más que deducir que nuestro Presidente no tiene en mente ninguna misión trascendente para sus Fuerzas Armadas.
Creemos que al hacerlo no solo pierde votos entre la denominada familia militar. Más importante, es que condena a la irrelevancia a esa fuerzas. Pero, lo realmente trascendente, desde el punto de vista político, es que desperdicia una increíble capacidad ociosa del Estado que preside.
Ya lo hemos dicho: las Fuerzas Armadas son una megaorganización que dispone de profesionales, equipos y, lo que es más valioso, de una cultura organizacional apta para enfrentar la ejecución de tareas difíciles.
Por ejemplo, ya lo hemos expresado en estas páginas, que a estas fuerzas se les podrían otorgar tareas menores como el hacerse cargo del Plan Belgrano. O subsidiarias como encontrarse a cargo de la gestión de las tareas de mitigación frente a los desastres naturales y las emergencias.
Por supuesto, no habría que olvidar su importante rol, tanto en la Defensa como en la Seguridad de nuestro territorio, sus habitantes, nuestros recursos y nuestra forma de vida. En vez de ir a buscar afuera lo que tenemos en casa,  tal como parece ser el caso de la adopción de la estrategia norteamericana en la lucha contra el narcotráfico o la cesión de soberanía que resultará de la custodia de nuestros cielos y de nuestras costas por fuerzas armadas extranjeras durante la cumbre del G-20.
Nos dicen que el ingeniero Macri obra así aconsejado por su gurú, Durán Barba, quien cree, equivocadamente, que sus Fuerzas Armadas son piantavotos. Puede ser que esto sea cierto en algún focus group de la coqueta Capital Federal. Más eso no es cierto, como lo muestran varias encuestas en el interior del país, donde las FFAA son percibidas como la única o entre las más confiables instituciones que tiene la Argentina.
También, podría ser que el ingeniero Macri haga todo esto guiado por la filosofía Zen que lo orienta en su vida. Pues, de ser así, igualmente, comete un error, ya que eran los mismísimos guerreros samurais japoneses los que la practicaban. Quienes comprendieron, lo mismo que tantos líderes políticos, tanto orientales como occidentales, que las fuerzas militares encarnan al cuerpo vivo de una Nación y que no está mal reverenciarlas  cada tanto y ejercer efectivamente su conducción.

 

(*) Emilio Magnaghi es Director del Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa Nacional Santa Romana. Autor de El momento es ahora y El ABC de la Defensa Nacional.

 


Fuente: http://www.upmac.org.ar/novedades/telefono-para-el-senor-presidente.htm

Colaboración: Cnel. Pedro López

PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 15, 2018


 

INGRATITUD

Share

 

 Escribe Emilio Guillermo Nani.

 

Ingratitud

 

Hoy se cumple el 29º aniversario del último intento del terrorismo internacional por hacerse del poder en nuestro país. Para quienes no conozcan de qué se trató y para aquellos que continúan haciendo de la memoria hemipléjica su estilo de vida, el 23 de enero de 1989, el Ejército Revolucionario del Pueblo, devenido en Movimiento Todos por la Patria, liderado por Enrique Gorriarán Merlo y utilizando la misma metodología empleada en la década del 70, lanzó un sanguinario ataque contra los cuarteles de La Tablada. Este nuevo crimen contra la Nación y su pueblo, planificado y financiado por los gobiernos de Daniel Ortega, de Nicaragua, y Fidel Castro, de Cuba, una vez más puso en evidencia el desprecio del terrorismo marxista hacia toda forma de convivencia, hecho que, como viene sucediendo año tras año, seguramente volverá a ser silenciado. De acuerdo con la información periodística, parece ser que para quienes conducen el Ejército, en una inaceptable discriminación entre los asesinados democráticamente en gobiernos peronistas y los ejecutados durante el gobierno radical de Raúl Alfonsín y los gobiernos militares, estos últimos no merecen el menor recuerdo por parte de los que tienen la responsabilidad de mantener viva la memoria de aquellos que, sin pedir nada a cambio, regaron con su sangre todo el territorio del país, en defensa de Dios, de la patria y de nuestro estilo de vida, asegurándonos la libertad de la que hoy, inmerecidamente, disfrutamos todos los argentinos. Para el caso de que semejante ingratitud se haga realidad, como hace tiempo que no se escuchan voces oficiales ofrendando el justo y necesario homenaje a los caídos durante el ataque terrorista, por este medio quiero rendir tributo “a quienes dieron su vida para que la patria viva”: comisario inspector Emilio García García; sargento primero José Manuel Soria (ambos de la policía bonaerense); soldados Héctor Cardozo, Martín L. Díaz, Roberto Tadeo Taddía, Julio D. Grillo (todos ellos de 19 años); sargento ayudante Ricardo Raúl Esquivel; sargento Ramón Waldimiro Orué; cabo primero José Gustavo Albornoz (24 años); mayor Horacio Fernández Cutiellos, y teniente Ricardo Alberto Rolón (25 años).

Emilio Guillermo Nani

 


Colaboración: Dra. Andrea Palomas Alarcón

PrisioneroEnArgentina.com

Enero 23, 2018


 

EL PAPA FRANCISCO

Share

 

 

 Escribe CLAUDIO KUSSMAN.

 

[ezcol_1third]

[/ezcol_1third] [ezcol_1third]

EL PASTOR Y SU REBAÑO

Realmente no siento ningún respeto por el Papa Francisco, es más, lo desprecio. Por educación no me expreso sobre él como lo ha hecho en vida el accidentado SANTIAGO MALDONADO, a través de su “música” soez y de mal gusto.  Adjuntamos un video en donde  lo podrá escuchar y sacar conclusiones. ¿Esos agravios le habrán abierto las puertas del Vaticano para que días pasados por más de una hora, recibiera a Sergio Maldonado el hermano, su pareja Andrea Antico y su madre Stella Maris Peloso? En la misma forma que me ignorara tras enviarle junto con mi familia más de 60  cartas en correo especial, muchísimas más le llegaron de otros prisioneros adultos mayores, siempre con el mismo resultado. Su despreciativo silencio, demostró no querer saber de qué se trata lo nuestro. Simultáneamente no tuvo pudor alguno en reunirse con gran cantidad de depredadores, en algunos casos violentos o revolucionarios.  Estos con poder  no tuvieron ni tienen reparo en robar, empobrecer  y en consecuencia causar muertes en países como Argentina, Venezuela o Cuba. ¿Acaso se supone que con estos fraternales recibimientos alguno abandonará su abominable “modus operandi” en la vida? De ser así, perdió el tiempo ya que fracasó.   Como guía espiritual y representante de Dios en la tierra,  no hace honor a su investidura,  su accionar se parece  a uno de nuestros impresentables  políticos. Esos que consideran a este territorio llamado Argentina, solo su coto de caza, en el cual dados sus éxitos económicos, tan mal no les fue.

 

Claudio Kussman

Claudio@PrisioneroEnArgentina.com

PrisioneroEnArgentina.com

Diciembre 07, 2017

 

 

 

 

“El pastor esquila las ovejas, no las devora”.

Suetonio (70 DC-123 DC)

[/ezcol_1third] [ezcol_1third_end]

[/ezcol_1third_end] [ezcol_1half]


[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end][/ezcol_1half_end]

LA GUERRA REVOLUCIONARIA

Share

 

Paraguay

Observación: Este trabajo fue leído con oportunas acotaciones del autor, en la conferencia magistral realizada en el Instituto Nacional de Acción Republicana (INARE), el día 27 de junio de 2013. La notable cultura del disertante y el cumulo de estudios realizados respecto al tema que nos convocó, nos demostró que la ANR tiene hombres de gran preparación. Nos sentimos honrados por tenerlo como nuestro editorialista y columnista de nuestro semanario. Recordamos asimismo que en Mayo de 2012 cerró el acto luego de un almuerzo en el restaurante  PIEGARI organizado por el semanario  EL COLORADO y patrocinado por el  INARE con la presencia del entonces candidato presidencial para las internas de la ANR, Don Horacio Cartes, fijadas para el 10 de diciembre del referido año. En esa oportunidad el candidato presidencial de Honor Colorado fue el único invitado que asistió. Los demás alegaron que estaban en campaña debido a que el día era viernes. Cartes recorrió las mesas y saludó a todos y cada uno de los comensales quienes quedaron muy bien impresionados por su sencillez. Asistieron dos ex presidente de la república, dos ex presidentes de la junta, uno de ellos, Don Blas, nieto de el fundador de la ANR, Marcos Riquelme,  recientemente fallecido, entre más de 100 notables del Partido Colorado cuya nómina llenaría estas paginas. El señor Horacio Cartes fue de los últimos en retirarse acompañado del señor  Turi Capello, presidente del Ignacio A. Pane, el presidente del tribunal de conducta, doctor Luis Enrique Chase Plate, el ex canciller Carlos A. Saldivar, el presidente del INARE, Atilio R. Fernandez y nuestro director quien se dio el gusto de invitarle al almuerzo al candidato quien quedó extrañado pues allí nadie le pidió nada como le adelantó el presidente del INARE, y más bien, recibió de obsequios libros y publicaciones de autores colorados. He aquí el notable trabajo de Humberto Zaracho que nuestros lectores deben copiar, pegar  y guardar en sus archivos.

 

Por el Cnel (R) Dr. ANDRES HUMBERTO ZARACHO

Conceptos de la guerra revolucionaria
La Guerra revolucionaria –también llamadaGuerra no convencional, Guerra irregular,Guerra subversiva o Insurgencia–es un tipo de Guerra Interna. Consiste en un conflicto armado de origen marxista que se manifiesta en un país, adoptado por los movimientos revolucionarios subversivos que se apoyan en la ideología marxista, y que a veces está fomentada y hasta auxiliada desde el exterior. En ciertos casos cuentan con el auxilio de la población civil, ganada por el control progresivo de la misma.
Sus jefes buscan la conquista del poder con la ayuda de técnicas subversivas de característica política y militar. No es una simple técnica de combate, como la guerrilla. Es mucho más que eso: la guerra revolucionaria plantea una lucha total por la transformación marxista del hombre.
En su obra “La guerra revolucionaria” el líder comunista chino Mao Tse Tung la concibió en función a la lucha de clases, mediante el empleo de reducidas formaciones armadas de alta flexibilidad y con fuertes elementos ideológicos y de propaganda, procurando el desgaste progresivo del adversario para, en el momento oportuno, enfrentarlo abiertamente con fuerzas regulares.
En la doctrina marxista la lucha de clases constituye su principio fundamental. Con ello persigue la destrucción de las clases sociales, de la religión, de las fuerzas armadas regulares y hasta del Estado, en una lucha despiadada hábilmente explotada a nivel político, y generalmente ejecutada por intermedio de la clase trabajadora o campesina, y algunas ocasiones del sector estudiantil.
Carlos Marx y Federico Engels, al diseñar esta doctrina de guerra revolucionaria, la denominaron como lucha de clases. Lenín la perfeccionó científicamente; Nguyen Van Giap la complementó con las tácticas militares, y el Che Guevara la adaptó para la captación psicológica de la juventud.
Es de vital importancia el estudio de este tipo de guerra, dado que una pequeña cantidad de grupos revolucionarios, comparativamente insignificantes, que, empleando su estrategia psico-político-militar causaron catastróficas derrotas a gobiernos de países mucho más grandes y poderosos.
L guerra revolucionaria no ha contribuido en nada al bienestar de la humanidad. Por el contrario, ha dejado un legado amargo, retardando todas las perspectivas de desarrollo político y económico de las naciones que sufrieron su embate.
Movimientos revolucionarios
Para alcanzar el poder los jefes de la Guerra Revolucionaria apelan a los Movimientos Revolucionarios. Estos constituyen un fenómeno muy general de difícil sistematización, que se caracterizan por:
· Una acción organizada dirigida por un grupo cuyos miembros fueron instruidos en la técnica revolucionaria
· Se inicia por una creciente agitación que puede alcanzar una extensión considerable en la población
· Antes de accionar contra el poder, busca debilitarlo y dominar la sociedad
· Se concreta con la toma del poder, ya sea por la violencia generalizada o por la subversión de las bases fundamentales de la sociedad.
Instrumentos o medios empleados por los Movimientos Revolucionarios
Los instrumentos utilizados son:
A. Las ideologías (intermedias o verdaderas): Los revolucionarios normalmente no propagan su ideología verdadera, y se valen de otras que sean capaces de contestar a los anhelos, aspiraciones e intereses reales de la población (intermedias).
B. Agentes: Estos pueden ser:
· Auxiliares: Entre estos se incluyen a los individuos que supuestamente no pertenecen a los cuadros de organización revolucionaria, pero que consciente o no, directa o indirectamente cooperan con el movimiento a través de los más variados medios.
Las principales categorías de auxiliares son:
– Criptorevolucionario: es aquel que se mantiene oculto y no es confeso, sólo se manifiesta a favor en ocasiones favorables
– Simpatizantes: aunque no sean revolucionarios son parcialmente adeptos a la causa revolucionaria. Constituyen el grupo más numeroso de auxiliares. Sus actitudes más comunes en reuniones favorecen las acciones de los revolucionarios, ayudan financieramente e integran grupos de presión.
– Inocentes o idiotas útiles: son aquellos que se prestan a las manipulaciones de los revolucionarios por desconocimiento o inconsciencia, favoreciendo la acción revolucionaria en forma inadvertida.
– Compañeros de ruta: no son revolucionarios, y hasta tienen ideas contrarias al Movimiento, pero se alían a aquellos para conquistar determinados objetivos comunes.
– Oportunistas: son individuos que por intereses particulares se asocian a la acción revolucionaria buscando ventajas. Generalmente son políticos que se unen al Movimiento para obtener más votos o mayor prestigio.
C. Activistas o Militantes: constituyen un grupo de revolucionarios profesionales para inculcar a las masas la idea de revolución y propagar las ideologías (verdaderas e intermedias) adoptadas por el Movimiento. Se organizan en pequeñas células destinados a actuar sobre determinados individuos o sectores específicos de la población. Entre éstos se encuentran los agitadores y propagandistas.
Recursos financieros
Para la obtención de recursos financieros la subversión revolucionaria no duda en asociarse con el crimen organizado: narcotráfico, lavado de dinero, contrabando, etc. La revolución cubana fue precursora de la narcoguerrilla. Al naufragar el yate Granma, Castro se quedó en la Sierra Maestra con un reducido grupo de hombres, hambrientos, mal armados y aterrorizados. Contactó con Crescencio Pérez, un campesino productor de marihuana, quien les escondió y les dio de comer para que no se murieran de hambre.
Pérez consideró al puñado de rebeldes como una fuerza de apoyo que haría dudar a las tropas de Batista de llegar hasta los lugares donde tenía sus cultivos de marihuana de la Sierra Maestra. Por su parte, Castro se dio cuenta que sin su ayuda estaba perdido, por lo que sumó a Pérez definitivamente a la guerrilla con dos de sus lugartenientes, “Vilo” Acuña y Hermes Cordero. El negocio de marihuana entre Castro y Crescencio Pérez duró hasta bastante después del triunfo de la revolución en 1959.
Fases de la Guerra Revolucionaria
Según Lev Trotski, creador del Ejército Rojo, la Guerra Revolucionaria a largo plazo incluye varias etapas diferentes:
§ Organización: Los rebeldes forman secretamente el núcleo activo de su Movimiento subversivo
§ Expansión: Los rebeldes extienden su organización estableciendo una red de órganos urbanos y rurales que reunirán informaciones de inteligencia, infiltrarán las organizaciones oficiales y privadas, intimidarán al gobierno, fomentarán disturbios civiles, huelgas, sabotajes y motines
§ Terrorismo: En esta etapa pasarán a una insurrección abierta, con grupos armados (células) que se encarguen del terrorismo y de las operaciones de guerrilla. La red política intensifica la acción psicológica y se da comienzo a las “BASES DE LA GUERRILLA” para formas la “ZONAS LIBERADAS”.
§ Guerra de guerrillas: En esta etapa se buscará reunir y enlazar los grupos guerrilleros para organizar las fuerzas regionales e iniciar la lucha armada y violenta contra el gobierno
§ Guerra Móvil: Los diferentes grupos guerrilleros montan una contraofensiva contra el poder gobernante utilizando la guerra móvil o mconvencional como forma de combate decisivo.
Técnicas operativas de la guerra revolucionaria
La guerra revolucionaria marxista tiene por objetivo la destrucción del sistema democrático para la toma del poder. Encuentran su campo propicio en momentos de crisis política, económica o social. Traen aparejadas ciertas acciones clandestinas o sutiles a fin de lograr sorprender y engañar al gobierno y a los ciudadanos.
Paralelamente, explota en su beneficio la ignorancia del pueblo cuya confusión busca incrementar y llevar así un mar de dudas sobre conceptos políticos y sociales explotables como los del imperialismocolonialismocapitalismonacionalismoracismodictadura militardictadura parlamentaria, etc. Todas ellas se realizan a través de acciones debidamente coordinadas.
Sintetizando, las principales técnicas operativas de la guerra revolucionaria son:
a. La subversión: consiste en el intento organizado, sistemático y agresivo de derrocar insidiosa o violentamente un gobierno determinado para sustituir los valores propios de la sociedad vigente por los que componen la concepción marxista. Es una forma de la Guerra irregular, en que es empleada además a la MASA. Esta está alentada y dirigida por elementos subversivos que, después de una prolongada evolución, llega a una etapa de lucha armada que aprovecha cualquier acontecimiento para su alzamiento general. A este tipo de Guerra Revolucionaria los comunistas le aplican distintas máscaras como “Guerra de Liberación Nacional”, “Guerra Antiimperalista”, etc.
b. La infiltración: Consiste en un sistema de ligación oculta que permite colocar en todas las instituciones del gobierno a elementos propios, ya sea en los planos político, militar, social, religioso, financiero, educacional, cultural, informativo, etc. La infiltración integra -junto con la propaganda y difusión ideológica- la etapa operativa no armada de las fuerzas subversivas para actuar con preferencia, de manera silenciosa y gradual, en tareas de encuadramiento colectivo ante el eventual fracaso de las técnicas operativas directas. Son objetivos preferidos para la infiltración:
· los partidos políticos, el Poder Judicial, las FFAA, la Policía, sindicatos de obreros, organizaciones de derechos humanos, organizaciones sociales campesinas, la Iglesia católica, asociaciones de intelectuales, centros estudiantiles, medios intelectuales y artísticos.
c. La acción psicológica: Técnica operativa no armada (directa o indirecta), en que la subversión actúa sobre la voluntad, los sentimientos y los valores de los hombres de una sociedad democrática, para disminuir su capacidad, generar contradicciones internas, confundirlo o desmoralizarlo en favor de su causa. Esta técnica tiende a obtener victorias sobre el enemigo por medio no bélicos, utilizando la manipulación mental y el empleo de la propaganda masiva y selectiva, nacional e internacional y hasta religiosa, la agitación o propaganda armada en ciertas ocasiones. Se apoya en los conocimientos y en los medios tecnológicos modernos surgidos a partir de la II Guerra Mundial, y que produjo resultado notorio para la resistencia civil en el seno de las masas en determinadas condiciones de crisis.
d. El adoctrinamiento: Consiste en la obtención de adeptos para la causa revolucionaria. Es facilitada por la infiltración previa en los órganos e instituciones. Se puede llevar a cabo en todos los sectores sociales.
e. Frente o Alianza Popular: Son Movimientos que pueden tener carácter permanente o provisorio, creados con el objeto de explotar un tema actual que apoye la tesis del Movimiento Revolucionario.
f. Las guerrillas: Son grupos armados no convencionales que se organizan en células, y constituyen el primer paso de la militarización subversiva como técnica violenta de la guerra revolucionaria. Estas recurren a acciones de naturaleza militar, caracterizada por el empleo de tácticas no ortodoxas realizadas por fuerzas irregulares, que pueden actuar independientemente o en coordinación con fuerzas regulares. El medio básico de las guerrillas es el empleo de la violencia mediante secuestros, atentados, sabotajes, emboscadas, terrorismo, ataques formales, etc.
De acuerdo a la situación del país y al análisis de sus posibilidades, las guerrillas pueden operar enel ámbito rural y urbano.
e. El terrorismo: Es la táctica o técnica de utilizar un acto o una amenaza de violencia contra una sociedad o contra el gobierno. Su objetivo es cambiar el resultado de un proceso político y alcanzar el poder por ese medio. El móvil o motivo es la inconformidad política, social y económica.
Esta técnica es una de las fases de la guerra no convencional o revolucionaria, y puede tener diversos fines: políticos, socioeconómicos, religiosos, culturales.
El terrorismo extremo busca a menudo la desestabilización de un Estado causando el mayor caos posible, para posibilitar así una transformación radical del orden existente. Generalmente -más que el logro de resultados y objetivos militares- los terroristas buscan propagar el pánico en la comunidad contra la que se dirige la violencia.
El terrorismo no es una práctica aislada ni desorganizada. Este es una manifestación de la subversión que se caracteriza por su violencia indiscriminada. Actúa por sorpresa creando incertidumbre y terror al producir sufrimiento innecesario, golpeando específicamente áreas vulnerables y a personas inocentes y ajenas al conflicto.
Generalmente el blanco es usado para atraer la atención y para ejercer coerción y temor sobre la población, a través del efecto multiplicador de los medios modernos de comunicación masivos. En consecuencia, la comunidad se ve coaccionada a actuar de acuerdo con los deseos de los terroristas.
Desde otro ámbito, el terror de Estado o terrorismo de Estado es aquel ejercido por un Estado contra sus propios súbditos o comunidades conquistadas. Este es un sistema impuesto por los gobiernos de fuerza a fin de de mantenerse en el poder, para neutralizar por diversos medios violentos, a los focos de resistencia que se le oponen.

 


Colaboración: Coronel Pedro López.


 

PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 15, 2017


 

Terratenientes latinoamericanos del siglo XX.

Share

 

 

 Escribe Juan Manuel Otero.

 

La vergonzosa prueba de incapacidad política demostrada por algunos legisladores vernáculos quedará en la historia de las grandes infamias argentinas.
Vociferan un socialismo y/o comunismo de cotillón, auto-definiéndose como humildes justicieros que no trepidan en correr en favor de los desposeídos y blandiendo al mismo tiempo su lanza y escudo para enfrentar a las “empresas despiadadas que explotan al ciudadano”.
Pero llegado el momento – su gran oportunidad – de hacer justicia, olvidaron sus proclamas idealistas y sin ponerse  colorados, en absoluto silencio, carentes de argumentos, cubrieron con un manto de inmunidad al mayor corrupto de la historia patria, al gestor y gerente de la banda de ladrones que se aposentó en la República para robar y llegar, en apenas poco más de una década, a convertirse en el grupo de multimillonarios criminales saqueadores del erario que más daño causó, justamente, a las clases humildes… el vergonzoso aumento de la pobreza, de las villas de emergencia, de la desocupación, del cierre de empresas, del retiro de inversiones, de la crisis fabril y agro ganadera, entre otras, son el sello que identifica al régimen kirchnerista, sin olvidar que viuda e hijos de NK y sus funcionarios de confianza son incapaces de justificar las obscenas fortunas acumuladas mediante exacciones al erario y demás defraudaciones.
Cumplida la orden, logrado el objetivo de evitar consecuencias al ladrón mayor del reino, con la cabeza gacha y en silencio, abandonaron el recinto…
Los ciudadanos habíamos abrigado esperanzas cuando un fiscal, con pruebas contundentes, pidió  el desafuero y la prisión para el Arq. De Vido, pero surgió de las sombras un juez berreta y corrupto, quien sin fundar su fallo rechazó el requerimiento. Y cuando la salud de la República quedó en manos del Congreso de la Nación…. Ahí estuvieron “los representantes de los humildes” para cubrir al ladrón e impedir que se haga justicia.
Resultó patética la actitud de estos representantes del socialismo latinoamericano, admiradores de los regímenes Castrista y Chavista, países donde no hace falta detallar la crisis que sufren los más humildes, mientras que el extinto Arcángel revolucionario Fidel Castro llegó a ser más rico que muchos reyes y con una fortuna similar a la de algunos sultanes, ocupando el séptimo lugar entre los mandatarios más acaudalados del mundo y la hija del difunto revolucionario socialista bolivariano Hugo Chávez, es la mujer más rica de Venezuela con más de 4.000 millones de dólares desparramados en cuentas de Andorra y…. Estados Unidos!!! (¿Guarda sus “ahorros” en el Imperio del mal? ¿Qué diría su padre si lo supiese?).
Ignoro si, como algunos aseguran, luego de octubre cambiarán las proporciones y mayorías en el Congreso impidiendo un nuevo “salvataje” de De Vido, de todo corazón deseo que así fuere y poder finalmente llevar a prisión a tantos ladrones de las ilusiones y esperanzas de los argentinos… y que devuelvan lo robado.
Finalmente a todas estas mascaritas que se disfrazan de “socialistas” les recomiendo que vayan dejando de lado su hipócrita conducta y se dediquen a cumplir con la honrosa – aunque inmerecida – misión que sus votantes les han encomendado.

 

Juan Manuel Otero

juanm.otero@usal.edu.ar

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Julio 30, 2017


 

OBAMA no es FIDEL

Share

 

Como vimos y vivimos las visitas de Obama y Fidel.

 

 Mauricio Ortín.

 

Entre los récords que puede exhibir Fidel Castro, sin duda se destaca el haber presidido la dictadura más prolongada del continente americano (desde 1959 hasta 2011). Cincuenta y dos años de tiranía absoluta hasta que se le dio la gana de transferir el poder a su hermano. Toda una hazaña y que, dicho sea de paso, el Guinness todavía no lo ha registrado. Y no es que al comandante Castro le hayan faltado competidores de primer nivel en este lado del mundo; pero los 35 años de Stroessner, los 31 de Trujillo; los 17 de Pinochet o los 5 de Videla están muy lejos de semejante marca. Tampoco le hacen mella los 12 años de Hitler; los 21 de Mussolini y los 30 de Stalin o los 27 de Mao. Hay que hacer un esfuerzo remontarse al Antiguo Egipto o al Viejo Testamento para encontrar, por ahí, algún faraón o patriarca que siquiera lo emparde. Fidel fue, lo que se dice “un fenómeno” de dictador; porque, más allá de que los astros nos sean favorables, hay que tener vocación, tesón y oficio para construir y, luego, mantener tiranía de semejante calibre (¡otra que El Príncipe de Maquiavelo!) Toda esa obra le fue reconocida cabalmente cuando en mayo del 2003 visitó la Argentina. En dicha oportunidad, el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, le entregó una medalla de reconocimiento de la ciudad de Buenos Aires tras elogiarlo como “uno de los hombres más respetados en el mundo que tendrá siempre el reconocimiento de la Argentina”. Más tarde, nada menos que en la Facultad de Derecho, el máximo violador de los derechos humanos en Cuba se dirigió a los miles de argentinos que lo vivaban y aplaudían enfervorizados. Allí se dieron cita todos y todas. Bonafini, Carlotto, Pérez Esquivel, Aliverti, Víctor Hugo, Maradona, D’Elía, La Gata Flora, Conti, Scioli, Zaffaroni, Sabatella y demás para solazarse con su frondosa verba antiyanqui. Su discurso recibió el halago de casi toda la prensa. Lo que es razonoble, no todos los días se recibe la visita de un tipo que en su país ha eliminado de libertad de expresión acabadamente. Cristina y Néstor, nobleza obliga, lo homenajearon con el respeto, la admiración y hasta la sana envidia propia del discípulo que reverencia al maestro. La visita fue una fiesta y un acontecimiento histórico que bien podría incluirse en las efemérides nacionales. Se lo merece, tanto mérito hicieron él y el “Che” para enviar a la muerte a tantos jóvenes y que hoy son “héroes”. Eso sí a nadie de sus fans argentinos (periodistas y políticos) se le ocurrió pedirle cuentas por enviar guerrilleros cubanos a derrocar el gobierno de Arturo Ilia o por devolver el dinero de los secuestros extorsivos que los Montoneros le depositaban en Cuba.
Al que sí le exigirán se comporte como se debe es a ese descendiente de esclavos que hizo presidente el “cochino” capitalismo y su fraudulenta democracia. Ya Pérez Esquivel le advirtió que sólo será bien recibido sí reconoce públicamente que los yanquis son la escoria del planeta. Carlotto, bajo amenaza de ser escrachado in situ, le sugirió que no visite la ESMA. Está claro que Barack Obama no es bienvenido en este país. Es que no es Fidel, él sí que tiene carisma. Tanto que, en la isla donde bajo su gobierno la iglesia católica ha sido perseguida sistemáticamente, en lugar de un reproche le sacó una sonrisa al Papa.

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 21, 2017


 

Sobreviviendo en la Tierra de Nadie

Share

 

 

Atrapados en el ojo del huracán de la corrupción, la culpa no es de los venezolanos, sino de quien no les da de comer.

[ezcol_2third]

Nadie esperaba que el hambre les golpeara tan de cerca. Cuando en el pasado he observado fotos de lugares tan remotos y que ya no están como Zaire, Yugoslavia, Unión Soviética o Biafra, en los cuales niños morían de hambre acechados por los buitres bajo el despiadado sol de África, las largas filas bajo la nieve en las llanuras siberianas o recostándose contra las crueles paredes de los edificios de Moscú aguardando por papel sanitario, veía la cara de resignación en esos seres humanos. En Venezuela es desesperación a pocos pasos del abismo de la barbarie.
Hugo Chávez -antes de pasar a ser el hermano menor de Fidel Castro- se jactaba de que “Venezuela no es Cuba”, y como los borrachos, dando un pronóstico deportivo, predecía: “Eso nunca podría suceder aquí; El hambre no es algo que venezolanos soportaremos “. Venezuela ha entrado en su propio Periodo Cero – Los ciudadanos no encuentran comida, la violencia asola las calles, los hospitales no tienen equipos ni medicinas, el gobierno ofrece tiranía sin esperanza. Sin embargo, estas palabras suenan de otras bocas. Curiosamente se escucha el mismo latiguillo con diferentes acentos. Brasil no es Venezuela, excepto que casi lo fue. España no es Brasil -excepto que muy bien podría ser-.
En las noches de ensueño, todo el mundo en Venezuela hablaba de política, de costosas comidas, del whisky de etiqueta negra y la cerveza de etiqueta congelada. Pero el eterno debate hacía estragos: la revolución, la democracia popular y la democracia inclusiva. Conspiraciones, la planificación del mañana y el acecho del imperio; Lo único que la gente habla en estos días es de la comida.
Entonces la gente que usted conoce comienza a hablar del hambre que su familia sufre en ese país. Lo que sienten, lo que desean sentir. Lo que desean paladear. La estrategia para no llorar ante los gritos de hambre de sus pequeños. Encontrar una fruta en el basurero y decidir si no está lo suficientemente podrida para arriesgarse y alimentarse.  Todo es un desafío. Leche, pañales, huevos, carne. Productos que existieron y ya casi no se los recuerda.
La verdadera pobreza no tiene nada que ver con el dinero.
Los profesores de Harvard que aún enseñan el marxismo, aunque hoy lo llaman socialismo; los habitantes de Hollywood que aman hablar sobre redistribución; los políticos de izquierda, proletarios verbales. Ellos no nos dicen qué hacer cuando todo el dinero en el universo no es destinado a comprar una miga de pan. Cuando la Cruz Roja recaudó millones de dólares para construir casas en Haití, solo edificó seis. Cuando el Papa Francisco donó dinero 98.636 Euros para los habitantes de Aleppo, no solucionó nada. Cuando la madre Teresa aceptó millones de dólares de Charles Keating (*), no curó a nadie en la Casa de los Moribundos. Vemos estas desgracias y solo se puede utilizar esa palabra: Desgracia. Una gran desgracia. De todos modos, lo que sucede en Venezuela es una desgracia causada por un grupo de desgraciados. Sin Chávez, Maduro y su ballet se aferran al Palacio de Miraflores porque -como todo político- otra cosa no saben hacer. Ni siquiera poseen el talento para disimular con explicaciones el paradero de los 11 mil millones de dólares en venta de petróleo faltantes en el lapso marzo 2014-enero 2016. Tampoco esta gestión es buena en matemáticas. Desde ese fatídico abril, Venezuela tiene casi 17 mil millones de dólares en deuda, con reservas por menos de 10 mil millones. Estas reservas son -en su mayor parte- en oro, barras que están volando hacia Suiza para cubrir las obligaciones de deuda. Los pozos petrolíferos están dejando de funcionar y China -como la Unión Soviética hizo con Cuba- un día dejó de enviar esos dinerillos para sacar a los forajidos caribeños del apuro. Esos préstamos ya no llegan ya que son considerados de alto riesgo.
Con Maduro y su organización delictiva en el poder, se están observando en las calles escenas del Viejo Oeste.

 

(*) En enero de 1993, un jurado federal declaró culpable a Keating de 73 cargos de fraude en el caso de la empresa Lincoln y su compañía matriz, American Continental Corp. Keating fue sentenciado a 12 años y siete meses de prisión, pero sirvió apenas 50 meses antes de que la condena fuera revocada por un tecnicismo. En 1999, a los 75 años, se declaró culpable de cuatro cargos de fraude. Fue sentenciado, pero beneficiado por tiempo servido. El colapso de Lincoln costó a los contribuyentes 3.400 millones de dólares, y los inversores perdieron unos 285 millones de dólares en bonos de alto riesgo. La mayoría de los estafados eran jubilados que habían puesto en la firma sus únicos ahorros, que nunca recuperaron.

[/ezcol_2third]

[ezcol_1third_end]

[/ezcol_1third_end]


PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 18, 2017


Bárbaros en Nuestras Puertas

Share

Escribe Fabian Kussman.

 

Los Servidores Públicos secuestran el derecho a la palabra o como castrarla.

 

[five_sixth padding=”0 20px 0 20px”]

El problema de la libertad de expresión suele estar mal proferido. No hay solo un derecho de la persona a hablar, sino un derecho de los demás a escuchar. Esto debe ser interpretado con cuidado. No soy comunista, pero no por ello me privé de la satisfacción de leer El Capital de Marx, El Manifiesto Comunista del mismo autor y Engels o biografías tendenciosas u objetivas de Castro o Mao. Mi libertad sin prejuicios de escuchar Yo tengo un sueño, pronunciado por el reverendo King o El Primer Discurso de Hitler como Canciller, chaplinescamente interpretado en febrero de 1933. Luego si, discutiremos admiración o monstruosidades.

Cuando comienzan las prohibiciones el resultado es importante. Cambia la historia privada de los ciudadanos. De hecho, tomemos el ejemplo de cuándo los gobiernos censuran los medios de comunicación. Es un temor de los políticos. No es lo que los periodistas escriben sino lo que los lectores leen. En Camboya, por ejemplo, los periódicos de habla inglesa tienen carta blanca y pueden escribir prácticamente lo que quieren sobre el gobierno y la política porque, según las estimaciones de los mandatarios, pocos camboyanos leen estas publicaciones. La prensa de lengua khmer no goza de tal libertad. Esa libertad que deberíamos -equivocados o no- tener todos. La libertad para dudar la existencia del Rey David sin ser acusado de blasfemo, la rebeldía de descreer que Mohamed ascendió a los cielos en un caballo alado sin que un musulmán ponga precio a mi cabeza, la autonomía para pensar que Lee Harvey Oswald actuó solo, el albedrío de exponer que no hubo treinta mil desaparecidos en Argentina.

Salman Rushdie tiene dos frases maravillosas. Una señala que Uno de los problemas con defender la libertad de expresión es que a menudo tienes que defender personas que opinas son indignantes, desagradables y repugnantes. Es decir, sin estar de acuerdo, debemos respetar los pensamientos de Cecilia Moreau o Nilda Garré, impulsoras de cortar -precisamente- la libertad de expresión. Sin ser un contrasentido, es desfilar en un laberinto falto de oxígeno. El segundo de sus enunciados nos da más aire: “La libertad de expresión es un bien escaso. Sería terrible dejar a los fanáticos marcar los límites”. Es decir, la autorización para atacar malas ideas.

Cuando Garré o Moreau prohíben un pensamiento distinto a sus conveniencias, afectan a la sociedad toda. Allí comienzan los problemas y se divisan sus consecuencias. El ciudadano está siendo castigado por tener una mente propia. John Stuart Mills en su excelente trabajo Sobre la Libertad, subrayaba la imperiosa urgencia de que la sociedad respetara la libertad de expresión ya que ello permite tomar conciencia y un concomitante comportamiento de sus integrantes con el fin de entender la verdad, la opinión sobre la verdad y el sano debate.

Los ciudadanos de Corea del Norte viven en el territorio más censurado del planeta. No hay periodismo independiente, internet ha sido bloqueada y las repetidoras de televisión extranjeras no tienen espacio allí. El gobierno de Kim Jong-un tiene el control de la información y su propaganda tiene ejemplos tales como documentales que muestran la existencia en Occidente setenta años atrás como si fuera actual, para pregonar un retraso u ocaso de su sistema de vida. BurmaTurkmenistán, Guinea Ecuatorial y Libia respiran el mismo clima de opresión. Eritrea, Cuba, Uzbekistán, Venezuela, Siria y Bielorrusia -como observará, todos países súper desarrollados–  sufren estos sistemas asfixiantes. Todo comenzó con una prohibición como las que proponen las legisladoras Moreau y Garré, apoyadas por algunos jueces federales, quienes deberían ser los primeros en defendernos de estas imposiciones totalitarias. La gente en estos países mencionados está prácticamente aislada del resto del mundo por gobernantes autoritarios que acosan a quienes consideran sus súbditos y mantienen un control sobre ellos a través del miedo, la intimidación y claro, leyes restrictivas.

Ahora, si esto es lo que la sociedad quiere, podemos mirar a esa amada Cuba. La Constitución cubana otorga al Partido Comunista el derecho de controlar la prensa; Reconoce “la libertad de expresión y la prensa de acuerdo con los objetivos de la sociedad socialista”. El gobierno posee y controla todos los medios de comunicación y restringe el acceso a Internet. Se transmiten cuatro canales de televisión, dos agencias de noticias, decenas de estaciones de radio, al menos cuatro sitios web de noticias y tres periódicos principales que representan las opiniones del Partido Comunista y otras organizaciones de masas controladas por el gobierno. Los medios de comunicación operan bajo el ojo celoso del Departamento de Orientación Revolucionaria del Partido Comunista, que desarrolla y coordina estrategias de propaganda. Cuba sigue siendo uno de los principales carceleros mundiales de periodistas, después de China, con reporteros independientes tras las rejas. Aquellos que tratan de trabajar como periodistas independientes son acosados, detenidos, amenazados con procesamiento o encarcelamiento, o se les prohíbe viajar. Un pequeño número de corresponsales extranjeros informan desde y sobre La Habana, pero los cubanos no ven sus informes. Informes que no vemos nosotros, ya que el gobierno, a través del extraño agente Claudio Avruj -quién se adjudica saber qué es lo mejor para el pueblo- esconde importantes datos sobre las personas beneficiadas por retribuciones económicas a familiares de desaparecidos durante el último gobierno de facto. ¿Por qué no se puede hablar de esto? Y aquí retomamos la discrepancia sobre el número de víctimas. Usted dirá que treinta mil es un símbolo. Yo diré que es una herramienta para seguir arrestando y enjuiciando gente gracias a esos veintidós mil o más amigos imaginarios cuyos nombres sin familiares, ni amistades, son desconocidos. ¿Por qué Garré y Moreau quieren imponer estas restricciones? Porque el miedo domina a los pueblos, estos -que en China o Cuba- deben profesar su pasión por el comunismo, mientras sus dirigentes -como Garré o Moreau- viven rodeados de toda clase de privilegios.  

 

[/five_sixth]

Nilda Garré y la libertad de castración.


Fabian Kussman

PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 14, 2017


Prisionero En Argentina dialogando con Dean Dexter, Periodista y Secretario de Estado de New Hampshire, sobre la Argentina de los años setenta

Share

 

 

Dean Dexter, un hombre profesional y afectivamente ligado al fallecido ex Embajador en Argentina Robert Charles Hill, conoce la trágica historia de nuestro país y de Latinoamérica en los años setenta. En sus funciones de periodista y servidor público domina dos lados importantes de estos sucesos. El señor Dexter, ahora en su cargo en la Secretaría de Estado de New Hampshire tuvo la amabilidad de dialogar con PrisioneroEnArgentina.com y compartir sus observaciones y sapiencias.

 

 

PrisioneroEnArgentina.com: Señor Dexter, por un tiempo prolongado he tenido la aspiración de conversar con usted ya que sé que ha tenido experiencias con la Argentina de los años setentas.

Dean Dexter: Bueno, sí. Primero de todo… Fabian Kussman, tu nombre me suena muy familiar…

PrisioneroEnArgentina.com: En realidad he escrito algunos artículos. Claro, no tan buenos como los que usted ha redactado. Digo ha, ya que ahora usted se ha dedicado a la política.

Dean Dexter: Soy un periodista, y he trabajado para Robert C. Hill, y le he visitado en Argentina cuando él era embajador allí. Yo era muy cercano a su hijo, Graham Hill, quien falleció hace dos años, en septiembre. Actualmente en mi puesto de Asistente de la Secretaría de Estado en New Hampshire.

PrisioneroEnArgentina.com: Usted escribió una serie de artículos sobre Argentina en esos tumultuosos años. ¿Por qué Argentina? Entonces era un territorio muy peligroso.

Dean Dexter: Si, lo era. Pero cuando estuve allí, no lo hice en mi capacidad de periodista. Más lo hice como visitante. Como amigo y como asistente del Embajador Hill. No estaba destacado allí.

PrisioneroEnArgentina.com: El embajador Hill mencionó, en un reportaje de 1978, lo peligroso que era ser funcionario o empresario americano en Argentina.

Dean Dexter: Si. El embajador Hill era muy cercano al presidente Nixon. El conoció a Richard Nixon cuando Nixon era el vicepresidente de Eisenhower. Bajo la administración de este último fue (Hill) embajador en Costa Rica, El Salvador y México. Pero cuando estaba prestando servicios en Argentina, tuvo que tener mucho personal de seguridad. Más que en cualquier otro destino. Cuando viajé a visitarle en diciembre de 1975, le aguardé en su residencia ya que el Embajador estaba en una reunión. Cuando él retornó, me relató que apenas pudo escapar con su auto de un atentado con una bomba en las calles de Buenos Aires. Salvó su vida gracias a su auto acorazado y a que poseía un muy bien entrenado cuerpo de seguridad. Entre estos últimos, guardaespaldas, marines y más guardaespaldas que el gobierno argentino le proporcionaba. En otra oportunidad, nos encontrábamos en la residencia del Embajador a finales de 1975 y hubo un intento de golpe de estado, fallido. Sin embargo, no apreciamos ninguna manifestación de la gente contra este evento.

PrisioneroEnArgentina.com: Luego vino el golpe de estado efectivo. Usted escribió sobre esto. ¿Cuándo se enteraron que se produciría?

Dean Dexter: Nos encontrábamos allí. Nos enteramos en el mismo momento que se produjo. Diferentes agencias nos avisaban.

PrisioneroEnArgentina.com: ¿Usted tiene conocimiento de cierta disputa entre el Embajador Hill y el Secretario de Estado Henry Kissinger?

Dean Dexter: Yo sé de alguna disputa. El Embajador Hill estaba muy preocupado con lo que sucedía en la guerra entre militares y terroristas. Él había estado aconsejando al gobierno que deberían moderarse. El problema fue que el Canciller Guzzetti, cuando este se entrevistaba con Kissinger, Kissinger le informaba lo contrario a lo que Hill pensaba. Había un elemento allí… de discrepancia. El Embajador Hill estaba preocupado por ciertas violaciones a los derechos humanos y por el terrorismo reinante.

PrisioneroEnArgentina.com: ¿Cuáles eran estas preocupaciones?

Dean Dexter: El Embajador Hill estaba muy preocupado. Algo emocionante es que firmó un documento en el cual decía que, en caso de ser secuestrado por organizaciones terroristas, no se pagara ningún rescate por su persona.

PrisioneroEnArgentina.com: Esto hubiera sentado un precedente.

Dean Dexter: Claro. No sé si estas al tanto de esto, pero algo muy interesante del Embajador Robert C. Hill es que él era un conservador. Él era anti comunista, y lo fue durante la Guerra Fría. Pero esta ideología no lo trababa para corregir errores. El Embajador sostenía un legado al comienzo y al final de su vida. En el comienzo, él fue uno de los primeros -en su desempeño como representante en México- que vio a Castro como comunista y como un tirano. Un visionario que detectó esto antes del golpe a Batista. Hill era amigo íntimo de Spruille Braden -fugaz embajador en Argentina en los ‘40-. Braden fue Embajador en Cuba y fue muy controversial en Argentina. Perón solicitó que Braden sea removido de su posición en Argentina. Le donó mucha información a Hill. Este último era Embajador en España cuando Perón estaba exiliado allí. Es por ello que tenía mucho conocimiento de la situación en Argentina. Y de Sudamérica, donde había mucha actividad terrorista.

PrisioneroEnArgentina.com: ¿El Embajador Hill informaba al presidente y además al Congreso de toda actividad terrorista?

Dean Dexter: Hill no solo servía como Embajador, sino que además era de asistencia en relaciones con el Congreso. Tenía muchas relaciones con senadores americanos. Era muy conocido (Hill) en Washington y no temía hablar de temas que podrían estar en conflicto con la opinión de pesos pesados, alguien como Kissinger. Por ejemplo, en 1959 cuando la revolución en Cuba, Hill enviaba cables a sus superiores en Washington. Principalmente a Milton Eisenhower -quien era hermano del presidente Ike Eisenhower-. Esa información decía que Castro era ya un comunista, mientras el New York Times le celebraba como el salvador de la nación (cubana). No hay que escapar a la realidad de que Batista era un dictador y que estaba muy ligado en negocios turbios con la mafia americana. No son situaciones placenteras, pero en los tiempos de la Guerra Fría, cuando la Unión Soviética se desplegaba a través de toda Latinoamérica, Hill era uno de los pocos embajadores, jóvenes embajadores, que advertían sobre esta amenaza.

 

Continuará.

Fotos: Archivo personal de Dean Dexter.

 


Fabian Kussman

PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 8, 2017


 

HUBER MATOS, EL COMANDANTE DE LA LIBERTAD

Share

 

espanadero-carlos Escribe Carlos Españadero.

 

Este fin de semana estuve escuchando y viendo varios videos de Matos, y lei un discurso de Fidel Castro, por la segunda matos4renuncia de de Matos como comandante de regimiento de Canegüey. También sobre Camilo Cienfuegos. Algunas conclusiones intuitivas:

1. Se habla mucho y desfavorablemente de los exiliados cubanos en EEUU. Creo que son opiniones equivocadas tendenciosas o fruto de mala información. Sabemos por experiencia que el marxismo ha sido hábil para “colgar gallinas implacablemente a sus enemigos”.  En esta oportunidad hice algunas reflexiones: ¿quienes podrían haberse transformados en exiliados? En Cuba, en 1959 no había “capitalistas cubanos”. Los capitalistas eran norteamericanos, y meramente retornaron a su país. Quedan los latifundistas. La mayoría eran norteamericanos, pero posiblemente todos los latifundistas cubanos terminaron exiliándose. No creo que sea un número importante. Es seguro, que los liberales cubanos de viejo cuño sí deben ser bastantes. Los anticomunistas, deben ser la mayoria, supongo clase media y alta.(dejando claro que la mayoría de los anticomunistas no tienen idea de haber leído a Marx, y ser así como las “señoras gordas”. Una lástima porque si lo hubieran estudiado tendrían fundamentos serios para ser anti marxistas. Y creo que todos deben tener de común el rechazo al tirano Batista. Pero también está el cáncer de los Batistienses (inmorales, corruptos, mafiosos, etc. etc)

2. El caso de Hubert Matos lo ubico como un hombres de campo, que no fue latifundista, fue liberal clásico y muy nacionalista (en el sentido correcto). Con una educación respaldada por una familia honesta y correcta. Fue un maestro vocacional. Su incorporación a las fuerzas de Castro fue en Sierra Maestra, y se destacó en la lucha, al extremo de ser proyectado por Castro en la carrera militar. Llegó al grado máximo del ejército rebelde: comandante. Castro ya en el poder;  lo respetaba y lo envió a cargo de Camegüey.

3. La rebelión de Matos, visceralmente anticomunista fue leal. Salió a denunciar públicamente la inclinación del regimen al matos2comunismo. Lo normal en esa época, que Raúl Castro y Ernesto Guevara, que poseían los instrumentos de coerción lo habrían fusilado. Pero Castro no se dejó esta vez manejar, y decidió ponerlo en prisión. Su excusa es que no queria hacerlo un martir, lo que implícitamente era reconocer el prestigio de Matos por lo menos en Camegüey. A la vez, sabía que Camilo Cienfuegos, también firme anticomunista era amigo de Matos, y en pensamiento coincidian. Y Cienfuegos en personalidad política era el segundo por su ascendencia en Cuba. Castro lo envió para detenerlo a Matos. Pensó que éste se sublevaria y podría haber matado a Cienfuegos. Pero fracasó, porque Matos recibió pacíficamente a Cienfuegos y se entregó sin resistencia. Cienfuegos tenia orden de llevarlo a Cuba, donde especialmente Guevara hubiera presionado a Castro para fusilar a Matos. Entonces Cienfuegos lo detiene pero lo deja en Camegüey y vuelve sólo a La Habana. “Casualmente” Cienfuegos es asesinado, dado que un avión de combate, lo ataca en vuelo y lo derriba. Es curioso que tanto el piloto del avión atacante, como quienes lo despacharon “desaparecieron” al mejor estilo nuestro. No aparecieron mas. Tampoco Cienfuegos.

Ante de esto, cuando Cienfuegos detiene a Matos, Castro viaja a Camegüey y va al estado mayor que era de Matos, resaltando su rebeldía. Luego convoca a la población en la plaza y pronuncia un discurso larguísimo (está completo en Internet) donde ataca implacablemente a Matos.

Pero lo llamativo, es que Castro no le toca un pelo. Lo hace juzgar al estilo kichnerista y condenado a 20 años que se los hace cumplir hasta el último día.

 


Carlos Españadero

PrisioneroEnArgentina.com

Enero 24, 2017


 

LOS PERPETUANTES

Share

 

Escribe Luis Bardín.

 

 

LOS PERPETUANTES

 

 

Como émulos del cubano

parece siguen los pasos

de Raúl y Fidel Castro.

Dueños del único feudo

peronista que ha zafado

de no hundir a su provincia

en el hambre y el atraso,

mucha gula de poder

alienta a estos dos hermanos.

Gobernaron la provincia

casi treinta y cinco años.

 

A salvavidas de plomo

parece se han aferrado.

Se retratan con Moreno,

visitan a la Milagro.

Se unen a los ka duros

para seguir gobernando

después que los repudiaron

durante más de 10 años.

 

¿Tendrán en mente escindirse

cual catalanes y vascos

y librar a su provincia

del porteño liderazgo

convirtiéndola en país

de estilo Mediterraneo?

 

Luis Bardín.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Enero 4, 2017


 

Sueño Zurdo

Share

 

Escribe Luis Bardín.

 

 

 

SUEÑO ZURDO

 

Los sueños bolivarianos,

cual fugaz experimento,

en el olvido cayeron

junto al de nietos e hijos

de asesinos montoneros.

 Los del Foro de San Pablo

de a uno se fueron yendo.

Cristina se fue a su casa,

Néstor y Chávez murieron,

la Dilma desalojada

fue tan chorra como ellos.

Lula está en la cuerda floja,

Maduro sin  pajarito,

los sueños ultra zurdacas

ya no tienen más sustentos.

 

Evo, el último bastión,

a una nueva reelección

le ha dicho que no su pueblo

El que la está disfrutando

y lo hace ¿desde el cielo?

es en Cuba don Fidel:

se avivó en transar primero.

El Obama no es tan malo.

No es mal muchacho este negro.

 

Del Che y la bolivariana

tan solo quedó el recuerdo.

 

Pero hay que seguir alerta

en nuestro argentino suelo.

Los zurditos se disfrazan

de molestos piqueteros.

Parece quieren volver

y el fin justifica medios.

 

Luis Bardín.

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Enero 1, 2017


 

La Subversión. Cae un avión…Era la hora…

Share

 

lobo-aragon-ups Por Jorge Lobo Aragón.

 

Hubo una guerra subversiva. La nación corrió el peligro de ser tomados por grupos armados capaces de organizarse y emprender acciones conjuntas de profundo alcance. A esta organización no la demostraron en los secuestros que les aportaban gruesas sumas con las que con holgura cubrían sus cuantiosos gastos, pues las técnicas empleadas eran comunes a las de las bandas simplemente delictivas. Demostraron su capacidad militar en los asaltos a los diversos cuarteles y, sobre todo, en su ocupación de las serranías tucumanas. La subversión emplea distintas tácticas. La más generalizada es la subv1gramsciana, basada en copamiento de las conciencias mediante el adecuado empleo de técnicas aportada por la psicología freudiana. Otra era la lucha urbana, para la que se necesita el apoyo de fuertes sindicatos adoctrinados. Y otra la guerrilla rural, con la que Fidel Castro obtuvo el triunfo en Cuba y con la que Ernesto Guevara fracasó en Bolivia a pesar de su dedicación, tal vez coraje y experiencia. Para la guerrilla rural la subversión halló un magnifico escenario en los cerros tucumanos. La espesura de la vegetación permite que un grupo de carpas de campaña quede perfectamente oculto. Se dispone en todas partes de agua para beber sin necesidad de salir a lugares poblados. Pueden caminarse largas distancias sin dejar rastros, aprovechando los subv2arroyitos. En lugares apropiados, desde un árbol elevado se observa al enemigo sin ser visto. Sin duda durante el gobierno de Isabelita Martínez la subversión se fortificó. El cuerpo de Ejército con asiento en Córdoba y jurisdicción sobre Tucumán decidió hacer una inspección aérea, y allá fueron en un avión bimotor. Su jefe, General Enrique Salgado, el jefe de una brigada de infantería, General Ricardo Muñoz, con varios oficiales. Trece en total. En Tucumán lo levantaron al jefe de policía, mayor Roberto Biscardi y, por falta de espacio, lo dejaron al Teniente Coronel González Navarro que gracias a esa circunstancia salvaría su vida. Así el avión fue derribado por los subversivos el domingo 5 de enero de 1975 a las diez de la mañana mientras inspeccionaban esos bosques. Cayó en la selva, cerca de la angostura, a un kilómetro y medio del camino que iba a tafi del valle. Para no alarmar a la población se habló de un accidental choque con el cerro viajando a salta. A la ceremonia de recibir los ataúdes acudió la Isabelita. El comandante del ejército, general Leandro Amaya, dijo: El ejército se pone de pie, presenta armas. Era la hora. Hoy recorriendo la ruta a mi Tafí del Valle puedo apreciar con nostalgia y contrariedad un lugar dejado, casi abandonado. Una parcela como los paisanos del lugar levantan sus santuarios al gauchito Gil o a la difunta Correa. Se llama el Apeadero General Muñoz. Terreno que sirve de homenaje a aquellos militares. Con enorme tristeza me viene a la mente el concepto general de que los ciudadanos son iguales. Bien vale la pena modificarlo separando dos clases. El ciudadano común y los Héroes de guerra. Los que han jugado su vida por la patria y se merecen todos los honores, todos los privilegios, todas las atenciones, todas las desigualdades a su favor. Oficiales y soldados que cumpliendo con su deber defendiendo a su patria la han perdido la vida por protegerla. La expusieron ante el enemigo. Su distinciones, es una obligación nacida de la más elemental decencia. Seríamos unos canallas despreciables regateando esa consideración. Honrar a los que nos defendieron es la mínima política de conservación y de defensa.

 

Dr. Jorge B. Lobo Aragón

Jorgeloboaragon@gmail.com

 



PrisioneroEnArgentina.com

Diciembre 11, 2016



 

Como Khruschev

Share

 

Por José Adán Burnik en cartas de lectores de La Nación.

 

Como Khruschev

 

Se debe cambiar la mentira por la verdad. Por eso, y salvando las diferencias, ¿tendremos algún día a alguien que imite a Nikita Khruschev y que derrumbe el culto al Che, a Fidel Castro, a Santucho, a Firmenich, etc.? Sería bueno para salir de la perversión de la historia que algún político de peso vinculado oportunamente con la ideología revolucionaria asuma la verdad sobre el error de sus ídolos.

Sabemos que Khruschev cuestionó a Stalin simplemente manifestando la verdad de sus acciones, acciones que generaron mucho daño a su país. En la Argentina se han generado una serie de mentiras sobre nuestra historia, lo cual genera confusión a la juventud, y que haya presos políticos que en su momento recibieron el agradecimiento de los ciudadanos comunes y corrientes que por fin podían ir a trabajar sin arriesgar sus vidas.

 

José Adán Burnik

 


PrisioneroEnArgentina.com

Diciembre 5, 2016


 

Fallaci vs. Castro: Doce rounds que nunca se produjeron

Share

 

“No soy socialista. Lo he sido. Si usted realmente hubiera leído mis artículos y mi último libro, conocería mi desconfianza en los dogmas, y mi poca esperanza en que ni tan siquiera el socialismo pueda cambiar a los hombres”

(Oriana Fallaci, 1 de octubre de 1983, al saber que Fidel Castro no le concedería una entrevista.)

 

La gigante del papel se enfrentaría al gigante de papel en una entrevista seguramente volcánica. La italiana, que enfrentó a pesos pesados como Kissinger, Khomeini o Arafat y derrotándoles en su propio terreno, a locales como Neustad o Galtieri de quienes desnudó sus flaquezas o que no dudó en calificar de idiotas a los reyes de España, no pudo enfrentar al magnate cubano -una especie de Ali vs Stevenson- en lo que hubiera resultado, para mentes receptivas, revelador, esclarecedor.

Castro fue un buen orador, inteligente para contestar, hasta simpático para evitar preguntas que podían encadenar otras más comprometedoras y ningún periodista lo tuvo entre las cuerdas. Ni Barbara Walters (La entrevista de cinco horas se retransmitió en Cuba, usted haga las cuentas), ni Herbert Matthews (El periodista que casi lanzó a Castro como héroe romántico, en Sierra Madre en los años cincuenta), o Andrew St. George (Apenas pudo robarle alguna declaración homofóbica) lograron ganarle un asalto.

Oriana Fallaci -sin intentar ser un adivino- no le hubiera acercado interrogantes tipo” ¿Cómo ve a Cuba en un futuro sin Fidel? Tal vez eso consiguió que Castro evitara la contienda. El líder cubano se negó de manera terminante. No le concedería la audiencia ya que la periodista italiana era una contra-revolucionaria. “Nadie me había dicho que para entrevistar a Fidel Castro había que ser socialista, y creer que los países socialistas son el paraíso terrenal” -concluyó la florentina.

 

Carta a Fidel Castro

New York, 1ro de octubre 1983

Señor Presidente,

El miércoles 28 de septiembre su embajador a la Unesco, el doctor Alfredo Guevara -enviado por usted especialmente de Paris a Nueva York para entregarme su mensaje- me ha comunicado que la entrevista fijada para el mes de noviembre había sido cancelada. El motivo de esta decisión es increíble: «Dile a Oriana que he recibido por parte de una fuente de comprobada lealtad la información que, no muy lejos de Cuba, se expresó de manera irreverente a mi persona y que ha difundido declaraciones que denotan prejuicios acerca de la revolución y del socialismo». «En la Habana cinco testigos» agregó Guevara «pueden confirmar que el mismo “delito” fue cometido también en el territorio nacional.»

Este mensaje es un insulto a mi inteligencia y a mi dignidad. Su gesto es una traición, y más, una falta de respeto hacia mi persona que nunca le ha faltado consideración y a quien usted debe -y no solo por esta razón- mucho respeto.

Sin embargo, ya que soy una señora educada, voy a tratar de controlar la indignación que se apodera de mí. Y le responderé.

1) No sé cuál es, ni mucho menos me interesa, el nivel intelectual y cultural de los informantes de «comprobada lealtad» que me han puesto en mi nombre tan ridículas acusaciones dentro y fuera del territorio cubano. Además, que con Alfredo Guevara, Gabriel García Márquez y su círculo de amigos – personas inteligentes que nunca me hubiesen atribuido un comportamiento tan estúpido- en Cuba he tenido contacto solo con el embajador italiano y con esos que se encargaron de mis necesidades en los últimos días. En el aeropuerto se me unió un periodista argentino que tenía como tarea asistirme en caso de cualquier eventualidad.

2) El embajador italiano es un idiota que no sabe lo que dice, al igual que su terrible esposa y su inepto personal. Todos ellos que se ocuparon de mí en esos últimos días fueron extremadamente serviciales y sonrientes, pero – lo siento por usted – no parecían tener ni idea de quién era fallaci-oriana-1Oriana Fallaci, ni poder comprender sus ideas y mucho menos entender su idioma. Decían hablar inglés e italiano, pero me di cuenta que entendían muy poco de lo que decía y que de lo poco que entendían, perdían frecuentemente el hilo de la conversación… Y cuando se trata del periodista argentino, el italiano al igual que los otros lo hablaba muy mal. Y como si esto no fuese suficiente, malamente disimulaba una irritación hacia mí por lo que declaré en Buenos Aires acerca de los periodistas de su país. Me abstuve cuidadosamente de proporcionarle alguna oportunidad que pudiese ser utilizada para construir una inútil y mal ideada calumnia en mi contra.

No nací ayer. Sé bien que el escolta que me acompañaba ya sea alrededor de la ciudad o en el aeropuerto le reportaría cada uno de mis pasos, desde el nombre del perfume que uso al número de cigarros fumados. Aunque si no hubiese establecido con usted el acuerdo que pensaba haber establecido, no hubiese sido tan imbécil de cometer un error tan grotesco e infantil como ese que usted me atribuye.

3) Una vez fuera de Cuba mantuve el silencio acerca de su persona y el secreto de nuestro proyecto, tanto que ni los más sofisticados micrófonos de la CIA unidos con esos de la KGB hubiesen podido captar mi voz. He roto el silencio solo con tres personas: a) William Broyles Jr., director de «Newsweek», quien sería el primero en publicar mi entrevista con usted y quien quedó estupefacto al escuchar el entusiasmo con que describía nuestro futuro encuentro; b) nuestro ministro del interior, Giulio Andreotti, quien me había ayudado a renovar la solicitud para entrevistarlo; c) mi padre quien tiene ochenta años y que vive en las colinas de la Toscana junto a sus perros, sus gatos, sus gallinas y sus abejas. Excluyo la posibilidad de que William Broyles, Giulio Andreotti, mi padre, sus perros, gatos, gallinas o abejas puedan haber dicho lo que sus informantes de «comprobada lealtad» le han reportado.

En referencia a los «irreverentes juicios y prejuicios» de los que he sido acusada, esto es todo. Y no acepto ser llevada a juicio por chismes de la calle. Es más, no acepto ser llevada a juicio por nada ni por nadie.

4) No soy socialista. Lo era. Si usted en realidad hubiese leído mis artículos y mi último libro, conocería mi desconfianza hacia los dogmas de salvación, al igual que de mi descorazonada conclusión que ni el socialismo es capaz de cambiar a los hombres. (Y esto sí es un tema que me hubiese gustado discutir con usted, en vez de preguntarle – como lo ha hecho la televisión americana – «Quien duerme en su cama».)

castro-fidel-rolexPero nadie me había dicho que para entrevistar a Fidel Castro era necesario ser socialista y creer que los países socialistas son el paraíso terrenal. Los periodistas norteamericanos que usted recibe sin tiempo de espera de 7 años, sin ofenderlos con acusaciones mal enmarcadas, que no son más que pretextos muy bien calculados, sin protestar cuando reducen cuatro horas de entrevista a una pequeña página de extrapolaciones arbitrarias o quince minutos de superficialidad televisiva, no son socialistas. No van a Cuba para decir que el socialismo es el paraíso terrenal y que es capaz de cambiar a los hombres. Es más, son los peores reaccionarios que conozco.

Nadie puede decir lo mismo de mí. Sus informantes «de comprobada lealtad» hubiesen hecho mejor tarea tomando en cuenta la historia de mi vida; el afecto, la admiración y la credibilidad de la que gozo y que me rodea en todas partes del mundo; y lo que hago y continúo haciendo a favor de la libertad, a costo de mi tranquilidad y de mi seguridad personal.

5) Obviamente no creo que la razón por la cual usted haya retractado su palabra sea el motivo que me fue comunicado por parte de Alfredo Guevara. Si lo creyese, para empezar, estuviese insultando mi inteligencia. Y añado: puede ser que se haya tramado una conspiración en mi contra, pero dudo que usted sea el tipo de persona y el tipo de gobernante que se deje manipular por la mala fe de sus subordinados.

La verdad es que usted ha retractado su palabra; me ha traicionado porque se arrepintió. Y se arrepintió porque tuvo miedo de hablar conmigo de Fidel Castro y de los temas por los cuales lo consideraba un interlocutor ideal. (Y yo al igual era para usted la interlocutora ideal) En lugar de esto, usted ha previsto el riesgo que ciertos líderes ven en mí: la mujer incómoda, de pensamiento independiente, la escritora a quien no le impresiona el poder y que lo enfrenta sin miedo y sin timidez para permitir que su trabajo quede grabado en la historia. ¡Qué pena! Lo consideraba más audaz, más feroz. No hay nada que admire más que la valentía y cultivo siempre gran respeto por aquellos que no tienen miedo de lidiar conmigo.

6) Dos representantes del poder me han dado la espalda en este día: Augusto Pinochet y Fidel Castro. Pinochet ha cambiado de opinión, acusándome de ser una subversiva que vagaba por los entornos de Santiago sublevando al pueblo en contra del régimen. No fue exactamente de esa manera, pero los temores del chileno eran justificables… Puedo entender a Pinochet. No puedo decir lo mismo de Fidel Castro. No me halaga saber que le ha tenido miedo a Oriana Fallaci. Al contrario, me decepciona como hombre y como político. Y más como hombre que como político. Creía haber conocido a un hombre que no solo era jefe de estado o político. Pero ahora entiendo que conocí solo a uno de tantos jefes de estado. Y más, he conocido a un político que se ha atrevido a burlarse de mí. Escribiré todo en el próximo libro, explicando la razón por la que no aparece la entrevista con Castro. Y este triste capítulo será la amarga conclusión de mis estudios acerca del poder.

Se dará cuenta que el miércoles 28 de septiembre cometió un grave error: no solo se deshizo de una entrevista de primera calidad y de relieve histórico. No solo ha indignado a una persona que hubiese sido mucho más sabio no ofender e insultar. Como una piedra que cae pesadamente en un cuarto de cristal y que rompe todo lo que es precioso, usted ha destruido algo de mucho más valor.

Y por esta razón, no lo absolveré.

Oriana Fallaci.

 

El pequeño asunto con los Reyes de España
“No es sorprendente que (Juan Carlos y Sofía) se conviertan en rey y reina de España cuando muera el Asesino”, sigue explicando Oriana en una carta, refiriéndose al dictador español. Y añade: «Son sus protegidos. Desde pequeño, Juan Carlos vivió bajo la sombra de Franco y es su robot obediente”. En cuanto a Sofía, la describe así: “Es simplemente la hija de aquella reina de Grecia que estaba en la Juventud Hitleriana y que hizo encarcelar a 50.000 ciudadanos griegos”.

Fabian Kussman

PrisioneroEnArgentina.com

Noviembre 30, 2016


 

Ahora sera Dios quien lo juzgue

Share

 

 

Por Alejo Uribe.

 

Jamás imaginé que algún día podía llegar a coincidir plenamente y sin remordimiemtos con expresiones del magnate y futuro presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pero estas declaraciones respecto al fallecimiento del castro-fidel-blancononagenario líder cubano: “Hoy, el mundo marca la muerte de un brutal dictador que oprimió a su propio pueblo durante casi seis décadas. El legado de Fidel Castro es de escuadrones de fusilamiento, robo, sufrimiento inimaginable, pobreza y la negación de los derechos humanos fundamentales”, no solo me inspiran concordar, sino que también me tientan a agregar que fue un tirano fanático y despiadado que sembró la ponzonia del odio y la violencia extrema, la homofobia, la persecución religiosa y el antisemitismo, originando con sus apologías revolucionarias, verdaderos baños de sangre en casi toda la América Latina, y tal vez en algunos casos, hasta la nefasta semilla del narcotráfico.

Mis creencias cristianas me dictan que todas las almas tienen derecho a un juicio divino y al perdón de Dios. Ojalá que El Señor, en su infinita omnipotencia y sabiduría, le otorgue en el más allá, la paz que no promovió, ni disfrutó en la tierra.

Alejo Uribe

 

Odio y Sangre

Share

 

Por José Luis Milia. Carta de lectores del periódico La Nación.

 

Odio y sangre

Quizá con la sola excepción de Donald Trump, un coro hipócrita y doliente de dirigentes de naciones que sufrieron el terrorismo castrista ha manifestado que lamenta la muerte de Fidel Castro. Bien decía Borges en su sabiduría sin tiempo: “No hay cosa como la muerte para mejorar a la gente”.

La muerte -vista desde la doblez con que acostumbramos a manejarnos- le ha provisto un impúdico baño de decencia a aquel que hizo del martirio de su pueblo la razón de su soberbia y que desde su cómodo sitial en La Habana, lejos de las balas y de las bombas que ordenaba a sus sicarios disparar, inundó en odio y sangre a toda América latina. No importan ya ni sus ideas ni sus acciones, él ya fue. Quizás a partir de ahora el mundo sea un poco mejor.

José Luis Milia

El Comunista que necesitaba a los capitalistas ya que vivía como tal

Share

 

 

Fue en el año de los Marielitos, el crucero que dejó Puerto Mariel con destino a Miami, cuando Fidel Castro -desesperado por la situación financiera que a comienzos de 1980 azotaba a Cuba- entregó su confianza a un banquero del imperialismo que tanto odiaba. William “Bill” Rhodes, un ejecutivo del Citigroup fue su consejero estrella para asesorar al líder comunista en como planear una reestructuración de la pesada carga de la deuda que la isla tenía con bancos europeos y bancos canadienses.

La reunión pudo concertarse gracias al revolucionario Daniel Ortega, que conocía a Rhodes ya que este último era el representante de los bancos que negociaban la reestructuración de la deuda de Nicaragua.

Rhodes recuerda que Fidel Castro le deslizo algunas confesiones sorprendentes. El líder comunista lamentaba haber expulsado al Fondo Monetario Internacional en sus primeros días luego de la revolución. Astro sostenía que Cuba debería haber permanecido siendo miembro no solo del FMI, sino también en diálogos con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Reprochaba la decisión ya que “son instituciones que podrían haber ayudado a Cuba, ya saben, en nuestros problemas económicos”. Afirmó en ese entonces.

El FMI, con sede en Washington, ha sido durante mucho tiempo un ente controvertido y nunca más que nada recientemente debido a su implicación en la crisis financiera griega. Los actuales líderes de Grecia han criticado la institución y tratado de eliminar su participación en la economía griega.

Los seguidores de Cuba durante mucho tiempo pueden sentirse aún más sorprendidos por la otra revelación de Castro: que sentía que era un error colocar al guerrillero argentino Ernesto “Che” Guevara a cargo del banco central cubano.

Las palabras exactas de Castro fueron: “¿Por qué hice eso?, no sé, porque obviamente el Che Guevara no sabía nada de finanzas y de bancos. Lo puse allí porque creo que confiaba en él. Error “.

Ernesto Guevara Lynch, el “Che”, es quizás, la figura más conocida de la toma comunista de Cuba, después del propio Fidel o quizás en el mismo nivel del podio. Guevara fue asesinado por las tropas bolivianas en 1967, pero su rostro idealizado, con barba y boina, todavía se vende estampado en el pecho de camisetas en todo el mundo.

Su influencia sigue siendo fuerte con los principales socialistas del mundo. El actual primer ministro griego, Alexis Tsipras, nombró a su hijo Ernesto en honor de Guevara.

Antes de convertirse en banquero central, Guevara se encargaba de matar a los enemigos políticos del nuevo gobierno. Vigiló la tortura y la ejecución fusilando a cientos de presos políticos en la famosa cárcel de la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, ganándole el apodo de Carnicero de La Cabaña.

En noviembre de 1959 se convirtió en jefe del Banco Central de Cuba.

Menos de un año después, un viernes por la tarde de septiembre de 1960, Guevara usó milicias armadas para apoderarse de todos los bancos estadounidenses del país. Entre ellos se encontraban seis sucursales del National City Bank de Nueva York (ahora Citigroup), el Banco Nacional de Boston (Ahora Bank of America) y Chase Manhattan (ahora JPMorgan Chase). Estos tres bancos tienen aún demandas pendientes contra el gobierno cubano como resultado de la acción del terrorista argentino.

En gran parte como resultado de las políticas ideológicas de Guevara, que terminaron endeudando por décadas más y más a Cuba, Castro pidió ayuda al imperialismo Yankee. El consejo emitido por Rhodes fue: “Le aconsejé a Castro que tenía que hacerlo de manera organizada, con representantes de los bancos involucrados, para asegurar la credibilidad del país en los mercados internacionales de capitales”.

Castro llevó a cabo la reestructuración, pero posteriormente incumplió este acuerdo. Un estimado de $ 5 mil millones a partir de mediados de los años ochenta -estimado ya que los intereses aumentan a diario- sigue pendiente. Esa deuda se ha transferido de entidad en entidad a lo largo de los años y ahora se mantiene -en gran parte- en manos de un pequeño grupo de comerciantes y fondos de cobertura de Londres, que están esperando el día en que Cuba finalmente decida cumplir con sus obligaciones. Una especie de Salieris de los buitres.

Castro también le dijo a Rhodes que entendía que Cuba no le debía dinero a Citigroup por los bancos incautados, porque Citi había congelado los depósitos cubanos que recibían interés en Nueva York. Cuando Estados Unidos reabrió su embajada en Cuba después de 54 años, Castro parecía elaborar esa posición cuando argumentó en un ensayo en un periódico del Partido Comunista que Estados Unidos le debe a Cuba muchos millones de dólares por daños y perjuicios del embargo comercial Impuesto a la nación durante medio siglo.

Castro también se quejó en el ensayo sobre la posición de Estados Unidos eliminando el dólar estadounidense como el patrón oro en 1971.

En ese entonces, Rhodes explicó a Castro que no estaba de acuerdo con él sobre las deudas con Citigroup, diciéndole que tal vez piensas que es igual, pero no creo que sea igual porque todavía había mucho por hacer con los préstamos que Citi no podía recolectar porque fueron nacionalizados “.

Es esta una pequeña historia de un líder comunista no podía vivir sin el sistema capitalista, ya que vivía como tal.

 

Basado en el libro  Banquero al mundo: Lecciones de liderazgo de las líneas delanteras de las finanzas globales. Por William Rhodes.

 


Fabian Kussman

PrisioneroEnArgentina.com

Noviembre 28, 2016