La empresa Atlas Survival Shelters, que vende ‘búnkeres del Juicio Final’, viene experimentando recientemente un aumento en el número de clientes en EE.UU., muchos de ellos alarmados por el actual malestar social en el país, reveló su propietario, Ron Hubbard, durante una entrevista. Allí aseguró que casi la mitad de sus compatriotas cree que podría desatarse una guerra civil.
“El negocio está en auge ahora mismo. Hacemos búnkeres en cualquier lugar, desde un millón de dólares hasta tan solo 20.000”, explicó. “Trabajo para muchos clientes de alto nivel. Porque se dan cuenta de que no quieren sufrir y estar en una caja metálica. Quieren estar en algo que se sienta como un refugio antiaéreo de lujo”, añadió.
Asimismo, indicó que la compañía, con sede en Dallas, también tiene en Polonia una fábrica que abastece a clientes europeos, y detalló que Oriente Medio se ha convertido en un “hervidero” de clientes, especialmente en países como Israel y Emiratos Árabes Unidos.
En su página web, Atlas Survival Shelters explica que fabrican diferentes tipos de refugios de supervivencia, que pueden ser utilizados para proteger a la gente más cercana “en caso de brote pandémico, disturbios civiles, turbas malintencionadas, lluvia radiactiva biológica o ataques de pulso electromagnético por parte de terroristas autóctonos o de otras naciones”.
Inicialmente, el gobierno del Reino Unido se inclinó hacia el lado sur debido a la percepción de que el Reino Unido necesitaba algodón. Pero durante los dos años anteriores a la división nacional real, los comerciantes británicos devoraron una gran cantidad de algodón ante el peor de los casos. Así que nunca hubo escasez de algodón en el Reino Unido.
Además, el Reino Unido consideró la Guerra Civil desde un aspecto geopolítico. En lugar de unos Estados Unidos de América, los británicos habrían estado felices si hubiera dos países en lugar de uno solo.
Pero los tres elementos que inclinaron la opinión británica contra la Confederación.
1.) La Proclamación de Emancipación de Lincoln que prohíbe la esclavitud. El Reino Unido era bastante antiesclavista, ya que prohibió la esclavitud en el Imperio antes de la Guerra Civil.
2.) En el verano y el otoño de 1863 se demostró que la Confederación iba a estar en el lado perdedor. Si el Reino Unido apoyara a la Confederación y el Sur perdiera, el Reino Unido podría despedirse de Canadá. Esto todavía estaba en medio del Destino Manifiesto. Las fuerzas del gobierno de la Unión con la opinión pública del Norte estarían a favor de que Estados Unidos se apodere de Canadá.
3.) Pero el elemento principal que mantuvo a los británicos fuera de la Guerra Civil fue algo muy, muy básico. Alimento. Los británicos dependían más de los cereales del Norte (trigo, avena, cebada, maíz), frutas y ganado que del algodón del Sur.
Irlanda tiene una larga historia de sociedades secretas agrarias, incluidos los Defenders, los Whiteboys, los Peep o’ Day Boys y los Ribbonmen. Los Molly Maguire surgieron originalmente en Irlanda en la década de 1840, donde arremetieron contra los terratenientes que trataban injustamente a sus inquilinos. Los miembros del grupo eran conocidos por ocultar sus identidades vistiendo ropa de mujer y tiznándose la cara con corcho quemado.
Décadas más tarde, una rama estadounidense en Pensilvania estaba compuesta principalmente por mineros católicos irlandeses que fueron explotados por empresas mineras. En parte para protestar por las terribles condiciones de trabajo y las prácticas laborales predatorias, y en parte para resistirse a ser reclutados en el Ejército de la Unión durante la Guerra Civil, los Molly estadounidenses supuestamente atacaron a sus empleadores, asesinando a 24 capataces y supervisores a lo largo de las décadas de 1860 y 1870.
Pero fue su actividad de organización laboral lo que finalmente provocó su ruina. Cuando sus esfuerzos amenazaron las ganancias del Reading Railroad, el presidente de la compañía envió a un detective de Pinkerton para infiltrarse en el grupo. Después de una investigación de dos años y medio, ese mismo presidente del ferrocarril sirvió como fiscal jefe en una serie de juicios que enviaron a 20 hombres a la horca. Según el historiador Kevin Kenny, los juicios fueron escandalosamente injustos: la mayoría de los fiscales eran empleados de compañías ferroviarias o mineras, no había ningún católico irlandés en el jurado y las pruebas presentadas por el detective de Pinkerton eran, en el mejor de los casos, sospechosas. John J. Kehoe, el supuesto “Rey de los Molly”, finalmente recibió un perdón total del gobernador de Pensilvania, 101 años después de que Kehoe fuera ahorcado en diciembre de 1878.
¿Hubo o no guerra civil en Argentina, con intervención de terceros y que cuadro jurídico se debe aplicar en el post conflicto a todos los actores participantes?
http://www.laprensa.com.ar/476388-La-Argentina-ha-vivido-una-guerra-civilencuadrada-en-la-guerra-civil-mundial.note.aspxLa Argentina ha vivido una guerra civil, encuadrada en la ‘guerra civil mundial’, afirma el profesor Miguel Ángel Iribarne. Desde una óptica de la seguridad internacional, la geopolítica, de relaciones diplomáticas y de alianzas estratégica es cierto, pero desde la perspectiva de protocolos de Ginebra y sus consecuencias jurídicas, tal afirmación no tiene el mismo acuerdo.
El artículo del Prof. Iribarne, es muy pertinente porque llama a revisar objetivamente, las variables políticas-jurídicas, constitucionales y convencionales, que se aplican a un conflicto de esa naturaleza, determinar si los mismos corresponden al caso de Argentina y validar la legalidad de las normas jurídicas internas en los procesos ilegales contra los Prisioneros Políticos en Argentina.
¿Hubo o no guerra civil en Argentina, con intervención de terceros y que cuadro jurídico a aplicar en el post conflicto a todos los actores participantes?
Recordando que “Una guerra civil se define como un conflicto prolongado, a gran escala, políticamente organizado y físicamente violento que se produce en el interior de un país, principalmente entre dos grandes grupos de ciudadanos que compiten por el monopolio de la fuerza física. Las guerras civiles conducen a una violencia interna sostenida y generalizada, que las distingue de episodios intensos pero limitados de violencia política que desafían el monopolio de la fuerza, como golpes de Estado, rebeliones o asesinatos políticos. Los actores externos pueden estar involucrados en una guerra civil, pero la violencia ocurre dentro de las fronteras del país e involucra principalmente a actores internos” in Mark Gersovitz Norma Kriger[1]. No es ni insurrección ni revolución.
Toda guerra civil tiene la intervención directa o indirecta de terceros que participan en el conflicto armado, sobre todo durante el periodo de guerra fría a escala internacional entre 1945-1990. En el caso de Argentina las Convenciones de Ginebra no reconocen la existencia de un conflicto armado interno, por consecuencia sus normas específicas son inoperantes para el caso de referencia. Eso trae como consecuencia interpretaciones voluntariamente erróneas, aplicaciones ilegales e infundadas de una justicia de venganza para juzgar un solo actor del conflicto armado interno con normas obscuras o imprecisas violatorias de principios jurídicos imperativos.
Situación extraña porque social, política y judicialmente, más de 3000 hombres y mujeres, ex agentes del Estado, magistrados, sacerdotes, abogados, médicos, empresarios, académicos…están acusados ilegalmente de haber cometido delitos no comunes, ni militares, ni de guerra, ni durante un conflicto armado. Esos detenidos son en los hechos “prisioneros especiales”, no lo son de derecho común, algunos cumplen detenciones domiciliares, en hospitales o en cárceles generales, pero en pabellones separados de “presos comunes”. ¿Cuál es el estatus jurídico real de esos presos? Si son presos comunes deben beneficiar de todas las garantías procesales que no disponen actualmente.
Estos aspectos fueron puntos de fuerte negociación entre el gobierno británico y los miembros del IRA en prisión.
Así, el personal militar como las fuerzas de seguridad que estuvieron bajo su responsabilidad operacional en los 70, no son juzgados ni por sus jueces naturales ni por los principios de Ginebra sino por una justicia de excepción como regla de procedimiento. Por otra parte, los tribunales de opinión, las asociaciones llamadas de derechos humanos, con la participación de la comunidad internacional determinaron que todos los ex agentes del Estado y los representantes de la sociedad de los años 70 que no integraban los grupos terroristas son culpables de crímenes contra la humanidad. La justicia aplicó esas demandas con el apoyo de los gobiernos.
Aquí, encuentra todo su valor las palabras del Dr. Carlos Rosenkrantz, “el rol ideal de un juez (el deber ser) en unademocracia constitucional. La primera responsabilidad de un juez en una sociedad de ese tipo es, entonces, determinar qué dicen las reglas de su comunidad para casos concretos y, cuando las reglas son oscuras o imprecisas, determinar cómo pueden expandirse o precisarse de un modo consistente y armónico con las normas claras y conocidas de dicha comunidad. “Y los jueces deben comprometerse con esta tarea mediante la reflexión honesta”.https://www.casppafrance.org/2019/05/casppafrance-carlos-rosenkrantz-para.html Los jueces en los ilegales juicios de lesa humanidad violan esos principios.
Para ir más lejos, se debe analizar las causas y características de la guerra civil para hacer emerger factores que puedan corresponder a las intervenciones o no de las convenciones de Ginebra, precisando que la intervención de terceros a ella sola no justifica el conflicto ¿la guerra civil tiene reglas de combate?
Algunas de esas características de la guerra civil son: conflicto asimétrico, polarización de los sectores en conflicto, extremada violencia, degradación en la ética del combatiente, internacionalización… ¿Esos indicadores están presentes en el caso argentino? Paris, 13 mayo 2019. CasppaFrance
Hernán Brienza dice que en la Argentina se avecina una guerra civil
El periodista difundió un duro posteo en las redes sociales en dónde no ve un panorama alentador para el país.
El periodista e historiador Hernán Brienza, quien trabajo en medios ligados al kirchnerismo, aseguró en un escrito publicado en sus redes sociales, que la Argentina está “muy cerca de una guerra civil” y que la “democracia tiene los días contados”.
Su análisis comenzó con una comparación del presente con los fines del gobierno de la Alianza en 2001: “En el 2001 la sociedad estaba atomizada, eran millones de islas aisladas despotricando contra la política, hoy, desgraciadamente, hay un gran sector de la población que apoya a este gobierno y otro gran sector que afortunadamente lo detesta”.
Brienza concluyó que ese enfrentamiento “no tiene solución” y “más temprano que tarde vamos a algún tipo de violencia”. En ese sentido, mencionó al Jefe de Estado: “Macri también es laclosiano, o leyó mal a Laclau. Profundiza la lógica amigo-enemigo, el odio es la forma de vinculación que nos iguala”.
Luego, opinó que “este es el peor gobierno desde la dictadura” y lo calificó como “prepotente, autoritario y cosificador. Y agregó: “El nivel de calidad democrática del gobierno macrista decae a pasos agigantados”
El comunicador y politólogo, que en 2013 entrevistó a Cristina Kirchner, en una de las pocas notas que la ex mandataria brindó en sus ocho años de gobierno, afirmó que fue “personalmente demonizado por los medios de comunicación” y cuestionó el trato dado por la “justicia y los medios de comunicación al kirchnerismo”.
Finalmente concluyó duramente: “Macri revienta la grieta ¿Y la democracia? ¿Y el derecho a peticionar y a reclamar? ¿Y la Constitución? ¿Están dispuestos a pasársela por el traste, no?”.
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Brienza, o el periodismo militante
Por Juan Manuel Otero.
El señor Hernán Brienza (no me atrevo a llamarlo periodista por el respeto que tengo hacia esta profesión) ha volcado unas declaraciones en ataques al gobierno nacional que, como mínimo, llaman la atención a causa de su visceral agresividad, alejadas por completo del respeto y objetividad que normalmente debería contener una crítica periodística.
Comienza afirmando que “En el 2001 la sociedad estaba atomizada, eran millones de islas aisladas despotricando contra la política, hoy, desgraciadamente, hay un gran sector que apoya a este gobierno y otro gran sector que afortunadamente lo detesta”…
Dejando a un lado la rebuscada perífrasis de las “islas aisladas”, el hecho de que un periodista demuestre satisfacción porque un gran sector del país “afortunadamente” deteste al gobierno denota su absoluta carencia de equilibrio profesional.
“Macri también es laclosiano, o leyó mal a Laclau. Profundiza la lógica amigo-enemigo, el odio es la forma de vinculación que nos iguala”.
Suponer que Macri leyó – o leyó mal – a Laclau nos da una clara idea del espacio intelectual que ocupa hoy este señor Brienza. Laclau fue quien, en vida, aseguró que la “única revolución posible es la que puede liderar Cristina” basando su teoría en la lógica “amigo-enemigo”. Difícilmente su obra tendría lugar en la Biblioteca de la Casa Rosada a partir de diciembre de 2015. Y afirmar que el odio es la forma de vinculación que nos iguala es un retrógrado pensamiento de pura cepa kirchnerista.
“Macri revienta la grieta ¿Y la democracia? ¿Y el derecho a peticionar y a reclamar? ¿Y la Constitución? ¿Están dispuestos a pasársela por el traste no?”
Pobre hombre… en su candidez adjudica a Macri la profundización de la grieta, evidentemente ha perdido todo contacto con la actualidad política y social. Ignora que el derecho a peticionar y reclamar está en pleno apogeo con absoluto respeto – pese a todo – de las manifestaciones que día a día hacen llegar sus quejas obstruyendo el espacio público y violando el derecho de los ciudadanos a desplazarse por las calles rumbo a sus trabajos, estudios o simplemente pasear…. Parece que ni siquiera mira los canales de noticias….
“Yo denuncio un estado de violencia discursiva generalizado y peligroso y los brutos en vez de pensar y reflexionar, en vez de entender lo que digo y parar la mano, como no saben leer ni comprender textos, me insultan, me agreden, se ponen violentos, me amenazan… y me acusan de algo que no entendieron…”,
Su falta de respeto hacia quienes no piensen como él (“los brutos”) no merece siquiera ser comentado. Para este lamentable militante todo aquel que no comparta sus principios es alguien incapaz de “pensar y reflexionar”…
Su egolatría y estupidez resultan abrumadoras, aunque daría la sensación de que finalmente reconoce el legado de 70 años de populismo cuando afirma: “Es muy difícil luchar contra la ignorancia y el autoritarismo en este país…”
Demanda de búnkers del Juicio Final en EE.UU.
○
La empresa Atlas Survival Shelters, que vende ‘búnkeres del Juicio Final’, viene experimentando recientemente un aumento en el número de clientes en EE.UU., muchos de ellos alarmados por el actual malestar social en el país, reveló su propietario, Ron Hubbard, durante una entrevista. Allí aseguró que casi la mitad de sus compatriotas cree que podría desatarse una guerra civil.
“El negocio está en auge ahora mismo. Hacemos búnkeres en cualquier lugar, desde un millón de dólares hasta tan solo 20.000”, explicó. “Trabajo para muchos clientes de alto nivel. Porque se dan cuenta de que no quieren sufrir y estar en una caja metálica. Quieren estar en algo que se sienta como un refugio antiaéreo de lujo”, añadió.
Asimismo, indicó que la compañía, con sede en Dallas, también tiene en Polonia una fábrica que abastece a clientes europeos, y detalló que Oriente Medio se ha convertido en un “hervidero” de clientes, especialmente en países como Israel y Emiratos Árabes Unidos.
En su página web, Atlas Survival Shelters explica que fabrican diferentes tipos de refugios de supervivencia, que pueden ser utilizados para proteger a la gente más cercana “en caso de brote pandémico, disturbios civiles, turbas malintencionadas, lluvia radiactiva biológica o ataques de pulso electromagnético por parte de terroristas autóctonos o de otras naciones”.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 3, 2024
¿Cómo logró la Unión evitar que Gran Bretaña entrara en la Guerra Civil?
○
Por Candace Herrera.
Inicialmente, el gobierno del Reino Unido se inclinó hacia el lado sur debido a la percepción de que el Reino Unido necesitaba algodón. Pero durante los dos años anteriores a la división nacional real, los comerciantes británicos devoraron una gran cantidad de algodón ante el peor de los casos. Así que nunca hubo escasez de algodón en el Reino Unido.
Además, el Reino Unido consideró la Guerra Civil desde un aspecto geopolítico. En lugar de unos Estados Unidos de América, los británicos habrían estado felices si hubiera dos países en lugar de uno solo.
Pero los tres elementos que inclinaron la opinión británica contra la Confederación.
1.) La Proclamación de Emancipación de Lincoln que prohíbe la esclavitud. El Reino Unido era bastante antiesclavista, ya que prohibió la esclavitud en el Imperio antes de la Guerra Civil.
2.) En el verano y el otoño de 1863 se demostró que la Confederación iba a estar en el lado perdedor. Si el Reino Unido apoyara a la Confederación y el Sur perdiera, el Reino Unido podría despedirse de Canadá. Esto todavía estaba en medio del Destino Manifiesto. Las fuerzas del gobierno de la Unión con la opinión pública del Norte estarían a favor de que Estados Unidos se apodere de Canadá.
3.) Pero el elemento principal que mantuvo a los británicos fuera de la Guerra Civil fue algo muy, muy básico. Alimento. Los británicos dependían más de los cereales del Norte (trigo, avena, cebada, maíz), frutas y ganado que del algodón del Sur.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 3, 2024
La historia de los Molly Maguire
•
Por Abigail Rennard.
Irlanda tiene una larga historia de sociedades secretas agrarias, incluidos los Defenders, los Whiteboys, los Peep o’ Day Boys y los Ribbonmen. Los Molly Maguire surgieron originalmente en Irlanda en la década de 1840, donde arremetieron contra los terratenientes que trataban injustamente a sus inquilinos. Los miembros del grupo eran conocidos por ocultar sus identidades vistiendo ropa de mujer y tiznándose la cara con corcho quemado.
Décadas más tarde, una rama estadounidense en Pensilvania estaba compuesta principalmente por mineros católicos irlandeses que fueron explotados por empresas mineras. En parte para protestar por las terribles condiciones de trabajo y las prácticas laborales predatorias, y en parte para resistirse a ser reclutados en el Ejército de la Unión durante la Guerra Civil, los Molly estadounidenses supuestamente atacaron a sus empleadores, asesinando a 24 capataces y supervisores a lo largo de las décadas de 1860 y 1870.
Pero fue su actividad de organización laboral lo que finalmente provocó su ruina. Cuando sus esfuerzos amenazaron las ganancias del Reading Railroad, el presidente de la compañía envió a un detective de Pinkerton para infiltrarse en el grupo. Después de una investigación de dos años y medio, ese mismo presidente del ferrocarril sirvió como fiscal jefe en una serie de juicios que enviaron a 20 hombres a la horca. Según el historiador Kevin Kenny, los juicios fueron escandalosamente injustos: la mayoría de los fiscales eran empleados de compañías ferroviarias o mineras, no había ningún católico irlandés en el jurado y las pruebas presentadas por el detective de Pinkerton eran, en el mejor de los casos, sospechosas. John J. Kehoe, el supuesto “Rey de los Molly”, finalmente recibió un perdón total del gobernador de Pensilvania, 101 años después de que Kehoe fuera ahorcado en diciembre de 1878.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 7, 2023
¿Hubo o no guerra civil en Argentina, con intervención de terceros y que cuadro jurídico se debe aplicar en el post conflicto a todos los actores participantes?
¿Hubo o no guerra civil en Argentina, con intervención de terceros y que cuadro jurídico se debe aplicar en el post conflicto a todos los actores participantes?
http://www.laprensa.com.ar/476388-La-Argentina-ha-vivido-una-guerra-civilencuadrada-en-la-guerra-civil-mundial.note.aspx La Argentina ha vivido una guerra civil, encuadrada en la ‘guerra civil mundial’, afirma el profesor Miguel Ángel Iribarne. Desde una óptica de la seguridad internacional, la geopolítica, de relaciones diplomáticas y de alianzas estratégica es cierto, pero desde la perspectiva de protocolos de Ginebra y sus consecuencias jurídicas, tal afirmación no tiene el mismo acuerdo.
El artículo del Prof. Iribarne, es muy pertinente porque llama a revisar objetivamente, las variables políticas-jurídicas, constitucionales y convencionales, que se aplican a un conflicto de esa naturaleza, determinar si los mismos corresponden al caso de Argentina y validar la legalidad de las normas jurídicas internas en los procesos ilegales contra los Prisioneros Políticos en Argentina.
¿Hubo o no guerra civil en Argentina, con intervención de terceros y que cuadro jurídico a aplicar en el post conflicto a todos los actores participantes?
Recordando que “Una guerra civil se define como un conflicto prolongado, a gran escala, políticamente organizado y físicamente violento que se produce en el interior de un país, principalmente entre dos grandes grupos de ciudadanos que compiten por el monopolio de la fuerza física. Las guerras civiles conducen a una violencia interna sostenida y generalizada, que las distingue de episodios intensos pero limitados de violencia política que desafían el monopolio de la fuerza, como golpes de Estado, rebeliones o asesinatos políticos. Los actores externos pueden estar involucrados en una guerra civil, pero la violencia ocurre dentro de las fronteras del país e involucra principalmente a actores internos” in Mark Gersovitz Norma Kriger[1]. No es ni insurrección ni revolución.
Toda guerra civil tiene la intervención directa o indirecta de terceros que participan en el conflicto armado, sobre todo durante el periodo de guerra fría a escala internacional entre 1945-1990. En el caso de Argentina las Convenciones de Ginebra no reconocen la existencia de un conflicto armado interno, por consecuencia sus normas específicas son inoperantes para el caso de referencia. Eso trae como consecuencia interpretaciones voluntariamente erróneas, aplicaciones ilegales e infundadas de una justicia de venganza para juzgar un solo actor del conflicto armado interno con normas obscuras o imprecisas violatorias de principios jurídicos imperativos.
Situación extraña porque social, política y judicialmente, más de 3000 hombres y mujeres, ex agentes del Estado, magistrados, sacerdotes, abogados, médicos, empresarios, académicos…están acusados ilegalmente de haber cometido delitos no comunes, ni militares, ni de guerra, ni durante un conflicto armado. Esos detenidos son en los hechos “prisioneros especiales”, no lo son de derecho común, algunos cumplen detenciones domiciliares, en hospitales o en cárceles generales, pero en pabellones separados de “presos comunes”. ¿Cuál es el estatus jurídico real de esos presos? Si son presos comunes deben beneficiar de todas las garantías procesales que no disponen actualmente.
Estos aspectos fueron puntos de fuerte negociación entre el gobierno británico y los miembros del IRA en prisión.
Así, el personal militar como las fuerzas de seguridad que estuvieron bajo su responsabilidad operacional en los 70, no son juzgados ni por sus jueces naturales ni por los principios de Ginebra sino por una justicia de excepción como regla de procedimiento. Por otra parte, los tribunales de opinión, las asociaciones llamadas de derechos humanos, con la participación de la comunidad internacional determinaron que todos los ex agentes del Estado y los representantes de la sociedad de los años 70 que no integraban los grupos terroristas son culpables de crímenes contra la humanidad. La justicia aplicó esas demandas con el apoyo de los gobiernos.
Aquí, encuentra todo su valor las palabras del Dr. Carlos Rosenkrantz, “el rol ideal de un juez (el deber ser) en una democracia constitucional. La primera responsabilidad de un juez en una sociedad de ese tipo es, entonces, determinar qué dicen las reglas de su comunidad para casos concretos y, cuando las reglas son oscuras o imprecisas, determinar cómo pueden expandirse o precisarse de un modo consistente y armónico con las normas claras y conocidas de dicha comunidad. “Y los jueces deben comprometerse con esta tarea mediante la reflexión honesta”.https://www.casppafrance.org/2019/05/casppafrance-carlos-rosenkrantz-para.html Los jueces en los ilegales juicios de lesa humanidad violan esos principios.
Para ir más lejos, se debe analizar las causas y características de la guerra civil para hacer emerger factores que puedan corresponder a las intervenciones o no de las convenciones de Ginebra, precisando que la intervención de terceros a ella sola no justifica el conflicto ¿la guerra civil tiene reglas de combate?
Algunas de esas características de la guerra civil son: conflicto asimétrico, polarización de los sectores en conflicto, extremada violencia, degradación en la ética del combatiente, internacionalización… ¿Esos indicadores están presentes en el caso argentino? Paris, 13 mayo 2019. CasppaFrance
[1] http://documents.worldbank.org/curated/en/387041468194641798/pdf/wps6397.pdf What Is a Civil War? A Critical Review of Its Definition and (Econometric) Consequences Mark Gersovitz Norma Kriger. The World Bank, April 2013.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 14, 2019
Brienza, o el periodismo militante
Escribe Juan Manuel Otero.
Hernán Brienza dice que en la Argentina se avecina una guerra civil
El periodista difundió un duro posteo en las redes sociales en dónde no ve un panorama alentador para el país.
El periodista e historiador Hernán Brienza, quien trabajo en medios ligados al kirchnerismo, aseguró en un escrito publicado en sus redes sociales, que la Argentina está “muy cerca de una guerra civil” y que la “democracia tiene los días contados”.
Su análisis comenzó con una comparación del presente con los fines del gobierno de la Alianza en 2001: “En el 2001 la sociedad estaba atomizada, eran millones de islas aisladas despotricando contra la política, hoy, desgraciadamente, hay un gran sector de la población que apoya a este gobierno y otro gran sector que afortunadamente lo detesta”.
Brienza concluyó que ese enfrentamiento “no tiene solución” y “más temprano que tarde vamos a algún tipo de violencia”. En ese sentido, mencionó al Jefe de Estado: “Macri también es laclosiano, o leyó mal a Laclau. Profundiza la lógica amigo-enemigo, el odio es la forma de vinculación que nos iguala”.
Luego, opinó que “este es el peor gobierno desde la dictadura” y lo calificó como “prepotente, autoritario y cosificador. Y agregó: “El nivel de calidad democrática del gobierno macrista decae a pasos agigantados”
El comunicador y politólogo, que en 2013 entrevistó a Cristina Kirchner, en una de las pocas notas que la ex mandataria brindó en sus ocho años de gobierno, afirmó que fue “personalmente demonizado por los medios de comunicación” y cuestionó el trato dado por la “justicia y los medios de comunicación al kirchnerismo”.
Finalmente concluyó duramente: “Macri revienta la grieta ¿Y la democracia? ¿Y el derecho a peticionar y a reclamar? ¿Y la Constitución? ¿Están dispuestos a pasársela por el traste, no?”.
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]Brienza, o el periodismo militante
Por Juan Manuel Otero.
El señor Hernán Brienza (no me atrevo a llamarlo periodista por el respeto que tengo hacia esta profesión) ha volcado unas declaraciones en ataques al gobierno nacional que, como mínimo, llaman la atención a causa de su visceral agresividad, alejadas por completo del respeto y objetividad que normalmente debería contener una crítica periodística.
Comienza afirmando que “En el 2001 la sociedad estaba atomizada, eran millones de islas aisladas despotricando contra la política, hoy, desgraciadamente, hay un gran sector que apoya a este gobierno y otro gran sector que afortunadamente lo detesta”…
Dejando a un lado la rebuscada perífrasis de las “islas aisladas”, el hecho de que un periodista demuestre satisfacción porque un gran sector del país “afortunadamente” deteste al gobierno denota su absoluta carencia de equilibrio profesional.
“Macri también es laclosiano, o leyó mal a Laclau. Profundiza la lógica amigo-enemigo, el odio es la forma de vinculación que nos iguala”.
Suponer que Macri leyó – o leyó mal – a Laclau nos da una clara idea del espacio intelectual que ocupa hoy este señor Brienza. Laclau fue quien, en vida, aseguró que la “única revolución posible es la que puede liderar Cristina” basando su teoría en la lógica “amigo-enemigo”. Difícilmente su obra tendría lugar en la Biblioteca de la Casa Rosada a partir de diciembre de 2015. Y afirmar que el odio es la forma de vinculación que nos iguala es un retrógrado pensamiento de pura cepa kirchnerista.
“Macri revienta la grieta ¿Y la democracia? ¿Y el derecho a peticionar y a reclamar? ¿Y la Constitución? ¿Están dispuestos a pasársela por el traste no?”
Pobre hombre… en su candidez adjudica a Macri la profundización de la grieta, evidentemente ha perdido todo contacto con la actualidad política y social. Ignora que el derecho a peticionar y reclamar está en pleno apogeo con absoluto respeto – pese a todo – de las manifestaciones que día a día hacen llegar sus quejas obstruyendo el espacio público y violando el derecho de los ciudadanos a desplazarse por las calles rumbo a sus trabajos, estudios o simplemente pasear…. Parece que ni siquiera mira los canales de noticias….
“Yo denuncio un estado de violencia discursiva generalizado y peligroso y los brutos en vez de pensar y reflexionar, en vez de entender lo que digo y parar la mano, como no saben leer ni comprender textos, me insultan, me agreden, se ponen violentos, me amenazan… y me acusan de algo que no entendieron…”,
Su falta de respeto hacia quienes no piensen como él (“los brutos”) no merece siquiera ser comentado. Para este lamentable militante todo aquel que no comparta sus principios es alguien incapaz de “pensar y reflexionar”…
Su egolatría y estupidez resultan abrumadoras, aunque daría la sensación de que finalmente reconoce el legado de 70 años de populismo cuando afirma: “Es muy difícil luchar contra la ignorancia y el autoritarismo en este país…”
Juan Manuel Otero
juanm.otero@usal.edu.ar
[/ezcol_1half_end]PrisioneroEnArgentina.com
Abril 14, 2017