Concentrémosno en esta frase: “La voluntad de Dios nunca te lleva donde la gracia de Dios no te proteja”. Para conseguir algo que nunca tuviste, tienes que hacer algo que nunca has hecho. Cuando Dios te quita algo de tu mano, Él no te está castigando, sino simplemente abriendo tus manos para recibir algo mejor. El gran amor y los cuidados de Dios se manifiestan día a día, depende de nosotros interpretarlo. El hecho de que el Espíritu Santo viva en nosotros es un factor esencial para la espiritualidad. El amor es lo que da vida al corazón. El Espíritu Santo, que nos ha sido otorgado, vierte el amor divino sobre nuestros corazones. El Espíritu es como una fuente de agua viviente que fluye en cada parte de nuestros corazones y va extendiendo su gracia, porque la gracia posee el poder de atraer nuestros corazones. A través del Espíritu Santo, Dios despierta y aviva nuestros corazones para que se percaten de su bondad. Muchas veces necesitamos que se nos despierte y se nos lleve de la mano para que hagamos uso apropiado de nuestra fuerza y talentos. Si queremos sentir la presencia del Espíritu Santo en nosotros debemos deshacernos de nuestros caprichos y acomodar nuestra voluntad a la voluntad de Dios. Debemos ser como la arcilla en manos del alfarero, para que Dios pueda moldearnos y llevarnos por el sendero de la verdadera salud espiritual. Aun cuando no podemos impedir que Dios inspire nuestros corazones, todos poseemos el poder para rechazar el deseo que tiene Dios de amarnos. Del mismo modo el Espíritu Santo no tiene deseo alguno de obrar en nosotros sin nuestro consentimiento. Pero, si llegamos a consentir aunque sea mínimamente a las inspiraciones de Dios, qué felicidad obtendremos! El fruto único del Espíritu Santo, que es el amor divino, nos llena de dicha interior y de consuelo, al mismo tiempo que llena nuestro corazón de una paz que perdura aun en medio de la adversidad, por medio de la paciencia. El amor sagrado nos hace amables y gentiles, y a la hora de ayudar a los demás lo haremos con una bondad sincera hacia ellos. Esa bondad, que proviene del Espíritu Santo, es constante y perseverante, y nos provee de un coraje duradero que nos hace afables, agradables y considerados con los demás. Esto hace que soportemos los cambios de su estado anímico y sus imperfecciones. Llevaremos una vida simple que será testimonio de nuestras palabras y acciones. El amor divino es la virtud de todas las virtudes. Apreciemos y cultivemos al Espíritu que habita en nosotros, para que el amor de Dios pueda reinar ahí también.
(Adaptado de los escritos de San Francisco de Sales y Juana de Chantal).
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires, Argentina), recibe un cálido abrazo, junto a mi deseo de que dios te Bendiga y prospere en Todo lo que emprendas, y derrame sobre ti Salud, Paz, Amor, y mucha prosperidad.
Nunca antes las montañas francesas habían sufrido un invierno tan frío y largo. Hacía semanas que el aire se mantenía claro, áspero y helado. Durante el día, los grandes campos de nieva, color blanco mate, yacían inclinados e interminables bajo el cielo estridentemente azul; de noche los atravesaba la luna, pequeña y clara, una luna helada, furibunda, con un brillo amarillento cuya luz fuerte se volvía azul y sorda sobre la nieve, y que parecía la escarcha en persona. Los seres humanos evitaban todos los caminos y, sobre todo, las alturas; apáticos y maldiciendo, permanecían en las cabañas, cuyas ventanas rojas, de noche, aparecían empañadas y turbias junto a la luz azul de la luna, y se apagaban pronto.
Hermann Karl Hesse fue un poeta, novelista y pintor suizo nacido en Alemania. Sus trabajos más conocidos incluyen Demian, Steppenwolf, Siddhartha y The Glass Bead Game, cada uno de los cuales explora la búsqueda individual de autenticidad, autoconocimiento y espiritualidad. En 1946, recibió el Premio Nobel de Literatura. Nacido: 2 de julio de 1877, Calw, Alemania Fallecido: 9 de agosto de 1962, Montagnola, Collina d’Oro, Suiza
Fue un tiempo difícil para los animales de la zona. Los más pequeños murieron congelados en grandes cantidades; también los pájaros sucumbieron a la helada, y sus cadáveres enjutos se convirtieron en botín de águilas y lobos. Pero aun éstos sufrían terriblemente de frío y de hambre. Sólo unas pocas familias de lobos vivían allí, y la necesidad las empujó hacia una unión más fuerte. Durante el día salían solos. Aquí y allá, uno de ellos cruzaba la nieve, flaco, hambriento y vigilante, silencioso y temeroso como un fantasma. Su sombra delgada se deslizaba a su lado sobre la superficie nevada. Levantaba el hocico puntiagudo en el viento y de vez en cuando emitía un llanto seco, tortuoso. Pero de noche salían todos juntos y rodeaban los pueblos con aullidos roncos. Allí estaban a buen resguardo el ganado y las aves, y detrás de los postigos se apoyaban las escopetas. En escasas ocasiones les tocaba una presa menor, por ejemplo un perro, y ya habían sido muertos dos lobos de la manada.
La helada persistía. Muchas veces los lobos se echaban juntos, en silencio y pensativos, calentándose uno contra el otro, y escuchaban acongojados el vacío mortal que los rodeaba, hasta que uno, martirizado por los maltratos espantosos del hambre, pegaba de pronto un salto con un alarido terrorífico. Entonces todos los demás dirigían sus hocicos hacia él, temblaban, y rompían al unísono en un aullido terrible, amenazador y quejumbroso.
Por fin la parte más chica de la manada decidió partir. Abandonaron sus madrigueras al despuntar el alba, se reunieron y olisquearon excitados y temerosos el aire helado. Luego partieron al trote, rápido y con un ritmo parejo. Los que quedaban atrás los miraron con ojos muy abiertos y vidriosos, los siguieron una docena de pasos, se detuvieron indecisos y desorientados, y regresaron lentamente a sus cuevas vacías.
Los emigrantes se separaron al mediodía. Tres de ellos se dirigieron hacia el oeste, a los montes del Jura suizo; los otros siguieron hacia el sur. Los tres primeros eran animales hermosos, fuertes, pero terriblemente flacos. El estómago de color claro, combado hacia dentro, era delgado como una correa; en el pecho se destacaban tristemente las costillas; las bocas estaban secas y los ojos abiertos y desesperados. De tres en tres se internaron lejos en los montes; al segundo día cazaron un carnero, al tercero, un perro y un potrillo, y fueron perseguidos en todas partes por los campesinos furiosos. En la zona, rica en pueblos y ciudades, se diseminó el miedo y el temor ante los invasores desacostumbrados. La gente armó los trineos del correo; nadie iba de un pueblo a otro sin su arma. En esa zona desconocida, tras tan buen botín, los tres animales se sentían a la vez temerosos y a gusto; se volvieron más arriesgados de lo que jamás habían sido en casa, y asaltaron el corral de una granja a plena luz del día. Mugidos de vacas, crujido de listones de madera que se partían, sonido de cascos y una respiración caliente, jadeante, llenaron el ambiente angosto y cálido. Pero esta vez interfirieron los humanos. Habían puesto un precio a la cabeza de los lobos, lo que duplicó el coraje de los granjeros. Mataron a dos de ellos: a uno le perforó el cuello una bala de escopeta, el otro fue muerto con un hacha. El tercero escapó y corrió hasta que se desplomó sobre la nieve, casi muerto. Era el más joven y hermoso de los lobos, un animal orgulloso con formas armónicas y una fuerza imponente. Durante un rato largo quedó echado, jadeando. Delante de sus ojos se arremolinaban círculos rojos y sanguinolentos, y de vez en cuando emitía un quejido silbante, doloroso. Un hachazo le había dado en el lomo. Pero se recuperó y pudo volver a levantarse. Sólo entonces vio cuán lejos había corrido. En ningún lado podían verse personas o casas. Delante de él se encontraba una montaña imponente, nevada. Era el Chasseral. Decidió rodearlo. Atormentado por la sed, comió pequeños pedazos de la corteza congelada y dura que cubría la nieve.
Más allá de la montaña se topó de inmediato con un pueblo. Estaba anocheciendo. Esperó en un tupido bosque de pinos. Luego rodeó con cuidado los cercos de los jardines, persiguiendo el olor de los establos tibios. No había nadie en la calle. Arisco y anhelante, espió por entre las casas. Entonces sonó un disparo. Levantó la cabeza hacia lo alto y se dispuso a correr, cuando ya estalló el segundo tiro. Le habían dado. El costado de su abdomen blancuzco estaba manchado de sangre, que caía a goterones. A pesar de todo, logró escapar con unos grandes saltos y alcanzar el bosque más alejado de la montaña. Allí esperó un instante, atento, y oyó voces y pasos provenientes de varios lados. Temeroso, miró hacia la montaña. Era escarpada, boscosa y difícil de trepar. Pero no tenía opción. Con respiración agitada escaló la pared empinada mientras que abajo, a lo largo de la montaña, avanzaba una confusión de insultos, órdenes y luces de linternas. El lobo herido trepó temblando a través del bosque de pinos, casi a oscuras, mientras la sangre marrón corría despacio por su costado.
El frío había cedido. Al oeste, el cielo estabas brumoso y parecía prometer nieve.
Por fin el animal, agotado, alcanzó la cima. Ahora se encontraba sobre un gran campo de nieve, levemente inclinado, cerca de Mont Crosin, muy por encima del pueblo del que había escapado. No sentía hambre, pero sí un dolor turbio y punzante en las heridas. Un ladrido seco y enfermo nació de su hocico entregado; su corazón latía pesado y dolorido, y el lobo sentía que la mano de la muerte lo presionaba como una carga indescriptiblemente pesada. Un pino aislado, de ramas anchas, lo atrajo; allí se sentó y clavó sus ojos perdidos en la noche gris de nieve. Pasó media hora. Una luz roja y apagada cayó sobre la nieve, extraña y blanda. El lobo se levantó con un quejido y dirigió su cabeza hermosa hacia la luz. Era la luna, que se levantaba por el sudoeste, gigantesca y color rojo sangre, y subía lentamente por el cielo cubierto. Hacía muchas semanas que no se la había visto tan roja y grande. El ojo del animal moribundo se aferraba con tristeza al astro opaco, y en la noche volvió a oírse un estertor débil, doloroso y ronco.
Un poco más tarde surgieron luces y pasos. Campesinos con abrigos gruesos, cazadores y muchachos jóvenes con gorros de piel y botas toscas avanzaban por la nieve. Se oyeron gritos de alegría. Habían descubierto al lobo moribundo, le dispararon dos tiros y ambos fallaron. Entonces vieron que el animal ya estaba a punto de fallecer y se le echaron encima con palos y garrotes. Él ya no los sintió.
Lo arrastraron hacia abajo, a Sankt Immer, con los miembros quebrados. Reían, alardeaban, se alegraban por el aguardiente y el café que beberían, cantaban, maldecían. Ninguno vio la belleza del bosque nevado, ni el brillo de la alta meseta, ni la luna roja que colgaba sobre el Chasseral y cuya luz débil se reflejaba en los cañones de las escopetas, en los cristales de nieve y en los ojos quebrados del lobo muerto.
Los investigadores dicen que el coronavirus está haciendo pequeños cambios en sí mismo como lo esperarían, a una tasa relativamente predecible y constante de alrededor de uno o dos cambios por mes.
“Los virus mutan naturalmente como parte de su ciclo de vida”, dice Ewan Harrison, gerente de proyectos científicos del Consorcio COVID-19 Genomics UK. El coronavirus no es diferente.
Cuando un virus infecta a una persona, ingresa a sus células y hace copias de sí mismo, que luego circulan por el cuerpo o se transmiten (las gotas respiratorias son un método) a otros humanos.
Inevitablemente, los virus “cometen errores en sus genomas” mientras se copian, dice Harrison. Esos cambios pueden acumularse y trasladarse a futuras copias del virus. Las mutaciones son similares a los errores tipográficos en el texto: la mayoría de los errores tipográficos no son eventos, pero algunos pueden cambiar el significado de una palabra u oración. Del mismo modo, muchas mutaciones serán callejones sin efecto en las personas infectadas. Pero algunas de estas mutaciones en un virus pueden cambiar la rapidez con que infecta a las personas y se replica, o qué tipo de daño hace a las células.
Estos pequeños cambios acumulativos son útiles para los investigadores, ya que actúan como tarjetas de identificación que ayudan a rastrear la ruta del virus a través del tiempo a través de grupos de personas. Por ejemplo, en un estudio de vigilancia en el campus de la Universidad Estatal de Arizona, los investigadores encontraron que las personas que aparecían enfermas a mediados de marzo con el coronavirus tenían diferentes versiones del virus entre sí. La comparación de los genomas del virus les ayudó a darse cuenta de que el aumento a mediados de marzo probablemente no significó un brote en el campus; los casos probablemente habían detectado esta versión del virus en otro lugar, tal vez cuando viajaron durante las vacaciones de primavera y la trajeron de vuelta. Por lo tanto, el seguimiento de genomas de virus es valioso para rastrear cómo y dónde se está propagando el virus.
¿El coronavirus se está volviendo más transmisible?
Twitter se iluminó esta semana cuando los medios de comunicación recogieron un borrador de un artículo de investigación publicado en el servidor de preimpresión bioRxiv. El artículo sugiere en el título que su análisis de las mutaciones del coronavirus “revela la aparición de una forma más transmisible de SARS-CoV-2”.
El estudio fue realizado por investigadores del Laboratorio Nacional de Los Alamos, la Universidad de Sheffield y Duke. Analizaron secuencias del genoma disponibles al público de todo el mundo publicadas en GISAID, una plataforma de investigación global que ha acumulado más de 16,000 secuencias de coronavirus hasta la fecha.
Los investigadores encontraron que una versión del virus, que se detectó por primera vez en Europa a principios de febrero, parece haberse convertido en la cepa más común en los EE. UU., Australia y partes de África, básicamente, en cualquier lugar donde se diseminó. Los autores del estudio plantean la hipótesis de que una mutación en esta cepa de virus, que cambia un aminoácido en la parte del coronavirus que encuentra y se une a las células, podría causar que el virus se propague más fácilmente.
“Creo que es una observación importante”, dice Angela Rasmussen, viróloga de la Facultad de Salud Pública de Columbia Mailman, “Hemos visto en otras epidemias de virus, como la epidemia de Ébola, que existen estas mutaciones que parecen persistir y convertido en la forma dominante del virus”.
Sin embargo, dice Rasmussen, no hay evidencia clara de que la mutación mencionada en el documento haga algo para cambiar la forma en que se propaga el virus.
Otros factores también podrían explicar por qué el virus de Europa es dominante, dice Justin Bahl, biólogo computacional de la Universidad de Georgia. Posiblemente podría explicarse por el llamado “efecto fundador”, donde la versión europea se extendió rápidamente a través de las fronteras internacionales y se estableció como la cepa dominante porque los países tardaron en cerrarse.
Para probar si la mutación identificada en el documento hace que el virus se propague más fácilmente, los investigadores quieren ver evidencia experimental: por ejemplo, un estudio donde ambas cepas se prueban en células vivas, para ver si el virus mutado se replica más rápido. Si esos resultados muestran tales signos, querrán ver si un virus se propaga más fácilmente en animales de laboratorio.
¿El coronavirus está mutando para volverse menos dañino?
Otro estudio, publicado en Journal of Virology, identificó a un paciente en Arizona que portaba una versión del virus a la que le faltaba una parte. La eliminación fue considerable: 81 nucleótidos de largo, de los 30,000 que conforman la secuencia del genoma del coronavirus (en caso de que se lo pregunte, un nucleótido es una molécula que forma el bloque de construcción de una cadena de ADN o ARN y también lo es pequeño para ser visto bajo la mayoría de los microscopios). También se encontró en una ubicación en el genoma que, en el clásico virus del SARS, ayudó al virus a combatir el sistema inmune, según el coautor del estudio Efrem Lim, virólogo de la Universidad Estatal de Arizona.
Los investigadores plantean la hipótesis de que la eliminación “puede reducir potencialmente la aptitud del virus”, una afirmación que Lim dice que ahora están probando en laboratorios.
El documento se basa en un solo genoma de virus, de los 16,000 que se han secuenciado y compartido, lo que hace que sea difícil generalizar al grupo más grande de versiones circulantes del nuevo coronavirus. “En realidad no tenemos idea de si [un virus con esta eliminación] es transmisible o no”, dice Bahl. “No sabemos si fue solo un evento único o si estas variantes se están transmitiendo y se están volviendo más frecuentes en la población [de personas que reciben coronavirus]”.
Se necesita más evidencia para ver si la hipótesis de Lim se cumple, y surgirá a medida que continúe la investigación.
¿Las mutaciones que estamos viendo afectan el desarrollo de tratamientos y vacunas?
Aún no “Estamos obteniendo las mutaciones que estamos esperando aquí”, dice Vineet Menachery, virólogo de la Rama Médica de la Universidad de Texas, por lo que el proceso de investigación ya explica estos cambios.
Menachery dice que la mutación europea rastreada en el artículo de Los Alamos es adyacente, pero no directamente, al dominio de unión al receptor, que es un área específica de la cubierta proteica del virus que inicia el primer contacto para unirse a las células humanas. “Si estas mutaciones estuvieran allí, habría un poco más de preocupación por los enfoques basados en anticuerpos y los enfoques de vacunas”, dice, porque los cambios podrían dificultar que los anticuerpos reconozcan el virus. Pero las mutaciones no están directamente en el dominio de unión al receptor, por lo que los investigadores no están demasiado preocupados por esos cambios específicos.
Las vacunas también se desarrollan para apuntar a múltiples sitios en un virus, por lo que es poco probable que algunas mutaciones aleatorias del virus puedan eliminar su poder por completo, dice Rasmussen.
Las versiones del virus que son resistentes a los medicamentos o las vacunas pueden surgir una vez que se usan las terapias, dice Lim. Si una cepa particular es eliminada por medicamentos o vacunas, entonces cualquier virus que sobreviva será el que no se verá afectado por esos tratamientos y podría llegar a infectar a otros. Pero por ahora, no hay presión sobre el virus para que cambie de una manera que lo ayude a evadir las medidas que no se han introducido.
¿Por qué los científicos comparten teorías no comprobadas?
El principal propósito científico de compartir estos documentos de manera temprana y frecuente es alertar a otros investigadores sobre teorías interesantes y llamar la atención sobre mutaciones potencialmente significativas, dice Lim.
“Nos ayuda a priorizar qué mutaciones deben estudiarse en el laboratorio, porque hay muchas mutaciones”, dice Lim. Al compartir pistas y teorías respaldadas por datos, los científicos están destacando mutaciones específicas que pueden estar afectando el comportamiento del virus, en un mar de todos los pequeños cambios que realiza el virus.
Por lo tanto, ayuda a los investigadores saber que los científicos del Laboratorio de Los Alamos piensan que vale la pena estudiar un cambio particular en el genoma, o que se ha encontrado una deleción en el virus una vez y podría encontrarse de nuevo. Las respuestas pueden no ser definitivas, pero alimenta la confianza cerebral global de los investigadores que trabajan para comprender mejor el coronavirus y ayudar a derrotarlo.
Muchos recordarán al Teniente Coronel (R) ALBERTO AQUILINO ORTEGA en un WhatsApp, donde desencajado aparecía profiriendo gritos y algunas palabras soeces contra el gobierno y entre ellas una desafortunada frase al expresar:
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“Espero que esto sirva para que mis camaradas salgan de una vez y se dejen de boludear y tomemos no el Poder, incitemos y digámosles a la población que hay que hay que liberarse de estos parásitos”. El mismo diario Página 12 (1) calificó de insólita su arenga (que no se puede ni considerar arenga), pero los “camaradas” de este uniformado lo tomaron como algo muy serio y en menos tiempo de lo que “canta un gallo” lo denunciaron penalmente. En tan solo 30 días la “justicia” a través del juez federal de Rosario CARLOS VERA BARROS, también en “otro cantar de un gallo”, le allanó la casa, le secuestró una computadora y un celular. Luego lo procesó imputándolo por incitar a la violencia, delito previsto en el artículo 212 del Código Penal con penas que van de los 3 a los 6 años de prisión. Por supuesto la prisión preventiva fue acompañada de un embargo de cien mil pesos, o la inhibición general de sus bienes. Debemos inferir que si bien a las pocas horas de sus exabruptos ORTEGA pidió disculpas, realmente no estaba ubicado en tiempo y espacio. No tuvo en cuenta que hoy “sus camaradas” CAMBIARON y así o están presos y muriendo en prisión a como dé lugar, al igual que aquellos que no lo somos, o están camuflados y silenciosos. Tanto cambiaron que en el presente retirados o en actividad, los uniformados confraternizan con los terroristas del pasado devenidos en “jóvenes idealistas, que lucharon por la democracia”. Esos que aparte de indemnizados ocupan cargos gubernamentales, en el periodismo, o son exitosos empresarios contratantes de “sus camaradas” y en consecuencia bien grafica el dicho: “Por la plata baila el mono”. ORTEGA, casi como nosotros, los imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad está solo y será un modelo viviente ejemplarizador, por si algún otro decide pensar y expresarse “imprudentemente”. En su caso tanto “sus camaradas” como el poder judicial fueron veloces y fulminantes, lo cual no ocurre cuando los uniformados caídos son abusados hasta la misma muerte. En ese caso los miembros de ambas instituciones sin pudor alguno, son ciegos, sordos y mudos. Tanto como quizás fue el mismo Teniente Coronel (R) ORTEGA, con todos nosotros los adultos mayores en prisión, antes de que fueran por él y pasara a engrosar la fila de los caídos.
Después de la Segunda Guerra Mundial, miles de nazis y colaboradores en tiempos de guerra de Francia, Croacia, Bélgica y otras partes de Europa buscaban un nuevo hogar: preferiblemente lo más lejos posible de los juicios de Nuremberg. Argentina dio la bienvenida a cientos, si no miles de ellos: el régimen de Juan Domingo Perón hizo todo lo posible para llevarlos allí, enviando agentes a Europa para facilitar su paso, proporcionando documentos de viaje y, en muchos casos, cubriendo gastos.
Incluso los acusados de los crímenes más atroces, como Ante Pavelic (cuyo régimen croata asesinó a cientos de miles de serbios, judíos y gitanos), el Dr. Josef Mengele (cuyos crueles experimentos son pesadillas) y Adolf Eichmann (arquitecto del Holocausto de Adolf Hitler) fueron recibidos con los brazos abiertos. Se plantea la pregunta:
¿Por qué ese territorio llamado Argentina querría a estos hombres?
Durante la Segunda Guerra Mundial, Argentina claramente favoreció al Eje debido a los estrechos lazos culturales con Alemania, España e Italia. Esto no es sorprendente, ya que la mayoría de los argentinos eran de ascendencia española, italiana o alemana.
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La Alemania nazi fomentó esta simpatía, prometiendo importantes concesiones comerciales después de la guerra. Argentina estaba llena de espías nazis y los oficiales y diplomáticos argentinos ocupaban cargos importantes en el Eje Europa. El gobierno de Perón era un gran admirador de las trampas fascistas de la Alemania nazi: uniformes elegantes, desfiles, manifestaciones y antisemitismo vicioso.
Muchos argentinos influyentes, incluidos empresarios ricos y miembros del gobierno, apoyaron abiertamente la causa del Eje, ninguno más que el propio Perón, que había servido como agregado militar del ejército italiano de Benito Mussolini a fines de la década de 1930.
Aunque Argentina finalmente declararía que estaba en las potencias del Eje (un mes antes de que terminara la guerra), fue en parte una estratagema para que los agentes argentinos estuvieran en su lugar para ayudar a los nazis derrotados a escapar después de la guerra.
No es que la Segunda Guerra Mundial terminó un día en 1945 y de repente todos se dieron cuenta de lo horribles que habían sido los nazis. Incluso después de que Alemania fuera derrotada, había muchos hombres poderosos en Europa que habían favorecido la causa nazi y continuaron haciéndolo.
España todavía estaba gobernada por Francisco Franco y había sido miembro de facto de la alianza del Eje; muchos nazis encontrarían un seguro refigio temporal allí. Suiza se había mantenido neutral durante la guerra, pero muchos líderes importantes habían sido sinceros en su apoyo a Alemania. Estos hombres conservaron sus posiciones después de la guerra y estaban en condiciones de ayudar. Los banqueros suizos, por codicia o simpatía, ayudaron a los antiguos nazis a moverse y lavar fondos. La Iglesia Católica fue extremadamente útil ya que varios funcionarios de la iglesia de alto rango (incluido el Papa Pío XII) ayudaron activamente en la fuga de los nazis. Durante la Alemania nazi, los únicos establecimientos educativos privados que permanecieron abiertos fueron los católicos.
Había un incentivo financiero para que Argentina aceptara a estos hombres. Alemanes ricos y empresarios argentinos de ascendencia alemana estaban dispuestos a pagar el camino para escapar de los nazis.
Los líderes nazis saquearon a millones de judíos, franceses y holandeses y parte de ese dinero los acompañó a Argentina. Algunos de los oficiales y colaboradores nazis más inteligentes una visión de lo que se avecinaba ya en 1943 y comenzaron a guardar oro, dinero, objetos de valor, pinturas y más, a menudo en Suiza. Ante Pavelic y su camarilla de asesores cercanos poseían varios cofres llenos de oro, joyas y arte que les habían robado a sus víctimas judías y serbias: esto facilitó considerablemente su paso a Argentina. Incluso pagaron a los oficiales británicos para dejarlos pasar por las líneas aliadas.
Para 1945, cuando los Aliados estaban limpiando los últimos restos del Eje, estaba claro que el próximo gran conflicto vendría entre los Estados Unidos capitalistas y la URSS comunista. Algunas personas, incluidos Perón y algunos de sus asesores, predijeron que la Tercera Guerra Mundial estallaría tan pronto como 1948.
En este próximo conflicto “inevitable”, terceros como Argentina podrían inclinar la balanza de una forma u otra. Perón imaginó nada menos que Argentina tomando su lugar como un tercero diplomático crucial en la guerra, emergiendo como una superpotencia y líder de un nuevo orden mundial. Los nazis eran criminales y los colaboradores pueden haber sido carniceros, pero no hay duda de que eran rabiosamente anticomunistas. Perón pensó que estos hombres serían útiles en el “próximo” conflicto entre los Estados Unidos y la URSS. A medida que pasaba el tiempo y la Guerra Fría se prolongaba, estos nazis eventualmente serían vistos como los dinosaurios sedientos de sangre que eran.
Después de la guerra, se crearon regímenes comunistas en Polonia, Yugoslavia y otras partes de Europa del Este. Estas nuevas naciones solicitaron la extradición de muchos criminales de guerra en las cárceles aliadas. Un puñado de ellos, como el general croata Vladimir Kren, finalmente fueron enviados de vuelta, juzgados y ejecutados. A muchos más se les permitió ir a Argentina porque los Aliados eran reacios a entregarlos a sus nuevos rivales comunistas donde el debido proceso no sería respetado y el resultado de sus juicios de guerra inevitablemente culminaría en ejecuciones.
La Iglesia Católica también presionó fuertemente a favor de que estos individuos no fueran repatriados. Los aliados no querían juzgar a estos hombres ellos mismos (22 acusados fueron juzgados en el primero de los juicios de Nuremberg y, en total, 199 acusados fueron juzgados de los cuales 161 fueron sentenciados a prisión y 37 fueron condenados a muerte), ni querían enviándolos a las naciones comunistas que los estaban solicitando, así que miraron a otro lado mientras los nazis navegaban hacia Argentina.
Al final, estos nazis tuvieron poco impacto duradero en Argentina. Argentina no fue el único lugar en América del Sur que aceptó a los nazis y colaboradores, ya que muchos finalmente llegaron a Brasil, Chile, Paraguay y otras partes del continente. Muchos nazis se dispersaron después de la caída del gobierno de Perón en 1955, por temor a que la nueva administración, hostil como era con Perón y todas sus políticas, pudiera enviarlos de regreso a Europa.
La mayoría de los nazis que fueron a Argentina vivieron sus vidas en silencio, temiendo repercusiones si eran demasiado vocales o visibles. Esto fue particularmente cierto después de 1960, cuando Adolf Eichmann, arquitecto del programa de genocidio judío, fue secuestrado en una calle de Buenos Aires por un equipo de agentes del Mossad y llevado a Israel donde fue juzgado y ejecutado. Otros criminales de guerra buscados fueron demasiado cautelosos para ser encontrados: Josef Mengele se ahogó en Brasil en 1979 después de haber sido objeto de una persecución masiva durante décadas.
Con el tiempo, la presencia de tantos criminales de la Segunda Guerra Mundial se convirtió en una vergüenza para Argentina. En la década de 1990, la mayoría de estos hombres mayores vivían abiertamente bajo sus propios nombres. Un puñado de ellos finalmente fue rastreado y enviado de regreso a Europa para ser juzgado, como Josef Schwammberger y Franz Stangl. Otros, como Dinko Sakic y Erich Priebke, dieron entrevistas desacertadas, lo que los llamó la atención del público. Ambos fueron extraditados (a Croacia e Italia respectivamente), juzgados y condenados.
En cuanto al resto de los nazis argentinos, la mayoría se asimiló a la considerable comunidad alemana de Argentina y fueron lo suficientemente inteligentes como para nunca hablar de su pasado. Algunos de estos hombres tuvieron incluso bastante éxito financiero, como Herbert Kuhlmann, un ex comandante de la juventud de Hitler que se convirtió en un destacado hombre de negocios.
Fuentes: Postwar: A History of Europe Since 1945 de Tony Judt . The Nuremberg Trials de Paul Roland . Israeli’s Legal Records of the Adolf Eichmann Interviews by Avner Less . Simon Wiesenthal library and archives .
Las protestas contra órdenes de quedarse en casa debido a COVID-19 (Si bien no son grandes grupos de personas) se han vuelto más comunes en todo el país. En California, un grupo sorprendente está detrás de algunos de ellos: aquellos que se oponen a las vacunas obligatorias.
El jueves, un grupo de personas se mezcló en la acera frente al Capitolio estatal de California en Sacramento. Había partidarios de Trump con sombreros MAGA y ondeando banderas estadounidenses. Había cristianos cantando canciones de rock religiosas y levantando la mano en oración. El maestro de ceremonias del evento instó al gobernador, Gavin Newsom, para sintonizar su evento.
“Todos en el Capitolio, digan a Gavin Newsom [que sintonice] 107.9 FM, si quiere escuchar lo que tenemos que decir”, dijo el presentador a la multitud por los altavoces. “¡Podría ser algo bueno para él!”
También había madres con sus hijos en el mitin. La mayoría allí reunida no usaba mascarillas ni observaban protocolos de distanciamiento social.
Todos habían salido a protestar contra la orden de quedarse en casa de California, implementada para frenar la propagación de COVID-19. El evento de esta semana fue construido alrededor del Día Nacional de Oración y contó con pastores y sermones. Pero fue organizado por un grupo llamado Freedom Angels, que se formó originalmente para luchar contra las leyes de vacunas obligatorias en el estado.
El grupo se ha convertido en un elemento fijo en el Capitolio desde que California aprobó una ley que exige que los estudiantes escolares sean vacunados y una segunda ley que restringe las restricciones a las exenciones médicas para esas vacunas. Pero la fundadora de Freedom Angels, Stefanie Fetzer, dijo que no es un grupo de un solo tema. Ella dijo que estos eventos son para promover la libertad personal.
“Creo que lo que estamos viendo ahora es que el modelo predictivo con el que salieron al principio no era cierto. No estamos viendo los números que predijeron”, dijo Fetzer. “Y en lugar de retroceder en el cierre y las medidas restrictivas que implementó el gobernador Newsom, parece que se está duplicando”.
Estrategia de búsqueda de atención
Los defensores de la salud pública señalan que la razón por la que esas predicciones iniciales no se hicieron realidad es que las medidas agresivas de distanciamiento social, incluidas las órdenes de quedarse en casa, funcionaron. El senador demócrata Richard Pan, autor de las leyes de vacunas de California, cree que este grupo antivacunas se está alineando con otros que protestan contra la orden de quedarse en casa como una forma de promover su causa. Después de todo, dijo Pan, una vacuna eventualmente permitiría la reapertura de la economía.
“Han organizado estas protestas para encontrar básicamente una forma de llamar la atención de los medios. También recaudan fondos para sus actividades”, dijo Pan. “Entonces, francamente, muchos de los anti-vaxxers que están involucrados en esto realmente están ahí para sus propios intereses”.
Según el epidemiólogo y educador de vacunas René Najera, es común que los grupos antivacuna se adhieran a otros temas controvertidos. Por ejemplo, señala el aborto.
“Intentan decir que hay células fetales abortadas en las vacunas, lo cual no es así, para tratar de poner a las personas antiaborto de su lado”, dijo. “Y luego lo dan vuelta y dicen, también, ‘Mi cuerpo, mi elección’. “
Nájera dijo que esas tácticas pueden tener resultados peligrosos, incluso hacer que las personas piensen dos veces antes de vacunarse. De hecho, dijo, en 2019, la Organización Mundial de la Salud calificó la vacilación de las vacunas, o la renuencia de las personas a considerar la vacunación, como uno de los 10 principales desafíos de salud pública del mundo.
“Y vimos los efectos de eso”, dijo Nájera. “Vimos un aumento del sarampión en los Estados Unidos hasta el punto en que el estado de eliminación del sarampión en los Estados Unidos estaba en peligro”.
Nájera confía en que los opositores a las vacunas no desaparecerán. Él dice que, en todo caso, el auge de las redes sociales les ha facilitado la difusión de su mensaje. Lo que le resulta más frustrante es que estos manifestantes contra las vacunas no solo toman decisiones que afectan a sus propias familias. Nájera dice que elegir no vacunar a sus hijos y unirse a otras grandes protestas para difundir su mensaje pone en riesgo la salud de todos.
Rápidamente pasaron los días en el hospital de N. y yo comencé poco a poco a acostumbrarme a mi nueva vida.
En las aldeas continuaban agramando el lino, los caminos seguían estando intransitables y a la consulta no venían más de cinco personas cada día. Las noches las tenía completamente libres y las dedicaba a poner en orden la biblioteca, a leer los manuales de cirugía y a tomar té, larga y solitariamente, junto al samovar.
La lluvia caía durante días y noches enteras y las gotas golpeaban inexorablemente el techo; el agua caía con gran fuerza bajo la ventana y resbalaba por el canalón hacia un cubo. El patio estaba cubierto de fango, de niebla, de una negra penumbra en la cual, como manchas opacas y difusas, se iluminaban las ventanas de la casita del enfermero y la lámpara de petróleo del portón.
Una de aquellas noches estaba yo sentado en mi gabinete y estudiaba un atlas de anatomía topográfica. A mi alrededor había un completo silencio, interrumpido de vez en cuando por el roer de los ratones detrás del aparador del comedor.
Mikhail Afanasyevich Bulgakov fue un escritor, médico y dramaturgo ruso activo en la primera mitad del siglo XX. Es mejor conocido por su novela El maestro y Margarita, publicada póstumamente, que se ha llamado una de las obras maestras del siglo XX. Wikipedia Nacido: 15 de mayo de 1891, Imperio ruso Murió: 10 de marzo de 1940, Unión Soviética
Estuve leyendo hasta que mis párpados, ya pesados, comenzaron a cerrarse. Finalmente bostecé, dejé a un lado el atlas y decidí acostarme. Me estiré y, saboreando por anticipado un sueño pacífico, acompañado por el ruido y el golpeteo de la lluvia, me dirigí a mi dormitorio, me desvestí y me acosté.
No había tenido siquiera tiempo de rozar la almohada cuando, delante de mí, en la penumbra soñolienta, apareció el rostro de Ana Prójorova, de diecisiete años, de la aldea Tóropovo. A Ana Prójorova había que extraerle un diente. El enfermero Demián Lukich se deslizó suavemente con unas brillantes tenazas en las manos. Recordé cómo decía “aquesto” en lugar de “esto”, llevado por el amor que profesaba al estilo elevado. Sonreí y me quedé dormido.
Sin embargo, no había pasado media hora cuando me desperté de repente, como si me hubieran dado un tirón; me senté y, examinando con temor la oscuridad, me puse a escuchar con atención.
Alguien golpeaba con fuerza e insistencia la puerta exterior y desde un primer momento presentí que aquellos golpes eran de mal agüero.
Llamaban a mi apartamento.
Los golpes cesaron, resonó el cerrojo; se oyó la voz de la cocinera y, en respuesta, una voz poco clara; luego alguien subió por la escalera, provocando chirridos, entró silenciosamente en el gabinete y llamó en mi dormitorio.
-¿Quién es?
-Soy yo -me respondió un respetuoso susurro-, yo, Axinia, la enfermera.
-¿De qué se trata?
-Ana Nikoláievna me envía a buscarle, pide que vaya enseguida al hospital.
-¿Qué ha sucedido? -pregunté, y sentí que el corazón me daba un vuelco.
-Han traído a una mujer de Dúltsevo. Tiene complicaciones con el parto.
“Ya está. Ya comenzamos -cruzó por mi cabeza, mientras trataba inútilmente de meter mis pies en las zapatillas-. ¡Ah, diablos! Las cerillas no encienden. Bien, tarde o temprano tenía que suceder. No podía pasarme toda la vida con las laringitis y los catarros estomacales.”
-Está bien. ¡Vete y dile que ahora mismo iré! -grité, y me levanté de la cama. Detrás de la puerta se oyeron los pasos de Axinia y de nuevo resonó el cerrojo. El sueño desapareció en un instante. Con dedos temblorosos encendí la lámpara apresuradamente y comencé a vestirme. Las once y media… ¿Qué complicaciones con el parto tendría aquella mujer? Jumm… posición incorrecta… pelvis estrecha… O quizá alguna cosa peor. Tal vez tendré que utilizar los fórceps. ¿No sería mejor enviarla directamente a la ciudad? ¡Impensable! “¡Qué doctor tan bueno!”, dirían todos. Y además, no tengo derecho a hacerlo. No, tengo que hacerlo yo mismo. ¿Hacer qué? El diablo lo sabe. Será una tragedia si me confundo, una vergüenza ante las comadronas. Aunque primero es necesario ver de qué se trata; no vale la pena inquietarse antes de tiempo…
Me vestí, me puse el abrigo y, confiando mentalmente en que todo saldría bien, corrí bajo la lluvia hacia el hospital, pisando sobre tablones que al hundirse hacían saltar el agua del patio. En la semioscuridad se distinguía, junto a la entrada, una carreta; el caballo golpeaba con sus cascos las tablas podridas.
-¿Usted ha traído a la parturienta? -pregunté a la figura que se movía junto al caballo.
-Yo… sí, yo, padrecito -contestó lastimeramente una voz de mujer.
En el hospital, pese a lo avanzado de la hora, había agitación. En la recepción ardía, parpadeante, una lámpara de petróleo. Por el angosto corredor que conducía a la sección de maternidad, Axinia pasó rápidamente junto a mí, llevando una palangana. Detrás de la puerta se oyó de pronto un débil gemido que cesó inmediatamente. Abrí la puerta y entré en la sala de partos. La pequeña habitación blanqueada estaba intensamente iluminada por la lámpara del techo. En la cama, junto a la mesa de operaciones, yacía una mujer joven, cubierta hasta el mentón por una manta. Su rostro estaba desfigurado por una mueca de dolor y húmedos mechones de pelo se le habían pegado a la frente. Ana Nikoláievna, con un termómetro en la mano, preparaba una solución en un recipiente, mientras la segunda comadrona, Pelagueia Ivánovna, sacaba sábanas limpias del armario. El enfermero, apoyado contra la pared, estaba en pose de Napoleón. Al verme, todos se animaron. La parturienta abrió los ojos, se estrujó las manos y de nuevo gimió lastimeramente.
-¿Qué ocurre? -pregunté, y yo mismo me asombré del tono de mi voz. Hasta tal punto era seguro y tranquilo.
-Posición transversal -contestó rápidamente Ana Nikoláievna, mientras continuaba echando agua en la solución.
-Bien -dije alargando las sílabas y frunciendo el entrecejo-; bien, veamos…
-¡El doctor tiene que lavarse las manos! ¡Axinia! -gritó de inmediato Ana Nikoláievna. Su rostro había adquirido una expresión seria y solemne.
Mientras corría el agua y me quitaba la espuma de las manos enrojecidas por el cepillo, hacía preguntas poco importantes a Ana Nikoláievna; por ejemplo, cuándo habían traído a la parturienta y de dónde venía…
La mano de Pelagueia Ivánovna levantó la manta y yo, sentándome al borde de la cama y tocándola suavemente, comencé a palpar el vientre hinchado. La mujer gemía, se estiraba, crispaba los dedos, arrugaba la sábana.
-Tranquila, tranquila… aguanta -le dije, mientras apoyaba cuidadosamente las manos sobre su piel estirada, ardiente y seca.
En realidad, después de que la experimentada Ana Nikoláievna me había sugerido de qué se trataba, este examen no era necesario. Por más que continuara examinándola, no sabría más que Ana Nikoláievna. Su diagnóstico era, por supuesto, correcto. Posición transversal. Era evidente. Bien, ¿y después?
Frunciendo el entrecejo, continué palpando el vientre por todos lados y de reojo observaba los rostros de las comadronas. Estaban concentradas y serias y en sus ojos leí aprobación a lo que yo hacía. En efecto, mis movimientos eran seguros y correctos; intentaba ocultar mi intranquilidad en lo más recóndito de mi ser y no demostrarla de ninguna manera.
-Bien -dije tras un suspiro, y me levanté de la cama, ya que por fuera no se podía ver nada más-, hagamos la exploración interna.
La aprobación apareció de nuevo en los ojos de Ana Nikoláievna.
-¡Axinia!
De nuevo corrió el agua.
“¡Eh, si pudiera leer ahora el Doderlein!”, pensé tristemente mientras me enjabonaba las manos. Pero era imposible hacerlo en ese momento. Además, ¿cómo me podría ayudar en aquel momento Doderlein? Me quité la espesa espuma y me unté los dedos con yodo. La sábana limpia crujió bajo las manos de Pelagueia Ivánovna. Inclinándome hacia la parturienta comencé tímida y cuidadosamente a realizar la exploración interna. En mi memoria surgió de manera espontánea la imagen de la sala de operaciones de la maternidad. Lámparas eléctricas que ardían intensamente dentro de globos opacos, un brillante suelo de baldosas, el instrumental y los grifos que relucían por todas partes. El asistente, con una bata blanca como la nieve, manipulaba sobre la parturienta; a su alrededor estaban tres ayudantes, los médicos practicantes y una multitud de estudiantes. Todo estaba bien, era luminoso y sin peligro.
Aquí, en cambio, estoy completamente solo y tengo en mis manos a una mujer que sufre; yo respondo por ella. Pero no sé cómo ayudarla pues solo he visto de cerca un parto dos veces en mi vida. En este momento estoy realizando una exploración, pero eso no me hace sentir ningún alivio a mí ni a la parturienta; no entiendo absolutamente nada ni consigo palpar nada en su interior.
Pero había llegado el momento de decidirse a hacer algo.
-Posición transversal… como se trata de una posición transversal, entonces es necesario… es necesario hacer…
-Un viraje sobre la piernecita -no pudo contenerse y dijo, como para sí misma, Ana Nikoláievna.
Un médico viejo y experimentado la habría mirado con desaprobación por entrometerse y adelantarse con sus conclusiones… Yo, en cambio, no soy una persona que se ofenda con facilidad.
-Sí -confirmé significativamente-, un viraje sobre la piernecita.
Y entonces desfilaron con rapidez ante mis ojos las páginas de Doderlein. Viraje directo… viraje combinado… viraje indirecto…
Páginas, páginas… y en ellas dibujos. La pelvis, bebés torcidos, asfixiados, con enormes cabezas… una manita que cuelga y en ella un lazo.
Hacía poco tiempo que había leído el libro. Además, lo había subrayado, reflexionando atentamente sobre cada palabra, imaginándome la correlación de las partes y todos los métodos. Al leerlo, me parecía que el texto quedaría para siempre impreso en mi cerebro.
Pero ahora, de entre todo lo leído, solo surgía una frase:
“La posición transversal es una posición absolutamente desfavorable.”
Lo cierto, cierto. Absolutamente desfavorable tanto para la mujer que va a parir como para el médico que ha terminado la universidad solo seis meses atrás.
-Está bien… lo haremos -dije incorporándome.
El rostro de Ana Nikoláievna se animó.
-Demián Lukich -se dirigió al enfermero-, prepare el cloroformo.
¡Fue magnífico que lo dijera porque en ese momento yo no estaba seguro de si la operación debía realizarse con anestesia o sin ella! Por supuesto que con anestesia. ¡Acaso podía ser de otra manera!
Pero de cualquier forma tenía que consultar el Doderlein…
Me lavé las manos y dije:
-Bien… prepárenla para la anestesia, colóquenla en la mesa. Ahora vuelvo, voy a casa a buscar mis cigarrillos.
-Está bien, doctor, está bien, hay tiempo -contestó Ana Nikoláievna.
Me sequé las manos, la enfermera me echó el abrigo sobre los hombros y, sin meter los brazos en las mangas, corrí a casa.
Una vez en mi gabinete encendí la lámpara y, olvidando quitarme el gorro, me lancé hacia la estantería.
Allí estaba: Doderlein. Operaciones en obstetricia. Comencé a pasar rápidamente las lustrosas páginas.
“…el viraje representa siempre una operación peligrosa para la madre…”
Un escalofrío recorrió mi espalda a todo lo largo de la columna vertebral.
“…el peligro principal radica en la posibilidad de un desgarramiento espontáneo del útero…”
Es-pon-tá-ne-o.
“…si el partero al introducir la mano en el útero, como consecuencia de la falta de espacio o por la influencia de la reducción de las paredes del útero, encuentra dificultades para llegar hasta la pierna, debe renunciar a intentos posteriores de realizar el viraje…”
Bien. Si por algún milagro llegara a ser capaz de determinar esas “dificultades” y de renunciar a “intentos posteriores”, ¿qué haría con esa mujer anestesiada de la aldea de Dúltsevo?
Más adelante:
“…se prohíbe terminantemente tratar de llegar hasta las piernas a lo largo de la espalda del feto…”
Lo tomaremos en cuenta.
“…sujetar la pierna que está arriba se considera un error, ya que al hacerlo el feto puede girar sobre su propio eje, lo que puede originar un grave encajamiento del feto y puede conducir a las más tristes consecuencias…”
“Tristes consecuencias.” Algo indefinidas, ¡pero qué palabras tan impresionantes! ¿Y si el marido de la mujer de Dúltsevo se queda viudo? Me sequé el sudor de la frente, reuní fuerzas y, saltándome aquellos terribles pasajes, traté de recordar solo lo esencial: qué es lo que debía hacer y por dónde introducir la mano. Pero mientras recorría rápidamente los negros párrafos, una y otra vez me topaba con nuevas cosas terribles. Me saltaban a la vista:
“…debido al enorme peligro de desgarramiento… los virajes interno y combinado son de las operaciones obstétricas más peligrosas para la madre…”
Y como acorde final:
“…con cada hora de retraso, crece el peligro…”
¡Basta! La lectura trajo sus frutos: todo se confundió definitivamente en mi cabeza y en un instante me convencí de que no entendía nada, y sobre todo, de que no sabía qué tipo de viraje iba a realizar: ¡combinado, no combinado, directo, indirecto…!
Abandoné el Doderlein y me dejé caer en el sillón, forzándome a poner en orden mis fugitivos pensamientos… Luego miré el reloj. ¡Diablos! ¡Llevaba veinte minutos en casa! En el hospital me esperaban.
“…con cada hora de retraso…”
Las horas se componen de minutos y los minutos, en estos casos, vuelan a una velocidad increíble. Arrojé el Doderlein y corrí de regreso al hospital.
Todo estaba listo. El enfermero estaba de pie junto a la mesita y en ella preparaba la mascarilla y el frasco con cloroformo. La parturienta ya estaba acostada en la mesa de operaciones. Un gemido ininterrumpido se extendía por toda la clínica.
-Aguanta, aguanta -balbuceaba tiernamente Pelagueia Ivánovna, inclinándose hacia la mujer-, el doctor te ayudará ahora mismo.
-No tengo fuerzas… no… ¡Ya no tengo fuerzas!… ¡No lo soportaré!
-No temas, no temas… -balbuceaba la comadrona-. ¡Lo soportarás! Ahora te daremos a oler algo… No sentirás nada.
El agua salía ruidosamente de los grifos; Ana Nikoláievna y yo comenzamos a limpiarnos y a lavarnos las manos y los brazos desnudos hasta el codo. Ana Nikoláievna, con un fondo de gemidos y lamentos, me contaba cómo mi antecesor -un experto cirujano- hacía los virajes. Yo la escuchaba ansiosamente, procurando no perderme una sola palabra. Y esos diez minutos me dieron más que todo lo que había leído sobre obstetricia cuando me preparaba para el examen estatal, en el que -justamente en obstetricia- había obtenido una nota “sobresaliente”. Por palabras aisladas, frases inconclusas, insinuaciones hechas de paso, me enteré de lo más necesario, de aquello que no se encuentra nunca en ningún libro. Cuando comencé a secarme las manos -idealmente blancas y limpias- con gasa esterilizada, la decisión ya se había adueñado de mí y tenía en la cabeza un plan firme y determinado. En aquel momento ya no tenía para qué pensar si el viraje iba a ser combinado o no combinado.
Todos aquellos términos científicos ahora no venían al caso. Lo importante era una cosa: debía introducir una mano, con la otra ayudarme desde fuera para ejecutar el viraje y, confiando ya no en los libros sino en el sentido de la medida sin el cual el médico no sirve para nada, debía cuidadosa pero insistentemente hacer bajar una piernecita y, tirando de ella, extraer el bebé.
Debía estar tranquilo y ser cuidadoso pero al mismo tiempo ilimitadamente decidido y audaz.
-Comencemos -le ordené al enfermero, y empecé a untarme los dedos con yodo.
Pelagueia Ivánovna inmediatamente cruzó los brazos de la parturienta y el enfermero cubrió con la mascarilla el rostro extenuado. Del frasco amarillo oscuro comenzó a gotear el cloroformo. Un olor dulce y nauseabundo inundó la habitación. Los rostros del enfermero y de las comadronas se volvieron severos, como si estuvieran inspirados.
-¡Ah! ¡¡Ah!! -gritó de pronto la mujer. Durante unos segundos se agitó, intentando quitarse la máscara.
-¡Sujétenla!
Pelagueia Ivánovna la sujetó por los brazos, los dobló y los apretó contra el pecho. La mujer gritó unas cuantas veces más alejando el rostro de la máscara. Pero cada vez se movía menos… cada vez menos… Luego balbuceó sordamente:
-¡Ah!… ¡Suéltame!… ¡Ah!
Balbuceaba cada vez más débilmente. La blanca habitación quedó en silencio. Las gotas transparentes seguían cayendo sobre la gasa blanca.
-Pelagueia Ivánovna, ¿el pulso?
-Es bueno.
Pelagueia Ivánovna levantó el brazo de la mujer y lo dejó caer; este, inanimado como una rama, se precipitó sobre la sábana. El enfermero retiró la mascarilla y miró las pupilas.
-Duerme.
* * *
Un charco de sangre. Mis brazos están ensangrentados hasta el codo. En las sábanas hay manchas sanguinolentas. Coágulos rojos y bolas de gasa. Y Pelagueia Ivánovna sacude al recién nacido y le da golpecitos. Axinia hace ruido con los baldes al verter el agua en las palanganas. Sumergen al niño alternativamente en agua fría y caliente. El bebé calla y su cabeza parece sujeta por un hilo, cuelga sin vida y se balancea de un lado a otro. Pero de pronto: se escucha algo como un chirrido, o un gemido, y después se oye el primer grito, ronco y débil.
-Está vivo… está vivo… -murmura Pelagueia Ivánovna, y coloca al bebé sobre una almohada.
Y la madre también está viva. Por suerte no ha ocurrido nada terrible. Yo mismo le tomo el pulso. Sí, es regular y claro; el enfermero sacude ligeramente a la mujer por el hombro y dice:
-Bueno, mujer, mujer, despierta.
Arrojan a un lado las sábanas ensangrentadas y apresuradamente cubren a la madre con una sábana limpia; el enfermero y Axinia se la llevan a la sala. El bebé, ya envuelto en sus pañales, se marcha sobre la almohada. Una pequeña carita marrón y arrugada mira desde el borde blanco sin dejar de emitir un agudo llanto.
El agua corre por los grifos de los lavabos. Ana Nikoláievna fuma ansiosamente un cigarrillo, arruga la cara a causa del humo y tose.
-Doctor, ha hecho usted muy bien el viraje, con mucha seguridad.
Me froto afanosamente las manos con un cepillo y la miro de reojo: ¿estará burlándose? Pero en su rostro hay una sincera expresión de orgullosa satisfacción. Mi corazón rebosa alegría. Miro el blanco y sangriento desorden que hay a mi alrededor, el agua roja de la palangana y me siento vencedor. Pero en algún recóndito lugar de mi ser se agita el gusano de la duda.
-Todavía debemos esperar a ver qué ocurre después -digo.
Ana Nikoláievna levanta asombrada la vista hacia mí.
-¿Qué puede ocurrir? Todo ha salido bien.
Murmuro cualquier cosa como respuesta. En realidad, lo que quisiera decir es lo siguiente: ¿estará todo intacto en el interior de la madre?, ¿no la habré lastimado durante la operación…? Esto atormenta confusamente mi corazón. ¡Pero mis conocimientos de obstetricia son tan poco claros, tan librescamente fragmentarios! ¿Un desgarramiento? ¿Cómo debe manifestarse? ¿Cuándo se presentarán los primeros síntomas, ahora o más tarde…? No, mejor no hablar sobre este tema.
-Cualquier cosa puede ocurrir -digo yo-, no está excluida la posibilidad de una infección -repito la primera frase que se me ocurre de algún manual.
-¡Ah, eso! -alarga tranquilamente las palabras Ana Nikoláievna-. Si Dios quiere nada ocurrirá. ¿Una infección? Todo está limpio y esterilizado.
* * *
Era más de la una cuando regresé a mi apartamento. Sobre el escritorio del gabinete, bajo la mancha de luz de la lámpara, yacía pacíficamente el Doderlein, abierto en la página “Peligros del viraje”. Durante casi una hora, estuve bebiendo el té ya frío y hojeando el libro. Entonces ocurrió algo interesante: todos los pasajes que hasta ese momento me habían resultado oscuros se volvieron completamente claros, como si se hubieran llenado de luz, y allí, bajo la luz de la lámpara, por la noche, en aquel lugar apartado, comprendí lo que significa el verdadero conocimiento.
“Se puede adquirir una gran experiencia en la aldea -pensé mientras me quedaba dormido-, pero hay que leer, leer todo lo posible… leer…”
¿Tantos años bautizados y todavía no conocemos a Jesús? ¿Será, tal vez, que no le hemos conocido bien nunca, que no hemos sabido en realidad quién es y no hemos experimentado su cercana presencia? Nunca entenderemos la fe cristiana si no acogemos a Jesús como el camino, la verdad y la vida. O, acaso, ¿es que de Él nos olvidamos porque las cosas y los afanes del día a día nos confunden sobre la relación Hombre-Dios-con nosotros? En la vida no todo se reduce a la razón. La teoría científica no contiene toda la verdad. El misterio último de la realidad no se deja atrapar por los análisis más sofisticados. Nosotros, mortales, hemos de vivir ante el misterio último de la realidad y que es el silencio y atracción respetuosa a Jesús quien es el camino que nos puede abrir a su Bondad. Necesitamos meditar el evangelio, descubrir a Jesús; mirarle, hablar con Él, sentirnos mirados y queridos por aquél que sigue vivo junto a nosotros. No es un personaje que pasó por la historia y se marchó. Jesús es Dios eterno que ha asumido la naturaleza humana (alma y cuerpo humano, sentimientos, afectos) y, ¡vive! Jesús sigue vivo desde el mismo fondo de nuestro ser y nos infunde un germen de vida nueva. Esta acción en nosotros se produce casi siempre de forma discreta y callada. Y así, quienes creemos, solo intuimos una presencia imperceptible. Sin embargo, a veces nos invade la certeza y la confianza total que se traduce en una alegría incontenible: Dios está, existe, nos ama y, con Él todo es posible. En nuestra vida encontramos muchas personas desorientadas y angustiadas por los acontecimientos y por los sinsabores de la vida. Nosotros mismos alguna vez nos hemos sentimos turbados. Es necesario transmitirles a estos la fe y la esperanza. Fe en Dios, que es Nuestro Padre bueno, que está con nosotros. Esperanza en Jesús que nos guiará a un buen lugar; claro está que, para ir allí, hay que seguir el verdadero camino. Y si nos planteamos, ¿cómo seguir ese verdadero camino, si no conocemos cuál es el camino? la creencia en Jesús que no tiene por qué ser ciega y sentimental, sino que debe ser razonada, hará que entendamos muchas cosas, pues Él “es el camino, la verdad y la vida”. Ser camino significa que si vivimos y amamos como buenos cristianos, un día podemos llegar a la casa del Padre. Desgraciadamente hay muchos falsos profetas que pretenden desorientar. Jesús es el único camino, el amor. Aunque luego en la práctica también podemos decir que hay muchos caminitos para ir a Dios, como hay diferentes culturas o maneras de ver la vida. Todas deben pasar por el sentido del servicio por amor. Si Jesús es el camino es porque es la verdad. Hay mucha gente dominada por la mentira, el engaño, la corrupción. Jesús quita las tinieblas del alma y nos da la luz. Y para que este camino lo podamos seguir con energía, Jesús se presenta como la vida; una vida que esperamos tener en plenitud un día. Él es nuestro amigo que vive con nosotros y con quien podemos conversar cuando queramos, y que nos acompaña en el caminar de cada día. En nuestra vida espiritual hay que desterrar todo desánimo o desconfianza o pesimismo y tristeza. Sólo tenemos que esforzarnos por conocer más a Jesús Cristo, su vida y su mensaje, para seguirle con todo nuestro corazón y vida.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires, Argentina), recibe un abrazo
y mi deseo de que dios te Bendiga y prospere en todo lo que emprendas,
y derrame sobre ti Salud,
Paz, Amor, y mucha prosperidad.
“Detrás de las paredes recelosas,
el sur guarda un puñal y una guitarra”.
Jorge Luis Borges
Cristina Fernández es una persona realmente perversa; y eso está en su ADN. Pero es auténtica: es malvada, y lo parece; no hay disimulo alguno. ¿Alguien puede creer que la Vicepresidente podría haber olvidado las gravísimas acusaciones de Alberto Fernández en su contra desde que se fue del gobierno en 2008? En la medida en que fueron lanzadas por quien fuera Jefe de Gabinete de su marido muerto, tenían además una brutal potencia incriminadora; estoy seguro que, más allá de las idílicas fotos, conserva un odio infinito contra su Presidente delegado. No lo considera, a él ni a su círculo íntimo, propia tropa, y avanza a paso redoblado sobre la estructura del Estado, en especial aquellos organismos –ANSES, Aerolíneas Argentinas, YPF, etc.- que reportan fondos y base de sustentación política. Mientras tanto, procura aislar a la Argentina de toda relación con aquellos países cuyos actuales gobiernos no comulgan con su proyecto de recrear el “socialismo del siglo XXI”, aunque se trate de todos los vecinos, de Estados Unidos y de la Unión Europea, para dejarnos sólo asociados a Venezuela, Nicaragua, Cuba, Rusia, Irán y China. En ese sentido van movidas tales como la incorporación de Alberto Fernández (único Presidente en ejercicio) al Grupo de Puebla, en el que militan su íntimo consejero (Marco Enríquez-Ominami), Luiz Inácio Lula da Silva, Rafael Correa, Evo Morales, José Luis Rodríguez Zapatero, la pretensión de revivir a la fallida UNASUR y la ahora desmentida separación del MERCOSUR en sus negociaciones. El kirchnerismo se destaca entre los actuales partidos políticos –ya estamos formando UNIDOS para tener una alternativa liberal- por ser el único que tiene un plan concreto y claro, por muy siniestro que éste sea. En él, se mezclan el disfraz de la ideología, la fuerte vocación por el renovado saqueo y, por supuesto, la anhelada impunidad de Cristina, su familia y de sus cómplices, al menos los que Cristina Fernández aprecia. Si el Presidente, que carece de estructura propia y territorio y ha debido lotear todas y cada uno de los ministerios, tuviera la intención de parir un “albertismo” y separar su destino de aquélla, debería hacerlo ahora mismo, cuando aún goza de las mieles que le deparan las encuestas por la forma en que condujo la crisis del Covid-19. Porque cuando, finalmente, se vea obligado a levantar el confinamiento del cual se ha enamorado –lógico, le permite gobernar sin Honorable Aguantadero (Poder Legislativo) y sin Justicia- la real situación socio-económica derrumbará sin piedad esa frágil popularidad, y se incrementará su dependencia de las decisiones de esa verdadera guarida de delincuentes que es el Instituto Patria, si es que éste no decide prescindir de él.
Creo que llegó el momento de analizar qué es la pandemia, cómo se la ha combatido, por qué el mundo entró en pánico y cuáles fueron las consecuencias de la cuarentena y la paralización total de la economía. No sabemos, porque no se han podido testear, cuántos infectados reales hay en el planeta y, menos aún, en la Argentina. Pero sí sabemos cuántos muertos se han adjudicado hasta hoy al virus: la información dice que fallecieron 260.000 personas en todo el globo (o sea, el 0,003% de la población mundial), y que una mayoría de ellas tenía mucha edad o padecía de graves patologías preexistentes. Para comparar, en 1918 la “gripe española” mató a 50 millones, es decir, el 3% -1.000 veces más- de los habitantes del planeta. Es necesario dejar claro dos puntos: 1) toda muerte es penosa y lamentable, y 2) seguramente, la férrea cuarentena ha logrado que esa cantidad de decesos sea tan acotada. El pánico que la OMS y la prensa canalla instilaron en las personas, los hogares y las comunidades, ha logrado que todos hayamos internalizado la necesidad de cuidarnos. Que, además, el confinamiento haya permitido a los populismos fascistas de derecha y de izquierda avanzar sobre las libertades y los derechos de los ciudadanos, supongo que debe haber sido mera coincidencia. Pero el mundo –China incluida, y por eso creo que la difusión de la enfermedad se debió a un accidente, tipo Chernobyl- pagará un elevadísimo costo por la verdadera bomba atómica que detonó sobre la economía global. En la Argentina, que carece de ahorro y de confianza para obtener crédito, ese costo será sideral: la recesión se extenderá por mucho tiempo, innumerables empresas quebrarán, el desempleo golpeará, el consumo caerá a niveles inéditos, la inflación no tendrá techo, y el hambre se extenderá. Luego de la fallida masacre que hubiera debido causar la coincidencia masiva de jubilados y pobres el 6 de abril y de la escasa demanda de camas y respiradores generada hasta ahora, ¿el riesgo de más fallecimientos justificó de verdad tamaño golpe a la economía del país? ¿Cuántas personas han muerto en el ínterin morirán por falta de diagnóstico precoz, por demora en intervenciones quirúrgicas, por no realizar estudios preventivos o tratamientos habituales, por violencia doméstica? ¿Cuántos, en especial los más chicos, sufrirán problemas psicológicos por el aislamiento? Y luego, ¿cuántos morirán por hambre, cuántas empresas dejarán de existir? Mal que les pese a los gobernantes de todo nivel, que parecen no saber cómo hacerlo, es necesario terminar con el confinamiento obligatorio pensando en los “daños colaterales” que la guerra contra el Covid-19 ha producido y tener en cuenta que ya la sociedad ha adquirido los hábitos necesarios para protegerse, para poner en marcha hoy mismo toda la estructura productiva del país, incluyendo sus cielos, con las precauciones sanitarias del caso.
El coronavirus es una forma de gripe, como las que de tanto en tanto padece la humanidad, que puede afectar con más o menos gravedad dependiendo de diversos factores, entre ellos, el estado físico de cada persona, el momento en que el que se diagnostica, la atención médica recibida y la calidad de esta. Se recuerda a la denominada “gripe española” de comienzos del siglo pasado —entre 1914 y 1918— como la más terrible por la cantidad de muertes que ocasionó: por lo menos unas 40 millones de víctimas en todo el mundo, número que según otros cálculos ascendería a 100 millones. Esta gripe también llegó a la Argentina y se estima que hubo alrededor de 22.000 muertes. A la sazón, la Argentina tenía unos ocho millones de habitantes —teniendo en cuenta la cifra del censo de 1914 que indicaba un total de 7.885.237 habitantes— y la tasa de mortalidad fue del 0,363 %, resultado obtenido al dividir cantidad de habitantes por total de muertes.
En el caso del coronavirus, y suponiendo que en la Argentina seamos 44 millones de habitantes —cinco veces más que en 1914—, la proporción de fallecidos corresponde al 1% de las muertes por gripe española, dado que a la fecha — 1º de mayo— ha habido 218 decesos. Estos fallecimientos son, en una población de 44 millones de habitantes, una cifra ínfima que señala una muerte cada 200.000 habitantes. Si se establece una comparación de la mortalidad en cada uno de estos casos, el coronavirus muestra una gravedad muchísimo menor que su antecesora. A día de hoy, y si consideramos que los fallecidos en general ya padecían otras enfermedades importantes, está claro que las personas sanas, sin debilidades a la vista, no se verán afectados por el coronavirus. Por poner otro ejemplo, solo en 2019 hubo en la Argentina 6.627 víctimas fatales por accidentes de tránsito, es decir, dieciocho muertes por día. Parece imposible que el coronavirus alcance esa cifra.
Existen en nuestro país otras enfermedades mucho más letales que sería bueno que tanto el titular del Poder Ejecutivo como sus ministros y los integrantes del Poder Legislativo tuvieran presentes, entre ellas, la desnutrición infantil. ¿Saben tan encumbrados funcionarios cuántas muertes hay por desnutrición infantil en niños de entre uno y cinco años? ¿Saben cuántos quedan disminuidos para el resto de su vida tanto intelectual como físicamente? ¿O cuántos ancianos mueren por carencias vitamínicas, entre ellas, la vitamina D que aporta el sol y que actualmente no reciben por no poder salir a la calle? Si en lugar de estar en cuarentena estuviéramos trabajando y construyendo caminos, canales, vías férreas, cárceles, escuelas, o tantas otras cosas, no estaríamos viajando muertos de vergüenza a decirles a los acreedores que no podemos pagar porque decidimos llenarnos de “ñoquis”… o robar el dinero del pueblo. Si produjéramos más, y no menos, habría con que brindarles a niños y niñas la posibilidad de crecer sanos y fuertes, tendrían escuelas, aseo, cultura, y se les inculcaría desde la primera infancia el amor por la patria y el respeto por sus símbolos. También honraríamos las deudas. Debido al coronavirus, que en la Argentina no es una amenaza tan temible en comparación con otras enfermedades y carencias, se le ha prohibido a la gente trabajar y, por ende, vivir más y mejor.
¿Podemos pagar la cuarentena?
Las palabras precedentes no deben interpretarse como que la enfermedad no tiene importancia y que no se la debe combatir de todas las formas posibles; lo que estamos analizando es si en una Argentina jaqueada por el déficit fiscal, conjugado con impuestos impagables, y deudas externas e internas vencidas o a vencer no menos impagables, se puede reducir de esta manera la producción nacional permitiendo que buena parte de la fuerza laboral disminuya. La tesis de este escrito sigue el añejo aforismo que dice “si quieres recaudar más impuestos sin lesionar a los contribuyentes, debes estimular la producción”. La cuarentena, por el contrario, reduce la recaudación, provoca un aumento del déficit fiscal y, desde luego, impide la rebaja de impuestos que estimularía el crecimiento de la economía y la creación de empleos dignos. La mayoría de las tareas en la Argentina requieren salir de casa. En consecuencia, si se trabaja en relación de dependencia —como es el caso de la mayoría—, los dueños de la empresa están obligados a pagarle a su personal la retribución habitual por una tarea que no realiza. Esto puede hacerse por muy poco tiempo ya que, si no hay producción, la empresa no obtiene ingresos y se verá obligada a cerrar o a presentarse en convocatoria de acreedores o en quiebra por no poder pagar salarios.
No son muchas las empresas que pueden afrontar esta circunstancia, mucho menos si dura tres o cuatro meses. Me atrevo a afirmar que si se trata de pymes, que son muy numerosas, les va ser muy difícil sobrellevar incluso dos meses con este sistema. El Estado Argentino no está en condiciones de ayudar a los particulares porque el país está en quiebra, y cuanto antes asumamos este hecho y nos pongamos a trabajar en serio para enfrentar la situación actual, antes comenzará la recuperación. La Argentina es potencialmente rica. No cabe duda de que, si conseguimos movilizar a los cientos de miles de compatriotas que hacen que trabajan en la función pública sin rédito alguno para la comunidad, si ellos realmente se incorporaran al trabajo, se abriría un horizonte de esperanza para todos. Nuestro gobierno, siguiendo los consejos de la Organización Mundial de la Salud, ha decretado que una parte significativa de la población se quede en sus casas para evitar el contagio —ese morbo que ya mencionamos—, sin tener en cuenta que, en nuestro medio, esa decisión solo puede mantenerse por muy poco tiempo y que, desde el punto de vista de la salud colectiva, también se presentan serios inconvenientes.
Quienes creyeron en la cuarentena y la aprobaron el pasado 20 de marzo pensando que todo terminaría en catorce días, no pudieron ver que el drama recién empezaba. Ahora, a más de cuarenta días de aquella decisión, se están dando cuenta de que peligra su fuente de ingresos —si es que no está cerrada— y de que sus reservas personales se están agotando. Si su empleo se pierde porque gracias a la cuarentena la empresa no puede seguir, difícilmente consiga otro. La cuarentena prometía ser la solución, sí, pero no se explicó que traía consigo la posibilidad de que apareciera el hambre en vastos sectores: quien no tiene ingresos no compra, y si no hay ventas, no se va a producir lo que la gente no puede adquirir. Esto nos lleva al hecho de que si no se produce, tampoco hay empleos.
Durante la gripe española ya mencionada, las vidas humanas perdidas fueron muchísimas, pero a nadie se le ocurrió —ni a las naciones entonces beligerantes, ni después de finalizada la guerra—la genial idea de encerrar a la población en cuarentena, algo imposible de mantener porque la gente quiere y debe trabajar; si no, no come. A esto debemos sumar que, en nuestro medio, el Poder Legislativo no funciona —o solo para muy pocas cosas, como aumentarle la retribución a los empleados que trabajaron durante la cuarentena—, el Poder Judicial virtualmente tampoco y, en cuanto a los funcionarios del Poder Administrador, el grueso de ellos no está concurriendo al trabajo. Además, es inaceptable que la ANSES no atienda a los jubilados ni la AFIP a los contribuyentes.
Lo correcto, sin embargo, parecería ser utilizar todos los recursos disponibles —y crear los que no existan— para encontrar a los infectados antes de que la enfermedad avance y se haga más difícil su cura. El ejemplo de Israel y de Corea del Sur es aleccionador: realizaron verdaderas operaciones de inteligencia para hallar rápidamente a los infectados, separarlos del resto y tratarlos de inmediato. Ya sabemos que cuanto antes se los encuentre, menos conflictiva será su recuperación.
El coronavirus, en la mayoría de los casos, no tiene consecuencias graves para los afectados, la mayoría se recuperará —basta con ver las estadísticas a nivel mundial, 3.324.000 infectados de los cuales unos 242.000 perdieron la vida—. Los fallecidos, en su mayoría, ya padecían alguna patología grave o tenían antecedentes médicos, de no haberlos tenido, posiblemente se hubieran recuperado sin presentar secuelas. ¿Qué vinculación tienen estos guarismos comparados con la gripe española de principios del siglo XX y sus 40 millones de muertos con una población mundial muy inferior a la actual? Ninguna. El peligro ha sido magnificado por quienes debieron actuar con más prudencia. Es malo reaccionar débilmente ante una amenaza cierta y tangible, pero no es menos malo aterrorizar sin razón suficiente a la población.
El retorno a la normalidad
La situación económica en la Argentina ya era insostenible antes de la llegada de esta enfermedad, porque una parte de la población tiene que trabajar y pagar impuestos elevados para sustentar a empleados y otros beneficiarios del Estado que reciben prebendas inmorales en lugar de puestos de trabajo. Debemos volver a lo que llamamos normalidad cuanto antes, pero tomando las precauciones sanitarias de rigor y pensando también en la mortalidad infantil, el mal de Chagas, el dengue, los presos que están sueltos, las deudas impagas, el atraso escolar y otras miserias de la vida argentina que ya estaban desde antes. Lo primero es, sin duda, restablecer el correcto funcionamiento de los tres poderes de Gobierno y el respeto por la Constitución. Esta nación debe asumir su destino de libertad, ocupar el territorio patrio y reincorporarse a donde estaba hace setenta y siete años cuando era un símbolo de éxito, progreso y bienestar.
El Teniente primero del Ejército Argentino GUSTAVO RAMÓN DE MARCHI, valientemente en un audio de 10 minutos de duración nos dá un pormenorizado detalle del mentiroso Hospital Penitenciario Federal de Ezeiza, sobre el que tanto hemos escrito en los últimos años. Él es uno más de los 10 prisioneros de diferentes fuerzas alojados allí, cuya única opción es nada más que esperar la muerte que los libere definitivamente. Mientras tanto las autoridades del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (para algunos) en complicidad con el Servicio Penitenciario Federal, mienten o se hacen los ciegos sordos y mudos. Hacemos votos para que un día lleguen al poder autoridades gubernamentales honestas, de forma tal que investiguen qué pasó en este lugar con los prisioneros imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, durante este oscuro período de verdadero exterminio.
Hay quienes afirman que el aplauso para el asador no es sino una expresión del sentimiento de culpa. ¿Y entonces? ¿Qué podemos decir?… Podemos entender que cuando se propone un aplauso para el asador es por una forma de compensar las exigencias dadas al mismo, una forma de reparación.
Cuando hablamos de “un asado”, nos estamos refiriendo a la variedad de carnes, que es lo más común sobre la parrilla, para los argentinos: “nuestro asado”. Pero a la hora de preparar la carne, es menester tener presente ciertas cosas, entre las cuales el sazonado; así, sabores, aromas y colores de la pulpa serán más realzados.
Para condimentar la carne asada podemos pensar en preparados a base de coriandro, ajo, cebolla, orégano, ají molido, laurel molido, tomillo, pimienta negra y, porque no, mostaza.
En definitiva, el secreto para lograr que ese trozo de carne cocinada sobre la parrilla sea perfecto, en presentación y sabor, consiste en la mezcla de especias y condimentos. Claro está, diferenciemos estos dos últimos términos, de funciones semejantes. Las especias son todas esas hierbas aromáticas que le confieren ese toque característico al producto; en el caso de los condimentos nos estamos refiriendo a todo elemento alimentario que tiene como fin el potenciar el sabor de los alimentos, dándoles un particular sabor al alimento, como también a nuestras comidas ya elaboradas adjudicándoles un sello de distintivo.
El tomillo
El tomillo es una planta muy utilizada en la cocina. Una hierba aromática muy útil en gastronomía. Como características, podemos destacar su sabor muy intenso que le permite insertarse perfectamente en las carnes asadas. Gracias a su peculiar sabor, además de acompañar a las carnes es muy habitual aplicarlo en la preparación de diferentes recetas acompañando a las verduras y pescados.
El orégano
Esta planta aromática con hojas verdes de color vivo intenso, que preferentemente se consumen secas, se utiliza para sazonar carne asada mezclada con limón y aceite de oliva. Se destaca por su aroma y sabor penetrante. También se la utiliza en toda preparación a base de tomates (salsas). Esta especia ocupa un lugar destacado en la preparación del conocido aderezo de la culinaria argentina, el chimichurri.
La pimienta
A lo largo de la historia, la pimienta ha sido “la reina de las especias” por su valor comercial en tiempos antiguos. Existen de distintos tipos siendo la más común la “Piper nigrum”. Lo que marca la diferencia entre variedades de pimienta que conocemos es el tratamiento después de la recolección, lo que va a dar como resultado un diferente aroma y color, como también intensidad. Puede ser negra, blanca, verde o bien roja. La negra se recoge antes de su completa maduración. Así, se la deja secar, adquiriendo el color negro. La pimienta blanca se recoge madura; se las pone en remojo hasta que sueltan la piel y así el grano interior queda blanco. En el caso de la pimienta verde, como la roja, se las recolecta muy temprano, cuando aún son bayas bastante inmaduras y se las maceran en salmuera logrando con esto las diferentes tonalidades. La verde es la más fuerte de las cuatro.
La pimienta se añade al final de la cocción de un alimento para garantizar que mantiene en todo lo posible su sabor. Se usa especialmente para preparar todo tipo de carnes asadas, como también guisos y salsas.
Si se mezclan estas cuatro variantes, tendremos un “Mix de Pimientas” que será ideal para aportarle matices y color a nuestras carnes sobre la parrilla.
El romero
El romero es un arbusto aromático y perenne. Tiene usos medicinales y culinarios. Sobre esto último resulta óptimo para sazonar y aromatizar los alimentos. Se lo identifica por sus hojas que son pequeñas, abundantes, alargadas y finas creciendo de forma opuesta y de color verde oscuro. Por su aroma, esta especia es fácilmente identificable. Es un excelente aderezo carnes puestas sobre la parrilla, como también en salsas y verduras.
El comino
Esta especia, típica de la cocina mediterránea y árabe, se usa como condimento de carnes y quesos. Se usa habitualmente molida y es muy eficaz a la hora de realzar el sabor de carnes y hortalizas forma parte de todos los curry’s (mezcla de doce a veinte especias) y tiene un sabor fuerte y dulzón, que se potencia cuando se tuesta.
El laurel
El laurel es una planta aromática de hojas verdes que, sin dudas, resulta ser uno de los condimentos más habituales de la cocina mediterránea. Proporciona un sabor suave y muy particular. Se lo utiliza como un condimento para asados y estofados. Sus hojas se pueden usar frescas o secas, pero estas últimas tienen un sabor más intenso. Se recomienda utilizarlo con prudencia, pues su sabor se desprende lentamente. También es una especia de uso habitual en escabeches y guisos tradicionales.
El pimentón
El Pimentón es una especia que resulta de secar y moler finamente unos tipos de pimiento rojo (por ejemplo la ñora y la paprika), obteniéndose un polvo fino que se emplea como condimento esencial. De la proporción de sus ingredientes y tipos, depende que sea dulce o picante. El pimentón se emplea para dar color y sabor a todo tipo de carnes, embutidos y salsas. En algunos países de América, se denomina Pimentón al pimiento (llamado también Capsicum), que da un sabor picante.
El clavo de olor
El clavo de olor es muy aromático y tiene múltiples usos en gastronomía. Es una de las especias para carne con sabor más intenso y fuerte. Se lo debe usar en pequeñas cantidades para que su inclusión no enmascare los sabores principales de la comida. Se pueden usar enteros o molidos, proporcionando sabores picantes y refrescantes.
La canela
La canela es una de las especias más antiguas y más utilizadas dentro de la gastronomía. Resulta de la corteza de un árbol originario de la India occidental. La podemos encontrar en el mercado en rama o molida. Gracias a su versatilidad puede ser utilizada para la preparación de alimentos dulces y salados. Se destaca por su gran aroma y se puede usar tanto aderezos para carnes como también en preparaciones dulces, confiriéndole para ambos casos un toque oriental muy apetecible.
El eneldo
El eneldo es una planta muy utilizada como especia en la cocina. Se lo reconoce por sus hojas de intenso color verde oscuro y sus semillas con olor parecido al hinojo. Se lo puede utilizar fresco para así poder apreciar su sabor y aroma, aunque también es utilizable como hierba seca. Resulta muy común encontrarlo en aderezos para carnes y es muy eficaz a la hora de aromatizar todo tipo de platos, incluyendo pescados.
El Ajo
Lo podemos encontrar entero, en dientes o en polvo. Si bien muchos dicen que lo más preciso es considerarlo una hortaliza, porque el bulbo se parece mucho a una cebolla, el ajo siempre ha tenido un tratamiento como una especia culinaria, muy apreciada por cierto. El hecho es que el ajo no se consume como una hortaliza y muchos opinan que pertenece a una categoría propia. Se usa en polvo si es para asar carne, y en trozos muy pequeños si se va a marinar.
El ají molido
Se lo suele conocer con el nombre de pimienta de Cayena, debido al nombre de la ciudad Cayena de la Guayana Francesa donde se lo cultivaba. El nombre fue puesto por los españoles pues el picor provocado por el fruto les recordaba el de la pimienta.
Para los españoles fue un gran hallazgo, un sabor picante pero accesible. El ají molido y el suave y dulce pimentón provienen de esta especie. Es una mezcla de frutos maduros, sanos, limpios y secos de variedades de Capsicum annum (pimiento de chile y ají) y Capsicum frutescens (bayas amarillas o verdes) molidos.
Es un ingrediente tradicional de las comidas y es infaltable para la preparación del clásico chimichurri que acompaña a las carnes asadas, o en la salsa criolla, en el locro, parte del relleno de la mayoría de las empanadas, adobos para pizzas, tucos etc.).
El Perejil
El perejil en una especia aromática muy consumida en el mundo. Se lo suele cocinar levemente (de modo que conserve su aroma), igualmente se puede comer crudo, para acompañar a las carnes asadas. Se emplea tanto fresco como seco; en caso de ser fresco, debe tener un color verde brillante e intenso. Su sabor es ligeramente amargo y refrescante. Se aconseja añadirlo al final de la cocción para que no pierda el aroma. Además se lo suele incorporar, por ejemplo, en algunas ensaladas, salsas y sopas.
Los condimentos se utilizan desde antaño para dar sabor a las carnes, conferirles otras texturas y matices de gusto. También se utilizan para conservación. Para la elaboración del adobo básico se parte con vinagre, aceite y sal, para terminar en múltiples posibilidades según el tipo de carne.
El gobierno de Austria está formado por dos partidos a los que hasta ahora no se situaba habitualmente en el mismo equipo político: el conservador Partido Popular (ÖVP) y Los Verdes. La coalición fue negociada sobre dos pilares en los que se repartía el peso programático de la legislatura: restricciones a la inmigración y lucha contra el cambio climático, unos asuntos que hoy nos parecen de otro tiempo.
El coronavirus ha reseteado por completo el contenido político y la acción del poder ejecutivo y el canciller Sebastian Kurz ha logrado que ambos partidos trabajen como una piña en la gestión de la crisis.
La última muestra de esta unidad es la decisión de que todos los miembros del gobierno federal austriaco donen su salario neto mensual del mes de abril a organizaciones benéficas que estén jugando un destacado papel en la lucha contra el coronavirus (COVID-19) , a hospitales, laboratorios o en la atención a los afectados.
«Millones de personas deben renunciar a mucho en estos momentos, o se encuentran en una complicada situación económica», contextualiza el comunicado del gobierno en el que se ha hecho pública la decisión. «Como gobierno hacemos todo lo posible para sacar a Austria de esta crisis y al mismo tiempo deseamos enviar una señal personal para la unidad de todos en estos tiempos difíciles».
La suma neta alcanza los 162.000 euros
El vicecanciller Werner Kogler ha confirmado que cada ministro y secretario de Estado donarán un salario neto mensual cada uno «a organizaciones que ofrecen un aporte importante para que todos salgamos lo mejor posible de esta crisis». Y también ha confirmado las cantidades. El canciller Sebastian Kurz gana unos 11.500 euros mensuales netos, Kogler uno 10.400, cada uno de los 13 ministros unos 9.500 euros y los secretarios de Estado unos 8.500, por lo que la cantidad total de la donación ascenderá a unos 162.000 euros.
Con 14.782 infectados y 470 fallecidos, Austria pasa por ser uno de los países europeos que mejor ha gestionado la crisis del coronavirus y se encuentra ya en fase avanzada de desescalada de restricciones, aunque resulta difícil olvidar que desde una de sus estaciones de esquí, la de Ischgl, se propagó el virus a los cinco continentes, de manera que fue declarada foco de contagio y sus autoridades sanitarias afrontan una demanda colectiva por negligencia a la que se ha adherido ya miles de pacientes infectados.
Pero una vez superada la línea de control de la pandemia, Austria se encuentra ya en el siguiente capítulo, el de la difícil reactivación de la economía. Y en esta otra batalla, Austria da pasos atrás en cohesión europea.
Su ministro de Finanzas, Gernot Bluemel, ha sugerido que las normas de la Unión Europea sobre ayudas estatales deberían ser suspendidas para países como Austria, que han mostrado su solidaridad con los Estados miembros más afectados durante la pandemia. «Esta solidaridad no puede ser una calle de un solo sentido. También queremos ser capaces de mostrar solidaridad con nuestras propias empresas y por lo tanto exigimos que esta crisis se utilice para la solidaridad en el sentido de que suspendamos el régimen de ayudas estatales de la UE durante el tiempo que dure la crisis sanitaria», ha dicho.
La situación que ha de gestionar Bluemel no es nada sencilla y en ella oteamos lo que espera también la resto de países europeos. La caída del consumo, por el cierre temporal de todos los establecimientos no esenciales, ha golpeado como nunca en el país alpino el mercado laboral: unas 12.000 personas en promedio perdieron su empleo durante cada uno de los días de confinamiento, hasta alcanzar un récord en números absolutos de 562.5222 parados el pasado 31 de marzo. Esta cifra supone un aumento interanual del 52,5%, con 193.500 parados más respecto a marzo de 2019 y, en registros absolutos, el mayor número de desempleados desde el final de la II Guerra Mundial.
A estos desempleados, habría que añadir otros 250.000 trabajadores que han quedado en jornada reducida, situación en la que el Estado abona hasta el 90% del salario bruto. El impacto de conjunto es mucho mayor que el que tuvo la crisis financiera de 2008.
La tasa de paro queda situada en Austria en el 12,2%, lo que supone un 4,7% más que hace un año. «La última vez en que el paro se encontraba en estos niveles fue en la década de 1920», recuerda el historiador económico Oliver Kühschelm, de la Universidad de Viena. Las restricciones han afectado sobre todo al sector turístico y hotelero, en los que el paro se ha disparado con aumentos del 145%, impulsado por la elevada temporalidad. Austria ha sugerido ya a Alemania la negociación de un acuerdo bilateral para que los turistas alemanes, que este verano no podrán viajar a las costas mediterráneas, puedan optar por vacaciones en Austria gracias a las aperturas selectivas de fronteras.
El gobierno de Viena ha acordado un paquete de ayudas de 38.000 millones de euros, de los que 9.000 millones irán destinados a garantías de préstamos, 10.000 millones a moratorias fiscales y 15.000 millones a ayudas directas. Para poder acogerse a esas ayudas directas, empresas y autónomos deben demostrar una caída de su facturación de al menos el 40%.
En Europa, los ministros búlgaros ya han expresado su deseo de donar parte de sus emolumentos. En otras partes del mundo, también se han anunciado acciones de este tipo, especialmente en Nueva Zelanda.
Era tarde y todos habían salido del café con excepción de un anciano que estaba sentado a la sombra que hacían las hojas del árbol, iluminado por la luz eléctrica. De día la calle estaba polvorienta, pero por la noche el rocío asentaba el polvo y al viejo le gustaba sentarse allí, tarde, porque aunque era sordo y por la noche reinaba la quietud, él notaba la diferencia. Los dos camareros del café notaban que el anciano estaba un poco ebrio; aunque era un buen cliente sabían que si tomaba demasiado se iría sin pagar, de modo que lo vigilaban.
-La semana pasada trató de suicidarse -dijo uno de ellos.
-¿Por qué?
-Estaba desesperado.
-¿Por qué?
-Por nada.
-¿Cómo sabes que era por nada?
-Porque tiene muchísimo dinero.
Estaban sentados uno al lado del otro en una mesa próxima a la pared, cerca de la puerta del café, y miraban hacia la terraza donde las mesas estaban vacías, excepto la del viejo sentado a la sombra de las hojas, que el viento movía ligeramente. Una muchacha y un soldado pasaron por la calle. La luz del farol brilló sobre el número de cobre que llevaba el hombre en el cuello de la chaqueta. La muchacha iba descubierta y caminaba apresuradamente a su lado.
-Los guardias civiles lo recogerán -dijo uno de los camareros.
-¿Y qué importa si consigue lo que busca?
-Sería mejor que se fuera ahora. Los guardias han pasado hace cinco minutos y volverán.
El viejo sentado a la sombra golpeó su platillo con el vaso. El camarero joven se le acercó.
-¿Qué desea?
El viejo lo miró.
-Otro coñac -dijo.
-Se emborrachará usted -dijo el camarero. El viejo lo miró. El camarero se fue.
-Se quedará toda la noche -dijo a su colega-. Tengo sueño y nunca puedo irme a la cama antes de las tres de la mañana. Debería haberse suicidado la semana pasada.
El camarero tomó la botella de coñac y otro platillo del mostrador que se hallaba en la parte interior del café y se encaminó a la mesa del viejo. Puso el platillo sobre la mesa y llenó la copa de coñac.
-Debía haberse suicidado usted la semana pasada -dijo al viejo sordo. El anciano hizo un movimiento con el dedo.
-Un poco más -murmuró.
El camarero terminó de llenar la copa hasta que el coñac desbordó y se deslizó por el pie de la copa hasta llegar al primer platillo.
-Gracias -dijo el viejo.
El camarero volvió con la botella al interior del café y se sentó nuevamente a la mesa con su colega.
-Ya está borracho -dijo.
-Se emborracha todas las noches.
-¿Por qué quería suicidarse?
-¿Cómo puedo saberlo?
-¿Cómo lo hizo?
-Se colgó de una cuerda.
-¿Quién lo bajó?
-Su sobrina.
-¿Por qué lo hizo?
-Por temor de que se condenara su alma.
-¿Cuánto dinero tiene?
-Muchísimo.
-Debe tener ochenta años.
-Sí, yo también diría que tiene ochenta.
-Me gustaría que se fuera a su casa. Nunca puedo acostarme antes de las tres. ¿Qué hora es esa para irse a la cama?
-Se queda porque le gusta.
-Él está solo. Yo no. Tengo una mujer que me espera en la cama.
-Él también tuvo una mujer.
-Ahora una mujer no le serviría de nada.
-No puedes asegurarlo. Podría estar mejor si tuviera una mujer.
-Su sobrina lo cuida.
-Lo sé. Dijiste que le había cortado la soga.
-No me gustaría ser tan viejo. Un viejo es una cosa asquerosa.
-No siempre. Este hombre es limpio. Bebe sin derramarse el líquido encima. Aun ahora que está borracho, míralo.
-No quiero mirarlo. Quisiera que se fuera a su casa. No tiene ninguna consideración con los que trabajan.
El viejo miró desde su copa hacia la calle y luego a los camareros.
-Otro coñac -dijo, señalando su copa. Se le acercó el camarero que tenía prisa por irse.
-¡Terminó! -dijo, hablando con esa omisión de la sintaxis que la gente estúpida emplea al hablar con los beodos o los extranjeros-. No más esta noche. Cerramos.
-Otro -dijo el viejo.
-¡No! ¡Terminó! -limpió el borde de la mesa con su servilleta y movió la cabeza de lado a lado.
El viejo se puso de pie, contó lentamente los platillos, sacó del bolsillo un monedero de cuero y pagó las bebidas, dejando media peseta de propina.
El camarero lo miraba mientras salía a la calle. El viejo caminaba un poco tambaleante, aunque con dignidad.
-¿Por qué no lo dejaste que se quedara a beber? -preguntó el camarero que no tenía prisa. Estaban bajando las puertas metálicas-. Todavía no son las dos y media.
-Quiero irme a casa.
-¿Qué significa una hora?
-Mucho más para mí que para él.
-Una hora no tiene importancia.
-Hablas como un viejo. Bien puede comprar una botella y bebérsela en su casa.
-No es lo mismo.
-No; no lo es -admitió el camarero que tenía esposa-. No quería ser injusto. Sólo tenía prisa.
-¿Y tú? ¿No tienes miedo de llegar a tu casa antes de la hora de costumbre?
-¿Estás tratando de insultarme?
-No, hombre, sólo quería hacerte una broma.
-No -el camarero que tenía prisa se irguió después de haber asegurado la puerta metálica-. Tengo confianza. Soy todo confianza.
-Tienes juventud, confianza y un trabajo -dijo el camarero de más edad-. Lo tienes todo.
-¿Y a ti, qué te falta?
-Todo; menos el trabajo.
-Tienes todo lo que tengo yo.
-No. Nunca he tenido confianza y ya no soy joven.
-Vamos. Deja de decir tonterías y cierra.
-Soy de aquellos a quienes les gusta quedarse hasta tarde en el café -dijo el camarero de más edad-, con todos aquellos que no desean irse a la cama; con todos los que necesitan luz por la noche.
-Yo quiero irme a casa y a la cama.
-Somos muy diferentes -dijo el camarero de más edad. Se estaba vistiendo para irse a su casa-. No es sólo una cuestión de juventud y confianza, aunque esas cosas son muy hermosas. Todas las noches me resisto a cerrar porque puede haber alguien que necesite el café.
-¡Hombre! Hay bodegas abiertas toda la noche.
-No entiendes. Este es un café limpio y agradable. Está bien iluminado. La luz es muy buena y también, ahora, las hojas hacen sombra.
-Buenas noches -dijo el camarero más joven.
-Buenas noches -dijo el otro. Continuó la conversación consigo mismo mientras apagaba las luces. Es la luz, por supuesto, pero es necesario que el lugar esté limpio y sea agradable. No quieres música. Definitivamente no quieres música. Tampoco puedes estar frente a una barra con dignidad aunque eso sea todo lo que proveemos a estas horas. ¿Qué temía? No era temor, no era miedo. Era una nada que conocía demasiado bien. Era una completa nada y un hombre también era nada. Era sólo eso y todo lo que se necesitaba era luz y una cierta limpieza y orden. Algunos vivieron en eso y nunca lo sintieron pero él sabía que todo eso era nada y pues nada y nada y pues nada. Nada nuestra que estás en nada, nada sea tu nombre nada tu reino nada tu voluntad así en nada como en nada. Danos este nada nuestro pan de cada nada y nada nuestros nada como también nosotros nada a nuestros nada y no nos nada en la nada mas líbranos de nada; pues nada. Ave nada llena de nada, nada está contigo. Sonrió y estaba frente a una barra con una cafetera a presión brillante.
-¿Qué le sirvo?- preguntó el cantinero.
–Nada.
–Otro loco más -dijo el cantinero y le dio la espalda.
-Una copita -dijo el camarero.
El cantinero se la sirvió.
-La luz es bien brillante y agradable pero la barra está opaca -dijo el camarero.
El cantinero lo miró fijamente pero no respondió. Era demasiado tarde para comenzar una conversación.
-¿Quiere otra copita? -preguntó el cantinero.
-No, gracias -dijo el camarero, y salió. Le disgustaban los bares y las bodegas. Un café limpio, bien iluminado, era algo muy distinto. Ahora, sin pensar más, volvería a su cuarto. Yacería en la cama y, finalmente, con la luz del día, se dormiría. Después de todo, se dijo, probablemente sólo sea insomnio. Muchos deben sufrir de lo mismo.
Hace pocas horas murió en Bahía Blanca el Comisario Mayor de la Policía de la Provincia de Buenos Aire, ATILIO ROSAS, a la edad de 90 años, quien en el año 1976 siendo Comisario Inspector se desempeñaba como segundo Jefe de la Unidad Regional de Policía y luego interinamente fue su jefe por varios meses. Eran años de plomo y tiempo muy difíciles para todos. Seguramente miembros de esta institución presentarán hipócritas condolencias, otros callarán mientras que yo con pleno derecho puedo decir que era una mala persona. Que, si bien no sea correcto, mi deseo es que si existe un más allá espero que se pudra en el infierno, que bien ganado lo tiene. En esa ciudad nadie ignora quien fue y que hizo este personaje en los años 70 cuando ocupó el cargo de segundo jefe regional, con una jurisdicción de 510 kilómetros de largo que comenzaba en Gonzales Chávez y terminaba en Carmen de Patagones. Desesperado por ascender fue un lamebotas de quienes detentaban el poder, al punto que entregó a su yerno militante de Montoneros, a las autoridades militares, lo que trajo aparejado tiempo después el suicidio de su hija. Pasaron los años y cuando en el año 2011 tomé conocimiento que me habían involucrado en un hecho de los bien o mal llamados delito de lesa humanidad, me presenté ante la justicia federal bahiense. En el Circulo Policial de esa me encontré con varios camaradas, entre ellos él que había sido jefe superior de la dependencia donde yo prestara servicio. Realmente me sorprendió dándome un beso, cosa que nunca había hecho con nadie. En el viaje de regreso me pregunté si no sería el BESO DE JUDAS. Con el correr de los meses trascendió que ROSAS desde el año 2000, había estado en contacto con fiscales de “justicia legítima” con los que, en reiteradas oportunidades, declaró contra los militares del proceso al tiempo que decía ser su víctima. Siguió transcurriendo el tiempo, se iniciaron los procesos de lesa humanidad y la justicia consideró que no existía mérito para detenerlo por más jefe del área que hubiera sido, quedando en evidencia que el hombre tenía “comprada” su protección y libertad.
Luego supe que falazmente había declarado que yo había sido enlace entre policía y ejército, cargo de verdad ocupado por un oficial de nombre GUILLERMO GOENAGA. Al respecto debe haber 30 o más “camaradas” que saben de esto, pero siendo imposible solicitarles su testimonio ante el riesgo que correrían con una justicia prevaricadora, con mi abogado defensor el Dr. GONZALO MIÑO, lograrnos una audiencia de careo con este jefe del pasado para el día 18 de mayo de 2018. En ella el juez WALTER LOPEZ DA SILVA tuvo un comportamiento arbitrario y de protección a ROSAS, lo cual quedó registrado en la cámara espía que yo introdujera en la audiencia. Por supuesto de nada sirvió ya que con imputaciones de este tipo se pierden los derechos a la defensa y la misma es un mero simulacro. Hoy su muerte hace que me siga preguntando ¿que impulsó a este miserable a mentir en contra de mi persona? Quizás si yo mismo llego con vida al juicio, por terceros lo pueda llegar a saber.
Lamento comunicar en el día de la fecha falleció Comisario Mayor (R) JORGE ATILIO ROSAS. No se realiza sepelio, inhumación día mañana jueves 7 cementerio local.
El ex candidato a Presidente y ex Ministro de Economía, Ricardo López Murphy, y el Director de la Fundación Libertad y Progreso, Manuel Solanet, analizarán la realidad económica y qué futuro ven para la economía argentina en este contexto de crisis económica y sanitaria.
Fue como ver un animal herido tratando de guarecerse de la tormenta. Despojado de su corona, el ex campeón de peso pesado del mundo se vio reducido a hacer una aparición pagada en un espectáculo náutico en su ciudad natal de Louisville, Kentucky.
“No se me permite trabajar en Estados Unidos y no se me permite salir de Estados Unidos”, dijo Muhammad Ali, también conocido como Cassius Marcelus Clay, en febrero de 1968, al comienzo de su primer año completo de exilio del boxeo. “Estoy a punto de quebrar financieramente”.
Casado, con su primer hijo en camino, Ali estaba tan desesperado que su manager intentó organizar una pelea en Arizona en una reserva india, fuera del alcance de las comisiones estatales de boxeo que no lo dejaban pelear. Pero la tribu Pima rechazó la propuesta, diciendo que contaminaría la memoria de los veteranos indios que habían luchado en varias guerras por su país.
El mes de abril anterior, Ali se había declarado un objetor de conciencia y rechazó la inducción al ejército de los Estados Unidos, diciendo: “No tengo nada en contra del Viet Cong”.
Para ese entonces en 1968, 19.560 estadounidenses habían muerto en la Guerra de Vietnam y otros 16.502 morirían antes de finalizar el año. Fue el momento en que el Viet Cong y el ejército norvietnamita montaron la ofensiva del Tet, una ambiciosa campaña que ayudó a persuadir al público estadounidense de que la guerra no iba tan bien como los generales y los políticos les habían hecho creer.
La guerra se intensificaba, al igual que la oposición. Solo unas pocas semanas antes de que Ali dijera que no a su conscripción, Martin Luther King Jr., había denunciado la guerra. Más tarde citó a Ali en apoyo de su posición: Como dice Muhammad Ali, todos somos negros, marrones y pobres, víctimas del mismo sistema de opresión.
Ali ya era uno de los grandes pesos pesados de Estados Unidos. Había ganado una medalla de oro olímpica para los Estados Unidos en Roma cuando tenía solo 18 años y cuatro años después, contra todo pronóstico, derrotó a Sonny Liston para ganar su primer título como campeón mundial.
Y en una era en la que la mayoría de los luchadores dejaban que sus gerentes hablen, Ali prosperó bajo los reflectores y frente a los micrófonos. Era el maestro de la “predicción y la burla”, como luego escribiría el biógrafo David Remnick. Él ya era “el más grande”, como se proclamó a sí mismo, no solo por sus habilidades en el ring, sino por hablar de manera intimidante, y hacerlo en versos.
No fue solo lo que dijo, sino cómo lo dijo, el poeta Maya Angelou lo expresó más tarde.
“‘Flota como una mariposa, pica como una abeja’, quiero decir, como poeta, me gusta eso”, dijo una vez. “Si él no hubiera puesto su nombre en él, yo podría haber elegido usar eso”.
Ahora Ali estaba pagando el precio por negarse a servir a las armas. Condenado por violar las leyes de servicio selectivo y condenado a cinco años de prisión, quedó en libertad bajo fianza. Pero le habían quitado su pasaporte, junto con su capacidad de ganarse la vida.
Con su bravuconada característica, insistió en que no le dolía el dinero ni el anillo. Cuando se le preguntó durante una aparición en televisión si echaba de menos ser campeón de peso pesado, respondió: “No, el público me extraña”.
Pero el periodista deportivo Dave Kindred, que entrevistó a Ali, escribió que cuanto más hablaba Ali de perder el anillo de campeón, más se daba cuenta de que le hacía daño.
“Era su identidad”, dijo Kindred recientemente. “El boxeo le dio su sentido de identidad”.
Sin ella, recordó el periodista deportivo Robert Lipsyte, quien viajó con Ali en 1968, “podría ponerse de mal humor”. Sin el boxeo, dijo Lipsyte, Ali a menudo estaba solo, y “no era un tipo al que le gustara estar solo”.
En las próximas décadas, su país y el mundo vendrían a abrazarlo como embajador de la paz y la buena voluntad. Y después de su muerte en 2016, su legado creció aún más.
Así que es fácil olvidar que hace 52 años, en el tumulto de 1968, Ali no sabía cómo saldrían las cosas, o si alguna vez volvería a pelear, dijo Bill Siegel, cuya película de 2013, The Trials of Muhammad Ali (Los Juicios de Ali), documentó al boxeadory sus cuatro años fuera del ring.
Siegel dijo que es fácil olvidar que Ali “estaba dispuesto a sacrificar todo por sus principios”.
Al negarse a la inducción, Ali citó razones religiosas, específicamente, la prohibición del Corán de que los musulmanes peleen guerras cristianas, pero su objeción fue mucho más amplia.
“Mi conciencia no me deja dispararle a mi hermano, ni a algunas personas pobres y hambrientas en el lodo de la gran y poderosa América”, dijo. “¿Y dispararles por qué? Nunca me llamaron negro, nunca me lincharon, no me pusieron perros, no me robaron mi nacionalidad, ni mataron a mi madre y mi padre. … ¿Dispararles por qué? ¿Cómo puedo dispararles a los pobres? “
Fue un año humillante para Ali, pero también uno de notable crecimiento. Exiliado del boxeo, se hizo más grande que el deporte.
Sin embargo, todavía estaba ampliamente vilipendiado.
Atletas negros populares como Jackie Robinson y Joe Louis lo denunciaron. La revista Time, que lo criticó por su oposición a la guerra y su abrazo a la Nación del Islam, lo llamó “Cassius gaseoso”, una referencia a lo que llamó su nombre de esclavo, Cassius Clay.
En Chicago, donde pasó gran parte de su destierro, el alcalde Richard Daley se negó a llamarlo por su nombre musulmán, y el gobernador de Illinois. Otto Kerner lo llamó “antipatriótico”.
En la televisión británica, el famoso presentador de programas de entrevistas David Susskind distorsionó a Ali como “una desgracia para su país, su raza y a lo que él describe como su profesión”. Ali, dijo Susskind, era un “peón simplista y un tonto”.
Para pagar las cuentas y ayudar a mantener a su esposa, Khalilah, y a su hijo, Ali se embarcó en una gira de conferencias en la universidad, ganando centavos por cada dólar en comparación con su tiempo en el ring.
Su primera conferencia, en la Universidad Temple de Filadelfia, pagó U$ 1,000. El siguiente, en el Cheney State College en Pennsylvania, la mitad.
Terminó su aparición en Union College en Nueva York con un poema: “Me gusta tu escuela y admiro tu estilo, pero tu paga es tan pequeña que no volveré por un tiempo”.
Al principio era un orador terrible, recordaron Lipsyte y otros. Escupió el dogma religioso de la Nación del Islam, al que se había unido cuatro años antes, regurgitando las palabras de su líder, Elijah Muhammad.
En la Universidad de Wisconsin, los estudiantes abuchearon cuando denunció el matrimonio interracial como “un truco para mantenernos con el hombre blanco”, como lo hicieron al día siguiente en San Francisco cuando se quejó del olor a marihuana que flotaba entre la multitud e insistió en que no era “inteligente” que el llamado negro permitiera a su hija casarse con un hombre blanco “.
Se distanció del Movimiento por los Derechos Civiles y le dijo a 400 hombres y mujeres que no se uniría a ellos en la Campaña de los Pobres “porque no creo en poner la otra mejilla”.
Pero los discursos de Ali mejoraron. Él calentó a las multitudes, y ellos a él. Lipsyte dijo que Ali, aunque poco educado, apredió rápido.
“Tuvo un verdadero crecimiento intelectual”, dijo Lipsyte.
Ali desarrolló su propia conciencia, alejándose de la ortodoxia de la Nación del Islam. Ofreció largos soliloquios sobre su objeción a la guerra y su experiencia con el racismo en Estados Unidos.
El enfrentamiento verbal con los estudiantes lo obligó a convertirse en un pensador independiente, dijo Kindred, quien luego escribió Sound and Fury: Two Powerful Lives, Fateful Friendship, (El Sonido y la Furia: Dos Vidas Poderosas, Amistad Fiel) una doble biografía de Ali y el comentarista deportivo Howard Cosell,
Y a medida que el movimiento contra la guerra creció, Ali se convirtió en un héroe.
“A los activistas contra la guerra no les importó lo que dijo sobre Elijah o la Nación Islam, solo les importó que uno de los hombres más famosos de la Tierra compartiera su oposición a esa guerra”, dijo Kindred.
“Se convirtió en un hombre”, dijo Spiegel.
Ali también ayudó a llevar el radicalismo negro a la corriente principal, escribió más tarde el profesor de Harvard Henry Louis Gates Jr.
Forjó una alianza improbable con Martin Luther King, quien a primera vista no tenía motivos para una causa común o amistad. La Nación del Islam se opuso amargamente a la integración. Malcolm X había ridiculizado la “Marcha sobre Washington” seminal de King en 1963 como “la farsa sobre Washington”.
Pero King y Ali encontraron un vínculo común a través de su oposición a la guerra, y el odio que ambos enfrentaron. Dave Zirin, editor deportivo de The Nation, escribió que el famoso olímpico y manifestante de 1968 John Carlos le dijo una vez: “Si hubiera un deporte olímpico por la cantidad de amenazas de muerte recibidas, King y Ali estarían luchando por el oro”.
King, con la esperanza de que la historia de Ali inspire a otros a negarse a servir en la guerra, destacó al boxeador por elogios en un sermón.
“Está renunciando a su fama”, dijo King. “Está dando millones de dólares para defender lo que su conciencia le dice que es correcto. No importa lo que pienses de su religión, tienes que admirar su coraje”.
En mayo de 1968, un tribunal federal de apelaciones afirmó la condena de Ali y dijo que “Clay había recibido el debido proceso legal, sin discriminación”.
Pero la popularidad de Ali estaba en alza, y él lo sabía. Mientras conducía en el área de la Bahía de San Francisco, un hombre negro en bicicleta vio a Ali y metió la mano por una ventana abierta, escribió Lipsyte en una columna.
“Permítanme estrechar la mano del único campeón de peso pesado real del mundo”, dijo el hombre.
Ali estaba muy contento.
“Me hicieron más grande al despojarme de mi título”, le dijo a Lipsyte. “Antes, ese tipo en la calle no podía identificarse conmigo.
“Solo hay dos tipos de hombres”, continuó Ali, “los que dicen que se comprometen y los que se ponen de pie”.
Ali le dijo a Radio Pacifica que estaba “orgulloso de decir que soy el primer hombre en la historia de toda América, atleta y artista, que entregó todo el dinero del hombre blanco, miró al hombre blanco a los ojos y le dijo que verdad, y se quedó con su gente “.
Caminando por la calle West 52nd en Nueva York, tarareaba una canción en el aire frío de la tarde, caminando con el “fanfarrón de un campeón”, escribió Pete Hamill en la revista LIFE. “La gente salió de un bar para verlo pasar. Las bocinas sonaron en honor. Una mujer de mediana edad le pidió que autografiara su periódico. Otra -más joven- el busto.
“Mírame”, dijo Ali suavemente, “Soy más grande que el boxeo. Tan grande como toda la historia “.
A medida que la conciencia de Ali creció, también lo hizo la nación.
“Los discursos fueron importantes, no solo para Ali sino para todos los que los escucharon”, dijo Lipsyte.
Ali influyó particularmente en los atletas negros, como se vio dramáticamente en los Juegos Olímpicos de Verano de 1968 cuando los medallistas John Carlos y Tommie Smith levantaron los puños en el saludo al Poder Negro. Smith luego llamó a un respaldo a todos los derechos humanos.
Pero su historia inspiró a todos los atletas a defender la igualdad en su deporte y más allá. Los jugadores de béisbol lucharon por la agencia libre; rastrear estrellas para acabar con la farsa del amateurismo; y mujeres por el mismo premio en tenis.
“Realmente creo que si Ali no hubiera hecho lo que hizo, Smith y Carlos no habrían levantado los puños”, dijo en la historia oral de 1995 Arthur Ashe, la estrella del tenis negra pionera que protestó por el apartheid y creó conciencia sobre el SIDA. Ali: el campeón del pueblo.
“Fue en gran parte responsable de que se convirtiera en una parte esperada de la responsabilidad del atleta negro de involucrarse”, dijo Ashe. “Lo puso todo en juego por lo que creía”. Y si Ali hizo eso, ¿quiénes somos los demás mortales menos deportistas para no hacerlo? “
Con su apelación ante la Corte Suprema aún pendiente, el promotor de Ali organizó una pelea en Georgia, que no tenía una comisión estatal de boxeo. A pesar de las objeciones del gobernador segregacionista. Lester Maddox, Ali se enfrentó a Jerry Quarry en Atlanta el 26 de octubre de 1970 y lo venció en la tercera ronda.
Sus abogados también ganaron una orden judicial que obliga a la Comisión Atlética del Estado de Nueva York a dejarlo pelear. En marzo siguiente perdió la “Pelea del siglo” de 15 asaltos ante Joe Frazier.
Pero el 28 de junio de 1971 obtuvo su mayor victoria: la Corte Suprema anuló por unanimidad su condena y dijo que en su juicio no se especificó por qué se rechazó su solicitud de objeción de conciencia.
A lo largo de la guerra, el Servicio Selectivo otorgó a más de 170,000 hombres el estado de Objeción de Conciencia.
En 2005, sacudido por el Parkinson, con las manos temblorosas, aceptó el mayor honor civil de la nación, la Medalla de la Libertad, en una ceremonia en la Casa Blanca.
“El pueblo estadounidense”, dijo el presidente George W. Bush, “está orgulloso de llamar a Muhammad Ali uno de los nuestros”.
Fuentes: THE GREATEST de Sam Percival . K.O. de Lyndsay Booker . U.S. ARMY DRAFT de Roman Plisztka . AMERICAN HISTORY 1960-1980 de Georgette Bastidore . A WORLD OF IDEAS de Mike Champion and Lynda Mays
El jefe del pueblo y su esposa estaban angustiados. Uno de sus hijos, un niño de siete años, había estado desaparecido durante cuatro días. Estaban aterrorizados, le explicaron al teniente general de marina Lewis W. Walt, porque creían que había sido capturado por el VC (Vietcong). De repente, el niño salió de la selva y corrió a través de los arrozales hacia el pueblo. Él estaba llorando. Su madre corrió hacia él y lo levantó en sus brazos. Le habían cortado ambas manos y había un letrero alrededor de su cuello, un mensaje para su padre: si él o alguien más en el pueblo se atrevía a ir a las urnas durante las próximas elecciones, algo peor le pasaría al resto de sus hijos.
Integrantes del VC entregó una advertencia similar a los residentes de una aldea no lejos de Danang. Todos fueron conducidos ante la casa de su jefe. Mientras que los aldeanos y la esposa embarazada del jefe y sus cuatro hijos fueron obligados a mirar, la lengua del jefe fue cortada. Luego sus órganos genitales fueron extirpados y cosidos dentro de su boca ensangrentada. Cuando murió, el VC se concentraron en su esposa y le abrió el útero. Luego, el hijo de nueve años: una lanza de bambú se clavó en una oreja y salió por la otra. Otros dos hijos del jefe fueron asesinados de la misma manera. El VC no le hizo daño a la hija de cinco años, no físicamente: simplemente la dejaron llorando, sosteniendo la mano de su madre muerta. El general Walt cuenta su llegada al cuartel general del distrito el día después de que VC y las tropas del ejército norvietnamita lo invadieran. Los soldados vietnamitas del sur que no fueron baja en la batalla fueron atados y disparados por la boca o por la nuca. Luego, sus esposas e hijos, incluidos algunos de dos y tres años, fueron llevados a la calle, desnudos, torturados y finalmente ejecutados: les cortaron la garganta; fueron fusilados, decapitados, destripados. Los cuerpos mutilados estaban envueltos en cercas y colgados con carteles que decían al resto de la comunidad que si continuaban apoyando al gobierno de Saigón y las fuerzas aliadas, podrían esperar el mismo destino. Estas atrocidades no son casos aislados; Son típicos. Porque esta es la forma de guerra del enemigo, claramente expresada en su política de combate en Vietnam. Mientras que los ingenuos y antiamericanos de todo el mundo, siguiendo la propaganda comunista han batallado contra la “inmoralidad” estadounidense en la guerra de Vietnam – bombardeos aéreos, el uso de napalm, bajas causadas por la acción de combate estadounidense – diariamente y todas las noches durante años, los comunistas han creado sistemáticamente el catálogo más espeluznante de barbarie de la historia. A fines de 1967, habían cometido al menos 100,000 actos de terror contra el pueblo de Vietnam del Sur. El registro es una letanía interminable de torturas, mutilaciones y asesinatos que habrían sido instructivos incluso para personas como Adolf Hitler.
Quizás porque hasta hace poco el terrorismo se libraba principalmente en lugares remotos, este aspecto de la guerra recibió poca atención de la prensa. Por lo tanto, el enemigo ha logrado en gran medida asumir el papel de noble revolucionario. Ya es hora de que los estadounidenses, que están enfermos y cansados de ser vilipendiados por intentar ayudar a Vietnam del Sur a mantenerse libre, echen un vistazo a la naturaleza de este enemigo. Disciplina de baño de sangre. El terror tuvo su verdadero comienzo cuando el dictador rojo Ho Chi Minh consolidó su poder en el norte. Más de un año antes de su victoria de 1954 sobre los franceses, lanzó una campaña salvaje contra su propio pueblo. En prácticamente todas las aldeas norvietnamitas, escuadrones armados reunieron a la población para presenciar las “confesiones” de los terratenientes. Con el paso del tiempo, hombres de negocios, intelectuales, maestros de escuela, líderes cívicos, todos los cuales representaban una fuente potencial de oposición futura, también fueron detenidos y obligados a “confesar errores de pensamiento”. Siguieron los “juicios” públicos, la condena y, en muchos casos, la ejecución. Las personas fueron fusiladas, decapitadas, golpeadas hasta la muerte; algunos fueron atados, arrojados a tumbas abiertas y cubiertos con piedras hasta que fueron aplastados hasta perecer, Ho Chi-Minh renovaba periódicamente su terror en Vietnam del Norte. Se cree que entre 50,000 y 100,000 murieron en estos baños de sangre, en un esfuerzo calculado fríamente para disciplinar al partido y a las masas.
Ho Chi Minh, nacido Nguyen Sinh Cung, también conocido como Nguyen Tat Thanh, Nguyen Ai Quoc, tío Ho o simplemente tío, era un político y diverso vietnamita del norte. Se desempeñó como primer ministro de Vietnam del Norte de 1945 a 1955 y presidente de 1945 a 1969. Nacido: 19 de mayo de 1890, Kim Lien, Vietnam Murió: 2 de septiembre de 1969, Hanoi, Vietnam Nombre completo: Nguyễn Sinh Cung
Sin duda, pocos que escapan del terror de Ho ahora parecían tentar a su ira. Sin embargo, durante la década de 1950, tuvo que sofocar algunos levantamientos importantes en Vietnam del Norte, especialmente uno que ocurrió a principios de noviembre de 1956, en la provincia de An, que incluía el pueblo natal de Ho, Nam Dan. Había sofocado tanto en impuestos a la región que los habitantes finalmente se unieron y se negaron a pagar su precio. Ho envió tropas para recoger el tributo, y luego envió una división del ejército, disparando. Alrededor de 6,000 aldeanos desarmados fueron asesinados. Los sobrevivientes se dispersaron, algunos escaparon al sur. La masacre pasó desapercibida en gran medida por un mundo que luego se preocupaba por la invasión a Hungría por parte de la Unión Soviética.
Con Vietnam del Norte firmemente en la mano, el comité central del partido comunista norvietnamita se reunió en Hanoi el 13 de marzo de 1959 y decidió que era hora de actuar contra Vietnam del Sur. Pronto, un gran número de guerrilleros de Ho se infiltraron para unirse a los cuadros que habían permanecido allí después de la derrota francesa en 1954. Su misión: eliminar el liderazgo de Vietnam del Sur, incluidos los funcionarios electos, líderes “naturales”, cualquiera y todos a quienes la gente podría recurrir Consejo. También quedaría liquidado cualquier vietnamita del sur que tuviera familiares en las fuerzas armadas, civiles, de servicios o policiales de su país; cualquiera que no haya pagado los impuestos comunistas sin demora; maestros, escritores e intelectules o cualquiera con cinco o más años de educación. Un guerrillero de VC capturado explicó cómo su equipo de ocho hombres se movió contra un pueblo objetivo en particular: “La primera vez que entramos en el pueblo, arrestamos y ejecutamos en el acto a cuatro hombres que nos habían señalado la sede del distrito del partido como nuestro oponentes más peligrosos. Uno, que había luchado en la guerra contra los franceses, ahora era un conocido partidario del gobierno de Vietnam del Sur. Otro había sido visto fraternizando con las tropas del gobierno. Estos dos fueron fusilados. Los otros, los principales terratenientes del pueblo, fueron decapitados “. El general Walt habla de la “purga revolucionaria” de Vietcong en otras dos aldeas. En un caso, una niña de 15 años que le había dado a los Marines de Walt información sobre actividades de CV fue llevada a la selva y torturada durante horas, luego decapitada. Como advertencia a otros aldeanos, su cabeza fue colocada en un poste frente a su casa. Sus asesinos eran su hermano y dos de sus camaradas de VC. En el otro caso, cuando un VC se enteró de que su esposa y sus dos hijos pequeños habían cooperado con los marines (En realidad solo se habían hecho amigos de ellos), él mismo les cortó la lengua. De esta manera, la tormenta de terror estalló en Vietnam del Sur. En 1960, unos 1.500 civiles de Vietnam del Sur fueron asesinados y 700 secuestrados. A principios de 1965, Radio Hanói y Radio Liberación de los comunistas pudieron jactarse de que el CV había destruido 7.559 aldeas vietnamitas del sur, 15,138 civiles de Vietnam del Sur habían sido asesinados, 45,929 secuestrados. Pocos de los secuestrados vuelvieron a ser vistos. El asalto de Ho a la clase de liderazgo de Vietnam del Sur ha sido, de hecho, una forma de genocidio, y demasiado eficiente. Por lo tanto, si Vietnam del Sur sobreviviría, le llevaría al país una generación reemplazar completamente este elemento vital de su sociedad. Pero el gran diseño del terror también implica otros objetivos. Forzar al gobierno atacado a acciones antiterroristas excesivamente represivas, que tienden a ganar al gobierno el desprecio y el odio de la gente. También busca valiosa propaganda en forma de contraatrocidades bien publicitadas que seguramente ocurrirán a nivel individual; es probable que los soldados de Vietnam del Sur cuyas familias han sufrido a manos de los comunistas no traten gentilmente con las tropas capturadas de VC y Vietnam del Norte.
El Dr. A. W. Wylie, un médico australiano que trabajó en un hospital del Delta del Mekong, señala que una aldea no necesitaba cooperar con el gobierno de Saigón o las fuerzas aliadas para inaugurar su propia carnicería; solo por ser neutral lo conseguiría, una condición política no aceptable para los comunistas. Después de que un lugar ha sido trabajado, sus responsables son siempre identificables por la naturaleza particularmente horrible de sus heridas. Cita algunos casos que ha visto: – Cuando el VC se encargó de una mujer embarazada, ambas piernas colgaban de cintas de carne y tuvieron que ser amputadas. Su esposo, un jefe de aldea, acababa de ser estrangulado ante sus ojos, y ella también había visto a su hijo de tres años ser ametrallado hasta la muerte. Cuatro horas después de que le amputaran las piernas, abortó al niño que llevaba. Pero quizás lo peor que le sucedió ese día fue que ella sobrevivió. – Un policía de la aldea fue retenido en su lugar mientras un hombre armado de VC le disparó por la nariz y a través de sus pómulos tan cerca de sus ojos que quedaron reducidos a jirones sangrientos. Más tarde murió de hemorragias incontrolables. – Una maestra de escuela de 20 años se arrodilló en un rincón tratando de protegerse con los brazos mientras un VC la golpeaba con un machete. Ella no había tenido éxito; la parte posterior de su cabeza estaba cortada tan profundamente que el cerebro estaba expuesto. Ella murió de daño cerebral y pérdida de sangre.
El Método
Durante la contienda, los comunistas perpetraron lo que debe clasificarse entre las blasfemias más monstruosas de la historia en Dak Son, un pueblo de las tierras altas del centro de unos 2.000 Montagnards: una tribu de gentes de la montaña, gentiles pero ferozmente independientes. Se habían mudado de su antigua aldea en territorio controlado por VC, ignoraron varias órdenes de VC de regresar y se negaron a proporcionar reclutas varones a VC. Dos batallones de VC los atacaron en las primeras horas, cuando el pueblo estaba dormido. Rápidamente matando a los centinelas, los comunistas se apiñaron entre las hileras de casas ordenadas con techo de paja y tiraron antorchas. El primer conocimiento que muchos de los aldeanos tenían del ataque fue cuando las tropas de VC activaron lanzallamas en sus camas. Algunas familias se despertaron a tiempo para escapar a la jungla cercana. Algunos hombres se pusieron de pie y pelearon, dando tiempo a sus esposas e hijos para meterse en trincheras excavadas debajo de sus hogares como protección contra el fuego de morteros y rifles. Pero cuando todos los edificios estaban en llamas, los comunistas llevaron sus lanzallamas a la boca de cada trinchera y vertieron un infierno de fuego en ellas, y, en buena medida, arrojaron granadas en muchos. Metódico y minucioso, permanecieron allí hasta el amanecer, luego se fueron en dirección a la frontera camboyana. La mañana reveló una escena de horror increíble. El pueblo ahora era solo un parche humeante y cubierto de cadáveres en el exuberante paisaje verde. Los cuerpos de 252 personas, en su mayoría madres y niños, yacían ampollados, carbonizados, quemados hasta los huesos. Los sobrevivientes, muchos de ellos quemados horriblemente, deambulaban sin rumbo o permanecían cerca de los cuerpos incinerados de sus seres queridos, llorando. Unos 500 faltaban; más tarde se encontraron en la jungla, muertos por quemaduras y otras heridas; muchos no han sido encontrados. La masacre en Dak Son fue una advertencia a otros asentamientos de Montagnard para que cooperaran. Pero muchos de los miembros de la tribu, ya sin familiares por quien preocuparse, pasaron a luchar con los aliados. Si las técnicas de “persuasión” de los comunistas generan un odio profundo y duradero, a Ho no podía importarle menos; La primera necesidad es la absoluta subyugación de la gente. Ho estaba preocupado por la rápida expansión del sistema educativo de Vietnam del Sur: entre 1954 y 1959, el número de escuelas se había triplicado y el número de estudiantes se había cuadruplicado. Una población educada, especialmente una educada en ideales democráticos, no encaja en el esquema comunista. Por lo tanto, el sistema escolar del país fue uno de los primeros objetivos de Ho. Se movió tan eficientemente contra ella que la Confederación Mundial de Organizaciones de Profesiones de Enseñanza pronto envió una comisión, presidida por el indio Shri S. Natarajan, para investigar.
Típico de los hallazgos de la comisión es lo que sucedió en la provincia selvática de An Xuyen. Durante el año académico 1954-55, 3.096 niños asistieron a 32 escuelas en la provincia; A fines del año escolar 1960-61, 27,953 asistían a 189 escuelas. Luego los comunistas ingresaron a la atmosfera educativa. Se aconsejó a los padres que no enviaran a sus hijos a la escuela. Se advirtió a los maestros que dejaran de proporcionar educación cívica y que dejaran de enseñar a los niños a honrar a su país, bandera y presidente. Los maestros que no cumplieron fueron fusilados o decapitados o les cortaron la garganta, y los motivos de las ejecuciones en papel fueron clavados en sus cuerpos.
La comisión de Natarajan informó cómo el VC detuvo un autobús escolar y les dijo a los niños que ya no asistieran a la escuela. Cuando los niños continuaron durante otra semana, los comunistas volvieron a detener el autobús, seleccionaron a un pasajero de seis años y le cortaron los dedos. A los otros niños se les dijo: “Esto es lo que te sucederá si continúas yendo a esa escuela”. La escuela cerró.
En un año, solo en la provincia de An Xuyen, los agentes de Ho cerraron 150 escuelas, mataron o secuestraron a más de cinco docenas de maestros y redujeron la matrícula escolar en casi 20,000. A fines del año escolar 1961-62, se cerraron 636 escuelas de Vietnam del Sur, y la matrícula había disminuido en casi 80,000. Pero, frente a este ataque, el sistema educativo de Vietnam del Sur logtó un retorno. Las escuelas destruidas por los comunistas fueron reconstruidas, destruidas y reconstruidas nuevamente. Muchos maestros renunciaron a sus propios hogares y se mudaron cada noche a la casa de un estudiante diferente para que los comunistas no puedan encontrarlos o viajar desde las ciudades cercanas, donde dejan a sus familias. Contra tal determinación, se puede medir el tamaño del fracaso de Ho: en 1954, había aproximadamente 400,000 alumnos en la escuela. Un funcionario del gobierno de Vietnam del Sur explica: “Una guerra destruye muchos valores tradicionales. Pero la idea de la educación tiene una influencia absoluta en la imaginación de nuestra gente “.
El legado de Ho Chi-Minh vive en el pensamiento de algunas personas solo como quien liberó a su país del colonialismo y en una estatua inugurada por Diego Santilli en el año 2012 en Argentina.
Fuentes: The Viet Cong Committed Atrocities de Heather Stur . VC Horror de Clem Emmet . Blood Simple: Life of Ho VChi-Minh de Ahung Shing y Cornell Pastori
Pierre de Coubertin no lo hubiera imaginado. Desde la apertura de los primeros Juegos Olímpicos modernos en 1896, la competencia deportiva internacional solo se ha cancelado tres veces: una durante la Primera Guerra Mundial (1916) y dos veces durante la Segunda Guerra Mundial (1940, 1944). Hasta el brote de 2020 de COVID-19, que pospuso los juegos olímpicos de verano por un año, los Juegos Olímpicos resistieron boicots con carga política y dos ataques terroristas separados sin ser cancelados o pospuestos durante el tiempo de paz.
Se suponía que las Olimpiadas de 1916 serían organizadas por el Imperio alemán, que había construido un impresionante estadio de 30,000 asientos en Berlín para el evento. Pero con el estallido de la guerra en 1914, y la eventual participación de tantas naciones que enviaron atletas a los Juegos Olímpicos, los juegos de 1916 fueron descartados.
Los juegos de 1920 en Amberes, Bélgica, fueron los primeros en los que a una nación se le retiró la condición de invitada. Se culpó a Alemania por comenzar la Primera Guerra Mundial, y aunque el país estaba bajo un nuevo gobierno, conocido como la República de Weimar, los belgas, y luego funcionarios olímpicos franceses prohibieron a los atletas alemanes participar en los Juegos Olímpicos de 1920 y 1924.
Veinte años después de los juegos cancelados de 1916, Alemania volvería a organizar los Juegos Olímpicos en 1936, esta vez bajo la bandera nazi. En Estados Unidos, una coalición de grupos judíos y católicos convocó al Comité Olímpico a boicotear los juegos, pero fue ignorado por el presidente del comité, Avery Brundage, un profesionista germanófilo.
En cambio, se permitió que los Juegos de Berlín de 1936 continuaran en medio de un régimen nazi que intentaba utilizar el deporte para demostrar las teorías de superioridad racial de Adolf Hitler. Jesse Owens, la estrella afroamericana de atletismo, demostró que Hitler estaba equivocado y se llevó a casa cuatro medallas de oro. En una victoria menos conocida, el equipo de hockey sobre cesped de la India también aplastó a los alemanes 8-1 en la final masculina.
La última vez que se cancelaron los Juegos Olímpicos fue durante la Segunda Guerra Mundial. Los Juegos Olímpicos de verano e invierno de 1940 estaban programados para celebrarse en Japón, el primer país no occidental en organizar los juegos, pero Japón perdió sus derechos en 1937 cuando entró en guerra con China. Los juegos de 1940 se reservaron inicialmente para Helsinki, Finlandia en el verano y la ciudad alemana de Garmisch-Partenkirchen en el invierno, pero finalmente se cancelaron en 1939 con la invasión de Polonia por Hitler.
Se suponía que Londres sería sede de los Juegos Olímpicos de verano de 1944, pero fueron cancelados sumariamente debido a la guerra en curso. Lo mismo para los juegos de invierno de 1944 en Cortina d’Ampezzo, Italia. Finalmente, Londres fue sede de los juegos de 1948, pero prohibió la participación de atletas alemanes y japoneses.
Desde su inicio en 1894, el COI ha afirmado ser un organismo apolítico y neutral con la misión de promover la paz y la comprensión internacional a través del deporte. Pero críticos como David Goldblatt, profesor de historia en Pitzer College y autor de The Games: A Global History of the Olympics, señalan numerosas ocasiones en que los funcionarios olímpicos hicieron la vista gorda ante las violentas violaciones de los derechos humanos para garantizar que los juegos continuaran.
La ciudad de México es un ejemplo particularmente condenatorio. Diez días antes de la apertura de los juegos de verano de 1968 en la ciudad capital, las fuerzas gubernamentales abrieron fuego contra multitudes de manifestantes estudiantiles desarmados, matando a cientos, si no miles, en lo que se conoció como la Masacre de Tlatelolco.
“El tema principal de los juegos de la Ciudad de México fue la paz con íconos de la paloma de la paz en toda la ciudad”, dice Goldblatt. “El gobierno mexicano asesina a cientos de estudiantes y luego desata un reino de terror, todo mientras los juegos continúan, pero el COI no parpadea”.
Del mismo modo, el COI inicialmente dudaba en prohibir a Sudáfrica en la era del Apartheid de los Juegos Olímpicos de 1960, pero finalmente se inclinó ante la presión de las naciones africanas que dijeron que boicotearían los juegos si se permitiera jugar a equipos sudafricanos solo para blancos. Sudáfrica fue excluida de los Juegos Olímpicos desde 1960 hasta 1992, después de la caída del apartheid.
Incluso uno de los capítulos más oscuros de la historia olímpica no condujo a la cancelación de los juegos. En 1972, una banda armada de terroristas palestinos atacó el complejo israelí en la Villa Olímpica en Munich, Alemania, matando a dos atletas israelíes y reteniendo a otros nueve como rehenes. En el enfrentamiento que siguió, los nueve atletas israelíes restantes fueron asesinados. En lugar de suspender los juegos de Munich, los oficiales olímpicos continuaron la competencia después de una suspensión de dos días.
Los juegos de verano de 1996 en Atlanta, Georgia, también se permitieron continuar después de que una bomba casera explotara durante un concierto gratuito en el Centennial Olympic Park. Dos personas murieron en la explosión de la mañana y más de un centenar resultaron heridas, pero solo unas horas después, el presidente del comité organizador olímpico de Atlanta dijo: “El espíritu del movimiento olímpico exige que continuemos”.
Yo estaba sentado en un bar de la avenida Western. Era alrededor de medianoche y me encontraba en mi habitual estado de confusión. Quiero decir, bueno, ya sabes, nada funciona bien: las mujeres, el trabajo, el ocio el tiempo, los perros… Finalmente sólo puedes ir y sentarte atontado, totalmente noqueado, y esperar; como si estuvieses en una parada de autobús aguardando la muerte.
Bueno, pues yo estaba allí sentado y aquí entra una con el pelo largo y moreno, un bello cuerpo y tristes ojos marrones. Yo no di la vuelta para mirarla, seguí con mi vaso. La ignoré incluso cuando vino y se sentó a mi lado a pesar de que todos los demás asientos estaban vacíos. De hecho, éramos las únicas personas que había en el bar sin contar al encargado. Pidió un vino seco. Entonces me preguntó lo que estaba bebiendo.
-Escocés con agua -contesté.
-Y sírvale al señor un escocés con agua -le dijo al cantinero.
Bueno, esto no era muy normal.
Abrió su bolso, cogió una pequeña jaula, sacó de ella unos hombrecitos y los puso sobre la barra. Tenían alrededor de diez centímetros de altura, estaban apropiadamente vestidos y parecían tener vida. Eran cuatro: dos mujeres y dos hombres.
-Ahora los hacen así -dijo ella-. Son muy caros. Me costaron cerca de 2000 dólares cada uno cuando los compré. Ahora ya valen cerca de 2400. No conozco el proceso de fabricación pero probablemente sea ilegal.
Henry Charles Bukowski fue un poeta, novelista y escritor de cuentos alemán-estadounidense. Su escritura fue influenciada por el ambiente social, cultural y económico de su ciudad natal de Los Ángeles. Nacido: 16 de agosto de 1920, Andernach, Alemania Fallecido: 9 de marzo de 1994, San Pedro Peninsula Hospital
Estaban paseando sobre la barra. De repente, uno de los hombrecitos abofeteó a una de las pequeñas mujeres.
-¡Tú, perra! -dijo-. No quiero saber nada más de ti.
-¡No, George, no puedes hacerme esto! -gritaba ella llorando-. ¡Yo te amo! ¡Me mataré! ¡Te necesito!
-No me importa -dijo el hombrecito, y sacó un minúsculo cigarrillo, encendiéndolo con gesto altivo-. Tengo derecho a hacer lo que me dé la gana.
-Si tú no la quieres -dijo el otro hombrecito- yo me quedo con ella, la amo.
-Pero yo no te quiero a ti, Marty. Yo estoy enamorada de George.
-Pero él es un cabrón, Anna, un verdadero cabronazo.
-Lo sé, pero lo amo de todos modos.
Entonces el pequeño cabrón se fue hacia la otra mujercita y la besó.
-Creo que se me está formando un triángulo -dijo la señorita que me había invitado al whisky–. Te los presentaré. Ese es Marty, y George, y Anna y Ruthie. George va de bajada, se lo hace bien. Marty es una especie de cabeza cuadrada.
-¿No es triste mirar todo esto? Eh… ¿Cómo te llamas?
-Dawn. Un nombre horrible, pero eso es lo que a veces les hacen las madres a sus hijos.
-Yo soy Hank. ¿Pero no es triste…?
-No, no es triste mirar todo esto. Yo no he tenido mucha suerte con mis propios amores, una suerte horrible, a decir verdad.
-Todos tenemos una suerte horrible.
-Supongo que sí. De todos modos, me compré estos hombrecitos y ahora me entretengo mirándolos, es como no tener ninguno de los problemas, pero tenerlo todo presente. Lo malo es que me pongo terriblemente caliente cuando empiezan a hacer el amor. Es la parte más difícil para mí.
-¿Son sexys?
-¡Muy, muy sexys!¡Dios, me ponen de verdad caliente!
-¿Por qué no los pones a que lo hagan? Quiero decir, ahora mismo. Podremos mirarlos juntos.
-Oh, no se pueden manejar, tienen que ponerse a hacerlo por su cuenta.
-¿Y lo hacen a menudo?
-Oh, son bastante buenos. Lo hacen cerca de cuatro o cinco veces por semana.
Mientras tanto, ellos paseaban por la barra.
-Escucha -decía Marty-, dame una oportunidad. Sólo dame una oportunidad, Anna…
-No -decía la pequeña Anna-, mi amor pertenece a George. No puede ser de otra manera.
George estaba besando a Ruthie, acariciando sus pechos. Ruthie estaba empezando a calentarse.
-Ruthie está empezando a calentarse -le dije a Dawn.
-Sí que lo está. Está empezando de verdad.
Yo también me estabaexcitando. Abracé a Dawn y la besé.
-Mira -dijo ella-, no me gusta que hagan el amor en público. Me los voy a llevar a casa y que lo hagan allí.
-Pero entonces no podré verlo.
-Bueno, sólo tienes que venir conmigo y podrás.
-De acuerdo -dije- vámonos.
Acabé mi bebida y salimos juntos. Ella llevaba a los hombrecitos metidos en la jaula. Subimos al coche y los pusimos entre nosotros en el asiento delantero. Miré a Dawn. Era realmente joven y bella. Parecía también inteligente. ¿Cómo podía haber fracasado con los hombres? Bueno, había tantos modos de fracasar unas relaciones… Los hombrecitos le habían costado 8000 dólares. Todo eso sólo para alejarse de las relaciones sexuales sin alejarse de ellas. Su casa estaba cerca de las colinas, un sitio agradable. Salimos del coche y fuimos hacia la puerta. Yo llevaba a la gentecilla en la jaula mientras Dawn abría la puerta.
-Estuve oyendo a Randy Newman la semana pasada en el Trobador. ¿Verdad que es grande? -me preguntó.
-Sí que lo es -contesté.
Entramos y Dawn abrió la jaula y los sacó y los puso sobre la mesita de café. Entonces se metió en la cocina y abrió el refrigerador y sacó una botella de vino. La trajo en compañía de dos copas.
-Perdona -dijo- pero pareces un poco chiflado. ¿En qué trabajas?
-Soy escritor.
-¿Y vas a escribir algo acerca de esto?
-Nunca se lo creerá nadie, pero lo escribiré.
-Mira -dijo Dawn-George le ha quitado las bragas a Ruthie. Le está metiendo el dedo. ¿Un poco de hielo?
-Sí, ya lo veo. No, no quiero hielo. El tipo va bien derecho.
-No sé -dijo Dawn-, pero de verdad que me excita mirarlos. Quizás es porque son tan pequeños. Realmente me calientan.
-Entiendo lo que quieres decir.
-Mira, George la está tumbando, se lo va a hacer.
-Sí, allá van.
-¡Míralos!
-¡Dios o la puta!
Abracé a Dawn. Comenzamos a besarnos. Cuando parábamos, sus ojos pasaban de mirarme a mí a mirar a los hombrecitos fornicando, y luego volvía a mirarme de nuevo a los ojos. Yo seguía siempre su mirada.
El pequeño Marty y la pequeña Anna también estaban mirando.
-Mira -decía Marty-, ellos lo están haciendo. Nosotros deberíamos hacerlo también. Incluso las personas grandes van a hacerlo. ¡Míralos!
-¿Oíste eso? -le pregunté a Dawn-. Ellos dicen que vamos a hacerlo, ¿es verdad eso?
-Espero que sea verdad -dijo Dawn.
La tumbé sobre el sofá y le subí la falda por encima de los muslos. La besé a lo largo del cuello.
-Te amo -dije.
-¿De verdad? ¿De verdad?
-Sí, de alguna manera, sí…
-De acuerdo -dijo la pequeña Anna al pequeño Marty- podemos hacerlo nosotros también, pero que quede claro que yo no te quiero.
Se abrazaron en medio de la mesita de café. Yo le había quitado ya a Dawn las bragas. Dawn gemía. La pequeña Ruthie gemía. Marty se la metió por fin a la pequeña Anna. Estaba pasando en todas partes. Me pareció como si toda la gente del mundo estuviese haciéndolo. Entonces me olvidé de toda la otra gente del mundo. Nos fuimos al dormitorio y allí se la metí a Dawn en una larga y tranquila cabalgada…
Cuando ella salió del baño yo estaba leyendo una estúpida historia en el Playboy.
-Estuvo tan bien -dijo.
-Fue un placer -contesté.
Se volvió a meter en la cama conmigo. Dejé la revista.
-¿Crees que nos lo podemos hacer juntos? -me preguntó.
-¿Qué quieres decir?
-Quiero decir que si tú crees que podemos seguir así, juntos, durante algún tiempo.
-No sé. Las cosas ocurren. El principio siempre es lo más fácil.
Entonces escuchamos un grito proveniente de la salita. «Oh oh», dijo Dawn. Se levantó y salió corriendo de la habitación. Yo la seguí.
Cuando llegué, ella estaba sosteniendo a George en sus manos.
-¡Oh, Dios mío!
-Qué ha pasado?
-Anna se lo hizo.
-¿Qué le hizo?
-¡Le cortó las pelotas! ¡George es un eunuco!
-¡Uau!
-¡Tráeme algo de papel higiénico, rápido! ¡Se está desangrando!
-Ese hijo de puta -decía la pequeña Anna desde la mesita de café- si yo no puedo tener a George, nadie lo tendrá.
-¡Ahora las dos me pertenecen! -dijo Marty.
-Ah no, tienes que elegir una de nosotras -dijo Anna.
-¿A cuál prefieres? -preguntó Ruthie.
-Yo las amo a las dos -dijo Marty.
-Ha parado de sangrar -dijo Dawn -se está quedando frío.
Envolvió a George en un pañuelo y lo puso sobre el mantel.
-Quiero decir -dijo Dawn-que si tú crees que lo nuestro no va a funcionar, no quiero seguir por más tiempo.
-Creo que te amo, Dawn -dije.
-Mira -dijo ella-. ¡Marty está abrazando a Ruthie!
-¿Crees que van a hacerlo?
-No sé. Parecen excitados.
Dawn cogió a Anna y la metió en la pequeña jaula.
-¡Déjenme salir! ¡Los mataré a los dos! ¡Déjenme salir! -gritaba.
George gimió desde el interior del pañuelo sobre el mantel. Marty le había quitado las bragas a Ruthie. Yo me atraje a Dawn. Era joven, bella e inteligente. Podía volver a estar enamorado. Era posible. Nos besamos. Me sumergí en sus grandes ojos marrones. Entonces me levanté y eché a correr. Sabía dónde estaba. Una cucaracha y un águila hacían el amor. El tiempo era un bobo con un banjo. Seguía corriendo. Su larga cabellera me caía por la cara.
-¡Mataré a todo el mundo! -gritaba la pequeña Anna. Se agitaba sacudiendo su jaula de alambre a las tres de la madrugada.
CONFIEMOS PLENAMENTE EN DIOS, YA CESARÁ EL VIENTO
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Por CLAUDIO VALERIO
Concentrémosno en esta frase: “La voluntad de Dios nunca te lleva donde la gracia de Dios no te proteja”. Para conseguir algo que nunca tuviste, tienes que hacer algo que nunca has hecho. Cuando Dios te quita algo de tu mano, Él no te está castigando, sino simplemente abriendo tus manos para recibir algo mejor. El gran amor y los cuidados de Dios se manifiestan día a día, depende de nosotros interpretarlo. El hecho de que el Espíritu Santo viva en nosotros es un factor esencial para la espiritualidad. El amor es lo que da vida al corazón. El Espíritu Santo, que nos ha sido otorgado, vierte el amor divino sobre nuestros corazones. El Espíritu es como una fuente de agua viviente que fluye en cada parte de nuestros corazones y va extendiendo su gracia, porque la gracia posee el poder de atraer nuestros corazones. A través del Espíritu Santo, Dios despierta y aviva nuestros corazones para que se percaten de su bondad. Muchas veces necesitamos que se nos despierte y se nos lleve de la mano para que hagamos uso apropiado de nuestra fuerza y talentos. Si queremos sentir la presencia del Espíritu Santo en nosotros debemos deshacernos de nuestros caprichos y acomodar nuestra voluntad a la voluntad de Dios. Debemos ser como la arcilla en manos del alfarero, para que Dios pueda moldearnos y llevarnos por el sendero de la verdadera salud espiritual. Aun cuando no podemos impedir que Dios inspire nuestros corazones, todos poseemos el poder para rechazar el deseo que tiene Dios de amarnos. Del mismo modo el Espíritu Santo no tiene deseo alguno de obrar en nosotros sin nuestro consentimiento. Pero, si llegamos a consentir aunque sea mínimamente a las inspiraciones de Dios, qué felicidad obtendremos! El fruto único del Espíritu Santo, que es el amor divino, nos llena de dicha interior y de consuelo, al mismo tiempo que llena nuestro corazón de una paz que perdura aun en medio de la adversidad, por medio de la paciencia. El amor sagrado nos hace amables y gentiles, y a la hora de ayudar a los demás lo haremos con una bondad sincera hacia ellos. Esa bondad, que proviene del Espíritu Santo, es constante y perseverante, y nos provee de un coraje duradero que nos hace afables, agradables y considerados con los demás. Esto hace que soportemos los cambios de su estado anímico y sus imperfecciones. Llevaremos una vida simple que será testimonio de nuestras palabras y acciones. El amor divino es la virtud de todas las virtudes. Apreciemos y cultivemos al Espíritu que habita en nosotros, para que el amor de Dios pueda reinar ahí también.
(Adaptado de los escritos de San Francisco de Sales y Juana de Chantal).
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires, Argentina), recibe un cálido abrazo, junto a mi deseo de que dios te Bendiga y prospere en Todo lo que emprendas, y derrame sobre ti Salud, Paz, Amor, y mucha prosperidad.
Claudio Valerio (Valerius)
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 11, 2020
EL LOBO
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Por Herman Hesse
Hermann Karl Hesse fue un poeta, novelista y pintor suizo nacido en Alemania. Sus trabajos más conocidos incluyen Demian, Steppenwolf, Siddhartha y The Glass Bead Game, cada uno de los cuales explora la búsqueda individual de autenticidad, autoconocimiento y espiritualidad. En 1946, recibió el Premio Nobel de Literatura.
Nacido: 2 de julio de 1877, Calw, Alemania
Fallecido: 9 de agosto de 1962, Montagnola, Collina d’Oro, Suiza
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¿El coronavirus está mutando?
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Los investigadores dicen que el coronavirus está haciendo pequeños cambios en sí mismo como lo esperarían, a una tasa relativamente predecible y constante de alrededor de uno o dos cambios por mes.
“Los virus mutan naturalmente como parte de su ciclo de vida”, dice Ewan Harrison, gerente de proyectos científicos del Consorcio COVID-19 Genomics UK. El coronavirus no es diferente.
Cuando un virus infecta a una persona, ingresa a sus células y hace copias de sí mismo, que luego circulan por el cuerpo o se transmiten (las gotas respiratorias son un método) a otros humanos.
Inevitablemente, los virus “cometen errores en sus genomas” mientras se copian, dice Harrison. Esos cambios pueden acumularse y trasladarse a futuras copias del virus. Las mutaciones son similares a los errores tipográficos en el texto: la mayoría de los errores tipográficos no son eventos, pero algunos pueden cambiar el significado de una palabra u oración. Del mismo modo, muchas mutaciones serán callejones sin efecto en las personas infectadas. Pero algunas de estas mutaciones en un virus pueden cambiar la rapidez con que infecta a las personas y se replica, o qué tipo de daño hace a las células.
Estos pequeños cambios acumulativos son útiles para los investigadores, ya que actúan como tarjetas de identificación que ayudan a rastrear la ruta del virus a través del tiempo a través de grupos de personas. Por ejemplo, en un estudio de vigilancia en el campus de la Universidad Estatal de Arizona, los investigadores encontraron que las personas que aparecían enfermas a mediados de marzo con el coronavirus tenían diferentes versiones del virus entre sí. La comparación de los genomas del virus les ayudó a darse cuenta de que el aumento a mediados de marzo probablemente no significó un brote en el campus; los casos probablemente habían detectado esta versión del virus en otro lugar, tal vez cuando viajaron durante las vacaciones de primavera y la trajeron de vuelta. Por lo tanto, el seguimiento de genomas de virus es valioso para rastrear cómo y dónde se está propagando el virus.
¿El coronavirus se está volviendo más transmisible?
Twitter se iluminó esta semana cuando los medios de comunicación recogieron un borrador de un artículo de investigación publicado en el servidor de preimpresión bioRxiv. El artículo sugiere en el título que su análisis de las mutaciones del coronavirus “revela la aparición de una forma más transmisible de SARS-CoV-2”.
El estudio fue realizado por investigadores del Laboratorio Nacional de Los Alamos, la Universidad de Sheffield y Duke. Analizaron secuencias del genoma disponibles al público de todo el mundo publicadas en GISAID, una plataforma de investigación global que ha acumulado más de 16,000 secuencias de coronavirus hasta la fecha.
Los investigadores encontraron que una versión del virus, que se detectó por primera vez en Europa a principios de febrero, parece haberse convertido en la cepa más común en los EE. UU., Australia y partes de África, básicamente, en cualquier lugar donde se diseminó. Los autores del estudio plantean la hipótesis de que una mutación en esta cepa de virus, que cambia un aminoácido en la parte del coronavirus que encuentra y se une a las células, podría causar que el virus se propague más fácilmente.
“Creo que es una observación importante”, dice Angela Rasmussen, viróloga de la Facultad de Salud Pública de Columbia Mailman, “Hemos visto en otras epidemias de virus, como la epidemia de Ébola, que existen estas mutaciones que parecen persistir y convertido en la forma dominante del virus”.
Sin embargo, dice Rasmussen, no hay evidencia clara de que la mutación mencionada en el documento haga algo para cambiar la forma en que se propaga el virus.
Otros factores también podrían explicar por qué el virus de Europa es dominante, dice Justin Bahl, biólogo computacional de la Universidad de Georgia. Posiblemente podría explicarse por el llamado “efecto fundador”, donde la versión europea se extendió rápidamente a través de las fronteras internacionales y se estableció como la cepa dominante porque los países tardaron en cerrarse.
Para probar si la mutación identificada en el documento hace que el virus se propague más fácilmente, los investigadores quieren ver evidencia experimental: por ejemplo, un estudio donde ambas cepas se prueban en células vivas, para ver si el virus mutado se replica más rápido. Si esos resultados muestran tales signos, querrán ver si un virus se propaga más fácilmente en animales de laboratorio.
¿El coronavirus está mutando para volverse menos dañino?
Otro estudio, publicado en Journal of Virology, identificó a un paciente en Arizona que portaba una versión del virus a la que le faltaba una parte. La eliminación fue considerable: 81 nucleótidos de largo, de los 30,000 que conforman la secuencia del genoma del coronavirus (en caso de que se lo pregunte, un nucleótido es una molécula que forma el bloque de construcción de una cadena de ADN o ARN y también lo es pequeño para ser visto bajo la mayoría de los microscopios). También se encontró en una ubicación en el genoma que, en el clásico virus del SARS, ayudó al virus a combatir el sistema inmune, según el coautor del estudio Efrem Lim, virólogo de la Universidad Estatal de Arizona.
Los investigadores plantean la hipótesis de que la eliminación “puede reducir potencialmente la aptitud del virus”, una afirmación que Lim dice que ahora están probando en laboratorios.
El documento se basa en un solo genoma de virus, de los 16,000 que se han secuenciado y compartido, lo que hace que sea difícil generalizar al grupo más grande de versiones circulantes del nuevo coronavirus. “En realidad no tenemos idea de si [un virus con esta eliminación] es transmisible o no”, dice Bahl. “No sabemos si fue solo un evento único o si estas variantes se están transmitiendo y se están volviendo más frecuentes en la población [de personas que reciben coronavirus]”.
Se necesita más evidencia para ver si la hipótesis de Lim se cumple, y surgirá a medida que continúe la investigación.
¿Las mutaciones que estamos viendo afectan el desarrollo de tratamientos y vacunas?
Aún no “Estamos obteniendo las mutaciones que estamos esperando aquí”, dice Vineet Menachery, virólogo de la Rama Médica de la Universidad de Texas, por lo que el proceso de investigación ya explica estos cambios.
Menachery dice que la mutación europea rastreada en el artículo de Los Alamos es adyacente, pero no directamente, al dominio de unión al receptor, que es un área específica de la cubierta proteica del virus que inicia el primer contacto para unirse a las células humanas. “Si estas mutaciones estuvieran allí, habría un poco más de preocupación por los enfoques basados en anticuerpos y los enfoques de vacunas”, dice, porque los cambios podrían dificultar que los anticuerpos reconozcan el virus. Pero las mutaciones no están directamente en el dominio de unión al receptor, por lo que los investigadores no están demasiado preocupados por esos cambios específicos.
Las vacunas también se desarrollan para apuntar a múltiples sitios en un virus, por lo que es poco probable que algunas mutaciones aleatorias del virus puedan eliminar su poder por completo, dice Rasmussen.
Las versiones del virus que son resistentes a los medicamentos o las vacunas pueden surgir una vez que se usan las terapias, dice Lim. Si una cepa particular es eliminada por medicamentos o vacunas, entonces cualquier virus que sobreviva será el que no se verá afectado por esos tratamientos y podría llegar a infectar a otros. Pero por ahora, no hay presión sobre el virus para que cambie de una manera que lo ayude a evadir las medidas que no se han introducido.
¿Por qué los científicos comparten teorías no comprobadas?
El principal propósito científico de compartir estos documentos de manera temprana y frecuente es alertar a otros investigadores sobre teorías interesantes y llamar la atención sobre mutaciones potencialmente significativas, dice Lim.
“Nos ayuda a priorizar qué mutaciones deben estudiarse en el laboratorio, porque hay muchas mutaciones”, dice Lim. Al compartir pistas y teorías respaldadas por datos, los científicos están destacando mutaciones específicas que pueden estar afectando el comportamiento del virus, en un mar de todos los pequeños cambios que realiza el virus.
Por lo tanto, ayuda a los investigadores saber que los científicos del Laboratorio de Los Alamos piensan que vale la pena estudiar un cambio particular en el genoma, o que se ha encontrado una deleción en el virus una vez y podría encontrarse de nuevo. Las respuestas pueden no ser definitivas, pero alimenta la confianza cerebral global de los investigadores que trabajan para comprender mejor el coronavirus y ayudar a derrotarlo.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 11, 2020
LO MÁS VISTO DE LA SEMANA ◘ Mayo 10, 2020
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Las noticias más leídas en PrisioneroEnArgentina.com. Las más comentadas, las más polémicas. De que está la gente hablando…
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 10, 2020
DEMOLIENDO AL TENIENTE CORONEL ALBERTO AQUILINO ORTEGA
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TIEMPO EMPLEADO: “EL CANTAR DE UN GALLO”
Por CLAUDIO KUSSMAN
Muchos recordarán al Teniente Coronel (R) ALBERTO AQUILINO ORTEGA en un WhatsApp, donde desencajado aparecía profiriendo gritos y algunas palabras soeces contra el gobierno y entre ellas una desafortunada frase al expresar:
[/ezcol_1third] [ezcol_1third]“Espero que esto sirva para que mis camaradas salgan de una vez y se dejen de boludear y tomemos no el Poder, incitemos y digámosles a la población que hay que hay que liberarse de estos parásitos”. El mismo diario Página 12 (1) calificó de insólita su arenga (que no se puede ni considerar arenga), pero los “camaradas” de este uniformado lo tomaron como algo muy serio y en menos tiempo de lo que “canta un gallo” lo denunciaron penalmente. En tan solo 30 días la “justicia” a través del juez federal de Rosario CARLOS VERA BARROS, también en “otro cantar de un gallo”, le allanó la casa, le secuestró una computadora y un celular. Luego lo procesó imputándolo por incitar a la violencia, delito previsto en el artículo 212 del Código Penal con penas que van de los 3 a los 6 años de prisión. Por supuesto la prisión preventiva fue acompañada de un embargo de cien mil pesos, o la inhibición general de sus bienes. Debemos inferir que si bien a las pocas horas de sus exabruptos ORTEGA pidió disculpas, realmente no estaba ubicado en tiempo y espacio. No tuvo en cuenta que hoy “sus camaradas” CAMBIARON y así o están presos y muriendo en prisión a como dé lugar, al igual que aquellos que no lo somos, o están camuflados y silenciosos. Tanto cambiaron que en el presente retirados o en actividad, los uniformados confraternizan con los terroristas del pasado devenidos en “jóvenes idealistas, que lucharon por la democracia”. Esos que aparte de indemnizados ocupan cargos gubernamentales, en el periodismo, o son exitosos empresarios contratantes de “sus camaradas” y en consecuencia bien grafica el dicho: “Por la plata baila el mono”. ORTEGA, casi como nosotros, los imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad está solo y será un modelo viviente ejemplarizador, por si algún otro decide pensar y expresarse “imprudentemente”. En su caso tanto “sus camaradas” como el poder judicial fueron veloces y fulminantes, lo cual no ocurre cuando los uniformados caídos son abusados hasta la misma muerte. En ese caso los miembros de ambas instituciones sin pudor alguno, son ciegos, sordos y mudos. Tanto como quizás fue el mismo Teniente Coronel (R) ORTEGA, con todos nosotros los adultos mayores en prisión, antes de que fueran por él y pasara a engrosar la fila de los caídos.
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Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Pcia. Buenos Aires
Mayo 10, 2020
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
1) Procesaron al militar retirado que hizo la insólita proclama en las redes https://www.pagina12.com.ar/264434-procesaron-al-militar-retirado-que-hizo-la-insolita-proclama
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 10, 2020
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[ezcol_1half_end]
Leopoldo Marechal (1900-1970)
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El Análisis de Mario Sandoval ♣ Mayo 10, 2020
El Profesor Mario Sandoval habla de Argentina y su política extranjera. La condecoración retirada a Ricardo Cavallo y el terrorismo.
[ezcol_1fifth] [/ezcol_1fifth] [ezcol_2fifth]Habla Mario Sandoval
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 10, 2020
¿Por qué Argentina aceptó a los criminales de guerra nazis después de la Segunda Guerra Mundial?
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Después de la Segunda Guerra Mundial, miles de nazis y colaboradores en tiempos de guerra de Francia, Croacia, Bélgica y otras partes de Europa buscaban un nuevo hogar: preferiblemente lo más lejos posible de los juicios de Nuremberg. Argentina dio la bienvenida a cientos, si no miles de ellos: el régimen de Juan Domingo Perón hizo todo lo posible para llevarlos allí, enviando agentes a Europa para facilitar su paso, proporcionando documentos de viaje y, en muchos casos, cubriendo gastos.
[ezcol_1fifth] [/ezcol_1fifth] [ezcol_1fifth] [/ezcol_1fifth] [ezcol_3fifth_end]Incluso los acusados de los crímenes más atroces, como Ante Pavelic (cuyo régimen croata asesinó a cientos de miles de serbios, judíos y gitanos), el Dr. Josef Mengele (cuyos crueles experimentos son pesadillas) y Adolf Eichmann (arquitecto del Holocausto de Adolf Hitler) fueron recibidos con los brazos abiertos. Se plantea la pregunta:
¿Por qué ese territorio llamado Argentina querría a estos hombres?
Durante la Segunda Guerra Mundial, Argentina claramente favoreció al Eje debido a los estrechos lazos culturales con Alemania, España e Italia. Esto no es sorprendente, ya que la mayoría de los argentinos eran de ascendencia española, italiana o alemana.
[/ezcol_3fifth_end]La Alemania nazi fomentó esta simpatía, prometiendo importantes concesiones comerciales después de la guerra. Argentina estaba llena de espías nazis y los oficiales y diplomáticos argentinos ocupaban cargos importantes en el Eje Europa. El gobierno de Perón era un gran admirador de las trampas fascistas de la Alemania nazi: uniformes elegantes, desfiles, manifestaciones y antisemitismo vicioso.
Muchos argentinos influyentes, incluidos empresarios ricos y miembros del gobierno, apoyaron abiertamente la causa del Eje, ninguno más que el propio Perón, que había servido como agregado militar del ejército italiano de Benito Mussolini a fines de la década de 1930.
Aunque Argentina finalmente declararía que estaba en las potencias del Eje (un mes antes de que terminara la guerra), fue en parte una estratagema para que los agentes argentinos estuvieran en su lugar para ayudar a los nazis derrotados a escapar después de la guerra.
No es que la Segunda Guerra Mundial terminó un día en 1945 y de repente todos se dieron cuenta de lo horribles que habían sido los nazis. Incluso después de que Alemania fuera derrotada, había muchos hombres poderosos en Europa que habían favorecido la causa nazi y continuaron haciéndolo.
España todavía estaba gobernada por Francisco Franco y había sido miembro de facto de la alianza del Eje; muchos nazis encontrarían un seguro refigio temporal allí. Suiza se había mantenido neutral durante la guerra, pero muchos líderes importantes habían sido sinceros en su apoyo a Alemania. Estos hombres conservaron sus posiciones después de la guerra y estaban en condiciones de ayudar. Los banqueros suizos, por codicia o simpatía, ayudaron a los antiguos nazis a moverse y lavar fondos. La Iglesia Católica fue extremadamente útil ya que varios funcionarios de la iglesia de alto rango (incluido el Papa Pío XII) ayudaron activamente en la fuga de los nazis. Durante la Alemania nazi, los únicos establecimientos educativos privados que permanecieron abiertos fueron los católicos.
Había un incentivo financiero para que Argentina aceptara a estos hombres. Alemanes ricos y empresarios argentinos de ascendencia alemana estaban dispuestos a pagar el camino para escapar de los nazis.
Los líderes nazis saquearon a millones de judíos, franceses y holandeses y parte de ese dinero los acompañó a Argentina. Algunos de los oficiales y colaboradores nazis más inteligentes una visión de lo que se avecinaba ya en 1943 y comenzaron a guardar oro, dinero, objetos de valor, pinturas y más, a menudo en Suiza. Ante Pavelic y su camarilla de asesores cercanos poseían varios cofres llenos de oro, joyas y arte que les habían robado a sus víctimas judías y serbias: esto facilitó considerablemente su paso a Argentina. Incluso pagaron a los oficiales británicos para dejarlos pasar por las líneas aliadas.
Para 1945, cuando los Aliados estaban limpiando los últimos restos del Eje, estaba claro que el próximo gran conflicto vendría entre los Estados Unidos capitalistas y la URSS comunista. Algunas personas, incluidos Perón y algunos de sus asesores, predijeron que la Tercera Guerra Mundial estallaría tan pronto como 1948.
En este próximo conflicto “inevitable”, terceros como Argentina podrían inclinar la balanza de una forma u otra. Perón imaginó nada menos que Argentina tomando su lugar como un tercero diplomático crucial en la guerra, emergiendo como una superpotencia y líder de un nuevo orden mundial. Los nazis eran criminales y los colaboradores pueden haber sido carniceros, pero no hay duda de que eran rabiosamente anticomunistas. Perón pensó que estos hombres serían útiles en el “próximo” conflicto entre los Estados Unidos y la URSS. A medida que pasaba el tiempo y la Guerra Fría se prolongaba, estos nazis eventualmente serían vistos como los dinosaurios sedientos de sangre que eran.
Después de la guerra, se crearon regímenes comunistas en Polonia, Yugoslavia y otras partes de Europa del Este. Estas nuevas naciones solicitaron la extradición de muchos criminales de guerra en las cárceles aliadas. Un puñado de ellos, como el general croata Vladimir Kren, finalmente fueron enviados de vuelta, juzgados y ejecutados. A muchos más se les permitió ir a Argentina porque los Aliados eran reacios a entregarlos a sus nuevos rivales comunistas donde el debido proceso no sería respetado y el resultado de sus juicios de guerra inevitablemente culminaría en ejecuciones.
La Iglesia Católica también presionó fuertemente a favor de que estos individuos no fueran repatriados. Los aliados no querían juzgar a estos hombres ellos mismos (22 acusados fueron juzgados en el primero de los juicios de Nuremberg y, en total, 199 acusados fueron juzgados de los cuales 161 fueron sentenciados a prisión y 37 fueron condenados a muerte), ni querían enviándolos a las naciones comunistas que los estaban solicitando, así que miraron a otro lado mientras los nazis navegaban hacia Argentina.
Al final, estos nazis tuvieron poco impacto duradero en Argentina. Argentina no fue el único lugar en América del Sur que aceptó a los nazis y colaboradores, ya que muchos finalmente llegaron a Brasil, Chile, Paraguay y otras partes del continente. Muchos nazis se dispersaron después de la caída del gobierno de Perón en 1955, por temor a que la nueva administración, hostil como era con Perón y todas sus políticas, pudiera enviarlos de regreso a Europa.
La mayoría de los nazis que fueron a Argentina vivieron sus vidas en silencio, temiendo repercusiones si eran demasiado vocales o visibles. Esto fue particularmente cierto después de 1960, cuando Adolf Eichmann, arquitecto del programa de genocidio judío, fue secuestrado en una calle de Buenos Aires por un equipo de agentes del Mossad y llevado a Israel donde fue juzgado y ejecutado. Otros criminales de guerra buscados fueron demasiado cautelosos para ser encontrados: Josef Mengele se ahogó en Brasil en 1979 después de haber sido objeto de una persecución masiva durante décadas.
Con el tiempo, la presencia de tantos criminales de la Segunda Guerra Mundial se convirtió en una vergüenza para Argentina. En la década de 1990, la mayoría de estos hombres mayores vivían abiertamente bajo sus propios nombres. Un puñado de ellos finalmente fue rastreado y enviado de regreso a Europa para ser juzgado, como Josef Schwammberger y Franz Stangl. Otros, como Dinko Sakic y Erich Priebke, dieron entrevistas desacertadas, lo que los llamó la atención del público. Ambos fueron extraditados (a Croacia e Italia respectivamente), juzgados y condenados.
En cuanto al resto de los nazis argentinos, la mayoría se asimiló a la considerable comunidad alemana de Argentina y fueron lo suficientemente inteligentes como para nunca hablar de su pasado. Algunos de estos hombres tuvieron incluso bastante éxito financiero, como Herbert Kuhlmann, un ex comandante de la juventud de Hitler que se convirtió en un destacado hombre de negocios.
Fuentes: Postwar: A History of Europe Since 1945 de Tony Judt . The Nuremberg Trials de Paul Roland . Israeli’s Legal Records of the Adolf Eichmann Interviews by Avner Less . Simon Wiesenthal library and archives .
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Mayo 10, 2020
Los protestantes que se oponen a las órdenes de quedarse en casa tienen un aliado: Los grupos antivacunación
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Las protestas contra órdenes de quedarse en casa debido a COVID-19 (Si bien no son grandes grupos de personas) se han vuelto más comunes en todo el país. En California, un grupo sorprendente está detrás de algunos de ellos: aquellos que se oponen a las vacunas obligatorias.
El jueves, un grupo de personas se mezcló en la acera frente al Capitolio estatal de California en Sacramento. Había partidarios de Trump con sombreros MAGA y ondeando banderas estadounidenses. Había cristianos cantando canciones de rock religiosas y levantando la mano en oración. El maestro de ceremonias del evento instó al gobernador, Gavin Newsom, para sintonizar su evento.
“Todos en el Capitolio, digan a Gavin Newsom [que sintonice] 107.9 FM, si quiere escuchar lo que tenemos que decir”, dijo el presentador a la multitud por los altavoces. “¡Podría ser algo bueno para él!”
También había madres con sus hijos en el mitin. La mayoría allí reunida no usaba mascarillas ni observaban protocolos de distanciamiento social.
Todos habían salido a protestar contra la orden de quedarse en casa de California, implementada para frenar la propagación de COVID-19. El evento de esta semana fue construido alrededor del Día Nacional de Oración y contó con pastores y sermones. Pero fue organizado por un grupo llamado Freedom Angels, que se formó originalmente para luchar contra las leyes de vacunas obligatorias en el estado.
El grupo se ha convertido en un elemento fijo en el Capitolio desde que California aprobó una ley que exige que los estudiantes escolares sean vacunados y una segunda ley que restringe las restricciones a las exenciones médicas para esas vacunas. Pero la fundadora de Freedom Angels, Stefanie Fetzer, dijo que no es un grupo de un solo tema. Ella dijo que estos eventos son para promover la libertad personal.
“Creo que lo que estamos viendo ahora es que el modelo predictivo con el que salieron al principio no era cierto. No estamos viendo los números que predijeron”, dijo Fetzer. “Y en lugar de retroceder en el cierre y las medidas restrictivas que implementó el gobernador Newsom, parece que se está duplicando”.
Estrategia de búsqueda de atención
Los defensores de la salud pública señalan que la razón por la que esas predicciones iniciales no se hicieron realidad es que las medidas agresivas de distanciamiento social, incluidas las órdenes de quedarse en casa, funcionaron. El senador demócrata Richard Pan, autor de las leyes de vacunas de California, cree que este grupo antivacunas se está alineando con otros que protestan contra la orden de quedarse en casa como una forma de promover su causa. Después de todo, dijo Pan, una vacuna eventualmente permitiría la reapertura de la economía.
“Han organizado estas protestas para encontrar básicamente una forma de llamar la atención de los medios. También recaudan fondos para sus actividades”, dijo Pan. “Entonces, francamente, muchos de los anti-vaxxers que están involucrados en esto realmente están ahí para sus propios intereses”.
Según el epidemiólogo y educador de vacunas René Najera, es común que los grupos antivacuna se adhieran a otros temas controvertidos. Por ejemplo, señala el aborto.
“Intentan decir que hay células fetales abortadas en las vacunas, lo cual no es así, para tratar de poner a las personas antiaborto de su lado”, dijo. “Y luego lo dan vuelta y dicen, también, ‘Mi cuerpo, mi elección’. “
Nájera dijo que esas tácticas pueden tener resultados peligrosos, incluso hacer que las personas piensen dos veces antes de vacunarse. De hecho, dijo, en 2019, la Organización Mundial de la Salud calificó la vacilación de las vacunas, o la renuencia de las personas a considerar la vacunación, como uno de los 10 principales desafíos de salud pública del mundo.
“Y vimos los efectos de eso”, dijo Nájera. “Vimos un aumento del sarampión en los Estados Unidos hasta el punto en que el estado de eliminación del sarampión en los Estados Unidos estaba en peligro”.
Nájera confía en que los opositores a las vacunas no desaparecerán. Él dice que, en todo caso, el auge de las redes sociales les ha facilitado la difusión de su mensaje. Lo que le resulta más frustrante es que estos manifestantes contra las vacunas no solo toman decisiones que afectan a sus propias familias. Nájera dice que elegir no vacunar a sus hijos y unirse a otras grandes protestas para difundir su mensaje pone en riesgo la salud de todos.
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Mayo 10, 2020
Bautismo de fuego
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Por Mikhaíl Bulgakov
Rápidamente pasaron los días en el hospital de N. y yo comencé poco a poco a acostumbrarme a mi nueva vida.
En las aldeas continuaban agramando el lino, los caminos seguían estando intransitables y a la consulta no venían más de cinco personas cada día. Las noches las tenía completamente libres y las dedicaba a poner en orden la biblioteca, a leer los manuales de cirugía y a tomar té, larga y solitariamente, junto al samovar.
La lluvia caía durante días y noches enteras y las gotas golpeaban inexorablemente el techo; el agua caía con gran fuerza bajo la ventana y resbalaba por el canalón hacia un cubo. El patio estaba cubierto de fango, de niebla, de una negra penumbra en la cual, como manchas opacas y difusas, se iluminaban las ventanas de la casita del enfermero y la lámpara de petróleo del portón.
Una de aquellas noches estaba yo sentado en mi gabinete y estudiaba un atlas de anatomía topográfica. A mi alrededor había un completo silencio, interrumpido de vez en cuando por el roer de los ratones detrás del aparador del comedor.
Mikhail Afanasyevich Bulgakov fue un escritor, médico y dramaturgo ruso activo en la primera mitad del siglo XX. Es mejor conocido por su novela El maestro y Margarita, publicada póstumamente, que se ha llamado una de las obras maestras del siglo XX. Wikipedia
Nacido: 15 de mayo de 1891, Imperio ruso
Murió: 10 de marzo de 1940, Unión Soviética
Estuve leyendo hasta que mis párpados, ya pesados, comenzaron a cerrarse. Finalmente bostecé, dejé a un lado el atlas y decidí acostarme. Me estiré y, saboreando por anticipado un sueño pacífico, acompañado por el ruido y el golpeteo de la lluvia, me dirigí a mi dormitorio, me desvestí y me acosté.
No había tenido siquiera tiempo de rozar la almohada cuando, delante de mí, en la penumbra soñolienta, apareció el rostro de Ana Prójorova, de diecisiete años, de la aldea Tóropovo. A Ana Prójorova había que extraerle un diente. El enfermero Demián Lukich se deslizó suavemente con unas brillantes tenazas en las manos. Recordé cómo decía “aquesto” en lugar de “esto”, llevado por el amor que profesaba al estilo elevado. Sonreí y me quedé dormido.
Sin embargo, no había pasado media hora cuando me desperté de repente, como si me hubieran dado un tirón; me senté y, examinando con temor la oscuridad, me puse a escuchar con atención.
Alguien golpeaba con fuerza e insistencia la puerta exterior y desde un primer momento presentí que aquellos golpes eran de mal agüero.
Llamaban a mi apartamento.
Los golpes cesaron, resonó el cerrojo; se oyó la voz de la cocinera y, en respuesta, una voz poco clara; luego alguien subió por la escalera, provocando chirridos, entró silenciosamente en el gabinete y llamó en mi dormitorio.
-¿Quién es?
-Soy yo -me respondió un respetuoso susurro-, yo, Axinia, la enfermera.
-¿De qué se trata?
-Ana Nikoláievna me envía a buscarle, pide que vaya enseguida al hospital.
-¿Qué ha sucedido? -pregunté, y sentí que el corazón me daba un vuelco.
-Han traído a una mujer de Dúltsevo. Tiene complicaciones con el parto.
“Ya está. Ya comenzamos -cruzó por mi cabeza, mientras trataba inútilmente de meter mis pies en las zapatillas-. ¡Ah, diablos! Las cerillas no encienden. Bien, tarde o temprano tenía que suceder. No podía pasarme toda la vida con las laringitis y los catarros estomacales.”
-Está bien. ¡Vete y dile que ahora mismo iré! -grité, y me levanté de la cama. Detrás de la puerta se oyeron los pasos de Axinia y de nuevo resonó el cerrojo. El sueño desapareció en un instante. Con dedos temblorosos encendí la lámpara apresuradamente y comencé a vestirme. Las once y media… ¿Qué complicaciones con el parto tendría aquella mujer? Jumm… posición incorrecta… pelvis estrecha… O quizá alguna cosa peor. Tal vez tendré que utilizar los fórceps. ¿No sería mejor enviarla directamente a la ciudad? ¡Impensable! “¡Qué doctor tan bueno!”, dirían todos. Y además, no tengo derecho a hacerlo. No, tengo que hacerlo yo mismo. ¿Hacer qué? El diablo lo sabe. Será una tragedia si me confundo, una vergüenza ante las comadronas. Aunque primero es necesario ver de qué se trata; no vale la pena inquietarse antes de tiempo…
Me vestí, me puse el abrigo y, confiando mentalmente en que todo saldría bien, corrí bajo la lluvia hacia el hospital, pisando sobre tablones que al hundirse hacían saltar el agua del patio. En la semioscuridad se distinguía, junto a la entrada, una carreta; el caballo golpeaba con sus cascos las tablas podridas.
-¿Usted ha traído a la parturienta? -pregunté a la figura que se movía junto al caballo.
-Yo… sí, yo, padrecito -contestó lastimeramente una voz de mujer.
En el hospital, pese a lo avanzado de la hora, había agitación. En la recepción ardía, parpadeante, una lámpara de petróleo. Por el angosto corredor que conducía a la sección de maternidad, Axinia pasó rápidamente junto a mí, llevando una palangana. Detrás de la puerta se oyó de pronto un débil gemido que cesó inmediatamente. Abrí la puerta y entré en la sala de partos. La pequeña habitación blanqueada estaba intensamente iluminada por la lámpara del techo. En la cama, junto a la mesa de operaciones, yacía una mujer joven, cubierta hasta el mentón por una manta. Su rostro estaba desfigurado por una mueca de dolor y húmedos mechones de pelo se le habían pegado a la frente. Ana Nikoláievna, con un termómetro en la mano, preparaba una solución en un recipiente, mientras la segunda comadrona, Pelagueia Ivánovna, sacaba sábanas limpias del armario. El enfermero, apoyado contra la pared, estaba en pose de Napoleón. Al verme, todos se animaron. La parturienta abrió los ojos, se estrujó las manos y de nuevo gimió lastimeramente.
-¿Qué ocurre? -pregunté, y yo mismo me asombré del tono de mi voz. Hasta tal punto era seguro y tranquilo.
-Posición transversal -contestó rápidamente Ana Nikoláievna, mientras continuaba echando agua en la solución.
-Bien -dije alargando las sílabas y frunciendo el entrecejo-; bien, veamos…
-¡El doctor tiene que lavarse las manos! ¡Axinia! -gritó de inmediato Ana Nikoláievna. Su rostro había adquirido una expresión seria y solemne.
Mientras corría el agua y me quitaba la espuma de las manos enrojecidas por el cepillo, hacía preguntas poco importantes a Ana Nikoláievna; por ejemplo, cuándo habían traído a la parturienta y de dónde venía…
La mano de Pelagueia Ivánovna levantó la manta y yo, sentándome al borde de la cama y tocándola suavemente, comencé a palpar el vientre hinchado. La mujer gemía, se estiraba, crispaba los dedos, arrugaba la sábana.
-Tranquila, tranquila… aguanta -le dije, mientras apoyaba cuidadosamente las manos sobre su piel estirada, ardiente y seca.
En realidad, después de que la experimentada Ana Nikoláievna me había sugerido de qué se trataba, este examen no era necesario. Por más que continuara examinándola, no sabría más que Ana Nikoláievna. Su diagnóstico era, por supuesto, correcto. Posición transversal. Era evidente. Bien, ¿y después?
Frunciendo el entrecejo, continué palpando el vientre por todos lados y de reojo observaba los rostros de las comadronas. Estaban concentradas y serias y en sus ojos leí aprobación a lo que yo hacía. En efecto, mis movimientos eran seguros y correctos; intentaba ocultar mi intranquilidad en lo más recóndito de mi ser y no demostrarla de ninguna manera.
-Bien -dije tras un suspiro, y me levanté de la cama, ya que por fuera no se podía ver nada más-, hagamos la exploración interna.
La aprobación apareció de nuevo en los ojos de Ana Nikoláievna.
-¡Axinia!
De nuevo corrió el agua.
“¡Eh, si pudiera leer ahora el Doderlein!”, pensé tristemente mientras me enjabonaba las manos. Pero era imposible hacerlo en ese momento. Además, ¿cómo me podría ayudar en aquel momento Doderlein? Me quité la espesa espuma y me unté los dedos con yodo. La sábana limpia crujió bajo las manos de Pelagueia Ivánovna. Inclinándome hacia la parturienta comencé tímida y cuidadosamente a realizar la exploración interna. En mi memoria surgió de manera espontánea la imagen de la sala de operaciones de la maternidad. Lámparas eléctricas que ardían intensamente dentro de globos opacos, un brillante suelo de baldosas, el instrumental y los grifos que relucían por todas partes. El asistente, con una bata blanca como la nieve, manipulaba sobre la parturienta; a su alrededor estaban tres ayudantes, los médicos practicantes y una multitud de estudiantes. Todo estaba bien, era luminoso y sin peligro.
Aquí, en cambio, estoy completamente solo y tengo en mis manos a una mujer que sufre; yo respondo por ella. Pero no sé cómo ayudarla pues solo he visto de cerca un parto dos veces en mi vida. En este momento estoy realizando una exploración, pero eso no me hace sentir ningún alivio a mí ni a la parturienta; no entiendo absolutamente nada ni consigo palpar nada en su interior.
Pero había llegado el momento de decidirse a hacer algo.
-Posición transversal… como se trata de una posición transversal, entonces es necesario… es necesario hacer…
-Un viraje sobre la piernecita -no pudo contenerse y dijo, como para sí misma, Ana Nikoláievna.
Un médico viejo y experimentado la habría mirado con desaprobación por entrometerse y adelantarse con sus conclusiones… Yo, en cambio, no soy una persona que se ofenda con facilidad.
-Sí -confirmé significativamente-, un viraje sobre la piernecita.
Y entonces desfilaron con rapidez ante mis ojos las páginas de Doderlein. Viraje directo… viraje combinado… viraje indirecto…
Páginas, páginas… y en ellas dibujos. La pelvis, bebés torcidos, asfixiados, con enormes cabezas… una manita que cuelga y en ella un lazo.
Hacía poco tiempo que había leído el libro. Además, lo había subrayado, reflexionando atentamente sobre cada palabra, imaginándome la correlación de las partes y todos los métodos. Al leerlo, me parecía que el texto quedaría para siempre impreso en mi cerebro.
Pero ahora, de entre todo lo leído, solo surgía una frase:
“La posición transversal es una posición absolutamente desfavorable.”
Lo cierto, cierto. Absolutamente desfavorable tanto para la mujer que va a parir como para el médico que ha terminado la universidad solo seis meses atrás.
-Está bien… lo haremos -dije incorporándome.
El rostro de Ana Nikoláievna se animó.
-Demián Lukich -se dirigió al enfermero-, prepare el cloroformo.
¡Fue magnífico que lo dijera porque en ese momento yo no estaba seguro de si la operación debía realizarse con anestesia o sin ella! Por supuesto que con anestesia. ¡Acaso podía ser de otra manera!
Pero de cualquier forma tenía que consultar el Doderlein…
Me lavé las manos y dije:
-Bien… prepárenla para la anestesia, colóquenla en la mesa. Ahora vuelvo, voy a casa a buscar mis cigarrillos.
-Está bien, doctor, está bien, hay tiempo -contestó Ana Nikoláievna.
Me sequé las manos, la enfermera me echó el abrigo sobre los hombros y, sin meter los brazos en las mangas, corrí a casa.
Una vez en mi gabinete encendí la lámpara y, olvidando quitarme el gorro, me lancé hacia la estantería.
Allí estaba: Doderlein. Operaciones en obstetricia. Comencé a pasar rápidamente las lustrosas páginas.
“…el viraje representa siempre una operación peligrosa para la madre…”
Un escalofrío recorrió mi espalda a todo lo largo de la columna vertebral.
“…el peligro principal radica en la posibilidad de un desgarramiento espontáneo del útero…”
Es-pon-tá-ne-o.
“…si el partero al introducir la mano en el útero, como consecuencia de la falta de espacio o por la influencia de la reducción de las paredes del útero, encuentra dificultades para llegar hasta la pierna, debe renunciar a intentos posteriores de realizar el viraje…”
Bien. Si por algún milagro llegara a ser capaz de determinar esas “dificultades” y de renunciar a “intentos posteriores”, ¿qué haría con esa mujer anestesiada de la aldea de Dúltsevo?
Más adelante:
“…se prohíbe terminantemente tratar de llegar hasta las piernas a lo largo de la espalda del feto…”
Lo tomaremos en cuenta.
“…sujetar la pierna que está arriba se considera un error, ya que al hacerlo el feto puede girar sobre su propio eje, lo que puede originar un grave encajamiento del feto y puede conducir a las más tristes consecuencias…”
“Tristes consecuencias.” Algo indefinidas, ¡pero qué palabras tan impresionantes! ¿Y si el marido de la mujer de Dúltsevo se queda viudo? Me sequé el sudor de la frente, reuní fuerzas y, saltándome aquellos terribles pasajes, traté de recordar solo lo esencial: qué es lo que debía hacer y por dónde introducir la mano. Pero mientras recorría rápidamente los negros párrafos, una y otra vez me topaba con nuevas cosas terribles. Me saltaban a la vista:
“…debido al enorme peligro de desgarramiento… los virajes interno y combinado son de las operaciones obstétricas más peligrosas para la madre…”
Y como acorde final:
“…con cada hora de retraso, crece el peligro…”
¡Basta! La lectura trajo sus frutos: todo se confundió definitivamente en mi cabeza y en un instante me convencí de que no entendía nada, y sobre todo, de que no sabía qué tipo de viraje iba a realizar: ¡combinado, no combinado, directo, indirecto…!
Abandoné el Doderlein y me dejé caer en el sillón, forzándome a poner en orden mis fugitivos pensamientos… Luego miré el reloj. ¡Diablos! ¡Llevaba veinte minutos en casa! En el hospital me esperaban.
“…con cada hora de retraso…”
Las horas se componen de minutos y los minutos, en estos casos, vuelan a una velocidad increíble. Arrojé el Doderlein y corrí de regreso al hospital.
Todo estaba listo. El enfermero estaba de pie junto a la mesita y en ella preparaba la mascarilla y el frasco con cloroformo. La parturienta ya estaba acostada en la mesa de operaciones. Un gemido ininterrumpido se extendía por toda la clínica.
-Aguanta, aguanta -balbuceaba tiernamente Pelagueia Ivánovna, inclinándose hacia la mujer-, el doctor te ayudará ahora mismo.
-No tengo fuerzas… no… ¡Ya no tengo fuerzas!… ¡No lo soportaré!
-No temas, no temas… -balbuceaba la comadrona-. ¡Lo soportarás! Ahora te daremos a oler algo… No sentirás nada.
El agua salía ruidosamente de los grifos; Ana Nikoláievna y yo comenzamos a limpiarnos y a lavarnos las manos y los brazos desnudos hasta el codo. Ana Nikoláievna, con un fondo de gemidos y lamentos, me contaba cómo mi antecesor -un experto cirujano- hacía los virajes. Yo la escuchaba ansiosamente, procurando no perderme una sola palabra. Y esos diez minutos me dieron más que todo lo que había leído sobre obstetricia cuando me preparaba para el examen estatal, en el que -justamente en obstetricia- había obtenido una nota “sobresaliente”. Por palabras aisladas, frases inconclusas, insinuaciones hechas de paso, me enteré de lo más necesario, de aquello que no se encuentra nunca en ningún libro. Cuando comencé a secarme las manos -idealmente blancas y limpias- con gasa esterilizada, la decisión ya se había adueñado de mí y tenía en la cabeza un plan firme y determinado. En aquel momento ya no tenía para qué pensar si el viraje iba a ser combinado o no combinado.
Todos aquellos términos científicos ahora no venían al caso. Lo importante era una cosa: debía introducir una mano, con la otra ayudarme desde fuera para ejecutar el viraje y, confiando ya no en los libros sino en el sentido de la medida sin el cual el médico no sirve para nada, debía cuidadosa pero insistentemente hacer bajar una piernecita y, tirando de ella, extraer el bebé.
Debía estar tranquilo y ser cuidadoso pero al mismo tiempo ilimitadamente decidido y audaz.
-Comencemos -le ordené al enfermero, y empecé a untarme los dedos con yodo.
Pelagueia Ivánovna inmediatamente cruzó los brazos de la parturienta y el enfermero cubrió con la mascarilla el rostro extenuado. Del frasco amarillo oscuro comenzó a gotear el cloroformo. Un olor dulce y nauseabundo inundó la habitación. Los rostros del enfermero y de las comadronas se volvieron severos, como si estuvieran inspirados.
-¡Ah! ¡¡Ah!! -gritó de pronto la mujer. Durante unos segundos se agitó, intentando quitarse la máscara.
-¡Sujétenla!
Pelagueia Ivánovna la sujetó por los brazos, los dobló y los apretó contra el pecho. La mujer gritó unas cuantas veces más alejando el rostro de la máscara. Pero cada vez se movía menos… cada vez menos… Luego balbuceó sordamente:
-¡Ah!… ¡Suéltame!… ¡Ah!
Balbuceaba cada vez más débilmente. La blanca habitación quedó en silencio. Las gotas transparentes seguían cayendo sobre la gasa blanca.
-Pelagueia Ivánovna, ¿el pulso?
-Es bueno.
Pelagueia Ivánovna levantó el brazo de la mujer y lo dejó caer; este, inanimado como una rama, se precipitó sobre la sábana. El enfermero retiró la mascarilla y miró las pupilas.
-Duerme.
* * *
Un charco de sangre. Mis brazos están ensangrentados hasta el codo. En las sábanas hay manchas sanguinolentas. Coágulos rojos y bolas de gasa. Y Pelagueia Ivánovna sacude al recién nacido y le da golpecitos. Axinia hace ruido con los baldes al verter el agua en las palanganas. Sumergen al niño alternativamente en agua fría y caliente. El bebé calla y su cabeza parece sujeta por un hilo, cuelga sin vida y se balancea de un lado a otro. Pero de pronto: se escucha algo como un chirrido, o un gemido, y después se oye el primer grito, ronco y débil.
-Está vivo… está vivo… -murmura Pelagueia Ivánovna, y coloca al bebé sobre una almohada.
Y la madre también está viva. Por suerte no ha ocurrido nada terrible. Yo mismo le tomo el pulso. Sí, es regular y claro; el enfermero sacude ligeramente a la mujer por el hombro y dice:
-Bueno, mujer, mujer, despierta.
Arrojan a un lado las sábanas ensangrentadas y apresuradamente cubren a la madre con una sábana limpia; el enfermero y Axinia se la llevan a la sala. El bebé, ya envuelto en sus pañales, se marcha sobre la almohada. Una pequeña carita marrón y arrugada mira desde el borde blanco sin dejar de emitir un agudo llanto.
El agua corre por los grifos de los lavabos. Ana Nikoláievna fuma ansiosamente un cigarrillo, arruga la cara a causa del humo y tose.
-Doctor, ha hecho usted muy bien el viraje, con mucha seguridad.
Me froto afanosamente las manos con un cepillo y la miro de reojo: ¿estará burlándose? Pero en su rostro hay una sincera expresión de orgullosa satisfacción. Mi corazón rebosa alegría. Miro el blanco y sangriento desorden que hay a mi alrededor, el agua roja de la palangana y me siento vencedor. Pero en algún recóndito lugar de mi ser se agita el gusano de la duda.
-Todavía debemos esperar a ver qué ocurre después -digo.
Ana Nikoláievna levanta asombrada la vista hacia mí.
-¿Qué puede ocurrir? Todo ha salido bien.
Murmuro cualquier cosa como respuesta. En realidad, lo que quisiera decir es lo siguiente: ¿estará todo intacto en el interior de la madre?, ¿no la habré lastimado durante la operación…? Esto atormenta confusamente mi corazón. ¡Pero mis conocimientos de obstetricia son tan poco claros, tan librescamente fragmentarios! ¿Un desgarramiento? ¿Cómo debe manifestarse? ¿Cuándo se presentarán los primeros síntomas, ahora o más tarde…? No, mejor no hablar sobre este tema.
-Cualquier cosa puede ocurrir -digo yo-, no está excluida la posibilidad de una infección -repito la primera frase que se me ocurre de algún manual.
-¡Ah, eso! -alarga tranquilamente las palabras Ana Nikoláievna-. Si Dios quiere nada ocurrirá. ¿Una infección? Todo está limpio y esterilizado.
* * *
Era más de la una cuando regresé a mi apartamento. Sobre el escritorio del gabinete, bajo la mancha de luz de la lámpara, yacía pacíficamente el Doderlein, abierto en la página “Peligros del viraje”. Durante casi una hora, estuve bebiendo el té ya frío y hojeando el libro. Entonces ocurrió algo interesante: todos los pasajes que hasta ese momento me habían resultado oscuros se volvieron completamente claros, como si se hubieran llenado de luz, y allí, bajo la luz de la lámpara, por la noche, en aquel lugar apartado, comprendí lo que significa el verdadero conocimiento.
“Se puede adquirir una gran experiencia en la aldea -pensé mientras me quedaba dormido-, pero hay que leer, leer todo lo posible… leer…”
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Mayo 6, 2020
EL CAMINO QUE FORTALECE NUESTRA FE Y UNIÓN CON DIOS
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¿Tantos años bautizados y todavía no conocemos a Jesús? ¿Será, tal vez, que no le hemos conocido bien nunca, que no hemos sabido en realidad quién es y no hemos experimentado su cercana presencia? Nunca entenderemos la fe cristiana si no acogemos a Jesús como el camino, la verdad y la vida. O, acaso, ¿es que de Él nos olvidamos porque las cosas y los afanes del día a día nos confunden sobre la relación Hombre-Dios-con nosotros? En la vida no todo se reduce a la razón. La teoría científica no contiene toda la verdad. El misterio último de la realidad no se deja atrapar por los análisis más sofisticados. Nosotros, mortales, hemos de vivir ante el misterio último de la realidad y que es el silencio y atracción respetuosa a Jesús quien es el camino que nos puede abrir a su Bondad. Necesitamos meditar el evangelio, descubrir a Jesús; mirarle, hablar con Él, sentirnos mirados y queridos por aquél que sigue vivo junto a nosotros. No es un personaje que pasó por la historia y se marchó.
Jesús es Dios eterno que ha asumido la naturaleza humana (alma y cuerpo humano, sentimientos, afectos) y, ¡vive! Jesús sigue vivo desde el mismo fondo de nuestro ser y nos infunde un germen de vida nueva. Esta acción en nosotros se produce casi siempre de forma discreta y callada. Y así, quienes creemos, solo intuimos una presencia imperceptible. Sin embargo, a veces nos invade la certeza y la confianza total que se traduce en una alegría incontenible: Dios está, existe, nos ama y, con Él todo es posible. En nuestra vida encontramos muchas personas desorientadas y angustiadas por los acontecimientos y por los sinsabores de la vida. Nosotros mismos alguna vez nos hemos sentimos turbados. Es necesario transmitirles a estos la fe y la esperanza. Fe en Dios, que es Nuestro Padre bueno, que está con nosotros. Esperanza en Jesús que nos guiará a un buen lugar; claro está que, para ir allí, hay que seguir el verdadero camino. Y si nos planteamos, ¿cómo seguir ese verdadero camino, si no conocemos cuál es el camino? la creencia en Jesús que no tiene por qué ser ciega y sentimental, sino que debe ser razonada, hará que entendamos muchas cosas, pues Él “es el camino, la verdad y la vida”. Ser camino significa que si vivimos y amamos como buenos cristianos, un día podemos llegar a la casa del Padre. Desgraciadamente hay muchos falsos profetas que pretenden desorientar. Jesús es el único camino, el amor. Aunque luego en la práctica también podemos decir que hay muchos caminitos para ir a Dios, como hay diferentes culturas o maneras de ver la vida. Todas deben pasar por el sentido del servicio por amor.
Si Jesús es el camino es porque es la verdad. Hay mucha gente dominada por la mentira, el engaño, la corrupción. Jesús quita las tinieblas del alma y nos da la luz. Y para que este camino lo podamos seguir con energía, Jesús se presenta como la vida; una vida que esperamos tener en plenitud un día. Él es nuestro amigo que vive con nosotros y con quien podemos conversar cuando queramos, y que nos acompaña en el caminar de cada día. En nuestra vida espiritual hay que desterrar todo desánimo o desconfianza o pesimismo y tristeza. Sólo tenemos que esforzarnos por conocer más a Jesús Cristo, su vida y su mensaje, para seguirle con todo nuestro corazón y vida.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires, Argentina), recibe un abrazo
y mi deseo de que dios te Bendiga y prospere en todo lo que emprendas,
y derrame sobre ti Salud,
Paz, Amor, y mucha prosperidad.
Claudio Valerio (Valerius)
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 10, 2020
LO MÁS LEÍDO ♦♦ Mayo 9, 2020
☺
Las noticias más leídas en PrisioneroEnArgentina.com. Las más comentadas, las más polémicas. De que está la gente hablando…
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 9, 2020
¿CON QUIÉN ESTOY DURMIENDO?
♦
por Enrique G. Avogadro
el sur guarda un puñal y una guitarra”.
Jorge Luis Borges
Cristina Fernández es una persona realmente perversa; y eso está en su ADN. Pero es auténtica: es malvada, y lo parece; no hay disimulo alguno. ¿Alguien puede creer que la Vicepresidente podría haber olvidado las gravísimas acusaciones de Alberto Fernández en su contra desde que se fue del gobierno en 2008? En la medida en que fueron lanzadas por quien fuera Jefe de Gabinete de su marido muerto, tenían además una brutal potencia incriminadora; estoy seguro que, más allá de las idílicas fotos, conserva un odio infinito contra su Presidente delegado. No lo considera, a él ni a su círculo íntimo, propia tropa, y avanza a paso redoblado sobre la estructura del Estado, en especial aquellos organismos –ANSES, Aerolíneas Argentinas, YPF, etc.- que reportan fondos y base de sustentación política. Mientras tanto, procura aislar a la Argentina de toda relación con aquellos países cuyos actuales gobiernos no comulgan con su proyecto de recrear el “socialismo del siglo XXI”, aunque se trate de todos los vecinos, de Estados Unidos y de la Unión Europea, para dejarnos sólo asociados a Venezuela, Nicaragua, Cuba, Rusia, Irán y China. En ese sentido van movidas tales como la incorporación de Alberto Fernández (único Presidente en ejercicio) al Grupo de Puebla, en el que militan su íntimo consejero (Marco Enríquez-Ominami), Luiz Inácio Lula da Silva, Rafael Correa, Evo Morales, José Luis Rodríguez Zapatero, la pretensión de revivir a la fallida UNASUR y la ahora desmentida separación del MERCOSUR en sus negociaciones. El kirchnerismo se destaca entre los actuales partidos políticos –ya estamos formando UNIDOS para tener una alternativa liberal- por ser el único que tiene un plan concreto y claro, por muy siniestro que éste sea. En él, se mezclan el disfraz de la ideología, la fuerte vocación por el renovado saqueo y, por supuesto, la anhelada impunidad de Cristina, su familia y de sus cómplices, al menos los que Cristina Fernández aprecia. Si el Presidente, que carece de estructura propia y territorio y ha debido lotear todas y cada uno de los ministerios, tuviera la intención de parir un “albertismo” y separar su destino de aquélla, debería hacerlo ahora mismo, cuando aún goza de las mieles que le deparan las encuestas por la forma en que condujo la crisis del Covid-19. Porque cuando, finalmente, se vea obligado a levantar el confinamiento del cual se ha enamorado –lógico, le permite gobernar sin Honorable Aguantadero (Poder Legislativo) y sin Justicia- la real situación socio-económica derrumbará sin piedad esa frágil popularidad, y se incrementará su dependencia de las decisiones de esa verdadera guarida de delincuentes que es el Instituto Patria, si es que éste no decide prescindir de él.
Creo que llegó el momento de analizar qué es la pandemia, cómo se la ha combatido, por qué el mundo entró en pánico y cuáles fueron las consecuencias de la cuarentena y la paralización total de la economía. No sabemos, porque no se han podido testear, cuántos infectados reales hay en el planeta y, menos aún, en la Argentina. Pero sí sabemos cuántos muertos se han adjudicado hasta hoy al virus: la información dice que fallecieron 260.000 personas en todo el globo (o sea, el 0,003% de la población mundial), y que una mayoría de ellas tenía mucha edad o padecía de graves patologías preexistentes. Para comparar, en 1918 la “gripe española” mató a 50 millones, es decir, el 3% -1.000 veces más- de los habitantes del planeta. Es necesario dejar claro dos puntos: 1) toda muerte es penosa y lamentable, y 2) seguramente, la férrea cuarentena ha logrado que esa cantidad de decesos sea tan acotada. El pánico que la OMS y la prensa canalla instilaron en las personas, los hogares y las comunidades, ha logrado que todos hayamos internalizado la necesidad de cuidarnos. Que, además, el confinamiento haya permitido a los populismos fascistas de derecha y de izquierda avanzar sobre las libertades y los derechos de los ciudadanos, supongo que debe haber sido mera coincidencia. Pero el mundo –China incluida, y por eso creo que la difusión de la enfermedad se debió a un accidente, tipo Chernobyl- pagará un elevadísimo costo por la verdadera bomba atómica que detonó sobre la economía global. En la Argentina, que carece de ahorro y de confianza para obtener crédito, ese costo será sideral: la recesión se extenderá por mucho tiempo, innumerables empresas quebrarán, el desempleo golpeará, el consumo caerá a niveles inéditos, la inflación no tendrá techo, y el hambre se extenderá. Luego de la fallida masacre que hubiera debido causar la coincidencia masiva de jubilados y pobres el 6 de abril y de la escasa demanda de camas y respiradores generada hasta ahora, ¿el riesgo de más fallecimientos justificó de verdad tamaño golpe a la economía del país? ¿Cuántas personas han muerto en el ínterin morirán por falta de diagnóstico precoz, por demora en intervenciones quirúrgicas, por no realizar estudios preventivos o tratamientos habituales, por violencia doméstica? ¿Cuántos, en especial los más chicos, sufrirán problemas psicológicos por el aislamiento? Y luego, ¿cuántos morirán por hambre, cuántas empresas dejarán de existir? Mal que les pese a los gobernantes de todo nivel, que parecen no saber cómo hacerlo, es necesario terminar con el confinamiento obligatorio pensando en los “daños colaterales” que la guerra contra el Covid-19 ha producido y tener en cuenta que ya la sociedad ha adquirido los hábitos necesarios para protegerse, para poner en marcha hoy mismo toda la estructura productiva del país, incluyendo sus cielos, con las precauciones sanitarias del caso.
Bs.As., 9 de mayo de 20
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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Mayo 9, 2020
La cuarentena y sus consecuencias económicas en un país como Argentina que está obligado a producir
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Por JUAN JOSÉ GUARESTI (Nieto)
El coronavirus es una forma de gripe, como las que de tanto en tanto padece la humanidad, que puede afectar con más o menos gravedad dependiendo de diversos factores, entre ellos, el estado físico de cada persona, el momento en que el que se diagnostica, la atención médica recibida y la calidad de esta. Se recuerda a la denominada “gripe española” de comienzos del siglo pasado —entre 1914 y 1918— como la más terrible por la cantidad de muertes que ocasionó: por lo menos unas 40 millones de víctimas en todo el mundo, número que según otros cálculos ascendería a 100 millones. Esta gripe también llegó a la Argentina y se estima que hubo alrededor de 22.000 muertes. A la sazón, la Argentina tenía unos ocho millones de habitantes —teniendo en cuenta la cifra del censo de 1914 que indicaba un total de 7.885.237 habitantes— y la tasa de mortalidad fue del 0,363 %, resultado obtenido al dividir cantidad de habitantes por total de muertes.
En el caso del coronavirus, y suponiendo que en la Argentina seamos 44 millones de habitantes —cinco veces más que en 1914—, la proporción de fallecidos corresponde al 1% de las muertes por gripe española, dado que a la fecha — 1º de mayo— ha habido 218 decesos. Estos fallecimientos son, en una población de 44 millones de habitantes, una cifra ínfima que señala una muerte cada 200.000 habitantes. Si se establece una comparación de la mortalidad en cada uno de estos casos, el coronavirus muestra una gravedad muchísimo menor que su antecesora. A día de hoy, y si consideramos que los fallecidos en general ya padecían otras enfermedades importantes, está claro que las personas sanas, sin debilidades a la vista, no se verán afectados por el coronavirus. Por poner otro ejemplo, solo en 2019 hubo en la Argentina 6.627 víctimas fatales por accidentes de tránsito, es decir, dieciocho muertes por día. Parece imposible que el coronavirus alcance esa cifra.
Existen en nuestro país otras enfermedades mucho más letales que sería bueno que tanto el titular del Poder Ejecutivo como sus ministros y los integrantes del Poder Legislativo tuvieran presentes, entre ellas, la desnutrición infantil. ¿Saben tan encumbrados funcionarios cuántas muertes hay por desnutrición infantil en niños de entre uno y cinco años? ¿Saben cuántos quedan disminuidos para el resto de su vida tanto intelectual como físicamente? ¿O cuántos ancianos mueren por carencias vitamínicas, entre ellas, la vitamina D que aporta el sol y que actualmente no reciben por no poder salir a la calle? Si en lugar de estar en cuarentena estuviéramos trabajando y construyendo caminos, canales, vías férreas, cárceles, escuelas, o tantas otras cosas, no estaríamos viajando muertos de vergüenza a decirles a los acreedores que no podemos pagar porque decidimos llenarnos de “ñoquis”… o robar el dinero del pueblo. Si produjéramos más, y no menos, habría con que brindarles a niños y niñas la posibilidad de crecer sanos y fuertes, tendrían escuelas, aseo, cultura, y se les inculcaría desde la primera infancia el amor por la patria y el respeto por sus símbolos. También honraríamos las deudas. Debido al coronavirus, que en la Argentina no es una amenaza tan temible en comparación con otras enfermedades y carencias, se le ha prohibido a la gente trabajar y, por ende, vivir más y mejor.
¿Podemos pagar la cuarentena?
Las palabras precedentes no deben interpretarse como que la enfermedad no tiene importancia y que no se la debe combatir de todas las formas posibles; lo que estamos analizando es si en una Argentina jaqueada por el déficit fiscal, conjugado con impuestos impagables, y deudas externas e internas vencidas o a vencer no menos impagables, se puede reducir de esta manera la producción nacional permitiendo que buena parte de la fuerza laboral disminuya. La tesis de este escrito sigue el añejo aforismo que dice “si quieres recaudar más impuestos sin lesionar a los contribuyentes, debes estimular la producción”. La cuarentena, por el contrario, reduce la recaudación, provoca un aumento del déficit fiscal y, desde luego, impide la rebaja de impuestos que estimularía el crecimiento de la economía y la creación de empleos dignos. La mayoría de las tareas en la Argentina requieren salir de casa. En consecuencia, si se trabaja en relación de dependencia —como es el caso de la mayoría—, los dueños de la empresa están obligados a pagarle a su personal la retribución habitual por una tarea que no realiza. Esto puede hacerse por muy poco tiempo ya que, si no hay producción, la empresa no obtiene ingresos y se verá obligada a cerrar o a presentarse en convocatoria de acreedores o en quiebra por no poder pagar salarios.
No son muchas las empresas que pueden afrontar esta circunstancia, mucho menos si dura tres o cuatro meses. Me atrevo a afirmar que si se trata de pymes, que son muy numerosas, les va ser muy difícil sobrellevar incluso dos meses con este sistema. El Estado Argentino no está en condiciones de ayudar a los particulares porque el país está en quiebra, y cuanto antes asumamos este hecho y nos pongamos a trabajar en serio para enfrentar la situación actual, antes comenzará la recuperación. La Argentina es potencialmente rica. No cabe duda de que, si conseguimos movilizar a los cientos de miles de compatriotas que hacen que trabajan en la función pública sin rédito alguno para la comunidad, si ellos realmente se incorporaran al trabajo, se abriría un horizonte de esperanza para todos. Nuestro gobierno, siguiendo los consejos de la Organización Mundial de la Salud, ha decretado que una parte significativa de la población se quede en sus casas para evitar el contagio —ese morbo que ya mencionamos—, sin tener en cuenta que, en nuestro medio, esa decisión solo puede mantenerse por muy poco tiempo y que, desde el punto de vista de la salud colectiva, también se presentan serios inconvenientes.
Quienes creyeron en la cuarentena y la aprobaron el pasado 20 de marzo pensando que todo terminaría en catorce días, no pudieron ver que el drama recién empezaba. Ahora, a más de cuarenta días de aquella decisión, se están dando cuenta de que peligra su fuente de ingresos —si es que no está cerrada— y de que sus reservas personales se están agotando. Si su empleo se pierde porque gracias a la cuarentena la empresa no puede seguir, difícilmente consiga otro. La cuarentena prometía ser la solución, sí, pero no se explicó que traía consigo la posibilidad de que apareciera el hambre en vastos sectores: quien no tiene ingresos no compra, y si no hay ventas, no se va a producir lo que la gente no puede adquirir. Esto nos lleva al hecho de que si no se produce, tampoco hay empleos.
Durante la gripe española ya mencionada, las vidas humanas perdidas fueron muchísimas, pero a nadie se le ocurrió —ni a las naciones entonces beligerantes, ni después de finalizada la guerra—la genial idea de encerrar a la población en cuarentena, algo imposible de mantener porque la gente quiere y debe trabajar; si no, no come. A esto debemos sumar que, en nuestro medio, el Poder Legislativo no funciona —o solo para muy pocas cosas, como aumentarle la retribución a los empleados que trabajaron durante la cuarentena—, el Poder Judicial virtualmente tampoco y, en cuanto a los funcionarios del Poder Administrador, el grueso de ellos no está concurriendo al trabajo. Además, es inaceptable que la ANSES no atienda a los jubilados ni la AFIP a los contribuyentes.
Lo correcto, sin embargo, parecería ser utilizar todos los recursos disponibles —y crear los que no existan— para encontrar a los infectados antes de que la enfermedad avance y se haga más difícil su cura. El ejemplo de Israel y de Corea del Sur es aleccionador: realizaron verdaderas operaciones de inteligencia para hallar rápidamente a los infectados, separarlos del resto y tratarlos de inmediato. Ya sabemos que cuanto antes se los encuentre, menos conflictiva será su recuperación.
El coronavirus, en la mayoría de los casos, no tiene consecuencias graves para los afectados, la mayoría se recuperará —basta con ver las estadísticas a nivel mundial, 3.324.000 infectados de los cuales unos 242.000 perdieron la vida—. Los fallecidos, en su mayoría, ya padecían alguna patología grave o tenían antecedentes médicos, de no haberlos tenido, posiblemente se hubieran recuperado sin presentar secuelas. ¿Qué vinculación tienen estos guarismos comparados con la gripe española de principios del siglo XX y sus 40 millones de muertos con una población mundial muy inferior a la actual? Ninguna. El peligro ha sido magnificado por quienes debieron actuar con más prudencia. Es malo reaccionar débilmente ante una amenaza cierta y tangible, pero no es menos malo aterrorizar sin razón suficiente a la población.
El retorno a la normalidad
La situación económica en la Argentina ya era insostenible antes de la llegada de esta enfermedad, porque una parte de la población tiene que trabajar y pagar impuestos elevados para sustentar a empleados y otros beneficiarios del Estado que reciben prebendas inmorales en lugar de puestos de trabajo. Debemos volver a lo que llamamos normalidad cuanto antes, pero tomando las precauciones sanitarias de rigor y pensando también en la mortalidad infantil, el mal de Chagas, el dengue, los presos que están sueltos, las deudas impagas, el atraso escolar y otras miserias de la vida argentina que ya estaban desde antes. Lo primero es, sin duda, restablecer el correcto funcionamiento de los tres poderes de Gobierno y el respeto por la Constitución. Esta nación debe asumir su destino de libertad, ocupar el territorio patrio y reincorporarse a donde estaba hace setenta y siete años cuando era un símbolo de éxito, progreso y bienestar.
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Mayo 9, 2020
EL MENTIROSO HOSPITAL PENITENCIARIO FEDERAL CENTRAL DE EZEIZA, HOY
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Mayo 9, 2020
EXPRESIÓN DE CULPA. EL ASADO Y LOS CONSERVANTES DE ORIGEN
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Por CLAUDIO VALERIO
Hay quienes afirman que el aplauso para el asador no es sino una expresión del sentimiento de culpa. ¿Y entonces? ¿Qué podemos decir?… Podemos entender que cuando se propone un aplauso para el asador es por una forma de compensar las exigencias dadas al mismo, una forma de reparación.
Cuando hablamos de “un asado”, nos estamos refiriendo a la variedad de carnes, que es lo más común sobre la parrilla, para los argentinos: “nuestro asado”. Pero a la hora de preparar la carne, es menester tener presente ciertas cosas, entre las cuales el sazonado; así, sabores, aromas y colores de la pulpa serán más realzados.
Para condimentar la carne asada podemos pensar en preparados a base de coriandro, ajo, cebolla, orégano, ají molido, laurel molido, tomillo, pimienta negra y, porque no, mostaza.
En definitiva, el secreto para lograr que ese trozo de carne cocinada sobre la parrilla sea perfecto, en presentación y sabor, consiste en la mezcla de especias y condimentos. Claro está, diferenciemos estos dos últimos términos, de funciones semejantes. Las especias son todas esas hierbas aromáticas que le confieren ese toque característico al producto; en el caso de los condimentos nos estamos refiriendo a todo elemento alimentario que tiene como fin el potenciar el sabor de los alimentos, dándoles un particular sabor al alimento, como también a nuestras comidas ya elaboradas adjudicándoles un sello de distintivo.
El tomillo
El tomillo es una planta muy utilizada en la cocina. Una hierba aromática muy útil en gastronomía. Como características, podemos destacar su sabor muy intenso que le permite insertarse perfectamente en las carnes asadas. Gracias a su peculiar sabor, además de acompañar a las carnes es muy habitual aplicarlo en la preparación de diferentes recetas acompañando a las verduras y pescados.
El orégano
Esta planta aromática con hojas verdes de color vivo intenso, que preferentemente se consumen secas, se utiliza para sazonar carne asada mezclada con limón y aceite de oliva. Se destaca por su aroma y sabor penetrante. También se la utiliza en toda preparación a base de tomates (salsas). Esta especia ocupa un lugar destacado en la preparación del conocido aderezo de la culinaria argentina, el chimichurri.
La pimienta
A lo largo de la historia, la pimienta ha sido “la reina de las especias” por su valor comercial en tiempos antiguos. Existen de distintos tipos siendo la más común la “Piper nigrum”. Lo que marca la diferencia entre variedades de pimienta que conocemos es el tratamiento después de la recolección, lo que va a dar como resultado un diferente aroma y color, como también intensidad. Puede ser negra, blanca, verde o bien roja. La negra se recoge antes de su completa maduración. Así, se la deja secar, adquiriendo el color negro. La pimienta blanca se recoge madura; se las pone en remojo hasta que sueltan la piel y así el grano interior queda blanco. En el caso de la pimienta verde, como la roja, se las recolecta muy temprano, cuando aún son bayas bastante inmaduras y se las maceran en salmuera logrando con esto las diferentes tonalidades. La verde es la más fuerte de las cuatro.
La pimienta se añade al final de la cocción de un alimento para garantizar que mantiene en todo lo posible su sabor. Se usa especialmente para preparar todo tipo de carnes asadas, como también guisos y salsas.
Si se mezclan estas cuatro variantes, tendremos un “Mix de Pimientas” que será ideal para aportarle matices y color a nuestras carnes sobre la parrilla.
El romero
El romero es un arbusto aromático y perenne. Tiene usos medicinales y culinarios. Sobre esto último resulta óptimo para sazonar y aromatizar los alimentos. Se lo identifica por sus hojas que son pequeñas, abundantes, alargadas y finas creciendo de forma opuesta y de color verde oscuro. Por su aroma, esta especia es fácilmente identificable. Es un excelente aderezo carnes puestas sobre la parrilla, como también en salsas y verduras.
El comino
Esta especia, típica de la cocina mediterránea y árabe, se usa como condimento de carnes y quesos. Se usa habitualmente molida y es muy eficaz a la hora de realzar el sabor de carnes y hortalizas forma parte de todos los curry’s (mezcla de doce a veinte especias) y tiene un sabor fuerte y dulzón, que se potencia cuando se tuesta.
El laurel
El laurel es una planta aromática de hojas verdes que, sin dudas, resulta ser uno de los condimentos más habituales de la cocina mediterránea. Proporciona un sabor suave y muy particular. Se lo utiliza como un condimento para asados y estofados. Sus hojas se pueden usar frescas o secas, pero estas últimas tienen un sabor más intenso. Se recomienda utilizarlo con prudencia, pues su sabor se desprende lentamente. También es una especia de uso habitual en escabeches y guisos tradicionales.
El pimentón
El Pimentón es una especia que resulta de secar y moler finamente unos tipos de pimiento rojo (por ejemplo la ñora y la paprika), obteniéndose un polvo fino que se emplea como condimento esencial. De la proporción de sus ingredientes y tipos, depende que sea dulce o picante. El pimentón se emplea para dar color y sabor a todo tipo de carnes, embutidos y salsas. En algunos países de América, se denomina Pimentón al pimiento (llamado también Capsicum), que da un sabor picante.
El clavo de olor
El clavo de olor es muy aromático y tiene múltiples usos en gastronomía. Es una de las especias para carne con sabor más intenso y fuerte. Se lo debe usar en pequeñas cantidades para que su inclusión no enmascare los sabores principales de la comida. Se pueden usar enteros o molidos, proporcionando sabores picantes y refrescantes.
La canela
La canela es una de las especias más antiguas y más utilizadas dentro de la gastronomía. Resulta de la corteza de un árbol originario de la India occidental. La podemos encontrar en el mercado en rama o molida. Gracias a su versatilidad puede ser utilizada para la preparación de alimentos dulces y salados. Se destaca por su gran aroma y se puede usar tanto aderezos para carnes como también en preparaciones dulces, confiriéndole para ambos casos un toque oriental muy apetecible.
El eneldo
El eneldo es una planta muy utilizada como especia en la cocina. Se lo reconoce por sus hojas de intenso color verde oscuro y sus semillas con olor parecido al hinojo. Se lo puede utilizar fresco para así poder apreciar su sabor y aroma, aunque también es utilizable como hierba seca. Resulta muy común encontrarlo en aderezos para carnes y es muy eficaz a la hora de aromatizar todo tipo de platos, incluyendo pescados.
El Ajo
Lo podemos encontrar entero, en dientes o en polvo. Si bien muchos dicen que lo más preciso es considerarlo una hortaliza, porque el bulbo se parece mucho a una cebolla, el ajo siempre ha tenido un tratamiento como una especia culinaria, muy apreciada por cierto. El hecho es que el ajo no se consume como una hortaliza y muchos opinan que pertenece a una categoría propia. Se usa en polvo si es para asar carne, y en trozos muy pequeños si se va a marinar.
El ají molido
Se lo suele conocer con el nombre de pimienta de Cayena, debido al nombre de la ciudad Cayena de la Guayana Francesa donde se lo cultivaba. El nombre fue puesto por los españoles pues el picor provocado por el fruto les recordaba el de la pimienta.
Para los españoles fue un gran hallazgo, un sabor picante pero accesible. El ají molido y el suave y dulce pimentón provienen de esta especie. Es una mezcla de frutos maduros, sanos, limpios y secos de variedades de Capsicum annum (pimiento de chile y ají) y Capsicum frutescens (bayas amarillas o verdes) molidos.
Es un ingrediente tradicional de las comidas y es infaltable para la preparación del clásico chimichurri que acompaña a las carnes asadas, o en la salsa criolla, en el locro, parte del relleno de la mayoría de las empanadas, adobos para pizzas, tucos etc.).
El Perejil
El perejil en una especia aromática muy consumida en el mundo. Se lo suele cocinar levemente (de modo que conserve su aroma), igualmente se puede comer crudo, para acompañar a las carnes asadas. Se emplea tanto fresco como seco; en caso de ser fresco, debe tener un color verde brillante e intenso. Su sabor es ligeramente amargo y refrescante. Se aconseja añadirlo al final de la cocción para que no pierda el aroma. Además se lo suele incorporar, por ejemplo, en algunas ensaladas, salsas y sopas.
Los condimentos se utilizan desde antaño para dar sabor a las carnes, conferirles otras texturas y matices de gusto. También se utilizan para conservación. Para la elaboración del adobo básico se parte con vinagre, aceite y sal, para terminar en múltiples posibilidades según el tipo de carne.
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Mayo 9, 2020
Politicos donan su sueldo para la lucha contra el COVID-19… en Austria
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El gobierno de Austria está formado por dos partidos a los que hasta ahora no se situaba habitualmente en el mismo equipo político: el conservador Partido Popular (ÖVP) y Los Verdes. La coalición fue negociada sobre dos pilares en los que se repartía el peso programático de la legislatura: restricciones a la inmigración y lucha contra el cambio climático, unos asuntos que hoy nos parecen de otro tiempo.
El coronavirus ha reseteado por completo el contenido político y la acción del poder ejecutivo y el canciller Sebastian Kurz ha logrado que ambos partidos trabajen como una piña en la gestión de la crisis.
La última muestra de esta unidad es la decisión de que todos los miembros del gobierno federal austriaco donen su salario neto mensual del mes de abril a organizaciones benéficas que estén jugando un destacado papel en la lucha contra el coronavirus (COVID-19) , a hospitales, laboratorios o en la atención a los afectados.
«Millones de personas deben renunciar a mucho en estos momentos, o se encuentran en una complicada situación económica», contextualiza el comunicado del gobierno en el que se ha hecho pública la decisión. «Como gobierno hacemos todo lo posible para sacar a Austria de esta crisis y al mismo tiempo deseamos enviar una señal personal para la unidad de todos en estos tiempos difíciles».
La suma neta alcanza los 162.000 euros
El vicecanciller Werner Kogler ha confirmado que cada ministro y secretario de Estado donarán un salario neto mensual cada uno «a organizaciones que ofrecen un aporte importante para que todos salgamos lo mejor posible de esta crisis». Y también ha confirmado las cantidades. El canciller Sebastian Kurz gana unos 11.500 euros mensuales netos, Kogler uno 10.400, cada uno de los 13 ministros unos 9.500 euros y los secretarios de Estado unos 8.500, por lo que la cantidad total de la donación ascenderá a unos 162.000 euros.
Con 14.782 infectados y 470 fallecidos, Austria pasa por ser uno de los países europeos que mejor ha gestionado la crisis del coronavirus y se encuentra ya en fase avanzada de desescalada de restricciones, aunque resulta difícil olvidar que desde una de sus estaciones de esquí, la de Ischgl, se propagó el virus a los cinco continentes, de manera que fue declarada foco de contagio y sus autoridades sanitarias afrontan una demanda colectiva por negligencia a la que se ha adherido ya miles de pacientes infectados.
Pero una vez superada la línea de control de la pandemia, Austria se encuentra ya en el siguiente capítulo, el de la difícil reactivación de la economía. Y en esta otra batalla, Austria da pasos atrás en cohesión europea.
Su ministro de Finanzas, Gernot Bluemel, ha sugerido que las normas de la Unión Europea sobre ayudas estatales deberían ser suspendidas para países como Austria, que han mostrado su solidaridad con los Estados miembros más afectados durante la pandemia. «Esta solidaridad no puede ser una calle de un solo sentido. También queremos ser capaces de mostrar solidaridad con nuestras propias empresas y por lo tanto exigimos que esta crisis se utilice para la solidaridad en el sentido de que suspendamos el régimen de ayudas estatales de la UE durante el tiempo que dure la crisis sanitaria», ha dicho.
La situación que ha de gestionar Bluemel no es nada sencilla y en ella oteamos lo que espera también la resto de países europeos. La caída del consumo, por el cierre temporal de todos los establecimientos no esenciales, ha golpeado como nunca en el país alpino el mercado laboral: unas 12.000 personas en promedio perdieron su empleo durante cada uno de los días de confinamiento, hasta alcanzar un récord en números absolutos de 562.5222 parados el pasado 31 de marzo. Esta cifra supone un aumento interanual del 52,5%, con 193.500 parados más respecto a marzo de 2019 y, en registros absolutos, el mayor número de desempleados desde el final de la II Guerra Mundial.
A estos desempleados, habría que añadir otros 250.000 trabajadores que han quedado en jornada reducida, situación en la que el Estado abona hasta el 90% del salario bruto. El impacto de conjunto es mucho mayor que el que tuvo la crisis financiera de 2008.
La tasa de paro queda situada en Austria en el 12,2%, lo que supone un 4,7% más que hace un año. «La última vez en que el paro se encontraba en estos niveles fue en la década de 1920», recuerda el historiador económico Oliver Kühschelm, de la Universidad de Viena. Las restricciones han afectado sobre todo al sector turístico y hotelero, en los que el paro se ha disparado con aumentos del 145%, impulsado por la elevada temporalidad. Austria ha sugerido ya a Alemania la negociación de un acuerdo bilateral para que los turistas alemanes, que este verano no podrán viajar a las costas mediterráneas, puedan optar por vacaciones en Austria gracias a las aperturas selectivas de fronteras.
El gobierno de Viena ha acordado un paquete de ayudas de 38.000 millones de euros, de los que 9.000 millones irán destinados a garantías de préstamos, 10.000 millones a moratorias fiscales y 15.000 millones a ayudas directas. Para poder acogerse a esas ayudas directas, empresas y autónomos deben demostrar una caída de su facturación de al menos el 40%.
En Europa, los ministros búlgaros ya han expresado su deseo de donar parte de sus emolumentos. En otras partes del mundo, también se han anunciado acciones de este tipo, especialmente en Nueva Zelanda.
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Mayo 9, 2020
Un lugar limpio y bien iluminado
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Por Ernest Hemingway
Era tarde y todos habían salido del café con excepción de un anciano que estaba sentado a la sombra que hacían las hojas del árbol, iluminado por la luz eléctrica. De día la calle estaba polvorienta, pero por la noche el rocío asentaba el polvo y al viejo le gustaba sentarse allí, tarde, porque aunque era sordo y por la noche reinaba la quietud, él notaba la diferencia. Los dos camareros del café notaban que el anciano estaba un poco ebrio; aunque era un buen cliente sabían que si tomaba demasiado se iría sin pagar, de modo que lo vigilaban.
-La semana pasada trató de suicidarse -dijo uno de ellos.
-¿Por qué?
-Estaba desesperado.
-¿Por qué?
-Por nada.
-¿Cómo sabes que era por nada?
-Porque tiene muchísimo dinero.
Estaban sentados uno al lado del otro en una mesa próxima a la pared, cerca de la puerta del café, y miraban hacia la terraza donde las mesas estaban vacías, excepto la del viejo sentado a la sombra de las hojas, que el viento movía ligeramente. Una muchacha y un soldado pasaron por la calle. La luz del farol brilló sobre el número de cobre que llevaba el hombre en el cuello de la chaqueta. La muchacha iba descubierta y caminaba apresuradamente a su lado.
-Los guardias civiles lo recogerán -dijo uno de los camareros.
-¿Y qué importa si consigue lo que busca?
-Sería mejor que se fuera ahora. Los guardias han pasado hace cinco minutos y volverán.
El viejo sentado a la sombra golpeó su platillo con el vaso. El camarero joven se le acercó.
-¿Qué desea?
El viejo lo miró.
-Otro coñac -dijo.
-Se emborrachará usted -dijo el camarero. El viejo lo miró. El camarero se fue.
-Se quedará toda la noche -dijo a su colega-. Tengo sueño y nunca puedo irme a la cama antes de las tres de la mañana. Debería haberse suicidado la semana pasada.
El camarero tomó la botella de coñac y otro platillo del mostrador que se hallaba en la parte interior del café y se encaminó a la mesa del viejo. Puso el platillo sobre la mesa y llenó la copa de coñac.
-Debía haberse suicidado usted la semana pasada -dijo al viejo sordo. El anciano hizo un movimiento con el dedo.
-Un poco más -murmuró.
El camarero terminó de llenar la copa hasta que el coñac desbordó y se deslizó por el pie de la copa hasta llegar al primer platillo.
-Gracias -dijo el viejo.
El camarero volvió con la botella al interior del café y se sentó nuevamente a la mesa con su colega.
-Ya está borracho -dijo.
-Se emborracha todas las noches.
-¿Por qué quería suicidarse?
-¿Cómo puedo saberlo?
-¿Cómo lo hizo?
-Se colgó de una cuerda.
-¿Quién lo bajó?
-Su sobrina.
-¿Por qué lo hizo?
-Por temor de que se condenara su alma.
-¿Cuánto dinero tiene?
-Muchísimo.
-Debe tener ochenta años.
-Sí, yo también diría que tiene ochenta.
-Me gustaría que se fuera a su casa. Nunca puedo acostarme antes de las tres. ¿Qué hora es esa para irse a la cama?
-Se queda porque le gusta.
-Él está solo. Yo no. Tengo una mujer que me espera en la cama.
-Él también tuvo una mujer.
-Ahora una mujer no le serviría de nada.
-No puedes asegurarlo. Podría estar mejor si tuviera una mujer.
-Su sobrina lo cuida.
-Lo sé. Dijiste que le había cortado la soga.
-No me gustaría ser tan viejo. Un viejo es una cosa asquerosa.
-No siempre. Este hombre es limpio. Bebe sin derramarse el líquido encima. Aun ahora que está borracho, míralo.
-No quiero mirarlo. Quisiera que se fuera a su casa. No tiene ninguna consideración con los que trabajan.
El viejo miró desde su copa hacia la calle y luego a los camareros.
-Otro coñac -dijo, señalando su copa. Se le acercó el camarero que tenía prisa por irse.
-¡Terminó! -dijo, hablando con esa omisión de la sintaxis que la gente estúpida emplea al hablar con los beodos o los extranjeros-. No más esta noche. Cerramos.
-Otro -dijo el viejo.
-¡No! ¡Terminó! -limpió el borde de la mesa con su servilleta y movió la cabeza de lado a lado.
El viejo se puso de pie, contó lentamente los platillos, sacó del bolsillo un monedero de cuero y pagó las bebidas, dejando media peseta de propina.
El camarero lo miraba mientras salía a la calle. El viejo caminaba un poco tambaleante, aunque con dignidad.
-¿Por qué no lo dejaste que se quedara a beber? -preguntó el camarero que no tenía prisa. Estaban bajando las puertas metálicas-. Todavía no son las dos y media.
-Quiero irme a casa.
-¿Qué significa una hora?
-Mucho más para mí que para él.
-Una hora no tiene importancia.
-Hablas como un viejo. Bien puede comprar una botella y bebérsela en su casa.
-No es lo mismo.
-No; no lo es -admitió el camarero que tenía esposa-. No quería ser injusto. Sólo tenía prisa.
-¿Y tú? ¿No tienes miedo de llegar a tu casa antes de la hora de costumbre?
-¿Estás tratando de insultarme?
-No, hombre, sólo quería hacerte una broma.
-No -el camarero que tenía prisa se irguió después de haber asegurado la puerta metálica-. Tengo confianza. Soy todo confianza.
-Tienes juventud, confianza y un trabajo -dijo el camarero de más edad-. Lo tienes todo.
-¿Y a ti, qué te falta?
-Todo; menos el trabajo.
-Tienes todo lo que tengo yo.
-No. Nunca he tenido confianza y ya no soy joven.
-Vamos. Deja de decir tonterías y cierra.
-Soy de aquellos a quienes les gusta quedarse hasta tarde en el café -dijo el camarero de más edad-, con todos aquellos que no desean irse a la cama; con todos los que necesitan luz por la noche.
-Yo quiero irme a casa y a la cama.
-Somos muy diferentes -dijo el camarero de más edad. Se estaba vistiendo para irse a su casa-. No es sólo una cuestión de juventud y confianza, aunque esas cosas son muy hermosas. Todas las noches me resisto a cerrar porque puede haber alguien que necesite el café.
-¡Hombre! Hay bodegas abiertas toda la noche.
-No entiendes. Este es un café limpio y agradable. Está bien iluminado. La luz es muy buena y también, ahora, las hojas hacen sombra.
-Buenas noches -dijo el camarero más joven.
-Buenas noches -dijo el otro. Continuó la conversación consigo mismo mientras apagaba las luces. Es la luz, por supuesto, pero es necesario que el lugar esté limpio y sea agradable. No quieres música. Definitivamente no quieres música. Tampoco puedes estar frente a una barra con dignidad aunque eso sea todo lo que proveemos a estas horas. ¿Qué temía? No era temor, no era miedo. Era una nada que conocía demasiado bien. Era una completa nada y un hombre también era nada. Era sólo eso y todo lo que se necesitaba era luz y una cierta limpieza y orden. Algunos vivieron en eso y nunca lo sintieron pero él sabía que todo eso era nada y pues nada y nada y pues nada. Nada nuestra que estás en nada, nada sea tu nombre nada tu reino nada tu voluntad así en nada como en nada. Danos este nada nuestro pan de cada nada y nada nuestros nada como también nosotros nada a nuestros nada y no nos nada en la nada mas líbranos de nada; pues nada. Ave nada llena de nada, nada está contigo. Sonrió y estaba frente a una barra con una cafetera a presión brillante.
-¿Qué le sirvo?- preguntó el cantinero.
–Nada.
–Otro loco más -dijo el cantinero y le dio la espalda.
-Una copita -dijo el camarero.
El cantinero se la sirvió.
-La luz es bien brillante y agradable pero la barra está opaca -dijo el camarero.
El cantinero lo miró fijamente pero no respondió. Era demasiado tarde para comenzar una conversación.
-¿Quiere otra copita? -preguntó el cantinero.
-No, gracias -dijo el camarero, y salió. Le disgustaban los bares y las bodegas. Un café limpio, bien iluminado, era algo muy distinto. Ahora, sin pensar más, volvería a su cuarto. Yacería en la cama y, finalmente, con la luz del día, se dormiría. Después de todo, se dijo, probablemente sólo sea insomnio. Muchos deben sufrir de lo mismo.
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Mayo 9, 2020
ATILIO ROSAS, EPITAFIO A UNA MALA PERSONA
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Por CLAUDIO KUSSMAN
LA MALDAD DE UN POLICÍA
[ezcol_1half]Hace pocas horas murió en Bahía Blanca el Comisario Mayor de la Policía de la Provincia de Buenos Aire, ATILIO ROSAS, a la edad de 90 años, quien en el año 1976 siendo Comisario Inspector se desempeñaba como segundo Jefe de la Unidad Regional de Policía y luego interinamente fue su jefe por varios meses. Eran años de plomo y tiempo muy difíciles para todos. Seguramente miembros de esta institución presentarán hipócritas condolencias, otros callarán mientras que yo con pleno derecho puedo decir que era una mala persona. Que, si bien no sea correcto, mi deseo es que si existe un más allá espero que se pudra en el infierno, que bien ganado lo tiene. En esa ciudad nadie ignora quien fue y que hizo este personaje en los años 70 cuando ocupó el cargo de segundo jefe regional, con una jurisdicción de 510 kilómetros de largo que comenzaba en Gonzales Chávez y terminaba en Carmen de Patagones. Desesperado por ascender fue un lamebotas de quienes detentaban el poder, al punto que entregó a su yerno militante de Montoneros, a las autoridades militares, lo que trajo aparejado tiempo después el suicidio de su hija. Pasaron los años y cuando en el año 2011 tomé conocimiento que me habían involucrado en un hecho de los bien o mal llamados delito de lesa humanidad, me presenté ante la justicia federal bahiense. En el Circulo Policial de esa me encontré con varios camaradas, entre ellos él que había sido jefe superior de la dependencia donde yo prestara servicio. Realmente me sorprendió dándome un beso, cosa que nunca había hecho con nadie. En el viaje de regreso me pregunté si no sería el BESO DE JUDAS. Con el correr de los meses trascendió que ROSAS desde el año 2000, había estado en contacto con fiscales de “justicia legítima” con los que, en reiteradas oportunidades, declaró contra los militares del proceso al tiempo que decía ser su víctima. Siguió transcurriendo el tiempo, se iniciaron los procesos de lesa humanidad y la justicia consideró que no existía mérito para detenerlo por más jefe del área que hubiera sido, quedando en evidencia que el hombre tenía “comprada” su protección y libertad.
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Luego supe que falazmente había declarado que yo había sido enlace entre policía y ejército, cargo de verdad ocupado por un oficial de nombre GUILLERMO GOENAGA. Al respecto debe haber 30 o más “camaradas” que saben de esto, pero siendo imposible solicitarles su testimonio ante el riesgo que correrían con una justicia prevaricadora, con mi abogado defensor el Dr. GONZALO MIÑO, lograrnos una audiencia de careo con este jefe del pasado para el día 18 de mayo de 2018. En ella el juez WALTER LOPEZ DA SILVA tuvo un comportamiento arbitrario y de protección a ROSAS, lo cual quedó registrado en la cámara espía que yo introdujera en la audiencia. Por supuesto de nada sirvió ya que con imputaciones de este tipo se pierden los derechos a la defensa y la misma es un mero simulacro. Hoy su muerte hace que me siga preguntando ¿que impulsó a este miserable a mentir en contra de mi persona? Quizás si yo mismo llego con vida al juicio, por terceros lo pueda llegar a saber.
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Pcia. Buenos Aires
Mayo 09, 2020
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Albert Einstein (1879-1955)
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Mayo 9, 2020
LO MÁS VISTO ◙ Mayo 8, 2020
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Las noticias más leídas en PrisioneroEnArgentina.com. Las más comentadas, las más polémicas. De que está la gente hablando…
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Mayo 8, 2020
Ricardo López Murphy y Manuel Solanet: Pandemia económica ¿Qué le espera a la Argentina?
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El ex candidato a Presidente y ex Ministro de Economía, Ricardo López Murphy, y el Director de la Fundación Libertad y Progreso, Manuel Solanet, analizarán la realidad económica y qué futuro ven para la economía argentina en este contexto de crisis económica y sanitaria.
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Mayo 8, 2020
Estados Unidos vs Muhammad Ali
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Fue como ver un animal herido tratando de guarecerse de la tormenta. Despojado de su corona, el ex campeón de peso pesado del mundo se vio reducido a hacer una aparición pagada en un espectáculo náutico en su ciudad natal de Louisville, Kentucky.
“No se me permite trabajar en Estados Unidos y no se me permite salir de Estados Unidos”, dijo Muhammad Ali, también conocido como Cassius Marcelus Clay, en febrero de 1968, al comienzo de su primer año completo de exilio del boxeo. “Estoy a punto de quebrar financieramente”.
Casado, con su primer hijo en camino, Ali estaba tan desesperado que su manager intentó organizar una pelea en Arizona en una reserva india, fuera del alcance de las comisiones estatales de boxeo que no lo dejaban pelear. Pero la tribu Pima rechazó la propuesta, diciendo que contaminaría la memoria de los veteranos indios que habían luchado en varias guerras por su país.
El mes de abril anterior, Ali se había declarado un objetor de conciencia y rechazó la inducción al ejército de los Estados Unidos, diciendo: “No tengo nada en contra del Viet Cong”.
Para ese entonces en 1968, 19.560 estadounidenses habían muerto en la Guerra de Vietnam y otros 16.502 morirían antes de finalizar el año. Fue el momento en que el Viet Cong y el ejército norvietnamita montaron la ofensiva del Tet, una ambiciosa campaña que ayudó a persuadir al público estadounidense de que la guerra no iba tan bien como los generales y los políticos les habían hecho creer.
La guerra se intensificaba, al igual que la oposición. Solo unas pocas semanas antes de que Ali dijera que no a su conscripción, Martin Luther King Jr., había denunciado la guerra. Más tarde citó a Ali en apoyo de su posición: Como dice Muhammad Ali, todos somos negros, marrones y pobres, víctimas del mismo sistema de opresión.
Ali ya era uno de los grandes pesos pesados de Estados Unidos. Había ganado una medalla de oro olímpica para los Estados Unidos en Roma cuando tenía solo 18 años y cuatro años después, contra todo pronóstico, derrotó a Sonny Liston para ganar su primer título como campeón mundial.
Y en una era en la que la mayoría de los luchadores dejaban que sus gerentes hablen, Ali prosperó bajo los reflectores y frente a los micrófonos. Era el maestro de la “predicción y la burla”, como luego escribiría el biógrafo David Remnick. Él ya era “el más grande”, como se proclamó a sí mismo, no solo por sus habilidades en el ring, sino por hablar de manera intimidante, y hacerlo en versos.
No fue solo lo que dijo, sino cómo lo dijo, el poeta Maya Angelou lo expresó más tarde.
“‘Flota como una mariposa, pica como una abeja’, quiero decir, como poeta, me gusta eso”, dijo una vez. “Si él no hubiera puesto su nombre en él, yo podría haber elegido usar eso”.
Ahora Ali estaba pagando el precio por negarse a servir a las armas. Condenado por violar las leyes de servicio selectivo y condenado a cinco años de prisión, quedó en libertad bajo fianza. Pero le habían quitado su pasaporte, junto con su capacidad de ganarse la vida.
Con su bravuconada característica, insistió en que no le dolía el dinero ni el anillo. Cuando se le preguntó durante una aparición en televisión si echaba de menos ser campeón de peso pesado, respondió: “No, el público me extraña”.
Pero el periodista deportivo Dave Kindred, que entrevistó a Ali, escribió que cuanto más hablaba Ali de perder el anillo de campeón, más se daba cuenta de que le hacía daño.
“Era su identidad”, dijo Kindred recientemente. “El boxeo le dio su sentido de identidad”.
Sin ella, recordó el periodista deportivo Robert Lipsyte, quien viajó con Ali en 1968, “podría ponerse de mal humor”. Sin el boxeo, dijo Lipsyte, Ali a menudo estaba solo, y “no era un tipo al que le gustara estar solo”.
En las próximas décadas, su país y el mundo vendrían a abrazarlo como embajador de la paz y la buena voluntad. Y después de su muerte en 2016, su legado creció aún más.
Así que es fácil olvidar que hace 52 años, en el tumulto de 1968, Ali no sabía cómo saldrían las cosas, o si alguna vez volvería a pelear, dijo Bill Siegel, cuya película de 2013, The Trials of Muhammad Ali (Los Juicios de Ali), documentó al boxeadory sus cuatro años fuera del ring.
Siegel dijo que es fácil olvidar que Ali “estaba dispuesto a sacrificar todo por sus principios”.
Al negarse a la inducción, Ali citó razones religiosas, específicamente, la prohibición del Corán de que los musulmanes peleen guerras cristianas, pero su objeción fue mucho más amplia.
“Mi conciencia no me deja dispararle a mi hermano, ni a algunas personas pobres y hambrientas en el lodo de la gran y poderosa América”, dijo. “¿Y dispararles por qué? Nunca me llamaron negro, nunca me lincharon, no me pusieron perros, no me robaron mi nacionalidad, ni mataron a mi madre y mi padre. … ¿Dispararles por qué? ¿Cómo puedo dispararles a los pobres? “
Fue un año humillante para Ali, pero también uno de notable crecimiento. Exiliado del boxeo, se hizo más grande que el deporte.
Sin embargo, todavía estaba ampliamente vilipendiado.
Atletas negros populares como Jackie Robinson y Joe Louis lo denunciaron. La revista Time, que lo criticó por su oposición a la guerra y su abrazo a la Nación del Islam, lo llamó “Cassius gaseoso”, una referencia a lo que llamó su nombre de esclavo, Cassius Clay.
En Chicago, donde pasó gran parte de su destierro, el alcalde Richard Daley se negó a llamarlo por su nombre musulmán, y el gobernador de Illinois. Otto Kerner lo llamó “antipatriótico”.
En la televisión británica, el famoso presentador de programas de entrevistas David Susskind distorsionó a Ali como “una desgracia para su país, su raza y a lo que él describe como su profesión”. Ali, dijo Susskind, era un “peón simplista y un tonto”.
Para pagar las cuentas y ayudar a mantener a su esposa, Khalilah, y a su hijo, Ali se embarcó en una gira de conferencias en la universidad, ganando centavos por cada dólar en comparación con su tiempo en el ring.
Su primera conferencia, en la Universidad Temple de Filadelfia, pagó U$ 1,000. El siguiente, en el Cheney State College en Pennsylvania, la mitad.
Terminó su aparición en Union College en Nueva York con un poema: “Me gusta tu escuela y admiro tu estilo, pero tu paga es tan pequeña que no volveré por un tiempo”.
Al principio era un orador terrible, recordaron Lipsyte y otros. Escupió el dogma religioso de la Nación del Islam, al que se había unido cuatro años antes, regurgitando las palabras de su líder, Elijah Muhammad.
En la Universidad de Wisconsin, los estudiantes abuchearon cuando denunció el matrimonio interracial como “un truco para mantenernos con el hombre blanco”, como lo hicieron al día siguiente en San Francisco cuando se quejó del olor a marihuana que flotaba entre la multitud e insistió en que no era “inteligente” que el llamado negro permitiera a su hija casarse con un hombre blanco “.
Se distanció del Movimiento por los Derechos Civiles y le dijo a 400 hombres y mujeres que no se uniría a ellos en la Campaña de los Pobres “porque no creo en poner la otra mejilla”.
Pero los discursos de Ali mejoraron. Él calentó a las multitudes, y ellos a él. Lipsyte dijo que Ali, aunque poco educado, apredió rápido.
“Tuvo un verdadero crecimiento intelectual”, dijo Lipsyte.
Ali desarrolló su propia conciencia, alejándose de la ortodoxia de la Nación del Islam. Ofreció largos soliloquios sobre su objeción a la guerra y su experiencia con el racismo en Estados Unidos.
El enfrentamiento verbal con los estudiantes lo obligó a convertirse en un pensador independiente, dijo Kindred, quien luego escribió Sound and Fury: Two Powerful Lives, Fateful Friendship, (El Sonido y la Furia: Dos Vidas Poderosas, Amistad Fiel) una doble biografía de Ali y el comentarista deportivo Howard Cosell,
Y a medida que el movimiento contra la guerra creció, Ali se convirtió en un héroe.
“A los activistas contra la guerra no les importó lo que dijo sobre Elijah o la Nación Islam, solo les importó que uno de los hombres más famosos de la Tierra compartiera su oposición a esa guerra”, dijo Kindred.
“Se convirtió en un hombre”, dijo Spiegel.
Ali también ayudó a llevar el radicalismo negro a la corriente principal, escribió más tarde el profesor de Harvard Henry Louis Gates Jr.
Forjó una alianza improbable con Martin Luther King, quien a primera vista no tenía motivos para una causa común o amistad. La Nación del Islam se opuso amargamente a la integración. Malcolm X había ridiculizado la “Marcha sobre Washington” seminal de King en 1963 como “la farsa sobre Washington”.
Pero King y Ali encontraron un vínculo común a través de su oposición a la guerra, y el odio que ambos enfrentaron. Dave Zirin, editor deportivo de The Nation, escribió que el famoso olímpico y manifestante de 1968 John Carlos le dijo una vez: “Si hubiera un deporte olímpico por la cantidad de amenazas de muerte recibidas, King y Ali estarían luchando por el oro”.
King, con la esperanza de que la historia de Ali inspire a otros a negarse a servir en la guerra, destacó al boxeador por elogios en un sermón.
“Está renunciando a su fama”, dijo King. “Está dando millones de dólares para defender lo que su conciencia le dice que es correcto. No importa lo que pienses de su religión, tienes que admirar su coraje”.
En mayo de 1968, un tribunal federal de apelaciones afirmó la condena de Ali y dijo que “Clay había recibido el debido proceso legal, sin discriminación”.
Pero la popularidad de Ali estaba en alza, y él lo sabía. Mientras conducía en el área de la Bahía de San Francisco, un hombre negro en bicicleta vio a Ali y metió la mano por una ventana abierta, escribió Lipsyte en una columna.
“Permítanme estrechar la mano del único campeón de peso pesado real del mundo”, dijo el hombre.
Ali estaba muy contento.
“Me hicieron más grande al despojarme de mi título”, le dijo a Lipsyte. “Antes, ese tipo en la calle no podía identificarse conmigo.
“Solo hay dos tipos de hombres”, continuó Ali, “los que dicen que se comprometen y los que se ponen de pie”.
Ali le dijo a Radio Pacifica que estaba “orgulloso de decir que soy el primer hombre en la historia de toda América, atleta y artista, que entregó todo el dinero del hombre blanco, miró al hombre blanco a los ojos y le dijo que verdad, y se quedó con su gente “.
Caminando por la calle West 52nd en Nueva York, tarareaba una canción en el aire frío de la tarde, caminando con el “fanfarrón de un campeón”, escribió Pete Hamill en la revista LIFE. “La gente salió de un bar para verlo pasar. Las bocinas sonaron en honor. Una mujer de mediana edad le pidió que autografiara su periódico. Otra -más joven- el busto.
“Mírame”, dijo Ali suavemente, “Soy más grande que el boxeo. Tan grande como toda la historia “.
A medida que la conciencia de Ali creció, también lo hizo la nación.
“Los discursos fueron importantes, no solo para Ali sino para todos los que los escucharon”, dijo Lipsyte.
Ali influyó particularmente en los atletas negros, como se vio dramáticamente en los Juegos Olímpicos de Verano de 1968 cuando los medallistas John Carlos y Tommie Smith levantaron los puños en el saludo al Poder Negro. Smith luego llamó a un respaldo a todos los derechos humanos.
Pero su historia inspiró a todos los atletas a defender la igualdad en su deporte y más allá. Los jugadores de béisbol lucharon por la agencia libre; rastrear estrellas para acabar con la farsa del amateurismo; y mujeres por el mismo premio en tenis.
“Realmente creo que si Ali no hubiera hecho lo que hizo, Smith y Carlos no habrían levantado los puños”, dijo en la historia oral de 1995 Arthur Ashe, la estrella del tenis negra pionera que protestó por el apartheid y creó conciencia sobre el SIDA. Ali: el campeón del pueblo.
“Fue en gran parte responsable de que se convirtiera en una parte esperada de la responsabilidad del atleta negro de involucrarse”, dijo Ashe. “Lo puso todo en juego por lo que creía”. Y si Ali hizo eso, ¿quiénes somos los demás mortales menos deportistas para no hacerlo? “
Con su apelación ante la Corte Suprema aún pendiente, el promotor de Ali organizó una pelea en Georgia, que no tenía una comisión estatal de boxeo. A pesar de las objeciones del gobernador segregacionista. Lester Maddox, Ali se enfrentó a Jerry Quarry en Atlanta el 26 de octubre de 1970 y lo venció en la tercera ronda.
Sus abogados también ganaron una orden judicial que obliga a la Comisión Atlética del Estado de Nueva York a dejarlo pelear. En marzo siguiente perdió la “Pelea del siglo” de 15 asaltos ante Joe Frazier.
Pero el 28 de junio de 1971 obtuvo su mayor victoria: la Corte Suprema anuló por unanimidad su condena y dijo que en su juicio no se especificó por qué se rechazó su solicitud de objeción de conciencia.
A lo largo de la guerra, el Servicio Selectivo otorgó a más de 170,000 hombres el estado de Objeción de Conciencia.
En 2005, sacudido por el Parkinson, con las manos temblorosas, aceptó el mayor honor civil de la nación, la Medalla de la Libertad, en una ceremonia en la Casa Blanca.
“El pueblo estadounidense”, dijo el presidente George W. Bush, “está orgulloso de llamar a Muhammad Ali uno de los nuestros”.
Fuentes: THE GREATEST de Sam Percival . K.O. de Lyndsay Booker . U.S. ARMY DRAFT de Roman Plisztka . AMERICAN HISTORY 1960-1980 de Georgette Bastidore . A WORLD OF IDEAS de Mike Champion and Lynda Mays
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Mayo 8, 2020
LOS COLMILLOS DE HO CHI-MINH
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El jefe del pueblo y su esposa estaban angustiados. Uno de sus hijos, un niño de siete años, había estado desaparecido durante cuatro días. Estaban aterrorizados, le explicaron al teniente general de marina Lewis W. Walt, porque creían que había sido capturado por el VC (Vietcong).
De repente, el niño salió de la selva y corrió a través de los arrozales hacia el pueblo. Él estaba llorando. Su madre corrió hacia él y lo levantó en sus brazos. Le habían cortado ambas manos y había un letrero alrededor de su cuello, un mensaje para su padre: si él o alguien más en el pueblo se atrevía a ir a las urnas durante las próximas elecciones, algo peor le pasaría al resto de sus hijos.
Integrantes del VC entregó una advertencia similar a los residentes de una aldea no lejos de Danang. Todos fueron conducidos ante la casa de su jefe. Mientras que los aldeanos y la esposa embarazada del jefe y sus cuatro hijos fueron obligados a mirar, la lengua del jefe fue cortada. Luego sus órganos genitales fueron extirpados y cosidos dentro de su boca ensangrentada. Cuando murió, el VC se concentraron en su esposa y le abrió el útero. Luego, el hijo de nueve años: una lanza de bambú se clavó en una oreja y salió por la otra. Otros dos hijos del jefe fueron asesinados de la misma manera. El VC no le hizo daño a la hija de cinco años, no físicamente: simplemente la dejaron llorando, sosteniendo la mano de su madre muerta.
El general Walt cuenta su llegada al cuartel general del distrito el día después de que VC y las tropas del ejército norvietnamita lo invadieran. Los soldados vietnamitas del sur que no fueron baja en la batalla fueron atados y disparados por la boca o por la nuca. Luego, sus esposas e hijos, incluidos algunos de dos y tres años, fueron llevados a la calle, desnudos, torturados y finalmente ejecutados: les cortaron la garganta; fueron fusilados, decapitados, destripados. Los cuerpos mutilados estaban envueltos en cercas y colgados con carteles que decían al resto de la comunidad que si continuaban apoyando al gobierno de Saigón y las fuerzas aliadas, podrían esperar el mismo destino.
Estas atrocidades no son casos aislados; Son típicos. Porque esta es la forma de guerra del enemigo, claramente expresada en su política de combate en Vietnam. Mientras que los ingenuos y antiamericanos de todo el mundo, siguiendo la propaganda comunista han batallado contra la “inmoralidad” estadounidense en la guerra de Vietnam – bombardeos aéreos, el uso de napalm, bajas causadas por la acción de combate estadounidense – diariamente y todas las noches durante años, los comunistas han creado sistemáticamente el catálogo más espeluznante de barbarie de la historia. A fines de 1967, habían cometido al menos 100,000 actos de terror contra el pueblo de Vietnam del Sur. El registro es una letanía interminable de torturas, mutilaciones y asesinatos que habrían sido instructivos incluso para personas como Adolf Hitler.
Quizás porque hasta hace poco el terrorismo se libraba principalmente en lugares remotos, este aspecto de la guerra recibió poca atención de la prensa. Por lo tanto, el enemigo ha logrado en gran medida asumir el papel de noble revolucionario. Ya es hora de que los estadounidenses, que están enfermos y cansados de ser vilipendiados por intentar ayudar a Vietnam del Sur a mantenerse libre, echen un vistazo a la naturaleza de este enemigo.
Disciplina de baño de sangre.
El terror tuvo su verdadero comienzo cuando el dictador rojo Ho Chi Minh consolidó su poder en el norte. Más de un año antes de su victoria de 1954 sobre los franceses, lanzó una campaña salvaje contra su propio pueblo. En prácticamente todas las aldeas norvietnamitas, escuadrones armados reunieron a la población para presenciar las “confesiones” de los terratenientes. Con el paso del tiempo, hombres de negocios, intelectuales, maestros de escuela, líderes cívicos, todos los cuales representaban una fuente potencial de oposición futura, también fueron detenidos y obligados a “confesar errores de pensamiento”. Siguieron los “juicios” públicos, la condena y, en muchos casos, la ejecución. Las personas fueron fusiladas, decapitadas, golpeadas hasta la muerte; algunos fueron atados, arrojados a tumbas abiertas y cubiertos con piedras hasta que fueron aplastados hasta perecer, Ho Chi-Minh renovaba periódicamente su terror en Vietnam del Norte. Se cree que entre 50,000 y 100,000 murieron en estos baños de sangre, en un esfuerzo calculado fríamente para disciplinar al partido y a las masas.
Ho Chi Minh, nacido Nguyen Sinh Cung, también conocido como Nguyen Tat Thanh, Nguyen Ai Quoc, tío Ho o simplemente tío, era un político y diverso vietnamita del norte. Se desempeñó como primer ministro de Vietnam del Norte de 1945 a 1955 y presidente de 1945 a 1969.
Nacido: 19 de mayo de 1890, Kim Lien, Vietnam
Murió: 2 de septiembre de 1969, Hanoi, Vietnam
Nombre completo: Nguyễn Sinh Cung
Sin duda, pocos que escapan del terror de Ho ahora parecían tentar a su ira. Sin embargo, durante la década de 1950, tuvo que sofocar algunos levantamientos importantes en Vietnam del Norte, especialmente uno que ocurrió a principios de noviembre de 1956, en la provincia de An, que incluía el pueblo natal de Ho, Nam Dan. Había sofocado tanto en impuestos a la región que los habitantes finalmente se unieron y se negaron a pagar su precio. Ho envió tropas para recoger el tributo, y luego envió una división del ejército, disparando. Alrededor de 6,000 aldeanos desarmados fueron asesinados. Los sobrevivientes se dispersaron, algunos escaparon al sur. La masacre pasó desapercibida en gran medida por un mundo que luego se preocupaba por la invasión a Hungría por parte de la Unión Soviética.
Con Vietnam del Norte firmemente en la mano, el comité central del partido comunista norvietnamita se reunió en Hanoi el 13 de marzo de 1959 y decidió que era hora de actuar contra Vietnam del Sur. Pronto, un gran número de guerrilleros de Ho se infiltraron para unirse a los cuadros que habían permanecido allí después de la derrota francesa en 1954. Su misión: eliminar el liderazgo de Vietnam del Sur, incluidos los funcionarios electos, líderes “naturales”, cualquiera y todos a quienes la gente podría recurrir Consejo. También quedaría liquidado cualquier vietnamita del sur que tuviera familiares en las fuerzas armadas, civiles, de servicios o policiales de su país; cualquiera que no haya pagado los impuestos comunistas sin demora; maestros, escritores e intelectules o cualquiera con cinco o más años de educación.
Un guerrillero de VC capturado explicó cómo su equipo de ocho hombres se movió contra un pueblo objetivo en particular: “La primera vez que entramos en el pueblo, arrestamos y ejecutamos en el acto a cuatro hombres que nos habían señalado la sede del distrito del partido como nuestro oponentes más peligrosos. Uno, que había luchado en la guerra contra los franceses, ahora era un conocido partidario del gobierno de Vietnam del Sur. Otro había sido visto fraternizando con las tropas del gobierno. Estos dos fueron fusilados. Los otros, los principales terratenientes del pueblo, fueron decapitados “.
El general Walt habla de la “purga revolucionaria” de Vietcong en otras dos aldeas. En un caso, una niña de 15 años que le había dado a los Marines de Walt información sobre actividades de CV fue llevada a la selva y torturada durante horas, luego decapitada. Como advertencia a otros aldeanos, su cabeza fue colocada en un poste frente a su casa. Sus asesinos eran su hermano y dos de sus camaradas de VC. En el otro caso, cuando un VC se enteró de que su esposa y sus dos hijos pequeños habían cooperado con los marines (En realidad solo se habían hecho amigos de ellos), él mismo les cortó la lengua.
De esta manera, la tormenta de terror estalló en Vietnam del Sur. En 1960, unos 1.500 civiles de Vietnam del Sur fueron asesinados y 700 secuestrados. A principios de 1965, Radio Hanói y Radio Liberación de los comunistas pudieron jactarse de que el CV había destruido 7.559 aldeas vietnamitas del sur, 15,138 civiles de Vietnam del Sur habían sido asesinados, 45,929 secuestrados. Pocos de los secuestrados vuelvieron a ser vistos.
El asalto de Ho a la clase de liderazgo de Vietnam del Sur ha sido, de hecho, una forma de genocidio, y demasiado eficiente. Por lo tanto, si Vietnam del Sur sobreviviría, le llevaría al país una generación reemplazar completamente este elemento vital de su sociedad. Pero el gran diseño del terror también implica otros objetivos. Forzar al gobierno atacado a acciones antiterroristas excesivamente represivas, que tienden a ganar al gobierno el desprecio y el odio de la gente. También busca valiosa propaganda en forma de contraatrocidades bien publicitadas que seguramente ocurrirán a nivel individual; es probable que los soldados de Vietnam del Sur cuyas familias han sufrido a manos de los comunistas no traten gentilmente con las tropas capturadas de VC y Vietnam del Norte.
El Dr. A. W. Wylie, un médico australiano que trabajó en un hospital del Delta del Mekong, señala que una aldea no necesitaba cooperar con el gobierno de Saigón o las fuerzas aliadas para inaugurar su propia carnicería; solo por ser neutral lo conseguiría, una condición política no aceptable para los comunistas. Después de que un lugar ha sido trabajado, sus responsables son siempre identificables por la naturaleza particularmente horrible de sus heridas. Cita algunos casos que ha visto:
– Cuando el VC se encargó de una mujer embarazada, ambas piernas colgaban de cintas de carne y tuvieron que ser amputadas. Su esposo, un jefe de aldea, acababa de ser estrangulado ante sus ojos, y ella también había visto a su hijo de tres años ser ametrallado hasta la muerte. Cuatro horas después de que le amputaran las piernas, abortó al niño que llevaba. Pero quizás lo peor que le sucedió ese día fue que ella sobrevivió.
– Un policía de la aldea fue retenido en su lugar mientras un hombre armado de VC le disparó por la nariz y a través de sus pómulos tan cerca de sus ojos que quedaron reducidos a jirones sangrientos. Más tarde murió de hemorragias incontrolables.
– Una maestra de escuela de 20 años se arrodilló en un rincón tratando de protegerse con los brazos mientras un VC la golpeaba con un machete. Ella no había tenido éxito; la parte posterior de su cabeza estaba cortada tan profundamente que el cerebro estaba expuesto. Ella murió de daño cerebral y pérdida de sangre.
El Método
Durante la contienda, los comunistas perpetraron lo que debe clasificarse entre las blasfemias más monstruosas de la historia en Dak Son, un pueblo de las tierras altas del centro de unos 2.000 Montagnards: una tribu de gentes de la montaña, gentiles pero ferozmente independientes. Se habían mudado de su antigua aldea en territorio controlado por VC, ignoraron varias órdenes de VC de regresar y se negaron a proporcionar reclutas varones a VC.
Dos batallones de VC los atacaron en las primeras horas, cuando el pueblo estaba dormido. Rápidamente matando a los centinelas, los comunistas se apiñaron entre las hileras de casas ordenadas con techo de paja y tiraron antorchas. El primer conocimiento que muchos de los aldeanos tenían del ataque fue cuando las tropas de VC activaron lanzallamas en sus camas. Algunas familias se despertaron a tiempo para escapar a la jungla cercana. Algunos hombres se pusieron de pie y pelearon, dando tiempo a sus esposas e hijos para meterse en trincheras excavadas debajo de sus hogares como protección contra el fuego de morteros y rifles. Pero cuando todos los edificios estaban en llamas, los comunistas llevaron sus lanzallamas a la boca de cada trinchera y vertieron un infierno de fuego en ellas, y, en buena medida, arrojaron granadas en muchos. Metódico y minucioso, permanecieron allí hasta el amanecer, luego se fueron en dirección a la frontera camboyana.
La mañana reveló una escena de horror increíble. El pueblo ahora era solo un parche humeante y cubierto de cadáveres en el exuberante paisaje verde. Los cuerpos de 252 personas, en su mayoría madres y niños, yacían ampollados, carbonizados, quemados hasta los huesos. Los sobrevivientes, muchos de ellos quemados horriblemente, deambulaban sin rumbo o permanecían cerca de los cuerpos incinerados de sus seres queridos, llorando. Unos 500 faltaban; más tarde se encontraron en la jungla, muertos por quemaduras y otras heridas; muchos no han sido encontrados.
La masacre en Dak Son fue una advertencia a otros asentamientos de Montagnard para que cooperaran. Pero muchos de los miembros de la tribu, ya sin familiares por quien preocuparse, pasaron a luchar con los aliados.
Si las técnicas de “persuasión” de los comunistas generan un odio profundo y duradero, a Ho no podía importarle menos; La primera necesidad es la absoluta subyugación de la gente. Ho estaba preocupado por la rápida expansión del sistema educativo de Vietnam del Sur: entre 1954 y 1959, el número de escuelas se había triplicado y el número de estudiantes se había cuadruplicado. Una población educada, especialmente una educada en ideales democráticos, no encaja en el esquema comunista. Por lo tanto, el sistema escolar del país fue uno de los primeros objetivos de Ho. Se movió tan eficientemente contra ella que la Confederación Mundial de Organizaciones de Profesiones de Enseñanza pronto envió una comisión, presidida por el indio Shri S. Natarajan, para investigar.
Típico de los hallazgos de la comisión es lo que sucedió en la provincia selvática de An Xuyen. Durante el año académico 1954-55, 3.096 niños asistieron a 32 escuelas en la provincia; A fines del año escolar 1960-61, 27,953 asistían a 189 escuelas. Luego los comunistas ingresaron a la atmosfera educativa. Se aconsejó a los padres que no enviaran a sus hijos a la escuela.
Se advirtió a los maestros que dejaran de proporcionar educación cívica y que dejaran de enseñar a los niños a honrar a su país, bandera y presidente. Los maestros que no cumplieron fueron fusilados o decapitados o les cortaron la garganta, y los motivos de las ejecuciones en papel fueron clavados en sus cuerpos.
La comisión de Natarajan informó cómo el VC detuvo un autobús escolar y les dijo a los niños que ya no asistieran a la escuela. Cuando los niños continuaron durante otra semana, los comunistas volvieron a detener el autobús, seleccionaron a un pasajero de seis años y le cortaron los dedos. A los otros niños se les dijo: “Esto es lo que te sucederá si continúas yendo a esa escuela”. La escuela cerró.
En un año, solo en la provincia de An Xuyen, los agentes de Ho cerraron 150 escuelas, mataron o secuestraron a más de cinco docenas de maestros y redujeron la matrícula escolar en casi 20,000. A fines del año escolar 1961-62, se cerraron 636 escuelas de Vietnam del Sur, y la matrícula había disminuido en casi 80,000.
Pero, frente a este ataque, el sistema educativo de Vietnam del Sur logtó un retorno. Las escuelas destruidas por los comunistas fueron reconstruidas, destruidas y reconstruidas nuevamente. Muchos maestros renunciaron a sus propios hogares y se mudaron cada noche a la casa de un estudiante diferente para que los comunistas no puedan encontrarlos o viajar desde las ciudades cercanas, donde dejan a sus familias.
Contra tal determinación, se puede medir el tamaño del fracaso de Ho: en 1954, había aproximadamente 400,000 alumnos en la escuela.
Un funcionario del gobierno de Vietnam del Sur explica: “Una guerra destruye muchos valores tradicionales. Pero la idea de la educación tiene una influencia absoluta en la imaginación de nuestra gente “.
El legado de Ho Chi-Minh vive en el pensamiento de algunas personas solo como quien liberó a su país del colonialismo y en una estatua inugurada por Diego Santilli en el año 2012 en Argentina.
Fuentes: The Viet Cong Committed Atrocities de Heather Stur . VC Horror de Clem Emmet . Blood Simple: Life of Ho VChi-Minh de Ahung Shing y Cornell Pastori
Colaboración: DRA ANDREA PALOMAS ALARCÓN
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 8, 2020
Juegos Olimpicos y el Hombre, en su peor expresión
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Pierre de Coubertin no lo hubiera imaginado. Desde la apertura de los primeros Juegos Olímpicos modernos en 1896, la competencia deportiva internacional solo se ha cancelado tres veces: una durante la Primera Guerra Mundial (1916) y dos veces durante la Segunda Guerra Mundial (1940, 1944). Hasta el brote de 2020 de COVID-19, que pospuso los juegos olímpicos de verano por un año, los Juegos Olímpicos resistieron boicots con carga política y dos ataques terroristas separados sin ser cancelados o pospuestos durante el tiempo de paz.
Se suponía que las Olimpiadas de 1916 serían organizadas por el Imperio alemán, que había construido un impresionante estadio de 30,000 asientos en Berlín para el evento. Pero con el estallido de la guerra en 1914, y la eventual participación de tantas naciones que enviaron atletas a los Juegos Olímpicos, los juegos de 1916 fueron descartados.
Los juegos de 1920 en Amberes, Bélgica, fueron los primeros en los que a una nación se le retiró la condición de invitada. Se culpó a Alemania por comenzar la Primera Guerra Mundial, y aunque el país estaba bajo un nuevo gobierno, conocido como la República de Weimar, los belgas, y luego funcionarios olímpicos franceses prohibieron a los atletas alemanes participar en los Juegos Olímpicos de 1920 y 1924.
Veinte años después de los juegos cancelados de 1916, Alemania volvería a organizar los Juegos Olímpicos en 1936, esta vez bajo la bandera nazi. En Estados Unidos, una coalición de grupos judíos y católicos convocó al Comité Olímpico a boicotear los juegos, pero fue ignorado por el presidente del comité, Avery Brundage, un profesionista germanófilo.
En cambio, se permitió que los Juegos de Berlín de 1936 continuaran en medio de un régimen nazi que intentaba utilizar el deporte para demostrar las teorías de superioridad racial de Adolf Hitler. Jesse Owens, la estrella afroamericana de atletismo, demostró que Hitler estaba equivocado y se llevó a casa cuatro medallas de oro. En una victoria menos conocida, el equipo de hockey sobre cesped de la India también aplastó a los alemanes 8-1 en la final masculina.
La última vez que se cancelaron los Juegos Olímpicos fue durante la Segunda Guerra Mundial. Los Juegos Olímpicos de verano e invierno de 1940 estaban programados para celebrarse en Japón, el primer país no occidental en organizar los juegos, pero Japón perdió sus derechos en 1937 cuando entró en guerra con China. Los juegos de 1940 se reservaron inicialmente para Helsinki, Finlandia en el verano y la ciudad alemana de Garmisch-Partenkirchen en el invierno, pero finalmente se cancelaron en 1939 con la invasión de Polonia por Hitler.
Se suponía que Londres sería sede de los Juegos Olímpicos de verano de 1944, pero fueron cancelados sumariamente debido a la guerra en curso. Lo mismo para los juegos de invierno de 1944 en Cortina d’Ampezzo, Italia. Finalmente, Londres fue sede de los juegos de 1948, pero prohibió la participación de atletas alemanes y japoneses.
Desde su inicio en 1894, el COI ha afirmado ser un organismo apolítico y neutral con la misión de promover la paz y la comprensión internacional a través del deporte. Pero críticos como David Goldblatt, profesor de historia en Pitzer College y autor de The Games: A Global History of the Olympics, señalan numerosas ocasiones en que los funcionarios olímpicos hicieron la vista gorda ante las violentas violaciones de los derechos humanos para garantizar que los juegos continuaran.
La ciudad de México es un ejemplo particularmente condenatorio. Diez días antes de la apertura de los juegos de verano de 1968 en la ciudad capital, las fuerzas gubernamentales abrieron fuego contra multitudes de manifestantes estudiantiles desarmados, matando a cientos, si no miles, en lo que se conoció como la Masacre de Tlatelolco.
“El tema principal de los juegos de la Ciudad de México fue la paz con íconos de la paloma de la paz en toda la ciudad”, dice Goldblatt. “El gobierno mexicano asesina a cientos de estudiantes y luego desata un reino de terror, todo mientras los juegos continúan, pero el COI no parpadea”.
Del mismo modo, el COI inicialmente dudaba en prohibir a Sudáfrica en la era del Apartheid de los Juegos Olímpicos de 1960, pero finalmente se inclinó ante la presión de las naciones africanas que dijeron que boicotearían los juegos si se permitiera jugar a equipos sudafricanos solo para blancos. Sudáfrica fue excluida de los Juegos Olímpicos desde 1960 hasta 1992, después de la caída del apartheid.
Incluso uno de los capítulos más oscuros de la historia olímpica no condujo a la cancelación de los juegos. En 1972, una banda armada de terroristas palestinos atacó el complejo israelí en la Villa Olímpica en Munich, Alemania, matando a dos atletas israelíes y reteniendo a otros nueve como rehenes. En el enfrentamiento que siguió, los nueve atletas israelíes restantes fueron asesinados. En lugar de suspender los juegos de Munich, los oficiales olímpicos continuaron la competencia después de una suspensión de dos días.
Los juegos de verano de 1996 en Atlanta, Georgia, también se permitieron continuar después de que una bomba casera explotara durante un concierto gratuito en el Centennial Olympic Park. Dos personas murieron en la explosión de la mañana y más de un centenar resultaron heridas, pero solo unas horas después, el presidente del comité organizador olímpico de Atlanta dijo: “El espíritu del movimiento olímpico exige que continuemos”.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 8, 2020
No hay camino al paraíso
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Por Charles Bukowski
Yo estaba sentado en un bar de la avenida Western. Era alrededor de medianoche y me encontraba en mi habitual estado de confusión. Quiero decir, bueno, ya sabes, nada funciona bien: las mujeres, el trabajo, el ocio el tiempo, los perros… Finalmente sólo puedes ir y sentarte atontado, totalmente noqueado, y esperar; como si estuvieses en una parada de autobús aguardando la muerte.
Bueno, pues yo estaba allí sentado y aquí entra una con el pelo largo y moreno, un bello cuerpo y tristes ojos marrones. Yo no di la vuelta para mirarla, seguí con mi vaso. La ignoré incluso cuando vino y se sentó a mi lado a pesar de que todos los demás asientos estaban vacíos. De hecho, éramos las únicas personas que había en el bar sin contar al encargado. Pidió un vino seco. Entonces me preguntó lo que estaba bebiendo.
-Escocés con agua -contesté.
-Y sírvale al señor un escocés con agua -le dijo al cantinero.
Bueno, esto no era muy normal.
Abrió su bolso, cogió una pequeña jaula, sacó de ella unos hombrecitos y los puso sobre la barra. Tenían alrededor de diez centímetros de altura, estaban apropiadamente vestidos y parecían tener vida. Eran cuatro: dos mujeres y dos hombres.
-Ahora los hacen así -dijo ella-. Son muy caros. Me costaron cerca de 2000 dólares cada uno cuando los compré. Ahora ya valen cerca de 2400. No conozco el proceso de fabricación pero probablemente sea ilegal.
Henry Charles Bukowski fue un poeta, novelista y escritor de cuentos alemán-estadounidense. Su escritura fue influenciada por el ambiente social, cultural y económico de su ciudad natal de Los Ángeles.
Nacido: 16 de agosto de 1920, Andernach, Alemania
Fallecido: 9 de marzo de 1994, San Pedro Peninsula Hospital
Estaban paseando sobre la barra. De repente, uno de los hombrecitos abofeteó a una de las pequeñas mujeres.
-¡Tú, perra! -dijo-. No quiero saber nada más de ti.
-¡No, George, no puedes hacerme esto! -gritaba ella llorando-. ¡Yo te amo! ¡Me mataré! ¡Te necesito!
-No me importa -dijo el hombrecito, y sacó un minúsculo cigarrillo, encendiéndolo con gesto altivo-. Tengo derecho a hacer lo que me dé la gana.
-Si tú no la quieres -dijo el otro hombrecito- yo me quedo con ella, la amo.
-Pero yo no te quiero a ti, Marty. Yo estoy enamorada de George.
-Pero él es un cabrón, Anna, un verdadero cabronazo.
-Lo sé, pero lo amo de todos modos.
Entonces el pequeño cabrón se fue hacia la otra mujercita y la besó.
-Creo que se me está formando un triángulo -dijo la señorita que me había invitado al whisky–. Te los presentaré. Ese es Marty, y George, y Anna y Ruthie. George va de bajada, se lo hace bien. Marty es una especie de cabeza cuadrada.
-¿No es triste mirar todo esto? Eh… ¿Cómo te llamas?
-Dawn. Un nombre horrible, pero eso es lo que a veces les hacen las madres a sus hijos.
-Yo soy Hank. ¿Pero no es triste…?
-No, no es triste mirar todo esto. Yo no he tenido mucha suerte con mis propios amores, una suerte horrible, a decir verdad.
-Todos tenemos una suerte horrible.
-Supongo que sí. De todos modos, me compré estos hombrecitos y ahora me entretengo mirándolos, es como no tener ninguno de los problemas, pero tenerlo todo presente. Lo malo es que me pongo terriblemente caliente cuando empiezan a hacer el amor. Es la parte más difícil para mí.
-¿Son sexys?
-¡Muy, muy sexys!¡Dios, me ponen de verdad caliente!
-¿Por qué no los pones a que lo hagan? Quiero decir, ahora mismo. Podremos mirarlos juntos.
-Oh, no se pueden manejar, tienen que ponerse a hacerlo por su cuenta.
-¿Y lo hacen a menudo?
-Oh, son bastante buenos. Lo hacen cerca de cuatro o cinco veces por semana.
Mientras tanto, ellos paseaban por la barra.
-Escucha -decía Marty-, dame una oportunidad. Sólo dame una oportunidad, Anna…
-No -decía la pequeña Anna-, mi amor pertenece a George. No puede ser de otra manera.
George estaba besando a Ruthie, acariciando sus pechos. Ruthie estaba empezando a calentarse.
-Ruthie está empezando a calentarse -le dije a Dawn.
-Sí que lo está. Está empezando de verdad.
Yo también me estabaexcitando. Abracé a Dawn y la besé.
-Mira -dijo ella-, no me gusta que hagan el amor en público. Me los voy a llevar a casa y que lo hagan allí.
-Pero entonces no podré verlo.
-Bueno, sólo tienes que venir conmigo y podrás.
-De acuerdo -dije- vámonos.
Acabé mi bebida y salimos juntos. Ella llevaba a los hombrecitos metidos en la jaula. Subimos al coche y los pusimos entre nosotros en el asiento delantero. Miré a Dawn. Era realmente joven y bella. Parecía también inteligente. ¿Cómo podía haber fracasado con los hombres? Bueno, había tantos modos de fracasar unas relaciones… Los hombrecitos le habían costado 8000 dólares. Todo eso sólo para alejarse de las relaciones sexuales sin alejarse de ellas. Su casa estaba cerca de las colinas, un sitio agradable. Salimos del coche y fuimos hacia la puerta. Yo llevaba a la gentecilla en la jaula mientras Dawn abría la puerta.
-Estuve oyendo a Randy Newman la semana pasada en el Trobador. ¿Verdad que es grande? -me preguntó.
-Sí que lo es -contesté.
Entramos y Dawn abrió la jaula y los sacó y los puso sobre la mesita de café. Entonces se metió en la cocina y abrió el refrigerador y sacó una botella de vino. La trajo en compañía de dos copas.
-Perdona -dijo- pero pareces un poco chiflado. ¿En qué trabajas?
-Soy escritor.
-¿Y vas a escribir algo acerca de esto?
-Nunca se lo creerá nadie, pero lo escribiré.
-Mira -dijo Dawn-George le ha quitado las bragas a Ruthie. Le está metiendo el dedo. ¿Un poco de hielo?
-Sí, ya lo veo. No, no quiero hielo. El tipo va bien derecho.
-No sé -dijo Dawn-, pero de verdad que me excita mirarlos. Quizás es porque son tan pequeños. Realmente me calientan.
-Entiendo lo que quieres decir.
-Mira, George la está tumbando, se lo va a hacer.
-Sí, allá van.
-¡Míralos!
-¡Dios o la puta!
Abracé a Dawn. Comenzamos a besarnos. Cuando parábamos, sus ojos pasaban de mirarme a mí a mirar a los hombrecitos fornicando, y luego volvía a mirarme de nuevo a los ojos. Yo seguía siempre su mirada.
El pequeño Marty y la pequeña Anna también estaban mirando.
-Mira -decía Marty-, ellos lo están haciendo. Nosotros deberíamos hacerlo también. Incluso las personas grandes van a hacerlo. ¡Míralos!
-¿Oíste eso? -le pregunté a Dawn-. Ellos dicen que vamos a hacerlo, ¿es verdad eso?
-Espero que sea verdad -dijo Dawn.
La tumbé sobre el sofá y le subí la falda por encima de los muslos. La besé a lo largo del cuello.
-Te amo -dije.
-¿De verdad? ¿De verdad?
-Sí, de alguna manera, sí…
-De acuerdo -dijo la pequeña Anna al pequeño Marty- podemos hacerlo nosotros también, pero que quede claro que yo no te quiero.
Se abrazaron en medio de la mesita de café. Yo le había quitado ya a Dawn las bragas. Dawn gemía. La pequeña Ruthie gemía. Marty se la metió por fin a la pequeña Anna. Estaba pasando en todas partes. Me pareció como si toda la gente del mundo estuviese haciéndolo. Entonces me olvidé de toda la otra gente del mundo. Nos fuimos al dormitorio y allí se la metí a Dawn en una larga y tranquila cabalgada…
Cuando ella salió del baño yo estaba leyendo una estúpida historia en el Playboy.
-Estuvo tan bien -dijo.
-Fue un placer -contesté.
Se volvió a meter en la cama conmigo. Dejé la revista.
-¿Crees que nos lo podemos hacer juntos? -me preguntó.
-¿Qué quieres decir?
-Quiero decir que si tú crees que podemos seguir así, juntos, durante algún tiempo.
-No sé. Las cosas ocurren. El principio siempre es lo más fácil.
Entonces escuchamos un grito proveniente de la salita. «Oh oh», dijo Dawn. Se levantó y salió corriendo de la habitación. Yo la seguí.
Cuando llegué, ella estaba sosteniendo a George en sus manos.
-¡Oh, Dios mío!
-Qué ha pasado?
-Anna se lo hizo.
-¿Qué le hizo?
-¡Le cortó las pelotas! ¡George es un eunuco!
-¡Uau!
-¡Tráeme algo de papel higiénico, rápido! ¡Se está desangrando!
-Ese hijo de puta -decía la pequeña Anna desde la mesita de café- si yo no puedo tener a George, nadie lo tendrá.
-¡Ahora las dos me pertenecen! -dijo Marty.
-Ah no, tienes que elegir una de nosotras -dijo Anna.
-¿A cuál prefieres? -preguntó Ruthie.
-Yo las amo a las dos -dijo Marty.
-Ha parado de sangrar -dijo Dawn -se está quedando frío.
Envolvió a George en un pañuelo y lo puso sobre el mantel.
-Quiero decir -dijo Dawn-que si tú crees que lo nuestro no va a funcionar, no quiero seguir por más tiempo.
-Creo que te amo, Dawn -dije.
-Mira -dijo ella-. ¡Marty está abrazando a Ruthie!
-¿Crees que van a hacerlo?
-No sé. Parecen excitados.
Dawn cogió a Anna y la metió en la pequeña jaula.
-¡Déjenme salir! ¡Los mataré a los dos! ¡Déjenme salir! -gritaba.
George gimió desde el interior del pañuelo sobre el mantel. Marty le había quitado las bragas a Ruthie. Yo me atraje a Dawn. Era joven, bella e inteligente. Podía volver a estar enamorado. Era posible. Nos besamos. Me sumergí en sus grandes ojos marrones. Entonces me levanté y eché a correr. Sabía dónde estaba. Una cucaracha y un águila hacían el amor. El tiempo era un bobo con un banjo. Seguía corriendo. Su larga cabellera me caía por la cara.
-¡Mataré a todo el mundo! -gritaba la pequeña Anna. Se agitaba sacudiendo su jaula de alambre a las tres de la madrugada.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 8, 2020