Clarín se confirmó como órgano de propaganda y desinformación porque en un artículo irresponsable no solo miente a la sociedad, sino que vehícula una ideología y realiza un revisionismo histórico que niega una realidad. ¿Cuál es el objetivo de esta publicacion? https://www.clarin.com/deportes/historias-deportistas-argentinos-desaparecidos-ultima-dictadura-militar_0_3xPh4Nw7D.html ¿Mantener el odio, la división de la sociedad? El periodista de Clarín no respeta principios deontológicos y convencionales, su rol no es la desinformación, de manipular la información, o engañar la sociedad. Viola el derecho a la verdad y de informar con exactitud.
El autor de esa nota, en su calidad de hombre de prensClarina, de comunicador, miente en sus afirmaciones:
– Violando así las obligaciones y principios esenciales de la ética periodística previstos en: a) La carta de Múnich del 24noviembre 1971, b) Los principios Internacionales de ética profesional en periodismo del 21noviembre 1983, c) La declaración de Chapultepec del 11 marzo 1994, d) Ética del Periodismo SIP del 18 octubre 1925, e) Carta de aspiraciones del SIP, octubre 2008. Por ejemplo: Respetar la verdad, cualesquiera que sean las consecuencias, en razón del derecho del público a estar informado. Rectificar cualquier información publicada que resulte inexacta. Abstenerse de calumnia, difamación, acusaciones infundadas…Nunca confundir el periodismo con la publicidad o la propaganda… (Carta de Múnich).
– Traicionó el principio que “la credibilidad de la prensa está ligada al compromiso con la verdad, a la búsqueda de precisión, imparcialidad y equidad” (Declaración de Chapultepec), de “Informar con exactitud y con verdad” (Ética del Periodismo SIP). “Los editores deben brindar a las personas e instituciones implicadas en las noticias la oportunidad de manifestar su versión de los hechos, en aras de acercarse lo más posible a la verdad y garantizar la pluralidad y diversidad” (Carta de aspiraciones del SIP, octubre 2008).
La principal tarea del periodista es servir a la gente en su derecho a la verdad y la información auténtica con una dedicación honesta a la realidad objetiva, de manera que los hechos estén divulgados conscientemente en un contexto apropiado, precisando sus conexiones esenciales y sin causar distorsión… La información en periodismo se entiende como bien social y no como un producto, el periodista comparte la responsabilidad de la información transmitida…el periodista participa activamente en la transformación social hacia la mejora democrática de la sociedad y contribuye con el diálogo a un clima de confianza…absteniéndose de cualquier justificación de las demás formas de violencia, odio o discriminación … (Principios de la Unesco de 1983).
El periodista que realizó este artículo impone públicamente, en una supuesta nota objetiva, una posición ideológica que es contraria a sus obligaciones de hombre de prensa. Se realiza una apología de las reivindicaciones de los grupos terroristas de los años 70 en Argentina que atacaron las instituciones del Estado y la sociedad. Esos grupos terroristas no defendían los derechos humanos, la justicia, la democracia. Asesinaron, secuestraron, cometieron atentados terroristas…El Sr. Rodolfo Walsh más allá si era o no periodista, era el alto responsable de una organización terrorista que ejecutó y ordenó ejecutar numerosos crímenes y atentados.
Jurídicamente afirma hechos contrarios a los principios de legalidad, constitucionalidad, convencionalidad. Por ejemplo:
– La cifra de 30000 es otro relato no tiene validación jurídica, ni empírica y no corresponden a los informes vertidos por la Argentina a la ONU con motivo de las Comunicaciones 1/2/3 de 1988 del Comité contra la Tortura. Tampoco corresponde a las cifras publicados por el gobierno nacional en sus diversos organismos. “Es muy ligero decir que hubo 30 mil desaparecidos, redondeando, en un país donde hubo registros como en ningún otro… Cuando se instaló la democracia y se hizo la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep)…En ese momento no se llegaba a 5.000 nombres registrados con documentos. Desde la historia y desde el periodismo de investigación, se puede extremar la búsqueda de recursos para lograr el máximo reconocimiento que te acerque a la verdad. Si ustedes van a al monumento de la Memoria en la Costanera y cuentan las placas que tienen nombres, van a tener ese número y va a variar si lo toman desde el ’69 o desde otro período. Cada víctima tiene derecho a que su nombre y datos figuren individualizados, y no en esa generalización de 30.000, que a mi criterio es muy irrespetuosa…” Fernández Meijide,https://www.perfil.com/noticias/universidades/en-el-gobierno-de-los-kirchner-los-derechos-humanos-se-usaron-politicamente.phtml
Nuevamente se hace con el deporte la recuperación política e ideológica por parte de militantes y de las asociaciones que defienden la violencia armada de los 70′. Los medios de comunicaciones que en los 70 tenían una posición sobre el deporte y el gobierno, ahora tienen otras. Clarín publicó en años anteriores artículos orientados políticamentehttps://www.informadorpublico.com/opinion/la-seleccion-nacional-del-78-y-el-oportunismo-de-los-derechos-humanos-militantismo-tardio-descubrirse-victima Hasta se quiere imponer como interpretación colectiva que las supuestas víctimas lo fueron únicamente por lo que socio-profesionalmente representaban y no por lo que podrían haber realizado o cometido. Clarín debe clarificar el contenido de su nota, mereciendo el repudio de la sociedad, y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Paris, 31 agosto 2019. CasppaFrance
Partimos de lo básico que las guerras persiguen, con la acción de privar de la vida a contendientes, o sea Matar, o privar de la libertad, para imponer por la fuerza lo que ancestralmente constituye destruir vidas y haciendas, pueblos o naciones. Es Bíblico, desde que hombre es tal, siempre ha estado el conflicto, y los distintos grados de resolución.
Matar al otro siempre fue una forma “cuasi natural”. Así en la actualidad la Ciencia Política la simplifica en la confrontación de fines y medios.
Y la realidad, que es que desconocemos la Paz, pues lo natural es y son las guerras, económicas, religiosas, sociales y profundamente políticas. En el siglo XX se acentuó el concepto del espacio vital conteniendo insumos potenciadores de movimiento y equilibrio.
Algún filósofo de la naturaleza humana, define a la guerra como una necesidad del equilibrio de etnias y poderes hegemónico.
EN LA ARGENTINA
En el S XX – hubo dos sangrientas guerras. Una denominada clásica, quizás la última del siglo, en Malvinas, donde los que dicen perder no fue tal y donde las que ganaron sienten que perdieron y nos admiran, sobretodo por el valor y fierza de nuestros soldados del aire mar y tierra, habiendo estado en United Kingdom, tres veces me fue ratificado in voce por nuestros enemigos en al campo de combate. Los británicos – nuestros mortales enemigos- supieron hacer la exacta valoración del enemigo (nosotros) y fue desde ellos que nos sentimos reconfortados, por las evidencias, que consolidan el Honor Objetivo.
PERO EN LA ARGENTIA HUBO Y NO CONCLUYE OTRA GUERRA
Es la guerra subversiva por medio del terrorismo y la Acción Psicológica. Esta última en estos momentos político del pais es la que sobreabunda. Direccionando lo cultural, educativo y Moral.
Sin extendernos, ya que hay suficientes elementos de información (para el que no sea vago o enemigo) al alcance de la mano. Fue la Guerra Contra el Terrorismo -urbano y también campestre. En síntesis, foquismos.
SINOPSIS DE LA CONSTRUCCION DE LOS “30.000”
En 1976 estando en plenos la GCT, curiosamente desde el Gobierno de Carter – Demócrata, éste resuelve conocer in situ la situación de vigencia de los DDHH, en américa latina, con especial atención en la Argentina, ya que ello y de sus triunfo, peligraba la “entente” en américa del sur , por el liderazgo. Que este país decidía.
Cartel y sus asesores Demócratas y en contra de las pruebas de la CIA (Central de Inteligencia Americana – que mantenía en su desempeño un orden político Republicano) no eran separaciones graves sino más bien el complejo idioma de la democracia.
PATRICIA DERIAN Y EL LIBRO AZUL
Ante la situación imperante en la argentina, donde continuaban los combates, apareció el que hacer con los enemigos muertos en combate o prisioneros y cual debería ser la burocracia de cuerpos y familiares. Aquí es donde la Junta de Comandantes, recibe a emisarios del Departamento de Estados de los EEUU, donde se dialoga con el fin de dar a los resultados mortales de los combatientes enemigos e inclusive las familias que no deseaban recibirlos y darles la sepultura.
La situación por demás compleja, lleva a que la Junta, especiemanelte Videla, se encuentren en una encerrona, relacionada al discernimiento de “abatidos y/o desaparecidos, como se puede encontrar hoy que viven en países extranjeros.
PATRICIA DERIAN Y SU LIBRO AZUL
El procedimiento de recepción y montaje de la comitiva del Departamento de Estado y Patricia Derían, involucro, cerca de 35 personas, entre elemento del Servicio Secreto (USA) y medios de la CIA y del Sistema de Inteligencia Argentino. Como es de usos, todo en un vulgar despelote organizativo.
Patricia Derían, abrió el libro de denuncias (Azul), conjuntamente con su equipo del departamento de estado (Demócrata) en la avenida Belgrano a pocas cuadras del Departamento de Policía Federal.
Demás esta decir que el Batallón de Inteligencia 601, con sus medios de reunión de información exterior, cumplió con el “minado de sistema de escucha y análisis de vulnerabilidades, todo en directo enlace con l coordinador de la CIA.
En días subsiguientes, PD , recolectaba firmas y datos de supuestos desaparecidos y se volcaban en el Libro Azul, manteniéndose enlaces permanentes con el Departamento de Estado.
DESAPARECIDOS
Hubo dos acciones que la Junta debió tener n cuenta para actuar. Entregar los cuerpos o declararlos desaparecidos.
El departamento de estado por decisión de Carter, era no complicar la democracia con actos jurídicos dudosos. Y sugirió a Videla la figura del “desaparecido”
La visión de la CIA, era concurrente con el fusilamiento o caído en combate y la entrega a sus familiares.
A su vez la CIA, en acuerdo con el B 601, establecieron la eliminación de Patricia Derían y su equipo en manos de los argentinos. La Jefatura II Icia. No lo acepto. Y tuvo un distanciamiento de la CIA que hoy todavía perdura.
DEL LIBRO DE PATRICIA DERIAN SURGEN.
Mediante los contactos en especial Esquivel, las bases del Nunca Mas
Y además la cantidad sin fundamentos de los 30.000, cuando el enemigo con sus distintos niveles no superaba los 11.000.
Sin embargo, el trabajo del departamento de estado y específicamente Patricia Derían lograron lo que se patrocinaba para la Argentina.
CONCLUSIONES
El génesis de los 30.000 – esta probado y existe documentación den el Departamento de Estado de EEUU.
En la Central de Inteligencia Americana.
En el Mossad israelí, que siempre cuida a sus hombres.
En el MBD Servicio de Inteligencia Alemán
Todos los medios de interés de inteligencia a los cuales le interesa la Argentina.
No censurar, cueste lo que cueste dando siempre la cara no eludiendo tema alguno por más comprometido que sea este, son algunas de las reglas básicas con las que funciona este sitio. En la sección comentarios (solo allí se permite el anonimato si así lo quiere el participante) de la última nota de JOSÉ LUIS MILIA, titulada “SON 130, ¿O NO?” surgió una controversia sobre algunos aspectos de los trágicos “años de plomo” de Argentina. A la misma ahora se sumaron, el Mayor CARLOS ESPAÑADERO y el Teniente Coronel ARIEL VALDIVIEZO, quienes como en otras oportunidades nos hicieron llegar sus muy respetables opiniones. Haciéndolo aún en la desventajosa situación de arresto domiciliario en la que se encuentran, dan la cara y no se arrodillan ante nadie, por ser dignos soldados y hombres de bien. Considerando el valor de sus expresiones las publicamos como notas por separado a partir de hoy y mañana. El escarnio y la censura con quienes defendieron el país, son la mayor prueba de la hipocresía e iniquidad ejercida por parte del periodismo en general (por supuesto hay excepciones), miembros de la justicia, iglesia, funcionarios gubernamentales y gran parte de la sociedad. Para todos estos los adultos mayores que padecen y mueren en ilegal prisión, no existen.
usted lo firma con ese nombre y con una foto que indudablemente no es la suya, lo que a mi entender lo hace poco creíble, cobarde y tendencioso. Si desea que se lo tome en serio, tenga a bien identificarse como lo haría cualquier hombre de bien, lo que sería una condición sine qua non, no obstante y entendiendo que su actitud demuestra una clara ignorancia sobre qué es la guerra voy a contestar sus palabras.
Para ella debo empezar por lo elemental, y es enseñarle que el concepto “guerra cultural no es volátil e imprecisa”, es un concepto constituido por dos palabras bien diferenciadas las que definen exactamente una situación de conflicto entre opuestos.
GUERRA:
Lucha armada prolongada entre dos o más naciones durante la cual se producen diversas batallas.
Lucha o disputa continua entre personas, organizaciones, que puede dar lugar a actos violentos. “La guerra entre las dos familias más ricas de la provincia duraba desde principios del siglo pasado”.
CULTURA:
Cultura es todo complejo que incluye el conocimiento, el arte, las creencias, la ley, la moral, las costumbres y todos los hábitos y habilidades adquiridos por el hombre no sólo en la familia, sino también al ser parte de una sociedad como miembro que es.
La guerra cultural está basada fundamentalmente en la guerra sicológica, ya que la finalidad de la misma es conocida también con otros términos, como guerra política, “ganar las mentes y los corazones” y propaganda.1 El término de guerra psicológica se usa para “definir cualquier acción que se practica sobre todo por métodos psicológicos con el ánimo de evocar una reacción psicológica planeada en otras personas”, que no es otra cosa que una guerra.
Una ideología es un conjunto normativo de emociones, ideas y creencias colectivas que son compatibles entre sí y están especialmente referidas a la conducta social humana. Las ideologías describen y postulan modos de actuar sobre la realidad colectiva, ya sea sobre el sistema general de la sociedad o en uno o varios de sus sistemas específicos, como son el económico, social, científico-tecnológico, político, cultural, moral, religioso, medioambiental u otros relacionados al bien común.
Espero entienda lo que acabo muy escuetamente de explicar, ya que hablar tanto de cultura como de guerra se podría hacer varios libros.
Habiendo desasnado a usted, respecto a lo que es la guerra, comienzo a analizar su tendencioso escrito, típicamente característico de las mentiras de los subversivos, es decir la memoria impuesta por el gobierno de los Kirchner y ahora por el de Macri con respecto de los 30 mil desaparecidos.
Antes de analizar sus dichos es también conveniente que le transcriba algo que es de público y notorio conocimiento, que fue publicado por los distintos medios de comunicación social, pero en este caso no me remonto a nuestros diarios sino a el diaria “El Español” que expresa:
“De ellos, 6.348 cayeron en la dictadura, es decir menos de una cuarta parte (21,16% de los 30.000 que se creía) y 952 fueron asesinatos (sin ocultamiento del cadáver). Otro dato sorprendente ha surgido del desagregado de la cifra total: durante la presidencia de la viuda de Perón, de 1974 a 1976, se produjeron 662 desaparecidos y 609 asesinatos por causas políticas pese a que se trataba de un gobierno constitucional, surgido de elecciones realizadas en 1973.
Sin embargo, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, ha asegurado a EL ESPAÑOL que “esto es información pública, no fue creada por nosotros con un interés particular, sino la respuesta a un derecho que es el acceso a la información, con datos que contaba la secretaría de Derechos Humanos en el 2013, y no hay ninguna intencionalidad en su difusión”
Me contaron que tenían orden de no hacerla pública porque chocaba con la de los 30.000 desaparecidos
Otra dirigente humanitaria, Graciela Fernández Meijide, ex secretaria de la Comisión Nacional de la Desaparición de Personas (Conadep) y madre de un adolescente de 16 años desaparecido en la dictadura, autora del libro La historia íntima de los Derechos Humanos en Argentina, ha confirmado las cifras desveladas por la Administración.
“En 2009 hablé con funcionarios, viejos conocidos míos de la Conadep, y me confirmaron que la cifra es ésta que se difundió ahora. También me contaron que tenían orden de no hacerla pública porque chocaba con la de los 30.000 desaparecidos”, confió a EL ESPAÑOL.”
Inicia mencionando que somos los militares los que “más o menos” saben estos temas, es tan cínica su pregunta que mediante una cuenta de suma o resta pretende imponer nuevamente, muy sutilmente, la mentira de los 30.000 desaparecidos, mediante una pregunta de dónde están los otros faltantes.
En primer lugar no somos los militares lo que sabemos más o menos el número de desaparecidos, son cifras oficiales de su querido KIRCHNER sustentadas por MACRI, y otra descerebrada como usted, la Heidi porteña, María Eugenia Vidal, impuso por ley esta mentira en la provincia de Buenos Aires.
Efectivamente algunos documentos mencionan la cantidad de combatientes que tenían las organizaciones guerrilleras en la argentina, los mencionados en el juicio 13/14 (A los comandantes), otros de los mismos jefes de las organizaciones terroristas hablan de muchos más, como otros que hablan de 1300 guerrilleros, como puede ver, estimado cobarde e hipócrita, esas cantidades varían enormemente, particularmente prefiero acomodarme a las cantidades que mencionan los mismos guerrilleros, pero la cantidad para mi análisis no es algo primordial.
Así como Ud. miente sobre los 30 mil podría hacerle la pregunta al revés, ¿Cómo puede haber 30 mil desaparecidos si solo en total las organizaciones no llegaban a los 4 mil combatientes? ¿Dónde están los otros 25 mil? por eso es que su pregunta está cargada de hipocresía buscando reafirmar semejante mentira, en apoyo a estas sangrientas organizaciones. Al estar su pregunta llena de falsedad y mala intención, supongo debe de ser un zurdo más que anda pululando semejantes aberraciones de este sucia Política de Estado ¡LA MENTIRA!
Y contestado a su pregunta solo me resta mencionar que reduce vergonzosamente una guerra con muertos y desaparecidos a simples operaciones matemáticas. Entiendo que, si puedo contestarle sobre los desaparecidos con total acierto, porque como le mencionara los 6348 son cifras oficiales y no son mentiras como la suya. Puesto que como buena calaña pregunta sobre algo que todo el mundo sabe y usted también, que es una mentira oficial de los dos últimos gobiernos de KIRCHNER Y MACRI.
Si quiere saber dónde se encuentran los faltantes, que Ud pretende hacerlos pasar por desaparecidos, puede preguntar en primer lugar a los propios subversivos que ahora se llenan la boca hablando en los medios de comunicación social como si fuesen una maravilla. Luego a los diputados y senadores que ocupan bancas y que asesinaron gente con esas organizaciones. También puede preguntarle a el “EL MONO” LORENZETTI, ex Presidente de la Corte Suprema de Justicia, que supongo no ignora que fue un asesino Montonero, con grado y todo dentro de la organización guerrillera y que ahora lidera la justicia de este pobre país. Puede preguntarle a Cristina y a Mauricio cuantos terroristas albergaron en su gobierno, solo para dar un ejemplo de los miles que se encuentran en esa situación, el caso de Patricia Bullrich (montonera) como Ministra de Seguridad y el caso de Nilda Garré Garre (ERP) como Ministra de Defensa y también de Seguridad.
Por último, quería informarle para su conocimiento, sobre si se perdió o ganó la guerra, pero antes debo ilustrarlo sobre la estrategia sin tiempo, estos zurdos como Ud, nunca terminan de atacar de cualquier forma que le es posible, su ataque es permanente y no tiene fin ni aun obteniendo sus objetivos. Por eso cuando se habla que se ganó la guerra, en realidad se ganó una batalla, la de las armas, pero como consecuencia de los gobiernos que desde 1983 viene apoyando directamente a estas organizaciones, esto les ha permitido ir ganando la guerra por otros medios. Esos están dentro de lo que se llama guerra cultural o más específicamente la llamaría segunda fase batalla cultural la cual, sí la estamos perdiendo, pero no las fuerzas armadas, esta fase las pierde la Patria en toda su extensión, por la inoperancia e indiferencia de su pueblo.
PP – VGMT (PRESO POLÍTICO Y VETERANO DE GUERRA EN EL MONTE TUCUMANO)
Ariel Valdiviezo
DNI. 8 196 717
*EN ARGENTINA, MIENTRAS EL BUEN CHAMPAGNE ES COMPARTIDO Y CONSUMIDO POR FUNCIONARIOS Y UNIFORMADOS DE TODAS LAS FUERZAS, CAMARADAS DE ESTOS ÚLTIMOS, SILENCIOSAMENTE SUFREN Y MUEREN EN PRISIÓN.
No censurar, cueste lo que cueste dando siempre la cara no eludiendo tema alguno por más comprometido que sea este, son algunas de las reglas básicas con las que funciona este sitio. En la sección comentarios (solo allí se permite el anonimato si así lo quiere el participante) de la última nota de JOSÉ LUIS MILIA, titulada “SON 130, ¿O NO?” surgió una controversia sobre algunos aspectos de los trágicos “años de plomo” de Argentina. A la misma ahora se sumaron, el Mayor CARLOS ESPAÑADERO y el Teniente Coronel ARIEL VALDIVIEZO, quienes como en otras oportunidades nos hicieron llegar sus muy respetables opiniones. Haciéndolo aún en la desventajosa situación de arresto domiciliario en la que se encuentran, dan la cara y no se arrodillan ante nadie, por ser dignos soldados y hombres de bien. Considerando el valor de sus expresiones las publicamos como notas por separado a partir de hoy y mañana. El escarnio y la censura con quienes defendieron el país, son la mayor prueba de la hipocresía e iniquidad ejercida por parte del periodismo en general (por supuesto hay excepciones), miembros de la justicia, iglesia, funcionarios gubernamentales y gran parte de la sociedad. Para todos estos los adultos mayores que padecen y mueren en ilegal prisión, no existen.
www.PrisioneroEnArgentina.com
RESPONDER EN PRISIONERO EN ARGENTINA
Escribe: Mayor (RE) del Ejército Argentino, CARLOS ESPAÑADERO
El 22 de junio, se publicó una nota, donde con motivo del anuncio de la Sra. Carlotto, de que se había recuperado el nieto 130, desaparecido durante las guerra sufrida en nuestro país entre 1965 y 1983, se publica una comprometida poesía de un ciudadano que luchó en contra del terrorismo subversivo.
Como combatiente de esa trágica y dolorosa época, no puedo más que expresar mi alegría si la persona recuperada era ciertamente un nieto que no había podido desarrollarse en su seno familiar. Es decir, que esto haya ocurrido, y por lo tanto si es cierta la información publicada.
La guerra en todas sus manifestaciones, presenta hechos innegablemente crueles que no pueden ser ignorados y mucho menos justificados. Y es imprescindible que se los denuncie y repudie enérgicamente, sea del bando que sea. Y esta postura es positiva, cuando a partir de esto, se hace extensivo la condena a la criminal aceptación de la guerra por parte de la Humanidad y el mutuo terrorismo que se desarrolla desde todos los involucrados.
Pero es imperativo, ubicar la condena hacia el hecho social “Guerra” y no hacia las personas obligadas a prestar servicio en las mismas. Esto es complejo, porque a la vez, en todas las guerras se percibe las iniquidades que cometen una multitud de seres humanos, aprovechando el descontrolado y brutal poder que adquieren, para cometer iniquidades que sostienen se justifican en nombre de la Patria, de la Justicia, de la sensibilidad social, de una hipotética revolución o de cualquier buena razón que se aduce para realizarlas. Y para peor, la criminalidad de los bandos, que hasta premian estas aborrecibles conductas.
Mientras las guerras se desarrollan entre naciones, se ha logrado por lo menos la idea de un derecho internacional humanitario, que dio vida a las convenciones de Ginebra e incluso a entidades esenciales como la Cruz Roja Internacional. Las primeras han dado algún resultado, aunque los gobiernos en guerra las han tratado de burlar y desvirtuar, cuando no ignorarlas. La segunda, con un rico historial de ecuanimidad, han sido en muchos casos, quebradas gracias a la incorporación de personas comprometidas con un enfoque que les permitía aplicarlos a los bandos transformados en sus enemigos.
Recientemente en los organismos internacionales, se ha puesto de manifiesto un interés en imponer normas que, si bien son deseables, no hay disposición de las potencias mundiales en aplicarlas, salvo cuando sirvan a sus objetivos.
Lo expuesto, a manera de introducción, requeriría un trabajo muy extenso que permitiera fundamentar estas afirmaciones, y considerarlas por lo menos discutibles. Por lo tanto las dejo a título de hipótesis que permitan aproximarse a la interpretación de lo que expondré.
El motivo de este escrito, es considerar algunos comentarios que origina la nota del autor, que nos lleva a un debate que debería llevarse a cabo y que si no fuera por mi avanzada edad y mi personal esfuerzo literario en la historiografía de la tragedia terrorista argentina que desearía dejar lo más avanzado posible antes que Dios me llame a rendir cuentas, me interesaría participar.
Iré tomando los comentarios recogidos y agregando los míos, que no son verdades nacidas de mi soberbia sino de mi deseo de aportarles algunos enfoques que puedan ser útiles.
Con relación a lo afirmado por la persona que se identifica como Río de la Plata:
“Argentina entro a una guerra revolucionaria entre los 60 y los 70 en la que al país lo agarraron en ‘bolas’ sin una Ley específica del Congreso que diga cómo, quien y cuando combatir al terrorismo urbano y guerrillero. Así todos los partidos políticos y la no Justicia estarían de acuerdo como ganarle al terrorismo. Se fue aprendiendo sobre el camino y así nos fue.”
En mi opinión todas las guerra son revolucionarias. Es decir, todas son únicas, con sus propias características originadas en sus motivaciones, sus estrategias políticas y militares empleadas (donde gravitan los conductores estratégicos empeñados), los sistemas de armas empleados, etc. La guerra sufrida en nuestra nación se desarrolló en el marco de la Guerra Fría (que aunque no es aceptado fue la Tercera guerra mundial). En el marco estratégico planetario es por lo tanto teatro de operaciones dentro de nuestro territorio. Esto la hace “un conflicto armado no internacional” en el lenguaje del artículo 3 de las convenciones de Ginebra, en el lenguaje de la OTAN, “guerra interna”, y en el lenguaje político “guerra civil”. Comparto que ni el país ni sus FFAA estaban preparadas para una “guerra civil”, aunque podríamos sostener a nivel discusión que hasta ahora no hay países capacitados en sus propias guerras civiles. Por otro lado la guerra civil tiene la propiedad de romper la cohesión interna de la nación, y por lo tanto es totalmente dudoso que emerjan normas del gobierno que sea respetado por uno o varios de los bandos existentes. Por otro lado presenta diversas perspectivas (dos bandos o más de estos que se sienten soberanos) la existencia o no de porciones territoriales en poder de diversos bandos, etc.
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No puedo seguir más extenso. Me remito a los 3 tomos publicados sobre la Tragedia Terrorista argentina que a través de Prisionero en la Argentina gratuitamente los he puesto a disposición. Dado que la obra está en elaboración (tomo 04 y mas) éstos tomos solo tienen lo que a mi juicio son las antecedentes de la guerra que estoy escribiendo a partir del tomo 04 (si vivo).
Me refiero ahora al diálogo entre Google User y Patricio, donde aporto el mío. Transcribo los mismos:
Google User
una pregunta, no sé si es adecuado ponerla aquí, pero ustedes que “más o menos” saben de estos temas, quizás me puedan ilustrar: ustedes por lo general sostienen la tesis que no desaparecieron tantas personas, que solamente desaparecieron 8 mil personas como mucho (un poco menos, un poco más). Sin embargo, en libros como el de Nicolás Márquez, en algunos artículos de la “lucha contra la subversión” y en el Documento Final de la junta militar de 1983, se dice que la subversión contó con 25.000 subversivos, de los cuales 15.000 fueron combatientes. Mi pregunta es: si los militares ganaron la guerra como generalmente ustedes sostienen también ¿Dónde quedaron los restantes “combatientes” de la subversión??? ¿Desaparecieron o no desaparecieron? Porque no tiene sentido ganar una guerra haciendo desaparecer a poco más de la mitad de los 15.000 combatientes, y que los restantes 7 mil combatientes se queden tan conformes. Considerando que estuvo la Contraofensiva de Montoneros, no parece coherente que haya 7 mil combatientes que no desaparecieron, no parece tener mucho sentido que los militares digan que ganaron la guerra. Tengamos también en cuenta que el Documento Final de 1983 se publica en pleno contexto de las denuncias por 30 mil personas desaparecidas, por lo cual ha generado la sensación en varios investigadores que ese documento pretendía “igualar” la cantidad real de desaparecidos con un número artificial de subversivos. Eso quería preguntar: ¿Dónde quedaron los restantes combatientes subversivos si los militares ganaron haciendo desaparecer “solo” a la mitad de ellos??????
Respondo: Una guerra es un proceso político cruento, que pretende con violencia imponer objetivos políticos. Un instrumento esencial es el aparato armado de cada uno de los combatientes. En el caso de naciones, estos aparatos armados son las FFAA. No son los únicos, dado que la guerra es una situación límite, como diría el filósofo Jasper, que pone en juego la subsistencia de los países en pugna. Los campos de combate son teatros de operaciones de mutuo exterminio, que no se asemejan a campos deportivos. Para eso se usan armas de todo tipo (desde pistolas a tanques, submarinos, portaaviones, caza bombarderos, cañones de largo alcance, bombas de toda clase, incluso nucleares y aún delictivamente gases) Aseguro que ninguno de estos instrumentos son muy aptos para diálogos ni para tomar un café con el enemigo. Los éxitos y fracasos militares se dan generalmente en estos espacios terrestres. Es ahí donde se puede hablar de éxitos o fracasos militares. Pero la mayoría de las veces no define la suerte de una guerra. La guerra se gana o se pierde en el nivel de los gobernantes o lo que queda de ellos. La pregunta del señor Google User centra su preocupación asociando desaparecidos con guerra exitosa. Ganar una guerra no supone que se haga desaparecer a todos los enemigos. De ser así podríamos decir que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, han desaparecido todos los alemanes, los italianos y los japoneses. O si quedaron vivos, que la guerra no ha terminado. De ahí que se dice que “aniquilar” significa “quitar la voluntad de lucha”. Por otra parte, es común que en todas las guerras hayan desaparecidos, y es una impresión mía, relativamente pocos prisioneros de guerra. Otra característica es el concepto profesional de “enemigo”. El enemigo es circunstancial, mientras dura la guerra. Luego de ello, llegada la paz (logro político) los enemigos se convierten por lo menos en personas que deben tener buen trato. Las guerras civiles han originado que los enfrentamientos se produzcan entre FFAA y terroristas (salvo que se dividan las primeras), y hace más notable que el aparato militar enfrenta otro aparato militar que no es profesional. Estos últimos, no se sienten identificados con la conducta militar ni con la formación institucional de éstos. Y bueno en Argentina tenemos un buen ejemplo: FFAA que han retornado a la paz y grupos que fueron terroristas que lo tienen como enemigo hasta que logren matarlos o humillarlos.
Volviendo a los desaparecidos, no hay hasta la fecha, una estadística mínimamente aceptable sobre la cantidad de desaparecidos. Por lo menos que yo conozca.
En cuanto al resultado de la guerra, se podría decir que en el campo militar las fuerzas gubernamentales triunfaron. Pero en la definición de la guerra, que es política el triunfo fue del otro bando.
En mi discutible opinión la derrota política tiene la peculiaridad de la incapacidad de quienes gobernaron toda esa trágica época, y de la ferocidad de los triunfadores que aun hoy buscan la manera de mantener vigente el odio que alimenta la venganza y el quiebre del frente interno del país.
Cifra oficial del gobierno de Néstor “Eternauta” Kirchner: 6348, al que no se puede acusar de Derecha. Respecto al resto, recomiendo el libro de Carlos Manuel Acuña “Los Traidores”, y otro, que realmente son dos “Por amor al odio” del mismo autor. Hay otros, pero estos pueden aclarar las dudas, en especial Los Traidores. Y con respecto a ganar, si hubiese sido así, hoy no tendríamos ningún uniformado preso. Se puede haber ganado la batalla de las armas, por así decirlo, porque un bando dejó de tirar y comenzó otra clase de guerra para lo cual los militares no estaban preparados y es la Cultural. Se apoderaron de los medios, los cuales de por sí tienen tendencia hacia la izquierda y aplaudir sus “hazañas”, imponiendo el relato de los “muchachos idealistas que buscaban un mundo mejor y sacar del gobierno a los Milicos” pero desde el año 1969 hasta 1979 y contamos 1989 La Tablada, el 51 % de los atentados fueron en…..DEMOCRACIA con un gobierno elegido por el 62 % de los votos y otro con el 51 %. Pero también en esta penúltima escaramuza (no se sabe cuando será la última), lograron que la misma no aparezca como contra un gobierno constitucional en los libros de historia reciente, esta es la forma de “ganar” una guerra o mejor expresado una Batalla…..por ahora.
Con respeto al comentario de Patricio, mi respetuoso silencio ante la opinión de una persona que intuyo ha vivido y sufrido las alternativas de la guerra y de la post guerra. Hay cosas que podría compartir o cosas en que podría disentir, pero que no justifica el tiempo que nos llevaría a ambos. Además, es un luchador.
mmmm creo que la pregunta sigue sin responder. Independientemente de lo volátil e impreciso que es el concepto de “guerra cultural”, la pregunta sigue ¿Por qué los militares dicen haber ganado la “guerra” de las armas contra los subversivos, haciendo desaparecer únicamente a 8 mil de los supuestos 15 mil combatientes? Es más, el señor Ramón Genaro Díaz Bessone en su libro “Guerra Revolucionaria en la Argentina: 1959-1978” dice que la subversión tuvo 30.000 guerrilleros. Pero incluso si hubiesen tenido 15.000 como el Documento Final ¿Qué pasaron con los restantes combatientes??? Algo que no tiene sentido en el relato de los militares
Sr. Google User: Ignoro el motivo por el cual menciona “Guerra cultural”. Es cierto que todo lo que sacude a una sociedad en la mayoría de los casos, se transforma en “usos y costumbres” y estas pueden insertarse en la cultura de la misma. Pero a pesar de existir defensores de la guerra a la que consideran un imprescindible progreso, sinceramente prefiero que la Humanidad progrese mediante una civilizada educación que ayude a conformar la base cultural de los seres humanos viviendo pacíficamente. Pero esto es una opinión.
Con respecto a las cantidades de desaparecidos creo haber explicado mi interpretación. Yo prefiero una guerra sin desaparecidos. Igual se puede ganar.
el libro no aparece en internet, y no quiero comprármelo para resolver una sola pregunta ¿No me puede sintetizar más o menos qué sucedió con el resto de los combatientes??? Me parece una incoherencia por parte del relato de los militares que de 15 mil combatientes, hayan ganado la guerra desapareciendo solamente a 8 mil, y que el resto no hiciera nada. No tiene sentido… no me van a decir que todos se pasaron al otro bando, que los restantes 7 mil se pasaron al bando militar.…
Sr. google User: Su avidez por identificar desaparecidos con ganar la guerra, me hace pensar en que Ud. sería un feroz conductor de una guerra que convertiría en un exterminio absoluto, para con ello considerarla exitosa. Por suerte mis 87 años me hacen pensar en que mi muerte me hará “safar” de este riesgo. Yo tengo muy presente que en una guerra civil se enfrentan connacionales. Un enemigo muerto, es también un argentino muerto.
Con respecto al comentario de mi amigo Claudio, me alegra la coincidencia. Si no fuera porque el gobierno nos tiene pagando delitos que no cometimos, en nuestros domicilios convertidos en jaulas de castigo, podríamos creer que nos ponemos de acuerdo para decir lo que sentimos.
Pero pongamos una disidencia: Los héroes existen. Pero no andan publicando sus heroicidades. Los héroes no se consideran héroes a sí mismos. En el caso de las guerras son las naciones los que lo reconocen y esto no es inmediato. Además, muchos héroes mueren ignorados. No fueron héroes para que los elogiaran. Fueron héroes porque sus bandos así lo necesitaron y ellos voluntariamente aceptaron.
En lo personal a más de rechazar, siento y pienso que no tendría que haber existido el robo de un solo bebé. No es un acto digno y eso dio lugar “al relato”. En esos tiempos de horror “los otros” (terroristas) mataban a los niños/ñas, no dándole la oportunidad de crecer, jugar, estudiar, tener amigos, enamorarse, casarse, trabajar y a su vez tener hijos, en una palabra, vivir. “El hombre es lobo del hombre”. Atentamente CLAUDIO KUSSMAN
Los Estados Unidos entregaron a Argentina hoy viernes 5.600 documentos recientemente desclasificados relacionados investigaciones e intervencios en el país sudamericano durante los años 70s.
La colección proviene de 16 agencias y se suma a las casi 50,000 páginas de documentos que ya se entregaron como parte del Proyecto de Desclasificación de Argentina, el mayor esfuerzo de desclasificación de gobierno a gobierno en la historia de los Estados Unidos.
Durante una ceremonia en el Edificio de Archivos Nacionales, el archivista de los Estados Unidos, David Ferriero, entregó varios discos duros de documentos escaneados al Ministro de Justicia de Argentina, Germán Garavano.
Más tarde, Garavano dijo a los reporteros que “los documentos incluyen detalles como los nombres de los perpetradores y las víctimas que pueden ayudar al sistema judicial de Argentina a cerrar al menos algunas de las 400 investigaciones pendientes de 30,000 personas desaparecidas por la dictadura”.
Los últimos registros marcan la cuarta y última publicación por el gobierno de los Estados Unidos de documentos relacionados con el período.
El proceso de revisión, que comenzó en 2002, cobró impulso con las solicitudes del presidente argentino, Mauricio Macri, al ex presidente de los Estados Unidos Barack Obama y al presidente Donald Trump.
Un total de 25 empleados del Centro Nacional de Desclasificación, el Centro de Archivos Legislativos y las bibliotecas presidenciales dedicaron más de 1,300 horas para identificar y revisar los registros relevantes. (Medios argentinos indican 320 empleados y 30,000 horas de trabajo. Ver al pie de página el comunicado oficial)
John Powers, director asociado de la oficina de supervisión de seguridad de la información en los Archivos Nacionales, dijo que solo se redime el 3% de los registros publicados y que solo el 1% de todos los documentos relacionados con el tema no se han entregado.
Carlos Osorio, analista de la organización no gubernamental National Security Archive, dijo que el proyecto representa un “nuevo modelo de diplomacia de desclasificación” y que “representa una contribución excepcionalmente valiosa a la causa de los derechos humanos, la causa de la justicia y la causa de Nuestros derechos fundamentales. “Derecho a saber”.
Los documentos fueron presentados mientras el Secretario de Estado de los Estados Unidos. UU., Mike Pompeo, comenzó una gira de cuatro días por América Latina que lo llevará a Chile, Paraguay y Perú.
EL COMUNICADO OFICIAL DEL ARCHIVO NACIONAL DE ESTADOS UNIDOS
Ceremonia marca finalización del proyecto de desclasificación de registros en Argentina
Alerta de medios ·
Jueves 11 de abril de 2019.
Washington DC
QUÉ: el archivista de los Estados Unidos, David S. Ferriero, presentará el tramo final de los registros del gobierno de EE. UU. Recientemente desclasificados al Ministro de Justicia y Derechos Humanos de Argentina, el Honorable Germán Carlos Garavano, que marca la finalización con éxito del Proyecto de Desclasificación de los EE. UU. Para Argentina. La publicación de desclasificación de gobierno a gobierno más grande en la historia de los Estados Unidos.
Esto finaliza un esfuerzo de varios años en 16 agencias y departamentos del Poder Ejecutivo para proporcionar al Gobierno de Argentina registros desclasificados entre 1975 y 1984 relacionados con abusos de derechos humanos cometidos durante la dictadura militar de Argentina (1976-1983).
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional ha publicado la colección en su totalidad, que se puede encontrar aquí: intel.gov/argentina
Los registros publicados por el Centro Nacional de Desclasificación de los Archivos Nacionales están disponibles al público aquí: https://www.archives.gov/argentina/humanrights
QUIEN:
El Honorable David S. Ferriero, Archivista de los Estados Unidos.
El Honorable Germán Carlos Garavano, Ministro de Justicia argentino
El Honorable Fernando Oris de Roa, Embajador de Argentina en los Estados Unidos.
CUÁNDO: viernes 12 de abril de 2019 a las 10 de la mañana.
DÓNDE: Sala de Recepción del Archivista, Edificio de Archivos Nacionales, 700 Pennsylvania Avenue, NW, Washington, DC. El enlace a los registros se proporcionará el 12 de abril de 2019, a las 10 am
TENGA EN CUENTA: Medios de impresión solamente. RSVP a public.affairs@nara.gov. Prensa debe utilizar la entrada de la avenida Pennsylvania.
Fondo
Esto representa la etapa final de un esfuerzo histórico del gobierno de los EE. UU. Para buscar, identificar, revisar el acceso público y proporcionar registros que arrojen luz sobre los abusos de los derechos humanos en Argentina entre 1975 y 1984. El proyecto, a solicitud del gobierno argentino , participaron los Archivos Nacionales de los Estados Unidos y cuatro de sus Bibliotecas Presidenciales (Ford, Carter, Reagan y George HW Bush). Incluía otros 15 departamentos y agencias gubernamentales de EE. UU., Incluidos los organismos de inteligencia, defensa y de aplicación de la ley.
La misión de los Archivos Nacionales es preservar y hacer accesibles los registros permanentemente valiosos del gobierno federal. Para apoyar este importante proyecto, 25 empleados del Centro Nacional de Desclasificación, las Bibliotecas Presidenciales y el Centro de Archivos Legislativos pasaron más de 1,300 horas identificando y revisando los registros relevantes.
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Para obtener información de la prensa, comuníquese con el personal de comunicaciones de medios y medios de comunicación nacional al 202-357-5300.
Jorge Mario Bergoglio, alias El Papa Francisco, se refirió al número de desaparecidos usando el mismo abacus de la gobernadora Vidal y de las organizaciones de “derechos humanos” en Argentina.
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LA REVELACIÓN
El Papa Francisco fue entrevistado por el periodista español Jordi Evole del programa “Salvados”.
Durante la entrevista, que duró 71 minutos, el Sumo Pontífice habló de varios temas: homosexualidad, abusos en la Iglesia, feminismo, desaparecidos e inmigración.
Jordi Evole le preguntó al Papa sobre los desaparecidos durante la dictadura de Francisco Franco y la necesidad de identificar los cuerpos encontrados.
El Papa respondió: “En Argentina fueron más de 30.000 en la época de la dictadura”.
“Me tocó de cerca eso. Siempre he defendido el derecho a la verdad sobre lo que pasó; el derecho a una sepultura digna, a encontrar los cadáveres. En Argentina se sigue haciendo. Es un derecho no sólo de la familia, de la sociedad. Una sociedad no puede sonreír al futuro, teniendo a sus muertos escondidos. Nunca vas a tener paz con un muerto escondido”, agregó.
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COMUNICACIÓN DE JUSTICIA Y CONCORDIA
En un reportaje de 70 minutos para el programa de televisión llamado Salvados, que produce y conduce un periodista claramente enrolado –para decir lo menos- en la línea progre y que se emite para un canal de Barcelona, el Papa Francisco habló un poco de todo.
Nada diremos, con una sola salvedad, de sus respuestas o comentarios a los temas propuestos. Basta con advertir que no habló como Jefe de la Iglesia, ya que no sólo por los asuntos que le planteó el periodista, sino por el tenor de sus respuestas, el Papa se expresó como un político más.
Pero lo que no podemos pasar por alto es que, en un contexto que no correspondía a la Argentina, sino a los muertos y desaparecidos durante la guerra civil española, el Papa dijo textualmente lo siguiente: “En Argentina fueron más de 30.000 en la época de la dictadura. Me tocó de cerca eso. Siempre he defendido el derecho a la verdad sobre lo que pasó; el derecho a una sepultura digna, a encontrar los cadáveres. En Argentina se sigue haciendo. Es un derecho no sólo de la familia, de la sociedad. Una sociedad no puede sonreír al futuro, teniendo a sus muertos escondidos.” Y agregó: “Nunca vas a tener paz con un muerto escondido.”
Nuestra Asociación podría hacer una larga declaración a partir de estas expresiones del Papa. Para ello le sobran autoridad, méritos, derecho y –también- información. Pero en esta ocasión queremos limitarnos a poner de manifiesto tan sólo dos hechos.
Los hechos, como es sabido, son más contundentes que las palabras.
El primero es que el Papa, cuando no era tal, sino sacerdote, después obispo y finalmente Arzobispo de Buenos Aires y Cardenal Primado de la Argentina, nunca dijo públicamente cosa alguna sobre desaparecidos ni sobre el supuesto derecho a encontrar cadáveres, y jamás advirtió a los argentinos que nunca tendríamos paz con un muerto escondido.
El segundo hecho es que la cifra de 30.000 desaparecidos en la Argentina –tan redonda ella- es total y absolutamente falsa, y que su utilización, tanto en el plano local cuanto mundial, cumple la función de una consigna ideológica, que se agita tanto para deslegitimar la guerra contra el terrorismo librada en los años ’70, cuanto para lucrar de manera repugnante con su inevitable resultado de muertos y heridos.
Ningún argentino ignora esto, incluidos aquellos que –estos sí públicamente- reivindican y entonan loas al terrorismo de entonces. Tan evidente es también para ellos la mentira de los 30.000 desaparecidos que, en el vano intento de no caer en el ridículo, afirman con desparpajo que ese número tiene carácter simbólico.
Si alguno cree que hace falta decir más, pues que lo diga.
Como todos saben la gobernadora bonaerense MARIA EUGENIA VIDAL, promulgó el 22 de mayo del año 2017 la controvertida Ley 14.910 de la Provincia de Buenos Aires, imponiendo que la cantidad de detenidos-desaparecidos víctimas del “Terrorismo de Estado” son 30.000. Listo firmado y sellado, no se discute, estamos en democracia pero eso no importa. Si bien son dolorosas cifras del horror, la cantidad real rondaría las 6.348 personas, según el listado depurado en el año 2016 por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Así consta en el “Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado”. A su vez con el paso del tiempo va surgiendo que no pocos están “vivitos y coleando”, con jugosas indemnizaciones en el bolsillo, cobrados por sus seres queridos que por ley no tienen obligación de devolver. Otros murieron ejecutados por deserción o traición a las organizaciones terroristas a las que pertenecían, otros por detonación de la bomba que portaban o armaban para su colocación y otros en enfrentamientos al momento de atacar dependencias estatales, guarniciones militares y de seguridad, siempre asesinando. De cualquier forma, ante estas comprobaciones las autoridades gubernamentales son muy ciegas, muy sordas y muy mudas y de eso no se habla más. ¡Basta! ¡Silencio!
SEGUNDO PASO
Este se da a través de la resolución 2018-27-GDEBA-SSPGYEMSGP aparecida en el BOLETÍN OFICIAL de la Provincia de Buenos Aires, el 13 de abril pasado, casi al cumplirse un año del primer paso. Allí se incluye en los programas de estudio y formación de los cadetes de la Escuela de Policía Juan Vucetich y sus Sedes Descentralizadas, lo que se denomina: “Taller de Reflexión sobre el Día de la Memoria Verdad y Justicia”. Digno de destacar es el punto cinco del Anexo que acompaña la resolución y que textualmente dice: “Por ende, la finalidad del presente taller es, conmemorar a las víctimas de terrorismo de estado y que los alumnos tomen conciencia del significado de memoria, verdad, valores, justicia y la vida en democracia sobre la base en los principios de respeto, promoción y garantía de los derechos humanos como componente central en el proceso de aprendizaje”. Como uno más uno son dos, quiere decir que los jóvenes nuevos policías tendrán fijada en su mente la cifra de 30.000 detenidos-desaparecidos acorde a lo que marca la ley en vigencia.
TERCER PASO
Este se produce por una maliciosa omisión de las autoridades provinciales que manejan los planes de estudios de los futuros policías. Ocultan en el “Taller de Reflexión” que DOSCIENTOS TREINTA de sus miembros fueron asesinados por los terroristas durante los años de plomo. Así la Policía de la Provincia de Buenos Aires es la Institución con mayor cantidad de víctimas del terrorismo. Seguida por CIENTO SIETE de la Policía Federal, NOVENTA Y NUEVE del Ejército y muchos, muchos más de diferentes fuerzas como así también civiles hombres, mujeres y niños. Todas víctimas inocentes del ataque y la sangrienta guerra que sobrevino en el país y en el resto de Latinoamérica, en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado. Ni hablar de numerosísimos lisiados. Detestable no haberlos incluido como dignos merecedores de los derechos humanos que deben ser para todos. Luego de leer, piense y recapacite, nada es casual y seguramente en un corto tiempo más, vendrán otros pasos del mal que avanza sin prisa y sin pausa.
Claudio Kussman
Interno L.U.P 345.349
Servicio Penitenciario Federal
Mayo 02, 2018
EN MEMORIA DE QUIENES MURIERON O FUERON MUTILADOS POR EL TERRORISMO INMISERICORDE QUE ATACÓ LA ARGENTINA EN EL SIGLO PASADO.
Lo que Nos Divide, treinta mil y los negociados. Territorio Mapuche y sus condiciones. Un paso en Falso, Maldonado, Gendarmería y Horacio Verbitsky
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Lo que nos divide
¿Por qué países que han sufrido guerras mundiales han salido adelante? Porque no niegan que la vivieron, no recurren a mitos, disfraces y mentiras. La Argentina no se piensa a sí misma, le falta autoconocimiento, reflexionar, pero para ello es preciso no vivir de relatos que explotan el pasado con el propósito de dividir y reinar. Se sabe fehacientemente, por ejemplo, que no fueron 30.000 los desaparecidos y que el origen de dicha cifra esconde un negociado; sin embargo, en el presente se ha pretendido sostenerla con amparo de la ley. Vivimos tornando personas de nuestra historia en personajes mitológicos que se terminan alejando mucho de lo que en realidad fueron, lo que nos da a pensar que se los utiliza con algún fin. La irrealidad fue una histórica herramienta del poder voraz de la corrupción, que manipula y conquista.
¡Argentinos, despertemos!, basta ya de izquierda, derecha y demás etiquetas prehistóricas. A nuestra patria lo que la divide hoy es la falta de valores, la ausencia de justicia y el descrédito de la honestidad.
El juez Otranto no pudo ingresar al territorio mapuche. Por su parte, el juez Lleral debió aceptar condiciones casi vejatorias para poder realizar los rastrillajes.
La absurda autonomía territorial que no pudo conseguir la guerrilla marxista en Tucumán en los 70 la obtuvo la RAM en 2017 con palos, capuchas y bombas molotov. Carles Puigdemont no está solo. ¿Tendrá Mauricio Macri la firmeza que tuvo Mariano Rajoy?
Eduardo P. Ayerra
DNI 8.254.636
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Un paso en falso
El gobierno nacional, una vez que acredite definitivamente que Santiago Maldonado se ahogó en el río Chubut cuando el 1º de agosto intentó cruzarlo huyendo con varios mapuches de la Gendarmería, podrá desenmascarar al CELS y a su fundador, el montonero Horacio Verbitsky.
La aparición del cuerpo de Maldonado le permitirá a la justicia accionar contra los testigos falsos, entre ellos el señor Santana, que dijo haber visto con unos binoculares cuando la Gendarmería lo subía a un camión. Este testigo fue preparado por el CELS, instalado en Esquel desde el primer momento. Verbitsky, acostumbrado a preparar testigos falsos en los juicios de lesa humanidad en los que, dados los cuarenta años transcurridos, las posibilidades de un tropiezo eran inexistentes, no advirtió que en este caso los acontecimientos posteriores lo podían complicar y terminó dando un importante paso en falso.
El diputado Balestra y su opinión sobre la imposición de los treinta mil desaparecidos en la provincia de Buenos Aires. Pedro Giachino hubiera cumplido 70 años y un compatriota lo recuerda.
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Tergiversación
Una reciente ley de la provincia de Buenos Aires pretende oficializar la cifra de los supuestos 30.000 desaparecidos en el último gobierno militar. Dicho número contradice el informe oficial de la Conadep, que arrojó un número inferior a 8000, cifra esta última, confirmada recientemente por dirigentes de ideologías muy diversas. Pero, además, la citada ley es parte de la grosera tergiversación de la realidad, generada por el gobierno anterior, que, en su afán de imponer un pensamiento único, olvidó a las miles de víctimas del terrorismo apátrida, el que se alzó también contra un gobierno constitucional entre 1973 y 1976 (gobierno éste que, a su vez, ordenó en 1975 aniquilar el accionar de la subversión terrorista en la Argentina). Todo ello agraviando la verdad histórica mediante una memoria sesgada, consecuencia de la cual son los cuantiosos presos políticos, muchos de ellos muertos en cautiverio u hoy aún encarcelados en nuestro país. En tanto, aquellos terroristas que se alzaron en armas contra la Nación disfrutan de su libertad, obtenida con un criterio ideológico parcial y contrario a la legislación internacional, además de verse beneficiados por significativas indemnizaciones que no han recibido, en cambio, las víctimas del terrorismo.
Ricardo R. Balestra
Diputado nacional (MC)
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Al capitán Giachino
Hoy, el capitán de fragata (PM) Pedro Edgardo Giachino hubiese cumplido 70 años. Es probable que no haya ningún acto de reconocimiento hacia este héroe, el primer hombre que derramó su sangre en la recuperación de las islas Malvinas, y que cayó ofrendando su vida valientemente. La presencia argentina en las Malvinas se la debemos a este corajudo capitán. Muchos hoy narran historias, presentan libros y cuentan su propia batalla, pero Giachino llevó desde Mendoza lo más preciado que tiene un hombre de armas, la gloria y el honor. Cayó en su bautismo de fuego con el enemigo. Y allí quedó.
Invoco a Nuestra Señora de la Soledad -patrona de las Malvinas- para que vele por el capitán. Cuando esta Nación reconozca a su héroes como se debe, su nombre quedará en el bronce, coronado de laureles. Que viva en cada uno de nosotros el merecido reconocimiento a todos los caídos.
Monseñor Héctor Aguer y su opinión sobre el beneficio del 2×1 en los casos de lesa humanidad y la obligación de mentir sobre los 30.000 desaparecidos en una provincia de Buenos Aires comandada por María Eugenia Vidal.
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Monseñor Aguer -quién se encuentra en la vereda opuesta al Papa Francisco- tuteló el beneficio del 2×1 a los condenados por supuestos delitos de lesa humanidad, desacreditando al gobierno nacional por las críticas al fallo de la Corte Suprema de Justicia y también a la reciente ley promulgada por el gobierno de María Eugenia Vidal -presente en el momento de estas declaraciones- que establece que las publicaciones oficiales deben consignar como “cívico militar” a la última dictadura y fija el número de desaparecidos en 30 mil.
Estas manifestaciones tuvieron lugar tras el Tedeum que se realizó en la Catedral, del que participó María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia de Buenos Aires, parte de su gabinete y Julio Garro, intendente local.
Aguer afirmó que el hecho de que el jefe de gabinete de Mauricio Macri, Marcos Peña “haya salido a cuestionar el fallo de la Corte demuestra que nuestra República no está muy sana“. Destacando que se trataba de una invasión a otro poder. El arzobispo consideró que estaba fuera de lugar que el Congreso haya sancionado una ley retroactiva contra la decisión de la Corte Suprema.
El religioso se mostró contra la ley provincial que establece que las publicaciones oficiales deben consignar como “cívico militar” a la última dictadura y fija el número de desaparecidos en 30 mil personas. “Se impuso por Ley un número mágico que hay que sostener acerca de las víctimas de la crueldad de la última dictadura. Me parece que no corresponde a la Legislatura imponer por ley algo que es muy discutido”, explicó Aguer. “No me corresponde a mí poner un número, pero digo: ‘¿Por qué la ley va a prohibir que alguien diga que fueron 29.999 o que diga que fueron 30.001?’. No corresponde una ley para eso”.
La gobernadora María Eugenia Vidal observa un libro de historia argentina que descansa empolvado en una de las estanterías de su finca ubicada dentro de una base militar y se puso de rodillas. Es, en definitiva, una persona preocupada por las contingencias que vive su provincia -entre ellas, la educación- pero la dirigente hace gala de su cargo y permite que divisemos que su eficacia en matemáticas no es buena y su apego a las leyes, dudoso.
Para enamorarse bien hay que venir al sur decía una canción de Raffaella Carra -sin premios a su belleza poética, a mi entender- y para mentir hay que visitar la provincia de Buenos Aires -canta la joven y sonriente gobernadora-. Lo curioso es que fuera del territorio de la falacia oficial, Juan José Gómez Centurión, el director de la Aduana, fue sobreseído definitivamente en la causa en que negara la cifra de 30.000 desaparecidos. El fiscal federal Ramiro González prescindió de apelar el sobreseimiento que había dictado el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, quien entendió que Gómez Centurión no incurrió en “apología del delito”, como tampoco exaltó ni reivindicó ningún hecho y/o protagonistas.
La cifra en disputa -recordemos- fue creada por Luis Labraña con el propósito de conseguir recursos financieros para las Madres de Plaza de Mayo, quienes hoy día no dudan en levantar pasacalles donde se lee “Son Treinta Mil” o no se sonrojan en proclamar que es un “símbolo”.
Todos los que votamos por Mauricio Macri esperábamos un cambio, ya que entendimos que “el curro de los derechos humanos” sería liquidado y quisimos creer (O tradujimos) que abarcaría todos los órdenes de su presidencia. Hoy entiendo que esa oración fue otra de las tantas frases de campaña, que en verdad son expresiones en las neblinas, dejadas a la interpretación del consumidor. Clara prueba es el comportamiento de María Eugenia Vidal.
Promulgando una ley totalmente fuera de época y contexto, la gobernadora Vidal pretende que certificar 30.000 desaparecidos le otorga autenticidad y sensibilidad social o barniz de izquierdista. Grave error de su equipo asesor. Primero, que quede bien en claro que un solo desaparecido es en sí mismo una tragedia. Segundo, esa cifra reconocida por los mismos ex terroristas fue inventada. La guerra la inició el gobierno constitucional peronista con varios decretos, y antes la guerrilla fue explícitamente condenada a muerte por el mismo Perón. En su gobierno democrático hubo un alto porcentaje de desapariciones. Seguir usando los muertos de una historia tan trágica como discutida la acerca más a quienes han lucrado en forma corrupta con los muertos para robar en forma escandalosa, a la vista de todos. Aquello es historia. Nos interesan los muertos de ahora, los condenados a la droga o las inundaciones. Con todo respeto le sugiero legislar a futuro y dejar el pasado para los historiadores.
Uno de los indicadores de la decadencia moral de una sociedad debería ser el grado de aversión a la mentira que acreditan funcionarios públicos, periodistas, autoridades eclesiásticas y ciudadanos en general. Falsificar los hechos históricos y promover su difusión desde el Estado y/o los medios masivos de comunicación constituye lisa y llanamente un delito aberrante; tolerarlo, un acto de cobardía o de idiotez política. En vigencia del Estado de derecho, el gobierno tiene la obligación de decir la verdad y los ciudadanos el deber cívico de exigirla. Pues bien, en la Argentina, en términos generales, luego de 35 años de democracia no sucede ni lo uno ni lo otro. El hecho evidente que lo refrenda es la circunstancia de que la legislatura la provincia de Buenos Aires aprobó la ley que obliga a los tres poderes del Estado a adoptar como verdadera, en todas sus manifestaciones oficiales en que el tema lo amerite, la mentira palmaria según la cual durante el gobierno militar que comenzara con el golpe de Estado de 1976, se cometió un genocidio que hizo desaparecer a 30.000 civiles. En la Cámara de Diputados, dicha ley-mentira obtuvo 91 votos a favor y sólo uno en contra (el del diputado Guillermo Castello).
El engendro en cuestión, sin embargo, no ha merecido de legislador nacional o gobernador alguno siquiera un monosílabo que la resista. El ignominioso silencio se extiende también a la prensa, la iglesia, sindicatos y demás asociaciones civiles.
La verdad al respecto o, si se quiere, lo más aproximado a ella es el número oficial que obra en la Secretaría de DD.HH. de la Nación, el cual confirma que la cifra de desaparecidos durante el gobierno militar asciende de 6.348. Número que surge de las denuncias presentadas por los deudos en los últimos 35 años. Verdad es también que no hubo ningún genocidio y que la represión “genocida” a las bandas subversivas que asolaban el país fue ordenada por el gobierno peronista. En el colmo del cinismo el senador Norberto Amilcar García alegó que “los militares” desaparecieron a 30.000 civiles porque “pensaban distinto”. Pero ni la represión comenzó el 24 de marzo de 1976 ni fue por pensar diferente. Fue Juan Perón (del que nadie puede negar su filiación peronista) y no el general Jorge Rafael Videla el que, en discurso por Cadena Oficial del 20 de enero de 1974, los definió: “El aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos los que anhelamos una patria justa, libre y soberana…” (Otra que “pensaban distinto”).
Ahora bien, si este fuera un país medianamente decente, los legisladores nacionales (Carrió, Pinedo, Massa, Tonelli, Stolbizer, Wolf, Negri y algún otro de los que todavía se puede esperar algún gesto de dignidad) estarían haciendo cola para pedir la intervención federal del Poder Legislativo de la provincia de Buenos Aires; también y por su parte, la gobernadora María Eugenia Vidal hubiera vetado in limine la ley mamarracho. Mas, no somos Dinamarca, ni Perú, ni Uruguay; pero ni en Venezuela una ley semejante hubiera sido aprobada por unanimidad. La triste circunstancia de que los políticos locales, por acción u omisión, hayan traicionado con descaro los más elementales principios republicanos revela que la inhabilidad moral no es un fenómeno aislado que afecta solo a una provincia sino un tsunami que encharca casi sin excepción a todo el arco dirigencial argentino y que estamos, como dice el tango, “en un mismo lodo todos manoseaos…”
El periodista de Clarin, Osvaldo Pepe, entrevista a Graciela Fernández Meijide.
-¿Por qué cree que cada tanto un funcionario macrista sale con declaraciones polémicas sobre el número de desaparecidos? ¿Es una provocación o una decisión estratégica en materia de derechos humanos?
-Bueno, no es un tema del macrismo ése. No es un tema, en todo caso, de la mayor parte de la gente del macrismo. Primero, esto lo dije cuando fueron las elecciones, que había tres candidatos, Macri, Scioli y Massa y que ninguno de los tres está involucrado con los temas de los 70. En cierta manera, mejor.
-¿Por qué se sigue discutiendo el número de desaparecidos, tiene importancia ese conteo en la dimensión de la tragedia?
– Para mí importa, porque soy amante de la historia y todo lo que sea más cercano a la verdad, es lo que más me gusta.
Supongamos que hubiera 10 mil desaparecidos, aunque los datos del Nunca Más no son esos, son menores, yo me pregunto… ¿y los otros 20 mil? ¿No tenían familia, no tenían compañeros de militancia, de trabajo? ¿Nadie notó que hubieran desaparecido? ¿De qué me están hablando?
-¿Qué hay de cierto en que se fijó el número de 30 mil para equiparar el plan criminal de la dictadura a la figura de genocidio?
-Eso me lo dijo Eduardo Luis Duhalde. Por allí Luis Labraña (ex dirigente montonero) dice que él tiró esa cifra, pero le pone un contenido mucho menos noble. Dice que fue para que en Holanda les dieran más plata a las Madres. Lo de Eduardo Duhalde tiene otro sentido, es que la figura del genocidio, que era lo único que tenía como convención las Naciones Unidas que se podía acercar a lo que nos estaba pasando, era el genocidio. Porque la “desaparición” no existía como figura jurídica, existió mucho después la “desaparición forzada”, ya en democracia. Sí existía la figura de tortura, seguida de muerte…
-¿Qué dice usted sobre este debate?
– Supongamos que hubiera 10 mil desaparecidos, aunque los datos del Nunca Más no son esos, son menores, yo me pregunto… ¿y los otros 20 mil? ¿No tenían familia, no tenían compañeros de militancia, de trabajo? ¿Nadie notó que hubieran desaparecido? ¿De qué me están hablando?
-¿No cree que hay quienes usan ese argumento para decir “bueno, no fue tanto”?
-Sí, todo lo que quiera. ¿Sabé cuántos casos necesitó Strassera para conseguir que se condenara a las tres Juntas y después siguieran para abajo, por la sentencia? Unos 900, 940. No necesitaban llevar ni siquiera a los 8 mil y pico del Nunca Más.
-¿Somos una sociedad que se regodea con el pasado y la cultura de la muerte?
-Yo no sé si somos la única sociedad a la que le pasa eso. Lo que sí es cierto es que lo que mejor nos sale es poner al adversario como enemigo. Usted va a Washington y se pone donde están todas las filas de los héroes y nadie entra a discutir si en la Guerra Civil estuvo con el Norte, si estuvo con el Sur. Son los que construyeron esa nación.
-En el acto del 24 pareció que los 70 hubiese sido ayer, ¿qué sensación le produjo?
-Fue como un acto, dentro de otro, tras otro. Sí, el segundo imbricado en el primero y después, el tercero, que ya es un clásico, separado. Parecía un gran barullo, pero al final fue clarificador. Por primera vez el kirchnerismo mostró su admiración por la lucha armada y por primera vez en la historia de los organismos de derechos humanos se levanta el tema de esa lucha armada como algo digno de ser notificado. Y también por primera vez uno de los organismos de derechos humanos dice que forma parte de un partido político, que es el kirchnerismo. Ni siquiera el peronismo.
-¿Qué siente cuando escucha “Macri, basura, vos sos la dictadura”?
-Quien dice eso está usufructuando de una posición legítimamente ganada, digo de oposición a la última dictadura, desde la resistencia, y ahora llama dictadura a todo lo que no le gusta. Termina identificando como un gran enemigo a lo que no le gusta.
-¿El kirchnerismo hizo de los derechos humanos “un curro”, como dijo alguna vez Macri, o hizo política?
-Hizo política. Básicamente, instrumentalizó los derechos humanos para la política. Esto es muy claro porque en los 12 años, para poner un solo ejemplo, en que Néstor Kirchner fue gobernador en la provincia de Santa Cruz, ni un día 24 de marzo hizo un acto público. Ese uso político fue una falta de respeto en algo en que los argentinos habíamos logrado un consenso. Donde había un reconocimiento, que hace que muy posiblemente Alfonsín pase a la historia como el presidente que construyó eso. Los Kirchner se interesan en los derechos humanos cuando llegan al poder y es Horacio Verbitsky, quien les dice que tomen este tema porque les iba a permitir proyectarse, entre otras cosas.
-¿El consejo de bajar el cuadro de Videla…?
-Si algo supieron los Kirchner, sobre todo creo que él, fue manejar el tema de los símbolos, que en política es muy importante. Porque el voto es mucho más sentimiento que racionalidad. Era muy simbólico el gesto teatral de descolgar el cuadro de Videla, por ejemplo. Fue algo teatral, pero llenó de emoción a un montón de gente.
-¿Qué sintió cuando Kirchner se disculpó en nombre del Estado por no haber hecho nada por los derechos humanos?
-Y, mucha bronca. Mucha bronca, mucha falta de respeto. Sentí que se despreciaba todo lo hecho. Primero decía, ¿pero este tipo ni leyó los diarios en su momento? ¿No se enteró de que estaba la CONADEP? ¿No se enteró de que se ingresó varias veces a la ESMA con sobrevivientes, que los que aceptaban entrar estaban muertos de angustia?
-¿Por qué cree que Cristina designó a Milani al frente del Ejército?
-Creo que lo apreciaba en su doble condición: ser del cuerpo de Inteligencia, es decir estar entrenado para espiar, y por haber aceptado declarar que se ponía al servicio de la causa “nacional y popular”. Se equivocó cuando creyó en serio que Scioli era el candidato amado por Cristina y se precipitó a su lado. Mal espía y mal conocedor del tipo de almas que exigen la incondicionalidad total. Hasta en sus estrategias de odio.
-¿Hay consenso sobre de qué hablamos cuando hablamos de derechos humanos?
-Lo que hay es una falta de discusión en serio. Los militares, al haber elegido el método de la desaparición forzada como figura predominante del terror, hicieron finalmente de todos los desaparecidos víctimas…pero de ahí a angelizarlos…
-¿Por qué no me cuenta un poco sobre su diálogo con Leis, el ex dirigente montonero fallecido en Brasil?
-Cuando yo escribía uno de mis libros sentía que se le estaba dando a una militancia joven, que no conocía la historia, que no había vivido la dictadura, … que se le estaba dando un relato, donde todo había sido heroico.
-¿Y cómo se da ese encuentro?
– Héctor Leis me había entrevistado sobre derechos humanos. Yo estaba en la Asamblea, él se volvió a ir a Brasil, estaba exiliado. Leí sulibro Testamento de los 70 y surgió lo de juntarnos. Leis decía que la responsabilidad de la guerrilla era similar a la de los militares y otro tema era el del perdón. Promovía que se hiciera una sola lista, con las víctimas de ambos bandos. Yo sostenía que detentar todo el poder del Estado, garantizarse la impunidad, y encima esconder los cadáveres de personas que habían ejecutado sin juicio previo, no era comparable a la acción de la guerrilla. Lo discutimos bastante. Y en el tema del perdón le dije, mirá, en esa soy muy brutal, a mí nadie me pidió perdón por mi hijo Pablo. Nadie lo necesita por lo visto, así que adiós, que te vaya bien. Y si a mí me dicen que van a poner en una misma lista y por ahí se da que el nombre de mi hijo va a estar al lado de uno que lo mató… bueno, ahí te digo déjenlo donde está.
Según quiénes, ¿no? No me gusta hablar de ellas, en serio. Tuvimos diferencias con Hebe durante la dictadura, sin embargo fuimos capaces de pasar por encima de ellas, porque había un enemigo neto. Todos trabajábamos juntos. Las diferencias que había se pasaban por encima. Después había que construir…
(Sobre como serán recordadas Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini)
-Ahora, perdón es una palabra distinta a reconciliación, ¿o van de la mano?
-Es que acá, quien te habla de reconciliación, te habla de perdón primero. A ver, ¿con quién me tengo que reconciliar? Yo, yo. ¿Con los militares que mataron a mi hijo? No, ¿por qué me voy a reconciliar, de qué, si no tengo nada que ver con ellos? ¿Con los militares nuevos? Sí, porque no tienen un carajo que ver, listo. La sociedad, ¿con quién se va a reconciliar? La sociedad tiene otra grieta, que es la pobreza, que es otra historia.
-¿No cree que hace falta el pedido de perdón, por ejemplo de Firmenich sobre la tragedia de los años 70?
-Sí, claro que sí, pero ocurre que Firmenich no lo quiere hacer. Y también los militares debieron hacerlo…
-Bueno, Balza lo intentó…
-Balza la hizo bien, la trabajó bien, tenía muy buenos oficiales al lado suyo…
-¿Cómo cree que van a ser recordadas Hebe y Carlotto?
-Según quiénes, ¿no? No me gusta hablar de ellas, en serio. Tuvimos diferencias con Hebe durante la dictadura, sin embargo fuimos capaces de pasar por encima de ellas, porque había un enemigo neto. Todos trabajábamos juntos. Las diferencias que había se pasaban por encima. Después había que construir…
-¿Y esta Hebe de hoy?
-No tuvo recursos, internos. Creo que Estela tiene menos odio metido adentro. Ser padres de un desaparecido no te convierte automáticamente en una persona diferente de lo que venías siendo. No te convierte en persona buena o persona mala, no. Sos lo que sos y tuviste la desgracia de tener un hijo desaparecido, pero sos lo que sos y lo que fuiste siempre.
-¿Que le despierta Videla?
-Desprecio profundo.
-¿Alfonsín?
-Mucho afecto. Y eso que me peleé con él, cuando la Obediencia Debida.
-¿Menem?
-Lo peor.
-¿De la Rúa?
-Podría ser pena, pero no sé.
-¿Chacho Alvarez?
-Decepción.
-¿Duhalde?
-Es uno de los políticos que más aprendió.
-¿Kirchner?
-Mucha antipatía.
-¿Cristina?
-Igual.
-¿Macri?
-Esperanza.
Una mujer que no se dejó ganar por el odio
“Me produje para el joven”, señala con humor Graciela Fernández Meijide al fotógrafo de Clarín, al abrir la puerta de su departamento del barrio de Belgrano, maquillada y con impecable atuendo de blusa lila y pantalón negro. Vive sola, y deja las tareas de la casa en manos de “una señora que ayuda”, pero le gusta cocinarse su propia comida. Dedica su tiempo a la escritura, la lectura y a preparar su programa radial. Recibe con frecuencia la visita de hijos y nietos, que le brindan la cuota de mimos necesaria para batallar por la vida. No oculta los 86 años que tiene porque los lleva espléndidos, y lo sabe. Erguida, segura en sus ideas y conceptos, no le interesa ser “políticamente correcta” con el repaso de los pavorosos años 70, que sembraron muerte y odio en la sociedad.
Un día partió en dos su vida, como un tajo brutal que la lastimaría para siempre. El 23 de octubre de 1976 un grupo de civiles se llevó a su hijo Pablo delante de sus ojos y los de su esposo: “Lo más fuerte que recuerdo es el momento en que sale Pablo por la puerta. Ahí me di cuenta de que no lo vería más, tuve la sensación de tragedia”.
El operativo no fue violento, le dijeron que pasara a buscarlo por la comisaría 39, pero hasta hoy sigue desaparecido: “Delante nuestro ni lo tocaron, no hubo ni un exabrupto. A Pablo le gustaba hablar de política, pero no militaba en ningún lado y los otros compañeros que se llevaron el mismo día habían estado en la juventud guevarista, pero ya no participaban de la militancia”.
“¿Hoy es feliz? ¿Se puede ser feliz?”, quiere saber el cronista: “A ver, hay un telón de fondo gris, que siempre está… Pero yo diría que no me puedo quejar de la vida. Porque hice muchas cosas, superando eso. Una de las cosas que yo me había puesto acá (se señala la cabeza), que era meter en cana a los militares, la logré . Soy una de las personas que más trabajó para que fueran presos. Ahí hay un cierto bichito de orgullo, pero no me gusta, porque fue el trabajo de muchos”, dice quien logró que el odio no consumiera sus días y el rencor la invadiera.
Recuerda que su paso por la política “lo hice con mucha garra y convicción” y asegura que no se arrepiente, pese al mal final de la Alianza: “No, la verdad que no”. Le adjudica más responsabilidad en el derrumbe a la renuncia de Chacho que a la inoperancia de De la Rúa, de quien dice que “se encerró cuando la economía venía mal, al revés del macrismo que con una economía en problemas sale y hace política, es piola el macrismo en eso”.
Dice que le cuesta imaginar aquel rostro casi niño de Pablo con la imagen que tendría hoy, cercano a los 60. “Ponerle cara de hombre me cuesta mucho, todas las imágenes suyas son de chico”. Se la nota en paz con la vida, y sonríe cuando afirma que “no me pueden correr por izquierda ni por derecha, no tengo compromisos, salvo con el país, y eso es la felicidad.”
ITINERARIO
Rosa Graciela Castagnola de Fernández Meijide nació en Avellaneda el 27 de febrero de 1931. Docente, tras el secuestro de su hijo Pablo, de 17 años, se integró a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y luego a la CONADEP. En el campo político, fue diputada nacional (1993) y convencional constituyente (1994) por el Frente Grande y senadora por el Frepaso (1995). En 1997 derrotó a Hilda Duhalde en las legislativas de la Provincia. Perdió con De la Rúa la interna presidencial de la Alianza, fue ministra de esa coalición y renunció antes del derrumbe.Está divorciada, tiene dos hijos, María Alejandra (59) y Martín (56) y dos nietos, Camila (25) y Diego (20).
Al toque
Un proyecto: Trabajar todo lo que pueda y hasta donde me dé el cuero para que esta democracia sea más institucionalista.
Un desafío: Mantener la sensatez en una sociedad y un mundo que hace temblar todas las categorías.
Un sueño: Que nadie cargue más con mochilas ajenas.
Un prócer: Sarmiento.
Un recuerdo: Obvio que es el momento en que se llevaron a Pablo.
(su hijo desaparecido).
Un líder de hoy: Es difícil. Hoy no me animo a nombrar a ninguno.
Una sociedad que admire: No sé si tengo una sociedad que admire…
Un libro: Uf…sería ingrata e infiel a muchos autores si digo uno.
De la Pluma de Voltaire salía aquella olvidada frase “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”.Más cercano a nosotros, el presidente Illia aconsejaba: “Jamás acepten los jóvenes que les cercenen el más importante de los derechos que tiene el ser humano, que es la libertad de pensar”. Es aquí, cuando nos enfrentamos con ideas totalitarias como la que votaron la mayoría de los legisladores de la provincia de Buenos Aires, tenemos el derecho de descalificarlas, y más aún con simbolismos se disfraza una mentira que sigue perjudicando a ciudadanos.
La libertad de expresión debe incluir el derecho a ofender. Por supuesto, existen fronteras que sirven a valiosas funciones como apología del delito, propaganda en favor de la guerra, incitación a la violencia, racismo o persecución religiosa. Es decir, la existencia de limitaciones de sentido común es en sí, un avance. Los sentimientos nunca deben situarse por encima de los derechos humanos fundamentales, sobre todo cuando el derecho humano en cuestión es el principal mecanismo por el cual las sociedades y las culturas progresan. Ahora bien, siempre flotan en el aire las ideas de la intolerancia -que grita, que perdura- y los cobardes bajamos la cabeza. Pero -citando las palabras del presidente Macri- María Eugenia Vidal es digna de admirar. Y ella tiene en sus manos hoy la posibilidad de hacer lo correcto, o bajar la cabeza. En la provincia de Buenos Aires, la Ley de “anti-negacionismo” cobró vida. Es, curiosamente, una ley de símbolos. Tristemente, símbolos falsos que pertenecen a una conveniencia política. Será difícil explicar a nuevas generaciones el error matemático y aún más difícil hacerles comprender que hubo en la Argentina 22.000 madres que no denunciaron la ausencia de su hijo. 44.000 padres y madres que no tuvieron coraje. 66.000 padres, madres y hermanos que se desinteresaron sobre el paradero de un desafortunado. 88.000 padres, madres, hermanos y amigos que hicieron lo propio. Tal vez, como señaló el escritor Martin Kohan, soy -junto a Graciela Fernández Meijide- un canalla por desafiar la cifra que -robando las palabras de Luis Labraña- “La inventé yo”; examinando documentos oficiales, no la alcanzo; utilizando el sentido común, tampoco.
Para añadir más desencanto, el defensor de esta ley, el senador peronista Norberto Amilcar García declamó sin escucharse: “Cómo alguien -en un gobierno democrático- puede poner en duda esto?” y continuó con la sorna de la mesa de fútbol en el café: “Supongamos que haya alguien que por ahí tiene las ideas confusas: ¡Llámese a silencio!”, pero este triste representante del pueblo no siguió su propio consejo autoritario.
“Todas las grandes verdades comienzan como blasfemias”. La validez de este noble e ilustrado sentimiento de George Bernard Shaw ha sido documentada a lo largo de los siglos, desde el avance ofensivo pero útil y correcto de Galileo Galilei del sistema solar heliocéntrico, pasando por el fuego de Giordano Bruno. Esta nueva ley que prohíbe pensar, permite mentir, permitirá conocer el buen o mal juicio de la gobernadora Vidal, y el juicio moral al que será sometida por el pueblo. Vidal se va de vacaciones y se olvida de su policía. Vidal se encuentra con el Papa Francisco y se desentiende de graves problemas que tiene entre sus manos. Hoy, en los momentos más cruciales, es donde encontrará su carácter y se plegará a los que exigen la verdad, o se tomará un descanso temporal de su agitada agenda, como -pareciera- lo indica en manual no escrito de Cambiemos. Si esto continúa, su provincia seguirá legislando y aprobando El Día del Cebollín Verde, el cambio de nombre de una calle, o el Día de la Mentira. No, perdón, esto sucedió el 23 de marzo de este año, en el 145avo. Período Legislativo, con treinta y ocho legisladores provinciales y ocho ausentes -quienes, en su mayoría- volvieron a hacer propaganda, dejando de lado sus funciones. El más importante y tal vez el único principio de la ética pública debiese ser el evitar el abuso de poder en beneficio propio. “Entiendo que ahora, como dice el senador García, este intento de rediscutir símbolos, de rediscutir una mirada política de lo que nos aconteció, es parte de lo que trae el Macrismo, como una novedad, como algo que también pensábamos que en ese sentido ya había un piso de discusión y no íbamos a retroceder, pero hoy estamos viendo que sí”, declara la senadora Mónica Macha, del Frente Para la Victoria, en esa misma sesión extraordinaria. “…porque tenemos menos juicios, porque la lentitud es la marca de esta época en relación a los juicios de lesa humanidad, porque se vuelven a discutir las reparaciones, se intenta también la cuestión de publicar los nombres de aquellos compañeros y compañeras que han sobrevivido a los campos de concentración y por eso hay una reparación por parte del Estado, y todo esto es, en una fecha muy especial como decía el senador García, un símbolo político para nosotros”. Si, su primera reacción fue como la mía: Tanta oratoria para decir tres cosas:
El Macrismo trae la novedad. Por supuesto, para la senadora, los que no somos Macristas no somos merecedores de dar a conocer nuestro parecer o pertenecemos a la clase de esclavos de decisiones de funcionarios “brillantes”. Ante una discrepancia, somos golpistas, viejo discurso de los totalitarios. La lentitud de los juicios de lesa humanidad es una marca del kirchnerismo, con imputados “dignos” de aguardar diez o doce años para enfrentar a un tribunal parcial, aunque es cierto, el Macrismo honra ese mismo acto ilegal de sus predecesores. Si se vuelven a discutir reparaciones a desaparecidos o desaparecidos que no son tal, se debe a que es un pleno derecho del pueblo de saber que hacen -dirigentes como García o Macha, que viven de nuestro dinero- con nuestro dinero.
La hipocresía de estos pequeños charlatanes, lleva a señalar como culpables a quienes disentimos en plena democracia. La pena es despertar a la realidad y observar que somos conducidos por gente con tan poca altura intelectual. También debemos entender que esto no es lo preocupante. Son personas que han sido arrastradas por el poder del ‘relato’ kirchnerista y deben religiosa obediencia a esa farsa endeblemente orquestada. La alarma se debe prender cuando una persona -específicamente una gobernadora como Vidal- no enfrenta los problemas por incapacidad, desidia, miedo o, finalmente, indiferencia. Ella hará su conforme juicio de valores. Los ciudadanos también, lo que, al fin, será -tristemente- otro símbolo.
La gobernadora María Eugenia Vidal goza de fuerte aprobación, basada en una imagen de honestidad y firmeza. Ahora se da la circunstancia de que la Legislatura de la provincia de Buenos Aires sancionó una ley que obliga a que, en todas sus publicaciones y actos, cuando se mencione a los desaparecidos se agregue la cifra de 30.000. Es decir, se impone una nada creíble versión oficial, prohibiendo que se discuta o publique la verdad, como en los peores regímenes dictatoriales.
Por lo demás, todos los estudios efectuados demuestran que esa cifra es falsa y que fue inventada por motivos políticos. Llegó entonces una difícil alternativa para la gobernadora, quien tendrá que optar entre convalidar el “relato” ficticio o demostrar que su honestidad y su firmeza son auténticas, vetando esa ley dictatorial.
Curioso país éste en donde la memoria reemplaza a la historia. En dónde se enaltece a los que atacaron a la República y en ella a sus Instituciones. País en dónde se escucha a un erpiano, Eduardo Anguita, decir que la organización armada a la que pertenecía (ERP) se financiaba con secuestros extorsivos y asaltos a bancos, y todo esto ante el silencio e indiferencia de la sociedad y fiscales.
Curioso país éste en dónde se obliga a mentir acerca del número de desaparecidos afirmando que 30.000 es “emblemático”. Todo esto cómo si fuera menos importante un número menor. País en donde se prohíbe llamar guerra al conflicto, aún cuando ellos (los guerrilleros) usaban uniforme y publicaban sus partes de guerra. “Guerra civil intermitente”, la llamaron los montoneros en oportunidad de firmar un “Acta de Pacificación Nacional”, 1989.
Un país en donde la vara de los derechos humanos es selectiva, en dónde la Justicia es ideologizada y revanchista.
Somos víctimas de las organizaciones armadas de la época, Montoneros, ERP y afines. Queremos expresar que
Nuestros muertos no cayeron en forma accidental y hoy son olvidados por la historia oficial, únicas víctimas ignoradas de un conflicto que creíamos superado.
Al cumplirse un aniversario más de aquel 24 de marzo de 1.976, rendimos homenaje a todas las víctimas de la misma violencia sin distinción de banderas. Debemos mirar hacia adelante despojándonos de todo dolor e indignación, trabajando por la necesaria Concordia Política, sin que esto signifique olvidar lo que pasó. En este sentido, convocamos a pensar en un futuro que no repita los enfrentamientos entre compatriotas e invitamos a la clase dirigente a terminar con los odios.
Silvia Ibarzábal
silviaibarzabal@hotmail.com
VicePresidente
Asoc. Familiares y Amigos de las Víctimas del Terrorismo en Argentina
Con profunda inquietud le hago llegar estas líneas, sin por ello desconocer que lo he votado y probablemente volvería a hacerlo, pero hay ciertas conductas, omisiones, silencios, etc. de su parte que me hacen pensar que la promesa de “acabar con el curro de los Derechos Humanos” fue solo una mentira de campaña. Sin embargo recuerde que tal promesa le acarreó una importantísima cantidad de votos que se le están esfumando.
Daría la sensación de que, bajo su gobierno, el falaz “relato K” sigue vigente, así como su mentirosa política de Derechos Humanos. Un eficiente funcionario como el Licenciado Darío Lopérfido fue despedido por dar simplemente su opinión de que los muertos durante el enfrentamiento del gobierno con los terroristas no habían sido 30.000, embuste que reconocen los propios “beneficiados”. Sin embargo fue despedido sin contemplaciones (¿Por decir una verdad “molesta”?).
El reemplazante en el cargo de Secretario de Cultura, aclaró por las dudas en su primer reportaje que él sí creía en los 30.000 aunque se tratara de un “símbolo”, conclusión lamentable para un funcionario de tal calibre, mostrando su cobardía de no enfrentar la verdad u otro reto suyo, procediendo vergonzosamente a dar vueltas sobre un falso símbolo con tal de mantener un cargo para el cual no está calificado.
Ahora el Director de Aduanas volcó su opinión personal sobre lo acontecido en aquellos tristes años, conceptos que la gran mayoría de argentinos compartimos. Y nuevamente los herederos del “relato” piden su renuncia y Ud. Sr. Presidente lo reta ordenándole que pida disculpas.
¿Es que usted también cree que fueron 30.000?
La propia Margarita Stolbizer ha pedido enfadada la renuncia de Gómez Centurión bajo el falso fundamento dado a conocer por la agrupación que preside que “Está claro que no ha podido dimensionar lo que ha sido el avasallamiento y la violación de los derechos humanos”. ¿Y los soldados, ancianos, jueces, jóvenes, niños, ejecutivos, empresarios y diplomáticos extranjeros que fueron asesinados por las bombas de los terroristas traidores a la Patria, no tenían derechos humanos? Sus deudos son ninguneados, no hay para ellos las jugosas reparaciones que gozan los deudos de los terroristas, aún de los que “desaparecieron” pero siguen vivos, o de los que fueron asesinados por sus propios “camaradas”. Ni siquiera una palabra de consuelo de ningún funcionario para los familiares de los que defendieron la Nación, por cuya gesta llegó finalmente la democracia y gracias a quienes ustedes ocupan hoy cómodos sillones mientras los soldados que sobrevivieron a la guerra que sufrimos, cumplen prisión ante su absoluto y complaciente silencio, muriendo de a poco abandonados y sin la mínima atención médica ni espiritual, en absoluta violación a los principios generales del derecho..
Hasta el propio Secretario de Derechos Humanos aseguró que la cifra de 30.000 “es un emblema”, Ergo: reconoce que es una fantasía militante…
Sin embargo nadie lo “reta”, por el contrario todos lo alaban.
¿Es que estamos volviendo al triste país en que uno solo de los bandos tiene derecho a opinión, derecho a la justicia, derecho a indemnizaciones, al goce de los derechos humanos, a rentas vitalicias, al acceso irrestricto a los cargos públicos?
La feroz consigna peronista de que “al enemigo ni justicia” ¿Sigue vigente?
Esa tristeza ya la vivimos muchos años y la creíamos desterrada.
Señor Presidente: Es hora de que gobierne para todos los argentinos.
El escribano Juan Manuel Otero es secretario de la Fundación Iberoamericana Príncipe de Asturias y autor del libro “El Monumento a los Españoles” (Ed. Dunken – 2007)
Después de su apartamiento y reincorporación a la función pública, Juan José Gómez Centurión, hombre que supo luchar en el conflicto de las Islas Malvinas generó la sorpresa de los invitados al programa Debo Decir: Chiche Duhalde, Romina Manguel, Leo García Ari Paluch y Jimena Monteverde.
“Si usted dice que fueron 30.000 cuando fueron 8.000, ¿qué está diciendo? Cuando lo enseña en términos históricos y lo expresa en términos históricos, no es lo mismo 8.000…”, dijo Centurión.
En ese momento, Chiche Duhalde tomó la palabra e interrumpió: “Estamos cayendo en el mismo error [en el] que cayó alguien del Gobierno [en referencia al ex ministro de Cultura porteño Darío Lopérfido], no importa el número. (…) Hay un número que es simbólico, pueden ser treinta, veintiocho… En estos casos los números están diciéndonos la gravedad, no se pueden discutir, es vaciar de contenido el hecho”.
Gómez Centurión siguió: “Los números no son simbólicos, Chiche, darle precisión histórica a lo que les estamos contando a nuestros hijos y lo que le estamos contando a la juventud, eso es formar, sino estamos formando con consigna, ojo con esto porque eso es relato”.
Al ser consultado por la opinión que le merece la figura de Leopoldo Fortunato Galtieri, presidente de facto entre diciembre de 1981 y junio de 1982, Gómez Centurión dijo: “Galtieri es el protagonista más de una historia”. Y añadió: “Tengo 58 años y he vivido los protagonistas más insólitos”. Novaresio insistió: “Pero, ¿qué siente por Galtieri?”. La respuesta del funcionario fue: “No tengo un sentimiento por Galtieri”.
La periodista Romina Manguel planteó: “La dictadura fue parte de un plan genocida (…), Galtieri no fue un protagonista más y la juventud tiene que saberlo por respeto a las familias de las víctimas que siguen buscando a sus desaparecidos”. El titular de la Aduana no tardó en salir a contestar y dijo: “En tu visión militante vos estás diciendo que fue un plan genocida y yo no comparto esa visión de la historia”.
“El rol de Galtieri en la historia va a desaparecer en la causa Malvinas. Malvinas tiene que ver con lo que pasó en 1833 y no con la decisión de Galtieri”, sentenció Gómez Centurión. Manguel interrumpió y preguntó: “¿No [tiene que ver] con la dictadura?”. El funcionario contestó: “No, iba a ser Galtieri o iba a ser el Pato Donald”.
“Siento que fue un personaje de la historia que nadie lo va a recordar”, agregó. Manguel preguntó: “¿No cree que fue parte de un plan genocida?”. Gómez Centurión respondió: “No, yo no lo creo; no creo que el gobierno de facto haya sido un plan sistemático”.
El grado de decadencia de una sociedad debería valorarse por la cantidad y la calidad de falsedades que sea capaz de tolerar. En los últimos días, por fin y porque no tenía otro remedio, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación blanqueó el número de desaparecidos y muertos en la guerra contra la subversión. La cifra, calculada desde la asunción de Cámpora hasta la de Alfonsín, asciende a 7010. Muy lejos de los 30.000 que Pérez Esquivel, Carlotto, Bonafini y casi toda la clase política argentina anuncian dogmáticamente como número axiomático. Hace tan solo menos de un año que Darío Lopérfido, Secretario de Cultura de la ciudad autónoma de Buenos Aires, debió renunciar a su cargo presionado por sostener que no eran 30.000. Al respecto, el mismísimo Secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural (sic) de la Nación, Claudio Avruj, expresó su desacuerdo con Lopérfido: aludió a que se trataba de una cifra emblemática y simbólica. En tanto, Malher, el funcionario que reemplazó a Lopérfido, sostuvo que el número de 30.000 había sido adoptado por el pueblo y, por tanto, lo respetaba. No hubo ni un solo político del partido radical o del de Macri que saliera a respaldarlo. Una de dos, o la verdad en la Argentina no es políticamente correcta o no se tiene lo que hay que tener para, siquiera, murmurarla. Porque hay que ser un pusilánime de quinta para soportar impávido que la señora de Carlotto acuse al gobierno de “quererla mostrar como mentirosa ante la sociedad” justamente por mentir de manera escandalosa. ¿Qué es lo que les impide decir que Carlotto MIENTE y Bonafini es una LADRONA? Un tal Daniel Lipovetzky, diputado macrista, se arrugó frente a Rossi y el periodista Silvestre cuando estos le refregaron la “infamia” de no mantener el símbolo emblemático (de la mentira) de los 30.000. Lipovetzky, con cara de “yo no fui”, hizo la defensa del blanqueo mientras, al mismo tiempo, defendía la bandera de los 30.000. Al final, chorizo. Prefiero la actitud cínica y perversa de los que mantienen su mentira a la pusilánime que ni lo uno ni lo otro.
A esta hora de la soirée (cuarenta años han pasado), la defensa sobreactuada de la mentira de los 30.000 huele a podrido. Sobre todo porque Carlotto, Bonafini, Vertbisky, con el apoyo incondicional de los Kirchner durante doce años, no pudieron estirar la cantidad ni a diez mil. De las treinta mil placas del Parque de la Memoria sólo pudieron llenar un tercio. Luego, no es pecar de precipitado el presumir que se quiere tapar un chanchullo mayúsculo. Miles de millones de dólares se destinaron para indemnizar a familiares de desaparecidos ¿Por qué habría de pasar inadvertido a los Kchorros semejante boccato di cardinali?
Ante la evidencia, arguyen que un desaparecido o 30.000 es lo mismo. No, no es lo mismo. Hay que ser discapacitado moral para entenderlo así. Inmoral también es atribuir muertes que no fueron tales a quienes no las cometieron. Pero es que, si fueron tantas, entonces los culpables serán tantos también. La ecuación es: a más muertos, mas “genocidas” a perseguir.
Con la mentira de los 30.000 se infecta el alma de los niños argentinos en las escuelas; las dirigidas por la iglesia católica, incluidas. Se le atribuye a Hitler la frase: “Mientras más grande es la mentira más gente la cree”. No comparto. Más acertado sería: “Mientras más grande es la mentira más gente teme contrariarla”. Y, de estos últimos, en la Argentina, hay cantidad como para hacer dulce.
“A nuestros oponentes políticos les ofrezco un trato: Si ellos dejan de mentir sobre nosotros, yo dejaré de decir la verdad sobre ellos”.
Adlai Stevenson
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Si usted cree que debemos vivir en un estado de derecho y tal como hice la semana pasada, le ruego que copie este link (http://tinyurl.com/haftfpc), lo pegue en su navegador y, si está de acuerdo con la petición, la firme y difunda.
No voy a hablar hoy de las consecuencias de la victoria de Donald Trump el martes, una rareza, ya que lo votaron menos ciudadanos que a su contrincante. Las especulaciones sobre el futuro de los Estados Unidos y del mundo han poblado las pantallas y las páginas de todo el globo, y habrá tiempo para hacerlo cuando anuncie su gabinete. Tampoco hablaré aquí de otro número inexplicable: los US$ 65 millones que, en Estados Unidos, dejó a sus deudos Daniel Muñoz, secretario privado de don Néstor (q.e.p.d.).
La semana contuvo un hecho realmente importante que, en medio de la vorágine, pasó bastante desapercibido: la divulgación, por parte de la Secretaría de Derechos Humanos, de una estadística confeccionada durante la “gestión” de Cristina Elizabet Fernández, que estableció en 6348 el número de desaparecidos entre 1976 y 1983. Cuando se conoció el dato, Estela de Carloto bramó de indignación: “En vez de investigar cuántos son, lo importante es encontrarlos”; raro, porque no explicó cómo buscar a los demás si ni siquiera sabe quiénes serían.
La relevancia del número es enorme, toda vez que termina en forma definitiva con el invento de los “30.000”, que tuvo dos fines concretos: la instalación del concepto de genocidio para construir la venganza y, sobre todo, habilitar la recolección de fondos internacionales, organizada por los mismos terroristas para financiar campañas y lujos. Hasta ahora, no bastaba para desmentirlo ni siquiera la imposibilidad de completar los nombres en todas esas chapitas que Kirchner colocara en el Parque de la Memoria pese a que, para intentarlo, se incluyeron a los muertos desde 1955, a quienes cayeron al intentar asaltar instalaciones militares, a quienes se suicidaron ingiriendo cianuro y a los guerrilleros asesinados por sus propias organizaciones.
Es que, si se deja de hablar de genocidio -y la verdadera cifra revelada obliga a ello- se cae la teórica imprescriptibilidad en todos los amañados procesos que permitieron que, aún hoy, cuando ya ha pasado un año del desalojo del kirchnerismo del poder, casi dos mil ancianos continúen presos, privados de todos los derechos de los que gozamos, por imperio de la Constitución, el resto de los argentinos: irretroactividad de la ley penal, principio de inocencia, legalidad del proceso, jueces naturales, límite máximo de la prisión preventiva, 2×1 y prisión domiciliaria a los mayores de 70 años. Y todo eso mientras los corruptos de toda laya se ríen a carcajadas, se pasean en libertad y exhiben impúdicamente sus mal habidas fortunas.
El otro episodio fue la exacerbada polémica desatada por las declaraciones de Miguel Pichetto en favor de una política inmigratoria racional. El Senador fue imprudente, pero no por el contenido de sus dichos -con los cuales, adelanto, coincido- sino por haberlo hecho en un programa periodístico porque los tiempos de aire son limitados y no permiten dar acabada razón de los mismos. Esa imposibilidad de explicarse habilitó a que un sinnúmero de imbéciles y malintencionados se rasgaran rápidamente las vestiduras y lo acusaran de xenófobo y racista, pese a lo justificado de sus afirmaciones.
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La Argentina es el único país que conozco que carece de política inmigratoria, a punto tal que no exige nada a quienes arriban a su territorio: carencia de antecedentes penales, demostración de la capacidad de sustentarse o de vinculaciones que la reemplacen, o aptitudes laborales; además, al poco tiempo obtienen documentos nacionales de identidad. No funcionan así países como Bolivia, Venezuela, Cuba, China, Rusia, Irán, etc., cualquiera sea la orientación, o la falta de ella, del régimen que los gobierna.
Nuestra nación se formó con los inmensas oleadas inmigratorias de fines del siglo XIX y la primera mitad del XX, provenientes de tantas latitudes diferentes que, al fusionarse, nos dieron estas características tan originales de nuestra sociedad. Y debemos continuar con esta tradición, recogida por el preámbulo de la Constitución, de brazos abiertos; pero recordemos que en él se habla de los hombres de “buena voluntad” que quieran habitar nuestro suelo. Ese requisito es esencial y, en esa categoría, obviamente, no entran los delincuentes, los narcotraficantes, los terroristas ni, en general, aquéllos que no están dispuestos a trabajar y, sobre todo, a adaptarse e integrarse a la comunidad; como muestra de cuanto digo, basta recordar que los extranjeros representan el 20% de nuestra población carcelaria.
Pero, pese a que aún aparecemos como un foco de atracción para muchos latinoamericanos, debemos reconocer que, más allá de la potencial riqueza de nuestros recursos naturales, somos un país pobre; tanto que nada menos que un tercio de nosotros vive por debajo de la línea que permite hacerlo con dignidad, carece de agua corriente, de cloacas, de gas y electricidad, de educación y de establecimientos sanitarios aptos, cuando no está directamente desnutrido.
Entonces, y como la caridad empieza por casa, debemos destinar, prioritariamente, nuestros esfuerzos en materia presupuestaria a la atención de las necesidades de nuestros ciudadanos, sin por ello dejar de brindar ayuda humanitaria a extranjeros que lo necesiten. Resulta de todo punto de vista ilegítimo que quienes aquí residen -y pagan sus tributos al fisco, que sostiene el sistema público de salud- deban esperar, a veces por meses, para recibir atención en los hospitales, mientras los turnos son ocupados por “turistas” que, en la práctica, realizan curiosos “tours de salud” para operarse gratuitamente dentro de nuestras fronteras.
Estamos, en este momento, soportando una presión impositiva que es record mundial y, producto de la crisis heredada (e idiotamente no explicada en detalle), los recursos no alcanzan para tantas necesidades sociales; pensemos entonces, por ejemplo, que todos quienes llegan a un hospital hoy, reciben gratuitamente hasta las prótesis, sin pedirles absolutamente nada.
Entonces, ¿por qué ser tan generosos con habitantes de otros países que no asumen su responsabilidad frente a ellos, pero les cobran sus propias gabelas? Para solucionar este intríngulis y, a la vez, compartir el esfuerzo, nuestra Cancillería debería firmar acuerdos recíprocos con todas las naciones de la región, para que cada una, mediante el depósito previo de las sumas necesarias, se hiciera cargo del costo de los tratamientos y prácticas quirúrgicas de sus ciudadanos, cuando éstos fueran atendidos en otro país. Y lo mismo debería aplicarse a la educación superior, aquí también colapsada.
Luego de leer sus nuevas declaraciones sobre la cantidad de desaparecidos, publicadas en los medios, debo decirle como en un título de este mismo sitio, que estamos: MAS CERCA DE LA VERDAD,Lo cual me alegra, si es que puedo sentir alegría, siendo desde hace dos largos años un prisionero ilegal. Usted hoy avanzó y quienes mintieron impunemente no son tan poderosos como ustedes creían y evidentemente temían y por consiguiente ellos están retrocediendo.
Ahora bien usted expresó: “EN LA ARGENTINA SE LEE LA VERDAD COMO POLÉMICA Y LA VERDAD ES LA VERDAD”. Debo decirle esta lo es cuando es completa, cuando también se mencionan a los muertos por el terrorismo, y este no es su caso. El no hacerlo es discriminarlos y por consiguiente a los sufrientes familiares, que siguen reclamando justicia. ¿No lo pensó o no le interesó?
¿CIFRA SIMBÓLICA O RUÍN ESTAFA?
También, a mi entender en forma equivocada, expresó: “DIJE QUE LA CIFRA DE TREINTA MIL DESAPARECIDOS ERA UNA CIFRA SIMBÓLICA”. Al respecto quiero acotar una vez más que esa diferencia abismal, no es un símbolo, sino una cruel mentira. Cruel porque es una falta de respeto a quienes de verdad pudieran haber sido desaparecidos. También a sus familiares, si bien estos más allá de algún caso puntual que todos conocemos, aceptaron mansamente la cifra de la mentira, y hoy guardan silencio. La falacia en sí misma, es el símbolo de lo incorrecto en todo acto de la vida. También es la muestra de lo corrupto de un sistema o una ideología. Eso que usted llama “CIFRA SIMBÓLICA” es simplemente una vulgar estafa. Empleo este término de “estafa” ya que, en una muy burda comparación, sería como si a usted le sustrajeran una de las ruedas del auto y cuando lo denuncia dice: CUATRO.
UN PAÍS QUE SI FUE BOMBARDEADO
Usted “equivocadamente” prosigue: “PARA MÍ ES UNA TRAGEDIA 8.600 PERSONAS MUERTAS EN UN PAÍS QUE NO FUE BOMBARDEADO, QUE FUERON MUERTOS DE A UNO, TORTURADOS” Acá nuevamente se equivoca, o se expresa con mala fe. Con 52 años de edad ya no es un púber, superó el medio siglo de vida. El país si fue bombardeado, no desde un avión en la forma clásica, en una guerra clásica. Esta fue asimétrica y en ella se detonaron 4380 bombas, que causaron numerosos muertos e inválidos de por vida. ¿Le parece que no fuimos bombardeados?
EL RELATO SESGADO
Sobre “MUERTOS DE A UNO Y TORTURADOS”, también estoy en desacuerdo con su versión sesgada. ¿Que hubo torturas y muertos de a uno? Por supuesto, es evidente que si, y yo los rechazo. Pero también tengo la seguridad POR EXPERIENCIA PROPIA que parte de ellos fueron falaz “RELATO”. Muchos de los que usted describe así, y que están dentro de los 8.630, murieron en ataques a dependencias estatales combatiendo, otros por detonación de las bombas que portaban y otros por ejecución sumaria al haber traicionado a la organización terrorista a la que pertenecían. Posiblemente algunos otros estén gozando de buen pasar y buena salud en países del primer mundo. Nunca en Venezuela, Cuba o similar.
ENOJADOS, CON CAMBIEMOS
Otro grave error de concepto usted lo tiene cuando dice “LOS ARGENTINOS ESTAMOS ENOJADOS Y VIOLENTOS. YO SE LO ADJUDICO ABSOLUTAMENTE AL KIRCHNERISMO, NO EXISTÍA ESTO EN LA ARGENTINA”. En parte es cierto, pero le diré una confidencia. Yo y otros muchos, estamos más enojados hoy con el CAMBIEMOS, que ayer con el KIRCHNERISMO al que usted se refiere. Antes sabíamos a qué atenernos. Eran unos delincuentes hipócritas que actuaban como tales, y ustedes que se dicen diferentes, no lo son al avalar lo hecho por ellos y mirar para otro lado ante lo que sigue ocurriendo. Se continúan cometiendo verdaderas aberraciones jurídicas y en prisión siguen muriendo adultos mayores en manos de la “justicia” que no es tal, y que ustedes evasivamente declaran: DEBE SER INDEPENDIENTE. Por supuesto que lo debe ser, pero no ésta, que sobrevive al día de hoy, BAJO LA DIRECTA RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO DEL CAMBIEMOS.
“Donde hay poca justicia es grave tener razón.” Francisco de Quevedo (1580-1645)
Después de un paso al costado (¿Ordenes de arriba?) Darío Lopérfido volvió al ruedo con declaraciones calientes que tiempo atrás -tal vez- supo callar. El ex de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires dejó la mesa servida para contestaciones de los intolerantes:
“El informe sobre los desaparecidos me da la razón”
“El fanático cree que si yo no digo treinta mil soy un negacionista, es la mayor canallada que escuché”
“En la Argentina se lee la verdad como polémica, y la verdad es la verdad”
“El kirchnerismo hizo lo peor que puede hacer un régimen, que es llenar el país de fanáticos. El fanático no razona, agrede, no escucha los argumentos de los demás. Me tocó un año movido, pero que me da muchas satisfacciones porque parte del servicio público es decir la verdad. La verdad sana. Dije que la cifra de treinta mil desaparecidos era una cifra simbólica y ahora apareció un dictamen oficial del Ministerio de Justicia, por pedido de una ONG, donde dice que fueron 8.630 y pico entre desaparecidos y ejecutados en forma sumaria. También dije que las desapariciones en la Argentina no habían empezado con la dictadura, habían empezado en el gobierno justicialista de Isabel Perón. El informe dice exactamente eso”.
“El informe oficial que se publica me da la razón. Para mí es una tragedia 8.600 personas muertas en un país que no fue bombardeado, que fueron muertos de a uno, torturados. Como decía [Jorge Luis] Borges, ‘un solo desaparecido sería un escándalo de la razón‘. Fue tremendo. El fanático cree que si yo no digo “treinta mil”, soy un negacionista, la mayor canallada que escuché -muy estimulada desde el diario Página 12, que perdió millones cuando terminó el gobierno de Cristina Kirchner, porque les dieron millones durante todos los años a través de la pauta oficial-, es decirme a mí negacionista. Negacionista es, primero, un signo de vulgaridad intelectual, negacionista es decir: No hubo muertes en la Argentina“.
“Yo dije lo que dijo [Ernesto] Sábato, lo que dijo [Graciela] Fernández Meijide, lo que dijeron historiadores y lo que ahora dice un documento oficial que se ocupa de eso. Y no es un número fijo, porque nos podemos enterar dentro de un tiempo de que hubo otra persona desaparecida y se suma, es una lista abierta”.
“Dije que se había hecho el fraude audiovisual más grande de la historia en la época del kirchnerismo. Me acosaron, me amenazaron, me piquetearon. Ahora es público y notorio que lo que dije es cierto”.
“El kirchnerismo adoctrinó fanáticamente y lo hicieron de una manera intensiva, hasta se metieron en Pakapaka, un canal de niños donde se demonizaba a [Domingo F.] Sarmiento. Sarmiento fue Presidente de la República, escribió una cantidad impresionante de libros, fue un hombre que copió el modelo americano, donde había un lugar más pobre había que poner una escuela mejor, creía que la escuela era lo único que podía salvar al país. Y a él lo demonizaban”.
“El populismo te da un subsidio, el puntero que te lo da, se queda con la mitad y con esa mitad que te quedaste estás esclavizado a votar siempre al mismo para que no te lo saquen. Hay que transformar eso en un círculo virtuoso donde la gente tenga trabajo, pague cargas sociales, entonces tenga obra social y asignaciones familiares. Tengo mucha confianza, va a pasar. Lo que sucede es que no hace un año todavía que salimos de eso”.
“El populismo dice: ‘Nosotros estamos haciendo esto para los pobres’. Me sorprende el mal concepto que tienen los kirchneristas de los pobres. A mí me gusta que la gente pobre tenga herramientas culturales para dejar de ser pobre, no lo quiero condenar a que si te gusta el fútbol y la bailanta, entonces fútbol y bailanta toda la vida. No, quiero que tu hijo sea violinista y toque en la Filarmónica de Estocolmo”.
“Los argentinos estamos enojados y violentos. Yo se lo adjudico absolutamente al kirchnerismo, no existía esto en la Argentina. No quiere decir no discutir, yo estuve en muchas posiciones de gobierno y me he dicho de todo con gente por un problema puntual, pero después nos vamos a comer juntos. El poder tiene que ser ejemplificador, debe dar el ejemplo. Acá se han hecho unas burradas que no doy crédito, no te gustaba lo que decía un periodista y le hacían un juicio público. Cuando fue el conflicto por el campo D’Elía y Moreno iban a la plaza de Mayo, puteaban a los tipos que se estaban manifestando y les querían pegar, innumerable cantidad de ejemplos. La Presidente misma por una cosa que dijo Darín lo acusó de algo que además era falso. Si el que tiene el poder hace eso, para abajo se transmite y la sociedad se crispa”.
Clarín, órgano de propaganda y desinformación. Viola el derecho a la verdad y de informar con exactitud.
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Clarín se confirmó como órgano de propaganda y desinformación porque en un artículo irresponsable no solo miente a la sociedad, sino que vehícula una ideología y realiza un revisionismo histórico que niega una realidad. ¿Cuál es el objetivo de esta publicacion? https://www.clarin.com/deportes/historias-deportistas-argentinos-desaparecidos-ultima-dictadura-militar_0_3xPh4Nw7D.html ¿Mantener el odio, la división de la sociedad? El periodista de Clarín no respeta principios deontológicos y convencionales, su rol no es la desinformación, de manipular la información, o engañar la sociedad. Viola el derecho a la verdad y de informar con exactitud.
El autor de esa nota, en su calidad de hombre de prensClarina, de comunicador, miente en sus afirmaciones:
– Violando así las obligaciones y principios esenciales de la ética periodística previstos en: a) La carta de Múnich del 24noviembre 1971, b) Los principios Internacionales de ética profesional en periodismo del 21noviembre 1983, c) La declaración de Chapultepec del 11 marzo 1994, d) Ética del Periodismo SIP del 18 octubre 1925, e) Carta de aspiraciones del SIP, octubre 2008. Por ejemplo: Respetar la verdad, cualesquiera que sean las consecuencias, en razón del derecho del público a estar informado. Rectificar cualquier información publicada que resulte inexacta. Abstenerse de calumnia, difamación, acusaciones infundadas…Nunca confundir el periodismo con la publicidad o la propaganda… (Carta de Múnich).
– Traicionó el principio que “la credibilidad de la prensa está ligada al compromiso con la verdad, a la búsqueda de precisión, imparcialidad y equidad” (Declaración de Chapultepec), de “Informar con exactitud y con verdad” (Ética del Periodismo SIP). “Los editores deben brindar a las personas e instituciones implicadas en las noticias la oportunidad de manifestar su versión de los hechos, en aras de acercarse lo más posible a la verdad y garantizar la pluralidad y diversidad” (Carta de aspiraciones del SIP, octubre 2008).
La principal tarea del periodista es servir a la gente en su derecho a la verdad y la información auténtica con una dedicación honesta a la realidad objetiva, de manera que los hechos estén divulgados conscientemente en un contexto apropiado, precisando sus conexiones esenciales y sin causar distorsión… La información en periodismo se entiende como bien social y no como un producto, el periodista comparte la responsabilidad de la información transmitida…el periodista participa activamente en la transformación social hacia la mejora democrática de la sociedad y contribuye con el diálogo a un clima de confianza…absteniéndose de cualquier justificación de las demás formas de violencia, odio o discriminación … (Principios de la Unesco de 1983).
El periodista que realizó este artículo impone públicamente, en una supuesta nota objetiva, una posición ideológica que es contraria a sus obligaciones de hombre de prensa. Se realiza una apología de las reivindicaciones de los grupos terroristas de los años 70 en Argentina que atacaron las instituciones del Estado y la sociedad. Esos grupos terroristas no defendían los derechos humanos, la justicia, la democracia. Asesinaron, secuestraron, cometieron atentados terroristas…El Sr. Rodolfo Walsh más allá si era o no periodista, era el alto responsable de una organización terrorista que ejecutó y ordenó ejecutar numerosos crímenes y atentados.
Jurídicamente afirma hechos contrarios a los principios de legalidad, constitucionalidad, convencionalidad. Por ejemplo:
– La cifra de 30000 es otro relato no tiene validación jurídica, ni empírica y no corresponden a los informes vertidos por la Argentina a la ONU con motivo de las Comunicaciones 1/2/3 de 1988 del Comité contra la Tortura. Tampoco corresponde a las cifras publicados por el gobierno nacional en sus diversos organismos. “Es muy ligero decir que hubo 30 mil desaparecidos, redondeando, en un país donde hubo registros como en ningún otro… Cuando se instaló la democracia y se hizo la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep)…En ese momento no se llegaba a 5.000 nombres registrados con documentos. Desde la historia y desde el periodismo de investigación, se puede extremar la búsqueda de recursos para lograr el máximo reconocimiento que te acerque a la verdad. Si ustedes van a al monumento de la Memoria en la Costanera y cuentan las placas que tienen nombres, van a tener ese número y va a variar si lo toman desde el ’69 o desde otro período. Cada víctima tiene derecho a que su nombre y datos figuren individualizados, y no en esa generalización de 30.000, que a mi criterio es muy irrespetuosa…” Fernández Meijide,https://www.perfil.com/noticias/universidades/en-el-gobierno-de-los-kirchner-los-derechos-humanos-se-usaron-politicamente.phtml
Nuevamente se hace con el deporte la recuperación política e ideológica por parte de militantes y de las asociaciones que defienden la violencia armada de los 70′. Los medios de comunicaciones que en los 70 tenían una posición sobre el deporte y el gobierno, ahora tienen otras. Clarín publicó en años anteriores artículos orientados políticamentehttps://www.informadorpublico.com/opinion/la-seleccion-nacional-del-78-y-el-oportunismo-de-los-derechos-humanos-militantismo-tardio-descubrirse-victima Hasta se quiere imponer como interpretación colectiva que las supuestas víctimas lo fueron únicamente por lo que socio-profesionalmente representaban y no por lo que podrían haber realizado o cometido. Clarín debe clarificar el contenido de su nota, mereciendo el repudio de la sociedad, y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Paris, 31 agosto 2019. CasppaFrance
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 31, 2019
GÉNESIS DE LOS “30.000” DESAPARECIDOS EN LA ARGENTINA
“LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES”
Dr. Carlos del Señor Hidalgo Garzón*
LA PREMISA
Partimos de lo básico que las guerras persiguen, con la acción de privar de la vida a contendientes, o sea Matar, o privar de la libertad, para imponer por la fuerza lo que ancestralmente constituye destruir vidas y haciendas, pueblos o naciones. Es Bíblico, desde que hombre es tal, siempre ha estado el conflicto, y los distintos grados de resolución.
Matar al otro siempre fue una forma “cuasi natural”. Así en la actualidad la Ciencia Política la simplifica en la confrontación de fines y medios.
Y la realidad, que es que desconocemos la Paz, pues lo natural es y son las guerras, económicas, religiosas, sociales y profundamente políticas. En el siglo XX se acentuó el concepto del espacio vital conteniendo insumos potenciadores de movimiento y equilibrio.
Algún filósofo de la naturaleza humana, define a la guerra como una necesidad del equilibrio de etnias y poderes hegemónico.
EN LA ARGENTINA
En el S XX – hubo dos sangrientas guerras. Una denominada clásica, quizás la última del siglo, en Malvinas, donde los que dicen perder no fue tal y donde las que ganaron sienten que perdieron y nos admiran, sobretodo por el valor y fierza de nuestros soldados del aire mar y tierra, habiendo estado en United Kingdom, tres veces me fue ratificado in voce por nuestros enemigos en al campo de combate. Los británicos – nuestros mortales enemigos- supieron hacer la exacta valoración del enemigo (nosotros) y fue desde ellos que nos sentimos reconfortados, por las evidencias, que consolidan el Honor Objetivo.
PERO EN LA ARGENTIA HUBO Y NO CONCLUYE OTRA GUERRA
Es la guerra subversiva por medio del terrorismo y la Acción Psicológica. Esta última en estos momentos político del pais es la que sobreabunda. Direccionando lo cultural, educativo y Moral.
Sin extendernos, ya que hay suficientes elementos de información (para el que no sea vago o enemigo) al alcance de la mano. Fue la Guerra Contra el Terrorismo -urbano y también campestre. En síntesis, foquismos.
SINOPSIS DE LA CONSTRUCCION DE LOS “30.000”
En 1976 estando en plenos la GCT, curiosamente desde el Gobierno de Carter – Demócrata, éste resuelve conocer in situ la situación de vigencia de los DDHH, en américa latina, con especial atención en la Argentina, ya que ello y de sus triunfo, peligraba la “entente” en américa del sur , por el liderazgo. Que este país decidía.
Cartel y sus asesores Demócratas y en contra de las pruebas de la CIA (Central de Inteligencia Americana – que mantenía en su desempeño un orden político Republicano) no eran separaciones graves sino más bien el complejo idioma de la democracia.
PATRICIA DERIAN Y EL LIBRO AZUL
Ante la situación imperante en la argentina, donde continuaban los combates, apareció el que hacer con los enemigos muertos en combate o prisioneros y cual debería ser la burocracia de cuerpos y familiares. Aquí es donde la Junta de Comandantes, recibe a emisarios del Departamento de Estados de los EEUU, donde se dialoga con el fin de dar a los resultados mortales de los combatientes enemigos e inclusive las familias que no deseaban recibirlos y darles la sepultura.
La situación por demás compleja, lleva a que la Junta, especiemanelte Videla, se encuentren en una encerrona, relacionada al discernimiento de “abatidos y/o desaparecidos, como se puede encontrar hoy que viven en países extranjeros.
PATRICIA DERIAN Y SU LIBRO AZUL
El procedimiento de recepción y montaje de la comitiva del Departamento de Estado y Patricia Derían, involucro, cerca de 35 personas, entre elemento del Servicio Secreto (USA) y medios de la CIA y del Sistema de Inteligencia Argentino. Como es de usos, todo en un vulgar despelote organizativo.
Patricia Derían, abrió el libro de denuncias (Azul), conjuntamente con su equipo del departamento de estado (Demócrata) en la avenida Belgrano a pocas cuadras del Departamento de Policía Federal.
Demás esta decir que el Batallón de Inteligencia 601, con sus medios de reunión de información exterior, cumplió con el “minado de sistema de escucha y análisis de vulnerabilidades, todo en directo enlace con l coordinador de la CIA.
En días subsiguientes, PD , recolectaba firmas y datos de supuestos desaparecidos y se volcaban en el Libro Azul, manteniéndose enlaces permanentes con el Departamento de Estado.
DESAPARECIDOS
Hubo dos acciones que la Junta debió tener n cuenta para actuar. Entregar los cuerpos o declararlos desaparecidos.
El departamento de estado por decisión de Carter, era no complicar la democracia con actos jurídicos dudosos. Y sugirió a Videla la figura del “desaparecido”
La visión de la CIA, era concurrente con el fusilamiento o caído en combate y la entrega a sus familiares.
A su vez la CIA, en acuerdo con el B 601, establecieron la eliminación de Patricia Derían y su equipo en manos de los argentinos. La Jefatura II Icia. No lo acepto. Y tuvo un distanciamiento de la CIA que hoy todavía perdura.
DEL LIBRO DE PATRICIA DERIAN SURGEN.
CONCLUSIONES
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 26, 2019
CARTA ABIERTA AL SEÑOR QUE DICE LLAMARSE GOOGLE USER
Siempre de frente, siempre de pie
No censurar, cueste lo que cueste dando siempre la cara no eludiendo tema alguno por más comprometido que sea este, son algunas de las reglas básicas con las que funciona este sitio. En la sección comentarios (solo allí se permite el anonimato si así lo quiere el participante) de la última nota de JOSÉ LUIS MILIA, titulada “SON 130, ¿O NO?” surgió una controversia sobre algunos aspectos de los trágicos “años de plomo” de Argentina. A la misma ahora se sumaron, el Mayor CARLOS ESPAÑADERO y el Teniente Coronel ARIEL VALDIVIEZO, quienes como en otras oportunidades nos hicieron llegar sus muy respetables opiniones. Haciéndolo aún en la desventajosa situación de arresto domiciliario en la que se encuentran, dan la cara y no se arrodillan ante nadie, por ser dignos soldados y hombres de bien. Considerando el valor de sus expresiones las publicamos como notas por separado a partir de hoy y mañana. El escarnio y la censura con quienes defendieron el país, son la mayor prueba de la hipocresía e iniquidad ejercida por parte del periodismo en general (por supuesto hay excepciones), miembros de la justicia, iglesia, funcionarios gubernamentales y gran parte de la sociedad. Para todos estos los adultos mayores que padecen y mueren en ilegal prisión, no existen.
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Desgraciadamente debo llamarlo así porque en sus comentarios que hizo en Prisionero En Argentina, https://prisioneroenargentina.com/index.php/2019/06/22/son-130-o-no/
usted lo firma con ese nombre y con una foto que indudablemente no es la suya, lo que a mi entender lo hace poco creíble, cobarde y tendencioso. Si desea que se lo tome en serio, tenga a bien identificarse como lo haría cualquier hombre de bien, lo que sería una condición sine qua non, no obstante y entendiendo que su actitud demuestra una clara ignorancia sobre qué es la guerra voy a contestar sus palabras.
Para ella debo empezar por lo elemental, y es enseñarle que el concepto “guerra cultural no es volátil e imprecisa”, es un concepto constituido por dos palabras bien diferenciadas las que definen exactamente una situación de conflicto entre opuestos.
GUERRA:
CULTURA:
La guerra cultural está basada fundamentalmente en la guerra sicológica, ya que la finalidad de la misma es conocida también con otros términos, como guerra política, “ganar las mentes y los corazones” y propaganda.1 El término de guerra psicológica se usa para “definir cualquier acción que se practica sobre todo por métodos psicológicos con el ánimo de evocar una reacción psicológica planeada en otras personas”, que no es otra cosa que una guerra.
Una ideología es un conjunto normativo de emociones, ideas y creencias colectivas que son compatibles entre sí y están especialmente referidas a la conducta social humana. Las ideologías describen y postulan modos de actuar sobre la realidad colectiva, ya sea sobre el sistema general de la sociedad o en uno o varios de sus sistemas específicos, como son el económico, social, científico-tecnológico, político, cultural, moral, religioso, medioambiental u otros relacionados al bien común.
También es necesario que aprenda los distintos tipos de guerra moderna que se desarrollan a lo largo y a lo ancho del mundo a saber. Guerra asimétrica, Guerra biológica, Guerra química, Guerra electrónica, Guerra informática, Guerra psicológica, Guerra de la información, Guerra naval,, Guerra nuclear, Guerra de guerrillas, Guerra fría y Guerra subversiva entre otras, las se encuentran, a largo o corto plazo inter relacionadas entre sí.
Espero entienda lo que acabo muy escuetamente de explicar, ya que hablar tanto de cultura como de guerra se podría hacer varios libros.
Habiendo desasnado a usted, respecto a lo que es la guerra, comienzo a analizar su tendencioso escrito, típicamente característico de las mentiras de los subversivos, es decir la memoria impuesta por el gobierno de los Kirchner y ahora por el de Macri con respecto de los 30 mil desaparecidos.
Antes de analizar sus dichos es también conveniente que le transcriba algo que es de público y notorio conocimiento, que fue publicado por los distintos medios de comunicación social, pero en este caso no me remonto a nuestros diarios sino a el diaria “El Español” que expresa:
“De ellos, 6.348 cayeron en la dictadura, es decir menos de una cuarta parte (21,16% de los 30.000 que se creía) y 952 fueron asesinatos (sin ocultamiento del cadáver). Otro dato sorprendente ha surgido del desagregado de la cifra total: durante la presidencia de la viuda de Perón, de 1974 a 1976, se produjeron 662 desaparecidos y 609 asesinatos por causas políticas pese a que se trataba de un gobierno constitucional, surgido de elecciones realizadas en 1973.
Sin embargo, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, ha asegurado a EL ESPAÑOL que “esto es información pública, no fue creada por nosotros con un interés particular, sino la respuesta a un derecho que es el acceso a la información, con datos que contaba la secretaría de Derechos Humanos en el 2013, y no hay ninguna intencionalidad en su difusión”
Me contaron que tenían orden de no hacerla pública porque chocaba con la de los 30.000 desaparecidos
Otra dirigente humanitaria, Graciela Fernández Meijide, ex secretaria de la Comisión Nacional de la Desaparición de Personas (Conadep) y madre de un adolescente de 16 años desaparecido en la dictadura, autora del libro La historia íntima de los Derechos Humanos en Argentina, ha confirmado las cifras desveladas por la Administración.
“En 2009 hablé con funcionarios, viejos conocidos míos de la Conadep, y me confirmaron que la cifra es ésta que se difundió ahora. También me contaron que tenían orden de no hacerla pública porque chocaba con la de los 30.000 desaparecidos”, confió a EL ESPAÑOL.”
https://www.elespanol.com/mundo/america/20161116/171233534_0.html
Inicia mencionando que somos los militares los que “más o menos” saben estos temas, es tan cínica su pregunta que mediante una cuenta de suma o resta pretende imponer nuevamente, muy sutilmente, la mentira de los 30.000 desaparecidos, mediante una pregunta de dónde están los otros faltantes.
En primer lugar no somos los militares lo que sabemos más o menos el número de desaparecidos, son cifras oficiales de su querido KIRCHNER sustentadas por MACRI, y otra descerebrada como usted, la Heidi porteña, María Eugenia Vidal, impuso por ley esta mentira en la provincia de Buenos Aires.
Efectivamente algunos documentos mencionan la cantidad de combatientes que tenían las organizaciones guerrilleras en la argentina, los mencionados en el juicio 13/14 (A los comandantes), otros de los mismos jefes de las organizaciones terroristas hablan de muchos más, como otros que hablan de 1300 guerrilleros, como puede ver, estimado cobarde e hipócrita, esas cantidades varían enormemente, particularmente prefiero acomodarme a las cantidades que mencionan los mismos guerrilleros, pero la cantidad para mi análisis no es algo primordial.
Así como Ud. miente sobre los 30 mil podría hacerle la pregunta al revés, ¿Cómo puede haber 30 mil desaparecidos si solo en total las organizaciones no llegaban a los 4 mil combatientes? ¿Dónde están los otros 25 mil? por eso es que su pregunta está cargada de hipocresía buscando reafirmar semejante mentira, en apoyo a estas sangrientas organizaciones. Al estar su pregunta llena de falsedad y mala intención, supongo debe de ser un zurdo más que anda pululando semejantes aberraciones de este sucia Política de Estado ¡LA MENTIRA!
Y contestado a su pregunta solo me resta mencionar que reduce vergonzosamente una guerra con muertos y desaparecidos a simples operaciones matemáticas. Entiendo que, si puedo contestarle sobre los desaparecidos con total acierto, porque como le mencionara los 6348 son cifras oficiales y no son mentiras como la suya. Puesto que como buena calaña pregunta sobre algo que todo el mundo sabe y usted también, que es una mentira oficial de los dos últimos gobiernos de KIRCHNER Y MACRI.
Si quiere saber dónde se encuentran los faltantes, que Ud pretende hacerlos pasar por desaparecidos, puede preguntar en primer lugar a los propios subversivos que ahora se llenan la boca hablando en los medios de comunicación social como si fuesen una maravilla. Luego a los diputados y senadores que ocupan bancas y que asesinaron gente con esas organizaciones. También puede preguntarle a el “EL MONO” LORENZETTI, ex Presidente de la Corte Suprema de Justicia, que supongo no ignora que fue un asesino Montonero, con grado y todo dentro de la organización guerrillera y que ahora lidera la justicia de este pobre país. Puede preguntarle a Cristina y a Mauricio cuantos terroristas albergaron en su gobierno, solo para dar un ejemplo de los miles que se encuentran en esa situación, el caso de Patricia Bullrich (montonera) como Ministra de Seguridad y el caso de Nilda Garré Garre (ERP) como Ministra de Defensa y también de Seguridad.
Por último, quería informarle para su conocimiento, sobre si se perdió o ganó la guerra, pero antes debo ilustrarlo sobre la estrategia sin tiempo, estos zurdos como Ud, nunca terminan de atacar de cualquier forma que le es posible, su ataque es permanente y no tiene fin ni aun obteniendo sus objetivos. Por eso cuando se habla que se ganó la guerra, en realidad se ganó una batalla, la de las armas, pero como consecuencia de los gobiernos que desde 1983 viene apoyando directamente a estas organizaciones, esto les ha permitido ir ganando la guerra por otros medios. Esos están dentro de lo que se llama guerra cultural o más específicamente la llamaría segunda fase batalla cultural la cual, sí la estamos perdiendo, pero no las fuerzas armadas, esta fase las pierde la Patria en toda su extensión, por la inoperancia e indiferencia de su pueblo.
PP – VGMT (PRESO POLÍTICO Y VETERANO DE GUERRA EN EL MONTE TUCUMANO)
Ariel Valdiviezo
DNI. 8 196 717
*EN ARGENTINA, MIENTRAS EL BUEN CHAMPAGNE ES COMPARTIDO Y CONSUMIDO POR FUNCIONARIOS Y UNIFORMADOS DE TODAS LAS FUERZAS, CAMARADAS DE ESTOS ÚLTIMOS, SILENCIOSAMENTE SUFREN Y MUEREN EN PRISIÓN.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 25, 2019
¿30.000? SIN CENSURA AÚN PARA UN ANÓNIMO
SIEMPRE DE FRENTE, SIEMPRE DE PIE
No censurar, cueste lo que cueste dando siempre la cara no eludiendo tema alguno por más comprometido que sea este, son algunas de las reglas básicas con las que funciona este sitio. En la sección comentarios (solo allí se permite el anonimato si así lo quiere el participante) de la última nota de JOSÉ LUIS MILIA, titulada “SON 130, ¿O NO?” surgió una controversia sobre algunos aspectos de los trágicos “años de plomo” de Argentina. A la misma ahora se sumaron, el Mayor CARLOS ESPAÑADERO y el Teniente Coronel ARIEL VALDIVIEZO, quienes como en otras oportunidades nos hicieron llegar sus muy respetables opiniones. Haciéndolo aún en la desventajosa situación de arresto domiciliario en la que se encuentran, dan la cara y no se arrodillan ante nadie, por ser dignos soldados y hombres de bien. Considerando el valor de sus expresiones las publicamos como notas por separado a partir de hoy y mañana. El escarnio y la censura con quienes defendieron el país, son la mayor prueba de la hipocresía e iniquidad ejercida por parte del periodismo en general (por supuesto hay excepciones), miembros de la justicia, iglesia, funcionarios gubernamentales y gran parte de la sociedad. Para todos estos los adultos mayores que padecen y mueren en ilegal prisión, no existen.
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RESPONDER EN PRISIONERO EN ARGENTINA
Escribe: Mayor (RE) del Ejército Argentino, CARLOS ESPAÑADERO
El 22 de junio, se publicó una nota, donde con motivo del anuncio de la Sra. Carlotto, de que se había recuperado el nieto 130, desaparecido durante las guerra sufrida en nuestro país entre 1965 y 1983, se publica una comprometida poesía de un ciudadano que luchó en contra del terrorismo subversivo.
Como combatiente de esa trágica y dolorosa época, no puedo más que expresar mi alegría si la persona recuperada era ciertamente un nieto que no había podido desarrollarse en su seno familiar. Es decir, que esto haya ocurrido, y por lo tanto si es cierta la información publicada.
La guerra en todas sus manifestaciones, presenta hechos innegablemente crueles que no pueden ser ignorados y mucho menos justificados. Y es imprescindible que se los denuncie y repudie enérgicamente, sea del bando que sea. Y esta postura es positiva, cuando a partir de esto, se hace extensivo la condena a la criminal aceptación de la guerra por parte de la Humanidad y el mutuo terrorismo que se desarrolla desde todos los involucrados.
Pero es imperativo, ubicar la condena hacia el hecho social “Guerra” y no hacia las personas obligadas a prestar servicio en las mismas. Esto es complejo, porque a la vez, en todas las guerras se percibe las iniquidades que cometen una multitud de seres humanos, aprovechando el descontrolado y brutal poder que adquieren, para cometer iniquidades que sostienen se justifican en nombre de la Patria, de la Justicia, de la sensibilidad social, de una hipotética revolución o de cualquier buena razón que se aduce para realizarlas. Y para peor, la criminalidad de los bandos, que hasta premian estas aborrecibles conductas.
Mientras las guerras se desarrollan entre naciones, se ha logrado por lo menos la idea de un derecho internacional humanitario, que dio vida a las convenciones de Ginebra e incluso a entidades esenciales como la Cruz Roja Internacional. Las primeras han dado algún resultado, aunque los gobiernos en guerra las han tratado de burlar y desvirtuar, cuando no ignorarlas. La segunda, con un rico historial de ecuanimidad, han sido en muchos casos, quebradas gracias a la incorporación de personas comprometidas con un enfoque que les permitía aplicarlos a los bandos transformados en sus enemigos.
Recientemente en los organismos internacionales, se ha puesto de manifiesto un interés en imponer normas que, si bien son deseables, no hay disposición de las potencias mundiales en aplicarlas, salvo cuando sirvan a sus objetivos.
Lo expuesto, a manera de introducción, requeriría un trabajo muy extenso que permitiera fundamentar estas afirmaciones, y considerarlas por lo menos discutibles. Por lo tanto las dejo a título de hipótesis que permitan aproximarse a la interpretación de lo que expondré.
El motivo de este escrito, es considerar algunos comentarios que origina la nota del autor, que nos lleva a un debate que debería llevarse a cabo y que si no fuera por mi avanzada edad y mi personal esfuerzo literario en la historiografía de la tragedia terrorista argentina que desearía dejar lo más avanzado posible antes que Dios me llame a rendir cuentas, me interesaría participar.
Iré tomando los comentarios recogidos y agregando los míos, que no son verdades nacidas de mi soberbia sino de mi deseo de aportarles algunos enfoques que puedan ser útiles.
Con relación a lo afirmado por la persona que se identifica como Río de la Plata:
“Argentina entro a una guerra revolucionaria entre los 60 y los 70 en la que al país lo agarraron en ‘bolas’ sin una Ley específica del Congreso que diga cómo, quien y cuando combatir al terrorismo urbano y guerrillero. Así todos los partidos políticos y la no Justicia estarían de acuerdo como ganarle al terrorismo. Se fue aprendiendo sobre el camino y así nos fue.”
En mi opinión todas las guerra son revolucionarias. Es decir, todas son únicas, con sus propias características originadas en sus motivaciones, sus estrategias políticas y militares empleadas (donde gravitan los conductores estratégicos empeñados), los sistemas de armas empleados, etc. La guerra sufrida en nuestra nación se desarrolló en el marco de la Guerra Fría (que aunque no es aceptado fue la Tercera guerra mundial). En el marco estratégico planetario es por lo tanto teatro de operaciones dentro de nuestro territorio. Esto la hace “un conflicto armado no internacional” en el lenguaje del artículo 3 de las convenciones de Ginebra, en el lenguaje de la OTAN, “guerra interna”, y en el lenguaje político “guerra civil”. Comparto que ni el país ni sus FFAA estaban preparadas para una “guerra civil”, aunque podríamos sostener a nivel discusión que hasta ahora no hay países capacitados en sus propias guerras civiles. Por otro lado la guerra civil tiene la propiedad de romper la cohesión interna de la nación, y por lo tanto es totalmente dudoso que emerjan normas del gobierno que sea respetado por uno o varios de los bandos existentes. Por otro lado presenta diversas perspectivas (dos bandos o más de estos que se sienten soberanos) la existencia o no de porciones territoriales en poder de diversos bandos, etc.
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No puedo seguir más extenso. Me remito a los 3 tomos publicados sobre la Tragedia Terrorista argentina que a través de Prisionero en la Argentina gratuitamente los he puesto a disposición. Dado que la obra está en elaboración (tomo 04 y mas) éstos tomos solo tienen lo que a mi juicio son las antecedentes de la guerra que estoy escribiendo a partir del tomo 04 (si vivo).
Me refiero ahora al diálogo entre Google User y Patricio, donde aporto el mío. Transcribo los mismos:
Google User
una pregunta, no sé si es adecuado ponerla aquí, pero ustedes que “más o menos” saben de estos temas, quizás me puedan ilustrar: ustedes por lo general sostienen la tesis que no desaparecieron tantas personas, que solamente desaparecieron 8 mil personas como mucho (un poco menos, un poco más). Sin embargo, en libros como el de Nicolás Márquez, en algunos artículos de la “lucha contra la subversión” y en el Documento Final de la junta militar de 1983, se dice que la subversión contó con 25.000 subversivos, de los cuales 15.000 fueron combatientes. Mi pregunta es: si los militares ganaron la guerra como generalmente ustedes sostienen también ¿Dónde quedaron los restantes “combatientes” de la subversión??? ¿Desaparecieron o no desaparecieron? Porque no tiene sentido ganar una guerra haciendo desaparecer a poco más de la mitad de los 15.000 combatientes, y que los restantes 7 mil combatientes se queden tan conformes. Considerando que estuvo la Contraofensiva de Montoneros, no parece coherente que haya 7 mil combatientes que no desaparecieron, no parece tener mucho sentido que los militares digan que ganaron la guerra. Tengamos también en cuenta que el Documento Final de 1983 se publica en pleno contexto de las denuncias por 30 mil personas desaparecidas, por lo cual ha generado la sensación en varios investigadores que ese documento pretendía “igualar” la cantidad real de desaparecidos con un número artificial de subversivos. Eso quería preguntar: ¿Dónde quedaron los restantes combatientes subversivos si los militares ganaron haciendo desaparecer “solo” a la mitad de ellos??????
Respondo: Una guerra es un proceso político cruento, que pretende con violencia imponer objetivos políticos. Un instrumento esencial es el aparato armado de cada uno de los combatientes. En el caso de naciones, estos aparatos armados son las FFAA. No son los únicos, dado que la guerra es una situación límite, como diría el filósofo Jasper, que pone en juego la subsistencia de los países en pugna. Los campos de combate son teatros de operaciones de mutuo exterminio, que no se asemejan a campos deportivos. Para eso se usan armas de todo tipo (desde pistolas a tanques, submarinos, portaaviones, caza bombarderos, cañones de largo alcance, bombas de toda clase, incluso nucleares y aún delictivamente gases) Aseguro que ninguno de estos instrumentos son muy aptos para diálogos ni para tomar un café con el enemigo. Los éxitos y fracasos militares se dan generalmente en estos espacios terrestres. Es ahí donde se puede hablar de éxitos o fracasos militares. Pero la mayoría de las veces no define la suerte de una guerra. La guerra se gana o se pierde en el nivel de los gobernantes o lo que queda de ellos. La pregunta del señor Google User centra su preocupación asociando desaparecidos con guerra exitosa. Ganar una guerra no supone que se haga desaparecer a todos los enemigos. De ser así podríamos decir que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, han desaparecido todos los alemanes, los italianos y los japoneses. O si quedaron vivos, que la guerra no ha terminado. De ahí que se dice que “aniquilar” significa “quitar la voluntad de lucha”. Por otra parte, es común que en todas las guerras hayan desaparecidos, y es una impresión mía, relativamente pocos prisioneros de guerra. Otra característica es el concepto profesional de “enemigo”. El enemigo es circunstancial, mientras dura la guerra. Luego de ello, llegada la paz (logro político) los enemigos se convierten por lo menos en personas que deben tener buen trato. Las guerras civiles han originado que los enfrentamientos se produzcan entre FFAA y terroristas (salvo que se dividan las primeras), y hace más notable que el aparato militar enfrenta otro aparato militar que no es profesional. Estos últimos, no se sienten identificados con la conducta militar ni con la formación institucional de éstos. Y bueno en Argentina tenemos un buen ejemplo: FFAA que han retornado a la paz y grupos que fueron terroristas que lo tienen como enemigo hasta que logren matarlos o humillarlos.
Volviendo a los desaparecidos, no hay hasta la fecha, una estadística mínimamente aceptable sobre la cantidad de desaparecidos. Por lo menos que yo conozca.
En cuanto al resultado de la guerra, se podría decir que en el campo militar las fuerzas gubernamentales triunfaron. Pero en la definición de la guerra, que es política el triunfo fue del otro bando.
En mi discutible opinión la derrota política tiene la peculiaridad de la incapacidad de quienes gobernaron toda esa trágica época, y de la ferocidad de los triunfadores que aun hoy buscan la manera de mantener vigente el odio que alimenta la venganza y el quiebre del frente interno del país.
Patricio Google User
Cifra oficial del gobierno de Néstor “Eternauta” Kirchner: 6348, al que no se puede acusar de Derecha. Respecto al resto, recomiendo el libro de Carlos Manuel Acuña “Los Traidores”, y otro, que realmente son dos “Por amor al odio” del mismo autor. Hay otros, pero estos pueden aclarar las dudas, en especial Los Traidores. Y con respecto a ganar, si hubiese sido así, hoy no tendríamos ningún uniformado preso. Se puede haber ganado la batalla de las armas, por así decirlo, porque un bando dejó de tirar y comenzó otra clase de guerra para lo cual los militares no estaban preparados y es la Cultural. Se apoderaron de los medios, los cuales de por sí tienen tendencia hacia la izquierda y aplaudir sus “hazañas”, imponiendo el relato de los “muchachos idealistas que buscaban un mundo mejor y sacar del gobierno a los Milicos” pero desde el año 1969 hasta 1979 y contamos 1989 La Tablada, el 51 % de los atentados fueron en…..DEMOCRACIA con un gobierno elegido por el 62 % de los votos y otro con el 51 %. Pero también en esta penúltima escaramuza (no se sabe cuando será la última), lograron que la misma no aparezca como contra un gobierno constitucional en los libros de historia reciente, esta es la forma de “ganar” una guerra o mejor expresado una Batalla…..por ahora.
Con respeto al comentario de Patricio, mi respetuoso silencio ante la opinión de una persona que intuyo ha vivido y sufrido las alternativas de la guerra y de la post guerra. Hay cosas que podría compartir o cosas en que podría disentir, pero que no justifica el tiempo que nos llevaría a ambos. Además, es un luchador.
Google User a Patricio
mmmm creo que la pregunta sigue sin responder. Independientemente de lo volátil e impreciso que es el concepto de “guerra cultural”, la pregunta sigue ¿Por qué los militares dicen haber ganado la “guerra” de las armas contra los subversivos, haciendo desaparecer únicamente a 8 mil de los supuestos 15 mil combatientes? Es más, el señor Ramón Genaro Díaz Bessone en su libro “Guerra Revolucionaria en la Argentina: 1959-1978” dice que la subversión tuvo 30.000 guerrilleros. Pero incluso si hubiesen tenido 15.000 como el Documento Final ¿Qué pasaron con los restantes combatientes??? Algo que no tiene sentido en el relato de los militares
Sr. Google User: Ignoro el motivo por el cual menciona “Guerra cultural”. Es cierto que todo lo que sacude a una sociedad en la mayoría de los casos, se transforma en “usos y costumbres” y estas pueden insertarse en la cultura de la misma. Pero a pesar de existir defensores de la guerra a la que consideran un imprescindible progreso, sinceramente prefiero que la Humanidad progrese mediante una civilizada educación que ayude a conformar la base cultural de los seres humanos viviendo pacíficamente. Pero esto es una opinión.
Con respecto a las cantidades de desaparecidos creo haber explicado mi interpretación. Yo prefiero una guerra sin desaparecidos. Igual se puede ganar.
Google User a Patricio
el libro no aparece en internet, y no quiero comprármelo para resolver una sola pregunta ¿No me puede sintetizar más o menos qué sucedió con el resto de los combatientes??? Me parece una incoherencia por parte del relato de los militares que de 15 mil combatientes, hayan ganado la guerra desapareciendo solamente a 8 mil, y que el resto no hiciera nada. No tiene sentido… no me van a decir que todos se pasaron al otro bando, que los restantes 7 mil se pasaron al bando militar.…
Sr. google User: Su avidez por identificar desaparecidos con ganar la guerra, me hace pensar en que Ud. sería un feroz conductor de una guerra que convertiría en un exterminio absoluto, para con ello considerarla exitosa. Por suerte mis 87 años me hacen pensar en que mi muerte me hará “safar” de este riesgo. Yo tengo muy presente que en una guerra civil se enfrentan connacionales. Un enemigo muerto, es también un argentino muerto.
Con respecto al comentario de mi amigo Claudio, me alegra la coincidencia. Si no fuera porque el gobierno nos tiene pagando delitos que no cometimos, en nuestros domicilios convertidos en jaulas de castigo, podríamos creer que nos ponemos de acuerdo para decir lo que sentimos.
Pero pongamos una disidencia: Los héroes existen. Pero no andan publicando sus heroicidades. Los héroes no se consideran héroes a sí mismos. En el caso de las guerras son las naciones los que lo reconocen y esto no es inmediato. Además, muchos héroes mueren ignorados. No fueron héroes para que los elogiaran. Fueron héroes porque sus bandos así lo necesitaron y ellos voluntariamente aceptaron.
My. (RE) Carlos Españadero
Prisionero En Arghace un día
En lo personal a más de rechazar, siento y pienso que no tendría que haber existido el robo de un solo bebé. No es un acto digno y eso dio lugar “al relato”. En esos tiempos de horror “los otros” (terroristas) mataban a los niños/ñas, no dándole la oportunidad de crecer, jugar, estudiar, tener amigos, enamorarse, casarse, trabajar y a su vez tener hijos, en una palabra, vivir. “El hombre es lobo del hombre”. Atentamente CLAUDIO KUSSMAN
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Fely Silveira Prisionero En Arg22 horas atrás
ABSOLUTAMENTE CIERTO TU COMENTARIO……XRO ESOS SIGUEN SIENDO HEROES Y NO SE LOS JUZGA X SUS ABERRACIONES Y O ASESINATOS
Responder+2
Prisionero En Arg Fely Silveira22 horas atrás
Fely Silveira, los héroes no existen. Gracias por participar. CLAUDIO KUSSMAN
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 24, 2019
Desclasificación de archivos de Estados Unidos
Los Estados Unidos entregaron a Argentina hoy viernes 5.600 documentos recientemente desclasificados relacionados investigaciones e intervencios en el país sudamericano durante los años 70s.
La colección proviene de 16 agencias y se suma a las casi 50,000 páginas de documentos que ya se entregaron como parte del Proyecto de Desclasificación de Argentina, el mayor esfuerzo de desclasificación de gobierno a gobierno en la historia de los Estados Unidos.
Durante una ceremonia en el Edificio de Archivos Nacionales, el archivista de los Estados Unidos, David Ferriero, entregó varios discos duros de documentos escaneados al Ministro de Justicia de Argentina, Germán Garavano.
Más tarde, Garavano dijo a los reporteros que “los documentos incluyen detalles como los nombres de los perpetradores y las víctimas que pueden ayudar al sistema judicial de Argentina a cerrar al menos algunas de las 400 investigaciones pendientes de 30,000 personas desaparecidas por la dictadura”.
Los últimos registros marcan la cuarta y última publicación por el gobierno de los Estados Unidos de documentos relacionados con el período.
El proceso de revisión, que comenzó en 2002, cobró impulso con las solicitudes del presidente argentino, Mauricio Macri, al ex presidente de los Estados Unidos Barack Obama y al presidente Donald Trump.
Un total de 25 empleados del Centro Nacional de Desclasificación, el Centro de Archivos Legislativos y las bibliotecas presidenciales dedicaron más de 1,300 horas para identificar y revisar los registros relevantes. (Medios argentinos indican 320 empleados y 30,000 horas de trabajo. Ver al pie de página el comunicado oficial)
John Powers, director asociado de la oficina de supervisión de seguridad de la información en los Archivos Nacionales, dijo que solo se redime el 3% de los registros publicados y que solo el 1% de todos los documentos relacionados con el tema no se han entregado.
Carlos Osorio, analista de la organización no gubernamental National Security Archive, dijo que el proyecto representa un “nuevo modelo de diplomacia de desclasificación” y que “representa una contribución excepcionalmente valiosa a la causa de los derechos humanos, la causa de la justicia y la causa de Nuestros derechos fundamentales. “Derecho a saber”.
Los documentos fueron presentados mientras el Secretario de Estado de los Estados Unidos. UU., Mike Pompeo, comenzó una gira de cuatro días por América Latina que lo llevará a Chile, Paraguay y Perú.
EL COMUNICADO OFICIAL DEL ARCHIVO NACIONAL DE ESTADOS UNIDOS
Ceremonia marca finalización del proyecto de desclasificación de registros en Argentina
Alerta de medios ·
Jueves 11 de abril de 2019.
Washington DC
QUÉ: el archivista de los Estados Unidos, David S. Ferriero, presentará el tramo final de los registros del gobierno de EE. UU. Recientemente desclasificados al Ministro de Justicia y Derechos Humanos de Argentina, el Honorable Germán Carlos Garavano, que marca la finalización con éxito del Proyecto de Desclasificación de los EE. UU. Para Argentina. La publicación de desclasificación de gobierno a gobierno más grande en la historia de los Estados Unidos.
Esto finaliza un esfuerzo de varios años en 16 agencias y departamentos del Poder Ejecutivo para proporcionar al Gobierno de Argentina registros desclasificados entre 1975 y 1984 relacionados con abusos de derechos humanos cometidos durante la dictadura militar de Argentina (1976-1983).
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional ha publicado la colección en su totalidad, que se puede encontrar aquí: intel.gov/argentina
Los registros publicados por el Centro Nacional de Desclasificación de los Archivos Nacionales están disponibles al público aquí: https://www.archives.gov/argentina/humanrights
QUIEN:
El Honorable David S. Ferriero, Archivista de los Estados Unidos.
El Honorable Germán Carlos Garavano, Ministro de Justicia argentino
El Honorable Fernando Oris de Roa, Embajador de Argentina en los Estados Unidos.
CUÁNDO: viernes 12 de abril de 2019 a las 10 de la mañana.
DÓNDE: Sala de Recepción del Archivista, Edificio de Archivos Nacionales, 700 Pennsylvania Avenue, NW, Washington, DC. El enlace a los registros se proporcionará el 12 de abril de 2019, a las 10 am
TENGA EN CUENTA: Medios de impresión solamente. RSVP a public.affairs@nara.gov. Prensa debe utilizar la entrada de la avenida Pennsylvania.
Fondo
Esto representa la etapa final de un esfuerzo histórico del gobierno de los EE. UU. Para buscar, identificar, revisar el acceso público y proporcionar registros que arrojen luz sobre los abusos de los derechos humanos en Argentina entre 1975 y 1984. El proyecto, a solicitud del gobierno argentino , participaron los Archivos Nacionales de los Estados Unidos y cuatro de sus Bibliotecas Presidenciales (Ford, Carter, Reagan y George HW Bush). Incluía otros 15 departamentos y agencias gubernamentales de EE. UU., Incluidos los organismos de inteligencia, defensa y de aplicación de la ley.
La misión de los Archivos Nacionales es preservar y hacer accesibles los registros permanentemente valiosos del gobierno federal. Para apoyar este importante proyecto, 25 empleados del Centro Nacional de Desclasificación, las Bibliotecas Presidenciales y el Centro de Archivos Legislativos pasaron más de 1,300 horas identificando y revisando los registros relevantes.
# # #
Para obtener información de la prensa, comuníquese con el personal de comunicaciones de medios y medios de comunicación nacional al 202-357-5300.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 12, 2019
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LA ÚLTIMA PASIÓN DE FRANCISCO: LA MENTIRA
Jorge Mario Bergoglio, alias El Papa Francisco, se refirió al número de desaparecidos usando el mismo abacus de la gobernadora Vidal y de las organizaciones de “derechos humanos” en Argentina.
LA REVELACIÓN
El Papa Francisco fue entrevistado por el periodista español Jordi Evole del programa “Salvados”.
Durante la entrevista, que duró 71 minutos, el Sumo Pontífice habló de varios temas: homosexualidad, abusos en la Iglesia, feminismo, desaparecidos e inmigración.
Jordi Evole le preguntó al Papa sobre los desaparecidos durante la dictadura de Francisco Franco y la necesidad de identificar los cuerpos encontrados.
El Papa respondió: “En Argentina fueron más de 30.000 en la época de la dictadura”.
“Me tocó de cerca eso. Siempre he defendido el derecho a la verdad sobre lo que pasó; el derecho a una sepultura digna, a encontrar los cadáveres. En Argentina se sigue haciendo. Es un derecho no sólo de la familia, de la sociedad. Una sociedad no puede sonreír al futuro, teniendo a sus muertos escondidos. Nunca vas a tener paz con un muerto escondido”, agregó.
[/ezcol_2fifth] [ezcol_3fifth_end]COMUNICACIÓN DE JUSTICIA Y CONCORDIA
En un reportaje de 70 minutos para el programa de televisión llamado Salvados, que produce y conduce un periodista claramente enrolado –para decir lo menos- en la línea progre y que se emite para un canal de Barcelona, el Papa Francisco habló un poco de todo.
Nada diremos, con una sola salvedad, de sus respuestas o comentarios a los temas propuestos. Basta con advertir que no habló como Jefe de la Iglesia, ya que no sólo por los asuntos que le planteó el periodista, sino por el tenor de sus respuestas, el Papa se expresó como un político más.
Pero lo que no podemos pasar por alto es que, en un contexto que no correspondía a la Argentina, sino a los muertos y desaparecidos durante la guerra civil española, el Papa dijo textualmente lo siguiente: “En Argentina fueron más de 30.000 en la época de la dictadura. Me tocó de cerca eso. Siempre he defendido el derecho a la verdad sobre lo que pasó; el derecho a una sepultura digna, a encontrar los cadáveres. En Argentina se sigue haciendo. Es un derecho no sólo de la familia, de la sociedad. Una sociedad no puede sonreír al futuro, teniendo a sus muertos escondidos.” Y agregó: “Nunca vas a tener paz con un muerto escondido.”
Nuestra Asociación podría hacer una larga declaración a partir de estas expresiones del Papa. Para ello le sobran autoridad, méritos, derecho y –también- información. Pero en esta ocasión queremos limitarnos a poner de manifiesto tan sólo dos hechos.
Los hechos, como es sabido, son más contundentes que las palabras.
El primero es que el Papa, cuando no era tal, sino sacerdote, después obispo y finalmente Arzobispo de Buenos Aires y Cardenal Primado de la Argentina, nunca dijo públicamente cosa alguna sobre desaparecidos ni sobre el supuesto derecho a encontrar cadáveres, y jamás advirtió a los argentinos que nunca tendríamos paz con un muerto escondido.
El segundo hecho es que la cifra de 30.000 desaparecidos en la Argentina –tan redonda ella- es total y absolutamente falsa, y que su utilización, tanto en el plano local cuanto mundial, cumple la función de una consigna ideológica, que se agita tanto para deslegitimar la guerra contra el terrorismo librada en los años ’70, cuanto para lucrar de manera repugnante con su inevitable resultado de muertos y heridos.
Ningún argentino ignora esto, incluidos aquellos que –estos sí públicamente- reivindican y entonan loas al terrorismo de entonces. Tan evidente es también para ellos la mentira de los 30.000 desaparecidos que, en el vano intento de no caer en el ridículo, afirman con desparpajo que ese número tiene carácter simbólico.
Si alguno cree que hace falta decir más, pues que lo diga.
Buenos Aires, 2 de abril de 2019.
Carlos Bosch Alberto Solanet
Secretario Presidente
[/ezcol_3fifth_end]Envío: DRA ANDREA PALOMAS ALARCÓN
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 3, 2019
MARIA EUGENIA VIDAL, GOBERNADORA TRAS LOS PASOS DEL MAL
PRIMER PASO
Como todos saben la gobernadora bonaerense MARIA EUGENIA VIDAL, promulgó el 22 de mayo del año 2017 la controvertida Ley 14.910 de la Provincia de Buenos Aires, imponiendo que la cantidad de detenidos-desaparecidos víctimas del “Terrorismo de Estado” son 30.000. Listo firmado y sellado, no se discute, estamos en democracia pero eso no importa. Si bien son dolorosas cifras del horror, la cantidad real rondaría las 6.348 personas, según el listado depurado en el año 2016 por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Así consta en el “Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado”. A su vez con el paso del tiempo va surgiendo que no pocos están “vivitos y coleando”, con jugosas indemnizaciones en el bolsillo, cobrados por sus seres queridos que por ley no tienen obligación de devolver. Otros murieron ejecutados por deserción o traición a las organizaciones terroristas a las que pertenecían, otros por detonación de la bomba que portaban o armaban para su colocación y otros en enfrentamientos al momento de atacar dependencias estatales, guarniciones militares y de seguridad, siempre asesinando. De cualquier forma, ante estas comprobaciones las autoridades gubernamentales son muy ciegas, muy sordas y muy mudas y de eso no se habla más. ¡Basta! ¡Silencio!
SEGUNDO PASO
Este se da a través de la resolución 2018-27-GDEBA-SSPGYEMSGP aparecida en el BOLETÍN OFICIAL de la Provincia de Buenos Aires, el 13 de abril pasado, casi al cumplirse un año del primer paso. Allí se incluye en los programas de estudio y formación de los cadetes de la Escuela de Policía Juan Vucetich y sus Sedes Descentralizadas, lo que se denomina: “Taller de Reflexión sobre el Día de la Memoria Verdad y Justicia”. Digno de destacar es el punto cinco del Anexo que acompaña la resolución y que textualmente dice: “Por ende, la finalidad del presente taller es, conmemorar a las víctimas de terrorismo de estado y que los alumnos tomen conciencia del significado de memoria, verdad, valores, justicia y la vida en democracia sobre la base en los principios de respeto, promoción y garantía de los derechos humanos como componente central en el proceso de aprendizaje”. Como uno más uno son dos, quiere decir que los jóvenes nuevos policías tendrán fijada en su mente la cifra de 30.000 detenidos-desaparecidos acorde a lo que marca la ley en vigencia.
TERCER PASO
Este se produce por una maliciosa omisión de las autoridades provinciales que manejan los planes de estudios de los futuros policías. Ocultan en el “Taller de Reflexión” que DOSCIENTOS TREINTA de sus miembros fueron asesinados por los terroristas durante los años de plomo. Así la Policía de la Provincia de Buenos Aires es la Institución con mayor cantidad de víctimas del terrorismo. Seguida por CIENTO SIETE de la Policía Federal, NOVENTA Y NUEVE del Ejército y muchos, muchos más de diferentes fuerzas como así también civiles hombres, mujeres y niños. Todas víctimas inocentes del ataque y la sangrienta guerra que sobrevino en el país y en el resto de Latinoamérica, en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado. Ni hablar de numerosísimos lisiados. Detestable no haberlos incluido como dignos merecedores de los derechos humanos que deben ser para todos. Luego de leer, piense y recapacite, nada es casual y seguramente en un corto tiempo más, vendrán otros pasos del mal que avanza sin prisa y sin pausa.
Claudio Kussman
Interno L.U.P 345.349
Servicio Penitenciario Federal
Mayo 02, 2018
EN MEMORIA DE QUIENES MURIERON O FUERON MUTILADOS POR EL TERRORISMO INMISERICORDE QUE ATACÓ LA ARGENTINA EN EL SIGLO PASADO.
PRISIONEROenARGENTINA.com
Mayo 2, 2018
Cartas de lectores al diario La Nación
Lo que Nos Divide, treinta mil y los negociados. Territorio Mapuche y sus condiciones. Un paso en Falso, Maldonado, Gendarmería y Horacio Verbitsky
Lo que nos divide
¿Por qué países que han sufrido guerras mundiales han salido adelante? Porque no niegan que la vivieron, no recurren a mitos, disfraces y mentiras. La Argentina no se piensa a sí misma, le falta autoconocimiento, reflexionar, pero para ello es preciso no vivir de relatos que explotan el pasado con el propósito de dividir y reinar. Se sabe fehacientemente, por ejemplo, que no fueron 30.000 los desaparecidos y que el origen de dicha cifra esconde un negociado; sin embargo, en el presente se ha pretendido sostenerla con amparo de la ley. Vivimos tornando personas de nuestra historia en personajes mitológicos que se terminan alejando mucho de lo que en realidad fueron, lo que nos da a pensar que se los utiliza con algún fin. La irrealidad fue una histórica herramienta del poder voraz de la corrupción, que manipula y conquista.
¡Argentinos, despertemos!, basta ya de izquierda, derecha y demás etiquetas prehistóricas. A nuestra patria lo que la divide hoy es la falta de valores, la ausencia de justicia y el descrédito de la honestidad.
Isabel Saravia
isabel.saravia@gmail.com
[/ezcol_1third] [ezcol_1third]Territorio mapuche
El juez Otranto no pudo ingresar al territorio mapuche. Por su parte, el juez Lleral debió aceptar condiciones casi vejatorias para poder realizar los rastrillajes.
La absurda autonomía territorial que no pudo conseguir la guerrilla marxista en Tucumán en los 70 la obtuvo la RAM en 2017 con palos, capuchas y bombas molotov. Carles Puigdemont no está solo. ¿Tendrá Mauricio Macri la firmeza que tuvo Mariano Rajoy?
Eduardo P. Ayerra
DNI 8.254.636
[/ezcol_1third] [ezcol_1third_end]Un paso en falso
El gobierno nacional, una vez que acredite definitivamente que Santiago Maldonado se ahogó en el río Chubut cuando el 1º de agosto intentó cruzarlo huyendo con varios mapuches de la Gendarmería, podrá desenmascarar al CELS y a su fundador, el montonero Horacio Verbitsky.
La aparición del cuerpo de Maldonado le permitirá a la justicia accionar contra los testigos falsos, entre ellos el señor Santana, que dijo haber visto con unos binoculares cuando la Gendarmería lo subía a un camión. Este testigo fue preparado por el CELS, instalado en Esquel desde el primer momento. Verbitsky, acostumbrado a preparar testigos falsos en los juicios de lesa humanidad en los que, dados los cuarenta años transcurridos, las posibilidades de un tropiezo eran inexistentes, no advirtió que en este caso los acontecimientos posteriores lo podían complicar y terminó dando un importante paso en falso.
Alfredo Tomás Walker
DNI 4.605.397
[/ezcol_1third_end]PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 26, 2017
Opinión ciudadana en cartas de lectores de La Nación
El diputado Balestra y su opinión sobre la imposición de los treinta mil desaparecidos en la provincia de Buenos Aires. Pedro Giachino hubiera cumplido 70 años y un compatriota lo recuerda.
Tergiversación
Una reciente ley de la provincia de Buenos Aires pretende oficializar la cifra de los supuestos 30.000 desaparecidos en el último gobierno militar. Dicho número contradice el informe oficial de la Conadep, que arrojó un número inferior a 8000, cifra esta última, confirmada recientemente por dirigentes de ideologías muy diversas. Pero, además, la citada ley es parte de la grosera tergiversación de la realidad, generada por el gobierno anterior, que, en su afán de imponer un pensamiento único, olvidó a las miles de víctimas del terrorismo apátrida, el que se alzó también contra un gobierno constitucional entre 1973 y 1976 (gobierno éste que, a su vez, ordenó en 1975 aniquilar el accionar de la subversión terrorista en la Argentina). Todo ello agraviando la verdad histórica mediante una memoria sesgada, consecuencia de la cual son los cuantiosos presos políticos, muchos de ellos muertos en cautiverio u hoy aún encarcelados en nuestro país. En tanto, aquellos terroristas que se alzaron en armas contra la Nación disfrutan de su libertad, obtenida con un criterio ideológico parcial y contrario a la legislación internacional, además de verse beneficiados por significativas indemnizaciones que no han recibido, en cambio, las víctimas del terrorismo.
Ricardo R. Balestra
Diputado nacional (MC)
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Al capitán Giachino
Hoy, el capitán de fragata (PM) Pedro Edgardo Giachino hubiese cumplido 70 años. Es probable que no haya ningún acto de reconocimiento hacia este héroe, el primer hombre que derramó su sangre en la recuperación de las islas Malvinas, y que cayó ofrendando su vida valientemente. La presencia argentina en las Malvinas se la debemos a este corajudo capitán. Muchos hoy narran historias, presentan libros y cuentan su propia batalla, pero Giachino llevó desde Mendoza lo más preciado que tiene un hombre de armas, la gloria y el honor. Cayó en su bautismo de fuego con el enemigo. Y allí quedó.
Invoco a Nuestra Señora de la Soledad -patrona de las Malvinas- para que vele por el capitán. Cuando esta Nación reconozca a su héroes como se debe, su nombre quedará en el bronce, coronado de laureles. Que viva en cada uno de nosotros el merecido reconocimiento a todos los caídos.
Nelson Durante
pucara68@gmail.comc
[/ezcol_1third_end]Colaboración: Andrea Palomas Alarcón
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 28, 2017
Monseñor Aguer, el 2×1 y los treinta mil
Monseñor Héctor Aguer y su opinión sobre el beneficio del 2×1 en los casos de lesa humanidad y la obligación de mentir sobre los 30.000 desaparecidos en una provincia de Buenos Aires comandada por María Eugenia Vidal.
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Monseñor Aguer -quién se encuentra en la vereda opuesta al Papa Francisco- tuteló el beneficio del 2×1 a los condenados por supuestos delitos de lesa humanidad, desacreditando al gobierno nacional por las críticas al fallo de la Corte Suprema de Justicia y también a la reciente ley promulgada por el gobierno de María Eugenia Vidal -presente en el momento de estas declaraciones- que establece que las publicaciones oficiales deben consignar como “cívico militar” a la última dictadura y fija el número de desaparecidos en 30 mil.
Estas manifestaciones tuvieron lugar tras el Tedeum que se realizó en la Catedral, del que participó María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia de Buenos Aires, parte de su gabinete y Julio Garro, intendente local.
Aguer afirmó que el hecho de que el jefe de gabinete de Mauricio Macri, Marcos Peña “haya salido a cuestionar el fallo de la Corte demuestra que nuestra República no está muy sana“. Destacando que se trataba de una invasión a otro poder. El arzobispo consideró que estaba fuera de lugar que el Congreso haya sancionado una ley retroactiva contra la decisión de la Corte Suprema.
El religioso se mostró contra la ley provincial que establece que las publicaciones oficiales deben consignar como “cívico militar” a la última dictadura y fija el número de desaparecidos en 30 mil personas. “Se impuso por Ley un número mágico que hay que sostener acerca de las víctimas de la crueldad de la última dictadura. Me parece que no corresponde a la Legislatura imponer por ley algo que es muy discutido”, explicó Aguer. “No me corresponde a mí poner un número, pero digo: ‘¿Por qué la ley va a prohibir que alguien diga que fueron 29.999 o que diga que fueron 30.001?’. No corresponde una ley para eso”.
[/ezcol_3fifth] [ezcol_1fifth_end].[/ezcol_1fifth_end]Colaboración: Dra. Andrea Palomas Alarcón
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 25, 2017
La verdad no cruza la General Paz
Por María Ferreyra
La Provincia de Buenos Aires prefiere el “relato”
La gobernadora María Eugenia Vidal observa un libro de historia argentina que descansa empolvado en una de las estanterías de su finca ubicada dentro de una base militar y se puso de rodillas. Es, en definitiva, una persona preocupada por las contingencias que vive su provincia -entre ellas, la educación- pero la dirigente hace gala de su cargo y permite que divisemos que su eficacia en matemáticas no es buena y su apego a las leyes, dudoso.
Para enamorarse bien hay que venir al sur decía una canción de Raffaella Carra -sin premios a su belleza poética, a mi entender- y para mentir hay que visitar la provincia de Buenos Aires -canta la joven y sonriente gobernadora-. Lo curioso es que fuera del territorio de la falacia oficial, Juan José Gómez Centurión, el director de la Aduana, fue sobreseído definitivamente en la causa en que negara la cifra de 30.000 desaparecidos. El fiscal federal Ramiro González prescindió de apelar el sobreseimiento que había dictado el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, quien entendió que Gómez Centurión no incurrió en “apología del delito”, como tampoco exaltó ni reivindicó ningún hecho y/o protagonistas.
La cifra en disputa -recordemos- fue creada por Luis Labraña con el propósito de conseguir recursos financieros para las Madres de Plaza de Mayo, quienes hoy día no dudan en levantar pasacalles donde se lee “Son Treinta Mil” o no se sonrojan en proclamar que es un “símbolo”.
Todos los que votamos por Mauricio Macri esperábamos un cambio, ya que entendimos que “el curro de los derechos humanos” sería liquidado y quisimos creer (O tradujimos) que abarcaría todos los órdenes de su presidencia. Hoy entiendo que esa oración fue otra de las tantas frases de campaña, que en verdad son expresiones en las neblinas, dejadas a la interpretación del consumidor. Clara prueba es el comportamiento de María Eugenia Vidal.
María Ferreyra
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Mayo 23, 2017
Desaparecidos
Cartas de lectores del diario La Nación.
Desaparecidos
Por Enrique A. Gassiebayle
Promulgando una ley totalmente fuera de época y contexto, la gobernadora Vidal pretende que certificar 30.000 desaparecidos le otorga autenticidad y sensibilidad social o barniz de izquierdista. Grave error de su equipo asesor. Primero, que quede bien en claro que un solo desaparecido es en sí mismo una tragedia. Segundo, esa cifra reconocida por los mismos ex terroristas fue inventada. La guerra la inició el gobierno constitucional peronista con varios decretos, y antes la guerrilla fue explícitamente condenada a muerte por el mismo Perón. En su gobierno democrático hubo un alto porcentaje de desapariciones. Seguir usando los muertos de una historia tan trágica como discutida la acerca más a quienes han lucrado en forma corrupta con los muertos para robar en forma escandalosa, a la vista de todos. Aquello es historia. Nos interesan los muertos de ahora, los condenados a la droga o las inundaciones. Con todo respeto le sugiero legislar a futuro y dejar el pasado para los historiadores.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 23, 2017
“REVOLCAOS EN UN MERENGUE…”
Escribe Mauricio Ortín.
Uno de los indicadores de la decadencia moral de una sociedad debería ser el grado de aversión a la mentira que acreditan funcionarios públicos, periodistas, autoridades eclesiásticas y ciudadanos en general. Falsificar los hechos históricos y promover su difusión desde el Estado y/o los medios masivos de comunicación constituye lisa y llanamente un delito aberrante; tolerarlo, un acto de cobardía o de idiotez política. En vigencia del Estado de derecho, el gobierno tiene la obligación de decir la verdad y los ciudadanos el deber cívico de exigirla. Pues bien, en la Argentina, en términos generales, luego de 35 años de democracia no sucede ni lo uno ni lo otro. El hecho evidente que lo refrenda es la circunstancia de que la legislatura la provincia de Buenos Aires aprobó la ley que obliga a los tres poderes del Estado a adoptar como verdadera, en todas sus manifestaciones oficiales en que el tema lo amerite, la mentira palmaria según la cual durante el gobierno militar que comenzara con el golpe de Estado de 1976, se cometió un genocidio que hizo desaparecer a 30.000 civiles. En la Cámara de Diputados, dicha ley-mentira obtuvo 91 votos a favor y sólo uno en contra (el del diputado Guillermo Castello).
El engendro en cuestión, sin embargo, no ha merecido de legislador nacional o gobernador alguno siquiera un monosílabo que la resista. El ignominioso silencio se extiende también a la prensa, la iglesia, sindicatos y demás asociaciones civiles.
La verdad al respecto o, si se quiere, lo más aproximado a ella es el número oficial que obra en la Secretaría de DD.HH. de la Nación, el cual confirma que la cifra de desaparecidos durante el gobierno militar asciende de 6.348. Número que surge de las denuncias presentadas por los deudos en los últimos 35 años. Verdad es también que no hubo ningún genocidio y que la represión “genocida” a las bandas subversivas que asolaban el país fue ordenada por el gobierno peronista. En el colmo del cinismo el senador Norberto Amilcar García alegó que “los militares” desaparecieron a 30.000 civiles porque “pensaban distinto”. Pero ni la represión comenzó el 24 de marzo de 1976 ni fue por pensar diferente. Fue Juan Perón (del que nadie puede negar su filiación peronista) y no el general Jorge Rafael Videla el que, en discurso por Cadena Oficial del 20 de enero de 1974, los definió: “El aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos los que anhelamos una patria justa, libre y soberana…” (Otra que “pensaban distinto”).
Ahora bien, si este fuera un país medianamente decente, los legisladores nacionales (Carrió, Pinedo, Massa, Tonelli, Stolbizer, Wolf, Negri y algún otro de los que todavía se puede esperar algún gesto de dignidad) estarían haciendo cola para pedir la intervención federal del Poder Legislativo de la provincia de Buenos Aires; también y por su parte, la gobernadora María Eugenia Vidal hubiera vetado in limine la ley mamarracho. Mas, no somos Dinamarca, ni Perú, ni Uruguay; pero ni en Venezuela una ley semejante hubiera sido aprobada por unanimidad. La triste circunstancia de que los políticos locales, por acción u omisión, hayan traicionado con descaro los más elementales principios republicanos revela que la inhabilidad moral no es un fenómeno aislado que afecta solo a una provincia sino un tsunami que encharca casi sin excepción a todo el arco dirigencial argentino y que estamos, como dice el tango, “en un mismo lodo todos manoseaos…”
Mauricio Ortín
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 16, 2017
Clarin entrevista a Graciela Fernández Meijide: “Ser padres de un desaparecido no te hace mejor ni peor de lo que ya eras”
El periodista de Clarin, Osvaldo Pepe, entrevista a Graciela Fernández Meijide.
-¿Por qué cree que cada tanto un funcionario macrista sale con declaraciones polémicas sobre el número de desaparecidos? ¿Es una provocación o una decisión estratégica en materia de derechos humanos?
-Bueno, no es un tema del macrismo ése. No es un tema, en todo caso, de la mayor parte de la gente del macrismo. Primero, esto lo dije cuando fueron las elecciones, que había tres candidatos, Macri, Scioli y Massa y que ninguno de los tres está involucrado con los temas de los 70. En cierta manera, mejor.
-¿Por qué se sigue discutiendo el número de desaparecidos, tiene importancia ese conteo en la dimensión de la tragedia?
– Para mí importa, porque soy amante de la historia y todo lo que sea más cercano a la verdad, es lo que más me gusta.
-¿Qué hay de cierto en que se fijó el número de 30 mil para equiparar el plan criminal de la dictadura a la figura de genocidio?
-Eso me lo dijo Eduardo Luis Duhalde. Por allí Luis Labraña (ex dirigente montonero) dice que él tiró esa cifra, pero le pone un contenido mucho menos noble. Dice que fue para que en Holanda les dieran más plata a las Madres. Lo de Eduardo Duhalde tiene otro sentido, es que la figura del genocidio, que era lo único que tenía como convención las Naciones Unidas que se podía acercar a lo que nos estaba pasando, era el genocidio. Porque la “desaparición” no existía como figura jurídica, existió mucho después la “desaparición forzada”, ya en democracia. Sí existía la figura de tortura, seguida de muerte…
-¿Qué dice usted sobre este debate?
– Supongamos que hubiera 10 mil desaparecidos, aunque los datos del Nunca Más no son esos, son menores, yo me pregunto… ¿y los otros 20 mil? ¿No tenían familia, no tenían compañeros de militancia, de trabajo? ¿Nadie notó que hubieran desaparecido? ¿De qué me están hablando?
-¿No cree que hay quienes usan ese argumento para decir “bueno, no fue tanto”?
-Sí, todo lo que quiera. ¿Sabé cuántos casos necesitó Strassera para conseguir que se condenara a las tres Juntas y después siguieran para abajo, por la sentencia? Unos 900, 940. No necesitaban llevar ni siquiera a los 8 mil y pico del Nunca Más.
-¿Somos una sociedad que se regodea con el pasado y la cultura de la muerte?
-Yo no sé si somos la única sociedad a la que le pasa eso. Lo que sí es cierto es que lo que mejor nos sale es poner al adversario como enemigo. Usted va a Washington y se pone donde están todas las filas de los héroes y nadie entra a discutir si en la Guerra Civil estuvo con el Norte, si estuvo con el Sur. Son los que construyeron esa nación.
-En el acto del 24 pareció que los 70 hubiese sido ayer, ¿qué sensación le produjo?
-Fue como un acto, dentro de otro, tras otro. Sí, el segundo imbricado en el primero y después, el tercero, que ya es un clásico, separado. Parecía un gran barullo, pero al final fue clarificador. Por primera vez el kirchnerismo mostró su admiración por la lucha armada y por primera vez en la historia de los organismos de derechos humanos se levanta el tema de esa lucha armada como algo digno de ser notificado. Y también por primera vez uno de los organismos de derechos humanos dice que forma parte de un partido político, que es el kirchnerismo. Ni siquiera el peronismo.
-¿Qué siente cuando escucha “Macri, basura, vos sos la dictadura”?
-Quien dice eso está usufructuando de una posición legítimamente ganada, digo de oposición a la última dictadura, desde la resistencia, y ahora llama dictadura a todo lo que no le gusta. Termina identificando como un gran enemigo a lo que no le gusta.
-¿El kirchnerismo hizo de los derechos humanos “un curro”, como dijo alguna vez Macri, o hizo política?
-Hizo política. Básicamente, instrumentalizó los derechos humanos para la política. Esto es muy claro porque en los 12 años, para poner un solo ejemplo, en que Néstor Kirchner fue gobernador en la provincia de Santa Cruz, ni un día 24 de marzo hizo un acto público. Ese uso político fue una falta de respeto en algo en que los argentinos habíamos logrado un consenso. Donde había un reconocimiento, que hace que muy posiblemente Alfonsín pase a la historia como el presidente que construyó eso. Los Kirchner se interesan en los derechos humanos cuando llegan al poder y es Horacio Verbitsky, quien les dice que tomen este tema porque les iba a permitir proyectarse, entre otras cosas.
-¿El consejo de bajar el cuadro de Videla…?
-Si algo supieron los Kirchner, sobre todo creo que él, fue manejar el tema de los símbolos, que en política es muy importante. Porque el voto es mucho más sentimiento que racionalidad. Era muy simbólico el gesto teatral de descolgar el cuadro de Videla, por ejemplo. Fue algo teatral, pero llenó de emoción a un montón de gente.
-¿Qué sintió cuando Kirchner se disculpó en nombre del Estado por no haber hecho nada por los derechos humanos?
-Y, mucha bronca. Mucha bronca, mucha falta de respeto. Sentí que se despreciaba todo lo hecho. Primero decía, ¿pero este tipo ni leyó los diarios en su momento? ¿No se enteró de que estaba la CONADEP? ¿No se enteró de que se ingresó varias veces a la ESMA con sobrevivientes, que los que aceptaban entrar estaban muertos de angustia?
-¿Por qué cree que Cristina designó a Milani al frente del Ejército?
-Creo que lo apreciaba en su doble condición: ser del cuerpo de Inteligencia, es decir estar entrenado para espiar, y por haber aceptado declarar que se ponía al servicio de la causa “nacional y popular”. Se equivocó cuando creyó en serio que Scioli era el candidato amado por Cristina y se precipitó a su lado. Mal espía y mal conocedor del tipo de almas que exigen la incondicionalidad total. Hasta en sus estrategias de odio.
-¿Hay consenso sobre de qué hablamos cuando hablamos de derechos humanos?
-Lo que hay es una falta de discusión en serio. Los militares, al haber elegido el método de la desaparición forzada como figura predominante del terror, hicieron finalmente de todos los desaparecidos víctimas…pero de ahí a angelizarlos…
-¿Por qué no me cuenta un poco sobre su diálogo con Leis, el ex dirigente montonero fallecido en Brasil?
-Cuando yo escribía uno de mis libros sentía que se le estaba dando a una militancia joven, que no conocía la historia, que no había vivido la dictadura, … que se le estaba dando un relato, donde todo había sido heroico.
-¿Y cómo se da ese encuentro?
– Héctor Leis me había entrevistado sobre derechos humanos. Yo estaba en la Asamblea, él se volvió a ir a Brasil, estaba exiliado. Leí sulibro Testamento de los 70 y surgió lo de juntarnos. Leis decía que la responsabilidad de la guerrilla era similar a la de los militares y otro tema era el del perdón. Promovía que se hiciera una sola lista, con las víctimas de ambos bandos. Yo sostenía que detentar todo el poder del Estado, garantizarse la impunidad, y encima esconder los cadáveres de personas que habían ejecutado sin juicio previo, no era comparable a la acción de la guerrilla. Lo discutimos bastante. Y en el tema del perdón le dije, mirá, en esa soy muy brutal, a mí nadie me pidió perdón por mi hijo Pablo. Nadie lo necesita por lo visto, así que adiós, que te vaya bien. Y si a mí me dicen que van a poner en una misma lista y por ahí se da que el nombre de mi hijo va a estar al lado de uno que lo mató… bueno, ahí te digo déjenlo donde está.
-Ahora, perdón es una palabra distinta a reconciliación, ¿o van de la mano?
-Es que acá, quien te habla de reconciliación, te habla de perdón primero. A ver, ¿con quién me tengo que reconciliar? Yo, yo. ¿Con los militares que mataron a mi hijo? No, ¿por qué me voy a reconciliar, de qué, si no tengo nada que ver con ellos? ¿Con los militares nuevos? Sí, porque no tienen un carajo que ver, listo. La sociedad, ¿con quién se va a reconciliar? La sociedad tiene otra grieta, que es la pobreza, que es otra historia.
-¿No cree que hace falta el pedido de perdón, por ejemplo de Firmenich sobre la tragedia de los años 70?
-Sí, claro que sí, pero ocurre que Firmenich no lo quiere hacer. Y también los militares debieron hacerlo…
-Bueno, Balza lo intentó…
-Balza la hizo bien, la trabajó bien, tenía muy buenos oficiales al lado suyo…
-¿Cómo cree que van a ser recordadas Hebe y Carlotto?
-Según quiénes, ¿no? No me gusta hablar de ellas, en serio. Tuvimos diferencias con Hebe durante la dictadura, sin embargo fuimos capaces de pasar por encima de ellas, porque había un enemigo neto. Todos trabajábamos juntos. Las diferencias que había se pasaban por encima. Después había que construir…
-¿Y esta Hebe de hoy?
-No tuvo recursos, internos. Creo que Estela tiene menos odio metido adentro. Ser padres de un desaparecido no te convierte automáticamente en una persona diferente de lo que venías siendo. No te convierte en persona buena o persona mala, no. Sos lo que sos y tuviste la desgracia de tener un hijo desaparecido, pero sos lo que sos y lo que fuiste siempre.
-¿Que le despierta Videla?
-Desprecio profundo.
-¿Alfonsín?
-Mucho afecto. Y eso que me peleé con él, cuando la Obediencia Debida.
-¿Menem?
-Lo peor.
-¿De la Rúa?
-Podría ser pena, pero no sé.
-¿Chacho Alvarez?
-Decepción.
-¿Duhalde?
-Es uno de los políticos que más aprendió.
-¿Kirchner?
-Mucha antipatía.
-¿Cristina?
-Igual.
-¿Macri?
-Esperanza.
Una mujer que no se dejó ganar por el odio
“Me produje para el joven”, señala con humor Graciela Fernández Meijide al fotógrafo de Clarín, al abrir la puerta de su departamento del barrio de Belgrano, maquillada y con impecable atuendo de blusa lila y pantalón negro. Vive sola, y deja las tareas de la casa en manos de “una señora que ayuda”, pero le gusta cocinarse su propia comida. Dedica su tiempo a la escritura, la lectura y a preparar su programa radial. Recibe con frecuencia la visita de hijos y nietos, que le brindan la cuota de mimos necesaria para batallar por la vida. No oculta los 86 años que tiene porque los lleva espléndidos, y lo sabe. Erguida, segura en sus ideas y conceptos, no le interesa ser “políticamente correcta” con el repaso de los pavorosos años 70, que sembraron muerte y odio en la sociedad.
Un día partió en dos su vida, como un tajo brutal que la lastimaría para siempre. El 23 de octubre de 1976 un grupo de civiles se llevó a su hijo Pablo delante de sus ojos y los de su esposo: “Lo más fuerte que recuerdo es el momento en que sale Pablo por la puerta. Ahí me di cuenta de que no lo vería más, tuve la sensación de tragedia”.
El operativo no fue violento, le dijeron que pasara a buscarlo por la comisaría 39, pero hasta hoy sigue desaparecido: “Delante nuestro ni lo tocaron, no hubo ni un exabrupto. A Pablo le gustaba hablar de política, pero no militaba en ningún lado y los otros compañeros que se llevaron el mismo día habían estado en la juventud guevarista, pero ya no participaban de la militancia”.
“¿Hoy es feliz? ¿Se puede ser feliz?”, quiere saber el cronista: “A ver, hay un telón de fondo gris, que siempre está… Pero yo diría que no me puedo quejar de la vida. Porque hice muchas cosas, superando eso. Una de las cosas que yo me había puesto acá (se señala la cabeza), que era meter en cana a los militares, la logré . Soy una de las personas que más trabajó para que fueran presos. Ahí hay un cierto bichito de orgullo, pero no me gusta, porque fue el trabajo de muchos”, dice quien logró que el odio no consumiera sus días y el rencor la invadiera.
Recuerda que su paso por la política “lo hice con mucha garra y convicción” y asegura que no se arrepiente, pese al mal final de la Alianza: “No, la verdad que no”. Le adjudica más responsabilidad en el derrumbe a la renuncia de Chacho que a la inoperancia de De la Rúa, de quien dice que “se encerró cuando la economía venía mal, al revés del macrismo que con una economía en problemas sale y hace política, es piola el macrismo en eso”.
Dice que le cuesta imaginar aquel rostro casi niño de Pablo con la imagen que tendría hoy, cercano a los 60. “Ponerle cara de hombre me cuesta mucho, todas las imágenes suyas son de chico”. Se la nota en paz con la vida, y sonríe cuando afirma que “no me pueden correr por izquierda ni por derecha, no tengo compromisos, salvo con el país, y eso es la felicidad.”
ITINERARIO
Rosa Graciela Castagnola de Fernández Meijide nació en Avellaneda el 27 de febrero de 1931. Docente, tras el secuestro de su hijo Pablo, de 17 años, se integró a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y luego a la CONADEP. En el campo político, fue diputada nacional (1993) y convencional constituyente (1994) por el Frente Grande y senadora por el Frepaso (1995). En 1997 derrotó a Hilda Duhalde en las legislativas de la Provincia. Perdió con De la Rúa la interna presidencial de la Alianza, fue ministra de esa coalición y renunció antes del derrumbe.Está divorciada, tiene dos hijos, María Alejandra (59) y Martín (56) y dos nietos, Camila (25) y Diego (20).
Al toque
Un proyecto: Trabajar todo lo que pueda y hasta donde me dé el cuero para que esta democracia sea más institucionalista.
Un desafío: Mantener la sensatez en una sociedad y un mundo que hace temblar todas las categorías.
Un sueño: Que nadie cargue más con mochilas ajenas.
Un prócer: Sarmiento.
Un recuerdo: Obvio que es el momento en que se llevaron a Pablo.
(su hijo desaparecido).
Un líder de hoy: Es difícil. Hoy no me animo a nombrar a ninguno.
Una sociedad que admire: No sé si tengo una sociedad que admire…
Un libro: Uf…sería ingrata e infiel a muchos autores si digo uno.
Una persona que admire: Alfonsín.
Una comida: Los guisos, el risotto.
Una bebida: Vino tino, malbec.
Un placer: Leer.
Una película: El Ciudadano.
Una serie: Borgen.
EL JUICIO DE VIDAL Y EL JUICIO A VIDAL
Por Fabian Kussman.
De la Pluma de Voltaire salía aquella olvidada frase “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”.Más cercano a nosotros, el presidente Illia aconsejaba: “Jamás acepten los jóvenes que les cercenen el más importante de los derechos que tiene el ser humano, que es la libertad de pensar”. Es aquí, cuando nos enfrentamos con ideas totalitarias como la que votaron la mayoría de los legisladores de la provincia de Buenos Aires, tenemos el derecho de descalificarlas, y más aún con simbolismos se disfraza una mentira que sigue perjudicando a ciudadanos.
La libertad de expresión debe incluir el derecho a ofender. Por supuesto, existen fronteras que sirven a valiosas funciones como apología del delito, propaganda en favor de la guerra, incitación a la violencia, racismo o persecución religiosa. Es decir, la existencia de limitaciones de sentido común es en sí, un avance. Los sentimientos nunca deben situarse por encima de los derechos humanos fundamentales, sobre todo cuando el derecho humano en cuestión es el principal mecanismo por el cual las sociedades y las culturas progresan. Ahora bien, siempre flotan en el aire las ideas de la intolerancia -que grita, que perdura- y los cobardes bajamos la cabeza. Pero -citando las palabras del presidente Macri- María Eugenia Vidal es digna de admirar. Y ella tiene en sus manos hoy la posibilidad de hacer lo correcto, o bajar la cabeza. En la provincia de Buenos Aires, la Ley de “anti-negacionismo” cobró vida. Es, curiosamente, una ley de símbolos. Tristemente, símbolos falsos que pertenecen a una conveniencia política. Será difícil explicar a nuevas generaciones el error matemático y aún más difícil hacerles comprender que hubo en la Argentina 22.000 madres que no denunciaron la ausencia de su hijo. 44.000 padres y madres que no tuvieron coraje. 66.000 padres, madres y hermanos que se desinteresaron sobre el paradero de un desafortunado. 88.000 padres, madres, hermanos y amigos que hicieron lo propio. Tal vez, como señaló el escritor Martin Kohan, soy -junto a Graciela Fernández Meijide- un canalla por desafiar la cifra que -robando las palabras de Luis Labraña- “La inventé yo”; examinando documentos oficiales, no la alcanzo; utilizando el sentido común, tampoco.
Para añadir más desencanto, el defensor de esta ley, el senador peronista Norberto Amilcar García declamó sin escucharse: “Cómo alguien -en un gobierno democrático- puede poner en duda esto?” y continuó con la sorna de la mesa de fútbol en el café: “Supongamos que haya alguien que por ahí tiene las ideas confusas: ¡Llámese a silencio!”, pero este triste representante del pueblo no siguió su propio consejo autoritario.
“Todas las grandes verdades comienzan como blasfemias”. La validez de este noble e ilustrado sentimiento de George Bernard Shaw ha sido documentada a lo largo de los siglos, desde el avance ofensivo pero útil y correcto de Galileo Galilei del sistema solar heliocéntrico, pasando por el fuego de Giordano Bruno. Esta nueva ley que prohíbe pensar, permite mentir, permitirá conocer el buen o mal juicio de la gobernadora Vidal, y el juicio moral al que será sometida por el pueblo. Vidal se va de vacaciones y se olvida de su policía. Vidal se encuentra con el Papa Francisco y se desentiende de graves problemas que tiene entre sus manos. Hoy, en los momentos más cruciales, es donde encontrará su carácter y se plegará a los que exigen la verdad, o se tomará un descanso temporal de su agitada agenda, como -pareciera- lo indica en manual no escrito de Cambiemos. Si esto continúa, su provincia seguirá legislando y aprobando El Día del Cebollín Verde, el cambio de nombre de una calle, o el Día de la Mentira. No, perdón, esto sucedió el 23 de marzo de este año, en el 145avo. Período Legislativo, con treinta y ocho legisladores provinciales y ocho ausentes -quienes, en su mayoría- volvieron a hacer propaganda, dejando de lado sus funciones. El más importante y tal vez el único principio de la ética pública debiese ser el evitar el abuso de poder en beneficio propio. “Entiendo que ahora, como dice el senador García, este intento de rediscutir símbolos, de rediscutir una mirada política de lo que nos aconteció, es parte de lo que trae el Macrismo, como una novedad, como algo que también pensábamos que en ese sentido ya había un piso de discusión y no íbamos a retroceder, pero hoy estamos viendo que sí”, declara la senadora Mónica Macha, del Frente Para la Victoria, en esa misma sesión extraordinaria. “…porque tenemos menos juicios, porque la lentitud es la marca de esta época en relación a los juicios de lesa humanidad, porque se vuelven a discutir las reparaciones, se intenta también la cuestión de publicar los nombres de aquellos compañeros y compañeras que han sobrevivido a los campos de concentración y por eso hay una reparación por parte del Estado, y todo esto es, en una fecha muy especial como decía el senador García, un símbolo político para nosotros”. Si, su primera reacción fue como la mía: Tanta oratoria para decir tres cosas:
El Macrismo trae la novedad. Por supuesto, para la senadora, los que no somos Macristas no somos merecedores de dar a conocer nuestro parecer o pertenecemos a la clase de esclavos de decisiones de funcionarios “brillantes”. Ante una discrepancia, somos golpistas, viejo discurso de los totalitarios. La lentitud de los juicios de lesa humanidad es una marca del kirchnerismo, con imputados “dignos” de aguardar diez o doce años para enfrentar a un tribunal parcial, aunque es cierto, el Macrismo honra ese mismo acto ilegal de sus predecesores. Si se vuelven a discutir reparaciones a desaparecidos o desaparecidos que no son tal, se debe a que es un pleno derecho del pueblo de saber que hacen -dirigentes como García o Macha, que viven de nuestro dinero- con nuestro dinero.
La hipocresía de estos pequeños charlatanes, lleva a señalar como culpables a quienes disentimos en plena democracia. La pena es despertar a la realidad y observar que somos conducidos por gente con tan poca altura intelectual. También debemos entender que esto no es lo preocupante. Son personas que han sido arrastradas por el poder del ‘relato’ kirchnerista y deben religiosa obediencia a esa farsa endeblemente orquestada. La alarma se debe prender cuando una persona -específicamente una gobernadora como Vidal- no enfrenta los problemas por incapacidad, desidia, miedo o, finalmente, indiferencia. Ella hará su conforme juicio de valores. Los ciudadanos también, lo que, al fin, será -tristemente- otro símbolo.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 8, 2017
Desaparecidos
Carta de lectores del diario La Nación.
Desaparecidos
La gobernadora María Eugenia Vidal goza de fuerte aprobación, basada en una imagen de honestidad y firmeza. Ahora se da la circunstancia de que la Legislatura de la provincia de Buenos Aires sancionó una ley que obliga a que, en todas sus publicaciones y actos, cuando se mencione a los desaparecidos se agregue la cifra de 30.000. Es decir, se impone una nada creíble versión oficial, prohibiendo que se discuta o publique la verdad, como en los peores regímenes dictatoriales.
Por lo demás, todos los estudios efectuados demuestran que esa cifra es falsa y que fue inventada por motivos políticos. Llegó entonces una difícil alternativa para la gobernadora, quien tendrá que optar entre convalidar el “relato” ficticio o demostrar que su honestidad y su firmeza son auténticas, vetando esa ley dictatorial.
Roque A. Sanguinetti
roquesang@yaoo.com.ar
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 7, 2017
¿Día de la memoria?
Escribe Silvia Ibarzábal.
Curioso país éste en donde la memoria reemplaza a la historia. En dónde se enaltece a los que atacaron a la República y en ella a sus Instituciones. País en dónde se escucha a un erpiano, Eduardo Anguita, decir que la organización armada a la que pertenecía (ERP) se financiaba con secuestros extorsivos y asaltos a bancos, y todo esto ante el silencio e indiferencia de la sociedad y fiscales.
Curioso país éste en dónde se obliga a mentir acerca del número de desaparecidos afirmando que 30.000 es “emblemático”. Todo esto cómo si fuera menos importante un número menor. País en donde se prohíbe llamar guerra al conflicto, aún cuando ellos (los guerrilleros) usaban uniforme y publicaban sus partes de guerra. “Guerra civil intermitente”, la llamaron los montoneros en oportunidad de firmar un “Acta de Pacificación Nacional”, 1989.
Un país en donde la vara de los derechos humanos es selectiva, en dónde la Justicia es ideologizada y revanchista.
Somos víctimas de las organizaciones armadas de la época, Montoneros, ERP y afines. Queremos expresar que
Nuestros muertos no cayeron en forma accidental y hoy son olvidados por la historia oficial, únicas víctimas ignoradas de un conflicto que creíamos superado.
Al cumplirse un aniversario más de aquel 24 de marzo de 1.976, rendimos homenaje a todas las víctimas de la misma violencia sin distinción de banderas. Debemos mirar hacia adelante despojándonos de todo dolor e indignación, trabajando por la necesaria Concordia Política, sin que esto signifique olvidar lo que pasó. En este sentido, convocamos a pensar en un futuro que no repita los enfrentamientos entre compatriotas e invitamos a la clase dirigente a terminar con los odios.
Silvia Ibarzábal
silviaibarzabal@hotmail.com
VicePresidente
Asoc. Familiares y Amigos de las Víctimas del Terrorismo en Argentina
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 20, 2017
¿Cuando podremos opinar libremente todos los argentinos?
Escribe Juan Manuel Otero.
Excmo. Sr. Presidente don Mauricio Macri.
Con profunda inquietud le hago llegar estas líneas, sin por ello desconocer que lo he votado y probablemente volvería a hacerlo, pero hay ciertas conductas, omisiones, silencios, etc. de su parte que me hacen pensar que la promesa de “acabar con el curro de los Derechos Humanos” fue solo una mentira de campaña. Sin embargo recuerde que tal promesa le acarreó una importantísima cantidad de votos que se le están esfumando.
Daría la sensación de que, bajo su gobierno, el falaz “relato K” sigue vigente, así como su mentirosa política de Derechos Humanos. Un eficiente funcionario como el Licenciado Darío Lopérfido fue despedido por dar simplemente su opinión de que los muertos durante el enfrentamiento del gobierno con los terroristas no habían sido 30.000, embuste que reconocen los propios “beneficiados”. Sin embargo fue despedido sin contemplaciones (¿Por decir una verdad “molesta”?).
El reemplazante en el cargo de Secretario de Cultura, aclaró por las dudas en su primer reportaje que él sí creía en los 30.000 aunque se tratara de un “símbolo”, conclusión lamentable para un funcionario de tal calibre, mostrando su cobardía de no enfrentar la verdad u otro reto suyo, procediendo vergonzosamente a dar vueltas sobre un falso símbolo con tal de mantener un cargo para el cual no está calificado.
Ahora el Director de Aduanas volcó su opinión personal sobre lo acontecido en aquellos tristes años, conceptos que la gran mayoría de argentinos compartimos. Y nuevamente los herederos del “relato” piden su renuncia y Ud. Sr. Presidente lo reta ordenándole que pida disculpas.
¿Es que usted también cree que fueron 30.000?
La propia Margarita Stolbizer ha pedido enfadada la renuncia de Gómez Centurión bajo el falso fundamento dado a conocer por la agrupación que preside que “Está claro que no ha podido dimensionar lo que ha sido el avasallamiento y la violación de los derechos humanos”. ¿Y los soldados, ancianos, jueces, jóvenes, niños, ejecutivos, empresarios y diplomáticos extranjeros que fueron asesinados por las bombas de los terroristas traidores a la Patria, no tenían derechos humanos? Sus deudos son ninguneados, no hay para ellos las jugosas reparaciones que gozan los deudos de los terroristas, aún de los que “desaparecieron” pero siguen vivos, o de los que fueron asesinados por sus propios “camaradas”. Ni siquiera una palabra de consuelo de ningún funcionario para los familiares de los que defendieron la Nación, por cuya gesta llegó finalmente la democracia y gracias a quienes ustedes ocupan hoy cómodos sillones mientras los soldados que sobrevivieron a la guerra que sufrimos, cumplen prisión ante su absoluto y complaciente silencio, muriendo de a poco abandonados y sin la mínima atención médica ni espiritual, en absoluta violación a los principios generales del derecho..
Hasta el propio Secretario de Derechos Humanos aseguró que la cifra de 30.000 “es un emblema”, Ergo: reconoce que es una fantasía militante…
Sin embargo nadie lo “reta”, por el contrario todos lo alaban.
¿Es que estamos volviendo al triste país en que uno solo de los bandos tiene derecho a opinión, derecho a la justicia, derecho a indemnizaciones, al goce de los derechos humanos, a rentas vitalicias, al acceso irrestricto a los cargos públicos?
La feroz consigna peronista de que “al enemigo ni justicia” ¿Sigue vigente?
Esa tristeza ya la vivimos muchos años y la creíamos desterrada.
Señor Presidente: Es hora de que gobierne para todos los argentinos.
Juan Manuel Otero
juanm.otero@usal.edu.ar
El escribano Juan Manuel Otero es secretario de la Fundación Iberoamericana Príncipe de Asturias y autor del libro “El Monumento a los Españoles” (Ed. Dunken – 2007)
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 31, 2017
No es lo mismo 8.000 verdades que 22.000 mentiras
Después de su apartamiento y reincorporación a la función pública, Juan José Gómez Centurión, hombre que supo luchar en el conflicto de las Islas Malvinas generó la sorpresa de los invitados al programa Debo Decir: Chiche Duhalde, Romina Manguel, Leo García Ari Paluch y Jimena Monteverde.
“Si usted dice que fueron 30.000 cuando fueron 8.000, ¿qué está diciendo? Cuando lo enseña en términos históricos y lo expresa en términos históricos, no es lo mismo 8.000…”, dijo Centurión.
En ese momento, Chiche Duhalde tomó la palabra e interrumpió: “Estamos cayendo en el mismo error [en el] que cayó alguien del Gobierno [en referencia al ex ministro de Cultura porteño Darío Lopérfido], no importa el número. (…) Hay un número que es simbólico, pueden ser treinta, veintiocho… En estos casos los números están diciéndonos la gravedad, no se pueden discutir, es vaciar de contenido el hecho”.
Gómez Centurión siguió: “Los números no son simbólicos, Chiche, darle precisión histórica a lo que les estamos contando a nuestros hijos y lo que le estamos contando a la juventud, eso es formar, sino estamos formando con consigna, ojo con esto porque eso es relato”.
Al ser consultado por la opinión que le merece la figura de Leopoldo Fortunato Galtieri, presidente de facto entre diciembre de 1981 y junio de 1982, Gómez Centurión dijo: “Galtieri es el protagonista más de una historia”. Y añadió: “Tengo 58 años y he vivido los protagonistas más insólitos”. Novaresio insistió: “Pero, ¿qué siente por Galtieri?”. La respuesta del funcionario fue: “No tengo un sentimiento por Galtieri”.
La periodista Romina Manguel planteó: “La dictadura fue parte de un plan genocida (…), Galtieri no fue un protagonista más y la juventud tiene que saberlo por respeto a las familias de las víctimas que siguen buscando a sus desaparecidos”. El titular de la Aduana no tardó en salir a contestar y dijo: “En tu visión militante vos estás diciendo que fue un plan genocida y yo no comparto esa visión de la historia”.
“El rol de Galtieri en la historia va a desaparecer en la causa Malvinas. Malvinas tiene que ver con lo que pasó en 1833 y no con la decisión de Galtieri”, sentenció Gómez Centurión. Manguel interrumpió y preguntó: “¿No [tiene que ver] con la dictadura?”. El funcionario contestó: “No, iba a ser Galtieri o iba a ser el Pato Donald”.
“Siento que fue un personaje de la historia que nadie lo va a recordar”, agregó. Manguel preguntó: “¿No cree que fue parte de un plan genocida?”. Gómez Centurión respondió: “No, yo no lo creo; no creo que el gobierno de facto haya sido un plan sistemático”.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 30, 2017
Incendiaria Carta de un Preso Político a la Hipocresía
El ensayo de René Langlois sobre la realidad
de los prisioneros políticos en Argentina
RENE JUAN LANGLOIS
Preso Político
Unidad Penal 31
Ezeiza
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 18, 2016
COMO PARA HACER DULCE
Por Mauricio Ortín.
El grado de decadencia de una sociedad debería valorarse por la cantidad y la calidad de falsedades que sea capaz de tolerar. En los últimos días, por fin y porque no tenía otro remedio, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación blanqueó el número de desaparecidos y muertos en la guerra contra la subversión. La cifra, calculada desde la asunción de Cámpora hasta la de Alfonsín, asciende a 7010. Muy lejos de los 30.000 que Pérez Esquivel, Carlotto, Bonafini y casi toda la clase política argentina anuncian dogmáticamente como número axiomático. Hace tan solo menos de un año que Darío Lopérfido, Secretario de Cultura de la ciudad autónoma de Buenos Aires, debió renunciar a su cargo presionado por sostener que no eran 30.000. Al respecto, el mismísimo Secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural (sic) de la Nación, Claudio Avruj, expresó su desacuerdo con Lopérfido: aludió a que se trataba de una cifra emblemática y simbólica. En tanto, Malher, el funcionario que reemplazó a Lopérfido, sostuvo que el número de 30.000 había sido adoptado por el pueblo y, por tanto, lo respetaba. No hubo ni un solo político del partido radical o del de Macri que saliera a respaldarlo. Una de dos, o la verdad en la Argentina no es políticamente correcta o no se tiene lo que hay que tener para, siquiera, murmurarla. Porque hay que ser un pusilánime de quinta para soportar impávido que la señora de Carlotto acuse al gobierno de “quererla mostrar como mentirosa ante la sociedad” justamente por mentir de manera escandalosa. ¿Qué es lo que les impide decir que Carlotto MIENTE y Bonafini es una LADRONA? Un tal Daniel Lipovetzky, diputado macrista, se arrugó frente a Rossi y el periodista Silvestre cuando estos le refregaron la “infamia” de no mantener el símbolo emblemático (de la mentira) de los 30.000. Lipovetzky, con cara de “yo no fui”, hizo la defensa del blanqueo mientras, al mismo tiempo, defendía la bandera de los 30.000. Al final, chorizo. Prefiero la actitud cínica y perversa de los que mantienen su mentira a la pusilánime que ni lo uno ni lo otro.
A esta hora de la soirée (cuarenta años han pasado), la defensa sobreactuada de la mentira de los 30.000 huele a podrido. Sobre todo porque Carlotto, Bonafini, Vertbisky, con el apoyo incondicional de los Kirchner durante doce años, no pudieron estirar la cantidad ni a diez mil. De las treinta mil placas del Parque de la Memoria sólo pudieron llenar un tercio. Luego, no es pecar de precipitado el presumir que se quiere tapar un chanchullo mayúsculo. Miles de millones de dólares se destinaron para indemnizar a familiares de desaparecidos ¿Por qué habría de pasar inadvertido a los Kchorros semejante boccato di cardinali?
Ante la evidencia, arguyen que un desaparecido o 30.000 es lo mismo. No, no es lo mismo. Hay que ser discapacitado moral para entenderlo así. Inmoral también es atribuir muertes que no fueron tales a quienes no las cometieron. Pero es que, si fueron tantas, entonces los culpables serán tantos también. La ecuación es: a más muertos, mas “genocidas” a perseguir.
Con la mentira de los 30.000 se infecta el alma de los niños argentinos en las escuelas; las dirigidas por la iglesia católica, incluidas. Se le atribuye a Hitler la frase: “Mientras más grande es la mentira más gente la cree”. No comparto. Más acertado sería: “Mientras más grande es la mentira más gente teme contrariarla”. Y, de estos últimos, en la Argentina, hay cantidad como para hacer dulce.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 13, 2016
¡Qué números raros!
Por Enrique Guillermo Avogadro.
Si usted cree que debemos vivir en un estado de derecho y tal como hice la semana pasada, le ruego que copie este link (http://tinyurl.com/haftfpc), lo pegue en su navegador y, si está de acuerdo con la petición, la firme y difunda.
No voy a hablar hoy de las consecuencias de la victoria de Donald Trump el martes, una rareza, ya que lo votaron menos ciudadanos que a su contrincante. Las especulaciones sobre el futuro de los Estados Unidos y del mundo han poblado las pantallas y las páginas de todo el globo, y habrá tiempo para hacerlo cuando anuncie su gabinete. Tampoco hablaré aquí de otro número inexplicable: los US$ 65 millones que, en Estados Unidos, dejó a sus deudos Daniel Muñoz, secretario privado de don Néstor (q.e.p.d.).
La semana contuvo un hecho realmente importante que, en medio de la vorágine, pasó bastante desapercibido: la divulgación, por parte de la Secretaría de Derechos Humanos, de una estadística confeccionada durante la “gestión” de Cristina Elizabet Fernández, que estableció en 6348 el número de desaparecidos entre 1976 y 1983. Cuando se conoció el dato, Estela de Carloto bramó de indignación: “En vez de investigar cuántos son, lo importante es encontrarlos”; raro, porque no explicó cómo buscar a los demás si ni siquiera sabe quiénes serían.
La relevancia del número es enorme, toda vez que termina en forma definitiva con el invento de los “30.000”, que tuvo dos fines concretos: la instalación del concepto de genocidio para construir la venganza y, sobre todo, habilitar la recolección de fondos internacionales, organizada por los mismos terroristas para financiar campañas y lujos. Hasta ahora, no bastaba para desmentirlo ni siquiera la imposibilidad de completar los nombres en todas esas chapitas que Kirchner colocara en el Parque de la Memoria pese a que, para intentarlo, se incluyeron a los muertos desde 1955, a quienes cayeron al intentar asaltar instalaciones militares, a quienes se suicidaron ingiriendo cianuro y a los guerrilleros asesinados por sus propias organizaciones.
Es que, si se deja de hablar de genocidio -y la verdadera cifra revelada obliga a ello- se cae la teórica imprescriptibilidad en todos los amañados procesos que permitieron que, aún hoy, cuando ya ha pasado un año del desalojo del kirchnerismo del poder, casi dos mil ancianos continúen presos, privados de todos los derechos de los que gozamos, por imperio de la Constitución, el resto de los argentinos: irretroactividad de la ley penal, principio de inocencia, legalidad del proceso, jueces naturales, límite máximo de la prisión preventiva, 2×1 y prisión domiciliaria a los mayores de 70 años. Y todo eso mientras los corruptos de toda laya se ríen a carcajadas, se pasean en libertad y exhiben impúdicamente sus mal habidas fortunas.
El otro episodio fue la exacerbada polémica desatada por las declaraciones de Miguel Pichetto en favor de una política inmigratoria racional. El Senador fue imprudente, pero no por el contenido de sus dichos -con los cuales, adelanto, coincido- sino por haberlo hecho en un programa periodístico porque los tiempos de aire son limitados y no permiten dar acabada razón de los mismos. Esa imposibilidad de explicarse habilitó a que un sinnúmero de imbéciles y malintencionados se rasgaran rápidamente las vestiduras y lo acusaran de xenófobo y racista, pese a lo justificado de sus afirmaciones.
[/one_half] [one_half_last padding=”0 0 0 30px”]La Argentina es el único país que conozco que carece de política inmigratoria, a punto tal que no exige nada a quienes arriban a su territorio: carencia de antecedentes penales, demostración de la capacidad de sustentarse o de vinculaciones que la reemplacen, o aptitudes laborales; además, al poco tiempo obtienen documentos nacionales de identidad. No funcionan así países como Bolivia, Venezuela, Cuba, China, Rusia, Irán, etc., cualquiera sea la orientación, o la falta de ella, del régimen que los gobierna.
Nuestra nación se formó con los inmensas oleadas inmigratorias de fines del siglo XIX y la primera mitad del XX, provenientes de tantas latitudes diferentes que, al fusionarse, nos dieron estas características tan originales de nuestra sociedad. Y debemos continuar con esta tradición, recogida por el preámbulo de la Constitución, de brazos abiertos; pero recordemos que en él se habla de los hombres de “buena voluntad” que quieran habitar nuestro suelo. Ese requisito es esencial y, en esa categoría, obviamente, no entran los delincuentes, los narcotraficantes, los terroristas ni, en general, aquéllos que no están dispuestos a trabajar y, sobre todo, a adaptarse e integrarse a la comunidad; como muestra de cuanto digo, basta recordar que los extranjeros representan el 20% de nuestra población carcelaria.
Pero, pese a que aún aparecemos como un foco de atracción para muchos latinoamericanos, debemos reconocer que, más allá de la potencial riqueza de nuestros recursos naturales, somos un país pobre; tanto que nada menos que un tercio de nosotros vive por debajo de la línea que permite hacerlo con dignidad, carece de agua corriente, de cloacas, de gas y electricidad, de educación y de establecimientos sanitarios aptos, cuando no está directamente desnutrido.
Entonces, y como la caridad empieza por casa, debemos destinar, prioritariamente, nuestros esfuerzos en materia presupuestaria a la atención de las necesidades de nuestros ciudadanos, sin por ello dejar de brindar ayuda humanitaria a extranjeros que lo necesiten. Resulta de todo punto de vista ilegítimo que quienes aquí residen -y pagan sus tributos al fisco, que sostiene el sistema público de salud- deban esperar, a veces por meses, para recibir atención en los hospitales, mientras los turnos son ocupados por “turistas” que, en la práctica, realizan curiosos “tours de salud” para operarse gratuitamente dentro de nuestras fronteras.
Estamos, en este momento, soportando una presión impositiva que es record mundial y, producto de la crisis heredada (e idiotamente no explicada en detalle), los recursos no alcanzan para tantas necesidades sociales; pensemos entonces, por ejemplo, que todos quienes llegan a un hospital hoy, reciben gratuitamente hasta las prótesis, sin pedirles absolutamente nada.
Entonces, ¿por qué ser tan generosos con habitantes de otros países que no asumen su responsabilidad frente a ellos, pero les cobran sus propias gabelas? Para solucionar este intríngulis y, a la vez, compartir el esfuerzo, nuestra Cancillería debería firmar acuerdos recíprocos con todas las naciones de la región, para que cada una, mediante el depósito previo de las sumas necesarias, se hiciera cargo del costo de los tratamientos y prácticas quirúrgicas de sus ciudadanos, cuando éstos fueran atendidos en otro país. Y lo mismo debería aplicarse a la educación superior, aquí también colapsada.
[/one_half_last]Enrique Guillermo Avogadro
PrisioneroEnArgentina.com
Bs.As., 13 Nov 16
CARTA NÚMERO CINCO A DARÍO LOPÉRFIDO
Por Claudio Kussman.
MÁS CERCA DE LA VERDAD, PERO NO MUCHO
Luego de leer sus nuevas declaraciones sobre la cantidad de desaparecidos, publicadas en los medios, debo decirle como en un título de este mismo sitio, que estamos: MAS CERCA DE LA VERDAD, Lo cual me alegra, si es que puedo sentir alegría, siendo desde hace dos largos años un prisionero ilegal. Usted hoy avanzó y quienes mintieron impunemente no son tan poderosos como ustedes creían y evidentemente temían y por consiguiente ellos están retrocediendo.
Ahora bien usted expresó: “EN LA ARGENTINA SE LEE LA VERDAD COMO POLÉMICA Y LA VERDAD ES LA VERDAD”. Debo decirle esta lo es cuando es completa, cuando también se mencionan a los muertos por el terrorismo, y este no es su caso. El no hacerlo es discriminarlos y por consiguiente a los sufrientes familiares, que siguen reclamando justicia. ¿No lo pensó o no le interesó?
¿CIFRA SIMBÓLICA O RUÍN ESTAFA?
También, a mi entender en forma equivocada, expresó: “DIJE QUE LA CIFRA DE TREINTA MIL DESAPARECIDOS ERA UNA CIFRA SIMBÓLICA”. Al respecto quiero acotar una vez más que esa diferencia abismal, no es un símbolo, sino una cruel mentira. Cruel porque es una falta de respeto a quienes de verdad pudieran haber sido desaparecidos. También a sus familiares, si bien estos más allá de algún caso puntual que todos conocemos, aceptaron mansamente la cifra de la mentira, y hoy guardan silencio. La falacia en sí misma, es el símbolo de lo incorrecto en todo acto de la vida. También es la muestra de lo corrupto de un sistema o una ideología. Eso que usted llama “CIFRA SIMBÓLICA” es simplemente una vulgar estafa. Empleo este término de “estafa” ya que, en una muy burda comparación, sería como si a usted le sustrajeran una de las ruedas del auto y cuando lo denuncia dice: CUATRO.
UN PAÍS QUE SI FUE BOMBARDEADO
Usted “equivocadamente” prosigue: “PARA MÍ ES UNA TRAGEDIA 8.600 PERSONAS MUERTAS EN UN PAÍS QUE NO FUE BOMBARDEADO, QUE FUERON MUERTOS DE A UNO, TORTURADOS” Acá nuevamente se equivoca, o se expresa con mala fe. Con 52 años de edad ya no es un púber, superó el medio siglo de vida. El país si fue bombardeado, no desde un avión en la forma clásica, en una guerra clásica. Esta fue asimétrica y en ella se detonaron 4380 bombas, que causaron numerosos muertos e inválidos de por vida. ¿Le parece que no fuimos bombardeados?
EL RELATO SESGADO
Sobre “MUERTOS DE A UNO Y TORTURADOS”, también estoy en desacuerdo con su versión sesgada. ¿Que hubo torturas y muertos de a uno? Por supuesto, es evidente que si, y yo los rechazo. Pero también tengo la seguridad POR EXPERIENCIA PROPIA que parte de ellos fueron falaz “RELATO”. Muchos de los que usted describe así, y que están dentro de los 8.630, murieron en ataques a dependencias estatales combatiendo, otros por detonación de las bombas que portaban y otros por ejecución sumaria al haber traicionado a la organización terrorista a la que pertenecían. Posiblemente algunos otros estén gozando de buen pasar y buena salud en países del primer mundo. Nunca en Venezuela, Cuba o similar.
ENOJADOS, CON CAMBIEMOS
Otro grave error de concepto usted lo tiene cuando dice “LOS ARGENTINOS ESTAMOS ENOJADOS Y VIOLENTOS. YO SE LO ADJUDICO ABSOLUTAMENTE AL KIRCHNERISMO, NO EXISTÍA ESTO EN LA ARGENTINA”. En parte es cierto, pero le diré una confidencia. Yo y otros muchos, estamos más enojados hoy con el CAMBIEMOS, que ayer con el KIRCHNERISMO al que usted se refiere. Antes sabíamos a qué atenernos. Eran unos delincuentes hipócritas que actuaban como tales, y ustedes que se dicen diferentes, no lo son al avalar lo hecho por ellos y mirar para otro lado ante lo que sigue ocurriendo. Se continúan cometiendo verdaderas aberraciones jurídicas y en prisión siguen muriendo adultos mayores en manos de la “justicia” que no es tal, y que ustedes evasivamente declaran: DEBE SER INDEPENDIENTE. Por supuesto que lo debe ser, pero no ésta, que sobrevive al día de hoy, BAJO LA DIRECTA RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO DEL CAMBIEMOS.
Claudio Kussman
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 13, 2016
Volvió Lopérfido
Después de un paso al costado (¿Ordenes de arriba?) Darío Lopérfido volvió al ruedo con declaraciones calientes que tiempo atrás -tal vez- supo callar. El ex de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires dejó la mesa servida para contestaciones de los intolerantes: