Estaba cansado y me sentía fracasado: el sitio parecía un agujero silencioso en el que una persona podría ocultarse de un mundo que parecía totalmente en contra de ella; y finalmente, Brodzki quiso que su hijo fuera a la universidad; esos fueron los motivos por los que me convertí en empleado de la librería. La mañana que llegué al trabajo había recorrido las calles durante varias horas con aire atolondrado. En el escaparate de la librería aquel cartel primorosamente escrito, SE NECESITA EMPLEADO, atrajo mi atención. Entré y encontré al propietario, un hombre lúgubre de aspecto judío, al fondo de la tienda, sentado detrás de una mesa de despacho enorme con libros amontonados encima. Me miró de modo penetrante. Lo que le indujo a contratarme me resulta difícil de imaginar. Yo tenía la cara demacrada y el cuerpo consumido debido al insomnio, difícilmente podría haber ofrecido un aspecto muy atractivo. Quizá algo mío le hizo saber el hecho de que yo trabajaría con aplicación y fidelidad a cambio de solo la tranquila y sombría seguridad que su pequeña librería me podía ofrecer.
En todo caso, conseguí el trabajo y lo encontré muy parecido a lo que quería. Mi vida era gris, pero su grisura quedó compensada, si era compensación lo que necesitaba, con la fortuna de ser testigo de un drama que no era menos intenso, estoy seguro, que cualquiera de los contenidos en los miles de volúmenes que atestaban las polvorientas estanterías de la librería.
En aquella época el hijo de Brodzki tenía dieciocho años. Era del tipo de jóvenes judíos rusos espirituales, místicos, de cuerpo escuálido, piel oscura, rasgos delicados, proporcionados. Nunca le llegué a conocer bien. Nadie lo hizo, pues era huidizo como un animalillo salvaje; el tipo de persona a la que le es completamente imposible acercarse a cualquier distancia socialmente aceptable. Este relato es sobre él; su padre murió a los dos meses de darme el empleo.
El joven Brodzki estaba tremendamente enamorado, y la chica no era judía. Por eso el viejo señor Brodzki quería que el chico fuera a la universidad. Como la mayoría de los otros judíos de su generación, se oponía desesperadamente al matrimonio de su hijo con una cristiana, y parecía que los dos, si los dejaban en paz, derivarían inevitablemente hacia el matrimonio. El chico estaba con ella todo el tiempo. Nunca estaba con nadie más. Se habían criado juntos; jugado toda su infancia en la misma escalera de incendios trasera; crecieron, se podría decir, el uno para el otro.
No eran completamente semejantes. Existían, claro, las habituales diferencias raciales; la diferencia de la sangre gala con la sangre hebrea, que casi es la diferencia entre el sol y la luna. Pero había más que eso. Había una absoluta antítesis de temperamentos. Él era, como he dicho, tímido, espiritual y místico; ella era algo así como una fuerza salvaje; llena de vitalidad animal, de vida y entusiasmo.
A pesar de eso, se querían enormemente desde la infancia. Él había estado solo, supongo, y ella había estado desatendida.
Cuando la vi por primera vez era una chica de aspecto encantador. Su cuerpo parecía una expresión perfecta de su espíritu. Despedía luz y calor. Pero lo más encantador de todo lo suyo era la voz. A menudo, por las tardes, ella le cantaba, y con tal encanto irresistible que yo nunca podía dejar de escucharla, cualquiera que fuesen mis ocupaciones o pensamientos.
Poco después de que yo hubiera reemplazado al joven Brodzki como empleado de su padre y al chico lo mandasen a la universidad, el anciano enfermó. La señora Brodzki mandó rápidamente por su hijo, pero antes de que este hubiese tenido tiempo de volver las velas del candelabro de los siete brazos estaban encendidas, y se entonaban cantos mortuorios en la casa de la familia de encima de la librería. La señora Brodzki no sería tan enérgica como lo había sido su marido. El chico se negó a volver a la universidad, y en menos de un mes él y la chica estaban casados y vivían juntos en las habitaciones del piso alto. Entonces empezó el trágico drama del que, durante quince años, fui espectador.
El conflicto entre sus caracteres fue de inmediato tan evidente como lo había sido la devoción del uno por el otro.
La chica nunca había tenido nada. Probablemente durante su infancia muchas veces había necesitado comida y ropas adecuadas. Habría quedado satisfecha, pensaría uno, con su posición como esposa del dueño de una librería que iba bastante bien. Pero ella era una cosilla excesivamente enérgica y ambiciosa. Quería más, mucho más, de lo que le podía proporcionar la modesta librería. Empezó a animar a su marido para que la vendiera y se dedicara a un negocio más lucrativo. No conseguía ver lo imposible que sería eso. Desde que le conocía podía ver que aquel muchacho soñador no encajaría en ningún sitio mejor que una librería. Él, sin embargo, lo veía con claridad. El cambio era algo a lo que temía. Adoraba la sombría oscuridad de aquella pequeña librería; la adoraba tan apasionadamente como la había adorado yo. Por eso fue, aunque él no fuera amistoso, por lo que llegamos a sentir una intensa simpatía el uno por el otro. Aborrecíamos del mismo modo las calles ruidosas que empezaban al otro lado de la puerta de la librería.
La chica andaba detrás de él incesantemente; no le dejaba en paz; concentraba toda su inmensa energía en la lucha con él. Pero el chico encontró en la herencia de su raza la energía para resistírsele. Y lo que sucedió casi al cabo de un año fue esto. Por lo que fuera, ella conoció a un agente de teatro de variedades. El tipo apreció los encantos de su voz y habló a la chica de las posibilidades que tendría en el mundo teatral. Le dijo muchas cosas, supongo, y al final dejó tan completamente fascinada a la chica con las expectativas, que ella decidió abandonar a su marido.
Supongo que yo no tenía lo bastante claro el modo en que el joven amaba a su mujer. Era más que la habitual relación de dependencia propia de los judíos. Su amor por ella era la esencia de su vida. Había un enorme peligro en aquel amor. Cuando se pierde la amada, se pierde la vida. Esta se hace trizas. Y eso fue lo que le pasó a la vida del joven Brodzki cuando su mujer se marchó con la compañía de variedades.
Debería describir el modo en que ella le dejó.
Una mañana, después de haber hablado, supongo, con el agente de teatro de variedades, ella irrumpió en la librería y llamó a su marido, que estaba desembalando un nuevo envío de libros. La chica tenía una nota histérica, frenética, en la voz, y se apretaba la garganta con una mano como si algo la estuviera asfixiando.
Por el modo en que habló con su marido se habría pensado que mantenían una violenta disputa. Pero la disputa había surgido de un cielo despejado; un cielo, cuando menos, que no estaba más nublado de lo habitual.
Ella le dijo:
–Ya he tirado de la cuerda todo lo posible. Ya no puedo soportar esto más. Te lo he dicho muchas veces, pero es inútil. Ahora tengo una oportunidad maravillosa; y no voy a dejarla pasar. Me voy a Europa con un espectáculo de variedades.
El chico al principio no le dijo nada; tenía aspecto de que le había abandonado toda vida. La siguió, mirándola fijamente sin entender nada, mientras ella se apresuraba escalera arriba hacia las habitaciones donde vivían. Curiosamente, recuerdo que el chico agarraba en las manos un libro encuadernado rojo del que habíamos vendido varios centenares de ejemplares aquella temporada, impertinentemente titulado Idiotas enamorados, y que, a pesar de la auténtica tragedia de la situación, yo contuve con dificultad una sonrisa ante la grotesca correspondencia de aquel título con la expresión aturdida, desamparada de la cara de él.
Cuando ella volvió a bajar pareció que, al fin, el chico había conseguido entender lo que estaba pasando.
–¿Te marchas? –preguntó sordamente.
Ella contestó que se iba. Entonces él se buscó dentro del bolsillo y tendió a su mujer una pesada llave negra. Era la llave de la puerta delantera de la librería.
-Será mejor que la guardes -le dijo, todavía con una completa tranquilidad-, porque algún día la necesitarás. Tu amor no es mucho menor que el mío como para que puedas alejarte de él. Volverás en algún momento, y yo estaré esperando.
Ella le agarró por los hombros, le besó, y luego, jadeando con fuerza, salió de la librería. En el sombrío interior nos quedamos siguiéndola con la mirada. Juntos, seguimos mirando la calle que los dos aborrecíamos y temíamos; la calle, rebosante de vida e iluminada por el sol, que parecía regocijarse maliciosamente por haberse llevado en su concurrido torrente todo lo que tenía algún valor para el hombre de mi lado.
Durante los meses y los años que siguieron fui testigo de algo que parecía peor que la muerte.
Como dije, la chica había sido la esencia, la vida de él. Cuando se marchó, el chico quedó destrozado. Al principio creí que se sumiría en una completa y violenta locura. Recorría aturdido los retorcidos pasillos de entre los estantes de libros, quejándose y frotando las manos arriba y abajo a los lados de su chaqueta. Los clientes le miraban y se apresuraban a salir de la librería. Traté de convencerle de que se quedara en el piso de arriba. Pero él no quería. No soportaba estar allí, supongo; las habitaciones en las que vivía estaban llenas del recuerdo de ella. Durante varias noches se quedó conmigo en la habitación que ocupaba yo al fondo de la librería. No dormía. Me mantenía constantemente despierto con un murmullo continuo; unas palabras que le dirigía a ella. Más que otra cosa, decían:
–Tú me quieres… en algún momento volverás.
Viendo que no lo superaba, mandé por su madre, que había ido a vivir con unos parientes. Ella le tranquilizó un poco. Y no mucho después de eso el chico se dedicó a leer.
Se entregó a la lectura como otro hombre se hubiera entregado a la bebida o las drogas. Leía para escapar de la realidad. Y al final la lectura consiguió su objetivo con una efectividad espantosa.
Sentado a la gran mesa cercana al fondo de la librería, leía el día entero, hasta que los ojos se le cerraban de cansancio. Su madre y yo intentábamos que se levantara, que fuera a atender a los clientes, a desembalar y distribuir los libros, no porque se necesitase su ayuda, sino porque considerábamos que estar ocupado le sentaría bien. Parecía dispuesto a hacer todo lo que podía. Pero se había vuelto tan inútil y torpe como un niño pequeño. La lectura constante le había nublado la conciencia, haciéndole increíblemente embotado. Las preguntas más simples que le dirigían los clientes lo desconcertaban. No conseguía recordar los títulos de los libros que le pedían. Paseaba la vista alrededor de un modo absurdo, desorientado, como si acabase de salir de un profundo sueño
Yo había esperado -pues había llegado a sentir por él una intensa piedad y simpatía- que aquel estado solo fuera temporal. Según pasaban los meses y los años, sin embargo, no daba signos de que fuera a pasar. Aparentemente era un hombre perdido; una vela consumida. No existía esperanza de volverle a revivir nunca. No, a menos que ella volviera a él. E incluso en ese caso -incluso si ella regresaba-, tal vez fuese demasiado tarde.
Casi quince años después de irse al extranjero con la compañía de variedades, la joven señora Brodzki volvió a la librería. Era a mediados de diciembre; la oscuridad había caído, pero la gente, de compras para Navidades, todavía pululaba por las aceras de la ciudad. Su aliento empañaba el escaparate de la librería, lo recuerdo, con una escarcha brillante.
La librería estaba cerrada y todas las luces apagadas a no ser la bombilla colgada encima de la mesa del fondo, donde estaba leyendo Brodzki. Yo me encontraba parado junto a la puerta, interesado por el espectáculo de los que pasaban. Un coche con un apuesto chofer se detuvo en el bordillo y una mujer, envuelta en pieles, surgió del compartimento trasero. Una farola de la calle se alzaba directamente encima del coche, conque cuando la mujer volvió su cara hacia la librería supe de inmediato que era ella.
Con una extraña sensación de terror me retiré de la puerta, medio escondiéndome entre las oscuras estanterías. Ella se acercó a la puerta, abriéndose paso impacientemente entre la multitud de compradores. En apariencia no había cambiado; en la cara y los movimientos del cuerpo, intensamente iluminados por la farola, estaba tan intensamente viva como antes. ¿Por qué había vuelto?, me pregunté. ¿Se había cumplido la profecía de su marido y al cabo de quince años había descubierto que su amor por él era demasiado fuerte para rehuirlo?
Iba a obligarme a mí mismo, con la menor gana posible, a volver a la puerta y abrirla, cuando sonó una llave en la cerradura. Todavía la tenía; ¡la llave que le había dado él aquella mañana de quince años atrás!
• • •
En un momento la puerta estaba abierta y ella se encontraba en el interior de la librería en penumbra. La oí respirar profundamente. Paseó la vista a su alrededor con ojos brillantes, pero por algún motivo no llegó a distinguirme mientras yo estaba estúpidamente acurrucado en un rincón entre las estanterías de libros. Pude notar que estaba terriblemente nerviosa. Se agarraba la garganta con una mano enguantada, igual que había hecho la mañana en que se marchó; como si alguien la estrangulara.
En los quince años transcurridos desde que se marchara, el local había cambiando tan poco, de hecho, que debía de resultarle sumamente difícil creer que aquellos años habían pasado de verdad. De pronto debían de parecerle completamente increíbles, como un sueño fantástico. La penumbra, las extrañas sombras de las mesas y los estantes, el olor a papel, el sonido amortiguado de la calle abarrotada; todo eso debía de resultarle tan agobiante como en aquellas tardes de invierno, quince años antes, cuando solía bajar de las habitaciones del piso alto para ayudarle a cerrar la librería.
Debía de tener la sensación de que retrocedía, literalmente, en el tiempo.
Apretándose un diminuto pañuelo en los labios, parecía hacer esfuerzos por contenerse. Avanzó silenciosamente. Entonces ya debía de haber visto que él estaba sentado a la mesa. Solo le resultaba visible la coronilla; lo demás quedaba oculto por un libro enorme. El pelo, espeso, de un negro azulado y despeinado, le brillaba intensamente bajo la bombilla eléctrica. Se me ocurrió, con repentino horror, que ella podría encontrar que físicamente él casi no había cambiado. En aquellos quince años su marido no había envejecido de modo perceptible; carecía además de vida, habría parecido, para hacerse mayor.
Me dije que debería adelantarme y prepararla para lo que se iba a encontrar. Pero algo me impidió moverme de mi escondite de entre los estantes de libros. La observé mientras avanzaba hacia la mesa y me pareció notar la intensidad de su emoción. Una intensidad que parecía atravesarme; y de modo insoportable.
Muchas veces me pregunto en qué estaría pensando ella cuando se detuvo delante de la mesa, bajando la vista hacia el hombre al que había amado apasionadamente cuando era su marido quince años atrás. Perfectamente podría sentirse desconcertada, entonces, ante el extraño ensimismamiento con el que leía él, sin que aparentemente hubiera tomado conciencia del sonido de su entrada y de sus pasos; del crujido de estos en las vetustas tablas del suelo. A lo mejor, con todo, ella estaba rebosante de alegría, y de una especie de terror, como para preguntarse nada.
Con voz aguda, temblorosa, dijo el nombre de él:
–Jacob.
Con un espasmo, él alzó la cabeza y miró en su dirección con ojos que parpadeaban, que bizqueaban. Los momentos pasaron despacio, insoportablemente lentos, mientras yo los veía mirarse uno al otro.
Había esperado que ella se echase a llorar y se lanzara hacia su marido; lo cual, seguramente habría sido lo natural que hiciera. Pero la falta de vida, la ausencia absoluta de reconocimiento de los ojos de él, debían de haberla contenido. ¿En qué estaría pensando? ¿Supondría que él se negaba deliberadamente a reconocerla? ¿O imaginaba que los quince años la habían cambiado hasta el punto de que él no la reconocía?
Cuando yo pensaba que el propio aire debía romperse debido a la tensión, él habló.
Le dijo, con aquella voz sin expresión, temblorosa, que se había convertido en la suya habitual, estas palabras:
–¿Quiere un libro?
Ella se llevó la mano enguantada a la garganta y soltó un leve jadeo. Me alegró tenerla de espaldas y no poder verle la cara. Los angustiosos momentos pasaban muy despacio mientras los dos continuaban mirándose uno al otro. Al final, ella debió de llegar a una conclusión; decidió que los quince años le habían afectado mucho más a ella que a él, y que le resultaba irreconocible. En cualquier caso, pareció que ella se recuperaba. El cuerpo se le relajó algo y se quitó la mano de la garganta.
–¿Quiere un libro? –repitió él.
Ella tartamudeó:
–No… bueno… quería un libro, pero he olvidado su título.
Enfrentada a aquellos ojos que miraban fijamente, debía de haber encontrado completamente imposible decir directamente:
-Soy Lila. He vuelto contigo.
Debía de haber recurrido a aquel pretexto de que había venido por un libro, como un modo de revelarle quién era con una franqueza menos embarazosa.
Sentándose en un taburete, cerca de la parte delantera de la mesa, dijo:
–Deje que le cuente el argumento. A lo mejor lo ha leído y puede decirme el título. Es sobre un chico y una chica que habían sido compañeros constantes desde la infancia. Querían estar juntos siempre. Pero el chico era judío y la chica cristiana. Y el padre del chico se oponía tajantemente a que su hijo se casara con alguien que no fuera de su propia raza. Mandó al chico a la universidad. Pero al poco tiempo, el padre murió y el chico volvió y se casó con la chica. Vivían juntos en unas habitaciones de encima de una pequeña librería que el padre le había dejado al chico. Habrían seguido juntos perfectamente felices a no ser por una cosa; la librería proporcionaba poco más de lo mínimo para vivir, y la chica era ambiciosa. Ella adoraba al chico, pero su descontento aumentó y continuamente metía prisa a su marido para que se dedicara a algún negocio más rentable. Pero el chico era muy diferente a la chica. La quería tanto que haría lo que fuese por ella; pero era incapaz, por lo que fuera, de renunciar a la librería que había pertenecido a sus padres. ¿Entiendes? El chico era soñador, sentimental, un judío raro. Y la chica nunca conseguía ver las cosas desde su punto de vista. La familia de ella, que había muerto y la había dejado con una tía viuda, era de origen francés. Debido a ello, la chica había heredado una gran energía, sentido práctico y amor hacia el mundo. Al cabo de un tiempo, la chica recibió la oferta del agente de una compañía de variedades para que hiciera gala de su talento musical sobre un escenario. Cegada por la brillante perspectiva de una carrera teatral, ella decidió aceptar la propuesta del agente de la compañía de variedades. Volvió a la librería y le dijo a su marido que lo iba a dejar. Él fue demasiado orgulloso para hacer el menor esfuerzo por retenerla, y en lugar de eso le entregó una llave de la librería y le dijo que algún día ella volvería; y que siempre la estaría esperando. Aquella noche ella embarcó rumbo a Inglaterra con el espectáculo de variedades. Tuvo éxito enorme en los escenarios de Londres. Se convirtió en una cantante famosa y recorrió todos los países más importantes de Europa. Llevaba una vida desenfrenada y arrebatadora, y durante extensos periodos ni siquiera pensó en el judío soñador que había sido su leal marido, ni tampoco en la pequeña y polvorienta librería donde habían vivido juntos. Pero la llave de aquella librería, que le había dado su marido, permanecía en su poder. No podía obligarse, por lo que fuera, a deshacerse de ella. La llave parecía apegarse a ella, casi con una voluntad propia. Era una llave de aspecto raro, antigua, pesada, larga y negra. Sus amigos se reían de ella porque siempre la llevaba encima y la chica se reía con ellos. Pero poco a poco empezó a darse cuenta del motivo por el que la conservaba. El encanto de las cosas nuevas con las que había llenado su vida empezó a desvanecerse y dispersarse, como una niebla, y la chica veía, brillando entre ellas, la auténtica y profunda belleza de las cosas que había dejado atrás. El recuerdo de su marido y de su vida juntos en la pequeña librería cada vez acudía a su mente con más intensidad y de modo más obsesivo. Finalmente ella comprendió que quería volver; que quería entrar en la librería con la llave conservada durante quince años, y encontrar que su marido todavía la esperaba, como prometió que haría.
La mujer se había levantado del taburete; el cuerpo le temblaba y se agarraba a la mesa como apoyo.
Hubo momentos de quietud, de una calma completa. Cuando la mujer volvió a hablar había una nota de terror en su voz. Debía de haber empezado a darse cuenta de lo que había pasado; de en qué se había convertido el hombre que había sido su marido.
–¿No recuerdas… tienes que recordarla… la historia de Lila y Jacob?
Ella escudriñaba desesperadamente la cara de su marido, pero en la cara no había nada más que desconcierto.
–Hay algo que me suena en la historia. Creo que la he leído en alguna parte. Me recuerda a algo de Tolstói.
Desde mi refugio entre las estanterías de libros oí un fuerte sonido metálico que debía ser el de la llave al caer al suelo. Y luego oí las largas zancadas de ella entre la confusión de mesas y estanterías. Debía de estar dándose prisa, presa de un ciego frenesí, para salir de aquel sitio. Cerré los ojos, sin atreverme a verle la cara y el horror que debía expresar, hasta que la puerta se cerró detrás de ella. Cuando los abrí, el hombre del fondo de la habitación tenía oculta la cara otra vez detrás del enorme libro, y había reanudado la lectura con su aterradora tranquilidad de costumbre. Su mujer había vuelto a él y se había ido de nuevo. Todo era tan fantásticamente igual que podría creerse que había ocurrido en sueños. Pero yo veía, caída en el suelo, la pesada llave negra de la librería.
Todo comenzó el sábado pasado, Día de la Bandera, en la Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo donde se encuentran alojados adultos mayores imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad.
Al prisionero LUIS MUIÑA, que días antes había sido regresado del Hospital SAN MIGUEL luego de un intento fallido para ser operado por otras dolencias y se encontraba en cuarentena, se le confirmó Covid 19.
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Hoy estaría internado en el Hospital MUÑIZ, según expresó el Director de la UP 34 Alcaide Mayor RICARDO ALDERETE del Servicio Penitenciario Federal.
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Informa el profesor Mario Sandoval
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A esta hora están bajo estricto control 6 efectivos de la institución y una enfermera que habían estado en contacto con LUIS MUIÑA.
La gran preocupación del resto de los adultos mayores que permanecen en Campo de Mayo es el contacto que tuvo ese personal con ellos. Demás está decir que se agrega así un motivo más de presión al “normal” estrés carcelario de todos ellos. www.PrisioneroEnArgentina.com
Los jueces a cuya disposición se encuentran los detenidos, fueron informados por escrito de la situación existente, así que lo que pase de acá en más es directa responsabilidad de los miembros del Poder judicial.
Por ahora se selló el lugar y se estableció que no se acepten nuevos prisioneros.
Esta novedad fue trasmitida por el profesor MARIO SANDOVAL alojado en el lugar, cuyo audio se agrega en esta nota.
En el mes de agosto de 2019 -aún antes de las elecciones presidenciales- bautizamos como Tartufo a un candidato (1) que, en una pirueta digna de Arlequín, había cambiado de posición -sorpresivamente- frente a la escandalosa corrupción organizada del gobierno de Ella, a quien había calificado -a lo largo de casi una década- con los más graves adjetivos que cualquiera de sus opositores, siendo Él del “mismo palo”.
Por ello -para bautizarlo- tomamos del teatro francés la figura paradigmática de la hipocresía -Tartufo- personaje creado por Molière en una obra que se hizo clásica y mundial. Aquella increíble “pirueta histórica”fue su indeleble pecado original. ¿Había dicho la verdad -como testigo privilegiado de los hechos- a lo largo de los años o ante un ofrecimiento que nunca había soñado, mentía; o a la inversa? En cualquiera de las dos opciones, mentía. Era un hipócrita (2).
A partir del día en que “Tartu”acordó su contrato con Ella, en casa de Flor, canjeando nada menos que la Presidencia de la República por una futura y milagrosa maniobra de prestidigitador, aún para un “profesor de derecho penal” particularmente especializado en “teoría del delito”.
Debía lograr la total exculpación de una expresidente de la república, jefa de la asociación ilícita que produjo el mayor robo al Estado Nacional del que se tenga memoria en la Historia Universal, y la devolución de cifras siderales a su benefactora y ahora mandante.
Él era consciente que a partir del momento en que asumiera la presidencia debería mentir -con cara de piedra- muchas veces de cada día. Y así está ocurriendo. Hay quienes -ingenuamente- no entendieron desde el principio la ingeniería electoral con la que los KK volvieron al poder.
Otros -aun hoy- preguntan ¿quién manda? Esta confusión -y otras aún más graves- son directa consecuencia de los permanentes “relatos o narrativas” que sostienen sucesivas falacias políticas, actualmente favorecidas por las cuarentenas que “la pseudo revoluciòn neo-marxista” produce y explota, impúdicamente. Como lo afirmó Berni, con absoluta seguridad: “Ella es la que manda”.
Así llegó la “intervención-expropiación” del holding Vicentin y una vez más Él tuvo que mentir frente a las cámaras: “Yo decidí la expropiación” dijo, pero no permitió preguntas de la prensa. Era consciente que había llegado a un límite en la sucesión de mentiras. Le ocurría lo mismo que al pastorcito de la fábula del lobo y las ovejas, cuya moraleja titula a este breve trabajo. PERO, para nosotros, la mayoría argentina, ya no nos quedan “dudas”. Los ingenuos han despertado. El imaginado “albertismo” no existe ni existió nunca, sino en las vanas esperanzas de los despistados.
Este “leading case” -largamente elaborado en “casa patria”- pretende abrir una brecha jurídica a explotar en la pospandemia, cuando los concursos de empresas lleguen por centenas y la estatizaciones y expropiaciones selectivas nos lleven a su paraíso socialista y al ingreso en la órbita de poder imperial chino y ruso y Ella lidere al proceso revolucionario subcontinental. Jinping ya tiene a Nidera y un particular interés en nuestra agroindustria, mientras que un golpeado Putin ha clavado sus ojos sobre el gas y el petróleo, que en la Argentina pronto podrá conseguir por monedas (3). Ya se apoderó de PDVZA.
Para Ella el objetivo Vicentin es solo un paso intermedio. Su objetivo teleológico es la “intervención” del Poder Judicial. La reacción social de Colonia Avellaneda y sus reverberos en los caceroleos urbanos, la han llevado a un posible acuerdo momentáneo con el lejano Juez del concurso, para el nombramiento del interventor. Hay un compás de espera, mientras se busca prolongar la ex cuarentena manteniendo casi inactivos a los poderes Legislativo y Judicial y acelerar las “intervenciones” en este último.
Estos objetivos de los radicalizados KK, no se conseguirán fácilmente. Muy probablemente actuaron creyendo en sus propias ensoñaciones ideológicas y no sobre la realidad social y geográfica de la Argentina. Las causales que estamparon en el decreto de intervención de Vicentin son ridículas. Tomaron palabras del “chavismo”, tales como “soberanía alimentaria” para justificar la apropiación del holding, sin saber que este no produce alimentos. “Esta extraña mención en el DNU ¿Fue puesta en clave china?” (4).
Pareciera que tampoco estaban enterados que le retorcían la cola a un león, pues detrás de las empresas de Avellaneda hay una rica historia de un núcleo friulano, tercera generación de un grupo humano de raíces celtas, germánicas y romanas, que no admiten atropellos. Friuli, en la frontera NE de Italia tiene una larga historia de conflictos que han aprendido a superar.
Son agricultores, núcleos gregarios industriosos que aman a su tierra y que actúan en unidad, con creatividad e innovación. Hoy frente a la sólida comunidad de la pampa gringa, hay un heterogéneo agrupamiento de burócratas urbanos cargados de resentimientos e inmoralidad, que se distinguen por sus torpezas y detrás de Vicentin está el “cuco” de los KK: “el Campo”.
El encuadramiento situacional.
Es conveniente situar -en el tiempo- la llegada del coronavirus y sus efectos más trascendentes sobre la situación estratégica global y regional. Desde nuestro punto de vista el virus aceleró los procesos de cambios que se iniciaron el 11Sep 01 -la guerra mundial en curso, la contraterrorista global- (5).
Este acelerado ritmo de cambios durante la extendida cuarentena que vivimos, aún no es debidamente percibida por algunas dirigencias escasamente formadas. Hay procedimientos que no regresarán en la pospandemia, pues las necesidades del aislamiento los han impuesto. Tales los casos de la digitalización o de las nuevas comunicaciones. Hay actividades que desaparecerán, definitivamente.
En el ámbito global, las tensiones internacionales entre las grandes potencias se han agravado. Hay mayor alerta en los alistamientos y predespliegues militares, mayor número de roces diplomáticos y una gran ansiedad en los mercados.
En nuestra región la “contrarrevolución” lanzada por el FSP en Jul 19 -totalmente desconocida por nuestros políticos- ha debido reorientar sus planes y en nuestro país -en el que ha recuperado el gobierno- explota la pandemia a través de las cuarentenas, para eliminar al Poder Judicial, lograr una Corte Suprema de Justicia propia, estatizar la economía, suprimir la libertad de prensa y socializar a la propiedad privada. Para ello -sin perder un solo minuto- se sigue la metodología “del salame”, como le llamaron Arón y Beaufre, rodaja tras rodaja.
Es en este ámbito situacional en el que, para sorpresa de todos -incluyendo al Mtro. de Agricultura-, se interviene y expropia a una empresa privada, propiedad de un Flia en el N de la Pcia de Santa Fe. Como lo hemos dicho más arriba, entendemos que con esta maniobra estos pseudos revolucionarios de cartulina, se “han pegado un tiro en el pie”.
Estamos transitando el cuarto gobierno KK y la sexta década de un proceso revolucionario -sin plazos- que es -llamativamente- ajeno a la conciencia colectiva de los argentinos. El trabajo psico-social realizado por los especialistas en manipulación cerebral sobre nuestras clases medias, ha logrado un alto grado de éxito. No hay analista que no comente la “anomia social”, la “incapacidad de reacción”, “la parálisis” frente a los atropellos a nuestros principios y valores culturales y políticos en los últimos treinta años, pero ninguno acertó en gritar “¡¡¡es la revoluciòn, estúpidos…!!! La revoluciòn sigue oculta, agazapada y en manos de zánganos “champagne”.
En las últimas seis décadas -1959/2020- se sucedieron cinco campañas revolucionarias, de distinta naturaleza, adaptadas siempre a los condicionantes internacionales y regionales, con éxitos y fracasos y una destreza y resiliencia que aún les permite ganar elecciones. El directorio revolucionario -con epicentro en La Habana- ha acompañado hábilmente a la transculturación -que permanentemente avanzó en cada una de las sucesivas campañas- y les proporcionó relevos generacionales.
Mientras ese lúcido y experimentado directorio replanteaba permanentemente sus doctrinas estratégicas y retenia sus objetivos, lograba estratificarlas en los países que controlaba. El caso argentino es escandalosamente paradigmático. Nuestra dirigencia -en los temas estratégicos- está anclada aun en la etapa de la Guerra Fría.
Somos el único paìs del orbe que ha dividido a la Seguridad Nacional -con criterio geográfico- en externa e interna. Por esa razón las amenazas y riesgos estratégicos en el propio territorio, son de responsabilidad judicial y policial. La revolución ha logrado –en las últimas cuatro décadas– contar con todo el territorio nacional como “zona liberada” para el desarrollo de su acción proselitista y de apoyo financiero a través del narcotráfico, sin que haya alguna reacción social, ni cuestionamiento de los intelectuales o del periodismo libre. Se cuestiona a la corrupción, pero no a su causa primera.
Para garantizar la continuidad de estos despropósitos inauditos, la Política de Derechos Humanos, conducida por un sinnúmero de organizaciones internacionales y propias, mantiene diariamente en la comunicación social la “memoria” de la “dictadura”, del “genocidio”, “de los desaparecidos” o de hechos ocurridos en los años `70, del siglo pasado (6).
El eje de esta maniobra comunicacional son los juicios “de lesa humanidad” que llevan cuarenta años de interminables simulaciones, con testigos falsos, hechos que nunca existieron y sentencias de penas perpetuas que están dictadas antes de que se inicien los juicios. Semana a semana son convocados por la justicia penal federal uniformados mayores de setenta y cinco años, para juzgarlos por hechos que desconocen (7).
El Juicio de Nuremberg -que sirvió de modelo para los que están aquí en pleno desarrollo ilegal, ilegítimo y anticonstitucional- llamaron a once reos para ser juzgados, en una guerra que duro cuatro años, con millones de muertos. A los ocho meses dictó sentencia. En nuestro país hay uniformados que llevan quince años en prisión preventiva y pareciera que cuarenta años no han sido suficientes para hacer “justicia”.
La sociedad -¿anestesiada?- frente a estos hechos, ha permanecido impávida. Pareciera ajena a lo que ocurre frente a ella a pesar de que el “estado de guerra civil revolucionario” continúa abierto y activo, por otros carriles. La Argentina no conoce -en ninguno de sus estamentos sociales- lo que son las guerras de 7ma generación (8).
Es en esta situación nacional cuando, al amparo de la niebla provocada por el covit 19, desde casa patria se lanza la orden a “Tartu” para “intervenir” y “expropiar” al holding Vicentin y un 20 Jun 20, Día de la Bandera y de su creador, el ejemplar patriota Grl Belgrano, estalla el último baluarte que nos queda a los argentinos: el sector sano de nuestra sociedad -enferma-.
El grito que resuena en los cuatro puntos cardinales es ¡¡¡LIBERTAD – LIBERTAD – LIBERTAD!!!, que tiene en su extremo opuesto al totalitarismo comunista. La obligada reflexión, hija de la cuarentena, está despertando a los argentinos, de un largo sueño inducido.
Mi comprovinciano Perotti, rafaelino y piamontés, está rifando su ganado prestigio. Ha sido elegido por “Tartu” como “pavo de la boda”. Aquel, entre la espada y la pared, ha buscado quien haga el trabajo de simulación para transitar hacia el objetivo que se le impuso en el “contrato”, que ahora deberá lograr con algún disimulo, consciente de la inconstitucionalidad e ilegalidad de la “vendetta” frente al campo.
PERO el antecedente del “banderazo nacional” es preocupante para Ella. ¿Qué pasará cuando se avance en su salvataje judicial? Porque esa es la exclusiva razón por la que Él ocupa el sillón de Rivadavia, sin plan de gobierno alguno y con un gabinete de “científicos” que se “lucen” en todo momento. La credibilidad de “Tartu” se acerca al 0 y se pone en evidencia en sus diarias apariciones, pues se enoja, hasta con su sombra.
*Antiguo refrán español.
(1). H. J. Auel. “Alberto Ángel “Tartufo” Fernández candidato del Foro de San Pablo”. 10 Ago 20. www.ieeba.org
(2). Diccionario Enciclopédico Salvat. T. VIII. Ed. Venezuela. Hipócrita:“dícese especialmente del que finge virtud o devoción”, “que finge o aparenta lo que no es o lo que no siente”.
(3). H. J. Auel. “Liderazgo y gestión en tiempos de crisis”. 25 May 20. www.ieeba.org
(4). R. Auer. “El caso Vicentin y el laberinto de la Argentina”. 17 Jun 20. infobae.com.
(5). H. J. Auel. “La guerra mundial contraterrorista global: ¿hibrida…con derivación nuclear? Abr 15. www.ieeba.org
(6). H. J. Auel. “Escándalo Judicial en Tucumán”. 25 May 16. www.ieeba.org
(7). H. J. Auel. “Política de Derechos Humanos Vs. Política de Seguridad Nacional”. 01 Ago 17. www.ieeba.org
(8). H. J. Auel. “La Cultura y la Civilización. La Guerra: Continuidad y Cambio”. Dic 08. www.ieeba.org
Después de más de cuatro décadas de sacudidas de sables y pequeñas disputas, una disputa fronteriza entre China e India ha vuelto a ser fatal.
Al menos 20 soldados indios murieron hace unos pocos días en una sangrienta pelea con tropas chinas en el valle de Galwan, cerca de Aksai Chin, un área controlada por China pero reclamada por ambos países. No está claro si o cuántos soldados chinos murieron. Ambas partes han acusado a la otra de sobrepasar la frontera de facto, la Línea de Control, Hoy o Línea de Control Actual (ALC) que se extiende a lo largo del sector occidental del valle. Sin embargo, los detalles del encuentro siguen siendo confusos y es posible que nunca estén completamente claros.
Los dos vecinos con armas nucleares ahora intentan una rápida reducción de las tensiones, incluso cuando algunas voces jingoístas y hawkish en ambos países exigen un mayor desafío y agresión. Por su parte, China ya había trasladado un gran número de tropas y armamentos a la región, mientras que India también ha reforzado su posición, aunque Nueva Delhi ha expresado menos su opinión sobre su fuerza militar allí.
Aksai Chin, el área en disputa, es reclamada como parte de Xinjiang por China y Ladakh por India. Hace frío e inhóspito, cubierto de nieve con temperaturas alrededor de cero, incluso en verano. Ubicada en lo alto del Himalaya, la altitud promedio es de 14,000 pies (4,200 metros), casi el doble de la altura donde comienza el mal de altura, lo que significa que cualquier humano en el área debe sufrir una aclimatación tediosa y gradual o sufrir dolores de cabeza, náuseas y fatiga.
La altitud y las temperaturas heladas pueden haber contribuido al número de muertos del lunes. El ejército indio inicialmente confirmó tres bajas, pero luego dijo que 17 soldados adicionales “expuestos a temperaturas bajo cero en el terreno de gran altitud han sucumbido a sus heridas”.
En su libro sobre la región, el historiador británico Neville Maxwell lo describe como una “tierra de nadie, donde nada crece y nadie vive”. Y, sin embargo, India y China fueron a la guerra por ello en 1962, dejando miles de muertos en ambos lados, y entre ese conflicto de un mes y la escaramuza del lunes, la región vio numerosas peleas y pequeños enfrentamientos entre guardias fronterizos y declaraciones indignadas de Beijing o Nueva Delhi acusa al otro de intentar sobrepasar la frontera de facto.
Entonces, ¿por qué el área es tan importante para ambos lados?
La Línea de Control Hoy, la frontera de facto poco definida, surgió de la guerra fronteriza sino-india de 1962, que fue provocada por antiguos desacuerdos territoriales históricos.
Como Maxwell escribe en su libro “La guerra de China en India”, la soberanía sobre la región de Aksai Chin siempre ha sido algo confusa.
Durante gran parte del siglo XIX, el Himalaya fue el foco de la rivalidad militar y política entre los tres imperios de Rusia, Gran Bretaña y China, y los tres reclamaron varias partes de la región. La descolonización solo trajo consigo más confusión y antipatía, particularmente después de que Pakistán se separó de la India a raíz de la independencia.
Aksai Chin es parte de la gran Cachemira, y después de la sangrienta guerra entre Pakistán e India en 1947 que resultó en la división de esa región, la frontera entre China e India quedó mal definida.
India afirma que la región es parte de Ladakh, un territorio remoto y montañoso al este del valle de Cachemira que fue hasta el año pasado parte del estado de Jammu y Cachemira, controlado por la India pero semiautónomo, la parte de la región en disputa más amplia que terminó en control indio después de la guerra de 1947 con Pakistán.
“Si bien la India reconoció la llamada ‘línea McMahon'”, un remanente de la era colonial británica, el analista Larry M. Wortzel escribe en un informe militar de Estados Unidos, “China nunca lo aceptó formalmente, optando por las” fronteras de la costumbre “que habían existió entre pueblos contiguos durante décadas anteriores “.
Esto creó un statu quo incómodo que persiste en la actualidad, donde ninguna de las partes está de acuerdo en la frontera, ambas acusan regularmente a la otra de sobrepasarla o tratar de expandir su territorio, y es fácil encontrar excusas para el conflicto.
La génesis de la crisis actual, según Harsh V. Pant, profesor de Relaciones Internacionales en el King’s College de Londres, se puede encontrar en la revocación de la India el año pasado del estatus especial otorgado a Jammu y Cachemira, y la separación del ex indio Estado en dos territorios.
“Desde entonces ha habido preocupaciones en China de que India dificultará la vida de China en el futuro”, dijo Pant. “(La región) conecta a China con Pakistán, donde tienen el corredor económico. Les preocupa la revocación de la India (el estatus especial) y cómo India ahora está mirando a Ladakh estratégicamente. También les ha preocupado la construcción de infraestructura.”
La última gran crisis en la región, un enfrentamiento de un mes sobre el territorio en disputa de Doklam en 2017, también estuvo relacionada con la construcción de infraestructura.
“Anteriormente solía estar principalmente en el lado chino (que construyó infraestructura) pero ahora India también ha estado aumentando la infraestructura a lo largo de su lado de la frontera”, agregó Pant.
Cualquier expansión india o fortificación significativa de su control sobre la región podría amenazar los objetivos geoestratégicos de China en Asia central, dijo Happymon Jacob, profesor asociado del Centro de Política Internacional, Organización y Desarme de la Universidad Jawaharlal Nehru de Delhi.
“China ha invertido más de $ 60 mil millones (en el corredor económico) con Pakistán”, dijo, y agregó que este es un “elemento crucial” del plan comercial y de desarrollo de Belt and Road del presidente Xi Jinping.
El año pasado, India terminó una nueva carretera para todo clima que corre muy cerca de la Línea de Control Actual (LAC). El propósito de este camino es apoyar a las tropas a lo largo de la frontera, lo que les permite reabastecerse por carretera desde Daulat Beg Oldi, el aeródromo más alto del mundo. Esto sería de gran ayuda si India reforzara aún más su posición o construyera instalaciones militares en la frontera.
“Algunas señales sugieren que los avances recientes de China son una respuesta al nuevo camino, que perciben como un cambio en el status quo en ALC”, dijo Aidan Milliff, experto en violencia política y Asia meridional del Instituto de Tecnología de Massachusetts.
“El status quo es realmente tolerable para ambos países, o al menos, su disgusto por el status quo no es tanto como para pagar el costo de arreglarlo”, agregó. “Todavía no me queda claro, como principio general, si estas disputas comienzan como provocaciones cuidadosamente calculadas o como pasos en falso y malentendidos”.
A pesar de todas las preocupaciones sobre los posibles movimientos de tropas en ambos lados, cualquier conflicto en el área sería excepcionalmente difícil.
La ubicación del último enfrentamiento, el Valle de Galwan, es una meseta relativamente baja, donde las tropas pueden moverse más fácilmente. También fue el lugar de la disputa que inició la guerra de 1962.
Sin embargo, las condiciones durante el invierno, muy frío con nieve intensa, pueden hacer que gran parte del área sea inaccesible, lo que significa que la ventana para las maniobras es muy delgada. Incluso durante el verano, cuando las condiciones son mejores, la altitud, el clima y las temperaturas hacen que todo sea más difícil, desde simples maniobras y corridas de suministros, y mucho menos un conflicto militar en toda regla.
“Operar por encima de los 4.000 metros, como bien saben el Ejército indio y el EPL, cambia casi todos los aspectos de la guerra”, escribió Milliff, el experto del MIT, en War on the Rocks a principios de este mes. “Los soldados tardan días en aclimatarse a cualquier altitud superior a los 2.400 metros (un poco más alto que Santa Fe, Nuevo México), por lo que la velocidad a la que llegan los refuerzos puede ser más lenta que la velocidad de sus medios de transporte”.
Los riesgos de ascender demasiado rápido pueden ser potencialmente graves, incluso para jóvenes soldados sanos, incluidos los edemas pulmonares y cerebrales. “Durante la guerra fronteriza sino-india de 1962, algunas unidades indias saltaron la aclimatación y procedieron directamente a altitudes extremas en Cachemira y Sikkim”, escribe Milliff. “Casi el 15% de los soldados en las unidades apresuradas desarrollaron edema pulmonar a gran altitud, una de las principales causas de muertes relacionadas con la altitud, que puede progresar desde los síntomas iniciales hasta la muerte en tan solo 12 horas, incluso para individuos sanos”.
Todo sufre a esta altitud. Los motores diesel tienen dificultades para operar, los helicópteros tienen que cortar sus cargas y la cantidad de suministros necesarios para mantener a las tropas sanas es mucho mayor. Incluso disparar puede ser más difícil, ya que la artillería y las armas de fuego requieren un nuevo avistamiento para hacer frente al aire más delgado.
“Incluso si la altitud no fuera un factor, el terreno a lo largo de la frontera entre India y China complicaría aún más las operaciones militares”, dijo Milliff.
“La meseta del Himalaya no es plana como el frente central en Europa, ni necesariamente se puede conducir con tanques como los desiertos en Irak o a lo largo de la frontera entre el oeste de India y el sur de Pakistán”.
Con los dos ejércitos curando sus heridas y reanudando los protocolos de desescalado, la atención se centrará ahora en los líderes de Delhi y Pekín y si pueden evitar que la disputa actual se descontrole en un conflicto difícil y costoso.
Jordania, Camboya, Fiji, Samoa, EEUU y México. Esa fue la ruta de la luna de miel de Felipe VI y la reina Letizia en 2004 como recién casados, un viaje valorado en medio millón de euros tras la boda en la catedral de la Almudena y que fue pagado tanto por Juan Carlos como por una empresa privada.
Los costes del idílico viaje corrieron a cargo de Juan Carlos I, aunque una parte del viaje, más del 50%, fue pagado por la empresa Navilot. De los 467.000 dólares del montante final de la luna de miel, 269.000 fueron depositados por la empresa de Josep Cusí, al cual The Telegraph, medio que ha desvelado la noticia,relaciona de manera indirecta con Jordi Pujol Ferrusola, ya que la empresa que preside fue creada por un abogado vinculado al hijo del expresidente de la Generalitat.
Josep Cusí es un empresario catalán de 86 y “socio de Juan Carlos desde principios de la década de 1970”, apunta el medio británico.
Bajo los pseudónimos de señor y señora Smith, los actuales monarcas recorrieron el mundo en un viaje del que el diario The Telegraph ha destapado algunos de sus entresijos más llamativos.
Algunos de los dispendios, por ejemplo, superan los 30.000 dólares. Ese dinero fue a parar a un complejo afincado en una isla de Fiji, donde por solo cinco noches, el rey de España gastó 33.000 dólares. Felipe VI retiró a Juan Carlos la asignación pública de 194.232 euros de la que gozaba en calidad de emérito un día después de que se destapara que su padre es beneficiario de una sociedad offshore creada en 2008 para recibir una donación millonaria de Arabia Saudí.
Además, Felipe renunciaba a la herencia que le correspondiera por ser hijo de Juan Carlos I, rechazo que está expresamente prohibido por el Código Civil. Dicho comunicado supuso un bombazo informativo y sólo de su lectura detallada se concluye que Felipe VI tiene intención de renunciar a la herencia, que es como no anunciar nada porque aún no ha llegado ese futurible.
Actualmente, la Fiscalía del Tribunal Supremo ha asumido la investigación a Juan Carlos I por el AVE (Ferrocarril) a La Meca, tras ser acusado por la princesa Corinna en 2018 de haber cobrado 80 millones de euros de comisión por la licitación del tren a la ciudad santa del Islam.
Reiteradamente el presidente Alberto Fernández habla de que Argentina es un país injusto y por cierto lo es. Las desigualdades sociales son enormes y lo serán aún más luego que termine la “cuarentena”, con industrias cerradas, con comercios cerrados y con un nivel de desempleo enorme y con índices de pobreza nunca vistos. Hasta cuando la débil economía argentina resistirá dar ayuda a esos millones de trabajadores. Mientras bajo extremas medidas de seguridad participo de las celebraciones del día de la bandera, millones de argentinos en todo el país salieron a la calle a protestar sin darle importancia a la cuarentena y desafiando a Alberto en sus amenazas de sancionar a todos los que la violaran. Fueron muchas las motivaciones que llevaron a la gente a movilizarse, no solo en defensa de los valores democráticos y en defensa de la propiedad privada sino por el hartazgo a la cuarentena sin fin. Desde las filas del Gobierno Nacional se ayuda a quienes cometieron actos de corrupción tal el caso de Amado Boudou que está en su domicilio, pero sigue procesado, tal el caso de Jaime “coimero confeso” que no pudo lograr su libertad. Curiosamente los juicios contra la vicepresidente Cristina Fernández no tienen prioridad en las agendas judiciales. Cristina buscando la impunidad total dispuesta a hacer todo lo posible para aumentar el número de Ministros en la Corte Suprema. Alberto nada le dice, es el precio que tuvo y tiene que pagar por deberle el cargo que ocupa. Don Alberto se refirió la honestidad de Belgrano pero omitió decir en su mensaje a todo el país que los políticos deberían seguir el ejemplo del General Belgrano y haberles contado a todos los niños, escolares de todo el país, que un hombre tan grande e importante como el creador de nuestra bandera murió pobre a punto tal que solo tenía en su poder un reloj de oro para pagarle a su médico personal. El pueblo en todo el país salió en defensa de la propiedad privada que tiene rango constitucional y el rechazo a la intromisión del Poder Ejecutivo en cuestiones que deben ser resueltas en el ámbito judicial, sujetas a las decisiones del juez competente. Ya sabemos todos que “vienen por todo” y de allí la reacción popular “todos a la calle” una clara advertencia al “Delegado Presidencial” de que la expropiación será de un alto costo político y de pésimas consecuencias para la economía argentina. Ningún empresario invertirá de los argentinos y tampoco lo harán los inversores extranjeros. Así las cosas, vamos hacia un nuevo fracaso político. La corrupción, por excelencia, es generadora muchas injusticias sociales y nuestra sociedad, bandera en mano, dijo ¡BASTA!
Estadounidenses, sabiendo lo que están tratando de hacer con los cuerpos policiales, racismo y otros desafíos de esta época, debo decirles ¡CUIDADO! Argentina a principios del siglo pasado fue un país muy cercano en grandeza económica a ustedes. Luego eligió la senda de los fracasos y fíjense lo insignificantes que somos hoy, con un futuro cierto, de seguir embruteciendo y empequeñeciendo cada vez más. ¿Ustedes en este otro siglo quieren hacer lo mismo? Seguro que tienen un problema racial, pero no es un tema sistemático, como se promueve. Que este disminuya y casi desaparezca depende en mayor medida que las mismaspersonas de color se esfuercen por ello. ¿Acaso no votaron por 2 periodos a un BARACK OBAMA para presidente?, ¿Acaso no hay dignos jefes militares, policiales o exitosos empresarios y artistas de color? Hoy los medios son meticulosamente impiadosos con un gobernante como TRUMP, en momentos que más tendrían que estar unidos frente a las amenazas externas existentes, llámense China, Rusia, países musulmanes, pandemias o lo que quieran elegir. Si ustedes se debilitan y declinan, ¿Acaso creen que hay algún otro país con un líder que pueda ser sostén y defensor de la democracia en occidente? En otro orden de cosas, viendo las propuestas de algunos políticos sobre los cuerpos policiales, desde este lejano territorio llamado Argentina, podemos decir que estas no son nuevas, ya se hizo lo mismo acá años atrás y el resultado está a la vista. ¡CUIDADO! ROBOCOP NO EXISTE. Los policías solo son hombres y mujeres con buena predisposición a servir y proteger, que, por supuesto son falibles. Su labor no es quirúrgica, ni realizada solo en horas diurnas bien descansados, en cómodas oficinas climatizadas, con buen café a disposición. Cada uno de ellos actuarán en forma acertada en 10 o más oportunidades, pero en alguna otra ocasión algo les puede salir mal. La tarea que ejecutan es riesgosa y difícil porque tienen uno o dos segundos para reaccionar en condiciones adversas, frente a violentos, narcotraficantes, asesinos, perversos, pandilleros, locos, drogadictos y mil lindezas “humanas” más, con los que ustedes no quieren alternar y entonces, a veces, todo se va al infierno. Recuerden que la separación entre ustedes y los depredadores, solo es una delgada línea azul, no la debiliten aún más. Miremos lo que ocurrió en Atlanta con RAYSHARD BROOKS. Todo comenzó mal y terminó peor y las variantes que existieron fueron numerosas. Primero el policía, como no es ROBOCOP, ese día hizo lo que no hay que hacer. Que BROOKS, un desconocido, por sí mismo estacione su vehículo para no entorpecer a otros rodados. Podía haber ocurrido que intentara huir atropellando lo que fuera o a quien fuera. También, que sacara un arma debajo del asiento lo matara a él al compañero o a un parroquiano. Segundo, irrazonablemente y contra toda lógica, BROOKS actuó con violencia, lo cual en este caso le costó la vida. De no haber muerto prefirió agregar cargos a una felonía menor, se resistió al arresto, agredió y seguramente lesionó al personal policial, le sustrajo una Tasser y huyó. Si lo hubiera logrado su situación legal al momento de ser detenido hubiera sido muy complicada y habría innecesariamente terminado en la cárcel. Estaba alcoholizado, bloqueando el paso pese a estar en libertad condicional (probation). En ningún momento pensó en él, en su esposa o sus hijos y en el perjuicio que les ocasionaba. También se podía haber dado que, si en vez de arrebatar la Tasser, hubiera sido la pistola 9 mm, otro era el desenlace. Es lógico y necesario que el policía porte un arma, pero esto tiene su ventaja y también su desventaja. La primera es que le da cierta seguridad al uniformado y este pueda enfrentar a un delincuente armado, lo que es perfectamente legal. La desventaja es que en una lucha cuerpo a cuerpo con alguien desarmado, se la pueden quitar, o de llevarla en la mano está impedido ya que solo le queda la otra libre. Si se la quitan como suele ocurrir, es hombre muerto. Si antes de que ello ocurra, le dispara a quien está desarmado tendrá grandes posibilidades de ir preso o ser acosado por organizaciones de derechos humanos o raciales, según quien sea el muerto. Al margen de lo que se estudie y practique en la academia, el verdadero aprendizaje y formación del policía está en la calle y lleva 2 o más años y allí siempre habrá algo nuevo para aprender, porque las modalidades delictuales no son estáticas, siempre mutan. Recién entonces se sabrá si ese policía sirve o no, cuando sus errores disminuyan. Puede andar muy bien en ciertas tareas y en ciertas clases de conflictos y mal en otras. Puede ser buen profesional pero poco paciente o también demasiado paciente, lo cual tampoco es bueno. Luego tendrá algunos años de vida muy útil en la función pero con el tiempo y el estrés se irá desgastando volviéndose conservador y en algún momento, empezará a contar el tiempo que le falta para el retiro. En su labor cotidiana el azul sin aviso previo, está expuesto a TODO, inclusive a un enfrentamiento armado. En él podrá llegar a abatir a 1, 2 o más delincuentes, entonces, por 15 minutos, será un héroe. Pero…y siempre hay un pero, también puede ocurrir que algunos de sus disparos impacte a ese o esos delincuentes, pero otro mate a un adulto o un niño inocente que se cruce en la línea de tiro, 50 o más metros (164 pies) más allá del punto apuntado. En ese caso…
Cada oficial del Departamento de Policía de Atlanta recibirá un bono de $ 500 pagado por la Fundación de Policía de la mencionada ciudad, confirmó la organización misma.
El bono es un agradecimiento por el trabajo y las largas horas de servir y proteger durante la pandemia de COVID-19, además de las recientes protestas y manifestaciones.
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“En un esfuerzo por frenar el cansancio, el desgaste y aumentar la moral, por eso emitimos un bono de $ 500 a cada oficial del Departamento de Policía de Atlanta”, publicó la Fundación de la Policía de Atlanta en un comunicado.
Además del bono de $ 500, fundación dijo que proporcionará comidas a los oficiales que trabajan en turnos de 12 horas. También reparará más de 20 patrullas destruidas en los recientes disturbios, así como bicicletas policiales y unidades de todo terreno.
La fundación dijo que lideraba una estrategia para construir un marco para la reforma policial, que planea presentar en las próximas semanas al alcalde y al Ayuntamiento.
“El plan reflejará las ideas de una amplia gama de expertos en aplicación de la ley, negocios, justicia social y comunidad. Identificará estándares de excelencia operativa y reflejará las mejores prácticas de los programas exitosos de seguridad pública en todo el país, incluyendo parte de nuestro propio trabajo. en Atlanta “, continuó la declaración de la fundación policial.
El anuncio del bono llega en un momento difícil para la policía. Los fiscales del condado de Fulton presentaron imputaciones de asesinato y otros cargos contra el ahora ex oficial que le disparó a Rayshard Brooks, diciendo que Brooks no era una amenaza mortal y que el oficial pateó al hombre negro herido en el piso y no ofreció tratamiento médico durante casi tres minutos mientras yacía moribundo. Otro oficial está siendo acusado de asalto agravado.
Los funcionarios de la ciudad, incluido el alcalde de Atlanta Keisha Lance Bottoms, han declarado que la moral en el departamento está en un nivel bajo.
Una vez más los miembros de la “Justicia” Federal argentina, dieron muestra de seguir a rajatabla la “política de estado” que equivale: “al enemigo ni justicia”, imperante en este territorio para con los adultos mayores imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Así hace 3 días, o sea el 18 del corriente, los “impolutos” miembros de Sala 2 de la Cámara Federal de Casación Penal, CARLOS MAHIQUES, GUILLERMO JACOBUCCI y ALEJANDRO SLOKAR, firmaron una resolución anulando el arresto domiciliario del Coronel (R) HORACIO LOSITO de 68 años de edad (1). Este “beneficio-mendrugo de pan a un hambriento de justicia”, le había sido concedido el 30 de marzo pasado, por el plazo de un año, por el Tribunal Oral de Resistencia, a raíz del alto riesgo de contagio del Covid-19 en el ambiente carcelario (Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo).
En el recurso presentado en Casación actuaron en conjunto la fiscalía y la querella, esta última conformada por la Secretaria de Derechos Humano de la Nación, Familiares de los desaparecidos Juan Ramón Vargas y Rómulo Artieda (Corrientes), la Secretaría de Derechos Humanos y Género de la Provincia del Chaco y la Comisión de Derechos Humanos de Corrientes. Uno de sus argumentos en contra de LOSITO destaca que se había desatendido un dictamen del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que sostenía que los detenidos podían ser tratados intramuros en caso de requerir asistencia médica. Sorprendentemente pareciera que no es así en el caso AMADO BOUDOU, de 57 años de edad, condenado por la causa Ciccone, a quien por los mismos motivos que a LOSITO, se le otorgara el arresto domiciliario el 6 de abril pasado. Pero lo del afortunado BOUDOU (ex residente de un médano) no para allí, hace pocas horas el procurador general del Tesoro, CARLOS ZANNINI, también ex presidiario del Complejo Penitenciario de Ezeiza, firmó un dictamen para que se le pague la pensión vitalicia como ex presidente. La misma es de 400.000 pesos mensuales (4.000 dólares) más pagos atrasados por un total de 20.000.000 de pesos (200.000 dólares) que por supuesto saldrían de los impuestos de todos y todas. Al respecto la justicia ahora tiene la palabra. Más que evidente es que a diferencia de los uniformados, los políticos no abandonan a su gente, sin importar que delito cometieron, ni la opinión adversa de grandes sectores de la ciudadanía. Acaso, ¿qué mejor ejemplo de ello es el ex presidente CARLOS MENEM, condenado, no detenido, gracias a sus eternos e inmerecidos fueros parlamentarios?
Según los informes, una gran cantidad de policías de Atlanta solicitaron carpeta médica después de que se emitieron cargos contra dos oficiales involucrados en el tiroteo fatal de Rayshard Brooks.
El jefe interino, Rodney Bryant, reconoció que algunos oficiales estaban llamando enfermos en medio de los disturbios en Atlanta y en todo el país, lo que ha incluido expresiones de ira hacia los oficiales de policía.
“Algunos están enojados. Algunos tienen miedo. Algunos están confundidos sobre lo que hacemos en este espacio. Algunos pueden sentirse abandonados”, dijo Bryant. “Pero estamos allí para asegurarles que continuaremos avanzando y superando esto”.
Bryan confirmó que el miércoles y jueves varios agentes llamaron enfermos, pero agregó que la ciudad aún estaba adecuadamente protegida. No se reveló un número claro de cuántos estaban llamando enfermos.
“Tenemos suficientes oficiales para cubrirnos durante la noche”, dijo la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms. “Nuestras calles no serán menos seguras debido a la cantidad de oficiales que llamaron”.
Agregó: “Lo que más me preocupa es cómo reparamos la moral en nuestro departamento de policía y cómo nos aseguramos de que nuestras comunidades estén seguras mientras interactúan con nuestros oficiales de policía”.
Los desconocidos de siempre comenzaron a desparramar rumores de que algunos policías de Atlanta estaban abandonando sus puestos de trabajo mientras se encontraban en servicio abandonado sus vehículos, pero el departamento de policía luego emitió un comunicado en Twitter diciendo que esos informes eran falsos.
“Las sugerencias de que varios oficiales en servicio habían abandonado el trabajo eran inexactas. Tenemos suficientes recursos para mantener las operaciones y poder responder a los incidentes”.
El presidente Trump ha destituido a Geoffrey Berman, el fiscal estadounidense del Distrito Sur de Nueva York, de su cargo, poniendo fin al mandato de un alto funcionario del Departamento de Justicia cuya oficina ha supervisado los enjuiciamientos de varios de los asociados del presidente.
El Procurador General William Barr anunció la terminación el sábado, menos de un día después de sugerir inicialmente que Berman renunciaba, y que Berman mismo lo contradecía.
“Desafortunadamente, con su declaración de anoche, ha elegido el espectáculo público sobre el servicio público”, dijo Barr en una breve carta a Berman. “Debido a que ha declarado que no tiene intención de renunciar, le he pedido al presidente que lo retire hoy, y él lo ha hecho”.
Barr dijo que la fiscal federal adjunta Audrey Strauss intervendrá hasta que se establezca un sucesor permanente. Barr también citó la jurisprudencia para refutar la afirmación de Berman de que no puede ser removido hasta que el Senado confirme un reemplazo.
El anuncio trae un giro dramático a una saga que se abrió el viernes por la noche, cuando el fiscal general emitió un comunicado diciendo que Berman está “renunciando”. En el anuncio, dijo que el presidente está nominando a Jay Clayton, presidente de la Bolsa de Valores, para suceder a Berman.
Poco tiempo después, Berman disparó su propio anuncio, negando la declaración de Barr.
“Me enteré en un comunicado de prensa del Fiscal General esta noche que estaba ‘renunciando’ como Fiscal de los Estados Unidos”, dijo Berman, quien encabezó el procesamiento del ex abogado personal de Trump Michael Cohen y presentó la acusación del gran jurado contra los asociados del presidente. actual abogado personal Rudy Giuliani.
“No renuncié, y no tengo intención de renunciar, a mi cargo, para el cual fui designado por los jueces del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York”, dijo. “Renunciaré cuando el Senado confirme a un candidato designado por el presidente. Hasta entonces, nuestras investigaciones avanzarán sin demora o interrupción”.
Por Michael R. Pompeo, Secretario de Estado de los Estados Unidos de América
El Día Mundial de los Refugiados es una oportunidad para reconocer el coraje y las luchas de millones de refugiados que han huido de sus hogares debido a la persecución y el conflicto. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número de desplazados forzosos en todo el mundo aumentó a casi 80 millones en 2019. Estados Unidos reafirma su compromiso de lograr los mejores resultados humanitarios para los millones de personas desplazadas en todo el mundo. Con este fin, la Estrategia de Seguridad Nacional de EE. UU. Nos dirige a continuar liderando el mundo en asistencia humanitaria y a apoyar a las personas desplazadas lo más cerca posible de sus hogares para ayudarles a satisfacer sus necesidades hasta que puedan regresar a sus hogares de manera segura y voluntaria.
Este año se cumple el 40 aniversario de la Ley de Refugiados de 1980, que estableció la Oficina del Coordinador de Asuntos de Refugiados de los Estados Unidos que se convirtió en la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado. La Ley de Refugiados fue la primera pieza integral de la legislación estadounidense diseñada para abordar las realidades de los refugiados modernos al proporcionar mecanismos flexibles para abordar situaciones de refugiados que cambian rápidamente.
Desde Venezuela hasta Siria y Afganistán, hasta Sudán del Sur y Birmania, Estados Unidos es un catalizador para la respuesta internacional a la crisis humanitaria. Es esencial que la comunidad internacional trabaje en conjunto para ser eficaz en abordar las crisis que impulsan el desplazamiento y conducen a situaciones graves. Esto comienza con la responsabilidad de los gobiernos involucrados y sus socios regionales de tomar medidas para poner fin al conflicto rápidamente y crear condiciones seguras para sus pueblos. Al centrarnos en poner fin a los conflictos y al proporcionar asistencia para evitar nuevos desplazamientos, podemos ayudar a mitigar los efectos desestabilizadores que el desplazamiento tiene en los países afectados y sus vecinos.
Estados Unidos es el mayor donante individual de asistencia humanitaria a nivel mundial, continuando con una tradición de generosidad. En el año fiscal 2019, Estados Unidos proporcionó más de $ 9.5 mil millones, y en la última década hemos proporcionado casi $ 70 mil millones en asistencia humanitaria. Esta asistencia llega a decenas de millones de personas desplazadas y afectadas por crisis en todo el mundo, brindando apoyo y servicios urgentes que salvan vidas, incluyendo alimentos, vivienda, atención médica, educación y acceso a agua potable. El apoyo de EE. UU. A los países anfitriones, brindado a través de contribuciones a organizaciones humanitarias, los alienta a continuar brindando refugio y aumentando el acceso al trabajo, la educación y los servicios públicos para aquellos que huyen de la persecución.
Pero Estados Unidos no puede abordar estas necesidades solo. Trabajamos incansablemente para alentar a nuestros socios y aliados a compartir la carga y garantizar que los recursos limitados se utilicen de manera coordinada y efectiva hacia soluciones sostenibles. Nuestros llamados a obtener mayores recursos del grupo más amplio posible de donantes, incluidos los gobiernos y el sector privado, son esenciales para abordar estas necesidades urgentes y crecientes. Aplaudimos a quienes realizan contribuciones críticas para apoyar a los refugiados en todo el mundo. Continuaremos trabajando con organizaciones internacionales, países donantes, organizaciones no gubernamentales y países de acogida de refugiados para encontrar soluciones sostenibles al desplazamiento mientras buscamos simultáneamente soluciones políticas duraderas a los conflictos que lo provocan.
Pienso en la eternidad donde voy y en la tierra querida que dejo.
Espero que los buenos ciudadanos
trabajarán en remediar sus desgracias.
El general Mitre, en la biografía de don Manuel Belgrano, de quien el 3 de junio de este año se cumplen doscientos cincuenta años de su nacimiento, conserva esas palabras ejemplares dichas poco antes de su muerte, ocurrida el 20 de junio de 1820, describiendo así sus últimos momentos: “luego de prepararse cristianamente, sin debilidad y sin orgullo, como había vivido, entregó su alma al Creador. Las últimas palabras fueron ¡Ay Patria mía!”.
Se cerraba así una vida vivida “sin debilidad y sin orgullo” caracterizada por su coherencia generosa. “La borla de doctor me parece patarata”, escribe a su padre, mostrando su desdén por los honores. Y en su Autobiografía, evocando sus años de estudios en España, asienta que por entonces se apoderó de él el deseo de propender cuanto pudiese al provecho general y dirigir sus trabajos a favor de la patria. Por ello, vuelto a Buenos Aires y designado Secretario Perpetuo del Real Consulado desde su creación en 1794, se empeñó en destacar la importancia de fomentar la agricultura, la ganadería y la industrialización, la educación cristiana y la instrucción de los jóvenes de ambos sexos.
De ello dan cuenta sus Memorias, de las que conviene destacar las correspondientes a 1796,1798 y 1809. En ellas recomienda sean los párrocos, por su mayor instrucción y proximidad con sus feligreses, quienes tomen a su cargo la enseñanza de técnicas agrícolas; insta a la cría de ovinos, llamas y vicuñas y atender a la forestación; y llama la atención, muy a tono con los economistas españoles de la época, sobre la importancia del cultivo de la tierra.
Dos párrafos muestran su nítida percepción de una realidad que exigía rectificación. En uno de ellos afirma: “no vivamos en la persuasión (…) de que la abundancia es el castigo que el Todopoderoso ha dado a este país como a otros la escasez”; y en otro llama la atención sobre ”Esos miserables ranchos donde ve uno la multitud decriaturas que llegan a la edad de la pubertad sin haber ejercido otra cosa que la ociosidad”, por lo que reclama la creación de escuelas gratuitas para la enseñanza de la doctrina cristiana, leer y escribir, todo ello necesario para “desterrar la ociosidad y remediar la indigencia de niños y niñas.”
La tarea de educar constituía para Belgrano una acción de tal importancia y urgencia que veía en ella una suerte de mandato imperativo. “Cómo se quiere –escribía en marzo de 1810 en el Correo de Comercio- que los hombres tengan amor al trabajo, que las costumbres sean arregladas, que haya copia de ciudadanos honrados, que las virtudes ahuyenten los vicios, y que el Gobierno reciba el fruto de sus cuidados, si no hay enseñanza, y si la ignorancia va pasando de generación en generación con mayores y más grandes aumentos?
Esa inquietud, por algunos calificada como obsesión, no se atenuaba siquiera cuando, ya convertido en soldado, impulsaba la creación de escuelas en los pueblos que atravesaba. Su biógrafo Ovidio Giménez señala que “su actitud desconcierta. No se concibe a un general de cuarenta años que, llamado a apoyar pueblos y liberarlos si es preciso, se ocupe de escuelas y de la educación de los niños y aun que las leyes respectivas fueran cumplidas incluso a costa de malquistarse con los dignatarios de la Iglesia pese a su profunda devoción católica.”
Otro tema central de sus reflexiones es la libertad del comercio: “sin comercio, se interroga retóricamente, ¿cómo se verificarían la importación y la exportación que son el espíritu vivificante de todos los Estados?” A lo que responde con una cita de Quesnay: “que no se impida el comercio exterior en los países porque según es la extracción así es la reproducción y aumento de la agricultura”. Por ello, concluye, es necesario “se dé entera libertad de comercio”, para lo que busca el apoyo de opinión de Campomanes que hace suya.
Con el apoyo de los virreyes Liniers y Cisneros consiguió este objetivo al autorizarse el libre comercio con Gran Bretaña, po<r entonces aliada a los españoles en su lucha contra el imperio surgido de la revolución de 1789.
Levene asigna a sus trabajos una importancia capital: “En el acuerdo del 4 de septiembre, reunido el Consulado para resolver el punto, se leyeron dos informes del síndico, un escrito del Prior Antonio Pirán y la memoria anual presentada por el Secretario el 16 de junio, en cumplimiento de la prescripción pertinente. Asignamos importancia a esta memoria de Belgrano. Leída el 16 de junio, la elevó de inmediato al virrey Liniers, robusteciendo la idea que ya tenía de franquear el comercio a los ingleses, como se ha explicado. El documento volvió a considerarse en la sesión del 4 de septiembre, en que se debatía el comercio libre. De modo que la resolución del Consulado, aunque favorable sólo en cierto sentido, fue sin duda arrancada por Belgrano.”
El patriota; el político.
La ocupación de España y la abdicación de sus reyes legítimos le mueve, junto a otros, a solicitar la regencia de la princesa Carlota de Borbón, hija de Carlos IV y hermana de Fernando VII, pues como muchos y como lo asentará el mismo Fernando al ser restaurado en el trono, entiende es ilegítima la pretensión de las Juntas de gobernar en nombre del rey prisionero.
La Memoria elevada a la princesa en septiembre de 1809 y que Belgrano suscribe, sostiene el mejor derecho de Carlota, pues para administrar, defender y conservar estos reinos hasta las resultas de España, bajo las mismas leyes, que es decir, con las mismas obligaciones inherentes al trono, no es comparable la representación de la Junta de Sevilla con la de V.A.R. [….] aquella es de mero hecho y ésta de conocido derecho. Y de inmediato pasa a exhibir los derechos de los americanos: “[…] cuando la América incorporada a la corona de Castilla es inherente a ella por la constitución, y como no existe una obligación absoluta que cuando los separe del trono los una a su igual por la dependencia, pueden muy bien constituirse a sólo la unidad de ideas de fidelidad sin pactos de sumisión. En este caso no se puede ver el medio de inducir un acto de necesaria dependencia de la América Española a la Junta de Sevilla, pues la constitución no precisa que unos reinos se sometan a otros.”
En un documento del año 1808 atribuido a Belgrano, también se expresa: Diálogo entre un castellano y un americano en que se manifiesta que en el caso de que nuestra España sea subyugada por el poder francés, debemos hacer revivir su constitución y leyes en todo el continente Español Americano. Luego de hacer referencia a la situación de España, posesionada la mayor parte de ella por el poder francés, se analizan tres alternativas: seguir la suerte de la metrópoli aunque reconozca la dinastía Napoleón, de inmediato descartada pues con ello daríamos prueba de la falsedad con que en tal caso proclamamos a nuestro Augusto Fernando VII y prometimos la guarda de los derechos de su casa (y) abrazaríamos el partido de la iniquidad.
Otra posibilidad que descarta es el gobierno y un cambio en la forma de gobierno, pues “peores consecuencias todavía nos presenta la opinión de constituirnos en República; nos faltan las bases principales en que ha de cimentarse (….) nacería la división entre europeos y americanos y la ambición de mando después de una guerra civil la más sanguinaria y cruel quedando finalmente en estado de ser subyugados. Queda una última: lo único que puede hacernos felices es reconocer a la Infanta D. Carlota Joaquina de Borbón como Regenta de estos Dominios. Esto permitiría hacer “revivir en estos Dominios la España con su constitución y leyes esto es, siguiendo la Monarquía española o el gobierno representativo que la constituye, con arreglo a los fundamentos primordiales de Castilla”.
Ambos documentos ponen de manifiesto el núcleo del pensamiento de Belgrano como abogado, que había estudiado con especial atención el derecho público. No creía, como Jovellanos, que estos y aquellos reinos – fórmula empleada por la corona española asentando la identidad de las Indias como reinos diferentes de los europeos – carecieran de una constitución por no tenerla según el modelo que García Pelayo llama racional-normativo. Sí que la tenía, asentada en sus leyes escritas, en sus fueros y en sus costumbres, en las Cortes con facultades legislativas y en los derechos de las ciudades. Y ella no daba legalidad a un gobierno de vasallos sobre vasallos, de los españoles peninsulares sobre los españoles americanos, los cuales últimos eran reconocidos desde el 1500 como vasallos libres de la corona de Castilla y no vasallos de los españoles.
Esa constitución histórica garantizaba los muy hispánicos derechos a la honra, a la vida y a la hacienda, poniendo freno al rey. Y esa constitución histórica, que también los monárquicos reformistas querían restaurar, era la que había sido afeada por el despotismo ministerial y el absolutismo del derecho divino sostenido por los borbones franceses, totalmente ajeno a las doctrinas españolas tan claramente expuestas en la enseñanza escolástica del origen divino del poder. Belgrano, como muchos españoles, americanos y peninsulares, creyó que Fernando la respetaría y restablecería el prestigio de la corona, motivo por el cual se le conoció como El Deseado. Pero el monarca defraudó a todos, siendo responsable de la guerra civil americana y de las guerras civiles peninsulares que llevaron a la desaparición del Imperio y a casi un siglo y medio de inestabilidad política.
Fracasada la regencia, ocupada España por el ejército francés e incorporada al imperio de Bonaparte, el movimiento de mayo tiene a Belgrano entre sus principales actores y es designado vocal en la Junta, que asume el gobierno con la obligación de sujetarse a las “leyes del reino” y conservar íntegros los dominios de la corona para el rey Fernando VII.
El soldado.
La Junta hace del capitán de milicias que había combatido durante las invasiones inglesas, general del ejército que envía a Paraguay en septiembre de 1810. En su marcha hacia el norte funda las ciudades de Nuestra Señora del Pilar de Curuzú Cuatiá y de Mandisoví, a las que dota de escuelas. Con palabras de Mitre: “reconcentra la población diseminada en la campaña, la reúne alrededor de la escuela y de la Iglesia que eran sus dos piedras angulares de la civilización y de la libertad y (…) pedía poco después una cantidad de virus vacuno para prevenir la epidemia de viruela que el año anterior había diezmado los pueblos de Misiones.”
En esa campaña muestra su valor y su prudencia. Su valor, cuando en marzo de 1811 enfrenta con 400 hombres los 3000 del ejército oponente y, teniendo la batalla perdida, diciendo a su amigo Mila de la Roca: “aún confío que se nos ha de abrir un camino que nos saque con honor de este apuro; y de no, al fin lo mismo es morir a los 40 años que a los 60”; ordenando luego cargar hasta hacer retroceder a los adversarios. Belgrano, en esas circunstancias, propone un cese de hostilidades que el jefe asunceño acepta. Días después se dirige a Cavañas expresándole: “Ud. no puede concebir cuál está mi corazón condolido de la sangre que tan desgraciadamente se ha derramado entre nosotros”, ofreciendo 58 onzas de oro para las viudas “de los hombres caídos en Paraguarí y Tacuarí”. Tres días después le escribe nuevamente: “mi anhelo es la fraternidad (…) entre todos los que tenemos la gloria de amar a nuestro Rey desgraciado, Fernando VII, y aspiramos a conservarle estos dominios libres de toda otra dominación”.
Esta carta donde hace pública su lealtad al Rey no debe sorprender y menos llevar a sospechar de la integridad de su autor. Hay otras en igual sentido. Tal la escrita a Vigodet, donde asevera que sus “intenciones no son otras que evitar la efusión de sangre entre hermanos vasallos de un mismo Rey y cuyos dominios queremos conservar”, o a Tristán, expresándole que “les seré eternamente reconocido, y a ti mucho más, si aprovechando la confianza que tienes con tu general consigues que se acabe esta maldita guerra civil”.
No puede siquiera suponerse hipocresía ni astucia en el obrar de Belgrano. Cualquier duda en ese sentido la disipa Anchorena, su Secretario de Guerra en el Ejército del Norte, quien en una carta donde relata los sucesos de Mayo de 1810, afirma que entonces quiso obtenerse la emancipación de España y ser considerada una nación distinta, aunque gobernada por el mismo Rey, siendo así que discurrían los patriotas de primera figura: “V.M. sabe que el 25 de mayo de 1810, o por mejor decir el 24, se estableció por nosotros el primer gobierno patrio a nombre de Fernando VII y que bajo esa denominación, reconociendo por nuestro rey al que lo era de España, nos poníamos sin embargo en independencia de esa nación que consideraba a todas las Américas como colonia suya, para preservarnos de que los españoles apurados por Napoleón, negociaran con él su bienestar a costa nuestra, haciéndonos el pato de la boda. También le exigimos a fin de aprovechar la oportunidad de crear un nuevo título para don Fernando VII y sus sucesores legítimos conque poder obtener nuestra emancipación de la España y que considerándosenos una nación distinta de ésta aunque gobernada por un mismo rey, no se sacrificasen nuestros intereses a beneficio de la península española.”
Vir fortis et prudens.
En la campaña del Paraguay Belgrano incumple las instrucciones teñidas del jacobinismo que llevó al ejército enviado al Alto Perú a la anarquía y a esas provincias a no colaborar con el gobierno de Buenos Aires. Al hacerlo, consiguió la simpatía de los paraguayos y la constitución de una junta patria en Asunción que guardó la independencia nacional
La desastrosa derrota de Huaqui y el desbande del ejército patriota en junio de 1812, que permitió que el Alto Perú quedase en control de los realistas, determinó al gobierno encomendarle el comando del Ejército del Norte, que reorganiza. Contrariando las órdenes expresas del Triunvirato, sabiendo del crucial valor estratégico que tenía el control de Tucumán y con el apoyo que supo generar en el pueblo tucumano, Belgrano organizó con mano de hierro aquella epopeya que la historia conoce como ‘el éxodo jujeño’ y obligó al ejército de Pío Tristán a perseguirlo a través de una tierra arrasada, al que finalmente dio batalla en aquella provincia, luego de oficiar al gobierno en estos términos: “El último medio que me queda es hacer el último esfuerzo presentando batalla fuera del pueblo, y en caso desgraciado encerrarme en la plaza hasta concluir con honor. Algo es preciso aventurar y ésta es la ocasión de hacerlo. Dios quiera mirarnos con ojos de piedad y proteger los nobles esfuerzos de mis compañeros de armas”
La batalla se libró en las inmediaciones de la ciudad entre el 24 y el 25 de septiembre y concluyó con la retirada de los realistas, que Belgrano, siguiendo su política de atraer a los adversarios tal como lo hiciera en Paraguay, no obstaculizó. En las condiciones en que se dio el resultado no parecía el previsible, por lo que Belgrano, devoto mariano, no dudó en atribuirla a la mediación de la Sma. Vírgen, bajo la advocación de Vírgen de las Mercedes – cuya fiesta se celebra precisamente el 24 de septiembre – poniendo en brazos de su imagen los atributos de su comando, el bastón de general en jefe.
La fortaleza y la prudencia de Belgrano revierten la situación que había provocado Castelli. Los éxitos y los fracasos militares que luego se sucederán no alterarán el hecho que las provincias de Jujuy, Salta y Tucumán se transformasen en el antemural que protegerá la causa de la independencia, detendrá las invasiones realistas y hará así posible la expedición del Ejército de los Andes que llevará la independencia a Chile y Perú.
Belgrano quería para su patria un estado de justicia y veía en las formas de gobierno un medio para lograrlo. En la situación que se encontraba el país consideró conveniente una monarquía, porque a su juicio no se daban las condiciones que requiere una república. Su proyecto de constitución monárquica de 1815 entronca con la constitución histórica, expresa su ideal de una nación bioceánica comprensiva de los virreinatos de Buenos Aires, del Perú y de la presidencia de Chile y recibe la distinción de los poderes y la forma escrita de las constituciones del siglo XIX. El fracaso de su misión ante Carlos IV y Fernando VII no le hizo variar de opinión, que ratificó luego de la aprobación de la Constitución de 1819 diciendo: “Esta constitución y la forma de gobierno adoptada por ella no es en mi opinión la que conviene al país, pero habiéndola sancionado el Soberano Congreso Constituyente seré el primero en obedecerla y hacerla obedecer. No tenemos ni las virtudes ni la ilustración necesaria para ser una república: una monarquía moderada es lo que hubiese convenido. No me gusta ese gorro y esa lanza en nuestro escudo de armas: quisiera ver un cetro entre esas manos que son el símbolo de la unión de nuestras provincias.”
Fue siempre franco en sus juicios y algunos muestran por qué no creía factible un régimen republicano. En 1810 había escrito a Moreno advirtiéndole que “todo se resiente de los vicios del antiguo sistema y como en él era condición sine qua non robar, todavía hay quienes quieren continuar y es de necesidad que se abran mucho los ojos”; y luego a Saavedra, llamándole la atención sobre los “inicuos” que se hallaban “en nuestro propio seno.” Años después escribe a Tomás Anchorena quejándose de no ver “más que odios, rivalidades y grandes deseos de vivir a expensas del público, que es lo que me parece han buscado en la revolución”. Y en otra carta confesará: “creo que jamás podremos contener los abusos si no andamos a palos con todos (…) no veo más que pícaros y cobardes por todos lados, y lo peor es que no veo remedio de este mal.”
Su confianza en Dios hizo de él un hombre sereno y animoso. En una oportunidad escribe a Anchorena: “¿Para qué V. da lugar a ideas tristes? Mucho tiempo ha me propuse libertarme de ellas y jamás les doy entrada en mis mayores apuros; los que creemos hay una Providencia y que ésta todo lo dispone, veremos adelantado cuanto hay para no admitir la tristeza entre nosotros ¿a qué anticiparse los males? Con demasiada aceleración vienen a nosotros; resignarse a recibirlos con tranquilidad, en las mayores tempestades, debe ser nuestro principal estudio; que nos entristezcamos, o nos alegremos, la mano que todo lo dirige, no por eso ha de variar: esta es una verdad evangélica ¿y en tal caso no es mejor alegrarse? Adopte Ud. este sistema que no es el de los iluminados y sus momentos se harán más llevaderos; demasiados males físicos padecemos, dejemos los morales a otros.”
Coda.
Es un hecho que la Argentina se encuentra muy necesitada de hombres y mujeres de pensamiento y de acción, que se conviertan en adalides y abanderados de un gran movimiento de reconstrucción social, cultural y también política de la nación.
Es duro decirlo, pero quienes hoy pretenden fungir como dirigentes sociales o políticos, en general son responsables de la decadencia en que vivimos o bien son de una mediocridad agobiante.
Para que esta situación cambie, además de la benevolencia de Dios, es preciso contar con modelos, arquetipos, cuya ejemplaridad de vida sirva como apremio constante a seguir su huella y completar lo que no pudieron concluir.
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano es uno de ellos.
Buenos Aires, junio de 2020.
Juan Marcos Pueyrredón Gerardo Palacios Hardy
Secretario Presidente
[1] Esta reflexión de la Academia del Plata, inspirada en la persona de Manuel Belgrano, a quien esta corporación tiene como uno de los más grandes argentinos que poblaron el suelo patrio y, por ello mismo, más digno para servir de ejemplo y enseñanza a los patriotas que todavía hay entre nosotros, está basada en un notable trabajo de más largo aliento del distinguido Académico de Número Dr. Eduardo Ventura.
El presidente Donald Trump advirtió a los que protestaban por su mitin planeado en Tulsa, Oklahoma que podrían ser tratados con rudeza, una amenaza inicial un día antes de lo que él dice es el nuevo inicio de su campaña de reelección.
Mientras escribía en Twitter, Trump se dirigió a “manifestantes, anarquistas, agitadores, saqueadores o fanáticos” y dijo que no se les otorgaría lo que él denunció como trato amable si se reúnen fuera de su evento en Tulsa. Llegó la mañana después de que utilizó un video descaradamente falso de niños pequeños para denunciar la cobertura mediática de las relaciones raciales estadounidenses, una medida que provocó una reprimenda de Twitter.
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Los mensajes, que llegaron cuando la nación marca el día en 1865 en que los últimos esclavos negros en los EE. UU. supieron que habían sido liberados de la esclavitud, no hicieron ningún intento de lograr un tono unificador o conmemorativo. En cambio, Trump usó su plataforma para aumentar el drama que rodea su regreso a la campaña después de una ausencia forzada por una pandemia de 110 días y advirtió a quienes se oponen a él que se mantengan alejados.
“Por favor, comprenda, no lo tratarán como si hubiera estado en Nueva York, Seattle o Minneapolis. ¡Será una escena muy diferente!” él escribió el viernes por la mañana.
Fue un vuelco de la declaración de Trump a principios de este mes de que él es un “aliado de todos los manifestantes pacíficos”, aunque no necesariamente sorprendente dada su repetida condena de manifestaciones que, en algunos casos, se volvieron violentas.
Más tarde en el día, la portavoz de Trump, Kayleigh McEnany, dijo que el presidente se refería solo a “manifestantes violentos, anarquistas, saqueadores, el tipo de anarquía que vimos que se desarrollaba antes de que el presidente Trump saliera con la Guardia Nacional y calmara nuestras calles con la policía.”
Trump inicia su campaña con un 38% de aceptación entre los votantes estadounidenses.
Mientras se dirige a la manifestación del sábado, Trump espera reiniciar su campaña después de un período difícil que ha incluido la desaprobación generalizada de su manejo de las manifestaciones raciales, una crisis de salud pública mundial, dos pérdidas de la Corte Suprema y, más recientemente, una reprensión punzante por parte de su ex asesor de seguridad nacional.
“Grandes multitudes y líneas ya se forman en Tulsa. Mi campaña aún no ha comenzado. ¡Comienza el sábado por la noche en Oklahoma!” el escribio.
Esta última afirmación del presidente es cierta. Desde el jueves por la noche, grandes cantidades de seguidores del candidato republicano ya se habían asentado con carpas en las afueran del lugar, formando una gran línea humana para asistir a la convocatoria.
Como ya le conté, estoy colaborando para lograr la unidad de las fuerzas opositoras con vistas a las elecciones legislativas de octubre de 2021, en las cuales es altamente probable que el oficialismo pierda las cómodas mayorías de las que hoy dispone. Sin embargo, ante la constancia de la aceleración del kirchnerismo aprovechando el confinamiento, y con la certeza de que el “largo plazo” en la Argentina es sólo la semana que viene, también debemos actuar para impedir que, finalmente, esas elecciones no se produzcan o que sean amañadas, como tantas veces hicieron los criminales regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Las luces rojas están ya todas encendidas en el tablero de control nacional, no sólo por el manotazo a Vicentín o por el hartazgo de Latam ante la prepotencia de La Cámpora y los gremios, sino por los trascendidos que hablan de la intención de suprimir las primarias y, más que nada, por la generalizada convicción de que el kirchnerismo recurrirá a cualquier ardid para perpetuarse en el poder, como única forma de garantizar la impunidad de su jefa pero, en especial, por la vocación de ésta por convertirse en la líder latinoamericana del socialismo del siglo XXI. El fracaso de Nicolás Maduro y la asfixia económica de la gerontocracia cubana habilitan esas ensoñaciones, sobre todo si a ese escenario se incorpora un “dinero-ducto” proveniente de China; detrás del ya previsible default y la extensión indefinida de la cuarentena -con su falsa opción “vida o economía”- que destruye la moneda y el futuro, está la voluntad revanchista de Cristina para cerrar todos los caminos alternativos y llevarnos a ese brete. Enrique de la Torre me propuso una brillante idea; para llevarla a la práctica necesitamos la ayuda de todos los ciudadanos de bien de la Argentina. Se trata de nuclear, en todo el país, en cada pueblo, barrio y ciudad, grupos de ciudadanos que, con banderas y consignas aceptadas por aquellos que nada queremos de este ladri-populismo gobernante, se transformen en una verdadera red para defender la Constitución Nacional. Bajo esos pabellones esenciales –libertad, democracia, república- los ciudadanos de a pie exigiremos a nuestros representantes de todos los colores que se pongan a la cabeza de ese combate contra el proyecto del Foro de San Pablo se llevará puesta a la Argentina, confirmando que ésta ha dejado de ser un país independiente y viable. Cuando digo ‘todos’ me refiero a Pro, Coalición Cívica, UCR, MID, NUC, Uni2, Recrear, Peronismo Federal, a Milei, Lavagna, Espert, Gómez Centurión, etc., pero también a las entidades del campo, a los empresarios, intelectuales, economistas, educadores, periodistas y organizaciones no gubernamentales que bregan por la transparencia y contra la corrupción reinante.
Ya habrá tiempo de contar los porotos de cada partido político de cara a esas elecciones tan lejanas. Sólo con una red capilar única así podremos eludir el colapso definitivo de la democracia y de la república en nuestro país. Tenemos que gritar, en cada rincón de la Patria, “NO PASARÁN” ante cada avance del kirchnerismo sobre las instituciones, ante toda negociación espuria entre los legisladores de distintos partidos, ante toda tentativa de trucar las normas electorales para permitir la eternización del castro-chavismo en la Argentina, ante cualquier pretensión de desconocer la propiedad privada, ante todo intento de sojuzgar a la prensa independiente, ante la renovada genuflexión de los jueces frente a los corruptos, ante el renovado saqueo a las cajas del Estado, ante la tentativa de adoptar el “garantismo” a favor de los delincuentes, ante la pretensión de “democratizar” al Poder Judicial, ante la utilización de los recursos del Estado para domesticar a la población. Si lo logramos, si conseguimos frenar a esta banda de delincuentes a la que hemos permitido –con nuestro imbécil voto- hacerse con el poder, podremos avanzar hacia una Justicia independiente, seria y veloz, modificar el sistema tributario para hacerlo más simple y efectivo, impulsar la transparencia y la competitividad de nuestra economía, volver a confiar en nuestra moneda, recuperar la educación y la salud pública, dotar a nuestras fuerzas de la capacidad de defender nuestras fronteras y recursos naturales; podremos, en definitiva, presentarnos ante la faz de la tierra como una nueva y gloriosa nación, tal como soñaba nuestro Himno original. Hoy, precisamente, se cumplen doscientos años de la muerte del General Manuel Belgrano, tal vez el más indiscutido de nuestros próceres y de cuya memoria pretende arteramente apropiarse el Instituto Patria, quien sacrificó vida y hacienda en el altar de la libertad. ¿Qué mejor que forma de honrarlo que salir esta tarde, a las 16:00 horas, en caravanas con banderas por todo el país para reclamar por esas mismas libertades que vemos asfixiadas por las maníacas aspiraciones de la jefa de la asociación corrupta más grande que haya conocido la Argentina? Porque terminó la ficción: Alberto Fernández, es nada más que un Presidente delegado y el vocero, disfrazado de contemporizador, del siniestro relato kirchnerista.
El embajador/AN en EEUU, Carlos Vecchio preguntó a Jorgé Arreaza qué hizo Álex Saab con la reventa de más de 30 millones de barriles de petróleo en abril de 2020 y aseveró que a Maduro solo le importa lucrarse con el hambre de los venezolanos.
«Tu agente diplomático Alex Saab, con sus Libre Abordo y Schlager Business Group, negoció reventa de más de 30 millones de barriles de petróleo en nombre de PdVSA, 40% de exportaciones de crudo de Pdvsa en abril 2020. ¿Dónde está esa plata?», posteó Vecchio este viernes.
Rperochó que bajo la falsedad de “petróleo por alimentos” Maduro lo que ha hecho es desbordar sus bolsillos y cuentas de testaferros de la mafia del hambre con miles de millones de dólares, «a costa del hambre, el dolor y el sufrimiento de niños venezolanos sin comida».
«Ustedes lo que tienen es una maquinaria criminal de negocios internacionales con sobreprecio, comisiones y lavado de dinero. Esa mafia del hambre es la que te duele y el pueblo de Venezuela sin alimentos».
Vecchio añadió: ustedes acabaron con todo a punta de corrupción. ¿Se te olvida Pudreval? ¿El guiso CLAP? Su única intención es alimentar la corrupción mientras el pueblo venezolano muere de hambre. Generaron la terrible Emergencia Humanitaria para justificar su corrupto esquema de importaciones con Alex Saab y otros enchufados de Maduro.
«Al régimen jamás le ha interesado mitigar el hambre, por el contrario, Chávez y Maduro la potenciaron como arma de control social, destruyeron producción e industria nacional y crearon economía de puertos y bodegón con las mafías. Un atropello a los ddhh de los venezolanos».
Carlos Alfredo Vecchio DeMari es un abogado, político y activista social venezolano, nombrado por Juan Guaidó en enero de 2019 durante la crisis presidencial venezolana de 2019 y aceptado por el Secretario de Estado de los Estados Unidos Mike Pompeo como Encargado de Negocios del Gobierno de Venezuela ante el Estados Unidos.
Marucho, cha. E‖ que se sirve preferentemente de la mano izquierda. (Zurdo).
La marucha es uno de esos cortes que casi nadie pide y que resultan sabrosos y tiernos además de muy económico. Es el músculo ubicado en la región escapular, ocupa la fosa infraespinosa en el área posterior de la escápula por detrás de la espina de dicho hueso. Es el que recubre los bifes anchos. Se trata de un corte de la zona delantera del animal, que le dicen la región escapular, o sea la comprendida entre el cuello y la espalda. Es un músculo infraespinoso que no trabaja demasiado, por lo que se explica que sea de terneza media.
La marucha (o bife americano), es una pieza vistosa de buen sabor y con distintos matices; parte central es muy requerida para la obtención de pequeños bifes (solomillo) que pueden cocinarse en sartén o sobre la plancha. Llama la atención e impresiona su color e intenso marmoleado, siendo esto último lo que le aporta un sabor muy diferente.
La marucha es “el corte de carne económico que pocos conocen”. En principio, es un corte casi desconocido porque no resulta tan blando como el cuadril o el lomo. Lo que quizás, a la hora de comprar, desaliente su elección es el cartílago que suele atravesarlo que; si está duro se lo puede retirar fácilmente cortándole los bordes con un cuchillo; pero si el animal es chico, ni se le nota. Otra cosa que puede espantar a los amantes de la carne lisa es que tiene varias capas de grasa; pero esto no debe de asustarnos, porque es una grasa muy fácil de apartar en el plato y, además, es lo que le confiere sabor.
A veces los supermercados las presentan cortada en forma de bifes envasadas en bandejas y en donde se le puede ver claramente el cartílago. En apariencia, se parece mucho al vacío y es común que se la venda entera. En ese caso, extendida sobre la mesa y para aprovechar el sabor de este corte, se recomendable buscar la marucha de novillo antes que de ternera (**).
Según Gastón Riveira, chef propietario de la parrilla “La Cabrera”, a la marucha los americanos le dicen Flag Iron (bandera de hierro) porque es finita y tiene un sabor un tanto metálico. Al estar muy cerca del hígado tiene como sabor a hierro”.
Marucha, según los dichos de muchos viejos marineros, su nombre se origina por un corte de carne inventado por los carniceros, versátil para cocinar y que llevaban los marinos cocineros a las cocinas de los barcos. Sostienen que con este corte podían hacer milanesas, bifes, hornearlo en una pieza, cuidarlo y otras cosas así; Y como lo llevaban los “maruchos”, de ahí lo identificaron como el corte marucho.
(**) El novillo (o novilla) es la cría de la vaca que tiene dos o tres años. En el caso del ternero (o ternera), nos estamos refiriendo a la cría de 8 a 12 meses. Esta última, por ser la más reconocida, es la carne de res de mayor consumo en los hogares.
Asado de marucha a la parrilla
Ingredientes:
Marucha de novillo
Aceite de oliva
. Romero
. Ajo
. Sal y Pimienta
. Chimichurri (Opcional)
Realización:
En primer lugar se comienza preparando a la marucha por lo que la maceramos, dos horas antes de ponerla sobre la parrilla, con un aderezo formado por aceite de oliva, mix de pimienta molida, ajo picado y romero. Como sabemos, con el macerado conseguimos suavizar la carne y para hacer que el sabor de esta marucha sea algo extra, se le pueden realizar cortes longitudinales en el cartílago, acentuando así su sabor. Salar.
A fuego suave (temperatura media), preparar la cocción llevando la pieza a la parrilla situándola, inicialmente, del lado del cartílago. Como esta carne tiene una capa de grasa, debemos colocarla en primer lugar del lado del fuego por lo menos durante unos 30 minutos. Una vez cocida, se la da vuelta y se continúa del otro lado por lo menos unos 20 a 30 minutos más. Como regla general, se calcula 20 a 25 minutos por lado, dependiendo el grosor.
La marucha es un corte que cubre al bife ancho; también se puede cocinar al horno o en estofado. Es una carne más sabrosa que la tapa de nalga. Es importante marinarla dado que le agrega sabor y la ablanda. Una alternativa podría ser con una mezcla de salsa de soja, jugo de naranjas, miel, jengibre, salpimentar y unos dientes de ajo pelado y enteros.
Para aquellos con gusto más tradicional, se puede adobar en vino blanco, unos dientes de ajo, una cucharadita de canela, sal y pimienta. En ambos casos, a la carne se la debe mantener con este aderezo de unas dos a tres horas en el líquido.
Marucha Braseada
El braseado es una técnica de cocción que se realiza en dos pasos y que consiste primero en cocinar con calor seco y posteriormente con calor húmedo; todo esto en un recipiente cerrado, generalmente en una olla con tapa, adicionada con algún líquido que puede ser caldo, leche, agua, etcétera). Es una cocción tan fácil y tan noble que vale la pena hacerla. En una olla, con tapa, se procede al previo sellado de la carne con aceite de oliva bien caliente al que, para desglasar, se añade un chorro de vino. Hecho esto, se incorpora caldo y una varieté vegetales cortados en cubos pequeños (zanahoria, puerro, apio, choclo, cebolla; y unas hierbas aromáticas). El braseado demanda un tiempo de al menos dos horas con cacerola tapada en el horno. Se podría decir que es como hervir la carne, pero al horno.
Para acompañar a la marucha, sea cual sea la forma en que ésta se preparara y así maximizar su sabor, se acompaña con una copa de buen vino cabernet-sauvignon (o malbec).
Marucha: Del cuarto delantero a 5 Costillas. Tapa que cubre la parte de los bifes anchos
El Departamento de Salud del Estado de Florida en Estados Unidos reportó 3,822 nuevos casos de COVID-19 una cifra mucho más elevada que la del día anterior, jueves, así como 43 nuevas muertes.
Las nuevas estadísticas traen el número total de casos reportados de COVID-19 en Florida desde que la enfermedad se reportó por primera vez en el estado el 1 de marzo a 89,748 con 3,104 muertes.
Los números actuales de hospitalización no estaban disponibles de inmediato.
El jueves, Florida vio su segundo mayor salto en los casos recientemente reportados de COVID-19 desde que comenzó la pandemia, con 3.207 casos nuevos reportados.
Los investigadores temen que esta tendencia al alza en los casos pueda significar problemas a largo plazo para Florida, y posiblemente incluso indiquen que el estado podría convertirse en el próximo epicentro de un brote masivo de COVID-19.
Según las proyecciones de un modelo realizado por científicos del Hospital de Niños de Filadelfia y la Universidad de Pensilvania, Florida ha estado ondeando banderas rojas que podrían predecir aún más casos de COVID-19.
Nuevos protocolos se instalarían en lo inmediato. Máscaras se han convertido ahora en equipamiento de uso obligatorio. Multas de 500 dólares serán aplicadas en el caso que se viole esta regulación.
La fecha elegida para conmemorar el Día de la Bandera es dispar con la creación de este símbolo patrio y con su verdadera historia.
El 20 de junio es en realidad la fecha del paso a la inmortalidad de su creador, el General Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y González, en 1820.
En honor al gran patriota, en el calendario oficial de la Argentina figura esa fecha como Día de la Bandera y como feriado nacional.
Pero no se debe confundir esta fecha con el día que se creó la bandera argentina sino que es importante conocer la historia real de este símbolo cargado de significado.
Lo cierto es que los colores celeste y blanco identificaron a los símbolos patrios de la Argentina desde mucho antes de que se creara la bandera nacional.
Durante los preparativos para prevenir la segunda invasión inglesa, el Regimiento de Patricios de Buenos Aires usó un penacho blanco y azul celeste.
Pronto, la causa de la independencia del Virreinato del Río de la Plata se identificó con esos colores y las mujeres que la apoyaban comenzaron a llevarlos en rebozos con los colores del pompón de los Patricios.
Así fue que en los hechos de la Semana de Mayo de 1810 que llevaron a la declaración de la independencia de España, los criollos reunidos en el Cabildo y en las casas cercanas a lo que entonces era la Plaza Mayor (hoy Plaza de Mayo), llevaban cintas celestes y blancas (aunque pueden haber sido solo blancas, según versiones) en sus sombreros o sus ojales, incluyendo a Domingo French y Antonio Luis Beruti.
Pero pasaron muchos años para que esos colores se identificaran con una bandera. Eso llegó de la mano del entonces General Manuel Belgrano.
Fue por primera vez en el año 1812 que oficialmente el Primer Triunvirato dispuso la utilización de una escarapela nacional de dos colores: blanco y azul celeste, conforme al diseño propuesto por Belgrano, quien la hizo lucir a sus tropas.
El documento declaraba:
“En acuerdo de hoy, se ha resuelto que desde esta fecha en adelante, se reconozca y use la Escarapela Nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, declarándose por tal la de dos colores: blanco y azul celeste; y quedando abolida la roja con que antiguamente se distinguían. Se comunica, a V. S. para los efectos consiguientes a esta resolución”. Dios guarde a V. S: muchos años. Buenos Aires, febrero 18 de 1812. Firman: Feliciano Antonio Chiclana, Manuel de Sarratea, Juan José Paso, Bernardino Rivadavia, secretario.
Y finalmente, el 27 de febrero de 1812, para las tropas Belgrano mandó a crear una bandera con los mismos colores de la escarapela, y reuniendo a sus tropas en Rosario, a orillas del río Paraná y les ordenó a sus oficiales y soldados que le juraran fidelidad. Fue el primer día que se izó una bandera argentina, según quedó documentado en la historia, por más que no se celebre todos los años en esa fecha el Día de la Bandera.
Fuente: World Flags de Kasper Matiac . Iprofesional web
Si alguien hubiese entrado por casualidad en casa de Marina, sin duda no habría visto más que el fuego. Lucien, el patrón, con un amplio chaleco beige que todavía lo hacía más pequeño y más ancho, movía las botellas detrás del mostrador, trasvasaba, volvía a tapar, cambiaba meticulosamente el cuero del grifo y, si estaba de mal talante, aquello se podía achacar a la hora y al tiempo.
Porque era una mañana gris y más fría que las demás, una mañana que traía nieve, que arrastraba a la cama. Apenas eran las nueve y la calle Pigalle no estaba muy animada.
El cliente de paso sin duda se preguntaría quién era aquel señor grueso, de amplio abrigo, que fumaba su pipa, la espalda contra la estufa, calentando en su mano una copa y, ciertamente, no hubiese pensado en el comisario Maigret, de la Policía Judicial.
En el suelo hubiera visto a una criada bretona, Julie, con aire siempre asustado, rostro acribillado de pecas, vestida como una fregona, que limpiaba la parte baja de las mesas.
En los restaurantes de Pigalle muy raramente se iniciaba el servicio temprano. La limpieza no estaba hecha. Quedaban todavía vasos sucios y en la cocina, cuya puerta estaba abierta, se podía ver a la dueña, Marina en persona, todavía más sucia y descuidada que su criada.
El conjunto era más bien tranquilo, familiar. En la mesa del fondo había dos hombres que, sin embargo, no tenían tan mal aspecto, aunque estaban sin afeitar y sus trajes estuviesen arrugados, como si no hubiesen dormido.
En verdad, el cliente que entrase improvisadamente, solo hubiese visto un pequeño restaurante como los demás, un restaurante de parroquianos habituales, no muy limpio, evidentemente, pero tampoco antipático en la fría mañana.
Sin duda hubiera cambiado de opinión al ver de repente a Maigret divisar en el perchero el abrigo de pelo de camello de uno de los clientes, aproximarse, introducir la mano en uno de los bolsillos y sacar de él sin sorpresa una porra. Luego, al oír al comisario decir con aire de niño bueno:
—¡Eh! Christiani… ¿Es la mía?
Una media hora antes, cuando llegaba al Quai des Orfèvres¹, Maigret había sido llamado por teléfono por alguien que insistía en hablarle personalmente. Su interlocutor hacía evidentes esfuerzos para disimular su voz.
—¿Es usted, comisario?… Ha habido jaleo, esta noche, en casa de Marina… Si se da una vuelta por allí, tal vez encuentre a su amigo Christiani. Y puede tener la idea de pedirle noticias de Martino… Ya sabe, el pequeño de Antibes, cuyo hermano acaba de embarcarse para la Guayana…
Cinco minutos más tarde, Maigret sabía, por la central, que el telefonazo procedía de un «estanco» de la calle Notre-Dame-de-Lorette. Un cuarto de hora más tarde bajaba de un taxi en la esquina de la calle Pigalle en el momento en que, a lo largo de las aceras, los arroyos acarreaban el máximo de residuos.
Maigret, que todavía no sabía nada, hubiera jurado que aquello era serio y probablemente muy serio, porque estas denuncias raramente son imaginarias.
La prueba la tuvo en seguida, cuando subía lentamente la calle.
Casi frente a casa de Marina, divisó un pequeño bar de carboneros, que le extrañó encontrar entre aquellas boîtes. En este bar, al acecho cerca de la cristalera, el comisario reconoció a dos hombres, el Nizardo y Pepito, que no tenían la costumbre de encontrarse tan temprano y menos en parecido lugar.
Un instante después, empujaba la puerta del restaurante de enfrente y distinguía, al fondo, a Christiani acompañado por un joven socio, René Lecoeur, al que llamaban El Contable, porque había sido empleado del Banco de Marsella.
En esta clase de asuntos, es mejor no extrañarse por nada. Maigret se llevó la mano a su sombrero hongo y saludó a todo el mundo, como un hombre acostumbrado que viene a tomarse un vasito.
—¿Qué tal, Lucien?
Lo que no era óbice para que notase que la servilleta temblaba en la mano del patrón, y que la criada, incorporándose bruscamente, se pegaba con la cabeza en una mesa.
—¿Mucha gente, esta noche?… Deme un café y un calvados² pequeño…
Luego, entrando en la cocina:
—¿Qué tal, Marina?… Ya he visto que se te ha roto un cristal de encima del mostrador…
Porque había notado a la primera ojeada que un cristal había sido roto por una bala de revólver.
—Ya hace tiempo… —se apresuró a explicar Lucien—. Un tipo, al que no conocía, que acababa de comprar un revólver y que no sabía que estaba cargado…
Desde entonces, todo sucedía lentamente. Ya hacía más de un cuarto de hora que Maigret estaba allí y solo se habían intercambiado veinte palabras. Mientras que la criada seguía con su trabajo, Lucas seguía en el mostrador y Marina se movía en la cocina, el comisario fumaba su pipa, bebía su copa, iba de tanto en tanto a echar una ojeada a la taberna de enfrente y volvía hacia la estufa. Conocía la casa como sus bolsillos. Lucien, tras haber tenido disgustos en Marsella, había comprado un permiso y abierto en Montmartre aquel pequeño restaurante que regentaba con su mujer. La clientela estaba formada sobre todo por antiguos compañeros, gentes del medio, naturalmente, pero la mayoría juiciosos como él, que se habían convertido casi en burgueses. Este era el caso de Christiani que, diez años antes, no vacilaba en el momento de su detención en sacudir a Maigret un puñetazo, y que ahora era propietario de dos «casas» en París y otra en la Barcelonette.
También era el caso poco más o menos de los dos de enfrente, del Nizardo sobre todo, que tenía «casas» como Christiani, pero desgraciadamente competían con las suyas.
El Nizardo era de la banda de los marselleses, como se decía allí, mientras que Christiani era el jefe de los corsos.
—Dime, ¿hace mucho que tu amiguito está instalado enfrente, en casa del Auvergnat?
—¡No me preocupo de esas gentes! —replicó Christiani con desprecio.
—¡Es posible! Pero él me ha dado la impresión de ocuparse de ti. Y mira, si no creyese que eres un hombre, pensaría que es su presencia en la tabernilla lo que te impide salir…
Un tiempo. Un trago de calvados.
—Sí… Me imaginaría cosas así… Esta noche, por una razón o por otra, ha habido leña… Y, desde entonces, el Nizardo y Pepito los esperan fuera, por lo que ustedes han tenido que dormir sobre los bancos…
Al hablar, se aproximaba al Contable y palpaba las arrugas de su chaqueta.
—Únicamente me pregunto lo que hubiese podido pasar, dado que todo el mundo sabe que a Lucien no le gustan los destrozos y que tú no eres hombre que se eche para atrás… A propósito, el hermano de Martino, que embarcó ayer para la isla de Ré, te saluda…
¡Muy cordial todo aquello! ¡Incluso buen chico! Lo que no impedía que Christiani hubiese temblado y que Maigret, aprovechando que el Contable estaba de pie, le tanteara los bolsillos y sacaba de ellos una gran navaja automática.
—¡Peligroso, hijo!… Es mejor no pasearse con estos juguetes por ahí… Y tú, Christiani, ¿no tienes nada para mí en el bolsillo?
Christiani se encogió de hombros; sacó un revólver Smith and Wesson que tendió al comisario.
—¡Mira! Le falta una bala… Sin duda la que rompió el cristal… Lo que me extraña es que tú no lo hayas cambiado y que te hayas tomado la molestia de limpiar el cañón…
Metía el cuchillo, porra y revólver en un bolsillo de su abrigo y, con aire de no tocar nada, registraba todos los rincones, incluso abría la nevera y la cabina del teléfono. Pero sobre todo era su mente la que trabajaba. Intentaba comprender. Sopesaba las hipótesis que iba apartando una tras otra.
—¿Sabes que el Nizardo le dijo a Martino que su hermano había sido «entregado»? Por lo menos eso es lo que acaba de contarme… Si te dejo en libertad es para que lo evites, porque podría reprocharte algo y tiene la costumbre de ir armado…
—¿A dónde quiere llegar? —farfulló Christiani, que en apariencia estaba tan tranquilo como Maigret.
—A ningún sitio… Me gustaría ver a Martino… No sé por qué, pero siento curiosidad por verlo…
Entretanto, se había asegurado de que nadie, muerto o vivo, se había escondido en el restaurante, ni en la cocina, ni en la habitación de Lucien y Marina que estaba a continuación.
A las nueve y media, un repartidor trajo una caja de aperitivos. Luego, casi inmediatamente después, un inmenso coche amarillo de los Viajes Duchemin se detuvo ante el inmueble y volvió a partir un poco más tarde.
—Ya me darás una rodaja de salchichón, Marina, de ese que haces tú misma…
Y de repente Maigret frunció el ceño porque de la habitación salía un nuevo personaje, que estaba casi tan sorprendido como el propio comisario.
—¿De dónde sales tú?
—Yo… estaba acostado en la cama…
Era Fred, el socio de Christiani en algunos negocios; mentía, puesto que Maigret acababa de constatar que la habitación estaba vacía.
—Por lo que veo —gruñó el comisario— ustedes están tan pegados a la casa que no la abandonan… Dame tu «fuego» también…
Fred titubeó, tendió su revólver, un Smith and Wesson igualmente, al que no le faltaba ningún cartucho.
—¿Me lo devolverá?
—Es posible… Dependerá de lo que me diga Martino… Le espero de un momento a otro… Sí, le he dado una cita aquí…
Observaba los rostros y veía palidecer a René Lecoeur, apurar un trago de la copa.
Un esfuerzo más. Era preciso encontrar, costase lo que costase, y Maigret encontró, en el mismo momento en que miraba hacia la calle por la que pasaba un camión…
—Descuelga el teléfono… —ordenó a Christiani.
Porque no quería entrar en la cabina, desde donde no podía vigilar a los pájaros.
—Pídeme la Policía Judicial… Que se ponga Lucas al aparato… ¿Lo tienes?… Pásamelo…
El hilo felizmente era bastante largo.
—¿Eres tú, Lucas?… Vas a telefonear inmediatamente a los Viajes Duchemin… Es preciso encontrar de entre sus coches al que acaba de entregar algo o de hacerse cargo de algo en la calle Pigalle… ¿Comprendido?… Mira cuál es… ¡A toda velocidad!… Me quedo aquí, sí…
Luego, vuelto hacia la cocina:
—¿Y ese salchichón, Marina?
—Aquí está, comisario… Aquí está…
—No creo que estos señores quieran… O mucho me equivoco, o no tienen apetito…
A las once y diez todos seguían en su sitio, incluido el Nizardo y su compañero en la casa del carbonero de enfrente. A las once y once, Lucas saltaba de un taxi, muy excitado, empujaba la puerta, y hacía señas a Maigret de que tenía que decirle algo muy importante.
—Puedes hablar delante de estos señores, son amigos…
—He podido alcanzar al coche en el bulevar Rochechouart… Han cargado un baúl… Los han telefoneado desde esta casa… Un inquilino del tercero, el señor Bécheval… Un enorme baúl, o más bien un cofre para ser enviado a Quimper…
—¡Espero que no lo hayas dejado marchar! —se burló Maigret.
—Lo he hecho abrir… Contenía un cadáver, el de Martino, el hermano de…
—Lo sé… A continuación…
—El doctor Paul estaba en su casa y ha podido venir en seguida… Tengo la bala que estaba en la herida…
Maigret la palpó con aire indiferente, murmuró como para sí mismo:
—Browning 6 mm. 35… Ves cómo esto no pega: estos señores, que han pasado la noche aquí, solo tienen Smith and Wesson…
No se podía prever lo que iba a hacer. Incluso, si alguien hubiese entrado en aquel momento, no hubiese adivinado un drama y Luden se las ingeniaba para seguir detrás de su mostrador.
—¿Quieres que te diga lo que pienso?… Quedará entre nosotros, ¿no es cierto?… Esta noche, a Martino, que había bebido demasiado, se le metió en la cabeza que fue a causa de Christiani por lo que su hermano fue embarcado… Vino a pedirle cuentas… Y, a fe mía, como estaba enervado, le sobrevino un accidente… ¿Comprendes?
También Lucas se preguntaba a dónde quería llegar su jefe. Christiani encendía un cigarrillo y expelía el humo con una falsa desenvoltura.
—Únicamente que el Nizardo y Pepito esperaban en la calle… No se han atrevido a entrar, sino que han preferido esperar a los otros a la salida.
“¿Te das cuenta, ahora?… Por eso nuestros amigos, aquí presentes, han dormido sobre las banquetas, mientras que el Nizardo paseaba por fuera y luego, al amanecer, se instalaba en casa del carbonero. Lo más embarazoso era ese cadáver que no se podía dejar en manos de Lucien… ¿Qué hubieras hecho tú, Christiani?… Tú eres un hombre inteligente…”
Christiani se encogió de hombros desdeñosamente.
—Contéstame, Lucien… ¿Quién es ese señor Bécheval que vive en el tercero?…
—Un anciano imposibilitado…
—Lo que yo creía… Alguien subió arriba, al amanecer, y le ha hecho comprender que debía callarse… Antes de que la casa despertase, se subió el cuerpo arriba, pasando por detrás, y se le metió en el cofre del viejo… Luego, telefonazo a los Viajes Duchemin… Ve a preguntar al tercero si es verdad… Estoy seguro de que te dará la descripción de nuestro amigo Fred, que se ha encargado del asunto…
—¿Qué prueba eso? —gruñó Fred.
—Seguro que eso no prueba que tú lo has enfriado… ¡Marina!… Dales por lo menos salchichón. Me los voy a llevar al Quai y tal vez esté mucho rato con ellos…
¡Siempre nada trágico! La prueba: un cobrador trató un asuntillo con Lucien y no se percató de nada.
—¿No tienes nada que decirme, Christiani?
—Nada…
—¿Y tú, Contable? De hecho, es la primea vez que te veo metido en un asunto serio…
—No comprendo nada de lo que dice —dijo el chico con voz apagada.
—Entonces, no tenemos más que esperar a Lucas…
Se esperó. Y los otros, enfrente, también seguían esperando. Y el movimiento de la calle se hacía más intenso, mientras el cielo se iluminaba un poco, mientras la luz blanqueaba.
—¡No es una suerte, Lucien, que esto haya ocurrido en tu casa!… No hay que dejar romper los cristales… Trae mala suerte…
Lucas volvía ya, anunciando:
—¡Es exacto!… He encontrado al pobre hombre amordazado… Me ha dado la descripción de Fred, pero había otro por la noche al que no vio… Le saltaron encima mientras dormía…
—¡Esto marcha!… Telefonea a un taxi… ¡Espera!… Telefonea también a la «casa» para que envíen a alguien a vigilar a los de enfrente, que no vayan a armar jaleo…
Y Maigret, rascándose la cabeza, miró a sus tres valientes suspirando:
—De aquí tal vez se sabrá cuál de ustedes ha disparado…
*
Maigret, como hombre que dispone de todo su tiempo y que no sabe qué hacer, enfiló una de las mesas e instaló en ella una verdadera panoplia, colocando la porra de Christiani al lado del revólver de este y del de Fred, colocando luego un poco más lejos el cuchillo de Lecoeur.
—No te asustes por lo que te voy a decir, pequeño —le lanzó a este último, que parecía a punto de desmayarse—. Es tu primer negocio, pero probablemente no será el último… Este revólver, ¿ves?, es el de Christiani, que lleva mucho tiempo metido en el oficio para jugar con una pequeña browning como la que ha matado a Martino… También Fred es un criminal reincidente al que le gustan las armas serias… Cuando estalló la pelea, Christiani disparó y lo debieron empujar porque le pegó al cristal… Luego tú, con tu pequeña browning…
—Yo no tengo browning —logró articular el Contable.
—¡Precisamente! Porque tú no la tienes has sido tú el que ha disparado. Fred ha guardado su arma porque sabía que probaba su inocencia. Christiani ni ha limpiado la suya para demostrar que disparó una bala y que no alcanzó a nadie… Los dos saben lo que es un informe de los peritos y han seguido el juego… Mientras que a ti te era necesario hacer desaparecer el revólver, porque hubiese probado que tú eras el causante… ¿Dónde lo has puesto?
—¡Yo no he matado!
—Te pregunto dónde lo has puesto… Pregunta a Christiani… Es demasiado tarde para hacer el tonto…
—No encontrará la browning…
Maigret lo miró con piedad y murmuró entre dientes:
—¡Pobre imbécil!
Tanto más pobre y más imbécil cuanto que no era a él a quien quería Martino y que, si había disparado, era para probar a los otros que tenía agallas.
Cuando Lucas volvió, Maigret le dijo a media voz:
—Busca por todas partes… Sobre todo por el techo… No son lo bastante idiotas como para esconder el arma en casa de Lucien, ni en la del viejo… Sí, arriba en la escalera, hay un tragaluz que da al techo…
Se llevó a su gente, mientras que dos o tres paseantes, demasiado inocentes en apariencia, vigilaban la taberna de enfrente.
Christiani, en su abrigo de pelo de camello, tenía el aspecto de un burgués al que llevan por error y al que se dejará en seguida en libertad con toda clase de excusas. Fred chuleaba. El Contable estiraba todos sus músculos.
El caso era de los más clásicos. Maigret siempre había dicho que sin el azar el cincuenta por ciento de los criminales escaparían al castigo y que, sin las denuncias, el otro cincuenta por ciento estaría en libertad.
Aquello parecía una humorada, sobre todo cuando lo decía con su gruesa voz.
Lo que no impedía que la denuncia había existido. Luego, el azar, que le había permitido ver el coche amarillo de los Viajes Duchemin.
Pero ¿no quedaba un alto porcentaje de oficio, de conocimiento de la gente e incluso de lo que se llama inspiración?
A las tres de la tarde, se encontraba la browning en el techo a donde, en efecto, se había arrojado desde el tragaluz.
A las tres y media, el Contable confesaba llorando y Christiani, dando la dirección de un célebre abogado, afirmaba:
—¡Ya verá como saldré en seis meses!
Ante lo cual Maigret suspiró sin mirarle:
—Yo, con el puñetazo, solo tuve para dos dientes…
1. Quai des Orfèvres: oficinas de la Policia Judicial.
2. Calvados: aguardiente de sidra originario de Francia.
Algo de Tolstói
♠
Por Tennessee Williams
Estaba cansado y me sentía fracasado: el sitio parecía un agujero silencioso en el que una persona podría ocultarse de un mundo que parecía totalmente en contra de ella; y finalmente, Brodzki quiso que su hijo fuera a la universidad; esos fueron los motivos por los que me convertí en empleado de la librería. La mañana que llegué al trabajo había recorrido las calles durante varias horas con aire atolondrado. En el escaparate de la librería aquel cartel primorosamente escrito, SE NECESITA EMPLEADO, atrajo mi atención. Entré y encontré al propietario, un hombre lúgubre de aspecto judío, al fondo de la tienda, sentado detrás de una mesa de despacho enorme con libros amontonados encima. Me miró de modo penetrante. Lo que le indujo a contratarme me resulta difícil de imaginar. Yo tenía la cara demacrada y el cuerpo consumido debido al insomnio, difícilmente podría haber ofrecido un aspecto muy atractivo. Quizá algo mío le hizo saber el hecho de que yo trabajaría con aplicación y fidelidad a cambio de solo la tranquila y sombría seguridad que su pequeña librería me podía ofrecer.
En todo caso, conseguí el trabajo y lo encontré muy parecido a lo que quería. Mi vida era gris, pero su grisura quedó compensada, si era compensación lo que necesitaba, con la fortuna de ser testigo de un drama que no era menos intenso, estoy seguro, que cualquiera de los contenidos en los miles de volúmenes que atestaban las polvorientas estanterías de la librería.
En aquella época el hijo de Brodzki tenía dieciocho años. Era del tipo de jóvenes judíos rusos espirituales, místicos, de cuerpo escuálido, piel oscura, rasgos delicados, proporcionados. Nunca le llegué a conocer bien. Nadie lo hizo, pues era huidizo como un animalillo salvaje; el tipo de persona a la que le es completamente imposible acercarse a cualquier distancia socialmente aceptable. Este relato es sobre él; su padre murió a los dos meses de darme el empleo.
El joven Brodzki estaba tremendamente enamorado, y la chica no era judía. Por eso el viejo señor Brodzki quería que el chico fuera a la universidad. Como la mayoría de los otros judíos de su generación, se oponía desesperadamente al matrimonio de su hijo con una cristiana, y parecía que los dos, si los dejaban en paz, derivarían inevitablemente hacia el matrimonio. El chico estaba con ella todo el tiempo. Nunca estaba con nadie más. Se habían criado juntos; jugado toda su infancia en la misma escalera de incendios trasera; crecieron, se podría decir, el uno para el otro.
No eran completamente semejantes. Existían, claro, las habituales diferencias raciales; la diferencia de la sangre gala con la sangre hebrea, que casi es la diferencia entre el sol y la luna. Pero había más que eso. Había una absoluta antítesis de temperamentos. Él era, como he dicho, tímido, espiritual y místico; ella era algo así como una fuerza salvaje; llena de vitalidad animal, de vida y entusiasmo.
A pesar de eso, se querían enormemente desde la infancia. Él había estado solo, supongo, y ella había estado desatendida.
Cuando la vi por primera vez era una chica de aspecto encantador. Su cuerpo parecía una expresión perfecta de su espíritu. Despedía luz y calor. Pero lo más encantador de todo lo suyo era la voz. A menudo, por las tardes, ella le cantaba, y con tal encanto irresistible que yo nunca podía dejar de escucharla, cualquiera que fuesen mis ocupaciones o pensamientos.
Poco después de que yo hubiera reemplazado al joven Brodzki como empleado de su padre y al chico lo mandasen a la universidad, el anciano enfermó. La señora Brodzki mandó rápidamente por su hijo, pero antes de que este hubiese tenido tiempo de volver las velas del candelabro de los siete brazos estaban encendidas, y se entonaban cantos mortuorios en la casa de la familia de encima de la librería. La señora Brodzki no sería tan enérgica como lo había sido su marido. El chico se negó a volver a la universidad, y en menos de un mes él y la chica estaban casados y vivían juntos en las habitaciones del piso alto. Entonces empezó el trágico drama del que, durante quince años, fui espectador.
El conflicto entre sus caracteres fue de inmediato tan evidente como lo había sido la devoción del uno por el otro.
La chica nunca había tenido nada. Probablemente durante su infancia muchas veces había necesitado comida y ropas adecuadas. Habría quedado satisfecha, pensaría uno, con su posición como esposa del dueño de una librería que iba bastante bien. Pero ella era una cosilla excesivamente enérgica y ambiciosa. Quería más, mucho más, de lo que le podía proporcionar la modesta librería. Empezó a animar a su marido para que la vendiera y se dedicara a un negocio más lucrativo. No conseguía ver lo imposible que sería eso. Desde que le conocía podía ver que aquel muchacho soñador no encajaría en ningún sitio mejor que una librería. Él, sin embargo, lo veía con claridad. El cambio era algo a lo que temía. Adoraba la sombría oscuridad de aquella pequeña librería; la adoraba tan apasionadamente como la había adorado yo. Por eso fue, aunque él no fuera amistoso, por lo que llegamos a sentir una intensa simpatía el uno por el otro. Aborrecíamos del mismo modo las calles ruidosas que empezaban al otro lado de la puerta de la librería.
La chica andaba detrás de él incesantemente; no le dejaba en paz; concentraba toda su inmensa energía en la lucha con él. Pero el chico encontró en la herencia de su raza la energía para resistírsele. Y lo que sucedió casi al cabo de un año fue esto. Por lo que fuera, ella conoció a un agente de teatro de variedades. El tipo apreció los encantos de su voz y habló a la chica de las posibilidades que tendría en el mundo teatral. Le dijo muchas cosas, supongo, y al final dejó tan completamente fascinada a la chica con las expectativas, que ella decidió abandonar a su marido.
Supongo que yo no tenía lo bastante claro el modo en que el joven amaba a su mujer. Era más que la habitual relación de dependencia propia de los judíos. Su amor por ella era la esencia de su vida. Había un enorme peligro en aquel amor. Cuando se pierde la amada, se pierde la vida. Esta se hace trizas. Y eso fue lo que le pasó a la vida del joven Brodzki cuando su mujer se marchó con la compañía de variedades.
Debería describir el modo en que ella le dejó.
Una mañana, después de haber hablado, supongo, con el agente de teatro de variedades, ella irrumpió en la librería y llamó a su marido, que estaba desembalando un nuevo envío de libros. La chica tenía una nota histérica, frenética, en la voz, y se apretaba la garganta con una mano como si algo la estuviera asfixiando.
Por el modo en que habló con su marido se habría pensado que mantenían una violenta disputa. Pero la disputa había surgido de un cielo despejado; un cielo, cuando menos, que no estaba más nublado de lo habitual.
Ella le dijo:
–Ya he tirado de la cuerda todo lo posible. Ya no puedo soportar esto más. Te lo he dicho muchas veces, pero es inútil. Ahora tengo una oportunidad maravillosa; y no voy a dejarla pasar. Me voy a Europa con un espectáculo de variedades.
El chico al principio no le dijo nada; tenía aspecto de que le había abandonado toda vida. La siguió, mirándola fijamente sin entender nada, mientras ella se apresuraba escalera arriba hacia las habitaciones donde vivían. Curiosamente, recuerdo que el chico agarraba en las manos un libro encuadernado rojo del que habíamos vendido varios centenares de ejemplares aquella temporada, impertinentemente titulado Idiotas enamorados, y que, a pesar de la auténtica tragedia de la situación, yo contuve con dificultad una sonrisa ante la grotesca correspondencia de aquel título con la expresión aturdida, desamparada de la cara de él.
Cuando ella volvió a bajar pareció que, al fin, el chico había conseguido entender lo que estaba pasando.
–¿Te marchas? –preguntó sordamente.
Ella contestó que se iba. Entonces él se buscó dentro del bolsillo y tendió a su mujer una pesada llave negra. Era la llave de la puerta delantera de la librería.
-Será mejor que la guardes -le dijo, todavía con una completa tranquilidad-, porque algún día la necesitarás. Tu amor no es mucho menor que el mío como para que puedas alejarte de él. Volverás en algún momento, y yo estaré esperando.
Ella le agarró por los hombros, le besó, y luego, jadeando con fuerza, salió de la librería. En el sombrío interior nos quedamos siguiéndola con la mirada. Juntos, seguimos mirando la calle que los dos aborrecíamos y temíamos; la calle, rebosante de vida e iluminada por el sol, que parecía regocijarse maliciosamente por haberse llevado en su concurrido torrente todo lo que tenía algún valor para el hombre de mi lado.
Durante los meses y los años que siguieron fui testigo de algo que parecía peor que la muerte.
Como dije, la chica había sido la esencia, la vida de él. Cuando se marchó, el chico quedó destrozado. Al principio creí que se sumiría en una completa y violenta locura. Recorría aturdido los retorcidos pasillos de entre los estantes de libros, quejándose y frotando las manos arriba y abajo a los lados de su chaqueta. Los clientes le miraban y se apresuraban a salir de la librería. Traté de convencerle de que se quedara en el piso de arriba. Pero él no quería. No soportaba estar allí, supongo; las habitaciones en las que vivía estaban llenas del recuerdo de ella. Durante varias noches se quedó conmigo en la habitación que ocupaba yo al fondo de la librería. No dormía. Me mantenía constantemente despierto con un murmullo continuo; unas palabras que le dirigía a ella. Más que otra cosa, decían:
–Tú me quieres… en algún momento volverás.
Viendo que no lo superaba, mandé por su madre, que había ido a vivir con unos parientes. Ella le tranquilizó un poco. Y no mucho después de eso el chico se dedicó a leer.
Se entregó a la lectura como otro hombre se hubiera entregado a la bebida o las drogas. Leía para escapar de la realidad. Y al final la lectura consiguió su objetivo con una efectividad espantosa.
Sentado a la gran mesa cercana al fondo de la librería, leía el día entero, hasta que los ojos se le cerraban de cansancio. Su madre y yo intentábamos que se levantara, que fuera a atender a los clientes, a desembalar y distribuir los libros, no porque se necesitase su ayuda, sino porque considerábamos que estar ocupado le sentaría bien. Parecía dispuesto a hacer todo lo que podía. Pero se había vuelto tan inútil y torpe como un niño pequeño. La lectura constante le había nublado la conciencia, haciéndole increíblemente embotado. Las preguntas más simples que le dirigían los clientes lo desconcertaban. No conseguía recordar los títulos de los libros que le pedían. Paseaba la vista alrededor de un modo absurdo, desorientado, como si acabase de salir de un profundo sueño
Yo había esperado -pues había llegado a sentir por él una intensa piedad y simpatía- que aquel estado solo fuera temporal. Según pasaban los meses y los años, sin embargo, no daba signos de que fuera a pasar. Aparentemente era un hombre perdido; una vela consumida. No existía esperanza de volverle a revivir nunca. No, a menos que ella volviera a él. E incluso en ese caso -incluso si ella regresaba-, tal vez fuese demasiado tarde.
Casi quince años después de irse al extranjero con la compañía de variedades, la joven señora Brodzki volvió a la librería. Era a mediados de diciembre; la oscuridad había caído, pero la gente, de compras para Navidades, todavía pululaba por las aceras de la ciudad. Su aliento empañaba el escaparate de la librería, lo recuerdo, con una escarcha brillante.
La librería estaba cerrada y todas las luces apagadas a no ser la bombilla colgada encima de la mesa del fondo, donde estaba leyendo Brodzki. Yo me encontraba parado junto a la puerta, interesado por el espectáculo de los que pasaban. Un coche con un apuesto chofer se detuvo en el bordillo y una mujer, envuelta en pieles, surgió del compartimento trasero. Una farola de la calle se alzaba directamente encima del coche, conque cuando la mujer volvió su cara hacia la librería supe de inmediato que era ella.
Con una extraña sensación de terror me retiré de la puerta, medio escondiéndome entre las oscuras estanterías. Ella se acercó a la puerta, abriéndose paso impacientemente entre la multitud de compradores. En apariencia no había cambiado; en la cara y los movimientos del cuerpo, intensamente iluminados por la farola, estaba tan intensamente viva como antes. ¿Por qué había vuelto?, me pregunté. ¿Se había cumplido la profecía de su marido y al cabo de quince años había descubierto que su amor por él era demasiado fuerte para rehuirlo?
Iba a obligarme a mí mismo, con la menor gana posible, a volver a la puerta y abrirla, cuando sonó una llave en la cerradura. Todavía la tenía; ¡la llave que le había dado él aquella mañana de quince años atrás!
• • •
En un momento la puerta estaba abierta y ella se encontraba en el interior de la librería en penumbra. La oí respirar profundamente. Paseó la vista a su alrededor con ojos brillantes, pero por algún motivo no llegó a distinguirme mientras yo estaba estúpidamente acurrucado en un rincón entre las estanterías de libros. Pude notar que estaba terriblemente nerviosa. Se agarraba la garganta con una mano enguantada, igual que había hecho la mañana en que se marchó; como si alguien la estrangulara.
En los quince años transcurridos desde que se marchara, el local había cambiando tan poco, de hecho, que debía de resultarle sumamente difícil creer que aquellos años habían pasado de verdad. De pronto debían de parecerle completamente increíbles, como un sueño fantástico. La penumbra, las extrañas sombras de las mesas y los estantes, el olor a papel, el sonido amortiguado de la calle abarrotada; todo eso debía de resultarle tan agobiante como en aquellas tardes de invierno, quince años antes, cuando solía bajar de las habitaciones del piso alto para ayudarle a cerrar la librería.
Debía de tener la sensación de que retrocedía, literalmente, en el tiempo.
Apretándose un diminuto pañuelo en los labios, parecía hacer esfuerzos por contenerse. Avanzó silenciosamente. Entonces ya debía de haber visto que él estaba sentado a la mesa. Solo le resultaba visible la coronilla; lo demás quedaba oculto por un libro enorme. El pelo, espeso, de un negro azulado y despeinado, le brillaba intensamente bajo la bombilla eléctrica. Se me ocurrió, con repentino horror, que ella podría encontrar que físicamente él casi no había cambiado. En aquellos quince años su marido no había envejecido de modo perceptible; carecía además de vida, habría parecido, para hacerse mayor.
Me dije que debería adelantarme y prepararla para lo que se iba a encontrar. Pero algo me impidió moverme de mi escondite de entre los estantes de libros. La observé mientras avanzaba hacia la mesa y me pareció notar la intensidad de su emoción. Una intensidad que parecía atravesarme; y de modo insoportable.
Muchas veces me pregunto en qué estaría pensando ella cuando se detuvo delante de la mesa, bajando la vista hacia el hombre al que había amado apasionadamente cuando era su marido quince años atrás. Perfectamente podría sentirse desconcertada, entonces, ante el extraño ensimismamiento con el que leía él, sin que aparentemente hubiera tomado conciencia del sonido de su entrada y de sus pasos; del crujido de estos en las vetustas tablas del suelo. A lo mejor, con todo, ella estaba rebosante de alegría, y de una especie de terror, como para preguntarse nada.
Con voz aguda, temblorosa, dijo el nombre de él:
–Jacob.
Con un espasmo, él alzó la cabeza y miró en su dirección con ojos que parpadeaban, que bizqueaban. Los momentos pasaron despacio, insoportablemente lentos, mientras yo los veía mirarse uno al otro.
Había esperado que ella se echase a llorar y se lanzara hacia su marido; lo cual, seguramente habría sido lo natural que hiciera. Pero la falta de vida, la ausencia absoluta de reconocimiento de los ojos de él, debían de haberla contenido. ¿En qué estaría pensando? ¿Supondría que él se negaba deliberadamente a reconocerla? ¿O imaginaba que los quince años la habían cambiado hasta el punto de que él no la reconocía?
Cuando yo pensaba que el propio aire debía romperse debido a la tensión, él habló.
Le dijo, con aquella voz sin expresión, temblorosa, que se había convertido en la suya habitual, estas palabras:
–¿Quiere un libro?
Ella se llevó la mano enguantada a la garganta y soltó un leve jadeo. Me alegró tenerla de espaldas y no poder verle la cara. Los angustiosos momentos pasaban muy despacio mientras los dos continuaban mirándose uno al otro. Al final, ella debió de llegar a una conclusión; decidió que los quince años le habían afectado mucho más a ella que a él, y que le resultaba irreconocible. En cualquier caso, pareció que ella se recuperaba. El cuerpo se le relajó algo y se quitó la mano de la garganta.
–¿Quiere un libro? –repitió él.
Ella tartamudeó:
–No… bueno… quería un libro, pero he olvidado su título.
Enfrentada a aquellos ojos que miraban fijamente, debía de haber encontrado completamente imposible decir directamente:
-Soy Lila. He vuelto contigo.
Debía de haber recurrido a aquel pretexto de que había venido por un libro, como un modo de revelarle quién era con una franqueza menos embarazosa.
Sentándose en un taburete, cerca de la parte delantera de la mesa, dijo:
–Deje que le cuente el argumento. A lo mejor lo ha leído y puede decirme el título. Es sobre un chico y una chica que habían sido compañeros constantes desde la infancia. Querían estar juntos siempre. Pero el chico era judío y la chica cristiana. Y el padre del chico se oponía tajantemente a que su hijo se casara con alguien que no fuera de su propia raza. Mandó al chico a la universidad. Pero al poco tiempo, el padre murió y el chico volvió y se casó con la chica. Vivían juntos en unas habitaciones de encima de una pequeña librería que el padre le había dejado al chico. Habrían seguido juntos perfectamente felices a no ser por una cosa; la librería proporcionaba poco más de lo mínimo para vivir, y la chica era ambiciosa. Ella adoraba al chico, pero su descontento aumentó y continuamente metía prisa a su marido para que se dedicara a algún negocio más rentable. Pero el chico era muy diferente a la chica. La quería tanto que haría lo que fuese por ella; pero era incapaz, por lo que fuera, de renunciar a la librería que había pertenecido a sus padres. ¿Entiendes? El chico era soñador, sentimental, un judío raro. Y la chica nunca conseguía ver las cosas desde su punto de vista. La familia de ella, que había muerto y la había dejado con una tía viuda, era de origen francés. Debido a ello, la chica había heredado una gran energía, sentido práctico y amor hacia el mundo. Al cabo de un tiempo, la chica recibió la oferta del agente de una compañía de variedades para que hiciera gala de su talento musical sobre un escenario. Cegada por la brillante perspectiva de una carrera teatral, ella decidió aceptar la propuesta del agente de la compañía de variedades. Volvió a la librería y le dijo a su marido que lo iba a dejar. Él fue demasiado orgulloso para hacer el menor esfuerzo por retenerla, y en lugar de eso le entregó una llave de la librería y le dijo que algún día ella volvería; y que siempre la estaría esperando. Aquella noche ella embarcó rumbo a Inglaterra con el espectáculo de variedades. Tuvo éxito enorme en los escenarios de Londres. Se convirtió en una cantante famosa y recorrió todos los países más importantes de Europa. Llevaba una vida desenfrenada y arrebatadora, y durante extensos periodos ni siquiera pensó en el judío soñador que había sido su leal marido, ni tampoco en la pequeña y polvorienta librería donde habían vivido juntos. Pero la llave de aquella librería, que le había dado su marido, permanecía en su poder. No podía obligarse, por lo que fuera, a deshacerse de ella. La llave parecía apegarse a ella, casi con una voluntad propia. Era una llave de aspecto raro, antigua, pesada, larga y negra. Sus amigos se reían de ella porque siempre la llevaba encima y la chica se reía con ellos. Pero poco a poco empezó a darse cuenta del motivo por el que la conservaba. El encanto de las cosas nuevas con las que había llenado su vida empezó a desvanecerse y dispersarse, como una niebla, y la chica veía, brillando entre ellas, la auténtica y profunda belleza de las cosas que había dejado atrás. El recuerdo de su marido y de su vida juntos en la pequeña librería cada vez acudía a su mente con más intensidad y de modo más obsesivo. Finalmente ella comprendió que quería volver; que quería entrar en la librería con la llave conservada durante quince años, y encontrar que su marido todavía la esperaba, como prometió que haría.
La mujer se había levantado del taburete; el cuerpo le temblaba y se agarraba a la mesa como apoyo.
Hubo momentos de quietud, de una calma completa. Cuando la mujer volvió a hablar había una nota de terror en su voz. Debía de haber empezado a darse cuenta de lo que había pasado; de en qué se había convertido el hombre que había sido su marido.
–¿No recuerdas… tienes que recordarla… la historia de Lila y Jacob?
Ella escudriñaba desesperadamente la cara de su marido, pero en la cara no había nada más que desconcierto.
–Hay algo que me suena en la historia. Creo que la he leído en alguna parte. Me recuerda a algo de Tolstói.
Desde mi refugio entre las estanterías de libros oí un fuerte sonido metálico que debía ser el de la llave al caer al suelo. Y luego oí las largas zancadas de ella entre la confusión de mesas y estanterías. Debía de estar dándose prisa, presa de un ciego frenesí, para salir de aquel sitio. Cerré los ojos, sin atreverme a verle la cara y el horror que debía expresar, hasta que la puerta se cerró detrás de ella. Cuando los abrí, el hombre del fondo de la habitación tenía oculta la cara otra vez detrás del enorme libro, y había reanudado la lectura con su aterradora tranquilidad de costumbre. Su mujer había vuelto a él y se había ido de nuevo. Todo era tan fantásticamente igual que podría creerse que había ocurrido en sueños. Pero yo veía, caída en el suelo, la pesada llave negra de la librería.
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Junio 23, 2020
LO MÁS LEÍDO ☺ Junio 22, 2020
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Junio 22, 2020
Coronavirus en la Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo
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Todo comenzó el sábado pasado, Día de la Bandera, en la Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo donde se encuentran alojados adultos mayores imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad.
Al prisionero LUIS MUIÑA, que días antes había sido regresado del Hospital SAN MIGUEL luego de un intento fallido para ser operado por otras dolencias y se encontraba en cuarentena, se le confirmó Covid 19.
[ezcol_1half]Hoy estaría internado en el Hospital MUÑIZ, según expresó el Director de la UP 34 Alcaide Mayor RICARDO ALDERETE del Servicio Penitenciario Federal.
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]Informa el profesor Mario Sandoval
[/ezcol_1half_end]A esta hora están bajo estricto control 6 efectivos de la institución y una enfermera que habían estado en contacto con LUIS MUIÑA.
La gran preocupación del resto de los adultos mayores que permanecen en Campo de Mayo es el contacto que tuvo ese personal con ellos. Demás está decir que se agrega así un motivo más de presión al “normal” estrés carcelario de todos ellos. www.PrisioneroEnArgentina.com
Los jueces a cuya disposición se encuentran los detenidos, fueron informados por escrito de la situación existente, así que lo que pase de acá en más es directa responsabilidad de los miembros del Poder judicial.
Por ahora se selló el lugar y se estableció que no se acepten nuevos prisioneros.
Esta novedad fue trasmitida por el profesor MARIO SANDOVAL alojado en el lugar, cuyo audio se agrega en esta nota.
www.prisioneroenargentina.com
Junio 22,2020
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Junio 22, 2020
“EN BOCA DEL MENTIROSO…LO CIERTO SE HACE DUDOSO…” *
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Por Grl Heriberto Justo Auel
Junio de 2020
En el mes de agosto de 2019 -aún antes de las elecciones presidenciales- bautizamos como Tartufo a un candidato (1) que, en una pirueta digna de Arlequín, había cambiado de posición -sorpresivamente- frente a la escandalosa corrupción organizada del gobierno de Ella, a quien había calificado -a lo largo de casi una década- con los más graves adjetivos que cualquiera de sus opositores, siendo Él del “mismo palo”.
Por ello -para bautizarlo- tomamos del teatro francés la figura paradigmática de la hipocresía -Tartufo- personaje creado por Molière en una obra que se hizo clásica y mundial. Aquella increíble “pirueta histórica” fue su indeleble pecado original. ¿Había dicho la verdad -como testigo privilegiado de los hechos- a lo largo de los años o ante un ofrecimiento que nunca había soñado, mentía; o a la inversa? En cualquiera de las dos opciones, mentía. Era un hipócrita (2).
A partir del día en que “Tartu” acordó su contrato con Ella, en casa de Flor, canjeando nada menos que la Presidencia de la República por una futura y milagrosa maniobra de prestidigitador, aún para un “profesor de derecho penal” particularmente especializado en “teoría del delito”.
Debía lograr la total exculpación de una expresidente de la república, jefa de la asociación ilícita que produjo el mayor robo al Estado Nacional del que se tenga memoria en la Historia Universal, y la devolución de cifras siderales a su benefactora y ahora mandante.
Él era consciente que a partir del momento en que asumiera la presidencia debería mentir -con cara de piedra- muchas veces de cada día. Y así está ocurriendo. Hay quienes -ingenuamente- no entendieron desde el principio la ingeniería electoral con la que los KK volvieron al poder.
Otros -aun hoy- preguntan ¿quién manda? Esta confusión -y otras aún más graves- son directa consecuencia de los permanentes “relatos o narrativas” que sostienen sucesivas falacias políticas, actualmente favorecidas por las cuarentenas que “la pseudo revoluciòn neo-marxista” produce y explota, impúdicamente. Como lo afirmó Berni, con absoluta seguridad: “Ella es la que manda”.
Así llegó la “intervención-expropiación” del holding Vicentin y una vez más Él tuvo que mentir frente a las cámaras: “Yo decidí la expropiación” dijo, pero no permitió preguntas de la prensa. Era consciente que había llegado a un límite en la sucesión de mentiras. Le ocurría lo mismo que al pastorcito de la fábula del lobo y las ovejas, cuya moraleja titula a este breve trabajo. PERO, para nosotros, la mayoría argentina, ya no nos quedan “dudas”. Los ingenuos han despertado. El imaginado “albertismo” no existe ni existió nunca, sino en las vanas esperanzas de los despistados.
Este “leading case” -largamente elaborado en “casa patria”- pretende abrir una brecha jurídica a explotar en la pospandemia, cuando los concursos de empresas lleguen por centenas y la estatizaciones y expropiaciones selectivas nos lleven a su paraíso socialista y al ingreso en la órbita de poder imperial chino y ruso y Ella lidere al proceso revolucionario subcontinental. Jinping ya tiene a Nidera y un particular interés en nuestra agroindustria, mientras que un golpeado Putin ha clavado sus ojos sobre el gas y el petróleo, que en la Argentina pronto podrá conseguir por monedas (3). Ya se apoderó de PDVZA.
Para Ella el objetivo Vicentin es solo un paso intermedio. Su objetivo teleológico es la “intervención” del Poder Judicial. La reacción social de Colonia Avellaneda y sus reverberos en los caceroleos urbanos, la han llevado a un posible acuerdo momentáneo con el lejano Juez del concurso, para el nombramiento del interventor. Hay un compás de espera, mientras se busca prolongar la ex cuarentena manteniendo casi inactivos a los poderes Legislativo y Judicial y acelerar las “intervenciones” en este último.
Estos objetivos de los radicalizados KK, no se conseguirán fácilmente. Muy probablemente actuaron creyendo en sus propias ensoñaciones ideológicas y no sobre la realidad social y geográfica de la Argentina. Las causales que estamparon en el decreto de intervención de Vicentin son ridículas. Tomaron palabras del “chavismo”, tales como “soberanía alimentaria” para justificar la apropiación del holding, sin saber que este no produce alimentos. “Esta extraña mención en el DNU ¿Fue puesta en clave china?” (4).
Pareciera que tampoco estaban enterados que le retorcían la cola a un león, pues detrás de las empresas de Avellaneda hay una rica historia de un núcleo friulano, tercera generación de un grupo humano de raíces celtas, germánicas y romanas, que no admiten atropellos. Friuli, en la frontera NE de Italia tiene una larga historia de conflictos que han aprendido a superar.
Son agricultores, núcleos gregarios industriosos que aman a su tierra y que actúan en unidad, con creatividad e innovación. Hoy frente a la sólida comunidad de la pampa gringa, hay un heterogéneo agrupamiento de burócratas urbanos cargados de resentimientos e inmoralidad, que se distinguen por sus torpezas y detrás de Vicentin está el “cuco” de los KK: “el Campo”.
Es conveniente situar -en el tiempo- la llegada del coronavirus y sus efectos más trascendentes sobre la situación estratégica global y regional. Desde nuestro punto de vista el virus aceleró los procesos de cambios que se iniciaron el 11Sep 01 -la guerra mundial en curso, la contraterrorista global- (5).
Este acelerado ritmo de cambios durante la extendida cuarentena que vivimos, aún no es debidamente percibida por algunas dirigencias escasamente formadas. Hay procedimientos que no regresarán en la pospandemia, pues las necesidades del aislamiento los han impuesto. Tales los casos de la digitalización o de las nuevas comunicaciones. Hay actividades que desaparecerán, definitivamente.
En el ámbito global, las tensiones internacionales entre las grandes potencias se han agravado. Hay mayor alerta en los alistamientos y predespliegues militares, mayor número de roces diplomáticos y una gran ansiedad en los mercados.
En nuestra región la “contrarrevolución” lanzada por el FSP en Jul 19 -totalmente desconocida por nuestros políticos- ha debido reorientar sus planes y en nuestro país -en el que ha recuperado el gobierno- explota la pandemia a través de las cuarentenas, para eliminar al Poder Judicial, lograr una Corte Suprema de Justicia propia, estatizar la economía, suprimir la libertad de prensa y socializar a la propiedad privada. Para ello -sin perder un solo minuto- se sigue la metodología “del salame”, como le llamaron Arón y Beaufre, rodaja tras rodaja.
Es en este ámbito situacional en el que, para sorpresa de todos -incluyendo al Mtro. de Agricultura-, se interviene y expropia a una empresa privada, propiedad de un Flia en el N de la Pcia de Santa Fe. Como lo hemos dicho más arriba, entendemos que con esta maniobra estos pseudos revolucionarios de cartulina, se “han pegado un tiro en el pie”.
Estamos transitando el cuarto gobierno KK y la sexta década de un proceso revolucionario -sin plazos- que es -llamativamente- ajeno a la conciencia colectiva de los argentinos. El trabajo psico-social realizado por los especialistas en manipulación cerebral sobre nuestras clases medias, ha logrado un alto grado de éxito. No hay analista que no comente la “anomia social”, la “incapacidad de reacción”, “la parálisis” frente a los atropellos a nuestros principios y valores culturales y políticos en los últimos treinta años, pero ninguno acertó en gritar “¡¡¡es la revoluciòn, estúpidos…!!! La revoluciòn sigue oculta, agazapada y en manos de zánganos “champagne”.
En las últimas seis décadas -1959/2020- se sucedieron cinco campañas revolucionarias, de distinta naturaleza, adaptadas siempre a los condicionantes internacionales y regionales, con éxitos y fracasos y una destreza y resiliencia que aún les permite ganar elecciones. El directorio revolucionario -con epicentro en La Habana- ha acompañado hábilmente a la transculturación -que permanentemente avanzó en cada una de las sucesivas campañas- y les proporcionó relevos generacionales.
Mientras ese lúcido y experimentado directorio replanteaba permanentemente sus doctrinas estratégicas y retenia sus objetivos, lograba estratificarlas en los países que controlaba. El caso argentino es escandalosamente paradigmático. Nuestra dirigencia -en los temas estratégicos- está anclada aun en la etapa de la Guerra Fría.
Somos el único paìs del orbe que ha dividido a la Seguridad Nacional -con criterio geográfico- en externa e interna. Por esa razón las amenazas y riesgos estratégicos en el propio territorio, son de responsabilidad judicial y policial. La revolución ha logrado –en las últimas cuatro décadas– contar con todo el territorio nacional como “zona liberada” para el desarrollo de su acción proselitista y de apoyo financiero a través del narcotráfico, sin que haya alguna reacción social, ni cuestionamiento de los intelectuales o del periodismo libre. Se cuestiona a la corrupción, pero no a su causa primera.
Para garantizar la continuidad de estos despropósitos inauditos, la Política de Derechos Humanos, conducida por un sinnúmero de organizaciones internacionales y propias, mantiene diariamente en la comunicación social la “memoria” de la “dictadura”, del “genocidio”, “de los desaparecidos” o de hechos ocurridos en los años `70, del siglo pasado (6).
El eje de esta maniobra comunicacional son los juicios “de lesa humanidad” que llevan cuarenta años de interminables simulaciones, con testigos falsos, hechos que nunca existieron y sentencias de penas perpetuas que están dictadas antes de que se inicien los juicios. Semana a semana son convocados por la justicia penal federal uniformados mayores de setenta y cinco años, para juzgarlos por hechos que desconocen (7).
El Juicio de Nuremberg -que sirvió de modelo para los que están aquí en pleno desarrollo ilegal, ilegítimo y anticonstitucional- llamaron a once reos para ser juzgados, en una guerra que duro cuatro años, con millones de muertos. A los ocho meses dictó sentencia. En nuestro país hay uniformados que llevan quince años en prisión preventiva y pareciera que cuarenta años no han sido suficientes para hacer “justicia”.
La sociedad -¿anestesiada?- frente a estos hechos, ha permanecido impávida. Pareciera ajena a lo que ocurre frente a ella a pesar de que el “estado de guerra civil revolucionario” continúa abierto y activo, por otros carriles. La Argentina no conoce -en ninguno de sus estamentos sociales- lo que son las guerras de 7ma generación (8).
Es en esta situación nacional cuando, al amparo de la niebla provocada por el covit 19, desde casa patria se lanza la orden a “Tartu” para “intervenir” y “expropiar” al holding Vicentin y un 20 Jun 20, Día de la Bandera y de su creador, el ejemplar patriota Grl Belgrano, estalla el último baluarte que nos queda a los argentinos: el sector sano de nuestra sociedad -enferma-.
El grito que resuena en los cuatro puntos cardinales es ¡¡¡LIBERTAD – LIBERTAD – LIBERTAD!!!, que tiene en su extremo opuesto al totalitarismo comunista. La obligada reflexión, hija de la cuarentena, está despertando a los argentinos, de un largo sueño inducido.
Mi comprovinciano Perotti, rafaelino y piamontés, está rifando su ganado prestigio. Ha sido elegido por “Tartu” como “pavo de la boda”. Aquel, entre la espada y la pared, ha buscado quien haga el trabajo de simulación para transitar hacia el objetivo que se le impuso en el “contrato”, que ahora deberá lograr con algún disimulo, consciente de la inconstitucionalidad e ilegalidad de la “vendetta” frente al campo.
PERO el antecedente del “banderazo nacional” es preocupante para Ella. ¿Qué pasará cuando se avance en su salvataje judicial? Porque esa es la exclusiva razón por la que Él ocupa el sillón de Rivadavia, sin plan de gobierno alguno y con un gabinete de “científicos” que se “lucen” en todo momento. La credibilidad de “Tartu” se acerca al 0 y se pone en evidencia en sus diarias apariciones, pues se enoja, hasta con su sombra.
*Antiguo refrán español.
(1). H. J. Auel. “Alberto Ángel “Tartufo” Fernández candidato del Foro de San Pablo”. 10 Ago 20. www.ieeba.org
(2). Diccionario Enciclopédico Salvat. T. VIII. Ed. Venezuela. Hipócrita: “dícese especialmente del que finge virtud o devoción”, “que finge o aparenta lo que no es o lo que no siente”.
(3). H. J. Auel. “Liderazgo y gestión en tiempos de crisis”. 25 May 20. www.ieeba.org
(4). R. Auer. “El caso Vicentin y el laberinto de la Argentina”. 17 Jun 20. infobae.com.
(5). H. J. Auel. “La guerra mundial contraterrorista global: ¿hibrida…con derivación nuclear? Abr 15. www.ieeba.org
(6). H. J. Auel. “Escándalo Judicial en Tucumán”. 25 May 16. www.ieeba.org
(7). H. J. Auel. “Política de Derechos Humanos Vs. Política de Seguridad Nacional”. 01 Ago 17. www.ieeba.org
(8). H. J. Auel. “La Cultura y la Civilización. La Guerra: Continuidad y Cambio”. Dic 08. www.ieeba.org
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Junio 22, 2020
¿Por qué China e India pelean por una franja inhóspita del Himalaya?
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Después de más de cuatro décadas de sacudidas de sables y pequeñas disputas, una disputa fronteriza entre China e India ha vuelto a ser fatal.
Al menos 20 soldados indios murieron hace unos pocos días en una sangrienta pelea con tropas chinas en el valle de Galwan, cerca de Aksai Chin, un área controlada por China pero reclamada por ambos países. No está claro si o cuántos soldados chinos murieron. Ambas partes han acusado a la otra de sobrepasar la frontera de facto, la Línea de Control, Hoy o Línea de Control Actual (ALC) que se extiende a lo largo del sector occidental del valle. Sin embargo, los detalles del encuentro siguen siendo confusos y es posible que nunca estén completamente claros.
Los dos vecinos con armas nucleares ahora intentan una rápida reducción de las tensiones, incluso cuando algunas voces jingoístas y hawkish en ambos países exigen un mayor desafío y agresión. Por su parte, China ya había trasladado un gran número de tropas y armamentos a la región, mientras que India también ha reforzado su posición, aunque Nueva Delhi ha expresado menos su opinión sobre su fuerza militar allí.
Aksai Chin, el área en disputa, es reclamada como parte de Xinjiang por China y Ladakh por India. Hace frío e inhóspito, cubierto de nieve con temperaturas alrededor de cero, incluso en verano. Ubicada en lo alto del Himalaya, la altitud promedio es de 14,000 pies (4,200 metros), casi el doble de la altura donde comienza el mal de altura, lo que significa que cualquier humano en el área debe sufrir una aclimatación tediosa y gradual o sufrir dolores de cabeza, náuseas y fatiga.
La altitud y las temperaturas heladas pueden haber contribuido al número de muertos del lunes. El ejército indio inicialmente confirmó tres bajas, pero luego dijo que 17 soldados adicionales “expuestos a temperaturas bajo cero en el terreno de gran altitud han sucumbido a sus heridas”.
En su libro sobre la región, el historiador británico Neville Maxwell lo describe como una “tierra de nadie, donde nada crece y nadie vive”. Y, sin embargo, India y China fueron a la guerra por ello en 1962, dejando miles de muertos en ambos lados, y entre ese conflicto de un mes y la escaramuza del lunes, la región vio numerosas peleas y pequeños enfrentamientos entre guardias fronterizos y declaraciones indignadas de Beijing o Nueva Delhi acusa al otro de intentar sobrepasar la frontera de facto.
Entonces, ¿por qué el área es tan importante para ambos lados?
La Línea de Control Hoy, la frontera de facto poco definida, surgió de la guerra fronteriza sino-india de 1962, que fue provocada por antiguos desacuerdos territoriales históricos.
Como Maxwell escribe en su libro “La guerra de China en India”, la soberanía sobre la región de Aksai Chin siempre ha sido algo confusa.
Durante gran parte del siglo XIX, el Himalaya fue el foco de la rivalidad militar y política entre los tres imperios de Rusia, Gran Bretaña y China, y los tres reclamaron varias partes de la región. La descolonización solo trajo consigo más confusión y antipatía, particularmente después de que Pakistán se separó de la India a raíz de la independencia.
Aksai Chin es parte de la gran Cachemira, y después de la sangrienta guerra entre Pakistán e India en 1947 que resultó en la división de esa región, la frontera entre China e India quedó mal definida.
India afirma que la región es parte de Ladakh, un territorio remoto y montañoso al este del valle de Cachemira que fue hasta el año pasado parte del estado de Jammu y Cachemira, controlado por la India pero semiautónomo, la parte de la región en disputa más amplia que terminó en control indio después de la guerra de 1947 con Pakistán.
“Si bien la India reconoció la llamada ‘línea McMahon'”, un remanente de la era colonial británica, el analista Larry M. Wortzel escribe en un informe militar de Estados Unidos, “China nunca lo aceptó formalmente, optando por las” fronteras de la costumbre “que habían existió entre pueblos contiguos durante décadas anteriores “.
Esto creó un statu quo incómodo que persiste en la actualidad, donde ninguna de las partes está de acuerdo en la frontera, ambas acusan regularmente a la otra de sobrepasarla o tratar de expandir su territorio, y es fácil encontrar excusas para el conflicto.
La génesis de la crisis actual, según Harsh V. Pant, profesor de Relaciones Internacionales en el King’s College de Londres, se puede encontrar en la revocación de la India el año pasado del estatus especial otorgado a Jammu y Cachemira, y la separación del ex indio Estado en dos territorios.
“Desde entonces ha habido preocupaciones en China de que India dificultará la vida de China en el futuro”, dijo Pant. “(La región) conecta a China con Pakistán, donde tienen el corredor económico. Les preocupa la revocación de la India (el estatus especial) y cómo India ahora está mirando a Ladakh estratégicamente. También les ha preocupado la construcción de infraestructura.”
La última gran crisis en la región, un enfrentamiento de un mes sobre el territorio en disputa de Doklam en 2017, también estuvo relacionada con la construcción de infraestructura.
“Anteriormente solía estar principalmente en el lado chino (que construyó infraestructura) pero ahora India también ha estado aumentando la infraestructura a lo largo de su lado de la frontera”, agregó Pant.
Cualquier expansión india o fortificación significativa de su control sobre la región podría amenazar los objetivos geoestratégicos de China en Asia central, dijo Happymon Jacob, profesor asociado del Centro de Política Internacional, Organización y Desarme de la Universidad Jawaharlal Nehru de Delhi.
“China ha invertido más de $ 60 mil millones (en el corredor económico) con Pakistán”, dijo, y agregó que este es un “elemento crucial” del plan comercial y de desarrollo de Belt and Road del presidente Xi Jinping.
El año pasado, India terminó una nueva carretera para todo clima que corre muy cerca de la Línea de Control Actual (LAC). El propósito de este camino es apoyar a las tropas a lo largo de la frontera, lo que les permite reabastecerse por carretera desde Daulat Beg Oldi, el aeródromo más alto del mundo. Esto sería de gran ayuda si India reforzara aún más su posición o construyera instalaciones militares en la frontera.
“Algunas señales sugieren que los avances recientes de China son una respuesta al nuevo camino, que perciben como un cambio en el status quo en ALC”, dijo Aidan Milliff, experto en violencia política y Asia meridional del Instituto de Tecnología de Massachusetts.
“El status quo es realmente tolerable para ambos países, o al menos, su disgusto por el status quo no es tanto como para pagar el costo de arreglarlo”, agregó. “Todavía no me queda claro, como principio general, si estas disputas comienzan como provocaciones cuidadosamente calculadas o como pasos en falso y malentendidos”.
A pesar de todas las preocupaciones sobre los posibles movimientos de tropas en ambos lados, cualquier conflicto en el área sería excepcionalmente difícil.
La ubicación del último enfrentamiento, el Valle de Galwan, es una meseta relativamente baja, donde las tropas pueden moverse más fácilmente. También fue el lugar de la disputa que inició la guerra de 1962.
Sin embargo, las condiciones durante el invierno, muy frío con nieve intensa, pueden hacer que gran parte del área sea inaccesible, lo que significa que la ventana para las maniobras es muy delgada. Incluso durante el verano, cuando las condiciones son mejores, la altitud, el clima y las temperaturas hacen que todo sea más difícil, desde simples maniobras y corridas de suministros, y mucho menos un conflicto militar en toda regla.
“Operar por encima de los 4.000 metros, como bien saben el Ejército indio y el EPL, cambia casi todos los aspectos de la guerra”, escribió Milliff, el experto del MIT, en War on the Rocks a principios de este mes. “Los soldados tardan días en aclimatarse a cualquier altitud superior a los 2.400 metros (un poco más alto que Santa Fe, Nuevo México), por lo que la velocidad a la que llegan los refuerzos puede ser más lenta que la velocidad de sus medios de transporte”.
Los riesgos de ascender demasiado rápido pueden ser potencialmente graves, incluso para jóvenes soldados sanos, incluidos los edemas pulmonares y cerebrales. “Durante la guerra fronteriza sino-india de 1962, algunas unidades indias saltaron la aclimatación y procedieron directamente a altitudes extremas en Cachemira y Sikkim”, escribe Milliff. “Casi el 15% de los soldados en las unidades apresuradas desarrollaron edema pulmonar a gran altitud, una de las principales causas de muertes relacionadas con la altitud, que puede progresar desde los síntomas iniciales hasta la muerte en tan solo 12 horas, incluso para individuos sanos”.
Todo sufre a esta altitud. Los motores diesel tienen dificultades para operar, los helicópteros tienen que cortar sus cargas y la cantidad de suministros necesarios para mantener a las tropas sanas es mucho mayor. Incluso disparar puede ser más difícil, ya que la artillería y las armas de fuego requieren un nuevo avistamiento para hacer frente al aire más delgado.
“Incluso si la altitud no fuera un factor, el terreno a lo largo de la frontera entre India y China complicaría aún más las operaciones militares”, dijo Milliff.
“La meseta del Himalaya no es plana como el frente central en Europa, ni necesariamente se puede conducir con tanques como los desiertos en Irak o a lo largo de la frontera entre el oeste de India y el sur de Pakistán”.
Con los dos ejércitos curando sus heridas y reanudando los protocolos de desescalado, la atención se centrará ahora en los líderes de Delhi y Pekín y si pueden evitar que la disputa actual se descontrole en un conflicto difícil y costoso.
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Junio 22, 2020
Tres continentes y medio millón de euros
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Jordania, Camboya, Fiji, Samoa, EEUU y México. Esa fue la ruta de la luna de miel de Felipe VI y la reina Letizia en 2004 como recién casados, un viaje valorado en medio millón de euros tras la boda en la catedral de la Almudena y que fue pagado tanto por Juan Carlos como por una empresa privada.
Los costes del idílico viaje corrieron a cargo de Juan Carlos I, aunque una parte del viaje, más del 50%, fue pagado por la empresa Navilot. De los 467.000 dólares del montante final de la luna de miel, 269.000 fueron depositados por la empresa de Josep Cusí, al cual The Telegraph, medio que ha desvelado la noticia, relaciona de manera indirecta con Jordi Pujol Ferrusola, ya que la empresa que preside fue creada por un abogado vinculado al hijo del expresidente de la Generalitat.
Josep Cusí es un empresario catalán de 86 y “socio de Juan Carlos desde principios de la década de 1970”, apunta el medio británico.
Bajo los pseudónimos de señor y señora Smith, los actuales monarcas recorrieron el mundo en un viaje del que el diario The Telegraph ha destapado algunos de sus entresijos más llamativos.
Algunos de los dispendios, por ejemplo, superan los 30.000 dólares. Ese dinero fue a parar a un complejo afincado en una isla de Fiji, donde por solo cinco noches, el rey de España gastó 33.000 dólares. Felipe VI retiró a Juan Carlos la asignación pública de 194.232 euros de la que gozaba en calidad de emérito un día después de que se destapara que su padre es beneficiario de una sociedad offshore creada en 2008 para recibir una donación millonaria de Arabia Saudí.
Además, Felipe renunciaba a la herencia que le correspondiera por ser hijo de Juan Carlos I, rechazo que está expresamente prohibido por el Código Civil. Dicho comunicado supuso un bombazo informativo y sólo de su lectura detallada se concluye que Felipe VI tiene intención de renunciar a la herencia, que es como no anunciar nada porque aún no ha llegado ese futurible.
Actualmente, la Fiscalía del Tribunal Supremo ha asumido la investigación a Juan Carlos I por el AVE (Ferrocarril) a La Meca, tras ser acusado por la princesa Corinna en 2018 de haber cobrado 80 millones de euros de comisión por la licitación del tren a la ciudad santa del Islam.
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Junio 22, 2020
20 DE JUNIO 2020, CUANDO EL PUEBLO ESTÁ DICIENDO ¡BASTA!
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Por FRANCISCO BENARD
Reiteradamente el presidente Alberto Fernández habla de que Argentina es un país injusto y por cierto lo es. Las desigualdades sociales son enormes y lo serán aún más luego que termine la “cuarentena”, con industrias cerradas, con comercios cerrados y con un nivel de desempleo enorme y con índices de pobreza nunca vistos. Hasta cuando la débil economía argentina resistirá dar ayuda a esos millones de trabajadores. Mientras bajo extremas medidas de seguridad participo de las celebraciones del día de la bandera, millones de argentinos en todo el país salieron a la calle a protestar sin darle importancia a la cuarentena y desafiando a Alberto en sus amenazas de sancionar a todos los que la violaran. Fueron muchas las motivaciones que llevaron a la gente a movilizarse, no solo en defensa de los valores democráticos y en defensa de la propiedad privada sino por el hartazgo a la cuarentena sin fin. Desde las filas del Gobierno Nacional se ayuda a quienes cometieron actos de corrupción tal el caso de Amado Boudou que está en su domicilio, pero sigue procesado, tal el caso de Jaime “coimero confeso” que no pudo lograr su libertad. Curiosamente los juicios contra la vicepresidente Cristina Fernández no tienen prioridad en las agendas judiciales. Cristina buscando la impunidad total dispuesta a hacer todo lo posible para aumentar el número de Ministros en la Corte Suprema. Alberto nada le dice, es el precio que tuvo y tiene que pagar por deberle el cargo que ocupa. Don Alberto se refirió la honestidad de Belgrano pero omitió decir en su mensaje a todo el país que los políticos deberían seguir el ejemplo del General Belgrano y haberles contado a todos los niños, escolares de todo el país, que un hombre tan grande e importante como el creador de nuestra bandera murió pobre a punto tal que solo tenía en su poder un reloj de oro para pagarle a su médico personal. El pueblo en todo el país salió en defensa de la propiedad privada que tiene rango constitucional y el rechazo a la intromisión del Poder Ejecutivo en cuestiones que deben ser resueltas en el ámbito judicial, sujetas a las decisiones del juez competente. Ya sabemos todos que “vienen por todo” y de allí la reacción popular “todos a la calle” una clara advertencia al “Delegado Presidencial” de que la expropiación será de un alto costo político y de pésimas consecuencias para la economía argentina. Ningún empresario invertirá de los argentinos y tampoco lo harán los inversores extranjeros. Así las cosas, vamos hacia un nuevo fracaso político. La corrupción, por excelencia, es generadora muchas injusticias sociales y nuestra sociedad, bandera en mano, dijo ¡BASTA!
Francisco Benard
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 22, 2020
¿SOLO UNIVERSO?
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Por LUIS BARDIN
¿SOLO UNIVERSO?
Azarosa materia, espacio y tiempo
en los cielos se fisionan o repelen
y en lugares infinitos se reciclan
atrapados en mecánicas celestes.
Fusionarse, destruirse, ser mutantes,
en un cuántico Big Bang que será eterno,
pueden volver a ser estrellas muy brillantes
o convertirse en agujeros negros.
A ese albúr de caos y desastres
a ese “todo” de protones y energías:
¿será solo el azar el que le otorgue
el don maravilloso de crear vida?
¿Quién nos hizo tan pequeños y mortales?
¿Quién maneja ese desorden aparente
de átomos y fuerzas siderales?
Bajo tantos infinitos firmamentos
y el sentirnos criaturas indefensas,
solo podemos explicarnos el porqué,
al ver tal caos y a la vez tanta belleza
volcando en lo divino nuestra fe
que permite al mismo tiempo el privilegio
de contemplar a Dios y su grandeza.
L.B.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 22, 2020
ESTADOUNIDENSE ¡CUIDADO!… ROBOCOP NO EXISTE
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DEMOCRACIA O AUTORITARISMO, POLICÍA O BARBARIE
Por CLAUDIO KUSSMAN
Estadounidenses, sabiendo lo que están tratando de hacer con los cuerpos policiales, racismo y otros desafíos de esta época, debo decirles ¡CUIDADO! Argentina a principios del siglo pasado fue un país muy cercano en grandeza económica a ustedes. Luego eligió la senda de los fracasos y fíjense lo insignificantes que somos hoy, con un futuro cierto, de seguir embruteciendo y empequeñeciendo cada vez más. ¿Ustedes en este otro siglo quieren hacer lo mismo? Seguro que tienen un problema racial, pero no es un tema sistemático, como se promueve. Que este disminuya y casi desaparezca depende en mayor medida que las mismaspersonas de color se esfuercen por ello. ¿Acaso no votaron por 2 periodos a un BARACK OBAMA para presidente?, ¿Acaso no hay dignos jefes militares, policiales o exitosos empresarios y artistas de color? Hoy los medios son meticulosamente impiadosos con un gobernante como TRUMP, en momentos que más tendrían que estar unidos frente a las amenazas externas existentes, llámense China, Rusia, países musulmanes, pandemias o lo que quieran elegir. Si ustedes se debilitan y declinan, ¿Acaso creen que hay algún otro país con un líder que pueda ser sostén y defensor de la democracia en occidente? En otro orden de cosas, viendo las propuestas de algunos políticos sobre los cuerpos policiales, desde este lejano territorio llamado Argentina, podemos decir que estas no son nuevas, ya se hizo lo mismo acá años atrás y el resultado está a la vista. ¡CUIDADO! ROBOCOP NO EXISTE. Los policías solo son hombres y mujeres con buena predisposición a servir y proteger, que, por supuesto son falibles. Su labor no es quirúrgica, ni realizada solo en horas diurnas bien descansados, en cómodas oficinas climatizadas, con buen café a disposición. Cada uno de ellos actuarán en forma acertada en 10 o más oportunidades, pero en alguna otra ocasión algo les puede salir mal. La tarea que ejecutan es riesgosa y difícil porque tienen uno o dos segundos para reaccionar en condiciones adversas, frente a violentos, narcotraficantes, asesinos, perversos, pandilleros, locos, drogadictos y mil lindezas “humanas” más, con los que ustedes no quieren alternar y entonces, a veces, todo se va al infierno. Recuerden que la separación entre ustedes y los depredadores, solo es una delgada línea azul, no la debiliten aún más. Miremos lo que ocurrió en Atlanta con RAYSHARD BROOKS. Todo comenzó mal y terminó peor y las variantes que existieron fueron numerosas. Primero el policía, como no es ROBOCOP, ese día hizo lo que no hay que hacer. Que BROOKS, un desconocido, por sí mismo estacione su vehículo para no entorpecer a otros rodados. Podía haber ocurrido que intentara huir atropellando lo que fuera o a quien fuera. También, que sacara un arma debajo del asiento lo matara a él al compañero o a un parroquiano. Segundo, irrazonablemente y contra toda lógica, BROOKS actuó con violencia, lo cual en este caso le costó la vida. De no haber muerto prefirió agregar cargos a una felonía menor, se resistió al arresto, agredió y seguramente lesionó al personal policial, le sustrajo una Tasser y huyó. Si lo hubiera logrado su situación legal al momento de ser detenido hubiera sido muy complicada y habría innecesariamente terminado en la cárcel. Estaba alcoholizado, bloqueando el paso pese a estar en libertad condicional (probation). En ningún momento pensó en él, en su esposa o sus hijos y en el perjuicio que les ocasionaba. También se podía haber dado que, si en vez de arrebatar la Tasser, hubiera sido la pistola 9 mm, otro era el desenlace. Es lógico y necesario que el policía porte un arma, pero esto tiene su ventaja y también su desventaja. La primera es que le da cierta seguridad al uniformado y este pueda enfrentar a un delincuente armado, lo que es perfectamente legal. La desventaja es que en una lucha cuerpo a cuerpo con alguien desarmado, se la pueden quitar, o de llevarla en la mano está impedido ya que solo le queda la otra libre. Si se la quitan como suele ocurrir, es hombre muerto. Si antes de que ello ocurra, le dispara a quien está desarmado tendrá grandes posibilidades de ir preso o ser acosado por organizaciones de derechos humanos o raciales, según quien sea el muerto. Al margen de lo que se estudie y practique en la academia, el verdadero aprendizaje y formación del policía está en la calle y lleva 2 o más años y allí siempre habrá algo nuevo para aprender, porque las modalidades delictuales no son estáticas, siempre mutan. Recién entonces se sabrá si ese policía sirve o no, cuando sus errores disminuyan. Puede andar muy bien en ciertas tareas y en ciertas clases de conflictos y mal en otras. Puede ser buen profesional pero poco paciente o también demasiado paciente, lo cual tampoco es bueno. Luego tendrá algunos años de vida muy útil en la función pero con el tiempo y el estrés se irá desgastando volviéndose conservador y en algún momento, empezará a contar el tiempo que le falta para el retiro. En su labor cotidiana el azul sin aviso previo, está expuesto a TODO, inclusive a un enfrentamiento armado. En él podrá llegar a abatir a 1, 2 o más delincuentes, entonces, por 15 minutos, será un héroe. Pero…y siempre hay un pero, también puede ocurrir que algunos de sus disparos impacte a ese o esos delincuentes, pero otro mate a un adulto o un niño inocente que se cruce en la línea de tiro, 50 o más metros (164 pies) más allá del punto apuntado. En ese caso…
CONTINUARÁ…
[ezcol_1half]Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Pcia. Buenos Aires
Junio 22, 2020
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]PrisioneroEnArgentina.com
Junio 22, 2020
LAS NOTICIAS MÁS VISTAS DE LA SEMANA ♣ Junio 21, 2020
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Las noticias más leídas en PrisioneroEnArgentina.com. Las más comentadas, las más polémicas. De que está la gente hablando…
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 21, 2020
Objetivo: Levantar la moral
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Cada oficial del Departamento de Policía de Atlanta recibirá un bono de $ 500 pagado por la Fundación de Policía de la mencionada ciudad, confirmó la organización misma.
El bono es un agradecimiento por el trabajo y las largas horas de servir y proteger durante la pandemia de COVID-19, además de las recientes protestas y manifestaciones.
[ezcol_1half]“En un esfuerzo por frenar el cansancio, el desgaste y aumentar la moral, por eso emitimos un bono de $ 500 a cada oficial del Departamento de Policía de Atlanta”, publicó la Fundación de la Policía de Atlanta en un comunicado.
Además del bono de $ 500, fundación dijo que proporcionará comidas a los oficiales que trabajan en turnos de 12 horas. También reparará más de 20 patrullas destruidas en los recientes disturbios, así como bicicletas policiales y unidades de todo terreno.
La fundación dijo que lideraba una estrategia para construir un marco para la reforma policial, que planea presentar en las próximas semanas al alcalde y al Ayuntamiento.
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]“El plan reflejará las ideas de una amplia gama de expertos en aplicación de la ley, negocios, justicia social y comunidad. Identificará estándares de excelencia operativa y reflejará las mejores prácticas de los programas exitosos de seguridad pública en todo el país, incluyendo parte de nuestro propio trabajo. en Atlanta “, continuó la declaración de la fundación policial.
El anuncio del bono llega en un momento difícil para la policía. Los fiscales del condado de Fulton presentaron imputaciones de asesinato y otros cargos contra el ahora ex oficial que le disparó a Rayshard Brooks, diciendo que Brooks no era una amenaza mortal y que el oficial pateó al hombre negro herido en el piso y no ofreció tratamiento médico durante casi tres minutos mientras yacía moribundo. Otro oficial está siendo acusado de asalto agravado.
Los funcionarios de la ciudad, incluido el alcalde de Atlanta Keisha Lance Bottoms, han declarado que la moral en el departamento está en un nivel bajo.
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Junio 21, 2020
EL CORONEL HORACIO LOSITO Y LA VIL “POLÍTICA DE ESTADO”
♦
Por CLAUDIO KUSSMAN
AMADO BOUDOU EL AFORTUNADO
Una vez más los miembros de la “Justicia” Federal argentina, dieron muestra de seguir a rajatabla la “política de estado” que equivale: “al enemigo ni justicia”, imperante en este territorio para con los adultos mayores imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Así hace 3 días, o sea el 18 del corriente, los “impolutos” miembros de Sala 2 de la Cámara Federal de Casación Penal, CARLOS MAHIQUES, GUILLERMO JACOBUCCI y ALEJANDRO SLOKAR, firmaron una resolución anulando el arresto domiciliario del Coronel (R) HORACIO LOSITO de 68 años de edad (1). Este “beneficio-mendrugo de pan a un hambriento de justicia”, le había sido concedido el 30 de marzo pasado, por el plazo de un año, por el Tribunal Oral de Resistencia, a raíz del alto riesgo de contagio del Covid-19 en el ambiente carcelario (Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo).
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En el recurso presentado en Casación actuaron en conjunto la fiscalía y la querella, esta última conformada por la Secretaria de Derechos Humano de la Nación, Familiares de los desaparecidos Juan Ramón Vargas y Rómulo Artieda (Corrientes), la Secretaría de Derechos Humanos y Género de la Provincia del Chaco y la Comisión de Derechos Humanos de Corrientes. Uno de sus argumentos en contra de LOSITO destaca que se había desatendido un dictamen del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que sostenía que los detenidos podían ser tratados intramuros en caso de requerir asistencia médica. Sorprendentemente pareciera que no es así en el caso AMADO BOUDOU, de 57 años de edad, condenado por la causa Ciccone, a quien por los mismos motivos que a LOSITO, se le otorgara el arresto domiciliario el 6 de abril pasado. Pero lo del afortunado BOUDOU (ex residente de un médano) no para allí, hace pocas horas el procurador general del Tesoro, CARLOS ZANNINI, también ex presidiario del Complejo Penitenciario de Ezeiza, firmó un dictamen para que se le pague la pensión vitalicia como ex presidente. La misma es de 400.000 pesos mensuales (4.000 dólares) más pagos atrasados por un total de 20.000.000 de pesos (200.000 dólares) que por supuesto saldrían de los impuestos de todos y todas. Al respecto la justicia ahora tiene la palabra. Más que evidente es que a diferencia de los uniformados, los políticos no abandonan a su gente, sin importar que delito cometieron, ni la opinión adversa de grandes sectores de la ciudadanía. Acaso, ¿qué mejor ejemplo de ello es el ex presidente CARLOS MENEM, condenado, no detenido, gracias a sus eternos e inmerecidos fueros parlamentarios?
[ezcol_1half]Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Pcia. Buenos Aires
Junio 21, 2020
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]1) Veterano de la guerra de Malvinas, herido en combate y condecorado por su destacada actuación en las islas.
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Junio 21, 2020
Rebelión en la Granja de la Policía de Estados Unidos
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Según los informes, una gran cantidad de policías de Atlanta solicitaron carpeta médica después de que se emitieron cargos contra dos oficiales involucrados en el tiroteo fatal de Rayshard Brooks.
El jefe interino, Rodney Bryant, reconoció que algunos oficiales estaban llamando enfermos en medio de los disturbios en Atlanta y en todo el país, lo que ha incluido expresiones de ira hacia los oficiales de policía.
“Algunos están enojados. Algunos tienen miedo. Algunos están confundidos sobre lo que hacemos en este espacio. Algunos pueden sentirse abandonados”, dijo Bryant. “Pero estamos allí para asegurarles que continuaremos avanzando y superando esto”.
Bryan confirmó que el miércoles y jueves varios agentes llamaron enfermos, pero agregó que la ciudad aún estaba adecuadamente protegida. No se reveló un número claro de cuántos estaban llamando enfermos.
“Tenemos suficientes oficiales para cubrirnos durante la noche”, dijo la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms. “Nuestras calles no serán menos seguras debido a la cantidad de oficiales que llamaron”.
Agregó: “Lo que más me preocupa es cómo reparamos la moral en nuestro departamento de policía y cómo nos aseguramos de que nuestras comunidades estén seguras mientras interactúan con nuestros oficiales de policía”.
Los desconocidos de siempre comenzaron a desparramar rumores de que algunos policías de Atlanta estaban abandonando sus puestos de trabajo mientras se encontraban en servicio abandonado sus vehículos, pero el departamento de policía luego emitió un comunicado en Twitter diciendo que esos informes eran falsos.
“Las sugerencias de que varios oficiales en servicio habían abandonado el trabajo eran inexactas. Tenemos suficientes recursos para mantener las operaciones y poder responder a los incidentes”.
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Junio 21, 2020
Trump despidió al Fiscal General que investigaba a aliados del presidente
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El presidente Trump ha destituido a Geoffrey Berman, el fiscal estadounidense del Distrito Sur de Nueva York, de su cargo, poniendo fin al mandato de un alto funcionario del Departamento de Justicia cuya oficina ha supervisado los enjuiciamientos de varios de los asociados del presidente.
El Procurador General William Barr anunció la terminación el sábado, menos de un día después de sugerir inicialmente que Berman renunciaba, y que Berman mismo lo contradecía.
“Desafortunadamente, con su declaración de anoche, ha elegido el espectáculo público sobre el servicio público”, dijo Barr en una breve carta a Berman. “Debido a que ha declarado que no tiene intención de renunciar, le he pedido al presidente que lo retire hoy, y él lo ha hecho”.
Barr dijo que la fiscal federal adjunta Audrey Strauss intervendrá hasta que se establezca un sucesor permanente. Barr también citó la jurisprudencia para refutar la afirmación de Berman de que no puede ser removido hasta que el Senado confirme un reemplazo.
El anuncio trae un giro dramático a una saga que se abrió el viernes por la noche, cuando el fiscal general emitió un comunicado diciendo que Berman está “renunciando”. En el anuncio, dijo que el presidente está nominando a Jay Clayton, presidente de la Bolsa de Valores, para suceder a Berman.
Poco tiempo después, Berman disparó su propio anuncio, negando la declaración de Barr.
“Me enteré en un comunicado de prensa del Fiscal General esta noche que estaba ‘renunciando’ como Fiscal de los Estados Unidos”, dijo Berman, quien encabezó el procesamiento del ex abogado personal de Trump Michael Cohen y presentó la acusación del gran jurado contra los asociados del presidente. actual abogado personal Rudy Giuliani.
“No renuncié, y no tengo intención de renunciar, a mi cargo, para el cual fui designado por los jueces del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York”, dijo. “Renunciaré cuando el Senado confirme a un candidato designado por el presidente. Hasta entonces, nuestras investigaciones avanzarán sin demora o interrupción”.
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Día Mundial de los Refugiados
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Por Michael R. Pompeo, Secretario de Estado de los Estados Unidos de América
El Día Mundial de los Refugiados es una oportunidad para reconocer el coraje y las luchas de millones de refugiados que han huido de sus hogares debido a la persecución y el conflicto. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número de desplazados forzosos en todo el mundo aumentó a casi 80 millones en 2019. Estados Unidos reafirma su compromiso de lograr los mejores resultados humanitarios para los millones de personas desplazadas en todo el mundo. Con este fin, la Estrategia de Seguridad Nacional de EE. UU. Nos dirige a continuar liderando el mundo en asistencia humanitaria y a apoyar a las personas desplazadas lo más cerca posible de sus hogares para ayudarles a satisfacer sus necesidades hasta que puedan regresar a sus hogares de manera segura y voluntaria.
Este año se cumple el 40 aniversario de la Ley de Refugiados de 1980, que estableció la Oficina del Coordinador de Asuntos de Refugiados de los Estados Unidos que se convirtió en la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado. La Ley de Refugiados fue la primera pieza integral de la legislación estadounidense diseñada para abordar las realidades de los refugiados modernos al proporcionar mecanismos flexibles para abordar situaciones de refugiados que cambian rápidamente.
Desde Venezuela hasta Siria y Afganistán, hasta Sudán del Sur y Birmania, Estados Unidos es un catalizador para la respuesta internacional a la crisis humanitaria. Es esencial que la comunidad internacional trabaje en conjunto para ser eficaz en abordar las crisis que impulsan el desplazamiento y conducen a situaciones graves. Esto comienza con la responsabilidad de los gobiernos involucrados y sus socios regionales de tomar medidas para poner fin al conflicto rápidamente y crear condiciones seguras para sus pueblos. Al centrarnos en poner fin a los conflictos y al proporcionar asistencia para evitar nuevos desplazamientos, podemos ayudar a mitigar los efectos desestabilizadores que el desplazamiento tiene en los países afectados y sus vecinos.
Estados Unidos es el mayor donante individual de asistencia humanitaria a nivel mundial, continuando con una tradición de generosidad. En el año fiscal 2019, Estados Unidos proporcionó más de $ 9.5 mil millones, y en la última década hemos proporcionado casi $ 70 mil millones en asistencia humanitaria. Esta asistencia llega a decenas de millones de personas desplazadas y afectadas por crisis en todo el mundo, brindando apoyo y servicios urgentes que salvan vidas, incluyendo alimentos, vivienda, atención médica, educación y acceso a agua potable. El apoyo de EE. UU. A los países anfitriones, brindado a través de contribuciones a organizaciones humanitarias, los alienta a continuar brindando refugio y aumentando el acceso al trabajo, la educación y los servicios públicos para aquellos que huyen de la persecución.
Pero Estados Unidos no puede abordar estas necesidades solo. Trabajamos incansablemente para alentar a nuestros socios y aliados a compartir la carga y garantizar que los recursos limitados se utilicen de manera coordinada y efectiva hacia soluciones sostenibles. Nuestros llamados a obtener mayores recursos del grupo más amplio posible de donantes, incluidos los gobiernos y el sector privado, son esenciales para abordar estas necesidades urgentes y crecientes. Aplaudimos a quienes realizan contribuciones críticas para apoyar a los refugiados en todo el mundo. Continuaremos trabajando con organizaciones internacionales, países donantes, organizaciones no gubernamentales y países de acogida de refugiados para encontrar soluciones sostenibles al desplazamiento mientras buscamos simultáneamente soluciones políticas duraderas a los conflictos que lo provocan.
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Junio 20, 2020
EN LOS 250 AÑOS DEL NACIMIENTO Y BICENTENARIO DEL FALLECIMIENTO DE DON MANUEL BELGRANO[1]
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UNA REFLEXIÓN DE LA ACADEMIA DEL PLATA
Por JUAN MARCOS PUEYRREDóN
Por GERARDO PALACIOS HARDY
El hombre. Sus comienzos.
Pienso en la eternidad donde voy y en la tierra querida que dejo.
Espero que los buenos ciudadanos
trabajarán en remediar sus desgracias.
El general Mitre, en la biografía de don Manuel Belgrano, de quien el 3 de junio de este año se cumplen doscientos cincuenta años de su nacimiento, conserva esas palabras ejemplares dichas poco antes de su muerte, ocurrida el 20 de junio de 1820, describiendo así sus últimos momentos: “luego de prepararse cristianamente, sin debilidad y sin orgullo, como había vivido, entregó su alma al Creador. Las últimas palabras fueron ¡Ay Patria mía!”.
Se cerraba así una vida vivida “sin debilidad y sin orgullo” caracterizada por su coherencia generosa. “La borla de doctor me parece patarata”, escribe a su padre, mostrando su desdén por los honores. Y en su Autobiografía, evocando sus años de estudios en España, asienta que por entonces se apoderó de él el deseo de propender cuanto pudiese al provecho general y dirigir sus trabajos a favor de la patria. Por ello, vuelto a Buenos Aires y designado Secretario Perpetuo del Real Consulado desde su creación en 1794, se empeñó en destacar la importancia de fomentar la agricultura, la ganadería y la industrialización, la educación cristiana y la instrucción de los jóvenes de ambos sexos.
De ello dan cuenta sus Memorias, de las que conviene destacar las correspondientes a 1796,1798 y 1809. En ellas recomienda sean los párrocos, por su mayor instrucción y proximidad con sus feligreses, quienes tomen a su cargo la enseñanza de técnicas agrícolas; insta a la cría de ovinos, llamas y vicuñas y atender a la forestación; y llama la atención, muy a tono con los economistas españoles de la época, sobre la importancia del cultivo de la tierra.
Dos párrafos muestran su nítida percepción de una realidad que exigía rectificación. En uno de ellos afirma: “no vivamos en la persuasión (…) de que la abundancia es el castigo que el Todopoderoso ha dado a este país como a otros la escasez”; y en otro llama la atención sobre ”Esos miserables ranchos donde ve uno la multitud de criaturas que llegan a la edad de la pubertad sin haber ejercido otra cosa que la ociosidad”, por lo que reclama la creación de escuelas gratuitas para la enseñanza de la doctrina cristiana, leer y escribir, todo ello necesario para “desterrar la ociosidad y remediar la indigencia de niños y niñas.”
La tarea de educar constituía para Belgrano una acción de tal importancia y urgencia que veía en ella una suerte de mandato imperativo. “Cómo se quiere –escribía en marzo de 1810 en el Correo de Comercio- que los hombres tengan amor al trabajo, que las costumbres sean arregladas, que haya copia de ciudadanos honrados, que las virtudes ahuyenten los vicios, y que el Gobierno reciba el fruto de sus cuidados, si no hay enseñanza, y si la ignorancia va pasando de generación en generación con mayores y más grandes aumentos?
Esa inquietud, por algunos calificada como obsesión, no se atenuaba siquiera cuando, ya convertido en soldado, impulsaba la creación de escuelas en los pueblos que atravesaba. Su biógrafo Ovidio Giménez señala que “su actitud desconcierta. No se concibe a un general de cuarenta años que, llamado a apoyar pueblos y liberarlos si es preciso, se ocupe de escuelas y de la educación de los niños y aun que las leyes respectivas fueran cumplidas incluso a costa de malquistarse con los dignatarios de la Iglesia pese a su profunda devoción católica.”
Otro tema central de sus reflexiones es la libertad del comercio: “sin comercio, se interroga retóricamente, ¿cómo se verificarían la importación y la exportación que son el espíritu vivificante de todos los Estados?” A lo que responde con una cita de Quesnay: “que no se impida el comercio exterior en los países porque según es la extracción así es la reproducción y aumento de la agricultura”. Por ello, concluye, es necesario “se dé entera libertad de comercio”, para lo que busca el apoyo de opinión de Campomanes que hace suya.
Con el apoyo de los virreyes Liniers y Cisneros consiguió este objetivo al autorizarse el libre comercio con Gran Bretaña, po<r entonces aliada a los españoles en su lucha contra el imperio surgido de la revolución de 1789.
Levene asigna a sus trabajos una importancia capital: “En el acuerdo del 4 de septiembre, reunido el Consulado para resolver el punto, se leyeron dos informes del síndico, un escrito del Prior Antonio Pirán y la memoria anual presentada por el Secretario el 16 de junio, en cumplimiento de la prescripción pertinente. Asignamos importancia a esta memoria de Belgrano. Leída el 16 de junio, la elevó de inmediato al virrey Liniers, robusteciendo la idea que ya tenía de franquear el comercio a los ingleses, como se ha explicado. El documento volvió a considerarse en la sesión del 4 de septiembre, en que se debatía el comercio libre. De modo que la resolución del Consulado, aunque favorable sólo en cierto sentido, fue sin duda arrancada por Belgrano.”
El patriota; el político.
La ocupación de España y la abdicación de sus reyes legítimos le mueve, junto a otros, a solicitar la regencia de la princesa Carlota de Borbón, hija de Carlos IV y hermana de Fernando VII, pues como muchos y como lo asentará el mismo Fernando al ser restaurado en el trono, entiende es ilegítima la pretensión de las Juntas de gobernar en nombre del rey prisionero.
La Memoria elevada a la princesa en septiembre de 1809 y que Belgrano suscribe, sostiene el mejor derecho de Carlota, pues para administrar, defender y conservar estos reinos hasta las resultas de España, bajo las mismas leyes, que es decir, con las mismas obligaciones inherentes al trono, no es comparable la representación de la Junta de Sevilla con la de V.A.R. [….] aquella es de mero hecho y ésta de conocido derecho. Y de inmediato pasa a exhibir los derechos de los americanos: “[…] cuando la América incorporada a la corona de Castilla es inherente a ella por la constitución, y como no existe una obligación absoluta que cuando los separe del trono los una a su igual por la dependencia, pueden muy bien constituirse a sólo la unidad de ideas de fidelidad sin pactos de sumisión. En este caso no se puede ver el medio de inducir un acto de necesaria dependencia de la América Española a la Junta de Sevilla, pues la constitución no precisa que unos reinos se sometan a otros.”
En un documento del año 1808 atribuido a Belgrano, también se expresa: Diálogo entre un castellano y un americano en que se manifiesta que en el caso de que nuestra España sea subyugada por el poder francés, debemos hacer revivir su constitución y leyes en todo el continente Español Americano. Luego de hacer referencia a la situación de España, posesionada la mayor parte de ella por el poder francés, se analizan tres alternativas: seguir la suerte de la metrópoli aunque reconozca la dinastía Napoleón, de inmediato descartada pues con ello daríamos prueba de la falsedad con que en tal caso proclamamos a nuestro Augusto Fernando VII y prometimos la guarda de los derechos de su casa (y) abrazaríamos el partido de la iniquidad.
Otra posibilidad que descarta es el gobierno y un cambio en la forma de gobierno, pues “peores consecuencias todavía nos presenta la opinión de constituirnos en República; nos faltan las bases principales en que ha de cimentarse (….) nacería la división entre europeos y americanos y la ambición de mando después de una guerra civil la más sanguinaria y cruel quedando finalmente en estado de ser subyugados. Queda una última: lo único que puede hacernos felices es reconocer a la Infanta D. Carlota Joaquina de Borbón como Regenta de estos Dominios. Esto permitiría hacer “revivir en estos Dominios la España con su constitución y leyes esto es, siguiendo la Monarquía española o el gobierno representativo que la constituye, con arreglo a los fundamentos primordiales de Castilla”.
Ambos documentos ponen de manifiesto el núcleo del pensamiento de Belgrano como abogado, que había estudiado con especial atención el derecho público. No creía, como Jovellanos, que estos y aquellos reinos – fórmula empleada por la corona española asentando la identidad de las Indias como reinos diferentes de los europeos – carecieran de una constitución por no tenerla según el modelo que García Pelayo llama racional-normativo. Sí que la tenía, asentada en sus leyes escritas, en sus fueros y en sus costumbres, en las Cortes con facultades legislativas y en los derechos de las ciudades. Y ella no daba legalidad a un gobierno de vasallos sobre vasallos, de los españoles peninsulares sobre los españoles americanos, los cuales últimos eran reconocidos desde el 1500 como vasallos libres de la corona de Castilla y no vasallos de los españoles.
Esa constitución histórica garantizaba los muy hispánicos derechos a la honra, a la vida y a la hacienda, poniendo freno al rey. Y esa constitución histórica, que también los monárquicos reformistas querían restaurar, era la que había sido afeada por el despotismo ministerial y el absolutismo del derecho divino sostenido por los borbones franceses, totalmente ajeno a las doctrinas españolas tan claramente expuestas en la enseñanza escolástica del origen divino del poder. Belgrano, como muchos españoles, americanos y peninsulares, creyó que Fernando la respetaría y restablecería el prestigio de la corona, motivo por el cual se le conoció como El Deseado. Pero el monarca defraudó a todos, siendo responsable de la guerra civil americana y de las guerras civiles peninsulares que llevaron a la desaparición del Imperio y a casi un siglo y medio de inestabilidad política.
Fracasada la regencia, ocupada España por el ejército francés e incorporada al imperio de Bonaparte, el movimiento de mayo tiene a Belgrano entre sus principales actores y es designado vocal en la Junta, que asume el gobierno con la obligación de sujetarse a las “leyes del reino” y conservar íntegros los dominios de la corona para el rey Fernando VII.
El soldado.
La Junta hace del capitán de milicias que había combatido durante las invasiones inglesas, general del ejército que envía a Paraguay en septiembre de 1810. En su marcha hacia el norte funda las ciudades de Nuestra Señora del Pilar de Curuzú Cuatiá y de Mandisoví, a las que dota de escuelas. Con palabras de Mitre: “reconcentra la población diseminada en la campaña, la reúne alrededor de la escuela y de la Iglesia que eran sus dos piedras angulares de la civilización y de la libertad y (…) pedía poco después una cantidad de virus vacuno para prevenir la epidemia de viruela que el año anterior había diezmado los pueblos de Misiones.”
En esa campaña muestra su valor y su prudencia. Su valor, cuando en marzo de 1811 enfrenta con 400 hombres los 3000 del ejército oponente y, teniendo la batalla perdida, diciendo a su amigo Mila de la Roca: “aún confío que se nos ha de abrir un camino que nos saque con honor de este apuro; y de no, al fin lo mismo es morir a los 40 años que a los 60”; ordenando luego cargar hasta hacer retroceder a los adversarios. Belgrano, en esas circunstancias, propone un cese de hostilidades que el jefe asunceño acepta. Días después se dirige a Cavañas expresándole: “Ud. no puede concebir cuál está mi corazón condolido de la sangre que tan desgraciadamente se ha derramado entre nosotros”, ofreciendo 58 onzas de oro para las viudas “de los hombres caídos en Paraguarí y Tacuarí”. Tres días después le escribe nuevamente: “mi anhelo es la fraternidad (…) entre todos los que tenemos la gloria de amar a nuestro Rey desgraciado, Fernando VII, y aspiramos a conservarle estos dominios libres de toda otra dominación”.
Esta carta donde hace pública su lealtad al Rey no debe sorprender y menos llevar a sospechar de la integridad de su autor. Hay otras en igual sentido. Tal la escrita a Vigodet, donde asevera que sus “intenciones no son otras que evitar la efusión de sangre entre hermanos vasallos de un mismo Rey y cuyos dominios queremos conservar”, o a Tristán, expresándole que “les seré eternamente reconocido, y a ti mucho más, si aprovechando la confianza que tienes con tu general consigues que se acabe esta maldita guerra civil”.
No puede siquiera suponerse hipocresía ni astucia en el obrar de Belgrano. Cualquier duda en ese sentido la disipa Anchorena, su Secretario de Guerra en el Ejército del Norte, quien en una carta donde relata los sucesos de Mayo de 1810, afirma que entonces quiso obtenerse la emancipación de España y ser considerada una nación distinta, aunque gobernada por el mismo Rey, siendo así que discurrían los patriotas de primera figura: “V.M. sabe que el 25 de mayo de 1810, o por mejor decir el 24, se estableció por nosotros el primer gobierno patrio a nombre de Fernando VII y que bajo esa denominación, reconociendo por nuestro rey al que lo era de España, nos poníamos sin embargo en independencia de esa nación que consideraba a todas las Américas como colonia suya, para preservarnos de que los españoles apurados por Napoleón, negociaran con él su bienestar a costa nuestra, haciéndonos el pato de la boda. También le exigimos a fin de aprovechar la oportunidad de crear un nuevo título para don Fernando VII y sus sucesores legítimos conque poder obtener nuestra emancipación de la España y que considerándosenos una nación distinta de ésta aunque gobernada por un mismo rey, no se sacrificasen nuestros intereses a beneficio de la península española.”
Vir fortis et prudens.
En la campaña del Paraguay Belgrano incumple las instrucciones teñidas del jacobinismo que llevó al ejército enviado al Alto Perú a la anarquía y a esas provincias a no colaborar con el gobierno de Buenos Aires. Al hacerlo, consiguió la simpatía de los paraguayos y la constitución de una junta patria en Asunción que guardó la independencia nacional
La desastrosa derrota de Huaqui y el desbande del ejército patriota en junio de 1812, que permitió que el Alto Perú quedase en control de los realistas, determinó al gobierno encomendarle el comando del Ejército del Norte, que reorganiza. Contrariando las órdenes expresas del Triunvirato, sabiendo del crucial valor estratégico que tenía el control de Tucumán y con el apoyo que supo generar en el pueblo tucumano, Belgrano organizó con mano de hierro aquella epopeya que la historia conoce como ‘el éxodo jujeño’ y obligó al ejército de Pío Tristán a perseguirlo a través de una tierra arrasada, al que finalmente dio batalla en aquella provincia, luego de oficiar al gobierno en estos términos: “El último medio que me queda es hacer el último esfuerzo presentando batalla fuera del pueblo, y en caso desgraciado encerrarme en la plaza hasta concluir con honor. Algo es preciso aventurar y ésta es la ocasión de hacerlo. Dios quiera mirarnos con ojos de piedad y proteger los nobles esfuerzos de mis compañeros de armas”
La batalla se libró en las inmediaciones de la ciudad entre el 24 y el 25 de septiembre y concluyó con la retirada de los realistas, que Belgrano, siguiendo su política de atraer a los adversarios tal como lo hiciera en Paraguay, no obstaculizó. En las condiciones en que se dio el resultado no parecía el previsible, por lo que Belgrano, devoto mariano, no dudó en atribuirla a la mediación de la Sma. Vírgen, bajo la advocación de Vírgen de las Mercedes – cuya fiesta se celebra precisamente el 24 de septiembre – poniendo en brazos de su imagen los atributos de su comando, el bastón de general en jefe.
La fortaleza y la prudencia de Belgrano revierten la situación que había provocado Castelli. Los éxitos y los fracasos militares que luego se sucederán no alterarán el hecho que las provincias de Jujuy, Salta y Tucumán se transformasen en el antemural que protegerá la causa de la independencia, detendrá las invasiones realistas y hará así posible la expedición del Ejército de los Andes que llevará la independencia a Chile y Perú.
Belgrano quería para su patria un estado de justicia y veía en las formas de gobierno un medio para lograrlo. En la situación que se encontraba el país consideró conveniente una monarquía, porque a su juicio no se daban las condiciones que requiere una república. Su proyecto de constitución monárquica de 1815 entronca con la constitución histórica, expresa su ideal de una nación bioceánica comprensiva de los virreinatos de Buenos Aires, del Perú y de la presidencia de Chile y recibe la distinción de los poderes y la forma escrita de las constituciones del siglo XIX. El fracaso de su misión ante Carlos IV y Fernando VII no le hizo variar de opinión, que ratificó luego de la aprobación de la Constitución de 1819 diciendo: “Esta constitución y la forma de gobierno adoptada por ella no es en mi opinión la que conviene al país, pero habiéndola sancionado el Soberano Congreso Constituyente seré el primero en obedecerla y hacerla obedecer. No tenemos ni las virtudes ni la ilustración necesaria para ser una república: una monarquía moderada es lo que hubiese convenido. No me gusta ese gorro y esa lanza en nuestro escudo de armas: quisiera ver un cetro entre esas manos que son el símbolo de la unión de nuestras provincias.”
Fue siempre franco en sus juicios y algunos muestran por qué no creía factible un régimen republicano. En 1810 había escrito a Moreno advirtiéndole que “todo se resiente de los vicios del antiguo sistema y como en él era condición sine qua non robar, todavía hay quienes quieren continuar y es de necesidad que se abran mucho los ojos”; y luego a Saavedra, llamándole la atención sobre los “inicuos” que se hallaban “en nuestro propio seno.” Años después escribe a Tomás Anchorena quejándose de no ver “más que odios, rivalidades y grandes deseos de vivir a expensas del público, que es lo que me parece han buscado en la revolución”. Y en otra carta confesará: “creo que jamás podremos contener los abusos si no andamos a palos con todos (…) no veo más que pícaros y cobardes por todos lados, y lo peor es que no veo remedio de este mal.”
Su confianza en Dios hizo de él un hombre sereno y animoso. En una oportunidad escribe a Anchorena: “¿Para qué V. da lugar a ideas tristes? Mucho tiempo ha me propuse libertarme de ellas y jamás les doy entrada en mis mayores apuros; los que creemos hay una Providencia y que ésta todo lo dispone, veremos adelantado cuanto hay para no admitir la tristeza entre nosotros ¿a qué anticiparse los males? Con demasiada aceleración vienen a nosotros; resignarse a recibirlos con tranquilidad, en las mayores tempestades, debe ser nuestro principal estudio; que nos entristezcamos, o nos alegremos, la mano que todo lo dirige, no por eso ha de variar: esta es una verdad evangélica ¿y en tal caso no es mejor alegrarse? Adopte Ud. este sistema que no es el de los iluminados y sus momentos se harán más llevaderos; demasiados males físicos padecemos, dejemos los morales a otros.”
Coda.
Es un hecho que la Argentina se encuentra muy necesitada de hombres y mujeres de pensamiento y de acción, que se conviertan en adalides y abanderados de un gran movimiento de reconstrucción social, cultural y también política de la nación.
Es duro decirlo, pero quienes hoy pretenden fungir como dirigentes sociales o políticos, en general son responsables de la decadencia en que vivimos o bien son de una mediocridad agobiante.
Para que esta situación cambie, además de la benevolencia de Dios, es preciso contar con modelos, arquetipos, cuya ejemplaridad de vida sirva como apremio constante a seguir su huella y completar lo que no pudieron concluir.
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano es uno de ellos.
Buenos Aires, junio de 2020.
Juan Marcos Pueyrredón Gerardo Palacios Hardy
Secretario Presidente
[1] Esta reflexión de la Academia del Plata, inspirada en la persona de Manuel Belgrano, a quien esta corporación tiene como uno de los más grandes argentinos que poblaron el suelo patrio y, por ello mismo, más digno para servir de ejemplo y enseñanza a los patriotas que todavía hay entre nosotros, está basada en un notable trabajo de más largo aliento del distinguido Académico de Número Dr. Eduardo Ventura.
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Junio 20, 2020
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Junio 20, 2020
Trump inicia su campaña de reelección presidencial
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El presidente Donald Trump advirtió a los que protestaban por su mitin planeado en Tulsa, Oklahoma que podrían ser tratados con rudeza, una amenaza inicial un día antes de lo que él dice es el nuevo inicio de su campaña de reelección.
Mientras escribía en Twitter, Trump se dirigió a “manifestantes, anarquistas, agitadores, saqueadores o fanáticos” y dijo que no se les otorgaría lo que él denunció como trato amable si se reúnen fuera de su evento en Tulsa. Llegó la mañana después de que utilizó un video descaradamente falso de niños pequeños para denunciar la cobertura mediática de las relaciones raciales estadounidenses, una medida que provocó una reprimenda de Twitter.
[ezcol_1half]Los mensajes, que llegaron cuando la nación marca el día en 1865 en que los últimos esclavos negros en los EE. UU. supieron que habían sido liberados de la esclavitud, no hicieron ningún intento de lograr un tono unificador o conmemorativo. En cambio, Trump usó su plataforma para aumentar el drama que rodea su regreso a la campaña después de una ausencia forzada por una pandemia de 110 días y advirtió a quienes se oponen a él que se mantengan alejados.
“Por favor, comprenda, no lo tratarán como si hubiera estado en Nueva York, Seattle o Minneapolis. ¡Será una escena muy diferente!” él escribió el viernes por la mañana.
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Fue un vuelco de la declaración de Trump a principios de este mes de que él es un “aliado de todos los manifestantes pacíficos”, aunque no necesariamente sorprendente dada su repetida condena de manifestaciones que, en algunos casos, se volvieron violentas.
Más tarde en el día, la portavoz de Trump, Kayleigh McEnany, dijo que el presidente se refería solo a “manifestantes violentos, anarquistas, saqueadores, el tipo de anarquía que vimos que se desarrollaba antes de que el presidente Trump saliera con la Guardia Nacional y calmara nuestras calles con la policía.”
Trump inicia su campaña con un 38% de aceptación entre los votantes estadounidenses.
Mientras se dirige a la manifestación del sábado, Trump espera reiniciar su campaña después de un período difícil que ha incluido la desaprobación generalizada de su manejo de las manifestaciones raciales, una crisis de salud pública mundial, dos pérdidas de la Corte Suprema y, más recientemente, una reprensión punzante por parte de su ex asesor de seguridad nacional.
“Grandes multitudes y líneas ya se forman en Tulsa. Mi campaña aún no ha comenzado. ¡Comienza el sábado por la noche en Oklahoma!” el escribio.
Esta última afirmación del presidente es cierta. Desde el jueves por la noche, grandes cantidades de seguidores del candidato republicano ya se habían asentado con carpas en las afueran del lugar, formando una gran línea humana para asistir a la convocatoria.
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Junio 20, 2020
¡TODOS A LAS BARRICADAS!
por Enrique Guillermo Avogadro
“Si ganamos, ¡qué importa morir!;
y si perdemos, ¡qué importa vivir!”.
Consigna en la guerra civil española
Como ya le conté, estoy colaborando para lograr la unidad de las fuerzas opositoras con vistas a las elecciones legislativas de octubre de 2021, en las cuales es altamente probable que el oficialismo pierda las cómodas mayorías de las que hoy dispone. Sin embargo, ante la constancia de la aceleración del kirchnerismo aprovechando el confinamiento, y con la certeza de que el “largo plazo” en la Argentina es sólo la semana que viene, también debemos actuar para impedir que, finalmente, esas elecciones no se produzcan o que sean amañadas, como tantas veces hicieron los criminales regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Las luces rojas están ya todas encendidas en el tablero de control nacional, no sólo por el manotazo a Vicentín o por el hartazgo de Latam ante la prepotencia de La Cámpora y los gremios, sino por los trascendidos que hablan de la intención de suprimir las primarias y, más que nada, por la generalizada convicción de que el kirchnerismo recurrirá a cualquier ardid para perpetuarse en el poder, como única forma de garantizar la impunidad de su jefa pero, en especial, por la vocación de ésta por convertirse en la líder latinoamericana del socialismo del siglo XXI. El fracaso de Nicolás Maduro y la asfixia económica de la gerontocracia cubana habilitan esas ensoñaciones, sobre todo si a ese escenario se incorpora un “dinero-ducto” proveniente de China; detrás del ya previsible default y la extensión indefinida de la cuarentena -con su falsa opción “vida o economía”- que destruye la moneda y el futuro, está la voluntad revanchista de Cristina para cerrar todos los caminos alternativos y llevarnos a ese brete. Enrique de la Torre me propuso una brillante idea; para llevarla a la práctica necesitamos la ayuda de todos los ciudadanos de bien de la Argentina. Se trata de nuclear, en todo el país, en cada pueblo, barrio y ciudad, grupos de ciudadanos que, con banderas y consignas aceptadas por aquellos que nada queremos de este ladri-populismo gobernante, se transformen en una verdadera red para defender la Constitución Nacional. Bajo esos pabellones esenciales –libertad, democracia, república- los ciudadanos de a pie exigiremos a nuestros representantes de todos los colores que se pongan a la cabeza de ese combate contra el proyecto del Foro de San Pablo se llevará puesta a la Argentina, confirmando que ésta ha dejado de ser un país independiente y viable. Cuando digo ‘todos’ me refiero a Pro, Coalición Cívica, UCR, MID, NUC, Uni2, Recrear, Peronismo Federal, a Milei, Lavagna, Espert, Gómez Centurión, etc., pero también a las entidades del campo, a los empresarios, intelectuales, economistas, educadores, periodistas y organizaciones no gubernamentales que bregan por la transparencia y contra la corrupción reinante.
Ya habrá tiempo de contar los porotos de cada partido político de cara a esas elecciones tan lejanas. Sólo con una red capilar única así podremos eludir el colapso definitivo de la democracia y de la república en nuestro país. Tenemos que gritar, en cada rincón de la Patria, “NO PASARÁN” ante cada avance del kirchnerismo sobre las instituciones, ante toda negociación espuria entre los legisladores de distintos partidos, ante toda tentativa de trucar las normas electorales para permitir la eternización del castro-chavismo en la Argentina, ante cualquier pretensión de desconocer la propiedad privada, ante todo intento de sojuzgar a la prensa independiente, ante la renovada genuflexión de los jueces frente a los corruptos, ante el renovado saqueo a las cajas del Estado, ante la tentativa de adoptar el “garantismo” a favor de los delincuentes, ante la pretensión de “democratizar” al Poder Judicial, ante la utilización de los recursos del Estado para domesticar a la población. Si lo logramos, si conseguimos frenar a esta banda de delincuentes a la que hemos permitido –con nuestro imbécil voto- hacerse con el poder, podremos avanzar hacia una Justicia independiente, seria y veloz, modificar el sistema tributario para hacerlo más simple y efectivo, impulsar la transparencia y la competitividad de nuestra economía, volver a confiar en nuestra moneda, recuperar la educación y la salud pública, dotar a nuestras fuerzas de la capacidad de defender nuestras fronteras y recursos naturales; podremos, en definitiva, presentarnos ante la faz de la tierra como una nueva y gloriosa nación, tal como soñaba nuestro Himno original. Hoy, precisamente, se cumplen doscientos años de la muerte del General Manuel Belgrano, tal vez el más indiscutido de nuestros próceres y de cuya memoria pretende arteramente apropiarse el Instituto Patria, quien sacrificó vida y hacienda en el altar de la libertad. ¿Qué mejor que forma de honrarlo que salir esta tarde, a las 16:00 horas, en caravanas con banderas por todo el país para reclamar por esas mismas libertades que vemos asfixiadas por las maníacas aspiraciones de la jefa de la asociación corrupta más grande que haya conocido la Argentina? Porque terminó la ficción: Alberto Fernández, es nada más que un Presidente delegado y el vocero, disfrazado de contemporizador, del siniestro relato kirchnerista.
Bs.As., 20 Jun 20
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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Junio 20, 2020
Barriles perdidos
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El embajador/AN en EEUU, Carlos Vecchio preguntó a Jorgé Arreaza qué hizo Álex Saab con la reventa de más de 30 millones de barriles de petróleo en abril de 2020 y aseveró que a Maduro solo le importa lucrarse con el hambre de los venezolanos.
[ezcol_1quarter] [/ezcol_1quarter] [ezcol_1quarter] [/ezcol_1quarter] [ezcol_1quarter] [/ezcol_1quarter] [ezcol_1quarter_end] [/ezcol_1quarter_end]«Tu agente diplomático Alex Saab, con sus Libre Abordo y Schlager Business Group, negoció reventa de más de 30 millones de barriles de petróleo en nombre de PdVSA, 40% de exportaciones de crudo de Pdvsa en abril 2020. ¿Dónde está esa plata?», posteó Vecchio este viernes.
Rperochó que bajo la falsedad de “petróleo por alimentos” Maduro lo que ha hecho es desbordar sus bolsillos y cuentas de testaferros de la mafia del hambre con miles de millones de dólares, «a costa del hambre, el dolor y el sufrimiento de niños venezolanos sin comida».
«Ustedes lo que tienen es una maquinaria criminal de negocios internacionales con sobreprecio, comisiones y lavado de dinero. Esa mafia del hambre es la que te duele y el pueblo de Venezuela sin alimentos».
Vecchio añadió: ustedes acabaron con todo a punta de corrupción. ¿Se te olvida Pudreval? ¿El guiso CLAP? Su única intención es alimentar la corrupción mientras el pueblo venezolano muere de hambre. Generaron la terrible Emergencia Humanitaria para justificar su corrupto esquema de importaciones con Alex Saab y otros enchufados de Maduro.
«Al régimen jamás le ha interesado mitigar el hambre, por el contrario, Chávez y Maduro la potenciaron como arma de control social, destruyeron producción e industria nacional y crearon economía de puertos y bodegón con las mafías. Un atropello a los ddhh de los venezolanos».
Carlos Alfredo Vecchio DeMari es un abogado, político y activista social venezolano, nombrado por Juan Guaidó en enero de 2019 durante la crisis presidencial venezolana de 2019 y aceptado por el Secretario de Estado de los Estados Unidos Mike Pompeo como Encargado de Negocios del Gobierno de Venezuela ante el Estados Unidos.
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Junio 20, 2020
La Marucha
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Marucho, cha. E‖ que se sirve preferentemente de la mano izquierda. (Zurdo).
La marucha es uno de esos cortes que casi nadie pide y que resultan sabrosos y tiernos además de muy económico. Es el músculo ubicado en la región escapular, ocupa la fosa infraespinosa en el área posterior de la escápula por detrás de la espina de dicho hueso. Es el que recubre los bifes anchos. Se trata de un corte de la zona delantera del animal, que le dicen la región escapular, o sea la comprendida entre el cuello y la espalda. Es un músculo infraespinoso que no trabaja demasiado, por lo que se explica que sea de terneza media.
La marucha (o bife americano), es una pieza vistosa de buen sabor y con distintos matices; parte central es muy requerida para la obtención de pequeños bifes (solomillo) que pueden cocinarse en sartén o sobre la plancha. Llama la atención e impresiona su color e intenso marmoleado, siendo esto último lo que le aporta un sabor muy diferente.
La marucha es “el corte de carne económico que pocos conocen”. En principio, es un corte casi desconocido porque no resulta tan blando como el cuadril o el lomo. Lo que quizás, a la hora de comprar, desaliente su elección es el cartílago que suele atravesarlo que; si está duro se lo puede retirar fácilmente cortándole los bordes con un cuchillo; pero si el animal es chico, ni se le nota. Otra cosa que puede espantar a los amantes de la carne lisa es que tiene varias capas de grasa; pero esto no debe de asustarnos, porque es una grasa muy fácil de apartar en el plato y, además, es lo que le confiere sabor.
A veces los supermercados las presentan cortada en forma de bifes envasadas en bandejas y en donde se le puede ver claramente el cartílago. En apariencia, se parece mucho al vacío y es común que se la venda entera. En ese caso, extendida sobre la mesa y para aprovechar el sabor de este corte, se recomendable buscar la marucha de novillo antes que de ternera (**).
Según Gastón Riveira, chef propietario de la parrilla “La Cabrera”, a la marucha los americanos le dicen Flag Iron (bandera de hierro) porque es finita y tiene un sabor un tanto metálico. Al estar muy cerca del hígado tiene como sabor a hierro”.
Marucha, según los dichos de muchos viejos marineros, su nombre se origina por un corte de carne inventado por los carniceros, versátil para cocinar y que llevaban los marinos cocineros a las cocinas de los barcos. Sostienen que con este corte podían hacer milanesas, bifes, hornearlo en una pieza, cuidarlo y otras cosas así; Y como lo llevaban los “maruchos”, de ahí lo identificaron como el corte marucho.
(**) El novillo (o novilla) es la cría de la vaca que tiene dos o tres años. En el caso del ternero (o ternera), nos estamos refiriendo a la cría de 8 a 12 meses. Esta última, por ser la más reconocida, es la carne de res de mayor consumo en los hogares.
Asado de marucha a la parrilla
Ingredientes:
Realización:
En primer lugar se comienza preparando a la marucha por lo que la maceramos, dos horas antes de ponerla sobre la parrilla, con un aderezo formado por aceite de oliva, mix de pimienta molida, ajo picado y romero. Como sabemos, con el macerado conseguimos suavizar la carne y para hacer que el sabor de esta marucha sea algo extra, se le pueden realizar cortes longitudinales en el cartílago, acentuando así su sabor. Salar.
A fuego suave (temperatura media), preparar la cocción llevando la pieza a la parrilla situándola, inicialmente, del lado del cartílago. Como esta carne tiene una capa de grasa, debemos colocarla en primer lugar del lado del fuego por lo menos durante unos 30 minutos. Una vez cocida, se la da vuelta y se continúa del otro lado por lo menos unos 20 a 30 minutos más. Como regla general, se calcula 20 a 25 minutos por lado, dependiendo el grosor.
La marucha es un corte que cubre al bife ancho; también se puede cocinar al horno o en estofado. Es una carne más sabrosa que la tapa de nalga. Es importante marinarla dado que le agrega sabor y la ablanda. Una alternativa podría ser con una mezcla de salsa de soja, jugo de naranjas, miel, jengibre, salpimentar y unos dientes de ajo pelado y enteros.
Para aquellos con gusto más tradicional, se puede adobar en vino blanco, unos dientes de ajo, una cucharadita de canela, sal y pimienta. En ambos casos, a la carne se la debe mantener con este aderezo de unas dos a tres horas en el líquido.
Marucha Braseada
El braseado es una técnica de cocción que se realiza en dos pasos y que consiste primero en cocinar con calor seco y posteriormente con calor húmedo; todo esto en un recipiente cerrado, generalmente en una olla con tapa, adicionada con algún líquido que puede ser caldo, leche, agua, etcétera). Es una cocción tan fácil y tan noble que vale la pena hacerla. En una olla, con tapa, se procede al previo sellado de la carne con aceite de oliva bien caliente al que, para desglasar, se añade un chorro de vino. Hecho esto, se incorpora caldo y una varieté vegetales cortados en cubos pequeños (zanahoria, puerro, apio, choclo, cebolla; y unas hierbas aromáticas). El braseado demanda un tiempo de al menos dos horas con cacerola tapada en el horno. Se podría decir que es como hervir la carne, pero al horno.
Para acompañar a la marucha, sea cual sea la forma en que ésta se preparara y así maximizar su sabor, se acompaña con una copa de buen vino cabernet-sauvignon (o malbec).
Marucha: Del cuarto delantero a 5 Costillas. Tapa que cubre la parte de los bifes anchos
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Junio 20, 2020
Casi 4,000 casos de Coronavirus en un solo día en el Estado de Florida
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El Departamento de Salud del Estado de Florida en Estados Unidos reportó 3,822 nuevos casos de COVID-19 una cifra mucho más elevada que la del día anterior, jueves, así como 43 nuevas muertes.
Las nuevas estadísticas traen el número total de casos reportados de COVID-19 en Florida desde que la enfermedad se reportó por primera vez en el estado el 1 de marzo a 89,748 con 3,104 muertes.
Los números actuales de hospitalización no estaban disponibles de inmediato.
[ezcol_1third] [/ezcol_1third] [ezcol_1third] [/ezcol_1third] [ezcol_1third_end] [/ezcol_1third_end]El jueves, Florida vio su segundo mayor salto en los casos recientemente reportados de COVID-19 desde que comenzó la pandemia, con 3.207 casos nuevos reportados.
Los investigadores temen que esta tendencia al alza en los casos pueda significar problemas a largo plazo para Florida, y posiblemente incluso indiquen que el estado podría convertirse en el próximo epicentro de un brote masivo de COVID-19.
Según las proyecciones de un modelo realizado por científicos del Hospital de Niños de Filadelfia y la Universidad de Pensilvania, Florida ha estado ondeando banderas rojas que podrían predecir aún más casos de COVID-19.
Nuevos protocolos se instalarían en lo inmediato. Máscaras se han convertido ahora en equipamiento de uso obligatorio. Multas de 500 dólares serán aplicadas en el caso que se viole esta regulación.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 20, 2020
Bandera
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La fecha elegida para conmemorar el Día de la Bandera es dispar con la creación de este símbolo patrio y con su verdadera historia.
El 20 de junio es en realidad la fecha del paso a la inmortalidad de su creador, el General Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y González, en 1820.
En honor al gran patriota, en el calendario oficial de la Argentina figura esa fecha como Día de la Bandera y como feriado nacional.
Pero no se debe confundir esta fecha con el día que se creó la bandera argentina sino que es importante conocer la historia real de este símbolo cargado de significado.
Lo cierto es que los colores celeste y blanco identificaron a los símbolos patrios de la Argentina desde mucho antes de que se creara la bandera nacional.
Durante los preparativos para prevenir la segunda invasión inglesa, el Regimiento de Patricios de Buenos Aires usó un penacho blanco y azul celeste.
Pronto, la causa de la independencia del Virreinato del Río de la Plata se identificó con esos colores y las mujeres que la apoyaban comenzaron a llevarlos en rebozos con los colores del pompón de los Patricios.
Así fue que en los hechos de la Semana de Mayo de 1810 que llevaron a la declaración de la independencia de España, los criollos reunidos en el Cabildo y en las casas cercanas a lo que entonces era la Plaza Mayor (hoy Plaza de Mayo), llevaban cintas celestes y blancas (aunque pueden haber sido solo blancas, según versiones) en sus sombreros o sus ojales, incluyendo a Domingo French y Antonio Luis Beruti.
Pero pasaron muchos años para que esos colores se identificaran con una bandera. Eso llegó de la mano del entonces General Manuel Belgrano.
Fue por primera vez en el año 1812 que oficialmente el Primer Triunvirato dispuso la utilización de una escarapela nacional de dos colores: blanco y azul celeste, conforme al diseño propuesto por Belgrano, quien la hizo lucir a sus tropas.
El documento declaraba:
Y finalmente, el 27 de febrero de 1812, para las tropas Belgrano mandó a crear una bandera con los mismos colores de la escarapela, y reuniendo a sus tropas en Rosario, a orillas del río Paraná y les ordenó a sus oficiales y soldados que le juraran fidelidad. Fue el primer día que se izó una bandera argentina, según quedó documentado en la historia, por más que no se celebre todos los años en esa fecha el Día de la Bandera.
Fuente: World Flags de Kasper Matiac . Iprofesional web
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 20, 2020
Calle Pigalle
♣
Por Georges Simenon
Si alguien hubiese entrado por casualidad en casa de Marina, sin duda no habría visto más que el fuego. Lucien, el patrón, con un amplio chaleco beige que todavía lo hacía más pequeño y más ancho, movía las botellas detrás del mostrador, trasvasaba, volvía a tapar, cambiaba meticulosamente el cuero del grifo y, si estaba de mal talante, aquello se podía achacar a la hora y al tiempo.
Porque era una mañana gris y más fría que las demás, una mañana que traía nieve, que arrastraba a la cama. Apenas eran las nueve y la calle Pigalle no estaba muy animada.
El cliente de paso sin duda se preguntaría quién era aquel señor grueso, de amplio abrigo, que fumaba su pipa, la espalda contra la estufa, calentando en su mano una copa y, ciertamente, no hubiese pensado en el comisario Maigret, de la Policía Judicial.
En el suelo hubiera visto a una criada bretona, Julie, con aire siempre asustado, rostro acribillado de pecas, vestida como una fregona, que limpiaba la parte baja de las mesas.
En los restaurantes de Pigalle muy raramente se iniciaba el servicio temprano. La limpieza no estaba hecha. Quedaban todavía vasos sucios y en la cocina, cuya puerta estaba abierta, se podía ver a la dueña, Marina en persona, todavía más sucia y descuidada que su criada.
El conjunto era más bien tranquilo, familiar. En la mesa del fondo había dos hombres que, sin embargo, no tenían tan mal aspecto, aunque estaban sin afeitar y sus trajes estuviesen arrugados, como si no hubiesen dormido.
En verdad, el cliente que entrase improvisadamente, solo hubiese visto un pequeño restaurante como los demás, un restaurante de parroquianos habituales, no muy limpio, evidentemente, pero tampoco antipático en la fría mañana.
Sin duda hubiera cambiado de opinión al ver de repente a Maigret divisar en el perchero el abrigo de pelo de camello de uno de los clientes, aproximarse, introducir la mano en uno de los bolsillos y sacar de él sin sorpresa una porra. Luego, al oír al comisario decir con aire de niño bueno:
—¡Eh! Christiani… ¿Es la mía?
Una media hora antes, cuando llegaba al Quai des Orfèvres¹, Maigret había sido llamado por teléfono por alguien que insistía en hablarle personalmente. Su interlocutor hacía evidentes esfuerzos para disimular su voz.
—¿Es usted, comisario?… Ha habido jaleo, esta noche, en casa de Marina… Si se da una vuelta por allí, tal vez encuentre a su amigo Christiani. Y puede tener la idea de pedirle noticias de Martino… Ya sabe, el pequeño de Antibes, cuyo hermano acaba de embarcarse para la Guayana…
Cinco minutos más tarde, Maigret sabía, por la central, que el telefonazo procedía de un «estanco» de la calle Notre-Dame-de-Lorette. Un cuarto de hora más tarde bajaba de un taxi en la esquina de la calle Pigalle en el momento en que, a lo largo de las aceras, los arroyos acarreaban el máximo de residuos.
Maigret, que todavía no sabía nada, hubiera jurado que aquello era serio y probablemente muy serio, porque estas denuncias raramente son imaginarias.
La prueba la tuvo en seguida, cuando subía lentamente la calle.
Casi frente a casa de Marina, divisó un pequeño bar de carboneros, que le extrañó encontrar entre aquellas boîtes. En este bar, al acecho cerca de la cristalera, el comisario reconoció a dos hombres, el Nizardo y Pepito, que no tenían la costumbre de encontrarse tan temprano y menos en parecido lugar.
Un instante después, empujaba la puerta del restaurante de enfrente y distinguía, al fondo, a Christiani acompañado por un joven socio, René Lecoeur, al que llamaban El Contable, porque había sido empleado del Banco de Marsella.
En esta clase de asuntos, es mejor no extrañarse por nada. Maigret se llevó la mano a su sombrero hongo y saludó a todo el mundo, como un hombre acostumbrado que viene a tomarse un vasito.
—¿Qué tal, Lucien?
Lo que no era óbice para que notase que la servilleta temblaba en la mano del patrón, y que la criada, incorporándose bruscamente, se pegaba con la cabeza en una mesa.
—¿Mucha gente, esta noche?… Deme un café y un calvados² pequeño…
Luego, entrando en la cocina:
—¿Qué tal, Marina?… Ya he visto que se te ha roto un cristal de encima del mostrador…
Porque había notado a la primera ojeada que un cristal había sido roto por una bala de revólver.
—Ya hace tiempo… —se apresuró a explicar Lucien—. Un tipo, al que no conocía, que acababa de comprar un revólver y que no sabía que estaba cargado…
Desde entonces, todo sucedía lentamente. Ya hacía más de un cuarto de hora que Maigret estaba allí y solo se habían intercambiado veinte palabras. Mientras que la criada seguía con su trabajo, Lucas seguía en el mostrador y Marina se movía en la cocina, el comisario fumaba su pipa, bebía su copa, iba de tanto en tanto a echar una ojeada a la taberna de enfrente y volvía hacia la estufa.
Conocía la casa como sus bolsillos. Lucien, tras haber tenido disgustos en Marsella, había comprado un permiso y abierto en Montmartre aquel pequeño restaurante que regentaba con su mujer. La clientela estaba formada sobre todo por antiguos compañeros, gentes del medio, naturalmente, pero la mayoría juiciosos como él, que se habían convertido casi en burgueses.
Este era el caso de Christiani que, diez años antes, no vacilaba en el momento de su detención en sacudir a Maigret un puñetazo, y que ahora era propietario de dos «casas» en París y otra en la Barcelonette.
También era el caso poco más o menos de los dos de enfrente, del Nizardo sobre todo, que tenía «casas» como Christiani, pero desgraciadamente competían con las suyas.
El Nizardo era de la banda de los marselleses, como se decía allí, mientras que Christiani era el jefe de los corsos.
—Dime, ¿hace mucho que tu amiguito está instalado enfrente, en casa del Auvergnat?
—¡No me preocupo de esas gentes! —replicó Christiani con desprecio.
—¡Es posible! Pero él me ha dado la impresión de ocuparse de ti. Y mira, si no creyese que eres un hombre, pensaría que es su presencia en la tabernilla lo que te impide salir…
Un tiempo. Un trago de calvados.
—Sí… Me imaginaría cosas así… Esta noche, por una razón o por otra, ha habido leña… Y, desde entonces, el Nizardo y Pepito los esperan fuera, por lo que ustedes han tenido que dormir sobre los bancos…
Al hablar, se aproximaba al Contable y palpaba las arrugas de su chaqueta.
—Únicamente me pregunto lo que hubiese podido pasar, dado que todo el mundo sabe que a Lucien no le gustan los destrozos y que tú no eres hombre que se eche para atrás… A propósito, el hermano de Martino, que embarcó ayer para la isla de Ré, te saluda…
¡Muy cordial todo aquello! ¡Incluso buen chico! Lo que no impedía que Christiani hubiese temblado y que Maigret, aprovechando que el Contable estaba de pie, le tanteara los bolsillos y sacaba de ellos una gran navaja automática.
—¡Peligroso, hijo!… Es mejor no pasearse con estos juguetes por ahí… Y tú, Christiani, ¿no tienes nada para mí en el bolsillo?
Christiani se encogió de hombros; sacó un revólver Smith and Wesson que tendió al comisario.
—¡Mira! Le falta una bala… Sin duda la que rompió el cristal… Lo que me extraña es que tú no lo hayas cambiado y que te hayas tomado la molestia de limpiar el cañón…
Metía el cuchillo, porra y revólver en un bolsillo de su abrigo y, con aire de no tocar nada, registraba todos los rincones, incluso abría la nevera y la cabina del teléfono. Pero sobre todo era su mente la que trabajaba. Intentaba comprender. Sopesaba las hipótesis que iba apartando una tras otra.
—¿Sabes que el Nizardo le dijo a Martino que su hermano había sido «entregado»? Por lo menos eso es lo que acaba de contarme… Si te dejo en libertad es para que lo evites, porque podría reprocharte algo y tiene la costumbre de ir armado…
—¿A dónde quiere llegar? —farfulló Christiani, que en apariencia estaba tan tranquilo como Maigret.
—A ningún sitio… Me gustaría ver a Martino… No sé por qué, pero siento curiosidad por verlo…
Entretanto, se había asegurado de que nadie, muerto o vivo, se había escondido en el restaurante, ni en la cocina, ni en la habitación de Lucien y Marina que estaba a continuación.
A las nueve y media, un repartidor trajo una caja de aperitivos. Luego, casi inmediatamente después, un inmenso coche amarillo de los Viajes Duchemin se detuvo ante el inmueble y volvió a partir un poco más tarde.
—Ya me darás una rodaja de salchichón, Marina, de ese que haces tú misma…
Y de repente Maigret frunció el ceño porque de la habitación salía un nuevo personaje, que estaba casi tan sorprendido como el propio comisario.
—¿De dónde sales tú?
—Yo… estaba acostado en la cama…
Era Fred, el socio de Christiani en algunos negocios; mentía, puesto que Maigret acababa de constatar que la habitación estaba vacía.
—Por lo que veo —gruñó el comisario— ustedes están tan pegados a la casa que no la abandonan… Dame tu «fuego» también…
Fred titubeó, tendió su revólver, un Smith and Wesson igualmente, al que no le faltaba ningún cartucho.
—¿Me lo devolverá?
—Es posible… Dependerá de lo que me diga Martino… Le espero de un momento a otro… Sí, le he dado una cita aquí…
Observaba los rostros y veía palidecer a René Lecoeur, apurar un trago de la copa.
Un esfuerzo más. Era preciso encontrar, costase lo que costase, y Maigret encontró, en el mismo momento en que miraba hacia la calle por la que pasaba un camión…
—Descuelga el teléfono… —ordenó a Christiani.
Porque no quería entrar en la cabina, desde donde no podía vigilar a los pájaros.
—Pídeme la Policía Judicial… Que se ponga Lucas al aparato… ¿Lo tienes?… Pásamelo…
El hilo felizmente era bastante largo.
—¿Eres tú, Lucas?… Vas a telefonear inmediatamente a los Viajes Duchemin… Es preciso encontrar de entre sus coches al que acaba de entregar algo o de hacerse cargo de algo en la calle Pigalle… ¿Comprendido?… Mira cuál es… ¡A toda velocidad!… Me quedo aquí, sí…
Luego, vuelto hacia la cocina:
—¿Y ese salchichón, Marina?
—Aquí está, comisario… Aquí está…
—No creo que estos señores quieran… O mucho me equivoco, o no tienen apetito…
A las once y diez todos seguían en su sitio, incluido el Nizardo y su compañero en la casa del carbonero de enfrente. A las once y once, Lucas saltaba de un taxi, muy excitado, empujaba la puerta, y hacía señas a Maigret de que tenía que decirle algo muy importante.
—Puedes hablar delante de estos señores, son amigos…
—He podido alcanzar al coche en el bulevar Rochechouart… Han cargado un baúl… Los han telefoneado desde esta casa… Un inquilino del tercero, el señor Bécheval… Un enorme baúl, o más bien un cofre para ser enviado a Quimper…
—¡Espero que no lo hayas dejado marchar! —se burló Maigret.
—Lo he hecho abrir… Contenía un cadáver, el de Martino, el hermano de…
—Lo sé… A continuación…
—El doctor Paul estaba en su casa y ha podido venir en seguida… Tengo la bala que estaba en la herida…
Maigret la palpó con aire indiferente, murmuró como para sí mismo:
—Browning 6 mm. 35… Ves cómo esto no pega: estos señores, que han pasado la noche aquí, solo tienen Smith and Wesson…
No se podía prever lo que iba a hacer. Incluso, si alguien hubiese entrado en aquel momento, no hubiese adivinado un drama y Luden se las ingeniaba para seguir detrás de su mostrador.
—¿Quieres que te diga lo que pienso?… Quedará entre nosotros, ¿no es cierto?… Esta noche, a Martino, que había bebido demasiado, se le metió en la cabeza que fue a causa de Christiani por lo que su hermano fue embarcado… Vino a pedirle cuentas… Y, a fe mía, como estaba enervado, le sobrevino un accidente… ¿Comprendes?
También Lucas se preguntaba a dónde quería llegar su jefe. Christiani encendía un cigarrillo y expelía el humo con una falsa desenvoltura.
—Únicamente que el Nizardo y Pepito esperaban en la calle… No se han atrevido a entrar, sino que han preferido esperar a los otros a la salida.
“¿Te das cuenta, ahora?… Por eso nuestros amigos, aquí presentes, han dormido sobre las banquetas, mientras que el Nizardo paseaba por fuera y luego, al amanecer, se instalaba en casa del carbonero. Lo más embarazoso era ese cadáver que no se podía dejar en manos de Lucien… ¿Qué hubieras hecho tú, Christiani?… Tú eres un hombre inteligente…”
Christiani se encogió de hombros desdeñosamente.
—Contéstame, Lucien… ¿Quién es ese señor Bécheval que vive en el tercero?…
—Un anciano imposibilitado…
—Lo que yo creía… Alguien subió arriba, al amanecer, y le ha hecho comprender que debía callarse… Antes de que la casa despertase, se subió el cuerpo arriba, pasando por detrás, y se le metió en el cofre del viejo… Luego, telefonazo a los Viajes Duchemin… Ve a preguntar al tercero si es verdad… Estoy seguro de que te dará la descripción de nuestro amigo Fred, que se ha encargado del asunto…
—¿Qué prueba eso? —gruñó Fred.
—Seguro que eso no prueba que tú lo has enfriado… ¡Marina!… Dales por lo menos salchichón. Me los voy a llevar al Quai y tal vez esté mucho rato con ellos…
¡Siempre nada trágico! La prueba: un cobrador trató un asuntillo con Lucien y no se percató de nada.
—¿No tienes nada que decirme, Christiani?
—Nada…
—¿Y tú, Contable? De hecho, es la primea vez que te veo metido en un asunto serio…
—No comprendo nada de lo que dice —dijo el chico con voz apagada.
—Entonces, no tenemos más que esperar a Lucas…
Se esperó. Y los otros, enfrente, también seguían esperando. Y el movimiento de la calle se hacía más intenso, mientras el cielo se iluminaba un poco, mientras la luz blanqueaba.
—¡No es una suerte, Lucien, que esto haya ocurrido en tu casa!… No hay que dejar romper los cristales… Trae mala suerte…
Lucas volvía ya, anunciando:
—¡Es exacto!… He encontrado al pobre hombre amordazado… Me ha dado la descripción de Fred, pero había otro por la noche al que no vio… Le saltaron encima mientras dormía…
—¡Esto marcha!… Telefonea a un taxi… ¡Espera!… Telefonea también a la «casa» para que envíen a alguien a vigilar a los de enfrente, que no vayan a armar jaleo…
Y Maigret, rascándose la cabeza, miró a sus tres valientes suspirando:
—De aquí tal vez se sabrá cuál de ustedes ha disparado…
*
Maigret, como hombre que dispone de todo su tiempo y que no sabe qué hacer, enfiló una de las mesas e instaló en ella una verdadera panoplia, colocando la porra de Christiani al lado del revólver de este y del de Fred, colocando luego un poco más lejos el cuchillo de Lecoeur.
—No te asustes por lo que te voy a decir, pequeño —le lanzó a este último, que parecía a punto de desmayarse—. Es tu primer negocio, pero probablemente no será el último… Este revólver, ¿ves?, es el de Christiani, que lleva mucho tiempo metido en el oficio para jugar con una pequeña browning como la que ha matado a Martino… También Fred es un criminal reincidente al que le gustan las armas serias… Cuando estalló la pelea, Christiani disparó y lo debieron empujar porque le pegó al cristal… Luego tú, con tu pequeña browning…
—Yo no tengo browning —logró articular el Contable.
—¡Precisamente! Porque tú no la tienes has sido tú el que ha disparado. Fred ha guardado su arma porque sabía que probaba su inocencia. Christiani ni ha limpiado la suya para demostrar que disparó una bala y que no alcanzó a nadie… Los dos saben lo que es un informe de los peritos y han seguido el juego… Mientras que a ti te era necesario hacer desaparecer el revólver, porque hubiese probado que tú eras el causante… ¿Dónde lo has puesto?
—¡Yo no he matado!
—Te pregunto dónde lo has puesto… Pregunta a Christiani… Es demasiado tarde para hacer el tonto…
—No encontrará la browning…
Maigret lo miró con piedad y murmuró entre dientes:
—¡Pobre imbécil!
Tanto más pobre y más imbécil cuanto que no era a él a quien quería Martino y que, si había disparado, era para probar a los otros que tenía agallas.
Cuando Lucas volvió, Maigret le dijo a media voz:
—Busca por todas partes… Sobre todo por el techo… No son lo bastante idiotas como para esconder el arma en casa de Lucien, ni en la del viejo… Sí, arriba en la escalera, hay un tragaluz que da al techo…
Se llevó a su gente, mientras que dos o tres paseantes, demasiado inocentes en apariencia, vigilaban la taberna de enfrente.
Christiani, en su abrigo de pelo de camello, tenía el aspecto de un burgués al que llevan por error y al que se dejará en seguida en libertad con toda clase de excusas. Fred chuleaba. El Contable estiraba todos sus músculos.
El caso era de los más clásicos. Maigret siempre había dicho que sin el azar el cincuenta por ciento de los criminales escaparían al castigo y que, sin las denuncias, el otro cincuenta por ciento estaría en libertad.
Aquello parecía una humorada, sobre todo cuando lo decía con su gruesa voz.
Lo que no impedía que la denuncia había existido. Luego, el azar, que le había permitido ver el coche amarillo de los Viajes Duchemin.
Pero ¿no quedaba un alto porcentaje de oficio, de conocimiento de la gente e incluso de lo que se llama inspiración?
A las tres de la tarde, se encontraba la browning en el techo a donde, en efecto, se había arrojado desde el tragaluz.
A las tres y media, el Contable confesaba llorando y Christiani, dando la dirección de un célebre abogado, afirmaba:
—¡Ya verá como saldré en seis meses!
Ante lo cual Maigret suspiró sin mirarle:
—Yo, con el puñetazo, solo tuve para dos dientes…
1. Quai des Orfèvres: oficinas de la Policia Judicial.
2. Calvados: aguardiente de sidra originario de Francia.
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Junio 19, 2020