Es bien cierto que por el estado actual de las cárceles en Argentina- no es un problema de exclusiva responsabilidad del actual gobierno- estas no son limpias como dice deberían ser según las leyes. Son un verdadero peligro para la vida de quienes están allí viviendo por decisión propia ya que por haber delinquido están purgando una pena. Como no se han construido cárceles durante años en consonancia con el incremento de los delincuencia hay superpoblación y esto es una amenaza por la expansión del coronavirus en ellas. Un 89 por ciento de la población rechaza la liberación de los presos y el otorgamiento de domiciliarias por la inseguridad que ello le plantea, como así también la falta de controles. No hay suficientes pulseras electrónicas. El otorgamiento de la domiciliaria en caso de delitos graves como homicidio, violaciones, secuestros extorsivos es realmente una barbaridad y un despropósito jurídico. En el caso de los delitos leves, en los casos que falte muy poco tiempo para cumplir la condena no sería objetable una prisión domiciliaria con los debidos controles de seguridad: La pulsera electrónica, pero jamás sería aceptable una liberación masiva, esta medida se vincularía a la “seguridad pública” y a “la peligrosidad” del delincuente. Surge aquí la oposición de la sociedad en Argentina y el mundo entero. En los casos de los delitos de corrupción entran a mi entender en el marco de lo que podríamos considerar delitos de lesa humanidad y por lo tanto imprescriptibles, los culpables no deberían acceder a la prisión domiciliaria, ellos eligieron cual iba a ser su domicilio personal: la cárcel con la que se paga la comisión de este delito de tanta gravedad para una sociedad, cuestión que esta lejos de ser aceptada por los políticos que se candidatean para diputados y senadores sin ningún problema. En el caso de los mal llamados delitos de “lesa humanidad” reina una gran confusión por una cuestión que es puramente ideológica. La gran mayoría de los detenidos acusados por la comisión de graves delitos a la vida de ciudadanos están con prisiones preventivas totalmente vencidas, algunos de varios años y otros hasta mueren siendo inocentes. ¿Qué pasaría si alguno de estos muere por coronavirus? Es acá donde yo creo que antes de que esto ocurra deberían otorgarle la prisión domiciliaria antes de que se contagien con el coronavirus, antes que mueran en las cárceles contagiando a otros. Este es un caso en el que el Gobierno actual podría ser acusado de cometer delitos de lesa humanidad ante los Organismos Internacionales. Tenemos que tener presente que en la mayoría de los casos son a esta altura de la vida pobres “viejos indefensos” y con derecho a morir dignamente. No todos los presos son genocidas solo mientras haya una condena, mientras tanto son inocentes. No representan ningún peligro para la sociedad.
Esta vacuna, probada en ratones, se mostró eficaz por lo que las pruebas en humanos comenzarán después del verano.
Esta vacuna potencial fue llevada a cabo por un equipo de investigadores del Instituto de Virología Spallanzani, ubicado en Roma.
Luigi Auriscicchio, CEO del laboratorio Takis, una compañía de biotecnología dedicado a las vacunas genéticas, dirigidas a pacientes con cáncer, aseguró que los resultados obtenidos hasta ahora son esperanzadores.
“Los resultados obtenidos hasta la fecha son alentadores y superan con creces las expectativas: después de una sola vacuna, los ratones desarrollaron anticuerpos que pueden bloquear la infección del virus Sars-CoV-2 en las células humanas”, mencionó.
Fue en el Instituto Spallanzani, el centro de virología más importante de Italia, que tras aislar el virus, se estableció un método para verificar la eficacia de las vacunas y de las moléculas sobre el virus.
“Gracias a las competencias del Instituto Spallanzani, hasta donde sabemos, somos los primeros en el mundo en haber demostrado la neutralización del coronavirus a través de una vacuna. Esperamos que esto suceda también en humanos”, informó Auriscicchio.
Tras el desarrollo de cinco vacunas candidatas contra el Covid-19 y las consiguientes pruebas en ratones se localizaron dos que dan una mejor respuesta.
“No es tanto la cantidad de anticuerpos, sino la calidad lo que puede neutralizar bien la región clave de la proteína Spike”, menciona Auriscicchio.
Muchas veces pasamos por la vida y no vivimos. Corremos con voracidad tras sueños y nunca los realizamos. Buscamos descubrir dónde estamos y comprobamos que no llegamos a lugar alguno. Nos esforzamos en buscar la felicidad y jamás la encontramos. ¿Y por qué eso acontece? ¿Cuál es la verdadera causa de nuestras frustraciones ? ¿Por qué acumulamos decepciones y más decepciones? ¿Dónde está nuestro error, nuestras fallas? La respuesta es pequeña y simple: pasamos la vida lejos de Jesús. Solo Él nos conduce por esos caminos de alegría; solo Él nos hace perseverar aún mismo cuando todo da errado; solo Él puede alumbrar los ambientes obscuros por los cuales pasamos; solo Él nos estimula a tener fe, cuando todos nos dicen que “no adelanta más”; solo Él nos dice que somos “más que vencedores” aún mismo cuando nos deparamos con una gran derrota. ¡Jesús nos vino a traer vida abundante! Cuando aceptamos la vida abundante y verdadera que Él nos ofrece, vivimos cada día nuestro con amor, con esperanza, con determinación, con la certeza de que todo va bien. Con Jesús Cristo vivimos un mes en cada mes, un año en cada año. Todos los días, sean buenos o malos, serán de edificación para nuestra vida espiritual. Queremos vivir todos los días, todas las situaciones, todos los momentos de conquistas y todos los momentos de luchas y dificultades. Queremos andar de manos dadas con el Señor, confiar plenamente en Él, descansar bajo Su protección. Y, si algún día tenemos que mirar para atrás, para saber lo que consideramos, realmente vivir; y queremos decir con gran regocijo: “¡Viví todos los días! Y en cada uno de ellos experimenté la felicidad.”
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires, Argentina), recibe
un cálido abrazo, junto a mi deseo de que dios te Bendiga y
prospere en todo lo que emprendas, y derrame sobre ti Salud,
Paz, Amor, y mucha prosperidad.
En el pasado ha habido grandes predicciones hechas por científicos o autores de libros de ciencia ficción que parecían una locura en su época, pero que con el tiempo terminaron haciéndose realidad.
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Por ejemplo Jules Verne, quien en el año de 1865, escribió una historia titulada “De la Tierra a la Luna” en donde describía con detalle el primer viaje del hombre a la luna. Verne pudo predecir el lugar del lanzamiento del cohete, el nombre de la nave espacial, el número de astronautas a bordo y la sensación de ingravidez que sentirían los astronautas en la Luna.
Otro ejemplo es el de Nikola Tesla, quien predijo en 1926 la llegada de los dispositivos personales inalámbricos que hoy llamamos “smartphones”.
En la actualidad, una de las personas que ha tenido renombre por haber realizado predicciones sobre el futuro de la tecnología es el Dr. Ian Pearson, un matemático de Gran Bretaña que ha realizado estudios sobre el futuro de la tecnología desde hace 25 años y que lleva un 85% de predicciones acertadas. Por ejemplo, en 1991, mucho antes de que la gente oyera el término de “Correo electrónico”, Pearson predijo la llegada de los mensajes de texto y también la llegada de los lentes inteligentes en los que Google ha estado trabajando en los últimos años.
En una entrevista hecha al Dr. Peterson por parte del equipo de tecnología Business Insider, él menciona que para el año 2050 podríamos ver grandes avances en campos como la robótica, industria aeroespacial, inteligencia artificial y entre otras cosas.
A continuación, algunos de los avances tecnológicos que podemos esperar en los próximos años.
Inteligencia Artificial
Las máquinas podrían empezar a pensar como humanos para el año 2025 y quien se encargaría de realizar este alcance sería Google DeepMind.
Google DeepMind es una compañía de inteligencia artificial que se encuentra trabajando en algoritmos que sean capaces de aprender por si mismos sin necesidad de tener experiencia o información previa.
Es posible que con el tiempo, la compañía pueda crear una computadora que sea una especie de máquina artificial con conciencia propia, capaz de realizar cualquier tipo de tarea que una persona pueda realizar.
Prótesis avanzadas.
Las prótesis podrían ser tan avanzadas en los próximos 10 años que podrían dar a las personas sin extremidades la capacidad de realizar actividades que nunca antes habrían podido hacer.
Un ejemplo de una prótesis avanzada en la actualidad es la de James Young, un joven biólogo de Londres, quien tiene una prótesis de brazo completo que cuenta con un dron personal con linterna incorporada. La prótesis fue realizada por Alternative Limb Project, quienes se encargan de desarrollar prótesis que sean únicas y avanzadas sin perder la estética.
Con el tiempo, las prótesis continuarán haciéndose cada vez más avanzadas hasta el punto donde la gente se sienta realmente conforme con la tecnología mezclándose con sus cuerpos.
Exoesqueletos
En los próximos años podremos ver trajes exoesqueletos que le darían a la gente habilidades sobrehumanas.
Esta idea sobre el uso de trajes de avanzada se ha vuelto muy popular en el mundo de las películas de ciencia ficción (Por ejemplo en Matrix o Edge of Tomorrow) y en los videojuegos (Call of Duty: Advanced Warfare y Black Ops 3), donde los personajes, además de tener una gran fuerza sobrehumana, también pueden correr y saltar grandes distancias con mucha facilidad. Una idea que no podría estar muy lejos de hacerse realidad en un futuro cercano.
Recientemente la empresa Hyundai ha creado un traje exoesqueleto que permite a una persona a levantar objetos de gran peso y que pueda llevarlas de un lado a otro fácilmente.
Realidad Virtual
La realidad virtual ha tenido un gran crecimiento en los últimos años, múltiples compañías se han encargado de desarrollar sus propios lentes de realidad virtual, ya sea desde un Oculus Rift hasta los Google VR.
Una de las áreas que más se ha explotado con los lentes de realidad virtual es la del entretenimiento, en especial en los videojuegos. Pero ese enfoque podría cambiar en los próximos años por algo que debería ser más importante, el estudio.
La aplicación Expeditions de Google, tiene como propósito ofrecer a los estudiantes el realizar viajes o tours de realidad virtual a lugares como el Chichén Itzá o Teotihuacán, o a lugares mucho más lejanos como la Antártida o el Palacio de Buckingham. Google ha lanzado la beta de esta aplicación el pasado mes de septiembre, y se espera que con el tiempo, pueda llegar a las escuelas de todo el mundo.
Las desarrolladoras como Google, podrían crear entornos o eventos importantes que ocurrieron en el pasado y mostrárselos a los estudiantes, como ver alguna famosa batalla en el pasado o ver el mundo en la época donde gobernaban dinosaurios. Las escuelas podrían explicar la historia mucho más fácil si los estudiantes vieran cómo ocurrió algo, en lugar de buscar en un libro de texto.
Realidad aumentada
El Dr. Pearson dice que para el 2025 los smartphones se volverán obsoletos gracias a los avances de la realidad aumentada, pero, ¿Por qué?
Gracias a los avances en el campo de la Realidad Aumentada, será posible desplegar pantallas de RA por medio de pequeños brazaletes o piezas de joyería dentro de los siguientes 10 años, por lo que se podría remplazar un smartphone (que parece que cada vez son más grandes) con algo más práctico.
La compañía que podría lograr esto, es Magic Leap, quienes están trabajando en un dispositivo que permitiría a las personas ver cualquier tipo de objetos virtuales a su alrededor, por ejemplo, podrías ver un reloj, una calculadora o un teléfono justo frente a ti.
Vehículos con piloto automático
Cada vez son más las compañías trabajando en coches auto-conducción por lo que parece más probable que este tipo de coches se conviertan en la siguiente generación de autos y sean de lo más común en los próximos años.
Impresiones 3D
Arquitectos en todo el mundo han estado compitiendo para construir la primera casa en el mundo hecha con una impresora 3D.
Actualmente en China, una compañía llamada Winsun dijo que ha construido 10 casas con impresión 3D en un sólo día, cada una costando unos $5 000 dólares. Por otro lado, un profesor de la Universidad del Sur de California, está trabajando en una impresora 3D gigante que sería capaz de construir una casa entera, con instalación eléctrica y de plomería.
Debido a que las ciudades se vuelven cada vez más pobladas, la capacidad de imprimir casas en 3D más baratas y de una manera mucho más rápida, sería el método más común y atractivo para la construcción de hogares.
Robots en el hogar
Vivimos en un mundo donde mucha gente vive sola y necesita de cuidados especiales, y en el futuro eso no cambiará. Entre los avances de la inteligencia artificial y la robótica, la creación de asistentes personales inteligentes sería uno de los objetivos principales para los robots del futuro.
Una de las empresas que empezará a trabajar en robots de asistencia personal es Toyota, quien ya ha anunciado sus planes de construir robots enfocados a ayudar a las personas en el hogar.
Vivir en la Matrix
Dr. Pearson dice que por los años 2045-2050, los avances en nanotecnología harían posible conectar nuestros cerebros en computadoras y vivir en un mundo simulado. Esta afirmación se basa en el concepto de la nanotecnología que los científicos han estado trabajando llamado “Encaje Neuronal” (o Neural lace), el cual es esencialmente, un pequeño sensor de malla electrónica que es lo suficientemente pequeña y flexible para ser inyectada en nuestro cerebro y que puede integrarse completamente con las células, creando una interfaz inalámbrica ‘cerebro-ordenador’ que haría posible la conexión de un cerebro con una computadora.
Cyborgs
Si es posible conectar el cerebro de las personas con las computadoras para el año 2045, entonces, se podría usar una tecnología similar para convertir a las personas en mitad máquina o mitad humano.
Lo único que podría prevenir a las personas de convertirse en “Terminators”, son las regulaciones del gobierno que prevendrían a las personas de usar esta tecnología.
Casas inteligentes
Ya hemos empezado a ver productos como Amazon Echo, el cual permite a los usuarios controlar las luces de sus casas y acceder a información de internet por medio de comandos de voz.
Para el 2040, la inteligencia artificial será integrada en la construcción de edificios, permitiendo a las personas ordenar ajustes a la temperatura o la luz. La inteligencia artificial se convertiría en el gran sirviente del hogar.
Mini ciudades
Debido al crecimiento acelerado de la población mundial, se empezarían a buscar nuevas alternativas de construcción de viviendas.
Dentro de los siguientes 25 años las ciudades optarían por grandes rascacielos con pisos dedicados a gimnasios, espacios residenciales y oficinas de trabajo para acomodar la afluencia de personas que se mudaran a las grandes ciudades durante las siguientes dos décadas.
Energía renovable
Uno de los grandes cambios que se avecinan es el de prescindir de combustibles fósiles para dar energía a las cosas como casas o automóviles, esto sucedería a más tardar el año 2050, pero aún sería necesario para alimentar a los aviones.
Los avances en los cableados submarinos permitirán a los países usar energía solar proveniente de lugares como el desierto de Sahara para alimentar a todo un país.
Turismo espacial
Compañías de la industria aeroespacial como Blue Origin, Virgin Galactic o SpaceX impulsarán el desarrollo de los viajes espaciales lo suficiente para que el turismo espacial sea posible para el año 2050.
La mala noticia para algunos, es que no será algo barato, sólo las personas que les sobren grandes cantidades de dinero (unos 100 millones de dólares), podrán darse el lujo de tomar un viaje espacial.
El Hyperloop
Ya es bien sabido por algunos que el Hyperloop, el sistema de propulsión de alta velocidad, está cada vez más cerca de hacerse realidad. Se espera que el Hyperloop pueda transportar personas de una ciudad a otra dentro de los siguientes cinco a seis años
Una predicción tecnológica como las mencionadas anteriormente, está basada en los avances tecnológicos realizados actualmente, por lo que las probabilidades de cumplirse más de una son bastantes altas.
Por ahora sólo queda esperar y seguir el trabajo de empresas como Google DeepMind, Hyperloop One o SpaceX para conocer el rumbo exacto que la tecnología está tomando y también esperar no despertar un día y descubrir un mundo que ha sido conquistado por la inteligencia artificial.
En este distópico territorio llamado Argentina a raíz de la pandemia que asola el planeta, los hechos y las escenas que se suceden a diario, benignamente podemos decir que son trágicas e irreales. Por un lado peligrosos y violentos delincuentes que en las cárceles, se amotinan, lesionan y destruyen, luego son liberados al igual que algunos de los que económicamente depredaron el país desde la función pública. En simultaneo efectivos del Ejército Argentino ayudando con comida y salud gratuita a gente carenciada con lógicas muestras de simpatía y agradecimiento, llevan adelante una convivencia idílica. En este caso solo falta poner una marcha militar o una emotiva música de fondo. Por último están las imágenes más siniestras, en las que uniformados de azul cuya misión es “servir y proteger”, confrontan con quienes quebrantan la cuarentena decretada por el gobierno. Los hechos dramáticos son numerosos pero destaquemos que una mujer días pasados en la provincia de San Luis se suicida luego de ser detenida por la policía (1) y en las últimas horas pudimos ver un video denominado “Detenido por la policía de la Ciudad por querer trabajar”. De ser este totalmente veraz y hasta ahora no hay autoridad que lo desmienta, queda a la vista que la misión asignada a las fuerzas de seguridad son dignas de la peor cara del nazismo del siglo pasado, en contraposición a la simultanea agradable función de las fuerzas militares. Muchos se preguntan ¿por qué actúa así el personal policial y no “flexibiliza” las órdenes impartidas? Muy simple, porque ESTÁN SIENDO MONITOREADOS POR CÁMARAS DE SEGURIDAD y debe elegir entre confrontar o perder el sustento a su familia, en cuyo caso ABSOLUTAMENTE NADIE, movería un dedo por él. Detrás de escena quienes manejan los hilos de esta tragedia para el personal policial está SABRINA FREDERIC, Ministra de Seguridad de la Nación (apadrinada por NILDA GARRÉ, reconocida terrorista de los años de plomo). Pero también AGUSTÍN ROSSI el célebre Ministro de Defensa que, en su anterior gestión del año 2013, por la fuga de 2 prisioneros imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad del Hospital Militar Central, dejara cesante a toda la cúpula del nosocomio y arbitrariamente prohibiera el acceso a dicho lugar a quienes tenían la misma imputación. Por último, el Teniente Coronel SERGIO BERNI, Ministro de Seguridad que comanda la fuerza policial más grande del país. En este caso el GRAN GANADOR es el personal de las fuerzas armadas y una vez más los GRANDES PERDEDORES son los miembros de las fuerzas de seguridad, cuyos obsecuentes jefes se prestan a que el personal que está en la calle hagan la más vil de las represiones.
El tango argentino nació en los corrales viejos y allá por la década de 1880; hijo de la milonga y el arrabal. Es la música más genuinamente argentina, resultado de una mezcla de ritmos andaluces, árabes, africanos y antillanos. Los primeros tangos fueron sin letras y con estilo ya constituido. Nadie lo cantaba y las mujeres no lo bailaban, las parejas de hombres se ponían a bailarlo. Y es así que, sin tener fecha cierta del final de la conocida “guardia vieja” del tango, se inicia un período de categorización de composición musical, destacándose como época de oro la década del ‘20 que se inicia por un proceso de cambio en la musicalización, saliendo de los formatos típicos en la forma de componer.
Se destaca en este proceso de evolución la figura de Roberto Firpo, director, pianista y compositor argentino. Otro autor destacado fue Enrique Santos Discépolo y el más grande intérprete del tango de la historia fue Carlos Gardel. Después de Gardel, fueron muchos los cantores conocidos. Entre los compositores y directores de orquestas se pueden mencionar, entre tantos notables, Enrique Cadicamo, Cátulo Castillo, Carlos Di Sarli. Pero también la ciudad de Campana, donde se cortara por primera vez el “asado de tira”, por instalarse allí el primer frigorífico de Sudamérica, el “The River Plate Fresh Meat & Co.”, y ser “Cuna del Primer Automóvil Argentino”, también merece ser referida por tener dentro de sus ciudadanos, destacados compositores y artistas de tango.
CRISTÓBAL HERREROS.
Si bien Don Cristóbal Herreros Nació en Cataluña, España, el 14 de septiembre de 1909, de muy pequeño vino a vivir a la Argentina, radicándose en la ciudad de Campana, tomándola como “su” ciudad. Con temprana edad, comenzaría a tocar el bandoneón, primero a nivel local, para luego hacerlo en la ciudad de Buenos Aires, donde se desarrolla su carrera artística. Llegó a formar una orquesta con la que alcanzó notoriedad en el café El Nacional, de la avenida Corrientes (importante escenario de esos tiempos). La grandeza de su música fue tal que, formando parte de la Orquesta de Roberto Firpo, viajaría a Japón para hacer conocer al tango. Cristóbal Herreros, junto con otro talentoso, Homero Manzi, compusieron el tango “Ramayón” (apellido de un bailarín, que fuera asesinado, en 1898, con temprana edad.
ENRIQUE FRANCINI.
Nacido el 14 de enero de 1916 en la ciudad de San Fernando, Enrique Mario Francini se crio en la ciudad de Campana, de la que siempre se sentiría identificado. Fue un destacado violinista, pero también director y compositor. Fue un estudioso del violín cosa que, entre otras, le permitió ser integrante de la orquesta estable del Teatro Colón. Su gran experiencia musical se realizaría a partir de formar parte de orquestas notables, como por ejemplo la de Miguel Caló. Formó parte del Octeto Buenos Aires, un conjunto de maestros y solistas, del que también formaría parte Astor Piazzolla. Como compositor, a Enrique Francini le podemos destacar tangos como “Tema Otoñal” y “sensiblero”.
HÉCTOR STAMPONI.
Héctor Luciano Stamponi nació en la ciudad de Campana el 24 de diciembre de 1916. Fue muy amigo de Enrique Francini. Ambos, como otros músicos y poetas de Zarate y Campana, partirían hacia la gran ciudad (Buenos Aires), para conquistarla. “Chupita” Stamponi fue un exquisito pianista, como también un arreglador de gran originalidad. Su primera etapa triunfadora se desarrollaría junto a su amigo del alma Enrique Francini; ambos integrarían la orquesta de Miguel Caló. Sea por su modestia y desinterés personal, como también por sus arreglos y la manera de tocar, Héctor Stamponi resultó ser una figura reconocida y respetada en el ambiente artístico. Como temas musicales se podrían mencionar, entre otros, los tangos “Romance y tango”, “Aquí nomás”, “Pueblito de provincia”, “Es mejor olvidar”; etc., etc.
HOMERO EXPÓSITO.
Si bien Homero Expósito nació en la ciudad de Campana el 5 de diciembre de 1918, toda su infancia se desarrolló en la ciudad de Zárate (“Soy un zarateño nacido en Campana”). Llegó a componer tangos con famosos músicos de la talla de Aníbal Troilo, Armando Pontier, Atilio Stampone, Domingo Federico, Argentino Galván, Enrique Francini y Héctor Stamponi. Además lo hizo con su hermano, Virgilio, con quien realizaría “Naranjo en Flor”. Junto con su hermano Virgilio, Homero escribió auténticos tangos clásicos. De esta dupla Homero-Virgilio saldrían, además del ya mencionado “Naranjo en Flor”, tangos como “Farol”, “Absurdo”, “Chau, no va más”, “Rodando”, “Maquillaje”; y otros. A modo de cierre, citamos a Astor Piazzola, que revolucionó el tango tradicional y sentó las bases del “tango moderno”.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires, Argentina), recibe
un cálido abrazo, junto a mi deseo de que dios te Bendiga y
prospere en todo lo que emprendas, y derrame sobre ti Salud,
Paz, Amor, y mucha prosperidad.
La puerta del restaurante de Henry se abrió y entraron dos hombres que se sentaron al mostrador. —¿Qué van a pedir? —les preguntó George. —No sé —dijo uno de ellos—. ¿Vos qué tenés ganas de comer, Al? —Qué sé yo —respondió Al—, no sé. Afuera estaba oscureciendo. Las luces de la calle entraban por la ventana. Los dos hombres leían el menú. Desde el otro extremo del mostrador, Nick Adams, quien había estado conversando con George cuando ellos entraron, los observaba. —Yo voy a pedir costillitas de cerdo con salsa de manzanas y puré de papas —dijo el primero. —Todavía no está listo. —¿Entonces por qué carajo lo ponés en la carta? —Esa es la cena —le explicó George—. Puede pedirse a partir de las seis. George miró el reloj en la pared de atrás del mostrador. —Son las cinco. —El reloj marca las cinco y veinte —dijo el segundo hombre. —Adelanta veinte minutos. —Bah, a la mierda con el reloj —exclamó el primero—. ¿Qué tenés para comer? —Puedo ofrecerles cualquier variedad de sánguches —dijo George—, jamón con huevos, tocino con huevos, hígado y tocino, o un bife. —A mí dame suprema de pollo con arvejas y salsa blanca y puré de papas. —Esa es la cena. —¿Será posible que todo lo que pidamos sea la cena? —Puedo ofrecerles jamón con huevos, tocino con huevos, hígado… —Jamón con huevos —dijo el que se llamaba Al. Vestía un sombrero hongo y un sobretodo negro abrochado. Su cara era blanca y pequeña, sus labios angostos. Llevaba una bufanda de seda y guantes.
Ernest Miller Hemingway fue un periodista, novelista, escritor de cuentos y deportista estadounidense. Su estilo económico y discreto, que denominó la teoría del iceberg, tuvo una fuerte influencia en la ficción del siglo XX, mientras que su estilo de vida aventurero y su imagen pública le trajeron la admiración de las generaciones posteriores. Nacido: 21 de julio de 1899, Oak Park, IL Murió: 2 de julio de 1961, Ketchum, ID
—Dame tocino con huevos —dijo el otro. Era más o menos de la misma talla que Al. Aunque de cara no se parecían, vestían como gemelos. Ambos llevaban sobretodos demasiado ajustados para ellos. Estaban sentados, inclinados hacia adelante, con los codos sobre el mostrador. —¿Hay algo para tomar? —preguntó Al. —Gaseosa de jengibre, cerveza sin alcohol, y otras bebidas gaseosas —enumeró George. —Dije si tenés algo para tomar. —Sólo lo que nombré. —Es un pueblo caluroso este, ¿no? —dijo el otro— ¿Cómo se llama? —Summit. —¿Alguna vez lo oíste nombrar? —preguntó Al a su amigo. —No —le contestó éste. —¿Qué hacen acá a la noche? —preguntó Al. —Cenan —dijo su amigo—. Vienen acá y cenan de lo lindo. —Así es —dijo George. —¿Así que creés que así es? —Al le preguntó a George. —Seguro. —Así que sos un chico vivo, ¿no? —Seguro —respondió George. —Pues no lo sos —dijo el otro hombrecito—. ¿No cierto, Al? —Se quedó mudo —dijo Al. Giró hacia Nick y le preguntó: —¿Cómo te llamás? —Adams. —Otro chico vivo —dijo Al—. ¿No, Max, que es vivo? —El pueblo está lleno de chicos vivos —respondió Max. George puso las dos bandejas, una de jamón con huevos y la otra de tocino con huevos, sobre el mostrador. También trajo dos platos de papas fritas y cerró la portezuela de la cocina. —¿Cuál es el suyo? —le preguntó a Al. —¿No te acordás? —Jamón con huevos. —Todo un chico vivo —dijo Max. Se acercó y tomó el jamón con huevos. Ambos comían con los guantes puestos. George los observaba. —¿Qué mirás? —dijo Max mirando a George. —Nada. —Cómo que nada. Me estabas mirando a mí. —En una de esas lo hacía en broma, Max —intervino Al. George se rió. —Vos no te rías —lo cortó Max—. No tenés nada de qué reírte, ¿entendés? —Está bien —dijo George. —Así que pensás que está bien —Max miró a Al—. Piensa que está bien. Esa sí que está buena. —Ah, piensa —dijo Al. Siguieron comiendo. —¿Cómo se llama el chico vivo ése que está en la punta del mostrador? —le preguntó Al a Max. —Ey, chico vivo —llamó Max a Nick—, andá con tu amigo del otro lado del mostrador. —¿Por? —preguntó Nick. —Porque sí. —Mejor pasá del otro lado, chico vivo —dijo Al. Nick pasó para el otro lado del mostrador. —¿Qué se proponen? —preguntó George. —Nada que te importe —respondió Al—. ¿Quién está en la cocina? —El negro. —¿El negro? ¿Cómo el negro? —El negro que cocina. —Decile que venga. —¿Qué se proponen? —Decile que venga. —¿Dónde se creen que están? —Sabemos muy bien donde estamos —dijo el que se llamaba Max—. ¿Parecemos tontos acaso? —Por lo que decís, parecería que sí —le dijo Al—. ¿Qué tenés que ponerte a discutir con este chico? —y luego a George— Escuchá, decile al negro que venga acá. —¿Qué le van a hacer? —Nada. Pensá un poco, chico vivo. ¿Qué le haríamos a un negro? George abrió la portezuela de la cocina y llamó: —Sam, vení un minutito. El negro abrió la puerta de la cocina y salió. —¿Qué pasa? —preguntó. Los dos hombres lo miraron desde el mostrador. —Muy bien, negro —dijo Al—. Quedate ahí. El negro Sam, con el delantal puesto, miró a los hombres sentados al mostrador: —Sí, señor —dijo. Al bajó de su taburete. —Voy a la cocina con el negro y el chico vivo —dijo—. Volvé a la cocina, negro. Vos también, chico vivo.
El hombrecito entró a la cocina después de Nick y Sam, el cocinero. La puerta se cerró detrás de ellos. El que se llamaba Max se sentó al mostrador frente a George. No lo miraba a George sino al espejo que había tras el mostrador. Antes de ser un restaurante, lo de Henry había sido una taberna. —Bueno, chico vivo —dijo Max con la vista en el espejo—. ¿Por qué no decís algo? —¿De qué se trata todo esto? —Ey, Al —gritó Max—. Acá este chico vivo quiere saber de qué se trata todo esto. —¿Por qué no le contás? —se oyó la voz de Al desde la cocina. —¿De qué creés que se trata? —No sé. —¿Qué pensás? Mientras hablaba, Max miraba todo el tiempo al espejo. —No lo diría. —Ey, Al, acá el chico vivo dice que no diría lo que piensa. —Está bien, puedo oírte —dijo Al desde la cocina, que con una botella de ketchup mantenía abierta la ventanilla por la que se pasaban los platos—. Escuchame, chico vivo —le dijo a George desde la cocina—, alejate de la barra. Vos, Max, correte un poquito a la izquierda —parecía un fotógrafo dando indicaciones para una toma grupal. —Decime, chico vivo —dijo Max—. ¿Qué pensás que va a pasar? George no respondió. —Yo te voy a contar —siguió Max—. Vamos a matar a un sueco. ¿Conocés a un sueco grandote que se llama Ole Andreson? —Sí. —Viene a comer todas las noches, ¿no? —A veces. —A las seis en punto, ¿no? —Si viene. —Ya sabemos, chico vivo —dijo Max—. Hablemos de otra cosa. ¿Vas al cine? —De vez en cuando. —Tendrías que ir más seguido. Para alguien tan vivo como vos, está bueno ir al cine. —¿Por qué van a matar a Ole Andreson? ¿Qué les hizo? —Nunca tuvo la oportunidad de hacernos algo. Jamás nos vio. —Y nos va a ver una sola vez —dijo Al desde la cocina. —¿Entonces por qué lo van a matar? —preguntó George. —Lo hacemos para un amigo. Es un favor, chico vivo. —Callate —dijo Al desde la cocina—. Hablás demasiado. —Bueno, tengo que divertir al chico vivo, ¿no, chico vivo? —Hablás demasiado —dijo Al—. El negro y mi chico vivo se divierten solos. Los tengo atados como una pareja de amigas en el convento. —¿Tengo que suponer que estuviste en un convento? —Uno nunca sabe. —En un convento judío. Ahí estuviste vos.
George miró el reloj. —Si viene alguien, decile que el cocinero salió, si después de eso se queda, le decís que cocinás vos. ¿Entendés, chico vivo? —Sí —dijo George—. ¿Qué nos harán después? —Depende —respondió Max—. Esa es una de las cosas que uno nunca sabe en el momento. George miró el reloj. Eran las seis y cuarto. La puerta de calle se abrió y entró un conductor de tranvías. —Hola, George —saludó—. ¿Me servís la cena? —Sam salió —dijo George—. Volverá alrededor de una hora y media. —Mejor voy a la otra cuadra —dijo el chofer. George miró el reloj. Eran las seis y veinte. —Estuviste bien, chico vivo —le dijo Max—. Sos un verdadero caballero. —Sabía que le volaría la cabeza —dijo Al desde la cocina. —No —dijo Max—, no es eso. Lo que pasa es que es simpático. Me gusta el chico vivo. A las siete menos cinco George habló: —Ya no viene. Otras dos personas habían entrado al restaurante. En una oportunidad George fue a la cocina y preparó un sánguche de jamón con huevos “para llevar”, como había pedido el cliente. En la cocina vio a Al, con su sombrero hongo hacia atrás, sentado en un taburete junto a la portezuela con el cañón de un arma recortada apoyado en un saliente. Nick y el cocinero estaban amarrados espalda con espalda con sendas toallas en sus bocas. George preparó el pedido, lo envolvió en papel manteca, lo puso en una bolsa y lo entregó, el cliente pagó y salió. —El chico vivo puede hacer de todo —dijo Max—. Cocina y hace de todo. Harías de alguna chica una linda esposa, chico vivo. —¿Sí? —dijo George— Su amigo, Ole Andreson, no va a venir. —Le vamos a dar otros diez minutos —repuso Max. Max miró el espejo y el reloj. Las agujas marcaban las siete en punto, y luego siete y cinco. —Vamos, Al —dijo Max—. Mejor nos vamos de acá. Ya no viene. —Mejor esperamos otros cinco minutos —dijo Al desde la cocina. En ese lapso entró un hombre, y George le explicó que el cocinero estaba enfermo. —¿Por qué carajo no conseguís otro cocinero? —lo increpó el hombre—. ¿Acaso no es un restaurante esto? —luego se marchó. —Vamos, Al —insistió Max. —¿Qué hacemos con los dos chicos vivos y el negro? —No va a haber problemas con ellos. —¿Estás seguro? —Sí, ya no tenemos nada que hacer acá. —No me gusta nada —dijo Al—. Es imprudente, vos hablás demasiado. —Uh, qué te pasa —replicó Max—. Tenemos que entretenernos de alguna manera, ¿no? —Igual hablás demasiado —insistió Al. Este salió de la cocina, la recortada le formaba un ligero bulto en la cintura, bajo el sobretodo demasiado ajustado que se arregló con sus manos enguantadas. —Adios, chico vivo —le dijo a George—. La verdad que tuviste suerte. —Es cierto —agregó Max—, deberías apostar en las carreras, chico vivo.
Los dos hombres se retiraron. George, a través de la ventana, los vio pasar bajo el farol de la esquina y cruzar la calle. Con sus sobretodos ajustados y esos sombreros hongos parecían dos artistas de variedades. George volvió a la cocina y desató a Nick y al cocinero. —No quiero que esto vuelva a pasarme —dijo Sam—. Ya no quiero que vuelva a pasarme. Nick se incorporó. Nunca antes había tenido una toalla en su boca. —¿Qué carajo…? —dijo pretendiendo seguridad. —Querían matar a Ole Andreson —les contó George—. Lo iban a matar de un tiro ni bien entrara a comer. —¿A Ole Andreson? —Sí, a él. El cocinero se palpó los ángulos de la boca con los pulgares. —¿Ya se fueron? —preguntó. —Sí —respondió George—, ya se fueron. —No me gusta —dijo el cocinero—. No me gusta para nada. —Escuchá —George se dirigió a Nick—. Tendrías que ir a ver a Ole Andreson. —Está bien. —Mejor que no tengas nada que ver con esto —le sugirió Sam, el cocinero—. No te conviene meterte. —Si no querés no vayas —dijo George. —No vas a ganar nada involucrándote en esto —siguió el cocinero—. Mantenete al margen. —Voy a ir a verlo —dijo Nick—. ¿Dónde vive? El cocinero se alejó. —Los jóvenes siempre saben que es lo que quieren hacer —dijo. —Vive en la pensión Hirsch —George le informó a Nick. —Voy para allá. Afuera, las luces de la calle brillaban por entre las ramas de un árbol desnudo de follaje. Nick caminó por el costado de la calzada y a la altura del siguiente poste de luz tomó por una calle lateral. La pensión Hirsch se hallaba a tres casas. Nick subió los escalones y tocó el timbre. Una mujer apareció en la entrada. —¿Está Ole Andreson? —¿Querés verlo? —Sí, si está. Nick siguió a la mujer hasta un descanso de la escalera y luego al final de un pasillo. Ella llamó a la puerta. —¿Quién es? —Alguien que viene a verlo, Sr. Andreson —respondió la mujer. —Soy Nick Adams. —Pasá. Nick abrió la puerta e ingresó al cuarto. Ole Andreson yacía en la cama con la ropa puesta. Había sido un boxeador peso pesado y la cama le quedaba chica. Estaba acostado con la cabeza sobre dos almohadas. No miró a Nick. —¿Qué pasó? —preguntó. —Estaba en lo de Henry —comenzó Nick—, cuando dos tipos entraron y nos ataron a mí y al cocinero, y dijeron que iban a matarlo. Sonó tonto decirlo. Ole Andreson no dijo nada. —Nos metieron en la cocina —continuó Nick—. Iban a dispararle apenas entrara a cenar. Ole Andreson miró a la pared y siguió sin decir palabra. —George creyó que lo mejor era que yo viniera y le contase. —No hay nada que yo pueda hacer —Ole Andreson dijo finalmente. —Le voy a decir cómo eran. —No quiero saber cómo eran —dijo Ole Andreson. Volvió a mirar hacia la pared: —Gracias por venir a avisarme. —No es nada. Nick miró al grandote que yacía en la cama. —¿No quiere que vaya a la policía? —No —dijo Ole Andreson—. No sería buena idea. —¿No hay nada que yo pudiera hacer? —No. No hay nada que hacer. —Tal vez no lo dijeron en serio. —No. Lo decían en serio. Ole Andreson volteó hacia la pared. —Lo que pasa —dijo hablándole a la pared— es que no me decido a salir. Me quedé todo el día acá. —¿No podría escapar de la ciudad? —No —dijo Ole Andreson—. Estoy harto de escapar. Seguía mirando a la pared. —Ya no hay nada que hacer. —¿No tiene ninguna manera de solucionarlo? —No. Me equivoqué —seguía hablando monótonamente—. No hay nada que hacer. Dentro de un rato me voy a decidir a salir. —Mejor vuelvo a lo de George —dijo Nick. —Chau —dijo Ole Andreson sin mirar hacia Nick—. Gracias por venir.
Nick se retiró. Mientras cerraba la puerta vio a Ole Andreson totalmente vestido, tirado en la cama y mirando a la pared. —Estuvo todo el día en su cuarto —le dijo la encargada cuando él bajó las escaleras—. No debe sentirse bien. Yo le dije: “Señor Andreson, debería salir a caminar en un día otoñal tan lindo como este”, pero no tenía ganas. —No quiere salir. —Qué pena que se sienta mal —dijo la mujer—. Es un hombre buenísimo. Fue boxeador, ¿sabías? —Sí, ya sabía. —Uno no se daría cuenta salvo por su cara —dijo la mujer. Estaban junto a la puerta principal—. Es tan amable. —Bueno, buenas noches, Señora Hirsch —saludó Nick. —Yo no soy la Señora Hirsch —dijo la mujer—. Ella es la dueña. Yo me encargo del lugar. Yo soy la Señora Bell. —Bueno, buenas noches, Señora Bell —dijo Nick. —Buenas noches —dijo la mujer. Nick caminó por la vereda a oscuras hasta la luz de la esquina, y luego por la calle hasta el restaurante. George estaba adentro, detrás del mostrador. —¿Viste a Ole? —Sí —respondió Nick—. Está en su cuarto y no va a salir. El cocinero, al oír la voz de Nick, abrió la puerta desde la cocina. —No pienso escuchar nada —dijo y volvió a cerrar la puerta de la cocina. —¿Le contaste lo que pasó? —preguntó George. —Sí. Le conté pero él ya sabe de qué se trata. —¿Qué va a hacer? —Nada. —Lo van a matar. —Supongo que sí. —Debe haberse metido en algún lío en Chicago. —Supongo —dijo Nick. —Es terrible. —Horrible —dijo Nick. Se quedaron callados. George se agachó a buscar un repasador y limpió el mostrador. —Me pregunto qué habrá hecho —dijo Nick. —Habrá traicionado a alguien. Por eso los matan. —Me voy a ir de este pueblo —dijo Nick. —Sí —dijo George—. Es lo mejor que podés hacer. —No soporto pensar en él esperando en su cuarto sabiendo lo que le va a pasar. Es realmente horrible. —Bueno —dijo George—. Mejor dejá de pensar en eso.
El profesor Mario Durquet, alojado en la Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo, habla de la señora Estela de Carlotto y su diferencia entre presos y prisioneros políticos en Argentina.
El lunes, el Departamento de Defensa de EE. UU. publicó oficialmente videos que muestran encuentros entre pilotos de la Marina y fenómenos aéreos no identificados. Estos eventos ocurrieron en 2004 y 2015, pero los videos no aparecieron públicamente hasta hace unas semanas. La Marina previamente reconoció que los videos son auténticos, pero el Pentágono nunca los autorizó para su liberación. Ahora lo ha hecho.
El Departamento de Defensa confirmó lo que los buscadores de vida extraterrestre han esperado durante mucho tiempo: son reales.
Al menos, los videos lo son. ¿Qué muestran? ¿Extraterrestres? ¿Fenómenos climáticos? El gobierno no está tan seguro.
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El Pentágono lanzó tres videos de la Marina que han impulsado la especulación sobre objetos voladores no identificados durante años, diciendo que significaba “aclarar cualquier idea falsa” sobre si las imágenes no clasificadas eran reales o completas.
Es real, dijo el Pentágono, incluidos los enlaces para que los curiosos puedan descargar las imágenes por sí mismos.
Los videos, capturados por aviadores navales, muestran objetos volando por el cielo, uno girando contra el viento, y se puede escuchar a los pilotos expresando confusión y asombro. Cuando aparecieron por primera vez en línea, dieron nueva vida a la conversación de décadas sobre si los visitantes interestelares alguna vez habían venido a la Tierra.
El lanzamiento del Pentágono recibió el aplauso de los entusiastas en la búsqueda de vida extraterrestre, a pesar de que los expertos advierten que generalmente existen explicaciones terrenales para tales avistamientos, y que cuando las personas no saben por qué sucedió algo, no significa que sucedió debido a los extraterrestres. Cuando los videos fueron publicados en 2017 y 2018, dieron nuevas esperanzas a quienes buscaban signos de vida extraterrestre.
Los pilotos de la Marina hablaron de objetos que parecían desafiar las leyes de la física. Surgieron detalles sobre un misterioso programa del Pentágono de cinco años y las reclamaciones de aleaciones de metales que se dice que se recuperaron de fenómenos no identificados. El ex líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, demócrata de Nevada, habló sobre su largo impulso para realizar más investigaciones sobre objetos voladores no identificados.
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Para el Sr. Reid, los videos lanzados oficialmente son solo un vistazo de lo que el público podría aprender sobre los U.F.O. y otros misterios del espacio.
“Me alegra que el Pentágono finalmente esté lanzando estas imágenes, pero solo rasca la superficie de la investigación y los materiales disponibles”, dijo el lunes en Twitter. “Estados Unidos necesita analizar seriamente y científicamente esto y cualquier posible implicación de seguridad nacional. El pueblo estadounidense merece ser informado ”.
El Pentágono nunca ha hecho ninguna afirmación sobre lo que está sucediendo exactamente en los videos, grabados a fines de 2004 y principios de 2015 sobre el Pacífico y la costa este. “La Marina ha confirmado que los tres videos que están en circulación son en realidad grabaciones hechas por aviadores navales”, dijo Susan Gough, portavoz del Pentágono, el año pasado. “La Marina siempre ha considerado los fenómenos observados en esos videos como no identificados”.
La agencia mantuvo esa caracterización el lunes. Agregó que, “después de una revisión exhaustiva”, determinó que los videos no revelaron “ninguna capacidad o sistema sensible”, y no “afectaron las investigaciones posteriores de incursiones militares en el espacio aéreo por fenómenos aéreos no identificados”.
Sin embargo, algunos observadores se sintieron alentados de que la liberación del Pentágono fue un movimiento hacia lo que Tom DeLonge, el ex guitarrista y cantante de Blink-182, llamó “la gran conversación”.
En 2017, el Sr.DeLonge y varios ex empleados del gobierno fundaron To the Stars Academy of Arts & Sciences, una empresa privada que recopila e investiga documentos y materiales relacionados con fenómenos aéreos no identificados.
En una declaración por correo electrónico, el Sr. DeLonge calificó la publicación del Pentágono como “noticias monumentales” que “eliminaron la duda sobre la autenticidad de la evidencia en el dominio público”.
“Creemos que este nivel de reconocimiento es exactamente lo que se requiere para eliminar el escepticismo extremo que rodea a U.A.P. eventos, por lo que finalmente podemos avanzar para compartir y analizar datos confiables de instituciones respetadas “, dijo. “Después de 70 años de desinformación, es hora de que avancemos para comprender la extraordinaria tecnología que se observa durante estos eventos”.
Luis Elizondo, director de programas gubernamentales de la compañía, se hizo eco del ex senador en un comunicado. “En estos tiempos de incertidumbre, es más importante que nunca que los gobiernos digan la verdad a sus ciudadanos, ya que es el pilar más importante de una democracia”, dijo. “Elogiamos al liderazgo del Departamento de Defensa por compartir la verdad y T.T.S.A. es optimista de que continuarán compartiendo más información de manera transparente a medida que esté disponible públicamente “.
“Estamos impulsados por las acciones significativas del Pentágono y esperamos que esto aliente a que surja una nueva ola de información creíble”, agregó.
Los astrofísicos dicen que hay muchas explicaciones potenciales de lo que aparece en los videos de la Marina, incluidos los efectos atmosféricos, las reflexiones y los errores en el código de imágenes y sistemas de visualización de aviones de combate.
El gobierno de los Estados Unidos ha investigado periódicamente informes de fenómenos aéreos no identificados desde al menos la década de 1950.
En 1954, el presidente Dwight D. Eisenhower dijo a los periodistas que la Fuerza Aérea le había asegurado que los platillos voladores no estaban invadiendo la Tierra desde el espacio exterior.
Durante décadas, la NASA ha buscado condiciones que podrían permitir la vida más allá de la Tierra, y evidencia de cualquier vida misma. Y durante al menos tanto tiempo, bandas de astrónomos, científicos y entusiastas fuera del gobierno han buscado señales en el silencio y el ruido del espacio.
Suponga que una vacuna contra el COVID-19 se inventa mañana y pronto estará ampliamente disponible. La mayoría de los estadounidenses sin duda se alinearán ansiosamente por una dosis, pero un pequeño número puede negarse. ¿Tienen los gobiernos estatales la autoridad para obligar a dichos ciudadanos a vacunarse ante la amenaza de un castigo?
En Jacobson v. Massachusetts (1905), la Corte Suprema de los Estados Unidos confrontó una ley estatal que permitía a los gobiernos locales exigir vacunas contra la viruela cuando las autoridades de salud locales lo consideraban necesario. El residente de Cambridge Henning Jacobson se opuso al requisito de vacunación de su ciudad y recibió una multa de U$ 5. Él impugnó esa pena y llevó su caso hasta el tribunal más alto del país.
¿Cuál fue el argumento legal de Jacobson? En palabras de la Corte, Jacobson “insiste en que su libertad es invadida cuando el Estado lo somete a una multa o encarcelamiento por descuidar o negarse a someterse a la vacunación; que una ley de vacunación obligatoria es irrazonable, arbitraria y opresiva y, por lo tanto, hostil al derecho inherente de cada hombre libre a cuidar su propio cuerpo y su salud de la manera que a él le parezca mejor “.
La Corte Suprema rechazó ese argumento. La opinión mayoritaria de 7–2, escrita por el juez John Marshall Harlan, estuvo de acuerdo en que el “poder de una comunidad local para protegerse contra una epidemia que amenaza la seguridad de todos podría ejercerse en circunstancias particulares y en referencia a personas particulares en un arbitraje tan arbitrario de manera irrazonable, o podría ir más allá de lo que razonablemente se requería para la seguridad del público, como para autorizar u obligar a los tribunales a interferir para proteger a esas personas “. Pero este caso, concluyó, no alcanzó ese nivel. La ley se dictaminó como una regulación razonable.
“Cualquiera que sea la conveniencia de este estatuto, no se puede afirmar que esté, sin lugar a dudas, en un conflicto palpable con la Constitución”, sostuvo Harlan. “Tampoco, en vista de los métodos empleados para erradicar la enfermedad de la viruela, nadie puede afirmar con confianza que los medios prescritos por el Estado para ese fin no tienen una relación real o sustancial con la protección de la salud pública y la seguridad pública”.
Una cosa sería que la salud o el historial médico de Jacobson lo pusieran en riesgo de sufrir lesiones graves o la muerte por la vacuna. Harlan reconoció que obligar a una persona a vacunarse “sería cruel e inhumano en el último grado”. Pero Jacobson “estaba en perfecto estado de salud y era un sujeto apto para la vacunación”. Por lo tanto, el requisito era constitucional tal como se le aplicaba.
Los jueces David Brewer y Rufus Peckham disintieron. Presumiblemente creían que la libertad de Jacobson fue violada por la ley de vacunación obligatoria, pero se guardaron su razonamiento: no escribieron una opinión.
Cuando era subteniente de la Infantería, me di cuenta que el sonido de las Marchas Militares, contenían un irrefrenable sentimiento emocional de gratitud a la Patria y que la mayoría fueron diagramadas por hombres de profunda raigambre espiritual. Y comencé a querer siempre escucharlas, llegaban a mi alma. Pasaron los años los grados y las funciones, pero de mi contacto personal con los hombres de las bandas se intensifico, en clara experiencia vívida del significado de los acordes marciales, ya no solamente de la Infantería, ya como el de las otras armas. Los hombres de las bandas, músicos por vocación, llevan en su hacer la esencia espiritual de las unidades de combate y por ello mi gratitud y sincero reconocimiento.
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Ya segundo jefe del Regimiento de Infantería 8, antes y después de la guerra de Malvinas de 1982, sentí profundamente las esencias de la música militar, ya sea como practica reglamentaria, como en lo personal.
El Maestro de Banda, cuando se aproximaba a la Plaza de Armas, para cumplir el rito del izado de Pabellón, sabiendo que estaba en mi despacho y conociendo, como estos gratos hombres, conocen de lo espiritual, desde cien metros antes de la Mayoría, cambiaba los acordes y ordenaba tocar algo tan sentido por mi como la Marcha de los Paracaidistas, cosa que me predisponía en el ejercicio del mando muy positivamente.
Cuando fuimos a la guerra de Malvinas, no podíamos llevar la banda, pero llevamos a un Trompa de órdenes con su trompeta.
El 26 de mayo de 1982, a los sones de la trompeta del aislado y heroico músico el RI8 llevó a cabo sobre las tierras irredentas el Solemne Juramento a la Bandera de los bisoños soldados y tocando “Mi Bandera” el posterior desfile.
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Cuando tuvimos bajas, en el acto de sus sepulturas, en medio de la noche el Suboficial, ejecutaba el “Silencio” de acompañamiento.
También figuraba en sus responsabilidades, los toques de reunión y alertas enemigas. Fue un hombre que su silencioso actuar, sonaba en beneficio de los corazones del Regimiento de Infantería 8, lamento que la vejez no me permita recordar su nombre. Pero me cuadro en señal de Gratitud y Homenaje, como lo hicieran San Martín, Belgrano y todos los comandantes ante los Pífanos y Tambores, sin en esta oportunidad dejar de recordar al adolescente “el Tambor de Tacuarí”.
Es hora de honrar a las Bandas de Música Militar, sobre todo en estas épocas de locura política y pandemia. Intentaré colocar en este escrito algunas, sino lo logro pido perdón por faltas a la capacidad del manejo de este instrumento de comunicación vía internet.
Es hora de levantar la cabeza, descomprimir el pecho de angustias y liberar el espíritu de una vida, que, aunque SIN LIBERTAD Y PANDEMIA, debe ser vivida, con FORTALEZA INTERIOR Y SALUD AL PRÓJIMO.
Ya ha sido un año difícil en términos de causas inesperadas de muerte que llegaron a América en 2020, pero además del coronavirus, otra entidad letal está llegando desde Asia, insectos conocidos como “avispones asesinos”.
Susan Cobey, una criadora de abejas del Departamento de Entomología de la Universidad Estatal de Washington, dijo sobre este avispón gigante asiático, conocido científicamente como Vespa mandarinia: “Son como una caricatura de monstruo con esta enorme cara de color amarillo anaranjado” de longitud, y las reinas pueden volar hasta 20 millas por hora.
Según el Departamento de Agricultura del Estado de Washington (WSDA), el primer avistamiento verificado de avispones asesinos en América del Norte fue en Blaine, Washington en 2019. Los insectos responsables de hasta 50 muertes al año en Japón, han llegado oficialmente.
Jun-ichi Takahashi, investigador de la Universidad de Kyoto Sangyo en Japón, explicó cómo las especies de insectos obtuvieron el título de “avispón asesino”. La razón por la cual estos avispones gigantes recibieron el apodo letal, si alguien es atacado por un grupo de estos insectos, esa persona puede ser víctima de un nivel tóxico de veneno, que puede ser fatal. Takahashi comparó el aguijón de un avispón asesino con el de una serpiente venenosa.
Vespa mandarinia es el avispón más grande del mundo, alrededor del tamaño del pulgar de un adulto humano, de color amarillo y negro y altamente venenoso. Sus aguijones de 6 mm de largo llevan un veneno lo suficientemente potente como para disolver el tejido humano. Las víctimas pueden morir por insuficiencia renal o shock anafiláctico.
Según los investigadores de la Universidad Estatal de Washington, las picaduras de avispones asesinos pueden ser letales para los humanos, incluso si estas personas no son alérgicas a las abejas. Las picaduras son increíblemente dolorosas porque inyectan una neurotoxina fuerte.
Un hombre de Alabama fue encontrado acampando en la Isla Discovery, una atracción abandonada de Walt Disney World, después de que el parque cerró durante la nueva pandemia de coronavirus, y la oficina del alguacil local dice que el hombre le dijo a los agentes que no estaba al tanto de que estaba invadiendo.
Richard McGuire, de 42 años, fue arrestado el jueves después de que la seguridad lo encontró en la propiedad de Disney. Fue acusado del delito menor de intrusión.
Según la declaración jurada del arresto, McGuire dijo a las autoridades que la isla era un “paraíso tropical”.
No está claro cómo McGuire obtuvo acceso a la isla, que se encuentra en el lago Bay de Florida, en la propiedad de Walt Disney World.
Diputados del Departamento del Sheriff del Condado de Orange dijeron que McGuire, de Mobile, Alabama, accedió a la isla el lunes o martes, ignorando múltiples señales de “no entrar” para llegar allí. McGuire dijo a las autoridades que había planeado acampar durante aproximadamente una semana.
Discovery Island cerró al público hace 21 años, pero aún quedan muchos edificios abandonados. Antes de su cierre, la isla había sido un parque de vida silvestre durante 25 años.
McGuire estaba durmiendo en uno de los edificios abandonados de la isla cuando llegó la policía.
Desde entonces, McGuire ha sido expulsado e inhibido de ingresar a las propiedades de Disney World.
La Geopolítica regional y nacional, en tiempos de pandemia.
La Geopolítica mundial, en tiempos de pandemia.
Desde el momento en el que se tomó conocimiento de la existencia de una pandemia provocada por un agresivo virus que partió de China, hemos escuchado diversas voces diciendo “ya nada será como antes”, “las cosas van a cambiar” o “la hegemonía mundial cambiara de manos”. Algunas de estas voces se referían a los usos y costumbres de nuestra civilización posindustrial, pero otras lo hacían refiriéndose -aunque lo ignoraran- a la esencia de lo que es la Geopolítica: la interacción entre el poder y el espacio, en este caso a nivel global.
En el año 2011, en un ensayo de nuestro Instituto, decíamos (2):
“A principios del siglo XX se inició un movimiento intelectual que “descubría” al Océano Pacífico, la mayor masa de aguas de la superficie del planeta por la potencialidad demográfica y de insumos industriales, a lo largo de sus extensos bordes periféricos. Karl Haushofer le llamará “El Océano Político” en su monumental obra “Geopolítica del Océano Pacífico” –conocida como “La Tesis”-, (1924, reeditada en l936 y 1938).
A fines del siglo XX, cuando el cese de la lógica de la bipolaridad vuelve a dar paso a la Historia, el Pacífico reaparece en la atención de muchos politólogos por razones estratégicas y de mercado, impulsadas por los realineamientos geopolíticos que se inician cuando el “Imperio Global” -bajo comando del G7-, reemplaza abruptamente al “Imperio Americano-Soviético”, a partir del año ´91. Empíricamente este hecho jalona el inicio del nuevo siglo, en el ambiente de una situación inédita, signado por la Revolución Científica Tecnológica y su correlato: la civilización hiper -o- posindustrial, globalizada. Los cambios son cualitativos”.
Históricamente las doctrinas geopolíticas fueron desarrolladas por pensadores especializados en Geografía, Historia y/o Sociología, hasta que la Geopolítica fue aceptada como ciencia independiente. Algunas de aquellas doctrinas fueron aplicadas -a lo largo del tiempo y con mayor o menor acierto- por conductores políticos (3). Pero, en el caso que es motivo de este ensayo, no conocemos que haya una determinada doctrina geopolítica en la orientación del actual proceso de nuevas alineaciones, querecibeahora el incentivodel virus chino” -como le llama Trump-
El hito histórico en el que se inicia la licuación de una situación estratégica consolidada -la de la guerra fría 1947/1989/91- fue el de la “caída de las torres gemelas” –11Sep01-. Allí comienza de la sigilosa guerra mundial en acto: la “contraterrorista global”. Entre 1991/2001 tuvimos diez años de posguerra fría caracterizados por la confusión de los intelectuales y la variada proliferación de opciones de futuro, que normalmente no eran de naturaleza geopolítica, sino que se apoyaban en la economía.
Tengamos en cuenta, alcanzado este momento histórico en nuestro razonamiento, que “la estrategia es un arte que requiere de referencias y una sensibilidad específica que está muy relacionada con la historia y la filosofía y que debe cultivarse”, como lo advierte Aznar Fernández-Montesinos (4) en un importante y reciente ensayo en el Boletín electrónico del IEEE.
En ambos periodos -1947/2020- Occidente acentúa la relativización de su identidad y consecuentemente la gravedad de su decadencia -particularmente- en la UE, Iberoamèrica y en los EE. UU. de Carter y Obama-, hasta la llegada de Trump con el lema “Primero EE. UU” (5).
En esas siete décadas hemos visto transitar -sucesivamente- períodos de bipolaridad -compartida por EE. UU. y la URSS durante la guerra fría-, de unipolaridad de los EE. UU. -luego de la implosión soviética 1989/91-, de multipolaridad -más bien discursiva, impuesta por el fracaso del progresismo de izquierda europeo en los ‘90- y, por último, de una reciente provisoria tripolaridad, compartida por EE. UU, China y Rusia.
El coronavirus vino a afectar este último estadio, de diversos modos. EE. UU y China encuentran hoy -en la pandemia- razones para intentar catalizar su poder y Rusia se ve afectada seriamente por la caída de los precios de la energía, cuestión que diplomática y estratégicamente la acercó significativamente a China e India (6) y a operaciones en Iberoamérica que le permitirían -en la pospandemia- el control de los precios internacionales de los hidrocarburos, aspecto este de particular interés para los argentinos (7).
En nuestro ensayo de May 2011 (2), expresábamos que en la situación emergente de la posguerra fría -2001-, cuando regresaba la Historia, se aproximaba a la Tesis de Haushofer, en desmedro de las doctrinas de McKinder y de Spykman. El Cap bávaro planteaba -en 1924- que el “equilibrio de poder” entre el “mundo oceánico” y el “continental-terrestre”, para lograr la Pax (8) Mundial, exigía la conformación de un bloque asiático + 1 -Alemania-, frente a Europa, las Américas, Oceanía y Japón. Fue desoído y los líderes políticos europeos fueron a su 2da Guerra Civil -1939/1945-. Europa se autodestruyó y dejó de ser el núcleo de Occidente. El meridiano del poder se desplazó hacia el Oeste: a EE. UU.
De hecho, la situación en curso está mostrando alguna aproximación al pragmático “Eje Primakov” -Moscú-Pekín-Nueva Delhi-. Alemania, menos maltratada por el virus que el resto de la UE seria -muy probablemente- el país que -en la pospandemia- logre impedir su probable disgregación, liderándola desde una posición social disciplinada y austera. No se cumpliría con el muy antiguo mandato histórico de su “marcha hacia el Este”.
Las otras doctrinas geopolíticas -que tuvieron aplicación en las Guerras Civiles Europeas y en la Guerra Fría- se limitaban al vecindario del Mar Mediterráneo, apegadas en particular a la Geografía. Cuando el hombre ingresó -en vuelo- a la atmosfera y al espacio exterior, perdieron entidad.
Si Alemania cumpliera con su rol natural que Roma -al parecer- ha abandonado y si las Américas superaran sus conflictos interiores, el Arco Oceánico se completaría pasando por Sud-África y Oceanía para cerrarse con Los Tigres del Lejano Oriente, con epicentro en Japón. ¿Será ello viable en la pospandemia? Veamos a continuación la particular situación de China en su puja imperial con EE UU., cuando vivimos con ansiedad la espera de las vacunas contra el coronavirus.
CHINA se presenta al mundo como el modelo a seguir para enfrentar al virus, mientras EE. UU. la acusa de ser la creadora del “virus de Wuhan”. La dictadura comunista tiene, en el presente, varias ventajas que trata de expandir (1):
Al ser la primera en sufrir el ataque del virus, también ha sido la primera en superarla con medidas draconianas que le permite su sistema político. Por ello, mientras el mundo cierra sus fronteras China las abre buscando extender su modelo con las “estrategias de mascarillas y respiradores”.
El mundo no puede esperar de EE. UU. un nuevo Plan Marshall, pues es el país que más daños sufre -en forma relativa- por el ataque del virus. Pekín ha aprovechado la ocasión para salir agresivamente, expandiendo su industria y sus yuanes.
La situación que se vive constituye un golpe más para el multilateralismo remanente, favoreciendo a los nacionalismos aislacionistas. Algunos conflictos “globales” como las aspiraciones nucleares de Corea del Norte o Irán, las guerras en acto en Siria, Libia o Yemen quedan relegadas a un segundo plano, pues toman prioridad los problemas internos. China -y su asociada Rusia- están atentas para ocupar esos espacios “vacíos”.
Sin embargo, este contexto internacional que le es favorable, no le es suficiente, por varias razones:
debería agravarse la situación social interna en la UE y en los EE. UU., cosa que hasta ahora no ha ocurrido para provecho de China,
no hay indicios de una actuación oportunista para ocupar territorios -tal el caso de Rusia sobre Ucrania- ante la imposibilidad de reacción de las potencias Occidentales,
la llegada del virus ha agravado el distanciamiento político interno de la UE y sus tendencias separatistas que, si se suman a la retirada americana de Asia y Medio Oriente, crearían nuevos vacíos, a ocupar por los asiáticos,
PERO: así como se presentan estas ventajas para China, en su puja geopolítica con los EE. UU., también se le presentan “profundas contradicciones y fuertes limitaciones” provenientes de su propio modelo político y económico, que el virus ha activado. La Plaza Tiananmen de 1989, reiterada actualmente en treinta Plazas de sus grandes ciudades cuando China deba enfrentar las investigaciones del origen del Coronavirus en la pospandemia, sería un “bumerán” para su estrategia apresurada. Porque:
su estrategia cortoplacista ha sido torpe, particularmente en la comunicación y en sus estadísticas, que aumentó la desconfianza hacia su pretendido altruismo y actitud benefactora, que ocultaron la gravedad de la expansión del virus, un negocio comercial muy lucrativo y una muy baja calidad de sus productos. Las intenciones chinas no eran desinteresadas ni benevolentes.
Si China tiene inconfesables objetivos geopolíticos propios, no puede continuar teniendo la confianza occidental que le transfiere capitales y tecnologías para la producción industrial de manufacturas, con bajo costo de mano de obra.
Otro elemento que ha influenciado fuertemente en Occidente para aumentar la desconfianza hacia China ha sido el aprovechamiento para aumentar la vigilancia digital de la población a niveles desconocidos, que son inaceptables para la vida en libertad. Con las comunicaciones que se han desarrollado en el siglo XXI, es muy difícil mantener a una población como rehenes del “igualitarismo”.
Pekín trata de vender su modelo político autoritario aprovechando a la pandemia y mostrando su rápido éxito en la lucha contra el virus. El efecto buscado, puede transformarse exactamente en el contrario. Gran parte de su juventud, capacitada en Universidades occidentales, regresaron a China con sus mochilas cargadas de conocimientos y también con “ideales de libertad”.
En síntesis, la “Geopolítica Mundial” ha sido inesperadamente conmovida por el Coronavirus, cuando aún la distribución de poder internacional -posguerra fría- no ha encontrado su estabilización. Nos encontramos vivenciando la “crisis del Covid-19”.
Si fue originada por un “incidente provocado”, China habría agredido al planeta con un arma de destrucción masiva -bacteriológica- estrictamente prohibida por Tratados Internacionales que la tienen como parte.
Si fue originada por un “incidente no provocado”, China habría cometido un gravísimo error en su Política Exterior, por haber ocultado el hecho y no haber socorrido de inmediato al resto de la humanidad.
En ambos casos China encontrarìa -en la etapa pospandemia- una fuerte y dramática interrupción en su acelerado camino a la categoría de superpotencia.
Un gran éxito económico -en corto lapso- puede llevar a un gran fracaso. Lo sabemos nosotros, por nuestra experiencia histórica, luego de alcanzar nuestro cenit con la Generación del `80.
La Geopolítica regional y nacional, en tiempos de pandemia.
“En 2007, el filósofo libanés Nassim Nicholas Taleb acuñó el término «cisne negro» para referirse a acontecimientos inesperados, de gran impacto y que, retrospectivamente, pueden considerarse predecibles. Estos cisnes negros son más habituales de lo que se suele aceptar y, en realidad, son los grandes motores de los cambios sociales y personales”(9).
En la región y en nuestro país, “una bandada decisnes negros” han creado el “cerrado banco de niebla” que es aprovechado -de diferente manera- por “la revolución”, como “acontecimiento inesperado” -la cuarentena- con la que se pretende ocultar la maniobra del Foro de San Pablo/Grupo de Puebla -“los grandes motores de los cambios sociales y personales”- sorprendidos por el virus en plena contraofensiva estratégica regional.
Es oportuno reiterar aquí que llama nuestra atención la cobardía que impide a los líderes políticos opositores al Foro o al Grupo de Puebla tomar al toro por las astas y, por lo menos, llamar a las cosas por su nombre, para sacar de la confusión a la ciudadanía. Ver claro y hablar claro.
En la región han existido -en el pasado reciente- doctrinas geopolíticas que orientaron a proyectos políticos exitosos, particularmente en Brasil y Chile. En la Argentina, el último proyecto político apoyado en un mapa de ideas geopolíticas no escritas, pero que fueron aplicadas, se dio a fines del siglo XIX. Su resultado económico fue extraordinario. Dio lugar a la que llamamos “La Primera Argentina Agropecuaria” (10).
A partir de su ápice en el Primer Centenario -1910-, este proyecto se estratificó y no surgió -desde entonces- en el ámbito político, proyecto alguno sugerido desde una geopolítica que incluyera una visión estratégica: de largo plazo y ola profunda. La mera ideología reemplazó a la Gran Política. A la Política del Estadista. No conocemos -ni siquiera media página- sobre propuestas geopolíticas que hayan sido producto de nuestra opaca dirigencia a lo largo del siglo XX/XXI. La Pequeña Política, penetrada por el neo-marxismo post URSS, es lo que ha ingresado a los partidos –“el entrismo”- con el encubrimiento del engañoso nombre de “progresismo”.
Llegado el Covid-19, Ella -la comandante revolucionaria local- más preocupada por los “cambios personales” que por los “cambios sociales”, vio en la bandada de cisnes negros la oportunidad para acelerar el logro del objetivo que le impuso a Tartufo (7) por contrato: su absolución jurídica y el rescate de miles de millones incautados por la Justicia, a cambio de la presidencia. El cambio de ritmo en el plan previsto, provocado por la irrupción del virus, les ha obligado a diluir espacios del “banco de niebla” –constantemente- y sus torpezas salen a la luz.
Tartufo por decisión de los otros dos poderes, que cerraron sus puertas, gobierna con la “suma del poder público” pero hasta ahora nadie ha comentado que, de hecho, hemos ingresado a una dictadura. En la Constitución de la Republica Romana esta figura existía, pero no es así en la Constitución Argentina. Y Ella, preguntándole a la Corte qué debe hacer, busca ampliar el tiempo de excepción y lo ha logrado, para explotar la oportunidad.
Él -único presidente en funciones componente del Grupo de Puebla- invita a la unidad a la izquierda chilena -apadrinado por su asesor Ominami- para eliminar del poder a Piñera y a la vez -telefónicamente- le expresa al presidente chileno toda su simpatía. No creemos que haya antecedentes diplomáticos de este nivel de hipocresía.
En reunión plenaria del Mercosur, el representante argentino expresa -sin autoridad para ello- el retiro de Argentina del Tratado de Asunción y el Canciller -en el Congreso- expresa con eufemismos todo lo contrario. El doble discurso y las falsedades abarcan -escandalosamente- los diferentes frentes gubernamentales.
No vamos a enumerar todas las acciones que apuntan a “la abolición del derecho penal”, que tiene a Zaffaroni como ideólogo y maestro y a “justicia legitima” como organización ejecutora. Es suficiente señalar algunas de ellas, tales como -con el antecedente del “vatallón militante”- a la “vrigada militante”, subrepticiamente llevada a la calle en horas, por jueces y camaristas, luego de ser organizada en las cárceles con más de tres mil delincuentes de alta peligrosidad. Días antes, más de un centenar de jueces y fiscales independientes fueron barridos del sistema, con una medida previsional.
Se ha confirmado el ingreso de los “médicos” cubanos. ¿Constituyen una avanzada del grueso que oportunamente ingresarà, como lo hicieron en Venezuela? Ella es consciente de que no contará -en su momento- con las FF AA, de Seguridad y Policiales. Mientras tanto, día tras día hay reemplazos en cargos llaves, que se ocupan con militantes de la Cámpora, normalmente hijos de terroristas muertos en combate.
La economía es conducida irreversiblemente, con la prolongación de la cuarentena, a un efectivo default y a una super hiperinflación. Al frente de YPF es nombrado -como CEO- un exitoso joven de 27 años, admirador de Ella. En la ANSES ocurre algo similar. Todo esto, detrás del cerrado banco de niebla y en pocos días, apunta al salto de garrocha hacia la esfera de poder geopolítico de China-Rusia.
Buenos Aires -si así ocurriera- quedaría en un aislamiento total en la región y, a partir de la pospandemia, cuando Occidente pida cuentas a China por el “escape” del virus que provocó en el mundo pérdidas astronómicas, quedará sumergida en una soledad caótica, propia de sus desatinos.
Día a día, cuando aún no hemos alcanzado las vacunas contra el Covid-19, tenemos novedades con referencia a las responsabilidades de China en la pandemia más agresiva que ha sufrido la humanidad. Una importante agencia de inteligencia internacional ha expresado: “La alianza “Five Eyes” compuesta por Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda y Australia, asegura que Beijing ocultó información, “desapareció” a los denunciantes y se negó a ayudar a otros países a preparar una vacuna” (11).
Las denuncias -que ya se anticipan- serán llevadas oportunamente a la Asamblea General de la ONU y allí se votarían las durísimas sanciones que sacaran a China de su emprendido rumbo para lograr la categoría de superpotencia y, muy probablemente, dejaría de ocupar su silla -con veto- en el Consejo de Seguridad y consecuentemente también dejaría en una difícil situación a Putin.
Nuestra conducción revolucionaria “bicéfala” quedaría “colgada del pincel”, como vulgarmente dice la calle, y demostraría el mismo cerebro de mosquito que vimos en Angola, cuando una mujer -amante de los diamantes- junto a Moreno, quería vender gallinas en la calle, sin éxito.
China, consciente del grave riesgo que ha asumido, sorprendió al mundo el mismo día 02 May 2020 decidiendo cancelar al dólar en las transacciones bursátiles y comerciar oficialmente con el yuan chino, en lugar del dólar. Este es un paso tan audaz e importante en la historia económica de China, equivalente a la percepción del riesgo que corre con la pandemia.
El dólar ya es inexistente en el comercio chino y caerá bruscamente frente al yuan chino, afectando a los mercados mundiales sorprendidos por esta decisión. La noticia fue discutida en el programa de la tarde de ese día en la BBC World English:
“¡Es un desafío económico que puede llevar al mundo a una guerra devastadora! ¡No se puede descuidar cómo Estados Unidos actuarà, frente a esta decisión! ¿China 2021 liderará el mundo? Este es el viejo sueño de China y es lo que planeó lograr, durante décadas o más” (12).
Sin embargo -hace unas semanas- el intento de cambiar de divisa y pasar al yuan debió retroceder en Asia y Medio Oriente, con alguna urgencia. Como lo expresa el diario inglés, es un tema “a no descuidar”. El riesgo se ha agravado y estamos en presencia de un sismo en la geopolítica mundial, con profundos efectos inmediatos en la geopolítica regional y en la de nuestra dolida Patria Argentina.
CITAS:
(1). I. Fuente Cobo. “El mundo después de la pandemia: el nuevo orden no será chino”. Documento de opinión. 21 Abr 2020. www.ieee.org
(2). H. J. Auel. “La Actualidad de la ‘Tesis’ sobre el Océano Político”. May 2011. www.ieeba.org
(3). H. J. Auel. “El Nuevo Ordenamiento Internacional posterior a la intervención de los EE. UU. y sus aliados en Irak”. Conferencia en la AAAI. May2011. www.ieeba.org
(4). F. Aznar Fernández-Montesinos. “La década del 2020. El futuro no está escrito. Reflexiones sobre la evolución del pensamiento estratégico”. 30 Abr 20. www.ieee.org
(5). H. J. Auel. “La Cultura y la Civilización. La guerra: Continuidad y Cambio”. Dic 2001.
(6). Decíamos en la conferencia citada en (3): “En Eurasia, Eugeni Primakov, que fuera recientemente Primer Ministro de Rusia, planteó formalmente en 1998 el Eje Moscú – Nueva Delhi – Pekín. Estas tres potencias nucleares, cuantitativamente suman casi el 50% de la población mundial. Es poco probable que India se sume al bloque continental y no es probable que China acepte”. Hoy, diez años después y con el catalizador del coronavirus, hay objetivas razones para pensar en la probable viabilidad de este “eje”.
(7). H. J. Auel. “Detrás de un cerrado banco de niebla”. Abr 2020. www.ieeba.org
(8). Pax: “Situación de paz que permite gozar -a las culturas- del progreso alcanzado”. Diccionario Militar de Cabanellas de Torres y Alcalá Zamora. T. III. Ed. 1969.
(9). A. Sarto Ferreruela. “Bandadas de cisnes negros”. 28 Abr 2020. www.ieee.org
(10). H. J. Auel. “Una Segunda Argentina es Posible”. Jul 1989. www.ieeba.org
“Nada mais difícil de manejar, mais perigoso de conduzir ou de mais duvidoso sucesso do que liderar a introdução de uma nova ordem de coisas”.
Maquiavel
Com esta linha de pensamento, o célebre italiano Nicolau Maquiavel (1469 – 1527) tornou-se uma das figuras mais brilhantes do Renascimento europeu, refletida na sua consagrada obra-prima sobre malícia política, intitulada – O Príncipe – publicada postumamente em 1932.
“Ele foi um filósofo, historiador, poeta, diplomata e músico de origem florentina. É reconhecido como fundador do pensamento e da ciência política moderna, pelo fato de ter escrito sobre o Estado e o governo como realmente são, e não como deveriam ser”
Com esse “gancho”, e com as observações colhidas ao longo da nossa “caminhada” como consultor em Gestão da Qualidade, constamos que há empresas que dão ênfase maior às metodologias voltadas para solução de problemas, do que para a Gestão da Prevenção Total…na fabricação de produtos e na prestação de serviços.
O nosso lar, a medicina, a aviação, o mundo dos esportes, o segmento de prestação de serviços, entre outros, são referências para o estabelecimento do nível Zero de Falhas, pois o retrabalho é inerente aos produtos.
Mesmo as empresas estruturadas para reagir rapidamente ás ocorrências negativas no mercado, não conseguem evitar danos irreparáveis.
Uma análise crítica sobre as causas dos incêndios nos Edifícios Joelma (1° de fevereiro de 1974) com 187 mortes e mais de 300 feridos e no Edifício Andraus (24 de fevereiro de 1972) com 16 mortes e 330 feridos, ambos em São Paulo, podem nos convencer – definitivamente – que a prevenir é melhor que remediar.
Produtos e serviços fora de especificações continuam ocorrendo diuturnamente, provocando sofrimento para as pessoas que perdem seus entes queridos além dos danos sociais, econômicos, financeiros e culturais.
Como causas dessas ocorrências não desejadas, destacamos a falta de uma cultura de prevenção, o desconhecimento de dados que comprovem a relação custo/benefício, imperícia, imprudência, irresponsabilidade, processos operacionais improvisados, falta de manutenção preventiva, ausência de projetos de reciclagem de conhecimento para os funcionários e tantas outras que, somadas a estas, podem ser agrupadas em dois blocos: atos inseguros e condições inseguras.
Para uma conclusão objetiva, é de fundamental importância estender a análise para o campo emocional que pode revelar pressão excessiva no local de trabalho, estado de saúde abalado, desrespeito, medo da perda de emprego, violência urbana, endividamento financeiro e desigualdade social.
Para que a prevenção ganhe espaço nas empresas privadas e nos Órgãos Públicos é preciso envolver, conscientizar e comprometer todos os dirigentes e funcionários das organizações.
Se é impossível ser perfeito, é perfeitamente viável ser cada menos imperfeito.
Prevenção, em qualquer circunstância, não deve ser um Objetivo…deve ser um H@BITO.
Para nossa reflexão encerramos com o célebre provérbio malaio: “Só porque a água está calma, não pense que não há crocodilos.”
Faustino Vicente – Consultor em Gestão da Qualidade, Professor e Advogado – e-mail: faustino.vicente@uol.com.br – Jundiaí (Terra da Uva) – São Paulo – Brasil
Con sumo agrado hoy contamos en nuestro sitio con un artículo de su autoria, que nos hiciera llegar desde Brasil, el señor FAUSTINO VICENTE , abogado nacido en la ciudad Jundiaí (400 mil habitantes) hubicada a 50 kilómetros de São Paulo. Graduado en el 1er Panel de la Facultad de Derecho Padre Anchieta, se desempeñó como Auditor del Banco Brasul de São Paulo S / A, Gerente de la División Administrativa de Duratex-Deca, Asesor de CIESP – Centro de Industrias del Estado de São Paulo, Presidente (y uno de los fundadores) de la Asociación Anhanguera para el Control de Calidad (AACQ-Campinas – São Paulo), Miembro del Consejo Editorial de la Revista Banas Quality – São Paulo, Director (sin remuneración) del Hospital de Caridade São Vicente de Paulo, Miembro de AJARH – Asociación de Administradores de Recursos Humanos de Jundiaí y Región. Tambien fue el 1er presentador del programa de radio de la Sociedad de São Vicente de Paulo (Trabajo Social de los Vicentinos). Realizó Curso de Recursos Humanos (un semestre) en la USP – Universidad de São Paulo y se desempeño como: Editor del 1er Jornal dos Vicentinos,
1er Presidente de Cemitério Parque dos Ipês (Trabajo Social), Director de Clube Jundiaiense … 14 mil miembros, Presidente del Consejo Diocesano Central de SSVP, Presidente de CIPA – Comisión interna para la prevención de accidentes, Director del Club Duratex-Deca y Director de la Cooperativa de Consumidores Duratex-Deca. Una calle de Jundiaí lleva el nombre de su padre quien fuera inmigrante de la ciudad española de Salamanca, historia que contaremos otro día.
Este no pretende ser un sermón acerca de los beneficios de la vida vegana. No trato de realizar una cruzada. No impongo mi decisión de no alimentarme con animales ni vestirme con el producto de ellos, a mi familia ni a mis amigos. No voy a decir que lo acepte, pero no voy a obligar a quien ingiere carne de animales no humanos, que no lo haga. Cada ser tiene su tiempo para cambiar hábitos. Mi preocupación va orientada a la tortura que sufren algunos de estos seres antes de ser llevados a la mesa y que nos ha envuelto en el desastre.
Nos horrorizamos de los “wet markets” de China, pasando por alto lo que sucede en nuestras cercanías. Las aves de corral -además de los peces- son los animales que experimentan la más brutal explotación por parte de los humanos. Es la fábrica donde se produce la gripe aviar. Se trata de un problema veterinario que tiene como causa un microorganismo relacionado con la gripe. Tiene entre los pollos, gallinas, gallos, pavos, y otros, un elevado índice de letalidad. Tras un periodo de incubación pueden fallecer luego de unos pocos días. Esta gripe es una enfermedad que se transmite a los seres humanos y si bien los síntomas pueden ser confundidos con los de una gripe común, en la mayoría de los casos más graves se puede llegar a padecer neumonía y diversas complicaciones respiratorias, seguida de muerte.
Vaca loca suena simpático. Encefalopatía Espongiforme ya asusta. afecta el sistema nervioso de los bovinos y que es causada por ciertas proteínas infecciones denominadas como priones. Y si bien afecta principalmente a las vacas lecheras, también es capaz de contagiar a los seres humanos. Los expertos no saben con certeza cuál es la causa de la enfermedad. Pero el grueso de la comunidad cientfica lo aduce a problemas de alimentación en el animal. Cuando una vaca es sacrificada, algunas partes se usan para alimento humano y otras partes se usan para alimento animal (Un canibalismo forzado). Si una vaca infectada es sacrificada y el tejido nervioso se usa para alimento para ganado, otras vacas pueden contagiarse.
Las llanuras de inundación y arrozales son extensos humedales que contienen aguas represadas naturalmente (sistemas lacustres), con mínimo o ningún recambio de agua, en donde el tiempo de residencia de la materia orgánica (sólidos suspendidos), y, por ende, de excretas que contienen huevos de Gnathostoma, es mayor en la columna de agua, con su posterior depósito en el fondo o sedimentos en comparación con sistemas lóticos (ríos).
Finalmente, es importante recalcar que internacionalmente la enfermedad se ha diagnosticado en viajeros o turistas extranjeros que visitan países de Asia, Centroamérica y Suramérica, como fue el caso reciente de 16 pacientes entre 23 y 57 años, positivos para infección por Gnathostoma en el Hospital de Enfermedades Tropicales de Londres, entre abril 2000 y marzo 2001,
El calentamiento oceánico está causando un aumento de las enfermedades en las poblaciones de flora y fauna, y que está asimismo afectando la salud humana, porque los agentes patógenos se propagan más fácilmente en aguas más cálidas, incluyendo las bacterias que causan el cólera.
Al mismo tiempo, se está produciendo un aumento en la floración de algas nocivas para la salud, causantes de enfermedades como la ciguatera, una intoxicación alimentaria causada por la ingesta de pescado que se alimenta de algas y organismos de los arrecifes de zonas tropicales y subtropicales, que generan un tóxico llamado ciguatoxina.
Muchos de los cerdos amontonados en corrales sufren de neumonía. Ciertos estudios indican que el 80 por ciento de ellos tienen la mencionada enfermedad al momento que son carneados.
La administración de antibióticos en animales de “fábricas de zombis” (en su mayoría sanos) propaga la resistencia de antimicrobianos en nuestros cuerpos. El abuso y el uso indebido de antibióticos en animales están contribuyendo al aumento de la amenaza que representa la resistencia a los agentes que matan o detienen el crecimiento de microorganismos. Algunos tipos de bacterias causantes de infecciones humanas graves ya son resistentes a la mayoría o a la totalidad de los tratamientos disponibles, y hay muy pocas alternativas prometedoras en fase de investigación.
Una gran parte -por no decir la mayoría- de las enfermedades infectocontagiosas son zoonóticas. Es decir, comienzan en los animales descuidados y terminan en nuestro sistema.
Ciencia nos invita a ciertas medidas de cuidados por el contagio del coronavirus. En “tiempos normales” El uso de máscaras y guantes son elementos que no usamos cotidianamente, pero la higiene es algo que al menos debería ser una práctica usual y constante a lo que se suma conservar distancia con otra persona, lo que en muchos casos no ha sido, es y será totalmente malo. Si esto se traslada al reino animal, el hacinamiento es una experiencia que ningún ser vivo quiere padecer. Se esfuerzan por respirar, tienen estrés y pasan sus días uno arriba del otro debido a la falta de espacios.
Entiendo que ciertas personas no tengan empatía por los animales antes de que terminen en una sartén, sin embargo, la crueldad hacia los animales despierta esta cadena de enfermedades que terminan en nuestros cuerpos, en los de nuestros hijos, en los de nuestros nietos.
El Reino de Polonia que, desde el año 1569 formaba una confederación junto con el Gran Ducado de Lituania, es conocido también como la Mancomunidad de las Dos Naciones. En el apogeo de su poder, a principios del siglo XVII, la Mancomunidad era el mayor país de la Europa católica.
Entre las características más interesantes de su sistema político, destacan la elección del monarca por la nobleza y, además, un papel decisivo del Parlamento, elegido de entre los nobles, el único estamento privilegiado que poseía derechos políticos. La Mancomunidad tenía un enorme número de la nobleza cuya cantidad se estimaba entre el 6 y 8 por ciento de la población. Así pues, le fueron concedidos varios privilegios como la libertad personal o la eximición de impuestos. Asimismo, la nobleza gozaba de un poder dominante sobre el campesinado asentado en sus latifundios. Los campesinos solamente poseían derechos limitados: estaban obligados a trabajar desde 3 hasta 6 días a la semana en la finca, propiedad de sus patrones, y no podían marcharse sin el consentimiento del amo. La debilidad de los burgueses fue otro problema específico de la sociedad de la Mancomunidad. Las ciudades eran pequeñas y solo algunas, en el siglo XVIII, contaban con una población de más de 10 mil habitantes cuyos derechos políticos estaban limitados únicamente a sus órganos representativos locales.
La decadencia de la Mancomunidad de las Dos Naciones inició a mediados del siglo XVII. Una serie de guerras devastadoras (1648-1721) significó algo mucho peor que solamente la pérdida de territorios. El país quedó arruinado y la población diezmada. La nobleza media, núcleo del sistema político, se debilitó y empezó a ser dominada por los magnates.
Además, cambió la cultura política y, como consecuencia, se estableció la doctrina de la estricta unanimidad (liberum veto) en la tramitación parlamentaria. El uso excesivo de la doctrina de liberum veto suponía la paralización del parlamento en la primera mitad del siglo XVIII y, en resultado, la Mancomunidad gradualmenteiba cayendo en la anarquía.
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La situación comenzó a cambiar después de la elección de Estanislao II Augusto Poniatowski como el Rey. Se introdujo una serie de reformas, no obstante, todo acabó en la intervención rusa y se produjo la primera partición de Polonia entre Rusia, Prusia y Austria (1772). El siguiente intento, con el fin de sanar el sistema político y guardar la independencia, fue realizado durante las actas de la Gran Dieta (Sejm Wielki) (1788-1792). La situación internacional parecía ser propicia: Rusia había entrado en guerra con Turquía y Suecia, Austria también había declarado guerra al Imperio otomano, mientras que Prusia estaba formalmente en alianza con la Mancomunidad.
Los proyectos de reformas fueron debatidos y elaborados por un grupo reducido compuesto, entre otros, por el rey y el mariscal de la Gran Dieta. Finalmente, el 3 de mayo de 1791, el Parlamento aprobó el Estatuto de Gobierno. Hoy en día, dicha norma es mejor conocida como la Constitución del 3 de Mayo, aunque ésta no era su denominación oficial.
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3 de Mayo
Por Michael R. Pompeo
En nombre del pueblo de los Estados Unidos de América, felicito al pueblo de Polonia en su Día de la Constitución.
La Constitución de Polonia del 3 de mayo de 1791 sigue siendo un poderoso símbolo de la búsqueda de la libertad y la justicia del pueblo polaco. Fue el deseo del pueblo polaco por la libertad lo que llevó al renacimiento de Polonia como país independiente en 1918. Y es esta búsqueda de la libertad y la justicia lo que inspiró a Polonia a abandonar el comunismo en 1989.
Estoy seguro de que en este momento de pandemia global, su nación amante de la libertad volverá a mostrar sus mejores cualidades y tendrá éxito en superar la crisis. Espero ver nuestra amistad y asociación crecer aún más fuerte en los años venideros.
Michael R. Pompeo, Secretario de Estado de los Estados Unidos de América
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La constitución consta de once artículos, algunos de ellos muy extensos. El primer artículo concedió la libertad universal de religión, aunque limitada, quedando prohibida la conversión del catolicismo a cualquier otra fe. Los siguientes tres artículos, trataban el sistema social, manteniendo, por un lado, la sociedad estamental con una posición dominante de la nobleza y, por otro lado, privando a los no poseedores (gołota) de los derechos políticos al excluirlos de las asambleas locales. En lo que atañía a la burguesía, la constitución implementó las resoluciones de la llamada Ley de Municipios aprobada un mes antes. En ella se le otorgaba: un mejor acceso al ejército y a los cargos públicos, el privilegio de la inmunidad personal o el derecho a adquirir tierras. En cuestión de los derechos políticos, la burguesía consiguió sólo una pequeña concesión: los plenipotenciarios de las grandes ciudades podían partcipar en las sesiones parlamentarias, sin embargo, con una posibilidad limitada de actividad. La situación de los campesinos cambió muy poco, puesto que la constitución alentó a los propietarios de la tierra a hacer acuerdos voluntarios con los aldeanos, prometiéndoles a la vez una protección por parte de las autoridades estatales.
El sistema político se basaba en ideas formuladas por el pensamiento político de la Ilustración. El artículo 5 señalaba que todo poder emana de la voluntad de la nación. El poder estaba dividido en tres ramas: legislativa, ejecutiva y judicial. El poder legislativo fue ejercido por el Parlamento que constaba de dos cámaras tradicionales: el Senado y la Cámara de Diputados. Todas las decisiones del parlamento se adoptaban por mayoría de los votos y el liberum veto quedó prohibido. El poder ejecutivo se repartía entre el Rey y los Guardianes de la Ley. La constitución introdujo una monarquía hereditaria y designó al Elector de Sajonia, Federico Augusto III, como el sucesor de Estanislao Augusto, que no tenía descendientes. Los actos del rey necesitaban ser refrendados por uno de los ministros, o sea, miembro de los Guardianes de la Ley. Los ministros eran nombrados por el rey y se mostraban responsables políticamente de sus actos. El poder judicial correspondía a los tribunales ligeramente reformados que conservaron su carácter estamental.
La Constitución del 3 de Mayo no duró mucho tiempo. Los países vecinos, aterrorizados por la visión de una revolución que se iba extendiendo, actuaron rápidamente. Rusia, usando como pretexto un grito de la oposición pro rusa que había formado la Confederación de Targowica, inició la intervención militar, mientras que Prusia se retiró de la alianza. Estanislao Augusto capituló ante el abrumador ejército ruso. La constitución fue declarada nula y, asimismo, Rusia y Prusia tomaron la decisión sobre la segunda partición de la Mancomunidad. Este hecho provocó un levantamiento y, en consecuencia, pronto se llevó a cabo la tercera, y la última, partición. La Mancomunidad de las Dos Naciones dejó de existir. No obstante, el importante papel de la constitución fue mucho mayor que su corta vida podría indicar. Todo eso fue ampliamente comentado en el extranjero y, también, traducido al francés y al inglés aún en el año 1791. En Polonia, la constitución se transformó en uno de los símbolos de la lucha por recuperar independencia.
Fuentes: Polski Instytut Kultury . Secretaria de Estado de los Estados Unidos
Según Maquiavelo, los fines siempre justifican los medios, no importa cuán crueles, calculadores o inmorales puedan ser esos medios. Tony Soprano y Macbeth de Shakespeare pueden ser personajes maquiavélicos bien conocidos, pero el hombre cuyo nombre inspiró el término, Niccolo Machiavelli, no operaba según su propio cínico libro de reglas. Más bien, cuando Maquiavelo escribió El Príncipe, sus astutas pautas para el poder en el siglo XVI, era un estadista exiliado que buscaba un puesto en el gobierno florentino. Tenía la esperanza de que un soberano fuerte, como se describe en su escrito, pudiera devolver a Florencia a su antigua gloria.
La guía de poder de Maquiavelo fue revolucionaria en el sentido de que describía cómo las personas poderosas tuvieron éxito, como él lo veía, en lugar de lo que uno imaginaba que un líder debería operar.
Antes de su exilio, Maquiavelo había navegado por el volátil entorno político de la Italia del siglo XVI como estadista. Hubo luchas de poder constantes en el momento entre las ciudades-estado de Italia, el Sacro Imperio Romano, Francia y España.
El príncipe A medida que los líderes subían y bajaban rápidamente, Maquiavelo observó rasgos que, en su opinión, reforzaban el poder y la influencia. En 1513, después de ser expulsado del servicio político con la toma de Florencia por la familia Medici, Maquiavelo escribió su resumen de lo que hace a un líder efectivo en El Príncipe.
Niccolò di Bernardo dei Machiavelli fue un diplomático, filósofo y escritor renacentista italiano, más conocido por El Príncipe, escrito en 1513. A menudo se le ha llamado el padre de la filosofía política moderna o la ciencia política. Nacido: 3 de mayo de 1469, Florencia, Italia. Murió: 21 de junio de 1527, Florencia, Italia.
A diferencia de los príncipes nobles retratados en los cuentos de hadas, un gobernante exitoso de un principado, como se describe en los escritos de Maquiavelo, es brutal, calculador y, cuando es necesario, completamente inmoral.
Debido a que las personas “cambian rápidamente de naturaleza cuando imaginan que pueden mejorar su suerte”, escribió, un líder también debe ser astuto. “El hecho es que un hombre que quiere actuar virtuosamente en todos los sentidos necesariamente se entristece entre tantos que no son virtuosos. Por lo tanto, si un príncipe quiere mantener su gobierno, debe estar preparado para no ser virtuoso y hacer uso de esto o no según las necesidades “.
Hasta la escritura de Maquiavelo, la mayoría de los filósofos de la política habían definido a un buen líder como humilde, moral y honesto. Maquiavelo arrojó esa idea y dijo con franqueza: “Es mejor ser temido que amado, si no puedes tener ambos”.
La crueldad puede ser mejor que la amabilidad, argumentó, explicando que “Hacer un ejemplo de uno o dos delincuentes es más amable que ser demasiado compasivo y permitir que los trastornos se conviertan en asesinatos y caos que afectan a toda la comunidad”. Mantener la palabra de uno también puede ser peligroso, dijo, ya que “la experiencia muestra que aquellos que no cumplen su palabra obtienen lo mejor de los que sí lo hacen”.
Además, Maquiavelo también creía que cuando los líderes no son morales, es importante que pretendan mantener las apariencias. “Un príncipe siempre debe parecer muy moral, incluso si no lo es”, escribió.
Fortuna y Virtù Finalmente, los líderes no deben confiar en la suerte, escribió Maquiavelo, sino que deberían moldear su propia fortuna, a través del carisma, la astucia y la fuerza. Como lo vio Maquiavelo, había dos variables principales en la vida: fortuna y virtù.
Virtù (no virtud) significaba valentía, poder y la capacidad de imponer la propia voluntad. La fortuna, escribió, era como un “río violento” que puede inundar y destruir la tierra, pero cuando está en silencio, los líderes pueden usar su libre albedrío para prepararse y conquistar el áspero río del destino. Maquiavelo escribió que un líder efectivo maximiza el virtù y minimiza el papel de la fortuna. De esta manera, “la fortuna favorece a los valientes”.
Cesare Borgia Uno de los modelos de la vida real de los que Maquiavelo se inspiró cuando escribió El Príncipe fue Cesare Borgia, un príncipe burdo, brutal y astuto de los Estados Pontificios a quien Maquiavelo había observado de primera mano. Durante una visita a Borgia para discutir las relaciones con Florencia, Maquiavelo fue testigo de cómo Borgia atraía a sus enemigos a la ciudad de Senigallia con regalos y promesas de amistad y luego los asesinaba a todos.
Finalmente, incluso Borgia sucumbiría a la mala fortuna cuando su padre, el papa Alejandro VI, se enfermara y muriera. Borgia murió pocos años después de la muerte de su padre a la temprana edad de 32 años.
A pesar de la muerte prematura de Borgia, Maquiavelo creía que un líder fuerte como Borgia era justo lo que Florencia necesitaba para levantar la moral, unir a la gente y elevar la prominencia del estado de la ciudad a su antigua gloria.
Frases de Maquiavelo “El primer método para estimar la inteligencia de un gobernante es mirar a los hombres que tiene a su alrededor”.
“No son los títulos los que honran a los hombres, sino los hombres que honran los títulos”.
“Quien crea que el gran avance y los nuevos beneficios hacen que los hombres olviden las viejas lesiones está equivocado”.
“La mejor fortaleza se encuentra en el amor de la gente, porque aunque tengas fortalezas, no te salvarán si la gente te odia”.
“Donde la disposición es grande, las dificultades no pueden ser grandes”.
“No hay otra forma de protegerse contra los halagos que hacer que los hombres entiendan que decirle la verdad no lo ofende”.
“Todos ven lo que pareces ser, pocos realmente saben lo que eres”.
Impacto del príncipe Pero Maquiavelo no encontraría una audiencia para su trabajo antes de su muerte y Florencia no fue restaurada a su antigua gloria en su vida. Francia, entonces España y Austria, invadieron Italia y sus ciudades-estado en guerra no pudieron defenderse, lo que llevó a casi 400 años de dominio por parte de gobernantes externos.
Finalmente, el Príncipe se publicó en 1532, cinco años después de la muerte de Maquiavelo. Durante los siglos que siguieron, los principios que defendió provocarían indignación y admiración y establecerían a Maquiavelo como un pensador político controvertido y revolucionario.
En 1559, todas las obras de Maquiavelo se colocaron en el “Índice de libros prohibidos” de la iglesia católica. La Iglesia Protestante recientemente formada también condenó al Príncipe, y fue prohibida en la Inglaterra isabelina. No obstante, el libro fue leído ampliamente, y el nombre de su autor se convirtió en sinónimo de astucia y comportamiento sin escrúpulos.
El arte de la guerra Años después de escribir El Príncipe, Maquiavelo escribió El arte de la guerra, un tratado escrito en forma de diálogo entre un experto militar y ciudadanos.
El Arte de la Guerra discute el papel que los ciudadanos tienen en el apoyo y uso de las tropas militares en beneficio de los ciudadanos, el papel del entrenamiento y el mejor uso de la artillería para desarmar a los enemigos. Basándose en los temas que presentó en El Príncipe, Maquiavelo también observa cómo el engaño y la intriga son estrategias militares valiosas.
Historia maquiavélica Se culparía a Maquiavelo por inspirar a Enrique VIII a desafiar al Papa y tomar la autoridad religiosa para sí mismo. William Shakespeare citaría a Maquiavelo como “el maquiavel asesino” en Enrique VI, y muchos de sus personajes encarnarían rasgos maquiavélicos.
El filósofo Edmund Burke describiría la Revolución Francesa como evidencia de las “máximas odiosas de una política maquiavélica”. En el siglo XX, algunos señalarían que Maquiavelo desempeñaba un papel en el surgimiento de dictadores como Adolf Hitler y Joseph Stalin.
Hitler mantuvo una copia de El Príncipe junto a su cama y se sabía que Stalin había leído y anotado su copia del libro. Los líderes empresariales han considerado el trabajo como un enfoque despiadado para avanzar, y el libro ha sido llamado la “Biblia de la mafia” con gángsters, incluido John Gotti, citando sus páginas.
Algunos estudiosos han cuestionado si Maquiavelo pretendía que los lectores lo tomaran en su palabra. En cambio, proponen que El Príncipe era en realidad un trabajo satírico y pretendía ser una advertencia de lo que podría suceder si el poder se deja sin control.
Pero la mayoría lo toma al pie de la letra como un plan de sangre fría sobre cómo ganar y mantener el poder. Francis Bacon, el estadista-científico-filósofo inglés, fue uno de los que apreciaron las francas reflexiones de Maquiavelo al principio, escribiendo en 1605: “Estamos muy en deuda con Machiavel y otros que escriben lo que los hombres hacen y no lo que deberían hacer”.
Era uno de esos domingos de mitad de verano en que todo el mundo repite: «Anoche bebí demasiado.» Lo susurraban los feligreses al salir de la iglesia, se oía de labios del mismo párroco mientras se despojaba de la sotana en la sacristía, así como en los campos de golf y en las pistas de tenis, y también en la reserva natural donde el jefe del grupo Audubon sufría los efectos de una terrible resaca.
—Bebí demasiado —decía Donald Westerhazy.
—Todos bebimos demasiado —decía Lucinda Merrill.
—Debió de ser el vino —explicaba Helen Westerhazy—. Bebí ¡demasiado clarete.
El escenario de este último diálogo era el borde de la piscina de los Westerhazy, cuya agua, procedente de un pozo artesiano con un alto porcentaje de hierro, tenía una suave tonalidad verde. El tiempo era espléndido. Hacia el oeste se amontonaban las nubes, tan parecidas a una ciudad vista desde lejos —desde el puente de un barco que se aproximara— que podían haber tenido un nombre. Lisboa. Hackensack. El sol calentaba. Neddy Merrill, sentado en el borde de la piscina, tenía una mano dentro del agua, y sostenía con la otra una copa: ginebra. Neddy era un hombre enjuto que parecía conservar aún la peculiar esbeltez de la juventud, y, aunque los días de su adolescencia quedaban ya muy lejos, aquella mañana se había deslizado por el pasamanos de la escalera, y en su camino hacia el olor a café que salía del comedor, había dado un sonoro beso en la broncínea espalda a la Afrodita del vestíbulo. Podría habérselo comparado con un día de verano, en especial con las últimas horas de uno de ellos, y aunque le faltase una raqueta de tenis o una vela hinchada por el viento, la impresión era, decididamente, de juventud, de vida deportiva y de buen tiempo. Había estado nadando y ahora respiraba hondo, como si fuera capaz de almacenar en sus pulmones los ingredientes de aquel momento, el calor del sol, y la intensidad de su propio placer. Era como si todo le cupiera dentro del pecho. Doce kilómetros hacia el sur, en Bullet Park, estaba su casa, donde sus cuatro hermosas hijas habrían terminado de almorzar y quizá jugasen al tenis en aquel momento. Fue entonces cuando se le ocurrió que si atajaba por el suroeste podría llegar nadando hasta allí.
John William Cheever fue un novelista estadounidense y escritor de cuentos. A veces se le llama “el Chéjov de los suburbios”. Nacido: 27 de mayo de 1912, Quincy, MA Murió: 18 de junio de 1982, Ossining, NY
No había nada de opresivo en la vida de Neddy, y el placer que le produjo aquella idea no puede explicarse reduciéndola a una simple posibilidad de evasión. Le pareció ver, con mentalidad de cartógrafo, la línea de piscinas, la corriente casi subterránea que iba describiendo una curva por todo el condado. Se trataba de un descubrimiento, de una contribución a la geografía moderna, y le pondría el nombre de Lucinda, en honor a su esposa. Neddy no era ni estúpido ni partidario de las bromas pesadas, pero tenía una clara tendencia a la originalidad, y se consideraba a sí mismo —de manera vaga y sin darle apenas importancia— una figura legendaria. El día era realmente maravilloso, y le pareció que un baño prolongado serviría para acrecentar y celebrar su belleza.
Se desprendió del suéter que le colgaba de los hombros y se tiró de cabeza a la piscina. Neddy sentía un inexplicable desprecio por los hombres que no se tiran de cabeza. Nadó a crol pero de forma poco organizada, respirando unas veces con cada brazada y otras sólo en la cuarta, y sin dejar de contar, de manera casi subconsciente, el un-dos, un-dos, del movimiento de los pies. No era un estilo muy apropiado para largas distancias, pero la utilización doméstica de la natación ha gravado ese deporte con ciertas costumbres, y en la par-te del mundo donde habitaba Neddy, el crol era lo habitual. Sentirse abrazado y sostenido por el agua verde y cristalina, más que un placer, suponía la vuelta a un estado normal de cosas, y a Neddy le hubiese gustado nadar sin bañador, pero eso no resultaba posible, debido a la naturaleza de su proyecto. Salió a pulso de la piscina por el otro extremo —nunca usaba la escalerilla—, y comenzó a cruzar el césped. Cuando Lucinda le preguntó que adonde iba, respondió que iría nadando hasta casa.
Sólo podía utilizar mapas imaginarios o sus recuerdos de los mapas reales, pero eso era suficiente. Primero estaban los Graham, y a continuación los Hammer, los Lear, los Howland, y los Crosscup. Cruzaría Ditmar Street para llegar a casa de los Bunker y después de andar un poco pasaría por casa de los Levy y de los Welcher, para utilizar así también la piscina pública de Lancaster. Luego venían los Halloran, los Sachs, los Biswanger, Shirley Adams, los Gilmartin y los Clyde. El día era estupendo, y vivir en un mundo con tan generosas reservas de agua parecía poner de manifiesto la misericordia y la caridad del universo. Neddy se sentía en plena forma, y atravesó el césped corriendo. Volver a casa utilizando un camino desacostumbrado lo hacía sentirse peregrino, explorador; lo hacía sentirse un hombre con un destino, y estaba seguro de encontrar amigos a lo largo de todo el trayecto; no tenía la menor duda de que sus amigos ocuparían las orillas del río Lucinda.
Atravesó el seto que separaba la propiedad de los Westerhazy de la de los Graham, anduvo bajo algunos manzanos en flor, pasó junto al cobertizo que albergaba la bomba y el filtro y salió al lado de la piscina de los Graham.
—¡Hola, Neddy! —dijo la señora Graham—, ¡qué agradable sorpresa! Me he pasado toda la mañana tratando de hablar contigo por teléfono. Déjame que te prepare algo de beber.
Neddy comprendió entonces que, como cualquier explorador, necesitaría hacer uso de toda su diplomacia para conseguir que la hospitalidad y las costumbres de los nativos no le impidieran llegar a su destino. No deseaba desconcertar a los Graham ni mostrarse antipático, pero tampoco disponía de tiempo para quedarse allí. Hizo un largo en la piscina y se reunió con ellos al sol; unos minutos más tarde, la llegada de dos automóviles cargados de amigos que venían de Connecticut le facilitó las cosas. Mientras todos se saludaban efusiva y ruidosamente, Neddy pudo escabullirse. Salió por la puerta principal de la finca de los Graham, pasó por encima de un seto espinoso y cruzó un solar vacío para llegar a casa de los Hammer. La dueña de la casa, al levantar la vista de las rosas, vio a alguien que pasaba nadando, pero no llegó a saber de quién se trataba. Los Lear lo oyeron cruzar la piscina a nado a través de las ventanas abiertas de la sala de estar. Los Howland y los Crosscup habían salido. Al dejar la casa de los Howland, Neddy cruzó Ditmar Street y se dirigió hacia la finca de los Bunker, desde donde, ya a aquella distancia, le llegaba el alboroto de una fiesta.
El agua devolvía el sonido de las voces y de las risas, y daba la impresión de dejarlas suspendidas en el aire. La piscina de los Bunker estaba en alto, y Neddy tuvo que subir unos cuantos escalones hasta llegar a la terraza, donde unas veinticinco o treinta personas charlaban y bebían. Rusty Towers era el único que se hallaba dentro del agua, flotando sobre una balsa de goma. ¡Qué hermosas eran las orillas del río Lucinda y qué maravillosa vegetación crecía en ellas! Acaudalados hombres y mujeres se reunían junto a sus aguas color zafiro, mientras serviciales criaturas de blancas chaquetas les servían ginebra fría. Sobre sus cabezas, una avioneta roja de las que se utilizaban para dar clases de vuelo daba vueltas y más vueltas, y sus evoluciones hacían pensar en el regocijo de un niño subido en un columpio. Ned sintió un momentáneo afecto por aquella escena, una ternura que era casi como una sensación física, motivada por algo tangible. Oyó un trueno a lo lejos. Enid Bunker se puso a gritar nada más verlo.
—¡Mirad quién está aquí! ¡Qué sorpresa tan maravillosa! Cuando Lucinda dijo que no podías venir, creí que iba a morirme.
Neddy se abrió camino entre la multitud en su dirección, y cuando terminaron de besarse, Enid lo llevó hacia el bar; avanzaron lentamente porque Ned tuvo que pararse para besar a otras ocho o diez mujeres y estrechar la mano de otros tantos hombres. Un barman sonriente que había visto ya antes en un centenar de fiestas le dio una ginebra con tónica, y Ned se quedó allí un instante, temeroso de tener que participar en alguna conversación que pudiera retrasar su viaje. Cuando parecía que iba a verse rodeado, se tiró a la piscina y nadó pegado al borde para evitar la balsa de Rusty. Al salir por el otro lado se cruzó con los Tomlinson; los obsequió con una cordial sonrisa, y echó a andar rápidamente por el sendero del jardín. La grava le hacía daño en los pies, pero ésa era la única sensación desagradable. La fiesta sé celebraba únicamente en los alrededores de la piscina y, al llegar junto a la casa, Ned notó que se había debilitado el sonido de las voces. En la cocina de los Bunker alguien oía por la radio un partido de béisbol. Domingo por la tarde. Tuvo que avanzar en zigzag entre los coches aparcados y llegó hasta Alewives Lane siguiendo el césped que bordeaba el camino de grava de los Bunker. Ned no quería que lo vieran en la carretera en traje de baño, pero no había tráfico y cruzó en seguida los pocos metros que lo separaban del sendero de grava de los Levy, con un cartel de Propiedad Privada y un recipiente cilíndrico de color verde para el New York Times. Todas las puertas y las ventanas de la amplia casa estaban abiertas, pero no había signos de vida; ni siquiera un perro que ladrara. Ned rodeó el edificio y al llegar a la piscina vio que los Levy acababan de marcharse. Sobre una mesa al otro extremo de la piscina, cerca de un cenador adornado con linternas japonesas, había una mesa con vasos, botellas y platos con cacahuetes, almendras y avellanas. Después de atravesar la piscina a nado, Ned se sirvió ginebra en un vaso. Era la cuarta o la quinta copa, y había nadado aproximadamente la mitad del curso del río Lucinda. Se sentía cansado, limpio, y, en ese momento, satisfecho de encontrarse solo; satisfecho con el mundo en general.
Iba a haber una tormenta. La masa de nubes —aquella ciudad— se había elevado y oscurecido, y mientras descansaba allí un momento, oyó otra vez el retumbar de un trueno. La avioneta roja seguía dando vueltas, y a Ned casi le parecía oír la risa placentera del piloto flotando en el aire de la tarde; pero al oír el fragor de otro trueno se puso de nuevo en movimiento. El pitido de un tren lo hizo preguntarse qué hora sería. ¿Las cuatro, las cinco? Se imaginó la estación local, donde, en ese momento, un camarero con el esmoquinoculto bajo un impermeable, un enano con un ramo de flores envuelto en papel de periódico y una mujer que había llorado esperarían el tren de cercanías. Estaba oscureciendo de pronto; era el instante en que los pájaros más estúpidos parecían transformar su canto en un anuncio, preciso y bien informado, de la proximidad de la tormenta. Se produjo entonces un agradable ruido de agua cayendo desde la copa de un roble, como si alguien hubiera abierto una espita. Después, el ruido como de fuentes se extendió a las copas de todos los árboles altos. ¿Por qué le gustaban las tormentas? ¿Por qué se animaba tanto cuando las puertas se abrían con violencia y el viento que arrastraba gotas de lluvia trepaba a empellones por las escaleras? ¿Por qué la simple tarea de cerrar las ventanas de una casa antigua le parecía tan necesaria y urgente? ¿Por qué los primeros compases húmedos de un viento de tormenta constituían siempre el anuncio de alguna buena nueva, de algún suceso reconfortante y alegre? En seguida se oyó una explosión, acompañada de un olor como de pólvora, y la lluvia azotó las linternas japonesas que la señora Levy había comprado en Kyoto dos años antes, ¿o hacía sólo un año?
Ned se quedó en el cenador de los Levy hasta que pasó la tormenta. La lluvia había enfriado el aire, y un escalofrío le recorrió el cuerpo. La fuerza del viento había arrancado las hojas secas y amarillas de un arce y las había esparcido sobre la hierba y el agua. Como estaban aún a mitad de verano, Ned supuso que el árbol se hallaba enfermo, pero sintió una extraña tristeza ante ese signo del otoño. Hizo unos movimientos gimnásticos, apuró la ginebra y se dirigió hacia la piscina de los Welcher. Eso significaba cruzar el picadero de los Lindley, y le sorprendió encontrar la hierba demasiado crecida y los obstáculos desmantelados. Se preguntó si los Lindley habrían vendido sus caballos o si se habrían ausentado durante el verano, dejando sus animales al cuidado de otras personas. Le pareció recordar que había oído algo acerca de los Lindley y de sus caballos, pero no sabía exactamente qué. Siguió adelante, notando la hierba húmeda contra los pies descalzos, en dirección a la casa de los Welcher, donde se encontró con que la piscina estaba vacía.
Esa ruptura en la continuidad de su río imaginario le produjo una absurda decepción, y se sintió como un explorador que busca las fuentes de un torrente y encuentra un cauce seco. Ned notó que lo dominaba el desconcierto y la decepción. Era bastante normal que los vecinos de aquella zona se marcharan durante el verano, pero nadie vaciaba la piscina. Los Welcher se habían ido definitivamente. Las sillas, las mesas y las hamacas de la piscina estaban dobladas, amontonadas y cubiertas con lonas. Los vestuarios, cerrados, y lo mismo sucedía con todas las ventanas de la casa, y cuando la rodeó hasta llegar al camino de grava que llevaba hasta la puerta principal se encontró con un cartel que decía: «Se Vende», clavado en un árbol. ¿Cuándo había oído hablar de los Welcher por última vez? ¿Cuándo —habría que decir, más exactamente— Lucinda y él se habían disculpado por última vez al recibir una invitación suya para cenar? No daba la impresión de que hubiese transcurrido más de una semana. ¿Le fallaba la memoria o la tenía tan disciplinada contra los sucesos desagradables que llegaba a falsear la realidad? A lo lejos oyó que alguien jugaba un partido de tenis. Aquello lo animó, disipando todas sus aprensiones, y permitiéndole enfrentarse con indiferencia al cielo oscurecido y al aire frío. Aquél era el día en que Neddy Merrill iba a atravesar a nado el condado. ¡Aquel día, precisamente! De inmediato inició la etapa más difícil de su viaje.
Alguien que hubiese salido a pasear en coche aquella tarde de domingo podría haberlo visto, casi desnudo, en la cuneta de la autopista 424, esperando una oportunidad para cruzar al otro lado. Podría habérsele creído la víctima de alguna apuesta insensata, o una persona a quien se le ha estropeado el coche, o, simplemente, un chiflado. Junto al asfalto, con los pies descalzos —entre latas de cerveza vacías, trapos sucios y parches para neumáticos desechados—, expuesto al ridículo, resultaba penoso. Ned sabía desde el principio que aquello era parte de su recorrido, que figuraba en sus mapas, pero al enfrentarse con las largas filas de coches que culebreaban bajo la luzdel verano, descubrió que no estaba preparado psicológicamente. Los ocupantes de los automóviles se reían de él, lo tomaban a broma, y llegaron incluso a tirarle una lata de cerveza, y él no tenía ni dignidad ni humor que aportar a aquella situación. Podría haberse vuelto atrás, regresar a casa de los Westerhazy, donde Lucinda estaría aún sentada al sol. No había firmado nada, no había prometido nada, no se había apostado nada, ni siquiera consigo mismo. ¿Por qué, creyendo como creía que toda humana testarudez era susceptible de ceder ante el sentido común, se sabía incapaz de volver atrás? ¿Por qué estaba decidido a terminar el recorrido, aun a costa de poner en peligro su vida? ¿En qué momento aquella travesura, aquella broma, aquella payasada se había convertido en algo muy serio? No estaba en condiciones de volver atrás, ni siquiera recordaba con claridad las verdes aguas de la piscina de los Westerhazy, ni el placer de aspirar los componentes de aquel día, ni las serenas y amistosas voces que se lamentaban de haber bebido demasiado. En una hora aproximadamente, Ned había cubierto una distancia que hacía imposible el regreso.
Un anciano que conducía a veinticinco kilómetros por hora le permitió llegar hasta la mediana de la autopista, donde había una tira de césped. Allí se vio expuesto a las bromas del tráfico que avanzaba en dirección contraria, pero al cabo de unos diez minutos o un cuarto de hora consiguió cruzar. Desde allí sólo tenía que andar un poco para llegar al centro recreativo situado a las afueras de Lancaster, que disponía de varios frontones y de una piscina pública.
La peculiar resonancia de las voces cerca del agua, la sensación de brillantez y de tiempo detenido eran las mismas que anteriormente en casa de los Bunker, pero aquí los sonidos resultaban más fuertes, más agrios y más penetrantes, y tan pronto como entró en aquel espacio abarrotado de gente, Ned tuvo que someterse a las molestias de la reglamentación: «Todos los bañistas tienen que ducharse antes de usar la piscina. Todos los bañistas deben utilizar el pediluvio. Todos los bañistas deben llevar la placa de identificación.»
Ned se duchó, se lavó los pies en una oscura y desagradable solución y llegó hasta el borde de la piscina. Apestaba a cloro y le recordó a unfregadero. Sendos monitores, desde sus respectivas torres, hacían sonar sus silbatos a intervalos aparentemente regulares, insultando además a los bañistas mediante un sistema de megafonía. Ned recordó con nostalgia las aguas color zafiro de los Bunker y pensó que podía contaminarse —echar a perder su prosperidad y disminuir su atractivo personal— nadando en aquella ciénaga, pero recordó que era un explorador, un peregrino, y que aquello no pasaba de ser un remanso de aguas estancadas en el río Lucinda. Se tiró al cloro con ceñuda expresión de disgusto y no le quedó más remedio que nadar con la cabeza fuera para evitar colisiones, pero incluso así lo empujaron, lo salpicaron y le dieron codazos. Cuando llegó al lado menos profundo de la piscina, los dos monitores le estaban gritando:
—¡A ver, ése, ese que no lleva placa de identificación, que salga del agua!
Ned lo hizo así, pero los otros no estaban en condiciones de perseguirlo, y, dejando atrás el desagradable olor de las cremas bronceaduras y del cloro, saltó una valla de poca altura y atravesó los frontones. Le bastó cruzar la carretera para entrar en la parte arbolada de la propiedad de los Halloran. Nadie se había preocupado de arrancar la maleza que crecía entre los árboles, y tuvo que avanzar con grandes precauciones hasta llegar al césped y al seto de hayas recortadas que rodeaba la piscina.
Los Halloran eran amigos suyos; se trataba de unas personas de edad avanzada y enormemente ricos, que se sentían felices cuando alguien los consideraba sospechosos de filocomunismo. Eran reformadores llenos de celo, pero no comunistas; sin embargo, cuando alguien los acusaba de subversivos, como sucedía a veces, parecían agradecerlo y sentirse rejuvenecidos. Las hojas del seto de haya también se habían vuelto amarillas, y Ned supuso que probablemente padecían la misma enfermedad que el arce de los Levy. Gritó «¡hola!» dos veces para que los Halloran advirtieran su presencia y de esa forma la invasión de su intimidad no resultara demasiado brusca. Los Halloran, por razones que nunca le habían sido explicadas, no utilizaban trajes de baño. En realidad, no hacía falta ninguna explicación.
Su desnudez era un detalle de su celo reformista libre de prejuicios, y Ned se quitó cortésmente el bañador antes de entrar en el espacio limitado por el seto de hayas.
La señora Halloran, una mujer corpulenta de cabello blanco y expresión serena, leía el Times. Su marido sacaba hojas de haya de la piscina con una red. No parecieron ni sorprendidos ni disgustados al verlo. Su piscina era quizá la más antigua del condado, un rectángulo construido con piedras cogidas del campo, alimentado por un arroyo. Carecía de filtro o de bomba, y sus aguas tenían la dorada opacidad de la corriente.
—Estoy atravesando a nado el condado —dijo Ned.
—Vaya, no sabía que se pudiera hacer eso —exclamó la señora Halloran.
—Bueno, he empezado en casa de los Westerhazy —dijo Ned—. Debo de haber recorrido unos seis kilómetros.
Dejó el bañador junto al extremo más hondo de la piscina, fue andando hasta el otro lado y nadó aquella distancia. Mientras salía a pulso del agua, oyó decir a la señora Halloran:
—Sentimos mucho que te hayan ido tan mal las cosas, Neddy.
—¿Lo mal que me han ido las cosas? No sé de qué me está usted hablando.
—¿No? Hemos oído que has vendido la casa y que tus pobres hijas…
—No recuerdo haber vendido la casa —dijo Ned—. En cuanto a las chicas, no les ha pasado nada, que yo sepa.
—Sí —suspiró la señora Halloran—. Claro…
Su voz llenaba el aire con una melancolía intemporal, y Ned la interrumpió precipitadamente:
—Gracias por el baño.
—Que tengas una travesía agradable —dijo la señora Halloran.
Al otro lado del seto, Ned se puso el bañador y tuvo que apretárselo. Le estaba un poco grande, y se preguntó si era posible que hubiera perdido peso en una tarde. Tenía frío, estaba cansado, y la desnudez de los Halloran y el agua oscura de su piscina lo habían deprimido. Aquella travesía era demasiado para sus fuerzas, pero ¿cómo podía haberlo previsto mientras se deslizaba aquella mañana por el pasamanos de la escalera o cuando estaba sentado al sol en casa de los Westerhazy? Los brazos no le respondían. Las piernas parecían de goma y le dolían las articulaciones. Lo peor de todo era el frío en los huesos y la sensación de que nunca volvería a entrar en calor. Caían hojas de los árboles y el viento le trajo olor a humo. ¿Quién podía estar quemando hojarasca en aquella época del año?
Necesitaba un trago. El whisky lo calentaría, le levantaría el ánimo, lo sostendría hasta el final de su viaje, renovaría su convicción de que atravesar a nado aquella zona era un proyecto original que exigía valor. Los nadadores que recorren grandes distancias toman coñac. Necesitaba un estimulante. Cruzó la zona de césped delante de la casa de los Halloran, y siguió andando hasta el pabellón que habían construido para Helen, su única hija, y para su marido, Erich Sachs. Ned encontró a los Sachs en su piscina, que era bastante pequeña.
—¡Neddy! —exclamó Helen—. ¿Has almorzado en casa de mi madre?
—No exactamente —dijo Ned—. He entrado un momento a saludar a tus padres. —No parecía que hiciese falta dar más explicaciones—. Siento mucho presentarme así de sorpresa, pero me ha dado un escalofrío de pronto y me preguntaba si podríais ofrecerme una copa.
—Me encantaría hacerlo —dijo Helen—, pero no tenemos nada para beber desde la operación de Eric. Y de eso hace ya tres años.
¿Estaba perdiendo la memoria, o era acaso que su capacidad para ignorar acontecimientos penosos le había permitido olvidarse de la venta de su casa, de las dificultades de sus hijas, y de la enfermedad de su amigo Eric? La mirada de Ned se desplazó del rostro de Eric a su vientre, donde vio tres cicatrices antiguas, más blancas que el resto de la piel, dos de ellas de treinta centímetros de largo por lo menos. El ombligo había desaparecido, y Ned pensó en el desconcierto de una mano inquisitiva que, al buscar en la cama a las tres de la mañana los atributos masculinos, se encontrara con un vientre sin ombligo, sin unión con el pasado, sin continuidad en la sucesión natural de los seres.
—Estoy segura de que encontrarás algo de beber en casa de los Biswanger—dijo Helen—. Dan una fiesta por todo lo alto. Se los oye desde aquí. ¡Escucha!
Helen alzó la cabeza, y desde el otro lado de la carretera, desde el otro lado de los jardines, de los bosques, de los campos, Ned oyó de nuevo el ruido, lleno de resonancias, de las voces cerca del agua.
—Bueno, voy a darme un remojón —dijo, notando que carecía aún de libertad para decidir sobre su manera de viajar. Se tiró de cabeza al agua fría y faltándole el aliento, casi a punto de ahogarse, cruzó la piscina de un extremo a otro—. Lucinda y yo tenemos muchas ganas de veros —dijo vuelto de espaldas, con el cuerpo orientado ya hacia la casa de los Biswanger—. Sentimos mucho que haya pasado tanto tiempo sin vernos, y os llamaremos cualquier día de éstos.
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Ned tuvo que cruzar algunos campos hasta la casa de los Biswanger y los sonidos festivos que salían de ella. Sería un honor para los dueños ofrecerle una copa, se sentirían felices de darle de beber. Los Biswanger los invitaban a cenar —a Lucinda y a él— cuatro veces al año con seis semanas de anticipación. Ellos nunca aceptaban, pero los Biswanger continuaban enviando invitaciones como si fueran incapaces de comprender las rígidas y antidemocráticas normas de la sociedad en la que vivían.
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Pertenecían a ese tipo de personas que hablan de precios durante los cócteles, que se hacen confidencias sobre inversiones bursátiles durante la cena y que después cuentan chistes verdes cuando están presentes las señoras. No pertenecían al grupo de amistades de Neddy; ni siquiera figuraban en la lista de personas a las que Lucinda enviaba felicitaciones de Navidad. Se dirigió hacia la piscina con sentimientos a mitad de camino entre la conciencia de su superioridad y el deseo de mostrarse amable, y también con algún desasosiego porque parecía que estaba oscureciendo y, sin embargo, aquéllos eran los días más largos del año. La fiesta era ruidosa y había mucha gente. Grace Biswanger pertenecía al tipo de anfitriona que invitaba al óptico, al veterinario, al corredor de fincas y al dentista. No había nadie nadando en la piscina, y el crepúsculo, al reflejarse en el agua, despedía un brillo invernal. Ned se dirigió hacia el bar. Cuando Grace Biswanger lo vio, avanzó hacia él, pero no con gesto afectuoso, como él había esperado, sino de la forma más hostil imaginable.
—Vaya, en esta fiesta hay de todo —comentó alzando mucho la voz—, incluso personas que se cuelan.
Grace no estaba en condiciones de hacerle un feo social, no tenía ni la más remota posibilidad, de manera que Ned no se echó atrás.
—En mi calidad de gorrón —preguntó cortésmente—, ¿tengo derecho a tomar una copa?
—Haga lo que guste —dijo ella—. No parece que las invitaciones signifiquen mucho para usted.
Le dio la espalda y se reunió con otros invitados. Ned se acercó al bar y pidió un whisky. El barman se lo sirvió, pero de forma descortés. El mundo de Ned era un mundo en el que los camareros estaban al tanto de los matices sociales, y verse desairado por un barman a media jornada significaba haber perdido puntos en la escala social. O quizá aquel hombre era novato y le faltaba información. En seguida oyó cómo Grace decía a su espalda:
—Se arruinaron de la noche a la mañana; no les quedó más que su sueldo, y él apareció borracho un domingo y nos pidió que le prestáramos cinco mil dólares…
Siempre hablando de dinero. Aquello era peor que llevarse el cuchillo a la boca. Ned se zambulló en la piscina, hizo un largo y se marchó.
La siguiente piscina de la lista, la antepenúltima, pertenecía a su antigua amante, Shirley Adams. Si había sufrido alguna herida en casa de los Biswanger, aquél era el lugar ideal para curarla. El amor —los violentos juegos sexuales, para ser más exactos— era el supremo elixir, el remedio contra todos los males, la píldora mágica capaz de rejuvenecerlo y de devolverle la alegría de vivir. Habían tenido una aventura la semana pasada, o el mes último, o el año anterior. No seacordaba. Pero había sido él quien había decidido acabar, y eso lo colocaba en una situación privilegiada, de manera que cruzó la puerta de la valla que rodeaba la piscina de Shirley repleto de confianza en sí mismo. En cierta forma, era como si la piscina fuese suya, porque la persona amada, especialmente si se trata de un amor ilícito, goza de la posesión de la amante con una plenitud desconocida en el sagrado vínculo del matrimonio. Shirley estaba allí, con sus cabellos color de bronce, pero su figura, al borde del agua de color azul intenso, iluminada por la luz eléctrica, no despertó en él ninguna emoción profunda. No había sido más que una aventurilla, pensó, aunque Shirley lloraba cuando él decidió romper. Pareció turbada al verlo, y Ned se preguntó si se sentiría aún herida. ¿Acaso iba, Dios no lo quisiera, a echarse a llorar de nuevo?
—¿Qué quieres? —le preguntó ella.
—Estoy nadando a través del condado.
—¡Santo cielo! ¿Te comportarás alguna vez como una persona adulta?
—¿Se puede saber qué te pasa?
—Si has venido buscando dinero —dijo ella—, no voy a darte ni un centavo.
—Puedes darme algo de beber.
—Puedo, pero no quiero. No estoy sola.
—Bueno, me marcho en seguida.
Ned se tiró al agua e hizo un largo, pero cuando intentó alzarse hasta el borde para salir de la piscina, descubrió que sus brazos y sus hombros no tenían fuerza; llegó como pudo a la escalerilla y salió del agua. Al mirar por encima del hombro, vio a un hombre joven en los vestuarios iluminados. Al cruzar el césped —ya se había hecho completamente de noche— le llegó un aroma de crisantemos o de caléndulas, decididamente otoñal, y tan intenso como el olor a gasolina. Levantó la vista y comprobó que habían salido las estrellas, pero ¿por qué tenía la impresión de ver Andrómeda, Cefeo y Casiopea? ¿Qué se había hecho de las constelaciones de pleno verano? Ned se echó a llorar.
Era probablemente la primera vez que lloraba en toda su vida de adulto, y desde luego la primera vez en su vida que se sentía tan desdichado, con tanto frío, tan cansado y tan desconcertado. No entendía los malos modos del barman ni el mal humor de una amante que se había acercado a él de rodillas y le había mojado el pantalón con sus lágrimas. Había nadado demasiado, había pasado demasiado tiempo bajo el agua, y tenía irritadas la nariz y la garganta. Necesitaba una copa, necesitaba compañía y ponerse ropa limpia y seca, y aunque podría haberse encaminado directamente hacia su casa por la carretera, se fue a la piscina de los Gilmartin. Allí, por primera vez en su vida, no se tiró, sino que descendió los escalones hasta el agua helada y nadó dando unas renqueantes brazadas de costado que quizá había aprendido en su adolescencia. Camino de casa de los Clyde, se tambaleó a causa del cansancio y, una vez en la piscina, tuvo que detenerse una y otra vez mientras nadaba para sujetarse con la mano en el borde y descansar. Trepó por la escalerilla y se preguntó si le quedaban fuerzas para llegar a casa. Había cumplido su deseo, había nadado a través del condado, pero estaba tan embotado por la fatiga que su triunfo carecía de sentido. Encorvado, agarrándose a los pilares de la entrada en busca de apoyo, Ned torció por el sendero de grava de su propia casa.
Todo estaba a oscuras. ¿Era tan tarde que ya se habían ido a la cama? ¿Se habría quedado su mujer a cenar en casa de los Westerhazy? ¿Habrían ido las chicas a reunirse con ella o se habrían marchado a cualquier otro sitio? ¿No se habían puesto previamente de acuerdo, como solían hacer los domingos, para rechazar las invitaciones y quedarse en casa? Ned intentó abrir las puertas del garaje para ver qué coches había dentro, pero la puerta estaba cerrada con llave y se le mancharon las manos de orín. Al acercarse más a la casa vio que la violencia de la tormenta había separado de la pared una de las tuberías de desagüe para la lluvia. Ahora colgaba por encima de la entrada principal como una varilla de paraguas, pero no costaría arreglarla por la mañana. La puerta de la casa también estaba cerrada con llave, y Ned pensó que habría sido una ocurrencia de la estúpida de la cocinera ode la estúpida de la doncella, pero en seguida recordó que desde hacía ya algún tiempo no habían vuelto a tener ni cocinera ni doncella. Gritó, golpeó la puerta, intentó forzarla golpeándola con el hombro; después, al mirar a través de las ventanas, se dio cuenta de que la casa estaba vacía.
Una pequeña niña cayó en un pozo y gritó, lo más alto que pudo, clamando por ayuda. Rápidamente su madre apareció para rescatarla. Al contar para todos como fue salvada, ella dijo: “Alcancé lo más alto que pude y mi madre hizo lo demás”. (William G. Heslop)
Por más lejos que estemos de Dios; por peor que sea nuestra situación espiritual; por más que estemos perdidos y sin saber para donde estamos yendo, el Señor Jesus está siempre presto a rescatarnos del pozo donde estamos caídos, por más profundo que sea. La única cosa que necesitamos hacer es reconocer que somos débiles y humanos, que necesitamos ayuda, de perdón y salvación, de la presencia maravillosa de Dios. Al reconocer nuestra condición y levantar nuestro brazo para el Señor, Él agarrará nuestra mano y nos pujará para fuera del pozo de las angustias y sufrimientos y nos conducirá en paz por los caminos de la verdadera felicidad. De la misma forma que la niña de nuestra ilustración narrada, con gran placer y satisfacción, la manera como su madre la salvó del pozo donde cayó, cada uno de nosotros, no cesaremos de testificar del regocijo experimentado cuando el Señor oyó nuestro clamor y, rápidamente, nos salvó. Es a nosotros, y siempre será así, motivo de alegría, decir para todos que Jesucristo es nuestro Señor. Nunca nos cansaremos de proclamar que Él nos liberó de esa aflicción que se nos hizo presente en la Vida, que camina a nuestro lado en todos los lugares por donde pasamos, que nos levanta cuando caemos, que nos consuela cuando algo nos entristece, que conmemora todas nuestros logros. Él nos fortalece para que seamos capaces de hacer nuestra parte y se muestra presente cuando nada más podemos hacer… Nuestra alma se alegra; ¡hemos sido rescatados!…
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires, Argentina), recibe un cálido abrazo, junto a mi deseo de que dios te Bendiga y prospere en todo lo que emprendas, y derrame sobre ti Salud, Paz, Amor, y mucha prosperidad.
¿PODRÍA EL GOBIERNO DEL PRESIDENTE FERNÁNDEZ COMETER DELITOS DE LESA HUMANIDAD?
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Es bien cierto que por el estado actual de las cárceles en Argentina- no es un problema de exclusiva responsabilidad del actual gobierno- estas no son limpias como dice deberían ser según las leyes. Son un verdadero peligro para la vida de quienes están allí viviendo por decisión propia ya que por haber delinquido están purgando una pena. Como no se han construido cárceles durante años en consonancia con el incremento de los delincuencia hay superpoblación y esto es una amenaza por la expansión del coronavirus en ellas. Un 89 por ciento de la población rechaza la liberación de los presos y el otorgamiento de domiciliarias por la inseguridad que ello le plantea, como así también la falta de controles. No hay suficientes pulseras electrónicas. El otorgamiento de la domiciliaria en caso de delitos graves como homicidio, violaciones, secuestros extorsivos es realmente una barbaridad y un despropósito jurídico. En el caso de los delitos leves, en los casos que falte muy poco tiempo para cumplir la condena no sería objetable una prisión domiciliaria con los debidos controles de seguridad: La pulsera electrónica, pero jamás sería aceptable una liberación masiva, esta medida se vincularía a la “seguridad pública” y a “la peligrosidad” del delincuente. Surge aquí la oposición de la sociedad en Argentina y el mundo entero. En los casos de los delitos de corrupción entran a mi entender en el marco de lo que podríamos considerar delitos de lesa humanidad y por lo tanto imprescriptibles, los culpables no deberían acceder a la prisión domiciliaria, ellos eligieron cual iba a ser su domicilio personal: la cárcel con la que se paga la comisión de este delito de tanta gravedad para una sociedad, cuestión que esta lejos de ser aceptada por los políticos que se candidatean para diputados y senadores sin ningún problema. En el caso de los mal llamados delitos de “lesa humanidad” reina una gran confusión por una cuestión que es puramente ideológica. La gran mayoría de los detenidos acusados por la comisión de graves delitos a la vida de ciudadanos están con prisiones preventivas totalmente vencidas, algunos de varios años y otros hasta mueren siendo inocentes. ¿Qué pasaría si alguno de estos muere por coronavirus? Es acá donde yo creo que antes de que esto ocurra deberían otorgarle la prisión domiciliaria antes de que se contagien con el coronavirus, antes que mueran en las cárceles contagiando a otros. Este es un caso en el que el Gobierno actual podría ser acusado de cometer delitos de lesa humanidad ante los Organismos Internacionales. Tenemos que tener presente que en la mayoría de los casos son a esta altura de la vida pobres “viejos indefensos” y con derecho a morir dignamente. No todos los presos son genocidas solo mientras haya una condena, mientras tanto son inocentes. No representan ningún peligro para la sociedad.
Francisco Benard
Abogado
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 5, 2020
VACUNA ITALIANA CREA ANTICUERPOS QUE NEUTRALIZAN AL COVID-19
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Esta vacuna, probada en ratones, se mostró eficaz por lo que las pruebas en humanos comenzarán después del verano.
Esta vacuna potencial fue llevada a cabo por un equipo de investigadores del Instituto de Virología Spallanzani, ubicado en Roma.
Luigi Auriscicchio, CEO del laboratorio Takis, una compañía de biotecnología dedicado a las vacunas genéticas, dirigidas a pacientes con cáncer, aseguró que los resultados obtenidos hasta ahora son esperanzadores.
“Los resultados obtenidos hasta la fecha son alentadores y superan con creces las expectativas: después de una sola vacuna, los ratones desarrollaron anticuerpos que pueden bloquear la infección del virus Sars-CoV-2 en las células humanas”, mencionó.
Fue en el Instituto Spallanzani, el centro de virología más importante de Italia, que tras aislar el virus, se estableció un método para verificar la eficacia de las vacunas y de las moléculas sobre el virus.
“Gracias a las competencias del Instituto Spallanzani, hasta donde sabemos, somos los primeros en el mundo en haber demostrado la neutralización del coronavirus a través de una vacuna. Esperamos que esto suceda también en humanos”, informó Auriscicchio.
Tras el desarrollo de cinco vacunas candidatas contra el Covid-19 y las consiguientes pruebas en ratones se localizaron dos que dan una mejor respuesta.
“No es tanto la cantidad de anticuerpos, sino la calidad lo que puede neutralizar bien la región clave de la proteína Spike”, menciona Auriscicchio.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 6, 2020
HASTA AQUÍ, ¿CÓMO PUEDO MIRAR TODA MI VIDA?.
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Muchas veces pasamos por la vida y no vivimos. Corremos con voracidad tras sueños y nunca los realizamos. Buscamos descubrir dónde estamos y comprobamos que no llegamos a lugar alguno. Nos esforzamos en buscar la felicidad y jamás la encontramos. ¿Y por qué eso acontece? ¿Cuál es la verdadera causa de nuestras frustraciones ? ¿Por qué acumulamos decepciones y más decepciones? ¿Dónde está nuestro error, nuestras fallas?
La respuesta es pequeña y simple: pasamos la vida lejos de Jesús. Solo Él nos conduce por esos caminos de alegría; solo Él nos hace perseverar aún mismo cuando todo da errado; solo Él puede alumbrar los ambientes obscuros por los cuales pasamos; solo Él nos estimula a tener fe, cuando todos nos dicen que “no adelanta más”; solo Él nos dice que somos “más que vencedores” aún mismo cuando nos deparamos con una gran derrota. ¡Jesús nos vino a traer vida abundante! Cuando aceptamos la vida abundante y verdadera que Él nos ofrece, vivimos cada día nuestro con amor, con esperanza, con determinación, con la certeza de que todo va bien. Con Jesús Cristo vivimos un mes en cada mes, un año en cada año. Todos los días, sean buenos o malos, serán de edificación para nuestra vida espiritual. Queremos vivir todos los días, todas las situaciones, todos los momentos de conquistas y todos los momentos de luchas y dificultades. Queremos andar de manos dadas con el Señor, confiar plenamente en Él, descansar bajo Su protección. Y, si algún día tenemos que mirar para atrás, para saber lo que consideramos, realmente vivir; y queremos decir con gran regocijo: “¡Viví todos los días! Y en cada uno de ellos experimenté la felicidad.”
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires, Argentina), recibe
un cálido abrazo, junto a mi deseo de que dios te Bendiga y
prospere en todo lo que emprendas, y derrame sobre ti Salud,
Paz, Amor, y mucha prosperidad.
Claudio Valerio (Valerius)
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 5, 2020
2050
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LO MÁS LEÍDO ♠ Mayo 4, 2020
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Las noticias más leídas en PrisioneroEnArgentina.com. Las más comentadas, las más polémicas. De que está la gente hablando…
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 4, 2020
ALENTANDO EL ODIO A LA POLICÍA
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Por CLAUDIO KUSSMAN
ALENTANDO EL AFECTO A LAS FUERZAS ARMADAS
[ezcol_1half]En este distópico territorio llamado Argentina a raíz de la pandemia que asola el planeta, los hechos y las escenas que se suceden a diario, benignamente podemos decir que son trágicas e irreales. Por un lado peligrosos y violentos delincuentes que en las cárceles, se amotinan, lesionan y destruyen, luego son liberados al igual que algunos de los que económicamente depredaron el país desde la función pública. En simultaneo efectivos del Ejército Argentino ayudando con comida y salud gratuita a gente carenciada con lógicas muestras de simpatía y agradecimiento, llevan adelante una convivencia idílica. En este caso solo falta poner una marcha militar o una emotiva música de fondo. Por último están las imágenes más siniestras, en las que uniformados de azul cuya misión es “servir y proteger”, confrontan con quienes quebrantan la cuarentena decretada por el gobierno. Los hechos dramáticos son numerosos pero destaquemos que una mujer días pasados en la provincia de San Luis se suicida luego de ser detenida por la policía (1) y en las últimas horas pudimos ver un video denominado “Detenido por la policía de la Ciudad por querer trabajar”. De ser este totalmente veraz y hasta ahora no hay autoridad que lo desmienta, queda a la vista que la misión asignada a las fuerzas de seguridad son dignas de la peor cara del nazismo del siglo pasado, en contraposición a la simultanea agradable función de las fuerzas militares. Muchos se preguntan ¿por qué actúa así el personal policial y no “flexibiliza” las órdenes impartidas? Muy simple, porque ESTÁN SIENDO MONITOREADOS POR CÁMARAS DE SEGURIDAD y debe elegir entre confrontar o perder el sustento a su familia, en cuyo caso ABSOLUTAMENTE NADIE, movería un dedo por él. Detrás de escena quienes manejan los hilos de esta tragedia para el personal policial está SABRINA FREDERIC, Ministra de Seguridad de la Nación (apadrinada por NILDA GARRÉ, reconocida terrorista de los años de plomo). Pero también AGUSTÍN ROSSI el célebre Ministro de Defensa que, en su anterior gestión del año 2013, por la fuga de 2 prisioneros imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad del Hospital Militar Central, dejara cesante a toda la cúpula del nosocomio y arbitrariamente prohibiera el acceso a dicho lugar a quienes tenían la misma imputación. Por último, el Teniente Coronel SERGIO BERNI, Ministro de Seguridad que comanda la fuerza policial más grande del país. En este caso el GRAN GANADOR es el personal de las fuerzas armadas y una vez más los GRANDES PERDEDORES son los miembros de las fuerzas de seguridad, cuyos obsecuentes jefes se prestan a que el personal que está en la calle hagan la más vil de las represiones.
1)DIALOGANDO CON EL DOCTOR COSME BECCAR VARELA
Alphonse Daudet (1840-1897)
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Pcia. Buenos Aires
Mayo 04, 2020
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
Colaboración: DRA ANDREA PALOMAS ALARCÓN
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Mayo 4, 2020
CAMPANA: CIUDAD DE DESTACADOS COMPOSITORES Y ARTISTAS DE TANGO
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Por CLAUDIO VALERIO
El tango argentino nació en los corrales viejos y allá por la década de 1880; hijo de la milonga y el arrabal. Es la música más genuinamente argentina, resultado de una mezcla de ritmos andaluces, árabes, africanos y antillanos. Los primeros tangos fueron sin letras y con estilo ya constituido. Nadie lo cantaba y las mujeres no lo bailaban, las parejas de hombres se ponían a bailarlo. Y es así que, sin tener fecha cierta del final de la conocida “guardia vieja” del tango, se inicia un período de categorización de composición musical, destacándose como época de oro la década del ‘20 que se inicia por un proceso de cambio en la musicalización, saliendo de los formatos típicos en la forma de componer.
Se destaca en este proceso de evolución la figura de Roberto Firpo, director, pianista y compositor argentino. Otro autor destacado fue Enrique Santos Discépolo y el más grande intérprete del tango de la historia fue Carlos Gardel. Después de Gardel, fueron muchos los cantores conocidos. Entre los compositores y directores de orquestas se pueden mencionar, entre tantos notables, Enrique Cadicamo, Cátulo Castillo, Carlos Di Sarli. Pero también la ciudad de Campana, donde se cortara por primera vez el “asado de tira”, por instalarse allí el primer frigorífico de Sudamérica, el “The River Plate Fresh Meat & Co.”, y ser “Cuna del Primer Automóvil Argentino”, también merece ser referida por tener dentro de sus ciudadanos, destacados compositores y artistas de tango.
CRISTÓBAL HERREROS.
Si bien Don Cristóbal Herreros Nació en Cataluña, España, el 14 de septiembre de 1909, de muy pequeño vino a vivir a la Argentina, radicándose en la ciudad de Campana, tomándola como “su” ciudad. Con temprana edad, comenzaría a tocar el bandoneón, primero a nivel local, para luego hacerlo en la ciudad de Buenos Aires, donde se desarrolla su carrera artística. Llegó a formar una orquesta con la que alcanzó notoriedad en el café El Nacional, de la avenida Corrientes (importante escenario de esos tiempos). La grandeza de su música fue tal que, formando parte de la Orquesta de Roberto Firpo, viajaría a Japón para hacer conocer al tango. Cristóbal Herreros, junto con otro talentoso, Homero Manzi, compusieron el tango “Ramayón” (apellido de un bailarín, que fuera asesinado, en 1898, con temprana edad.
ENRIQUE FRANCINI.
Nacido el 14 de enero de 1916 en la ciudad de San Fernando, Enrique Mario Francini se crio en la ciudad de Campana, de la que siempre se sentiría identificado. Fue un destacado violinista, pero también director y compositor. Fue un estudioso del violín cosa que, entre otras, le permitió ser integrante de la orquesta estable del Teatro Colón. Su gran experiencia musical se realizaría a partir de formar parte de orquestas notables, como por ejemplo la de Miguel Caló. Formó parte del Octeto Buenos Aires, un conjunto de maestros y solistas, del que también formaría parte Astor Piazzolla. Como compositor, a Enrique Francini le podemos destacar tangos como “Tema Otoñal” y “sensiblero”.
HÉCTOR STAMPONI.
Héctor Luciano Stamponi nació en la ciudad de Campana el 24 de diciembre de 1916. Fue muy amigo de Enrique Francini. Ambos, como otros músicos y poetas de Zarate y Campana, partirían hacia la gran ciudad (Buenos Aires), para conquistarla. “Chupita” Stamponi fue un exquisito pianista, como también un arreglador de gran originalidad. Su primera etapa triunfadora se desarrollaría junto a su amigo del alma Enrique Francini; ambos integrarían la orquesta de Miguel Caló. Sea por su modestia y desinterés personal, como también por sus arreglos y la manera de tocar, Héctor Stamponi resultó ser una figura reconocida y respetada en el ambiente artístico. Como temas musicales se podrían mencionar, entre otros, los tangos “Romance y tango”, “Aquí nomás”, “Pueblito de provincia”, “Es mejor olvidar”; etc., etc.
HOMERO EXPÓSITO.
Si bien Homero Expósito nació en la ciudad de Campana el 5 de diciembre de 1918, toda su infancia se desarrolló en la ciudad de Zárate (“Soy un zarateño nacido en Campana”). Llegó a componer tangos con famosos músicos de la talla de Aníbal Troilo, Armando Pontier, Atilio Stampone, Domingo Federico, Argentino Galván, Enrique Francini y Héctor Stamponi. Además lo hizo con su hermano, Virgilio, con quien realizaría “Naranjo en Flor”. Junto con su hermano Virgilio, Homero escribió auténticos tangos clásicos. De esta dupla Homero-Virgilio saldrían, además del ya mencionado “Naranjo en Flor”, tangos como “Farol”, “Absurdo”, “Chau, no va más”, “Rodando”, “Maquillaje”; y otros. A modo de cierre, citamos a Astor Piazzola, que revolucionó el tango tradicional y sentó las bases del “tango moderno”.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires, Argentina), recibe
un cálido abrazo, junto a mi deseo de que dios te Bendiga y
prospere en todo lo que emprendas, y derrame sobre ti Salud,
Paz, Amor, y mucha prosperidad.
Claudio Valerio (Valerius)
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 4, 2020
Los asesinos
♣
Por Ernest Hemingway
La puerta del restaurante de Henry se abrió y entraron dos hombres que se sentaron al mostrador.
—¿Qué van a pedir? —les preguntó George.
—No sé —dijo uno de ellos—. ¿Vos qué tenés ganas de comer, Al?
—Qué sé yo —respondió Al—, no sé.
Afuera estaba oscureciendo. Las luces de la calle entraban por la ventana. Los dos hombres leían el menú. Desde el otro extremo del mostrador, Nick Adams, quien había estado conversando con George cuando ellos entraron, los observaba.
—Yo voy a pedir costillitas de cerdo con salsa de manzanas y puré de papas —dijo el primero.
—Todavía no está listo.
—¿Entonces por qué carajo lo ponés en la carta?
—Esa es la cena —le explicó George—. Puede pedirse a partir de las seis.
George miró el reloj en la pared de atrás del mostrador.
—Son las cinco.
—El reloj marca las cinco y veinte —dijo el segundo hombre.
—Adelanta veinte minutos.
—Bah, a la mierda con el reloj —exclamó el primero—. ¿Qué tenés para comer?
—Puedo ofrecerles cualquier variedad de sánguches —dijo George—, jamón con huevos, tocino con huevos, hígado y tocino, o un bife.
—A mí dame suprema de pollo con arvejas y salsa blanca y puré de papas.
—Esa es la cena.
—¿Será posible que todo lo que pidamos sea la cena?
—Puedo ofrecerles jamón con huevos, tocino con huevos, hígado…
—Jamón con huevos —dijo el que se llamaba Al. Vestía un sombrero hongo y un sobretodo negro abrochado. Su cara era blanca y pequeña, sus labios angostos. Llevaba una bufanda de seda y guantes.
Ernest Miller Hemingway fue un periodista, novelista, escritor de cuentos y deportista estadounidense. Su estilo económico y discreto, que denominó la teoría del iceberg, tuvo una fuerte influencia en la ficción del siglo XX, mientras que su estilo de vida aventurero y su imagen pública le trajeron la admiración de las generaciones posteriores.
Nacido: 21 de julio de 1899, Oak Park, IL
Murió: 2 de julio de 1961, Ketchum, ID
—Dame tocino con huevos —dijo el otro. Era más o menos de la misma talla que Al. Aunque de cara no se parecían, vestían como gemelos. Ambos llevaban sobretodos demasiado ajustados para ellos. Estaban sentados, inclinados hacia adelante, con los codos sobre el mostrador.
—¿Hay algo para tomar? —preguntó Al.
—Gaseosa de jengibre, cerveza sin alcohol, y otras bebidas gaseosas —enumeró George.
—Dije si tenés algo para tomar.
—Sólo lo que nombré.
—Es un pueblo caluroso este, ¿no? —dijo el otro— ¿Cómo se llama?
—Summit.
—¿Alguna vez lo oíste nombrar? —preguntó Al a su amigo.
—No —le contestó éste.
—¿Qué hacen acá a la noche? —preguntó Al.
—Cenan —dijo su amigo—. Vienen acá y cenan de lo lindo.
—Así es —dijo George.
—¿Así que creés que así es? —Al le preguntó a George.
—Seguro.
—Así que sos un chico vivo, ¿no?
—Seguro —respondió George.
—Pues no lo sos —dijo el otro hombrecito—. ¿No cierto, Al?
—Se quedó mudo —dijo Al. Giró hacia Nick y le preguntó: —¿Cómo te llamás?
—Adams.
—Otro chico vivo —dijo Al—. ¿No, Max, que es vivo?
—El pueblo está lleno de chicos vivos —respondió Max.
George puso las dos bandejas, una de jamón con huevos y la otra de tocino con huevos, sobre el mostrador. También trajo dos platos de papas fritas y cerró la portezuela de la cocina.
—¿Cuál es el suyo? —le preguntó a Al.
—¿No te acordás?
—Jamón con huevos.
—Todo un chico vivo —dijo Max. Se acercó y tomó el jamón con huevos. Ambos comían con los guantes puestos. George los observaba.
—¿Qué mirás? —dijo Max mirando a George.
—Nada.
—Cómo que nada. Me estabas mirando a mí.
—En una de esas lo hacía en broma, Max —intervino Al.
George se rió.
—Vos no te rías —lo cortó Max—. No tenés nada de qué reírte, ¿entendés?
—Está bien —dijo George.
—Así que pensás que está bien —Max miró a Al—. Piensa que está bien. Esa sí que está buena.
—Ah, piensa —dijo Al. Siguieron comiendo.
—¿Cómo se llama el chico vivo ése que está en la punta del mostrador? —le preguntó Al a Max.
—Ey, chico vivo —llamó Max a Nick—, andá con tu amigo del otro lado del mostrador.
—¿Por? —preguntó Nick.
—Porque sí.
—Mejor pasá del otro lado, chico vivo —dijo Al. Nick pasó para el otro lado del mostrador.
—¿Qué se proponen? —preguntó George.
—Nada que te importe —respondió Al—. ¿Quién está en la cocina?
—El negro.
—¿El negro? ¿Cómo el negro?
—El negro que cocina.
—Decile que venga.
—¿Qué se proponen?
—Decile que venga.
—¿Dónde se creen que están?
—Sabemos muy bien donde estamos —dijo el que se llamaba Max—. ¿Parecemos tontos acaso?
—Por lo que decís, parecería que sí —le dijo Al—. ¿Qué tenés que ponerte a discutir con este chico? —y luego a George— Escuchá, decile al negro que venga acá.
—¿Qué le van a hacer?
—Nada. Pensá un poco, chico vivo. ¿Qué le haríamos a un negro?
George abrió la portezuela de la cocina y llamó: —Sam, vení un minutito.
El negro abrió la puerta de la cocina y salió.
—¿Qué pasa? —preguntó. Los dos hombres lo miraron desde el mostrador.
—Muy bien, negro —dijo Al—. Quedate ahí.
El negro Sam, con el delantal puesto, miró a los hombres sentados al mostrador:
—Sí, señor —dijo. Al bajó de su taburete.
—Voy a la cocina con el negro y el chico vivo —dijo—. Volvé a la cocina, negro. Vos también, chico vivo.
El hombrecito entró a la cocina después de Nick y Sam, el cocinero. La puerta se cerró detrás de ellos. El que se llamaba Max se sentó al mostrador frente a George. No lo miraba a George sino al espejo que había tras el mostrador. Antes de ser un restaurante, lo de Henry había sido una taberna.
—Bueno, chico vivo —dijo Max con la vista en el espejo—. ¿Por qué no decís algo?
—¿De qué se trata todo esto?
—Ey, Al —gritó Max—. Acá este chico vivo quiere saber de qué se trata todo esto.
—¿Por qué no le contás? —se oyó la voz de Al desde la cocina.
—¿De qué creés que se trata?
—No sé.
—¿Qué pensás?
Mientras hablaba, Max miraba todo el tiempo al espejo.
—No lo diría.
—Ey, Al, acá el chico vivo dice que no diría lo que piensa.
—Está bien, puedo oírte —dijo Al desde la cocina, que con una botella de ketchup mantenía abierta la ventanilla por la que se pasaban los platos—. Escuchame, chico vivo —le dijo a George desde la cocina—, alejate de la barra. Vos, Max, correte un poquito a la izquierda —parecía un fotógrafo dando indicaciones para una toma grupal.
—Decime, chico vivo —dijo Max—. ¿Qué pensás que va a pasar?
George no respondió.
—Yo te voy a contar —siguió Max—. Vamos a matar a un sueco. ¿Conocés a un sueco grandote que se llama Ole Andreson?
—Sí.
—Viene a comer todas las noches, ¿no?
—A veces.
—A las seis en punto, ¿no?
—Si viene.
—Ya sabemos, chico vivo —dijo Max—. Hablemos de otra cosa. ¿Vas al cine?
—De vez en cuando.
—Tendrías que ir más seguido. Para alguien tan vivo como vos, está bueno ir al cine.
—¿Por qué van a matar a Ole Andreson? ¿Qué les hizo?
—Nunca tuvo la oportunidad de hacernos algo. Jamás nos vio.
—Y nos va a ver una sola vez —dijo Al desde la cocina.
—¿Entonces por qué lo van a matar? —preguntó George.
—Lo hacemos para un amigo. Es un favor, chico vivo.
—Callate —dijo Al desde la cocina—. Hablás demasiado.
—Bueno, tengo que divertir al chico vivo, ¿no, chico vivo?
—Hablás demasiado —dijo Al—. El negro y mi chico vivo se divierten solos. Los tengo atados como una pareja de amigas en el convento.
—¿Tengo que suponer que estuviste en un convento?
—Uno nunca sabe.
—En un convento judío. Ahí estuviste vos.
George miró el reloj.
—Si viene alguien, decile que el cocinero salió, si después de eso se queda, le decís que cocinás vos. ¿Entendés, chico vivo?
—Sí —dijo George—. ¿Qué nos harán después?
—Depende —respondió Max—. Esa es una de las cosas que uno nunca sabe en el momento.
George miró el reloj. Eran las seis y cuarto. La puerta de calle se abrió y entró un conductor de tranvías.
—Hola, George —saludó—. ¿Me servís la cena?
—Sam salió —dijo George—. Volverá alrededor de una hora y media.
—Mejor voy a la otra cuadra —dijo el chofer.
George miró el reloj. Eran las seis y veinte.
—Estuviste bien, chico vivo —le dijo Max—. Sos un verdadero caballero.
—Sabía que le volaría la cabeza —dijo Al desde la cocina.
—No —dijo Max—, no es eso. Lo que pasa es que es simpático. Me gusta el chico vivo.
A las siete menos cinco George habló:
—Ya no viene.
Otras dos personas habían entrado al restaurante. En una oportunidad George fue a la cocina y preparó un sánguche de jamón con huevos “para llevar”, como había pedido el cliente. En la cocina vio a Al, con su sombrero hongo hacia atrás, sentado en un taburete junto a la portezuela con el cañón de un arma recortada apoyado en un saliente. Nick y el cocinero estaban amarrados espalda con espalda con sendas toallas en sus bocas. George preparó el pedido, lo envolvió en papel manteca, lo puso en una bolsa y lo entregó, el cliente pagó y salió.
—El chico vivo puede hacer de todo —dijo Max—. Cocina y hace de todo. Harías de alguna chica una linda esposa, chico vivo.
—¿Sí? —dijo George— Su amigo, Ole Andreson, no va a venir.
—Le vamos a dar otros diez minutos —repuso Max.
Max miró el espejo y el reloj. Las agujas marcaban las siete en punto, y luego siete y cinco.
—Vamos, Al —dijo Max—. Mejor nos vamos de acá. Ya no viene.
—Mejor esperamos otros cinco minutos —dijo Al desde la cocina.
En ese lapso entró un hombre, y George le explicó que el cocinero estaba enfermo.
—¿Por qué carajo no conseguís otro cocinero? —lo increpó el hombre—. ¿Acaso no es un restaurante esto? —luego se marchó.
—Vamos, Al —insistió Max.
—¿Qué hacemos con los dos chicos vivos y el negro?
—No va a haber problemas con ellos.
—¿Estás seguro?
—Sí, ya no tenemos nada que hacer acá.
—No me gusta nada —dijo Al—. Es imprudente, vos hablás demasiado.
—Uh, qué te pasa —replicó Max—. Tenemos que entretenernos de alguna manera, ¿no?
—Igual hablás demasiado —insistió Al. Este salió de la cocina, la recortada le formaba un ligero bulto en la cintura, bajo el sobretodo demasiado ajustado que se arregló con sus manos enguantadas.
—Adios, chico vivo —le dijo a George—. La verdad que tuviste suerte.
—Es cierto —agregó Max—, deberías apostar en las carreras, chico vivo.
Los dos hombres se retiraron. George, a través de la ventana, los vio pasar bajo el farol de la esquina y cruzar la calle. Con sus sobretodos ajustados y esos sombreros hongos parecían dos artistas de variedades. George volvió a la cocina y desató a Nick y al cocinero.
—No quiero que esto vuelva a pasarme —dijo Sam—. Ya no quiero que vuelva a pasarme.
Nick se incorporó. Nunca antes había tenido una toalla en su boca.
—¿Qué carajo…? —dijo pretendiendo seguridad.
—Querían matar a Ole Andreson —les contó George—. Lo iban a matar de un tiro ni bien entrara a comer.
—¿A Ole Andreson?
—Sí, a él.
El cocinero se palpó los ángulos de la boca con los pulgares.
—¿Ya se fueron? —preguntó.
—Sí —respondió George—, ya se fueron.
—No me gusta —dijo el cocinero—. No me gusta para nada.
—Escuchá —George se dirigió a Nick—. Tendrías que ir a ver a Ole Andreson.
—Está bien.
—Mejor que no tengas nada que ver con esto —le sugirió Sam, el cocinero—. No te conviene meterte.
—Si no querés no vayas —dijo George.
—No vas a ganar nada involucrándote en esto —siguió el cocinero—. Mantenete al margen.
—Voy a ir a verlo —dijo Nick—. ¿Dónde vive?
El cocinero se alejó.
—Los jóvenes siempre saben que es lo que quieren hacer —dijo.
—Vive en la pensión Hirsch —George le informó a Nick.
—Voy para allá.
Afuera, las luces de la calle brillaban por entre las ramas de un árbol desnudo de follaje. Nick caminó por el costado de la calzada y a la altura del siguiente poste de luz tomó por una calle lateral. La pensión Hirsch se hallaba a tres casas. Nick subió los escalones y tocó el timbre. Una mujer apareció en la entrada.
—¿Está Ole Andreson?
—¿Querés verlo?
—Sí, si está.
Nick siguió a la mujer hasta un descanso de la escalera y luego al final de un pasillo. Ella llamó a la puerta.
—¿Quién es?
—Alguien que viene a verlo, Sr. Andreson —respondió la mujer.
—Soy Nick Adams.
—Pasá.
Nick abrió la puerta e ingresó al cuarto. Ole Andreson yacía en la cama con la ropa puesta. Había sido un boxeador peso pesado y la cama le quedaba chica. Estaba acostado con la cabeza sobre dos almohadas. No miró a Nick.
—¿Qué pasó? —preguntó.
—Estaba en lo de Henry —comenzó Nick—, cuando dos tipos entraron y nos ataron a mí y al cocinero, y dijeron que iban a matarlo.
Sonó tonto decirlo. Ole Andreson no dijo nada.
—Nos metieron en la cocina —continuó Nick—. Iban a dispararle apenas entrara a cenar.
Ole Andreson miró a la pared y siguió sin decir palabra.
—George creyó que lo mejor era que yo viniera y le contase.
—No hay nada que yo pueda hacer —Ole Andreson dijo finalmente.
—Le voy a decir cómo eran.
—No quiero saber cómo eran —dijo Ole Andreson. Volvió a mirar hacia la pared: —Gracias por venir a avisarme.
—No es nada.
Nick miró al grandote que yacía en la cama.
—¿No quiere que vaya a la policía?
—No —dijo Ole Andreson—. No sería buena idea.
—¿No hay nada que yo pudiera hacer?
—No. No hay nada que hacer.
—Tal vez no lo dijeron en serio.
—No. Lo decían en serio.
Ole Andreson volteó hacia la pared.
—Lo que pasa —dijo hablándole a la pared— es que no me decido a salir. Me quedé todo el día acá.
—¿No podría escapar de la ciudad?
—No —dijo Ole Andreson—. Estoy harto de escapar.
Seguía mirando a la pared.
—Ya no hay nada que hacer.
—¿No tiene ninguna manera de solucionarlo?
—No. Me equivoqué —seguía hablando monótonamente—. No hay nada que hacer. Dentro de un rato me voy a decidir a salir.
—Mejor vuelvo a lo de George —dijo Nick.
—Chau —dijo Ole Andreson sin mirar hacia Nick—. Gracias por venir.
Nick se retiró. Mientras cerraba la puerta vio a Ole Andreson totalmente vestido, tirado en la cama y mirando a la pared.
—Estuvo todo el día en su cuarto —le dijo la encargada cuando él bajó las escaleras—. No debe sentirse bien. Yo le dije: “Señor Andreson, debería salir a caminar en un día otoñal tan lindo como este”, pero no tenía ganas.
—No quiere salir.
—Qué pena que se sienta mal —dijo la mujer—. Es un hombre buenísimo. Fue boxeador, ¿sabías?
—Sí, ya sabía.
—Uno no se daría cuenta salvo por su cara —dijo la mujer. Estaban junto a la puerta principal—. Es tan amable.
—Bueno, buenas noches, Señora Hirsch —saludó Nick.
—Yo no soy la Señora Hirsch —dijo la mujer—. Ella es la dueña. Yo me encargo del lugar. Yo soy la Señora Bell.
—Bueno, buenas noches, Señora Bell —dijo Nick.
—Buenas noches —dijo la mujer.
Nick caminó por la vereda a oscuras hasta la luz de la esquina, y luego por la calle hasta el restaurante. George estaba adentro, detrás del mostrador.
—¿Viste a Ole?
—Sí —respondió Nick—. Está en su cuarto y no va a salir.
El cocinero, al oír la voz de Nick, abrió la puerta desde la cocina.
—No pienso escuchar nada —dijo y volvió a cerrar la puerta de la cocina.
—¿Le contaste lo que pasó? —preguntó George.
—Sí. Le conté pero él ya sabe de qué se trata.
—¿Qué va a hacer?
—Nada.
—Lo van a matar.
—Supongo que sí.
—Debe haberse metido en algún lío en Chicago.
—Supongo —dijo Nick.
—Es terrible.
—Horrible —dijo Nick.
Se quedaron callados. George se agachó a buscar un repasador y limpió el mostrador.
—Me pregunto qué habrá hecho —dijo Nick.
—Habrá traicionado a alguien. Por eso los matan.
—Me voy a ir de este pueblo —dijo Nick.
—Sí —dijo George—. Es lo mejor que podés hacer.
—No soporto pensar en él esperando en su cuarto sabiendo lo que le va a pasar. Es realmente horrible.
—Bueno —dijo George—. Mejor dejá de pensar en eso.
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Mayo 4, 2020
La Columna de Mario Durquet. Mayo 4, 2020
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El profesor Mario Durquet, alojado en la Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo, habla de la señora Estela de Carlotto y su diferencia entre presos y prisioneros políticos en Argentina.
Habla Mario Durquet
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Mayo 4, 2020
OVNI
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El lunes, el Departamento de Defensa de EE. UU. publicó oficialmente videos que muestran encuentros entre pilotos de la Marina y fenómenos aéreos no identificados. Estos eventos ocurrieron en 2004 y 2015, pero los videos no aparecieron públicamente hasta hace unas semanas. La Marina previamente reconoció que los videos son auténticos, pero el Pentágono nunca los autorizó para su liberación. Ahora lo ha hecho.
El Departamento de Defensa confirmó lo que los buscadores de vida extraterrestre han esperado durante mucho tiempo: son reales.
Al menos, los videos lo son. ¿Qué muestran? ¿Extraterrestres? ¿Fenómenos climáticos? El gobierno no está tan seguro.
[ezcol_1half]El Pentágono lanzó tres videos de la Marina que han impulsado la especulación sobre objetos voladores no identificados durante años, diciendo que significaba “aclarar cualquier idea falsa” sobre si las imágenes no clasificadas eran reales o completas.
Es real, dijo el Pentágono, incluidos los enlaces para que los curiosos puedan descargar las imágenes por sí mismos.
Los videos, capturados por aviadores navales, muestran objetos volando por el cielo, uno girando contra el viento, y se puede escuchar a los pilotos expresando confusión y asombro. Cuando aparecieron por primera vez en línea, dieron nueva vida a la conversación de décadas sobre si los visitantes interestelares alguna vez habían venido a la Tierra.
El lanzamiento del Pentágono recibió el aplauso de los entusiastas en la búsqueda de vida extraterrestre, a pesar de que los expertos advierten que generalmente existen explicaciones terrenales para tales avistamientos, y que cuando las personas no saben por qué sucedió algo, no significa que sucedió debido a los extraterrestres. Cuando los videos fueron publicados en 2017 y 2018, dieron nuevas esperanzas a quienes buscaban signos de vida extraterrestre.
Los pilotos de la Marina hablaron de objetos que parecían desafiar las leyes de la física. Surgieron detalles sobre un misterioso programa del Pentágono de cinco años y las reclamaciones de aleaciones de metales que se dice que se recuperaron de fenómenos no identificados. El ex líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, demócrata de Nevada, habló sobre su largo impulso para realizar más investigaciones sobre objetos voladores no identificados.
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Para el Sr. Reid, los videos lanzados oficialmente son solo un vistazo de lo que el público podría aprender sobre los U.F.O. y otros misterios del espacio.
“Me alegra que el Pentágono finalmente esté lanzando estas imágenes, pero solo rasca la superficie de la investigación y los materiales disponibles”, dijo el lunes en Twitter. “Estados Unidos necesita analizar seriamente y científicamente esto y cualquier posible implicación de seguridad nacional. El pueblo estadounidense merece ser informado ”.
El Pentágono nunca ha hecho ninguna afirmación sobre lo que está sucediendo exactamente en los videos, grabados a fines de 2004 y principios de 2015 sobre el Pacífico y la costa este. “La Marina ha confirmado que los tres videos que están en circulación son en realidad grabaciones hechas por aviadores navales”, dijo Susan Gough, portavoz del Pentágono, el año pasado. “La Marina siempre ha considerado los fenómenos observados en esos videos como no identificados”.
La agencia mantuvo esa caracterización el lunes. Agregó que, “después de una revisión exhaustiva”, determinó que los videos no revelaron “ninguna capacidad o sistema sensible”, y no “afectaron las investigaciones posteriores de incursiones militares en el espacio aéreo por fenómenos aéreos no identificados”.
Sin embargo, algunos observadores se sintieron alentados de que la liberación del Pentágono fue un movimiento hacia lo que Tom DeLonge, el ex guitarrista y cantante de Blink-182, llamó “la gran conversación”.
En 2017, el Sr.DeLonge y varios ex empleados del gobierno fundaron To the Stars Academy of Arts & Sciences, una empresa privada que recopila e investiga documentos y materiales relacionados con fenómenos aéreos no identificados.
En una declaración por correo electrónico, el Sr. DeLonge calificó la publicación del Pentágono como “noticias monumentales” que “eliminaron la duda sobre la autenticidad de la evidencia en el dominio público”.
“Creemos que este nivel de reconocimiento es exactamente lo que se requiere para eliminar el escepticismo extremo que rodea a U.A.P. eventos, por lo que finalmente podemos avanzar para compartir y analizar datos confiables de instituciones respetadas “, dijo. “Después de 70 años de desinformación, es hora de que avancemos para comprender la extraordinaria tecnología que se observa durante estos eventos”.
Luis Elizondo, director de programas gubernamentales de la compañía, se hizo eco del ex senador en un comunicado. “En estos tiempos de incertidumbre, es más importante que nunca que los gobiernos digan la verdad a sus ciudadanos, ya que es el pilar más importante de una democracia”, dijo. “Elogiamos al liderazgo del Departamento de Defensa por compartir la verdad y T.T.S.A. es optimista de que continuarán compartiendo más información de manera transparente a medida que esté disponible públicamente “.
“Estamos impulsados por las acciones significativas del Pentágono y esperamos que esto aliente a que surja una nueva ola de información creíble”, agregó.
Los astrofísicos dicen que hay muchas explicaciones potenciales de lo que aparece en los videos de la Marina, incluidos los efectos atmosféricos, las reflexiones y los errores en el código de imágenes y sistemas de visualización de aviones de combate.
El gobierno de los Estados Unidos ha investigado periódicamente informes de fenómenos aéreos no identificados desde al menos la década de 1950.
En 1954, el presidente Dwight D. Eisenhower dijo a los periodistas que la Fuerza Aérea le había asegurado que los platillos voladores no estaban invadiendo la Tierra desde el espacio exterior.
Durante décadas, la NASA ha buscado condiciones que podrían permitir la vida más allá de la Tierra, y evidencia de cualquier vida misma. Y durante al menos tanto tiempo, bandas de astrónomos, científicos y entusiastas fuera del gobierno han buscado señales en el silencio y el ruido del espacio.
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Mayo 4, 2020
Epidemias y la Ley
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Suponga que una vacuna contra el COVID-19 se inventa mañana y pronto estará ampliamente disponible. La mayoría de los estadounidenses sin duda se alinearán ansiosamente por una dosis, pero un pequeño número puede negarse. ¿Tienen los gobiernos estatales la autoridad para obligar a dichos ciudadanos a vacunarse ante la amenaza de un castigo?
En Jacobson v. Massachusetts (1905), la Corte Suprema de los Estados Unidos confrontó una ley estatal que permitía a los gobiernos locales exigir vacunas contra la viruela cuando las autoridades de salud locales lo consideraban necesario. El residente de Cambridge Henning Jacobson se opuso al requisito de vacunación de su ciudad y recibió una multa de U$ 5. Él impugnó esa pena y llevó su caso hasta el tribunal más alto del país.
¿Cuál fue el argumento legal de Jacobson? En palabras de la Corte, Jacobson “insiste en que su libertad es invadida cuando el Estado lo somete a una multa o encarcelamiento por descuidar o negarse a someterse a la vacunación; que una ley de vacunación obligatoria es irrazonable, arbitraria y opresiva y, por lo tanto, hostil al derecho inherente de cada hombre libre a cuidar su propio cuerpo y su salud de la manera que a él le parezca mejor “.
La Corte Suprema rechazó ese argumento. La opinión mayoritaria de 7–2, escrita por el juez John Marshall Harlan, estuvo de acuerdo en que el “poder de una comunidad local para protegerse contra una epidemia que amenaza la seguridad de todos podría ejercerse en circunstancias particulares y en referencia a personas particulares en un arbitraje tan arbitrario de manera irrazonable, o podría ir más allá de lo que razonablemente se requería para la seguridad del público, como para autorizar u obligar a los tribunales a interferir para proteger a esas personas “. Pero este caso, concluyó, no alcanzó ese nivel. La ley se dictaminó como una regulación razonable.
“Cualquiera que sea la conveniencia de este estatuto, no se puede afirmar que esté, sin lugar a dudas, en un conflicto palpable con la Constitución”, sostuvo Harlan. “Tampoco, en vista de los métodos empleados para erradicar la enfermedad de la viruela, nadie puede afirmar con confianza que los medios prescritos por el Estado para ese fin no tienen una relación real o sustancial con la protección de la salud pública y la seguridad pública”.
Una cosa sería que la salud o el historial médico de Jacobson lo pusieran en riesgo de sufrir lesiones graves o la muerte por la vacuna. Harlan reconoció que obligar a una persona a vacunarse “sería cruel e inhumano en el último grado”. Pero Jacobson “estaba en perfecto estado de salud y era un sujeto apto para la vacunación”. Por lo tanto, el requisito era constitucional tal como se le aplicaba.
Los jueces David Brewer y Rufus Peckham disintieron. Presumiblemente creían que la libertad de Jacobson fue violada por la ley de vacunación obligatoria, pero se guardaron su razonamiento: no escribieron una opinión.
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Mayo 4, 2020
EN EPOCA DE PANDEMIA Y AUSENCIA DE LIBERTAD
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Por CARLOS del SEÑOR HIDALGO GARZÓN
MÚSICA DE BANDAS MILITARES
Cuando era subteniente de la Infantería, me di cuenta que el sonido de las Marchas Militares, contenían un irrefrenable sentimiento emocional de gratitud a la Patria y que la mayoría fueron diagramadas por hombres de profunda raigambre espiritual. Y comencé a querer siempre escucharlas, llegaban a mi alma. Pasaron los años los grados y las funciones, pero de mi contacto personal con los hombres de las bandas se intensifico, en clara experiencia vívida del significado de los acordes marciales, ya no solamente de la Infantería, ya como el de las otras armas. Los hombres de las bandas, músicos por vocación, llevan en su hacer la esencia espiritual de las unidades de combate y por ello mi gratitud y sincero reconocimiento.
[ezcol_3fifth]Ya segundo jefe del Regimiento de Infantería 8, antes y después de la guerra de Malvinas de 1982, sentí profundamente las esencias de la música militar, ya sea como practica reglamentaria, como en lo personal.
El Maestro de Banda, cuando se aproximaba a la Plaza de Armas, para cumplir el rito del izado de Pabellón, sabiendo que estaba en mi despacho y conociendo, como estos gratos hombres, conocen de lo espiritual, desde cien metros antes de la Mayoría, cambiaba los acordes y ordenaba tocar algo tan sentido por mi como la Marcha de los Paracaidistas, cosa que me predisponía en el ejercicio del mando muy positivamente.
Cuando fuimos a la guerra de Malvinas, no podíamos llevar la banda, pero llevamos a un Trompa de órdenes con su trompeta.
El 26 de mayo de 1982, a los sones de la trompeta del aislado y heroico músico el RI8 llevó a cabo sobre las tierras irredentas el Solemne Juramento a la Bandera de los bisoños soldados y tocando “Mi Bandera” el posterior desfile.
[/ezcol_3fifth] [ezcol_1fifth]Cuando tuvimos bajas, en el acto de sus sepulturas, en medio de la noche el Suboficial, ejecutaba el “Silencio” de acompañamiento.
También figuraba en sus responsabilidades, los toques de reunión y alertas enemigas. Fue un hombre que su silencioso actuar, sonaba en beneficio de los corazones del Regimiento de Infantería 8, lamento que la vejez no me permita recordar su nombre. Pero me cuadro en señal de Gratitud y Homenaje, como lo hicieran San Martín, Belgrano y todos los comandantes ante los Pífanos y Tambores, sin en esta oportunidad dejar de recordar al adolescente “el Tambor de Tacuarí”.
Es hora de honrar a las Bandas de Música Militar, sobre todo en estas épocas de locura política y pandemia. Intentaré colocar en este escrito algunas, sino lo logro pido perdón por faltas a la capacidad del manejo de este instrumento de comunicación vía internet.
Es hora de levantar la cabeza, descomprimir el pecho de angustias y liberar el espíritu de una vida, que, aunque SIN LIBERTAD Y PANDEMIA, debe ser vivida, con FORTALEZA INTERIOR Y SALUD AL PRÓJIMO.
Carlos del Señor Hidalgo Garzón
Prisionero Político – Abogado
Cshg.krieg.357m@gmail.com
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Mayo 4, 2020
Avispones asesinos: el insecto mortal de Asia encontrado en Estados Unidos por primera vez
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Ya ha sido un año difícil en términos de causas inesperadas de muerte que llegaron a América en 2020, pero además del coronavirus, otra entidad letal está llegando desde Asia, insectos conocidos como “avispones asesinos”.
Susan Cobey, una criadora de abejas del Departamento de Entomología de la Universidad Estatal de Washington, dijo sobre este avispón gigante asiático, conocido científicamente como Vespa mandarinia: “Son como una caricatura de monstruo con esta enorme cara de color amarillo anaranjado” de longitud, y las reinas pueden volar hasta 20 millas por hora.
Según el Departamento de Agricultura del Estado de Washington (WSDA), el primer avistamiento verificado de avispones asesinos en América del Norte fue en Blaine, Washington en 2019. Los insectos responsables de hasta 50 muertes al año en Japón, han llegado oficialmente.
Jun-ichi Takahashi, investigador de la Universidad de Kyoto Sangyo en Japón, explicó cómo las especies de insectos obtuvieron el título de “avispón asesino”. La razón por la cual estos avispones gigantes recibieron el apodo letal, si alguien es atacado por un grupo de estos insectos, esa persona puede ser víctima de un nivel tóxico de veneno, que puede ser fatal. Takahashi comparó el aguijón de un avispón asesino con el de una serpiente venenosa.
Vespa mandarinia es el avispón más grande del mundo, alrededor del tamaño del pulgar de un adulto humano, de color amarillo y negro y altamente venenoso. Sus aguijones de 6 mm de largo llevan un veneno lo suficientemente potente como para disolver el tejido humano. Las víctimas pueden morir por insuficiencia renal o shock anafiláctico.
Según los investigadores de la Universidad Estatal de Washington, las picaduras de avispones asesinos pueden ser letales para los humanos, incluso si estas personas no son alérgicas a las abejas. Las picaduras son increíblemente dolorosas porque inyectan una neurotoxina fuerte.
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Mayo 4, 2020
Encontraron a un vagabundo en una isla abandonada en Walt Disney World
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Un hombre de Alabama fue encontrado acampando en la Isla Discovery, una atracción abandonada de Walt Disney World, después de que el parque cerró durante la nueva pandemia de coronavirus, y la oficina del alguacil local dice que el hombre le dijo a los agentes que no estaba al tanto de que estaba invadiendo.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Richard McGuire, de 42 años, fue arrestado el jueves después de que la seguridad lo encontró en la propiedad de Disney. Fue acusado del delito menor de intrusión.
Según la declaración jurada del arresto, McGuire dijo a las autoridades que la isla era un “paraíso tropical”.
No está claro cómo McGuire obtuvo acceso a la isla, que se encuentra en el lago Bay de Florida, en la propiedad de Walt Disney World.
[ezcol_1third]Discovery, la isla abandonada
[/ezcol_1third] [ezcol_1third] [/ezcol_1third] [ezcol_1third_end] [/ezcol_1third_end]Diputados del Departamento del Sheriff del Condado de Orange dijeron que McGuire, de Mobile, Alabama, accedió a la isla el lunes o martes, ignorando múltiples señales de “no entrar” para llegar allí. McGuire dijo a las autoridades que había planeado acampar durante aproximadamente una semana.
Discovery Island cerró al público hace 21 años, pero aún quedan muchos edificios abandonados. Antes de su cierre, la isla había sido un parque de vida silvestre durante 25 años.
McGuire estaba durmiendo en uno de los edificios abandonados de la isla cuando llegó la policía.
Desde entonces, McGuire ha sido expulsado e inhibido de ingresar a las propiedades de Disney World.
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Mayo 4, 2020
LA GEOPOLÍTICA DEL “VIRUS CHINO”
♠
Grl Heriberto Justo Auel
Mayo de 2020
Cnl Ignacio Fuente Cobo.
Asesor en NATO Defense College
Roma.
Desde el momento en el que se tomó conocimiento de la existencia de una pandemia provocada por un agresivo virus que partió de China, hemos escuchado diversas voces diciendo “ya nada será como antes”, “las cosas van a cambiar” o “la hegemonía mundial cambiara de manos”. Algunas de estas voces se referían a los usos y costumbres de nuestra civilización posindustrial, pero otras lo hacían refiriéndose -aunque lo ignoraran- a la esencia de lo que es la Geopolítica: la interacción entre el poder y el espacio, en este caso a nivel global.
En el año 2011, en un ensayo de nuestro Instituto, decíamos (2):
“A principios del siglo XX se inició un movimiento intelectual que “descubría” al Océano Pacífico, la mayor masa de aguas de la superficie del planeta por la potencialidad demográfica y de insumos industriales, a lo largo de sus extensos bordes periféricos. Karl Haushofer le llamará “El Océano Político” en su monumental obra “Geopolítica del Océano Pacífico” –conocida como “La Tesis”-, (1924, reeditada en l936 y 1938).
A fines del siglo XX, cuando el cese de la lógica de la bipolaridad vuelve a dar paso a la Historia, el Pacífico reaparece en la atención de muchos politólogos por razones estratégicas y de mercado, impulsadas por los realineamientos geopolíticos que se inician cuando el “Imperio Global” -bajo comando del G7-, reemplaza abruptamente al “Imperio Americano-Soviético”, a partir del año ´91. Empíricamente este hecho jalona el inicio del nuevo siglo, en el ambiente de una situación inédita, signado por la Revolución Científica Tecnológica y su correlato: la civilización hiper -o- posindustrial, globalizada. Los cambios son cualitativos”.
Históricamente las doctrinas geopolíticas fueron desarrolladas por pensadores especializados en Geografía, Historia y/o Sociología, hasta que la Geopolítica fue aceptada como ciencia independiente. Algunas de aquellas doctrinas fueron aplicadas -a lo largo del tiempo y con mayor o menor acierto- por conductores políticos (3). Pero, en el caso que es motivo de este ensayo, no conocemos que haya una determinada doctrina geopolítica en la orientación del actual proceso de nuevas alineaciones, que recibe ahora el incentivo del virus chino” -como le llama Trump-
El hito histórico en el que se inicia la licuación de una situación estratégica consolidada -la de la guerra fría 1947/1989/91- fue el de la “caída de las torres gemelas” –11Sep01-. Allí comienza de la sigilosa guerra mundial en acto: la “contraterrorista global”. Entre 1991/2001 tuvimos diez años de posguerra fría caracterizados por la confusión de los intelectuales y la variada proliferación de opciones de futuro, que normalmente no eran de naturaleza geopolítica, sino que se apoyaban en la economía.
Tengamos en cuenta, alcanzado este momento histórico en nuestro razonamiento, que “la estrategia es un arte que requiere de referencias y una sensibilidad específica que está muy relacionada con la historia y la filosofía y que debe cultivarse”, como lo advierte Aznar Fernández-Montesinos (4) en un importante y reciente ensayo en el Boletín electrónico del IEEE.
En ambos periodos -1947/2020- Occidente acentúa la relativización de su identidad y consecuentemente la gravedad de su decadencia -particularmente- en la UE, Iberoamèrica y en los EE. UU. de Carter y Obama-, hasta la llegada de Trump con el lema “Primero EE. UU” (5).
En esas siete décadas hemos visto transitar -sucesivamente- períodos de bipolaridad -compartida por EE. UU. y la URSS durante la guerra fría-, de unipolaridad de los EE. UU. -luego de la implosión soviética 1989/91-, de multipolaridad -más bien discursiva, impuesta por el fracaso del progresismo de izquierda europeo en los ‘90- y, por último, de una reciente provisoria tripolaridad, compartida por EE. UU, China y Rusia.
El coronavirus vino a afectar este último estadio, de diversos modos. EE. UU y China encuentran hoy -en la pandemia- razones para intentar catalizar su poder y Rusia se ve afectada seriamente por la caída de los precios de la energía, cuestión que diplomática y estratégicamente la acercó significativamente a China e India (6) y a operaciones en Iberoamérica que le permitirían -en la pospandemia- el control de los precios internacionales de los hidrocarburos, aspecto este de particular interés para los argentinos (7).
En nuestro ensayo de May 2011 (2), expresábamos que en la situación emergente de la posguerra fría -2001-, cuando regresaba la Historia, se aproximaba a la Tesis de Haushofer, en desmedro de las doctrinas de McKinder y de Spykman. El Cap bávaro planteaba -en 1924- que el “equilibrio de poder” entre el “mundo oceánico” y el “continental-terrestre”, para lograr la Pax (8) Mundial, exigía la conformación de un bloque asiático + 1 -Alemania-, frente a Europa, las Américas, Oceanía y Japón. Fue desoído y los líderes políticos europeos fueron a su 2da Guerra Civil -1939/1945-. Europa se autodestruyó y dejó de ser el núcleo de Occidente. El meridiano del poder se desplazó hacia el Oeste: a EE. UU.
De hecho, la situación en curso está mostrando alguna aproximación al pragmático “Eje Primakov” -Moscú-Pekín-Nueva Delhi-. Alemania, menos maltratada por el virus que el resto de la UE seria -muy probablemente- el país que -en la pospandemia- logre impedir su probable disgregación, liderándola desde una posición social disciplinada y austera. No se cumpliría con el muy antiguo mandato histórico de su “marcha hacia el Este”.
Las otras doctrinas geopolíticas -que tuvieron aplicación en las Guerras Civiles Europeas y en la Guerra Fría- se limitaban al vecindario del Mar Mediterráneo, apegadas en particular a la Geografía. Cuando el hombre ingresó -en vuelo- a la atmosfera y al espacio exterior, perdieron entidad.
Si Alemania cumpliera con su rol natural que Roma -al parecer- ha abandonado y si las Américas superaran sus conflictos interiores, el Arco Oceánico se completaría pasando por Sud-África y Oceanía para cerrarse con Los Tigres del Lejano Oriente, con epicentro en Japón. ¿Será ello viable en la pospandemia? Veamos a continuación la particular situación de China en su puja imperial con EE UU., cuando vivimos con ansiedad la espera de las vacunas contra el coronavirus.
CHINA se presenta al mundo como el modelo a seguir para enfrentar al virus, mientras EE. UU. la acusa de ser la creadora del “virus de Wuhan”. La dictadura comunista tiene, en el presente, varias ventajas que trata de expandir (1):
Sin embargo, este contexto internacional que le es favorable, no le es suficiente, por varias razones:
PERO: así como se presentan estas ventajas para China, en su puja geopolítica con los EE. UU., también se le presentan “profundas contradicciones y fuertes limitaciones” provenientes de su propio modelo político y económico, que el virus ha activado. La Plaza Tiananmen de 1989, reiterada actualmente en treinta Plazas de sus grandes ciudades cuando China deba enfrentar las investigaciones del origen del Coronavirus en la pospandemia, sería un “bumerán” para su estrategia apresurada. Porque:
En síntesis, la “Geopolítica Mundial” ha sido inesperadamente conmovida por el Coronavirus, cuando aún la distribución de poder internacional -posguerra fría- no ha encontrado su estabilización. Nos encontramos vivenciando la “crisis del Covid-19”.
En ambos casos China encontrarìa -en la etapa pospandemia- una fuerte y dramática interrupción en su acelerado camino a la categoría de superpotencia.
Un gran éxito económico -en corto lapso- puede llevar a un gran fracaso. Lo sabemos nosotros, por nuestra experiencia histórica, luego de alcanzar nuestro cenit con la Generación del `80.
“En 2007, el filósofo libanés Nassim Nicholas Taleb acuñó el término «cisne negro» para referirse a acontecimientos inesperados, de gran impacto y que, retrospectivamente, pueden considerarse predecibles. Estos cisnes negros son más habituales de lo que se suele aceptar y, en realidad, son los grandes motores de los cambios sociales y personales” (9).
En la región y en nuestro país, “una bandada de cisnes negros” han creado el “cerrado banco de niebla” que es aprovechado -de diferente manera- por “la revolución”, como “acontecimiento inesperado” -la cuarentena- con la que se pretende ocultar la maniobra del Foro de San Pablo/Grupo de Puebla -“los grandes motores de los cambios sociales y personales”- sorprendidos por el virus en plena contraofensiva estratégica regional.
Es oportuno reiterar aquí que llama nuestra atención la cobardía que impide a los líderes políticos opositores al Foro o al Grupo de Puebla tomar al toro por las astas y, por lo menos, llamar a las cosas por su nombre, para sacar de la confusión a la ciudadanía. Ver claro y hablar claro.
En la región han existido -en el pasado reciente- doctrinas geopolíticas que orientaron a proyectos políticos exitosos, particularmente en Brasil y Chile. En la Argentina, el último proyecto político apoyado en un mapa de ideas geopolíticas no escritas, pero que fueron aplicadas, se dio a fines del siglo XIX. Su resultado económico fue extraordinario. Dio lugar a la que llamamos “La Primera Argentina Agropecuaria” (10).
A partir de su ápice en el Primer Centenario -1910-, este proyecto se estratificó y no surgió -desde entonces- en el ámbito político, proyecto alguno sugerido desde una geopolítica que incluyera una visión estratégica: de largo plazo y ola profunda. La mera ideología reemplazó a la Gran Política. A la Política del Estadista. No conocemos -ni siquiera media página- sobre propuestas geopolíticas que hayan sido producto de nuestra opaca dirigencia a lo largo del siglo XX/XXI. La Pequeña Política, penetrada por el neo-marxismo post URSS, es lo que ha ingresado a los partidos –“el entrismo”- con el encubrimiento del engañoso nombre de “progresismo”.
Llegado el Covid-19, Ella -la comandante revolucionaria local- más preocupada por los “cambios personales” que por los “cambios sociales”, vio en la bandada de cisnes negros la oportunidad para acelerar el logro del objetivo que le impuso a Tartufo (7) por contrato: su absolución jurídica y el rescate de miles de millones incautados por la Justicia, a cambio de la presidencia. El cambio de ritmo en el plan previsto, provocado por la irrupción del virus, les ha obligado a diluir espacios del “banco de niebla” –constantemente- y sus torpezas salen a la luz.
Tartufo por decisión de los otros dos poderes, que cerraron sus puertas, gobierna con la “suma del poder público” pero hasta ahora nadie ha comentado que, de hecho, hemos ingresado a una dictadura. En la Constitución de la Republica Romana esta figura existía, pero no es así en la Constitución Argentina. Y Ella, preguntándole a la Corte qué debe hacer, busca ampliar el tiempo de excepción y lo ha logrado, para explotar la oportunidad.
Él -único presidente en funciones componente del Grupo de Puebla- invita a la unidad a la izquierda chilena -apadrinado por su asesor Ominami- para eliminar del poder a Piñera y a la vez -telefónicamente- le expresa al presidente chileno toda su simpatía. No creemos que haya antecedentes diplomáticos de este nivel de hipocresía.
En reunión plenaria del Mercosur, el representante argentino expresa -sin autoridad para ello- el retiro de Argentina del Tratado de Asunción y el Canciller -en el Congreso- expresa con eufemismos todo lo contrario. El doble discurso y las falsedades abarcan -escandalosamente- los diferentes frentes gubernamentales.
No vamos a enumerar todas las acciones que apuntan a “la abolición del derecho penal”, que tiene a Zaffaroni como ideólogo y maestro y a “justicia legitima” como organización ejecutora. Es suficiente señalar algunas de ellas, tales como -con el antecedente del “vatallón militante”- a la “vrigada militante”, subrepticiamente llevada a la calle en horas, por jueces y camaristas, luego de ser organizada en las cárceles con más de tres mil delincuentes de alta peligrosidad. Días antes, más de un centenar de jueces y fiscales independientes fueron barridos del sistema, con una medida previsional.
Se ha confirmado el ingreso de los “médicos” cubanos. ¿Constituyen una avanzada del grueso que oportunamente ingresarà, como lo hicieron en Venezuela? Ella es consciente de que no contará -en su momento- con las FF AA, de Seguridad y Policiales. Mientras tanto, día tras día hay reemplazos en cargos llaves, que se ocupan con militantes de la Cámpora, normalmente hijos de terroristas muertos en combate.
La economía es conducida irreversiblemente, con la prolongación de la cuarentena, a un efectivo default y a una super hiperinflación. Al frente de YPF es nombrado -como CEO- un exitoso joven de 27 años, admirador de Ella. En la ANSES ocurre algo similar. Todo esto, detrás del cerrado banco de niebla y en pocos días, apunta al salto de garrocha hacia la esfera de poder geopolítico de China-Rusia.
Buenos Aires -si así ocurriera- quedaría en un aislamiento total en la región y, a partir de la pospandemia, cuando Occidente pida cuentas a China por el “escape” del virus que provocó en el mundo pérdidas astronómicas, quedará sumergida en una soledad caótica, propia de sus desatinos.
Día a día, cuando aún no hemos alcanzado las vacunas contra el Covid-19, tenemos novedades con referencia a las responsabilidades de China en la pandemia más agresiva que ha sufrido la humanidad. Una importante agencia de inteligencia internacional ha expresado: “La alianza “Five Eyes” compuesta por Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda y Australia, asegura que Beijing ocultó información, “desapareció” a los denunciantes y se negó a ayudar a otros países a preparar una vacuna” (11).
Las denuncias -que ya se anticipan- serán llevadas oportunamente a la Asamblea General de la ONU y allí se votarían las durísimas sanciones que sacaran a China de su emprendido rumbo para lograr la categoría de superpotencia y, muy probablemente, dejaría de ocupar su silla -con veto- en el Consejo de Seguridad y consecuentemente también dejaría en una difícil situación a Putin.
Nuestra conducción revolucionaria “bicéfala” quedaría “colgada del pincel”, como vulgarmente dice la calle, y demostraría el mismo cerebro de mosquito que vimos en Angola, cuando una mujer -amante de los diamantes- junto a Moreno, quería vender gallinas en la calle, sin éxito.
China, consciente del grave riesgo que ha asumido, sorprendió al mundo el mismo día 02 May 2020 decidiendo cancelar al dólar en las transacciones bursátiles y comerciar oficialmente con el yuan chino, en lugar del dólar. Este es un paso tan audaz e importante en la historia económica de China, equivalente a la percepción del riesgo que corre con la pandemia.
El dólar ya es inexistente en el comercio chino y caerá bruscamente frente al yuan chino, afectando a los mercados mundiales sorprendidos por esta decisión. La noticia fue discutida en el programa de la tarde de ese día en la BBC World English:
“¡Es un desafío económico que puede llevar al mundo a una guerra devastadora! ¡No se puede descuidar cómo Estados Unidos actuarà, frente a esta decisión! ¿China 2021 liderará el mundo? Este es el viejo sueño de China y es lo que planeó lograr, durante décadas o más” (12).
Sin embargo -hace unas semanas- el intento de cambiar de divisa y pasar al yuan debió retroceder en Asia y Medio Oriente, con alguna urgencia. Como lo expresa el diario inglés, es un tema “a no descuidar”. El riesgo se ha agravado y estamos en presencia de un sismo en la geopolítica mundial, con profundos efectos inmediatos en la geopolítica regional y en la de nuestra dolida Patria Argentina.
CITAS:
(1). I. Fuente Cobo. “El mundo después de la pandemia: el nuevo orden no será chino”. Documento de opinión. 21 Abr 2020. www.ieee.org
(2). H. J. Auel. “La Actualidad de la ‘Tesis’ sobre el Océano Político”. May 2011. www.ieeba.org
(3). H. J. Auel. “El Nuevo Ordenamiento Internacional posterior a la intervención de los EE. UU. y sus aliados en Irak”. Conferencia en la AAAI. May2011. www.ieeba.org
(4). F. Aznar Fernández-Montesinos. “La década del 2020. El futuro no está escrito. Reflexiones sobre la evolución del pensamiento estratégico”. 30 Abr 20. www.ieee.org
(5). H. J. Auel. “La Cultura y la Civilización. La guerra: Continuidad y Cambio”. Dic 2001.
www.ieeba.org
(6). Decíamos en la conferencia citada en (3): “En Eurasia, Eugeni Primakov, que fuera recientemente Primer Ministro de Rusia, planteó formalmente en 1998 el Eje Moscú – Nueva Delhi – Pekín. Estas tres potencias nucleares, cuantitativamente suman casi el 50% de la población mundial. Es poco probable que India se sume al bloque continental y no es probable que China acepte”. Hoy, diez años después y con el catalizador del coronavirus, hay objetivas razones para pensar en la probable viabilidad de este “eje”.
(7). H. J. Auel. “Detrás de un cerrado banco de niebla”. Abr 2020. www.ieeba.org
(8). Pax: “Situación de paz que permite gozar -a las culturas- del progreso alcanzado”. Diccionario Militar de Cabanellas de Torres y Alcalá Zamora. T. III. Ed. 1969.
(9). A. Sarto Ferreruela. “Bandadas de cisnes negros”. 28 Abr 2020. www.ieee.org
(10). H. J. Auel. “Una Segunda Argentina es Posible”. Jul 1989. www.ieeba.org
(11). Infobae Digital. “Un informe de cinco agencias de inteligencia occidentales revela las mentiras de China sobre el coronavirus”. 02 May 2020. www.infobae.com
(12). The Guardian. “Con repentina decisión China sacude los rincones del mundo entero”. https://amp.theguardian.com/world/2020/apr/28/china-starts-major-trial-of-state-run-digital-currency
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Mayo 4, 2020
LO MÁS VISTO DE LA SEMANA ♠ Mayo 3, 2020
☺
Las noticias más leídas en PrisioneroEnArgentina.com. Las más comentadas, las más polémicas. De que está la gente hablando…
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Mayo 3, 2020
PREVENÇÃO DEVE SER UM HÁBITO
♦♦
por Faustino Vicente
Maquiavel
Com esta linha de pensamento, o célebre italiano Nicolau Maquiavel (1469 – 1527) tornou-se uma das figuras mais brilhantes do Renascimento europeu, refletida na sua consagrada obra-prima sobre malícia política, intitulada – O Príncipe – publicada postumamente em 1932.
“Ele foi um filósofo, historiador, poeta, diplomata e músico de origem florentina. É reconhecido como fundador do pensamento e da ciência política moderna, pelo fato de ter escrito sobre o Estado e o governo como realmente são, e não como deveriam ser”
Com esse “gancho”, e com as observações colhidas ao longo da nossa “caminhada” como consultor em Gestão da Qualidade, constamos que há empresas que dão ênfase maior às metodologias voltadas para solução de problemas, do que para a Gestão da Prevenção Total…na fabricação de produtos e na prestação de serviços.
O nosso lar, a medicina, a aviação, o mundo dos esportes, o segmento de prestação de serviços, entre outros, são referências para o estabelecimento do nível Zero de Falhas, pois o retrabalho é inerente aos produtos.
Mesmo as empresas estruturadas para reagir rapidamente ás ocorrências negativas no mercado, não conseguem evitar danos irreparáveis.
Uma análise crítica sobre as causas dos incêndios nos Edifícios Joelma (1° de fevereiro de 1974) com 187 mortes e mais de 300 feridos e no Edifício Andraus (24 de fevereiro de 1972) com 16 mortes e 330 feridos, ambos em São Paulo, podem nos convencer – definitivamente – que a prevenir é melhor que remediar.
Produtos e serviços fora de especificações continuam ocorrendo diuturnamente, provocando sofrimento para as pessoas que perdem seus entes queridos além dos danos sociais, econômicos, financeiros e culturais.
Como causas dessas ocorrências não desejadas, destacamos a falta de uma cultura de prevenção, o desconhecimento de dados que comprovem a relação custo/benefício, imperícia, imprudência, irresponsabilidade, processos operacionais improvisados, falta de manutenção preventiva, ausência de projetos de reciclagem de conhecimento para os funcionários e tantas outras que, somadas a estas, podem ser agrupadas em dois blocos: atos inseguros e condições inseguras.
Para uma conclusão objetiva, é de fundamental importância estender a análise para o campo emocional que pode revelar pressão excessiva no local de trabalho, estado de saúde abalado, desrespeito, medo da perda de emprego, violência urbana, endividamento financeiro e desigualdade social.
Para que a prevenção ganhe espaço nas empresas privadas e nos Órgãos Públicos é preciso envolver, conscientizar e comprometer todos os dirigentes e funcionários das organizações.
Se é impossível ser perfeito, é perfeitamente viável ser cada menos imperfeito.
Prevenção, em qualquer circunstância, não deve ser um Objetivo…deve ser um H@BITO.
Para nossa reflexão encerramos com o célebre provérbio malaio: “Só porque a água está calma, não pense que não há crocodilos.”
Faustino Vicente – Consultor em Gestão da Qualidade, Professor e Advogado – e-mail: faustino.vicente@uol.com.br – Jundiaí (Terra da Uva) – São Paulo – Brasil
Con sumo agrado hoy contamos en nuestro sitio con un artículo de su autoria, que nos hiciera llegar desde Brasil, el señor FAUSTINO VICENTE , abogado nacido en la ciudad Jundiaí (400 mil habitantes) hubicada a 50 kilómetros de São Paulo. Graduado en el 1er Panel de la Facultad de Derecho Padre Anchieta, se desempeñó como Auditor del Banco Brasul de São Paulo S / A, Gerente de la División Administrativa de Duratex-Deca, Asesor de CIESP – Centro de Industrias del Estado de São Paulo, Presidente (y uno de los fundadores) de la Asociación Anhanguera para el Control de Calidad (AACQ-Campinas – São Paulo), Miembro del Consejo Editorial de la Revista Banas Quality – São Paulo, Director (sin remuneración) del Hospital de Caridade São Vicente de Paulo, Miembro de AJARH – Asociación de Administradores de Recursos Humanos de Jundiaí y Región. Tambien fue el 1er presentador del programa de radio de la Sociedad de São Vicente de Paulo (Trabajo Social de los Vicentinos). Realizó Curso de Recursos Humanos (un semestre) en la USP – Universidad de São Paulo y se desempeño como: Editor del 1er Jornal dos Vicentinos,
1er Presidente de Cemitério Parque dos Ipês (Trabajo Social), Director de Clube Jundiaiense … 14 mil miembros, Presidente del Consejo Diocesano Central de SSVP, Presidente de CIPA – Comisión interna para la prevención de accidentes, Director del Club Duratex-Deca y Director de la Cooperativa de Consumidores Duratex-Deca. Una calle de Jundiaí lleva el nombre de su padre quien fuera inmigrante de la ciudad española de Salamanca, historia que contaremos otro día.
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Mayo 3, 2020
Crimen y autocastigo
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Por María Ferreyra Kussman
Este no pretende ser un sermón acerca de los beneficios de la vida vegana. No trato de realizar una cruzada. No impongo mi decisión de no alimentarme con animales ni vestirme con el producto de ellos, a mi familia ni a mis amigos. No voy a decir que lo acepte, pero no voy a obligar a quien ingiere carne de animales no humanos, que no lo haga. Cada ser tiene su tiempo para cambiar hábitos. Mi preocupación va orientada a la tortura que sufren algunos de estos seres antes de ser llevados a la mesa y que nos ha envuelto en el desastre.
Nos horrorizamos de los “wet markets” de China, pasando por alto lo que sucede en nuestras cercanías. Las aves de corral -además de los peces- son los animales que experimentan la más brutal explotación por parte de los humanos. Es la fábrica donde se produce la gripe aviar. Se trata de un problema veterinario que tiene como causa un microorganismo relacionado con la gripe. Tiene entre los pollos, gallinas, gallos, pavos, y otros, un elevado índice de letalidad. Tras un periodo de incubación pueden fallecer luego de unos pocos días. Esta gripe es una enfermedad que se transmite a los seres humanos y si bien los síntomas pueden ser confundidos con los de una gripe común, en la mayoría de los casos más graves se puede llegar a padecer neumonía y diversas complicaciones respiratorias, seguida de muerte.
Vaca loca suena simpático. Encefalopatía Espongiforme ya asusta. afecta el sistema nervioso de los bovinos y que es causada por ciertas proteínas infecciones denominadas como priones. Y si bien afecta principalmente a las vacas lecheras, también es capaz de contagiar a los seres humanos. Los expertos no saben con certeza cuál es la causa de la enfermedad. Pero el grueso de la comunidad cientfica lo aduce a problemas de alimentación en el animal. Cuando una vaca es sacrificada, algunas partes se usan para alimento humano y otras partes se usan para alimento animal (Un canibalismo forzado). Si una vaca infectada es sacrificada y el tejido nervioso se usa para alimento para ganado, otras vacas pueden contagiarse.
Las llanuras de inundación y arrozales son extensos humedales que contienen aguas represadas naturalmente (sistemas lacustres), con mínimo o ningún recambio de agua, en donde el tiempo de residencia de la materia orgánica (sólidos suspendidos), y, por ende, de excretas que contienen huevos de Gnathostoma, es mayor en la columna de agua, con su posterior depósito en el fondo o sedimentos en comparación con sistemas lóticos (ríos).
Finalmente, es importante recalcar que internacionalmente la enfermedad se ha diagnosticado en viajeros o turistas extranjeros que visitan países de Asia, Centroamérica y Suramérica, como fue el caso reciente de 16 pacientes entre 23 y 57 años, positivos para infección por Gnathostoma en el Hospital de Enfermedades Tropicales de Londres, entre abril 2000 y marzo 2001,
El calentamiento oceánico está causando un aumento de las enfermedades en las poblaciones de flora y fauna, y que está asimismo afectando la salud humana, porque los agentes patógenos se propagan más fácilmente en aguas más cálidas, incluyendo las bacterias que causan el cólera.
Al mismo tiempo, se está produciendo un aumento en la floración de algas nocivas para la salud, causantes de enfermedades como la ciguatera, una intoxicación alimentaria causada por la ingesta de pescado que se alimenta de algas y organismos de los arrecifes de zonas tropicales y subtropicales, que generan un tóxico llamado ciguatoxina.
Muchos de los cerdos amontonados en corrales sufren de neumonía. Ciertos estudios indican que el 80 por ciento de ellos tienen la mencionada enfermedad al momento que son carneados.
La administración de antibióticos en animales de “fábricas de zombis” (en su mayoría sanos) propaga la resistencia de antimicrobianos en nuestros cuerpos. El abuso y el uso indebido de antibióticos en animales están contribuyendo al aumento de la amenaza que representa la resistencia a los agentes que matan o detienen el crecimiento de microorganismos. Algunos tipos de bacterias causantes de infecciones humanas graves ya son resistentes a la mayoría o a la totalidad de los tratamientos disponibles, y hay muy pocas alternativas prometedoras en fase de investigación.
Una gran parte -por no decir la mayoría- de las enfermedades infectocontagiosas son zoonóticas. Es decir, comienzan en los animales descuidados y terminan en nuestro sistema.
Ciencia nos invita a ciertas medidas de cuidados por el contagio del coronavirus. En “tiempos normales” El uso de máscaras y guantes son elementos que no usamos cotidianamente, pero la higiene es algo que al menos debería ser una práctica usual y constante a lo que se suma conservar distancia con otra persona, lo que en muchos casos no ha sido, es y será totalmente malo. Si esto se traslada al reino animal, el hacinamiento es una experiencia que ningún ser vivo quiere padecer. Se esfuerzan por respirar, tienen estrés y pasan sus días uno arriba del otro debido a la falta de espacios.
Entiendo que ciertas personas no tengan empatía por los animales antes de que terminen en una sartén, sin embargo, la crueldad hacia los animales despierta esta cadena de enfermedades que terminan en nuestros cuerpos, en los de nuestros hijos, en los de nuestros nietos.
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Mayo 2, 2020
Día de la Constitución de Polonia
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El Reino de Polonia que, desde el año 1569 formaba una confederación junto con el Gran Ducado de Lituania, es conocido también como la Mancomunidad de las Dos Naciones. En el apogeo de su poder, a principios del siglo XVII, la Mancomunidad era el mayor país de la Europa católica.
Entre las características más interesantes de su sistema político, destacan la elección del monarca por la nobleza y, además, un papel decisivo del Parlamento, elegido de entre los nobles, el único estamento privilegiado que poseía derechos políticos. La Mancomunidad tenía un enorme número de la nobleza cuya cantidad se estimaba entre el 6 y 8 por ciento de la población. Así pues, le fueron concedidos varios privilegios como la libertad personal o la eximición de impuestos. Asimismo, la nobleza gozaba de un poder dominante sobre el campesinado asentado en sus latifundios. Los campesinos solamente poseían derechos limitados: estaban obligados a trabajar desde 3 hasta 6 días a la semana en la finca, propiedad de sus patrones, y no podían marcharse sin el consentimiento del amo. La debilidad de los burgueses fue otro problema específico de la sociedad de la Mancomunidad. Las ciudades eran pequeñas y solo algunas, en el siglo XVIII, contaban con una población de más de 10 mil habitantes cuyos derechos políticos estaban limitados únicamente a sus órganos representativos locales.
La decadencia de la Mancomunidad de las Dos Naciones inició a mediados del siglo XVII. Una serie de guerras devastadoras (1648-1721) significó algo mucho peor que solamente la pérdida de territorios. El país quedó arruinado y la población diezmada. La nobleza media, núcleo del sistema político, se debilitó y empezó a ser dominada por los magnates.
Además, cambió la cultura política y, como consecuencia, se estableció la doctrina de la estricta unanimidad (liberum veto) en la tramitación parlamentaria. El uso excesivo de la doctrina de liberum veto suponía la paralización del parlamento en la primera mitad del siglo XVIII y, en resultado, la Mancomunidad gradualmente iba cayendo en la anarquía.
[ezcol_1half]La situación comenzó a cambiar después de la elección de Estanislao II Augusto Poniatowski como el Rey. Se introdujo una serie de reformas, no obstante, todo acabó en la intervención rusa y se produjo la primera partición de Polonia entre Rusia, Prusia y Austria (1772). El siguiente intento, con el fin de sanar el sistema político y guardar la independencia, fue realizado durante las actas de la Gran Dieta (Sejm Wielki) (1788-1792). La situación internacional parecía ser propicia: Rusia había entrado en guerra con Turquía y Suecia, Austria también había declarado guerra al Imperio otomano, mientras que Prusia estaba formalmente en alianza con la Mancomunidad.
Los proyectos de reformas fueron debatidos y elaborados por un grupo reducido compuesto, entre otros, por el rey y el mariscal de la Gran Dieta. Finalmente, el 3 de mayo de 1791, el Parlamento aprobó el Estatuto de Gobierno. Hoy en día, dicha norma es mejor conocida como la Constitución del 3 de Mayo, aunque ésta no era su denominación oficial.
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]3 de Mayo
Por Michael R. Pompeo
En nombre del pueblo de los Estados Unidos de América, felicito al pueblo de Polonia en su Día de la Constitución.
La Constitución de Polonia del 3 de mayo de 1791 sigue siendo un poderoso símbolo de la búsqueda de la libertad y la justicia del pueblo polaco. Fue el deseo del pueblo polaco por la libertad lo que llevó al renacimiento de Polonia como país independiente en 1918. Y es esta búsqueda de la libertad y la justicia lo que inspiró a Polonia a abandonar el comunismo en 1989.
Estoy seguro de que en este momento de pandemia global, su nación amante de la libertad volverá a mostrar sus mejores cualidades y tendrá éxito en superar la crisis. Espero ver nuestra amistad y asociación crecer aún más fuerte en los años venideros.
Michael R. Pompeo, Secretario de Estado de los Estados Unidos de América
[/ezcol_1half_end]La constitución consta de once artículos, algunos de ellos muy extensos. El primer artículo concedió la libertad universal de religión, aunque limitada, quedando prohibida la conversión del catolicismo a cualquier otra fe. Los siguientes tres artículos, trataban el sistema social, manteniendo, por un lado, la sociedad estamental con una posición dominante de la nobleza y, por otro lado, privando a los no poseedores (gołota) de los derechos políticos al excluirlos de las asambleas locales. En lo que atañía a la burguesía, la constitución implementó las resoluciones de la llamada Ley de Municipios aprobada un mes antes. En ella se le otorgaba: un mejor acceso al ejército y a los cargos públicos, el privilegio de la inmunidad personal o el derecho a adquirir tierras. En cuestión de los derechos políticos, la burguesía consiguió sólo una pequeña concesión: los plenipotenciarios de las grandes ciudades podían partcipar en las sesiones parlamentarias, sin embargo, con una posibilidad limitada de actividad. La situación de los campesinos cambió muy poco, puesto que la constitución alentó a los propietarios de la tierra a hacer acuerdos voluntarios con los aldeanos, prometiéndoles a la vez una protección por parte de las autoridades estatales.
[ezcol_1third] [/ezcol_1third] [ezcol_1third] [/ezcol_1third] [ezcol_1third_end]Celebraciones del 3 de Mayo en Cracovia
[/ezcol_1third_end]El sistema político se basaba en ideas formuladas por el pensamiento político de la Ilustración. El artículo 5 señalaba que todo poder emana de la voluntad de la nación. El poder estaba dividido en tres ramas: legislativa, ejecutiva y judicial. El poder legislativo fue ejercido por el Parlamento que constaba de dos cámaras tradicionales: el Senado y la Cámara de Diputados. Todas las decisiones del parlamento se adoptaban por mayoría de los votos y el liberum veto quedó prohibido. El poder ejecutivo se repartía entre el Rey y los Guardianes de la Ley. La constitución introdujo una monarquía hereditaria y designó al Elector de Sajonia, Federico Augusto III, como el sucesor de Estanislao Augusto, que no tenía descendientes. Los actos del rey necesitaban ser refrendados por uno de los ministros, o sea, miembro de los Guardianes de la Ley. Los ministros eran nombrados por el rey y se mostraban responsables políticamente de sus actos. El poder judicial correspondía a los tribunales ligeramente reformados que conservaron su carácter estamental.
La Constitución del 3 de Mayo no duró mucho tiempo. Los países vecinos, aterrorizados por la visión de una revolución que se iba extendiendo, actuaron rápidamente. Rusia, usando como pretexto un grito de la oposición pro rusa que había formado la Confederación de Targowica, inició la intervención militar, mientras que Prusia se retiró de la alianza. Estanislao Augusto capituló ante el abrumador ejército ruso. La constitución fue declarada nula y, asimismo, Rusia y Prusia tomaron la decisión sobre la segunda partición de la Mancomunidad. Este hecho provocó un levantamiento y, en consecuencia, pronto se llevó a cabo la tercera, y la última, partición. La Mancomunidad de las Dos Naciones dejó de existir. No obstante, el importante papel de la constitución fue mucho mayor que su corta vida podría indicar. Todo eso fue ampliamente comentado en el extranjero y, también, traducido al francés y al inglés aún en el año 1791. En Polonia, la constitución se transformó en uno de los símbolos de la lucha por recuperar independencia.
Fuentes: Polski Instytut Kultury . Secretaria de Estado de los Estados Unidos
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Mayo 3, 2020
Mario Sandoval y el Estado Catástrofe
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Las Naciones Unidas , la Organización Mundial de la Salud, las Acordadas de Casación bajo la lupa del Profesor Mario Sandoval.
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Mayo 3, 2020
MAQUIAVELO
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Según Maquiavelo, los fines siempre justifican los medios, no importa cuán crueles, calculadores o inmorales puedan ser esos medios. Tony Soprano y Macbeth de Shakespeare pueden ser personajes maquiavélicos bien conocidos, pero el hombre cuyo nombre inspiró el término, Niccolo Machiavelli, no operaba según su propio cínico libro de reglas. Más bien, cuando Maquiavelo escribió El Príncipe, sus astutas pautas para el poder en el siglo XVI, era un estadista exiliado que buscaba un puesto en el gobierno florentino. Tenía la esperanza de que un soberano fuerte, como se describe en su escrito, pudiera devolver a Florencia a su antigua gloria.
La guía de poder de Maquiavelo fue revolucionaria en el sentido de que describía cómo las personas poderosas tuvieron éxito, como él lo veía, en lugar de lo que uno imaginaba que un líder debería operar.
Antes de su exilio, Maquiavelo había navegado por el volátil entorno político de la Italia del siglo XVI como estadista. Hubo luchas de poder constantes en el momento entre las ciudades-estado de Italia, el Sacro Imperio Romano, Francia y España.
El príncipe
A medida que los líderes subían y bajaban rápidamente, Maquiavelo observó rasgos que, en su opinión, reforzaban el poder y la influencia. En 1513, después de ser expulsado del servicio político con la toma de Florencia por la familia Medici, Maquiavelo escribió su resumen de lo que hace a un líder efectivo en El Príncipe.
Niccolò di Bernardo dei Machiavelli fue un diplomático, filósofo y escritor renacentista italiano, más conocido por El Príncipe, escrito en 1513. A menudo se le ha llamado el padre de la filosofía política moderna o la ciencia política.
Nacido: 3 de mayo de 1469, Florencia, Italia.
Murió: 21 de junio de 1527, Florencia, Italia.
A diferencia de los príncipes nobles retratados en los cuentos de hadas, un gobernante exitoso de un principado, como se describe en los escritos de Maquiavelo, es brutal, calculador y, cuando es necesario, completamente inmoral.
Debido a que las personas “cambian rápidamente de naturaleza cuando imaginan que pueden mejorar su suerte”, escribió, un líder también debe ser astuto. “El hecho es que un hombre que quiere actuar virtuosamente en todos los sentidos necesariamente se entristece entre tantos que no son virtuosos. Por lo tanto, si un príncipe quiere mantener su gobierno, debe estar preparado para no ser virtuoso y hacer uso de esto o no según las necesidades “.
Hasta la escritura de Maquiavelo, la mayoría de los filósofos de la política habían definido a un buen líder como humilde, moral y honesto. Maquiavelo arrojó esa idea y dijo con franqueza: “Es mejor ser temido que amado, si no puedes tener ambos”.
La crueldad puede ser mejor que la amabilidad, argumentó, explicando que “Hacer un ejemplo de uno o dos delincuentes es más amable que ser demasiado compasivo y permitir que los trastornos se conviertan en asesinatos y caos que afectan a toda la comunidad”. Mantener la palabra de uno también puede ser peligroso, dijo, ya que “la experiencia muestra que aquellos que no cumplen su palabra obtienen lo mejor de los que sí lo hacen”.
Además, Maquiavelo también creía que cuando los líderes no son morales, es importante que pretendan mantener las apariencias. “Un príncipe siempre debe parecer muy moral, incluso si no lo es”, escribió.
Fortuna y Virtù
Finalmente, los líderes no deben confiar en la suerte, escribió Maquiavelo, sino que deberían moldear su propia fortuna, a través del carisma, la astucia y la fuerza. Como lo vio Maquiavelo, había dos variables principales en la vida: fortuna y virtù.
Virtù (no virtud) significaba valentía, poder y la capacidad de imponer la propia voluntad. La fortuna, escribió, era como un “río violento” que puede inundar y destruir la tierra, pero cuando está en silencio, los líderes pueden usar su libre albedrío para prepararse y conquistar el áspero río del destino. Maquiavelo escribió que un líder efectivo maximiza el virtù y minimiza el papel de la fortuna. De esta manera, “la fortuna favorece a los valientes”.
Cesare Borgia
Uno de los modelos de la vida real de los que Maquiavelo se inspiró cuando escribió El Príncipe fue Cesare Borgia, un príncipe burdo, brutal y astuto de los Estados Pontificios a quien Maquiavelo había observado de primera mano. Durante una visita a Borgia para discutir las relaciones con Florencia, Maquiavelo fue testigo de cómo Borgia atraía a sus enemigos a la ciudad de Senigallia con regalos y promesas de amistad y luego los asesinaba a todos.
Finalmente, incluso Borgia sucumbiría a la mala fortuna cuando su padre, el papa Alejandro VI, se enfermara y muriera. Borgia murió pocos años después de la muerte de su padre a la temprana edad de 32 años.
A pesar de la muerte prematura de Borgia, Maquiavelo creía que un líder fuerte como Borgia era justo lo que Florencia necesitaba para levantar la moral, unir a la gente y elevar la prominencia del estado de la ciudad a su antigua gloria.
Frases de Maquiavelo
“El primer método para estimar la inteligencia de un gobernante es mirar a los hombres que tiene a su alrededor”.
“No son los títulos los que honran a los hombres, sino los hombres que honran los títulos”.
“Quien crea que el gran avance y los nuevos beneficios hacen que los hombres olviden las viejas lesiones está equivocado”.
“La mejor fortaleza se encuentra en el amor de la gente, porque aunque tengas fortalezas, no te salvarán si la gente te odia”.
“Donde la disposición es grande, las dificultades no pueden ser grandes”.
“No hay otra forma de protegerse contra los halagos que hacer que los hombres entiendan que decirle la verdad no lo ofende”.
“Todos ven lo que pareces ser, pocos realmente saben lo que eres”.
Impacto del príncipe
Pero Maquiavelo no encontraría una audiencia para su trabajo antes de su muerte y Florencia no fue restaurada a su antigua gloria en su vida. Francia, entonces España y Austria, invadieron Italia y sus ciudades-estado en guerra no pudieron defenderse, lo que llevó a casi 400 años de dominio por parte de gobernantes externos.
Finalmente, el Príncipe se publicó en 1532, cinco años después de la muerte de Maquiavelo. Durante los siglos que siguieron, los principios que defendió provocarían indignación y admiración y establecerían a Maquiavelo como un pensador político controvertido y revolucionario.
En 1559, todas las obras de Maquiavelo se colocaron en el “Índice de libros prohibidos” de la iglesia católica. La Iglesia Protestante recientemente formada también condenó al Príncipe, y fue prohibida en la Inglaterra isabelina. No obstante, el libro fue leído ampliamente, y el nombre de su autor se convirtió en sinónimo de astucia y comportamiento sin escrúpulos.
El arte de la guerra
Años después de escribir El Príncipe, Maquiavelo escribió El arte de la guerra, un tratado escrito en forma de diálogo entre un experto militar y ciudadanos.
El Arte de la Guerra discute el papel que los ciudadanos tienen en el apoyo y uso de las tropas militares en beneficio de los ciudadanos, el papel del entrenamiento y el mejor uso de la artillería para desarmar a los enemigos. Basándose en los temas que presentó en El Príncipe, Maquiavelo también observa cómo el engaño y la intriga son estrategias militares valiosas.
Historia maquiavélica
Se culparía a Maquiavelo por inspirar a Enrique VIII a desafiar al Papa y tomar la autoridad religiosa para sí mismo. William Shakespeare citaría a Maquiavelo como “el maquiavel asesino” en Enrique VI, y muchos de sus personajes encarnarían rasgos maquiavélicos.
El filósofo Edmund Burke describiría la Revolución Francesa como evidencia de las “máximas odiosas de una política maquiavélica”. En el siglo XX, algunos señalarían que Maquiavelo desempeñaba un papel en el surgimiento de dictadores como Adolf Hitler y Joseph Stalin.
Hitler mantuvo una copia de El Príncipe junto a su cama y se sabía que Stalin había leído y anotado su copia del libro. Los líderes empresariales han considerado el trabajo como un enfoque despiadado para avanzar, y el libro ha sido llamado la “Biblia de la mafia” con gángsters, incluido John Gotti, citando sus páginas.
Algunos estudiosos han cuestionado si Maquiavelo pretendía que los lectores lo tomaran en su palabra. En cambio, proponen que El Príncipe era en realidad un trabajo satírico y pretendía ser una advertencia de lo que podría suceder si el poder se deja sin control.
Pero la mayoría lo toma al pie de la letra como un plan de sangre fría sobre cómo ganar y mantener el poder. Francis Bacon, el estadista-científico-filósofo inglés, fue uno de los que apreciaron las francas reflexiones de Maquiavelo al principio, escribiendo en 1605: “Estamos muy en deuda con Machiavel y otros que escriben lo que los hombres hacen y no lo que deberían hacer”.
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Mayo 3, 2020
YO NO FUI
♦
Por LUIS BARDIN
YO NO FUI
Pacto anticapitalista parecen haber firmado
el Covid y peroniskas que nos ha paralizado.
Amordazar producción, amenazar a los ricos
con cobrarle un impuetaso, paralizar el comercio,
cerrar cines y teatros, castigar profesionales,
decenas de restauranes y tratar gente madura
como si fueran infantes es el rumbo panacea
que el guitarrista ha tomado.
La única que trabaja, es casa de la moneda.
Fabricando los de mil, la maquinita funciona
en full time y horario extra.
Lo esencial por ahora es escribir con buena letra
patearla para adelante y que sea como sea
que el índice de confianza no decaiga en las encuestas.
Alberto destina miles que reparte a manos llenas
con decretos DNU sin medir las consecuencias
de una hiperinflación y un dólar que se despega.
Total si algo sale mal, como último recurso,
culparán a la pandemia. L.B
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 3, 2020
EL NADADOR
♦
Por JOHN CHEEVER
Era uno de esos domingos de mitad de verano en que todo el mundo repite: «Anoche bebí demasiado.» Lo susurraban los feligreses al salir de la iglesia, se oía de labios del mismo párroco mientras se despojaba de la sotana en la sacristía, así como en los campos de golf y en las pistas de tenis, y también en la reserva natural donde el jefe del grupo Audubon sufría los efectos de una terrible resaca.
—Bebí demasiado —decía Donald Westerhazy.
—Todos bebimos demasiado —decía Lucinda Merrill.
—Debió de ser el vino —explicaba Helen Westerhazy—. Bebí ¡demasiado clarete.
El escenario de este último diálogo era el borde de la piscina de los Westerhazy, cuya agua, procedente de un pozo artesiano con un alto porcentaje de hierro, tenía una suave tonalidad verde. El tiempo era espléndido. Hacia el oeste se amontonaban las nubes, tan parecidas a una ciudad vista desde lejos —desde el puente de un barco que se aproximara— que podían haber tenido un nombre. Lisboa. Hackensack. El sol calentaba. Neddy Merrill, sentado en el borde de la piscina, tenía una mano dentro del agua, y sostenía con la otra una copa: ginebra. Neddy era un hombre enjuto que parecía conservar aún la peculiar esbeltez de la juventud, y, aunque los días de su adolescencia quedaban ya muy lejos, aquella mañana se había deslizado por el pasamanos de la escalera, y en su camino hacia el olor a café que salía del comedor, había dado un sonoro beso en la broncínea espalda a la Afrodita del vestíbulo. Podría habérselo comparado con un día de verano, en especial con las últimas horas de uno de ellos, y aunque le faltase una raqueta de tenis o una vela hinchada por el viento, la impresión era, decididamente, de juventud, de vida deportiva y de buen tiempo. Había estado nadando y ahora respiraba hondo, como si fuera capaz de almacenar en sus pulmones los ingredientes de aquel momento, el calor del sol, y la intensidad de su propio placer. Era como si todo le cupiera dentro del pecho. Doce kilómetros hacia el sur, en Bullet Park, estaba su casa, donde sus cuatro hermosas hijas habrían terminado de almorzar y quizá jugasen al tenis en aquel momento. Fue entonces cuando se le ocurrió que si atajaba por el suroeste podría llegar nadando hasta allí.
John William Cheever fue un novelista estadounidense y escritor de cuentos. A veces se le llama “el Chéjov de los suburbios”.
Nacido: 27 de mayo de 1912, Quincy, MA
Murió: 18 de junio de 1982, Ossining, NY
No había nada de opresivo en la vida de Neddy, y el placer que le produjo aquella idea no puede explicarse reduciéndola a una simple posibilidad de evasión. Le pareció ver, con mentalidad de cartógrafo, la línea de piscinas, la corriente casi subterránea que iba describiendo una curva por todo el condado. Se trataba de un descubrimiento, de una contribución a la geografía moderna, y le pondría el nombre de Lucinda, en honor a su esposa. Neddy no era ni estúpido ni partidario de las bromas pesadas, pero tenía una clara tendencia a la originalidad, y se consideraba a sí mismo —de manera vaga y sin darle apenas importancia— una figura legendaria. El día era realmente maravilloso, y le pareció que un baño prolongado serviría para acrecentar y celebrar su belleza.
Se desprendió del suéter que le colgaba de los hombros y se tiró de cabeza a la piscina. Neddy sentía un inexplicable desprecio por los hombres que no se tiran de cabeza. Nadó a crol pero de forma poco organizada, respirando unas veces con cada brazada y otras sólo en la cuarta, y sin dejar de contar, de manera casi subconsciente, el un-dos, un-dos, del movimiento de los pies. No era un estilo muy apropiado para largas distancias, pero la utilización doméstica de la natación ha gravado ese deporte con ciertas costumbres, y en la par-te del mundo donde habitaba Neddy, el crol era lo habitual. Sentirse abrazado y sostenido por el agua verde y cristalina, más que un placer, suponía la vuelta a un estado normal de cosas, y a Neddy le hubiese gustado nadar sin bañador, pero eso no resultaba posible, debido a la naturaleza de su proyecto. Salió a pulso de la piscina por el otro extremo —nunca usaba la escalerilla—, y comenzó a cruzar el césped. Cuando Lucinda le preguntó que adonde iba, respondió que iría nadando hasta casa.
Sólo podía utilizar mapas imaginarios o sus recuerdos de los mapas reales, pero eso era suficiente. Primero estaban los Graham, y a continuación los Hammer, los Lear, los Howland, y los Crosscup. Cruzaría Ditmar Street para llegar a casa de los Bunker y después de andar un poco pasaría por casa de los Levy y de los Welcher, para utilizar así también la piscina pública de Lancaster. Luego venían los Halloran, los Sachs, los Biswanger, Shirley Adams, los Gilmartin y los Clyde. El día era estupendo, y vivir en un mundo con tan generosas reservas de agua parecía poner de manifiesto la misericordia y la caridad del universo. Neddy se sentía en plena forma, y atravesó el césped corriendo. Volver a casa utilizando un camino desacostumbrado lo hacía sentirse peregrino, explorador; lo hacía sentirse un hombre con un destino, y estaba seguro de encontrar amigos a lo largo de todo el trayecto; no tenía la menor duda de que sus amigos ocuparían las orillas del río Lucinda.
Atravesó el seto que separaba la propiedad de los Westerhazy de la de los Graham, anduvo bajo algunos manzanos en flor, pasó junto al cobertizo que albergaba la bomba y el filtro y salió al lado de la piscina de los Graham.
—¡Hola, Neddy! —dijo la señora Graham—, ¡qué agradable sorpresa! Me he pasado toda la mañana tratando de hablar contigo por teléfono. Déjame que te prepare algo de beber.
Neddy comprendió entonces que, como cualquier explorador, necesitaría hacer uso de toda su diplomacia para conseguir que la hospitalidad y las costumbres de los nativos no le impidieran llegar a su destino. No deseaba desconcertar a los Graham ni mostrarse antipático, pero tampoco disponía de tiempo para quedarse allí. Hizo un largo en la piscina y se reunió con ellos al sol; unos minutos más tarde, la llegada de dos automóviles cargados de amigos que venían de Connecticut le facilitó las cosas. Mientras todos se saludaban efusiva y ruidosamente, Neddy pudo escabullirse. Salió por la puerta principal de la finca de los Graham, pasó por encima de un seto espinoso y cruzó un solar vacío para llegar a casa de los Hammer. La dueña de la casa, al levantar la vista de las rosas, vio a alguien que pasaba nadando, pero no llegó a saber de quién se trataba. Los Lear lo oyeron cruzar la piscina a nado a través de las ventanas abiertas de la sala de estar. Los Howland y los Crosscup habían salido. Al dejar la casa de los Howland, Neddy cruzó Ditmar Street y se dirigió hacia la finca de los Bunker, desde donde, ya a aquella distancia, le llegaba el alboroto de una fiesta.
El agua devolvía el sonido de las voces y de las risas, y daba la impresión de dejarlas suspendidas en el aire. La piscina de los Bunker estaba en alto, y Neddy tuvo que subir unos cuantos escalones hasta llegar a la terraza, donde unas veinticinco o treinta personas charlaban y bebían. Rusty Towers era el único que se hallaba dentro del agua, flotando sobre una balsa de goma. ¡Qué hermosas eran las orillas del río Lucinda y qué maravillosa vegetación crecía en ellas! Acaudalados hombres y mujeres se reunían junto a sus aguas color zafiro, mientras serviciales criaturas de blancas chaquetas les servían ginebra fría. Sobre sus cabezas, una avioneta roja de las que se utilizaban para dar clases de vuelo daba vueltas y más vueltas, y sus evoluciones hacían pensar en el regocijo de un niño subido en un columpio. Ned sintió un momentáneo afecto por aquella escena, una ternura que era casi como una sensación física, motivada por algo tangible. Oyó un trueno a lo lejos. Enid Bunker se puso a gritar nada más verlo.
—¡Mirad quién está aquí! ¡Qué sorpresa tan maravillosa! Cuando Lucinda dijo que no podías venir, creí que iba a morirme.
Neddy se abrió camino entre la multitud en su dirección, y cuando terminaron de besarse, Enid lo llevó hacia el bar; avanzaron lentamente porque Ned tuvo que pararse para besar a otras ocho o diez mujeres y estrechar la mano de otros tantos hombres. Un barman sonriente que había visto ya antes en un centenar de fiestas le dio una ginebra con tónica, y Ned se quedó allí un instante, temeroso de tener que participar en alguna conversación que pudiera retrasar su viaje. Cuando parecía que iba a verse rodeado, se tiró a la piscina y nadó pegado al borde para evitar la balsa de Rusty. Al salir por el otro lado se cruzó con los Tomlinson; los obsequió con una cordial sonrisa, y echó a andar rápidamente por el sendero del jardín. La grava le hacía daño en los pies, pero ésa era la única sensación desagradable. La fiesta sé celebraba únicamente en los alrededores de la piscina y, al llegar junto a la casa, Ned notó que se había debilitado el sonido de las voces. En la cocina de los Bunker alguien oía por la radio un partido de béisbol. Domingo por la tarde. Tuvo que avanzar en zigzag entre los coches aparcados y llegó hasta Alewives Lane siguiendo el césped que bordeaba el camino de grava de los Bunker. Ned no quería que lo vieran en la carretera en traje de baño, pero no había tráfico y cruzó en seguida los pocos metros que lo separaban del sendero de grava de los Levy, con un cartel de Propiedad Privada y un recipiente cilíndrico de color verde para el New York Times. Todas las puertas y las ventanas de la amplia casa estaban abiertas, pero no había signos de vida; ni siquiera un perro que ladrara. Ned rodeó el edificio y al llegar a la piscina vio que los Levy acababan de marcharse. Sobre una mesa al otro extremo de la piscina, cerca de un cenador adornado con linternas japonesas, había una mesa con vasos, botellas y platos con cacahuetes, almendras y avellanas. Después de atravesar la piscina a nado, Ned se sirvió ginebra en un vaso. Era la cuarta o la quinta copa, y había nadado aproximadamente la mitad del curso del río Lucinda. Se sentía cansado, limpio, y, en ese momento, satisfecho de encontrarse solo; satisfecho con el mundo en general.
Iba a haber una tormenta. La masa de nubes —aquella ciudad— se había elevado y oscurecido, y mientras descansaba allí un momento, oyó otra vez el retumbar de un trueno. La avioneta roja seguía dando vueltas, y a Ned casi le parecía oír la risa placentera del piloto flotando en el aire de la tarde; pero al oír el fragor de otro trueno se puso de nuevo en movimiento. El pitido de un tren lo hizo preguntarse qué hora sería. ¿Las cuatro, las cinco? Se imaginó la estación local, donde, en ese momento, un camarero con el esmoquinoculto bajo un impermeable, un enano con un ramo de flores envuelto en papel de periódico y una mujer que había llorado esperarían el tren de cercanías. Estaba oscureciendo de pronto; era el instante en que los pájaros más estúpidos parecían transformar su canto en un anuncio, preciso y bien informado, de la proximidad de la tormenta. Se produjo entonces un agradable ruido de agua cayendo desde la copa de un roble, como si alguien hubiera abierto una espita. Después, el ruido como de fuentes se extendió a las copas de todos los árboles altos. ¿Por qué le gustaban las tormentas? ¿Por qué se animaba tanto cuando las puertas se abrían con violencia y el viento que arrastraba gotas de lluvia trepaba a empellones por las escaleras? ¿Por qué la simple tarea de cerrar las ventanas de una casa antigua le parecía tan necesaria y urgente? ¿Por qué los primeros compases húmedos de un viento de tormenta constituían siempre el anuncio de alguna buena nueva, de algún suceso reconfortante y alegre? En seguida se oyó una explosión, acompañada de un olor como de pólvora, y la lluvia azotó las linternas japonesas que la señora Levy había comprado en Kyoto dos años antes, ¿o hacía sólo un año?
Ned se quedó en el cenador de los Levy hasta que pasó la tormenta. La lluvia había enfriado el aire, y un escalofrío le recorrió el cuerpo. La fuerza del viento había arrancado las hojas secas y amarillas de un arce y las había esparcido sobre la hierba y el agua. Como estaban aún a mitad de verano, Ned supuso que el árbol se hallaba enfermo, pero sintió una extraña tristeza ante ese signo del otoño. Hizo unos movimientos gimnásticos, apuró la ginebra y se dirigió hacia la piscina de los Welcher. Eso significaba cruzar el picadero de los Lindley, y le sorprendió encontrar la hierba demasiado crecida y los obstáculos desmantelados. Se preguntó si los Lindley habrían vendido sus caballos o si se habrían ausentado durante el verano, dejando sus animales al cuidado de otras personas. Le pareció recordar que había oído algo acerca de los Lindley y de sus caballos, pero no sabía exactamente qué. Siguió adelante, notando la hierba húmeda contra los pies descalzos, en dirección a la casa de los Welcher, donde se encontró con que la piscina estaba vacía.
Esa ruptura en la continuidad de su río imaginario le produjo una absurda decepción, y se sintió como un explorador que busca las fuentes de un torrente y encuentra un cauce seco. Ned notó que lo dominaba el desconcierto y la decepción. Era bastante normal que los vecinos de aquella zona se marcharan durante el verano, pero nadie vaciaba la piscina. Los Welcher se habían ido definitivamente. Las sillas, las mesas y las hamacas de la piscina estaban dobladas, amontonadas y cubiertas con lonas. Los vestuarios, cerrados, y lo mismo sucedía con todas las ventanas de la casa, y cuando la rodeó hasta llegar al camino de grava que llevaba hasta la puerta principal se encontró con un cartel que decía: «Se Vende», clavado en un árbol. ¿Cuándo había oído hablar de los Welcher por última vez? ¿Cuándo —habría que decir, más exactamente— Lucinda y él se habían disculpado por última vez al recibir una invitación suya para cenar? No daba la impresión de que hubiese transcurrido más de una semana. ¿Le fallaba la memoria o la tenía tan disciplinada contra los sucesos desagradables que llegaba a falsear la realidad? A lo lejos oyó que alguien jugaba un partido de tenis. Aquello lo animó, disipando todas sus aprensiones, y permitiéndole enfrentarse con indiferencia al cielo oscurecido y al aire frío. Aquél era el día en que Neddy Merrill iba a atravesar a nado el condado. ¡Aquel día, precisamente! De inmediato inició la etapa más difícil de su viaje.
Alguien que hubiese salido a pasear en coche aquella tarde de domingo podría haberlo visto, casi desnudo, en la cuneta de la autopista 424, esperando una oportunidad para cruzar al otro lado. Podría habérsele creído la víctima de alguna apuesta insensata, o una persona a quien se le ha estropeado el coche, o, simplemente, un chiflado. Junto al asfalto, con los pies descalzos —entre latas de cerveza vacías, trapos sucios y parches para neumáticos desechados—, expuesto al ridículo, resultaba penoso. Ned sabía desde el principio que aquello era parte de su recorrido, que figuraba en sus mapas, pero al enfrentarse con las largas filas de coches que culebreaban bajo la luzdel verano, descubrió que no estaba preparado psicológicamente. Los ocupantes de los automóviles se reían de él, lo tomaban a broma, y llegaron incluso a tirarle una lata de cerveza, y él no tenía ni dignidad ni humor que aportar a aquella situación. Podría haberse vuelto atrás, regresar a casa de los Westerhazy, donde Lucinda estaría aún sentada al sol. No había firmado nada, no había prometido nada, no se había apostado nada, ni siquiera consigo mismo. ¿Por qué, creyendo como creía que toda humana testarudez era susceptible de ceder ante el sentido común, se sabía incapaz de volver atrás? ¿Por qué estaba decidido a terminar el recorrido, aun a costa de poner en peligro su vida? ¿En qué momento aquella travesura, aquella broma, aquella payasada se había convertido en algo muy serio? No estaba en condiciones de volver atrás, ni siquiera recordaba con claridad las verdes aguas de la piscina de los Westerhazy, ni el placer de aspirar los componentes de aquel día, ni las serenas y amistosas voces que se lamentaban de haber bebido demasiado. En una hora aproximadamente, Ned había cubierto una distancia que hacía imposible el regreso.
Un anciano que conducía a veinticinco kilómetros por hora le permitió llegar hasta la mediana de la autopista, donde había una tira de césped. Allí se vio expuesto a las bromas del tráfico que avanzaba en dirección contraria, pero al cabo de unos diez minutos o un cuarto de hora consiguió cruzar. Desde allí sólo tenía que andar un poco para llegar al centro recreativo situado a las afueras de Lancaster, que disponía de varios frontones y de una piscina pública.
La peculiar resonancia de las voces cerca del agua, la sensación de brillantez y de tiempo detenido eran las mismas que anteriormente en casa de los Bunker, pero aquí los sonidos resultaban más fuertes, más agrios y más penetrantes, y tan pronto como entró en aquel espacio abarrotado de gente, Ned tuvo que someterse a las molestias de la reglamentación: «Todos los bañistas tienen que ducharse antes de usar la piscina. Todos los bañistas deben utilizar el pediluvio. Todos los bañistas deben llevar la placa de identificación.»
Ned se duchó, se lavó los pies en una oscura y desagradable solución y llegó hasta el borde de la piscina. Apestaba a cloro y le recordó a unfregadero. Sendos monitores, desde sus respectivas torres, hacían sonar sus silbatos a intervalos aparentemente regulares, insultando además a los bañistas mediante un sistema de megafonía. Ned recordó con nostalgia las aguas color zafiro de los Bunker y pensó que podía contaminarse —echar a perder su prosperidad y disminuir su atractivo personal— nadando en aquella ciénaga, pero recordó que era un explorador, un peregrino, y que aquello no pasaba de ser un remanso de aguas estancadas en el río Lucinda. Se tiró al cloro con ceñuda expresión de disgusto y no le quedó más remedio que nadar con la cabeza fuera para evitar colisiones, pero incluso así lo empujaron, lo salpicaron y le dieron codazos. Cuando llegó al lado menos profundo de la piscina, los dos monitores le estaban gritando:
—¡A ver, ése, ese que no lleva placa de identificación, que salga del agua!
Ned lo hizo así, pero los otros no estaban en condiciones de perseguirlo, y, dejando atrás el desagradable olor de las cremas bronceaduras y del cloro, saltó una valla de poca altura y atravesó los frontones. Le bastó cruzar la carretera para entrar en la parte arbolada de la propiedad de los Halloran. Nadie se había preocupado de arrancar la maleza que crecía entre los árboles, y tuvo que avanzar con grandes precauciones hasta llegar al césped y al seto de hayas recortadas que rodeaba la piscina.
Los Halloran eran amigos suyos; se trataba de unas personas de edad avanzada y enormemente ricos, que se sentían felices cuando alguien los consideraba sospechosos de filocomunismo. Eran reformadores llenos de celo, pero no comunistas; sin embargo, cuando alguien los acusaba de subversivos, como sucedía a veces, parecían agradecerlo y sentirse rejuvenecidos. Las hojas del seto de haya también se habían vuelto amarillas, y Ned supuso que probablemente padecían la misma enfermedad que el arce de los Levy. Gritó «¡hola!» dos veces para que los Halloran advirtieran su presencia y de esa forma la invasión de su intimidad no resultara demasiado brusca. Los Halloran, por razones que nunca le habían sido explicadas, no utilizaban trajes de baño. En realidad, no hacía falta ninguna explicación.
Su desnudez era un detalle de su celo reformista libre de prejuicios, y Ned se quitó cortésmente el bañador antes de entrar en el espacio limitado por el seto de hayas.
La señora Halloran, una mujer corpulenta de cabello blanco y expresión serena, leía el Times. Su marido sacaba hojas de haya de la piscina con una red. No parecieron ni sorprendidos ni disgustados al verlo. Su piscina era quizá la más antigua del condado, un rectángulo construido con piedras cogidas del campo, alimentado por un arroyo. Carecía de filtro o de bomba, y sus aguas tenían la dorada opacidad de la corriente.
—Estoy atravesando a nado el condado —dijo Ned.
—Vaya, no sabía que se pudiera hacer eso —exclamó la señora Halloran.
—Bueno, he empezado en casa de los Westerhazy —dijo Ned—. Debo de haber recorrido unos seis kilómetros.
Dejó el bañador junto al extremo más hondo de la piscina, fue andando hasta el otro lado y nadó aquella distancia. Mientras salía a pulso del agua, oyó decir a la señora Halloran:
—Sentimos mucho que te hayan ido tan mal las cosas, Neddy.
—¿Lo mal que me han ido las cosas? No sé de qué me está usted hablando.
—¿No? Hemos oído que has vendido la casa y que tus pobres hijas…
—No recuerdo haber vendido la casa —dijo Ned—. En cuanto a las chicas, no les ha pasado nada, que yo sepa.
—Sí —suspiró la señora Halloran—. Claro…
Su voz llenaba el aire con una melancolía intemporal, y Ned la interrumpió precipitadamente:
—Gracias por el baño.
—Que tengas una travesía agradable —dijo la señora Halloran.
Al otro lado del seto, Ned se puso el bañador y tuvo que apretárselo. Le estaba un poco grande, y se preguntó si era posible que hubiera perdido peso en una tarde. Tenía frío, estaba cansado, y la desnudez de los Halloran y el agua oscura de su piscina lo habían deprimido. Aquella travesía era demasiado para sus fuerzas, pero ¿cómo podía haberlo previsto mientras se deslizaba aquella mañana por el pasamanos de la escalera o cuando estaba sentado al sol en casa de los Westerhazy? Los brazos no le respondían. Las piernas parecían de goma y le dolían las articulaciones. Lo peor de todo era el frío en los huesos y la sensación de que nunca volvería a entrar en calor. Caían hojas de los árboles y el viento le trajo olor a humo. ¿Quién podía estar quemando hojarasca en aquella época del año?
Necesitaba un trago. El whisky lo calentaría, le levantaría el ánimo, lo sostendría hasta el final de su viaje, renovaría su convicción de que atravesar a nado aquella zona era un proyecto original que exigía valor. Los nadadores que recorren grandes distancias toman coñac. Necesitaba un estimulante. Cruzó la zona de césped delante de la casa de los Halloran, y siguió andando hasta el pabellón que habían construido para Helen, su única hija, y para su marido, Erich Sachs. Ned encontró a los Sachs en su piscina, que era bastante pequeña.
—¡Neddy! —exclamó Helen—. ¿Has almorzado en casa de mi madre?
—No exactamente —dijo Ned—. He entrado un momento a saludar a tus padres. —No parecía que hiciese falta dar más explicaciones—. Siento mucho presentarme así de sorpresa, pero me ha dado un escalofrío de pronto y me preguntaba si podríais ofrecerme una copa.
—Me encantaría hacerlo —dijo Helen—, pero no tenemos nada para beber desde la operación de Eric. Y de eso hace ya tres años.
¿Estaba perdiendo la memoria, o era acaso que su capacidad para ignorar acontecimientos penosos le había permitido olvidarse de la venta de su casa, de las dificultades de sus hijas, y de la enfermedad de su amigo Eric? La mirada de Ned se desplazó del rostro de Eric a su vientre, donde vio tres cicatrices antiguas, más blancas que el resto de la piel, dos de ellas de treinta centímetros de largo por lo menos. El ombligo había desaparecido, y Ned pensó en el desconcierto de una mano inquisitiva que, al buscar en la cama a las tres de la mañana los atributos masculinos, se encontrara con un vientre sin ombligo, sin unión con el pasado, sin continuidad en la sucesión natural de los seres.
—Estoy segura de que encontrarás algo de beber en casa de los Biswanger—dijo Helen—. Dan una fiesta por todo lo alto. Se los oye desde aquí. ¡Escucha!
Helen alzó la cabeza, y desde el otro lado de la carretera, desde el otro lado de los jardines, de los bosques, de los campos, Ned oyó de nuevo el ruido, lleno de resonancias, de las voces cerca del agua.
—Bueno, voy a darme un remojón —dijo, notando que carecía aún de libertad para decidir sobre su manera de viajar. Se tiró de cabeza al agua fría y faltándole el aliento, casi a punto de ahogarse, cruzó la piscina de un extremo a otro—. Lucinda y yo tenemos muchas ganas de veros —dijo vuelto de espaldas, con el cuerpo orientado ya hacia la casa de los Biswanger—. Sentimos mucho que haya pasado tanto tiempo sin vernos, y os llamaremos cualquier día de éstos.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]Ned tuvo que cruzar algunos campos hasta la casa de los Biswanger y los sonidos festivos que salían de ella. Sería un honor para los dueños ofrecerle una copa, se sentirían felices de darle de beber. Los Biswanger los invitaban a cenar —a Lucinda y a él— cuatro veces al año con seis semanas de anticipación. Ellos nunca aceptaban, pero los Biswanger continuaban enviando invitaciones como si fueran incapaces de comprender las rígidas y antidemocráticas normas de la sociedad en la que vivían.
[/ezcol_1half_end]Pertenecían a ese tipo de personas que hablan de precios durante los cócteles, que se hacen confidencias sobre inversiones bursátiles durante la cena y que después cuentan chistes verdes cuando están presentes las señoras. No pertenecían al grupo de amistades de Neddy; ni siquiera figuraban en la lista de personas a las que Lucinda enviaba felicitaciones de Navidad. Se dirigió hacia la piscina con sentimientos a mitad de camino entre la conciencia de su superioridad y el deseo de mostrarse amable, y también con algún desasosiego porque parecía que estaba oscureciendo y, sin embargo, aquéllos eran los días más largos del año. La fiesta era ruidosa y había mucha gente. Grace Biswanger pertenecía al tipo de anfitriona que invitaba al óptico, al veterinario, al corredor de fincas y al dentista. No había nadie nadando en la piscina, y el crepúsculo, al reflejarse en el agua, despedía un brillo invernal. Ned se dirigió hacia el bar. Cuando Grace Biswanger lo vio, avanzó hacia él, pero no con gesto afectuoso, como él había esperado, sino de la forma más hostil imaginable.
—Vaya, en esta fiesta hay de todo —comentó alzando mucho la voz—, incluso personas que se cuelan.
Grace no estaba en condiciones de hacerle un feo social, no tenía ni la más remota posibilidad, de manera que Ned no se echó atrás.
—En mi calidad de gorrón —preguntó cortésmente—, ¿tengo derecho a tomar una copa?
—Haga lo que guste —dijo ella—. No parece que las invitaciones signifiquen mucho para usted.
Le dio la espalda y se reunió con otros invitados. Ned se acercó al bar y pidió un whisky. El barman se lo sirvió, pero de forma descortés. El mundo de Ned era un mundo en el que los camareros estaban al tanto de los matices sociales, y verse desairado por un barman a media jornada significaba haber perdido puntos en la escala social. O quizá aquel hombre era novato y le faltaba información. En seguida oyó cómo Grace decía a su espalda:
—Se arruinaron de la noche a la mañana; no les quedó más que su sueldo, y él apareció borracho un domingo y nos pidió que le prestáramos cinco mil dólares…
Siempre hablando de dinero. Aquello era peor que llevarse el cuchillo a la boca. Ned se zambulló en la piscina, hizo un largo y se marchó.
La siguiente piscina de la lista, la antepenúltima, pertenecía a su antigua amante, Shirley Adams. Si había sufrido alguna herida en casa de los Biswanger, aquél era el lugar ideal para curarla. El amor —los violentos juegos sexuales, para ser más exactos— era el supremo elixir, el remedio contra todos los males, la píldora mágica capaz de rejuvenecerlo y de devolverle la alegría de vivir. Habían tenido una aventura la semana pasada, o el mes último, o el año anterior. No seacordaba. Pero había sido él quien había decidido acabar, y eso lo colocaba en una situación privilegiada, de manera que cruzó la puerta de la valla que rodeaba la piscina de Shirley repleto de confianza en sí mismo. En cierta forma, era como si la piscina fuese suya, porque la persona amada, especialmente si se trata de un amor ilícito, goza de la posesión de la amante con una plenitud desconocida en el sagrado vínculo del matrimonio. Shirley estaba allí, con sus cabellos color de bronce, pero su figura, al borde del agua de color azul intenso, iluminada por la luz eléctrica, no despertó en él ninguna emoción profunda. No había sido más que una aventurilla, pensó, aunque Shirley lloraba cuando él decidió romper. Pareció turbada al verlo, y Ned se preguntó si se sentiría aún herida. ¿Acaso iba, Dios no lo quisiera, a echarse a llorar de nuevo?
—¿Qué quieres? —le preguntó ella.
—Estoy nadando a través del condado.
—¡Santo cielo! ¿Te comportarás alguna vez como una persona adulta?
—¿Se puede saber qué te pasa?
—Si has venido buscando dinero —dijo ella—, no voy a darte ni un centavo.
—Puedes darme algo de beber.
—Puedo, pero no quiero. No estoy sola.
—Bueno, me marcho en seguida.
Ned se tiró al agua e hizo un largo, pero cuando intentó alzarse hasta el borde para salir de la piscina, descubrió que sus brazos y sus hombros no tenían fuerza; llegó como pudo a la escalerilla y salió del agua. Al mirar por encima del hombro, vio a un hombre joven en los vestuarios iluminados. Al cruzar el césped —ya se había hecho completamente de noche— le llegó un aroma de crisantemos o de caléndulas, decididamente otoñal, y tan intenso como el olor a gasolina. Levantó la vista y comprobó que habían salido las estrellas, pero ¿por qué tenía la impresión de ver Andrómeda, Cefeo y Casiopea? ¿Qué se había hecho de las constelaciones de pleno verano? Ned se echó a llorar.
Era probablemente la primera vez que lloraba en toda su vida de adulto, y desde luego la primera vez en su vida que se sentía tan desdichado, con tanto frío, tan cansado y tan desconcertado. No entendía los malos modos del barman ni el mal humor de una amante que se había acercado a él de rodillas y le había mojado el pantalón con sus lágrimas. Había nadado demasiado, había pasado demasiado tiempo bajo el agua, y tenía irritadas la nariz y la garganta. Necesitaba una copa, necesitaba compañía y ponerse ropa limpia y seca, y aunque podría haberse encaminado directamente hacia su casa por la carretera, se fue a la piscina de los Gilmartin. Allí, por primera vez en su vida, no se tiró, sino que descendió los escalones hasta el agua helada y nadó dando unas renqueantes brazadas de costado que quizá había aprendido en su adolescencia. Camino de casa de los Clyde, se tambaleó a causa del cansancio y, una vez en la piscina, tuvo que detenerse una y otra vez mientras nadaba para sujetarse con la mano en el borde y descansar. Trepó por la escalerilla y se preguntó si le quedaban fuerzas para llegar a casa. Había cumplido su deseo, había nadado a través del condado, pero estaba tan embotado por la fatiga que su triunfo carecía de sentido. Encorvado, agarrándose a los pilares de la entrada en busca de apoyo, Ned torció por el sendero de grava de su propia casa.
Todo estaba a oscuras. ¿Era tan tarde que ya se habían ido a la cama? ¿Se habría quedado su mujer a cenar en casa de los Westerhazy? ¿Habrían ido las chicas a reunirse con ella o se habrían marchado a cualquier otro sitio? ¿No se habían puesto previamente de acuerdo, como solían hacer los domingos, para rechazar las invitaciones y quedarse en casa? Ned intentó abrir las puertas del garaje para ver qué coches había dentro, pero la puerta estaba cerrada con llave y se le mancharon las manos de orín. Al acercarse más a la casa vio que la violencia de la tormenta había separado de la pared una de las tuberías de desagüe para la lluvia. Ahora colgaba por encima de la entrada principal como una varilla de paraguas, pero no costaría arreglarla por la mañana. La puerta de la casa también estaba cerrada con llave, y Ned pensó que habría sido una ocurrencia de la estúpida de la cocinera ode la estúpida de la doncella, pero en seguida recordó que desde hacía ya algún tiempo no habían vuelto a tener ni cocinera ni doncella. Gritó, golpeó la puerta, intentó forzarla golpeándola con el hombro; después, al mirar a través de las ventanas, se dio cuenta de que la casa estaba vacía.
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Mayo 3, 2020
RESCATADOS DE LA AFLICCIÓN
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Por más lejos que estemos de Dios; por peor que sea nuestra situación espiritual; por más que estemos perdidos y sin saber para donde estamos yendo, el Señor Jesus está siempre presto a rescatarnos del pozo donde estamos caídos, por más profundo que sea. La única cosa que necesitamos hacer es reconocer que somos débiles y humanos, que necesitamos ayuda, de perdón y salvación, de la presencia maravillosa de Dios. Al reconocer nuestra condición y levantar nuestro brazo para el Señor, Él agarrará nuestra mano y nos pujará para fuera del pozo de las angustias y sufrimientos y nos conducirá en paz por los caminos de la verdadera felicidad. De la misma forma que la niña de nuestra ilustración narrada, con gran placer y satisfacción, la manera como su madre la salvó del pozo donde cayó, cada uno de nosotros, no cesaremos de testificar del regocijo experimentado cuando el Señor oyó nuestro clamor y, rápidamente, nos salvó. Es a nosotros, y siempre será así, motivo de alegría, decir para todos que Jesucristo es nuestro Señor. Nunca nos cansaremos de proclamar que Él nos liberó de esa aflicción que se nos hizo presente en la Vida, que camina a nuestro lado en todos los lugares por donde pasamos, que nos levanta cuando caemos, que nos consuela cuando algo nos entristece, que conmemora todas nuestros logros. Él nos fortalece para que seamos capaces de hacer nuestra parte y se muestra presente cuando nada más podemos hacer… Nuestra alma se alegra; ¡hemos sido rescatados!…
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires, Argentina), recibe
un cálido abrazo, junto a mi deseo de que dios te Bendiga y
prospere en todo lo que emprendas, y derrame sobre ti Salud,
Paz, Amor, y mucha prosperidad.
Claudio Valerio (Valerius)
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 3, 2020