LAS MONTAÑAS DE LA VIDA

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 Por CLAUDIO VALERIO

Cierto hombre empezó a subir una montaña juntamente con su hija pequeña. Le dijo a ella de ir adelante y que el la seguiría luego atrás. La niña, con gran entusiasmo, quiso mostrar que era capaz de subir sola y presentó mucha disposición  en su caminata. Después de un cierto tiempo, ya cansada, empezó a tener dificultades. En cierto momento ella cayó, lastimándose de forma leve las rodillas y también enseguida tuvo el brazo arañado por algunas espinas de un arbusto. Un poco más adelante ella  cayó y no consiguió más levantarse. Comenzó a llorar y, volviéndose para el padre, pidió que la ayudase. El padre con cariño la tomó en  los brazos y la llevó hasta la cumbre de la montaña. Desde el principio, él no esperaba que ella subiese sola. Según y cómo, Dios no desea que subamos las montañas de la vida solos. Él no espera que atravesemos los áridos desiertos con nuestras propias fuerzas. Sabe que, en determinados momentos, los caminos no serán fáciles para nosotros. En todas las situaciones Él camina junto a nosotros, presto a extendernos  la mano y conducirnos con mucho amor al lugar que deseamos ir. Necesitamos  comprender que  somos flacos y con fallas. Que necesitamos la ayuda del Señor para realizar nuestros sueños y alcanzar  nuestros objetivos. Solos, tendremos muchas dificultades y difícilmente alcanzaremos nuestros propósitos.

Desde la ciudad de Campana, Buenos Aires, envío un abrazo y mi deseo que Dios te Bendiga y prospere en todo lo que emprendas;  y derrame sobre ti Salud, Paz, Amor y mucha Prosperidad.

Claudio Valerio

** Valerius **

 


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Junio 30, 2020


 

¿Conejillos de la China?

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China aprobó este lunes el uso interno en el Ejército de la nueva vacuna de coronavirus desarrollada por el Instituto Científico Militar y la compañía biofarmacéutica china CanSino Biologics, anunció la empresa.

La compañía, con sede en la ciudad nororiental de Tianjin, indicó que su nueva vacuna recombinante de coronavirus (vector de adenovirus Ad5-nCoV) fue aprobada por el Ejército el pasado 25 de junio para “uso por los militares” en el marco de las “medicinas para necesidades especiales”, según los medios locales.

La empresa informó de que los ensayos clínicos de Fase I y Fase de II de la vacuna se llevaron a cabo en China y que la fase II se completó el pasado 11 de junio. Además, señaló que las pruebas confirmaron la “buena seguridad de la vacuna” así como su “alta inmunidad” y un adecuado nivel de respuesta inmune celular.

“Los resultados continuos de las pruebas muestran que la vacuna Ad5-nCoV tiene el potencial de prevenir enfermedades causadas por el SARS-CoV-2”, aseguró CanSino Biologics, citada por el portal de noticias Finance Sina.

El uso de la vacuna ha sido aprobado únicamente para su “uso interno en el Ejército” y su alcance “no puede ampliarse” sin la aprobación del departamento de Apoyo Logístico de la Comisión Militar Central.

Hace cinco días la Academia de Ciencias Militares dijo que los científicos chinos habían “logrado un gran avance en el estudio de los nuevos anticuerpos contra el coronavirus”.

 


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Junio 30, 2020


 

Cuando Baryshnikov huyó de la Unión Soviética

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Considerado uno de los mejores bailarines de ballet del mundo de todos los tiempos, el virtuoso soviético Mikhail Baryshnikov coreografió su propia deserción de la URSS después de cuatro años de planificación.

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Conocido como “Misha” por sus admiradores, Baryshnikov, que entonces tenía 26 años, terminó una actuación con el Kirov Ballet con sede en Leningrado en Toronto durante una gira canadiense, y luego evadió a sus celosos vigilantes de la KGB, desapareciendo entre la multitud fuera del teatro, subiéndose a un auto que aguardaba en la calle y escondiéndose hasta que se le concedió oficialmente asilo político en Canadá.

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Poco después, recibió asilo político en los Estados Unidos, donde se convirtió en bailarín principal del American Ballet Theatre y el New York City Ballet. Se convirtió en ciudadano estadounidense el 3 de julio de 1986. Baryshnikov calificó la deserción como una opción artística más que política.

“Cuando estaba en Toronto, finalmente decidí que si dejaba pasar la oportunidad de expandir mi arte en Occidente, siempre me lo reprocharía”, dijo en su primera entrevista posterior a la deserción. “Lo que he hecho se llama crimen en Rusia … Pero mi vida es mi arte y me di cuenta de que sería un crimen mayor destruir eso. Quiero trabajar con algunos de los grandes coreógrafos de Occidente si creen que soy digno de sus creaciones ”.

Baryshnikov le dijo a la prensa que la deserción se desarrolló como un thriller.

“Fue organizado en secreto a través de amigos”, dijo. “Estaba corriendo, el auto de escape estaba esperando a unas pocas cuadras de distancia mientras estábamos abordando el autobús del grupo, la KGB nos estaba mirando. En realidad fue divertido.

Los fanáticos me esperan afuera de la puerta del escenario, y salgo y empiezo a correr, y comienzan a correr detrás de mí para obtener un autógrafo. Se reían, yo corría por mi vida. Fue un momento muy emotivo, desde luego”.

 


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Junio 30, 2020


 

Los siete mensajeros

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 Por Dino Buzzati


Habiendo salido a explorar el reino de mi padre, día a día voy alejándome de la ciudad y las noticias que me llegan son cada vez más raras.

Comencé el viaje cuando tenía poco más de treinta años y han pasado ya más de ocho años, seis meses y quince días de ininterrumpido camino.

Creía, en el momento de partir, que en pocas semanas habría alcanzado los confines del reino; por el contrario, seguí encontrando nuevas gentes y países y en todas partes hombres que hablaban mi mismo idioma y que decían ser mis súbditos. A veces pienso que la brújula de mi geógrafo se ha enloquecido y que, creyendo avanzar siempre hacia el sur, en realidad damos vueltas sobre nuestros propios pasos sin aumentar jamás la distancia que nos separa de la capital; esto podría explicar por qué no estamos ahora junto a la extrema frontera.

Pero más frecuentemente me atormenta la duda de que este confín no existía, que el reino se extienda sin límite alguno y que, por más que yo avance, jamás podré arribar a la frontera. Empecé el viaje cuando tenía más de treinta años, demasiado tarde, quizás. Los amigos, los mismos familiares, se burlaban de mi proyecto, opinando que iba a despilfarrar los mejores años de mi vida. Pocos de mis leales, en realidad, aceptaron partir.

Si bien era algo descuidado -mucho más que ahora- me preocupé de poder comunicarme, durante el viaje, con mis seres queridos; entre los caballeros de la escolta elegí los siete mejores para que me sirvieran de mensajeros. Creí, ignorante de mí, que tener siete mensajeros era una verdadera exageración.

Con el transcurso del tiempo advertí, por el contrario, que eran ridículamente pocos, a pesar de que ninguno de ellos fue asaltado por los bandidos ni malogró su cabalgadura. Los siete me han servido con una tenacidad y una devoción que difícilmente podré recompensar.

Para distinguirlos con facilidad les puse nombres cuyas iniciales eran alfabéticamente progresivas: Alejandro, Benito, Carlos, Daniel, Eduardo, Federico, Gregorio.

Poco acostumbrado a estar lejos de mi casa, envié al primero, Alejandro, al caer la noche del segundo día de viaje, cuando habíamos recorrido ya unas ochenta leguas. A la noche siguiente, para asegurarme la continuidad de las comunicaciones, envié al segundo, después al tercero, después al cuarto, consecutivamente, hasta la octava tarde del viaje en que partió Gregorio. El primero todavía no había regresado.

Llegó la décima noche mientras acampábamos en un valle deshabitado. Supe por Alejandro que su rapidez había sido menor a la prevista; había pensado que, yendo separado y en un corcel inmejorable, podría recorrer en el mismo tiempo el doble de distancia que nosotros, pero no había recorrido el doble, sino sólo una vez y media; en unas jornadas, mientras nosotros avanzábamos cuarenta leguas, él avanzaba sesenta, pero no más.

Lo mismo pasó con los otros. Benito, que partió la tercera noche del viaje, retornó recién a la décima quinta; Carlos, que partió a la cuarta noche, nos alcanzó en la vigésima. Muy pronto comprendí que bastaba multiplicar por cinco los días que llevábamos viajando para saber cuándo volvería el mensajero.

Al alejarnos constantemente de la capital, el itinerario de los mensajeros se hacía cada vez más largo. Después de cincuenta días de camino el intervalo entre un arribo u otro comenzó a espaciarse sensiblemente; mientras antes veía llegar al campamento un mensajero cada cinco días, el intervalo llegó a hacerse de veinticinco días; la voz de mi ciudad, de esa manera, se volvía cada vez más apagada: pasábamos semanas enteras sin tener ninguna noticia.

Una vez que transcurrieron seis meses -ya habíamos atravesado los montes Fasani- el intervalo entre uno y otro arribo de los mensajeros aumentó a cuatro meses. Ahora ellos me traían noticias lejanas; el sobre me llegaba ajado, muchas veces con manchas de humedad, debido a las noches que el portador se había visto obligado a pasar al sereno.

Avanzábamos aún. En vano buscaba persuadirme de que las nubes que se deslizaban rápidamente sobre mí eran iguales a las de mi niñez, que el cielo de la ciudad lejana no era diferente de la cúpula azul que tenía sobre mí, que el aire era el mismo, igual el soplo del viento, idénticas las voces de los pájaros. Las nubes, el cielo, el aire, los vientos, los pájaros se me aparecían en verdad, como cosas nuevas y diversas; y yo me sentía extranjero.

¡Adelante! ¡Adelante! Vagabundos encontrados por la llanura me decían que los confines no estaban lejos. Yo incitaba a mis hombres a no descansar, borraba las palabras descorazonadoras que se formaban sobre sus labios.

Ya habían pasado cuatro años de mi partida. ¡Qué larga fatiga! La capital, mi casa, mi padre, se habían vuelto extrañamente remotos, casi no me parecían reales. Ahora pasaban fácilmente veinte meses entre las sucesivas apariciones de los mensajeros. Me traían curiosas misivas amarillentas por el tiempo y en ella encontraba nombres olvidados, modos de decir insólitos para mí, sentimientos que no lograba comprender. A la mañana siguiente, después de una sola noche de reposo, mientras nosotros nos poníamos en camino, el mensajero partía en dirección opuesta, llevando a la ciudad las cartas que yo había preparado en ese mismo tiempo.

Pero ya han transcurrido ocho años y medio. Esta noche cenaba solo en mi tienda cuando entró Daniel, que aún lograba sonreír, aunque estaba muerto de cansancio. Hace casi siete años que no lo veía. Durante todo este período larguísimo no ha hecho más que correr, atravesando praderas, bosques y desiertos, cambiando quién sabe cuántas veces de cabalgadura, para traerme el paquete de sobres que hasta ahora no he tenido deseos de abrir. Ya se fue a dormir y volverá a partir mañana mismo, al amanecer.

Partirá por última vez. Consultando el calendario calculé que, aunque todo salga bien, yo continuando mi camino como lo he hecho hasta ahora y él el suyo, no podré volver a ver a Daniel hasta dentro de treinta y cuatro años. Entonces tendré setenta y dos.

Pero comienzo a sentirme cansado y es probable que me muera antes. No lo volveré a ver. Dentro de treinta y cuatro años (quizás antes, mucho antes) Daniel descubrirá, inesperadamente, los fuegos de mi campamento y se preguntará por qué nunca antes le resultó el trayecto tan corto.

Como esta noche, el buen mensajero entrará en mi tienda con las cartas amarillas, llenas de absurdas noticias de un tiempo ya sepultado; pero se detendrá en el umbral y me verá inmóvil tendido sobre el camastro, flanqueado por dos soldados con antorchas, muerto.

¡Anda, pues, Daniel, y no me digas que soy cruel! Lleva mi último saludo a la ciudad donde nací. Tú eres la última ligazón con el mundo que en un tiempo fue también mío. Los mensajes recientes me han hecho saber que han cambiado muchas cosas, que mi padre ha muerto, que la corona pasó a mi hermano mayor, que me consideran perdido, que han construido altos palacios de piedra, allá, donde estaban las encinas a cuya sombra solíamos jugar. De cualquier manera, siempre seguirá siendo mi vieja patria. Tú eres la última atadura con ella, Daniel.

El quinto mensajero, Eduardo, que me alcanzará, si dios quiere, dentro de un año y ocho meses, no podrá volver a partir porque no tendrá tiempo de regresar. Después de ti, el silencio, ¡oh, dios mío!, a menos que encuentre los anhelados confines. Pero cuanto más avanzo, más me convenzo de que no existe frontera. No existe, sospecho, frontera alguna, por lo menos en el sentido que habitualmente le damos. No hay muralla de separación, ni ríos divisorios, ni montañas que cierran el paso. Probablemente atravesaré el límite sin ni siquiera advertirlo e, ignorante de mí, continuaré mi camino. Por eso he decidido que cuando Eduardo y los demás mensajeros, después de él, me alcancen nuevamente, en vez de volver a tomar el camino de la capital, se me adelante, para que yo pueda saber con anterioridad lo que me espera.

Desde hace un tiempo una ansiedad inusitada se apodera de mí por las noches y ya no se trata de la añoranza de las alegrías pasadas, como en los primeros tiempos del viaje; más bien es la impaciencia de conocer la tierra ignota a la que me dirijo.

Advierto -y no se lo he confiado hasta ahora a nadie- cómo de día en día, a medida que avanzo hacia la improbable meta, el cielo irradia una luz insólita como jamás había visto, ni siquiera en sueños. Ha quedado definitivamente atrás el último cielo azul.

Las plantas, los montes, los ríos que atravesamos, parecen hechos de una esencia diferente de lo ya conocido y el aire me acerca presagios que no sé transmitir.

Una nueva esperanza me llevará mañana por la mañana aun más adelante, en dirección a aquella montaña inexplorada que ahora ocultan las sombras de la noche. Una vez más levantaré el campamento, y Daniel desaparecerá en el horizonte en dirección opuesta, para llevar a la ciudad remota mi inútil mensaje.

 


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Junio 30, 2020


 

LO MÁS LEÍDO ♣ Junio 29, 2020

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Las noticias más leídas en PrisioneroEnArgentina.com. Las más comentadas, las más polémicas. De que está la gente hablando…

REINICIO Junio 29, 2020 00.00 HORAS 
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Junio 29, 2020


 

ABIMAEL

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Perder la vida persiguiendo delirios es bastante malo. Sacrificar vidas inocentes sin remordimiento mientras se persigue esas fantasías es francamente criminal. Es la definición de un sociópata y un maníaco homicida.

Abimael Guzmán, o Camarada Gonzalo, es todo eso y peor. A los 85 años, actualmente reside en una prisión de máxima seguridad en una base naval peruana cerca de Lima. Sin arrepentirse ni lamentarse, pero para un puñado de aduladores radicales, está viviendo el calvario de ser una víctima. Hace treinta años, era el hombre más buscado de Perú.

“El socialismo en general tiene un historial de fracaso tan evidente que solo un intelectual podría ignorarlo o evadirlo”. El hecho más fundamental sobre las ideas de la izquierda política es que no funcionan. Por lo tanto, no debería sorprendernos encontrar a la izquierda concentrada en instituciones donde las ideas no tienen que funcionar para sobrevivir”.

Thomas Sowell

En las décadas de 1960 y 1970, Guzmán enseñó filosofía en una universidad en Ayacucho, Perú. Desde sus primeros días en el aula, empapó a sus alumnos de marxismo y se volvió cada vez más radical al hacerlo. Fue arrestado más de una vez por participar en violentas protestas callejeras. Le gustaba denunciar a otros miembros de la facultad y oradores visitantes que no compartían su punto de vista (la integridad intelectual y la objetividad no eran sus puntos fuertes). Formó la organización terrorista clandestina llamada Sendero Luminoso y en 1980, él y su alegre grupo de senderistas declararon la guerra a Perú, su gobierno y cualquier campesino prescindible que se interpusiera en su camino. El resultado fueron dos décadas de caos devastador que se cobró la vida de 70,000 peruanos.

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Marx
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Lenin
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Mao
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Guzmán
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Las Cuatro Espadas del Comunismo

También murió un estadounidense de 25 años llamado Gus Gregory de Torrance, California. Estaba en Perú para enseñar técnicas superiores de cría de ovejas y alpacas a campesinos. El jeep que él y un amigo veterinario peruano conducían fue emboscado por los hombres del camarada Guzmán. Gregory recibió un disparo en la parte posterior de la cabeza como una advertencia a cualquiera que aún no se haya inscrito en la revolución del “pueblo”. Irónicamente, Gregory se consideraba un hombre de izquierda, pero no lo suficiente para Sendero Luminoso.

Abimael Guzmán se convirtió en el enemigo número uno de Perú. Aunque su revolución marxista prometió un cambio para favorecer a los pobres, la violencia de Sendero Luminoso fue despiadada contra las comunidades más empobrecidas. Guzmán tenía un desdén por los arreglos locales del campesinado. Creía que los pobres se adherirían a su causa sin dudar. Sin embargo, fueron los más pobres de los pobres quienes rechazaron sus reglas e iniciaron el movimiento masivo de autodefensa que lo derrotó.

La Asociación para la Educación Económica de los Andes  informó que la Comisión de Verdad y Reconciliación de 2001 acusó a Sendero Luminoso de asesinato en masa deliberado contra cualquier persona que considerara enemiga de su plan de poder. Esto se tradujo en lemas como “golpear la tierra”, que implicaba el asesinato de autoridades, especialmente locales: alcaldes, gobernadores, jueces. Las características diabólicas de Sendero Luminoso se describen en sus propios documentos de partidos políticos y en las directivas a sus militantes, para “pagar la tarifa de sangre” e “inducir el genocidio”, ya que habían calculado que “el triunfo de la revolución costará un millón de muertos”.

El rastro de muerte y destrucción de Guzmán incluyó la explosión de las mesas de votación, el bombardeo de edificios e intersecciones, la tortura por el bien de la revolución y otras diversiones de “vanguardia del proletariado”. Karl Marx fue una de las inspiraciones intelectuales del ex profesor de filosofía para estos crímenes, pero su Dios fue el chino Mao Zedong. Guzmán visitó China en 1965. Realizó la gira oficial y se fue con admiración por las brutales políticas de Mao que mataron a millones de personas en nombre de la creación de un paraíso socialista. En 1988, durante una rara entrevista en medio de la guerra, Guzmán dijo:

Con respecto a la violencia, partimos del principio establecido por el presidente Mao Zedong: la violencia, que es la necesidad de la violencia revolucionaria, es una ley universal sin excepción. La violencia revolucionaria es lo que nos permite resolver contradicciones fundamentales por medio de un ejército, a través de la guerra popular.

Corresponsales de guerra presenciaban un posible ascenso al poder. Todos coincidían que, de haberlo conseguido, sus masacres habrían empequeñecido a las de los Khmer Rojos.

Donde los medios justifican el fin, el vale todo, como lo hacen para la mayoría de las ideologías, el asesinato en masa se vuelve más probable, tal vez incluso inevitable en los estados ideologizados.                           www.PrisioneroEnArgentina.com

El extraño sueño de Guzmán se derrumbó cuando fue arrestado en septiembre de 1992 en la casa de un profesor de baile de Lima. Manuel Rubén Abimael Guzmán Reynoso fue sentenciado a cadena perpetua por su ola de asesinatos; En 2018, fue juzgado nuevamente y sentenciado a una segunda condena de por vida.

 


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Junio 29, 2020


 

JUAN POMARES, ES INOCENTE…PERO  SI NO LES GUSTA LO DECLARAMOS CULPABLE.

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 Por CLAUDIO KUSSMAN

A DONDE VAYAN LOS IREMOS A BUSCAR

A fines de noviembre del año 2014 por obra, gracia, e inferencias de un delincuente secretario de la justicia federal de Bahía Blanca, que oficiaba de juez subrogante y hoy es fiscal, llamado ULPIANO MARTINEZ, terminé en la cárcel, imputado por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Así fui alojado en la Unidad Penitenciaria 31 y más precisamente en el pabellón 19, conocido como “Barrio Chino” (hoy no existe, en su lugar se construyeron oficinas). En sí era un galpón de 22 (72 pies) por 12 (39 pies) por 8 metros (26 pies), con pretensión de salón, en el que había unas 20 o más camas, acorde al ingreso de cautivos, las duchas, letrinas y cocina comedor, todo en un solo ambiente en el que faltaba ventilación y privacidad y sobraban cucarachas. En un rincón al final de todo y a dos camas de por medio de la mía, se encontraba alojado un señor, llamado JUAN POMARES con quien solía intercambiar libros y películas.  De conducta correcta, callado y profunda fe cristiana, estaba con prisión preventiva desde el año 2011, siempre predispuesto a ayudar a los prisioneros que se descompensaban.

Luego de irme de ese lugar indigno, en marzo del año 2016, él fue a juicio en el 2017 y a fines de noviembre de ese año el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata lo absolvió, en medio de la protesta de representantes de organizaciones radicalizadas de derechos humanos para quienes los miembros del poder judicial tienen que ser esbirros a su servicio.  

Lo destacable que muchos togados por ideología o cobardía lo son. Tras remover cielo y tierra en abril del año 2018 la Cámara de Casación Penal 4 por sentencia de los jueces GUSTAVO HORNOS, MARIANO BORINSKY y JUAN CARBAJO, anuló la absolución de POMARES diciendo que: “no hace falta la realización de un nuevo juicio, puesto que el mismo resultó válido en todos sus términos, sino solamente el dictado de una nueva sentencia al respecto de los hechos que los acusadores le endilgan”. Días pasados y para ser más precisos el 9 del corriente, el Tribunal Oral por segunda vez lo volvió a absolver a POMARES. Hace pocas horas, los fiscales generales HERNÁN SCHAPIRO y GONZALO MIRANDA, y el auxiliar fiscal JUAN MARTÍN NOGUEIRA, recurrieron la medida y solicitaron la anulación de la sentencia y el dictado de un fallo condenatorio para el acusado. De lograrse esto, se habrá impuesto una vez más la “política de estado”, equivalente a “para el enemigo ni justicia” cumpliéndose lo de: “A DONDE VAYAN LOS IREMOS A BUSCAR”. Remanida frase utilizada por los indemnizados asesinos terroristas del pasado, devenidos en “jóvenes idealistas del presente  y sus seguidores.

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Vista parcial del Pabellón 19 de la Unidad Penitenciaria Federal 31, Ezeiza, Argentina

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Año 2016, Pomares en el Pabellón 19. (Imagen almacenada fuera de Argentina)

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Claudio Kussman

Comisario Mayor (R) 

Policía Pcia. Buenos Aires

Junio 29 , 2020

claudio@PrisioneroEnArgentina.com

www.PrisioneroEnArgentina.com

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“Damas y caballeros, estos son mis principios.

Si no les gustan tengo otros”

 

Groucho Marx (1890-1977)

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Junio 29, 2020


 

LOS PRINCIPIOS DEL ESTADO DE DERECHO QUE VIOLA LA ARGENTINA

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Por MARIO SANDOVAL

Los políticos, los jueces, los periodistas, los académicos, los defensores de los derechos humanos mencionan, hacen referencia al principio del Estado de derecho, pero ¿ellos mismo lo respectan, lo garantizan, lo protejan?

Afirmando que el principio del Estado de derecho, llamado también preeminencia del derecho, tiene valor universal, consagrado y respetado por todos a nivel nacional, internacional, como esta mencionado en la cumbre mundial de la ONU de 2005, en la declaración de la reunión de alto nivel de la asamblea general relativa al estado de derecho a nivel nacional e internacional de 2012 de la ONU como también la carta democrática interamericana de la OEA de 2001, los indicadores del Estado de derecho de 2011 y el programa de desarrollo sostenible de septiembre de 2015, y que junto con la democracia (libertad política) y los derechos humanos (libertad individual) son los principios fundadores de la verdadera democracia.

Reconociendo que, para la Comisión de Venecia, de la Comisión europea para la democracia por el derecho, la noción del Estado de derecho se basa sobre los principios garantía de un derecho seguro y previsible, en el cual toda persona tiene el derecho de ser tratada por los que deciden de manera digna, igual, racional, en el respecto del derecho existente, y de disponer de vías de recursos para contestar las decisiones ante las jurisdicciones independientes e imparciales, según un debido proceso. Es garantizar la dignidad humana. 

El Estado de derecho es un envase vacío sin la protección de los derechos humanos e inversamente la protección y la promoción de los derechos humanos son realizadas únicamente por el respecto del Estado de derecho, una sólida garantía del Estado de derecho vital por la protección de los derechos humanos. El Estado de derecho es un medio de circunscribir el poder del Estado, (del gobierno) y reconoce las obligaciones positivas del Estado de garantizar la protección jurídica efectiva de los derechos humanos también fronte a los actores privado. 

Observando los criterios del Estado de derecho que se debe respectar fijados por la Comisión de Venecia en la cual Argentina es país observador, esta comisión fija criterios e indicadores: 

  •  la legalidad, con procedimientos de adopción del aspecto de ley, fundadas, en la transparencia, la obligación de rendir cuentas de los actos, y la democracia,
  •  la seguridad jurídica,
  •  la prevención del abuso del poder, interdicción de lo arbitrario,
  •  igualdad ante la ley, y no discriminación,
  •  acceso a la justicia ante jurisdicciones independientes, imparciales control jurisdiccional de los actos administrativos,
  •  el respecto de los derechos humanos.

Estos criterios tienen determinados indicadores; algunos de ellos son, por ejemplo:

  1. a)La legalidad está constituida por la preminencia del derecho, el respecto del derecho, la relación entre derecho internacional y derecho interno, excepciones en situaciones de urgencia, competencias legislativas del ejecutivo.
  2. b)La seguridad jurídica está constituida por la estabilidad y coherencia del derecho, la no retroactividad, el principio que no hay infracción ni sanción sin ley, fuerza de cosa juzgada, la previsibilidad de la ley.
  3. c)Prevención del abuso de poder, por ejemplo, prevista en las resoluciones de las Naciones unidad respectivas.

d)      Igualdad ante la ley y no discriminación, constituida por la no discriminación, igualdad en la ley, igualdad ante la ley.

  1. e)Acceso a la justicia constituida por la independencia y la imparcialidad, es decir la independencia del poder judicial, de los jueces ellos mismos, imparcialidad de la justicia.
  2. f)Un debido proceso con acceso a la justicia y el respecto de la presunción de inocencia.

Es decir que Argentina argumentando normas internas con decisiones de justicia viola esos criterios.

Constatando que, en los ilegales juicios de lesa humanidad, la justicia argentina: 

1) Los magistrados del fuero federal y los fiscales respectivos que intervienen en esas causas, así como los organismos e instituciones del Estado, violan de manera planificada, sistemática e impunemente los principios generales de la declaración universal de los derechos humanos de 1948 y otras convenciones imperativas de aplicación. 

2) Tribunal europeo de derechos humanos (TEDH) y sus diversas jurisprudencias define el principio de preminencia de derecho, determinando obligaciones suplementarias al Estado, como vía de recurso eficaz, permitiendo proteger derechos humanos, ofrecer criterios de apreciación de la calidad de los textos de protección de los derechos humanos, con disposiciones claras, previsibles (esenciales en derecho penal), no discriminatorias, aplicadas por jurisdicciones independientes (TEDH : centro europeo 7i Di Stefano c/ Italia del 7/06/2012 ; Barbulescu c/Romania del 2/01/2016 ; Silvelster c/Austria del 24/04/2003).

3) Un poder que se ejerce por decisiones injustas, irrazonables, irracionales, o abusivas, es incompatible con Estado de derecho. Esa situación es la que se aplica en los procesos de lesa humanidad. Se debe respetar la estabilidad y coherencia del derecho, la no retroactividad penal menos favorable, el principio de que no hay infracción ni sanción sin ley previa (TEDH: Scoppola c/ Italia del 15/09/2009); la protección contra el arbitrario (TEDH: Hassan c/Reyno Unido del 16/09/2014; Giorgi c/Rusia del 3/07/2014 como también la resolución n°40/34 del 29/11/1995 de la ONU).

4) Los principios de igualdad ante la ley y no discriminación no son respectados en estos juicios ilegales de lesa humanidad pese a lo previsto en el artículo 24 CADH; 2, 26 del PIDCIP; 14 CEDH; 1.4,  2.2 y 5 de la Convención sobre la eliminación de todas formas de discriminación racial de la ONU de 1969. Recordando que en caso de urgencia el procedimiento judicial de excepción está limitado por los artículos 4 del PIDCIP, 27 CADH, 15 CEDH y regulado por los principios de Siracusa del 28 de septiembre de 1984 (E/CN.4/1985/4). Particularmente y de manera permanente las víctimas de esos hechos de criminalización ilegales son discriminada por no tener en cuenta la garantía de igualdad ante la ley.

5) La imparcialidad, la independencia de los jueces, de la justicia son inexistentes, no están garantizados en las diversas resoluciones de los tribunales inferiores como la cámara de apelación, casación, y hasta la Corte suprema de Justicia violándose así el articulo 6.1 CEDH, 14.1 PIDCIP, 8.1 CADH y los principios de Bangalore de 2012 sobre la deontología judicial. Recordando que la imparcialidad del poder judicial debe ser garantizada en la práctica como en derecho (TEDH : D. CUBBER c/ Bélgica del 26/10/1984, O. Volkof c/ Ucrania del 9/01/2013, Micallef c/Malta del 15/10/2009, como también la resolución 40/146 de 1985 de la ONU sobre los principios fundamentales relativo a la independencia de la magistratura, observando para ello la resolución 25/4 de 2014 del Consejo de Derechos humanos de la ONU sobre la integridad del poder judicial y la resolución 23/6/2013 sobre la independencia, la imparcialidad del poder judicial.

6) El acceso a la justicia, el debido proceso, el derecho a la defensa, no son solo principios inexistentes en esas farsas de procesos de lesa humanidad, sino que los mismos se violan de manera sistemática e impunemente, tanto en el ámbito penal como en otros ámbitos de organismos solicitados al respecto. Con estas conductas, se violan los artículos del punto 6.3 CEDH, 14.3 PIDCIP, 8 CADH, reconocidos por el tribunal de la justicia europeo (Países Bajos y Van der Wol c/ Comisión del 11/1/2000). Además, no se respeta la presunción de inocencia (prevista en los artículos 6.2 CEDH, 15 PIDCIP, 8.2 CADH que es un elemento esencial en la protección del derecho al debido proceso).

Para que ello esté garantizado, la carga de la prueba debe aportar la acusación con reglas claras. El debido proceso debe ser sin interferencias, ni influenza exterior o politización de la justicia, como ocurren en los casos de lesa humanidad (comité de los derechos humanos de la ONU observaciones generales n°32 del 2007.

Finalmente, se observa en los juicios federales, verdadera amenaza a la democracia y los derechos humanos en Argentina, violan los criterios e indicadores del Estado de derecho con la anuencia del gobierno de turno. Los expertos, militantes en derechos humanos, los periodistas, guardan un silencio cómplice, salvo si para estos personajes como en el caso de los derechos humanos, hay un Estado de derecho para unos y no para otros. Los autores de esos ilícitos, magistrados y funcionarios no pueden protegerse en la impunidad funcional porque cometen infracciones intencionales.

Prof. Mario Sandoval

 


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Junio 29, 2020


 

EL VALOR SENTIMENTAL DE LOS HUESOS.(2015)

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Estas palabras fueron escritas por mí al inicio del gobierno de Cambiemos, esperando, sin éxito que algo cambiara. Hoy, viendo que continúa el saqueo del Estado en nombre de la “Revolución”, cobran actualidad. 

 

Andrea Palomas Alarcón 

 

EL VALOR SENTIMENTAL DE LOS HUESOS.(2015)

(o la nueva forma de hacer la Revolución)

En los años 70 aseguraban que venían construir un mundo mejor. A sangre y fuego querían imponer su visión de mundo mejor en el que todos seríamos iguales, todos tendríamos los mismos derechos y obligaciones. Todos.

Amén de los medios inaceptables con el correr de los años vimos que la única Revolución que pelearon era la del progreso económico personal. De igualdad nada. Revolver el statu quo para quedar en el lugar de los burgueses que querían destituir.

Nos hartaron las indemnizaciones fraudulentas a familiares de terroristas con  lágrimas de cocodrilo: “la sangre derramada no será negociada” dijeron alguna vez.

El imperialismo yanqui, sus gendarmes locales y la odiosa cara de Franklin en los billetes de cien dólares eran el enemigo. Sin embargo, por atacar a la Nación, sus deudos fueron indemnizados con bonos de deuda pública en dólares. “La deuda externa no se pagará con el hambre del pueblo” también nos decían.

El problema no son ellos, somos nosotros que pagamos con deuda pública una paz de utilería que nunca sirvió para nada. En las cárceles de la Nación languidecen los que nos defendieron del genocidio que querían ejecutar tanto el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) como Montoneros, en distinta escala, ambos igualmente genocidas.

Y llaman a nuestros presos genocidas.                                          www.PrisioneroEnArgentina.com

Los que odiaban a Benjamín Franklin cobraron en dólares indemnizaciones que pagaron los desnutridos del Chaco, los jubilados, los descalzos del conurbano.

Les dimos indemnizaciones como los antiguos ofrendaban víctimas humanas a los dioses paganos para apaciguar su ira.

EL NUEVO DESPOJO.

Pero como la bestia que prueba sangre humana nunca se sacia, han vuelto por más, con un nuevo despojo al erario público.

Roberto Mario Santucho

Desde el año 2010  la familia del terrorista Mario Roberto SANTUCHO (NG: Roby) jefe y cabeza del ERP, ha iniciado una demanda contra el Estado por el valor sentimental de sus huesos.

Y no es que no hayan cobrado todo de todo y que no les haya quedado por cobrar nada de nada. Desde la “desaparición” de Santucho, pasando por el exilio de algunos de los integrantes de esa familia, tanto como por la pesificación asimétrica de los bonos de deuda pública que cobraron por todo lo anterior, dólar sobre dólar, Franklin sobre Franklin, el Estado argentino los indemnizó durante años. Expedientes 56581/2015; 57094/2015; 014771/1996 entre otros (todos del contencioso administrativo federal).

¿Alguien pensaba que la Revolución era algo distinto que la mejora social y económica de los “revolucionarios” y sus familias?

Pues ahora la familia Santucho ha iniciado un nuevo juicio contra el Estado por la pérdida de su cadáver. Entiéndase bien, no por la “desaparición” de Santucho, que por eso ya cobraron (pese a que murió con un fusil en la mano): por la pérdida de su cadáver, por el VALOR SENTIMENTAL DE LOS HUESOS DE SANTUCHO.

LA DEMANDA.

La demanda de la familia Santucho contra el Estado Nacional es por diez millones de pesos más intereses contados desde el día en que cayó abatido (19/07/76). Tramita en el juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal N° 11- Secretaría Nº 21, a cargo de la Dra. María José Sarmiento. Lleva el número de expediente N° 005945/2010. Los demandantes son Ana Cristina SANTUCHO, Gabriela Inés SANTUCHO y Marcela Eva SANTUCHO hijas del Jefe del ERP. El objeto de la causa es “daños y perjuicios” y el motivo es la pérdida del cadáver por el valor sentimental que tiene para sus deudos, daños psicológicos y morales.

Juan Arnol Kremer Balugano

Los demandados son el Estado Nacional a través del Ministerio de Justicia y DDHH, el Gral. Santiago Omar Riveros,  el Gral. Jorge Rafael Videla (ejecutado en cautiverio) y el fallecido Gral. Fernando Verplaatsen.

Uno de los testigos más pintorescos de la “desaparición” de los huesos de Santucho ha sido su segundo al mando, actual jefe del ERP, Juan Arnol Kremer Balugano (NG Luis Mattini). Este guerrillero, hoy ataviado de “militante” o, mejor aún, de  ancianito simpático que cuenta sus “escaramuzas” en el Canal Encuentro, es otro de los tantos indemnizados por el Estado argentino. Estado que al no dejarse destruir nos protegió a todos.

El testigo Juan Arnol Kremer pese a quedar al mando de la organización terrorista más cruel que tuvo la Argentina en los 70 también fue indemnizado por el Estado. Mediante la Res. Del Min de Justicia  1531/13 se le abonaron más de 300 mil  pesos por haber estado exiliado durante el Proceso aunque también en la causa  (CAF 040226/2013 KREMER, JUAN ARNOL C/ EN-M JUSTICIA Y DDHH- S/INDEMNIZACIONES – LEY 24043 – ART 3)  reclamó un resarcimiento económico por haber estado “exiliado” durante el gobierno de Raúl Alfonsín, sin éxito en este caso. También (justicia poética) fue alcanzado por la ley 25.561 (pesificación asimétrica de sus bonos en dólares) por lo que hizo un amparo (015842/2003 KREMER JUAN ARNOL C/ PEN-LEY 25561-DTOS 1570/01 214/02 471/02 (BONOS) S/AMPARO SOBRE LEY 25.561) ya que quería su indemnización en dólares y no en pesos argentinos.

LOS OTROS JUICIOS.

Mientras este juicio se desarrolla, un accidente procesal hizo que tomáramos conocimiento de otro juicio similar emprendido por el hijo de la Madre de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor: Pedro Vincenti. En su caso no demanda por los huesos de Azucena como sí hizo su hermana Cecilia porque para cuando comenzó el juicio, ya esos huesos habían sido encontrados en un cementerio de Gral Lavalle y regados sobre la Plaza de Mayo en una emotiva ceremonia. Demandó (y ya cobró) al Estado por el daño moral y psicológico que le produjo la “desaparición” de su madre pese a que había sido beneficiario de las leyes de reparación integral (24043 y 24011) en lo que es una inaceptable doble indemnización por los mismos rubros.

Juan Abal Medina
Azucena Villaflor

Por el momento, la información que nos llega es que sólo los familiares de los cabecillas guerrilleros y dirigentes de organizaciones de superficie están demandando por la “desaparición de los huesos” y otros daños.

Así como en la huida de Trelew los jerarcas se preservaron dejando atrás a la tropa, que peleando por su vida cubrió la retirada, hoy sólo los familiares de los jefes máximos están demandando indemnizaciones por huesos de manera de no levantar demasiado la perdiz  y que puedan cobrar antes de que la sociedad indignada cierre el grifo. La tropa, como siempre, se quedará en la retaguardia. De todas maneras no descartamos que existan muchos otros juicios de los que no tenemos conocimiento, convenientemente favorecidos y ocultados por el gobierno anterior.

¿Se entiende realmente el alcance de este latrocinio? Ya los familiares de los “desaparecidos” -aunque fueran guerrilleros abatidos en combate-  cobraron por la “desaparición” de sus familiares pero ahora, en una doble indemnización ilegítima e ilegal, también pretenden cobrar por la “desaparición” de sus huesos. La ley 24411 es una ley de reparación integral, una indemnización tabulada que permite a familiares de alegados “desaparecidos” cobrar sin necesidad de hacer juicio. Ellos ya cobraron por todo daño que pudieran reclamar, no se puede desdoblar el daño en un millón de rubros impensados porque terminaríamos con juicios por la desaparición del riñón de Santucho o del hígado de Abal Medina.

SIN CAMBIO.                                                                                                         www.PrisioneroEnArgentina.com

Quien escribe estas líneas solicitó por nota al nuevo gobierno conocer la lista de quienes habían cobrado las leyes “reparatorias” (24.321; 24411; 24,043; 25914; 26564 y 26.913)  por “desaparición” de personas y otras indemnizaciones similares. El gobierno de Cambiemos  se negó a hacerla pública alegando excusas sin sustento.

Espero que la sociedad ponga las cosas en su lugar porque las necesidades son muchas; el Estado no puede seguir distrayendo fondos para esta “revolución” personal. Argentina alguna vez fue un gran país de gente buena y honesta, orgullosa de vivir de su trabajo. Ignoro en qué momento nos inundó esta pestilencia de odio, codicia y “revolucionarios” de pacotilla pero ya no podemos seguir financiando su estilo de vida.

Mientras tanto, ya han muerto en cautiverio 357 presos políticos que nos liberaron de genocidas como Santucho, a los que no se les hace justicia, ni se les respetan los derechos que tiene cualquier otro preso. Algunos de ellos también víctimas de ataques terroristas; ninguno indemnizado nunca, por nada. 

 


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Junio 29, 2020


 

Cuando el dinero falso salvó a Brasil

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Esta es la historia sobre cómo un economista y sus amigos engañaron al pueblo de Brasil para salvar al país de la inflación desenfrenada. Tenían un plan loco e improbable, pero funcionó.

Hace veinte años, la tasa de inflación de Brasil alcanzó el 80 por ciento mensual. A ese ritmo, si los huevos cuestan $ 1 un día, costarán $ 2 un mes después. Si continúa durante un año, costarán $ 1,000.

En la práctica, esto significaba que las tiendas tenían que cambiar sus precios todos los días. El tipo de la tienda de comestibles caminaba por los pasillos cambiando y aumentando los precios de los productos constantemente. Los compradores corrían por delante de él, para poder comprar sus alimentos al precio anterior.

El problema se remonta a la década de 1950, cuando el gobierno imprimió dinero para construir una nueva capital en Brasilia. En la década de 1980, el patrón de inflación estaba en su lugar.

Fue algo así:

1. Nuevo presidente entra con un nuevo plan.
2. El presidente congela precios y / o cuentas bancarias.
3. El presidente falla.
4. El presidente es votado o destituido.
5. La historia vuelve a repetirse.

Todos los planes para detener el desastre financiero tuvieron éxito en una sola cosa: convencer a todos los brasileños de que el gobierno era incapaz de controlar la inflación.

Había una opción más que nadie conocía. Fue soñado por cuatro chicos de la Universidad Católica de Río. La única razón por la que entran en escena ahora, o alguna vez, es porque en 1992, hubo un nuevo ministro de finanzas que no sabía nada de economía. Entonces el ministro llamó a Edmar Bacha, el economista que es el héroe de la película.

“Bueno, acabo de ser nombrado ministro de finanzas. Sabes que no sé economía, así que ven a conocerme a Brasilia mañana'”, recuerda Bacha. “Estaba aterrado.”

Bacha había estado esperando durante décadas esta llamada.

Bacha

Él y tres amigos habían estado examinando la inflación brasileña desde que eran estudiantes de posgrado: cuatro muchachos en el bar del campus universitario que se quejaban entre sí sobre cómo nadie más sabía cómo solucionar esto. Y ahora se les decía “Bien, hazlo a tu manera”.

Bacha fue invitado a reunirse con el presidente.

“Pedí un autógrafo para mis hijos”, dice Bacha. Entonces, el presidente le escribió a los niños de Bacha una nota que decía: “Por favor, díganle a su padre que trabaje rápido en beneficio del país”.

Los cuatro amigos comenzaron a explicar su idea. Deben ralentizar la creación de dinero, explicaron. Pero, igual de importante, debe estabilizar la fe de las personas en el dinero mismo. Hay que engañar a la gente para que piense que el dinero tendrá su valor.

Los cuatro economistas querían crear una nueva moneda que fuera estable, confiable y confiable. El único inconveniente: esta moneda no sería real. Sin monedas, sin billetes. Fue falso

“Lo llamamos una Unidad de Valor Real – URV”, dice Bacha. “Era virtual; de hecho, no existía”.

La gente todavía tendría y usaría la moneda existente, el cruzeiro. Pero todo estaría listado en URV, la moneda falsa. Sus salarios estarían listados en las URV. Los impuestos estaban en URV. Todos los precios estaban listados en URV. Y los URV se mantuvieron estables; lo que cambió fue cuántos cruzeiros valía cada URV.

Digamos, por ejemplo, que la leche cuesta 1 URV. En un día determinado, 1 URV podría valer 10 cruzeiros. Un mes después, la leche aún costaría 1 URV. Pero ese 1 URV podría valer 20 cruzeiros.

La idea era que la gente comenzara a pensar en los URV y dejara de esperar que los precios subieran siempre.

“No entendimos qué era”, decían los ciudadanos “Solía ​​decir que era una fantasía, porque no era real”.

Aún así, la gente usaba URV. Y después de unos meses, comenzaron a ver que los precios en los URV eran estables. Una vez que eso sucediera, Bacha y sus amigos podrían declarar que la moneda virtual se convertiría en la moneda real del país. Se llamaría Real.

“Todos recibirán de ahora en adelante sus salarios y pagarán todos los precios, en la nueva moneda, que es la real”, dice Bacha. “Ese es el truco”.

El día que lanzaron el Real, dice Bacha, un amigo periodista le preguntó: “Profesor, ¿jura que la inflación terminará mañana?”

“Sí, lo juro.” Dijo Bacha.

Y, básicamente, la inflación terminó y la economía del país cambió. En los años que siguieron, Brasil se convirtió en un importante exportador y 20 millones de personas salieron de la pobreza.

Brasil, hoy: La tasa de inflación anual de Brasil se desaceleró a 1.88 por ciento en mayo de 2020 desde 2.4 por ciento en el mes anterior, pero ligeramente por encima de las expectativas del mercado de 1.8 por ciento. Esa fue la tasa de inflación más baja desde enero de 1999, muy por debajo del objetivo de 4 por ciento del punto medio del gobierno, principalmente debido a una caída en los precios del combustible en medio de la pandemia de coronavirus. Sobre una base mensual, los precios al consumidor disminuyeron un 0,38 por ciento en mayo, la mayor caída desde agosto de 1998.

 


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Junio 29, 2020


 

Hace 46 años Isabel Perón asumía el cargo de presidente argentina

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Con el presidente argentino, Juan Domingo Perón, en su lecho de muerte, María Estela Martínez de Perón, su esposa y vicepresidenta, juró ser la líder del país sudamericano. La presidenta “Isabelita” Perón, ex bailarina y tercera esposa de Perón, fue la primera mujer jefe de gobierno del hemisferio occidental. Dos días después, Juan Perón murió de una enfermedad cardíaca e Isabel se quedó sola como líder de una nación que sufría graves conflictos económicos y políticos.

En 1943, como oficial del ejército, Juan Domingo Perón se unió a un golpe militar contra el ineficaz gobierno civil de Argentina. Nombrado secretario de trabajo, su influencia creció, y en 1944 también se convirtió en vicepresidente y ministro de guerra. En octubre de 1945, Perón fue expulsado de sus cargos por un golpe de estado civil y oficiales con mentalidad constitucional, y fue encarcelado, pero los llamamientos de su amante carismática, Eva Duarte, pronto obligaron a su liberación.

Eva Perón
Juan Perón
“Isabelita” Perón

La noche de su liberación, el 17 de octubre, se dirigió a una multitud de unas 300,000 personas desde el balcón del palacio presidencial y prometió llevar a la gente a la victoria en las próximas elecciones presidenciales. Cuatro días después, Perón, viudo, se casó con Eva Duarte, o “Evita”, como se la conocía cariñosamente.

Como presidente, Perón construyó una impresionante alianza populista, y su visión de la autosuficiencia para Argentina le valió un amplio apoyo. Sin embargo, también se volvió cada vez más autoritario, encarceló a opositores políticos y restringió la libertad de prensa. En 1952, su mayor recurso político, Evita, murió y su apoyo se disolvió. Tres años después, fue derrocado en un golpe militar. En 1973, después de 18 años de exilio, regresó a Argentina y ganó la presidencia nuevamente. Su tercera esposa, “Isabel” Martínez de Perón, fue elegida vicepresidenta y en 1974 lo sucedió a su muerte.

La inexperimentada (y casi ignorante) presidente Isabel Perón no pudo obtener el apoyo de ningún grupo poderoso, y mucho menos construir una coalición necesaria, y la situación política y económica en Argentina empeoró. El 24 de marzo de 1976, tras un fuerte aumento del terrorismo político y la actividad guerrillera, los militares depusieron a Isabel Perón. Isabel Perón fue encarcelada durante cinco años bajo la acusación de abuso de propiedad y tras su liberación en 1981 se instaló en Madrid. En 2007, fue arrestada en España en relación con la desaparición de un activista argentino en 1976, pero el caso fue desestimado más tarde.

 


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Junio 29, 2020


 

El vampiro estelar

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 Por Robert Bloch


Confieso que sólo soy un simple escritor de relatos fantásticos. Desde mi más temprana infancia me he sentido subyugado por la secreta fascinación de lo desconocido y lo insólito. Los temores innominables, los sueños grotescos, las fantasías más extrañas que obsesionan nuestra mente, han tenido siempre un poderoso e inexplicableatractivo para mí. En literatura, he caminado con Poe por senderos ocultos; me he arrastrado entre las sombras con Machen; he cruzado con Baudelaire las regiones de las hórridas estrellas, o me he sumergido en las profundidades de la tierra, guiado por los relatos de la antigua ciencia. Mi escaso talento para el dibujo me obligó a intentar describir con torpes palabras los seres fantásticos que moran en mis sueños tenebrosos. Esta misma inclinación por lo siniestro se manifestaba también en mis preferencias musicales. Mis composiciones favoritas eran la Suite de los Planetas y otras del mismo género. Mi vida interior se convirtió muy pronto en un perpetuo festín de horrores fantásticos, refinadamente crueles. En cambio, mi vida exterior era insulsa. Con el transcurso del tiempo, me fui haciendo cada vez más insociable, hasta que acabé por llevar una vida tranquila y filosófica en un mundo de libros y sueños.

El hombre debe trabajar para vivir. Incapaz, por naturaleza, de todo trabajo manual, me sentí desconcertado en mi adolescencia ante la necesidad de elegir una profesión. Mi tendencia a la depresión vino a complicar las cosas, y durante algún tiempo estuve bordeando el desastre económico más completo. Entonces fue cuando me decidí a escribir.

Adquirí una vieja máquina de escribir, un montón de papel barato y unas hojas de carbón. Nunca me preocupó la búsqueda de un tema. ¿Qué mejor venero que las ilimitadas regiones de mi viva imaginación? Escribiría sobre temas de horror y oscuridad y sobre el enigma de la Muerte. Al menos, en mi inexperiencia y candidez, éste era mi propósito.

Mis primeros intentos fueron un fracaso rotundo. Mis resultados quedaron lastimosamente lejos de mis soñados proyectos. En el papel, mis fantasías más brillantes se convirtieron en un revoltijo insensato de pesados adjetivos, y no encontré palabras de uso corriente con que expresar el terror portentoso de lo desconocido. Mis primeros manuscritos resultaron mediocres, vulgares; las pocas revistas especializadas de este género los rechazaron con significativa unanimidad. Tenía que vivir. Lentamente, pero de manera segura, comencé a ajustar mi estilo a mis ideas. Trabajé laboriosamente las palabras, las frases y las estructuras de las oraciones. Trabajé, trabajé duramente en ello. Pronto aprendí lo que era sudar. Y por fin, uno de mis relatos fue aceptado; después un segundo, y un tercero, y un cuarto. En seguida comencé a dominar los trucos más elementales del oficio, y comencé finalmente a vislumbrar mi porvenir con cierta claridad. Retorné con el ánimo más ligero a mi vida de ensueños y a mis queridos libros. Mis relatos me proporcionaban medios un tanto escasos para subsistir, y durante cierto tiempo no pedí más a la vida. Pero esto duró poco. La ambición, siempre engañosa, fue la causa de mi ruina.

Quería escribir un relato real; no uno de esos cuentos efímeros y estereotipados que producía para las revistas, sino una verdadera obra de arte. La creación de semejante obra maestra llegó a convertirse en mi ideal. Yo no era un buen escritor, pero ello no se debía enteramente a mis errores de estilo. Presentía que mi defecto fundamental radicaba en el asunto escogido.Los vampiros, hombres-lobos, los profanadores de cadáveres, los monstruos mitológicos, constituían un material de escaso mérito. Los temas e imágenes vulgares, el empleo rutinario de adjetivos, y un punto de vista prosaicamente antropocéntrico, eran los principales obstáculos para producir un cuento fantástico realmente bueno. Debía elegir un tema nuevo, una intriga verdaderamente extraordinaria. ¡Si pudiera concebir algo realmente teratológico, algo monstruosamente increíble!

Estaba ansioso por aprender las canciones que cantaban los demonios al precipitarse más allá de las regiones estelares, por oír las voces de los dioses antiguos susurrando sus secretos al vacío preñado de resonancias. Deseaba vivamente conocer los terrores de la tumba, el roce de las larvas en mi lengua, la dulce caricia de una podrida mortaja sobre mi cuerpo. Anhelaba hacer mías las vivencias que yacen latentes en el fondo de los ojos vacíos de las momias, y ardía en deseos de aprender la sabiduría que sólo el gusano conoce. Entonces podría escribir la verdad, y mis esperanzas se realizarían cabalmente. Busqué el modo de conseguirlo. Serenamente, comencé a escribirme con pensadores y soñadores solitarios de todo el país. Mantuve correspondencia con un eremita de los montes occidentales, con un sabio de la región desolada del norte y con un místico de Nueva Inglaterra. Por medio de éste, tuve conocimiento de algunos libros antiguos que eran tesoro y reliquia de una ciencia extraña. Primero me citó con mucha reserva algunos pasajes del legendario Necronomicón, luego se refirió a cierto Libro de Eibon, que tenía fama de superar a los demás por su carácter demencial y blasfemo. Él mismo había estudiado aquellos volúmenes que recogían el terror de los Tiempos Originales, pero me prohibió que ahondara demasiado en mis indagaciones. Me dijo que, como hijo de la embrujada ciudad de Arkham, donde aún palpitan y acechan sombras de otros tiempos, había oído cosas muy extrañas, por lo que decidió apartarse prudentemente de las ciencias negras y prohibidas. Finalmente, después de mucho insistirle, consintió de mala gana en proporcionarme los nombres de ciertas personas que a su juicio podrían ayudarme en mis investigaciones. Mi corresponsal era un escritor de notable brillantez; gozaba de una sólida reputación en los círculos intelectuales más exquisitos, y yo sabía que estaba tremendamente interesado en conocer el resultado de mi iniciativa. Tan pronto como su preciosa lista estuvo en mis manos, comencé una masiva campaña postal con el fin de conseguir los libros deseados. Dirigí mis cartas a varias universidades, a bibliotecas privadas, a astrólogos afamados y a dirigentes de ciertos cultos secretos de nombres oscuros y sonoros. Pero aquella labor estaba destinada al fracaso. Sus respuestas fueron manifiestamente hostiles. Estaba claro que quienes poseían semejante ciencia se enfurecían ante la idea de que sus secretos fuesen develados por un intruso.

Posteriormente, recibí varias cartas anónimas llenas de amenazas, e incluso una llamada telefónica verdaderamente alarmante. Pero lo que más me molestó, fue darme cuenta de que mis esfuerzos habían resultado fallidos. Negativas, evasivas, desaires, amenazas…. ¡aquello no me servía de nada! Debía buscar por otra parte. ¡Las librerías! Quizá descubriese lo que buscaba en algún estante olvidado y polvoriento. Entonces comencé una cruzada interminable. Aprendí a soportar mis numerosos desengaños con impasible tranquilidad. En ninguna de las librerías que visité habían oído hablar del espantoso Necronomicón, del maligno Libro de Eibon, ni del inquietante Cultes des Goules. La perseverancia acaba por triunfar. En una vieja tienda de la calle South Dearborn, en unas estanterías arrinconadas, acabé por encontrar lo que estaba buscando. Allí, encajado entre dos ediciones centenarias de Shakespeare, descubrí un gran libro negro con tapas de hierro. En ellas, grabado a mano, se leía el título, De Vermis Mysteriis, “Misterios del Gusano”. El propietario no supo decirme de dónde procedía el libro aquél. Quizá lo había adquirido hace un par de años en algún lote de libros de segunda mano. Era evidente que desconocía su naturaleza, ya que me lo vendió por un dólar. Encantado por su inesperada venta, me envolvió el pesado mamotreto, y me despidió con amable satisfacción.

Yo me marché apresuradamente con mi precioso botín debajo del brazo. ¡Lo que había encontrado! Ya tenía referencias del libro. Su autor era Ludvig Prinn, y había perecido en la hoguera inquisitorial, en Bruselas, cuando los juicios por brujería estaban en su apogeo. Había sido un personaje extraño, alquimista, nigromante y mago de gran reputación; alardeaba de haber alcanzado una edad milagrosa, cuando finalmente fue inmolado por el fiero poder secular. De él se decía que se proclamaba el único superviviente de la novena cruzada, y exhibía como prueba ciertos documentos mohosos que parecían atestiguarlo. Lo cierto es que, en los viejos cronicones, el nombre de Ludvig Prinn figuraba entre los caballeros servidores de Monserrat, pero los incrédulos lo seguían considerando como un chiflado y un impostor, a lo sumo descendiente de aquel famoso caballero. Ludvig atribuía sus conocimientos de hechicería a los años en que había estado cautivo entre los brujos y encantadores de Siria, y hablaba a menudo de sus encuentros con los djinns y los efreets de los antiguos mitos orientales. Se sabe que pasó algún tiempo en Egipto, y entre los santones libios circulan ciertas leyendas que aluden a las hazañas del viejo adivino en Alejandría. En todo caso, pasó sus postreros días en las llanuras de Flandes, su tierra natal, habitando -lugar muy adecuado- las ruinas de un sepulcro prerromano que se alzaba en un bosque cercano a Bruselas. Se decía que allí moraba en las sombras, rodeado de demonios familiares y terribles sortilegios. Aún se conservan manuscritos que dicen, en forma un tanto evasiva, que era asistido por “compañeros invisibles” y “servidores enviados de las estrellas”. Los campesinos evitaban pasar la noche por el bosque donde habitaba, no le gustaban ciertos ruidos que resonaban cuando había luna llena, y preferían ignorar qué clase de seres se prosternaban ante los viejos altares paganos que se alzaban, medio desmoronados, en lo más oscuro del bosque. Sea como fuere, después de ser apresado Prinn por los esbirros de la Inquisición, nadie vio las criaturas que había tenido a su servicio. Antes de destruir el sepulcro donde había morado, los soldados lo registraron a fondo, y no encontraron nada. Seres sobrenaturales, instrumentos extraños, pócimas… todo había desaparecido de la manera más misteriosa. Hicieron un minuciosos reconocimiento del bosque prohibido, pero sin resultado. Sin embargo, antes de que terminara el proceso de Prinn, saltó sangre fresca en los altares, y también en el potro de tormento. Pero ni con las más atroces torturas lograron romper su silencio. Por último, cansados de interrogar, arrojaron al viejo hechicero a una mazmorra. Y fue durante su prisión, mientras aguardaba la sentencia, cuando escribió ese texto morboso y horrible, De Vermis Mysteriis, conocido hoy por los “Misterios del Gusano”. Nadie se explica cómo pudo lograrlo sin que los guardianes lo sorprendieran; pero un año después de su muerte, el texto fue impreso en Colonia. Inmediatamente después de su aparición, el libro fue prohibido. Pero ya se habían distribuido algunos ejemplares, de los que se sacaron copias en secreto. Más adelante, se hizo una nueva edición, censurada y expurgada, de suerte que únicamente se considera auténtico el texto original latino. A lo largo de los siglos, han sido muy pocos los que han tenido acceso a la sabiduría que encierra este libro. Los secretos del viejo mago sólo son conocidos hoy por algunos iniciados, quienes, por razones muy concretas, se oponen a todo intento de propagarlos.

Esto era, en resumen, lo que sabía del libro que había venido a parar a mis manos. Aun como mero coleccionista, el libro representaba un hallazgo fenomenal; pero, desgraciadamente, no podía juzgar su contenido, porque estaba en latín. Como sólo conozco unas cuantas palabras sueltas de esa lengua, al abrir sus páginas mohosas me tropecé con un obstáculo insuperable. Era exasperante poseer aquel tesoro de saber oculto, y no tener la clave para desentrañarlo.

Por un momento, me sentí desesperado. No me seducía la idea de poner un texto de semejante naturaleza en manos de un latinista de la localidad. Más tarde tuve una inspiración. ¿Por qué no coger el libro y visitar a mi amigo para solicitar ayuda? Él era un erudito, leía en su idioma a los clásicos, y probablemente las espantosas revelaciones de Prinn le impresionarían menos que a otros. Sin pensarlo más le escribí apresuradamente y muy poco después recibí su contestación. Estaba encantado en ayudarme. Por encima de todo, debía ir inmediatamente.

Providence es un pueblo agradable. La casa de mi amigo era antigua, de un estilo georgiano bastante caro. La planta baja era una maravilla de ambiente colonial. El piso alto, sombreado por las dos vertientes del tejado e iluminado por una amplia ventana, servía de estudio a mi anfitrión. Allí reflexionamos durante la espantosa y memorable noche del pasado abril, junto a la gran ventana abierta a la mar azulada. Era una noche sin luna, una noche lívida en que la niebla llenaba la vacía oscuridad de sombras aladas. Todavía puedo imaginar con nitidez la escena: la pequeña habitación iluminada por la luz de la lámpara, la mesa grande, las sillas de alto respaldo… Los libros tapizaban las paredes, los manuscritos se apilaban aparte, en archivadores especiales. Mi amigo y yo estábamos sentados junto a la mesa, ante el misterioso volumen. El delgado perfil de mi amigo proyectaba una sombra inquieta en la pared, y su semblante de cera adoptaba, a la luz mortecina una apariencia furtiva. En el ambiente flotaba como el presagio de una portentosa revelación. Yo sentía la presencia de unos secretos que acaso no tardarían en revelarse. Mi compañero era sensible también a esta atmósfera expectante. Los largos años de soledad habían agudizado su intuición hasta un extremo inconcebible. No era el frío lo que le hacía temblar en su butaca, ni era la fiebre la que hacía llamear sus ojos con un fulgor de piedras preciosas. Aun antes de abrir aquel libro maldito, sabía que encerraba una maldición. El olor a moho que desprendían sus páginas antiguas traía consigo un vaho que parecía brotar de la tumba. Sus hojas descoloridas estaban carcomidas por los bordes. Su encuadernación de cuero estaba roída por las ratas, acaso por unas ratas cuyo alimento habitual fuera singularmente horrible.

Aquella noche había contado a mi amigo la historia del libro, y lo había desempaquetado en su presencia. Al principio parecía deseoso, ansioso diría yo, por empezar enseguida su traducción. Ahora, en cambio, vacilaba. Insistía en que no era prudente leerlo. Era un libro de ciencia maligna. ¿Quién sabe qué conocimientos demoníacos se ocultaban en sus páginas, o qué males podían sobrevenir al intruso que se atreviese a profanar sus secretos? No era conveniente saber demasiado. Muchos hombres habían muerto por practicar la ciencia corrompida que contenían esas páginas. Me rogó que abandonara mi investigación, ahora que no lo había leído aún, y que tratara de inspirarme en fuentes más saludables. Fui un necio. Rechacé precipitadamente sus objeciones con palabras vanas y sin sentido. Yo no tenía miedo. Podríamos echar al menos una mirada al contenido de nuestro tesoro. Comencé a pasar hojas. El resultado fue decepcionante. Su aspecto era el de un libro antiguo y corriente de hojas amarillentas y medio deshechas, impreso en gruesos caracteres latinos… y nada más, ninguna ilustración, ningún grabado alarmante. Mi amigo no pudo resistir la tentación de saborear semejante rareza bibliográfica. Al cabo de un momento, se levantó para echar una ojeada al texto por encima de mi hombro; luego, con creciente interés, empezó a leer en voz baja algunas frases en latín. Por último, vencido ya por el entusiasmo, me arrebató el precioso volumen, se sentó junto a la ventana y se puso a leer pasajes al azar. De cuando en cuando, los traducía al inglés.

Sus ojos relampagueaban con un brillo salvaje. Su perfil cadavérico expresaba una concentración total en los viejos caracteres que cubrían las páginas del libro. Cuando traducía en voz alta, las frases retumbaban como una letanía del diablo; luego, su voz se debilitaba hasta convertirse en un siseo de víbora. Yo tan sólo comprendía algunas frases sueltas porque, en su ensimismamiento, parecía haberse olvidado de mí. Estaba leyendo algo referente a hechizos y encantamientos. Recuerdo que el texto aludía a ciertos dioses de la adivinación, tales como el Padre Yig, Han el Oscuro y Byatis, cuya barba estaba formada de serpientes. Yo temblaba, ya conocía esos nombres terribles. Pero más habría temblado, si hubiera llegado a saber lo que estaba a punto de ocurrir. Y no tardó en suceder. De repente, mi amigo se volvió hacia mí, preso de una gran agitación. Con voz chillona y excitada me preguntó si recordaba las leyendas sobre las hechicerías de Prinn, y los relatos sobre servidores invisibles que había hecho venir desde las estrellas. Dije que sí, pero sin comprender la causa de su repentino frenesí. Entonces me explicó el motivo de su agitación. En el libro, en un capítulo que trataba de los demonios familiares,había encontrado una especie de plegaria o conjuro que tal vez fuera el que Prinn había empleado para traer a sus invisibles servidores desde los espacios ultraterrestres. Ahora lo iba a escuchar, él me lo leería. Yo permanecí sentado como un tonto, ignorante de lo que iba a pasar. ¿Por qué no gritaría entonces, por qué no trataría de escapar o de arrancarle de las manos aquel códice monstruoso? Pero yo no sabía nada, y me quedé sentado adonde estaba, mientras mi amigo, con voz quebrada por la violenta excitación, leía una larga y sonora invocación:

Tibi, Magnum Innominandum, signa stellarum
nigrarum et bufaniformis Sadoquae sigillum…

El ritual siguió adelante; las palabras se alzaron como aves nocturnas de terror y muerte; temblaron como llamas en el aire tenebroso y contagiaron su fuego letal a mi cerebro. Los acentos atronadores de mi amigo producían un eco infinito, más allá de las estrellas más remotas. Era como si su voz, a través de enormes puertas primordiales, alcanzara regiones exteriores a toda dimensión en busca de su oyente, y lo llamara a la tierra. ¿Era todo una ilusión? No me paré a reflexionar. Y aquella llamada, proferida de manera casual, obtuvo respuesta. Apenas se había apagado la voz de mi amigo en nuestra habitación, cuando sobrevino el terror. El cuarto se tornó frío. Por la ventana entró aullando un viento repentino que no era de este mundo. En él cabalgaba como un plañido, como una nota perversa y lejana; al oírla, el semblante de mi amigo se convirtió en una pálida máscara de terror. Luego, las paredes crujieron y las hojas de la ventana se combaron ante mis ojos atónitos. Desde la nada que se abría más allá de la ventana, llegó un súbito estallido de lúbrica brisa, unas carcajadas histéricas, que parecían producto de la más completa locura. Aquellas carcajadas que no profería boca alguna alcanzaron la última quintaesencia del horror.

Lo demás ocurrió a una velocidad pasmosa. Mi amigo se lanzó hacia la ventana y comenzó a gritar, manoteando como si quisiera zafarse del vacío. A la luz de la lámpara vi sus rasgos contraídos en una mueca de loca agonía. Un momento después, su cuerpo se levantó del suelo y comenzó a doblarse hacia atrás, en el aire, hasta un grado imposible. Inmediatamente, sus huesos se rompieron con un chasquido horrible y su figura quedó colgando en el vacío. Tenía los ojos vidriosos, y sus manos se crispaban compulsivamente como si quisiera agarrar algo que yo no veía. Una vez más, se oyó aquella risa vesánica, ¡pero ahora provenía de dentro de la habitación!

Las estrellas oscilaban en roja angustia, el viento frío silbaba estridente en mis oídos. Me encogí en mi silla, con los ojos clavados en aquella escena aterradora que se desarrollaba ante mí. Mi amigo empezó a gritar. Sus alaridos se mezclaban con aquella risa perversa que surgía del aire. Su cuerpo combado, suspendido en el espacio, se dobló nuevamente hacia atrás, mientras la sangre brotaba de su cuello desgarrado como agua roja de un surtidor.

Aquella sangre no llegó a tocar el suelo. Se detuvo en el aire, y cesó la risa, que se convirtió en un gorgoteo nauseabundo. Dominado por en vértigo del horror, lo comprendí todo. ¡La sangre estaba alimentando a un ser invisible del más allá! ¿Qué entidad del espacio había sido invocada tan repentina e inconscientemente? ¿Qué era aquél monstruoso vampiro que yo no podía ver?

Después, aún tuvo lugar una espantosa metamorfosis. El cuerpo de mi compañero se encogió, marchito ya y sin vida. Por último, cayó en el suelo y quedó horriblemente inmóvil. Pero en el aire de la estancia sucedió algo pavoroso. Junto a la ventana, en el rincón, se hizo visible un resplandor rojizo… sangriento. Muy despacio, pero en forma continua, la silueta de la Presencia fue perfilándose cada vez más, a medida que la sangre iba llenando la trama de la invisible entidad de las estrellas. Era una inmensidad de gelatina palpitante, húmeda y roja, una burbuja escarlata con miles de apéndices, unas bocas que se abrían y cerraban con horrible codicia… Era una cosa hinchada y obscena, un bulto sin cabeza, sin rostro, sin ojos, una especie de buche ávido, dotado de garras, que había brotado del cielo estelar. La sangre humana con la que se había nutrido revelaba ahora los contornos del comensal. No era espectáculo para presenciarlo un humano.

Afortunadamente para mi equilibrio mental, aquella criatura no se demoró ante mis ojos. Con un desprecio total por el cadáver fláccido que yacía en el suelo, asió el espantoso libro con un tentáculo viscoso y retorcido, y se dirigió a la ventana con rapidez. Allí, comprimió su tembloroso cuerpo de gelatina a través de la abertura. Desapareció, y oí su risa burlesca y lejana, arrastrada por las ráfagas del viento, mientras regresaba a los abismos de donde había venido.

Eso fue todo. Me quedé solo en la habitación, ante el cuerpo roto y sin vida de mi amigo. El libro había desaparecido. En la pared había huellas de sangre y abundantes salpicaduras en el suelo. El rostro de mi amigo era una calavera ensangrentada vuelta hacia las estrellas.

Permanecí largo rato sentado en silencio, antes de prenderle fuego a la habitación. Después, me marché. Me reí, porque sabía que las llamas destruirían toda huella de lo ocurrido. Yo había llegado aquella misma tarde. Nadie me conocía ni me había visto llegar. Tampoco me vio nadie partir, ya que huí antes de que las llamas empezaran a propagarse. Anduve horas y horas, sin rumbo, por las torcillas calles, sacudido por una risa idiota, cada vez que divisaba las estrellas inflamadas, cruelmente jubilosas, que me miraban furtivamente a través de los desgarrones de la niebla fantasmal.

Al cabo de varias horas, me sentí lo bastante calmado para tomar el tren. Durante el largo viaje de regreso, estuve tranquilo, y lo he estado igualmente ahora, mientras escribía esta relación de los hechos. Tampoco me alteré cuando leí en la prensa la noticia de que mi amigo había fallecido en un incendio que destruyó su vivienda.

Solamente a veces, por la noche, cuando brillan las estrellas, los sueños vuelven a conducirme hacia un gigantesco laberinto de horror y locura. Entonces tomo drogas, en un vano intento por disipar los recuerdos que me asaltan mientras duermo. Pero esto tampoco me preocupa demasiado, porque sé que no permaneceré mucho tiempo aquí.

Tengo la certeza de que veré, una vez más, aquella temblorosa entidad de las estrellas. Estoy convencido de que pronto volverá para llevarme a esa negrura que es hoy morada de mi amigo. A veces deseo vivamente que llegue ese día, porque entonces aprenderé yo también, de una vez para siempre, los Misterios del Gusano.

 


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Junio 28, 2020


 

LO MÁS VISTO DE LA SEMANA ☺ Junio 28, 2020

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Las noticias más leídas en PrisioneroEnArgentina.com. Las más comentadas, las más polémicas. De que está la gente hablando…

REINICIO Junio 22, 2020 00.00 HORAS 
HORA DE CONTROL Junio 28, 2020 23.23 HORAS

 


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Junio 28, 2020


 

Fordlandia

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En lo profundo de la selva amazónica de Brasil se encuentran los restos en ruinas de lo que parece una ciudad industrial. Una de las primeras cosas que verá al entrar es una torre de agua con un logotipo Ford descolorido.

Esto se debe a que hace casi un siglo, el fundador de Ford Motor Company, Henry Ford, convirtió ese espacio de tierra no solo en una operación comercial sino también en una especie de experimento social.

Así es como se fundó Fordlandia, la ciudad utópica y ciudad industrial de Ford.

En 1927, Henry Ford compró una pieza del Amazonas del tamaño de Connecticut y construyó una auténtica ciudad estadounidense en la selva brasileña, completa con luces eléctricas y tuberías de interior.

En la concepción de Ford, Fordlandia sería una fuente independiente de materias primas para su floreciente imperio de automóviles, y una forma de preservar la desaparición de los Estados Unidos de su infancia en Michigan. Su enorme riqueza y fuerza de voluntad le permitieron brevemente establecer una utopía en la jungla, completa con campos de golf, heladerías, cines y victrolas. Pero esto fue sucedido por burdeles, bares y enfermedades. 

Fue un visionario y uno de los capitalistas más famosos de toda la historia. Introdujo el automóvil al mundo y creó la línea de producción moderna. En el momento de su muerte en 1947, Henry Ford poseía una fortuna de casi $ 200 mil millones en dólares de hoy. Era un ícono y un hombre de negocios muy exitoso.

Excepto cuando falló. Y en ese 1927 lanzó un proyecto que fracasó a lo grande. 

Es una ciudad ubicada en la selva amazónica de Brasil. Lo creas o no, la ciudad todavía está allí, pero en absoluto como se planeó. Fordlândia (pegadizo, ¿verdad?) Fue establecido por el fabricante de automóviles para que pudiera tener una fuente confiable de una materia prima muy crítica: el caucho. En 1928, había (o al menos eso parecía) un suministro interminable de árboles de caucho en la selva amazónica y bueno, ¿quién se preocupaba por el medio ambiente en ese momento de todos modos, verdad?

El acuerdo parecía una buena idea en ese momento. Los recursos eran abundantes, la mano de obra era barata. El gobierno brasileño estaba feliz de otorgar una concesión por una reducción de las ganancias. La esperanza era construir una comunidad de 10,000 trabajadores que pudieran disfrutar del alto nivel de vida, como lo hacían los estadounidenses, mientras producían caucho para las fábricas de Ford en casa.

Falló a lo grande. ¿Por qué?

Los trabajadores que construyeron la ciudad fueron atacados por la fiebre amarilla y la malaria. El transporte solo era posible por un río cercano porque no había carreteras. Los gerentes, que sabían poco sobre la agricultura tropical, plantaron incorrectamente cultivos que luego fueron acosados ​​por enfermedades e insectos. Peor aún, los trabajadores locales se vieron obligados a comer comida estadounidense desconocida, usar credenciales de identificación, soportar largas horas al sol, vivir en viviendas de estilo estadounidense y, curiosamente, no les agradaba De hecho, no les gustaron tanto los arreglos que estallaron varios disturbios después de unos pocos años.

Irónicamente, toda la aventura resultó ser una pérdida de tiempo: para 1945 el caucho sintético evitaría la necesidad de caucho natural. El nieto de Ford vendió la propiedad al gobierno brasileño seis años después de su fundación por una pérdida de alrededor de $ 200 millones en dólares de hoy.

Una mala decisión comercial, ¿verdad?

Pero esta es la cuestión: incluso los grandes capitalistas toman malas decisiones comerciales. “Nueva Coca-Cola” o “Newton” de Apple o Betamax de Sony. Las malas decisiones comerciales son parte del mundo de los negocios. Pero hay algo en tomar malas decisiones que separa a los empresarios exitosos como Henry Ford de todos los demás. Esa sola decisión no mata a su empresa.

La pérdida de Fordlândia definitivamente lastimó el orgullo de Ford más que su bolsillo porque, como se mencionó anteriormente, él descansaba personalmente en una fortuna que valía más de 10 veces esa cantidad, mientras que la Ford Motor Company estaba en medio de un auge de ganancias de posguerra.

Claro, Ford perdió dinero. Pero no perdió su fortuna. Hizo lo que hacen los empresarios inteligentes. Se arriesgó, un gran riesgo, pero ciertamente no interpretó la vida en las granjas. 

 


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Junio 28, 2020


 

Cae John Wayne

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En el último movimiento para cambiar los nombres de lugares a la luz de la historia racial de los EE. UU., los líderes del Partido Demócrata del Condado de Orange en California están presionando para que el nombre, la estatua y otras imágenes de la leyenda del cine, John Wayne, sean retiradas del aeropuerto del condado debido a sus comentarios racistas e intolerantes.

Los funcionarios californianos aprobaron una resolución de emergencia que condena las “declaraciones racistas e intolerantes” de Wayne hechas en una entrevista de 1971 y están pidiendo a la Junta de Supervisores del Condado de Orange que retire su nombre, estatua y otras semejanzas del aeropuerto internacional.

La resolución solicitó a la junta “restaurar su nombre original: Aeropuerto del Condado de Orange”.

“Se han realizado esfuerzos en el pasado para lograr esto y ahora estamos poniendo nuestro nombre y nuestro respaldo en esto para asegurarnos de que haya un cambio de nombre”, dijo Ada Briceño, presidenta del Partido Demócrata del condado Orange.

Según quienes elaboraron la resolución, el esfuerzo por expulsar a John Wayne, un residente de larga data del Condado de Orange que murió en 1979, es parte de “un movimiento nacional para eliminar los símbolos y nombres de la supremacía blanca remodelando las instituciones, monumentos y empresas estadounidenses , organizaciones sin fines de lucro, ligas deportivas y equipos “.

En una entrevista de la revista Playboy de 1971, Wayne hace declaraciones intolerantes contra los negros, los nativos americanos y la comunidad LGBTQ.

Él dijo: “Creo en la supremacía blanca hasta que los negros sean educados hasta un punto de responsabilidad. No creo en dar autoridad y posiciones de liderazgo y juicio a personas irresponsables “.

Wayne también dijo que aunque no toleraba la esclavitud, “no me siento culpable por el hecho de que hace cinco o diez generaciones estas personas eran esclavas“.

El actor dijo que no sentía remordimiento por la subyugación de los nativos americanos.

“No creo que hayamos hecho mal en quitarles este gran país. …  el supuesto robo de este país fue solo una cuestión de supervivencia “, dijo. “Había un gran número de personas que necesitaban tierra nueva, y los indios estaban tratando egoístamente de quedarse con ella”.

Wayne también llamó pervertidas a películas como “Easy Rider” y “Midnight Cowboy”, y usó un insulto gay para referirse a los dos personajes principales de esta última película.

El Supervisor del Condado de Orange, Don Wagner, dijo que acababa de enterarse de la resolución demócrata y que desconocía su redacción o mérito.

 


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Junio 28, 2020


 

Miguel Bose vs. Bill Gates, George Soros, el 5G y las vacunas

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Miguel Bosé es uno de los artistas más conocidos de España que más ha criticado al Gobierno por su gestión de la pandemia. El caso es que el cantante vuelve a ser noticia porque insiste en su ataque, aunque en esta ocasión no tiene nada que ver con Pedro Sánchez.

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Bosé
Bill Gates
Melinda Gates
Soros
Sánchez
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Hace unas semanas Bosé destacaba en las redes sociales que GAVI (Alianza Global de Vacunación e Inmunización), en una iniciativa impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef o bien la Fundación Bill y Melinda Gates, es responsable de vacunas fallidas que han causado miles de víctimas en todo el mundo. Además criticaba las millonarias donaciones que España ha realizado a GAVI.

Días antes el artista había destacado que las vacunas futuras iban a portar microchips o nanobots para conseguir información de toda la población mundial, “con el fin solo de controlarla”. También culpaba al 5G como la otra clave para “convertirnos en pvejas”. Desde luego, GAVI y Gates son el eje del complot que denuncia, pues siempre deja algún ataque contra el magnate.

Ayer le otorgaron el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional a GAVI, y eso no le ha gustado nada a Don Miguel, que le ha dado un palo al Gobierno y a Gates. “VERGÜENZA!!!!! VERGÜENZA!!!!! VERGÜENZA!!!! GOBIERNO PELELE DE SOROS Y GATES!!!! VERGÜENZA!!”, ha dicho Bosé en las redes, indignado con la concesión del premio, que según el artista entrega el Gobierno de España. Si bien el Gobierno español no tiene nada que ver con la concesión de este galardón, el cantautor de ‘Amante bandido’ tiene sus sospechas.

El artista acusa al matrimonio de Bill y Melinda Gates, titulares de la fundación filantrópica en salud y educación más grande del mundo, de ser “especialistas en vacunas fallidas que tantas víctimas han causado alrededor del mundo”. De hecho, el cantante asegura que, por esta razón, India les ha expulsado y denunciado y Kenia ha destapado sus atrocidades, algo negado por las autoridades de ambos países. 

Bosé también habla sobre un proyecto de vacunas que portasen micro chips o nano bots de Gates y vincula esto al desarrollo de las redes de telecomunicaciones 5G, que bajo su punto de vista es clave en esta operación de dominio global y que hará que los ciudadanos sean “borregos a su merced y necesidades”. “Pedro Sánchez ‘El Salvador’, en nombre del Gobierno de todos los españoles, acaba de hacerse cómplice de éste plan macabro y supremacista”, añade Bosé, que termina su mensaje con la declaración: “Yo digo no a la vacuna, no al 5G, no a la alianza España/Bill Gates”.

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GAVI no es una empresa farmacéutica, sino una alianza público-privada que promueve la vacunación; y no es propiedad de la Fundación Bill & Melinda Gates, aunque esta organización es uno de sus impulsores junto a agencias de Naciones Unidas y Banco Mundial, entre otros socios internacionales. Tampoco hay pruebas científicas que demuestren que las redes de 5G han ayudado a propagar el coronavirus, ni de que las vacunas tengan peligrosos efectos secundarios o sean solo un instrumento para que las farmacéuticas hagan negocio.

 

 

Fuentes: EpiInternational . Opciones mortales: cómo el movimiento antivacunas nos amenaza a todos de Dr. Paul Offitt . Los falsos profetas del autismo: mala ciencia, curanderos, charlatanes y la búsqueda de una cura de Bob May


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Junio 28, 2020


 

Reemplazo de Estatuas: ¿Sale Colón y entra Marsha P. Johnson?

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Casi tres mil personas dicen que quieren quitar una estatua de Cristóbal Colón en Elizabeth, Nueva Jersey. Pero eso no es todo: quieren reemplazarlo con uno de Marsha P. Johnson, un tributo que dicen que ha tardado mucho tiempo en llegar.

Marsha P. Johnson era una activista transgénero de liberación gay estadounidense y autodenominada drag queen. Conocida como una defensora de los derechos de los homosexuales. Nació: 24 de agosto de 1945, Elizabeth, NJ. Murió: 6 de julio de 1992, Nueva York, NY

Jhonson
Colón

“Siempre dije que Marsha era más reconocida en la ciudad de Nueva York y en todo el mundo que en su propia ciudad”, dice su sobrino, Al Michaels.

Johnson, una pionera en activismo de derechos humanos y una de las figuras centrales en el movimiento de liberación gay de la ciudad de Nueva York desde la década de 1960 hasta la década de 1980, nació y creció en Elizabeth y se fue en su adolescencia con solo unos pocos dólares en su bolsillo.

Ella deja atrás un legado de amabilidad y perseverancia. A pesar de la gran cantidad de desafíos que tuvo que superar como una persona negra y transgénero, quienes la conocieron dicen que Johnson se definió por la confianza en quién era, la compasión y el cuidado que mostraba a los demás y su personalidad vibrante, que a menudo se traduce en tocados coloridos. y atuendos elegantes.

El año pasado, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, anunció que la ciudad conmemoraría el trabajo de Johnson y su amiga y activista Sylvia Rivera con estatuas en Greenwich Village. Su monumento será uno de los primeros en el mundo en honrar a las personas transgénero, dijo la oficina del alcalde.

 


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Junio 28, 2020


 

Estados Unidos podría tener a su primera vice presidente gay

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La senadora Tammy Baldwin, demócrata de Wisconsin, confirmó que serviría como compañera de fórmula de Joe Biden si el supuesto candidato presidencial demócrata le pfreciera la vice presidencia.

Durante la aparición de Baldwin en el programa “The View” de ABC, la co-presentadora Whoopi Goldberg señaló que “están circulando rumores” de que Baldwin “ha sido entrevistada en profundidad” para ser la elección vicepresidencial de Biden.

“¿Lo tomarías si te lo ofrecieran? ¿Te asusta en absoluto? Goldberg preguntó.

Baldwin
Biden
Goldberg

Baldwin se apresuró a responder definitivamente una pregunta que la siguió durante meses: “Si él me pidiera que fuera su compañera de fórmula, ciertamente lo haría”.

De ser seleccionado, Baldwin sería la primera candidata a la vicepresidencia abiertamente homosexual.

Reflexionando sobre el Mes del Orgullo LGBTQ, que se celebra en junio, Baldwin relató su larga carrera como una pionera oficial electa abiertamente lesbiana. Salió del closet en 1986 cuando ganó su primera elección para servir en la Junta de Supervisores del Condado de Dane en Wisconsin a la edad de 24 años. Baldwin más tarde sirvió en la Asamblea de Wisconsin y representó a Madison, su lugar de nacimiento.

Cuando fue elegida para la Cámara de Representantes de los EE. UU. en 1999, fue la primera mujer miembro del Congreso de Wisconsin y la primera no dominante abiertamente gay elegida para la Cámara. Cuando Baldwin ganó un escaño en el Senado en 2012, también se convirtió en la primera miembro gay de ese cuerpo.

“Siempre he tratado de no hacer historia, sino de hacer una diferencia”, dijo Baldwin al reflexionar sobre su serie de victorias históricas. También señaló que aquellos que la votaron “entienden que estoy allí luchando por ellos en los temas que nos concierne a todos “.

 


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Junio 28, 2020


 

¿ESTAMOS ESTANCADOS? ¿O EL AISLAMIENTO SOCIAL NOS JUSTIFICA?

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 Por CLAUDIO VALERIO

El Papa Francisco está repitiendo que los miedos, las dudas, la falta de audacia… pueden impedir de raíz impulsar la renovación que necesita hoy la Iglesia. En su Exhortación La alegría del Evangelio llega a decir que, si quedamos paralizados por el miedo, una vez más podemos quedarnos simplemente en «espectadores de un estancamiento infecundo».

Sus palabras hacen pensar. ¿Qué podemos percibir entre nosotros? ¿Nos estamos movilizando para reavivar la fe de nuestras comunidades cristianas o seguimos instalados en ese «estancamiento infecundo» del que habla Francisco? ¿Dónde podemos encontrar fuerzas para reaccionar?

Hay un hecho innegable. La gente se está alejando de manera imparable de la práctica dominical, porque no encuentra en nuestras  celebraciones el clima, la palabra clara, el rito expresivo, la acogida estimulante que necesita para alimentar su fe débil y vacilante.

https://pixabay.com/es/illustrations/aislamiento-separaci%C3%B3n-desconexi%C3%B3n-5182353/

Sin duda, todos nos hemos de preguntar qué estamos haciendo para que la fe sea, «centro y cumbre de toda la vida cristiana». ¿Cómo es que permanecemos tan callados e inmóviles ente esta jerarquía? ¿Por qué nosotros, creyentes, no manifestamos nuestra preocupación y nuestro dolor con más fuerza?

Una de las grandes aportaciones del Concilio Vaticano II fue impulsar el paso desde la «misa», entendida como una obligación individual para cumplir un precepto sagrado, a la «fe» vivida como celebración gozosa de toda la comunidad para alimentarla, crecer en fraternidad y reavivar la esperanza.

El problema es grave. ¿Hemos de seguir «estancados» en un modo de celebración tan poco atractivo para los hombres y mujeres de hoy? ¿Es esta actitud nuestra, que se viene repitiendo desde hace años, la que mejor puede ayudarnos a actualizar nuestra vida en donde se concentra de modo admirable el núcleo de nuestra fe?… pensemos en aquellas cosas que nos empequeñecen nuestras cabezas y pensamientos. Veamos, con frecuencia celosa, los pasos que damos día a día hacia nuestra libertad e individualización, y temamos a vernos empequeñecidos y superados por la mediocridad.

 

Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.

Claudio Valerio

 


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Junio 28, 2020


 

Rashomon

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 Por Ryunosuke Akutagawa


Era un frío atardecer. Bajo Rashomon, el sirviente de un samurai esperaba que cesara la lluvia. No había nadie en el amplio portal. Sólo un grillo se posaba en una gruesa columna, cuya laca carmesí estaba resquebrajada en algunas partes. Situado Rashomon en la Avenida Sujaltu, era de suponer que algunas personas, como ciertas damas con el ichimegasa o nobles con el momiebosh, podrían guarecerse allí; pero al parecer no había nadie fuera del sirviente. Y era explicable, ya que en los últimos dos o tres años la ciudad de Kyoto había sufrido una larga serie de calamidades: terremotos, tifones, incendios y carestías la habían llevado a una completa desolación. Dicen los antiguos textos que la gente llegó a destruir las imágenes budistas y otros objetos del culto, y esos trozos de madera, laqueada y adornada con hojas de oro y plata, se vendían en las calles como leña. Ante semejante situación, resultaba natural que nadie se ocupara de restaurar Rashomon. Aprovechando la devastación del edificio, los zorros y otros animales instalaron sus madrigueras entre las ruinas; por su parte ladrones y malhechores no lo desdeñaron como refugio, hasta que finalmente se lo vio convertido en depósito de cadáveres anónimos. Nadie se acercaba por los alrededores al anochecer, más que nada por su aspecto sombrío y desolado.

En cambio, los cuervos acudían en bandadas desde los más remotos lugares. Durante el día, volaban en círculo alrededor de la torre, y en el cielo enrojecido del atardecer sus siluetas se dispersaban como granos de sésamo antes de caer sobre los cadáveres abandonados.

Pero ese día no se veía ningún cuervo, tal vez por ser demasiado tarde. En la escalera de piedra, que se derrumbaba a trechos y entre cuyas grietas crecía la hierba, podían verse los blancos excrementos de estas aves. El sirviente vestía un gastado kimono azul, y sentado en el último de los siete escalones contemplaba distraídamente la lluvia, mientras concentraba su atención en el grano de la mejilla derecha.

Como decía, el sirviente estaba esperando que cesara la lluvia; pero de cualquier manera no tenía ninguna idea precisa de lo que haría después. En circunstancias normales, lo natural habría sido volver a casa de su amo; pero unos días antes éste lo había despedido, no obstante los largos años que había estado a su servicio. El suyo era uno de los tantos problemas surgidos del precipitado derrumbe de la prosperidad de Kyoto.

Por eso, quizás, hubiera sido mejor aclarar: “el sirviente espera en el portal sin saber qué hacer, ya que no tiene adónde ir”. Es cierto que, por otra parte, el tiempo oscuro y tormentoso había deprimido notablemente el sentimentalismo de este sirviente de la época Heian.

Habiendo comenzado a llover a mediodía, todavía continuaba después del atardecer. Perdido en un mar de pensamientos incoherentes, buscando algo que le permitiera vivir desde el día siguiente y la manera de obrar frente a ese inexorable destino que tanto lo deprimía, el sirviente escuchaba, abstraído, el ruido de la lluvia sobre la Avenida Sujaku.

La lluvia parecía recoger su ímpetu desde lejos, para descargarlo estrepitosamente sobre Rashomon, como envolviéndolo. Alzando la vista, en el cielo oscuro se veía una pesada nube suspendida en el borde de una teja inclinada.

“Para escapar a esta maldita suerte -pensó el sirviente- no puedo esperar a elegir un medio, ni bueno ni malo, pues si empezara a pensar sin duda me moriría de hambre en medio del camino o en alguna zanja; luego me traerían aquí, a esta torre, dejándome tirado como a un perro. Pero si no elijo…”

Su pensamiento, tras mucho rondar la misma idea, había llegado por fin a este punto. Pero ese “si no elijo…” quedó fijo en su mente. Aparentemente estaba dispuesto a emplear cualquier medio; pero al decir “si no…” demostró no tener el valor suficiente para confesarse rotundamente: “no me queda otro remedio que convertirme en ladrón”.

Lanzó un fuerte estornudo y se levantó con lentitud. El frío anochecer de Kyoto hacía aflorar el calor del fuego. El viento, en la penumbra, gemía entre los pilares. El grillo que se posaba en la gruesa columna había desaparecido.

Con la cabeza metida entre los hombros paseó la mirada en torno del edificio; luego levantó las hombreras del kimono azul que llevaba sobre una delgada ropa interior. Se decidió por fin a pasar la noche en algún lugar que le permitiera guarecerse de la lluvia y del viento, en donde nadie lo molestara.

El sirviente descubrió otra escalera ancha, también laqueada, que parecía conducir a la torre. Ahí arriba nadie lo podría molestar, excepto los muertos. Cuidando de que no se deslizara su espada de la vaina sujeta a la cintura, el sirviente puso su pie calzado con sandalias sobre el primer peldaño.

Minutos después, en mitad de la amplia escalera que conducía a la torre de Rashomon, un hombre acurrucado como un gato, con la respiración contenida, observaba lo que sucedía más arriba. La luz procedente de la torre brillaba en la mejilla del hombre; una mejilla que bajo la corta barba descubría un grano colorado, purulento. El hombre, es decir el sirviente, había pensado que dentro de la torre sólo hallaría cadáveres; pero subiendo dos o tres escalones notó que había luz, y que alguien la movía de un lado a otro. Lo supo cuando vio su reflejo mortecino, amarillento, oscilando de un modo espectral en el techo cubierto de telarañas. ¿Qué clase de persona encendería esa luz en Rashomon, en una noche de lluvia como aquélla?

Silencioso como un lagarto, el sirviente se arrastró hasta el último peldaño de la empinada escalera. Con el cuerpo encogido todo lo posible y el cuello estirado, observó medrosamente el interior de la torre.

Confirmando los rumores, vio allí algunos cadáveres tirados negligentemente en el suelo. Como la luz de la llama iluminaba escasamente a su alrededor, no pudo distinguir la cantidad; únicamente pudo ver algunos cuerpos vestidos y otros desnudos, de hombres y mujeres. Los hombros, el pecho y otras partes recibían una luz agonizante, que hacía más densa la sombra en los restantes miembros.

Unos con la boca abierta, otros con los brazos extendidos, ninguno daba más señales de vida que un muñeco de barro. Al verlos entregados a ese silencio eterno, el sirviente dudó que hubiesen vivido alguna vez.

El hedor que despedían los cuerpos ya descompuestos le hizo llevar rápidamente la mano a la nariz. Pero un instante después olvidó ese gesto. Una impresión más violenta anuló su olfato al ver que alguien estaba inclinado sobre los cadáveres.

Era una vieja escuálida, canosa y con aspecto de mona, vestida con un kimono de tono ciprés. Sosteniendo con la mano derecha una tea de pino, observaba el rostro de un muerto, que por su larga cabellera parecía una mujer.

Poseído más por el horror que por la curiosidad, el sirviente contuvo la respiración por un instante, sintiendo que se le erizaban los pelos. Mientras observaba aterrado, la vieja colocó su tea entre dos tablas del piso, y sosteniendo con una mano la cabeza que había estado mirando, con la otra comenzó a arrancarle el cabello, uno por uno; parecía desprenderse fácilmente.

A medida que el cabello se iba desprendiendo, cedía gradualmente el miedo del sirviente; pero al mismo tiempo se apoderaba de él un incontenible odio hacia esa vieja. Ese odio -pronto lo comprobó- no iba dirigido sólo contra la vieja, sino contra todo lo que simbolizase “el mal”, por el que ahora sentía vivísima repugnancia. Si en ese instante le hubiera sido dado elegir entre morir de hambre o convertirse en ladrón -el problema que él mismo se había planteado hacía unos instantes- no habría vacilado en elegir la muerte. El odio y la repugnancia ardían en él tan vivamente como la tea que la vieja había clavado en el piso.

Él no sabía por qué aquella vieja robaba cabellos; por consiguiente, no podía juzgar su conducta. Pero a los ojos del sirviente, despojar de las cabelleras a los muertos de Rashomon, y en una noche de tormenta como ésa, cobraba toda la apariencia de un pecado imperdonable. Naturalmente, este nuevo espectáculo le había hecho olvidar que sólo momentos antes él mismo había pensado hacerse ladrón.

Reunió todas sus fuerzas en las piernas, y saltó con agilidad desde su escondite; con la mano en su espada, en una zancada se plantó ante la vieja. Ésta se volvió aterrada, y al ver al hombre retrocedió bruscamente, tambaleándose.

-¡Adónde vas, vieja infeliz! -gritó cerrándole el paso, mientras ella intentaba huir pisoteando los cadáveres.

La suerte estaba echada. Tras un breve forcejeo el hombre tomó a la vieja por el brazo (de puro hueso y piel, más bien parecía una pata de gallina), y retorciéndoselo, la arrojó al suelo con violencia:

-¿Qué estabas haciendo? Contesta, vieja; si no, hablará esto por mí.

Diciendo esto, el sirviente la soltó, desenvainó su espada y puso el brillante metal frente a los ojos de la vieja. Pero ésta guardaba un silencio malicioso, como si fuera muda. Un temblor histérico agitaba sus manos y respiraba con dificultad, con los ojos desorbitadas. Al verla así, el sirviente comprendió que la vieja estaba a su merced. Y al tener conciencia de que una vida estaba librada al azar de su voluntad, todo el odio que había acumulado se desvaneció, para dar lugar a un sentimiento de satisfacción y de orgullo; la satisfacción y el orgullo que se sienten al realizar una acción y obtener la merecida recompensa. Miró el sirviente a la vieja y suavizando algo la voz, le dijo:

-Escucha. No soy ningún funcionario imperial. Soy un viajero que pasaba accidentalmente por este lugar. Por eso no tengo ningún interés en prenderte o en hacer contigo nada en particular. Lo que quiero es saber qué estabas haciendo aquí hace un momento.

La vieja abrió aún más los ojos y clavó su mirada en el hombre; una mirada sarcástica, penetrante, con esos ojos sanguinolentos que suelen tener ciertas aves de rapiña. Luego, como masticando algo, movió los labios, unos labios tan arrugados que casi se confundían con la nariz. La punta de la nuez se movió en la garganta huesuda. De pronto, una voz áspera y jadeante como el graznido de un cuervo llegó a los oídos del sirviente:

-Yo, sacaba los cabellos… sacaba los cabellos… para hacer pelucas…

Ante una respuesta tan simple y mediocre el sirviente se sintió defraudado. La decepción hizo que el odio y la repugnancia lo invadieran nuevamente, pero ahora acompañados por un frío desprecio. La vieja pareció adivinar lo que el sirviente sentía en ese momento y, conservando en la mano los largos cabellos que acababa de arrancar, murmuró con su voz sorda y ronca:

-Ciertamente, arrancar los cabellos a los muertos puede parecerle horrible; pero ninguno de éstos merece ser tratado de mejor modo. Esa mujer, por ejemplo, a quien le saqué estos hermosos cabellos negros, acostumbraba vender carne de víbora desecada en la Barraca de los Guardianes, haciéndola pasar nada menos que por pescado. Los guardianes decían que no conocían pescado más delicioso. No digo que eso estuviese mal pues de otro modo se hubiera muerto de hambre. ¿Qué otra cosa podía hacer? De igual modo podría justificar lo que yo hago ahora. No tengo otro remedio, si quiero seguir viviendo. Si ella llegara a saber lo que le hago, posiblemente me perdonaría.

Mientras tanto el sirviente había guardado su espada, y con la mano izquierda apoyada en la empuñadura, la escuchaba fríamente. La derecha tocaba nerviosamente el grano purulento de la mejilla. Y en tanto la escuchaba, sintió que le nacía cierto coraje, el que le faltara momentos antes bajo el portal. Además, ese coraje crecía en dirección opuesta al sentimiento que lo había dominado en el instante de sorprender a la vieja. El sirviente no sólo dejó de dudar (entre elegir la muerte o convertirse en ladrón) sino que en ese momento el tener que morir de hambre se había convertido para él en una idea absurda, algo por completo ajeno a su entendimiento.

-¿Estás segura de lo que dices? -preguntó en tono malicioso y burlón.

De pronto quitó la mano del grano, avanzó hacia ella y tomándola por el cuello le dijo con rudeza:

-Y bien, no me guardarás rencor si te robo, ¿verdad? Si no lo hago, también yo me moriré de hambre.

Seguidamente, despojó a la vieja de sus ropas, y como ella tratara de impedirlo aferrándosele a las piernas, de un puntapié la arrojó entre los cadáveres. En cinco pasos el sirviente estuvo en la boca de la escalera; y en un abrir y cerrar de ojos, con la amarillenta ropa bajo el brazo, descendió los peldaños hacia la profundidad de la noche.

Un momento después la vieja, que había estado tendida como un muerto más, se incorporó, desnuda. Gruñendo y gimiendo, se arrastró hasta la escalera, a la luz de la antorcha que seguía ardiendo. Asomó la cabeza al oscuro vacío y los cabellos blancos le cayeron sobre la cara.

Abajo, sólo la noche negra y muda.

Adónde fue el sirviente, nadie lo sabe.

 


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Junio 27, 2020


 

LO MÁS VISTO ♣ Junio 27, 2020

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REINICIO Junio 22, 2020 00.00 HORAS 
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Junio 27, 2020


 

Trump reclama a la Corte Suprema que elimine Obamacare en medio de una pandemia, desempleo, recesión y una fuerte temporada de huracanes

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La administración Trump está pidiendo a la Corte Suprema que elimine el programa de salud Obamacare, argumentando que el mandato individual es inconstitucional y que el resto de la ley debe ser revocado con él.

El informe, presentado el jueves en medio de la pandemia de coronavirus, tiene implicaciones importantes para las elecciones presidenciales. Si los jueces están de acuerdo, le costaría a unos 20 millones de estadounidenses su cobertura de seguro y anularía las protecciones para afecciones preexistentes.

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Trump
Obama
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El informe de la administración Trump se produce cuando Estados Unidos ha registrado más de 120,000 muertes por COVID-19, con casi 2.5 millones de casos confirmados. El miércoles, la nación alcanzó un nuevo récord para el total diario más alto de nuevas infecciones reportadas con más de 45,500.

Para los aproximadamente 25 millones de personas que no tienen trabajo (una gran porción debido a las consecuencias laterales del COVID-19) y cobran beneficios por desempleo, los mercados de ACA (Patient Protection and Affordable Care Act, o Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible) y la expansión de Medicaid brindan vías para obtener un seguro médico subsidiado con protección al consumidor.

Si bien Obamacare es un programa de salud muy discutido, sobre todo por su alto valor de cuota mensual (aproximadamente 1,500 dólares para una familia tipo) , es hoy en día el único seguro de salud de casi veinte millones de ciudadanos. 

 


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Junio 27, 2020


 

¿Se puede sacar a China del Consejo de Seguridad de la ONU?

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Muchos están exigiendo este resultado cuando la pandemia de coronavirus comenzó a matar a miles en todo el mundo. Últimamente, la mayoría de los que piden la retirada de China del CSNU son indios, claramente el resultado de la agresión china en la Línea de Control Actual (ALC) en Ladakh.

Un senador estadounidense Ted Yoho, del gobernante Partido Republicano, adoptó la vista a fines de mayo durante una entrevista televisiva en vivo. Cuando un ciudadano estadounidense sugirió que China debería ser responsable de convertir el brote de coronavirus en una pandemia, Ted Yoho dijo: “Eso es música para mi oído”.

Continuó diciendo: “La ONU no tiene autoridad policial, no hay forma de responsabilizar a un miembro y creo que su punto es exactamente lo que debe suceder. Si los miembros del Consejo de Seguridad no cumplen con sus compromisos, no necesitan estar en el Consejo de Seguridad. Esto es algo que hemos hablado con el Secretario Mike Pompeo y otras partes de los departamentos de estado y la administración “.

Pero, ¿puede China ser removida del Consejo de Seguridad de la ONU, siendo uno de los paises más poderosos del mundo?

La Carta de la ONU no concibió tal posibilidad. El Capítulo 5 de la Carta de las Naciones Unidas trata sobre la membresía del Consejo de Seguridad. Habla sobre el procedimiento para seleccionar los 10 miembros no permanentes de la UNSC. India se convirtió recientemente en uno por dos años.

Esto significa que China o cualquier otro miembro permanente puede ser removido, o un nuevo miembro permanente agregado al Consejo de Seguridad solo a través de una enmienda de la Carta de la ONU.

El Capítulo 18 de la Carta de las Naciones Unidas establece el procedimiento para su enmienda. Requiere el consentimiento y la ratificación de dos tercios de los 193 miembros de la Asamblea General. También debe contar con la aprobación de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

Xi Jinping
Yoho

Una lectura combinada de las dos disposiciones hace necesario que China apruebe su propio despido del CSNU.

Teóricamente solo es posible dada su posición, junto con algunos otros titulares de poder de veto, sobre la cuestión de la reforma del Consejo de Seguridad para otorgar escaños a países como India, Alemania y Japón. China definitivamente usará su veto contra cualquier movimiento en su contra.

Sin embargo, existe otra posibilidad: una disposición legal que obligó a Taiwán a ser expulsado y reemplazado por China en 1971. La Asamblea General de la ONU votó a Taiwán, que hasta ese momento estaba representada en el organismo mundial como la República de China.

La guerra civil de China terminó con la derrota del gobierno del Partido Kuomintang en 1949 y la supremacía del Partido Comunista de China, que controla el país incluso hoy. Dos décadas después, la AGNU votó para expulsar a la República de China y admitir la República Popular de China.

Taiwán ocupó un puesto en el Consejo de Seguridad y un veto. Pasó a China.

Según el Artículo 6 del Capítulo dos de la Carta de la ONU, un país miembro puede ser expulsado por una violación persistente de los principios contenidos en la Carta.

El continuo desprecio de China por la soberanía territorial de otros países miembros desde la década de 1950 es un fuerte argumento para una acción punitiva contra el régimen autocrático del país. Pero nunca ha sido considerado por las potencias mundiales.

Sin embargo, a raíz de la pandemia de coronavirus, los dirigentes de varios países, incluidos los miembros del CSNU, como los EE. UU. y el Reino Unido, se han registrado para pedir que se repare la responsabilidad de China por la pérdida de vidas y medios de vida en el planeta. Muchos creen que este podría ser un caso fuerte contra China.

¿Pero… puede suceder esto?

 


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Junio 27, 2020


 

Escándalo sexual de la ONU

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Las Naciones Unidas lanzaron una investigación por un posible caso de conducta sexual inapropiada por parte de uno de sus miembros del personal luego de que un video de un oficial que tenía relaciones sexuales con una mujer en un automóvil oficial se volviera viral. El video, que es de Tel Aviv, Israel, se ha compartido ampliamente en las redes sociales.

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El clip fue filmado desde un edificio situado en una carretera concurrida en Tel Aviv.  El video viral muestra a un hombre sentado en el asiento trasero de un automóvil de la ONU con una mujer con un vestido rojo a horcajadas sobre él.

Mientras el conductor no era visible en el clip, se vio a otro hombre sentado en el asiento delantero.

El vehículo, perfectamente identificado con las siglas de la institución, se pierde entre el tráfico al cabo de aproximadamente dos minutos.

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Según se informa, la Oficina de Supervisión Interna está llevando a cabo una investigación que examina asuntos de mala conducta, fraude y corrupción. Según fuentes, las personas en el video serán identificadas pronto. Agregó que la investigación se inició hace dos días y que el proceso concluirá muy pronto.

Mientras tanto, la ONU sigue desparramando amor (o su mensaje de amor) en el mundo entero. 

 


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Junio 27, 2020