EL CORONAVIRUS EN LA UP 31 CON NOMBRE Y APELLIDO

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LOS JUECES BIEN RESGUARDADOS

Gracias a la colaboración del abogado defensor GONZALO MIÑO, podemos dar la identidad de los cuatro efectivos del Servicio Penitenciario Federal, que cumplían turnos en la Unidad Penitenciaria 31 de Ezeiza, y están afectados por el Coronavirus.

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Allí se encuentran alojados 22  adultos mayores, septuagenarios y octogenarios imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, que componen el grupo etario  de mayor riesgo ante la pandemia.

También  están los 30 “presos Vip” que quedan de las causas de corrupción y el sector que aloja a mujeres.

Mientras esto ocurre, los miembros del poder judicial A BUEN RESGUARDO, la miran de afuera y no hablan, no ven, no escuchan y por supuesto tampoco les importa.

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Pasillo central UP 31, la guardia y el carro de la comida de los prisioneros adultos mayores. (Imagen ilustrativa del año 2016, almacenada fuera de Argentina)
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Ayte My CRISTIAN MAURICIO MONTIEL, encargado del Área de Trato y Tratamiento, en la División Seguridad Interna. Última guardia 05/06/2020.

Adjutor DANTE VIANA, de la División Seguridad Interna 11/06/2020

Ayte de 4ta. BRUNO ZALAZAR, DE LA División Seguridad Interna, 12/06/2020

Ayudante de 5ta. JULIAN VIELMAN de fecha 12/06/2020

 

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Envío y colaboración: DR. GONZALO PABLO MIÑO

 


PrisioneroEnArgentina.com

Junio 27, 2020


 

¿SÓLO TORPEZA ARGENTINA?

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Por Enrique Guillermo Avogadro

“Los populismos del tercer mundo, una caricatura de los totalitarismos, fueron

semi totalitarios escondidos en un marco democrático.

El parlamento siguió funcionando pero subordinado al poder

ejecutivo, y la prensa fue sometida a todo tipo de presiones

Juan José Sebreli

Tras la oscura niebla generada por la pandemia, agravada por cien días de inédito confinamiento (se cumplen hoy), dispuesto en un país que entró en ese complicado escenario arrastrando la generalizada crisis que lo golpea desde hace, al menos, nueve años, el Poder Ejecutivo está modificando violentamente el marco institucional y el tejido socio-económico, ambos bien endebles por cierto, en que vivimos. Si en el mundo entero la cuarentena se ha convertido en el experimento de control social más grave de la historia, aquí adquiere características alucinantes. Apoyado en un comité de “expertos” –que no pueden tener experiencia alguna por tratarse de un nuevo virus, como lo demuestran las muchas diferencias de opinión sobre las medidas preventivas y sobre los tratamientos aplicables en cada país- el Gobierno optó por una medida que producirá más enfermedades y muertes que las que se han evitado pues está destruyendo, en muchos casos en forma terminal, a miles y miles de empresas, las mismas que resultarán imprescindibles en la post-pandemia para una sociedad pauperizada. Mientras otros países tratan de evitar que los emprendedores colapsen con un apoyo monumental y quita de impuestos, en la Argentina se les impide trabajar y producir, y se persigue –hasta con actos de vandalismo- al único sector capaz de generar las esenciales divisas. El Gobierno utiliza el ya injustificable encierro para intentar aplanar otra curva, la de la grave inflación y la consecuente corrida al dólar, fundada precisamente en la inexistencia de moneda, que se acentuará por la brutal emisión actual, que parece no tener límite. La curiosa gestión del Ministro Martín Guzmán en la refinanciación de la deuda externa, que ya nos ha costado unos US$ 10.000 millones adicionales desde diciembre, parece destinada al fracaso. Podría achacarse a una mera torpeza de un profesor nada habituado a negociar con los grandes fondos de inversión, pero, en realidad, se debe a la ideologización que le ha impuesto su maestro, Joseph Stiglitz, que pretende transformar nuestro problema en un leading case para futuras conversaciones entre países deudores y fondos acreedores. El caso Vicentín es otra muestra de esa situación: el Presidente cometió un grave error de derecho al firmar el decreto de intervención transitoria y anunciar el envío de un proyecto de expropiación al H° Aguantadero, y eso quizás podría achacarse a la notable y general impericia que exhibe el gabinete de “científicos, no de CEO’s” (sic) de Alberto Fernández, pero también en este tema la realidad es otra: obedeció a la decisión de Cristina Fernández de hacerse de una participación en el mercado granarlo pero, sobre todo, a su ansia de venganza por el grueso sopapo que le propinó el campo, a través de Julio Cobos, en 2008.

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Gúzman
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Cobos
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Stiglitz
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Alberto Fernández
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Cholakian
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El efecto seguramente no deseado fue que la empresa –cuya existencia era ignorada por la enorme mayoría de la ciudadanía hasta el día anterior al desaguisado presidencial- se convirtió en bandera en la reciente y multitudinaria protesta contra la prepotencia kirchnerista. Eso quizás, sólo quizás, evite otro zarpazo sobre SanCor, que tiene tantos o más problemas. Pero todo ello empalidece frente a la actitud del Ejecutivo de violentar la Constitución y las leyes. El miércoles se dio un caso paradigmático en el Senado, cuando la Vicepresidente que, como tal, ejerce la Presidencia del cuerpo, no sólo modificó arbitrariamente la agenda legislativa, sino que, para obtener la constitución de una comisión investigadora sobre los créditos recibidos por Vicentín durante la gestión macrista, negó a la oposición la palabra y violó el reglamento que exige, para conformarla, el voto afirmativo de dos tercios de los senadores. Por si ello fuera poco, las facultades atribuidas a esa ilegal comisión arrasan con la división constitucional de poderes, puesto que le permite allanar domicilios, disponer la comparecencia compulsiva de testigos, etc., todo reservado a la Justicia. Y no contenta con ello, impuso a Claudio Cholakian, fundador de Justicia Legítima, como Administrador General del Poder Judicial, es decir, quien decide cuánto, cuándo y dónde van los fondos. Podría creerse que se trata de algo intrascendente pero, si se piensa que será quien deberá darle a la Cámara Nacional Electoral, que expuso claramente el problema el miércoles, el dinero necesario para organizar tanto las PASO como las elecciones legislativas generales del año próximo, el tema adquiere una importancia más que singular para el proyecto ladri-populista de perpetuarse en el poder: ¿se invocará la falta de presupuesto para postergar los comicios en épocas de pandemia?, ¿qué métodos se usarán para alterar los resultados, si es que se celebran? Las principales espadas mediáticas del kirchnerismo están anunciando diariamente la voluntad de su jefa de modificar la Constitución para, como dijo el propio Alberto, crear un nuevo “contrato social”, y una sociedad enferma de pánico al contagio podría mirar para otro lado ante ese despropósito y estar dispuesta a tolerar tamaño desquicio. Por ello es imprescindible que tomemos conciencia del rumbo que Fernández está imponiendo al Gobierno; la forma de hacerlo, como expliqué la semana pasada, es constituir en cada pueblo, barrio y ciudad grupos de ciudadanos organizados para hacer frente a todo y cualquier tentativa de terminar con la República, la Constitución y la democracia. Si usted comparte estas ideas, convenza a sus amigos y contactos, físicos y virtuales, de nuclearse para la defensa de todo un sistema de vida en libertad, tan en peligro hoy por los avances del “socialismo del siglo XXI”, que Cristina pretende liderar en Latinoamérica.

 

Bs.As., 27 Jun 20

Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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EL ANÁLISIS SEMANAL DE MARIO SANDOVAL ♣ Junio 27, 2020

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El titular de CasspaFrance.org se refiere a los motivos por los cuales el presidente Alberto Ángel Fernández, abogado y docente en derecho, prefiere apartarse de la Constitución Nacional y, sin empacho, expresar su parcialidad.

 

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PrisioneroEnArgentina.com

Junio 27, 2020


 

RUTA 66

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… y entran en 66 desde las carreteras secundarias tributarias desde

las vías de los vagones y las carreteras rurales en celo, 66 es la carretera madre, la ruta de vuelo.

– John Steinbeck (Las uvas de la Ira)

 

La Ruta 66, conocida por varios nombres a lo largo de los años, incluida la “Carretera Madre”, la “Calle principal de América” ​​y la “Carretera Will Rogers”, sirvió a los viajeros durante más de 50 años, antes de sucumbir totalmente a un nuevo y mejorado sistema interestatal.

Establecida en 1926, las señales de tráfico comenzaron a erigirse al año siguiente, pero pasarían varios años antes de que la carretera de 2.448 millas se pavimentara continuamente desde Chicago a Los Ángeles.

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Atravesando los estados de Illinois, Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California, la carretera se convirtió en una de las más famosas de Estados Unidos.

Durante décadas, este camino histórico sirvió a miles de personas que migraban hacia el oeste, especialmente durante el Dust Bowl (tormentas de polvo durante un período seco) de la angustiante década de 1930.

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La idea de construir una importante ruta a lo largo de varios estados surgió en Oklahoma a mediados de la década de 1920 como una forma de vincularse con ciudades como Chicago y Los Ángeles. El comisionado de carreteras Cyrus S. Avery lo promocionó como una forma de desviar el tráfico de Kansas City, Missouri y Denver. En 1926, la carretera obtuvo su designación oficial como Ruta 66.

Con los años, la carretera experimentó muchas mejoras y realineamientos, cambiando su camino y longitud total, y moviendo su punto final más al oeste, a Santa Mónica, California.

El curso diagonal de la Ruta 66 unía a cientos de comunidades en su mayoría rurales a las ciudades a lo largo de su ruta, permitiendo a los agricultores transportar más fácilmente granos y otros tipos de productos para su distribución. La carretera también fue un salvavidas para la industria de camiones de larga distancia, que en 1930 competía con el ferrocarril por el dominio en el mercado de envíos.

La Ruta 66 fue el escenario de una migración masiva hacia el oeste durante la década de 1930, cuando más de 200,000 personas viajaron desde Dust Bowl a California. John Steinbeck inmortalizó la carretera, a la que llamó “Mother Road”, en su clásica novela de 1939 The Grapes of Wrath (Las Uvas de la Ira)

A partir de la década de 1950, la construcción de un sistema masivo de autopistas interestatales hizo que las carreteras más antiguas se volvieran cada vez más obsoletas, y en 1970, las autopistas modernas de cuatro carriles habían pasado por alto casi todas las secciones de la Ruta 66. En octubre de 1984, la Interestatal 40 suplantó el último tramo original de la ruta 66 en Williams, Arizona, y al año siguiente el camino fue descertificado. Según la Federación Nacional Histórica de la Ruta 66, los conductores aún pueden usar el 85 por ciento de la carretera, y la Ruta 66 se ha convertido en un destino para turistas de todo el mundo.

La ruta 66 fue oficialmente desmantelada en 1985 y los marcadores de carretera conocidos cayeron.

Pero, como se mencioó, no fue el final de este camino histórico. Las nuevas generaciones querían viajar por esta vieja huella, las señales comenzaron a volver a instalarse, y hoy, miles disfrutan de estas vistas antiguas a lo largo de la icónica carretera. Sin embargo, el camino original no está indicado en la mayoría de los mapas de hoy, pero el desarrollo que una vez destruyó la Ruta 66 ahora la apoya mediante el GPS que proporciona descripciones de las muchas ciudades, sitios históricos del Camino Madre, así como tiendas de artículos adicionales, hoteles, restaurantes y demás negocios de la Ruta 66 para aquellos que buscan libros y mapas, postales, regalos y recuerdos de tiempos jóvenes.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Junio 26, 2020


 

GUILLERMO MIZRAJI, SOBRE EL PRESIDENTE ALBERTO FERNÁNDEZ

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EL SILENCIO ES CÓMPLICE DE LA INIQUIDAD

Guillermo Mizraji, abogado, asesor en Derecho Empresario,  Societario y Contratación Domestica e Internacional – Prof. Universitario
Alberto Ángel Fernández, abogado, docente en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y presidente de la Argentina

Me ha llegado este audio donde el profesor y prestigioso abogado GUILLERMO MIZRAJI destaca como el Presidente ALBERTO FERNÁNDEZ viola sistemáticamente la Constitución Nacional. Sus palabras no tienen desperdicio y como el mismo ha pedido que sea virilizado, me tomo la libertad de que esto sea publicado por www.prisioneroenargentina.com. De esta forma sus palabras permanecerán en un sitio fijo a disposición de todos aquellos que las quieran escuchar a través del tiempo. La mejor forma de saber quiénes nos están gobernando y como nos están guiando hacia un estado totalitario.

Es una verdadera lástima que estas publicaciones estén saliendo a flote cuando muchos están viendo que el agua los está tapando. Muy distinto hubiera sido si catedráticos como MIZRAJI hubieran puesto la cara cuando con las mismas violaciones de la Constitución Nacional nos “juzgaron y nos juzgan” a los que en una guerra que falazmente hoy no se reconoce, derrotamos a la subversión. Seguramente otro hubiera sido el destino de este país. A no olvidar que el complaciente silencio los hace cómplices de La iniquidad, matando aún más que cualquier pandemia.

PP-VGEMT (PRISIONERO POLÍTICO – VETERANO DE GUERRA EN EL MONTE TUCUMANO)

Ariel Valdiviezo


 Habla Guillermo Mizraji, abogado y profesor de la Universidad de Buenos Aires

 


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Junio 27, 2020


 

Matambre a la parrilla ☻ Parte Dos

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 Por CLAUDIO VALERIO

Para los que gustan siempre hacer carnes a la parrilla, a la hora de hacer un asado aparecen preguntas sobre algún tipo de corte.  Es aquí que, por ejemplo, se pone en imagen el matambre… El Matambre es un corte de carne muy tradicional del Río de la Plata y que se obtiene de los costados de la res, cubriendo desde el cuarto trasero hasta la paleta hasta. Es una de las carnes más gustosas para hacer en la parrilla. Debido a su simple cocción y delicioso sabor históricamente fue uno de los favoritos de los gauchos, que lo disfrutaban a la parrilla, utilizando como único  condimento un poco de sal.  

Todo buen asado argentino incluye entre sus variados componentes alguna pieza de matambre. La pasión nunca se acaba, por lo que, sea al aire libre durante un fin de semana, en nuestras casas lejos de la cocina, es propicio manifestar nuestro vicio de asar sobre la parrilla.

La palabra matambre se remonta a los inicios de la era del frío en Argentina (finales del Siglo XIX) cuando Argentina, a través del primer frigorífico de Sudamérica, el The River Plate Fresh Meat & Co.,  abastecía de carne vacuna a Europa y a los faenadores se les solía pagar con este tipo de cortes con lo que  saciaban su apetito; con ese corte mataban el hambre luego de la ardua faena. O sea, matambre es una composición que viene de la unión de dos términos, matar y hambre.

En México, al matambre  lo llaman “Sobrebarriga”, además de conocerse como suadero, como en Colombia; en Chile, lo llaman “Malaya”;  en los Estados Unidos, Rose meat.  Tanto en Brasil como en Perú, Matambre. En general, también se lo puede denominar “Falda dorada”, “Caucara”, “Rollo de res”.

El matambre,  o mata-hambre, es un corte de carne de res  bien delgado que  se extrae de entre el cuero y el costillar del animal.  Como característica, de un lado una fina capa de grasa, que no es conveniente retirar,  para evitar que la carne se seque y del lado opuesto  tiene un cuerito que bien cocido es muy rico y queda bien crocante. Puede hacerse directamente a la parrilla con algún aderezo, o bien con el clásico “matambre a la pizza”.

El secreto, para comer un rico matambre es tiernizandolo previamente. Esto se puede hacer  de varias formas pero, según mi forma de ver, la mejor es hirviendo al matambre con leche durante unas dos a tres horas en un recipiente, cuidando de que el lado con la grasa esté abajo, y se cubre totalmente con leche.  Para ablandar más al corte, se adiciona una cucharadita de bicarbonato de sodio y se lo condimenta con algunas hierbas al gusto e incluso pimienta negra (en grano entero). Para enaltecer el sabor, también se puede incorporar romero, tomillo, laurel,  y cilantro. Si se agrega un cubito de caldo de verdura disuelto en la leche, la carne adquirirá un sabor muy especial. Transcurrido el tiempo de cocción se lo deja enfriar hasta que alcance la temperatura ambiente y recién entonces se procede a colocarlo sobre la parrilla. El tiernizado ideal del matambre consiste en realizar  todo este proceso un día antes y dejarlo en la heladera.

Como el matambre no demasiado tierno, aunque sí es un corte realmente delicioso,  en este espacio les propongo un sencillo método para ablandar al mismo y condimentarlo y así disfrutar de esta carne “estilo argentino”.  Los resultados serán espectaculares y  seguramente estará quien proponga la clásica expresión, ¡Un aplauso para el asador!

Ingredientes:

Matambre, una pieza de aproximadamente 2 kg.
Leche,                                                          1 Litro.
Sal y pimienta,                                             al gusto.

Preparación:

En  una olla grande,  con el litro de leche, colocamos el matambre con el lado de grasa hacia abajo. Si resulta necesario, se completa con agua hasta que la carne quede cubierta.

Cocinamos a fuego fuerte hasta que comienza a hervir. Ya en punto de hervor, se baja el fuego a mínimo y,  dejando un resquicio para que salga el vapor, tapamos la olla. La cocción se debe hacer hasta que el matambre esté completamente tiernizado, al menos por espacio de dos horas. Durante la cocedura se pueden ir incorporando las hierbas aromáticas, la pimienta negra en granos y sal.

Bien avanzado el hervor de la preparación, unos treinta a cuarenta minutos antes de que esté listo nuestro matambre, se puede comenzar con el fuego con opción a que se  haga con carbón, o bien leña, preferentemente dura. Ya con las brasas bien encendidas (rojo incandescente), se las desparrama por debajo de la parrilla, formando un colchón, para así producir una fuente de calor uniforme debajo de toda la superficie de la parrilla que previamente se la limpió.

Se pone el matambre con el lado que tiene grasa enfrentando el calor todo el tiempo que se requiera para que se dore la carne. Como la carne está cocida y es bien delgada, este proceso dura sólo unos minutos. Por último, la damos vuelta y se agrega el chimichurri por arriba (si así se quiere). Unos minutos más tarde, esta delicia ya está lista para saborear.

Opción de preparación del chimichurri:

Perejil picado finamente:                                1 taza bien colmada. Ajo:                                                                 4 a 5 dientes.
Ají molido:                                                      1 cucharada de té.
Orégano:                                                         1 cucharada sopera.
Pimentón dulce:                                              1 cucharada de té colmada.
Vinagre (de vino preferentemente):                1 taza de café.
Aceite de Oliva:                                              cantidad necesaria.
Sal y pimienta:                                                al gusto.

Picamos bien fino los dientes de ajo y mezclamos con el perejil. A continuación se agrega el pimentón dulce, el  ají molido y el orégano. Salpimentamos, agregamos el vinagre y se completa con aceite de oliva hasta cubrir toda la preparación.

Opción de preparación de un provenzal:

  • 6 dientes de ajo
  • 100 gr de perejil
  • Sal al gusto
  • 100 ml de aceite de oliva o maíz

Se  procede a pelar los ajos y se los corta en pequeños trozos (muy finamente). Seguidamente se toman las ramas del perejil y se procede a lavaras muy bien. Una vez que están secas se separan las hojas de las ramas (A este corte se le llama chiffonade). Se  mezcla el ajo picado con el perejil. Después se agrega la sal al gusto y agrega el aceite. Se continúa mezclando de forma homogénea todos los componentes.

Ya lista para servir, esta exquisitez  se  puede añadir por encima del matambre asado, deleitando el paladar de los comensales.

Matambre de ternera a la pizza y a la parrilla

1 pieza de matambre de ternera de 2 Kg. Aprox.

1 cebolla,

1 ají morrón rojo,

1 hoja de laurel,

2 dientes de ajo,

1/2 litro de leche,

1/2 Kg. de queso cremoso,

150 gr. aceitunas,

Salsa de tomates, orégano, ají molido, aceite de oliva, sal y pimienta al gusto.

Preparación

Desgrasado el matambre (se puede dejar apenas una capa muy fina de grasa), se procede  a tiernizarlo y para aromatizarlo.

Se escurre la leche del matambre y se condimenta.

Con la parrilla ya preparada y con fuego suave/medio, se lleva y coloca sobre la misma con la grasa hacia abajo. Así se deja que se cocine durante aproximadamente media hora (hasta que la grasa esté dorada).

Mientras se va cocinando el matambre, en una sartén se rehoga la cebolla y el morrón, ambos cortados en juliana, con un poco de aceite de oliva.

Una vez que el matambre se dio vuelta para su cocción, se agregar la salsa de tomates a la sartén que puede ser una salsa preparada con tomates natural o bien salsa que ya viene lista para usar, o bien cualquier salsa que haya sobrado de una pasta. Se debe calentar un poco.

Sobre toda la superficie del matambre, que está en la parrilla, se distribuye la salsa.

Cocinar así unos minutos y agregar el queso cremoso cortado en rodajas (se puede tapar con una asadera para ayudar a gratinar el queso).

Una vez que el queso esté casi derretido se espolvorea con orégano y unas aceitunas fileteadas.

Siempre teniendo bajo control la intensidad del fuego, a fin de evitar que la carne se seque demasiado, se puede dejar cocinar unos minutos más. Y ya tenemos listo el matambre a la pizza a la parrilla… ¡A distrutar!

Matambre al horno

  • 1 matambre de vaca de 2 kg. aproximadamente
  • 1 litro de leche
  • 1/2 cebolla
  • 100 g de pan rallado
  • sal y pimienta, al gusto

Preparación

Lavar y secar el matambre tomando el recaudo de quitar el exceso de grasa que pueda tener. A la pieza así trabajada se la sazonar con sal y pimienta  y se extiende dentro de una asadera, previamente aceitada, dejando el lado de la grasa hacia arriba.

Con el preparado de la cebolla picada y el pan rallado, se cubre el corte y luego, si se desea, se espolvorea un poco más de sal. Se vuelca toda la leche por encima de la carne.

En un horno con temperatura fuerte, y durante 1 hora a 1 hora y cuarto, se introduce el preparado, y se lo lleva en cocción hasta que se forme en la superficie una capa crocante de agradable color dorado.

Se sirve caliente cortado en cuadrados grandes y, como acompañamiento, un puré de papas.

¿Quién fue Concolorcorvo? (Siglo XVIII)

Seudónimo Alonso Carrió de la Vandera, autor de una obra titulada El lazarillo de ciegos caminantes, con primera edición fechada en 1773. El libro trata las memorias de los viajes de Carrió, inspector de las postas entre Buenos Aires y Lima.

Después de sus viajes por el Río de la Plata y el Perú entre 1748 y 1771, en su obra “El lazarillo de ciegos y caminantes”,  Concolorcorvo describió…

“Muchas veces se juntas de estos cuatro o cinco, y a veces más, con pretexto de ir al campo a divertirse, no llevando más prevención para su mantenimiento que el lazo, las bolas y el cuchillo. Se convienen un día para comer la picana de una vaca o novillo:  la enlazan, derriban y bien trincado de pies y manos le sacan, casi vivo,  toda la rabadilla con su cuero…  Otras veces matan solo una vaca o novillo por comer el matambre, que es la carne que tiene la res entre las costillas y el pellejo”

 


PrisioneroEnArgentina.com

Junio 27, 2020


 

Madre hay una sola

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Ser madre es un trabajo difícil, en gran parte porque no pueden razonar plenamente con niños pequeños. Lo que pueden hacer, sin embargo, es lisa y llanamente… mentirles.

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“Para evitar que mis hermanos y yo robemos centavos de las fuentes de agua, mi madre nos dijo que el agua estaba electrificada y que moriríamos”

“Ese pequeño pajarito me siguió y voló de regreso y le dijo a mi madre cuándo estaba haciendo algo que no estaba permitido, como andar en bicicleta por la calle o robar más de mi parte de galletitas”

“Que ella podría decir que estaba mintiendo al mirar mi lengua. Viví con miedo de que me dijera que me sacara la lengua”

“Que mis ojos se volverían amarillos si mentía”

“Ella me dijo que me quedaría el pelo rizado si me comía las partes quemadas de las tostadas. Creo que no era cierto. Tengo 81 años ahora y nunca tuve un rulo”.

“Mi madre me decía que si comía vegetales, el busto me crecería sideralmente. Ya tengo tres hijos y sigo comprando mis corpiños en la sección de adolescentes…”

“Mi madre traía saleros a la playa y nos decía que si pudiéramos poner sal en las plumas de la cola de algún pájaro, se convertiría en nuestra mascota. Su forma de mantener ocupados a cuatro niños, sospecho…”

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“Mi madre y la madre de mi amigo nos dijeron que el interior de nuestras orejas se volvería negro si nos portabamos mal”

“Si no yo dejara de llorar, mi cabeza se caería y se reiría de mí, rebotando en el piso”

“Mis intestinos se romperían si continuara usando mi barriga como un tambor”

“Si juegas con fuego, harás pipí en la cama”

“Mi madre me decía que si no terminaba hasta la última gota del plato de sopa, el monstruo de la sopa me agarraría los pies cuando estuviera dormido” 

“No jugar en charcos de lluvia. Va a tener polio “

“Mi mamá nos decía a mi y a mis hermanas que si nos tocabamos los senos, cuando bebieramos agua, el líquido saldría por los poros como una regadera de baño”

“Ella me dijo que el pelo se me volvería verde si salía de casa con la cabeza mojada”.

“Si riegas plantas mientras estás menstruando, las plantas se van a secar”

“¡Voy a desenroscar tu ombligo y tus piernas se caerán!”

“Cuando pierdes un diente de leche, si no pones tu lengua en el agujero donde estaba el diente, crecerás un nuevo diente de oro en ese lugar”. Nuestra madre tenía una corona de oro en un molar, así que realmente creíamos que nosotros también podríamos crecer un diente de oro”

“Vas a tener úlceras bucales si orinas desde un puente”

“Nunca cubras tu ombligo cuando estés embarazada o tu bebé no pueda respirar”

“Mi madre me dijo que si me mordía las uñas, me crecería una mano en el estómago”.

“Toda mi infancia la pasé con infecciones en los oídos. Mi madre me decía que para tener los músculos de Charles Atlas tenía que tomar dos vasos de leche al día. Cuando ingresé en los Marines, descubrí que era intolerante a los lacteos. Ya no tengo que tomar leche y adiós a las infecciones”

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PrisioneroEnArgentina.com

Junio 27, 2020


 

Venezuela es una ‘bomba de tiempo’ para la salud

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El presidente colombiano, Ivan Duque, calificó ayer viernes a Venezuela como una “bomba de tiempo” para la salud pública y dijo que la falta de información confiable sobre el estado del brote de coronavirus de su vecino era una preocupación, ya que su administración intenta controlar sus propias infecciones. Colombia ha sido durante mucho tiempo el principal destino para los venezolanos que huyen de años de agitación social y económica en su país de origen.

Cuando se le preguntó si estaba preocupado por las largas fronteras de Colombia con Venezuela y Brasil como conducto para el virus, a pesar de que están oficialmente cerradas, Duque dijo que sí, y añadió que el problema con Venezuela era la falta de información.

“En el caso de Venezuela, la información es inexistente”, dijo Duque. “No hay buena capacidad hospitalaria o buena capacidad epidemiológica, durante mucho tiempo no han tenido programas de vacunación serios”.

“Creo que Venezuela es una bomba de tiempo desde el punto de vista de la salud pública”.

Duque
Maduro

Venezuela ha reconocido solo 4,600 casos de coronavirus y 39 muertes, mientras que Colombia ha reportado alrededor de 80,600 casos confirmados y más de 2,600 muertes.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha insistido en que su país ha manejado el brote mejor que otras naciones latinoamericanas y dice que la mayoría de los casos se pueden rastrear a los migrantes que regresan de Colombia y Brasil.

Sin embargo, los médicos venezolanos han denunciado la insuficiencia de camas y suministros hospitalarios, el uso limitado de máscaras faciales en espacios públicos y el uso de hoteles de bajo presupuesto para poner en cuarentena a los pacientes.

El gobierno de Duque no reconoce a Maduro como el líder legítimo de su país y lo acusa regularmente de albergar bandas criminales y rebeldes de izquierda.

El mes pasado, Colombia envió más soldados a su frontera con Brasil para detener los cruces informales, luego de que la provincia de Amazonas, escasamente poblada, viera un aumento en los casos.

Brasil tiene el segundo mayor número de casos de coronavirus del mundo después de Estados Unidos, registrando más de 1.2 millones de casos y casi 55,000 muertes. El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha minimizado la gravedad de la pandemia.

Sin embargo, Duque dijo que, en contraste con Venezuela, Brasil y sus funcionarios están haciendo esfuerzos para controlar el virus.

Trump
Bolsonaro

“También debe enfatizarse que (Brasil) tiene instituciones mucho más confiables y más creíbles”, dijo.

“También a nivel regional hemos visto que los gobernadores estatales están tratando de hacer más pruebas, poniendo medidas, hay un esfuerzo coordinado con las autoridades nacionales”.

Gracias a un bloqueo económico y social establecido a fines de marzo, los niveles de infección de Colombia son “mucho más una elipse” que un pico, dijo Duque.

Los nuevos casos se concentran en un puñado de municipios y las muertes de personas mayores de 60 años, dijo.

El país, que ha aumentado su número de unidades de cuidados intensivos en un 17% desde el comienzo de la pandemia, también está tratando de aumentar el número de ventiladores.

“Colombia debería tener cerca de 10,000 ventiladores, lo que se traducirá en una capacidad robusta en unidades de cuidados intensivos”, dijo.

Entre el gasto en programas sociales y atención médica, las garantías de crédito del gobierno y los esfuerzos de liquidez del banco central, el equivalente al 11.3% del producto interno bruto está trabajando para combatir el coronavirus, dijo Duque.

Casi el 90% de la actividad económica del país estaba “en proceso de recuperación”, sostuvo.

El ministerio de finanzas ha dicho que la economía se contraerá 5.5% este año.

 


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Junio 27, 2020


 

Guerra

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 Por Voltaire


Un genealogista prueba que un príncipe desciende en línea directa de un conde cuyos padres habían hecho un pacto de familia, hace 300 ó 400 años, con una casa cuyo recuerdo ni tan siquiera subsiste. Esta casa tenía vagas pretensiones sobre una provincia, cuyo último poseedor murió de apoplejía. El príncipe y su consejo concluyen que esta provincia le pertenece por derecho divino. Esta provincia, a varios cientos de lenguas, protesta que le desconoce, que no tiene ninguna gana de ser gobernada por él; que para dictar leyes a unas gentes hay que tener, al menos, su consentimiento. Estos discursos ni tan siquiera son oídos por el príncipe, cuyo derecho es irrefutable. Encuentra, al punto, un gran número de hombres que no tienen nada que hacer ni que perder. Les viste con un grueso paño azul, pone un ribete a sus sombreros con un grueso hilo blanco, les hace girar a derecha e izquierda, y marcha hacia la gloria.

Los demás príncipes, cuando oyen hablar de esos hombres en armas, toman parte en la empresa, cada uno según su poder.

Pueblos lejanos oyen decir que va a haber lucha, y que se ganan cinco a seis monedas por día si se toma parte en ella. Y van a vender sus servicios a quien quiera comprarlos.

Esas multitudes se encarnizan una contra otra, no solo sin tener ningún interés en el proceso, sino, incluso sin saber de lo que se trata.

Se encuentran a la vez cinco o seis potencias beligerantes: tan pronto tres contra tres, como dos contra cuatro o una contra cinco, detestándose por igual unas y otras, matándose y atacándose una y otra vez, de acuerdo todas en un solo punto: hacer el mayor mal posible. Cada jefe de asesinos hace que se bendigan sus banderas e invoca a Dios solemnemente antes de ir a exterminar a su prójimo.

Cuando ha habido un exterminio de cerca de diez mil, a hierro y fuego, y ha sido destruida una ciudad cualquiera desde sus cimientos, entonces se entona un cántico bastante largo, dividido en cuatro partes, compuesto en una lengua desconocida para todos los que han combatido y, además, llena de barbarismos. El mismo cántico sirve para casamientos, nacimientos y homicidios.

 


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Junio 27, 2020


 

LA HISTORIA APORTA A LA VERDAD POSIBLE MIENTRAS, LA MEMORIA CONTRIBUYE A LA CALUMNIA.

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 Por JORGE ACOSTA

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Santiago Kovadloff hablando del uso de la historia, por parte del kirchnerismo, nos dijo que pretenden que el PRESIDENTE replique el PASADO y así entonces esa nueva unidad temporal, se transforme en la matriz del FUTURO. 

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Kovadloff

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Los Kirchners

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Alberto Fernández

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Con toda modestia creo que lo dicho por el equilibrado y agudo filósofo es casi una Verdad Revelada. Ese juicio de valor se transforma en realidad por cuanto el kirchnerismo hizo, está y seguirá haciendo del uso de la HISTORIA una sucursal de la memoria que refleja su RELATO (que normalmente es calumnioso). Pocos han salido al ruedo para puntualizarlo – por cuanto convino a interese del pasado que aportaron a la falacia como verdad –  a exponer que la memoria divide en su unidad fantasiosa y calumniosa, cuando la historia une en su diversidad científica. La HISTORIA estudia los acontecimientos del pasado y los presenta: bajo relación ordenada cronológicamente y verificada por medio de métodos científicos /críticos. Dinámica por su definición, mediante el análisis de la “razón práctica” que estudió los acontecimientos de interés de determinada actividad humana, hace uso de la “razón especulativa” sobre ellos para ordenarlos al conocimiento de la verdad y utilizando para ello, la metodología que le es propia como ciencia. A la MEMORIA, estática y focalizada en sucesos que inmediatamente se transforman en pasado, si se la trae al presente reflejará esos impactantes suceso (por eso quedaron en la memoria) – aun cuando parcialmente – especialmente relacionados con recuerdos emocionales que pendulan entre el amor y el odio. Es normalmente utilizada – cuando se apela a ella como reemplazo de la historia – por fanáticos que tienen por objetivo distorsionar lo sucedido en el pasado, haciendo uso de dialéctica y retórica para conformar la calumnia que apoya sus fines inconfesables (aun cuando, es bíblico: “no hay nada secreto que no deba ser conocido”).

Jorge Eduardo Acosta

Capitán de Fragata VGM (ret.)

Prisionero Político

 


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Junio 27, 2020


 

LO MÁS VISTO ♣ Junio 26, 2020

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Las noticias más leídas en PrisioneroEnArgentina.com. Las más comentadas, las más polémicas. De que está la gente hablando…

REINICIO Junio 22, 2020 00.00 HORAS 
HORA DE CONTROL Junio 26, 2020 23.23 HORAS

 


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Junio 26, 2020


 

MÁS CORONAVIRUS EN LA UNIDAD PENITENCIARIA 34 DE CAMPO DE MAYO

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LA PANDEMIA EN LA BURBUJA CARCELARIA

A través de una comunicación telefónica con el profesor MARIO SANDOVAL, presidente de la Organización CASPPA FRANCE, alojado junto a otros adultos mayores imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, en la Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo, confirmamos 2 nuevos casos de coronavirus. Hoy sobre las 16 horas el director de ese establecimiento carcelario Alcaide Mayor RICARDO ALDERETE, hizo saber que 2 efectivos del servicio se encontraban afectados por el virus mencionado. No dijo de quienes se trataba por lo que este “secretismo” no hace más que sembrar la inquietud entre los prisioneros debido al permanente contacto que obligatoriamente tienen con el personal penitenciario. Así con el interno LUIS MUIÑA, sobre quien informáramos días pasados y cuyo estado de salud también parece ser “secreto de estado”, ya son 3 los casos detectados HASTA AHORA, en el lugar. Como es costumbre los “sabios” miembros del poder judicial federal, no hablan, no escuchan, no ven. Deseando mejoría a todos los afectados, ampliaremos.          PrisioneroEnArgentina.com

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Junio 26, 2020


 

Cuando Trump fue Karadagián

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Donald J. Trump, el controversial presidente de Estados Unidos de América, ha tenido y tiene una personalidad miltifacética. Desde aquel hombre de negocios progresando en el negocio de los bienes raíces, dueño de casinos y campos de golf, franquicias que iban desde corbatas, perfumes, carne congelada, universidades de negocios, fundaciones hasta autor de libros, actor y conductor de televisión y actor de películas… hasta una breve relación con la lucha libre, como este video clip del año 2011, (Junto a otras apariciones en el mundo del espectáculo) cuando aún no peleaba por el sillón de la oficina oval en la Casa Blanca.

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Junio 26, 2020


 

Solicitudes de asilo en la Unión Europea: Sirios y venezolanos pican en punta

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Los pedidos de asilo en países de la Unión Europea aumentaron en 2019 11% respecto al año anterior, hasta las 738.425 peticiones, un tercio del total a nivel global, según el informe anual de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO). La mayoría de los solicitantes eran ciudadanos sirios (80.205 solicitantes, 8,2% del total) y venezolanos (45.645 solicitantes,  6,2%). El documento señala que 2019 ha sido el primer año desde 2015 en el que se registra un aumento del número de peticiones de asilo en el conjunto de países de la Unión Europea, en parte provocado por el claro incremento de solicitudes de ciudadanos venezolanos, con 103% más de peticiones, y Colombia, con aumento de 214% respecto al año anterior.

En algunos países europeos, como es el caso de Chipre, Francia, Grecia, Malta y España, las solicitudes de asilo han superado en número a las registradas durante la crisis migratoria de 2015 y 2016.

En respuesta a esta situación, los países que han recibido mayor número de solicitudes de asilo han aumentado los esfuerzos para afrontar el flujo de migrantes y acelerar la tramitación de peticiones atrasadas.

En concreto, según el informe de EASO, los países más afectados por el aumento del flujo migratorio han reforzado sus políticas relacionadas con la protección de menores no acompañados, la aceleración del registro de solicitudes y la repatriación rápida de los migrantes cuya solicitud ha sido rechazada, además de aumentar la capacidad de los centros de recepción migrantes.

En 2019, la mayoría de las solicitudes de asilo se presentaron en Alemania (165.615 peticiones, un 22 por ciento del total), Francia (128.940 solicitudes, un 17 por ciento) y España (117.795 solicitudes, un 16 por ciento). Los países que recibieron menos solicitudes han sido Estonia (105) y Letonia (195). El informe de EASO incluye los datos de los 27 países de la Unión Europea a fecha de 2019, incluido Reino Unido, que abandonó el club comunitario oficialmente en enero de 2020, e incorpora además los datos de Islandia, Lichtenstein, Noruega y Suiza.

 


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Junio 26, 2020


 

Estados Unidos impone sanciones con respecto a la industria metalúrgica de Irán

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 Por Michael R. Pompeo, Secretario de Estado de los Estados Unidos de América

El régimen iraní utiliza los ingresos que recibe de la exportación de metales para proporcionar fondos al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, una Organización Terrorista Extranjera designada y otras actividades malignas en el Medio Oriente y más allá. Hoy, como parte de nuestra campaña de máxima presión, Estados Unidos designó ocho entidades conectadas con la industria metalúrgica de Irán y designó una entidad que transfirió un material a Irán que es crítico para las plantas de metal de Teherán.

Específicamente, los Estados Unidos designaron a Tara Steel Trading GMBH, Metil Steel, Pacific Steel FZE, Better Future General Trading Co. LLC, Tuka Metal Trading DMCC, South Aluminum Company, Sirjan Jahan Steel Company e Iran Central Iron Ore Company de conformidad con la sección 1 (a) de la Orden Ejecutiva (EO) 13871, y los agregó a la Lista de Nacionales y Personas Bloqueadas Especialmente Designadas (Lista SDN).

Trump
Rouhani

Estas entidades fueron designadas por su afiliación a la entidad iraní Mobarakeh Steel Company, cuya propiedad e intereses en la propiedad están actualmente bloqueados de conformidad con E.O. 13871, y / o para operar en los sectores de hierro, acero y aluminio de Irán.

Estados Unidos también designó Global Industrial and Engineering Supply Ltd. de conformidad con la sección 1245 de la Ley de Libertad y Contra Proliferación de Irán. En 2019, Global Industrial and Engineering Supply Ltd., una entidad con sede en China continental y Hong Kong, transfirió a sabiendas 300 toneladas métricas de grafito a la República Islámica de Irán Shipping Lines (IRISL), una entidad iraní en la lista SDN, como parte del envío de este grafito a Irán. El grafito es un material crítico para la industria metalúrgica de Irán. Hoy, reiteramos que cualquier persona que haga negocios con IRISL o realice transferencias prohibidas de grafito a Irán corre el riesgo de recibir sanciones.

Las acciones importantes de hoy bloquean la propiedad y los intereses en la propiedad de estas entidades sancionadas y les niegan el acceso al sistema financiero de EE. UU. Continuaremos ejerciendo la máxima presión sobre Irán hasta que el régimen decida comenzar a comportarse como un país normal.

 


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Junio 26, 2020


 

MI ODISEA EN UN SIBERIANO PAÍS TERRORISTA LLAMADO ARGENTINA

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 Por RENE LANGLOIS

EL CORONAVIRUS Y EL CONTRÓL POBLACIONAL

El día miércoles pasado como hago semanalmente partí a las 9 AM desde mi casa en Capital Federal con destino  al Hospital Dr. DIEGO THOMPSON en la localidad de  San Martin, provincia de Buenos Aires, a los fines de asistir al servicio de kinesiología. Perdón debí aclarar que me llamo RENÉ LANGLOIS y soy uno de los tantos adultos mayores, todavía vivo, imputado por los mal llamados delitos de lesa humanidad con arresto domiciliario. Por ello como corresponde me acompañaba uno de mis garantes, que también oficia de acompañante terapéutico dada las múltiples discopatías lumbares, cervicales y artrosis generalizada que padezco. Todo fue normal  hasta que iniciamos el regreso y el micro en el que viajábamos, con motivo de diferentes controles policiales dispuestos por el gobierno de ALBERTO FERNÁNDEZ se fue desviando de su recorrido. Así terminamos en la intersección de la General Paz y la Avenida San Martín, todavía del lado de provincia. Allí nos detuvo una horda desorganizada de policías de la Provincia de Buenos Aires, de uniforme celeste a los que comúnmente se les dice “Pitufos”. Entonces entramos a un mundo surrealista digno de la revolución rusa de 1917 protagonizada por VLADIMIR ILICH ULIANOV, más conocido como LENIN (El  Carnicero). Recordé que en la misma se implementaron, todos los medios y métodos, para controlar, perseguir, encarcelar y ejecutar a sus adversarios políticos y expropiar sus bienes con un saldo de 100 millones de muertos en el término de siete años. Por supuesto con los años  fueron surgiendo otros métodos mejorados    de control poblacional a través de la temible Gestapo Alemana, o la misma KGB rusa. Mi imaginación me traía a colación escenas vistas en películas como DR ZHIVAGO, LOS GIRASOLES DE RUSIA, LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER y otras. De malas maneras nos hicieron bajar del micro e interrogándonos uno por uno, nos cuestionaban los permisos que teníamos. Me revisaron un bolso donde llevaba un pantalón de baño y elementos de higiene  que utilizo en los ejercicios que debo realizar en las secciones de kinesiología. Alcancé a tomar algunas fotos de lo que acontecía y una “Pitufa” que no tenía ninguna jerarquía,  imperativamente y sin un mínimo de educación me las hizo borrar. Cuando finalmente volvimos al micro y nos alejábamos pude solo tomar imágenes del atasco que existía en el tránsito como consecuencia de este control motivado por la pandemia del coronavirus. Noté en los pasajeros asombro y hasta miedo, principalmente en algunos ancianos que habían sufrido el maltrato y no entendían que sucedía. Entonces sin poder contenerme, recordando que estas situaciones y estos atropellos y vejámenes  los vivo como imputado desde hace 10 años, a quienes estaban sentados  más próximos a mí les dije: “ESTO ES EL COMUNISMO, APRENDAN, ESTO ES LO QUE VIVIRAN EN LOS PRÓXIMOS AÑOS”. Me miraron y…se quedaron pensando.

 

RENE JUAN LANGLOIS

Prisionero Político de Argentina,  un país terrorista

 


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Junio 26, 2020


 

Uruguay frente a la pandemia

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El actual presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou se refirió acerca de cómo el gobierno uruguayo deicidió afrontar esta situación imprevisible al inicio de su gestión, que valores rigen su accionar y cómo ve el panorama internacional.

 

 

Fuente: Alexandra Maero Políticas Públicas | Programas Formativos en EdN


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Junio 26, 2020

La Verdadera “Tarde de Perros”

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Se encuentra entre los robos de bancos más infames de la historia moderna y sirvió de inspiración para la película clásica Dog Day Afternoon (Tarde de Perros, Sidney Lumet, 1975). Pero en el caso del atraco a un banco en Nueva York en 1972 cometido por John Wojtowicz y sus asociados, la historia real es aún más extraña y fascinante que la ficción.

John Wojtowicz, nacido en la ciudad de Nueva York en 1945, llevaba una vida básicamente “normal” a fines de la década de 1960. Después de graduarse de la escuela secundaria y servir en Vietnam, regresó a casa y comenzó a trabajar para Chase Manhattan Bank, donde entabló una relación con una compañera de trabajo llamada Carmen Bifulco. La pareja se casó en 1967, pero Wojtowicz había estado ocultando un secreto a una novia.

Pacino
Wojtowicz

Mientras estaba en el ejército, tuvo su primer encuentro homosexual durante el entrenamiento básico, cortesía de “un hillbilly llamado Wilbur”, antes de ser enviado a Vietnam. Y cuando regresó a casa, no solo mantuvo su sexualidad en secreto, sino que también se enfrentó a las consecuencias de sus experiencias de guerra (incluido ser uno de los únicos sobrevivientes de un ataque con cohetes en su base).

Como su madre, Terry, dijo más tarde: “Cuando era niño, era bueno. No fue problema. El servicio lo estropeó todo”.

Después de ser dado de baja del servicio militar en 1967 y casarse rápidamente con Carmen Bifulco, John Wojtowicz no pudo vivir detrás de una mentira por mucho tiempo. Se separó de su esposa en 1969 y se unió a la Gay Activist Alliance además de vivir experiencias con una serie de amantes masculinos.

En 1971, conoció a Ernie Aron, quien se identificó como mujer y se llamaba Liz Eden. Ese mismo año, la pareja se “casó” en una ceremonia no oficial (una oficial no era posible en ese momento).

Eden anhelaba una cirugía de reasignación de género, una idea a la que Wojtowicz se opuso originalmente hasta que Eden fue hospitalizado después de un intento de suicidio. Wojtowicz decidió que Eden necesitaba la cirugía para terminar con su depresión. Y decidió financiar la operación él mismo, robando un banco.

Ansioso por obtener el dinero para la cirugía de reasignación de género de Eden (aunque algunos afirman que John Wojtowicz realmente llevó a cabo el robo para pagar un dinero que le había prestado la mafia), Wojtowicz pronto formó un equipo que lo ayudaría a robar un banco.

Reclutó a Bobby Westenberg y Salvatore Naturale (a quienes había conocido anteriormente en un bar gay) para que lo ayudaran con el atraco, pero el trío estaba lejos de ser profesional. Simplemente condujeron por Nueva York el 22 de agosto de 1972 en busca de un banco para robar.

En el primer banco al que entraron, soltaron accidentalmente su escopeta, haciendo que estallara, pero lograron huir. En el segundo, Westenberg se encontró con un amigo de su madre y abortaron el plan.

Cazale
Naturale

Después de ir a ver The Godfather (El Padrino, Francis Ford Coppola, 1972) finalmente se decidieron por un Chase Bank en la sección Gravesend de Brooklyn. Entraron y le dieron al cajero una nota con una cita parafraseada de la película: “esta es una oferta que no puede rechazar”.

Y así comenzó uno de los circos mediáticos más grandes en la historia de la ciudad de Nueva York.

Al final resultó que, la bóveda de la sucursal estaba medio vacía, pero John Wojtowicz y sus cómplices lograron incautar $ 38,000 en efectivo y $ 175,000 en cheques de viajero antes de que uno de los empleados pudiera hacer sonar la alarma y la policía llegó a la escena.

Los ladrones luego tomaron a las ocho personas dentro del banco como rehenes y se escondieron para lo que sería una negociación de 14 horas con las autoridades.

Además de los agentes del FBI, policías, periodistas y francotiradores apostados en los tejados, alrededor de 3.000 espectadores ruidosos (incluida la propia madre de Wojtowicz) se reunieron en el calor del verano para ver cómo se desarrollaba el episodio. “Fue una multitud en Brooklyn esa noche”, recordó un periodista que había estado en la escena. “Fue un espectáculo con todos los condimentos”.

Ayudando a que fuera un show completo, John Wojtowicz saltó con entusiasmo a su papel de líder. Ordenó una pizza para sus rehenes, luego le pagó al repartidor con fajos de billetes tomados del banco, y luego arrojó más dinero robado a la multitud que lo vitoreaba.

 

Incluso los rehenes llegaron a tener cierto cariño por Wojtowicz, el famoso síndrome de Estocolmo, y estaban más cansados que temerosos. Como recordó la cajera Shirley Ball: “Me di cuenta de que era amigable … tenía el propósito de robar el banco … pensó que entraría y saldría con su botín”.

Pero no era un trabajo de entrada y salida, y las tensiones comenzaron a aumentar a medida que avanzaban las horas.

Finalmente, el periodista del New York Daily News, Robert Kappstatter, recibió la entrevista de su vida cuando llamó al banco por capricho y el propio Wojtowicz respondió. Cogido por sorpresa, Kappstatter abrió la conversación con un “entonces, ¿Cómo te va?” a lo que Wojtowicz respondió: “¿Cómo piensas que me va?”

Ernie “Liz” Eden
Chris Sarandon

Pero el tenso enfrentamiento finalmente terminó cuando el FBI acordó conducir a Wojtowicz y Naturale (Westenberg había huido de la escena antes de que llegara la policía) al Aeropuerto Internacional Kennedy donde les esperaría un avión para un vuelo internacional.

Por supuesto, esto fue una artimaña. Los agentes los esperaban en el aeropuerto y tan pronto como llegaron, Naturale fue ultimado a tiros (la única baja del día) y John Wojtowicz fue arrestado.

Wojtowicz fue sentenciado a 20 años de prisión, pero solo terminó cumpliendo cinco años y fue puesto en libertad en 1978. Mientras estaba en prisión, pudo ver  Dog Day Afternoon (tarde de Perros) y a Al Pacino (New York, 1940) interpretándolo, quien por supuesto también protagonizó El Padrino, que Wojtowicz había visto el día del robo.

El alcaide objetó originalmente que su prisionero viera la película hasta que Wojtowicz amenazó con “iniciar el mayor motín de la prisión que jamás haya visto”. Eventualmente se le permitió ver la película en compañía de un solo guardia.

Aunque lo describió como una “experiencia muy conmovedora”, en realidad envió una carta al editor de la sección cultura de The New York Times protestando que la película no mostraba toda la verdad, y lo poco que mostraba estaba constantemente distorsionado.

Su mayor problema fue que la película “insinuó dramáticamente que hice algún tipo de trato para traicionar a mi compañero, Sal … Esto no es cierto y no hay ser humano lo suficientemente bajo en este mundo que permita que el F.B.I. mate a su compañero para que sobreviva”.

Wojtowicz también tuvo problemas con el rol de su esposa, afirmando que la película hizo que Carmen “se viera horrible e forzara a que la dejé y me vaya en brazos de un hombre gay por su culpa. Esto es completamente falso, y siento pena por la actriz por tener que desempeñar un papel tan horrible”.

Carmen Bifulco
“Liz” Eden

Pero dejando de lado los problemas de Wojtowicz con la película, fue un éxito tanto para los críticos como para el público, lo que hizo ganar a sus productores un total de más de 25 veces su presupuesto (2 millones de dólares) y recibió seis nominaciones a los Premios de la Academia (ganando una, por su guión).

Wojtowicz fuera liberado de la prisión, regresó con su madre a Nueva York (Eden lo había dejado por otro hombre cuando Wojtowicz fue encarcelado y murió de SIDA en 1987).

John Wojtowicz pasó el resto de sus días en Nueva York, muchas veces durmiendo en la calle. En un momento, incluso solicitó trabajar como guardia en un banco de Chase, alegando “Soy el chico de la tarde de Tarde de Perros, y si estoy vigilando tu banco, nadie robará un centavo”. Se negaron -por supuesto- y pasó algunos de sus últimos años gracias a limosnas antes de morir de cáncer en el año 2006.

 


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Junio 25, 2020


 

El banquete de palabras

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  Por Dorothy Parker


Aquel fue un año de locos, un año en que las cosas que debían haber ocurrido a su debido tiempo salieron de cualquier manera. Fue un año en que la nieve cayó copiosa y duradera en pleno abril, y los periódicos sensacionalistas publicaron fotos de chicas vestidas con pantalones cortos tomando baños de sol en el Parque Central en pleno enero. Fue un año en que, pese a la gran prosperidad reinante en la nación más rica, no podías andar cinco manzanas sin que los mendigos te pidieran limosna; en que no era infrecuente ver mujeres llamativas, de paso vacilante, vestidas con trajes caros, exhibirse en lugares públicos; en que los mostradores de las farmacias rebosaban de pastillas para tranquilizarte y de pastillas para animarte. Fue un año en que muchas esposas, colocadas en los altares, apenas unos pulgadas por debajo de los santos, árbitros de la etiqueta, veneradas anfitrionas, arquitectas de menús memorables, de golpe y porrazo preparaban la bolsa de viaje y el joyero y huían a México en compañía de jóvenes ambiguos dedicados al arte; en que los maridos que habían regresado a casa todas las noches no solo a la misma hora, sino en el mismo minuto de la misma hora, regresaban a casa una noche más, decían unas cuantas palabras y luego salían por la puerta que no volverían a cruzar jamás.

Si Guy Allen hubiese dejado a su mujer en otra época, ella habría conseguido mantener el perdurable interés de sus amistades. Pero en aquel año de locura fueron tantos los pecios matrimoniales varados en la playa de Norman’s Woe que las amigas ya estaban demasiado familiarizadas con las historias de naufragios. Al principio acudieron a su lado y, duchas en esas lides, hicieron lo posible por curarle la herida. Chasqueaban la lengua en señal de pena y sacudían la cabeza para manifestar su asombro; diagnosticaban que el de Guy Allen era un caso de demencia; hacían virulentas generalizaciones sobre los hombres, considerados como tribu; le aseguraban a Maida Allen que ninguna mujer habría sido capaz de hacer más por un hombre ni haber significado más; le estrechaban la mano y le prometían: «Volverá. ¡Ya verás cómo vuelve!»

Pero el tiempo siguió su curso, como la señora Allen, a quien nunca nadie había visto antes aferrarse así a un tema: repetía una y otra vez la historia del agravio que le habían causado, y ella, claro, pobrecita, una santa inocente. Las amigas ya no tenían fuerzas para intercalar en su letanía arrullos de condolencia, debilitadas de tanto escuchar su historia, la suya, y otras como la suya; la cruel verdad es que las sagas de las mujeres abandonadas adolecen de una lamentable falta de variedad. Y así, llegó un día en que, tras depositar con violencia la taza de té en la mesa, una de estas damas se puso en pie de un salto y gritó:

-¡Por el amor del cielo, Maida, habla de otra cosa!

La señora Allen no volvió a ver a esa dama. También comenzó a ver cada vez menos a sus otras amigas, aunque eso fue cosa de las amigas, no de ella. No se enorgullecían de semejante abandono; las inquietaba la idea acechante de que la más despiadada de las pelmas pudiera seguir realmente angustiada.

Trataron -cada una de ellas una sola vez- de invitarla a pequeñas cenas agradables para que se distrajera. La señora Allen acudía llevando consigo su obsesión, y la colocaba, por así decirlo, en medio del mantel cual macabro centro de mesa. Las amigas aportaron varios huéspedes masculinos, ninguno de ellos conocido de la señora Allen. De buen humor por encontrarse ante una mujer nueva y atractiva, realizaban pequeñas incursiones amorosas. Ella respondía haciéndolos partícipes de su tragedia y, mientras daban cuenta de la ensalada y esperaban la mousse de moca, les recitaba su lista de talentos comprobados como esposa, compañera y amante, y les hacía notar, con una cínica carcajada, para qué le habían servido. Cuando los huéspedes se marchaban, la anfitriona aceptaba abatida el ultimátum de su marido en relación con quién no debían volver a invitar jamás.

No obstante, siguieron invitándola a sus cocteles multitudinarios, obligación social por excelencia para beber como esponjas, pensando que la señora Allen, con su voz suave, sería incapaz de hacerse oír en medio del gran bullicio que impera en estas fiestas y, de ese modo, acallados sus problemas, tal vez, por un momento, quedaran olvidados. Cuando la señora Allen llegaba, se acercaba en línea recta a aquellas amistades que la habían conocido con su marido, y les preguntaba si habían visto a Guy. Si le contestaban que sí, les preguntaba cómo estaba. Si le contestaban: «Pues… estupendamente», les ofrecía una sonrisa indulgente y se alejaba. Sus amigas la dejaron por imposible.

A la señora Allen le sentó mal ese comportamiento. Las tachó a todas de criaturas que solo funcionaban cuando las cosas venían bien dadas y dio gracias por haberlas desenmascarado a tiempo; a tiempo de qué, nunca lo dijo. Pero no había nadie que se lo preguntara, porque hablaba consigo misma. Había adoptado esta costumbre mientras se paseaba hasta bien entrada la noche por los cuartos silenciosos de su apartamento, y pronto la llevó consigo a la calle, a su paseo diario. Fue un año en que muchos transitaban las aceras murmurando soliloquios y, a menos que hablaran en voz alta o hicieran gestos, los demás peatones no se volvían a mirarlos.

Pasó un mes, luego dos, luego casi cuatro, y ella seguía sin tener noticias directas de Guy Allen. Uno o dos días después de que él se marchara, la había telefoneado al apartamento y, tras interesarse por la salud de la criada que atendió la llamada (siempre fue el ideal de los sirvientes), le había pedido que le enviasen la correspondencia a su club, donde iba a alojarse. Más tarde, ese mismo día, Guy Allen mandó al mozo del club a que recogiera su ropa, la metiera en una maleta y se la llevara. Estos incidentes ocurrieron en ausencia de la señora Allen; a ella no la mencionó en ningún momento, ni a la criada ni por medio del mozo, y por eso se llevó un disgusto. De todos modos, se dijo, como mínimo sabía dónde estaba su marido. No se le ocurrió ir más allá y pensar que como máximo sabía dónde estaba su marido.

El primer día de cada mes recibía un cheque por la misma cantidad de siempre para sus gastos y los de la casa. El alquiler debía de llegarle directamente al propietario del edificio de apartamentos, porque a ella nunca se lo reclamaron. Los cheques no los mandaba Guy Allen; venían con una nota adjunta de su banquero, un distinguido caballero de cabello cano, cuyas comunicaciones daban la sensación de estar escritas con pluma. Aparte de los cheques, nada indicaba que Guy y Maida Allen fueran marido y mujer.

A la señora Allen el presente se le volvió intolerable y veía el futuro solo como su espantosa prolongación. Se refugió en el pasado. No se dejó guiar por la memoria; fue ella quien la condujo y puso rumbo hacia los recónditos y soleados caminos de su matrimonio. Once años de matrimonio, años de felicidad, de felicidad perfecta. Claro que a veces Guy había tenido los pequeños malos humores típicos de los hombres, pero ella siempre había conseguido que se le pasaran con una sonrisa, y esos episodios sin importancia solo servían para unirlos más dulcemente; las peleas entre enamorados preparan el camino hacia el lecho. En abril, lágrimas mil derramó la señora Allen por los tiempos pasados; y nadie se le acercó nunca para explicarle que, si había tenido once años de felicidad perfecta, era el único ser humano al que le había ocurrido algo semejante.

Sin embargo, la memoria es una compañera muda. El silencio golpeaba atronador en los oídos de la señora Allen. Ella quería escuchar voces tiernas, especialmente la suya. Quería encontrar comprensión, esa cosa que tantos se pasan la vida buscando, con lo fácil que tiene que ser encontrarla, porque ¿qué es sino alabanzas y compasión mutuas? Sus amigas la habían defraudado, por eso debía buscarse otras. Resulta sorprendentemente difícil reunir un nuevo círculo. A la señora Allen le costó tiempo y esfuerzo localizar a las señoras cuyo trato había frecuentado en otros tiempos, y que durante años había conseguido no recordar siquiera, y localizar a las agradables compañeras de viaje que había conocido a bordo de barcos y aviones. No obstante, obtuvo algunas respuestas, seguidas de sesiones íntimas en su apartamento, por las tardes.

Fueron poco satisfactorias. Las señoras no le ofrecieron comprensión sino recomendaciones. Le decían que se animara, que recobrara la compostura, que estuviera alerta; una de ellas llegó incluso a darle una palmada en el hombro. Las sesiones llegaron a adquirir gran parte del carácter que tienen las disputas de vestuario en el descanso de un partido de fútbol, y cuando al final la instaron a que mandara a Guy Allen al infierno, la señora Allen las suspendió.

Pese a todo, algo bueno sacó de ellas porque por intermedio de una de sus ignorantes consejeras la señora Allen conoció a la doctora Langham. Aunque la doctora Marjorie Langham se ganaba la vida trabajando, no había perdido ni una pizca de su feminidad, sin duda, porque nunca había tenido que pisar los pasillos manchados de sangre de la facultad de medicina ni quemarse las bonitas pestañas estudiando para conseguir el doctorado. De un solo salto, lleno de gracia, había caído sobre los delgados pies convertida en curandera de mentes atribuladas. Aquel fue un año en que los divanes de tales curanderos no llegaban a enfriarse entre paciente y paciente. La doctora Langham gozaba de un éxito tremendo.

Tenía infinidad de anécdotas sobre sus pacientes. Y una manera muy suya de contarlas que hacía que las historias clínicas no solo fueran para morirse de risa, sino que te daban a ti, su interlocutor, la estupenda sensación de que, después de todo, no estabas tan chiflado. En su faceta más profunda, era una mujer que lo comprendía todo al vuelo y demostraba una firme simpatía por las desgracias de las representantes sensibles de su sexo. Estaba hecha para la señora Allen.

En su primera visita a la doctora Langham, la señora Allen no fue directamente al diván. En la consulta llena de cretona y alegría, ella y la doctora se sentaron frente a frente, de mujer a mujer; de esa manera, a la señora Allen le resultó más fácil desahogarse a gusto. Durante el relato del indignante comportamiento de Guy Allen, la doctora asintió repetidas veces; cuando se enteró, a petición suya, de la edad de Guy Allen, esbozó una sonrisita divertida.

-¡Pero claro! Lo que imaginaba -dijo-. ¡Vaya, vaya con la crisis de los cuarenta y tantos! ¡Edad difícil y peligrosa! Eso es todo lo que le pasa… está pasando por el cambio.

La señora Allen se dio unos golpecitos en las sienes con los puños por ser tan tonta y no haberlo pensado antes. Se había hartado de llorar y gemir porque se le había olvidado por completo que también los hombres vienen al mundo llevando a cuestas la deuda del pecado original; a Guy Allen, como a cualquier hijo de vecino, le había llegado la hora de pagarla; ahí estaba el quid de la cuestión. (En los últimos dos casos de matrimonios rotos de los que la señora Allen se había enterado ese año, uno de los maridos salientes tenía veintinueve y el otro sesenta y dos, pero no le vinieron a la memoria.) La explicación de la doctora tranquilizó de tal modo a la señora Allen que se levantó y fue a tumbarse en el diván.

-Así me gusta… relájese -le sugirió la doctora Langham-. ¡Ah, esas pobres mujeres, esas pobres idiotas! Se destrozan el corazón, se flagelan con sus porqués, porqués, porqués, se dejan la piel para encontrar un motivo estrambótico que justifique el hecho de que sus maridos las dejen plantadas, cuando no se trata más que de un caso tradicional y pasajero de nervios exacerbados y un cambio rutinario de metabolismo.

La doctora le prestó a la señora Allen algunos libros para que se los llevara a casa y los leyera antes de la siguiente visita; algunas de las autoras, le dijo, eran muy amigas suyas, mujeres reconocidas como autoridades en la materia. Los libros parecían salidos de la misma pluma y estaban escritos en un estilo fluido, coloquial, asequible para el lector profano. Se notaba cierta uniformidad en sus contenidos; todos exponían una colección de casos de hombres casados que, en un arranque de enfurecida rebelión contra la madurez, habían abandonado el lecho conyugal y el techo familiar. Las rebeliones, como tales, resultaban conmovedoras. Masas de hombres con ojos desorbitados iban por la vida sin rumbo ni objetivo, sus noches eran frías y amargas, sus hogares, una fuente de enfermiza añoranza. Uno tras otro, los revolucionarios volvían con la cabeza gacha, las manos suplicantes, volvían al lado de sus sabias y amables esposas.

Aquellas obras impresionaron a la señora Allen. Encontró más de un pasaje que, de haber sido suyos los libros, habría subrayado profusamente.

Tuvo la sensación de que tenía todo el derecho del mundo a incluirse entre las esposas que esperaban en casa, tan amables, tan sabias. Podía decir, sin falsa modestia, que muchos le habían dicho que era demasiado amable para su propio bien, y que era capaz de reconocer un acto de verdadera sabiduría. En los primeros y aciagos días de su sufrimiento, se había jurado que no daría un solo paso para acercarse a Guy Allen. ¡Que se le pudriera la mano derecha y se le separara del brazo, si la utilizaba para marcar su número de teléfono! Nadie habría sido capaz de contar las millas que había recorrido por las alfombras de su casa pugnando por mantener el juramento. Y lo mantuvo, pero la vista de su mano derecha intacta, de su piel fresca y clara, no le servía de consuelo, sencillamente le recordaba el uso al cual podía haberla destinado. Y acto seguido, pensando siempre con renovado dolor en otra mano posada sobre otro disco, se recordaba que Guy Allen jamás la había llamado.

La doctora Langham le puso muy buena nota por mantenerse alejada del teléfono y restó importancia a su pena ante el silencio de Guy Allen.

-Por supuesto que no la ha llamado -le dijo-. Tal como yo esperaba, claro… es el mejor indicio que tenemos de que él también sufre lo suyo. Teme hablar con usted. Está avergonzado de sí mismo. Sabe lo que le ha hecho; no sabe por qué, como nosotras, pero sabe que lo que hizo es terrible. Piensa mucho en usted. Lo demuestra el hecho de que no se atreva a llamarla.

Uno de los grandes factores que contribuía al éxito de la doctora Langham era su habilidad para conseguir que a quienes estaban a punto de ahogarse, una pajita mojada les pareciera un tronco sólido.

La cura de Maida Allen no se produjo de un día para otro. Tuvieron que pasar varias semanas antes de que se sintiera entera. Según ella, todo el mérito era de su doctora. Por el mero hecho de haber arrojado la fría luz de la ciencia sobre el motivo del aparente abandono de Guy Allen, la doctora Langham había conseguido devolverle la ecuanimidad. Ya no era la criatura desolada y solitaria, rechazada como una flor marchita, un guante raído, una liga dada de sí. Era una mujer valiente y humana que, con la paciencia que era la joya de su corona, esperaba que su pobre hombre confundido superase su pequeña indisposición y volviese a su lado, para que ella le alegrara la convalecencia contribuyendo así a su pronta recuperación. Día tras día, en el diván de la doctora Langham, mientras hablaba y escuchaba, iba recuperando fuerzas. Dormía de un tirón, toda la noche, y cuando salía a la calle con la espalda recta, el rostro tranquilo y lleno de vida, entre toda la gente de hombros cargados y bocas amargas que poblaba las aceras, parecía la visitante llegada de un planeta mejor.

Y ocurrió el milagro. Su marido la llamó por teléfono. Le pidió si esa noche podía pasar por el apartamento a recoger una maleta que le hacía falta. Ella le sugirió que se quedara a cenar. Él le dijo que le sería imposible porque debía cenar temprano con un cliente, pero que pasaría a eso de las nueve. En caso de que no estuviera en casa, que por favor le dejara la maleta a Jessie, la criada. Ella le dijo que era la primera noche, en no se sabía cuánto tiempo, que no salía. Estupendo, dijo él, entonces la vería más tarde; y colgó.

La señora Allen llegó temprano a la cita con su doctora. Le dio la noticia a la doctora Langham con una especie de gorjeo alegre. La doctora asintió, y su sonrisa divertida se fue haciendo más grande hasta dejar al descubierto casi todos los dientes excepcionalmente bonitos.

-Pues ahí tiene usted -le comentó-. Ha dado señales de vida. ¿Y quién le dijo que iba a ser así? Ahora escúcheme bien. Es importante, tal vez la parte más importante de todo su tratamiento. Esta noche no vaya usted a perder la cabeza. Recuerde que este hombre ha hecho sufrir lo indecible a una de las criaturas más sensibles que he conocido en mi vida. No se ponga blanda con él. No se muestre entusiasta, como si le estuviera haciendo un favor al volver a su lado. No sea demasiado indulgente con él.

-¡Nooo, qué vaaa! -exclamó la señora Allen-. ¡Guy Allen va a tragarse sus palabras!

-Así me gusta -dijo la doctora Langham-. No le haga escenas, ya sabe; pero tampoco le dé a entender que todo está perdonado. Muéstrese dulce y fría. Ni por un momento deje que adivine que lo ha echado de menos. Simplemente deje que se dé cuenta de lo que se ha estado perdiendo. Y por el amor de Dios, ni se le ocurra pedirle que se quede a pasar toda la noche.

-Ni por todo el oro del mundo -dijo la señora Allen-. Si eso es lo que quiere, tendrá que pedírmelo. ¡Sí! ¡Y de rodillas!

El apartamento estaba precioso; la señora Allen se ocupó de que así fuera y de que ella no le fuera a la zaga. Al volver a casa, después de haber estado en la consulta de la doctora, compró montones de flores y las dispuso con exquisito gusto -siempre se le habían dado bien los arreglos florales- por toda la sala.

Él llamó al timbre a las nueve y tres minutos. La señora Allen le había dado la noche libre a la criada. Ella misma se encargó de abrir la puerta.

-¡Hola! -lo saludó.

-¿Qué tal? ¿Cómo estás?

-Pues, perfectamente -dijo ella-. Pasa. Creo que ya conoces el camino, ¿no?

La siguió hasta la sala. Tenía el sombrero en la mano y llevaba el abrigo doblado sobre el brazo.

-Cuántas flores -dijo él-. Qué bonitas.

-Sí, ¿no son preciosas? Todo el mundo es muy amable conmigo. Dame tus cosas, que te las guardo.

-Dispongo apenas de un momento -dijo él-. He quedado con alguien en el club.

-Vaya, qué lástima.

Siguió una pausa. Y él dijo:

-Tienes buen aspecto, Maida.

-Ay, no sé por qué -dijo ella-. Estoy que no me tengo en pie. Últimamente no paro ni de día ni de noche.

-Te sienta bien.

-¿No has notado nada nuevo en la sala? -le preguntó ella.

-Pues… no sé… ya me he fijado en las flores. ¿Hay algo más?

-Las cortinas, las cortinas -contestó ella-. Son nuevas, de la semana pasada.

-Ah, sí. Son bonitas. De color rojo pálido.

-Rosa -dijo ella-. La sala está bonita con estas cortinas, ¿no te parece?

-Sí, estupenda.

-¿Qué tal tu habitación en el club? -le preguntó.

-Está bien. Tengo todo lo que quiero.

-¿Todo, todo? -preguntó ella.

-Sí, claro.

-¿Qué tal la comida? -quiso saber ella.

-Ahora bastante buena. Mucho mejor que antes. Han puesto un nuevo chef.

-¡Qué divertido! ¿O sea que te gusta? Vivir en el club, digo.

-Sí, claro -contestó él-. Estoy muy cómodo.

-¿Por qué no te sientas y me cuentas qué es lo que no te gustaba de aquí? ¿La comida? ¿El espejo que usabas para afeitarte? ¿Qué?

-Vaya, todo estaba bien -respondió él-. Verás, Maida, tengo que irme corriendo. ¿Tienes por aquí mi maleta?

-Está en el dormitorio, en tu armario, donde siempre ha estado -dijo ella-. Siéntate… ya te la traigo.

-No, no te molestes, ya voy yo.

Se fue para el dormitorio. La señora Allen empezó a ir tras él, pero entonces se acordó de la doctora Langham y se quedó donde estaba. Sin duda, a la doctora le parecería algo indulgente de su parte el que entrara con él en el dormitorio cuando no hacía ni dos minutos que había vuelto.

Él regresó con la maleta.

-Seguro que puedes sentarte y tomar una copa, anda -insistió ella.

-Ojalá pudiera, pero tengo que irme, de veras.

-Pensé que podríamos intercambiar unas cuantas palabras de cortesía -dijo ella-. La última vez que oí tu voz, lo que me dijiste no fue muy agradable.

-Lo lamento.

-Estabas justo ahí, al lado de la puerta… muy guapo, por cierto -dijo ella-. En la vida te había visto tan incómodo. Si alguna vez ibas a estarlo, aquel fue el momento más oportuno. Cuando me dijiste lo que me dijiste. ¿Te acuerdas?

-¿Y tú? -preguntó él a su vez.

-Vaya si me acuerdo. “Ya no quiero seguir así, Maida. Se acabó.” ¿De veras te parece bonito decirme algo así? A mí me pareció bastante repentino, después de once años.

-No. No fue repentino -dijo él-. Me pasé seis de esos once años diciéndotelo.

-Pues no me enteré.

-Claro que te enteraste, querida. Lo interpretaste como una falsa alarma, pero vaya si te enteraste.

-¿Cómo es posible que te hayas pasado seis años planificando esta salida tan drástica?

-Planificando, no -aclaró él-. Pensando, nada más. No tenía planes. Ni siquiera cuando te dije esas palabras de despedida, indudablemente poco acertadas.

-¿Y ahora los tienes? -preguntó ella.

-Por la mañana me marcho a San Francisco -respondió él.

-Qué amable eres al confiar en mí. ¿Cuánto tiempo estarás fuera?

-La verdad es que no lo sé. Hemos abierto allí una sucursal, ¿sabes? Las cosas se han complicado un poco y tengo que ir a poner orden. No sé decirte cuánto tiempo llevará.

-Te gusta San Francisco, ¿no?

-Sí -dijo él-. Como ciudad no está mal.

-Claro y encima está bien lejos -dijo ella-. No podías irte más lejos y seguir estando en los lindos Estados Unidos, ¿no?

-En eso tienes razón -admitió él-. Oye, me marcho ya, tengo mucha prisa. Llego tarde.

-¿Es que no me puedes contar así por encima lo que has estado haciendo?

-He estado trabajando todo el día y gran parte de las noches -contestó él.

-¿Y te interesa?

-Sí, me gusta, la verdad.

-Me alegro por ti -dijo ella-. No es que quiera hacerte llegar tarde a tu cita. Pero me gustaría tener aunque sea una leve idea de por qué hiciste lo que hiciste. ¿Tan infeliz eras?

-En realidad sí, muy infeliz. No había necesidad de que me obligaras a decirlo. Lo sabías.

-¿Por qué eras infeliz? -insistió ella.

-Porque dos personas no pueden pasarse la vida haciendo las mismas cosas año tras año, cuando solo a una de las dos le gusta hacerlas y, pese a eso, seguir siendo feliz -contestó él.

-¿Y tú te crees que yo puedo ser feliz así como estoy?

-Pues sí -respondió él-. Creo que lo conseguirás. Ojalá hubiera una manera más agradable de hacerlo, pero creo que después de un tiempo, no muy largo, por cierto, estarás mejor que nunca.

-¿Conque eso es lo que crees? Ah, ya sé lo que pasa, te cuesta creer que soy una persona sensible.

-No será porque no me lo hayas dicho… once años te pasaste diciéndomelo. Oye, esto no tiene sentido. Adiós, Maida. Cuídate.

-Lo haré. Te lo prometo.

Él cruzó la puerta, fue pasillo abajo y llamó el ascensor. Ella se quedó mirándolo desde el umbral, con la puerta abierta.

-¿Sabes qué, querido mío? -le dijo-. ¿Sabes qué es lo que a ti te pasa? Has llegado a la edad madura. Por eso tienes estas ideas.

El ascensor se detuvo en la planta y el ascensorista abrió la puerta.

Guy Allen se dio media vuelta antes de entrar en la cabina.

-Hace seis años todavía no había llegado a la edad madura -le dijo-. Y entonces ya las tenía. Adiós, Maida. Buena suerte.

-Buen viaje -le deseó ella-. Mándame una postal de la ciudad.

La señora Allen cerró la puerta y regresó a la sala. Se quedó muy quieta en el centro de la habitación. No se sentía como había imaginado.

En fin. Se había comportado con perfecta frialdad y dulzura. Debía de ser que Guy todavía no estaba del todo recuperado de su leve dolencia. Pero se recuperaría; vaya si lo haría. Vaya si lo haría. Cuando estuviera allá lejos, dando tumbos por las colinas de San Francisco, recobraría el buen juicio. Intentó fantasear un rato; él volvería a su lado, el cabello se le pondría gris de la noche a la mañana -la noche en que se diera cuenta del tormento de su locura- y el cabello gris no lo favorecería nada.

Regresaría para comerse sus palabras, si, ella se aseguraría de que lo hiciera. En su mente casi podía verlo: canoso, ajado y desmoralizado, mientras mordisqueaba las palabras frías, negras, brillosas y desagradables.

No. La fantasía no era suficiente.

Fue al teléfono y llamó a la doctora Langham.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Junio 25, 2020


 

Guaidó acusó a Rodríguez Zapatero de ser un aliado de Maduro

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El presidente encargado/autoproclamado de Venezuela, Juan Guaidó retiró su confianza al expresidente del gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero, pues, afirmó, ya no es un intermediario ni un mediador ni un hombre neutral.

También le acusa de ser un aliado del régimen de Nicolás Maduro. «Un aliado del usurpador que nos oprime, que nos persigue, que nos asesina”, expresó.

Guaidó respondió a unas recientes declaraciones de Rodríguez Zapatero durante una entrevista radiofónica. Aclaró al expresidente socialista español que el gobierno interino de Venezuela ha sido reconocido por más de 50 países, España entre ellos.

Rodríguez Zapatero
Maduro
Guaido

“Como representantes de ese gobierno legítimo, algunos de nosotros nos encontramos tras las rejas, bajo tortura, refugiados en embajadas, protegiéndonos de detenciones arbitrarias, en el exilio”, añade Juan Guiadó.

Este considera en la misiva que su gobierno sigue siendo la voz legítima del pueblo venezolano. “Al que se le usurpó la democracia, y Maduro lo que representa es una dictadura cada día más decadente, abusiva y cruel, con la que usted está colaborando abiertamente”, afirma.

El líder venezolano asegura que Rodríguez Zapatero actúa de manera contraria a la democracia: “Un defensor de la democracia debe exigir que se libere a todos los presos políticos, que se permita a todos votar libremente, estén dentro o fuera del país; que haya una autoridad electoral neutral, no solo maquillada”.

“¿Toleraría usted unas elecciones en España con PSOE, PP, Vox y Ciudadanos prohibidos o perseguidos?”, le pregunta Guaidó a Zapatero.

La respuesta de Guaidó a Rodríguez Zapatero ocurre luego de una entrevista al expresidente ibérico en la que le preguntaron si sería bueno que cayera el régimen de Maduro. “No. Yo creo que lo que es bueno para Venezuela es que haya un pacto, un acuerdo, un entendimiento. Que vayamos a unas elecciones legislativas”.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Junio 26, 2020


 

LO MÁS LEÍDO ♦ Junio 25 2020

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Las noticias más leídas en PrisioneroEnArgentina.com. Las más comentadas, las más polémicas. De que está la gente hablando…

REINICIO Junio 22, 2020 00.00 HORAS 
HORA DE CONTROL Junio 25, 2020 23.23 HORAS

 


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Junio 25, 2020


 

JUEZ DE GIORGI, CAÑA CON RUDA (1) Y…MISIÓN CUMPLIDA

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 Por CLAUDIO KUSSMAN

MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES

Mientras la pandemia y la cuarentena si, la cuarentena no, son los temas excluyentes, el carilindo Juez Federal de Argentina, (el mejor país del mundo para algunos), MARCELO MARTÍNEZ DE GIORGI, días pasados se expidió con un salomónico fallo. Fue en la causa de los “cuadernos” que trata, ¿Cuándo no? hechos de corrupción. En la misma dictó la falta de mérito en el tramo referido a TECHIN, para la ex presidente CRISTINA KIRCHNER, por lógica   también para el directivo de la empresa LUIS MARÍA BETNAZA; el ex ministro de Planificación Federal JULIO DE VIDO; y los ex funcionarios ROBERTO BARATTA, JOSÉ MARÍA OLAZAGASTI y CLAUDIO UBERTI. Confirma así lo que decían los mal pensados al respecto de su actuación, en cualquier causa en la que estén involucrados militantes kirchneristas. Recordemos que este togado supo mantener durante años un perfil bajo, hasta que el 4 de agosto de 2016, en el marco de la causa SUEÑOS COMPARTIDOS (otro hecho de corrupción), se le ocurrió declarar en rebeldía a la señora HEBE DE BONAFINI y mandarla a detener para que prestara declaración indagatoria.

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Marcelo Martínez de Giorgi, juez federal.
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Cristina Kirchner y Hebe de Bonafini
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Hebe de Bonafini
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Ella a pesar de sus por entonces, 87 años de edad, se fugó, al tiempo que por todos los medios lo recordaba a él, a su madre y a todo su árbol genealógico a más y mejor, invitándolo asimismo a que: “se metiera la declaración en el OR..”  cosa que aparentemente hizo, con lo cual DE GIORGI tuvo sus 15 minutos de fama y se hizo conocido por todos, todas y todes. Una vez más la gran luchadora que es doña HEBE, había impuesto sus ovarios y su férrea voluntad.   Su Señoría levantó la orden de detención, con la promesa que una semana después cuando volviera de Mar del Plata a donde había decidido viajar, lo vería. A su retorno el enjuiciador debió concurrir en persona a la sede de Madres de Plaza de Mayo en donde rodeada por otras señoras   de su organización HEBE, se negó a declarar. Como ella no es para nada una dama rencorosa selló la paz regalándole a el magistrado una botella de caña con ruda, dádiva a la que GIORGI, que no tiene ni un pelo de tonto, no se pudo negar.  Luego pasaron los años y como en Argentina los delitos económicos de los funcionarios son “mucho ruido y pocas nueces” (2) o sea que no pasa nada, todos fueron felices y comieron perdices…eso sí ¿ahora también será con otra botella de caña y ruda?

 

1)Tomar en ayunas  caña (bebida alcohólica) con ruda macho (yuyo), el primer día de agosto, es una ancestral tradición en honor a la Pachamama, impuesta por los pueblos originarios en varios países de Latinoamérica. Los caciques y los brujos sostenían que de esta forma se ahuyentaban los malos espíritus del invierno. Esta tradición aún hoy es practicada por alguna gente tradicionalista.

2)Dicho popular que hace referencia a algo que es aparatoso pero que carece de contenido.

 

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Claudio Kussman

Comisario Mayor (R) 

Policía Pcia. Buenos Aires

Junio 25, 2020

claudio@PrisioneroEnArgentina.com

www.PrisioneroEnArgentina.com

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“Lo que consideramos justicia es, con mucha frecuencia, una injusticia cometida en nuestro favor”

Reveillere (1757-1824)

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Junio 25, 2020


 

El Amphicar: El automóvil anfibio

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El Amphicar era un automóvil anfibio que tuvo corta vida fabricado en Alemania Occidental durante la década de 1960. Originalmente ideado como un buque militar para las operaciones nazis durante la guerra, se convirtió en una moda entre los conductores de automóviles en los EE. UU.

De hecho, el presidente Lyndon B. Johnson, propietario de un Amphicar, amaba notoriamente a los huéspedes desprevenidos al llevarlos al lago en su rancho de Texas.

El automóvil anfibio, también conocido como el Amphicar, era un descapotable que podía operar en carreteras y en el agua. Aunque la producción comercial del automóvil solo comenzó en 1961 en Alemania Occidental, la historia del diseño original del automóvil anfibio se remonta a la Segunda Guerra Mundial.

El diseño del Amphicar provino de su predecesor, el Volkswagen Schwimmwagen. Ese vehículo militar anfibio fue diseñado por el ingeniero Hans Trippel, miembro de la rama paramilitar Sturmabteilung bajo los nazis.

Según los historiadores alemanes Hartmut Berghof y Cornelia Rauh, se produjeron alrededor de 200 Volkswagen Schwimmwagens durante la guerra. Sin embargo, nunca entró en producción industrial debido al escepticismo sobre la durabilidad del vehículo.

Después de cumplir solo dos años de prisión tras el fallo de los tribunales de “desnazificación” en Alemania después de la guerra, Trippel volvió a la fabricación y continuó su sueño de perfeccionar el diseño de su automóvil anfibio.

En 1961, los primeros Amphicars se fabricaron bajo el Grupo Quandt, un imperio industrial dirigido por el hijastro de Joseph Goebbels. El Grupo Quandt todavía posee participaciones en la marca de automóviles de lujo BMW hasta el día de hoy.

El primer diseño comercial del automóvil anfibio de Tippel fue el modelo Amphicar 770, que podía alcanzar 70 mph por hora (112 km) en tierra y 7 mph (12 km) en el agua. El descapotable de dos puertas y cuatro plazas tenía un exterior llamativo que se adaptaba a la estética de la década de 1960. La carrocería del automóvil se fabricó en la ciudad de Lübeck, mientras que el montaje final se realizó en la fábrica de Deutsche Waggon und Maschinenfabrik (DWM) en Berlín.

El auto anfibio tenía un cuerpo de 15.5 pies de largo y pesaba alrededor de 1,738 libras. Para conducirlo desde las calles hacia el agua, su cuerpo de acero tenía sellos dobles en las puertas que se podían activar tirando de una palanca, evitando que el automóvil anfibio se inundara.

Entre 1961 y 1968, los Amphicars fabricados en Alemania se importaron a partes del Reino Unido y los EE. UU., donde se vendieron por un precio de U$ 2,800 cada uno, comparable a aproximadamente U$ 20,000 en la moneda actual.

La producción del automóvil funcionó oficialmente hasta 1965, pero se hicieron más anfibios a partir de las piezas restantes hasta 1968. En total, el Grupo Quandt produjo 3,878 automóviles anfibios. Aunque sus números pueden ser modestos, el Amphicar sigue siendo el único automóvil de pasajeros anfibio civil que se haya producido en masa hasta la fecha.

Por alguna razón, el automóvil anfibio tuvo bastante éxito en los Estados Unidos. Aproximadamente el 90 por ciento de sus ventas globales se originaron en el mercado estadounidense.

Los distribuidores y expertos de la industria lo anunciaron como una innovación única en la esfera del automóvil comercial. Modern Mechanix declaró “¡Hace todo menos volar!” mientras que publicaciones como The New Yorker y NewsDay publicaron características que describen las experiencias de los reporteros para probar el Amphicar en la vía fluvial.

El interés en el Amphicar era lo suficientemente alto como para generar una empresa, Amphicar America. La compañía arrendó espacio de oficinas en Manhattan y una sede en Nueva Jersey, como se anunció en la sección de bienes raíces de la edición del 17 de agosto de 1962 del New York Times.

 

Como el periodista Robert Sempler divulgó en un perfil del presidente en 1965:

“El escenario es familiar ahora. Invitado desprevenido es atraído a Amphicar. El presidente dice que van a dar un pequeño giro. El presidente se dirige al agua. Los invitados gritan: “¡Oigan, se están metiendo en el agua!” El presidente mueve una palanca que cierra las puertas y evita las fugas. El coche golpea el agua con un silbido. El invitado jadea, luego se da cuenta de que no se está hundiendo. El color vuelve a la cara, y él y el presidente se ponen putt a unos 5 nudos “.

Las bromas del presidente Johnson usando su automóvil anfibio eran tan conocidas que incluso se incluyeron en la película All The Way, protagonizada por Bryan Cranston como presidente. Pero el Amphicar no solo se usó para bromas presidenciales.

El automóvil anfibio también se comercializó como un vehículo especializado para servicios de rescate de emergencia. La Cruz Roja desplegó una serie de anfibios para atender las áreas de peligro de inundación. Pero a medida que la década llegaba a su fin, la novedad del barco híbrido bote-automóvil comenzó a desaparecer.

El automóvil anfibio disfrutó de un breve momento en el centro de atención, pero nunca se convirtió en la corriente principal entre los conductores. El fracaso del Amphicar fue provocado por varios factores contribuyentes.

Primero, la infraestructura necesaria para soportar las capacidades únicas del automóvil anfibio simplemente no existía. Para que el conductor de un Amphicar lance su vehículo al agua, debe haber suficiente espacio, como una rampa adecuada. Este tipo de configuraciones eran limitadas.

Luego, estaba la identidad confusa del auto anfibio. Si bien el vehículo de conducción de agua disfrutó de cierto grado de atención debido a su doble función, su comercialización no estaba clara. ¿Era un automóvil o era realmente un bote? Este mensaje confuso puede haber costado a los clientes potenciales de Amphicar.

Aunque compacto, el Amphicar también era un automóvil de alto mantenimiento. Después de cinco horas en el agua, era necesario engrasar el motor, lo que solo se podía hacer levantando todo el automóvil y sacando los asientos traseros. La exposición al agua salada lo hizo vulnerable a la erosión, por lo que era necesario limpiarlo con frecuencia con agua dulce.

La producción del automóvil anfibio cesó oficialmente en 1965, pero los Amphicars fabricados con las piezas restantes continuaron vendiéndose en los próximos años. En 1968, cuando se vendió el último Amphicar, la recién creada Agencia de Protección Ambiental (EPA) del gobierno de los EE. UU. estableció normas para las emisiones de vehículos y las normas de seguridad.

Amphicar no pudo cumplir con las nuevas regulaciones, por lo que el modelo de 1968 no se pudo vender en los Estados Unidos. Esto devastó las ventas ya que la mayoría de las compras vinieron de los EE. UU. el inventario restante de piezas no utilizadas fue comprado por una empresa de fabricación en California, el único lugar donde los propietarios de Amphicar pueden encontrar piezas de repuesto hoy.

Pero ese no fue el final del automóvil que puede convertirse en un bote. Todavía existen como adquisiciones preciadas de coleccionistas de automóviles. Todavía se pueden encontrar alrededor de 600 anfibios en los EE. UU.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Junio 25, 2020


 

VENGANZA, NO JUSTICIA

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♦♦
 Por ORLANDO AGUSTÍN GAUNA
Hay un diferencia muy grande entre JUSTICIA y VENGANZA. La justicia tiene un propósito, mantener la paz social. La venganza es personal y proporciona un placer sádico al que la ejerce, incentivando un odio recíproco.
Sin entrar a polemizar sobre la legalidad o no, de los juicios por los delitos de lesa humanidad, es indudable que no se busca justicia, solo se persigue venganza. 
A los acusados por los delitos de lesa humanidad, se le niegan los derechos constitucionales en juicios con declarantes que pasan por una “escuela de testigos” y luego de golpe, la diosa fortuna les sonríe y comienzan a tener un buen pasar.
En tanto que los acusados, por meros indicios, son detenidos y mantenidos por varios años, en “prisión preventiva” y finalmente se los condena. 
Y en prisión preventiva o condenados, no se les brinda la debida atención médica, conforme a su edad, y en sus traslados, son sometidos a mortificantes viajes en un ayuno prolongado por horas. 
Ahora, tenemos el Covid 19, y todos los detenidos por delitos de lesa humanidad, son una población de alto riesgo, por su avanzada edad y por sus múltiples achaques. Pero a ellos, se les niega la prisión domiciliaria, que se le concede a violadores, asesinos, pedófilos y toda clase de delincuentes, que por su edad y su cultura, es muy probable que reincidan en su conducta delictiva.
Los acusados por delitos de lesa humanidad, si cometieron delitos, lo habrían hecho usando el poder del Estado, poder del que hoy carecen. Si a ello le sumamos la edad de los mismos, es ridículo pensar que podrían volver a cometer delitos. Por lo tanto, esas personas, hoy, no representan ningún peligro para la sociedad. 
Todo lo contrario sucede con los secuaces de sus acusadores, que imbuidos de una doctrina (comunismo) que causó el mayor genocidio en la historia de la humanidad, fogonean violentos disturbios para crear un caos social. 
A estos últimos, se los premia con cargos públicos, A los otros, a los que los combatieron con armas lícitas o ilícitas, NI JUSTICIA. SOLO VENGANZA.
 
Orlando Agustín Gauna

PrisioneroEnArgentina.com
Junio 25, 2020